

EL PATITO FEO por Hans Christian Andersen
Había una vez, en un hermoso prado, una familia de patos disfrutando del sol. La mamá pata acababa de poner un nuevo conjunto de huevos y estaba esperando pacientemente a que eclosionó. .


Estaba emocionada por conocer a sus nuevos patitos. A medida que pasaban los días, uno a uno, los patitos comenzaron a eclosionar. Todos eran adorables y peludos, graznando y chapoteando alrededor.
Pero entonces, un huevo grande que había sido el último en ser puesto finalmente eclosionó. De él emergió un patito diferente a los demás. Era más grande, con plumas grisáceas desaliñadas y grandes patas marrones.


Los otros patitos lo miraron con sorpresa y susurraron entre ellos. La mamá pata sonrió y dio la bienvenida al recién llegado, recordándoles que también era parte de su familia.
A medida que pasaban los días, el patito feo, como lo habían empezado a llamar los demás, creció y mostró sus talentos únicos. Era un nadador fantástico,deslizándose graciosamente por el agua mientras sus hermanos luchaban por seguirle el ritmo. Pero a pesar de sus habilidades, los otros patitos se burlaban y lo intimidaban por ser diferente. Sintiéndose triste y rechazado, el patito feo se alejó, buscando consuelo en el bosque.


Mientras el patito feo deambulaba por el bosque, se encontró con varios animales que lo juzgaban por su apariencia. Una gallina y un gato se burlaron de él por no poder poner huevos o atrapar ratones, haciéndote sentir aún más fuera de lugar. El patito feo siguió adelante, sintiéndose solo y no deseado. Sin embargo, su travesía lo llevó a un lago tranquilo donde encontró otros cisnes como él.
Observando su reflejo en el agua clara, el patito feo se dio cuenta de que no era un pato en absoluto, sino un hermoso cisne. Tres elegantes cisnes se acercaron a él y lo recibieron en su grupo, asegurándose que pertenecía a ellos.


El patito feo, ahora transformado en un magnífico cisne, se unió con alegría a sus nuevos amigos en el lago. Había encontrado dónde realmente pertenecía, y sabía que nunca volvería a estar solo. Y a partir de ese día, el patito feo vivió feliz para siempre como un cisne elegante y majestuoso.
Jefe de Arte: Laura Escobedo
Coordinación de Procesos: Rocel
Rodríguez
Diseño y Diagramación: Rocel
Rodríguez
Ilustración: Wilder Pallarco
