Despotricando Por: Becca Menig “Yo creo que cada día nos da algo; unos cuantos minutos de la luz de la tarde echando intricadas sombras sobre una pared del comedor, o un delicioso pesto porque la albahaca creció hasta nuestras rodillas. Tal vez algunas cosas rompieron mi corazón… escribo acerca de todas ellas. Mi nombre es Becca. Vivo en Dallas pero dejé mi corazón en Florencia, Italia. Deseo darles las gracias por leer”.
Si usted es mi amiga, sin duda me ha oído despotricar sobre los aceites parcialmente hidrogenados, los productos químicos y otros cuestionables ingredientes presentes en muchos artículos que se venden en las tiendas de autoservicio. Así fue como en una tarde al finalizar un día muy ocupado, con cierto disgusto pero con el estómago gruñendo de hambre, eché esta comida congelada en el horno. Yo trato de mejorar el sabor y el valor nutricional de este tipo de platillos congelados adicionando ingredientes, o cuando menos especias y hierbas. Esa noche también traté de minimizar mi disgusto conmigo misma. Sabiendo que sería una chica suertuda si encontraría más de una onza de pasta cabello de ángel en el pequeño recipiente de plástico, puse una olla de agua a hervir y luego eché un poco de pasta; con textura en la misma, proveniente directamente de Italia. Si usted es mi amiga, sin duda me ha oído hablar acerca de la importancia de la cocer la pasta al dente, no sólo porque tiene mucho mejor sabor, sino también porque es más saludable, ya que tiene un índice glucémico más bajo, lo que significa una mejor respuesta de la insulina. Cuando el plato congelado estaba caliente y burbujeante, lo mezclé con mi pasta cabello de ángel al dente y lo vertí en un recipiente. ¡Mire qué diferencia! Las hebras de la pasta al dente se mantuvieron firmes, incluso se anidaron juntas, mientras que las envasadas, viscosas e hinchadas por la cocción excesiva, se deslizaron hacia un , en donde las dejé. No puedo decir que de vez en cuando ya no tendré otra cena congelada, cuando colisionen el hambre y el estar ocupada, pero puedo decir con certeza que voy a seguir despotricando contra los malos alimentos. Si usted es mi amiga es indiscutible que ya haya adivinado lo anterior, ¿no es así? Becca Menig, www.from3906.blogspot.com