Relicario de las Espinas de Cristo, Palma de Mallorca

Page 1

Relicario de los Navegantes, ficha de la intervención. Denominación: Relicario de las espinas de Cristo o del Gremio de los Navegantes. Edificio: Catedral de Palma de Mallorca Autor: desconocido Punzón: Mallorca S. XVI 1 Época: 1546 - 1551 Estilo: transición entre gótico y renacimiento Materiales: plata dorada, alma interior de hierro y base interior de madera forrada de seda roja. Medidas: 89 x 37 x 28’3 cm.

según la Enciclopedia de la plata española y virreinal americana, aunque en el relicario la novedad es la inclusión de la palma sobre el punzón de la ciudad, cosa que no aparece en el catálogo. 1


Descripción de la pieza Relicario de plata dorada. Se enmarca dentro del conjunto de relicarios y custodias de tipo templete (con un marcado carácter arquitectónico) de los que se encuentran numerosos ejemplos en toda la Corona de Aragón. Se trata de un cuerpo arquitectónico de tres templetes o cimborrios, el central de mayor importancia, que apoya en un pie, y que en su parte central alberga, en este caso, el relicario de las espinas y dos figuras en cuya trasera hay sendas tecas que albergan reliquias. Se trata de San Andrés y Santa Clara. El pie es de planta mixtilínea, con un juego de líneas cóncavas y convexas que componen ocho espacios, los principales, donde hay dos escenas repujadas de la pasión de Cristo (Ecce Homo y la Coronación de espinas), dos escenas navales (se trata de un exvoto del gremio de navegantes), y cuatro gajos lisos con motivos vegetales punteados. Entre las escenas hay dos grabados a buril que representan un yelmo y una mano sosteniendo una planta. Este conjunto se eleva sobre un juego de molduras y una galería de tracería gótica tardía. El fuste lo compone un juego de cuellos de distinto tipo. El inferior es un cuerpo a modo de templete entre columnas, plenamente renacentista. El intermedio es un nudo (un poco más ancho) decorado con molduras y nervaduras entorchadas, con remates abalaustrados en las esquinas. El cuerpo superior es una pieza


torneada, decorada con guirnaldas y motivos vegetales, y coronado por unos cuellos decorados con ovas, círculos, etc. El cuerpo central del relicario lo forma la base donde apoyan el relicario y las figuras. Éste enlaza con el fuste mediante una serie de hojas que nacen de los cuellos inferiores y ascienden de forma ondulante, desplegándose para formar una base rectangular con algunos ensanchamientos. Recorre todo el perímetro una galería calada de formas geométricas con pináculos en cada uno de los vértices y rincones. Como queda dicho, esta base alberga las figuras de los santos y el relicario central, y en ella tienen su asiento las seis columnas que sustentan el dosel superior. Las columnas son de sección cuadrada con baquetones (cuadrados y rematados a modo de pináculos) adosados en sus planos. Quedan perfectamente declinados, interrumpiéndose por molduras formando un conjunto bastante vigoroso. Las figuras de los santos son voluminosas, en escorzo y con abundante juego de pliegues. San Andrés es portador del libro y de la cruz (aunque es latina, no en aspa), y Santa Clara lleva un báculo y restos (está incompleta) de lo que parece ser el pie de una custodia. El relicario central es un cajetín rectangular decorado con crestería gótica, cintas y recorrido en su perímetro por una curiosa cinta entorchada. El dosel está formado por tres cimborrios, dando mayor prestancia al central, declinados de su forma más corriente: una primera


galería calada a juego con la de la base -más avanzada que el gótico-, y la típica construcción de torre octogonal con sus frontales, tímpanos, pináculos, etc. y la parte superior cubierta, a modo de aguja con crestería ascendente y un desarrollo de tracerías, rosetones, etc. El conjunto queda rematado en su parte superior por una nave con un crucifijo en el palo mayor. Cabe destacar en este análisis las dudas acerca de la unidad histórica de la pieza, conclusión a la que se llega mediante un análisis estilístico y técnico. Si bien la obra se enmarca en una época de transición estilística, hay determinadas partes que, por su estilo, se salen de la cronología que barajamos. Esto se aprecia claramente en las distintas piezas del fuste de un estilo algo avanzado (alrededor de la segunda mitad S. XVI) para el resto de la obra, donde además queda corroborado por el hecho de que las distintas piezas no están enclavajadas (trabadas) entre sí. Este desajuste de piezas, unido a que, al desmontar la obra nos encontramos operaciones de reparación de la misma (soldaduras de estaño, remaches, etc.) nos hace pensar que pueden ser fruto de una “restauración” de época, y que por lo tanto, hay una renovación estilística de ciertas piezas. Esto es muy común cuando se “mejoran” piezas como cruces procesionales góticas, que nos llegan con pomos de remate manieristas. Es una vía de estudio a tener en cuenta, especialmente cuando la propia obra nos da indicios de haber sido utilizada en procesiones,


por las sujeciones del pie, y el uso de esta pieza procesionalmente, con el tiempo posiblemente necesitara reparaciones.

Estado de conservación Regular estado de conservación. Se procede a la intervención a causa de un desprendimiento de uno de los tímpanos del templete central, y debido también a la suciedad que presentaba la obra. Las directrices de la intervención se establecen en la consolidación de la pieza desprendida y en la limpieza general de la obra para su exposición. Presentaba, además del daño mencionado anteriormente: • suciedad propia del paso del tiempo, envejecimiento del material y acumulación de partículas de polvo que hacen que la plata pierda sus particulares cualidades (brillo, color, etc.) • sulfuraciones de la plata (cardenillo o verdín) por afloración de humedad o residuos propios del proceso de fabricación de la pieza (agua, ácidos, otros líquidos, etc.) • oxidación de las partes de hierro que están expuestas a las condiciones ambientales. Los tornillos que sujetan el relicario y el pie conservan parte del dorado que los protegía de la intemperie, y estaban oxidados en aquellas partes donde se había perdido dicho dorado. • desajuste de alguna pieza, como pueden ser las bases de las columnas, que habían perdido los pasadores que la sujetaban. El cajetín de la reliquia central, cuyo pasador era


un añadido moderno, y corría el peligro de desprendimiento y pérdida. • Rotura de partes como la moldura inferior, que, reparada en una anterior intervención, cosía con alambre (mediante agujeros en la chapa de plata) partes desprendidas. La nave que remata el conjunto también tenía uno de los alambres que simulan los cabos del barco rotos. Algunos elementos de remate (pináculos, dragones, los mástiles de la nave) estaban torcidos. • reparaciones de época tales como remaches, soldaduras de estaño decoradas con purpurina, piezas de hierro añadidas… son “soluciones” temporales que ayudan a conservar la integridad de la obra, pero que muchas veces son poco afortunadas técnicamente, por lo que se aconseja el estudio de su completa restauración con técnicas más adecuadas.

Intervención efectuada Se desmontó la pieza en su integridad, previa documentación fotográfica detallada y atendiendo bien a las marcas de montaje que presenta la obra. Dichas marcas nos indican la forma correcta del montaje de la obra. En una anterior intervención se había hecho caso omiso a estas marcas, y sus elementos estaban desordenados (aunque lógicamente no afectaba a la apariencia de la obra).


El primer paso de la intervención fue la limpieza del material propiamente dicha, con un baño electrolítico de desengrase y otro de agua con jabón neutro y cepillo de cerdas suaves, con lo que se elimina la suciedad. Estos baños se dieron salvando las partes que, por sus características, no se deben mojar, como aquellas partes que tenían estaño y purpurina, las reliquias, el lacre… Las piezas que contenían estos elementos fueron limpiadas con hisopos, sin inmersión. Las sulfuraciones fueron eliminadas (el proceso anterior no las elimina en su totalidad) con una reducción de ácido sulfúrico en agua al 5% (baño que se usa en el proceso de fabricación de piezas de plata, para eliminar cristalizaciones del fundente de la soldadura, blanquear el material, etc.) y posterior aclarado en agua y secado. El secado de las piezas se llevó a cabo con aire a presión, evaporación mediante aire caliente (facilita le evaporación de los líquidos que quedan en poros y rincones del material) y granulado para secado de piezas (similar al serrín, pero de grano mayor para evitar restos) según lo requiriera la pieza. El tímpano desprendido fue repuesto mediante soldadura de plata (aleación del 75% de plata y 25 % de soldadura), usando un soplete de micro llama y protector térmico alrededor de la parte a soldar, para evitar en la medida de lo posible el blanqueamiento de la pieza y pérdida de parte del dorado. La eliminación de las cristalizaciones del fundente fue llevada a cabo con la solución de sulfúrico al 5% y posterior secado de la pieza. El acabado final de la soldadura se realiza mediante rotaflex con fresa de 0’5 mm y toques de buril. No se consideró oportuna la aproximación cromática mediante baño de


oro fino en directo, puesto que la apariencia de la pieza apenas varió. Las partes de hierro fueron limpiadas mecánicamente (aquellas que lo permitían) y protegidas con cera microcristalina, para retrasar la aparición del óxido. El dorado fue abrillantado por frotación con paño de gamuza y pasta de abrillantar, eliminando cualquier tipo de resto de la pasta con disolvente de limpieza AC3. El montaje de la pieza se realizó conforme a las marcas de montaje originales, colocando nuevos pasadores de plata fina allí donde los había perdido y eran necesarios para el correcto ajuste de las distintas partes. Se cosió con hilo de plata fina la parte de la moldura inferior que estaba desprendida y que ya disponía de agujeros realizados en una intervención anterior. Se ajustaron las distintas piezas, de forma que la obra queda totalmente consolidada y evitando posibles pérdidas, respetando debidamente la integridad de la misma y la correcta disposición de sus elementos. Terminó la intervención con la finalización de la documentación fotográfica y la redacción del presente informe. Informe realizado por Gabriel Piró Mascarell Piró Orfebres S.L. Año 2006


Na Jordana, 23 Bajo 46003 – Valencia 00 34 963 912 682 info@pirorfebres.com


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.