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Como me ves te verás
Carlos pensó que había pasado demasiado tiempo frente a la computadora. Las ordenes de servicio y las facturas que normalmente revisaba, ahora no las podía ver claras; más bien, los veía desenfocados. Él, que siempre presumía de tener muy buena vista, ahora no entendía qué pasaba. “Cuando descanse veré mejor”, fue su pronóstico. Sin embargo, esta situación se siguió repitiendo, hasta que decidió consultar a un especialista en problemas de visión. El oftalmólogo le diagnosticó: Presbicia.
La presbicia consiste en la dificultad para enfocar bien y de cerca. Este padecimiento es consecuencia de la edad. Es lo que se llama comúnmente “vista cansada”. Suele aparecer alrededor de los 40 a 45 años.
Se trata de una alteración fisiológica natural y no de una patología, es una consecuencia del deterioro muscular causado por la edad. Se desconoce la causa de la pérdida de flexibilidad de los cristalinos, pero esto sucede a todas las personas como proceso natural del envejecimiento.
El ojo cuenta con un músculo, llamado ciliar, con el que se acomoda el cristalino (la “lente” ocular) para que las imágenes cercanas puedan verse con nitidez. El músculo ciliar, como el resto de los músculos del cuerpo, pierde elasticidad con el paso del tiempo y, por tanto, la capacidad para enfocar el cristalino y ver bien de cerca
Los síntomas iniciales de la presbicia son muy claros: los objetos cercanos comienzan a aparecer desenfocados y hay que separarse de lo que estamos leyendo, o de la tarea que estamos realizando y se necesita más luz. La presbicia, eventualmente, afecta a todas las personas, aún a aquellas que tienen problemas para ver de cerca (hipermetropía) o problemas para ver de lejos (miopía).
Cómo afecta al ojo la Presbicia
Dado que las personas que tienen hipermetropía ya tienen dificultad para enfocar los objetos de cerca, estos pueden experimentar presbicia un poco antes. Las personas que tienen problemas para ver de lejos tendrán presbicia cuando usen sus anteojos correctivos o lentes de contacto para ver a la distancia. Sin embargo, para mirar objetos o letras de cerca, estas personas probablemente podrán ver con bastante claridad cuando se quiten sus anteojos.
Una vez entendido este padecimiento, Carlos preguntó cómo podría corregir esta situación. Encontró que existen métodos ópticos y quirúrgicos para corregir la presbicia. Entre los primeros están el uso de anteojos mono focales, los bifocales, los multifocales y los lentes de contacto. También existe la alternativa de utilizar métodos quirúrgicos que pueden ser intraoculares o extra oculares. En los intraoculares se coloca una lente dentro del ojo, en los extra oculares se realiza una operación con láser.
Los lentes bifocales: facilitan la alternancia entre la visión cercana y la de larga distancia, puesto que enfocan bien ambas, de cerca por la parte inferior de la lente y de lejos por la parte superior.
Existen ahora en el mercado lentes llamados progresivos que permiten la visión a cualquier distancia, variando la posición de la cabeza. La estructura es la misma que la del lente bifocal, pero no se nota el corte entre la parte inferior para la presbicia y la superior.
El tratamiento quirúrgico de la presbicia no es definitivo. Hay que tener en cuenta que el músculo ciliar pierde elasticidad con el tiempo, a pesar de que se haya corregido. Una de las técnicas quirúrgicas se basa en la corrección a través del láser. También se puede emplear una implantación de prótesis (técnica de Schachar) con las que se recupera la distancia entre el cristalino y el músculo ciliar. En algunos casos se implantan lentes intraoculares.
Para realizarse una operación se debe tomar en cuenta la edad del paciente, el defecto previo que tenga y del estado del cristalino. El efecto de la operación dura alrededor de cinco años. Pero no hay que olvidarse que la presbicia es evolutiva.
Aunque no resulta dañino retrasar el tratamiento de la presbicia, los oftalmólogos recomiendan consultar a un profesional cuando tenga visión borrosa, porque esto puede indicar otros problemas de visión o de salud.
Por ejemplo, las cataratas también pueden causar visión borrosa, y la diabetes, la esclerosis múltiple, la enfermedad vascular u otras enfermedades pueden afectar la visión. Si su visión se nubla de repente, si tiene dolor en el ojo o visión doble, si ve puntos negros, o luces intermitentes, o si tiene otros problemas en sus ojos, es momento de consultar con su médico de inmediato.
Ahora Carlos luce un “look” diferente y puede ver bien. Un tratamiento a tiempo de cualquier padecimiento con un especialista, siempre será lo indicado para prevenir problemas mayores.
