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Evolución de la factura electrónica en México
Basta con describir la complejidad de los requisitos tan sólo en lo que se refiere a la impresión de la Cédula de Identificación Fiscal, que debía estar impresa, con ciertas características, en los comprobantes; por ejemplo, ser reproducida en 2.75 cm por 5 cm. Con una resolución de 133 líneas / 1200 dpi; sobre la impresión de la cédula no se podía efectuar anotación alguna que impidiera su lectura. El proceso de comprobación fiscal en nuestro país estaba sustentado por el uso de papel impreso y las empresas y contribuyentes invertían parte de sus recursos en los servicios de impresión, distribución y control de formas impresas, revisión, envío, verificación de requisitos, correcciones y reexpedición, así como el almacenamiento y organización del papel. Por su parte, el SAT no contaba con elementos suficientes para evitar la reproducción no autorizada de los comprobantes impresos.
Durante muchos años, la impresión de facturas y comprobantes fiscales era la forma de tener un mejor control de los gastos hechos por los contribuyentes, pero también traía complejidades: representaba un gran gasto en impresiones, generaba infinidad de archivos físicos y se prestaba a malas prácticas que se reflejaban en fraudes al fisco local y federal.
Inicia la modernización En el SAT seguía prevaleciendo la idea transformar los trámites vinculados a los comprobantes fiscales, tanto para los impresores como para los contribuyentes, al mismo tiempo que se estaba gestando en la institución una transformación de fondo que involucraba modernizar los sistemas y servicios aprovechando las ventajas que ofrecía la tecnología. Así, se inicia una nueva etapa en el proceso de facturación y se prevé la utilización de la tecnología para simplificar el proceso de facturación. En el Servicio de Administración Tributaria se integró un grupo de trabajo interdisciplinario, normativo y desarrollador de soluciones tecnológicas dedicado a impulsar el Programa de Modernización de la
Comprobación Fiscal, cuyo propósito consistía en generar, procesar, transmitir y resguardar documentos fiscales digitales; es decir, archivos electrónicos. La tarea se presentaba complicada pues aparte de lo que implicaba el desarrollo tecnológico había que adecuar el marco normativo para: establecer la obligación de emisión de comprobantes digitales, definir los requisitos, estándares y especificaciones técnicas, para dar inicio a la utilización de los comprobantes fiscales digitales (conocidos por las siglas, CFD). A mediados de 2004, el SAT desarrolló el esquema de comprobación fiscal digital como una alternativa al esquema de papel. Lo anterior convirtió a México en el segundo país del continente americano en desarrollar un modelo de facturación electrónica.
El esquema de comprobación fiscal cambia radicalmente en cuanto a su concepto y, a efecto de que los contribuyentes se familiarizaran con su uso, y adoptaran los nuevos esquemas, se planeó un proceso paulatino de aplicación escalonada, estableciéndose en una primera etapa como optativos: El 5 de enero de 2004, se publica en el Diario Oficial de la Federación el esquema del Comprobante Fiscal Digital, que entra en vigor ese mismo año. El 31 de mayo de 2004 se publica documento (Anexo 20) reflejando los estándares técnicos que contendrá el Comprobante Fiscal Digital. Para emitir comprobantes fiscales del contribuyente debía contar con los siguientes insumos: • Contar con firma electrónica. Con la firma electrónica se solicitaban, en línea en el Portal de internet del SAT, las series y folios a registrar en los comprobantes fiscales.