En esta muestra la artista crea imágenes sugerentes en las que se mezclan distintas disciplinas, técnicas, soportes, lenguajes... por otra, las distintas prácticas y hábitos de consumo con un ejercicio de surrealismo pop. La obra da pie a jugar con varios conceptos, nuestras rutinas son un gran contenedor de envases, la vida moderna los ha hecho imprescindibles y se ha querido que en este proyecto sean nuestras rutinas las que dependan de ellos incluyendo contextos cercanos y cotidianos, donde los personajes participan de los envases. Hay arte en los propios envases lo que da mucho juego a la hora de reconvertirlos en objeto artístico. La exposición en pocas palabras es frescor, color e imágenes divertidas abiertas a la reflexión..