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Salvador Oblak

el muro A recuperar

Tras una noche plácida en el partido de ida contra el Liverpool, en la que no se vio exigido con ningún remate entre los palos, es previsible que a Jan Oblak le espere más trabajo en Anfield. Acostumbrado a salir al rescate de los rojiblancos en el día a día, las decisivas intervenciones del esloveno serán más necesarias que nunca. Si se exceptúa ese duelo frente al conjunto ‘red’ en el Wanda Metropolitano, lo cierto es que el ex del Benfica está teniendo problemas para dejar su puerta a cero en los últimos tiempos, quien encadena cuatro encuentros de Liga consecutivos encajando gol ante Valencia (2-2 en Mestalla), Villarreal (3-1 en el Metropolitano), Espanyol (1-1 en Cornellà) y Sevilla (2-2 en casa). Aunque no se trata de un dato demasiado alarmante, si es atípico tratándose de un guardameta como Oblak y de un equipo como el de Diego Pablo Simeone, acostumbrados a echar el candado en la portería.

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Aliados en defensa Un problema que no es achacable al rendimiento del arquero de 27 años, quien sigue sujetando al equipo colchonero con grandes actuaciones individuales, sino que está más relacionado con una mayor debilidad defensiva. De hecho, sorprende comprobar que es el segundo portero de Primera que más remates tiene que detener dentro del área con un total de 33, sólo superado por los 39 que ha parado el levantinista Aitor Fernández. Con semejante exigencia por parte de los rivales, parece difícil que el esloveno pueda repetir los extraordinarios números que le han llevado a ser el Zamora de la competición en las últimas cuatro temporadas. Por tanto, de cara al choque en Anfield, la defensa del Atlético tendrá que volver a mostrar su mejor versión para no exigirle más milagros de lo habitual o, si tiene que intervenir, que sea en acciones que estén dentro de su alcance. La cita supondrá que Oblak cumpla una cifra redonda, quien alcanzará los 50 partidos en Champions League. Mucho han cambiado las cosas desde que el meta debutó en este torneo frente al Olympiakos en 2014 (derrota por 3-2), encuentro que también supuso su estreno como rojiblanco y en el que no estuvo nada afortunado.

Cifras tranquilizadoras Sin embargo, aquella sería una de las escasas malas noches que se le recuerdan con el Atlético, donde lleva consolidado desde hace tiempo como uno de los mejores porteros del mundo. Así lo reflejan sus números en la máxima competición continental, con un bagaje de 24 victorias (48% del total), 13 empates (26%) y 12 derrotas (26%) habiendo encajado 37 goles (0,75 por partido) y dejado su portería a cero en 27 ocasiones (55%). Entre todas las competiciones, ha disputado 244 encuentros en los que ha conseguido 138 triunfos (56%), 63 empates (26%) y 43 derrotas (18%) encajando 166 tantos (0,68 por choque) y sin haber recibido ninguno en 133 duelos (55%). Unas cifras que tranquilizan de cara a lo que espera en tierras inglesas La actuación de Oblak se antoja determinante para que el Atlético logre preservar la ventaja en Anfield, donde cumplirá 50 partidos en Champions

‘RED’ Alerta

El tropiezo en la ida contra el Atlético ha provocado que el Liverpool se tambalee por primera vez en la temporada S i el fútbol es un estado de ánimo, puede decirse que el Liverpool ha entrado en depresión a raíz de la derrota sufrida en el Wanda Metropolitano. El panorama de los ‘reds’ ha dado un giro radical en las tres semanas que han transcurrido desde el partido de ida. Por aquel entonces, el conjunto de Jürgen Klopp era el más temido del continente, acreditado por su racha de imbatibilidad en la Premier League. Sin embargo, la sensación es que el golpe propinado por el Atlético ha desnudado todas las carencias del vigente campeón de Europa, que ha perdido su condición de invicto en la liga inglesa tras sufrir una severa derrota por 3-0 contra el Watford. Un tropiezo que no pone en peligro sus aspiraciones de levantar el título, ya que cuenta con un holgado colchón de 25 puntos de ventaja sobre el Manchester City, segundo clasificado con un partido menos disputado. Sin embargo, el equipo de Anfield sí ha dejado escapar la posibilidad de emular la gesta del famoso Arsenal de ‘Los Invencibles’, que en la temporada 2003/04 hizo historia al conquistar el campeonato sin cosechar ninguna derrota. Una caída reversible Pero éste no ha sido el único varapalo sufrido por el Liverpool en las últimas fechas. Apenas tres días después del citado tropiezo en la Premier, el cuadro inglés era eliminado en octavos de la FA Cup al caer por 2-0 contra el Chelsea. Una derrota que ha terminado de encender todas las alarmas en el club ‘red’, donde Jürgen Klopp ha tratado de rebajar el estado de preocupación. “Nunca pensamos que fuera a ser una temporada fácil, ni un tramo fácil de la temporada ni un partido fácil. Siempre ha sido difícil, pero hemos estado bien. Simplemente no hemos estado tan bien en los momentos decisivos y es lo que tenemos que aceptar”, señaló tras perder en Stamford Bridge. La postura del entrenador alemán es entendible si se tiene en cuenta que los de Anfield todavía están en buena posición para firmar una temporada histórica. Salvo hecatombe, terminarán ganando la Premier, título que es su gran obsesión al no haberlo conquistado nunca bajo el formato existente desde la campaña 1992/93. En cuanto a su situación en Europa, tienen argumentos de sobra para creer en que es posible dar la vuelta a la eliminatoria ante el Atlético. Tras derrotar al Bournemouth el sábado, el Liverpool sólo necesita tres victorias para proclamarse campeón liguero y poder centrar todos sus esfuerzos en revalidar la Champions, siempre en caso de salvar antes el escollo de los rojiblancos. Síntomas de desgaste Será el trascendental duelo frente al equipo de Simeone el que diga si lo ocurrido en el Liverpool durante las últimas semanas ha sido un bache temporal o si, por el contrario, se trata de una caída con todas las consecuencias. Sea una cosa u otra, lo cierto es que desde hace tiempo existían indicios para esperar algo así en el cuadro ‘red’. Una de las principales razones es su exigente calendario, con situaciones tan surrealistas como que el club se viera obligado a tirar la Copa de la Liga en diciembre (presentó al equipo juvenil contra el Aston Villa) al tener que disputar un día después la semifinal del Mundial de Clubes. Al margen de este capítulo, lo cierto es que la disputa del Mundialito suele ser un factor habitual en el bajón de equipos durante la segunda mitad de temporada, como fue el caso del Real Madrid de Carlo Ancelotti en la temporada 2014/15 o el del Barça de Luis Enrique en la 2015/16. Si a esto se le suma que Klopp no es un entrenador demasiado amigo de las rotaciones, no sería de extrañar que el Liverpool esté acusando cierta falta de energía

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