LETRAS (FUENGIROLA) Nº 14/ SEPTIEMBRE/09

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Septiembre/2009

LETRAS (FUENGIROLA) ARTE, MÚSICA & LITERATURA

ISSN: 1989‐4198 Letras (Fuengirola)/ nº14 /año 09/ septiembre/ http://www.alvaeno.com/ ¿Qué vamos hacer ahora, arrastrar la cul‐ pa un poco más y des‐ viarnos en el próximo andamio de estrellas? Marian Ramentól Duología poética

Letras (Fuengirola), tu revista digital

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¿Y si la historia no hubiera ocurrido como nos la han contado?

¡Próximamente!

Santa Compaña la novela que no deja títere con cabeza…

Tom Wolfe, Joyce, Magris, Auster, Unamuno, Baroja… ¿La novela dentro de la novela? ¿El ensayo dentro de la novela? En Santa Compaña el autor nos muestra su daga afilada, su flecha envenenada que apunta, sin miedo, hacia todo aquello que se define como literatura ortodoxa. Sara Cialenva

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COLABORADORES HABITUALES Rubén Sancho Luis Borrás Dolz Guillermo Arróniz Eva Monzón Carlos Penelas Silvia Loustau Carlos Medina

Nº 14 /año 09/ septiembre Cine Posiblemente, las diez mejores películas de la historia, Rubén Sancho. 7. Dos Hombres y un destino (Butch Cassidy And The Sundance Kid) (1969) Reseña Literaria París Tres. Aloma Rodríguez. Xordica: Colección Carra‐ chinas. Zaragoza, 2007, Luis Borrás Dolz. Entrevistas Esteban Bentancour Carrión nació en Montevideo (Uruguay) en 1975. Carlos Medina Viglielm, nació en Uruguay es escultor, músico y escritor. Poesía Carlos Medina, Mujer; Carlos Penelas , Espejos Espejo I; David Saturno Donatti, Espejo invisible; Jorge Eduar‐ do Padula Perkins, Acerina y Tanausú; Mónica de los Ángeles Abella Palacios; Oscar F. Sierra; Olivier Herrera Marín; Oscar A. Tobar. Relatos Rubén Sancho, Silvia Loustau, Eva Monzón, Fernando Gómez Márquez. Zona Roja Magno Fernandes, El filósofo del Unicornio; Carlos Pe‐ nelas, Ocaso de la utopía. Becas y Premios Información facilitada por www.alexisnavas.com Escritor/a del mes Rubén García Cebollero Editoriales, Revistas Digitales y Blog Recomendados Poética Compartida, http:/perebesso.blogspot.com/José Antonio Cavalcanti, http://poemargens.blogspot.com dominick kench , www.myspace.com/backthisway

Libros, libros, libros El asesino entre el centeno de Daniel Ares; A Media Distancia de Luis Tamargo; El paso del tiempo de Fer‐ nando Sabido Sánchez; Tiempo de reflexión de Néstor O Salgado; Atmósferas; Paso largos; el último bando‐ lero; Legados Ediciones; La Biblia Húmeda Rafael Cour‐ toisie. Música para nostálgicos El Duque Blanco y Brian Eno. Arte Adriana Melges; Galería de Arte online ARTQUILAR Un nuevo concepto de Galería de Arte

©Letras (Fuengirola) ISSN: 1989– 4198 Fotografías de Portada, Contraportada: Salvador Moreno Valencia Dirección: Salvador Moreno Valencia© Maquetación y Edición: Ediciones Alvaeno © http://www.alvaeno.com/letras.htm

©Letras (Fuengirola) no se hace responsable de las opiniones vertidas por los colaboradores.

Para colaboraciones: novedades, relatos, poesía, opinión, ensayo: máximo una página A4, archivos de Word, y para fotos formato JPG o GIF a: alvaeno@alvaeno.com


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Editorial No siempre son las cosas como parecen.

“X por su carácter altruista y su for‐ ma de pensar sobre la humanidad, un día se levantó con ganas de hacer algo por el mundo, y, ¡bingo!, encontró lo que estaba buscando como anillo al dedo, al menos eso pensó. Se asoció en una de esas asociaciones humanistas, algo así como Humanismo Universal, que a la larga resultó ser toda una secta denominada La Comunicad”.

Sumario

he solicitado la baja de mi adhesión, merecemos el res‐ peto, y el derecho a saber la verdad sobre Silo y su red de “Humanistas”.

Aquí les dejo algunas frases que he seleccionado para que lean entre líneas y descubran lo que tras la Marcha Mundial por la Paz… se esconde, y lo que nos dice el amigo Silo en un documento titulado Sobre el Mensaje:

3.‐ En la campaña mundial de concientización (Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia 2009), las comunidades tratan de alcanzar a las colectividades culturales más próximas dando conferencias sobre la movilización. También apuntan a diversas actividades El encabezamiento del editorial de públicas manifestándose claramente sobre el apoyo este mes, no es ficción, el nombre lo que dan a la MM y el apoyo que reclaman por parte de he omitido por respeto a la persona los públicos. que sufrió los estragos de El Mensaje. A lo peor muchos 4.‐ Durante estas actividades, se cuenta con una ficha de ustedes no saben de qué hablo, pero yo diría que que es rellenada por el público y que sirve, si es el todos han oído hablar de la Marcha Mundial por la Paz y caso, para ser invitada a reuniones del Mensaje. la No‐ Violencia, ¿sí, verdad?, y muchos de vosotros os adheristeis, al igual que yo lo hice en cuanto me llegó la Quizá estas frases no dicen nada, pero a mí me dicen noticia de tan loable iniciativa: llevar a movilizar al mun‐ que tras ellas se esconden (además de los diez Centros do en pos de un mundo sin guerras, sin armas y sin llamados Parques de Estudio y Reflexión), objetivos de violencia; ¡suena bien!, ¿verdad? poder, y manipulación sicológica de miles de personas. Lo que pasa es que ninguno de nosotros ha leído la letra pequeña, entre otros casos porque para encontrarla “X tuvo la suerte de tener un amigo que la ayudó, jugán‐ hay que indagar mucho, y hacer preguntas molestas y dose su integridad física, a salir de La Comunidad para recibir respuestas todavía, si cabe, más molestas. A mí no ser manipulada por el ‘Humanismo Universal’ y El me alegra que un hombre decida, apoyado por sus Mensaje de Silo “. acólitos, convertirse en el adalid de la Humanidad en estos tiempos tan difíciles donde la Humanidad navega Salvador Moreno Valencia© a la deriva, pero no nos llamemos a engaño, la Humani‐ dad ha navegado al capricho de los vientos desde el Mis cuadros preferidos principio de los tiempos sin que nada se haya podido hacer para que esto no sucediese. Digo que me alegra que haya todavía mujeres y hombres que quieran cambiar el mundo, pero me entristece descubrir que algunos de esos hombres y mujeres tienen otros planes distintos a lo que predican, y esto no es nada nuevo en el mundo. Silo es la clave de todo lo que digo, y es el iluminado que está detrás de todo este asunto por este orden: Silo, Mundo sin Guerras y Marcha Mundial por la Paz y la No‐ Violencia. Y para que vean que he hecho mis deberes les presento la letra pequeña de lo que para mí es un timo, una estafa, un engaño que se está llevando a cabo aprovechando la necesidad de hacer algo de gente como la chica con la que he iniciado el editorial, que inocentemente llevada por su generosidad y sus buen corazón se dejó llevar. Y tanto ella como los que se han Vincent El grito de Munch adherido a la MM, entre los que me encontraba porque


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Posiblemente, las diez mejores películas de la historia Por Rubén Sancho 7. DOS HOMBRES Y UN DESTINO (BUTCH CASSIDY AND THE SUN‐ DANCE KID) (1969) Productor: 20th Century Fox; Director: George Roy Hill; Guión: William Goldman Reparto: Paul Newman, Robert Redford, Katharine Ross, Stroher Martin

Dos hombres y un destino es la obra cumbre del cine industrial, aquél que se aleja de las pretensiones artísticas o filosóficas y busca la perfección en el fondo y en la forma para entretener al espectador sin ofender su inteligencia.

El director, George Roy Hill, nos volvería a mostrar su capacidad para sumar el talento de Paul Newman y Robert Redford en ‘El golpe’, pero lo que allí se quedaría en la ejecución de un guión perfecto aquí, en ‘Dos hombres y un destino’, trasciende las restricciones formales y se convierte en una obra maestra del cine.

El gran acierto de la película es el tempo que utiliza, como sabe jugar con las pulsaciones del espectador, como consigue acelerar la acción por momentos para luego detenerla, dejando que la audiencia repose, se relaje y disfrute del espectáculo que le están mostrando.

El montaje de los atracos es frenético a la par que elegante y poético y termina yuxtaponiéndose con momentos de diversión, romance e instantes de gran cine en un juego a tres seductor y cautivador.

La fotografía es excelente, la música inolvidable y las actuaciones memorables. Tanto Newman como Redford bordan sus papeles, aunque según avanza la película Paul Newman vuelve a demostrar que era mejor actor que Robert Redford.

La película avanza con la historia y, sobre todo, con el sentido del humor que invade toda la cinta gracias al cuál se dio una vuelta de tuerca al género Western de la época, mucho más trascendental. El sarcasmo y cinismo de Newman pasarán a la historia, así como su paseo en bicicleta bajo las notas de ‘Raindrops keep falling on my head’.

Y termina con un final auténtico, épico y acorde con el resto de la película pero que no te voy a desvelar aquí por si no la has visto todavía, que hace justicia al excelente guión de William Goldman.

El único detalle negativo de la película es el ensalzamiento excesivo de los dos delincuentes que la pro‐ tagonizan, Butch Cassidy y The Sundance Kid, que atemorizaron el sector financiero americano a princi‐ pios del siglo pasado y que quedan retratados como héroes en una licencia poética algo exagerada.

La historia del cine no respeta lo suficiente a George Roy Hill porque siempre le han achacado cierta falta de compromiso en su cine, pero el cineasta estadounidense debería ser recordado como uno de los mejores Directores de cine de todos los tiempos, por haber sido capaz de obtener lo mejor de todos y cada uno de los colaboradores que han trabajado junto a él.

En definitiva, una obra imprescindible para los amantes del buen cine y esencial para los admiradores del talento descomunal de Paul Newman.


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Reseña Literaria Por Luis Borrás Dolz BÚSQUEDA

Lo primero que sentí fue envidia. Y de la mala. La misma que sientes ca‐ da 22 de diciembre viendo el telediario. Irse a París a estudiar literatura a la universidad de la Sorbona. Vivir en un piso con vistas al Sacré Coeur y con una chimenea tapada reutilizada como baúl de vino y tabaco. Aunque sea un quinto sin ascensor. Qué envidia.

Pero estoy harto de tanta queja y tanto arrepentimiento que no sirven de nada. Este año también habrá un 22 de diciembre y tampoco seré yo el que salga en el telediario bebiendo a morro de una botella de cava. Así que decidí irme a París y volver a tener veinte años, subir hasta un quin‐ to sin ascensor y disfrutar de las vistas, recorrer la ciudad en bicicleta y frecuentar las calles por donde no pasan los turistas. Al principio lo entendí como un diario de noventa y ocho entregas, y pensé en el esfuerzo, en la voluntad de escribir, en querer algo y propo‐ nérselo. En la constancia. Pensé en esos días en los que llegas a casa derrotado o borracho y en lugar de lavar‐ te los dientes y meterte en la cama a dormir la mona te pones a escribir unas líneas. O que al día siguiente, entre clase y clase, con el segundo café de la mañana, aprovechas el tiempo para guardar la vida en un papel. Escribir telegramas que no enviaremos a nadie. La inmensa mayoría iniciamos un proyecto, empezamos con ilusión, pero me temo que, como esos deseos para el nuevo año que requieren esfuerzo y constancia, no sobrevive a la primera excusa. Cambiamos el ro‐ mántico quinto sin ascensor por un bajo con jardín. Sin embargo, Aloma se lo propuso y lo consiguió. Aloma estu‐ dia literatura pero tiene claro que quiere ser actriz. Aloma escribió un diario sin pretender hacer literatura. Contar las cosas que hacía, las cosas que le pasaban, las personas que conocía. Hablar de sexo y amigas, de tu novio y de ilusio‐ nes, de bicicletas, calles, películas, profesores, música, cigarrillos, teatro de vanguardia, dudas y una inmensa ciudad de novela. El estilo es lo de menos. Parece escrito con prisa. Sin detalles. Seco al paladar. Pero acabas acostumbrándo‐ te al sabor. Y te das cuenta de que el estilo no es lo importante, que cada uno tenemos el nuestro, nuestra forma de contar las cosas. Unos hablan mucho, otros poco o lo justo. Unos son serios, parecen enfadados cuando no lo están, otros –como yo- son charlatanes y excesivos. Pero me di cuenta que era algo más que un diario. Que no era sólo eso. Pensé en cómo era mi vida con veinte años, en el último año de la Facultad. Una vida echa de

madrugadas, fiestas, borracheras, risas e inconsciencia. El futuro era algo que te hacia encogerte de hombros. La vida de Aloma se parece a la mía, fiestas, conciertos gratis con cerveza barata, profesores cretinos, viajar y dormir en un coche… pero hay algo completamente distinto, algo esencial. Ella sabe lo que quiere y vive la vida de sus veinte años sin miedo. Tiene suerte, es verdad. Suerte de vivir un amor así, de contar con la compañía, la complicidad de un amor así. Tiene suerte de unos padres que la apoyan y no mirarán su vocación como un fracaso, que respetarán sus decisiones. Que via‐ jarán hasta París para verla actuar en una obra de teatro sin texto ni argumento y no le harán ningún reproche.

Pero al final me di cuenta de que “París tres” es en realidad una búsqueda. Que la vida se trata de eso: buscar. Irse a vivir a otra ciudad y buscar tu sitio. No arrepentirse. Viajar sin mapa. Asombrarse. Recorrer una ciudad y acordarse de una novela. Querer ser actriz y buscar en el tablón de anuncios de la facultad. No tener miedo y decir que sí. Hacer de taqui‐ llera en lugar de actriz. Sobrevivir a la estafa y a los desengaños y no perder la ilusión. Hablar con un desconocido. Sonre‐ ír y guiñar un ojo. Saber que ser contradictorio te hace humano. Salir a la calle con un bocadillo y una cámara de fotos. Comprarse abrigos de segunda mano. Madrugar los sábados para buscar a Milan Kundera cerca de Notre Dame y no encontrarle. Recordar que tu madre te dijo que el que tropieza y no se cae, adelanta.

Saber que un domingo de octubre llega el final, y entonces, toca sonreír y seguir buscando.

París Tres. Aloma Rodríguez. Xordica: Colección Carrachinas. Zaragoza, 2007.

*Esta foto de un beso en París ante el Teatro de la Ópera, y bajo la lluvia, pertenece a uno de los más grandes fotógrafos de París de todos los tiempos: Robert Doisneau, ese ojo conmovido por las pequeñas cosas de la vida, esa mirada huma‐ nista y humanizadora.


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Hoy tengo la satisfacción de contar con la escritora Eva Entrevista Monzón,

Por Salvador Moreno Valencia Esteban Bentancour Carrión nació en Montevideo (Uruguay) en 1975. De profesión arquitecto y de vocación escritor, ha desarrollado paralelamente su carrera profesional y sus inquietudes literarias. A los 17 años, su cuento “El Juego”, fue incluido en el libro, Jóvenes Narradores Uruguayos, editado por el Ministerio de Educación y Cultura y el Instituto Nacional de la Juventud. En 2004 fue finalista del Concurso de Relatos de Viaje de la Facultad de Arquitectura, con su cuento “Anagrama”, que fue publicado en el libro Next Flight. Nos es grato contar con una entrevista de Esteban Bentancour para el número 13 de Letras (Fuengirola), con el motivo del lanzamiento de su libro “Los ojos que miran”, editado por Temas de hoy en su colección Th novela.

L: ¿Las palabras son los ladrillos que constituyen tus ciudades literarias?

E: Sí, en efecto. Las palabras son el material de la literatura.

L: Lo de ladrillos no lo decía con el sentido con el que suelen definirse algunos libros, sino en el sentido arquitectónico que te corresponde, porque tanto las primeras como los segundos construyen, y tú parece que eso lo tienes claro: ¿El tema de “Los ojos que miran” es común en estos tiempos?

E: Los temas tratados en “Los ojos que miran” son muchos: el libre albedrío, la relación entre la realidad y la imagen, la subjetividad de quien observa, la fragilidad del tejido social... Visto así no sabría decírtelo. Ahora bien, el hilo argumental que recorre el libro (y que es la excusa para tratar dichos temas) describe una amenaza capaz de devastar a la humanidad, y en ese sentido, es cierto que en los últimos tiempos ha habido un auge de este tipo de historias. He pensado mucho en ello y creo que es debido a la crisis económica en la que nos encontramos.

L: Si ponemos en una coctelera: El país de las últimas cosas, de Paul Auster; La danza de la muerte, de Stephen King; La Peste, de Albert Camus; La amenaza de Andrómeda, de Michael Crichton; El corazón de las Tinieblas, de Joseph Conrad; Zona Caliente, de Richard Preston; Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago; y Nivel 5 de Douglas Preston, y Lincoln Child, ¿es el resultado Los ojos que miran?

E: Todos los libros de los que hablas (así como una lista igual de larga de películas: 12 monos, 28 días después, La noche de los muertos vivientes…) son referentes muy importantes para la novela, pero el resultado tiene personalidad propia. Si te fijas, los títulos que mencionas son muy diferen‐ tes entre sí. Sería imposible ponerlos en una coctelera y obtener algo coherente (y aunque fuera posible, la verdad es que no me interesa hacerlo). “Los ojos que miran” dialoga con ellos por medio de guiños literarios incluidos en la trama y no tomando influencias directas de los mismos.

L: Amor, desamor, viaje en el tiempo hacia el futuro, devastación del mundo; ¿podría ser el motivo de dicho holocausto el virus influenza? Sigue en la página siguiente —>>>>


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Entrevista E: La mortalidad de la cepa actual del virus de la Gripe A es bastante baja. Esperemos que siga así. Lo que sí aprovecho para aclarar es que el virus del que habla la novela nada tiene que ver con el H1N1.

L: ¿Los ojos que miran es una novela apocalíptica?

E: “Los ojos que miran” afronta un hipotético escenario con tintes apocalípticos, pero, como te decía anteriormente, el hilo argumental es una excusa para tratar otros temas más universales.

L: Planteas en tu novela otra concepción del tiempo y del mundo tal y como lo hemos definido hasta hoy. ¿Qué de ficción y qué de real tiene esta con‐ cepción del tiempo en el que el protagonista de tu novela se desenvuelve?

E: La novela sugiere (como una posibilidad, no la única), que el protagonis‐ ta tenga la capacidad de superar los límites de la percepción y contemplar el tiempo de una forma no lineal. Esta posibilidad es sumamente atractiva, pero en la novela ha sido utilizada como una herramienta literaria más que como una especulación científica.

L: ¿Ha comenzado la evolución hacia ese salto a los viajes temporales? ¿Cómo definiríamos esos espacios, atemporales?

E: El protagonista nunca “sale” del tiempo, sólo lo percibe de forma diferente: salta del presente a un futuro cercano y vuelve a su tiempo original. En ese sentido, como te decía, los saltos tempora‐ les del protagonista son un recurso narrativo y no una teoría científica articulada.

L: ¿Crees que un virus, tipo Ébola, acabará con nuestra especie?

E: Confío en que no. En este momento existen, a nivel internacional, mecanismos de contención suficientemente articulados para impedirlo. La novela precisamente expone un fallo global de esos sistemas. Pero este fallo implica una concatenación de circunstancias que no tienen por qué producirse en la actualidad. De todas formas (y para prueba el brote de Ébola que emergió en Reston, Virginia, en 1989 y que estuvo a punto de expandirse por EE.UU.) el riesgo existe.

L: ¿Es la arquitectura ese juego de reflejos o lo es la literatura, o ambas en conjunta armonía?

E: “Los ojos que miran” está armada de forma especular, es decir, como un espejo en el cual las situaciones muchas veces se repiten pero de forma diferente, generando reflejos distorsionados. Es en este sentido que “Los ojos que miran” es un juego de reflejos. Ahora bien, para lograrlo fue necesario armar una estructura argumental muy precisa, en la que todas las piezas debían terminar por coincidir. En la búsqueda de esa solidez estructural quizá se halle el punto de convergencia con mi faceta de arquitecto.

L: Para terminar desde Letras (Fuengirola) agradecemos tu tiempo, y te deseamos mucho éxito con tu novela Los ojos que miran, que sin duda, por los ingredientes que has señalado la componen, lo será.

E: Muchísimas gracias a vosotros por el trabajo difusión literaria que realizáis en vuestra revista.


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Entrevista Carlos Medina Viglielm

A veces, por esas cosas del destino, o por que las cosas tienen que suceder sin más, uno se encuentra de repente ante una persona de la grandeza de Roberto “Carlos” Medina Viglielm, un uruguayo del mundo con nacionalidad sueca. Tras dieciocho años en el país nórdico, regresó a su tierra. El escritor, músico y escultor Uruguayo‐Sueco nos ha concedido una entrevista para Letras (Fuengirola).

L: ¿Carlos o Roberto? ¿Qué motivos te llevaron a Suecia?

CMV: Roberto, formalmente y Carlos para los amigos. Llegué con mi compañera y mi hija huyendo de la dictadura cívico‐militar que, tras un muy ambicioso plan de control económico, había arrasado con todas las instituciones democráticas.

L: ¿Cómo fueron tus primeros años en un país tan diferente del que provenías? CMV: De descubrimiento, de una cultura milenaria, distinta a la nuestra, llena de mitos y leyendas, de reflexión y de estudio. Considero hace tiempo que el hombre es más hombre cuanto más más pueda hacer, cuanto más pueda cons‐ truir y no, cuanto más fuerza física tenga, o cuanto más temor pueda provocar. Hace demasiado tiempo que la humani‐ dad cultiva la personalidad de Alejandro Magno, como paradigma de hombre. Veamos si no, el mundo que tenemos. Sería bueno, creo que sería mucho mejor, si levantáramos como paradigma, la figura de Leonardo Da Vinci. Eso quisiera lo pensaran en particular las madres, que son las que, principalmente, educan a los niños. L: Maestro de música, escultor retratista, pintor y escritor. ¿Te dejan dormir tus inquietudes?

CMV: Más bien poco. Pero cuando lo hago, lo hago con la conciencia tranquila.

L: ¿Desde cuándo realizas estas actividades, qué buscas a la hora de crear tus obras? CMV: Comencé con la composición musical a los 10 años. Durante un buen tiempo fue sólo eso. Luego me introduje en la escultura, a principio de los 70, entre escultores españoles e italianos que fabricaban muebles de estilo. Al llegar a Suecia en diciembre del ´76, di curso a un interés que se fue volviendo una necesidad casi imperiosa: escribir. Había publicado por primera vez en Montevideo, un artículo, una pequeña crónica sobre un hecho de represión policial a una manifestación. En Suecia, y aconsejado por uno de los principales críticos literarios uruguayos como fue Emir Rodríguez Monegal, publiqué mi primer trabajo narrativo: un cuento. Después ya no he parado. Busco de diversas maneras dejar un mensaje de denuncia, pero también de esperanza.

L: ¿Cómo ves a los seres humanos en el mundo globalizado?

CMV: Los veo como los personajes de la novela de Ray Bradbury “Farenheith 471″. La globalización tiene un lado bueno que es la facilidad de comunicación pero un lado muy malo que es la destrucción de los valores y del conocimiento pro‐ fundo, la memoria, y eso no solo es malo sino muy peligroso. Yo vivo en el Río de la Plata, una zona del mundo donde la globalización ha sido muy “exitosa”. Muchas veces, cuando hablo con jóvenes, me siento como uno de esos protagonis‐ tas de la novela que han memorizado libros, porque el sistema los ha quemado. No es una tarea fácil. Muchos rehuyen al tema, deslumbrados por el consumo, los temas vanales, el circo futbolero o la música “chatarra”, que hay mucha. L: Ante alguien que ha publicado más de doscientos trabajos periodísticos y literarios, en Suecia, España, Venezuela, Cuba, México, Argentina, Chile, Uruguay, uno no tiene más remedio que quitarse el sombrero, y abrir bien las orejas para apren‐ der de sus palabras. ¿Sobre qué temas basan estos trabajos? CMV: He escrito trabajos periodísticos, poemas y unos cuantos cuentos, tres obras teatrales y me encuentro escribien‐ do simultáneamente una novela y otra obra teatral. Pero mirando en perspectiva, creo que he intentado lo mismo en todos mis escritos: decir lo que tiene que decir un hombre en su tiempo.

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Entrevista

L: Más de diez países por los que has pasado en giras musicales con diferentes grupos, y como solista. ¿Se hace camino al andar?

CMV: “Se hace camino al andar, y al volver la vista atrás…” hay que escribirle a los amigos.

L: Piano, syntetizadores (teclados electrónicos), acordeón a piano, guitarra, bajo eléctrico, quena (flauta india) tamboriles, tumbadoras, bombo legüero… ¿Con cuál de ellos te sientes más cómodo?

CMV: Lo que más me gusta es el piano. Aunque pienso que el acordeón a piano es un instrumento muy cálido y muy versátil y fácil de llevar. Es muy grato verse rodeado de escuchas en una cocina o en el monte, cerca de un fogón… Luego me gusta mucho tocar los tambores, que en Uruguay se llaman tamboriles y con ellos se ejecuta el Candombe, ritmo ancestral de los africanos que llegaron a mi país (al igual que a todo el litoral Atlántico), como esclavos.

L: Has conseguido varios premios en las distintas disciplinas artísticas que desarrollas, puedes enumerarlos por relevancia con respecto del plano personal.

CMV: No puedo decir que tenga la literatura o la escultura o la música como más importante. No lo siento así. Me sur‐ gen ideas y al mismo tiempo el camino para expresarlas. Al llegar de vuelta al Río de la Plata, me fue imposible, econó‐ micamente continuar con la fotografía y ahora todas mis cámaras, son cosa casi de museo. Creo que, a pesar del avance tecnológico ‐al cual me he aproximado con una cámara digital‐, el arte de la fotografía en blanco y negro seguirá vivien‐ do y desarrollándose. No pierdo las esperanzas de retomarlo. Mis premios son como mis hijos y siento cariño por cada uno de ellos.

L: ¿Conociste personalmente a Olof Palme, del que has realizado un busto que está situado en Montevideo?

CMV: Conocí a Olof Palme un día de 1982. El realizaba una visita a la Casa Matriz de la fábrica Ericsson (radio‐telefonía), en el marco de la campaña electoral. Me vio allí, entre todos los rubios y fue directamente hasta mí tendiéndome la ma‐ no. Evidentemente había reconocido mis rasgos latinoamericanos. Me preguntó cómo me encontraba, si estaba a gusto en Suecia. Fue un gesto espontáneo de solidaridad que jamás olvidaré. Le contesté, por supuesto, que sí y aproveché para agradecerle todo lo que Suecia nos había brindado a los latinoamericanos en aquellos tiempos difíciles de las dicta‐ duras. El 28 de febrero de 1986, yo estaba de visita en Montevideo. Mi madre me llamó y me dijo “Carlos, mataron a Olof Pal‐ me”. No lo podía creer. Suecia sería de “un antes y un después”. Suecia ya no volvería a ser la misma después del crimen y creo que, el mundo tampoco. Unos cuantos años más tarde, realicé una escultura en bronce en su memoria. Está ubi‐ cada en una de las principales avenidas de Montevideo.

L: Cuéntame algo sobre estos nombres: José Martí, Roque Dalton, Arthur Lundkvist, Ademir Antonio Bacca, Karin Rydholm e Ingmar Bergman.

CMV: Los primeros cuatro han influido en mí, por su poesía. José Martí sobre todo. Pero de él, más que su poesía, influ‐ yó en mí su filosofía, su ejemplo de hombre cabal, que dijo en voz alta lo que pensaba y dio su vida no sólo por la inde‐ pendencia de su amada tierra, sino por todos los latinoamericanos. El nos anticipó, él supo ver claramente las intenciones que tenían los Estados Unidos de América para con las nacientes repúblicas centro y sudamericanas. “Viví en el monstruo ‐escribiría Martí en su última carta‐, y le conozco las entrañas”. Todo lo que él predijo sabiamente, lamentablemente se ha cumplido. Las repúblicas de centro y Sudamérica fueron con‐ sideradas por los EE.UU., como su “patio trasero”, despreciadas primero y atacadas e invadidas después, o gobernadas por tiranos a su servicio, como Batista, Somoza, o Pinochet. Conocer a Martí es, para los latinoamericanos, una necesidad elemental, y para los españoles también es necesario, para poder comprender la historia de nuestras sufridas repúblicas latinoamericanas. Hoy, cuando ciertos deportistas son ca‐ talogados como “héroes”, por patear una pelota y hacer algunos goles, deberíamos todavía más conocer a hombres co‐ mo Martí, que dijo: “Cultivo una rosa blanca, en julio como en enero, para el amigo sincero que me da su mano franca. Y para el cruel que me arranca, el corazón con que vivo, cardo ni oruga cultivo, cultivo una rosa blanca”. Roque Dalton fue otro ejemplo de poeta revolucionario. Murió temprano, injustamente. “Yo, como tú ‐nos dijo‐, amo el amor a la vida, el dulce encanto de las cosas, el perfume celeste de los días, de enero. (…) Yo, como tú, creo, que la poe‐ sía es como el pan de todos. Y que mis venas, no terminan en mí, sino en la sangre unánime, de los que luchan…” Sigue en la página siguiente —>>


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Entrevista Arthur Lundkvist fue un poeta a quien los iberoamericanos debemos mucho. Nació un pequeño pueblo al sur de Suecia. Se enamoró de nuestro idioma español, leyendo “Poeta en Nueva York” y sufrió mucho cuando García Lorca fue asesi‐ nado. En 1946, viajó a Sudamérica acompañando refugiados judíos. Vivió un mes en Montevideo y luego partió hacia Chile. Allá se hizo amigo de Pablo Neruda, para luego recorrer todo el continente sudamericano y el Caribe. Fue un ob‐ servador genial de nuestra cultura y nuestras condiciones, cosa que quedó plasmada en muchas de sus obras como “Latinoamérica, continente volcánico”, o, “Darunga o la leche de la loba”, una historia de una revolución en una isla donde se planta caña de azúcar, con combatientes barbudos, publicada en 1954, o sea cinco años antes del triunfo de la Revolución Cubana. A pesar de ser un “escritor proletario”, fue invitado a integrar la Academia Sueca de Lenguas, lo cual aceptó encontrándose en España. Para sorpresa de la telegrafista que lo atendió en ese momento, solo escribió, después de haberlo pensado mucho, la palabra “Sí”. Fue el promotor de Neruda para su Nobel y en 1982, principal responsable del Nobel a Gabriel García Márquez. De ello tengo un recuerdo tan colorido como “Macondo”. García Márquez fue homenajeado por la colonia de latinoamericanos residentes en Estocolmo. Participé junto al trovador uruguayo Aníbal Sampayo esa noche, que terminó con una espec‐ tacular muestra de danza folclórica colombiana. Bueno, la noche en realidad, terminó con un famoso y multitudinario brindis: Fidel Castro, amigo de García Márquez, envió para la fiesta, mil quinientas botellas de medio litro de Ron Haba‐ na Club carta blanca, lo cual a su vez, provocó una fuerte protesta por parte de la cancillería sueca. Un funcionario sue‐ co me dijo ‐fuera de micrófonos‐, que el año siguiente el Nobel de Literatura tendría que ser cubano. Ademir Antonio Bacca, es uno de los principales poetas brasileros de la actualidad. Un gran amigo, presidente del “Proyecto Cultural Sur”, que tiene sede en la ciudad riograndense de Bento Goncalves y principal organizador de los Congresos Nacionales de poesía de Brasil, que se realizan cada año, simultáneamente con un Salón de Artes plásticas. Karin Rydholm es una joven periodista y cineasta sueca que reside hace unos años en Montevideo. Es la actual presi‐ denta del Instituto Cultural Suecia‐Uruguay, con sede en Montevideo, de cuya directiva también formo parte. Ella hizo el guión de un documental sobre Bergman en el 2005, para el cual compuse la música. Existe en Uruguay una curiosa e intensa “Bergmanmanía”, que nació en el año 1953, en el Festival de Cine de Punta del Este (principal ciudad balneario de Uruguay). A partir de entonces, dada la sensación que causaron sus filmes entre los cinéfilos uruguayos, y la consi‐ guiente promoción que hicieron de los mismos, Bergman se comenzó a conocer en el Exterior de Suecia. En el documen‐ tal se entrevistó a varios veteranos cineastas y guionistas de teatro uruguayos sobre su relación con el cine de Bergman. Creo que el maestro alcanzó a ver el documental allá en su casa de la Isla de las ovejas (Fårö) pero, contra los deseos de muchos cinéfilos uruguayos tanto veteranos como jóvenes, dejó este mundo, sin visitar Montevideo.

L: “El mensajero de Beirut” “Clase de fotografía”, son obras de teatro que has escrito, háblanos de ellas.

CMV: Escribí “El Mensajero de Beirut” como un desahogo, en 1984, en ocasión de la “Guerra del Líbano”. Beirut, “La perla del mediterráneo”, era demolida por las bombas. Miles de muertos y mutilados y decenas de miles de refugiados de guerra. 22 años más tarde, la historia se repite. La obra, dedicada principalmente a los jóvenes, es un grito por la paz y contra la indiferencia cómplice de quienes no hacen nada por evitar las guerras. “Clase de fotografía” está escrita en homenaje al fotógrafo argentino José Luis Cabezas, asesinado en Buenos Aires hace poco más de diez años. Un homenaje a Cabezas, pero también a todos los que abrazan ese tantas veces mortalmente peligroso oficio de periodista.

L: Esta es la pregunta no apta para supersticiosos. ¿Latinoamérica hoy, cómo la ves? CMV: Despertando de un largo letargo. Está aprendiendo a conocerse e identificarse. Está creciendo y, si se logra llevar adelante el proyecto unitario tanto de Bolívar como de Artigas y Martí, llegará a ser una de las zonas más prósperas del mundo. Tenemos las riquezas, la belleza del ambiente natural, la fuerza de trabajo, las ansias de superación, un crisol de culturas y un idioma que nos une: el español. Carlos Medina Viglielm, es un gran artista polivalente que cultiva el gusto por las Artes, que se implica con el pensamiento, el libre pensamiento, el de los criterios propios, no el que genera la alienación y la estulticia humana: la falta de criterio propio, la sumisión, y otras actitudes que esclavizan a los ignorantes, sino aquel que le hace crecer como persona, como hombre comprometido con su tiempo, como maestro de música, como escultor, como escritor; disciplinas en las que se siente libre, hombre de su tiempo, involucrado en la lucha de hacer un mundo más justo a través de las Artes que nos acercan a la esencia del humanismo.


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Poesía Por Carlos Medina Mujer A mi madre, A las madres, A las que no se dejan someter, A las que junto a los hombres Luchan por la igualdad y la justicia, A las que prefirieron las llamas A la ignominia A mis amores, A mi amor Anabella. Cuando digo mujer, Me estremezco. Cuando pienso en la palabra Mujer, Pienso en el agua fresca, En la leche tibia, En la miel, Pero también pienso en un metal Tenaz, bronceado y terso Aunque ligero y oscilante. Pienso en la piel más mullida Y de vellón más fino, Pero pienso también En esas cuerdas de cáñamo Con que se amarra a los barcos Para que no se los lleve la tormenta. Cuando pienso en la palabra Mujer, Pienso en la que me dio la vida, La que me cobijó en su ser, La que me enseñó las caricias Y me ayudó, pacientemente, A balbucear las primeras palabras, La que lavó mis primeras heridas… Cuando pienso en la palabra Mujer, Recuerdo aquella mujer, niña Que me hizo vibrar con el primer beso, La que me hizo llorar de amor Cuando se fue…

Digo mujer, Para mis adentros, Y pienso en noches de angustia, En miradas tristes Tras las persianas de cuartos oscuros, En cartas que no llegan, En telegramas… Pero también pienso en esas miradas lánguidas Y bostezos de verano En la dulce espera De vientre acariciado Y listas de nombres de varón Y de mujer. Digo mujer y digo muchacha. Muchachas riendo Y piropos en la mañana Y encuentros al anochecer Y camas prestadas Y unas ganas inagotables de amar… Que son las brasas Que es el fuego… Hasta llegar a la canción Que lo lleva a uno hasta ella, Hasta la mujer Que hoy ama Y que hizo posible que el propio ser Se prolongara en los hijos… Digo mujer, En un susurro Y pienso en una playa al atardecer, La arena fresca y el agua mojando mis pies. El mar allí, El agua más grande y profunda… Creo que ahí está el secreto Porque ahí nació la vida… Por eso frente al mar Digo, la mar Y pienso Mujer.


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Poesía Por Carlos Penelas Espejos Espejo I

¿Quién es este desconocido que habita el espejo?

Un desconocido habla por teléfono desde mi cama.

¿Por qué me mira así?

Lo veo mientras la lluvia cae sobre el ventanal

¿Qué ojos desvelados lo llevan

de la biblioteca. La radio me impide sentir

a sentir pena o ternura por mi?

la intimidad de la lluvia, el calor del insomnio,

¿O a recordar el día sin abandono, en el ocaso,

las imágenes que pesan y rozan las flotantes nostalgias.

hendido y distante, desolado, desde una silla?

Me doy cuenta que soy un inquilino en esta casa.

Temo a ese hombre desprotegido,

Que las palabras son errantes. Siento envejecer mis manos.

al corazón insospechado que sale de sus labios.

La penumbra devoran estas voces desiertas.

Temo esos ojos sin control que miran

No he muerto aún pero estoy fuera.

a un hombre que se mira

Me reconcilio con un viejo poema, con un retrato,

en la desnudez del silencio y del destierro.

con los ríos bellísimos que cruzan los pájaros,

o con esa pequeña brisa que acaricia mi hombro.

Espejo II

Espejos III

(El unicornio es una claridad desvanecida.)

No sé quién es este hombre.

Sé que son matices, elegías dispersas,

Este hombre que lleva mi rostro,

pausas inequívocas que ven el reverso de una frutera,

un día de julio de 1946 en su pecho,

que palpan a contraluz lo fugaz del viento,

un furor oculto, agazapado, en sus manos.

el pubis de la amada como una lengua peregrina.

Detrás de sus ojos navegan barcas celtas.

Un desconocido habla por teléfono.

Y un mar, un vacío esplendente

Un animal deambula por la noche cerrada.

evocando hembras de pesados cabellos, solitarias, perdidas. No sé quién es. A veces siente la ternura furtiva, la sombra de una mirada oculta, el jadeo clandestino de la noche.

Carlos Penelas Buenos Aires, noviembre de 2008 www.carlospenelas.8k.com

A veces lee bajo la luz de una lámpara de pie

o vacila detrás del ventanal, de los vientos melancólicos del

sur. ¿Qué ve en mí? ¿De qué se apiada? ¿Por qué tiembla?

El espejo Salvador Morneo Valencia


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Poesía Por David Saturno Donatti ESPEJO INVISIBLE ¿Y acaso tu cuerpo no es un ataúd portátil? ¿Y acaso el tiempo no es esta camisa de fuerza? Soy una ciudad sin calles

(Amárrate la niebla en las muñecas Desplómate) Los gritos que se revuelcan en esa calle donde

¿Y acaso la poesía no es el único espejo

deambulan las intemperies y sus signos

que no refleja el ojo ciego del rostro del tiempo?

Los huérfanos que sostienen la mirada

Ciudad en ruinas… desbocada en sus laberínticas olas ¿Y acaso el viento no es el libro escrito por la primavera?

con un grito gélido (Amárrate la niebla en las muñecas

¿Y acaso la primavera no es una misiva de la muerte?

Desplómate, Desmorónate)

Ciudad cortada por púas pasantes

La primavera de hojas rotas

¿Y acaso en un mar invisible no flotan

Esas temperaturas de la muerte

–como botellas, azules– tus sueños?

donde hierven las nadas de la vida

Ciudad de astillas clavando la sangre contra el espejo

(Amárrate la niebla en las muñecas

¿Y acaso el viento no es la única horma… el único molde donde encaja tu huella dactilar? Asaltaré a la nada y robaré su antifaz ¿Y acaso tu espejo no es nuestra herida? Doblegaré mi carne Animal humano, estás tan solo que no posees, ya, ni tu ausencia

Desplómate, Desmorónate, Desnúdate) El oxido que camina lento en los rostros a lo largo y angosto de la vida y la soledad que se deslíe en las pieles

IMÁGENES Y REFLEJOS

y

(Amárrate…)

en los nervios de las sombras (Desplómate, Desmorónate, Desnúdate

Las nubes ahorcadas

Entrégate)

Los ecos sofocados

Los ecos del vacío

El moho del espejo que inunda la luz

La persecución de la muerte

Los mareos del mundo

Las arrugas del tiempo

La muerte que no cesa

hundiendo nombres y sombras

Los ahogados de la mar enmudecida

(Amárrate la niebla en las muñecas

(Amárrate la niebla en las muñecas)

Desplómate, Desmorónate, Desnúdate

La vida tiembla

Entrégate al abismo)

Los cuerpos invisibles que gritan en el aire Las sombras reducidas Los silencios culpables Las percudidas palabras naufragando en la nada

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Poesía Por Jorge Eduardo Padula Perkins

Por Federico Laurenzana

Acerina y Tanausú

Ausente

Se escuchó su voz, dicen algunos. ‐¡Vacaguaré!‐, grito el mencey, prefiriendo morir a ser cautivo. Y se negó a comer para llegar más pronto a su destino. Sería el último rey de aquella isla, de Aceró, en La Palma canaria sacudida por la fuerza imperial de aquellas huestes de la Castilla dominante y expansiva. Y la mujer cuyo amor le había ganado a un pedazo de cielo, Mayantigo, con el mismo grito, desafiando suerte, eligió también la muerte por camino. Y echose a la tumba estando viva, arropada con pieles, Acerina, la de los ojos negros, la de palmera sangre, que encuevada hacia la muerte honró la vida. Y murió Tanausú, murió Acerina feneció la libertad en esos días pero aquel “vacaguaré” ‐¡quiero morir!‐ , la muerte digna, impregnó el alma toda de la isla… El murió de honor, maldiciendo a la traición por su ignominia. Ella ofrendó al amor el tributo pleno de la vida; y trocaron en leyenda del dolor, la virtud y la injusticia.

Cuando ya ni siquiera la brisa brota del viento; ni la hierba mece el paisaje de bruma ni hay tallo que esgrima como daga su prodigiosa cúspide, fue. Ningún arrebato empequeñece cuanta vertida sombra de esa flora se expande, sino duerme bajo el denso manto oscuro todo cuerpo derra‐ mándola. Ningún pétalo es digno ya, ningún abejorro tienta su vorágine sobre la derruida des‐ aparición. Pero a veces perdura, una claridad de soles echada de frente lo devela todo, pero por partes. Partes que aún quedan tras haberse ido, que aún se ven ya desaparecidas y nos recuerdan. ¡Es cuando ya se fue!, cuando sigo viéndola adorando la semilla que germina para irse desde todo, cuando sigo viéndola ausente.

http://www.youtube.com/watch? v=JdXi6qkJp3Q

Salvador Moreno Valencia


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Poesía Mónica de los Ángeles Abella Palacios

www.juliamarin.com

AIRE Abrir la ventana, una ventana. Eso es lo que necesito, lo que quiero, lo que me gustaría hacer. Abrir la ventana, dejar que entre el aire. CAGADOS ¿Por qué te escondes? ¿Por qué me tienes miedo? Tú también, mi marido. Uno más, en la larga lista de “cagados”. LOS HOMBRES TEMEN Los hombres temen al amor que no pide nada a cambio. Huyen de su libertad. MATANDO No quiero un amor que entregue más de lo que yo ofrezco. Nacerán de él preguntas que me acabarán matando.

HOLA Hola es lo único que no he escrito, el resto, ya lo sabes todo. Absurdo ¿verdad? ¿Quién traducirá los sentimientos? Eso ya no importa. No hay que traducir nada. Nuestra vida la sabemos. Vivir es el destino. Coincidir un sueño. ¿Quién no desearía vivir soñando contigo? Tu vida, mi vida, sólo sabidos compañeros EN COMÚN LA LIBERTAD Atraparte corazón, liarte con mis brazos, sujetarte con abrazos, para mostrarte cómo soy, cómo es mi vida, la que no imaginas, la que ahora no puedes comprender. Después, igual que ahora juntos, cada uno en su camino seguir solos, para ser felices juntos. Dos mundos. Dos vidas. Dos idiomas En común la LIBERTAD.

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Poesía Jugamos a ser niños

Jugamos a ser niños con la palometa del destino y viene la muerte tronando mascaras en la noche de los vendavales jugamos a los maúles en los agujeros de la galáctica memoria porque la niñez se enmarañó en el canto del gallo la inocencia murió en el sacrilegio de los asesinos crecimos con antifaces de adulto jugando a morir bajo lunas de sangre y las guerra en la costra de los días jugamos a ser niños todavía con aviones de papel en el viento de los sueños he envejecido en los relojes del cardio‐palpite ya no traza mas caminos en mis latidos. II APARATADO

Por Oscar F. Sierra Nació en 1978 en Choluteca, Honduras. Es maestro de Educación primaria y media en la asignatura de inglés. Ha impartido conferencias sobre crítica literatura Y taller de teatro. Ha elabora‐ do investigaciones sobre sociología rural y geografía humana. Escritor de poesía, cuento, novela y ensayo Soy hereje Soy marsupial de metafórico‐hojalata humano en despeñaderos el cielo de antifaces y aguaceros porque la fe tiene celulitis en el espíritu de pastores broncean sus pecados con la bendición de lo que no existe hagamos el amor Sexo‐público con mi falo acariciando la textil –iglesia‐católica para irrumpir sacerdotales inquisiciones soy hereje me burlo de la insignia de ángeles y la catedrales levantan burbujas de la nada.

Angellicus ecclecisticcus

Ya no soñaré

Ya no soñaré con el mar en mis rodillas ni con la arena en los crepúsculos Porque el vértigo de la ausencia disyunta arlequines en mis poemas no soñaré más la mujer lloviznando alegrías en mi pecho de espinas ni el niño que dirá papá por las mañanas no soñaré más ver a mi madre enrulando esperanzas en la oscuridad nómada de desiertos en la rectitud de la culpa no soñaré con la canción radiográfica de mi memoria no mas sueños a la orilla de los abismos.

No más máscaras

no más mascaras para las lunas de mis acuarios ya no presume el policrome señorial de mis aduladores mis antifaces de poeta se sumergen en el abandono el maquillaje de los cínicos en el poder no más burlas en la algarabía de los prójimos no más amores en el llanto de las calles ni religiosos en los subcutáneos rezos de póker ni claustrofóbicos escribientes en la penumbra ya no seré lo que fui un poeta en los escrúpulos del dolor.

Instrucciones para pecar

Óiganme No distorsionen las carótidas de mi smog. Fumemos como un viejo a la orilla de la luna. Besen el himen de la tristeza en una cama de corsos abandonados. Óigan‐ me traguémonos los atardeceres en una ventana ebria de pájaros. No callen la palabra, digan lo visceral de los jamases. No existe el señorío de mis torceduras. En‐ contremos higroscópicos caminos hacia su placenta. Pequen para salvar a la mujer del enigma de la piedra. Soy

Soy fariseo en una canción de damas des ‐costuradas por el látigo del sol. Cacumen de burbujeos .Soy Isca‐ riote porque llevo la traición en la flor de los días en mi séquito. Irrumpo óvulos de sueños. Soy el injerto de Rushdie en el poliédrico tahúr del mal, porque tengo el caparazón del mal. Corazón de colibrí sin alma. Porque en mi hombro llevo la yunta de megalómanas nostal‐ gias de escriba. Soy la oveja‐oscura‐serpiente. Me arrastro en la cabellera del destino.


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Poesía Por Olivier Herrera Marín SIN TI, SIN VOSOTROS I LA LUZ Y EL VIENTO Consciente de lo que digo, ¡Soy! Que sé lo que escribo. Y sé, que serán tan amados Como temidos, mis versos, En manos de la gente noble Y sencilla de Latinoamérica. Sé, que en vuestras manos: Mis versos son y serán, al Alba, Las lagrimas de la Media Luna; Sobre los dátiles de la palmera Y las espigas de trigo y de arroz, Sobre la rosa y la flor del maíz. Consciente soy, cómo lo soy, De que sin ti, sin vosotros; La LUZ que alumbra la lluvia, El VIENTO de Latinoamérica, Que sopla fiero y esparce El eco lejano de mi verbo. Que le da alas a mis versos; Para que vuelen, y vuelen Más alto, más y más lejos, Para que vuelen y lleguen … Allí donde moran las almas De los nobles chamanes. Allí donde no llega la garra Afilada del buitre, ni se oye, El graznido del cuervo, Puñales y siervos a sueldo De las mitras purpúreas, De los sapos del Pentágono. LUZ y VIENTO de mis versos; Para que vuelen y lleguen … Allí donde nacen los ríos, Allí donde nacen y crecen, Los sueños de amor y de vida De todos los niños del Mundo. Consciente de lo que digo, ¡Soy! Que sé lo que escribo,

Y responderé de mis versos, Sabiendo qué ¡Soy!, Si soy, El eco lejano de vuestra voz Cabalgando la furia del viento.

Sabiendo qué ¡Soy! Si soy, El eco lejano de vuestra voz Cabalgando los relámpagos En las noches más oscuras, Las ondas y los truenos En los tiempos de silencio. Sabiendo qué ¡Soy! Si soy, El eco lejano de vuestra voz Cabalgando la fuerte lluvia Y las olas del mar bravío. Qué, el poeta es nadie, nada, No existe ni tiene nombre. SIN TI, SIN VOSOTROS, LA LUZ Y EL VIENTO. II Y LA LUZ Y EL VIENTO Y la Luz y el Viento De Latinoamérica: Es la voz; de Cuba, Venezuela y Ecuador, Bolivia y Costa Rica, Nicaragua y Honduras, Es la voz del Pueblo Que estalla y cabalga; La lluvia y las ondas, Las olas del mar bravío. Y la Luz y el Viento De Latinoamérica: Es la voz más autentica Y profunda. Son los ríos De magna incandescente Que riegan y vertebran La columna dorsal De Latinoamérica Desde Río Grande A Cabo de Hornos. Y la Luz y el Viento De Latinoamérica: Es la voz digna

Cálida y serena Sensual y libre Fuerte y firme, De sus tierras vírgenes, Húmedas y sedientas, Fértiles y áridas, Siempre, bellas y ricas. Y la Luz y el Viento De Latinoamérica: Es la voz del Pueblo Y de sus libertadores; De Simón Bolívar, San Martín y Zapata De un único pueblo Tan noble y sencillo, Sensible y humano, Como culto y diverso. Y la Luz y el Viento De Latinoamérica: Es la voz recia del fuego Que brota de la tierra, Y alumbra las cumbres Del Poás y el Turrialba Del Arenal y el Irazú Alumbrando la noche, El cielo de Costa Rica. Y el alma del Tucán. III ¿UN POEMA? ¿Un poema? Bien poco es, un poema, Pero lo puede ser todo, Cuando es el eco lejano De vuestra voz; La voz libre y solidaría, La voz profunda Y soberana del Pueblo.

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Poesía Necesito estar en lista de sospecho‐ sos temibles Hay noches que cuestan olvidarlas y que las mariposas vuelen alegres entre las luces apagadas; Desde un parque para acariciar un suelten la lengua vecinas muerto vigilen con la mirada se mira el balcón de una casa, porque pienso en la muerte alguien baila y otro da cuerda al puedo elegirla en un sueño de amor, reloj. enamorado estoy padeciendo, suici‐ Dicen que vivo en el cielo dio. aquí la gente rara vez llora. Necesito aceptar toda academia gobernada más por sentimientos Hay noches que cuestan olvidarlas, que por normas una sonrisa insólita y que mi edad dependa solamente: es el tesoro sepultado de un explo‐ del tacto, los sonidos y del recuerdo. rador Necesito volver a casa, en rojo gri‐ y la luz del destino oculta tando, al niño que la historia borra. por la epidemia del frió invernal Hay noches que cuestan olvidarlas, quiero existir como la moneda uno se siente animal con piel presta‐ más devaluada del mundo para ser un feliz millonario da cuando le hace el amor a una balle‐ muerto de hambre. Necesito una alergia contra mí mis‐ na, mo otro quiere encontrarle lunares a un pájaro que va volando. muchas cosas debería cambiarlas: el peso de mi cuerpo y una ciru‐ Hay noches que cuestan olvidarlas, gía. guiado por el grito de memoria Escucho el grito de la soledad quiero ganarle la batalla a una pie‐ mi propia voz llamándome dra, como lo hace un ciego pero con la infancia dormida que ha perdido al perro guía. se me pierde la fantasía. Necesito borrar aquellos caminos Necesidades raras del mapa Necesito una desgracia. donde el humo es espuma infiel dejar la nostalgia. del sudor Perderme en lo encontrado, porque los fantasmas el futuro desnudo en la noche. Vencieron el miedo de vivir. Es presente, negar que sufro por lo que no tengo. Necesito ser prisionero de la igno‐ rancia Necesito ser artista sin sueños, inventar un cielo, amante del silencio total, uno donde quepan todos armador de rompecabezas y que la caricatura de la gente que guiados por luces propias. conozco viva. Un cielo donde cambiar concep‐ Por Oscar A. Tobar

tos; por ejemplo, que todos vivan enfermos de esperanza y que lo menos importante Sea lo perdido. Necesito que se beban tu sangre las bestias y que se contaminen con mis ma‐ les para que por la fuerza del placer Revivan los que mueren por indi‐ ferencia. Y uno se acostumbra

Como duele la sonrisa de los hijos que se alejan . Se siente un desprecio contra el museo construido para ellos ese ruido de la gente no asusta tanto como el silencio que dejan. Y uno se acostumbra. Yo imagino los ojos bolas de cristal unos para adivinar el futuro y otros el regreso. y uno se acostumbra a vivir con el niño curándole las heridas. Y uno se acostumbra a escuchar la voz de un secreto que provoca insomnio. Y uno se acostumbra a la ternura jamás correspondida. Se vive hipnotizado por las dudas, la lluvia de palabras reaparece. Y uno se acostumbra al prestigio mutilado por el tiempo.


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Relatos Por Rubén Sancho

Corre, corre, corre Berta salió de casa y comenzó a correr. De manera improvisada, sin una razón aparente y sin un destino fijo, sim‐ plemente se dejó llevar. Dejó que sus piernas eligieran el camino, que ellas eligieran cuando detenerse. Abandonó su urbanización, su barrio, su ciudad. Huía de algo, pero no sabía de que, algo atormentaba su alma, la perseguía allá donde fuera y creía que corriendo lo dejaría atrás. Pensó en su marido, en su hija, en sus padres, nadie sabía que había comenzado a correr, pero no se detuvo, desconocía el origen de ese algo que la oprimía y podía provenir de ellos así que el detenerse era algo que Berta no se podía permitir. Cruzó la frontera del país, saludó en otros idiomas, se maravilló de la cultura de otras sociedades y lloró por la pobreza que se encontró en el camino, aprendió que siempre hay otra manera de ver las cosas y comprendió que el futuro no está marcado sino que lo determinamos con nuestros actos. Berta seguía corriendo, sin desfallecer, encontrando fuerzas que ella pensaba que no tenía. Comiendo poco, dur‐ miendo menos y aligerando sus residuos corporales de vez en cuando. Corría, corría, corría y la gente la veía pa‐ sar, extrañados del comportamiento de aquella loca extranjera. Corría, pero su alma seguía oprimida, ¿era posible que ese algo la estuviera persiguiendo hasta tan lejos? ¿Cómo se podría librar de ello? Había pensado que era por su marido, pero él estaba muy lejos ya, se le pasó por la cabeza que fuera causado por la maternidad, pero no se oía el llanto de ningún niño, incluso pensó que la presión de sus padres era la cau‐ sa, pero allí no se escuchaba ninguna reprimenda. Estaba sola en aquel paraje, sola y corriendo, pero ese algo la seguía oprimiendo, a pesar de que había huido de él, éste la había encontrado, nunca la había perdido. Entonces, se detuvo, miró a su alrededor, escuchó el silencio, respiró hondo y comprendió. Había estado huyen‐ do de sí misma, porque no le gustaba la persona en la que se había convertido. Había corrido huyendo de algo externo cuando era algo interno, algo que no la dejaba vivir porque la hacía ser la persona que los otros espera‐ ban que fuera, en lugar de la persona que quería ser. Berta estaba sola en aquel paraje. Sólo el aullido de algún lobo perdido en el horizonte y el cascabeleo de una serpiente cercana enturbiaban el ambiente. Miró al cielo y sintió como la opresión de su alma desaparecía por‐ que había decidido comenzar a ser la persona que quería ser.

Tuareg Cuadro realizado por Salvador Moreno Valencia


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Relatos Por Eva Monzón

LA CURIOSIDAD

Hacía sol así que se acercó a una esquina donde un árbol impedía que el calor agobiase demasiado. Se había enfadado con Tomás y Adrián, no sabría decir por qué, algo de un lápiz de colores roto, en realidad lo único que perduraba era la sensación de enfado, no el recuerdo de la disputa, así que ahora, en el recreo, enfurruñado, se aisló del resto con lo que él creía dignidad ofendida y no pasaba de ceño fruncido. Se aburría mucho, miraba a sus compañeros con una envidia que no se reconocía ni admitía sentir; “Bah, qué tontos, no saben cómo hacer nada”. Y se entretenía con un palito horadando la tierra. Los niños reían y él dejó de mirarles; un escozor extraño le recorría por dentro, un orgullo dañino le clavaba a esa esquina tediosa, aga‐ rrado a un palito en el que centró toda su atención.”Qué sabrán ellos de nada”, y una vez más se concentró en la tierra y el palo; entonces lo vio: un gusanito bola. Encantado se dedicó a golpearle ligeramente cada vez que el animal se estiraba creyéndose a salvo. Alegre por el descubrimiento, ya sí le dio igual que su propia cabezone‐ ría le hubiese apartado del momento más divertido de la mañana. Si no lo convirtió en bolita veinte veces en cinco minutos, no lo hizo ninguna, hasta que un poco cansado del tema, se le ocurrió la idea de cómo lo haría el insecto para cambiar de forma. Lo cogió con los dedos y en la palma de la mano lo inspeccionó con ojo de ciru‐ jano e indagación de científico. La curiosidad innata del hombre ante la naturaleza reflejada en la carita de un niño arisco al que no se le ocurrió otra cosa que partir al gusanito en dos para ver si así descubría el milagro de la metamorfosis. Las dos mitades se agitaron unos segundos y cuando comprobó, no sin fastidio, que de ahí no sacaría nada, arrojó lejos de sí los restos del bichito y olvidando su enfado, fue a reunirse con sus compañeros que tampoco recordaban por qué el niño se había alejado a esa esquina sombría en vez de jugar a pelota con ellos como cada mañana.

Por Silvia Loustau (Este Relato lo volvemos a publicar porque en el anterior número se quedó cortado el final)

Nubes en el suelo …el silencio en su caída azota mi rostro. Virginia Woolf (Las Olas)

No sabía porque en sus caminatas juntaba las pequeñas, sedosas piedras que reposaban a orillas del río. Ese río tan cotidiano. A tan pocos metros del fondo de su casa. Atravesar el pórtico verde, deslizarse unos doscientos metros sobre el pasto siempre húmedo y

allí estaba. Su líquido espejo. Su amigo que la arrullaba mientras ella pensaba en la señora Dalloway y sus des‐ gracias.

Otras mañanas no pensaba en nada. Sentía el mundo gris pesándole sobre su frágil espalda. Y cada tanto un canto rodado la llamaba. Ella le respondía arrullándolo en los bolsillos de su pollera.

Había conseguido un cuenco de plata y allí iban a parar las piedras. Extraño adorno, opinó Vitta. Nada más.

Pesadillas. Palabras . Palabras y pesadillas la perseguían otra vez. Angustia al despertar. Largos, lentos paseos escuchando los secretos del río, para lograr la calma. Aquella tarde observó las

nubes corriendo sobre el agua. Río espejo. Todo se había invertido, pensó, piedras en el cielo, nubes en el suelo. Todo se había invertido. Y lloró.

A la mañana siguiente rechazó el desayuno que le preparó el ama. Buscó su delantal, aquel que usaba en vera‐ no. El de las flores liberty y los amplios bolsillos.

Caminó los doscientos metros que la separaban del río. Mientras tanto los cantos rodados le susurraban mensa‐ jes desde el fondo de los bolsillos. Llegó a la orilla. Juntó más piedras. Con parsimonia, casi con religiosidad en‐ tró al agua. Despacio. Despacio. Hasta que la cubrió. ■


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Relatos Por Fernando Gómez Márquez

Asesinato

Cuadro para tres actores

VÍCTIMA. Me siento débil. ASESINO. Es lógico. Te acabo de apuñalar. Ambos hombres se encontraban en el interior de un coche de última línea y baja gama. Afuera, un muro de carbonilla derrui‐ do apuntalado y las estrellas; se oía el canto cristalino y evocador de un ruiseñor; y nada más. No corría viento. ASESINO. Déjame que te rasgue la camisa, te haré un torniquete. VÍCTIMA. Un torniquete te haría yo... en el cuello. El hombre convaleciente estaba echado sobre el respaldo del acompañante y miraba con los ojos medio cerrados a su verdu‐ go y salvador. ASESINO. ¡Nunca debí obedecerla! VÍCTIMA. ¡Es una víbora! ASESINO. ¿Pero por qué lo hizo? – pregunta mientras le apretaba el torniquete – todavía te quiere, tú. VÍCTIMA. Estás equivocado. ... – el apuñalado se desmayó. ASESINO. Menos mal que pusiste el brazo. En realidad no es nada.. Ya ves. Lo que hubiera sido. Si supiera yo.. Pero bueno ... en realidad es la visión de la sangre. ¿ A que sí? Yo no me mareo, porque ahora no puedo sentir nada. Ya ves. VÍCTIMA. Sí – se pasó una mano por la frente sudorosa e hinchada – su objetivo eres tú. Mi muerte, sólo un beneficio cola‐ teral. ASESINO. ¿A mí? ¿Cómo? VÍCTIMA. En el trullo, marica. Tú no aguantarías un día en el trullo ASESINO. Entonces todos esos besos, toda esa coquetería pret‐a‐porter para mí , cuando me espera, esas noches en Las Arenas, bajo la luna vouyeur, esa horchata en la comisura izquierda, ¿no son auténticos? VÍCTIMA. Ella se condena y odia a los que la amamos. El convaleciente se iba reponiendo, su voz ya no temblaba, hablaba con despejo. ASESINO. ¡De modo que quería acabar con los dos de un tiro! VÍCTIMA. Y la hoguera. ASESINO. Tiene que estar al venir. Son las diez y media y le dije que para las diez todo estaba todo terminado. ¿Qué le diré? Una sonrisa maligna brilla en la cara de luna del apuñalado. VÍCTIMA. Ya estoy bien. Eres un mierda. ASESINO. ¡Pues me alegro! VÍCTIMA. 4x2 ASESINO. ¿Qué...? De pronto el ruiseñor calló y se acercó una voz femenina, y pasos ligeros y leves después. De tacón en grava y arenilla. MUJER FÁTIMA. ¡Andrés Andrés! VÍCTIMA. ¡Tú la agarras! ¡Yo la meto! ASESINO. ¡Tú la agarras ¡! ¡Antoni, hazte el muerto! MUJER ‐ ¿Lo hiciste? – Se asomó por la ventanilla del acompañante, en lo negro del solar, una cabecita de muchacha muy blanca, de talle interminable, con pequeña melenita negra, ojos verdes enormes, boca amplia y jugosa, de veintitrés que aparenta cuatro menos. Vestido corto negro. ASESINO. Sí aquí. El hijoputa me está poniendo el coche perdido. MUJER. Yo una vez maté un novillo..‐ observaba al apuñalado junto a su ventanilla.‐ Ya ves. Andrés. ASESINO. Yo no quiero noticias. MUJER. Dame la puntilla. Andrés le pasó por encima del cadáver el puñal ensangrentado a su mujer. Esta alargó y metió el brazo para alcanzar‐ lo, y se lo hinca en todo el vientre con todas sus fuerzas a LA VÍCTIMA. Las vísceras chasquean y humean como peces en la arena. Y el grito es atroz. MUJER. ¡No sabré diferenciar yo a un muerto de un vivo! VÍCTIMA. Mal...dita seas – expiró LA VÍCTIMA. ASESINO. Puto cursi de mierda. TELÓN


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Zona Roja

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Por Magno Fernandes El filósofo del Unicornio dos Reis. magnonina@prodigy.net.mx Al Carlos Jurado que plasmó el primero graffiti en San Cristóbal de las Casas.

Las alteraciones de color se producen más rápidamente en proporción a la intensidad de la luz. En los rayos direc‐ tos del sol, son suficientes dos o tres minutos para producir el efecto completo. En la sombra, se necesitan varias horas, y la luz transmitida a través de diferentes cristales coloreados, actúa sobre él con diferentes grados de in‐ tensidad. (DAVY, S. H)

Foto de Carlos Jurado. "Ver el mundo en un grano de arena y un firmamento en una flor silvestre, dar cabida al infinito en la palma de la mano y a la eternidad en una hora" Estas palabras del poeta Willian Blake expresan, todo lo que se pueda decir con el lenguaje visual perfectamente. Durante los últimos meses el fotógrafo Nelson Jack ha desarrollado las técnicas de la fotografía pinhole en el Museo Galería Elisa Burkhard de forma sistemática y progresiva. Con esto ha logrado diferentes etapas de esta técnica fotográfica, en la búsqueda de nuevos procesos de obtención de la imagen. Observando la fotografía “Detrás de la Carreta”, de Gaby advierto que una de las aportaciones que la técnica de la fotografía pinhole ofrece en tiempo de revoluciones digitales y de nuevas paradigmas en el arte fotográfica es un nuevo acercamiento del proceso y de la recepción de la imagen. Al aprehender una imagen con una cámara fotográfica en su forma rudimentaria y al usar materiales fotográficos de formas no convencio‐ nales, el artista reflexiona sobre el lenguaje visual y el proceso convencional, al mismo tiempo en que recons‐ truye los elementos del lenguaje visual invitando al observador a emitir una nueva mirada sobre la sociedad. El pintor y muralista Carlos Jurado ha captado, con la caja mágica, algunas de las imágenes más bellas de Chiapas. Obsesionado con los magos y alquimistas, Carlos Jurado confeccionó una cámara estenopeicas (cartón), y apre‐ hendió, en San Cristóbal del las Casas, un unicornio que se encuentra en la edición artesanal del libro “El arte de la aprehensión de las imágenes y el unicornio” realizado en serigrafía por el taller de los Leñateros. Rilke afir‐ ma uno de sus cuadernos de apuntes que, para el hombre medieval, el unicornio existía “en la medida en que aparece en el espejo de plata que se le presenta a la doncella” y Carlos Jurado en el incendio de la Cineteca Na‐ cional (1982) encaró la imagen borrosa donde distinguió la cabeza de un caballo con un luminoso cuerno que se quemaba. Así, este unicornio (Adojurh) llegó al taller de los leñateros, en San Cristóbal de las Casas. Según Jura‐ do la imagen analógica se forma sobre granos ubicados de forma aleatoria en la plancha: "Se toma un cuerno de unicornio, se aguza finamente por la punta, y con él se practica un orificio sobre cualquier superficie refulgente. Por este orificio podrán hacerse pasar, comprimiendo su esencia, toda clase de personas, objetos y lugares, mis‐ mos que deberán ser cuidadosamente guardados en una caja de cartón donde permanecerán por la eternidad, para ser sacados cuando alguien los necesite." A fin de poner en juego la imagen, voy a servirme de un poema de Rilke. Un de sus sonetos al Orfeo: —>> sigue en la siguiente página


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Zona Roja He aquí el animal que no existe. Ellos no lo conocían, pero teniendo en cuenta todo su caminar, su porte, su cuello Y hasta la luz de su mirada silenciosa – lo amaron. El fotógrafo es creador de emociones. En la exposición de fotografías del “Taller de Fotografía Estenopeica” el espectador percibe que los fotógrafos compusieron las fotografías dentro de una línea poética y plástica. Son imágenes que nacieron de una manera precaria: sus bordes son escurecidos, sus límites imprecisos a causa del alto grado de distorsión en los límites de la entrada de luz. Estas fotografías demuestran que la imagen fotográfi‐ ca no contiene dentro de sí la verdad y el hecho presumido por comunicadores, ya que la mancha y el ocaso son elementos constituyentes de la imagen y del lenguaje.

Retrato de Carlos Jurado ‐ El Mago y Filosofo del Unicornio. El Colectivo Fotógrafos Independientes abrirá el 31 de julio la Octava Edición del Festival Fotográfico Tragame‐ luz en la Cafetería Sorbo y Aroma, con la exposición “Aquí Estamos, los de Siempre” de Fabián Ontiberos. La fotografía de Fabián es la suma de la creatividad y el fotoperiodismo. El arte del tiempo registrado por a la foto‐ grafía, es también un homenaje a la cultura chiapaneca. La mirada de Fabián sobre el ser humano es casi etno‐ gráfico cono señala el poeta Francisco Álvarez Quiñones: Expósitos, esperan bajo refugios improvisados, hechos de varas y láminas, hacinados en casas a punto de derrumbarse, precarios e inseguros como el futuro al que los hemos confinado, y al cual iremos también si no escuchamos y atendemos con acciones comprensivas y eficien‐ tes las milenarias propuestas de sus culturas y sus justos reclamos: los que nos muestran estas fotos de Fabián Ontiberos, unido con su arte mensajero a esos ideales, reclamando la atención aguda e incidente de nuestros ojos espirituales, a la evidencia neta de la más humana poesía y la más tierna resistencia.


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Zona Roja Por Carlos Penelas

Ocaso de la utopía

Pierre Clastres, el famoso antropólogo francés, señaló: “No hay deseo realizable de mandar sin deseo correlativo de obedecer”. Estas líneas las escribió en un breve estudio en torno al admirable ensayo El discurso de la servidumbre voluntaria de Etienne de la Boétie. Este clásico del pensamiento no es estudiado en la universi‐ dad ni en los centros culturales. Por lo general es ignorado por intelectuales, profesores, poetas y críticos. Lo mis‐ mo ocurre con Claude Lefort o con Lamennais, con Montaigne o Landauer. La desidia, el desinterés, la grosería y la ignorancia en torno al pensamiento y a la fineza literaria de Etienne de la Boétie no sólo resultan inmorales sino perversos. Recordemos que la primera edición parcial en latín, y después en francés, apareció en 1574, en una antología anónima. Una primera edición completa fue publicada en 1577 y una segunda edición en 1578. Un libro de apenas treinta páginas. Entre nosotros acaba de publicarse un libro ‐sin comparaciones, por favor, sin tonterías‐ que es valioso, profundo, necesario. Que no ha tenido ninguna repercusión, y dudo que la llegue a tener. Naturalmente la indus‐ tria cultural, los personajes del mercado, la apariencia administrativa, los sirvientes de la patria y los escritores celebres están en los suplementos literarios de moda. Decimos que se acaba de publicar Ocaso de la utopía de Jorge Carlos Trainini. Un libro para reflexionar sobre la degradación y la alienación, sobre la libertad y las catego‐ rías sociales, sobre la religión y lo místico, sobre la muerte y el estremecimiento, sobre la desventura y la existen‐ cia, sobre el funcionamiento de las máquinas sociales y la soledad del hombre, sobre el lenguaje de la subleva‐ ción y el lenguaje de la sumisión, sobre la estética y la imaginación. De todas estas cosas habla Trainini desde la soledad, desde el refinamiento y el ensueño. En cada página, en cada línea hay hondura, misterio, laicidad, escepticismo. Junto a él una travesía de asombro y de voces, de facetas que recorremos lejos de la frivolidad y el oportunismo. “El único decoro que me asiste es mi razón en el tiempo que la poseo. Si la ignoro, dejo mi identidad. Este orgullo me impide vivir con un argumento irracional o farsante. No me desespera esta soledad que emana de hallar mi vacío para sentirme ple‐ no”. Trainini escribe con dolor y congoja, renovando una tradición humanista casi en el olvido, una tradición del mundo griego y del mundo latino. “Esta tristeza no tiene dolor. Se presenta como el deshago de no inmiscuir‐ se en las inclemencias de los hombres y permanecer lejos del apropio de los sentimientos. El afecto es un acto despótico, el hombre lo incorpora a su dominio. Se posesiona y lo amuralla. La libertad subsiste en un resabio oculto y asume el carácter de trasgresor, rayano en la rebeldía”. Hay en sus páginas lectura, erudición, sabiduría. Hay, además, ejercicio de inteligencia y sensibilidad; be‐ lleza en la expresión, claridad en la palabra. Y algo más. Trainini es uno de los cirujanos cardiovasculares más im‐ portantes que tiene nuestro país en este momento; un hombre honesto, desinteresado, sincero. Por eso esta mirada es tan representativa, tan decididamente transparente. Se halla lejos de toda soberbia, de toda iconogra‐ fía de fachada. Sus páginas son demoledoras, llevan belleza y amargura, realidad y ensueño, honestidad y tribu‐ to. Equidad, autenticidad, poesía. La teatralidad de nuestra sociedad esta reflejada de manera sutil en el libro. Pero lo fundamental es el modo que tiene el autor de ordenar emociones e imágenes en diálogos, monólogos y susurros. Es así como debe leerle este libro: sin repertorios ni complicidades, sin genealogías de intelectuales conversos. Detrás de su creati‐ vidad, de su visión poco frecuente, de su interioridad y ofrenda, esta la legión de excluidos que el sistema precisa para sobrevivir y poder realizar la mutaciones permanentes. Trainini conoce de sobra una sociedad hipócrita y grotesca. Sabe de las inflexiones, de la perversión idio‐ mática, del folklore cotidiano, de la picaresca criolla. No disimula la desolación como no disimula el sórdido uni‐ verso de la pobreza. Es por eso que nos habla desde la soledad, desde el dolor, desde la desesperanza. La muerte rodea permanentemente sus giros. No lo hace con dramatismo ni con arengas. Es un hombre delicado, firme: solidario y de valor. No existen las estratagemas, hay una estadía terrenal, tabúes y engaños. Una vez más: un libro conmovedor en una sociedad que se desintegra; un pensamiento de envergadura y resistencia. ¿Qué más puede decirse en un país esquizofrénico, en un mundo de escenografías y hambrunas? Buenos Aires, mayo de 2009


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Becas y Premios Por Alexis Navas www.alexisnavas.com BECAS Y PREMIOS Beca de Investigación Maria Sarrate 2009. Convoca centro de Arte y Naturaleza. Plazo de presentación: hasta las 14:00 horas del día 1 de octubre de 2009.Para más información: www.cdan.es Concurso Internacional de Pintura Rápida. Convoca la Asociación de Jóvenes empresarios de Albacete. Plazo de presentación hasta el 10 de sep‐ tiembre de 2009. Para más información: www.exitalia.com/web/pintura/index_esp.html Premio Caja España Escultura 2009. Convoca Caja España. Plazo de presentación de solicitudes del 17 al 22 de septiembre de 2009. Para más información: www.cajaespana.es IX Certamen Internacional de Pintura Royal Premiere Hoteles. Convoca Royal Premiere Hoteles. Plazo de presentación del 14 de septiembre al 16 de octubre de 2009. Para más información: www.royalpremierehoteles.com II Certamen de Dibujo Contemporáneo Pilar y Andrés Centenera. Convoca Fundación Fernando María Centenera Jaraba. Plazo de presentación del 10 de septiembre al 10 de octubre de 2009. Para más información: www.fundacioncentenerajaraba.org IV Certamen Ladrús de Grabado Iberoamericano. Convoca Ladrus, empresa de gestión cultural. Plazo de presentación hasta el 11 de septiembre de 2009. Para más información: www.actiweb.es/coleccionladrus


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Escritor/a del mes Rubén García Cebollero En octubre 2009 la editorial Nowtilus publicará 20.000 ejemplares de la Primera Edición de: EBRO 1938 libro de nuestro autor del mes. Sinopsis: A través de diversos personajes se narra la batalla del Ebro. Desde los preparativos para la misma hasta el repaso del Ebro. Los personajes pertenecen al bando nacional y al republicano. Se dedica un capítulo al pacto de Munich y otro a la despedida de los brigadistas internacionales. RESUMEN:

Vicente Rojo tiene el plan. Lo presenta al Consejo. El ejército del Ebro se prepara para cruzar el río. Pe‐ dro Hernandez, Roque Esparza, Pablo Uriguen, Maik, todos usan pontones, botes pequeños, ametralla‐ doras y morteros. Pasan el Ebro a las cero horas, quince minutos. 25 de julio de 1938. Las tropas repu‐ blicanas avanzan hasta donde se les diga.

La bibliotecaria Carmela Miró escucha el parte radiofónico. La operación ha comenzado y todo marcha bien. Entre Mequinenza y Amposta, los republicanos toman el castillo de Miravet. Toman Mora, Corbe‐ ra, Camposines. Llegan a Gandesa y a la Fatarella. El tercio de Montserrat parte desde Extremadura. Maik conduce la ambulancia de la Lincoln y aún no ha cruzado el río.

Las tropas republicanas se detienen frente a Gandesa. Resistir es vencer. Basilio Perich perdió a Berta y a César en el bombardeo de Granollers. Carmela Miró trabaja para el Servicio de Bibliotecas del Frente. En Pandols la lucha es infernal; el calor, espantoso; el olor, rancio, podrido, olisco. En las alturas no hay refugio, y el terreno que se pierde se recupera, sin descansar, para no ser ejecutados.

En Agosto Maik y Carmela se encuentran. Día diecinueve, el tercio de Montserrat se deshace en el sec‐ tor de Cuatro Caminos. El piloto republicano Diego Zaldívar combate sobre el Ebro. Franco observa la batalla. Envía a Munich al teniente falangista Andrés Muro, quien canta en su interior el "Cara al sol". El piloto republicano Diego Zaldívar continúa combatiendo sobre el Ebro.

En Camposines los soldados combaten. Los aviones fascistas bombardean las poblaciones civiles de la retaguardia catalana. El teniente falangista Andrés Muro recibe instrucciones de Francisco Franco: se va a Munich. Llueve a principios de septiembre. El legionario Isidoro Carmona muere. Los brigadistas internacionales abandonan el frente. El teniente Andrés Muro va camino de Munich.

En Munich Hitler, Mussolini, Daladier y Chamberlain pactan algo más que el destino de Checoslovaquia. El teniente falangista Andrés Muro negocia con Konrad Zausch el envío a España de nuevas armas. Se combate en las cimas de la sierra de Cavalls. Barcelona y otras ciudades despiden a los brigadistas in‐ ternacionales. Maik busca a Carmela. No la encuentra.

Muere Pablo Uriguen. Carmela nunca encontrará a Maik. El 31 de octubre Cavalls es el Infierno. Diego Zaldívar es herido. Llegan el repaso del río, la retirada y el exilio. Los brigadistas que no se han ido se concentran en La Garriga. El ejército del Ebro vuela el puente de hierro de Flix. La batalla ha terminado. Comienza lo que pudo haber sido y no fue.


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Editoriales, Revistas Digitales, Blog Recomendados

http://alotroladodelespejorevista.blogspot.com/ Carmen Soto García LossinsentidosdeJ Ricardo Mena Carlos ZZ Igor Escudero Poetas del mundo Cuentos en la menor Revista Sesam Premio Mario Vargas Hora de salida Cristina Padín Poesía y Manta La Nausea Marian Raméntol Reflexiones en el limbo Bitácora de un pervertido

POÉTICA COMPARTIDA http://perebesso.blogspot.com/ Literaturas.com, Babab.com, Ariadna‐rc.com, Margencero.com, Los lobos de Omaña, Espacioluke.com, Deriva.org, El Fantasma de la glorieta, Revista Comunicando, Dosdoce, Info‐Arte, Global Affairs, Ómni‐ bus, Pizca de papel, Producción Animal. Letras. José Antônio Cavalcanti http://poemargens.blogspot.com

dominick kench www.myspace.com/backthisway

El Blog de Chu http://mjcampos.blogspot.com/ Javier Montilla http://jmontilla.blogspot.com/ Raúl Tristán http://www.raultristan.com/

Amapolas en octubre Revista de Letras Poesía digital Más enlaces en http://www.alvaeno.com Vagamundos http://www.vagamundos.org/

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Libros, libros, libros Buenos Aires, año 2000, siete cuerpos, siete mujeres asesinadas aparecen en un descampado. Un asesino en serie. Un primer sos‐ pechoso, brasilero, y para su desgracia, negro, es linchado. Una sociedad convulsa. Una ciudad aterrada, y un detective que se piensa escritor – o un escritor que se piensa detective‐ y que allí advierte la gran historia que buscaba para escribir la gran novela de su vida.

Otra vez una de esos relatos que apenas comenzado, ya no se pue‐ den dejar. Sólo que aquí sí llega un momento en que se quiere abandonar. Pero para entonces ya es tarde. El lector está atrapa‐ do. Literaria y literalmente atrapado. Sin salida.

El asesino entre el centeno ‐con su título homenaje como un guiño amable, casi tierno‐, encierra un relato de amena lectura, muy ágil, con un lenguaje llano, coloquial y cadencioso, con humor, acción, romance, suspenso, violencia, una buena trama, un argumento indiscutiblemente original, un desenlace inesperado… no le falta nada a no ser esperanza, compasión, algún rastro, un mínimo ves‐ tigio de humanidad. La historia se presenta con todos los componentes del clásico del género negro, un asesino en serie con sus muchas muertes, un pu‐ ñado de sospechosos, una bella viuda desesperada, un policía muy especial, y un detective muy apuesto aunque algo torpe y engreído, que en realidad se cree un gran escritor, y que es a la vez quien nos cuenta la historia entre reflexiones no exentas de gracia, ni de razón… Incluso el lector, en medio del horror de los hechos, llegará casi alegremente hasta el instante ‐tardío, demasiado tardío‐, en que por fin descubra quién es el asesino… y ya no tendrá salida. Una vez allí el libro ya no se podrá abandonar por mucho que se quiera. Allí ya estaremos hundidos hasta el cuello en un pantano de espanto del que nadie sale ileso. Nadie. El lector tampoco. Es mejor advertirlo aquí. Parece una exageración de contraportada. Pero nos deja más tranquilos saber que les advertimos. Pues no hemos podido dejar de publicarla.

En definitiva, una novela muy inteligente y de impecable violencia.

Daniel Ares nació en Buenos Aires en 1956. En los intersticios del periodismo – oficio que ejerció durante veinti‐ cinco años; siendo editor, redactor a sueldo, columnista, corresponsal de guerra, cronista de fortuna‐ fue tam‐ bién, fugazmente, ejecutivo de una multinacional, obrero gráfico, empleado bancario, navegante (cruzó el Atlán‐ tico a pura vela), guía turístico, posadero, camarero, vendedor ambulante y otras cosas. Publicó algunas novelas y fue traducido a otros idiomas. Actualmente reside en el norte del Brasil, en una aldea de mar, donde escribe y espera. No dice más, ni sabe qué. El Editor

José Antonio Quesada Ediciones Rubeo www.insulalibros.com


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Libros, libros, libros

LUIS TAMARGO

El autor, Luis Tamargo, es natural de Santander, en el norte español. Cursó estudios de Filología Hispánica y ha publicado "Escritos Para Vivir" (1998), su primer libro de poemas; “Era Un Boque” (2004) y “A Media Distancia” (2006), de narrativa. Luis Tamargo viene desde la poesía al relato, que es un camino donde se cruzan a menudo ambos géneros. El poema y el cuento viven del ritmo y de la musicalidad. El aliento poético está presente en estos libros, como si la savia de los árboles que aparecen con tanta frecuencia en sus relatos, viniera de atrás, de su primera publicación poética. La prosa de Luis Tamargo se desliza suave para sugerir múltiples sensaciones al lector. En ellas la descripción de un mundo de vivencias íntimas, de velados temores, se entrecruza con la realidad vivida, con el ensueño anhelado, y la amargura de las experiencias personales se sublima en la poesía de los sentimientos sencillos. Además de su obra poética, agrupada bajo el título de "Poemágenes", trabaja en la actualidad en una selección de relatos breves donde la prosa adquiere una dimensión poética emocional.

http://leetamargo.galeon.com/leemislibros.html


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Libros, libros, libros El paso del tiempo Fernando Sabido Sánchez

En El paso del tiempo encontramos composiciones referentes a temas como el sexo, el amor, encuentros fugaces y la añoranza, todas ellas llenas de belleza y sensualidad que persiguen una prosa poética de tradición clásica en estructura y contenido pero no así en fuerza emotiva. Versos sugerentes, ardientes, explosivos nos revelan una personalidad contenida pero no por ello estática. A través del mapa de sus versos, apreciamos la fuerza creativa y visualmente plástica de los pinceles que durante tantos años mancharon sus cuidadosas manos en su faceta como pintor http://fernando‐sabido.blogspot.com

Tiempo de reflexión

Editores Dexeo

Autor: Néstor O Salgado

Publica su segundo libro "Tiempo de re‐ flexión" el autor ha hecho una donación a una Escuela Comedor de niños necesita‐ dos. Gema Moraleja Paz (Agente Literaria & Escritora) http://gemamoralejapaz.tripod.com

Lucia Quintana Moraleja ha publicado su tercer libro con Dexeo‐editores se titula "The hunted tower and other stories" Lucia tiene 9 años en septiembre empezará un libro de poesía para probar con un estilo literario diferente, es‐ tudia piano, monta en bicicleta, aprende francés y el español, su lengua ma‐ terna es el Inglés: nació en Londrés. El dinero que recaude con las ventas del libro estará destinado a la escuela de Lucia Worsley Bridge Junior School. http://gemamoralejapaz.tripod.com


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Libros, libros, libros http://www.erabradomin.org

Atmósferas libro de relatos solidarios editado por la asociación de escritores en red, "Marqués de Bra‐ domín". La portada del libro ha sido diseñada por Mª Jesús Campos (Chus). Todos los beneficios irán a la Fundación Vicente Ferrer y se invertirán en becas para que jóvenes en la India, puedan acceder a la Universidad.

Título: Pasos Largos; el último Bandolero ISBN: 978‐84‐613‐2101‐8 4 horas de lectura Autor: Salvador Moreno Valencia Categoría: Narrativa Subcategoría: Novela N° de páginas: 176 Tamaño: 170x235 Interior: Blanco y negro Sinopsis Pasos Largos, asesino de los guardas del cortijo Los chopos, cuestiona y excusa su crimen comparándolo con los que comete el Estado en pos de mantener la soberanía, o la institución por encima de todo. www.alvaeno.com

Comprar: http://www.bubok.com/libros/5825/Pasos‐Largos‐el‐ultimo‐Bandolero


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Libros, libros, libros TEATRO Y LITERATURA Enrique Fuster del Alcázar Madrid, 2008 ISBN: 978‐84‐936453‐0‐4 186 páginas, 14 x 21 cm. Rústica con solapas Precio: 10 euros (IVA incluido)

LEGADOS EDICIONES

El libro: Este volumen está compuesto por ocho estudios sobre muy diversos aspectos del teatro y la literatura. Son sus títulos Rubén Darío y los modernistas españoles: Francisco Villaespesa, Manuel Machado y Gregorio Martínez Sierra; María Martínez Sierra o la iluminada penumbra; Federico García Lorca: algunos aspectos de su poética dramática; Unos versos del Federico más joven; Barradas y la escena: la sugestión vibrante; El Teatro de Arte de Gregorio Martínez Sierra y la modernización de la escena española; Cinco corazones con freno y... sólo cuatro con marcha atrás (o la reducción cardíaca de Enrique Jardiel Poncela) y Juan Rámón Jiménez: la soledad y la creación. En un estilo asequible aunque sin merma del rigor científico, el autor desgrana los aspectos más relevantes del objeto de su estudio y despeja no pocos detalles desconocidos de algunos de los nombres más relevan‐ tes del teatro y la literatura en lengua española.

El autor: Enrique Fuster del Alcázar, natural de Murcia, es escritor, abogado y conferenciante. Ha publicado El jardín de las delicias, divertida evocación de la infancia del autor, la novela corta El beso de la Cruz del Sur y una colección de narraciones breves agrupadas bajo el título genérico de El sueño azul. Asimismo es autor de El mercader de ilusiones. La historia de Gregorio Martínez Sierra y Catalina Bárcena (SGAE, 2003), donde re‐ trata el fascinante panorama del teatro y la literatura en España durante la llamada Edad de Plata, y sus incursiones poéticas duermen en un pequeño volumen titulado El espíritu de cristal. En 2007 publica Cuen‐ tos de otoño, una colección de diez narraciones breves en las que vibra el desencanto ante un mundo frívo‐ lo y ordenancista, la ilusión constantemente repetida por el descubrimiento de un amor siempre nuevo, la crítica a la sociedad del consumo exasperado y del éxito puramente material y la puesta en solfa de los va‐ lores que imbuyen tanto la publicidad como los intereses políticos y económicos. En Teatro y Literatura, cambia de orientación y profundiza en el aspecto creativo de algunas figuras que más han llamado su atención durante sus estudios de doctorado en Literatura Española e Hispanoamerica‐ na. www.legadosediciones.com Su blog: http://www.fusterdelalcazar.blogspot.com


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Libros, libros, libros La Biblia Húmeda es humanidad y pasión de los sentidos. La tradición helénica (desde Safo, Alceo y Anacreonte) y la judeo‐cristiana del Cantar de los Cantares se reúnen y subliman en una erótica del siglo XXI incitante y abierta, plena de calidez y misterio. La Biblia Húmeda es un libro para hacer el amor. Palabras para tocar y sentir.

Rafael Courtoisie nació en Montevideo, Uruguay. Es poeta, narrador y ensayis‐ ta. Ha recibido, entre otros, el Premio Fundación Loewe de Poesía (España, Edi‐ torial Visor, jurado presidido por Octavio Paz), el Premio Plural (México, jurado presidido por Juan Gelman), el Premio de Poesía del Ministerio de Cultura del Uruguay, el Premio Internacional Jaime Sabines (México) y el Premio Blas de Otero (España). Su novela Santo Remedio (Madrid, Lengua de Trapo, 2006) ha sido elegida por las editoriales españolas y la Fundación Lara como una de las seis mejores nove‐ las publicadas en español, durante 2006. Cadáveres exquisitos (relatos, Buenos Aires, 1995) fue Premio Bartolomé Hidalgo de la Crítica. Vida de perro (novela, Montevideo, 1997) fue Premio Nacional de Literatura.

Su novela más reciente es Goma de mascar (Madrid, Lengua de Trapo, 2008). Ha sido profesor invitado en Florida State University, University of Cincinnati (Estados Unidos) y Birmingham University (Inglaterra). La Universidad de Iowa (Estados Unidos) lo ha convocado especialmente para formar par‐ te de su International Writing Program. La adaptación teatral de Tajos fue estrenada en Buenos Aires (2002) y en Santiago de Chile (2005). Ha recorrido América desde Canadá a Tierra del Fuego. Ha andado por el mundo desde el desierto del Néguev a Estambul, desde Roma a Damasco, desde Jerusalén y Jericó a Sarajevo. Parte de su obra fue traducida, entre otras lenguas, al inglés, francés, italiano, portugués, rumano, bosnio y tur‐ co.

Otros títulos del autor:

Novelas:

Vida de perro (Montevideo, 1997) Tajos (Montevideo, 1999; Madrid, 2000) Caras extrañas (Madrid, 2001, 2007) Santo remedio (Madrid, 2006) Goma de mascar (Madrid, 2008)

Relatos:

El Mar Interior (Montevideo, 1990) El Mar Rojo (Montevideo, 1991) El Mar de la Tranquilidad (Montevideo, 1995) Cadáveres exquisitos (Buenos Aires, 1995, 2005) El Constructor de sirenas (México, 1995) Sabores del país (Montevideo, 2006) Vida y milagros (Montevideo, 2006)

Poesía:

Contrabando de auroras (Montevideo, 1977) Tiro de gracia (Montevideo, 1981) Orden de cosas (Montevideo, 1986) Cambio de estado (Montevideo, 1990) Textura (México 1992; Montevideo, 1994), Poetry is crime (Québec, Canada, 1994) Estado sólido (Madrid, 1996) Parva (Barcelona, 1996) Umbría (Caracas, 1999) Fronteras de Umbría (Montevideo, 2002) Música para sordos (México, 2002) Jaula abierta (Madrid, 2004) Todo es poco (Valencia, 2004) Amador (Barcelona, 2005; Montevideo, 2007) Poesía y Caracol (Sevilla, 2008)

Antologías:

Instrucciones para leer ceniza (Bogotá, 1994) Las jaulas de la paciencia (Bogotá, 1995) Palabras de la noche (Caracas, 2006)


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Música para nostálgicos

El Duque Blanco Durante la gira de Diamond Dogs, Bowie comenzó la grabación del álbum Young Americans, orientando su sonido hacia el funk y el soul y rompiendo con la estética glam. De dicha gira se editaría un álbum en directo titulado David Live, grabado en el Philadelphia Tower Theater, en el que quedará plasmado el gran cambio estilísti‐ co del artista. Su nuevo disco, que intentó ser una crítica al modo de vida estadounidense, inclu‐ yó su primer número uno en este país, la canción Fame, co‐escrita y grabada con John Lennon. Durante 1975, Bowie se consolidó como una mega estrella en Esta‐ dos Unidos. Young Americans se mantuvo en las listas de discos más vendidos du‐ rante casi un año, y actuó en los programas más famosos de la época, como Soul Train o Dick Cavett Show; incluso llegaría a grabar un programa especial con Cher. En Gran Bretaña también lograría el número 1 ese mismo año con una reedición del single Space Oddity. Es en esta época, la adicción de Bowie a la cocaína alcanza cotas altísimas. Su extrema delgadez, su nueva imagen, con el pelo rubio rojizo engominado, y su aspecto totalmente alienígena, le sirven en bandeja su primera incursión en el mundo cinematográfico, protagonizando la película The Man Who Fell To Earth, en la que interpreta a un personaje en el que se inspiraría para crear su siguiente álter ego, The Thin White Duke (El Duque blanco), en su siguiente álbum, Station To Station Station To Station, editado en enero de 1976, es un disco a medio camino entre el funk y el soul de su antecesor y la experimentación electrónica que vendrá en sus obras futuras. El single Golden Years, ex‐ traído del elepé, arrasa en las pistas de baile. En estas fechas Bowie llega a su punto más álgido en el mercado estadounidense, tras su éxito en el europeo durante su etapa glam. Después de una intensa gira que le lleva a recorrer medio mundo regresa a Europa para comenzar su etapa más experimental.


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Música para nostálgicos

Brian Peter George St. John le Baptiste de la Salle Eno, Brian Eno o, simplemen‐ te, Eno (Woodbridge, Suffolk, Gran Bretaña, 15 de mayo de 1948) es un compo‐ sitor de música electrónica que empezó su carrera tocando con Roxy Music. Pos‐ teriormente, se ha dedicado a producir un número cada vez mayor de discos a cual más ecléctico de música Ambient, electrónica y acústica. Se da por seguro que el término "música ambient" se acuñó a partir de su serie de discos Ambient (Music for Airports, The Plateaux of Mirror, Day of Radiance y On Land). Ha colaborado con David Byrne, ex componente de Talking Heads, en My Life in the Bush of Ghosts que fue uno de los primeros discos que no era de rap o hip hop en utilizar ampliamente samplings. Ha colaborado con David Bowie como letrista y compositor de la influyente "Trilogía de Berlín" de Bowie (Low, Heroes y Lodger), en su disco 1. Outside y en el tema "I'm Afraid of Americans." Eno también ha colaborado con Robert Fripp (de King Crimson), Robert Wyatt en el CD Shleep, Jon Hassell y el dúo alemán Cluster. Tiene un hermano que también es músico, Roger Eno, con quien también ha colaborado. Eno ha sido productor de varios grupos de música, incluyendo Ultravox, U2, Coldplay y James. Ganó los premios BRIT de 1994 y 1996 al mejor productor. Es un innovador en muchos campos de la música y recientemente ha colaborado en el desarrollo del generador de música algorítmica Koan. También trabaja en el campo de las artes visuales. El nombre del grupo A Certain Ratio está sacado de la letra de la canción de Eno "The True Wheel", de Taking Tiger Mountain by Strategy. En 1996 Brian Eno, entre otros, fundó la Long Now Foundation, con el fin de enseñar a la gente a pen‐ sar sobre futuro de la sociedad a muy largo plazo. Es columnista en el periódico inglés The Observer. Es considerado un visionario en la música y alguien muy preocupado por el resto de las disciplinas artís‐ ticas, en especial de las instalaciones. Fue el compositor del archivo de sonido de inicio de sesión de Windows 95, y que aún se encuentra en las versiones actuales como "The Microsoft Sound" Produjo el último disco de Coldplay, Viva la Vida or Death and All His Friends.


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Arte Fotos: Fernando Deghi

MANDALA Os caminhos do mundo interior que se iluminam com a obra e a poesia de revelar a arte que cada um trás dentro si.

O que são mandalas e a arte do Eu; Introdução a geometria das Mandalas; (pensar, sentir, fazer e intuir) Os campos de energia das mandalas e suas qualidades terapêuticas superiores; Simetria e espelhamentos; A arte dos sentidos Produção de uma Mandala Artesanal – um caminho para o Eu. A contemplação destas imagens homogêneas, organizadas em torno de um centro, por analogia ten‐ de a facilitar a emergência de processos inconscientes e permear de paz interior a mente que deseja vislumbrar a ordem subjacente no Cosmos. Simbolicamente refazem o caminho do Self e abstraem da contemplação algum significado para a existência ou para reverenciar o significado da vida e reve‐ lar a arte do Eu. A oficina se destina à sensibilização da percepção humana e exercitar a auto‐consciência a partir do contato com a arte.

Data: 29 de agosto de 2009 (sábado) Horário: das 14 hs às 18hs Local: Biocentro ‐ Rua Padre Anchieta, 1846, – Centro Social Inscrições ‐ fone: 41 – 3014‐7380 ou 9665‐9863 ou Biocentro ‐ cj.611 adriana.melges@gmail.com Valor: R$ 30,00 ‐ Vagas Limitadas. Haverá exposição de mandalas artesanais. Ministrante: Adriana Melges Psicóloga formada em 2000 pela Universidade Tuiutí do Paraná Fundadora do Instituto Mithras Sant Jordi Desenvolvimento Humano e Comunida‐ des da Paz. Desde 2001 integrando equipes de trabalho com implantação e desen‐ volvimento de projetos de comunidades em desenvolvimento em defesa dos direi‐ tos humanos e culturas de paz. Consultora e prestadora de serviços para organiza‐ ções do terceiro setor e empresas privadas e atendimento clínico.


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Arte

Galería de Arte online ARTQUILAR Un nuevo concepto de Galería de Arte

¡Buscamos artistas!: Si es usted artista, o dispone de obras de arte, le invitamos a conocernos. Basándonos en la experiencia y éxito de este negocio en los países nórdicos, hemos creado esta gale‐ ría de arte. El artista dispondrá de todos los servicios propios de una galería de arte, además de las ventajas que ofrece Internet. Dispondrá de todas las herramientas necesarias para llevar a cabo su propio negocio (web, seguros, transportes...y más), respaldado por un equipo de profesionales expertos en arte. Únase a nosotros. ¡Nuestro equipo presente en toda España trabajará por usted! www.artquilar.com info@artquilar.com

¿Cómo registrarte? 1) A través del enlace "Registro", y luego "Crear cuenta nueva", se accede a un formulario donde hay que introducir: ‐ Un nombre de usuario. ‐ Una dirección de email ‐ Y una contraseña 2) Recibirás automáticamente en tu correo un mail de Bienvenida. 3) La web te redirigirá a la home donde podrás leer el mensaje:"Gracias por registrarse en Artquilar. Ahora está conectado." Deberás ir a la pestaña del menú "MI PERFIL", luego "Editar Perfil" y "Perfil Artista" para poder seguir edi‐ tando tu perfil. 4) Es preciso agregar 3 obras de arte con el fin de determinar si tu trabajo cumple con nuestros términos y con‐ diciones. 5) Al final del formulario encontrarás un Acuerdo con las condiciones a seguir entre el artista y Artquilar. 6) Recibirás la noticia de la aprobación de su perfil en el plazo máximo de 24 horas. 7) Una vez aprobado, deberás proceder al correspondiente pago para que tu perfil sea visible para todos los usuarios.


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Rotonda de la Luna, Edf, Luna de Andalucía I, 1B Fuengirola, 29640, Málaga España

952 665 860 alvaeno@alvaeno.com

Salvador Moreno Valencia Nataly bajo la lluvia

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Si algo tiene que ocurrir, ocurrirá por mucho que intentemos evitarlo. Nataly camina pensativa bajo la lluvia, recorre las calles sin rumbo fijo, sin un orden esta‐ blecido como si todo su cuerpo y su mente se hubiesen alojado en una profunda anar‐ quía. Llueve con una intensidad suave como si la lluvia hubiera decidido acariciar el cam‐ po y la ciudad, acariciar el cuerpo de los pocos que se atreven a salir en días como este.

Nataly camina pensativa al menos eso cree el hombre que la observa debajo del alero del edificio donde se aloja la biblioteca municipal. No es la primera vez que él la ve pasar con su aire de despreocupación, y que aparentemente muestra la más absoluta de las indiferencias.

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“La Libertad: no dejemos que se convierta en Utopía” Pintada urbana

‐Los jóvenes de hoy en día‐ le dice Ernesto al conserje de la biblioteca‐, parecen haber perdido el rumbo, Ramón. ‐Sí, eso parece Ernesto‐ responde el funcionario dando una calada a su cigarro. ‐Esa chica lleva pasando meses por aquí, llueva, nieve o haga un frío de pelarse, ella pa‐ rece no ser afectada por esas trivialidades. ‐Ernesto piensas demasiado, quizá la piba va a follar con su amante o por su aire distraí‐ do ya viene de hacerlo y va casi levitando, yo diría que esa joven está bien follada‐ argu‐ menta Ramón que a pesar de trabajar en la biblioteca ha leído pocos o ningún libro en su vida. ‐Eso será‐ se resigna Ernesto ocultando las emociones que siente cuando Nataly pasa cada mañana a la misma hora hacia ninguna parte o quizá hacia todas las partes de su mente bajo la lluvia. Ernesto y la lluvia

Siempre que pasa por la puerta de la biblioteca lo ve ahí parado, fumando con el otro tipo, ese gordiflón de mejillas rosadas y aire de felicidad; le atrajo la primera vez que pasó cuando se dirigía al trabajo, había descubierto ese atajo, y desde su apartamento a la oficina era el camino más corto, así que con su habitual manera de vagar antes de en‐ trar a trabajar pasó por la puerta de la biblioteca y lo vio, ahí, en la puerta, fumando jun‐ to al gordo que parece un muñeco de azúcar; pero él es lindo, contiene esa belleza pro‐ funda y casi hermética que pocos hombres, que ella haya conocido, poseen. Pero no se atreve a decirle nada, así que ya van más de tres meses de pasar cada día a la misma hora y ella se hace la despistada como aparentando ser indiferente a cuanto la rodea, pero en el fondo su piel se eriza cada vez que pasa por la puerta de la biblioteca donde bajo el alero, Ernesto, que es como se llama el hombre que fuma junto al gordinflón, se refugia de la lluvia. Salvador Moreno Valencia


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