Vol 46, núm 84 (2014) campos emergentes en ciencias sociales, artes y humanidades

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REVISTA COLOMBIANA DE HUMANIDADES

Humanidad y universo digital: prolegómenos al problema ético de la utilidad y el perjuicio de lo digital para la vida Jorge Francisco Maldonado Serrano Dairon Rodríguez

Lo simbólico y lo imaginario a propósito del hombre. Supuestos para una reflexión sobre la mujer Ildefonso Sánchez

Transhumanismo: concepciones, alcances y tendencias John Jairo Cardozo Tania Meneses Cabrera

Pensamiento prospectivo: visión sistémica de la construcción del futuro Carlos Mera Rodríguez

La inteligencia colectiva y la responsabilidad social y política del investigador. “Del yo al nosotros y del nosotros al todo” Luis Eduardo Wilches Mahecha Ricardo Javier Jiménez Silva

De la educación virtual a la virtualización de procesos educativos; una transición en el contexto de las formas emergentes de cibercultura 125 Julio Ernesto Rojas Mesa Linda Alejandra Leal

Pautas para los autores

Campos emergentes en ciencias sociales, artes y humanidades

DEPARTAMENTO DE HUMANIDADES Y FORMACIÓN INTEGRAL

Certificado SC 4289-1

Análisis

Bogotá, D. C. Colombia

N.º 84

pp. 1-154

Ene. - jun.

2014

ISSN 0120-8454


UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS

ANÁLISIS REVISTA COLOMBIANA DE HUMANIDADES

Vol. 46 / No. 84 enero-junio de 2014

Publindex - Categoría C Latindex Dialnet SIFCO Clase

Bogotá, D.C.

Análisis

Bogotá, D.C. Colombia

Vol. 46 pp. 1- 154 ene.–jun. 2014 ISSN No. 84 0120-8454


UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS CONSEJO EDITORIAL P. Carlos Mario Alzate Montes, O. P. Rector General P. Eduardo González Gil, O. P. Vicerrector Académico General P. Diego Orlando Serna Salazar, O. P. Vicerrector Administrativo y Financiero General P. Érico Juan Macchi Céspedes, O. P. Vicerrector General de Universidad Abierta y a Distancia -VUADDr. Henry Borja Orozco Director Unidad de Investigación Daniel Mauricio Blanco Betancourt. Director Ediciones USTA María Carolina Suárez Sandoval Coordinadora Revistas Científicas Ediciones USTA

ISSN: 0120-8454 Hecho el depósito que establece la ley

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Derechos reservados Universidad Santo Tomás

Correcion de estilo Carolina Ochoa G.

Diagramación Patricia Montaña D.

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Impresión Grupo Dao Digital Ltda. Bogotá, D.C., Colombia UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS Departamento de Publicaciones Carrera 13 No. 54-39 Teléfonos: 5878797 ext. 2991 http://www.usta.edu.co editorial@usantotomas.edu.co Bogotá, D.C., Colombia, 2013

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Las ideas aquí expresadas son de exclusiva responsabilidad del autor de cada artículo y en nada comprometen a la institución ni la orientación de la revista.


Director del Departamento de Humanidades y Formación Integral Universidad Santo Tomás Fr. Alberto René Ramírez, O.P. Editor Mg. Omar Asdrúbal León Carreño Universidad Santo Tomás, Colombia Comité Editorial Dra. Myriam Kriger Universidad de Buenos Aires - Argentina Dr. Luis Álvarez Falcón Universidad de Zaragoza, España Dr. Fernando Cardona Suárez Pontificia Universidad Javeriana, Colombia Dr. Olvani Fernando Sánchez Hernández Pontificia Universidad Javeriana, Colombia

Comité Científico Dr. Germán Marquínez Argote Fundación Xavier Zubiri, España Dr. Alfredo Gómez Müller Universidad de Tours, Francia Dr. Lucas Krotsch Universidad Nacional Tres de Febrero, Argentina Dr. Mauricio Beuchot Puente Universidad Nacional Autónoma de México Dr. Horacio Ademar Ferreyra Universidad Católica de Córdoba, Argentina Dr. Germán Vargas Guillén Universidad Pedagógica Nacional, Colombia Dr. Omar Parra Rozo Universidad Militar Nueva Granada, Colombia Dr. Tomás Sánchez Amaya Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Colombia

Dra. Diana Paola Guzmán Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, Colombia

Dr. José Arlés Gómez Arévalo Universidad Santo Tomás, Colombia

Dr. Antonio José López López Universidad Santo Tomás, Colombia

Dr. Diego Pérez Villamarín Universidad Santo Tomás, Colombia

Mg. Didier Arnulfo Santiago Franco Universidad Santo Tomás, Colombia

Árbitros para este número

Versión electrónica Mg. Didier Arnulfo Santiago Franco Universidad Santo Tomás, Colombia

Dra. Lida Esperanza Villa Castaño Pontificia Universidad Javeriana, Colombia Dr. Sebastián Alejandro González Montero Universidad de la Salle, Colombia Mg. Matilde Salazar Ospina Universidad de Toulouse, Francia

Publicación dirigida a la comunidad académica nacional e internacional interesada en las humanidades, formación humanística y disciplinas afines.

Mg. Alexander Ávila Martínez Universidad del Tolima, Colombia Mg. Darwin Arturo Muñoz Buitrago Universidad Santo Tomás, Colombia



Contenido Editorial 9 Humanidad y universo digital: prolegómenos al problema ético de la utilidad y el perjuicio de lo digital para la vida Jorge Francisco Maldonado Serrano Dairon Rodríguez Lo simbólico y lo imaginario a propósito del hombre. Supuestos para una reflexión sobre la mujer Ildefonso Sánchez

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Transhumanismo: concepciones, alcances y tendencias John Jairo Cardozo Tania Meneses Cabrera

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Pensamiento prospectivo: visión sistémica de la construcción del futuro Carlos Mera Rodríguez

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La inteligencia colectiva y la responsabilidad social y política del investigador. “Del yo al nosotros y del nosotros al todo” Luis Eduardo Wilches Mahecha Ricardo Javier Jiménez Silva De la educación virtual a la virtualización de procesos educativos; una transición en el contexto de las formas emergentes de cibercultura Julio Ernesto Rojas Mesa Linda Alejandra Leal Pautas para los autores

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Contents Editorial Humanity and digital universe: prefaces to the ethical problem of the utility and damage of the digital to the lifetime Jorge Francisco Maldonado Serrano Dairon Rodríguez The symbolic and the imaginary in regards to man. Assumptions for a study about woman Ildefonso Sánchez

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Trans-humanism: conceptions, reach and tendencies John Jairo Cardozo Tania Meneses Cabrera

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Prospective Thinking: systemic view of the construction of the future Carlos Mera Rodríguez

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Collective intelligence and social and political responsibility of the researcher. “From I to us and from I to the we to all” Luis Eduardo Wilches Mahecha Ricardo Xavier Jiménez Silva

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From virtual education to the virtualization of educational processes; a transition in the context of emerging forms of cyberculture* Julio Ernesto Rojas Mesa Linda Alejandra Leal

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Guidelines for authors

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Contenu Éditoriale Humanisme et l’univers digital: des prolégomènes au problème éthique de l’utilité et le préjudice du digital pour la vie Jorge Francisco Maldonado Serrano Dairon Rodrígue Le symbolique et l’imaginaire à propos de l’homme. Des suppositions pour une réflexion sur la femme Ildefonso Sánchez Transhumanismo: Des conceptions, des portées et des tendances John Jairo Cardozo Tania Meneses Cabrera Une pensée prospective : une vision systémique de la construction de l’avenir Carlos Mera Rodríguez L’intelligence collective et la responsabilité sociale et politique du rechercheur. «De moi au nous et de nous au tout» Luis Eduardo Wilches Mahecha Ricardo Javier Jiménez Silva De l’éducation virtuelle au virtualisation de processus éducatifs; une transition dans le contexte des formes émergentes de cyberculture Julio Ernesto Rojas Mesa Linda Alejandra Lea Lignes directrices pour les auteurs

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ANÁLISIS

ISSN: 0120-8454

Vol. 46 / No. 84

Bogotá, ene-jun / 2014

pp 9-14.

Editorial

Existe cada vez un consenso más nutrido en torno a la idea de una transformación sustancial del concepto de lo humano, en el que se entrecruzan tradiciones con formas emergentes. En dicho contexto, las ciencias sociales, las artes y las humanidades han visto surgir fenómenos de transformación epistemológica y disciplinar que las han transversalizado, con lo cual han permitido el surgimiento de campos multi, inter y transdisciplinares. El diseño de redes de estudio e investigación, y la integración de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los procesos académicos y de producción de saber con ciencias hasta ahora muy alejadas, contribuyen indudablemente a la revitalización de nuevas categorías enfocadas en dar cuenta de lo humano, de las sociedades en plural y de la relación estética y la creatividad como trasfondo de variadas cosmogonías locales y globales. Pensar entonces las ciencias sociales, las artes y las humanidades en el terreno de lo “inter” significa pensar en nuevas formas de ordenamiento académico, nuevas narrativas sobre el conocimiento y, especialmente, nuevas formas de asociación para generar escenarios de producción de saber. Este monográfico apunta a ser un intento de lo anterior. Es una edición científica realizada entre dos revistas de investigación indexadas en el sistema Publindex de Colciencias (Revista Análisis, de la Universidad Santo Tomás, y Revista de Investigaciones, de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia), que congregan intereses científicos multidisciplinares y que se han unido para crear un concepto editorial interinstitucional en el marco del cual pensar y debatir lo humano. Hablar de la relación entre cambios y emergencias no es tarea fácil cuando los fenómenos están sucediendo en la misma época en que sus cronistas intentan describirlos. Sin embargo, finalmente ese ha sido el papel del cronista, aventurar narrativas acerca de lo que sucede en los tiempos y territorios en los cuales se encuentra o habita. El trabajo sobre el conocimiento académico plantea, además, un reto que va más allá del mero registro o de la crónica. En el contexto

universitario, esto significa plantear un diálogo de ciencia, tecnología e innovación imbricado en las nuevas representaciones de sociedad, conocimiento, aprendizaje, ciencia, beneficio social y otras.

Para dar cuenta de la variedad y calidad de cada uno de los trabajos enviados por los autores que finalmente participan en este monográfico conjunto, se ha

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aventurado una curaduría de los contenidos para plantear una línea discursiva que ofrezca al lector claves para contextualizar el ejercicio de reflexión realizado en torno al quehacer de las ciencias sociales, las artes y las humanidades. Y ello porque en el ámbito de las publicaciones científicas, normalmente encasilladas en los parámetros que dan las grandes bases de datos y repositorios, difícilmente se da un ejercicio de interrelación que contribuya realmente a identificar comunidades académicas que están convergiendo, a abrir posibilidades de ampliar o consolidar redes académicas y científicas, o a encontrar nuevos mecanismos de cooperación, incluso editorial, pues las revistas se ven abocadas a batallar aisladas en ese marasmo de requerimientos formales y con frecuencia olvidan el lugar social que ocupan frente a la comunidad académica, el cual apunta más a abrir espacios de diálogo. Con el presente número de Análisis, nos proponemos precisamente este tipo de ejercicio, al integrarlo con el número simultáneo de la Revista de Investigaciones, con el fin, precisamente, de favorecer el diálogo, no ya de orden administrativo (compartir o vincular pares, comités editoriales y científicos, etc.), sino de orden académico. Y dado que ambas revistas permiten el acceso libre a través de internet, estos números constituyen al tiempo un verdadero ejercicio de intertextualidad e hipertextualidad que termina beneficiando al lector y, finalmente, también a las revistas y a las instituciones que les dan soporte, pues se logra un mejor impacto en las comunidades a las que se dirigen. Se pretende recuperar, en cierto sentido, el concepto clásico de la “curaduría editorial”, que ha venido cediendo terreno a una curaduría técnica que traslada su rol en el “cuidado” de los contenidos a la “satisfacción” de requerimientos, y que no pocas veces ha dado lugar a la publicación de falsos “artículos científicos”, verdaderas farsas construidas sobre la base de la satisfacción de formalidades, sea por parte de la revista para favorecer su posición en los índices, sea por parte de los autores que en un escenario de elevada competitividad solo ven validados como resultados de su quehacer científico aquellos contenidos que se publican en revistas indexadas, por lo cual se ven exigidos a publicar rápida y permanentemente, con lo que el objetivo ya no es la comunicación de un trabajo científico a una comunidad que comparte su quehacer, sino conseguir puntos frente a las instituciones a las que están vinculados mediante contratos.

Artículos en esta edición de la revista Análisis Este número en particular abre con el artículo “Humanidad y universo digital: prolegómenos al problema ético de la utilidad y el perjuicio de lo digital para la vida”, de Jorge Francisco Maldonado Serrano y Dairon Rodríguez, que propone una lectura crítica del universo digital y su actualización en la sociedad. Para ello, los autores formulan como punto de partida de su disquisición la pregunta acerca de si la humanidad se beneficia o se perjudica con lo digital. Para bosquejar su respuesta, abordan, en primer lugar, el funcionamiento de lo 10

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digital para comprender desde allí sus usos y las transformaciones que implica en la cotidianidad de lo humano. En un segundo momento, que emerge de lo anterior, abordan el problema ético que se desprende de la relación entre el universo digital en sí y su usuario. Si es posible comprender mejor esta relación entre lo digital y la “humanidad digitalizada”, ¿podríamos a partir de allí evaluar la utilidad y los perjuicios de lo digital para la vida? Finalmente, en un tercer momento, el artículo entra a diferenciar en qué sentido el perjuicio de la tecnología digital depende del uso que se le dé y en qué sentido el beneficio es intrínseco a ella misma. Acogiendo el reclamo de Peter Sloterdijk acerca de la necesidad de pensar en una nueva antropología, en su artículo “Lo simbólico y lo imaginario a propósito del hombre. Supuestos para una reflexión sobre la mujer”, Ildefonso Sánchez se acerca a la discusión antropológica actual, en la cual rechaza la posición radical sobre la muerte del hombre, fundada en la apreciación foucaultiana de la historia y de la muerte de la representación en el futuro, para acercarse más bien a las argumentaciones sostenidas por Lacan y Zizek, desde las que plantea la importancia de recuperar, entre otros, el concepto de universal concreto, para profundizar así en el sentido de la historia y la construcción de una subjetividad libre. John Jairo Cardozo y Tania Meneses rastrean las principales fuentes contemporáneas e históricas del movimiento filosófico e intelectual denominado transhumanismo a partir de la propuesta elaborada por Nick Borstom, que permite exponer un panorama general de este movimiento, en principio acudiendo a relatos míticos para luego situar el discurso en una propuesta que desde los siglos XVIII y XIX se viene apoyando en discursos científicos y, más recientemente, desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días, hace alusión a la estrecha relación entre ciencia, técnica y tecnología, con el objetivo de hacer un uso ético y racional para el desarrollo del ser humano a nivel mental y biológico. Se trata entonces de un trabajo de corte descriptivo que nos acerca a la comprensión de conceptos nucleares de dicha propuesta y a los diferentes momentos históricos que la han forjado, y pone sobre la mesa algunos de los más importantes debates que en términos éticos, políticos y sociales han desatado propuestas concretas, de allí su título: “Transhumanismo: concepciones, alcances y tendencias”. A continuación, Carlos Mera, con su trabajo “Pensamiento prospectivo: visión sistémica de la construcción del futuro”, profundiza en los antecedentes, los conceptos, las características y la aplicación de la prospectiva estratégica en la administración de las organizaciones, en la importancia del pensamiento prospectivo y en la prospectiva para la construcción del futuro, teniendo en cuenta las diferentes corrientes, escuelas y enfoques prospectivos. En “La inteligencia colectiva y la responsabilidad social y política del investigador. ‘Del yo al nosotros y del nosotros al todo’”, Luis Eduardo Wilches Mahecha y Ricardo Javier Jiménez Silva nos acercan al diálogo político, ético, ecológico

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y participante frente a la permanente necesidad de deconstruir y reconstruir propuestas, tras la búsqueda de epistemes que favorezcan la generación de conocimientos y comprensiones relacionadas con un enfoque transdisciplinar, denominado inteligencia colectiva, en busca de escenarios de encuentro con diálogos y saberes innovadores para superar, concertada y estratégicamente, problemas contemporáneos de nuestra sociedad. Finalmente, Julio Ernesto Rojas Mesa y Linda Alejandra Leal se adentran en el análisis de la relación entre la educación superior y las TIC a través de un estudio arqueológico y etnográfico en tres universidades colombianas: Pedagógica Nacional (UPN), Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), y Santo Tomas (USTA), con el texto “De la educación virtual a la virtualización de procesos educativos; una transición en el contexto de las formas emergentes de cibercultura”.

Artículos publicados en la Revista de Investigaciones El primero de los trabajos expuestos en este número 2, volumen 12, es el realizado por la comunicadora y periodista Carolina Herrera de Castellanos, quien en su texto “Cómo mejorar las competencias comunicativas en la educación a distancia” busca el mejoramiento ‒en sus palabras‒ de la relación y el entendimiento entre educandos y educadores, relación en la cual se identifica, como tema importante a tener en cuenta, la diferencia generacional como un contexto en el cual (entre otros) se desarrolla la relación educativa, por lo que elementos como los recursos lingüísticos fomentan o interrumpen la atención de los grupos, mejorando o entorpeciendo el proceso de aprendizaje y de formación. El segundo artículo “Habilidades de pensamiento como estrategia de aprendizaje para los estudiantes universitarios”, de las investigadoras Bertha Marlén Velásquez, Nahyr Remolina y María Graciela Calle, presenta un interesante trabajo en el que se reflexiona sobre las habilidades de pensamiento, las estrategias pedagógicas o, sin ir más allá, acerca de lo que es la inteligencia. De esta forma, las docentes utilizan las teorías contemporáneas cognitivas para formar un marco en el cual pensar el desarrollo del pensamiento de los estudiantes. El tercer artículo corresponde al sugerente trabajo de Enrique González Guerrero, John Jairo Páez Rodríguez y Fabián José Roldán, “Uso de robots cooperativos para el desarrollo de habilidades de trabajo cooperativo en niños”, que nos muestra los resultados de su investigación en el marco del proyecto QUEMES, una propuesta de aprendizaje en educación en tecnología usando robots cooperativos. El trabajo de la docente investigadora Sandra Acevedo Zapata, “Reflexiones sobre inclusión y educación superior”, presenta los resultados de la investigación realizada en torno a la inclusión y sus dificultades, teniendo en cuenta las posibilidades de acceso a la educación de las poblaciones vulnerables. En otro


trabajo de la misma investigadora: “Construcción de cursos sobre comprensión y producción de textos en educación superior: el caso de la UNAD”, se puede observar el proceso realizado para diseñar los cursos de comprensión y producción de textos en ambientes virtuales de aprendizaje. En el sexto artículo, Luigi López, Gloria Isabel Vargas Hurtado y Nancy Edith Ochoa Guevara, presentan su trabajo “Actitudes de los estudiantes sin discapacidad con los compañeros con discapacidad del centro regional de Ibagué en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) Colombia”, en el cual se muestra una aproximación a esta problemática en diversas Escuelas de la UNAD. En el séptimo artículo de este volumen, titulado “Experiencia religiosa en ambientes virtuales de aprendizaje”, Yefren Díaz López y Delia Patricia Gómez Salazar presentan los resultados de la investigación “Cartografía social de la experiencia religiosa en los ambientes virtuales de aprendizaje”, la cual pretende mostrar cómo se pueden expresar múltiples vivencias en entornos virtuales que son contextos de esas experiencias y del ámbito en el cual se crean comunidades de aprendizaje. El octavo trabajo de este volumen, es el titulado “Análisis de los resultados de las pruebas nacionales en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia 20082009. Caso CEAD Santa Marta”. Suly Castro, Luis Ospino, Nelson Leal, Luz Dávila y Gustavo Meneses presentan los resultados del análisis de las pruebas nacionales aplicadas a los estudiantes del Centro Educativo a Distancia (CEAD), sede Santa Marta, a partir de un estudio descriptivo. En el noveno artículo, Francisco Portilla presenta su trabajo sobre cómo la violencia del conflicto colombiano afecta el imaginario de los niños y cómo esto se representa en sus dibujos. Es un trabajo en el que temas como la inclusión, el desplazamiento y el arte se encuentran pensados desde la psicología y la hermenéutica. El título es “El des-hacer de la violencia, socialización de una experiencia de atención psicosocial a niños y niñas víctimas de la violencia por conflicto armado en Colombia desde el marco interpretativo de las artes plásticas”. En el siguiente trabajo, “Tras las huellas de las fiestas del sol. Contexto social y cultural de acontecimientos históricos como aporte a la construcción del patrimonio inmaterial en la formación de la identidad boyacense”, la autora Francy Marizol Rojas nos muestra la importancia del patrimonio inmaterial y la forma en que este es un elemento fundamental de la identidad cultural, a través de la descripción y el análisis de la Fiesta del Sol en Sogamoso. A continuación, Gerardo González Ramírez, en su escrito “Evolución histórica de la Fundación Universitaria Juan de Castellanos de Tunja 1963-2011”, nos relata cómo ha sido el desarrollo histórico de esta institución. La investigación, realizada recurriendo a fuentes orales y escritas, se acerca a hechos que fueron claves en el desarrollo educativo regional y nacional.

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En el artículo duodécimo, Francy Marisol Rojas Parra nos presenta un análisis histórico y cultural de la música carranguera en su trabajo “La Carranga Sumerced como escenario vivo de la tradición e identidad cultural local y regional del Departamento de Boyacá”, en el que podemos comprender el valor de la tradición como elemento clave de la cultura representada en la música popular. Para finalizar, aparece el artículo de Alicia Silva, Carlos Trejos, Diego Martínez y Germán López titulado “Nariño: un territorio por conocer”, en el cual se piensa el potencial turístico de Nariño como factor del desarrollo económico, y los autores analizan las propuestas que se llevaron a cabo para la promoción turística por parte del grupo Sindamanoy del CEAD de Pasto. Con tales trabajos presentamos a la comunidad académica esta edición integrada de dos revistas científicas, que buscan con su iniciativa trazar nuevos derroteros en el establecimiento de mecanismos de cooperación académica interinstitucional. Los editores.

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ISSN: 0120-8454

Vol. 46 / No. 84

Bogotá, ene.-jun. / 2014

pp 15-20.

Editorial

Every day more and more, there is a greater consensus having to do with the idea of a substantial transformation with regard to the concept of what is human, in which tradition mixes with emerging forms. In this context, the Social Sciences, the Arts and the Humanities have witnessed the rise of epistemological and disciplinary transformations that has cut across all borders and has led to the rise of multi, inter and trans-disciplinary fields. The design of research and study networks, the integration of TIC in academic and production of knowledge processes with sciences that up to now have been very far removed, undoubtedly contribute to the revitalization of new categories focused on becoming aware of what is human, on plural societies and on the aesthetics – creativity ratio as a background for several local and global cosmogonies. To think therefore of the Social Sciences, the Arts and the Humanities as the terrain of the “inter”, means to propose new forms of academic ordering, new narratives regarding knowledge and particularly: new forms of association to generate scenarios for the production of knowledge. This monograph aims to be an effort in this regard. It is a scientific edition undertaken between two research journals indexed in the Publindex system of Colciencias (Revista Análisis, of the Universidad Santo Tomás, and Revista de Investigaciones, of the Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD), which assemble multi-disciplinary scientific interests and have united to create an inter-institutional publisher in order to give thought to and debate the concept of what is human. To speak of the ratio between change and emergencies is not an easy task when the phenomena are occurring during the same era in which the chroniclers are trying to describe them. However, in the end this has always been the role of the chronicler, to venture narratives regarding what happens in the time and territory in which they live and dwell. Work regarding academic knowledge additionally sets forth a challenge which goes beyond mere reporting or chronicling. In the context of the University this means establishing a dialogue among science, technology and innovation interwoven with new representations of society, knowledge, learning, science, social welfare and others. To fully note the variety and quality of each of the works sent in by the authors who finally do participate in this ensemble monograph, a curatorship of the

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contents has been proposed to set forth a discursive line which offers the reader keys to contextualize the exercise in reflection carried out having to do with the work undertaken by the Social Sciences, the Arts and the Humanities. And this is because in the ambit scientific publications, which are normally encased within the parameters given by the great data bases and repositories, it is difficult to carry out an exercise of interrelation that really contributes to identifying converging academic communities to open possibilities for expanding or consolidating scientific and academic networks or finding new mechanism for cooperation, including publishing, given that the journals are forced to battle on isolated in that marasmus of formal requirements and they frequently forget the social role they play with regard to the academic community, which is directed more precisely towards the opening up of spaces for dialogue. With the present issue of Análisis we are proposing precisely this type of exercise by integrating it with the simultaneous issue of Revista de Investigaciones, in order to favor dialogue, not in the administrative sense (sharing or linking peers, editorial and scientific committees, etc.), but rather in the academic sense. And given that both journals allow for free access by means of the Internet, these issues constitute at the same time a true exercise in intertextuality and hypertextuality that ends up benefitting the reader and finally also the journals as well as the institutions which support them, producing more of an impact on the communities which they are directed at. The idea is to recover in a sense the classical concept of an “editorial curatorship” which has been slowly losing ground to a technical curatorship whose role is concerned with the contents “satisfying” the requirements, and which many times has led to the publication of false “scientific articles”, true farces built around the satisfying of formalities, be they on the part of the journal to favor its position on the index rating chart or on the part of the authors who within the highly competitive framework only deem results of their scientific work valid when their content is published in indexed journals and they are required to publish rapidly an d permanently, and so the objective ceases to be the communication of a scientific work to a community which shares in this endeavor, and becomes points with regard to the institutions to which they are linked by contract.

Articles in this issue of Análisis Journal This issue in particular opens with the article “Humanity and the digital universe: prefaces to the ethical problem regarding the usefulness and liabilities of digitalism for life”, by Jorge Francisco Maldonado Serrano and Dairon Rodríguez, which proposes a critical reading of the digital universe and its updating in society. For this, the starting point of this disquisition formulates the question regarding whether or not humanity is benefited or damaged by the digital. To sketch a response to this, the first thing to take in is the functioning


of the digital, to understand from this vantage point the uses and transformations that are implied in human everyday life. A third moment, which emerges from the previous ones, takes on the ethical problem which derives from the relationship between the digital universe per se and the user of the same. If it is possible to better understand this relationship between the digital and “digitalized humanity”, could we start from that point to evaluate the usefulness and the liabilities of digitalism for life? Finally, at a fourth moment, the article begins to differentiate in what sense do the liabilities of digital technology depend on the use given to it and in what sense is the benefit derived thereof intrinsic to the same. Accepting Sloterdijk’s claim regarding the need to think in a new anthropology, in his text “Lo simbólico y lo imaginario a propósito del hombre. Supuestos para una reflexión sobre la mujer” (The symbolic and the imaginary with regard to man. Suppositions for a reflection on woman), Idelfonso Sánchez approaches the current anthropological discussion, in which he rejects the radical stance regarding man’s death, based on the Foucaultian appreciation of History and of the death of representation in the future, to approximate the arguments sustained by Lacan and Zizek, from there to set forth the importance of recovering, among other things, the concept of concrete universal to delve deeper in the sense of History and the constructive of a free subjectivity. John Jairo Cardozo and Tania Meneses trace the main contemporary and historical sources of the philosophical and intellectual movement called transhumanism from the proposal elaborated by Nick Borstom, which expounds a general panorama of this movement, at first recurring to mythic tales to later center the discussion on a proposal which since the 17th and 19th centuries has been supported by scientific discussions and more recently. Since the second half of the 20th century up to the present, alludes to the close relationship between science, technique and technology, with the aim to an ethical and rational use thereof for the development of the human being on a mental and biological level. We are talking therefore about a descriptive work which approximates us to the understanding of nuclear concepts regarding this proposal and to the different historical moments that have forged it, and places on the table several of the most important debates which in ethical, political and social terms have led to concrete proposals, and thus the title “Trans-Humanism: concepts, reach and tendencies”, (“Transhumanismo: concepciones, alcances y tendencias”). Below Carlos Mera, with his work “Pensamiento prospectivo: visión sistémica de la construcción del futuro” (Prospective thought: systematic vision of the construction of the future), delves into the background, concepts, characteristics and application of the prospective strategy in the management of organizations, in the importance of prospective thought and the prospective for the construction of the future, taking into account the different currents, schools and prospective approaches.

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In “La inteligencia colectiva y la responsabilidad social y política del investigador. ‘Del yo al nosotros y del nosotros al todo’” (Collective intelligence and social and political responsibility of the researcher. From I to we to all), Luis Eduardo Wilches Mahecha and Ricardo Javier Jiménez Silva draw us into a political, ethical, ecological, participatory dialogue regarding the permanent necessity to de-construct and re-construct proposals, seeking epistemes which favor the generation of knowledge and understanding related to a trans-disciplinary approach called collective intelligence, in search of scenarios to meet with dialogue and innovative knowledge in order to overcome the contemporary problems facing our society systematically and strategically. Finally, Julio Ernesto Rojas Mesa and Linda Alejandra Leal delve into the analysis of the relationship between superior education and information technology and IT communication by means of an archeological and ethnographical study at three Colombian universities: Pedagógica Nacional -UPN, Nacional Abierta y a Distancia –UNAD, and Santo Tomas –USTA, with the text “De la educación virtual a la virtualización de procesos educativos; una transición en el contexto de las formas emergentes de cibercultura”(From virtual education to virtualization in educative processes: a transition in the context of emerging forms of cyber-culture)

Published articles in Revista de Investigaciones The first of the works presented in this issue number 2, volume 12, is the one set forth by communicator and journalist Carolina Herrera de Castellanos who in her work “ How to improve communicative competence in at a distance education” seeks the improvement, in her words, of the relationship and understanding between pupils and educators, a relationship in which certain subjects are identified as being important to take into account, the generational difference, as a context (among others) in which an educative relationship is developed, so that elements such as linguistic resources help or perturb the attention of the groups, improving or hindering the process of learning and formation. The second article “Abilities of thought as a learning strategy for university students” by researchers Bertha Marlén Velásquez, Nahyr Remolina and María Graciela Calle, presents an interesting work in which they make us reflect regarding the abilities of thought, pedagogical strategies or, without going further away, What is intelligence? This way, these teachers use contemporary cognitive theories to form a framework in which to ponder the development of the students’ thought. On the other hand and as follows below, the intriguing work by Enrique González Guerrero, John Jairo Páez Rodríguez and Fabián José Roldán, “Use of cooperative robots for the development of cooperative work abilities in children” shows us the results of their research within the framework of the QUEMES project, a proposal for learning in education in technology using cooperative robots. 18

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The work of research professor Sandra Acevedo Zapata “Reflections regarding inclusion and Higher Education” presents the results of the research carried out with regard to inclusion and its difficulties, taking into account the possibilities for access to education by vulnerable populations. In another work by the same researcher “Construction of courses about comprehension and production of texts in higher education: the case of UNAD” one can see the process undertaken to design the courses of understanding and production of texts in virtual learning environments. In the sixth article, Luigi López, Gloria Isabel Vargas Hurtado and Nancy Edith Ochoa Guevara, present their work “Attitudes of students without disabilities towards those with disabilities in the Ibague regional center of the Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD-Colombia”, in which an approximation to this problem is presented at different schools of the UNAD. In the seventh article of this volume entitled “Religious experience in virtual learning environments”, Yefren Díaz López and Delia Patricia Gómez Salazar present the results of the study “Social cartography of religious experience in virtual learning environments”, which aims to show how multiple life experiences can be expressed in virtual environments which are contexts for those experiences and the ambit in which learning communities are created. In the eighth work in this volume entitled “Analysis of the national test results at the Universidad Nacional Abierta y a Distancia 2008–2009, The case of CEAD Santa Marta”; Suly Castro, Luis Ospino, Nelson Leal, Luz Dávila and Gustavo Meneses present the results of the analysis of the national tests applied to the students of CEAD, Santa Marta, being a descriptive study which shows the results of these tests. In the ninth article, Francisco Portilla presents his work regarding how the violence of the Colombian conflict affects the imagination of children and how this is represented in their drawings, being a work in which subjects such as inclusion, displacement, and art are set forth from psychology and hermeneutics, the title being “The Un-making of violence, socialization of an experience of psychosocial attention for children who are victims of the violence due to the armed conflict in Colombia from the interpretative framework of the plastic arts”. In the following work, “Following the footsteps of the holidays of the sun, social and cultural context of historical events as a contribution to the construction of non-material patrimony in the Boyacá identity”, the author, Francy Marizol Rojas, demonstrates the importance of the non-material patrimony and the way in which this is a fundamental element of cultural identity, by means of the description and analysis of the holiday of the sun in Sogamoso. Next, Gerardo González Ramírez, in his article “Historical evolution of the Fundación Universitaria Juan de Castellanos of Tunja 1963-2011”, relates how the historical development of this institution has been, an investigation carried out by recurring to oral and written sources which allows the author to scrutinize events which were important in the regional and national educational development.

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In article number 12, Francy Marisol Rojas Parra, presents a historical and cultural analysis of ‘carranguera’ music in her work”, ‘Carranga Sumercé’ as a live scenario of the local and regional tradition and cultural identity of the Department of Boyacá”, in which we can understand the value of tradition as a key element of the culture represented in popular music. To finalize, we have the article by Alicia Silva, Carlos Trejos, Diego Martínez and Germán López “Nariño: a territory to get to know” in which the touristic potential of Nariño is pondered as a factor of economic development, this being how the authors analyze the proposals which were presented for the touristic promotion on the part of the group Sindamanoy of the CEAD of Pasto. With these works we present to the academic community this edition composed of two scientific journals which seek with their initiative to trace new paths in the establishment of mechanisms of inter-institutional academic cooperation. The publishers.


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ISSN: 0120-8454

Vol. 46 / No. 84

Bogotá, Ene.-Jun. / 2014

pp 21-26.

Éditoriale Il y a de plus un plus un consensus plus riche autour de l’idée d’une transformation substantielle de la notion de l’humain, où s’entrecroisent les traditions locales avec des formes émergentes. Dans ce contexte, sciences sociales, arts et sciences humaines ont vu émerger des phénomènes de transformation épistémologique et disciplinaire les ayant transversalisées permettant l’émergence de domaines multi, inter et transdisciplinaires. La conception des réseaux de d’étude et de recherche l’intégration des TICS lors des processus académiques et de production de savoir à l’aide des sciences jusqu’à présent isolées, contribuerait sans aucun doute à la revitalisation de nouvelles catégories ciblées pour tenir compte de l’humain, des sociétés plurielles et de la relation esthétique et la créativité comme arrière-plan des différentes cosmogonies locales et globales. Concevoir, donc, les Sciences sociales, les arts et les sciences humaines dès le domaine du “inter”, signifie réfléchir à des nouvelles formes de mise en ordre académique, des de nouvelles narratives sur la connaissance et notamment des nouvelles formes d’association pour engendrer des scénarios de production du savoir. Cette publication est une édition scientifique réalisée entre deux revues de recherche indexées dans le système Publindex Colciencias (Revista Análisis, de l’Universidad Santo Tomás, et Revista de Investigaciones, de l’Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD), qui apportent rassemblent des intérêts scientifiques multidisciplinaires et s’étant reliées afin de créer un concept d’édition interinstitutionnelle afin de réfléchir et débattre sur la question humaine. Aborder la question de la relation entre les changements et les situations d’urgence n’est pas facile d’autant plus lorsque ces phénomènes se produisent au moment même où les chroniqueurs essaient d’en discuter. C’est n’néanmoins, le rôle du chroniqueur, de risquer des narratives au sujet de ce qu’il arrive au moment et au territoire où il se trouve ou il habite. Les travaux sur la connaissance académique constitue également un défi qui va au-delà du simple enregistrement ou chronique. Dans le cadre universitaire, cela signifie soulever un dialogue entre science, technologie et innovation inextricablement lié aux nouvelles représentations de la société, de la connaissance, de l’apprentissage, de la science, et aux avantages sociaux. Afin de rendre compte de la variété et de la qualité de chaque étude soumise par les auteurs participant de cet ensemble monographique, nous avons entrepris une curation de contenu pour pose une ligne discursive pouvant

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offrir au lecteur les clefs pour mettre en contexte l’exercice de réflexion autour du travail des sciences sociales, des arts et des sciences humaines. Et ceci car dans le domaine des publications scientifiques, généralement enfermées dans les paramètres qui fournissent de grandes bases de données et de référentiels, un exercice d’interrelation aidant à identifier les communautés académiques convergentes, est difficilement possible. De même que l’ouverture de nouvelle possibilités d’étendre ou de consolider des réseaux académiques et scientifiques ou de trouver des nouveaux mécanismes de coopération, même sur le plan de l’édition, car les revues sont amenés à toute sorte d’exigences formelles oubliant souvent la place sociale face à la communauté académique, qui vise à l’ouverture des espaces de dialogue. Avec ce volume de Análisis nous nous proposons précisément ce mettre en œuvre ce type d’exercice, de l’intégrer au volume simultané de la Revista de Investigaciones afin d’encourager le dialogue, non pas d’ordre administratifs (partager ou associer des paires, comités de rédaction ou scientifiques, etc.), mais d’ordre académique. Et puisque les deux revues permettent ont accès sur Internet, ces volumes constituent un véritable exercice d’intertextualité et d’hypertextualité bénéficiant par le même biais le t le lecteur, les revues et les institutions qui les soutiennent, et les incidences sur la communauté cible. Nous nous fixons comme objectif la récupération de la notion classique de «curation éditoriale», qui a perdu du terrain face à la « curation technique » qui déplace son rôle dans le «soins» du contenu à la «satisfaction» des exigences, et qui bien souvent a conduit à la publication de faux « articles scientifiques », des vraies farces construites en fonction de la satisfaction des formalités, soit par le magazine pour promouvoir sa position dans l’index, soit par les auteurs qui étant placés dans un scénario de haute concurrence, doivent faire des publications régulières afin de valider les résultats de leurs travaux scientifiques dans des revues indexées. Ainsi donc, le but premier de communiquer les résultats des travaux scientifiques s’efface, laissant sa place à l’obtention de mérites pour un meilleur contrat de travail.

Articles de ce numéro de la revue Análisis Ce numéro de la revue débute avec l’article «Humanité et univers digital: des prolégomènes au problème éthique de l’utilité et le préjudice du digital pour la vie», de Jorge Francisco Maldonado Serrano et Dairon Rodríguez. Il propose une lecture critique de l’univers digital et de son actualisation dans la société. Pour cela, on formule comme point de départ de son exposé la question, si l’humanité se bénéficie ou se nuit avec le digital. Pour conduire à sa réponse, on aborde en premier lieu le fonctionnement du digital, pour comprendre à partir de là ses usages et les transformations qu’il implique dans la quotidienneté de l’humain. Dans un troisième moment qui émerge des antérieurs, on aborde le problème éthique qui se détache de la relation entre l’univers digital en soi et l’utilisateur 22

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du même. Si on comprendre mieux la relation entre le digital et la «humanité numérisée»: pourrions-nous à partir de là évaluer l’utilité et les préjudices du digital pour la vie? Finalement, dans le quatrième moment, l’article commence à différer dans quel sens le préjudice de la technologie digitale dépend de l’usage qui lui est donné et dans quel sens le bénéfice est intrinsèque à elle-même. En accueillant l’appel de Sloterdijk à propos de la nécessité de penser à une nouvelle anthropologie, dans son texte «Le symbolique et l’imaginaire à propos de l’homme. Des suppositions pour une réflexion sur la femme», Ildefonso Sánchez s’approche à la discussion anthropologique actuelle, sur laquelle il rejette la position radicale sur la mort de l’homme appuyée sur l’appréciation foucaultienne de l’histoire et de la mort de la représentation dans l’avenir, pour s’approcher plutôt à les argumentations soutenues par Lacan et Zizek, à partir lesquelles il expose l’importance de récupérer, entre les autres, le concept d’universel concret , pour approfondir ainsi sur le sens de l’histoire et la construction d’une subjectivité libre. John Jairo Cardozo et Tania Meneses suivent à la trace les source principales contemporaines et historiques du mouvement philosophique et intellectuel dénommé transhumanisme à partir de la proposition élaborée par Nick Borstom qui permet d’exposer un panorama général de ce mouvement, en principe en faisant recours aux récits mythiques pour tout de suite situer le discours dans une proposition qui dès les XVIIIe et XIXe siècles s’appuie sur des discours scientifiques et, plus récemment, depuis la deuxième moitié du XXe siècle à nos jours, elle fait l’allusion à l’étroite relation entre la science, la technique et la technologie avec l’objectif de faire une usage étique et rational pour le développement de l’être humain à niveau mental et biologique. Il s’agit alors d’un travail de type descriptive qui on rapproche à la compréhension de concepts nucléaires de cette proposition et aux différents moments historiques qui l’ont forgé, et il met sur la table certains des plus importants débats en termes éthiques, politiques et sociales qui ont détaché des propositions concrètes, de là son titre : «Transhumanisme: des conceptions, des portées et des tendances». Après le travail de Carlos Mera «La Pensée prospective : une vision systémique de la construction de l’avenir», il approfondit dans les antécédents, les concepts, les caractéristiques et l’application de la prospective stratégique sur l’administration des organisations, sur l’importance de la pensée prospective et la prospective pour la construction de l’avenir, en tenant en compte les différents courants, écoles et points de vue prospectifs. Dans «l’intelligence collective et la responsabilité sociale et politique du rechercheur. «Du moi à nous et du nous au tout», Luis Eduardo Wilches Mahecha et Ricardo Javier Jiménez Silva nous rapprochent au dialogue politique, éthique, écologique et participant en face de la nécessité permanente de de-construire et reconstruire des propositions, après la recherche d›épistèmes que favorisent la génération de connaissances et de compréhensions liées à un approche transdisciplinaire dénommé l’intelligence collective, dans laquelle on cherche des scènes

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de rencontre avec des dialogues et des savoirs innovateurs pour surpasser de manière concertée et stratégique des problèmes contemporains de notre société. Pour finir Julio Ernesto Rojas Mesa et Linda Alejandra Leal s’introduisent sur l’analyse de la relation entre l’éducation supérieure et les technologies de l’information et la communication TIC, à travers d’une étude archéologique et ethnographique dans trois universités colombiennes: la Pédagogica Nacional -UPN, la Nacional Abierta y a Distancia -UNAD, et la Santo Tomás -USTA, avec le texte «De l’éducation virtuelle au virtualisation de processus éducatifs; une transition dans le contexte des formes émergentes de cyberculture».

Articles publiés dans le Revista de investigaciones Le premier des travaux exposés lors de ce numéro 2, volume 12, c’est celui rédigé par la communicatrice et journaliste Carolina Herrera de Castellanos, qui lors de sa recherche “Comment améliorer les compétences communicatives dans l’éducation à distance” est à la quête de l’amélioration, dans ses propres mots, de la relation et l’entente entre les élèves et les enseignants. Celle-ci, identifierait de thèmes capitales tels que l’écart générationnel, entendu en tant que contexte dans lequel (entre autres) se développe la relation éducative. C’est pourquoi, des éléments tels les ressources linguistiques appuient ou perturbent l’attention des groupes, en améliorant ou en entravant le processus d’apprentissage et de formation. Le deuxième article “Compétences de pensée en tant que stratégie d’apprentissage pour les étudiants” des chercheuses Bertha Marlén Velásquez, Nahyr Remolina et María Graciela Calle, rend compte d’un travail intéressant nous faisant réfléchir sur les compétences de pensée, les stratégies d’enseignement ou, sans aller au-delà, sur «Qu’est-ce que l’intelligence?». Ainsi, ces enseignantes font appel aux théories cognitives contemporaines afin de dresser un cadre qui permette d’envisager le développement de la pensée des étudiants. D’autre part, l’évocateur travail d’Enrique González Guerrero, John Jairo Páez Rodríguez et Fabián José Roldán, “Usage des robots coopératifs pour le développement des habiletés de travail coopératif chez les enfants”, nous montre les résultats de leur recherche dans le cadre du projet QUEMES, une proposition d’apprentissage en éducation par la technologie en utilisant des robots coopératifs. L’étude de l’enseignante-chercheuse Sandra Acevedo Zapata «Réflexions sur inclusion et l’enseignement supérieur» présente les résultats de la recherche menées autour de l’inclusion et ses difficultés, compte tenu des possibilités d’accès à l’éducation pour les populations vulnérables. Lors d’une autre étude menée à bien par la même chercheuse «Construction des cours sur la compréhension et la production de textes en enseignement supérieur: le cas de l’UNAD» l’on 24

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peut observer le processus entrepris pour concevoir les cours de compréhension et de production de textes dans des environnements d’apprentissage virtuels. Dans le sixième article, Luigi Lopez, Gloria Isabel Vargas Hurtado et Nancy Edith Ochoa Guevara, présentent leur étude «Attitudes des élèves non-handicapés vers des pairs possédant un handicap dans le «Centre régional d’Ibagué» à l’Université Nationale ouverte et à distance UNAD-Colombie» où l’on visualise une approche de cette problématique en différentes écoles UNAD. Le septième article de ce volume, intitulé «L’expérience religieuse dans des environnements d’apprentissage virtuels», Yefren Díaz López et Delia Patricia Gómez Salazar exposent les résultats de la recherche «Cartographie sociale de l’expérience religieuse dans les environnements d’apprentissage virtuels» qui vise à montrer la façon dont l’on exprime des multiples expériences dans les environnements virtuels étant des contextes de ces expériences et environnement de création des communautés d’apprentissage. L’article suivant de ce volume, intitulé «Analyse des résultats des tests nationaux à l’Université nationale ouverte et à distance 2008/2009. Cas CEAD Santa Marta»; Suly Castro, Luis Ospino, Nelson Leal, Luz Davila et Gustavo Meneses présentent les résultats des tests nationaux appliqués aux étudiants de CEAD, Santa Marta, une étude descriptive montrant les résultats de ces tests. Dans l’article suivant, neuvième de ce volume, Francisco Portilla fait connaître son travail sur la façon dont la violence du conflit colombien affecte l’imaginaire des enfants et la forme où cela est représenté dans leurs dessins. Les thèmes tels l’inclusion, le déplacement forcé et l’art sont abordés dès la psychologie et l’herméneutique. Portant le titre «le dé-faire de la violence: socialisation d’une expérience d’attention psychosociale des garçons et des filles victimes de la violence lors du conflit armé en Colombie depuis le cadre d’interprétation des arts plastiques». Le projet suivant, «Sur les traces de la célébration de la fête du soleil : contexte social et culturel des événements historiques comme contribution à la construction du patrimoine immatériel dans la formation de l’identité Boyacense. Son auteur, Francy Marisol Rojas, nous montre l’importance du patrimoine immatériel la façon dont celui-ci devient un élément fondamental de l’identité culturelle, à travers la description et l’analyse de la fête du soleil à Sogamoso. Ensuite, Gerardo González Ramírez, dans son essai «Évolution historique de la Fundación Universitaria Juan de Castellanos de Tunja 1963 – 2011», nous raconte le développement historique de cette institution. Recherche effectuée à l’aide de sources orales et écrites où l’auteur s’approche des facteurs clés pour le développement éducatif régional et national. L’écrit suivant, «La ‘Carranga SuMerced’: un scénario vivant de la tradition et de l’identité culturelle locale et régionale du Département de Boyacá», par Francy Marisol Rojas Parra, met en valeur une analyse historique et culturelle

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de la musique «carranguera» nous permettant de comprendre la valeur de la tradition comme élément clé de la culture représentée par la musique populaire. Pour finir, l’article d’Alicia Silva, Carlos Trejos, Diego Martínez et Germán López “Nariño: un territoire à connaître” où il met en évidence le potentiel touristique de Nariño comme facteur clé du développement économique. Ainsi donc, les auteurs analysent les propositions touristiques mises en œuvre par le groupe Sindamanoy du CEAD de Pasto. Avec de tels articles présentés à la communauté universitaire est édition composée de deux revues scientifiques, qui cherchent à tracer de nouveaux chemins initiative dans l’établissement de mécanismes pour la coopération inter-universitaire. Les éditeurs

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pp 27-40.

Humanidad y universo digital: prolegómenos al problema ético de la utilidad y el perjuicio de lo 1 digital para la vida* 2 Jorge Francisco Maldonado Serrano** 3 Dairon Rodríguez*** Recibido: 10 de octubre de 2014 – Aprobado: 30 de enero de 2014

Resumen No resulta fácil determinar si la humanidad se beneficia o perjudica con la tecnología digital. Para aportar a este debate, es preciso revisar el funcionamiento del universo digital. ¿Qué estatuto puede dársele?, ¿se trata de una realidad reducible a explicaciones físicas?, ¿puede considerarse una realidad metafísica? Este primer componente del problema debe ser recorrido con la mayor minucia posible; sin embargo, comprender el funcionamiento no conlleva directamente comprender los usos de lo digital y las maneras en que la cotidianidad de lo humano puede verse transformada. Este segundo componente del problema abrirá paso al juicio ético. El tercer componente del problema es, en este orden de ideas, la relación entre el universo digital en sí y su usuario. Si es posible comprender mejor esta relación entre lo digital y la “humanidad digitalizada”, ¿podríamos a partir de allí evaluar la utilidad y los perjuicios de lo digital para la vida? Solo un cuarto componente del problema nos permitirá diferenciar en qué sentido el perjuicio de la tecnología digital depende del uso que se le dé y en qué sentido el beneficio es intrínseco a ella misma. El objetivo de este artículo es recorrer estos cuatro componentes para proponer una lectura crítica del universo digital y su actualización en la sociedad. Palabras clave: humanismo, universo digital, desarrollo tecnológico.

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Este artículo desarrolla una de las conclusiones de la Investigación 5237, “Devenires en política, economía y estética: el problema de la filosofía en Deleuze”, aprobado por la VIE UIS, y prepara interdisciplinarmente un estudio acerca de la influencia de los códigos en el mundo de la vida y sobre los procesos de digitalización.

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Profesor Asociado Universidad Industrial de Santander (UIS), hace parte del Grupo de investigación Politeia. Dirección postal: Cra 27 calle 9, Bucaramanga, Colombia. Correo electrónico: jorgefcomaldonado@gmail.co

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Profesor Auxiliar Universidad Industrial de Santander (UIS), hace parte del Grupo de investigación Politeia. Dirección postal: Cra 27 calle 9, Bucaramanga, Colombia. Correo electrónico: rodriguez.dairon@gmail.com.

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Humanity and digital universe: prefaces to the ethical problem of the utility and damage 4 of the digital to the lifetime* 5Jorge Francisco Maldonado Serrano** 6Dairon Rodríguez***

Abstract It is not easy to determine whether humanity is benefited or harmed by the digital technology. To contribute to this debate it is necessary to check out the performance of the digital universe. What statute can it be addressed to it? Is it a reality reducible to physical explanations? Can it be considered a metaphysical reality? This first component of the issue must be analyzed with the greatest care. However, understanding the functioning does not mean that we can understand the uses of the digital and the ways in which the everyday work of the human can be transformed. This second component of the issue will open the way for the ethical trial. The third component of the issue is, in this order of ideas, the relationship between the universe digital itself and the user of it. If it is possible to understand better this relationship between the digital and the “digitized Mankind” Could we from there assess the utility and the damages of the digital for the lifetime? Only a fourth component of the issue will allow us differentiate in what sense the damage of the digital technology depends on its use and in what sense the benefit is intrinsic to it. The goal of this article this is to analyze these four components to propose a critical reading of the digital universe and its update in the society. Keywords: Humanism, digital universe, technological development.

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This paper develops one of the conclusions of Research 5237, “Becomings in politics, economy and aesthetics: the problem of philosophy in Deleuze” approved by the UIS VIE and preparing an interdisciplinary study on the influence of the codes in the world of life and the processes of digitalization.

Associate Professor at the Universidad Industrial de Santander (UIS); is a member of the Research Group Politeia. Address: Cra 27 calle 9, Bucaramanga, Colombia. Email: jorgefcomaldonado@gmail.com.

Assistant Professor at the Universidad Industrial de Santander (UIS); is a member of the Research Group Politeia. Address: Cra 27 calle 9, Bucaramanga, Colombia. Email: rodriguez.dairon@gmail.com.

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Humanisme et l’univers digital: des prolégomènes au problème éthique de l’utilité et le préjudice 7 du digital pour la vie* 8Jorge Francisco Maldonado Serrano** 9Dairon Rodrígue***

Résumé Il ne semble pas facile de déterminer si l’humanité se bénéficie ou se nuit avec la technologie digitale. Pour fournir à ce débat, il est précis de réviser le fonctionnement de l’univers digital. Quel statut peut-il être donné?: L’univers digital s’agit-il d’une réalité réductible aux explications physiques? Une réalité peut-elle se considérer métaphysique? Ce premier composant du problème doit être parcouru avec la plus grande minutie possible. Cependant, comprendre le fonctionnement ne comporte pas directement à comprendre les usages du digital et les manières dans lesquelles la quotidienneté de l’humain peut se montrer transformée. Ce second composant du problème ouvrira un passage au jugement éthique. Le troisième composant du problème est dans cet ordre d’idées, la relation entre l’univers digital en soi et l’utilisateur même. Si on est possible comprendre mieux cette relation entre le digital et « la humanité numérisée»: pourrions-nous à partir de celle- là évaluer l’utilité et les préjudices du digital pour la vie ? Seulement un quatrième composant du problème nous permettra de différer dans quel sens le préjudice de la technologie digitale dépend de l’usage qui lui est donné et dans quel sens le bénéfice est intrinsèque à elle-même. L’objectif de cet article est parcourir ces quatre composants pour proposer une lecture critique de l’univers digital et de son actualisation dans la société. Mots clés: Humanisme, l’univers digital, le développement technologique.

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Ce texte développe l’une des conclusions de la Recherche 5237, «Devenirs dans une politique, une économie et une esthétique: le problème de la philosophie en Deleuze», approuvé par la VIE UIS, et il prépare d’une manière interdisciplinaire une étude sur l’influence des codes dans le monde de la vie, et les processus de digitalisation

Professeur associé UIS, fait partie du Groupe de recherche Politeia. Adresse: Cra 27 calle 9, Bucaramanga, Colombia. Email: jorgefcomaldonado@gmail.com.

Professeur auxiliaire UIS, Groupe de recherche Politeia. Adresse: Cra 27 calle 9, Bucaramanga, Colombia. Email: rodriguez.dairon@gmail.com.

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1. El funcionamiento del universo digital Sin una adecuada precisión sobre qué se entiende por lo digital, resulta difícil comprender con justicia la situación de la humanidad y de las implicaciones éticas, morales, sociales y políticas del universo digital; en última instancia, no se podría saber qué significa lo digital para la vida. Se llega a un malentendido sobre lo digital, precisamente porque no se hacen universalizaciones, categorizaciones y conceptualizaciones que distingan y relacionen la estructura de lo digital con los efectos de dicha estructura en la cotidianidad. Para proponer que hay tal o cual efecto de lo digital sobre lo cotidiano, es imprescindible analizar los componentes de lo digital y su funcionamiento de modo que pueda evidenciarse la relación entre cotidianidad y universo digital. La estructura de esta indagación sigue el espíritu expresado por Spinoza (2000) al inicio de la tercera parte de su Ética: “De la naturaleza, y origen de los afectos”, a propósito de la necesidad de comprender el continuum de las regulaciones del universo de las afecciones humanas dentro del universo físico en el que vive el hombre. Spinoza lo expresa justo al empezar el prólogo: …[a la] mayor parte de los que han escrito sobre los afectos y la norma de vida de los hombres, no parecen tratar sobre cosas naturales, que siguen las leyes comunes de la naturaleza, sino sobre cosas que están fuera de la naturaleza. Más aun, parecen concebir al hombre en la naturaleza como un imperio en un imperio, puesto que creen que el hombre, más que seguir el orden de la naturaleza, lo perturba, y que tiene un poder absoluto sobre sus acciones, y solo por sí mismo y no por otra cosa es determinado. La causa de la impotencia e inconstancia la atribuyen, además, no al poder común de la naturaleza, sino a no sé qué vicio de la naturaleza humana, a la que por eso mismo lloran, ridiculizan y desprecian, o, como es más frecuente, detestan; y el que ha aprendido a denostar con más elocuencia o argucia la impotencia del alma humana, es tenido por divino.

Spinoza considera que desconocer esa relación lleva a un malentendido; se resume en asumir que el hombre es un imperio dentro de otro imperio, el imperio natural. Lo importante de la denuncia spinoziana radica en que recupera la continuidad explicativa entre lo natural y lo mental, evitando una proyección innecesaria de una supuesta ruptura ontológica: la res cogitans no es de diferente naturaleza que la res extensa. Si bien hay una diferencia entre lo mental y lo físico, esta no radica en el hecho de ser reinos incomunicados, sino en el hecho de ser dos expresiones de una misma realidad, de una misma substancia. Para Spinoza, solo hay una moneda con dos caras, que si bien nunca se tocan ni se ven, no pueden separarse y mantenerse sin su cara opuesta. Algo similar ocurre en lo digital cuando pensamos en su soporte físico y lo diferenciamos de lo digital como tal. 30

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Humanidad y universo digital

El consenso académico y cotidiano sobre el problema ético-moral de lo digital establece una discontinuidad con lo físico porque no incluyen la comprensión de la materialidad de lo digital dentro de la interpretación que tiene de esta, de la cual extraerán conclusiones sobre lo ético-moral. De manera general, creemos que los acercamientos a la ética y lo digital pueden ubicarse en una de las siguientes cuatro asunciones: a. Lo digital, como toda tecnología, es malo en sí mismo; los beneficios que presta son solo temporales y/o aparentes, mientras que los daños son de fondo, porque alejan al hombre de su auténtica morada (Heidegger, 2007). b. Lo digital no es, en sí mismo, ni malo ni bueno, sino más bien el uso que se le dé se caracterizará como bueno o malo. La tecnología, se dice, podría ser utilizada para fines que dañan al otro o a la naturaleza, o para fines que la benefician (Ihde, 1990). c. Lo digital debe controlarse y regularse en su producción y uso para que no haya perjuicios a la humanidad (Adorno, 1967). d. Lo digital es perfectamente deseable puesto que evidencia el avance de la racionalidad del hombre y de ella misma (Searle, 2010). Pero creemos que antes de poder asumir cualquiera de las posiciones anteriores, con lo cual expresamos que no se trata de descalificarlas y que, por el contrario, pueden permanecer unas al lado de las otras, se debe hacer un recorrido previo por la materialidad de lo digital. Para ello, proponemos partir de una idea que se ha inspirado en Spinoza y en McLuhan: lo digital hay que entenderlo como un universo dentro de nuestro mundo. ¿Por qué? Miremos. Nuestro planeta pertenece al universo, claro está. El universo establece unas regulaciones básicas a las cuales todos los planetas estarían sometidos (por ejemplo, el espacio-tiempo, la velocidad, las partículas fundamentales, etc.). A su vez, cada planeta, como nuestro planeta Tierra, establece unas condiciones más restrictivas que las del universo y que le son propias e internas ‒en el universo no aplican directamente‒: la gravedad, la presión atmosférica, ciertos rangos de temperatura y demás. El marco físico del universo es más amplio que el de los planetas, podría decirse que es un marco más general y menos restrictivo. Por analogía, y en este sentido, pensamos que lo digital resulta más amplio y menos condicionante que nuestro mundo. Por ello, decimos que se trata de un universo dentro de nuestro mundo. Sin embargo, suponemos una diferencia entre planeta y mundo. Cuando utilizamos la expresión “mundo” no nos referimos a nuestro planeta, es decir, a su materialidad, sino al orden simbólico-cultural que hace que nuestra vida tenga sentido y nos consideremos humanos. Ha sido en este planeta donde se ha construido nuestro mundo, en el cual nuestra cotidianidad consiste en la manera concreta de vivirlo y experimentarlo. En tal sentido, lo digital

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debemos verlo como una extensión o ampliación del mundo; en la medida en que forma parte de este, producimos lo digital como otras creaciones culturales. Lo interesante, en este caso, es que con lo digital se ha abierto un espacio en el que quedamos liberados de las restricciones propias del mundo, y se da como un auténtico universo simbólico y cultural porque sus restricciones simbólicas resultan muy simples. La consecuencia, como ya podemos adelantar, consiste en que se abre un espacio de libertad casi ilimitada en el que cabe nuestro mundo. Esto se debe al formalismo que constituye lo digital, como veremos a continuación con cierto detalle. Por consiguiente, cuando hablamos de universo digital, no queremos decir que se trata de un universo físico, sino de un universo formal. En este universo formal pueden acontecer muchas maneras de hacer mundos sin que por ello haya un cambio, como tal, en la formalidad del universo digital. En este universo digital las posibilidades no tienen límites, más allá de los condicionamientos lógicos, que les son inherentes. Además, es importante entender que lo digital no cambia con ninguna realización de las posibilidades que ofrece. Esto es, las condiciones de lo digital se mantienen aunque se despliegue lo digital en direcciones opuestas. Pero, ¿cómo podemos detallar este universo digital de manera que captemos toda su simpleza y potencia? El universo digital es, en principio, una relación regulada entre ceros y unos; se trata, pues, de tres elementos. Primero, estos ceros y unos tienen una realización física concreta como lo son los flujos eléctricos, en los que el cero es su ausencia y el uno es su presencia; todo, claro está, según unas reglas de flujo. Captemos que el cero no tiene realización física propiamente, sino solo como ausencia de flujo, mientras que el uno tiene una realización física precisa, como lo es el flujo eléctrico. El segundo elemento son las relaciones entre los flujos, que en términos físicos, son simples lapsos de millonésimas de segundo entre ocurrencias eléctricas. Físicamente, solo el uno aparece según cierto ritmo, que puede ser delimitado por el cero que no aparece físicamente. Digitalmente, el cero tiene, empero, una función específica, y tiene tanta realidad como el uno, aunque no sea así físicamente. Esta diferencia entre la ocurrencia física y la no ocurrencia, y el uno y el cero como digitales, es muy importante para entender mejor por qué no puede confundirse lo digital con lo físico que lo realiza. El tercer elemento es precisamente la relación que mantienen los ceros y los unos: se trata de un sistema de reglas que determinan su ocurrencia. El sistema de reglas es completamente formal, si bien su realización física podría describirse rítmicamente. Es decir, una cosa es entender el flujo eléctrico como destellos ritmados y otra cosa es entender que realmente hay unas reglas que establecen dichos flujos. De nuevo, hay una diferencia entre la ritmicidad física y el sistema de reglas que propiamente regulan la aparición, porque las reglas no buscan establecer un ritmo, sino que pretenden lograr ciertos procesos, que llegamos a entender, en niveles superiores o en niveles más altos, como procesos 32

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Humanidad y universo digital

matemáticos. Las ocurrencias eléctricas se determinan por una auténtica realización de un lenguaje unívoco, por la realización física de un código lógico-formal. Así las cosas, no podemos explicar lo digital simplemente como realidad física, aunque necesitemos entender su realización física. Precisamente, entendiendo la realización física de lo digital, podemos entender por qué lo digital es más que físico. Lo que percibimos físicamente como soporte de lo digital no nos explica por qué es una realidad que responde a un ordenamiento lógico-formal con realización física. Estamos ante la expresión de una realidad no física, o en sentido estricto, metafísica, inmersa en una realidad física. Los ceros y los unos mantienen unas relaciones según las reglas establecidas por el código, esto es netamente metafísico, pero las ocurrencias electrónicas son su manifestación física. Estas reglas y relaciones son igualmente formales. Por ello, entendemos que lo digital implica que las reglas y relaciones entre ceros y unos tienen una realización física concreta, y aunque no confundimos lo físico con lo digital, podemos entender la realización física de lo digital como efectos sobre el mundo físico. De aquí surge un nuevo aspecto: el problema del efecto. Los efectos de dichas reglas son lo único que puede percibirse del universo digital en el mundo físico: como mínimo vemos y oímos sus efectos. Pero ni los ceros, ni los unos, y muchos menos sus combinaciones, nos son perceptibles directamente, solo son pensables. Del mismo modo, solo ciertos flujos electrónicos, principalmente lo que se presenta en la pantalla como luz para ser vista, son perceptibles por el hombre que, en este caso, se denomina por convención “usuario”. Cuando decimos que el universo digital está en nuestro mundo, apuntamos al hecho de que en el marco de esas reglas entre ceros y unos, puede darse un sinnúmero de situaciones que no se dan de ordinario en nuestro mundo salvo como efecto de este universo digital. Con ello no decimos que sea absolutamente ilimitado, porque lo digital no sale de los límites marcados por su realización física, como tampoco de los límites lógico-formales fijados por el sistema de reglas que lo determina. Podemos concluir, así, con tres condiciones de lo digital: la primera es la electricidad; la segunda son los dispositivos que la realizan y la tercera es la regulación de ceros y unos. Este es el universo digital en su simpleza y potencia.

2. Los usos de lo digital Sin embargo, comprender el funcionamiento de lo digital no lleva directamente a comprender sus usos y las maneras en que la cotidianidad de lo humano puede transformarse. Este segundo componente del problema abrirá paso al juicio ético. Debemos detallar el elemento del universo digital que es “enviado” desde nuestro mundo: el código. En efecto, cuando decíamos que los ceros y los unos

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se relacionaban según ciertas reglas, pero que ninguno de ellos tenía realidad física sino eléctrica, estábamos suponiendo este elemento aunque no plenamente. El código es un sistema singular de relaciones que hace que un dispositivo funcione de tal o cual manera. La forma más sencilla de entenderlo es como software, esto es, como programa. Cada programa, cada código, actualiza con precisión las relaciones entre ceros y unos; se trata de una manera ‒determinada por reglas‒ de relacionarse. En un sentido amplio, los ceros y los unos solo existen como códigos singulares, como relaciones ¿Por qué? Porque, de hecho, si no se siguen las reglas del código en la ejecución, la máquina sencillamente se traba. Sin embargo, creemos que es importante hacer esta diferenciación dado que el código establece, en tanto que singularidad actual, el puente entre lo físico de lo digital y el mundo de la vida de los hombres1. Código es el firmware de un aparato, como el programa que convierte libras en pies, así como el sistema operativo del ordenador y el diferenciador de billetes de una máquina para pagar el parqueadero. Gracias al código, los aparatos electrónicos funcionan a nuestra conveniencia y puede decirse que entran al mundo humano. Puesto que hemos pasado, en nuestro análisis, al lado del mundo humano, tenemos que comprender en él los efectos de lo digital. Para ello, recurrimos a dos sujetos que son quienes propiamente aprovechan y entran en comunicación con el universo digital desde el mundo humano. En cierto sentido, ellos son los creadores del universo digital, pero también sus beneficiarios (o “creaturas”): el usuario y el programador. Sin ellos resulta difícil entender lo digital en el mundo humano. El usuario es quien ajusta su cotidianidad en tanto sea usuario de múltiples dispositivos a través de variados programas; el programador, por su parte, es quien abre las posibilidades para el usuario. Las dos subjetividades son inseparables, al punto que resulta que una es condición de la otra. Efectivamente, hay usuarios que no son programadores, como lo somos la mayoría, pero todo programador es, necesariamente, un usuario. Esto hace del usuario la subjetividad básica de lo digital. La característica definitoria de lo que significa ser un usuario digital es la de no tener acceso al código del dispositivo cuando está en funcionamiento; en un sentido amplio, todo lo digital se esconde para el usuario. Esto lo decimos, claro está, desde el lado del mundo humano, no desde el lado del universo digital. Solo los efectos de lo digital en el mundo se hacen patentes al usuario. Aun para el programador, porque no interactúa directamente con el código del lenguaje en el cual programa, puede entenderse que siempre hay un código que le queda oculto. Realmente, la misma idea de “interacción con un código” implica que no se está trabajando el programa como listado, sino que se está interactuando con el programa en ejecución, razón por la cual está necesariamente oculto como código: el usuario no se las ve con el código sino con sus efectos.

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Este aspecto derivará en el problema de los niveles de codificación y la relación entre ellos, asunto que excede las posibilidades de esta disertación.

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Como ha de notarse, estamos retomando la última idea de la sección anterior, según la cual los ceros y los unos regulados no son perceptibles, solo pensados. Esto nos indica algo muy importante de la relación entre el universo digital y nuestro mundo: el código es un puente entre lo que el usuario espera percibir como efecto ‒por ejemplo, en la pantalla‒ y lo que el dispositivo electrónico tiene que realizar para que dicho efecto ocurra. La realización física de lo digital es del interés de muy pocos. Lo que empieza a interesar es lo que puede hacerse con un aparato, en virtud de lo que el aparato mismo puede hacer: comunicarnos con otros a distancia, leer un libro, hacer un cálculo complejo, simular una realidad y similares. Para el aparato nada de eso tiene sentido ni significado, solo para el hombre que lo utiliza2. Un celular es, digitalmente, exactamente igual que un cajero automático, que un computador, que un reproductor de discos blu-ray; las diferencias de uso están del lado de lo humano, no del lado de lo digital. En el universo digital todo es exactamente igual: ceros y unos que se relacionan según ciertas reglas en una realización eléctrica singular. Pero en el mundo humano se abren posibilidades de acción, nuevas, renovadas y hasta inverosímiles o imposibles, por lo menos de un tiempo para atrás. Tenemos así dos lados reconciliables por el código: un lado de flujos electrónicos que puede reducirse a ceros, unos y relaciones reguladas que se actualizan eléctricamente, y otro del mundo de la vida, la cotidianidad del usuario y del programador.

3. La cotidianidad del usuario El tercer componente del problema es la relación entre el universo digital en sí y su respectivo usuario. Consideramos que si establecemos una clasificación de usuarios, podemos entender los grados de afección de lo digital en la cotidianidad de lo humano. Los dos primeros niveles son estándares, difícilmente imaginamos que alguien en el siglo XXI no pudiera rápidamente ver el mundo de ese modo. Pero los siguientes tres niveles sí marcan una diferencia grande. Los niveles que hemos identificado en la investigación son los siguientes: - Click and play: Este es el nivel más básico que podemos encontrar. Se trata del hecho de oprimir un botón y disfrutar del aparato: encender la luz, la TV, el computador, etc. Pero no solo en referencia al inicio del aparato, sino también a los botones que lo controlan: cambiar el canal, subir el volumen, iniciar fax, marcar el teléfono, enviar un email. Básicamente, todo el internet depende de esta habilidad. Ahora bien, no podemos decir que por el hecho de poder encender la luz, ya la persona va a ser capaz de navegar por internet o enviar correos electrónicos o guardar números de teléfono en su móvil. Pero se trata de 2

Cf. Este punto de vista se basa en desarrollos a partir del experimento mental de Searle (1984) conocido como “El cuarto chino”.

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un nivel en el cual la persona es, claramente, un usuario que utiliza los botones del aparato, tal y como estos fueron “concebidos”, para lograr ciertos efectos. Y debe estar ya instalado y a disposición al usuario. Esto explica por qué una persona de ochenta años que siempre supo cómo contestar y marcar el teléfono pueda hoy, sin mayor sorpresa, enviar correos electrónicos. Se trata de un nivel no de conocimiento, sino de la manera de concebir el mundo: “yo oprimo tal o cual botón y tal o cual cosa tiene que pasar”. Este nivel de botones, de teclas, de pulsaciones nos rodea por todas partes. - Plug and play: Diferente es quien es capaz de instalar un artefacto; el DVD al televisor, por ejemplo. Aquí solo diferenciamos la necesidad de interactuar físicamente con el aparato. La impresora no se enchufa sola ni se alimenta de papel a sí misma. Las USB han facilitado mucho la vida, pero eso era lo que básicamente sucedía cuando enchufábamos al tomacorriente cualquier aparato eléctrico. Se conecta, se oprime un botón y listo. Pensamos que este nivel es superior porque, si bien implica una acción corporal y no digital, implica a su vez un paso atrás con respecto al anterior, en la medida en que es condición del click and play. Incluso, ciertas manipulaciones pueden cualificar mucho ese primer nivel, para lograr efectos más complejos o más detallados. El usuario no depende, así, de un técnico instalador. - Follow instructions and play: Aquí estamos hablando, propiamente, del uso del software y de lo que consideramos propiamente un usuario digital. A este nivel, una persona es capaz, por ejemplo, de hacer uso de las diferentes herramientas de un procesador de palabras. No solo puede subrayar, resaltar o corregir la ortografía, sino que además puede generar fácilmente tablas de contenidos, índices, tipos de letras y demás. Lo importante es que el código, el software, pueda lograr ciertos efectos si el usuario sigue un sistema de reglas para ello, esto es, sus instrucciones de uso. Este sistema de reglas de programa está garantizado por el mismo sistema de reglas de programación, cuestión que no podemos perder de vista. - Run and play: Aunque este nivel se parece al anterior, lo diferenciamos porque se trata de saber combinar resultados entre programas, lo que puede implicar la conversión de archivos o formatos de uno a otros programas. Esto supone que el usuario sea capaz de tomar los resultados que produce cada software y manipularlos para ser utilizados por otro software con otros fines. Aquí estamos al nivel de copiado de CD de música, su conversión y envío a otros aparatos, cambios de formato, incluso devueltos a una versión análoga diferente. La dificultad para diferenciar este nivel radica en que muchos procedimientos que hace unos años se hacían de este modo ya se encuentran en el nivel anterior, el tercero, follow instructions and play, porque se han hecho programas que abarcan interacción entre programas3. Yo diría que la cocina es toda a este nivel. Y en el futuro, muchas actividades de este nivel se encontrarán en programas que 3

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Si se tiene en cuenta el desarrollo de la programación por objetos, se entiende que esto termine sucediendo con los programas. Estos empiezan a funcionar como piezas de construcción que se pueden combinar de muchas maneras a punto de que evite que el usuario tenga que comprender su funcionamiento.

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ya hacen todo por nosotros, o con los que es poco lo que debemos hacer. Si se toma conciencia de este nivel, vemos cómo puede suceder que el usuario se acerque o aleje del código. En efecto, llegar a este nivel implica entender algo del código para poder hacer este tipo de transferencias. - Program and play: Aquí ya no se trata de usar programas sino de crear los programas para ser utilizados. El usuario deviene programador. El programador es, en este sentido, un usuario avanzado. La línea es confusa porque hoy en día los programadores utilizan piezas de programas ya hechas para armar programas más complejos. Linux Trovalds, por ejemplo, creador de Linux, no participa sino en el 2% de lo que hoy sería el Linux, porque otros programadores han participado en grupos de programación. Así como ya ningún ser humano podría hacer un televisor plasma desde cero, un programador no podría desarrollar desde cero un procesador de palabras, por ejemplo. De hecho, su actividad dependería de un lenguaje de programación, que seguramente él no hizo, o de un sistema operativo que soporta el lenguaje de programación que él utiliza. Al igual que los niveles anteriores, hay muchísimos más elementos de las etapas anteriores que se siguen usando, y seguramente con más complejidad. De hecho, en eso consiste gran parte de la programación actual, en saber reutilizar lo que otros han logrado y perfeccionarlo, haciéndolo más rico, más detallado o más preciso. - Hack and play: Aquí es donde nos encontramos con un pensamiento fresco y un procedimiento nuevo. No es solo estudiar lo que otros han hecho sino la posibilidad de reconstruir lo que sea necesario para lograr un objetivo. Aquí es donde se ubican los desarrolladores de sistemas operativos, de lenguajes de programación, los programadores de nuevos equipos. Aquí, una vez más, empezamos a salir del “puro” del software y nos volvemos a encontrar con las máquinas, los metales, la electricidad y el código directamente. Y es que si se cambia la arquitectura de un ordenador, entonces necesitamos un nuevo sistema operativo, un nuevo driver, una nueva interfaz que nos permita comunicarnos con la máquina. De los anteriores niveles podemos sacar ya algunas conclusiones importantes. Queremos resaltar brevemente algunas: a. Ningún nivel es puro. Es decir, ningún usuario se mueve exclusivamente en un nivel. b. Nunca hay un uso puro de códigos, de software, siempre necesitamos una mediación analógica: la mano, la vista, etc. c. Cuando el usuario accede a un mayor nivel en el acceso al software, implica más acceso directo con la máquina, mayor cercanía al código. d. El sistema de reglas de utilización del software no es el mismo que el sistema de reglas que hace posible el programa. Se relacionan, pero hay una diferencia importante entre las reglas para el usuario y las reglas de programación.

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e. Ninguno de los niveles implica, en sí, una moralidad. No encontramos que haya acciones a prohibir o a impedir. Sin embargo, encontramos que hay prohibiciones, ilegalismos, etc. Lo que queremos hacer notar, para poder pasar a la siguiente sección, es que ninguna de las prohibiciones o infracciones pertenecen propiamente a la relación usuario digital-máquina. Todas ellas pertenecen al mundo humano, no al universo digital. Se trata de una imposición de regulaciones de un mundo que ya posee unas reglas propias y de diferente naturaleza de las de un flamante universo digital.

4. Lo ético, lo digital y lo humano Solo un cuarto componente del problema nos permitirá diferenciar dónde ubicar el perjuicio y la utilidad de lo digital para la vida. Queremos, para terminar, recoger estos prolegómenos en la siguiente idea: la eticidad de lo digital, la modificación que opera en la cotidianidad de los humanos, está directamente relacionada con el grado de acceso, esto es, de comprensión y manipulación del código. Dicho en otras palabras: la discusión ética de lo digital solo alcanzará su mayoría de edad cuando los implicados en ella sean plenos ciudadanos de un mundo, cuando manejen mínimamente el código. Con ello no queremos excluir otras variables o factores que determinen la eticidad de lo digital, simplemente queremos sentar un punto de partida consistente para avanzar en la discusión. El usuario digital, entendemos mejor, no es una unidad sino que es una multiplicidad. Por lo menos, hemos identificado seis niveles de usuario y hemos propuesto algunas consecuencias. El ocultamiento del código es, propiamente, donde se establece el perjuicio o el beneficio para la vida. Hemos visto que, en principio, el usuario no puede tener acceso directo al código, pero también que el devenir programador del usuario hace que este tenga que vérselas con el código no ya como un agente pasivo o consumidor, sino como un agente activo. No será entonces un usuario ingenuo, menor de edad, que como un niño, tendría que tener normas dictadas por una especie de consciencia superior, sino que sería un usuario mayor de edad que puede regularse críticamente en una nueva cotidianidad digital Todos recordarán de la película Matrix la diferencia entre Neo y los demás (Morpheus, Trinity, etc.). Hubo un momento en el que Neo tuvo acceso directo al código, todos los demás estaban completamente mediados. Todos padecían la simulación de la realidad física dentro de la Matrix, aunque hacían cosas que podían trasgredir un poco los límites de la realidad; estaban mediados por los efectos del código y asumían dichos efectos como lo único delante de ellos. Incluso, quien observaba tras la pantalla fuera de la Matrix para que pudieran entrar y salir no tenía pleno acceso al código. Solo Neo pudo hacer lo imposible, 38

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precisamente porque tenía acceso directo al código: Neo era el primer programador puro que accedía al código justo en su ejecución, era el ideal de usuario que ya no es usuario. Este es el punto que deseamos acentuar: la lógica de lo digital es, como hemos descrito, una sencilla relación regulada de ceros y unos que se actualizan eléctricamente en un dispositivo particular. La cuestión es que ni la regulación ni los aparatos se hacen solos, cuestión obvia, aunque hasta ahora lo resaltemos. Esto trae muchos problemas por escudriñar, pero lo cierto es que tienen una peculiaridad que acontece para el mundo humano aunque no para el universo digital, y que solo podíamos ver hasta ahora: Los objetos digitales son entes autónomos, son realidades autosuficientes que se independizan de su creador; de un modo relativo, claro está. Nadie duda que los ordenadores deban enchufarse y que las plantas de energía eléctrica se pongan en funcionamiento por la mano humana, pero una vez en ejecución (los programas corren), no se detienen: en muchos casos pueden esperar a que el usuario pulse alguna tecla, haga un movimiento; en otros, siempre están adelantando una función, una labor para los humanos. No tenemos que repetir incesantemente toda la génesis de los ordenadores cada vez que adquirimos uno nuevo, todo dispositivo nuevo llega completamente listo para ser utilizado y el usuario no necesita más que oprimir un botón: nada de programación, solo plug and play, en el mejor de los casos. Tal vez la consecuencia de esta verdad de la autonomía del software es lo que nos retiene de hacer un recorrido sobre lo que tenemos todo el tiempo delante de nosotros. ¿Por qué? Porque el programa, el software, el código, se presenta como el genio dentro de la botella, como aquello que va a satisfacer todos nuestros deseos. Por sí solo puede imprimir las cosas bien, sin que tengamos que repetir las hojas de la máquina de escribir hasta que salgan con el mínimo de errores o sin ellos. El programa, al funcionar por sí mismo, hace las tareas por nosotros, cada vez intervenimos menos. Dicho así suena muy loable, deseable y suscitará la pregunta: “¿quién quiere cuestionar o poner en ridículo un logro tan importante de la cultura y de la humanidad?”, pero el problema es que en la medida en que lo digital nos facilita la vida, en que satisface más nuestros deseos sin que tengamos que intervenir ‒o intervengamos muy poco‒, en esa misma medida o incluso en una proporción aún mayor, nos alejamos del código, de su complejidad y de lo que significa lograr esos efectos. Este es, creemos, el verdadero perjuicio de lo digital: la enajenación con respecto al código. ¿Por qué? Porque no superar ni llegar al nivel run and play, que describíamos antes como la capacidad de combinar efectos de programas a través de ciertos procesos de transformación, significa mantenernos alejados de lo que está detrás de la pantalla. Con esta idea no queremos empezar una especie de paranoia en la que supongamos que hay un nuevo fantasma dentro de la máquina. Pero esta

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preocupación sí es paralela a la de Richard Stallman con respecto al software libre: si no sabemos lo que hay en el código que usamos, no somos verdaderamente libres. Si preferimos aceptar el distanciamiento con respecto al código, entonces estamos aceptando no ser libres porque ya no sabemos qué están haciendo en “nuestros” equipos; podemos ver lo que sucede en la pantalla pero no saber lo que sucede detrás de ella. Sin embargo, ¿no es propia de nuestras sociedades la especialización del trabajo? Es decir, ¿no es crucial para una sociedad de libre mercado el hecho de que yo no tenga que preocuparme por saber cómo construir una casa para tener una, o saber cómo funciona un carro para manejarlo? La especialidad en el pensamiento, en la acción y en el trabajo es perfectamente entendible, pero otra cosa es cuando vemos que lo digital aparece por todas partes. Nos parece que si bien el código, en tanto que formal, no cumple el papel del lenguaje humano en lo que se refiere a las variaciones y vibraciones entre significantes y significados, al punto de que el sentido en el lenguaje es completamente libre, el código, a través de sus efectos, sí está permeando todos los espacios de la cotidianidad, del mismo modo en que el lenguaje lo hace. Pero debemos especificar más: el código sería un lenguaje unívoco, artificial y se actualiza en las máquinas, si es que cabe hablar de lenguaje cuando nos referimos al código. Pero el lenguaje humano es equívoco, sin autor o dueño y se actualiza en los hablantes. El lenguaje es correlativo al mundo de la vida, a la cotidianidad, y el código es un elemento, de hecho, es un resultado del mundo de la vida. Así su eticidad tendrá plena vigencia cuando no sea un misterio.

Referencias Adorno, Theodor (1967). “La industria cultural”. En: Edgar Morin y Theodor Adorno, La industria cultural, Buenos Aires: Galerna. Spinoza, B. (2000). Ética demostrada según el orden geométrico (Atilando Domíguez, trad.). Madrid: Editorial Trotta. Heidegger, M. (2007). Filosofía, Ciencias y Técnica (Francisco Soler, trad.). Santiago de Chile: Editorial Universitaria. Ihde, D. (1990). Technology and the lifeworld: From garden to earth. Bloomington: Indiana University Press. Searle, J. (1984). Minds, brains and science. Cambridge: Harvard University Press. _____. (2010). Making the social world: The structure of human civilization. Nueva York: Oxford University Press.

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ISSN: 0120-8454

Vol. 46 / No. 84

Bogotá, ene.-jun. / 2014

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Lo simbólico y lo imaginario a propósito del hombre. Supuestos para una reflexión sobre la mujer 1Ildefonso Sánchez Recibido: 22 de enero de 2014 – Aprobado: 18 de marzo de 2014

Resumen Con el presente artículo, se pretende contribuir al esclarecimiento de la discusión que se desarrolla actualmente en torno a la pregunta por el hombre. En esta discusión, se rechaza la posición radical acerca de la muerte del hombre, fundada en la apreciación foucaultiana de la historia, y de la muerte de la representación en el futuro, para inscribirse, por el contrario, en el horizonte que reclama, como lo hace Sloterdijk, la necesidad de pensar una nueva antropología. Esta posición se afirma más en las argumentaciones sostenidas por Lacan y Zizek, articuladas, por supuesto, en una dinámica diferente a la de la Escuela Crítica y a la de un nihilismo escéptico. Por eso la importancia de recuperar, entre otros, el concepto de universal concreto, de conformidad con la indicación de Zizek de leer a Lacan desde Hegel y viceversa. Se profundiza así el sentido de la historia y la construcción de una subjetividad libre. Palabras clave: humanismo, simbólico, real, realidad, universal, concreto.

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Magister en Filosofía Latinoamericana de la Universidad Santo Tomás. Dirección postal: Av. Calle 32 No. 13–83, Torre 1-604. Correo electrónico: ildosan4@gmail.com.

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The symbolic and the imaginary in regards to man. Assumptions for a study about woman 2Ildefonso Sánchez*

Abstract In this article, we will contribute to make clear the discussion that is currently being carried out around the question for man. In this discussion the radical position on the death of man, founded in Foucault’s appreciation of history and death of representation in the future is rejected, to register, however, on the horizon that it is claimed, as does Sloterdijk, the need to think a new anthropology. This position is further stated in the arguments supported by Lacan and Zizek, articulated, of course, in a dynamic different to that of the critical school of criticism and to a skeptical nihilism. Hence the importance of recovering, among others, the concept of concrete universal, in accordance with the indication from Zizek to read Lacan from Hegel and vice versa. And elaborating thus the sense of history and the construction of a free subjectivity. Keywords: Humanism, symbolic, real, reality, universal, concrete.

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Master of Latin American Philosophy at the Universidad Santo Tomás. Address: Av. Calle 32 No. 13–83, Tower 1-604. Email: ildosan4@gmail.com.

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Le symbolique et l’imaginaire à propos de l’homme. Des suppositions pour une réflexion sur la femme 3Ildefonso Sánchez*

Résumé Le présent l’article, on essaie de contribuer à l’éclaircissement de la discussion qui se développe actuellement autour sur la question sur l’homme. Dans cette discussion se rejette la position radicale sur la mort de l’homme, appuyée sur l’appréciation Foucaultiana de l’histoire et de la mort sur la représentation dans l’avenir, pour s’inscrire, au contraire, sur l’horizon qu’il réclame, comme le fait Sloterdijk, la nécessité de penser une nouvelle anthropologie. Cette position prend appui sur les argumentations soutenues par Lacan et Zizek, articulées, naturellement, dans une dynamique différente à l’école critique et à celle-là d’un nihilisme sceptique. Par cela, l’importance de récupérer entre d’autres, le concept d’universel concrète, en conformité avec l’indication de Zizek, de lire à Lacan à partir de d’ Hegel et inversement. On approfondi ainsi, le sens de l’histoire et la construction de la subjectivité libre. Mots clés: Humanisme, symbolique, réel, réalité universel, concret.

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Magister de Philosophie Latino-américaine de l’Universidad Santo Tomás. Adresse: Av. Calle 32 No. 13–83, La Tour 1-604. Email: ildosan4@gmail.com.

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Ildefonso Sánchez

En un texto muy famoso al final de Las palabras y las cosas, Foucault (1985) hace una valoración sintética sobre el pasado, presente y futuro de la pregunta por el hombre. Su punto de vista, al tiempo que rompe con los criterios tradicionales que se han formulado acerca de la naturaleza humana, le permite también exponer sus propias conclusiones. Por supuesto, su valoración no puede ser ignorada. Nosotros la tomaremos aquí como punto de partida: En todo caso, una cosa es cierta: que el hombre no es el problema más antiguo ni el más constante que se haya planteado el saber humano (…) El hombre es una invención cuya fecha reciente muestra con toda facilidad la arqueología de nuestro pensamiento y quizá también su próximo fin. (…) Más adelante expresa que, si las disposiciones de la época de la representación simbólica desaparecen, entonces (…) podría apostarse que el hombre se borraría, como en los límites del mar un rostro en la arena. (Foucault, 1985, p. 375)

Las afirmaciones de Foucault son, por un lado, taxativas, profundas y certeras, si se acepta su marco de referencia, y además contrastan con la sutileza de su metáfora, y por supuesto, con un estilo poético conmovedor que nos recuerda algunas frases lapidarias y concisas del estilo de Nietzsche; y son, por otro lado ‒y desde otro ángulo‒, terroríficas e impactantes, retadoras para la reflexión. De su punto de vista no se concluye solo la disolución y la muerte del hombre, sino que también se pueden extraer y ampliar las conclusiones que sintéticamente él expone para analizar el presente y el destino de las ciencias sociales. Si bien no se puede desconocer la importancia de la genealogía en su forma de arqueología para pensar los problemas señalados, tampoco se pueden ignorar sus inconsistencias y debilidades. Afortunadamente, las afirmaciones de Foucault, en apariencia precisas e incuestionables, nos dejan un resquicio para seguir pensando en la óptica de la defensa del humanismo. Cabalgaremos sobre su propia duda; el quizá el hombre desaparecería, el quizá que antecede su próximo fin, descentra el texto y mina la seguridad desde donde se deduce, radicalizando la reflexión y la muerte de Dios, de la historia y de muchas otras defunciones que de manera menos sutil ahora formulan algunos posmodernos, que apuntalan su fortaleza sobre los hombros, el corazón y los presupuestos arqueológicos desde donde el francés interpreta a Nietzsche. En la época moderna, sin duda, se ha tomado de una manera muy insistente la pregunta por el hombre. Las críticas que sobre ella se han hecho han contribuido a fortalecer y a darle agudeza a las diferentes posturas, pero también es preciso resaltar que han aparecido nuevos, profundos y disímiles puntos de vista, acompañados de fuertes argumentaciones. Sus criterios, sus desarrollos, minan las pretensiones de la metafísica tradicional y reformulan el sentido que de la representación tiene la época de la representación, para darle a la representación misma una continuidad que retoma la representación y la dinamiza, replanteando su origen en el sentido en que la apropiación del concepto de lo real la saca de la búsqueda absoluta y progresiva de la verdad, sin caer en el 44

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Lo simbólico y lo imaginario a propósito del hombre.

relativismo, de las miradas puramente subjetivas de la negación de la verdad que hacen caso omiso de lo real como fuerza activa de las posibilidades del ser. Con el único fin de centrar la polémica, sin extendernos sistemáticamente en la reflexión histórica buscando sus orígenes, tomaremos como punto de partida las elucubraciones de Ernest Cassirer sobre la relación del hombre con la representación simbólica, y desde allí integraremos los puntos de vista que en Kant y Hegel, entre otros, son relevantes para clarificar el problema de la subjetividad humana y adentrarnos en rumbos diferentes. En su obra Antropología filosófica. Introducción a una filosofía de la cultura (2001), Cassirer no solo formula con claridad la pregunta ¿qué es el hombre?, sino que además aborda su respuesta de forma sistemática y compleja. La reflexión filosófica de Cassirer se vuelve admirable cuando en la Filosofía de las formas simbólicas (1979), a partir del mito ‒no sin controvertir la perspectiva que del símbolo tienen algunos enfoques filosóficos, antropológicos y lingüísticos‒ toma un rumbo neokantiano sobre la verdad y la dinámica de crecimiento y desarrollo que se inscriben en dicha reflexión. Con un fundamento hermenéutico, Cassirer pasa cuenta, desde el primer al tercer volumen, del enriquecimiento simbólico que va desde el mito hasta la ciencia. La polémica sobre el concepto de símbolo tiene un antecedente, en el seminario de Davos, que pone el horizonte sobre el cual se realiza la discusión actual acerca del hombre. Sobre esta polémica tercia Ricoeur con Cassirer y Heidegger, separándose y diferenciándose de ambos. En su obra Freud: una interpretación de la cultura (1985), pone en claro la relevancia de la obra de Freud para construir, desde la inmanencia, el lugar que le corresponde a una nueva búsqueda que dé cuenta de la pertinencia y el cambio de sentido de los presupuestos desde donde se debe partir. No es extraño, entonces, que después de hacer un pequeño recorrido, llegue este ‒y casi de una forma abrupta‒ a una crítica, diferente y polémica definición de “símbolo”. Una definición demasiado amplia de la función simbólica es la que expresa Ricoeur (1985, p. 13), refiriéndose a Cassirer: La función general de mediación por medio de la cual el espíritu, la conciencia, construye todos sus universos de percepción y de discurso (…) Lo simbólico designa el común denominador de todas las maneras de objetivar, de dar sentido a la realidad (…) Lo simbólico es la mediación universal del espíritu entre nosotros y lo real; lo simbólico quiere expresar ante todo el carácter no inmediato de nuestra aprensión de la realidad.

En oposición a esta definición, Ricoeur (1982, p. 20) reconceptualiza la noción de símbolo y señala: …el símbolo es el movimiento del sentido primario que nos asimila intencionalmente a lo simbolizado, sin que podamos dominar

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Ildefonso Sánchez

intelectualmente la semejanza….Diré que hay símbolo allí donde la experiencia lingüística se presta por su doble sentido o sus sentidos múltiples a un trabajo de interpretación. Lo que suscita este trabajo es una estructura intencional que no consiste en la relación del sentido con la cosa sino una arquitectónica del sentido, es una relación de sentido a sentido.

Por un lado, se diferencia Ricoeur de Cassirer en el origen del símbolo, que no procede de la percepción, sino de una arquitectónica del sentido, cuya base es un sentido primario y no la conciencia; por el otro, socaba la pretendida objetividad y universalidad de una conciencia clara y distinta en la que la objetividad y el acuerdo imparcial estarían garantizados.

¿Qué es el hombre?, se pregunta Cassirer de una forma explícita y se responde: “El hombre es un animal simbólico”. Pero ya en su respuesta hay una reflexión mediada por el alcance que tiene su concepto de símbolo. Suponiendo los nuevos cambios, perspectivas y horizontes sobre los que el símbolo basa su definición, no es extraño que Ricoeur, tercie en la polémica entre el humanismo y el antihumanismo, En la sección VI de su obra Corrientes de la investigación en las ciencias sociales (1982), que ocupa poco menos de medio libro y donde amplía sus propios horizontes, cuestiona también otros horizontes y resalta las consecuencias que de la investigación se derivan para la interpretación de lo humano. La pregunta por el hombre adquiere diferentes formas y modalidades en conformidad con el contexto en que se desarrolla. ¿Quién soy yo?, se pregunta la histérica. ¿Qué es lo que el Otro quiere de mí?, ¿Quién habla?, ¿Qué es la mismidad? “El hombre es un tejido de relaciones sociales”, expresa Marx (1959) en un contexto. En otro contexto, dice que “el hombre es un ser que produce herramientas en oposición al animal, que solo las usa”. Marx parece aludir a la potencia y a la importancia del símbolo concretadas no en el uso de los objetos, sino en la acción de producirlos como actividad de la reflexividad del espíritu que se puede concretar en una vida social humana, que de forma creativa permite transformar la naturaleza y la sociedad. Esta conceptualización, que entrelaza de forma muy compleja la explicación del trabajo con el desarrollo de la actividad cognoscitiva del hombre, servirá en su obra El capital (1959) para encontrar las identidades y las diferencias entre la reproducción simple y la reproducción ampliada, a fin de articularlas a la noción de acumulación de capital y de las relaciones sociales de producción. La manera de responder de Marx parece estar muy cerca de la de Cassirer, y resulta muy difícil, desde el ángulo de una dialéctica positiva y sin recurrir a las nuevas interpretaciones de Hegel, encontrar el camino que, basándose en él y en Lacan, toman pensadores como Zizek para desenmarañar el problema, recurriendo al concepto de plusvalía como categoría básica para articularla con el inconsciente y atarla a la noción lacaniana de plus de goce. Este camino es indispensable para 46

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Lo simbólico y lo imaginario a propósito del hombre.

diferenciar el goce animal del goce humano y desenmarañar el vínculo de las pulsiones con la producción de los fantasmas. En todo caso, Marx insiste en una generalización simbólica agrupadora y negadora de las diferencias específicas, para señalar que el hombre, a diferencia del animal, se comporta. Queremos resaltar, para seguir adelante con nuestra reflexión, que la pregunta

por el hombre no tiene que ser necesariamente explícita para que exista una genuina y real preocupación por desenmarañar los problemas que se presentan acerca de su origen, desarrollo y naturaleza. Muchas veces la respuesta y el desarrollo de la argumentación le dejan al lector la pregunta que implícitamente ha sostenido una investigación de fondo. Toda la obra de Freud, enfocada a resolver problemas específicos en relación con enfermedades concretas que aquejan al hombre en su desarrollo espiritual, sugiere una concepción de lo humano que invierte la mirada predominante que se ha tenido en la filosofía occidental y fija su atención en uno de los tres grandes acontecimientos que, según Sloterdijk (2000), se produjeron en el siglo XIX: el inconsciente. El enriquecimiento y la interpretación que se da sobre la obra de Freud para retomar presupuestos que no se habían tenido en cuenta para abordar la reflexión acerca del hombre, se vuelven explícitos y se soportan ahora de una forma, si

no más acuciosa, sí más contextualizada, a la luz de la filosofía, la lingüística y la antropología. La reflexión no solo no ha terminado sino que, al ampliarse, se vuelve al tiempo más profunda y compleja; retomar esta dinámica exige explorar diferentes campos aparentemente antagónicos, donde sus aportes parecían ya como definitivamente concluidos y analizados. La filosofía idealista, como uno de esos campos, ha sido retomada para repensar problemas específicos y generales. Una discusión profunda acerca del símbolo, su alcance y su relación con la realidad y lo real se lleva a cabo entre Jean Hippolyte, Levi Strauss y Jacques Lacan. Son muchos los filósofos y psicoanalistas serios que no ven en estos diálogos aves de paso por el pensamiento psicoanalítico; por el contrario, ven rocas firmes, soportes duraderos para continuar la indagación de nuevos problemas que aparecen y se miran a la luz del psicoanálisis. El largo tiempo que Lacan compartió con Kojeve, Hippolyte y otros, persiste en la reflexión lacaniana y en las tensiones y los caminos que decide tomar el último Lacan. El polo de referencia en el que la tensión entre lo imaginario y lo simbólico se explicita y se renueva, coloca más allá los límites que Ricoeur había dejado en su reflexión inicial. La relevancia que adquiere el imaginario hace imposible ya una definición, en los presupuestos de una discusión seria que reduzca el hombre a lo simbólico. Esto no quiere decir por supuesto que la reflexión sobre lo simbólico quede sin horizonte en las investigaciones. No en vano, Lacan definía el inconsciente como el lenguaje del Otro. Quiere decir que la investigación se

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diversifica, se entrecruza, se amalgama y se diversifica, y amenaza con prolongarse más allá de los límites de la inmediatez. Este es el problema que muchos filósofos contemporáneos se traen entre manos. Ricoeur toma el toro por los cuernos en textos relativamente recientes, al igual que los decontruccionistas, en particular Derrida, quien en su obra Mal de archivo, una impresión freudiana (1997), basándose en Freud, establece una reflexión sobre el hombre, en conexión con las reflexiones que acerca de la mujer realiza, revisa y actualiza. Esta reflexión sobre la mujer arroja nuevos presupuestos de humanización para la época actual; se trata de la sucinta, profunda y poéticamente encantadora exposición que Derrida elabora en su obra Espolones: los estilos de Nietzche (2002), para clarificar y contextualizar lo que es, por supuesto, una nueva interpretación sobre la dimensión de la mujer en la producción de sentido de individualidad, sociabilidad, emociones, afectos y sentido de mundo. Ricoeur en su obra La memoria, la historia y el olvido (2008), cuya primera impresión se hizo en francés, no solo hace un memorable estudio de voluminosas páginas, cuya referencia a Freud es innegable para entender la reflexión filosófica que nos atraviesa y conmueve, sino que también plantea con mucha claridad el cambio de sentido que se ha producido para abordar cualquier tópico que pretenda dar cuenta de la subjetividad. El problema es que la pregunta se tiene que reformular desde otro ángulo, que produce un giro de 180 grados en la investigación y que a mi manera de ver coloca al psicoanálisis en un lugar privilegiado que antes de Lacan no se había avizorado con tanta claridad. Ricoeur, en su texto, reconoce el giro que precisa desde dónde se ha venido retomando la pregunta por el hombre, al tiempo que lo descalifica para dar soporte de actualidad a la investigación que hace en su libro La memoria, la historia y el olvido (2008, p. 19): Hemos querido plantear la pregunta ¿qué? antes de la de ¿quién? pese a la tradición filosófica que ha tendido a hacer prevalecer el lado egológico de la experiencia mnemónica. La primacía escogida largo tiempo a la pregunta ¿quién? tuvo como efecto negativo llevar el análisis de los fenómenos nemónicos a un callejón sin salida, puesto que fue preciso tener en cuenta la noción de memoria colectiva (…) El momento de la pregunta ¿qué? a la pregunta ¿quién? se retrasará por un desdoblamiento subjetivo significativo de la primera pregunta entre un aspecto propiamente significativo y otro pragmático.

¿A quién descalifica Ricoeur?, ¿acaso a Kant, Hegel, Nietzsche, Heidegger y Lacan o a otros como el esloveno Slavoj Zizek, que insisten en la pregunta por el quién? ¿Acaso a quienes descalifica no es a los que desde el quién llegan a la pregunta sobre el qué, iluminando y descentrando retroactivamente la pregunta por el quién desde los presupuestos, la construcción y el desarrollo de una lógica de la intersubjetividad? 48

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La manera como Lacan formula el problema del Otro no hace posible llegar a la memoria colectiva, sin suspender la fuerza del imaginario y sin tener que recurrir a dos historias afines. Una narración paralela que separa en dos la historia: una es la narración de lo imaginario y otra es la narración de lo simbólico, para fortalecer la posición del símbolo y debilitar el alcance dialéctico de lo imaginario y del sentido. Dejaremos sin indagar la propuesta de Ricoeur para detenernos un poco más en la posición que, desde el quién, se inscribe en la Escuela Crítica para refutar a Lacan y dejarlo preso de lo simbólico, como es el caso de Robert Heim, quien coloca a Lacan como preso de la concepción del símbolo de Cassirer. Dice Heim (1986, p. 169): La concepción del símbolo de Lacan se encuentra en estrecha afinidad con la de Levi Strauss; en ambos se trata, en última instancia, de aprehender en el momento de la simbolización –preferentemente en consonancia con la filosofía de las formas simbólicas de Cassirer‒ el constituyente antropogenético fundamental y así avanzar a una ley universal que determine la realidad humana. La función simbólica aparece constituida de manera análoga al lenguaje. La función simbólica es elevada, en forma absoluta, a un hecho irreductible que actúa a priori, a un código universal y lugar de la ley.

Heim sostiene que Lacan se queda preso en la dialéctica del amo y del esclavo de Hegel, y minimiza, si no elimina, el punto de vista de la real filosofía, que ejerce una influencia preponderante en la comprensión acerca del sujeto, que lleva de Lacan a Hegel y a sus predecesores para encontrar una salida en los escollos que se presentan en una nueva mirada de lo humano. Zizek (2001) sostiene que es Lacan quien desarrolla una nueva formulación del sentido que le permite superar la concepción metafísica tradicional del símbolo, y relativizándolo sin abandonarlo, abre camino a la intersubjetividad como forma de superar la mirada egológica: Lacan define el espacio simbólico no como objetivo ni subjetivo, sino precisamente como el orden de la intersubjetividad. En consecuencia, nos sentimos tentados a preguntar, en una prolepsis anacrónica, si la candidata perfecta para desempeñarse como esta tercera lógica de la intersubjetividad no es la “lógica del significante” psicoanalítica, que despliega la extraña estructura de la relación del sujeto con el Otro en cuanto su sustancia simbólica, el espacio en el cual interacciona con otros sujetos. ¿No tenemos ya fragmentos de esta lógica en una multitud de dominios y formas? Por ejemplo, la subjetividad (la posición del observador, el pasaje desde la virtualidad cuántica a la existencia real), “la autopoiesis” de la vida, que ya despliega una teleología interna, la concepción lacaniana del “tiempo lógico”, incluso la propia dialéctica intersubjetiva del crimen en Hegel (contra la substancia ética) y su perdón,

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la reconciliación del criminal con la comunidad malquistada en la cual Habermas discierne el modelo del proceso comunicacional intersubjetivo. (Zizek, 2001, p. 91)

De esta manera, Zizek muestra cómo Lacan, en su concepción del símbolo, se separa de Cassirer y renuncia a cualquier concepción objetivizante del símbolo, y toma distancia de las miradas estatificantes del símbolo. Por supuesto, no todo está cerrado en este diálogo contemporáneo. Lo que hay son fragmentos de esta lógica en diferentes campos de la ciencia y del arte. Cassirer, por supuesto, no puede dar cuenta del sujeto como productor de símbolos desde la reflexividad del espíritu que se afirma en el sujeto vacío, lo imaginario y la locura, como lo hace Hegel. El hombre, a partir de Lacan, hay que pensarlo como un ser que produce símbolos desde la subjetividad que se afirma inicialmente en el sentido y no en el símbolo. El hombre sería así un animal que, desde el sentido y lo imaginario, produce símbolos en lucha con el Otro en cuanto que sustancia simbólica y en oposición franca con él. Su posición es diferente a la del Otro que no le permite desde su génesis producir objetos desde donde el Otro lo mira. El sujeto naciente no puede mirar el objeto sino al sesgo, su mirada al sesgo, y lo hace desde su génesis, discrepa con la simbología desde donde el Otro pretende imponerle su realidad simbólica. Una ampliación y un punto de apoyo para fundamentar y ampliar la reflexión es la ponencia que presenta Natalia Avtonomova (1967, p. 64), en la que después de hacer un recorrido sobre el concepto de símbolo partiendo de Kant y Hegel, deja a Lacan preso de la concepción del símbolo de Cassirer y de la mirada estructuralista de Levi Strauss, en oposición al punto de vista de Ettienne Balibar y de Betrand Ogilvie, más cercanos a la mirada de Zizek. Lo que se quiere mostrar es que el legado de Lacan sobre el símbolo y, en consecuencia, sobre la verdad y el lenguaje, se amplía y no ha cesado. En él se retoma no solo la discusión desde la filosofía, sino también los efectos prácticos que tiene la reflexión para la clínica y para aclarar el sentido sobre la cura. Como se ve desde Kant y el neokantismo, Ricoeur, las corrientes estructuralistas y los seguidores de Habermas tratan de apuntalar la órbita del símbolo, para defender desde su argumentación la universalidad objetivizante. Se trata, de una vez por todas, de elevar la función simbólica no en forma relativa, sino en “forma absoluta” a un hecho irreductible que actúa a priori, un código universal que da lugar a la ley. Zizek, Alain Badiou, y por supuesto Judith Butler y Barbara Cassin, discrepan de la afiliación de Lacan a Cassirer y al neokantismo. El punto de vista de Lacan, por el contrario, destaca las carencias del símbolo, pone en evidencia la debilidad de este basándose en lo real. Lo real no es para Lacan simbolizable, es la exclusión de lo real, en su construcción de la realidad, lo que le permite decir que el Otro no existe y que su construcción simbólica es imaginaria. Es esto lo que se quiere demostrar cuando se señala la ambigüedad del símbolo basándose en lo real y en el carácter reflexivo de la 50

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subjetividad, que al producir multiplicidad de sentido, deja la universalidad y la ley que sobre ella se levanta maltrecha, reducida e inestable. Lo que hace que el hombre sea hombre y que lo define como sujeto es la reflexividad del espíritu y su presencia en él como sujeto de multiplicidad de sentidos en confrontación y en lucha. Es esta reflexividad y multiplicidad de sentidos que lleva hasta la locura en su génesis lo que permite reencontrar al hombre como segunda naturaleza. A este camino apuntan Barbara Cassin y Alain Badiou (2011) cuando destacan la naturaleza animal como verdadera naturaleza simbólica: “El equívoco se halla ligado a la enunciación (…) no hay enunciación animal ¿eh? Y no se psicoanaliza a un perro, y ni siquiera a un gato (…) Los símbolos del lenguaje animal nunca son equívocos; los del lenguaje humano, que los hay en los sonidos de la voz y, más perturbador aún, en las letras (la letra), lo son”. El comentario de Cassin se hace después de mostrar la diferencia radical que existe en el concepto de sentido elaborado por Aristóteles y en la idea de sentido que expresa Lacan, y tiene como preámbulo la cita de Lacan (1972, citado en Cassin y Badiou, 2011, p. 26) que señala: Lo real allí no ha de apartarse de una comunicación unívoca de la que igualmente los animales, al darnos el modelo, nos harían sus delfines: en ella se ejerce una función de código mediante la cual se forma le neguentropía de resultados de observación. Más aún, se organizan ahí conductas vitales con símbolos del todo semejantes a los nuestros (elevación de un objeto a rango de significante del amo en el orden del vuelo de migración, simbolismo del pavoneo amoroso o de combate, señales de trabajo, marcas del territorio), con la salvedad de que estos símbolos nunca son equívocos.

Las reflexiones que de manera sistemática Slavoj Zizek elabora para participar, apoyar o refutar las interpretaciones acerca del sujeto, la subjetividad, el hombre o la mujer, son muy importantes para penetrar la discusión filosófica y clínica en el estado actual de lo que se entiende por filosofía. Uno de sus soportes fundamentales es Lacan. No en vano y de una forma sorpresiva, Zizek apoya la definición que ofrece Lacan sobre la filosofía. Si bien su defensa y ubicación de la filosofía en la forma como Lacan la plantea levanta tantas ampollas, en los filósofos y en la filosofía contemporánea, su afirmación de que Lacan es el nuevo Hegel levanta no menos resquemores. Apoyándose en Hegel y en Lacan, Zizek reformula las interpretaciones que en las miradas clásicas se han venido haciendo sobre Hegel. Zizek amplía el análisis que Lacan sugiere sin profundizar, dejando las puertas abiertas para repensar el problema desde la filosofía. Un punto que se quiere destacar y que coincide en muchos aspectos con la forma como Ricoeur plantea el problema, es el problema del sujeto. El concepto de sujeto abre el espacio para indagar sobre el hombre y sobre las especificidades de la mujer. A propósito, dice Zizek (2004, p. 111): “Para Lacan, el sujeto es en

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última instancia el nombre de ese ‘gesto vacío’ por medio del cual asumimos libremente, lo que se nos impone, lo real de la pulsión de muerte”. Por un lado, cabe destacar que la manera como Zizek plantea la idea de sujeto que asume y desarrolla, después de citar a Lacan, tiene como referente la libertad y el gesto vacío desde donde el sujeto se constituye; por otro, es preciso destacar que ese ejercicio de constitución pasa por entender que el sujeto ejerce su dinámica constitutiva aceptando que tiene que luchar contra lo que se le impone y que él no escoge. La escogencia de la libertad lo saca y le permite eludir los límites donde la pulsión de muerte lo sepultaría o donde quedaría preso del Otro. De los límites que este Otro establece y que es el referente de la historia del Otro que como sujeto activo debe eludir y transformar para dar lugar a nuevos mapas simbólicos. Estamos lejos de considerar que el sujeto se construye en una dinámica individual, como si el sujeto se construyera desde un punto de vista narcisista que afirma que todo sujeto se construye desde su propio devenir al margen del Otro o de la fuerza de lo simbólico. El vacío no solo es el referente que permite desarrollar en el sujeto naciente su libertad en oposición al Otro. El vacío también es la carencia, la falta en el Otro que pretende presentarse como un amo absoluto. Un Otro que se apoya en la fuerza de lo simbólico desde donde ejerce su poder y proclama la sumisión del sujeto colonizado para mantener el control y perpetuarse como amo. El sujeto que reclama su goce, negado por el Otro, busca su posibilidad en aquel espacio vacío que el Otro presenta desde un mapa simbólico opresor, no solo para realizar su goce en condiciones diferentes sino también para vivir con la certeza de que el Otro no existe. Lo que permite el desarrollo de la subjetividad colonizada es el meterse en la fisura simbólica, es ese vacío, o mejor ese agujero negro, expresión de muchas inconsistencias, lo que muestra que lo que reprime el significante amo es la aparición de lo real, que elude todo control simbólico y desde donde se hace posible un nuevo significante en paralaje. Para hacerlo, insiste en su goce y se apoya en lo imaginario. El imaginario se convierte así en un soporte indispensable para realizar, de una manera no delirante ni fantasmática, el goce que no le está permitido y sin el cual no puede existir como sujeto. No hay entonces sujeto sin goce, aunque el goce no necesariamente implique el sujeto. El enfoque por el que apuesta Zizek está lejos de explicar al sujeto por la razón soportada en el símbolo como catalizador de la acumulación regresiva y retornante de la verdad. Por supuesto, la idea de hombre que defiende el esloveno está lejos de reducir al hombre a un animal simbólico, o a un animal simbólico que se distingue del animal porque construye herramientas de trabajo o porque se comporta. Lo importante aquí es que el hombre como sujeto constituye sentido, y no constituye sentido en su génesis elaborando símbolos. Como diría Hegel, el sentido 52

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se constituye como una fuerza que se afirma sobre las otras fuerzas. El hombre construye sentido desde un gesto vacío en condiciones de sumisión, que no se afirman para ejercer la sumisión en el elemento desde donde la sumisión tiene que ser suprimida. Diríamos que lo importante es el lado activo del sujeto que apunta a la dinámica de un nuevo ser, en la que el sujeto se hace posible apostándole a la lógica del no ser. Es el afirmarse en lo real contra la realidad lo que soporta la pulsión de muerte en la cual el sujeto tiene la posibilidad de ejercer la libertad. Por supuesto, que hagamos énfasis en el lado activo del sujeto no significa que el psicoanálisis lacaniano tenga una posición que considere al hombre como un individuo metido en un cascarón cerrado al margen del tejido de relaciones sociales del Otro, ni que el posicionamiento del Otro no cuente en la construcción del sujeto. El sujeto no está libre de ataduras. Esto parece más claro en Lacan que en Freud. Como lo afirma Jacques-Alain Miller (1998, pp. 50-51), yerno de Lacan y profesor de Zizek: Esa dependencia hacia el Otro es lo que Lacan sitúa como característico del inconsciente como tal; el inconsciente no es la cosa que uno tiene en la cabeza, sino que supone al Otro, el inconsciente es transindividual. Lacan aplica esta estructura a la metapsicología freudiana, le reprocha a Freud haber construido su esquema del huevo donde supuestamente están el superyó, el ello, el ego, como una cosa del individuo, como una especie de huevo interno en la cabeza. Lacan insiste, por el contrario, en que las representaciones mismas se deben concebir en relación con el Otro, y es por eso que en lugar del huevo freudiano –lo que crítica en el último seminario de Caracas‒ él finalmente ha elaborado este grafo que aparece en el seminario 5, una trayectoria que incluye, de manera esencial, la instancia del Otro.

Miller (2008) subraya que la palabra que usa Lacan para destacar lo social y sus nexos con lo simbólico es transindividual: “El chiste no se puede entender sin la transindividualidad, establecida por la presencialidad del Otro. El Otro lo reconoce como un chiste de tal manera que se finaliza en el Otro”. El aporte de Lacan sobre la importancia del Otro en la explicación del surgimiento de la subjetividad se profundiza cuando, en una especie de desdoblamiento, muestra que para explicar y dar cuenta de la subjetividad paranoica es preciso entender que no existe subjetividad paranoica sin la existencia de Otro del Otro. El hombre entonces no es un simple ser arrojado al mundo sin ningún arraigo en lo social y en la historia. El hombre como ser puesto en el mundo nace con un soporte interiorizado de un marco que lo soporta y lo penetra. El marco no es algo externo al hombre, es algo que lo penetra y desde y en donde el hombre se construye. Así se debe entender la famosa frase de Lacan de que el inconsciente es el lenguaje del Otro. Zizek, como Marx, no busca apoyo para fundamentar su punto de vista en el materialismo. Busca apoyo en el idealismo. En esto construye tienda común con

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Marx. Se trata de una de las tesis de Feuerbach, en la que Marx expresa la superioridad del idealismo sobre el materialismo en la idea de que es el idealismo el que pone la parte activa en el sujeto. Por supuesto, no hay sujeto sin parte activa. El sujeto no es solo un efecto, es también causa que se apoya en lo real y en lo imaginario, y desde donde encuentra la falta y el vacío del Otro. El sujeto es pues un sujeto tachado. Como sujeto tachado, se explica su origen y su libertad. El hombre no es una sustancia, se construye como sustancia; no como una sustancia encerrada en los límites de un huevo. Como lo desarrolla Zizek, desde la filosofía y el arte. La libertad del hombre no es una libertad absoluta. Pero tampoco es ausencia total de libertad. Como ser histórico penetrado por el Otro, el hombre rebasa los límites del Otro y construye nuevas posibilidades. La libertad del hombre no se puede entender como una simple satisfacción de las necesidades, sino como una reconstrucción y realización de su deseo. El hombre construye su deseo en una lucha con el Otro que tiene como referente la contradicción y la lucha del amo y del esclavo. La tesis es formulada de forma abstracta por Marx. Algunos prefieren darle este mérito al idealismo dialéctico hegeliano, otros la extienden a todo el idealismo. Sartre y Zizek indagan por el problema en Kant y Hegel. Zizek, por ejemplo, resalta la importancia de Kant para pensar lo que significa la actividad del sujeto para definir sus posibilidades en el mundo como ser que ejerce la libertad. De Hegel va a retomar la importancia de su pensamiento para comprender el origen del sujeto, su desenvolvimiento y sus posibilidades. Pero es Kant quien aborda, en la época moderna, el problema de la importancia del sujeto en relación con el determinismo. En una mirada determinista, la posibilidad de la libertad es cancelada. Cuando se concibe al hombre bajo una mirada objetivizante y determinista, manejado por una ciencia que tiene un acceso privilegiado a la verdad y en cuyo ámbito cerrado se resuelven todos los problemas humanos, en la medida en que mejoran progresivamente las herramientas conceptuales para erradicar de una forma total el espacio de la infinitud no determinada y de la incertidumbre, más y más se reduce el ámbito de la libertad humana para convertir al hombre en un títere. La solución de Kant, se encaminó a mostrar la existencia de dos mundos: uno fenoménico cognoscible y el otro, un mundo nouménico incognoscible. Concluye Zizek (2001, p. 35): Kant resuelve las antinomias dinámicas de la razón: ambas proposiciones pueden ser verdaderas, puesto que todos los fenómenos están vinculados causalmente, el hombre como entidad fenoménica no es libre, pero en tanto entidad noumenal, puede actuar moralmente como un agente libre. Lo que desdibuja ese cuadro claro es la comprensión que el propio Kant tiene de las consecuencias de nuestro acceso directo a la escena noumenal, si este acceso existiera, los hombres perderían su libertad moral y su espontaneidad trascendental, se convertirían en títeres inertes.

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Es la parte del entendimiento en Kant lo que permite apoyarse en los conceptos y afirmar un mundo de leyes donde el punto de vista subjetivo desaparece, y queda solo el mundo de la constancia de la aplicación objetiva y de la regularidad plena ausente de caos o catástrofe alguna. Pero en ese mundo no se puede ejercer la libertad, ya que es un mundo de lo fenoménico. La libertad, solo posible

en un mundo nouménico, solo se da en la imaginación, cuya propiedad es la síntesis que realiza desde las intuiciones múltiples, para unificarlas y ejercer una actividad regulativa. La imaginación resulta así promovida en su función de síntesis, pero limitada en función de su actividad racional y cognoscitiva, y por supuesto, en su actividad disociativa. A tal propósito, señala Hegel (1969, citado en Zizek, 2001, p. 40): El ser humano es esta noche, esta nada vacía, que lo contiene todo en su simplicidad –una riqueza inagotable de muchas representaciones, múltiples, ninguna de las cuales le pertenece‒ o está presente. Esta noche, en el interior de la naturaleza que existe aquí –puro yo‒ en representaciones fantasmagóricas, es noche en su totalidad, donde aquí corre una cabeza ensangrentada –allá otra horrible aparición blanca, que de pronto está aquí, ante él, e inmediatamente desaparece‒. Se vislumbra esta noche cuando uno mira a los seres humanos a los ojos –a una noche que se vuelve horrible‒.

Hegel, a diferencia de Kant, resaltaría la actividad disociativa y su importancia como un soporte de la síntesis imaginaria. La imaginación, en este juego, no es la “loquita de la casa”, sino una actividad cargada de racionalidad, sin la cual el entendimiento no podría ejercer su papel de elaboración conceptual. Esta operación conceptual no le daría condición de estabilidad simbólica a la realidad, puesto que la realidad construida sobre la que toda simbología se apoya está constantemente amenazada por lo real, en donde se origina un nuevo ser que deja sin soporte los supuestos fundamentales de la realidad construida, que por la fuerza de lo real, ha entrado en su etapa de muerte. Levantado el soporte de la realidad, lo que se produce es la muerte simbólica. Así, la imaginación se convierte en el falo que, apoyado en lo real, da las posibilidades de nuevas reconstrucciones simbólicas. A diferencia de Foucault, Zizek ilustra ‒al igual que una teórica foucaultiana como Butler‒ la dinámica de los poderes, echando mano de la dialéctica del amo y el esclavo, y de los rastros que deja Lacan en su enriquecimiento del psicoanálisis para dar cuenta del sujeto. La fenomenología del espíritu es dejada atrás para recuperar el sentido de lo real, a fin de explorar las obras posteriores a la fenomenología, en consonancia con la cual marcha Lacan en su articulación con la lógica de la intersubjetividad transindividual que deja atrás las bases para la interpretación de lo real.

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El papel de la mujer en la construcción de la subjetividad

En las reflexiones que se han venido desarrollando acerca de la construcción de la subjetividad, en la sociología, la filosofía, la antropología y en general en las ciencias humanas contemporáneas, se ha subrayado la idea de que la construcción de la parte activa del sujeto se soporta en la parte negativa de la contradicción. Se trata de resaltar que la gestión de la libertad y la de la transformación de las condiciones que oprimen y niegan la libertad debe proceder de la parte que, soportando la enajenación, busca nuevas posibilidades para la gestación social de su individualidad. Por supuesto, las obras de Hegel ‒en especial La fenomenología del espíritu‒ y específicamente en lo referente a la dialéctica del amo y el esclavo, como las de Marx en los tópicos de las relaciones de explotación y de la enajenación, son referentes obligados cuando se trata el problema. Por esta vía transita una estudiosa como Rosi Braidotti (2000, p. 27), a pesar de que se expresa en voz alta como antihegeliana, cuando señala: A diferencia de las acepciones en que está de moda usar el término, en este libro empleo la palabra posmoderno para señalar un momento específico de la historia. Es un momento en el cual las transformaciones profundas del sistema de producción económica están alterando también las estructuras sociales y simbólicas tradicionales. En Occidente, el desplazamiento de la estructura fabril a aquella basada en los servicios y la información implica una redistribución global de la fuerza laboral, por la cual el resto del mundo y especialmente los países en vía de desarrollo suministran la mayor parte de la producción mal pagada y realizada en el exterior. Este cambio conlleva la decadencia de los sistemas sociosimbólicos tradicionales basados en el Estado, la familia y la autoridad masculina (…) En este libro, lo que pretendo es redefinir una teoría materialista transmóvil de la subjetividad feminista que trabaja dentro de los parámetros de la difícil situación posmoderna.

Para desarrollar su análisis sobre la mujer y la importancia destacada del rol que ella desempeña en la redefinición de la desterritorialización nomádica, Braidotti tiene cuidado de no dejarse incluir en las definiciones de posmodernidad que elaboran Lyotard o los decontruccionistas, entre ellos Derrida. Pareciera ser que no quiere que su reflexión sea presa de las consecuencias de un puro esteticismo individualizante, o de la pérdida de esperanza en la lucha de los que en su mirada defienden el todo vale. Sin dudarlo, elabora una definición de posmodernidad, rescatando la condición de la historia y en ella los momentos y las etapas de un devenir que, en su continuidad y desarrollo, queda reducido a un devenir loco o a un proceso que niega toda causalidad y a lo sumo acepta 56

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las cuasicausas. Lo que intenta es no quedar atada a los supuestos de una mirada bárbara dionisiaca, que con tanta maestría analiza Sloterdijk en su obra El pensador en escena (2000). La apertura del cambio de espacio ‒en el que la feminidad encuentra sus posibilidades‒ es el supuesto dialéctico de las fuerzas productivas desde donde todos los valores quedan cuestionados. Es el supuesto de unas nuevas fuerzas productivas vinculadas al servicio y al desarrollo de la informática, lo que altera el sistema productivo. El sujeto oprimido y socavado se convierte así en un efecto, y desarrolla su libertad y su acción en los huecos de territorialización que deja el sistema capitalista en su proceso de transformación, en el cual el sujeto nomádico ejerce su acción y su dinámica. Es esto anterior lo que hemos querido destacar cuando, apoyándonos en Lacan y Zizek, se destaca que la superioridad del idealismo sobre el materialismo está en que es el idealismo, y no el materialismo, el que hace énfasis en el sujeto como parte activa. El problema está entonces en que el sujeto solo adquiere su superioridad cuando deja de ser efecto y se convierte en causa. Diríamos, usando las palabras de Zizek, que Hegel en este punto no solo da por detrás a Deleuze sino a Braidotti también.

Lo que queremos señalar es que el sujeto no es solo un efecto. En las nuevas miradas de la intersubjetividad el sujeto se convierte en causa, y al hacerlo, supera los presupuestos desde donde el amo pretende mantenerse en el poder, negando lo real y defendiendo las bases de opresión que le permiten modificarse para restablecer la realidad y defender su falocentrismo ‒en la lógica en que Rosi Braidotti usa esta categoría‒. El point de capiton desde donde el falocentrismo ejerce su dominio general es la propiedad privada, y desde allí, construye su andamiaje simbólico que le permite, al tiempo que convierte a la mujer en su propiedad, ejercer su control y realizar sus modificaciones para darle continuidad a la explotación de los trabajadores y a la supeditación de los flujos emocionales, sociales y políticos a que han sometido a la mujer. Cabe señalar, sin embargo, que dejar localizado el problema a nivel de las relaciones económicas o sociales, si bien contribuye a afirmarse en una búsqueda de la libertad, deja zonas muy oscuras para dar cuenta de las contradicciones en la vida privada y en la construcción de una mismidad, donde el sujeto no se considere como un simple efecto de las relaciones sociales o de las opresiones que el Otro genera en el papel de significante amo. En este punto, tiene razón Sloterdijk (2000) cuando señala reiteradamente la importancia de la búsqueda de lo que él denomina “psicología profunda”.

La psicología profunda permite, por un lado, recuperar y repensar los presupuestos de la diferencia señalada por Nietzsche entre la razón diurna, como una razón apolínea presa e inmovilizada por un entramado de símbolos que pretende instaurarse como verdad absoluta, aun a costa de negar la libertad o de reducirla a su mínima expresión, y la razón nocturna; por el otro, permite

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aceptar la importancia de lo real, sin quedarse presa de la impotencia de lo bárbaro dionisiaco y habilitando lo dionisiaco para producir una búsqueda de lo nuevo apolíneo. La razón nocturna, que no es una sinrazón, afinca sus posibilidades en lo real y no en la realidad constituida inhabilitada por el devenir para dar cuenta de los nuevos acontecimientos. Es cierto cuando Sloterdijk (2000, p. 172), afianzado en la construcción de una nueva subjetividad, señala la importancia del sujeto para dar cuenta de lo que, según él, serían los tres grandes acontecimientos para la humanidad: Se ha dicho que las tres decisivas revoluciones acaecidas con el siglo XIX han sido la politización del proletariado, la recuperación de la palabra por parte de las mujeres en el ambiente cultural y el descubrimiento del inconsciente (…) ¿No se trata en cada uno de estos casos de la irrupción de verdades corporales y plurales que gracias a las descargas revolucionarias de la civilización técnica, han sido capaces de desarrollar un nuevo tipo de ecología expresiva?

La psicología profunda no es una psicología cerrada, dedicada a los avatares y a los callejones sin salida de la clínica. Es una antropopsicología. Es una antropología ‒lejos ya de la posición foucaultiana‒ que mira al hombre como una estrella fugaz y titilante, como un rostro en la arena que más se demora en aparecer que en ser tragado por las amenazantes olas, un hombre que ni siquiera tiene una tumba en los dinteles movedizos de la terrenalidad. Es una antropología que se cuida no solo de repensar lo femenino, sino que le da un espacio privilegiado al papel de la mujer, al del proletariado y al de la revolución. Una antropología que no niega los aportes de los grandes pensadores del siglo XIX, ni por supuesto, de Freud. En palabras de Sloterdijk (2012, p. 109), en su libro Has de cambiar tu vida, señala: Mientras que el psicoanálisis ha hecho sus construcciones sobre el teorema del retorno de lo reprimido, un análisis de ideas y comportamientos como el que aquí presentamos se basaría en el retorno de lo incomprendido. Fenómenos rotativos de este tipo resultan inevitables siempre que no se haya entendido suficientemente en su especificidad algo que un día estuvo allí y que luego se ocultó, para volver de nuevo a resurgir.

En páginas anteriores, Sloterdijk, no solo señala que es necesario volver atrás para entender, desde las angustias que nos acongojan para construir el futuro, la especificidad de lo que, perdido en la generalidad y en la multiplicidad de respuestas, insiste y vuelve en la forma de un síntoma de una enfermedad no curada, sino que expresa también que esta búsqueda ya ha empezado, en ella no estamos solos. “Por lo demás, los signos de la época apuntan a la revisión y a la regresión” (Sloterdijk, 2012, p. 15). La herencia de la psicología profunda no se encuentra en un momento anterior de nuestra historia, es condición de la reflexividad del espíritu humano. Es la 58

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Lo simbólico y lo imaginario a propósito del hombre.

reflexividad del espíritu la que permite al sujeto no quedar preso de lo estatuido por las formaciones simbólicas inmediatamente anteriores, y superar el caos y la resistencia de lo real a la simbolización. La lucha que se presenta entre la parte activa del sujeto y su apego a negar lo ya establecido, se encuentra de forma clara en el origen de la tragedia, como la lucha entre Apolo y Dionisos. Este es un problema permanente que regresa e insiste para ser aclarado. La recepción de este problema está retomada en lo que hace referencia a la mujer, en la reinterpretación de la génesis del sujeto y en la lucha entre lo simbólico y lo imaginario planteada por Lacan. En esta polémica, queremos resaltar las reflexiones invaluables que a propósito hacen Slavoj Zizek y Judith Butler. En ellos aseguramos la continuación de nuestra reflexión e inscribimos los puntos de vista que adelantaremos. Cabe señalar que tanto Butler como Zizek, cada uno desde su perspectiva, hacen una reinterpretación de Hegel y de Nietzsche que culmina en la aceptación de que la interpretación foucaultiana limita la fuerza y la importancia del sujeto al reducirlo a un efecto. La reducción del sujeto a un efecto lo confina al marco de la resistencia, donde su transformación está determinada por el marco del Otro como sujeto y supuesto saber. El sujeto no es solo efecto, como lo señala Hegel. Lo fundamental del sujeto es que solo puede jugar una parte activa en tanto que es causa de sí. El otro aspecto importante es que esta mirada permite separarse de las interpretaciones objetivizantes, positivistas y teleológicas de la historia. El papel ético-político de la mujer es el de pasar el espejo, todo espejo deja a la mujer convertida en un reflejo del Otro. En consecuencia de lo anterior, Zizek, apoyándose en Lacan, encuentra que la explicación y la comprensión de la reconstrucción subjetiva de la mujer, al igual que sus apuestas futuras, deben tener en cuenta la confrontación entre lo simbólico y lo imaginario. Sin embargo, la confrontación, en tanto que histórica, muestra que la lucha entre lo simbólico y lo imaginario es dinámica, puesto que lo reprimido retorna y modifica la subjetividad femenina. En el extenso análisis que Zizek elabora sobre la mujer, hay un primer momento: digamos, el momento del endurecimiento del símbolo, en el que el amo que ejerce el poder simbólico trata a la mujer como cosa. La mujer se pregunta ¿qué es lo que el otro quiere de mí?, y su pregunta la lleva a renunciar a su deseo y a someterse al horizonte del Otro, como forma enajenada de realizar su existencia y renunciar a ella. El momento en que la mujer encuentra su deseo y lo diferencia del deseo del Otro, vacila y opta por defender su existencia. La mujer insiste pero no insiste lo suficiente. El momento de la mujer que insiste. La mujer insiste y atraviesa el espejo, no claudica en su deseo y se proyecta a la construcción del Gran Otro. Es el momento de la transindividualidad, cuando la comunicación con el Otro es posible en la divergencia y en la renuncia recíproca de la propiedad privada sobre el Otro.

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Ildefonso Sánchez

Los momentos señalados no tienen para Zizek una continuidad secuencial y progresiva, en la que la transformación de las fuerzas productivas es la causa de la gestación progresiva de los horizontes de la transformación de una nueva subjetividad y de la posibilidad reflexiva para la construcción del nuevo hombre y de la nueva mujer.

Referencias Avtonomova. N. (1967). Lacan con Kant: la idea del simbolismo (pp. 65-123). En Biblioteca del Colegio Internacional de Filosofía. Lacan con los filósofos. México D.F.: Siglo XXI. Braidotti, R. (2000). Sujetos nómades. Buenos Aires: Paidós. Cassin, B. y Badiou, A. (2011). No hay relación sexual. Buenos Aires: Amorrortu. Cassirer, E. (1979). Filosofía de las formas simbólicas. México D.F.: Fondo de Cultura Económica. _____. (2001). Antropología filosófica. Introducción a una filosofía de la cultura. México D.F.: Fondo de Cultura Económica. Derrida, J. (1997). Mal de archivo, una impresión freudiana. Madrid: Trotta. _____. (2002). Espolones: los estilos de Nietzche. Valencia: Pretextos. Foucault, M. (1985). Las palabras y las cosas. México D.F.: Siglo XXI. Heim, R. (1986). Teoría crítica del sujeto. México D.F.: Siglo XXI. Marx, K. (1959). El capital. Crítica a la economía política. México D.F.: Fondo de Cultura Económica. Milller, J-A. (1998). Estructura desarrollo e historia. Medellin: Gelbo. Peter, S. (2012). Has de cambiar tu vida. Valencia: Pretextos. Ricoeur, P. (1982). Corrientes de la investigación en las ciencias sociales. Madrid: Tecnos. _____. (1985). Freud: una interpretación de la cultura. México D.F.: Siglo XXI. _____. (2008). La memoria, la historia, el olvido. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Sloterdijk, P. (2000). El pensador en escena. Valencia: Pretextos. _____. (2012). Has de cambiar tu vida. Valencia: Pretextos. 60

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Lo simbรณlico y lo imaginario a propรณsito del hombre.

Zizek, S. (2001). El espinoso sujeto. Buenos Aires: Paidรณs. Zizek, S. (2004). Mirando al sego. Buenos Aires: Paidรณs.

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ANÁLISIS

ISSN: 0120-8454

Vol. 46 / No. 84

Bogotá, ene.-jun. / 2014

pp 63-88.

Transhumanismo: concepciones, alcances y tendencias 1John Jairo Cardozo* 2Tania Meneses Cabrera** Recibido: 18 de diciembre de 2013 – Aprobado: 18 de marzo de 2014

Resumen El presente artículo rastrea las principales fuentes contemporáneas e históricas del movimiento filosófico e intelectual denominado transhumanismo. Recurre a la propuesta elaborada por Nick Borstom, que permite exponer un panorama general de este movimiento, en principio acudiendo a relatos míticos para luego situar el discurso en una propuesta que desde los siglos XVIII y XIX se viene apoyando en discursos científicos y, más recientemente ‒desde la segunda mitad del siglo XX‒, hace alusión a la estrecha relación entre ciencia, técnica y tecnología, con el objetivo de hacer un uso ético y racional para el desarrollo mental y biológico del ser humano. Se presentan, además de los hitos en el transhumanismo, los diferentes momentos históricos que han forjado el concepto hasta nuestros días. Para concluir, se plantean como abrebocas algunos de los debates que, en términos éticos, políticos y sociales, han desatado propuestas concretas de transhumanismo. Palabras clave: ser humano, naturaleza, ética, desarrollo, nanotecnología, biología, genética, ciencia, técnica, sociedad, tecnología.

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Magíster en filosofía latinoamericana de la Universidad Santo Tomás, licenciado en filosofía y letras de la Universidad Santo Tomás. Docente asistente de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD). Estudiante del Doctorado en Conocimiento y Cultura en América Latina (IPECAL/México). Dirección postal: Calle 14 Sur No. 14 – 23, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: jjcc79@gmail.com / john.cardozo@unad.edu.co.

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Socióloga de la Universidad Nacional de Colombia, magister en educación y estudiante del Doctorado en Cultura y Educación Latinoamérica en la UARCIS/Chile. Actualmente, se desempeña como docente asistente en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD). Dirección postal: Calle 14 Sur No. 14 – 23, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: tania.meneses@unad.edu.co.

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Trans-humanism: conceptions, reach and tendencies 3John Jairo Cardozo* 4Tania Meneses Cabrera**

Abstract The present article tracks the main contemporary and historical sources of the philosophical and intellectual movement called Trans humanism and uses the proposal developed by Nick Borstom, that allows to show a general panorama of this movement, in principle, turning to mythical stories and then place the speech in an proposal that from the XVIII and XIX centuries is supported on scientific speeches and, more recently, from the second half of the XX century to our days it makes reference to the close relationship between science, technique and technology in order to make an ethical and rational use for the development of man at mental and biological level. In addition to the milestones of Transhumanism, the different historic moments that have wrought the concept to our days are presented, and to conclude we pose as an appetizer, some of the debates that in ethical, political and social terms, has untied specific proposals of trans-humanism. Keywords: Humanbeing, Nature, ethics, development, nanotechnology, Biology, Genetics, science, technique, society, technology.

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Magister in Latin American Philosophy afrom the Universidad Santo Tomás, graduated in Philosophy and Letters afrom the Universidad Santo Tomás. Assistant Professor of the Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD. Student at the Doctorate in Knowledge and Culture in Latin America to IPECAL / Mexico. Address: Calle 14 Sur No. 14 – 23, Bogotá, Colombia. Email: jjcc79@gmail.com / john.cardozo@unad.edu.co.

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Sociologist from the National University of Colombia, Master in Education and PhD student at the Doctorate in Knowledge and Culture of Latin America to UARCIS / Chile. Currently she unfolds as assistant professor of the National Universidad Nacional Abierta y a Distancia - UNAD. Address: Calle 14 Sur No. 14 – 23, Bogotá, Colombia. Email: tania.meneses@ unad.edu.co.

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Transhumanismo: Des conceptions, des portées et des tendances 5John Jairo Cardozo* 6Tania Meneses Cabrera**

Résumé Le présente article suit les sources principales contemporaines et historiques du mouvement philosophique et intellectuel dénommé transhumanisme et il recourt à la proposition élaborée par Nick Borstom qui permet d’exposer un panorama général de ce mouvement, en principe en faisant recours aux récits mythiques pour tout de suite situer le discours dans une proposition qui à partir les siècles XVIIIe et XIX s’appuie dans des discours scientifiques et, plus récemment, depuis la deuxième moitié du XXe siècle jusqu’à nos jours fait l’allusion à l’étroite relation entre la science, la technique et la technologie avec l’objectif de faire un usage éthique et rational pour le développement de l’être humain à un niveau mental et biologique. De la même manière on présent des faits historique sur le transhumanisme, les différents moments historiques qui ont forgé le concept jusqu’à nos jours et pour conclure s’expose certains débats qui en termes éthiques, politiques et sociales ont détaché des propositions concrètes de transhumanisme. Mots clés: Être humain, nature, éthique, développement, nanotechnologie, biologie, génétique, science, technique, société, une technologie.

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Magister en Philosophie Latino-américaine à l’Université Santo Tomas, titulaire en Philosophie et les Lettres à l’Université Santo Tomas. Professeur assistant de l’Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD. Étudiant du doctorat en la Connaissance et la Culture de l›Amérique Latine (IPECAL/Mexico). Adresse: Calle 14 Sur No. 14 – 23, Bogotá, Colombia. Email: jjcc79@gmail.com/john.cardozo@unad.edu.co.

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Sociologue de l’Université National de Colombie, magister en Éducation et étudiant du doctorat en la Connaissance et la Culture de l’Amérique latine à l’UARCIS/Chile. Actuellement, elle se déroule comme professeur assistante de l’Universidad Nacional Abierta y a Distancia. Adresse: Calle 14 Sur No. 14 – 23, Bogotá, Colombia. Email: tania.meneses@unad. edu.co.

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Pero cuando en un campo se desarrollan positivamente poderes científicos, hacen los hombres una pobre figura en caso de que, como en épocas de una temprana impotencia, quieran colocar una fuerza superior en su lugar, ya fuese el dios, o la casualidad, o los otros. Dado que los rechazos o las renuncias suelen naufragar por su propia esterilidad, ocurrirá con seguridad en el futuro que el juego se encarará activamente y se formulará un código de las antropocéntricas. Por su efecto retrospectivo, un código tal cambiaría también el significado del humanismo clásico, pues con él se publicaría y registraría que la humanitas no solo implica la amistad del hombre con el hombre, sino también –y de modo crecientemente explícito– que el ser humano representa el más alto poder para el ser humano. P. Sloterdijk

Introducción De acuerdo con los especialistas, el concepto de transhumanismo se desarrolla como bisagra a partir de dos aspectos: 1) como concepto filosófico y 2) como un movimiento intelectual de alcance internacional, cuyas construcciones están basadas en el uso de la ciencia y la técnica (tecnología), para el desarrollo mental y biológico de los seres humanos. Este segundo aspecto tiene por principio que es posible disminuir ciertas condiciones connaturales de nuestra especie, como el sufrimiento, las enfermedades y el envejecimiento, sin dejar de lado las discusiones éticas que esto lleva consigo. El transhumanismo aboga por el surgimiento de un humano mejorado tecnológicamente e inmune a muchos efectos colaterales, que incluso él mismo ha generado. En este sentido, el símbolo por el que han optado los transhumanistas es H+ para representar dicho estado de superación. Por esto, el transhumanismo considera que la actual esfera orgánica en la que nos encontramos es solo una fase de lo que podría en un futuro mejorarse biotécnicamente, a fin de generar posibilidades insospechadas para nuestra especie bajo cuatro coordenadas: nanotecnología, biotecnología, tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y tecnologías cognitivas. Desde este punto de vista, se considera bajo la lupa transhumanista que la naturaleza humana es algo que está siendo, esto es, que correspondemos a algo que aún se sigue construyendo a sí mismo y no está dado, que en esencia está más relacionado con una capacidad de plasticidad sin igual, de emergencia permanente, en el sentido de que podemos ser fruto no solo del deseo sino de lo deseable. 66

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Transhumanismo: concepciones, alcances y tendencias

Concepto e historia Dentro de las filas del transhumanismo es posible encontrar todo tipo de personas, cuestión que de hecho es algo que atrae a una buena cantidad de adeptos, desde los más fundamentalistas hasta los más libertarios, muchos de los cuales hacen unos aportes muy serios desde la filosofía, la biología, la política y la ciencia en general. Para dar algunos detalles más precisos, veamos parte de la multiplicidad de agentes que forman parte de este movimiento. Para empezar, puede hablarse a grandes rasgos de un transhumanismo democrático, el cual aboga por la adopción de las ideas de corte liberal, y podría definirse a sí mismo como una filosofía política que recupera posiciones contemporáneas como la democracia liberal y la democracia social. A este tipo de transhumanismo pertenecen otras corrientes como el extropianismo, que se ubica en la génesis misma de lo que actualmente es el transhumanismo, incluyendo dentro de sus construcciones el concepto de orden espontáneo, y se basa en la autogestión y la modificación de la mente y el cuerpo de los seres humanos. A su vez, existe un transhumanismo cristiano o trascendente, que refiere a la potencialidad del hombre, pero en las condiciones físicas o mentales que lo enfatizan en el orden de lo espiritual. También, existe otro transhumanismo que basa su filosofía en la singularidad, esto se relaciona con la idea que de que es posible unir materia y vida como si se tratara de una sola entidad; incluso, afirma la posibilidad de singularidad en lo que hoy se conoce como lo cíborg: la unión de lo orgánico, en términos humanos, con las máquinas para crear una sola esencia. Por su parte, el llamado tecnogaianismo hace una reflexión muy seria de lo que implica el uso de las tecnologías en articulación con el medio ambiente y a favor de este, así como del cuidado y el uso responsable de la tecnología dentro de nuestros ecosistemas. Por último, aparece el poshumanismo, que es una filosofía basada en el humanismo, pero que incluso algunos apuntan a que es el próximo paso en el transhumanismo, un paso del cual este último sería una ruta y el poshumanismo sería la máxima expresión de la evolución humana. Entre los objetivos del transhumanismo, por nombrar solo algunos, se encuentra que a través del uso responsable de la ciencia y la tecnología, los seres humanos seamos capaces de convertirnos en transhumanos, cuyas capacidades cognitivas, físicas y mentales serían un desafío para la naturaleza y el mundo tal como los conocemos en la actualidad. Para nuevas representaciones, nuevas concepciones. Desde este punto de vista, un poshumano no entraría en la concepción de humano que conocemos en nuestra actualidad, porque incluso desde el solo enfoque intelectual serían superiores a nosotros; gracias a la manipulación del mapa genético, ya no entraría en juego lo que conocemos como concepción y nacimiento, sino el diseño y la producción.

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Los poshumanos tendrían la capacidad de retrotraerse en relación con muchas de las cosas que nos identifican como especie en este momento: no sentirían miedo, angustia, irritación o pánico, porque genéticamente su comportamiento sería diseñado para omitir dichas fallas. De otro lado, las sensaciones y las percepciones positivas serían maximizadas, tales como el amor, el placer, el cultivo del arte, y experimentarían estados de consciencia insospechados para cualquiera de nosotros hoy. Por eso hablábamos de que el transhumanismo es solo un paso transitorio hacia el poshumanismo. Si bien el término transhumanista sale a la luz en 1957 con Julian Huxley, es solo en la década de los ochenta cuando el significado es reconocido tal como lo conocemos hoy. La adopción de este término se lo debemos al filósofo futurista F. M. Esfandiary (1973), quien cambió su nombre a FM-2030, porque pensaba que el nombre que tenía de nacimiento obedecía a unas circunstancias culturales, políticas y sociohistóricas muy diferentes a las que estaba viviendo, por eso creía que el nombre no podría ser el mismo durante toda la existencia de un ser humano. FM-2030 consideraba que en el 2030, al cumplir cien años de su natalicio, sería posible tener la capacidad tecnológica para ser despertado de su estado criónico. Para FM-2030, el concepto de transhumanismo como humano en transición es como lo expresa en su manifiesto futurista “Up wingers”: “Estos son los años, las décadas, cuando la medida en que lo conocemos por primera vez en la evolución, los seres vivos se han separado de este planeta para transmitir a otros mundos”. Entre algunas características propias de las que habla FM-2030, están la capacidad de generar prótesis y mejoras en relación con interfaces biónicas, las cirugías plásticas, el uso acelerado de tecnologías telemáticas y retos como la reproducción artificial de vida –eugenesia, manipulación genética, entre otros‒. Es solo hasta entonces cuando un grupo de pensadores, entre los que se cuentan científicos y artistas futuristas, empezó a organizar el movimiento que, entre otras cosas, propone la expansión de los humanos y de sus capacidades hasta convertirlos en poshumanos, cuestión que de hecho ha desatado múltiples críticas en diversos escenarios, además de numerosos adeptos, como ya se señaló antes. En el libro Una historia del pensamiento transhumanista (2011), el filósofo Nick Bostrom, profesor de la Universidad de Oxford, director del Future of Humanity Institute (Instituto del Futuro de la Humanidad) adscrito a la misma universidad y pionero de la filosofía transhumanista, hace un recorrido histórico en el que presenta antecedentes del transhumanismo que remiten a la mitología en Oriente y Occidente, y en el que se expone el transhumanismo como un desarrollo tan antiguo como la especie humana misma, solo que hasta ahora y con la optimización de las TIC digitales esta superación se ha maximizado a límites insospechados. Bostrom (2005) plantea la fábula del dragón tirano (Feito, 2007, p. 226), que representa la relación que tenemos con el envejecimiento y la lucha por una 68

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Transhumanismo: concepciones, alcances y tendencias

longevidad cada vez mayor. El envejecimiento humano se ha convertido en un dragón tirano que devora miles de vidas cada día. Nuestro sistema social se ha adaptado a esta fatalidad, invirtiendo ingentes cantidades de dinero. Sin embargo, el conocimiento humano ha divisado la posibilidad de curar el envejecimiento y necesita de grandes inversiones para conseguir la extensión del rango saludable de la vida humana y salvar hasta 70 vidas por minuto. No hay tiempo que perder. En este sentido, lo que plantea Bostrom (2005) es que si sabemos que el envejecimiento es nuestro mayor tirano en términos de una generación de humanos con posibilidades de mayor longevidad, entonces por qué razón atacar las enfermedades y gastar miles de millones tratando de curarlas, cuando en realidad podemos matar todos esos males de raíz, esto es, el envejecimiento propiamente dicho; ahí es donde ingentes esfuerzos económicos y científicos deben hacerse. De hecho, la postura de Bostrom concibe la lucha contra el envejecimiento como una del orden moral y ético; y sería imperativo por parte nuestra terminar con ese dragón que nos está acabando. Cualquiera puede pensar que no se justifica, desde la ética, que la vida sea prolongada sin más, sin tener en cuenta ciertas condiciones, por ejemplo, una persona que padezca una enfermedad terminal, quien está viviendo en general es la incertidumbre de una vida limitada; por ello, desde ningún punto de vista sería digno alargar una agonía como esta. Pero Bostrom (2005) aboga es por la extensión de una vida humana saludable, y esto solo sería posible por medio del retraso del proceso de envejecimiento o incluso de su anulación. Así como en los estudios propuestos por el gerontólogo Aubrey de Grey, quien ha propuesto la teoría del envejecimiento de los radicales libres mitocondriales, a partir de la cual ha trabajado en lo que él mismo ha llamado la senescencia negligible ingenierizada ‒Strategies for Engineered Negligible Senescence (SENS)‒, que consiste en la reparación de los tejidos del cuerpo humano y en la intervención del ADN mitocondrial, que es el material genético donde se generan las enfermedades del ser humano. La propuesta de Grey consiste en sostener que, muy posiblemente, dentro de unos 25 años el ser humano podría conseguir las condiciones para ser inmortal, cuestión que de hecho ha empezado a ser una realidad gracias a los avances tecnológicos que han facilitado una mayor longevidad, lo cual representa un reto sin par para nuestra civilización y las formas como nos hemos modelado históricamente hasta ahora. Por eso, el transhumanismo también ha pensado en los peligros que el uso racional y razonable de la ciencia y la tecnología pueden acarrear. Sin embargo, existe un optimismo en que sí es viable hacer un uso orientado a la mejora del ser humano, entonces lo es también garantizar el mejor de los resultados posibles. Por eso, el planteamiento transhumanista es, en gran parte, una apuesta que se revela en contra de la tradicional traducción de la naturaleza humana, que entraña límites relacionados con la finitud, la enfermedad, el declive en términos

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mentales y orgánicos, etc. Frente a esto, se propone que es bajo la misma plasticidad humana que es posible pensar en la trascendencia de esos límites, plástico, modelable, inacabado, versátil; “el hombre se ha configurado de las maneras más diversas a través de las historias y las geografías. Pero han sido las sociedades basadas en la economía capitalista (…) las que inventaron la gama más amplia de técnicas para modelar cuerpos y subjetividades” (Sibilia, 2009, p. 12). De otro lado, Mumford (1934, citado en Mitcham y Mackey, 2004), considera, en relación con el cuerpo, algo que en sentido histórico quizá hayamos pasado por alto: la primera herramienta usada por el hombre fue precisamente su cuerpo, que al no estar especializado en algo particular, le permitió de muchas maneras generar ciertas plasticidades, lo cual fue imposible para otras especies. En este escenario, emergen preguntas no solo relacionadas con la configuración histórica de lo que hemos sido, sino además con respecto a lo que somos, a lo que queremos y a aquello en lo que nos estamos convirtiendo, en un medio en el que la definición de cuerpo humano empieza a resemantizarse, a llenarse de contenidos que antes le eran ajenos, extraños o que incluso no formaban parte de su naturaleza. Hoy quizá más que nunca estamos acudiendo a la más acelerada reconfiguración de lo que somos, de nuestra esencia, lo cual no puede escapar al escrutinio propio de la filosofía, de la política, de la cultura, de la ciencia, entre otras coordenadas, porque estas se convierten en el lugar donde nuestro entorno se aviva, donde habitamos, donde somos de formas diferentes y diversas. Desde tiempos remotos, hemos acudido a la necesidad de trascendencia de nuestra especie. Basta señalar a los alquimistas buscando las posibilidades para conseguir la vida eterna y evitar la corrupción del cuerpo, o a los hermanos Wright creando condiciones mecánicas para volar como las aves –cuestión que ya nos fuera contada en la maravillosa historia de Ícaro‒. Incluso, yendo más lejos aún, pensemos en la misma invención de la escritura o en el descubrimiento del fuego. Así, acudimos no solo a cambios en las formas de reconfigurar nuestra subjetividad individual, sino también a cambios en las formas de relacionarnos con los demás, a trasformaciones en el orden de lo sociopolítico y lo cultural. En medio de todo esto, tendríamos que pensar en algunas cuestiones que preceden a todos estos cambios y que cubren gran parte de nuestra historia, como lo hemos comentado antes. Para esto, recurramos a un concepto que no es nuevo en su concepción, ni en sus alcances, en términos históricos, pero que en virtud de esta exposición quizá brinde algunas luces para seguirle la pista al transhumanismo: la virtualidad. Si bien es cierto que el fenómeno de la virtualidad no es reciente, no es menos cierto que su espectro se ha hecho cada vez más amplio durante las últimas décadas. De hecho, Pierre Lévy (1999, p. 122) afirma que la especie humana se ha construido en y por la virtualización, especialmente en los desarrollos del lenguaje, de la técnica y de diversas instituciones sociales complejas; es así que todo este proceso podría ser pensado como continuación de la hominización, pero teniendo como telón de fondo la transición de un modo de ser a otro. 70

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Transhumanismo: concepciones, alcances y tendencias

De la mano de la virtualidad, emerge otro concepto que cobra mayor relevancia día a día: el ciberespacio, que se ha configurado como una especie de virtualizador de virtualidades, que se establece a partir de la esencia de lo virtual y da origen a la cibercultura. Es necesario empezar a evidenciar algunas articulaciones que están en la génesis misma del ciberespacio y de la cibercultura, pues hablar de estos conceptos sin más no es posible, por lo cual se requiere acudir en primera instancia a algo que está antes de ellos: la cibernética. La cibernética ‒del griego kyberneteσ, ”arte de dirigir un navío” o “arte de gobernar”‒ se conoce en la actualidad gracias a la definición de Norbert Wiener en su obra Cybernetics, or control and comunication in the animal and the machine, como “la ciencia de la dirección y comunicación en los organismos vivos y en las máquinas” (Barbosa, 2004, p. 174). Es así que una de las virtudes más sobresalientes de la cibernética, según el mismo Wiener, es la amplia convergencia interdisciplinar que yace en su interior, de forma tal que la ingeniería, la matemática estadística, la sociología y la filosofía de las ciencias, entre otras áreas, pueden converger allí. Norbert Wiener popularizó las implicaciones sociales de la cibernética al establecer analogías entre los sistemas automáticos, como una máquina de vapor, y las instituciones humanas, en su obra The human use of human beings: Cybernetics and society, (1951). Entendido esto, la cibernética nace de la necesidad de responder a la demanda propia del ciberespacio y de este como la reconfiguración de la cultura, acudiendo a un tipo de aceleración en la que la distancia espacio-temporal (físicogeográfico) se hace visible en una especie de desconexión física –que implica estar y no estar en el mismo lugar‒; un espacio configurado por simuladores de realidad virtual al servicio de las diferentes esferas del ser humano, que se estructura como un hábitat virtual y como un mundo recreado para generar posibilidades infinitas de intercambio de saberes, conocimientos e información. El hábitat del cual hablamos posibilita un abanico de horizontes frente a las cosas con las cuales trabajamos o sobre las que trabajamos: el celular, el correo electrónico, las tarjetas de crédito, los videojuegos, la cirugía plástica, el internet (Cepeda, 2004, p. 33), entre muchas otras. Esto es lo que se denomina cibercultura, una multiplicación de espacios que demarcan el surgimiento de un nuevo tipo de nómada, que se introduce en una nueva etapa en la autocreación de la especie humana, o mejor resumido como conjunto de los sistemas culturales surgidos en conjunción con las tecnologías digitales, tal como lo plantea Medina (citado en Lévy, 2007, p. VII), un mundo que se redimensiona conjuntamente con el crecimiento del ciberespacio. Por lo mismo, los estudios sobre la cibercultura deben atender en la actualidad al examen, la crítica y la reflexión sobre las diversas formas de mediación electrónica –tecnologías digitales de la información y la comunicación‒, que cambian la configuración de las relaciones sociales y las formas políticas de

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relacionarse, actuar y ser. A su vez, son las diversas formas de comunicarse, de generar comunidades, y la manera como estas se articulan en lo que los estudiosos han denominado la sociedad-red, una sociedad con la capacidad de romper el clásico paradigma de la comunicación emisor-receptor y de volcarse de forma natural a la concepción original de comunicación en que coexisten de forma paralela: la comunidad, la comunión y el diálogo, con posibilidades ilimitadas de lenguaje, de representación, de comunicación y de interrelación. Las afinidades, los intereses, las emotividades, entre otros factores, son la base sustancial para la incubación de este nuevo tipo de redes que, compartiendo conocimientos y afectos más allá de la lejanía espacial, establecen cercanías en su participación, aporte y afinidad estructural. Paulatinamente, aunque con mayor velocidad en la actualidad, los seres humanos vamos acudiendo al auge y a la materialización de dicha cultura, en donde hemos de compartir tanto con máquinas, como con otras personas, en un proceso de endoculturación en el que confluyen diversos conocimientos, tiempos, espacios y modos de vida. Dicha endoculturación que se vivencia en el ciberespacio se abstrae de los espacios y lugares específicos, haciendo que los seres humanos se re-creen en un nuevo espacio donde confluyen todos, donde se presentan nuevos modos en el proceso de aprendizaje y en el lenguaje como tal y la simbología que este conlleva, entendido en un sentido más antropológico desde dos órdenes: a) inteligencia artificial, en particular las TIC, y b) la biotecnología, que se relaciona especialmente con las construcciones y reconstrucciones culturales en las que las nuevas tecnologías están basadas y a las que a su vez ayudan a tomar forma (Escobar, 2005, p. 15-18). Entendido así, actualmente no solo se está hablando de la tecnología con miras al descubrimiento del microcosmos –microfísica‒ o del macrocosmos –astrofísica‒, ya sea en la genética –porque ya es posible manipular genéticamente diversas especies‒ o en los viajes para reconocer la posibilidad de vida en otros planetas, sino que además este es el momento propicio para hacer que aterrice de igual forma, en nuestro cuerpo, la tecnología. Otrora, la tecnología tenía por objeto primordial cuidar el cuerpo humano del exterior, hacer explosión. Actualmente, asistimos a la implosión de esa máquina que es el cuerpo humano; estamos acudiendo, sin más, a la mutación de la especie humana, como base de la evolución, una evolución “prótesis”, en términos de Virilio (1996, p. 126), que debe entenderse no como una “raza superior”, aunque realmente ello pueda darse, sino como una raza mejor equipada, proceso que el mismo Virilio denominó endocolonización (Sibilia, 2009, p 12), que se podría traducir como la conquista tecnocientífica del interior del organismo humano. Se evidencian al respecto dos fenómenos. Por un lado, las presiones dirigidas por el medio natural –la biosfera‒, que según Darwin (1859), conducirían a la selección natural; y por el otro, se ejercen igualmente presiones por el medio 72

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artificial –la tecnosfera‒, o como lo ratificó el filósofo español Fernando Savater (1999): somos artificiales por naturaleza. Así las cosas, presentado como se ha expuesto en líneas anteriores, ¿no hemos pasado así de una selección natural a una acelerada evolución en la llamada selección artificial? O mejor aún, ¿desde qué momento hemos dejado de pensar que lo más natural al ser humano sea precisamente la capacidad de generación de un mundo artificial?, ¿acaso no es eso mismo lo que conocemos como cultura? Estamos acudiendo al remplazo del cuerpo físico por uno metafísico o virtual aun cuando no lo hayamos pensado, porque nuestra relación con la máquina se hace cada vez más cercana, más natural. Así lo presentan películas como Matrix, Gataca y Equilibrium, o la reciente serie digital de la Warner Bros titulada H+, en la que se muestra la dicotomía entre lo real y la simulación. ¿No será, quizá, que este tipo de muestras cinematográficas y televisivas son un adelanto de la génesis de un nuevo tipo de hombre y el éxodo de aquel proyectado por Darwin (1859), o por lo menos un adelanto a lo que él había pensado? ¿Por qué esperar a la biología si tenemos a la tecnología que nos proporciona unos cambios inmediatos? Tal parece que se nos muestra una transición que posiblemente hasta ahora está dando visos de desarrollo ultramundanos, y ante lo cual el ser humano está rindiendo un cuasiculto religioso a la expropiación de lo natural, que le proporciona cabida al hombre sobreexcitado, un hombre modular y compacto. Lévy (1999, p. 131) lo evidencia cuando plantea cómo del superhombre evolucionista del siglo pasado al hombre sobrexcitado y posevolucionista del siglo que viene no había que dar más que un paso, un paso más hacia las tinieblas de un oscurantismo poscientífico. En este sentido, podemos afirmar que se está viviendo un continuo escape de todo aquello que suene a realidad, y más aún si esta se encuentra en el momento, en el instante, pues aunque ello signifique vivir en él, estamos ingresando en un cibermundo, en otro estado. Es increíble la forma como la ciencia y la técnica han avanzado desde los primeros bosquejos presentados por el Renacimiento siglos atrás. Las ideas de Da Vinci, de Newton o de Galileo se están materializando en instrumentos de la cotidianidad. Con la digitalización de la imaginería cósmica plenamente realizada en el siglo que viene –esto lo decía el autor hace más de una década‒ por los especialistas en informática, los cibernautas podrán entonces, como simples telesespectadores, viajar desde su sillón, al descubrimiento de un universo de sustitución surgido de la energía de la información: ¡el big-bang, producto de los cálculos de un Edwin Hubble sobre la velocidad aparente de la expansión universal, cederá repentinamente su primacía científica a la velocidad de la expansión infinita de los cálculos de la computadora! (Virilio, 1996, p. 165)

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En tal sentido, se han venido desarrollando experimentos con algunos mamíferos: por medio de un casco electrónico es posible ver en un monitor de video lo que estos ven, y aunque la imagen en muchas ocasiones solo emite señales monocromáticas, es un hecho la posibilidad de transferir digitalmente imágenes del cerebro. Del mismo modo, una de las cuestiones que resulta más revolucionaria sería la posibilidad de transferir datos del cerebro a un computador o al ciberespacio, es decir, generar condiciones de subida de datos tal como es posible hacerlo con un periférico. La realidad virtual; el diagnóstico genético pre-implantacional; la ingeniería genética; los medicamentos que mejoran la memoria, la concentración, la vigilancia y el humor; drogas mejoradoras del rendimiento; cirugía estética; operaciones de cambio de sexo; prótesis; medicina anti-edad; interfaces humano-ordenador más cercanas: estas tecnologías están ya aquí o puede esperarse que lo estén en las próximas décadas. Conforme maduren, la combinación de estas capacidades tecnológicas podría transformar profundamente la condición humana. (Bostrom, 2005, p. 170)

En consonancia con lo anterior, una de las manifestaciones más reiteradas en relación con estas transformaciones son las del denominado transhumanismo democrático. Se considera que es un derecho fundamental de cada individuo poder controlar su propio cuerpo, más allá de sus condiciones sociopolíticas, culturales o económicas, lo que operaría como una especie de desarrollo o reprogramación (Sibilia 2009, p. 123) del ser humano en una versión 2.0, o lo que a manera de Kurzweil (2003) representa una ruptura en el tejido de la historia humana, que implicaría que el ser humano también entra en una situación de desactualización tanto en su software como en el hardware. Esto significa que a medida que pierde fuerza la vieja lógica mecánica (cerrada y geométrica, progresiva y analógica) de las sociedades disciplinarias, emergen nuevas modalidades digitales abiertas y fluidas, continuas y flexibles (Sibilia, 2009, p. 23). En pocas palabras, pasamos a un nuevo régimen de sociedad de control asociado al capitalismo, más concentrado en el consumidor que en el productor y en el que desde luego el consumidor pasa a ser un producto en venta; somos, en últimas, usuarios y consumidores al mismo tiempo. En la actualidad, nuestras relaciones están más abocadas al mercado que a la otrora idea propia de la consolidación y el vínculo con el Estado-nación, es decir, el concepto de ciudadano como lo conocíamos antes también se transfigura y se diluye más en términos de la asociación con el mercado.

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Hitos del transhumanismo: recuperación de una historia

De acuerdo con Bostrom (2011), podría referirse que es Giovanni Pico della Mirandola (2006) quien puede tener uno de los antecedentes más importantes del transhumanismo, cuando en 1486 y como un hito dentro del humanismo renacentista, proclama la Oración sobre la dignidad, que reza lo siguiente: ¿Quién, pues, no admirará al hombre? A ese hombre que no erradamente en los sagrados textos mosaicos y cristianos es designado ya con el nombre de «todo ser de carne», ya con el de «toda criatura», precisamente porque se forja, modela y transforma a sí mismo según el aspecto de todo ser y su ingenio según la naturaleza de toda criatura. Por esta razón el persa Euanthes, en ese pasaje donde expone la teología caldea, escribe: «el hombre no tiene una propia imagen nativa, sino muchas extrañas y adventicias». De aquí el dicho caldeo: «Enosh hu shinnujim vekammah tebhaoth baalhaj», esto es, «el hombre es animal de naturaleza varia, multiforme y cambiante».

Aunque si bien el pasaje que retoma Bostrom no es el mismo que acá recuperamos, no deja de causar admiración, por decir lo menos, la manera como Della Mirandola define para su época al hombre como un ser inacabado, incluso en constante reinvención. Otro de los personajes que nos encontramos en la historia es René Descartes, quien ha de definir que la mejora humana está enfocada como fruto de la ciencia, tal como lo describe en su obra de 1701 Regulae ad directionem ingenii (Reglas para la dirección del espíritu la mente). Todas las diversas ciencias no son otra cosa que la sabiduría humana, la cual permanece una e idéntica, aun cuando se aplique a objetos diversos, y no recibe de ellos más distinción que la que la luz del sol recibe de los diversos objetos que ilumina. A su tiempo, el Marqués de Condorcet (2004) postula que fue el primer pensador en hablar del empleo de la medicina para extender la esperanza de vida en Sketch for a historical picture of the progress of the human mind: ¿Sería absurdo en este punto imaginar que la mejora de la especie humana debe ser considerada como susceptible de progreso indefinido –ilimitado‒? ¿Qué tiempo vendrá cuando la muerte será solo el resultado de accidentes inusuales, o más lento y más lento el deterioro de las fuerzas vitales, e incluso que el intervalo promedio entre el nacimiento y este deterioro no tendrán límite asignable? Los seres humanos sin duda no se vuelven inmortales, pero ¿puede no haber un aumento indefinido en el intervalo entre el comienzo de la vida y el punto medio en el que la existencia se vuelve difícil para ellos, naturalmente, sin enfermedad o accidente?

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Ya que estamos hablando aquí de un progreso que se puede representar con precisión numérica o en forma de diagrama, este es el punto que deben explicar los dos posibles significados del término indefinido –ilimitado‒.

En este texto, ya ponía de manifiesto Marie-Jean-Antoine Nicolas de Caritat, más conocido como el Marqués de Condorcet, la idea de unas posibilidades ilimitadas para el ser humano, incluso transgrediendo los mismos límites de la vida y la inevitabilidad de la muerte, de la finitud de la vida. Para Benjamín Franklin (1956, citado por Bostrom, 2011, p. 160), se había convertido en un anhelo la idea de poder embalsamar cuerpos, cuestión que podríamos revisar si se podía presentar como un anticipo a los procesos de criogenia y criónica, que en la actualidad ya son una realidad, como los veremos más adelante. Me gustaría que fuera posible (…) inventar un método de embalsamar personas, de modo que pudieran ser devueltas a la vida en cualquier momento, sin importar la distancia; por tener un deseo muy ardiente de ver y observar el estado de América en cien años, debo preferir a una muerte ordinaria, el ser sumergido con unos pocos amigos en una barrica de Madeira hasta ese momento, ¡para ser devuelto a la vida por el calor solar de mi querido país! Pero (…) con toda probabilidad, vivimos en un siglo demasiado poco avanzado, y demasiado cercano a la infancia de la ciencia, para ver tal arte llevado a la perfección en nuestro tiempo.

Por su parte, el médico y filósofo francés Julien Offray de La Mettrie, afirmó, hacia 1747, que el hombre no es sino un animal o una colección de resortes que se impulsan unos a otros (Bostrom, 2011). ¿No sería lo propuesto por de La Mettrie una especie también de anticipo ante la misma propuesta de lo que en la actualidad conocemos como cíborg?, ¿una especie de hibridación de lo orgánico material representado en el hombre con aquello que está asociado a la naturaleza mecánica de la máquina? Para La Mettrie, en su obra Man a machine (1978), el hombre máquina es tomado en sentido literal, el hombre es un autómata, es una inteligencia artificial, un robot, como lo conocemos hoy; es más, en uno de los apartes de su texto afirma: “El hombre moderno es un monstruo, que como Frankenstein, tiene que ser enseñado como ser humano”. Dentro del recorrido que hace Bostrom (2011), hay también una alusión al filósofo alemán Immanuel Kant, quien en 1784, como respuesta a un debate de la época, publica ‒en el reconocido Berlinische Monatschrift‒ la respuesta a la pregunta: ¿qué es la Ilustración?, en la que define la Ilustración como “la salida del hombre de la minoría de edad causada por él mismo”, contraponiendo dos conceptos: 1) Unmündigkeit, que en alemán se asocia a la minoría de edad y a la dependencia, y 2) Mündigkeit, que se traduce como mayoría de edad, emancipación o autonomía, y que el filósofo relaciona estrechamente con el imperativo Sapere Aude, “atrévete a pensar por ti mismo”, “hacer uso público de la razón”. 76

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En los albores del siglo XX, J. B. S. Haldane, conocido como uno de los padres de la genética de poblaciones, publicó en 1923 Daedalus or science and the future, ensayo en el que argumentó las posibilidades que el hombre tenía al generar las condiciones para la manipulación de la genética y la ciencia en general. Para este apartado, recurriremos a un fragmento del ensayo de Haldane (1923) diferente al que ha apelado Bostrom (2011) por considerarlo más apropiado para la exposición: La invención biológica luego tiende a comenzar como una perversión y al final, como un ritual con el apoyo de creencias y prejuicios incuestionables. Incluso ahora, la limpieza quirúrgica está desarrollando sus ritos y sus dogmas, de los cuales, se puede notar, se aceptó la mayoría religiosamente por mujeres. Con estos hechos en sus mentes, les pido que disculpen lo que a primera vista podría parecer improbable o indecente de ninguna especulación, que aparecen a continuación, y para apartar de su mente la idea de que la biología consistirá simplemente en descubrimientos físicos y químicos que se aplican a hombres, animales y plantas.

Como se advirtió desde un comienzo, el término trasnhumanismo no es nuevo. El primero en usarlo fue el biólogo británico Julian Huxley, quien además de ser el primer director de la Unesco, escribió hacia 1927, en su obra Religion without revelation, lo siguiente: “Tal vez el transhumanismo servirá: el hombre permaneciendo hombre, pero trascendiéndose mediante la realización de nuevas posibilidades de y para su naturaleza humana” (Huxley, 1927, citado en Bostrom, 2011, p. 165). Huxley propuso el término transhumanismo para referirse a la perspectiva según la cual el ser humano debe mejorarse a sí mismo a través de la ciencia y la tecnología, ya sea desde el punto de vista genético o desde el punto de vista ambiental y social. La especie humana puede, si así quiere, trascenderse a sí misma, no solo enteramente, un individuo aquí de una manera, otro individuo allá de otra manera, sino también en su integridad, como humanidad. Necesitamos un nombre para esa nueva creencia. Quizá transhumanismo puede servir: el hombre sigue siendo hombre, pero trascendiéndose a sí mismo, realizando nuevas posibilidades de, y para, su naturaleza humana. (Huxley, 1927, citado en Bostrom, 2011).

Hacia 1950, en su artículo “Máquinas de computación e inteligencia”, Alan Turing, considerado por muchos como el padre de la computación y uno de los pioneros de la inteligencia artificial, ya se estaba peguntando en su tiempo si existía la posibilidad de que en algún momento las máquinas pensaran en el mismo modo general que los seres humanos. Al respecto, veamos un fragmento de este texto: Propongo considerar la pregunta, “¿Pueden pensar las máquinas?” Esto debe comenzar con las definiciones del significado de

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los términos “máquina” y “pensar”. Las definiciones pueden ser enmarcadas a fin de reflejar en lo posible el uso normal de las palabras, pero esta actitud es peligrosa, si el significado de la palabra “máquina” y “pensar” se pueden encontrar mediante el examen de la forma en que se utilizan habitualmente, es difícil escapar a la conclusión de que el sentido y la respuesta a la pregunta: “¿Pueden pensar las máquinas?” ha de buscarse en una encuesta estadística como una encuesta de Gallup. Pero esto es absurdo.

La idea de Turing, a partir del denominado test de Turing, se basa en la idea de que si una máquina se comporta en todos los aspectos como inteligente, entonces la respuesta es que sí es inteligente. La prueba consiste en descubrir, por medio de una entrevista a un computador y a un humano, cuál es el humano y cuál es el computador, en el caso de que el entrevistador no pueda identificar al computador, el computador gana. Por supuesto, históricamente la emulación de la inteligencia humana en su totalidad no ha sido posible y, de hecho, hasta el momento ninguna máquina ha logrado pasar una prueba con el examen del método científico, cuestión que no significa que la inteligencia artificial a nivel humano no pueda darse en un futuro cercano. De otro lado, ocho años después de la publicación del artículo de Turing, Stanislaw Ulam (1958, citado en Bostrom, 2011) se refirió a un encuentro que tuvo con su colega John von Neumann de la siguiente manera: una conversación se centró en el siempre acelerado progreso de la tecnología y los cambios en el modo de vida humana, que da la impresión de aproximarse a una singularidad esencial en la historia de la raza más allá de la cual los asuntos humanos, tal como los conocemos, no podrían continuar. Los avances en ciencia y tecnología devienen cada vez más acelerados, y de la mano de la demanda del mercado esto se marca cada día más. Prueba de ello es la llamada Ley de Moore, según la cual el poder de computación se dobla en periodos que van de dieciocho meses a dos años, fenómeno que es aún más rápido en nuestros días y que viene acompañado de muchos de los artefactos que nos bombardean cotidianamente y que se relacionan de manera estrecha con la llamada “obsolescencia percibida”. En paralelo, en Speculations concerning the first ultraintelligent machine (1963), el matemático y estadístico británico Irving John Good, quien colaboraría de la mano de Turing (Universidad de Manchester) en el desarrollo de supercomputadores, postuló la hipótesis de la singularidad tecnológica, según la cual llegará el momento en el que el hombre genere una supercomputadora capaz de sobrepasar en inteligencia y capacidad a los seres humanos. Good señaló lo siguiente: Mi creencia es que la primera máquina ultrainteligente tiene más probabilidades de incorporar un gran circuito neuronal artificial, y que su comportamiento será en parte explicable en términos de 78

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la teoría de subconjunto. Todas las máquinas posteriores serán diseñadas por máquinas ultrainteligentes, y ¿quién soy yo para adivinar qué principios la van a diseñar? Pero, probablemente, el hombre va a construir el deus ex machina en su propia imagen.

Incluso, más adelante en el mismo texto, Good indica que este tipo de invento será la última gran invención humana, cuestión que está relacionada con la ciencia ficción y pocas veces sale de ella, “pero a veces vale la pena tomar en serio la ciencia ficción”, añade. Si se quiere ahondar más en el fenómeno de la singularidad tecnológica, no es posible dejar de lado al escritor Vernor Vinge (1993, citado en Bostrom, 2011), quien de manera análoga afirma que llegará el momento cuando el progreso de la tecnología se precipitará por el desarrollo mismo de una inteligencia suprahumana, de tal forma que para los humanos que hoy poblamos la Tierra sería difícil comprender y entender. Al igual que I. J. Good (1963) piensa que la era de los humanos llegará con la creación de una máquina capaz de superar la inteligencia humana, en ese momento la era del hombre terminará, una visión no muy lejana de lo que hemos señalado en algunas películas de ciencia ficción y de lo que nos presentan ciertas realidades no muy lejanas a nuestro tiempo. Para Marvin Lee Minsky, uno de los fundadores del Laboratorio de Inteligencia Artificial del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) y pionero de las ciencias de la computación y de múltiples aportes a la psicología cognitiva, las matemáticas, la lingüística computacional, la robótica y la óptica, la definición del ser humano no se hace a partir de lo corpóreo, sino a través de la mente. Dicho de otro modo, existe una importante consideración de relevancia de la mente en relación con el cuerpo, incluso el cuerpo es pensado como una limitación para las infinitas posibilidades de la mente, y la mente sería inmortal si se pudiera generar una hibridación de esta con el software. Minsky también es conocido por sus aportes al desarrollo del primer simulador de redes neuronales artificiales y por establecer relaciones entre la inteligencia humana y la computacional. Continuando con el tema de la robótica, nos encontramos con Hans Movarec, considerado como uno de los más importantes investigadores en el campo de la robótica y la inteligencia artificial, pero sobre todo es uno de los que más impacto ha tenido en la difusión de diversas técnicas de visión artificial desde una perspectiva transhumanista. En la actualidad, es jefe científico de Seegrid Corporation, que se encarga del diseño y la fabricación de robots guiados visualmente. Desde muy niño, Movarec se preocupó por el desarrollo de máquinas pensantes, razón que lo motivó a construir su primer robot a partir de latas, baterías y luces. Posterior a esto, fabricó diferentes tipos de robots que le llevaron, entre otras cosas, a ganar varios premios de robótica, a obtener el título de doctor en la Universidad de Stanford en 1980, y años después, a titularse en desarrollo de redes de ocupación en 3D. Movarec se suma, junto con Raymond Kurzweil, a

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un grupo de científicos que se mueven entre el desarrollo técnico y diversas especulaciones futuristas desde una perspectiva trashumanista, a partir de la idea de que es posible que la mente pueda sobrevivir sin un soporte como el cerebro. Raymond Kurzweil, quien además desde el 2012 es el director de Ingeniería de Google, afirma que la evolución tecnológica pronto será tan rápida y profunda que representará “una ruptura en el tejido de la historia humana” (Sibilia, 2009, p. 123). Kurzweil también aporta al concepto de singularidad, el cual se encontraría en hacer desaparecer la línea que separa a los humanos y a los dispositivos informáticos, en tanto que el cerebro dejará de tener un límite establecido por la naturaleza (Sibilia, 2009, p. 123). Al igual que Movarec, la preocupación de Kurzweil por el futuro empezó cuando era niño, pero fue solo en la edad adulta cuando seriamente abordó algunas cuestiones relacionadas con esto. A partir de ciertas reflexiones como inventor, pudo comprender que algunos artefactos deben darse a luz en momentos específicos, tratando de hacer coincidir su funcionalidad con necesidades del consumidor. Esto le permitió proponer un método de predicción en torno al desarrollo tecnológico, a partir de lo cual y haciendo un símil de la Ley de Moore, se percató de que la tasa de innovación tecnológica no se desarrolla linealmente, sino exponencialmente, idea a cual llamó Kurzweil “ley de rendimientos acelerados”. De igual modo a lo propuesto por Aubrey de Grey, Kurzweil afirma que hacia el 2050 la tecnología llegará a tal punto que la medicina será capaz de aumentar la esperanza de vida, y los procesos de envejecimiento serán cada vez más lentos y con el tiempo desaparecerán, posibilidad que será una realidad gracias a la nanotecnología. En el 2009, Kurzweil, Google y la NASA fundaron la Universidad de la Singularidad, con el objetivo principal de generar posibilidades cada vez mayores de simbiosis entre seres humanos y máquinas. De una visión que osciló entre el optimismo y lo que Kurzweil llamó “nostalgia profunda del futuro”, no podríamos dejar pasar de largo a FM-2030, aunque ya nos hayamos referido a él en los albores y génesis del movimiento y en la caracterización del transhumanismo; así que nos detendremos un poco más en él, porque representa para muchos la primera semilla de la organización y concepción del transhumanismo. FM-2030 nació en Bélgica en 1930, aunque gran parte de su vida transcurrió en diversidad de países como India, Irán, Afganistán, Reino Unido, Israel y Estados Unidos, debido a que su padre era un diplomático iraní. Terminó sus estudios en la Universidad de California (Estados Unidos) en los años cincuenta y por entonces quiso emular el trabajo de su padre, por lo que trabajó durante algún tiempo en la Comisión de Conciliación de las Naciones Unidas para Palestina, pero luego se trasladó a Nueva York, en donde empezaría su afición como escritor. Hacia 1957, en un artículo de The New York Times Magazine, se definió a sí mismo como “un iraní que ahora vive en los Estados Unidos, y un escritor independiente 80

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que se especializa en el estudio de los problemas sociales bajo el mundo las sociedades desarrolladas”. Aunque a finales de los años cincuenta y durante los sesenta FM-2030 se dedicaría a la escritura de novelas de ficción y a la redacción de artículos en diferentes revistas y periódicos, en los años setenta concentró sus esfuerzos en convertirse en un intelectual público, que argumentaba que en ningún momento en el pasado era el mundo de alguna manera mejor de lo que es hoy, al tiempo que consideraba que su mensaje estaba pensado para las sociedades subdesarrolladas, incluida Irán, por la que siempre tuvo nostalgia. Posiblemente, uno de sus aportes más importantes, en términos de una lectura optimista de la tecnología, fue su proclamación de la primera Edad del Optimismo, en la que declaró: 1) la universalización de la abundancia gracias a la tecnología, 2) la desaparición de las naciones y el desplazamiento de las identidades desde lo cultural a lo personal, y 3) una ciudadanía de alcance global. En 1973, FM-2030 escribió su manifiesto futurista “Up Wingers”, a partir del cual se formó el grupo conocido como los ascensionistas. Para él, una de las añoranzas más esperanzadoras estaba en todos los resultados de la revolución tecnológica: 1) una autoridad descentralizada, 2) una democracia posburocrática, 3) el desarrollo de la ingeniería genética, 4) la telemedicina, 5) las telecompras. De otro lado, existirían cambios a nivel social, se diluiría el núcleo familiar y se sustituiría por comunidades de niños que crecen sin apegos; así mismo, en las fábricas los robots permitirían más tiempo para el ocio, mientras los seres humanos emprenderían viajes por la colonización de otros planetas, y con el tiempo, se podrían crear condiciones en las que la vida sería más larga, incluso imperecedera. Algunas de las respuestas que recurrentemente daba FM-2030 a los medios de comunicación y en las que evidenciaba el optimismo tecnológico que siempre lo caracterizó, se encuentran en algunos de sus cuadernos: P: ¿Qué significan las siglas FM? R: No he decidido todavía. Digamos que es sinónimo de optimismo e inmortalidad. P: ¿Cuántos años tienes? R: Cronológicamente, en los años 50. Biológicamente, en los 30. Psicológicamente, sin edad. P: ¿Estás huyendo de algo? R: Sí, estoy corriendo lejos de la obsolescencia. P: ¿De dónde eres? R: Yo soy del futuro.

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No es fácil referirse a FM-2030 sin hablar de Natasha Vita-More (Nancie Clark), compañera de varios proyectos y artista futurista con la que trabajó, y con quien conjuntamente abordaría temas como la destrucción de las limitaciones humanas en tránsito hacia algo mucho mejor: el transhumanismo. Vita-More es conocida por haber promulgado en 1982 el “Manifiesto Transhumano” y la “Declaración de las Artes Transhumanistas”, ha trabajado desde sus inicios en lo que ella ha denominado una expansión sin límites, entre otras declaraciones que pueden ser revisadas en su página web: http://www.natasha.cc/ Desde hace más de dos décadas, esta transhumanista ha tratado de concebir un pensamiento que se establece a través de las coordenadas del diseño, la ciencia y la tecnología, en las que ha buscado, como otros sucesores y contemporáneos, el mejoramiento de la vida y su extensión radical hacia la generación de nuevos modelos de desarrollo que incluyen, además, opciones políticas y sociales basadas en la descentralización del poder y de la responsabilidad (Bostrom, 2011, p. 173). Vita-More es quizá una de las autoras más recurrentes a la hora de buscar las fuentes y las reflexiones más actuales sobre el transhumanismo. De hecho, como lo comenta el mismo Nick Bostrom (2011), ella crea su propia marca de transhumanismo, a la cual llama extropianismo, término que es acuñado a partir extropia, que es definida como la medida de la inteligencia de un sistema de vida o de una organización y es contrapuesto a la entropía. El extropianismo es también conocido como filosofía de la extropía, una filosofía que basa sus valores en la modificación de la mente y el cuerpo, algo que no está incluso muy lejos de lo que han propuesto científicos como el mismo Stephen Hawking: “En cierto sentido, la raza humana necesita mejorar sus cualidades físicas y mentales” (Sibilia, 2009, p. 137). De este modo, las preguntas del extropianismo serían: ¿para qué esperar a la biología cuando tenemos a la tecnología? y ¿por qué no generar condiciones de autodeterminación humana y de mejoramiento de nuestras propias condiciones de vida, cuando tenemos todas las posibilidades a la mano? Hacia 1988 y con el libro Los principios de la extropía, el también futurólogo y filósofo Max More (2003, citado en Bostrom, 2005) sienta nuevas bases para la reconfiguración del transhumanismo, ejercicio que daría como resultado, en 1990, la fundación del Instituto Extropiano (Extropy Institute), la primera organización dedicada al desarrollo y a la divulgación del pensamiento transhumanista (1990-2006), de la que además Natasha Vita-More fue presidenta en su última etapa. Su cierre se daría 17 años después, con la declaración de que esencialmente había cumplido con su propósito. De acuerdo con la versión 3.0 de Los principios de la extropia (que pueden ser consultados en su totalidad en http://www.transhumanismo.org): Estos principios no se presentan como verdades absolutas o valores universales. Los Principios codifican y expresan aquellas actitudes 82

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y planteamientos afirmados por aquellos que se denominan a sí mismos “extropianos”. El pensamiento extropiano ofrece una estructura básica para pensar sobre la condición humana. Este documento, de forma deliberada, no expone creencias, tecnologías o conclusiones particulares. Estos Principios simplemente definen un marco de desarrollo para planteamientos de vida de forma racional y efectiva sin el estorbo de dogmas que no se sostienen frente a la crítica científica o filosófica. Como los humanistas, afirmamos una visión de la vida reforzada y racional, pero tratando de evitar creencias dogmáticas de cualquier clase. La filosofía extropiana expresa una visión de la vida inspiradora y edificante, mientras permanece abierta a la revisión con arreglo a la ciencia, la razón y la búsqueda ilimitada en pos de la perfección.

Casi una década después de la fundación del Instituto Extropiano y bajo la dirección de Nick Bostrom y David Pierce, en 1998, nace la Asociación Mundial Transhumanista (WTA - World Transhumanist Association), la segunda en su género después del instituto creado por Max More. En el mismo año de la creación de la WTA, Nick Bostrom y otros colegas redactaron la “Declaración Transhumanista”, un documento que se convirtió desde entonces en “el acta de nacimiento” de la asociación y que ha sido modificado hasta su última versión en el 2009 (esta puede ser leída en: http://humanityplus.org/philosophy/ transhumanist-declaration/) De acuerdo con información de la misma página web de la organización, la “Declaración Transhumanista” obedece a un esfuerzo conjunto de diversos intelectuales, entre los que se cuenta a científicos, filósofos y artistas. Algunos de ellos son: Doug Baily, Anders Sandberg, Gustavo Alves, Max More, Holger Wagner, Natasha Vita-More, Eugene Leitl, David Pearce, Bill Fantegrossi, den Otter, Ralf Fletcher, Kathryn Aegis, Tom Morrow, Alexander Chislenko, Lee Daniel Crocker, Darren Reynolds, Keith Elis, Thom Quinn, Mikhail Sverdlov, Arjen Kamphuis, Shane Spaulding y Nick Bostrom, todos ellos declarados transhumanistas. La “Declaración Transhumanista” recoge todos y cada uno los preceptos que sintetizan el pensamiento transhumanista actual: Humanity+ está dedicada a elevar la condición humana. Nuestro objetivo es influir profundamente en una nueva generación de pensadores que se atreven a imaginar los próximos pasos de la humanidad. Nuestros programas combinan una visión única de los desarrollos de las tecnologías emergentes y especulativas que se centran en el bienestar de nuestra especie y en los cambios en que estamos y se enfrentan. Nuestros programas están diseñados para producir resultados que pueden ser útiles para las personas y las instituciones.7 7

Tomado de: (http://humanityplus.org/about/)

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Aunque en principio el Instituto Extropiano y la Asociación Mundial Trans­ humanista diferían en relación con las consideraciones de esta última de que el impacto tecnológico en las sociedades debe prestar más atención a las cuestiones propiamente sociales que a las técnicas, les llevó tiempo a los extropianos ‒luego del cierre del Instituto Extropiano‒ adherir muchas de sus ideas a la filosofía del transhumanismo delineado por la WTA, la cual desde el 2006 se ha convertido en la principal organización y referencia para el transhumanismo, que desde sus orígenes aboga por el uso ético de la tecnología para ampliar las capacidades humanas.

Para concluir: críticas al transhumanismo Muchas de las críticas que recaen sobre el transhumanismo pueden ser ubicadas fácilmente en las tensiones que se han dado entre los llamados tecnófilos y los tecnófobos; cuestiones que, de hecho, incluyen posturas que van desde la ética hasta la política, desde el empleo racional de la ciencia y la técnica hasta cuestionamientos de índole religioso y trascendental. En el 2004, Francis Fukuyama publicó un artículo en Foreign Policy, el que afirmaba lo siguiente: Desde hace varias décadas, un extraño movimiento de liberación ha crecido en el mundo desarrollado. Sus cruzados apuntan mucho más alto que los activistas de derechos civiles, feministas o defensores de derechos de los homosexuales. Ellos no quieren nada menos que liberar a la raza humana de sus limitaciones biológicas. Como los “transhumanistas” lo ven, los humanos deben arrebatar su destino biológico del proceso ciego de la evolución de la variación aleatoria y la adaptación, y pasar a la siguiente etapa como especie.

Luego de que Foreign Policy, hiciera una encuesta a diversas personalidades alrededor del mundo sobre las ideas que consideraban más peligrosas, Fukuyama afirmó que esa idea era precisamente el transhumanismo; desde entonces, se convirtió públicamente en uno de los más acérrimos detractores de este movimiento. Gran parte de la crítica de Fukuyama se establece a partir de dos consideraciones: la igualdad y la esencia: Detrás de esta idea de la igualdad de derechos está la creencia de que todos poseemos una esencia humana que empequeñece las diferencias que se manifiestan en el color de la piel, la belleza e incluso la inteligencia. Esta esencia es vista por los individuos como un valor inherente y está en el corazón del liberalismo político. Pero la modificación de esa esencia es el núcleo del proyecto transhumanista. Si nosotros mismos nos empezamos a transformar en 84

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algo superior, ¿qué derechos reclamarán estas criaturas mejoradas y qué derechos van a poseer, en comparación con los que se quedan? Si algunos se mueven por delante, ¿alguien puede permitirse el lujo de no seguir?

Por tanto, la crítica de Fukuyama se instala en el mismo corazón de lo que busca el transhumanismo: la transformación de la esencia humana, por lo que podría pensarse que el ser humano pasaría de ser un fin en sí mismo a tener un uso, sería un medio, y en lugar de tener dignidad, tendría un valor como cualquier otra cosa en el mercado. La esencia a la que se refiere Fukuyama está dada no en los factores culturales, dentro de los cuales también se generarían profundas transformaciones con los acelerados cambios en la ciencia y la técnica transhumanistas, sino en factores intrínsecos al ser humano, relacionados estrechamente con su parte biológica y los cuales hacen a la especie humana lo que es hoy y gran parte de lo que ha sido a lo largo de su evolución. Los factores ambientales y culturales no serían sine qua non factores esenciales al ser humano, sino más bien serían accesorios dentro del desarrollo de su esencia. El transhumanismo, desde la propuesta de Fukuyama, atacaría las raíces mismas de la naturaleza humana, incluso al desafiar la igualdad de los derechos, en el entendido de que el grueso de la población mundial estaría al margen del desarrollo transhumanista, pensamiento que es defendido dentro de los valores de los llamados bioconservadores y los conservadores culturales. Desde otra orilla, Leon Kass (1997, citado en Bostrom, 2011, p. 184), basado en la denominada heurística del miedo de Hans Jonas, afirma que la modificación tecnológica acabaría por deshumanizarnos, a fuerza de minar sentidos tradicionales, como el sentido del ciclo vital, o el sentido del sexo, o el sentido del trabajo. Lo expuesto por Kass (1997) está ligado a lo que llama la sabiduría de la repugnancia, una especie de intuición o de sentido que está instalado en nuestra naturaleza y que nos permite identificar aquello que es necesario rechazar y funciona a manera de intuición para repeler aquello que está en contra de nuestra naturaleza. Si bien es cierto que los bioconservadores y los transhumanistas coinciden en que a través de la tecnología es posible cambiar las condiciones humanas, los bioconservadores mantienen su oposición en torno a la mejora de las capacidades humanas o a la modificación de la naturaleza humana, dado que apelan es al reconocimiento, como lo hace Fukuyama, de la dignidad humana, aun cuando los mismos transhumanistas hayan desarrollado importantes esfuerzos por explicar que no se trata solo de hacer uso de la tecnología sin más, sino también de hacer un empleo racional, pero además razonable, de la ciencia y la técnica. De otro lado, aparte de las críticas de los bioconservadores, también hay críticas por parte de diversos grupos ecologistas que aseguran que el problema

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no solo se enfoca en las mejoras intrínsecas al ser humano, sino a su vez en el uso de diversas tecnologías para modificar las condiciones propias del medio ambiente y del planeta. Al mismo tiempo, grupos religiosos arguyen que los transhumanistas quieren desarrollar condiciones para “jugar a ser Dios”, no satisfechos con las condiciones que evolutivamente les han acompañado, sino que además están empeñados en crear vida de la nada, porque hasta el momento, aunque se haya logrado hacerlo, la vida que ha creado el ser humano es un tipo de vida que se da gracias a la síntesis de organismos ya existentes. Es más, algunos han llegado a sugerir que el uso de tecnologías con el objetivo de cambiar las condiciones humanas sea social y penalmente legalizado como un crimen contra la humanidad (Annas, Andrews e Isasi, 2002) Algunas visiones futuristas ya han sido presentadas en novelas y películas, en las que incluso los seres modificados genéticamente son superiores a los seres humanos normales o no evolucionados tecnológicamente, y en cuyas escenas se muestra además una supresión de las emociones, los sentimientos y los lazos familiares, sociales y colectivos. Debido a esto, se aboga por la creación de unas condiciones en torno a las cuales no solo sea posible controlar la libertad de elecciones que involucren la modificación o la programación de seres humanos, sino que además sea plausible que de llegarlo a hacer se definan medidas de contención que permitan tomar consciencia en torno a qué clase de programaciones deseamos para nosotros, tal como el mismo Nick Bostrom lo ha propuesto. En este sentido, parece sugerente poder finalizar con la pregunta por el misterio de la vida; si todo lo puede la tecnología, ¿será ella también ahora la portadora del misterio, ese que nos permite el permanente movimiento natural y cultural que nos mantiene vivos más allá de lo biológico?

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ISSN: 0120-8454

Vol. 46 / No. 84

Bogotá, ene.-jun. / 2014

pp 89-104.

Pensamiento prospectivo: visión sistémica de la construcción del futuro 1Carlos Mera Rodríguez* Recibido: 16 de agosto de 2013 – Aprobado: 30 de enero de 2014

Resumen En un mundo globalizado y complejo como el de hoy, se hace necesario que las personas, las organizaciones, las redes y los sistemas en general conozcan y utilicen una herramienta vital para la construcción del futuro: el pensamiento prospectivo y la prospectiva estratégica. En este documento, pretendemos conocer los antecedentes y las diferentes conceptualizaciones de la prospectiva, y sus aplicaciones en los diferentes ámbitos; por último, se presenta uno de los modelos y las metodologías utilizados actualmente en el desarrollo de ejercicios prospectivos. Palabras clave: prospectiva, estrategia, futuro, modelo prospectivo.

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Economista con énfasis en Finanzas de la Universidad Piloto de Colombia, Magíster en Educación de la Pontificia Universidad Javeriana. Docente de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD. Dirección postal: Calle 14 Sur No. 14-23, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: carlos.mera@unad.edu.co.

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Prospective Thinking: systemic view of the construction of the future 2Carlos Mera Rodríguez*

Abstract In today’s globalized and complex world it is necessary that people, organizations networks and systems in general know and use a vital tool for the construction of the future: the prospective thinking and the prospective strategy. In this document we pretend to know the background, the different conceptualizations of the prospective, its applications in the different areas and finally one of the models and methodologies used at present in the development of training prospective are presented. Keywords: Prospective, strategy, future, prospective model.

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Economist with emphasis in Finance from the Universidad Piloto de Colombia, Master in Education at the Pontificia Universidad Javeriana. Professor at the Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD. Address: Calle 14 Sur No. 14-23, Bogota, Colombia. Email: carlos.mera@unad.edu.co.

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Une pensée prospective : une vision systémique de la construction de l’avenir 3Carlos Mera Rodríguez*

Résumé Dans un monde globalisé et complexe comme celui d’aujourd’hui, il devient nécessaire que les personnes, des organisations, des réseaux et des systèmes en général connaissent et ils utilisent un outil vital pour la construction de l’avenir : la pensée prospective et la prospective stratégique. On essaie dans ce document de connaître les antécédents, les différents conceptualisations de la prospective, les applications de celle-ci sur les différents domaines. Finalement on présente l’un des modèles et des méthodologies utilisées actuellement dans le développement d’exercices prospectifs. Mots Clés: Prospective, stratégie, l’avenir, modèle prospectif.

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Économiste en mettant l’accent en finance de l’Universidad Piloto de Colombia, magister en éducation à la Pontificia Universidad Javeriana. Professeur à l’Universidad Nacional Abierta y a Distancia - UNAD. Adresse: Calle 14 No. 14-23 Sur, Bogotá, Colombia. Email: carlos.mera@unad.edu.co.

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Introducción El objetivo de este artículo es profundizar en los antecedentes, los conceptos, los objetivos, las características, la aplicación y el modelo de la prospectiva estratégica en la administración de las organizaciones, en la importancia del pensamiento prospectivo y la prospectiva, y en por qué la prospectiva estratégica es necesaria para la construcción del futuro, teniendo en cuenta las diferentes corrientes, escuelas y enfoques prospectivos. De igual forma, se presentan las diferentes aplicaciones y el modelo avanzado de prospectiva estratégica, adaptado al contexto colombiano y latinoamericano por Mojica (2008), y cada una de sus etapas: 1) Revisión de las fuentes secundarias y elaboración del estado del arte relacionado con el objeto de estudio; 2) Información de las fuentes primarias a través de una encuesta a expertos Delphi; 3) Identificar los factores de cambio con la ayuda de la matriz de cambio de Michel Godet; 4) Seleccionar las variables estratégicas utilizando el método Micmac o de análisis estructural; 6) Juego de actores; 7) Construir los escenarios posibles, probables, alternos y los “escenarios apuesta”; la herramienta seleccionada para esta construcción fueron los ejes de Peter Schwartz; 8) Diseñar estrategias pertinentes para lograr el “escenario apuesta”, y mostrar así la importancia de las variables claves o estratégicas de las divergencias y convergencias entre actores en la construcción de los diferentes escenarios y el diseño del plan estratégico prospectivo.

Antecedentes de la prospectiva Como antecedentes relevantes en el contexto nacional e internacional, se observa que después de la Segunda Guerra Mundial, se dio el surgimiento de los estudios del futuro como disciplina. Entre los años cuarenta y cincuenta, se plantearon inquietudes fundamentales que pueden ser enmarcadas del siguiente modo: En Estados Unidos, los estudios del futuro denominados forecasting y la futurología en ciencias técnicas y naturales, así como la futurología en ciencias sociales y humanas, surgieron con el fin de desarrollar la tecnología, básicamente, para ganar la Guerra Fría. Por esta razón, los primeros métodos y las grandes aplicaciones fueron impulsados por el Gobierno y estuvieron al servicio de la industria militar. Por su parte, en Europa las preguntas eran: cómo hacer para construir el futuro colectivo de manera que no se volviera a caer en el error y cómo hacer para educar a las futuras generaciones de modo que una minoría no se impusiera ‒como lo hicieron el nazismo o el fascismo‒, restringiendo la libertad y las alternativas de futuro de las comunidades. La primera y más conocida de las aplicaciones de la prospectiva es la de la prospectiva estratégica, liderada por Michel Godet (2010) y otros autores. Esta se relaciona con la estrategia de empresa, basada más en los métodos formales 92

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y cuantitativos que en los informales y cualitativos; su principal fortaleza es el desarrollo de herramientas informáticas sin que esto afecte un pensamiento proactivo. La segunda aplicación es la previsión humana y social (forecast), que se enfatiza en la recuperación de la tradición humanista de la primera aplicación de la prospectiva, y desarrolla áreas y temáticas de carácter ético-cultural. Fue liderada por Eleonora Masini y un grupo de futuristas provenientes de diversos países en vías de desarrollo. Las dos aplicaciones iniciales coinciden en la crítica del forecasting y de la futurología estadounidense. Esto ha sido analizado en la obra del primer libro de Godet (1977): Crisis de la previsión, ascenso de la prospectiva. De igual modo, existen otras personalidades que han tenido mayor relevancia en el desarrollo de la prospectiva, como el alemán Ossip Flechteim, y los franceses Gastón Berger (1957) y Bertrand de Jouvenel (1967). Los primeros estudios en prospectiva se dieron en Estados Unidos y Francia, luego siguieron en Japón, Alemania, Holanda, Reino Unido, España, Austria, Corea del Sur, Irlanda, Australia, Brasil y Hungría. En la actualidad, Japón sigue haciendo ejercicios de prospectiva tecnológica cada cinco años, y Holanda, que tiene también una larga tradición en la práctica de la prospectiva tecnológica a nivel sectorial, institucional o empresarial, lo hace de manera descentralizada. En el resto de los países, como en América Latina (Argentina, Brasil, Colombia, Cuba y México), se trata de una práctica que puede decirse que comienza en los años noventa, aunque con antecedentes en la década de los setenta. En los años ochenta, el profesor Michel Godet comenzó a visibilizar la prospectiva a través de ejercicios prospectivos académicos y con múltiples empresas, y en los años noventa, creó el LIPSOR (Laboratorio de Investigación Prospectiva y Estratégica de las Organizaciones) en el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios (CNAM), lo cual tenía como objetivo formar en el campo de la prospectiva a profesionales que apoyaran la construcción del futuro a través de la prospectiva de empresas privadas y públicas. En España y en el País Vasco, existe un equipo experto en prospectiva y planificación estratégica, que trabaja para ayudar a construir el futuro de organizaciones, territorios y empresas. Igualmente, en Barcelona hay un grupo fuertemente orientado a estudios territoriales de prospectiva tecnológica, que trabaja por intermedio de Prospektiker (Instituto Europeo de Prospectiva y Estrategia), desarrollando investigaciones como “De la anticipación a la acción a través de la apropiación”. En América Latina, a partir de los años noventa, hay que destacar los trabajos llevados a cabo por Javier Medina Vásquez y Francisco José Mojica en Colombia, por Axel Didriksson y Guillermina Baena Paz en México, por Jorge Bernstein en Argentina, y en Cuba por Alfredo González, María de los Ángeles Montaneé

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Domingo, Norma Oñate Martínez, Erwin Aguirre de Lázaro, Jacinto Duvergel, Julio Capote, Carlos Pleyán García, Lázaro Ramos Morales, Pedro Álvarez Medero, entre otros. Hay que destacar el esfuerzo en la creación consciente de los laboratorios prospectivos para el trabajo exitoso de la vigilancia prospectiva en diferentes países, aunque aún no se han hecho parte natural ni se han institucionalizado como elementos de control y creatividad en el interior de las redes sociales a nivel local, sectorial e institucional. Debido a lo anterior, los estudios del futuro sobre el individuo, la sociedad, la economía, la política, la tecnología y el medio ambiente imponen tres posiciones: la primera es proyectar el futuro a partir de experiencias pasadas; la segunda es un enfoque proactivo, es decir, construir el futuro deseado, mirar el presente desde el futuro; la tercera es combinar las dos posiciones anteriores, que es lo más común. Sin embargo, este futuro es la abstracción de las variables del tema de estudio con las interacciones entre ellas, los actores asociados encargados de los procesos de este sistema y sus interacciones, las hipótesis emanadas de la situación específica, y el despliegue de los escenarios posibles y la definición de políticas, estrategias y acciones bajo el principio de optimalidad de Bellman (Kaufmann, 1975). Estos primeros pasos en el proceso de anticipación no dejan de ser una visión que puede llegar a confundir, aun cuando se manejan conceptos simples, como la identificación de variables o factores, actores, hipótesis, escenarios, estrategias y métodos específicos para el tratamiento de la información. Dado lo anterior, es necesario un proceso de estructuración del modelo mental al modelo conceptual y su validación en la práctica social, hasta dar de nuevo con la visión de futuro que se está considerando, que es la base de los anhelos humanos, en la que se minimizan riesgos en la construcción del futuro de sus determinaciones y relaciones diversas. Otro factor de éxito ha sido la visibilidad y divulgación de estos ejercicios prospectivos a través de diferentes congresos, seminarios y foros de prospectiva, en gran parte desarrollados por las universidades líderes en el tema de prospectiva, como son: la Universidad Externado de Colombia, la Universidad del Valle y la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, esta última organiza cada año un congreso internacional donde se presentan los resultados de investigaciones, estudios, ejercicios y experiencias exitosas de prospectiva a nivel mundial.

Pensamiento prospectivo Es esa actividad en la que se trata de construir una visión del futuro a corto, mediano o largo plazo, teniendo en cuenta los antecedentes (pasado), la situación actual (presente) y las tendencias que se proyectan y trazan en el camino (futuro) por el cual transitará el individuo y/o la sociedad. 94

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Aunque el concepto de prospectiva como aspecto epistemológico se acuña en el siglo XX por diferentes autores, principalmente por la Escuela Francesa con los trabajos de Gaston Berger y Michel Godet, el pensamiento prospectivo cobra un razonamiento científico con el desarrollo de diversas ciencias, entre ellas, la teoría económica, la investigación operacional y el pensamiento filosófico. En la prospectiva, el pensamiento prospectivo es igual a la anticipación, ya que se realizan análisis sistémicos para integrar contextos, contenidos y procesos que conecten las variables y los diferentes actores con sus múltiples interrelaciones, en busca de discriminar con certeza dentro de grandes volúmenes de información, con el propósito de extraer, mediante procesamientos adecuados, aquellas informaciones principales, pertinentes y útiles que permitan realizar una apropiación y contextualización de la información para dar mejores respuestas dentro de los procesos de toma de decisiones. El pensamiento prospectivo actual está basado en la Escuela Francesa por el componente anticipatorio. Hoy en día, por la rapidez de los cambios y los efectos grandes y desconocidos de la globalización y de la sociedad, se hace difícil anticipar el rumbo de las fuerzas que mueven la sociedad. Es por esto que se debe adaptar un nuevo concepto de prospectiva que debe hacer más énfasis en la construcción del futuro que en la anticipación de los cambios. El problema real en la prospectiva es su carácter anticipatorio que no responde a la situación que vive el individuo y la sociedad; es cuando se hace necesario desligarla del componente anticipatorio, en pro de un componente elegible o propositivo y proactivo, sin pretender con ello que la prospectiva pierda su capacidad de tratar de anticipar el futuro, sino que dé una oportunidad adicional a la práctica bajo un enfoque de elección de futuros posibles.

¿Qué es la prospectiva? Gaston Berger (1964) fue uno de los fundadores de la disciplina, y la define como “la ciencia que estudia el futuro para comprenderlo y poder influir en él”. La prospectiva parte del concepto de que el futuro aún no existe y “se puede concebir como una realización múltiple” (Jouvenel, 1993) y que “depende solamente de la acción del hombre” (Godet, 2007). Por esta razón, el hombre puede construir el mejor futuro posible, para lo cual debe tomar las decisiones correctas en el momento apropiado. Jouvenel (1993) plantea que existen dos formas de ver el futuro: la primera, como una realidad única, propia de los oráculos, profetas y adivinos; la segunda, como una realidad múltiple. Estos son los futuros posibles que Jouvenel denominó “futuribles”. Balbi (2008) define la prospectiva como la disciplina que ha conseguido convertirse en la herramienta clave de esa construcción del futuro deseado y posible,

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y en particular, sus últimos desarrollos que arriban a la llamada prospectiva estratégica constituyen la base fundamental del liderazgo y del management moderno. Gil (2005) concibe la prospectiva de dos formas: como una “disciplina intelectual” o como una “indisciplina intelectual”, que toma la forma de una “reflexión para iluminar la acción del presente con la luz de los futuros posibles”, en palabras del francés Godet (2010). Esta disciplina propone analizar las posibles evoluciones de una organización o territorio ‒o parte de él‒ en un horizonte de tiempo determinado, teniendo en cuenta las interacciones que esta tiene con sus entornos endógenos y exógenos, para de esta forma elegir su mejor alternativa de futuro posible, a través de un ejercicio colectivo en el que convergen todas las voluntades de los actores relacionados con dicha organización o territorio, como una herramienta de construcción social del futuro que motiva y permite la generación de una cultura “anticipatoria”. Ben Martin (1995) describe la prospectiva como: “El proceso de investigación que requiere mirar sistemáticamente el futuro a largo plazo en ciencia, tecnología, economía y sociedad, con el objetivo de identificar las áreas de investigación estratégicas y las tecnologías genéricas emergentes que generarán los mayores beneficios económicos y sociales”. Decouflé (1973), en su libro La sociología de la previsión, comenta que “hablar de futuro” puede tomar seis formas del discurso teórico-práctico. Las resumimos en una tabla: Discurso teórico-práctico

Designación aceptada

Adivinar

Adivinación

Predecir

Profecía

Anticipar

Futurología

Construir el futuro

Prospectiva

Imaginar

Ciencia-Ficción

Soñar

Utopía Fuente: Decouflé (1973).

¿Qué es la prospectiva estratégica? Si bien es cierto que la prospectiva nos permite ver las alternativas del futuro, también es importante que nos planteemos la pregunta: ¿qué vamos hacer?, y ¿cómo lo vamos a hacer? Esto lo logramos con la articulación de la prospectiva y la estrategia (Godet, 2007):

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La estrategia nos dice cómo construir el futuro que más conviene. La una sin la otra no tendría sentido. La prospectiva consiste en la exploración de los futuros posibles, es decir, de lo que puede acontecer. La estrategia consiste en lo que puede hacerse. Ambas disciplinas son indispensables en el mundo actual y debemos familiarizarnos con ellas, si queremos estar en la frontera de la competitividad.

Es por esta razón que en Colombia, en particular en el ámbito académico y universitario, se ha tomado como modelo la prospectiva estratégica y se aplica en la gran mayoría de ejercicios prospectivos realizados en el país, con algunas excepciones que manejan otros modelos igualmente eficaces.

¿Cuáles son los objetivos de la prospectiva? - - - - -

Construir escenarios alternativos de futuro. Hacer explícitos escenarios alternativos de futuros posibles. Promover información relevante bajo un enfoque de largo plazo. Establecer valores y reglas de decisión para alcanzar el futuro deseado. Proporcionar impulsos para la acción.

Características - - - -

Trabaja desde una perspectiva sistémica, holística y compleja. Es interdisciplinaria. Se requiere de creatividad e imaginación para crear algo nuevo y valioso. Es participativa, busca alcanzar consensos, involucrar a los actores, buscar compromisos. - Proceso sistemático y continuado en el tiempo. - Preminencia del proceso sobre el producto. - Asume que todas las variables están relacionadas en forma dinámica entre ellas, y considera que el futuro se puede moldear desde el presente. - Integra parámetros cualitativos, tales como el comportamiento de los actores. - Finalidad constructora, está orientada a la acción.

¿Por qué la importancia de la prospectiva? Los cambios que se están produciendo en el ámbito social, económico, político, cultural, tecnológico y ambiental son tan importantes, tan profundos y algunos a tal ritmo, que ya han comenzado a sentirse los efectos en las instituciones/ organizaciones y empresas. En este contexto de incertidumbre, no son suficientes

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los análisis tradicionales que se alimentan desde y con datos exclusivos del pasado; se hace imprescindible disponer, además, de nuevas herramientas que nos permitan tener visiones de los posibles escenarios en cada uno de estos ámbitos y solo así podrán adoptarse las estrategias más adecuadas para lograr el escenario deseado. En este artículo, centraremos la discusión en el ámbito de la educación, y específicamente, en el tema de la administración. Por este motivo, aquí presentaremos la importancia de la prospectiva estratégica, la metodología utilizada para desarrollar ejercicios prospectivos en las organizaciones. Para empezar, la prospectiva en la actualidad es utilizada para explorar las posibles y/o probables evoluciones futuras de organizaciones, empresas, sectores comerciales, sectores productivos, instituciones públicas e instituciones privadas, como una herramienta que les permite visualizar a futuro problemáticas de índole social, económica, política, ambiental, tecnológica y cultural, etc., a mediano y a largo plazo, con el apoyo y soporte de los modelos de la prospectiva estratégica, su metodología, sus herramientas y sus técnicas.

Aplicaciones de la prospectiva Eduardo Balbi (2003), presidente de la Red de Escenarios y Estrategias para América Latina, plantea las siguientes aplicaciones directas de la prospectiva estratégica:

Prospectiva territorial: Se utiliza en la organización de un territorio, sus recursos y su gente para el desarrollo sustentable, la alta calidad de vida, el cuidado del ambiente y el logro de la seguridad humana.

Prospectiva urbana: Se utiliza en las organizaciones de áreas urbanas, sus recursos, su gente y sus áreas satélites para el desarrollo sustentable, la alta calidad de vida, el cuidado del ambiente y el logro de la seguridad humana.

Prospectiva de seguridad: Se utiliza en el análisis de riesgos y oportunidades en seguridad física, ambiental, industrial y del trabajo. Frente a situaciones normales, excepcionales o de crisis, en Colombia se ha desarrollado este tema ampliamente en las Fuerzas Miliares y en la Policía Nacional. 98

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Prospectiva organizacional: Es la que se encarga del estudio del futuro de las diferentes organizaciones y pretende darles respuesta a preguntas como ¿cuál deberán ser la organización, la misión, las tareas y las competencias de mi organización en el año X?

Prospectiva competitiva: Se aplica a la organización y puesta en marcha de sistemas integrados de producción, servicios, exportación, negocios, etc. (clúster, cadenas, consorcios).

Prospectiva científica, tecnológica y de innovación: Diseño de políticas, estrategias y programas para lograr la investigación y desarrollo (IyD) en ciencia y tecnología (CyT), y las innovaciones necesarias para el desarrollo sustentable de regiones, ciudades y sectores. Carlos Mera (2010) adiciona dos aplicaciones directas de la prospectiva estratégica al planteamiento del profesor Balbi:

Prospectiva social: Se aplica en la construcción de escenarios alternativos para la solución de problemáticas sociales, como la exclusión social, la inequidad, la solidaridad, el emprendimiento social solidario, la economía social y la residencia.

Prospectiva comunitaria: Promueve la construcción comunitaria del futuro en los ámbitos sociales, comunitarios y organizacionales, con el objetivo de fortalecer la toma de decisiones, disminuir el costo social y mejorar la calidad humana en nuestro planeta.

Metodología de la prospectiva estratégica El modelo avanzado de prospectiva estratégica de la Escuela Voluntarista es una adaptación del profesor Francisco José Mojica (2008)1 a las condiciones propias del entorno colombiano y latinoamericano.

1

Francisco José Mojica es doctor en ciencias humanas de la Universidad de París V “René Descartes”. Estudió prospectiva de la mano del profesor Michel Godet en el Lipsor de París. Actualmente, dirige el Doctorado en Ciencias de la Administración y el “Centro de Pensamiento Estratégico y Prospectiva” de la Universidad Externado de Colombia, en Bogotá.

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Modelo avanzado Gráfico 1. Modelo de mayor complejidad de la prospectiva estratégica fuentes secundarias

Estado del Arte

Tecnologías de futuro Vigilancia tecnológica e inteligencia Competitiva

Factores de Cambio Variables Estratégicas Juego de Actores Escenarios

fuentes primarias TALLER DE EXPERTOS

Estrategias

A B C D E

Fuente: Mojica (2008).

Revisión fuentes secundarias Se elabora un estado del arte que no es otra cosa que ir detrás de las huellas del objeto de estudio. En esta fase, se estudia la situación actual del programa, nos preguntamos cómo es hoy el programa y también cómo era en el pasado, y qué estudios se han hecho sobre el futuro de la administración. De igual manera, se hace un estudio de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva que nos permita identificar las tendencias mundiales en lo educativo, lo tecnológico y las mejores prácticas. Para el desarrollo de estas etapas, se utilizaron bases de datos, buscadores de datos especializados, tanques de pensamiento (think tanks), centros de investigación, centros de gestión de conocimiento especializado y observatorios.

Información de las fuentes primarias En esta etapa, se diseña y aplica una encuesta Delphi a expertos, quienes se consideran como conocedores del tema que se va a desarrollar.

Identificación de factores de cambio Los factores de cambio son las características de la organización, que se expresan en fenómenos económicos, sociales, culturales, tecnológicos, políticos, ambientales y educativos, entre otros. En esta etapa, se pretende ‒con la ayuda 100

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Transhumanismo: concepciones, alcances y tendencias

de una encuesta Delphi y de los expertos participantes‒ identificar cuáles son los factores de cambio que incidirán en el futuro de la administración. Para este estudio, se seleccionó como herramienta de apoyo la matriz de cambio de Michel Godet (2007), que nos permite identificar los cambios temidos, presentidos y anhelados en el futuro.

Selección de las variables estratégicas Es importante tener en cuenta que no todos los factores encontrados en la etapa anterior son importantes, sino solo algunos que llamaremos variables estratégicas o variables clave. Para la selección de estas, utilizaremos el análisis estructural que Michel Godet (2007) diseñó con el nombre de Método Micmac y es un aporte a la “Caja de herramientas”2.

Juego de actores Esta etapa tiene por objetivo estudiar el comportamiento de actores sociales que tienen relación con las variables estratégicas seleccionadas. Aquí se determinan los retos, los conflictos, las posibles jugadas o las estrategias que se deben diseñar para lograr el “escenario apuesta”.

Construcción de escenarios Para la construcción de los escenarios, se empleará la técnica creada por Schwartz (1991), los “ejes de Schwartz”, con la cual plantearemos los escenarios posibles, tendenciales, exploratorios y de apuesta. En esta etapa, no solo se diseñarán los escenarios, sino que también se llevará a cabo un análisis y una explicación de cada uno de ellos, lo que nos permitirá la elección de un “escenario apuesta”.

Diseño de estrategias La última etapa del modelo es la definición de estrategias, que se desarrollará a través de un plan prospectivo y estratégico compuesto por los objetivos estratégicos, las metas, las actividades, las acciones, las instituciones que intervienen, los responsables y los planes de seguimiento. Es importante, en esta etapa del modelo, definir claramente los términos “estrategia”, “planeamiento estratégico” y “planeamiento prospectivo estratégico”. Fred (2003) define la estrategia como los medios para lograr los objetivos. Drucker (1994) fue uno de los primeros en mencionar el concepto de estrategia

2

Con el título “Caja de herramientas”, Michel Godet denominó una de sus obras que contiene las diferentes técnicas prospectivas desarrolladas por él. Esta obra es electrónica y se puede descargar de la página web del autor: www. laprospective.com

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en la administración; para él, la estrategia de la organización era la respuesta a dos preguntas: ¿qué es nuestro negocio? y ¿qué debería ser? Mintzberg y colaboradores (1997) plantean que la estrategia es el patrón o el plan que integra las principales metas y políticas de una organización y a la vez establece la consecuencia coherente de las acciones a realizar. Miklos y colaboradores (2001) definen la planeación estratégica como el esfuerzo sistemático y más o menos formal de una institución u organización para establecer sus propósitos, objetivos, políticas y estrategias básicas, a fin de desarrollar planes detallados que pongan en práctica las políticas y estrategias que los lleven a lograr sus objetivos y propósitos fundamentales. Godet (2007) define el “planeamiento estratégico prospectivo como un nuevo enfoque de planeamiento que consiste en guiar a todos los planeamientos estratégicos de la organización hacia un futuro, creando escenarios futuros que desea alcanzar la organización, y tomando medidas correctivas para un presente más deseado y para alcanzar aquel escenario posible, deseable y probable”. El plan estratégico prospectivo es una fase de vital importancia en el modelo, dado que no basta con llegar a la construcción de un “escenario apuesta”, sino que también debemos plantear estas estrategias para lograr este escenario.

Conclusiones El modelo de prospectiva estratégica adaptado al contexto colombiano y latinoamericano es un dispositivo que nos facilita la construcción de “escenarios apuesta”. Las fases y herramientas del modelo avanzado de prospectiva estratégica nos permiten desarrollar, de manera sencilla, sistemática y participativa, la identificación de factores de cambio, la selección de variables claves o estratégicas, los juegos de actores, la construcción de “escenarios apuesta” y el diseño de opciones estratégicas. La eficacia de los ejercicios de prospectiva, en su gran mayoría, depende del diseño de un plan prospectivo y estratégico, como lo plantea Godet (2007) en su “Caja de herramientas”, ya que este nos permite lograr el “escenario apuesta”. La utilización de la prospectiva y, en particular, del modelo avanzado nos permite no dejar al azar la construcción de nuestro futuro, y en cambio, nos brinda todas las herramientas para construir el futuro que queremos con nuestras propias manos. También, es importante tener claro que la dinámica del mundo de hoy y sus acelerados cambios nos obligan a combinar diferentes herramientas, como la vigilancia tecnológica y la inteligencia competitiva, en la construcción del futuro. 102

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Transhumanismo: concepciones, alcances y tendencias

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ISSN: 0120-8454

Vol. 46 / No. 84

Bogotá, ene.-jun. / 2014

pp 105-123.

La inteligencia colectiva y la responsabilidad social y política del investigador. “Del yo al nosotros y del nosotros al todo” 1Luis Eduardo Wilches Mahecha* 2Ricardo Javier Jiménez Silva** Recibido: 26 de septiembre de 2013 – Aprobado: 30 de enero de 2014

Resumen El presente artículo busca avivar el diálogo político, ético, ecológico y participante, frente a la permanente necesidad de deconstruir y reconstruir propuestas, tras la búsqueda de epistemes que favorezcan la generación de conocimientos y comprensiones, relacionadas con un enfoque transdisciplinar denominado inteligencia colectiva. Esto a partir de metodologías, métodos e instrumentos propios, que aporten elementos para la construcción de una apuesta diferente ante el modelo de desarrollo imperante, y a partir de la práctica colectiva para la búsqueda de soluciones concretas que distan de posiciones y debates totalitaristas, de manera que se propicien escenarios de encuentro con diálogos y saberes innovadores para superar, concertada y estratégicamente, problemas contemporáneos de nuestra sociedad. Palabras clave: inteligencia colectiva, otredad, redes, gestión del conocimiento, multiculturalidad.

*

Sociólogo y Magíster en estudios culturales de la Universidad Nacional de Colombia, se desempeña como docente de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia –UNAD. Dirección postal: Calle 14 Sur No. 14-23, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: luise.wilches@unad.edu.co.

**

Magister en Educación de la Universidad Pedagógica de Colombia, docente de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia – UNAD. Dirección postal: Calle 14 Sur No. 14-23, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: ricardo.jimenez@ unad.edu.co.

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Collective intelligence and social and political responsibility of the researcher. “From I to us and from I to the we to all” 3Luis Eduardo Wilches Mahecha 4Ricardo Xavier Jiménez Silva

Abstract The present article pretends to sharpen the political, ethical, ecological and participant dialogue, to address the permanent need of constructing and rebuild proposals, in the search of epistemes that favor the generation of knowledge and understandings related with an trans-disciplinary approach called collective intelligence from methodologies methods and tools, that provide elements for the construction of different proposal in regards to the prevailing model of development from collective practice to find specific solutions different from totalitarian positions and proceedings in ways that support encounter scenarios with dialogues and innovative knowledge to overcome, concertedly and strategically, contemporary problems of our society. Keywords: Collective Intelligence, Otherness, Networking, Knowledge Management, Multiculturalism.

*

Sociologist and Master in Cultural Studies from the Universidad Nacional de Colombia, is a teacher at the Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD. Address: Calle 14 Sur No. 14-23, Bogotá, Colombia. Email: luise.wilches@unad. edu.co.

**

Master in Education from te Universidad Pedagógica de Colombia, is a teacher at the Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD. Address: Calle 14 Sur No. 14-23, Bogotá, Colombia. Email: ricardo.jimenez@unad.edu.co.

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L’intelligence collective et la responsabilité sociale et politique du rechercheur. «De moi au nous et de nous au tout» 5Luis Eduardo Wilches Mahecha 6Ricardo Javier Jiménez Silva

Résumé Le présent article cherche à aviver le dialogue politique, éthique, écologique et participant, en face à la nécessité permanente de de-construire et reconstruire des propositions, à partir de la recherche d’épistèmes que favorisent la génération de connaissances et de compréhension. Elles se relient avec un point de vue transdisciplinaire dénommé l’intelligence collective, à partir des méthodologies, des méthodes et des instruments propres qui apportent des éléments pour la construction d’un défi, en face du modèle de développement régnant. À partir de la pratique collective on recherche de solutions concrètes qui sont éloignées des positions et des débats totalitaristes. De cette manière, elles favorisent des scenarios de rencontre avec des dialogues et des savoirs innovateurs pour surpasser, concertée et stratégiquement, des problèmes contemporains de notre société. Mots Clés: Intelligence Collective, Otredad, des Réseaux, la Gestion de la Connaissance, Multiculturalidad.

5

Sociologue et Magister en études culturelles de l’Universdad Nacional de Colombia, est un professeur à l’Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD. Adresse: Calle 14 No. 14-23 Sur, Bogotá, Colombia. Email: luise.wilches@unad. edu.co.

6

Magister en éducation de l’Universidad Pedagógica de Colombia, est un professeur à l’Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD. Adresse: Calle 14 No. 14-23 Sur, Bogotá, Colombia. Email: ricardo.jimenez@unad.edu.co.

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Introducción Hay un inminente fracaso de los postulados que pretendían desarrollar los paradigmas de la modernidad y la posmodernidad, con sus propuestas de Estado-nación, civilización y progreso, sumadas a la estrategia economicista del neocapitalismo con su idea del libre mercado ‒que fueron planteados como pretextos para dar solución a condiciones de exclusión social, inequidad, deterioro ambiental, entre otros, y que contrariamente sus resultados han puesto en riesgo la multidiversidad social, cultural y política, y cuánto más la supervivencia humana–. Ante lo anterior, irrumpe como necesidad la reflexión y la acción hacia un nuevo proyecto de humanidad ‒cuya emergencia requiere de creatividad y recursividad‒ que sea propio de acciones políticas concretas, desde la transformación del sujeto social hacia un sujeto que piense su relación con lo colectivo, y en el que se infiera la incorporación sobre su relación con los entornos naturales, y se presenten sus búsquedas más profundas sobre el sentido de la vida y su estar en un mundo, con multiplicidad de facetas y tipos de vida. Se espera que esta reflexión se promueva de forma afectiva, pacífica y sostenida, para alcanzar, ante el paradigma neoliberal, procesos transicionales hacia un nuevo desarrollo social, pues la globalización de este paradigma se ha convertido en una postura hegemónica que raya en el fundamentalismo, para avanzar hacia una nueva mirada sobre el desarrollo humano, cruzado por concepciones incluyentes que repiensen el tema de lo glocal, centradas en el respeto por la vida y la naturaleza como escenario donde esta se dimensiona. Pensar estas aristas requiere la revisión de planteamientos efectuados por pensadores de toda índole, como faros que encaminen reflexiones movilizadoras de lo íntimo, pues el sujeto no se halla en lo colectivo hasta que encuentra su relación consigo mismo y reconoce éticamente la necesidad de transitar hacia el beneficio colectivo, sin abandonar sus particularidades, que lo hacen único y por ende aportante como cimiento para un todo social. Ejemplos de esto se encuentran en expresiones sociales que registran acopio de las realidades que envuelven las dinámicas de los cuerpos sociales, en las que las comunidades son interpretadas y reflejadas en manifestaciones estéticas. Consideramos que un claro ejemplo con estas características es la introducción a la interpretación de una canción, en la que con un sentir ecológico, político y ético, se denuncia el deterioro ambiental causado por un tipo de consciencia humana: “…es una canción que con mucha amargura y un tanto de vergüenza yo quiero dedicar a esos canallas que queman nuestros bosques, ensucian nuestras aguas, envenenan nuestros alimentos y se enriquecen con las miserias ajenas”1.

1

Introducción realizada por Joan Manuel Serrat en su concierto en Alicante (España) en 1983, antecediendo su interpretación del tema Pare.

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La inteligencia colectiva y la responsabilidad social y política

Otro ejemplo ‒surgido en una latitud diferente‒, que propone ampliar posibilidades de conciencia con sus aforismos, se evidencia en la sabiduría taoísta cuando plantea que el aleteo de las alas de una mariposa puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo. Sencillamente, se muestra la relación de una acción, cualquiera que sea, como desencadenante de movimientos en la naturaleza, y que al llevarlos al plano social, sus posibilidades trasformadoras pasan inadvertidas. Una inquietud que surge tiene que ver con los factores que pueden estar obstaculizando que pensamientos diversos y hasta divergentes incidan en otras latitudes, dada la imposición que presentan ciertas dinámicas de construcción del desconocimiento. Estas acciones parecerían estar concebidas de manera que direccionan a las personas a mantenerse en un estado casi catatónico, ante la influencia de gran parte de los medios de comunicación y el uso que les han imprimido las estructuras de poder, que pese a su visibilidad, para la mayoría de la sociedad parecen invisibles, pues con la construcción de discursos que movilizan lo que pretenden que sea el sentido de la vida, las distancian ante lo que el grueso de estas personas esperaría que fueran. Sobre esto, Noam Chomsky (s. f.) ya había efectuado un llamado, mostrando que: …la literatura sobre la industria de la comunicación pública nos proporciona una rica e instructiva retahíla de instrucciones sobre cómo implementar el ‘nuevo espíritu de la época’ mediante la creación de necesidades, o bien a través de ‘regir la opinión pública del mismo modo que un ejército rige los cuerpos de sus soldados’, e induciendo a una ‘filosofía de la futilidad’ y a una carencia de objetivos en la vida, concentrando la atención humana en ‘las cosas más superficiales, las referidas en gran parte al consumo de moda’. Si esto es posible, entonces la gente aceptará su insignificante y subordinada vida, apropiada para ellos, y así se dejarán de ideas subversivas, de tomar el control de sus vidas.

Pero no son nuevas estas reflexiones sobre la influencia del poder y sus verdades, que se encuentran presentes a lo largo de la historia de la humanidad, y no pretenden ser la idea central de este apartado. Antes bien, la cuestión es si estamos ante la búsqueda de una sociedad que quiera o no regir sus destinos de forma libre, pero coherente con la vida como centro y fin último de su movilización; o si acaso estamos ante una condición humana que prefiera seguir bajo un totalitarismo ideológico, casi impuesto por la apatía de pensar diferente, y peor aún, de negarnos la posibilidad de pensar colectivamente, en lo posible, para comprender que no estamos solos ante estas búsquedas. Pensamos en la vida, y en la muerte como opuesta a ella, para observar si como especie humana que pretende luchar para evitar su extinción, podemos preguntarnos en dónde quedó esa inteligencia que la evolución nos llevó a incorporar a modo de instinto de supervivencia, y que frente a los aconteceres de la degradación y depredación entre nosotros mismos y la naturaleza de la cual formamos parte, pareciera que se ha reducido también como manifestación

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colectiva, ante cierto tipo de ceguera de pensamiento, no por ausencia de ideas, sino por inexistencia de puentes que permitan conectarnos con otros, que tal vez sin saberlo tienen concepciones y proyecciones de vida afines sobre estas cuestiones. Un ejemplo que pareciera opuesto a lo que la academia considera válido es lo que encontramos en una película infantil animada, que muestra cómo un banco de peces, luego de ser atrapado por una red, había llegado al punto de aceptar su destino, hasta que aparece un pez con características únicas que lo hicieron marcar la diferencia: “tenía una búsqueda” que motivó al banco de peces resignados a asumir un movimiento conjunto que movilizara una fuerza en contrasentido a la red, para que se dieran cuenta de que, como especie, estaban dispersos en el sentido de supervivencia, y así se liberarían de lo que momentos antes se consideraba inevitable... su muerte. Un elemento que necesita ser leído con mayor detenimiento es el que subyace a lo que Edgar Morín (2007) plantea: Por muy desarrollado que esté en el animal el sector de inventiva individual, la inteligencia específica continúa siendo el determinante esencial: la afirmación de sí que contradice con su aparición la jerarquía de la especie y su ‘unicidad’, solo surge con la conciencia de sí.

Esta conciencia de sí es un aspecto que exige reconocer que es posible que surja la inteligencia hacia lo colectivo en la medida en que se desarrolle, simultáneamente, una conciencia propia en el individuo. Así como una conciencia de los aportes que ambas podrían entregar al colectivo, pues sin ellas no existirían nodos que permitieran encontrar puntos de referencia para la articulación, de manera que se presenta un tipo de sinapsis social, como un símil de la interacción que las neuronas presentan en el sistema que conocemos como cerebro. La pregunta es cómo es posible que logren mantener a tal cantidad de personas bajo una perspectiva de desconocimiento sobre alternativas para una vida digna y con calidad, en las que lo económico solo sea un elemento facilitador y no totalizador en la construcción de sentido y de subjetividad de los seres humanos y de las conciencias colectivas. ¿Acaso las conciencias integrativas de esos “otros” saberes no sintetizan de manera profunda la gran crisis social, política, ética y ecológica de nuestra contemporaneidad? Y tras una pregunta surgen otras: acaso la emergencia de nuevas identidades, sabidurías y nuevas subjetividades, y de los movimientos sociales, producidos por la transicionalidad permanente y connatural de nuestra sociedad, o las sabidurías ancestrales originarias producto de miles de años de experiencia, vivencia y cualificación, ¿tienen algo que aportar y dialogar con la producción científica y académica? Esto nos lleva a una nueva pregunta en términos políticos y éticos: ¿es la universidad, y sus instancias de investigación en particular, el único escenario 110

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legitimador de “la verdad” y el único lugar sagrado de solución de los problemas contemporáneos? Como correlación, este interrogante permite retomar dos de las preguntas planteadas por Foucault en el artículo “Subjetividad y verdad” (1981): “¿Cómo la experiencia que se puede hacer de sí mismo y el saber que de ello se forma han sido organizados a través de ciertos esquemas?, ¿cómo se han definido, valorado, aconsejado o impuesto estos esquemas?” Pero en una arquitectura piramidal2 como la nuestra, claramente excluyente y perfilada para que cada elemento o parte funcional y vital de esa estructura potencie el estado de cosas o la naturalización de la realidad o la verdad, ¿será que la universidad, siendo solo un escenario más en el que se genera conocimiento de la sociedad, podría priorizar su sentido social, humano y ecológico por sobre los estándares internacionales de competencia y jerarquización, diseñados y concebidos para el fortalecimiento de esa estructura piramidal? ¿No se han manifestado, por ejemplo, en América Latina con la investigaciónacción participativa (IAP), o en Estados Unidos con la etnometodología, o en India con los estudios subalternos, en los que las ciencias humanas y sociales logran dimensionar más equitativamente las sabidurías de las comunidades, entendiéndolas y aceptándolas como legítimas y con capacidad de dialogar con los conocimientos científicos para la búsqueda de soluciones a los problemas locales de esas comunidades? Y estas experiencias, ¿no han comenzado a visibilizar, y sobre todo, a validar y a legitimar ante las comunidades, que existen sabidurías populares, no académicas, que están en capacidad de dialogar paralelamente con el conocimiento científico, y que tienen conocimientos, informaciones y metodologías para aportar a la solución de dichos problemas? Y en contexto meramente científico, acaso el fenómeno cada día más decidido de acercamiento entre las disciplinas para poder comprender las nuevas y complejas realidades contemporáneas, y entre las ciencias duras y las blandas, ¿no es un síntoma de que la percepción de la vida en nuestra era está cambiando hacia la integralidad y las comprensiones eco-sistémicas y bio-éticas? ¿No es muy sintomático que la ciencia se haga cada vez más consciente de esta nueva percepción integrativa ‒como por ejemplo, la física o la biología, hoy por hoy las disciplinas líderes en abrir la puerta a una ampliación de consciencia integrativa‒, que se aproxima cada vez más a una mirada espiritual o integrativa frente a los problemas ambientales, eco-sistémicos y bio-éticos, entre el hombre (“el otro”) y la naturaleza (“lo otro”) que desde hace miles de años, anteriores a la ciencia moderna y a la academia, ya habían desarrollado las comunidades en múltiples latitudes alrededor del mundo? ¿No existen ahora tendencias de análisis-síntesis en casi todos los intentos de generación de conocimiento? 2

En contraposición a la representación de una pirámide para mostrar la estructura de la sociedad contemporánea heredada de la cultura occidental, Jean François Noubel propone la idea de una estructura holomidal (que surge de la unión de las palabras holístico y piramidal), en la que no existe una élite y una gran base definidas, sino que se representa con la idea de un rizoma.

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Acercarnos a la comprensión profunda del enfoque transdisciplinar denominado inteligencia colectiva, propuesto por el francés Jean François Noubel y que llamó la revolución invisible, es ‒más que una moda académica, que genera puntajes importantes en los rankings internacionales de las universidades o en el peldaño para el incremento de las ganancias financieras de los autores o las instituciones que la promueven‒ la concreción de una propuesta práctica y aplicada para generar procesos de cambio hacia esa nueva consciencia integrativa frente a la vida. La propuesta de la inteligencia colectiva es una filosofía de vida y de cambio que tiene en cuenta el contexto transicional que de constituir un sujeto social ‒ese ser competitivo, depredador y aniquilador de lo diferente u otro‒ se traslada a la constitución de un ser-humano-espiritual, que se fundamenta en una ética integrativa. En resumen, la transición y el desarrollo consciente y espontáneo a la vez de un nuevo “humano” que se vincula integrativamente consigo mismo, con “los otros”, con “lo otro” y con el universo de “lo trascendental o espiritual”, como la narración de Sócrates en su apología ante los tribunales de Atenas: “Os ocupáis de vuestras riquezas, de vuestra reputación y de los honores; pero no os preocupáis ni de vuestra virtud, ni de vuestra alma”. En este orden de ideas, ¿cuál es el compromiso del investigador y del educador en un ejercicio de cambio como el que se presenta? ¿Será la transformación de los sujetos sociales en seres-humanos-espirituales lo que provocaría una transformación de la institucionalidad educativa, a partir de generar nuevas políticas públicas y colectivas? O ¿será que dependemos de las instancias institucionalizadas legitimadoras de verdades, con base en los desarrollos de investigación y estudios especializados patrocinados por los gobiernos locales o globales, que procesarán esa transformación? Se hace necesario presentar el estado de situación en el que nuestros grupos de trabajo se encuentran en su proceso de investigación sobre lo que queremos denominar inteligencias integrativas, en plural, y proponer este concepto desde el principio central de nuestro trabajo que es del yo al nosotros y del nosotros al todo.

“Del yo al nosotros y del nosotros al todo”:

acuerdos mínimos para dialogar sobre las inteligencias integrativas

A manera de aclaración del título de este apartado, creemos necesario comentar que en el ejercicio dialógico que venimos desarrollando en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD),3 se está tratando de posicionar el campo 3

Particularmente en la Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades (ECSAH), con tres grupos de trabajo: el Observatorio de la Participación Social (OPS); el equipo de diseño y puesta en marcha del Programa de Sociología, y el Grupo de Investigación Experimental en Inteligencias Colectivas (GIEIC), equipo con el que estamos tratando de posicionar el campo de inteligencias integrativas.

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La inteligencia colectiva y la responsabilidad social y política

de inteligencias integrativas, en el cual se incorporarían los enfoques de la inter-creatividad4, las multitudes inteligentes5, la sabiduría de las multitudes6, la web 2.0 inteligente o la inteligencia conectiva7, la inteligencia colaborativa8, la co-inteligencia, la inteligencia comunitaria (en proceso de construcción) y la inteligencia colectiva, que es la que, en nuestra opinión, tiene un mayor potencial de desarrollo científico y aplicativo. Antes de revisar muy someramente cada uno de los enfoques propuestos antes, es muy importante resaltar que existen dos vertientes generalizadas en estas propuestas integrativas: la primera es la que emerge de la interacción virtual, mediada por internet y las nuevas TIC, y que se presenta más próxima a la necesidad de generar comunidades virtualizadas mediatizadas, es decir, que el fin central es el desarrollo tecnológico y el diseño de instrumentos medios para el logro de estos fines. La segunda vertiente es la que propone al internet y a las TIC como una estrategia más dentro de la necesidad de intercomunicar a una inmensa emergencia de actores sociales que, mediados por sus nuevas necesidades sociales sentidas, implementan desarrollo de mediación y no de medios como tal.

Antecedentes de la propuesta científica de la

inteligencia colectiva

Desde finales de los noventa, el científico social Pierre Lévy9 desarrolló el contexto epistémico y axiológico de una “disciplina” que proponía la necesidad de abrir el conocimiento científico a un diálogo con las emergentes comunidades virtuales de las nuevas tecnologías y la web. En su texto Inteligencia colectiva: una antropología del ciberespacio (2004), Lévy acuñó la esencia de esta propuesta integrativa de comprensión de los nuevos fenómenos sociales y humanos. En el 2004, el maestro francés Jean François Noubel10 escribió el texto alternativo-científico 4

Tomado del blog “Lo Imaginado”. Recuperado el 16 de mayo de 2007, de http://loimaginado.blogspot.com/2007/05/ el-concepto-de-intercreatividad-y-el.html

5

El desarrollo en esta línea está cimentado en la construcción conceptual de Howard Rheingold, quien en su obra Multitudes inteligentes. La próxima revolución social (Smart Mobs) (2004), postula que las comunidades virtuales se generan al estilo de un ecosistema de subculturas y grupos que, en su génesis y a pesar de no poseer un vínculo per se, se gesta de manera espontánea y cuando las tecnologías de la comunicación amplían los talentos humanos de cooperación.

6

James Surowiecki, columnista de la revista The New Yorker y autor del libro Cien mejor que uno (título en español), añade nuevos aportes al concepto de intercambio y generación de conocimientos individuales a una esfera colectiva.

7

Derrick de Kerckhove (1998) define la inteligencia conectiva como “una condición de la mente que nace de la asociación espontánea o deliberada de numerosas personas en grupos”.

8

La inteligencia colaborativa puede clasificarse de acuerdo con el grado y el tipo de colaboración que los individuos produzcan sobre el producto final.

9

El profesor francés de ascendencia judía Pierre Lévy tiene maestría en historia de la ciencia y doctorado en sociología y ciencias de la información de la Universidad de la Sorbona. Desde el 2002, es titular de la cátedra de Investigación en Inteligencia Colectiva de la Universidad de Ottawa (Canadá). Miembro de la Royal Society de Canadá.

10 El doctor francés Jean François Noubel es codirector y fundador del Collective Intelligence Research Institute (CIRI), con sede principal en Francia. Es cocreador de la Red Internacional de Inteligencia Colectiva The Transitioner. Su texto “El

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Inteligencia colectiva: la revolución invisible, en el que la presenta como una disciplina que posibilita acciones concretas para la búsqueda de soluciones alternativas en el nuevo marco de cambio profundo de la sociedad. Un ejemplo concreto de compromiso efectivo con su planteamiento “en acción” es el desarrollo de la Red Internacional de Inteligencia Colectiva The Transitioner y la presentación del texto “El futuro del dinero”, en el que plantea la viabilidad de una nueva idea de economía holomidal (en contraposición de piramidal propone la idea de una nueva estructura holística-holomidal), en la que resalta la necesidad de comprender las nuevas inteligencias, conciencias y sabidurías colectivas. La inteligencia colectiva es presentada por Lévy y Noubel, entre otros autores, como el desarrollo de una nueva disciplina alternativa fundamentada en el concepto de la holomidalidad, es decir, una estructura opuesta a la piramidal, y en donde la esencia de las prácticas sociales, entre ellas la académica, debe estar basada en una mirada profundamente holístico-integrativa, que supera con ello las arquitecturas invisibles11 de la dominación del sistema hegemónico piramidal. Desde el uso respetuoso de la palabra y el amor por sí mismo reflejado en prácticas de relajación, meditación y autocontrol de las emociones, pasando por elementos claves de la programación neurolingüística (PNL), hasta la aplicación de las teorías de la física cuántica y la biología molecular, en estrecha relación con el universo académico de las ciencias sociales y las humanidades. Desde esta perspectiva, la inteligencia colectiva se convierte en un potente instrumento de generación de pensamientos y sabidurías integrativas propias, y posiciona una actitud profunda de de-colonización autocrítica del pensamiento, que propicia el diálogo entre saberes interdisciplinares y a-disciplinares (sabidurías ancestrales y milenarias, campesinas y alternativas, etc.), con lo que se posiciona como un valioso instrumento de transversalidad sistémica en donde sea implementada. Así mismo, permite construir en conjunto una forma de ser sujetos constructores de nuevas realidades, con la capacidad de transformar los diversos ámbitos del ser en sus diversas dimensiones complejas. La inteligencia colectiva, entonces, propende a un ejercicio juicioso por cualificar nuestra conciencia como especie humana, y propende a un posicionamiento que, frente a la gran transición contemporánea, genera mecanismos efectivos para posibilitar el paso del enfoque epistemológico del constructivismo (ecosocial) de la academia tradicional a un paradigma integrativo (holomidal), y el componente educativo, particularmente el virtual, se constituye justamente en el eje central de ese proceso de transición.

futuro del dinero” es una apuesta teórico-práctica aplicada para la creación de un nuevo modelo de economía basado en el intercambio, en los sistemas afines al trueque y en la creación de una moneda alternativa no acumulable. 11 Este concepto lo acuña el profesor J. F. Noubel en su texto Inteligencia colectiva: la revolución invisible (2004).

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Los “otros”: ¿estamos condenados a la

inteligencia individual o la incapacidad colectiva? El nuevo campo transdisciplinar denominado inteligencia colectiva se basa en los desarrollos de las nuevas tecnologías y en los cambios de perspectiva del relacionamiento entre el vínculo social y el conocimiento, que vaticinan la necesidad de comprender al “otro” ya no como nuestro enemigo o con el que hay que competir, sino como una fuente de conocimiento, vivencia y cooperación mutua. Su base y meta es “el reconocimiento mutuo y el enriquecimiento de individuos, en vez del culto de comunidades fetichistas e hiperestetizadas” (Lévy, 2004). La nueva tendencia es, más bien, la creación de una inteligencia universalmente distribuida, en la que nadie sabe todo y todos saben algo. El lineamiento de la inteligencia colectiva, entendida como una revolución invisible, fue propuesto por Jean François Noubel, director del Collective Intelligence Research Institute (CIRI)12, y se presenta como una clara estrategia para el re-encuentro con “los otros”, pero sobre todo para la “legitimación” del otro. Es el instante en que el otro y yo no somos dos, sino uno, en un propósito. El CIRI, organización internacional independiente con sede en Francia, viene llevando procesos de investigación y desarrollo práctico de inteligencia, sabiduría y conciencia colectiva, en los que todos los materiales y resultados producidos son directamente ofrecidos al “dominio” público. En las inteligencias integrativas, el objetivo central es encontrar formas prácticas de “legitimar” al otro y a lo otro, para posibilitar de nuevo el “re-encuentro” humano y el de los individuos con el medio ambiente. Esta idea-fuerza, en el contexto de la dimensión de la educación, es la base para luchar contra la fragmentación generada en Occidente entre el conocimiento científico y las “otras” sabidurías. El enfoque transdisciplinar que propone la inteligencia colectiva aplicada a la potenciación de procesos de integratividad, cohesión y articulación, se convierte en un instrumento concreto que posibilita ampliar la consciencia de la institución universitaria y, en particular, de los investigadores como generadores de pensamientos y sabidurías propios para fomentar actitudes, intenciones y escenarios adecuados y paralelos de diálogo entre la academia y las sabidurías otras, con el fin de identificar, conocer y contribuir con la solución de las nuevas necesidades sociales sentidas. Todo esto con la comprensión participativa de las sabidurías comunitarias, ancestrales y alternativas, en el reconocimiento de la emergencia permanente de las nuevas identidades, del accionar colectivo, de las nuevas formas de asociatividad, y de ampliar la comprensión de las nuevas subjetividades que, en este estado transicional a un nuevo paradigma, constituyen el núcleo central de esta revolución invisible.

12 Para indagar sobre esta organización, remitirse a su portal http://ciresearchinstitute.org/

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Podríamos sintetizar la comprensión de este campo ‒la síntesis es uno de los objetivos centrales de la construcción de sabidurías para el pensamiento integrativo‒ en cuatro de las más revolucionarias y profundas semillas para la construcción del nuevo paradigma integrativo que se plantea, a saber: • Dos seres-humanos-espirituales generan una inteligencia siempre superior a la de cualquiera de los dos por separado. • El “otro” es siempre una oportunidad, en una ética integrativa, para la construcción colectiva, y no como en la ética competitiva, un contrincante a quien debemos vencer. • La inteligencia la comprendemos, en síntesis, como la capacidad de aprovechar información, conocimiento, estructura de pensamiento, praxis o vivencia efectiva y universo emocional para la resolución de conflictos, problemas o desarrollos creativos o lúdicos. • El retorno a la palabra de vida. En cualquiera de estas síntesis, se encuentran postulados que han sido profundamente meditados, vivenciados y puestos en la práctica de múltiples comunidades y sociedades durante muchos siglos, corroborados actualmente como generadores de procesos aplicados de solución de problemas complejos y que apuntan a producir transiciones desde las estructuras piramidales de nuestra sociedad hasta una nueva versión holomidal13. Para el caso del retorno a la palabra, el pensamiento integrativo coincide en casi todas sus expresiones como la materia prima que compone los flujos de la comunicación y del compromiso del humano consigo mismo y con el universo. En el maravilloso texto de Carlos Lenkersdorf, Aprender a escuchar: enseñanzas maya-tojolabales (2008), investigadores del pensamiento originario maya viviente en México hacen una profunda crítica a nuestra sociedad: nunca nos interesamos por “escuchar”, porque solo pretendemos ser escuchados, principalmente porque el “otro” es una instancia separada de “mí”, un riesgo y con quien hay que competir. Escuchar se convierte en una forma de aparición del “Otro” en la comprensión de lo que entendemos por lenguaje. Procede del órgano de la lengua que es la que produce la palabra, pero el lenguaje está compuesto por dos realidades: palabras que se hablan y que se escuchan. Ambas se complementan mutuamente. Para el occidental el escuchar no tiene importancia. Escuchar no es “importante” para nuestra cultura occidental.

13 Como se expresó antes, el concepto de holomidal es propuesto y explicado profundamente por Jean François Noubel en su planteamiento de la revolución invisible, y se refiere a una estructura paralela, equitativa, incluyente, en la cual no se puede comprender la existencia de una jerarquía permanente y se remplaza por la idea de un liderazgo temporal, que depende de un requerimiento concreto que el colectivo posee y de la capacidad o destreza del individuo o subcolectivo que enfrente la situación.

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En realidad, no nos interesa prácticamente nada, escuchar, sentir, saborear o tener piedad. Al escuchar, nos fijamos verdaderamente en lo que el otro y los otros quieren decirnos. Aquí se enfatiza la relación de reciprocidad del nosotros, se perciben palabras y sentimientos desde la perspectiva del otro o los otros. Es una capacidad particular que corresponde a la empatía. Es más, los sabios integrativos saben escuchar no solo a los otros, sino también a “lo otro”, es decir, a la naturaleza, al viento, a las plantas, los cultivos, las lluvias, pero en aras de este artículo es mejor no ir tan lejos por ahora.

Universidad, investigación y la responsabilidad

socioecológica / pensamiento epistémico

En este panorama, el enfoque integrativo propone modelos de desarrollo a partir de la acción dialógica, paralela e incluyente de todos los saberes existentes en contextos glocales ‒incluida la academia‒, y no la supremacía o la imposición en relaciones de poder y dominación de alguno de ellos sobre los otros. Por ello, este enfoque se fundamenta en una transición equilibrada, concertada y pacífica de una ética de la competitividad hacia una ética integrativa. Pero ¿cómo desarrollar efectivamente una propuesta como esta? Las reflexiones generalizadas en los contextos contrahegemónicos se fundamentan, principalmente, en develar o hacer visibles las “arquitecturas invisibles”14; en desconfiar de ellas a partir de modelos como el pensamiento crítico; en revisar, desde los dispositivos de dominación, las relaciones de poder, y en identificar los “sensores de dominación” para poder direccionar una “revolución invisible”. El Informe Mundial sobre las Ciencias Sociales 2010: “Las brechas del conocimiento”, elaborado por el Consejo Internacional de las Ciencias Sociales en el 2010 a solicitud de la Unesco, convocó a la auto-organización progresiva de las ciencias sociales en el periodo actual. Esto significa una mayor independencia intelectual y una mayor atención hacia el resto del mundo: dualidad que conducirá a una “auténtica contribución a los debates intelectuales e intercambios académicos con los científicos sociales alrededor del mundo”. Esta necesidad coincide con el llamado de las Asociaciones Regionales de las Ciencias Sociales por una mayor autonomía e influencia de la investigación producida en cada región. En este sentido, la búsqueda de maneras de construir el nuevo paradigma requiere de innovadoras y originales formas de abordaje de las realidades locales y globales, y sobre todo, de comprender la subjetividad y su integralidad sistémica con todo el planeta. Una comprensión de un sujeto más integral ‒que denominamos ser-humano-espiritual‒, que a diferencia de la concepción antropocéntrica del yo occidental, se refiere a un ser integrado, constitutivo y constituyente de su microentorno, que a su vez conforma integralmente y es conformado por la 14 Concepto propuesto por J. F. Noubel.

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conjunción de los diversos micro y macroentornos. La construcción de sentido y el marco de realidad-verdad de un ser-humano-espiritual están constituidos por múltiples interrelaciones (lo que se conoce como alteridad15 u otredad), para cuya comprensión hemos dividido en cuatro tipos de relacionamientos: con los otros16, con lo otro17, consigo mismo18 y con lo trascendente. El papel de la formación y la educación, ante estas nuevas perspectivas, contiene una transformación sustancial. De una ética de la competitividad individual a una colectiva e integrativa, constituida por valores y principios fundamentados en priorizar el interés colectivo sobre el individual. La solidaridad, la cooperación, la inclusión, la valoración y la legitimación del “otro” diferente, así como la comprensión ecosistémica ampliada de nuestra interdependencia y corresponsabilidad con los ecosistemas y el medio ambiente, etc., invitan a las instituciones educativas, a los centros de investigación y a todas las instancias relacionadas con la formación, a establecer mecanismos de generación de pensamiento propio, integrativo y con tendencia a la consolidación de diálogos de saberes con los otros pensamientos no occidentales: las sabidurías campesinas, las originarias, las milenarias, las de la periferia, las étnicas, las emergentes, las alternativas, etc. Desde esta perspectiva, la propuesta integrativa científica denominada inteligencia colectiva se presenta como un potente instrumento de generación de pensamientos y sabidurías integrativas propias, a fin de propiciar el diálogo entre saberes interdisciplinares, y entre estos y los a-disciplinares, con lo cual se posiciona como un valioso instrumento de transversalidad sistémica en donde sea implementada. Así mismo, permite construir, en conjunto, una forma de ser sujetos constructores de nuevas realidades, con la capacidad de transformar los diversos ámbitos del ser en todas sus diversas y complejas dimensiones. La perspectiva disciplinar de la inteligencia colectiva es muy reciente y requiere ‒para la consolidación como una estrategia transversal a la ECSAH de la UNAD‒ de un profundo análisis de las tendencias de los desarrollos aplicados y exitosos que esta viene gestando a nivel internacional, pero haciendo énfasis en los procesos latinoamericanos, particularmente en Colombia, e identificando nuevos autores, tendencias, corrientes y experiencias 15 El antropólogo Michael Taussig plantea, en su texto Mimesis y alteridad. Una historia particular de los sentidos (1993), que la alteridad no es un objeto o una cosa, sino que es básicamente una trama de relaciones. Esa trama a la que se refiere Taussing es un sistema de relacionamientos tipificados. 16 Los autores en los que nos apoyamos para esta tipología son, principalmente: Tzvetan Todorov y su reflexión en su texto La conquista de América: el problema del otro (1987) y el trabajo de Gabriel Bello Regera en La construcción ética del otro (1997). En esta tipología entran además todas las fundamentaciones, como las que elabora Aníbal Quijano, y en general, las reflexiones sobre el poscolonialismo, lo subalterno y algunos orientalistas. 17 Para el relacionamiento con “lo otro”, nos apoyamos básicamente en dos autores: Edgar Morín con su texto Tierrapatria (1993) y Fritjof Capra con su texto La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos (1998). El concepto de integralidad del planeta como cuerpo viviente o Gaia y la visión sistémica de la vida. 18 Tomamos el concepto de símbolo desde la perspectiva de la psicología analítica de Carl Gustav Jung, pionero de la psicología profunda, que enfatiza la conexión funcional entre estructura de la psique y la de sus productos o manifestaciones culturales. Incluye metodologías y nociones procedentes de la antropología, la alquimia, los sueños, el arte, la mitología, la religión y la filosofía.

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efectivas en proceso que se vienen dando, sobre todo, en Estados Unidos, Francia, Canadá, México y Argentina. El objetivo es que, a partir de allí, se genere una serie de espacios de encuentro con expertos y organizaciones que vengan aplicando este modelo científico, a fin de propiciar diálogos significativos que potencien la producción de pensamiento propio Unadista.

A partir de la necesidad que la UNAD y la ECSAH tienen de dar mayores niveles de profundización y comprensión sociocultural, política y ambiental a los principios rectores expuestos en el Proyecto Académico Pedagógico y Solidario - PAPS 3.0 ‒solidaridad, democracia, equidad‒; y a partir de su necesidad de recuperar los liderazgos y reconocimientos nacionales y globales enmarcados en los cinco focos centrales de acción de la rectoría (inclusión, innovación, investigación, desarrollo regional ‒léase local o de territorialidades‒ y proyección comunitaria e internacionalización), se hace necesaria una indagación muy profunda sobre la praxis del trabajo colaborativo, la construcción de conocimiento colectivo, y los mecanismos prácticos y teóricos de lo que significa la interrelación hermenéutica entre “lo solidario”, “lo incluyente o democrático” y “lo equitativo o justo”, en contextos enmarcados en profundos valores y principios éticos y axiológicos de “competencia” y “supervivencia”

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ISSN: 0120-8454

Vol. 46 / No. 84

Bogotá, ene.-jun. / 2014

pp 125-142.

De la educación virtual a la virtualización de procesos educativos; una transición en el contexto 1 de las formas emergentes de cibercultura* 2Julio Ernesto Rojas Mesa** 3Linda Alejandra Leal*** Recibido: 21 de enero de 2014 – Aprobado: 18 de marzo de 2014

Resumen El presente artículo aborda un análisis de la relación entre la educación superior y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), a través de un estudio arqueológico y etnográfico en tres instituciones colombianas de educación superior: la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) y la Universidad Santo Tomás (USTA). El trabajo se centró en el análisis de los discursos, las prácticas y los ambientes de la educación virtual en estas instituciones. Palabras clave: educación virtual, virtualización, perspectiva teórico/metodológica, campos emergentes, cibercultura, educación superior.

*

Este artículo presenta parte de los resultados de la tesis doctoral elaborada por el doctor Julio Ernesto Rojas, Educación virtual: del discurso teórico a las prácticas pedagógicas en la educación superior colombiana. El tema ha sido continuado en la investigación: “Identificación y análisis de campos transdisciplinares emergentes”, mediante la implementación de un grupo de cursos masivos abiertos y en línea (MOOC). Esta primera fase de la investigación se llevó a cabo entre febrero del 2013 y febrero del 2014, y fue financiada por la Escuela de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD).

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Ph.D en Teoría de la Educación y Pedagogía Social. Docente investigador de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD). Dirección Postal: Calle 14 Sur No. 14 – 23, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: julio.rojas@unad. edu.co.

***

M.Sc. en Tecnologías de Información Aplicadas a la Educación. Docente auxiliar de la Universidad Pedagógica Nacional. Dirección Postal: Calle 14 Sur No. 14 – 23, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: lalealu@pedagogica.edu.co.

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From virtual education to the virtualization of educational processes; a transition in 4 the context of emerging forms of cyberculture* 5Julio Ernesto Rojas Mesa** 6Linda Alejandra Leal***

Abstract The present article addresses an analysis of the relationship between the higher education and the information and communication technologies ICT through an archaeological and ethnographic study in three Colombian institutions of higher education: Universidad Pedagógica Nacional -UPN, Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD, and Universidad Santo Tomás -USTA. The work was focused on the analysis of the speeches, the practices and the environments of the virtual education in these institutions. Keywords: Virtual education, Virtualization, theoretical / methodological perspective, emerging fields, Cyberculture, higher education.

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This article presents some of the results of the doctoral dissertation written by Dr. Julio Ernesto Rojas, “Virtual education: from the theoretical discourse to pedagogical practices in Colombian higher education”. The theme was continued in the investigation: “Identification and analysis of emerging cross-disciplinary fields”, by implementing a group of massive and open online courses (MOOC). This first phase of research was conducted between February 2013 and February 2014, and was funded by the School of Social Sciences, Arts and Humanities, of the Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD.

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Ph.D in Educational Theory and Social Education. Teaching researcher at the Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD. Address: Calle 14 Sur No. 14-23, Bogotá, Colombia. Email: julio.rojas@unad.edu.co.

*** M.Sc. Information Technology Applied to Education. Assistant professor at the Universidad Pedagógica Nacional . Address: Calle 14 Sur No. 14-23, Bogotá, Colombia. Email: lalealu@pedagogica.edu.co.

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De l’éducation virtuelle au virtualisation de processus éducatifs; une transition dans le contexte 7 des formes émergentes de cyberculture* 8Julio Ernesto Rojas Mesa** 9Linda Alejandra Lea***

Résumé Le présent article aborde une analyse de la relation entre l’éducation supérieure et les technologies de l’information et la communication TIC à travers d’une étude archéologique et ethnographique dans trois institutions colombiennes d’éducation supérieure : La Universidad Pedagógica Nacional -UPN, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD, et La Universidad Santo Tomas -USTA. Le travail s’est concentré sur l’analyse des discours, les pratiques et les atmosphères de l’éducation virtuelle dans ces institutions. Mots clés: Education Virtuelle, perspective théorique -méthodologique, Virtualisation, Champs émergents, Cyberculture, Education supérieure.

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Cet article présente quelques-uns des résultats de la thèse de doctorat écrite par le Dr Julio Ernesto Rojas, l’enseignement virtuel: le discours théorique à des pratiques pédagogiques dans l’enseignement supérieur colombien. Le thème a été poursuivie dans l’enquête: «Identification et analyse des champs transdisciplinaires émergents», en mettant en place un groupe de cours en ligne massives et ouvertes (Mooc). Cette première phase de la recherche a été menée entre Février 2013 et Février 2014, et a été financé par l’École des sciences sociales, arts et sciences humaines, de l’Universidad Nacional Abierta y a Distancia -UNAD.

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Ph.D. Théorie de l’Education et de pédagogie sociale. Professeur –chercheur . Universidad Nacional Abierta y a Distancia –UNAD. Adresse: Calle 14 Sur No. 14-23, Bogotá, Colombia. Email: julio.rojas@unad.edu.co.

*** M.Sc. Technologies d’Information appliquées à l’Education. Professeur auxiliare, Universidad Pedagógica Nacional UPN. Adresse: Calle 14 Sur No. 14-23, Bogotá, Colombia. Email: lalealu@pedagogica.edu.co.

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Introducción La articulación de discursos, prácticas y ambientes en los aspectos relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) no ha sido fácil para las Instituciones de Educación Superior (IES) colombianas. La explicación más recurrente ofrecida para este fenómeno termina por circunscribirlo en el esquema de la confrontación de contrarios, en el que una de las partes en contienda es acusada de ser obsoleta, dogmática o de estar equivocada (tecnófobos/ tecnófilos, nativos/migrantes digitales). Sin embargo, el tiempo transcurre y el modelo explicativo ha servido, más bien, para generar señalamientos y exclusión de aquellos que disienten de los esquemas impuestos sin reflexión colectiva, ni consulta o participación académica. Estas experiencias se han expresado y desarrollado en el mundo educativo a partir de dos corrientes, principalmente: por un lado, la educación a distancia virtual, y por el otro, la educación virtual entendida como informática educativa, adscrita como escenario de apoyo didáctico y administrativo en la tradicional educación presencial. Junto a estas corrientes, la semipresencialidad y el aprendizaje combinado, o b-learning, han habitado de manera directa en algunos casos y tangencial en otros. Con esto, han generado un escenario fronterizo que ha abierto discusiones y debates sobre temas relevantes de la educación contemporánea: la distancia y la presencia, el claustro y la desescolarización, lo físico y lo digital, el sentido general de lo virtual, etc. Indudablemente, el problema está ahí para ser estudiado y analizado desde diferentes perspectivas, en particular las de carácter interdisciplinario.

Los sistemas culturales; un enfoque orientado al

análisis de la universidad contemporánea

El trabajo de esta investigación partió de la premisa de que la universidad actual está, efectivamente, muy lejos de poder ser analizada como una institución moderna con una identidad y un proyecto autónomo y unificado; o como una entidad que considera los procesos marginales, diferentes o antagónicos a ella como expresiones de resistencia a la institucionalidad o de resistencias al cambio. Por el contrario, parece más viable estudiarla como un sistema abierto, múltiple, pluridentitario y en permanente interacción y transformación. Lo anterior permite registrar cómo la universidad alterna discursos que penden entre el arraigo a una identidad histórica y a una capacidad de permanente actualización. El principio de una identidad sujeta a la tradición se juega en cada cambio que desborda el control institucional, debido a la intervención de diferentes actores con diferentes intereses (Rojas, 2012).

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Para el caso de este estudio, lo anterior es visible en las tres universidades seleccionadas: Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), Universidad Santo Tomás (USTA) y Universidad Pedagógica Nacional (UPN). Para advertir la apuesta por la identidad, en el caso de la UNAD, el problema de la identidad institucional es puesto en cuestión a partir de la invocación de su misión: El macro-problema formulado indica que la UNAD (antigua UNISUR) no ha desarrollado plenamente su identidad como Universidad Abierta y a Distancia, constituida intencionalmente para servir a las comunidades regionales, carentes de oportunidades educativas, mediante medios, mediadores y mediaciones pedagógicas, y el uso didáctico y sistemático de las TIC, en interacción con los contextos socioculturales y productivos, para la formación integral de los estudiantes, a partir del aprendizaje autónomo (UNAD, 2006, p. 19)

Este juego de representaciones simbólicas de identidad también hace presencia en la UPN, cuya identidad institucional se constituye con base en tres aspectos: la epistemologización pedagógica, el empoderamiento del acto educativo y pedagógico, y el reto de ofrecer los elementos pedagógicos fundamentales para la estructuración e implementación de la política educativa pública. El esquema de conocimiento es secuencial, histórico y con una pesada carga de tradición basada en una identidad histórica: “A diferencia de nuestra estructura biológica, que se reproduce por información genética, el orden de la cultura y la sociedad lo hace por medio de procesos educativos. Esta es la vía por la cual cada nueva generación hereda ese enorme y diverso capital cultural de la humanidad, conformado durante milenios” (UPN, 2006, p. 52). Este hecho enunciativo se reproduce de manera sistemática y similar en la USTA, aunque no desde una perspectiva republicana y liberal como en el caso de la UPN, sino más bien desde una perspectiva teológica y conservadora: Respecto de la naturaleza de la universidad, los adjetivos de “católica” y “tomasino” no son agregados accidentalmente a su identidad y razón de ser originaria. La universalidad del saber solo es posible en la medida en que se incluya la racionalidad filosófica y teológica; hacia ello apuntan el humanismo integral y la formación integral. La USTA, por tanto, apela a su propia e inmanente forma filosófica y, desde allí, da sentido a las diversas formas del saber. (USTA, 2004, p. 131)

El discurso de la tradición se plantea entonces como un referente fundamental para la conservación del control. Las formaciones de identidades no están exentas de poder; cada concepto, cada enunciado, está puesto allí para mantener el control de un ordenamiento del mundo delimitado por intereses específicos y

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hegemónicos del sistema cultural y en conexión con formaciones discursivas exógenas insertadas en el flujo de estos intereses. Dichos intereses han globalizado históricamente sentidos culturales al punto de generar fenómenos mundiales de racismo, de xenofobia, y de discriminación social y de género, sexo, edad y estatus económico. La tradición permite elevar juicios de valor sobre la diferencia emergente amparados en el valor de la verdad académica e investigativa: Este hombre atemporal, ya no da cuenta del pasado, de su arraigo, no desea sentirse apegado a nada, parece de mal gusto, poco cool siquiera mencionarlo. La mundialización y el consumo desdibujaron la riqueza que cohabitaba. El pasado, los lazos de cultura. En el ciberespacio se pertenece a un hipermundo, sin fronteras, sin rasgos, allí se está; los individuos se integran al hipermundo, a los mundos, como participantes, como avatares. En estos mundos, en el hipermundo, no importan las raíces, la religión, el linaje familiar, o la posición política o económica. El avatar no da cuenta de su pasado, solo es, en el hoy, en el actual día. (Carreño et al., 2009, p. 28)

Ahora bien, el planteamiento discursivo relacionado con una renovación de la condición y de la naturaleza de la universidad establece una fricción entre el concepto tradicional de identidad: un lugar estático, trascendente y metafísico materializado en el claustro académico físico y tradicional, y por el contrario: una noción de virtualización de la realidad que involucra de manera directa e incisiva las TIC y los ambientes digitales en la vida universitaria. De esta manera, la universidad ve emerger nuevas prácticas discursivas que presagian no el cambio teleológico y evolutivo de su tradición, sino la disrupción en referencia a una alteridad que se impone por segmentos y dibuja sus inconsistencias y sus discontinuidades históricas y metafísicas, develando la multiplicidad en su interior. La identidad pierde su naturaleza ontológica y esencialista, para ser leída de manera plural en la práctica académica e investigativa. El pasado, presentado por esta última como homogéneo, bucólico y tranquilizador, es leído por un “otro” advenedizo, sin estatus ni categoría moral, ontológica o epistemológica, que confronta su aparente coherencia, racionalidad y hegemonía. El “otro” desnuda un pasado desordenado y atiborrado de saltos mutantes, ejercicios de control y neutralización de diferencias nocivas para el sistema de poder. En un efecto espejo, se lo presenta como síntesis de su condición histórica. Frente a ello, la tradición presenta su insatisfacción: Solo quedan las ofertas tranquilizadoras, anestésicas, bellas y ante todo atemporales. No debe preocupar el tiempo como linealidad, como continuidad, es chocante, ofensiva, pues remite al fracaso del pasado y a la cruel incertidumbre del presente. Los múltiples tiempos posibles ofrecen una gama halagadora y optimista de 130

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los anhelos del hoy, sin fecha de expiración (Carreño et al., 2009, pp. 27-28)

La investigación del profesor S. Weisneir (2004), realizada con sus estudiantes del Programa de Comunicación de la USTA, devela el carácter múltiple y local de la universidad. Abre una brecha en la perspectiva tradicional de la comunicación en la universidad y en su manera de entender la identidad y la cultura. El trabajo hace énfasis en el sentido cultural que constituye a las comunidades, y en cómo en todo sistema cultural las diferencias son múltiples y se crean escenarios y redes para que estas circulen estableciendo todo tipo de relaciones complementarias, de oposición, de contenencia e incluso de confrontación ideológica, como lo plantea Weisneir. Las identidades son múltiples, se construyen en diversos contextos de alteridad y se reproducen en diferentes ambientes físicos y digitales, y muchas veces en ambos simultáneamente. Las características de los ambientes imprimen sellos específicos al desarrollo de dichas identidades y permiten empoderarlas incluso en escenarios políticos: Nos interesamos en la innovación en relación con los procesos de construcción de identidades en las narraciones. En efecto, consideramos que, desde una perspectiva dinámica de las identidades, las narrativas puestas en juego en los “sitios web”, y generadas a propósito de estos, son lugares de construcción y expresión de procesos de reconocimiento y desconocimiento constante que hacen visible la formulación, la revisión o el cambio de esquemas de construcción de la realidad y de los individuos o grupos dentro de ellos (Weisneir, 2004, p. 51).

Tensiones y transiciones En dicho contexto, la institucionalidad universitaria se juega el cambio en la dirección de su enunciado normativo. En la USTA, se inserta el concepto de cibercultura como indicador del cambio en la sociedad académica global, y a partir del 2004, inaugura sus primeros procesos para la conformación de un Comité de Educación Virtual: Desde la perspectiva de su proyecto educativo universitario, la Universidad Santo Tomás se juega la explicación en el cambio de rumbo: asistimos hoy a otro reto en el campo educativo y cultural: el avance y la penetración del mundo audiovisual (cine, radio, televisión) que promueve un nuevo imaginario y un nuevo estilo de comunicación. De ahí que la implementación de un sistema mundial complejo de comunicación electrónica está cambiando

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rápidamente nuestros patrones tradicionales de cultura, ante el impacto de los medios de comunicación de masas (…) hasta llegar al medio más usual de comunicación y de procesamiento, en los 90, de la información (internet), que de estrategia militar se ha convertido en el motor más notorio de los nuevos cambios que nos introducen a un nuevo ámbito: la cibercultura. (USTA, 2009, p. 40)

Este mismo escenario es identificado con otra metáfora: “la revolución digital”, que plantea una necesaria tradición en dicha revolución: Dicho reto en la USTA viene siendo asumido desde hace décadas con los sistemas de enseñanza a distancia VUAD, que diseña sus procesos pedagógicos con innovaciones tecnológicas y con un nuevo currículo, que se adapta al principio de lo virtual y que asume en los programas presenciales una política de complemento necesario a las metodologías igualmente presenciales (USTA, 2009, p. 40)

Por su parte, la UNAD analiza el evento como una oportunidad para insertarse en los ambientes digitales y distanciarse de la práctica semipresencial tradicional. A partir de allí, promulga un nuevo origen basado en el reencauzamiento del principio, emprende una agresiva política de migración de más del 70% de su oferta educativa hacia los ambientes digitales y amplía su cobertura educativa en número de estudiantes de 23.739 en el 2004 a 63.108 en el 2012 (ECSAH-UNAD, 2012). “La capacidad de aprender y de auto-regularse les permite a las organizaciones auto-desarrollarse y crecer sin perder su identidad, e igualmente reconocer el valor pedagógico e histórico de las organizaciones” (UNAD, 2006, p. 2). La gran pregunta es: ¿cuál identidad se mantiene estática en procesos de gran transformación? Sin duda, esto plantea la primera tensión, expresada en el acontecimiento administrativo, de transformación entre el discurso de la institución moderna y el de la organización contemporánea. Mientras la primera se sostiene sobre una idea de identidad inmutable en medio de la dispersión exógena a su sistema, la segunda aborda la interacción y la relación entre los diferentes nodos de su sistema como objeto e impulso de sus transformaciones de identidad. Dicha transformación se presenta como aceptación de nuevas prácticas y nuevos sujetos en la UPN (2006, p. 89): “La velocidad del conocimiento en la sociedad contemporánea y las formas de acceder a él han generado dinámicas diferentes de enseñanza y aprendizaje, nuevas formas y ritmos del conocer, nuevas concepciones de sujeto y de subjetividad”. Junto a ello, el sector administrativo comienza a desarrollar sus enunciados para promover una iniciativa de e-learning que permita justificar la incursión de la modalidad dentro de la oferta universitaria (UPN, 2004). En este contexto, surge el Instituto de Tecnologías Abiertas en Educación (ITAE), como alternativa a una perspectiva de identidad uniformada en la presencialidad, sostenida como modalidad educativa exclusiva por la UPN durante más de medio siglo. 132

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Había una consideración inicial a partir de lo que podría ser el eje que ha movido todo este asunto, no solo en la UPN sino en las diferentes instituciones de educación superior, es el eje de las Tecnologías de Información y Comunicación. (Rozo, comunicación personal, julio 28 de 2008)

Todo este movimiento se traduce en la incorporación de categorías que no son nuevas pero que no habían sido utilizadas antes por estas universidades. Entre otras, se encuentran: megauniversidad (Daniel, 2000; Rama, 2011; UNAD, 2007), e-learning (UPN, 2006), tecnocultura, sociedades del conocimiento, Ambientes Virtuales de Aprendizaje, reticularidad, heterarquía, fractalidad (Secretaría General UNAD, 2004; UNAD, 2007), revolución digital (USTA, 2004; USTA, 2009), Tecnologías Abiertas en Educación (Rozo, 2010), entre otros más.

Hacia una concepción de sistema cultural

universitario

Aunque a primera vista pareciera que el sistema cultural universitario orienta y determina los discursos, las prácticas y los ambientes surgidos en relación con lo digital, la verdad es que estos desbordan completamente el control realizado por parte del sistema universitario, en razón de criterios de multiplicidad, alteridad y pluridentidad. Finalmente, terminan develando una reagrupación de hechos y experiencias en el tiempo de dicha universidad, enmarcadas no en la noción tradicional de historia, sino en el concepto de evento (Foucault, 1970; Sánchez, 2010). Llevado este esquema explicativo al ámbito de los ambientes virtuales, se puede decir que su carácter fronterizo los hace permanecer aparentemente inmóviles o con una dinámica excesivamente lenta en algunos sistemas, como en la UPN o en la USTA, por ejemplo, mientras que en otros sistemas, como en la UNAD, cuentan con protagonismo y dinamismo intensos. Por sus diferencias de ritmo y por sus características de uso, las TIC obligan a estos sistemas universitarios a pensar, como nunca antes, en su alteridad de manera consciente y permanente. Con el análisis adelantado, se pudo apreciar cómo la diversidad existente en el interior de la universidad, en sus distintas expresiones, es positiva y al final la enriquece. Dependiendo de los ambientes que se creen para permitir o negar dicha diversidad, la universidad avanza o se paraliza en sus procesos académicos y administrativos. El trabajo se abordó a partir del esquema explicativo de los “sistemas culturales” entendidos como escenarios de multiplicidad, pluridentidad y alteridad en las sociedades humanas. Este movimiento de interiorización-exteriorización dio lugar a identificar dispositivos de dinamización de dichos escenarios: mito/ discurso, rito/práctica y territorio/contexto, que provocan su transformación

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permanente y con ello, la necesidad de actualizar de manera constante su lectura y comprensión. En este estudio, nos referimos a la manera como la universidad se revitaliza continuamente de acuerdo con el diálogo interdisciplinar, intercultural, inter y transdisciplinar en contextos locales y globales a escala. La aplicación del enfoque teórico propuesto permitió analizar la realidad universitaria como un componente nodal y reticular de una multiplicidad cultural más amplia y sistémica, con la que se encuentra en permanente interacción y con la cual se transforma de manera igualmente múltiple y desigual. El siguiente esquema expresa gráficamente esta doble condición en el sistema, en relación con su alteridad. Figura 1. Noción gráfica de los sistemas culturales Alteridad Mitos/Discursos Ritos/Prácticas Territorio/Ambiente

Multiplicidad

Pluridentidad

Multiplicidad

Mitos/Discursos Ritos/Prácticas Territorio/Ambiente

Multiplicidad

Pluridentidad

Fuente: elaboración propia.

Del paradigma de sociedades configuradas

como comunidades, hacia el paradigma de las sociedades representadas como redes: la era de la cibercultura

El concepto de comunidad con el cual se cerró el siglo XX estaba íntimamente ligado al pensamiento positivista y moderno de los últimos siglos. Desde las descripciones sobre el feudalismo y la identidad asociada con la tierra, la cultura y la tradición de los siglos XIII al XVII, hasta los múltiples e intensos esfuerzos 134

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de la antropología en los últimos tres siglos por definir el concepto a partir de los estudios en grupos étnicos, que igualmente asociaban comunidad con identidad, tradición y continuidad en el territorio geográfico: “por eso su discurso comunitario es perpetuación de la tradición; la tradición explica la comunidad, o mejor aún, la tradición es la comunidad” (Neira, 2005, p. 36). Si bien no todos los actos de interacción social se pueden definir como comunitarios, mucha de la literatura de análisis social clásica, y la primera de finales del siglo XX, interpretó una gran mayoría de los fenómenos sociales sobre el soporte conceptual de la comunidad en todos los ámbitos y niveles (comunidad económica, académica, social, étnica, de base, etc.). Muchos de los trabajos y las investigaciones de finales del último siglo se desarrollaron según una lógica transicional. McLuhan y Powers (1990) definieron el concepto de “aldea global” bajo dos ideas centrales: en primer lugar, la noción de comunidad trabajada tradicionalmente en las ciencias sociales en la relación cultura-territorio y tradición mencionada antes, y en segundo lugar, la perspectiva de mundo permanentemente conectado, vislumbrado en los intensos cambios sociales y culturales debido a lo que, en su momento, se denominó “revolución de las telecomunicaciones”. Castells (2002) retomó esa idea y la interpretó a la luz de los intensos y radicales cambios de finales del siglo XX y principios del XXI, para definir la sociedad contemporánea como una “sociedad red” conformada por pequeñas comunidades conectadas que ejercen una relación de asociación y disociación con el ámbito global: “En un mundo como este de cambio incontrolado y confuso, la gente tiende a reagruparse en torno a identidades primarias: religiosa, étnica, territorial, nacional” (Castells, 2002, p. 29). Sin embargo, lo que se puede analizar de los estudios mencionados y otras perspectivas como la filosofía, la psicología, la sociología, la ciencia política, la economía, es que la crisis de la forma de concebir la sociedad y la cultura denunciada por la antropología en el último siglo, tenía eco en una profunda crisis filosófica de representación sobre la concepción del hombre y de sus producciones simbólicas (Beorlegui, 2004) Lo anterior también se replicó en las crisis de método y de objeto que sostenía el aparato científico de conocimiento en las ciencias sociales y humanas (Foucault, 1971; Lyotard, 1987; Velasco y Díaz de Rada, 1997). Dichas crisis orientaron un giro en la perspectiva del mundo hacia construcciones de multiplicidad y diferencia tanto fuera como dentro de lo que tradicionalmente se había concebido como comunidad e identidad (Adler-Lomnitz, 2012). En consecuencia de ello, los estudios sobre redes sociales que se venían trabajando desde mediados del siglo XX desde la psicología, la antropología, la sociología, la biología y la matemática, comenzaron a visibilizarse y a protagonizar una forma de lectura y análisis de las sociedades del siglo XXI.

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Las redes sociales se pueden entender como grupos de sujetos individuales-colectivos, vinculados entre sí a través de una relación o un conjunto de relaciones sociales: “La idea central del análisis de redes reside en el supuesto de que lo que la gente siente, piensa y hace tiene su origen y se manifiesta en las pautas de las relaciones que se dan entre actores” (Lozares, 1996, p. 110). Este hecho relativiza, en el análisis central, categorías como raza, sexo o situación social, y redefine los lugares a partir de los cuales se pueden comprender y explicar nociones como sociedad, identidad, cultura, aprendizaje, movilidad, inclusión etc. Los estudios referentes al concepto de redes sociales se visibilizan popularmente con el concepto de sociedad red trabajado en los noventa (Castells, 2002). No obstante, era un tema que venía siendo trabajado desde principios del siglo XX: a partir de la psicología, con el trabajo de la Gestalt y del enfoque de la “sociometría”; de la antropología con el estructuralismo; de la matemática con la teoría de grafos (Lozares, 1996). En la actualidad, el tema cobra gran importancia y se consolida con la articulación de este enfoque en los actuales escenarios de virtualización de la sociedad, la cultura, la economía, la política, el territorio, las comunicaciones, las interacciones sociales y el arte, entre otros. Los trabajos de Watts acerca de su teoría de “redes de pequeño mundo” (Duncat y Strogatz, 1998) enriquecieron profundamente el estudio sobre redes en internet, al cual se han sumado los trabajos de Barabasi (2002) ‒del Machassusets Institute of Technology (MIT)‒, con su enfoque sobre redes de libre agregación, y de Urrutia (2001), con sus estudios sobre índices de rebeldía en las redes sociales; en las ciencias sociales y educativas, han propiciado múltiples investigaciones sobre la relación entre educación y redes sociales (Dominguez y Álvarez, 2012; Guerrero, 2010; Rojas y Salazar, 2012) Al respecto, en el estudio presentado aquí, algunas de las reflexiones docentes en torno a la relación en ambientes virtuales registran una transformación de la percepción de mundo, de identidad y de cultura tanto en el sujeto individual como colectivo. El hecho se puede analizar desde diferentes situaciones: En primer lugar, un sentido de recreación identitaria producto de la interacción con sujetos procedentes de diferentes sistemas culturales: Cuando te relacionas con otra persona en la virtualidad y además sabes que esa persona no es de tu contexto, tú procuras de alguna forma reflexionar antes de escribir sobre lo que le vas a decir y esa reflexión de alguna forma implica, pienso, implica una reflexión también sobre tu propia identidad. Entonces, en algunos casos dicen que eso es simulación, pero yo creo que de alguna forma esa simulación termina afectando la relación cotidiana que tú tienes con los otros con los que convives, termina afectando tu convivencia. Entonces, en esa medida, considero que es una buena manera de darle cierta resignificación a la manera como nos relacionamos en la cotidianidad física. (Iris Gómez, comunicación personal, noviembre 20 de 2007) 136

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En segundo lugar, un sentido de virtualidad expuesto como interacción y encuentro por encima de otras categorías como la espacialidad. Dicha reflexión proporciona elementos ontológicos para el análisis del hecho educativo. Este aspecto se puede observar en el siguiente caso; los profesores Luis Facundo Maldonado de la UPN y Roberto Salazar de la UNAD, en reuniones conjuntas sobre el tema, sostienen percepciones diferentes acerca del problema de la interacción y la educación a distancia. Finalmente, el profesor Maldonado saca una conclusión recogida en dicha experiencia y que es muy interesante en este trabajo: Ahora, el fenómeno está en que el maestro perdió poder cuando se fue el artefacto y entonces estamos ante el fenómeno de educación a distancia. Este fenómeno del aprendizaje enredado en la educación autónoma. A mí, individualmente, el fenómeno de educación a distancia no me puede ir, o sea, no me cautiva. Yo le decía a Roberto Salazar [vicerrector de Mediaciones Tecnopedagógicas de la UNAD] y a los que estaban ahí: “La educación a distancia… Uno está con artefactos acercándose, uno no se está alejando, entonces para qué poner como prevalente el concepto de la distancia si en realidad es el encuentro lo que está sucediendo” (Luis Facundo Maldonado, comunicación personal, noviembre 30 de 2007).

En tercer lugar, el fenómeno de reticularidad desnuda la intrincada red de intereses en la cual fluyen los sujetos que fortalecen o cuestionan prácticas discursivas existentes o en emergencia. En muchos casos, este contacto entre un afuera y un adentro de la práctica discursiva del sujeto ni siquiera está exclusivamente determinado por el sujeto mismo, sino también, en gran medida, por la alteridad que lo rodea en diferentes grados y niveles, y que lo atraviesa como un vector de poder, buscando construir subjetividad en él. Muchos docentes representan la expresión de una forma ontológica de saberpoder asentada en una forma cosmogónica de la presencialidad. Se identifica en la semipresencialidad de la EAD en la UNAD y en la USTA, así como en la presencialidad de la UPN. Y sin embargo, a pesar de la fuerza de la tradición y de una, todavía fuerte, legitimidad de esta forma determinista de la presencialidad, la emergencia de nuevas prácticas discursivas irrumpe con violencia epistémica y metodológica desgarrando el discurso, la práctica y los ambientes asentados allí en el sujeto. En este caso, el desgarramiento se desarrolla sobre el cuestionamiento ontológico a una interpretación exclusiva de la presencialidad: Se han generado otros elementos más ideológicos como las teorías de la alienación. El medio aliena, y como el medio aliena la única perspectiva de salvación es la enseñanza directa, que es liberadora. Todo un imaginario ideologizado de la relación directa, en donde la palabra del maestro es la palabra, la mirada del maestro. Lo que yo llamaría en un sentido la pedagogía de los hedores y los

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humores. Si te coloco en mi axila, entonces, esa colocación opera en términos mecánicos como ese proceso humanizado de formación. Esos procesos puede observarlos uno todavía en la UNAD, a pesar de que es una institución de educación a distancia, en muchos de sus docentes y tutores (Roberto Salazar, vicerrector de Medios y Mediaciones de la UNAD, comunicación personal, junio 5 de 2009).

En cuarto lugar, se puede hablar de una diferencia entre la concepción acerca de lo virtual en el desarrollo de la propuesta universitaria y la práctica discursiva relacionada con la construcción de valores entre lo físico y lo digital. Por un lado, se concibe el campus virtual como un reducido espacio digital: en la USTA y en la UNAD se restringe al escenario construido por el administrador de contenidos educativos, que para el caso es la plataforma Moodle. En la UPN, el concepto es un poco más amplio y abarca la página web institucional de la universidad. Por el otro lado, se conciben los ambientes digitales como una continuación de la realidad física, como un escenario en donde la gente se juega las mismas pasiones que en la vida física y sobre el que hay que aprender a transitar. En Facebook o en hi5 hay unos grupos de interés que cuando tú te pones a revisarlos y a analizarlos dices: esta sociedad se está desintegrando, qué es esta locura, cómo es posible que tantas personas estén en contra de una persona, cómo es posible que tantas personas admiren a una sola persona. Pero eso es reflejo de lo que hay en la sociedad real. Lo que pasa es que allí, considero, hay una observación de esos sentimientos y esas emociones, porque tu identidad puede ser cambiada, puede ser desdibujada, tú puedes ser la amiga de una niña de 14 años y puedes ser fácilmente un hombre de 60, pero eso que es el reflejo de una sociedad que está enferma se ve en la red. Al respecto, son reveladoras las reflexiones de Claudia Rozo, directora del Instituto de Tecnologías Abiertas en Educación (IATE) de la UPN (comunicación personal, agosto 7 de 2008).

Para Quiñones (2005), independientemente de las valoraciones éticas y morales, la sociedad ya se encuentra inmersa en nuevas construcciones que apuntan a una sociedad glocalizada, caracterizada por la multiplicidad de sus discursos, prácticas y ambientes, enfocada no en el sentido comunitario y tradicional de la relación historia-identidad, sino en la perspectiva reticular de la relación interacción-red-identidad.

Conclusiones La entrada de las TIC, indudablemente, marca una ruptura discursiva en la manera como se entiende la construcción educativa, el reconocimiento de las formas en que se expresa su práctica y los ambientes que genera el concebir 138

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el mundo académico como un mundo virtual, en términos de las múltiples permutaciones que provoca la combinación de ambientes físicos y digitales. Es complejo pensar el tema, y sobre todo, pensarlo en el cuerpo mismo del sistema cultural universitario. La universidad, acostumbrada al paradigma moderno de la objetividad y el distanciamiento de su objeto de estudio, se ve enfrentada a la urgente necesidad de pensar el fenómeno conforme sucede en su propia piel. Hablar del aprendizaje y la educación significa, entonces, hablar de identidades ‒con artefactos, instrumentos, procesos y discursos relacionados con el ambiente tecnológico‒. Hablar del individuo contemporáneo significa hablar, a su vez, de sus formas de virtualización, materializadas especialmente en las TIC, inseparables del ser humano en un contexto en donde la técnica y el artefacto son tan antiguos como su posibilidad de virtualización del mundo humano.

Referencias Adler-Lomnitz, L. (2012). Redes sociales, cultura y poder. Ensayos de antropología latinoamericana. México D.F.: Flacso. Auge, M. (1995). Hacia una antropología de los mundos contemporáneos. Barcelona: Gedisa. Barabasi, A. L. (2002). Linked: The new science of networks. Nueva York: Perseus Books Group. Beorlegui, C. (2004). Antropología filosófica: nosotros urdimbre solidaria y responsable (2.a ed.). Bilbao: Universidad de Deusto. Carreño, D., Restrepo, A., Rojas, A. y Valero, H. (2009). Reflexión filosófica hacia la construcción de un modelo humanista de educación virtual. Informe de investigación. Departamento de Humanidades. Grupo de Investigación social y humanística. Bogotá: USTA. Castells, M. (2002). La era de la información. Vol. I: la sociedad red. México D.F.: Siglo XXI. Centro de Investigación de las Telecomunicaciones (CINTEL). (2008). Brecha digital en Colombia. Bogotá: Autor. Daniel, J. (2000). El surgimiento de las megauniversidades. En Leer, A. (ed.). La visión de los líderes en la era digital (pp. 333-342). México D.F.: Prentice Hall. Dominguez, D. y Álvarez, J. F. (2012). Redes sociales y espacios universitarios. Conocimiento e innovación abierta en el espacio iberoamericano del

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ISSN: 0120-8454

Vol. 46 / No. 84

Bogotá, ene.-jun. / 2014

pp 143-145.

Pautas para los autores

La revista Análisis, adscrita al Departamento de Humanidades y Formación Integral de la Universidad Santo Tomás de Bogotá, es una publicación semestral dedicada a la divulgación de artículos y resultados de investigación sobre el pensamiento humanístico. Acepta como colaboraciones artículos sobre filosofía y temáticas fronterizas con este campo, con tratamientos asimilables a los procesos de investigación científica o humanística, como también artículos de reflexión originales, ensayos, ponencias, reseñas bibliográficas y traducciones o transcripciones de interés. Las colaboraciones presentadas deben ser preferiblemente inéditas. La extensión del artículo debe ser entre 20 y 30 cuartillas: tamaño carta, formato Word, letra Times New Roman 12, interlineado 1.5, márgenes superior e izquierdo de 3 cm e inferior y derecho de 2 cm. Ilustraciones y cuadros deberán tener una resolución de 300 DPI (puntos por pulgada) y deben ser enviados en archivos originales, aparte del texto en Word. Los trabajos deben ser inéditos e incluir los siguientes elementos: - Título en español e inglés - Resumen en español e inglés de máximo 250 palabras (en este se debe exponer brevemente la hipótesis de la investigación, la metodología y el marco teórico que se empleó para su desarrollo. Es muy importante estructurar este apartado de la manera más clara posible e indicando al lector los contenidos del texto, ya que de su buena redacción depende, en gran medida, que el documento sea leído y citado, lo que incide considerablemente en el factor de impacto de su autor). - Palabras clave en español e inglés (máximo 7, mínimo 3): estos términos (lexemas) deben ser motores de búsqueda que permitan rastrear en los sistemas de indexación los contenidos del artículo por parte de un lector, por lo

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cual deben describir los principales tópicos del documento. Yendo un poco más lejos, se pueden incluso realizar análisis de tendencias investigativas a partir de la utilización de estas palabras por parte de los investigadores de una disciplina en particular. -

Debe incluir nombre y apellidos del autor. Un asterisco que se desprende del apellido del autor debe indicar: último nivel académico conseguido, afiliación institucional (universidad o institución a la cual se encuentra vinculado), correo electrónico (preferiblemente institucional) y dirección postal.

- En un siguiente asterisco que se desprende del título en español debe indicar: procedencia del texto, es decir, si este expone los resultados de un proyecto de investigación o si obtuvo algún tipo de financiamiento por parte de una entidad educativa. Además, la tipología del artículo: a. Artículos de investigación científica y de desarrollo tecnológico: documentos que presentan de manera detallada los resultados originales de proyectos de investigación científica y/o desarrollo tecnológico. Los procesos de los que se derivan están explícitamente señalados en el documento publicado, así como el nombre de sus autores y su afiliación institucional. La estructura generalmente utilizada consta de introducción, metodología, resultados y conclusiones. b. Artículos de reflexión: documentos que corresponden a resultados de estudios realizados por el autor o los autores sobre un problema teórico o práctico, que, al igual que los anteriores, satisfacen las normas de certificación sobre la originalidad y calidad por árbitros anónimos calificados. Presenta resultados de investigación desde una perspectiva analítica, interpretativa o crítica del autor sobre un tema específico recurriendo a fuentes originales. c. Artículos de revisión: estudios hechos por el autor o los autores con el fin de dar una perspectiva general del estado de un dominio específico de la ciencia y la tecnología, se señalan las perspectivas de su desarrollo y de evolución futura. Estos artículos son realizados por quienes han logrado tener una mirada de conjunto del dominio y están caracterizados por una amplia revisión bibliográfica de por lo menos 50 referencias. - Referencias: contiene la información bibliográfica básica de los documentos citados en el texto. Se ubican siempre al final, siguiendo el sistema de citación de la American Psychological Association (APA), sexta edición. El uso de notas al pie deberá ser exclusivo para notas aclaratorias o explicativas. Con el fin de dar cumplimiento a los criterios de indexación de Publindex y otras bases internacionales, los artículos serán sometidos a evaluación por parte de un comité de árbitros, asignado por el Comité Editorial de la revista. Dicha evaluación será desarrollada en forma anónima: el autor desconoce el nombre del evaluador y este último, el del autor que está arbitrando. 144

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Se deberá enviar (por correo electrónico o por medio de esta página web) una copia digital del texto. Los artículos pueden ser enviados a la siguiente dirección de correo electrónico: revistaanalisis@usantotomas.edu.co Con la presentación del artículo a consideración de la revista Análisis se entiende que los autores certifican y aceptan que no ha sido publicado ni aceptado para publicación en otra revista o sitio web, y que otorgan la autorización para su eventual publicación en formato impreso y electrónico. Lista preliminar para la preparación de envíos Como parte del proceso de envíos, los autores están obligados a comprobar que su envío cumpla todos los elementos que se muestran a continuación. Se devolverán a los autores aquellos envíos que no cumplan estas directrices. 1. La petición no ha sido publicada previamente, ni se ha presentado a otra revista (o se ha proporcionado una explicación en Comentarios al editor). 2. El fichero enviado está en formato OpenOffice, Microsoft Word, RTF, o WordPerfect. 3. Se han añadido direcciones web para las referencias donde ha sido posible. 4. El artículo contiene: • Resumen / Abstract • Palabras clave /Keywords • Título en español e inglés • Mínimo 20 referencias bibliográficas • Correo electrónico del autor • Formación académica del autor 5. El texto cumple con los requisitos bibliográficos y de estilo indicados en las Normas para autoras/es, que se pueden encontrar en Acerca de la revista. Las ilustraciones y los cuadros tienen una resolución de 300 DPI (puntos por pulgada).

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ISSN: 0120-8454

Vol. 46 / No. 84

Bogotá, ene.-jun. / 2014

pp 147-149.

Guidelines for authors

Análisis magazine, affiliated with Universidad Santo Tomás’s Department of Humanities and Integral Formation, is a biannual publication dedicated to release articles and research findings focused on Humanist thought. It accepts as articles about Philosophy and similar topics, resulting from humanistic or scientific research processes, as well as original articles resulting from original reflections, essays, lectures, literature reviews and translations or transcriptions of interest. Papers submitted should be preferably unpublished. Papers must have between 20 and 30 pages, letter size, Word format, Times New Roman font 12, 1.5 line spacing, top and left margins of 3 cms (1.2 inches) and bottom and right margins 2 cms (0.8 inches) Graphics and charts must have a 300 DPI resolution and must be submitted in original files, apart from the word text. Papers must be unpublished and include the following elements: - Title in Spanish and English - Abstract in English and Spanish maximum 250 words (research hypotesis, methodology and theoretical framework are explained on this abstract. It is very important that this abstract must be well structured and clear show the reader the content of the paper, since the abstract is well written, it can be read and cited and also has an impact over its author). - Key words in both Spanish and English (maximum 7, mínimum 3): these terms (lexemes) must be search engines which allow to trace in the index systems the contents of the article for a reader, for this reason the main topics of the article must be outlined. Going beyond, analysis of research trends could be made through these key words by researchers in a specific field. - Author’s names and last names must be included. An asterisk resulting from the author’s last name must tell: last academic degree obtained, institution

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membership (university or institution where the author currently is working) e-mail (preferably institutional) and mailing address. - In a next asterisk resulting from the title in Spanish it must tell: source of the text, it means, whether this shows the findings of a research project or any kind of financing was obtained from an educational body. Furthermore, a tipology of the article: a. Scientific research and technological development articles: documents which present in detail original findings resulting from scientific or technological development research projects. Their processes are clearly explained in the paper, as well as their authors and their institutional membership. A common structure for this is composed by introduction, methodology, findings and conclusions. b. Reflection articles: documents resulting from studies conducted by the author or the authors on a theoretical or practical problem, which fulfill also the certification of authenticity and quality by anonymous qualified arbitrators. It presents findings of a research project from an analytic, interpretative or critical point of view of its author on a specific topic through original sources. c. Review articles: studies conducted by an author or several authors in order to provide a general view of the state of the art of a specific science and technology area, development perspectives and its future evolution. These articles are written by who have achieved a general view of a field and characterized by having a wide literature review of 50 references. - References: it contains the basic bibliographic information of the documents cited in the paper. References are always at the end, following APA style. Footnotes are used only as explanatory notes. In order to fullfill Publindex’s indexation requirements, articles will be subject to an assessment by a committee of arbitrators, appointed by the editorial board of Análisis. This assessment will be done anonymously: the author does not know who the assessor is, and the assessor does not know who the author is. A digital copy of the paper must be sent (by e-mail, or by the web page). Articles must be sent to the following e-mail address: revistaanalisis@usantotomas.edu.co. By publishing an article, Análisis magazine understands that its author certifies and accepts that this article has not been published or accepted for publication in other magazine or web site its publication in printed and digital versions of the magazine will be allowed.

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Checklist before sending As part of the submission process, the authors must check that their sending fulfill all the following requirements. Any submission which does not comply to these guidelines will be returned. 1. The paper has not been published before, and it has not participated in other magazine ( or an explanation in Commentaries to the editor has been provided) 2. The file sent is in OpenOffice, Microsoft Word, RTF, or WordPerfect. 3. Web-page addresses have been added for references where it has been possible. 4. The article has: • Abstract • Keywords • Title in Spanish and English • At least 20 bibliographic references • The author’s e-mail address. • Academic background 5. The paper complies with both bibliographic and style requirements which can be found on About the magazine. Ilustrations and charts have 300 DPI (dots per inch) resolution.

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ISSN: 0120-8454

Vol. 46 / No. 84

Bogotá, ene.-jun. / 2014

pp 151-153.

Lignes directrices pour les auteurs

La revue Análisis, rattachée au Département des Humanités et Formation Intégrale de l’Université Santo Tomás de Bogota, est une publication semestrielle consacrée à la divulgation d’articles et de résultats de recherche sur la pensée humaniste. Elle accepte en collaborations des articles portant sur la philosophie et des sujets prochains à ce domaine, avec des traitements comparables aux processus de recherche scientifique ou humaniste, ainsi que des articles de réflexion originaux, des essais, des exposés, des notices bibliographiques, des traductions ou des transcriptions d›intérêt. Les partenariats devraient de préférence être inédits. La longueur de l’article devrait être comprise entre 20 et 30 pages: papier lettre, en format Word, police Times New Roman 12, interligne 1,5, marges supérieure et gauche de 3 cm et en bas et à droite de 2 cm. Illustrations et tableaux doivent avoir une résolution de 300 dpi (points par pouce) et doivent être envoyés dans les fichiers originaux, à part le texte dans Word. Les inscriptions doivent inédits et inclure les éléments suivants: - Titre en espagnol et anglais - Résumé en espagnol et en anglais 250 mots maximum (celui-ci doit décrire brièvement l’hypothèse de recherche, la méthodologie et le cadre théorique utilisé pour son développement. Il est très important de structurer cette section aussi clairement que possible et en indiquant au lecteur le contenu du texte, d’autant plus que de sa bonne rédaction dépend, qu’il soit lu et cité, ainsi que l’impact de l’auteur). - Mots clés en espagnol et en anglais (maximum 7, minimum 3): ces termes (lexèmes) doivent être les moteurs de recherche qui permettent de retracer

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aux systèmes d’indexation les contenus de l’article par le lecteur. C’est pourquoi, ils doivent décrire les principaux sujets du document. Pour aller un peu plus loin, vous pouvez même effectuer une analyse des tendances de recherche à partir de l’utilisation de ces mots par des chercheurs d’une discipline particulière. - Le nom et le prénom de l’auteur. Un astérisque à côté du nom de l’auteur doit indiquer: dernier niveau académique obtenu, affiliation institutionnelle (université ou institution à laquelle il est lié), e-mail (de préférence institutionnelle) et code postal. - Un astérisque à côté du titre en espagnol doit signaler: source du texte, à savoir si celui-ci présente les résultats d’un projet de recherche ou s’il a obtenu un quelconque type de financement d’un établissement d’enseignement. En outre, la typologie de l’article: a. Articles de recherche scientifique et de développement technologique: textes présentant en détail les résultats originaux de projets de recherche scientifique et/ou de développement technologique. Les processus de dérivation sont explicitement signalés dans le document publié, ainsi que le nom des auteurs et leur filiation institutionnelle. La structure couramment utilisée consiste d’introduction, méthodologie, résultats et conclusions. b. Articles de réflexion: Documents concordant aux résultats des études menées par l’auteur ou les auteurs sur un problème théorique ou pratique, qui, à l’instar des précédents, répondent aux normes de certification sur l’originalité et la qualité par des arbitres anonymes qualifiés. Ces textes présentent les résultats de recherche à partir d’un point de vue analytique, interprétative ou critique de l’auteur sur un sujet précis en utilisant des sources originales. c. Articles de révision: des études faites par le ou les auteurs visant à montrer une perspective générale de l’état de lieux d’un domaine spécifique de la science et de la technologie, en indiquant les perspectives de son développement et de son future évolution. Ces articles sont réalisés par ceux qui sont parvenus à avoir un regard global du domaine et sont caractérisées par une vaste révision bibliographique d’au moins 50 références. - Références: cette partie contient l’information bibliographique de base des documents cités dans le texte. Situé toujours à la fin, elle suit le système de citation de l’American Psychological Association (APA), sixième édition. L’usage des notes en bas de page doit être destiné uniquement à des commentaires explicatifs. Afin de se conformer aux critères d’indexation de Publindex et d’autres bases internationales, les articles seront soumis à évaluation par un panel d’arbitres 152

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assignés par le Comité de Éditorial de la Revue. Cette évaluation sera anonyme: l’auteur ne connaissant pas le nom de l’évaluateur ni ce dernier celui de l’auteur qu’il arbitre. Une copie numérique du texte doit être envoyée (par courriel ou à travers le site web). Les articles peuvent être envoyés à l’adresse électronique suivante: revistaanalisis@usantotomas.edu.co. Ayant soumis leurs articles à l’examen de la revue Análisis, il est sous-entendu que les auteurs certifient et conviennent que leurs textes n’ont a pas été publiés ou acceptés pour publication dans une autre revue ou site web et qu’ils accordent leur autorisation à leur publication éventuelle en format papier et électronique. Liste préliminaire pour la préparation des envois: Dans le cadre du processus d’envoi, les auteurs sont tenus de vérifier que leur envoi respecte tous les éléments ci-dessous. Les envois n’accomplissant pas la procédure, seront restitués aux auteurs. 1. La présentation n’a pas été publiée, ni soumise à une autre revue (ou une explication a été fournie dans les commentaires à la rédaction) 2. Le fichier est envoyé en format Open Office, Microsoft Word, RTF, ou WordPerfect. 3. Les adresses Web ont été ajoutés aux références. 4. L’article contient: • Résumé / Abstract • Mots clés /Keywords • Titre en espagnol ou anglais • 20 références bibliographiques minimum • Courriel électronique de l’auteur • Formation professionnelle de l’auteur 5. Le texte adhère au style et aux exigences bibliographiques décrites dans le document Normes pour auteur/s, que l’on trouvé dans la partie «A propos e la Revue» Les illustrations et tableaux ont une résolution de 300 ppp (points par pouce).

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