9 el lugar incorruptible. Pero sea que uno conciba al sexo en su más bajo o en su más elevado sentido, este velo de Isis debe velar siempre los ojos mortales. Los humanos siempre interpretarán eso que yace más allá del velo desde el lado del velo del que ellos miran. No es de sorprender entonces que el alma humana esté tan marcada por el pensamiento del sexo. Ha tomado muchas eras moldear la materia en sus formas actuales, y la mente que ha tenido que hacerlo con los varios cambios de las formas de la materia debe necesariamente ser marcada por ellos.
Y así el sexo, el velo de Isis, fue tejido gradualmente alrededor y a través de todas las formas, y el deseo del sexo en la forma prevaleció y prevalece aún. Cuando la mente encarnó más plenamente en el sexo, su visión quedó coloreada por el velo. Se vio a sí misma y a los demás a través del velo, y todo el pensamiento de la mente es aún y será coloreado por el velo hasta que el que lo porta aprenda a discernir entre él y el velo. Así, todo lo que hace humano al ser humano es envuelto por el velo de Isis.
El velo se usa con muchos propósitos, usualmente asociados con la mujer. De la naturaleza se habla como femenina, y su forma y acción es representada por una mujer. La naturaleza está tejiendo siempre un velo a su alrededor. Las mujeres lo usan para embellecerse, para casarse, para guardar luto y protegerse del viento y el polvo. La naturaleza y la mujer se ocultan y se hacen atractivas usando velos. La historia del tejido y el uso del velo de Isis al momento presente, así como la profecía de su futuro, es esbozada y sugerida en la vida de un ser