DOS CARAS: El año 2019 tuvo dos caras muy diferenciadas.
El primer semestre estuvo caracterizado por un ritmo de ventas continuista, muy similar al de 2018, y una evolución de los precios prácticamente plana. En alquiler vivimos un semestre con constantes cambios legislativos, no se ha generado nueva oferta y en algunas zonas aún han repuntado más los precios.
Durante el segundo semestre, las inestabilidades económicas y políticas afectaron negativamente el mercado, y nuestras ventas se resintieron durante un par de meses. En el mercado de alquiler hubo más estabilidad jurídica, a pesar de que a finales de diciembre volvieron a haber cambios.
Y una constatación final: tanto en alquiler como en venta, la sensibilidad del mercado por el precio es altísima.