



Había una vez una nutria que vivía en un canal pequeñito. Le gustaba jugar sola entre troncos y hojas.



Una tarde, vio a un conejo y un mapache caminar felices cerca del agua.Siempre había querido tener amigos, pero su timidez se lo permitía.

De pronto, el conejo y el mapache cruzaban un pequeño puente de piedras, Pero el conejo resbaló y cayó al agua.



La nutria, al ver lo que pasaba, dejó a un lado su timidez y nadó con cuidado hacia el conejito para poder ayudarlo.

El conejo y el mapache le agradecieron con una gran sonrisa. Desde ese día, la nutria ya no estuvo sola, había hecho nuevos amigos.



