ALONSO
PRESENTACIÓN
Soy un arquitecto y fotógrafo creativo interesado en el modo en que la luz se utiliza para generar y capturar atmósferas. Creo en la luz como la forma de realzar las texturas, los colores y las formas del espacio, ayudando a la arquitectura a lograr su verdadero propósito.
Soy arquitecto por la Pontificia Universidad Católica del Perú con estudios en el Tecnológico de Monterrey a través de un programa de intercambio estudiantil. En mi experiencia laboral, he participado en varias fases de proyectos arquitectónicos a diferentes escalas: desde el diseño de proyectos residenciales como arquitecto independiente, la elaboración de documentos técnicos para proyectos urbanos en un estudio de arquitectura en México, hasta la elaboración de presupuestos y supervisión de obra en una empresa de construcción.
Por otro lado, la fotografía siempre ha sido uno de mis intereses y mi pasión desde que tuve mi primera cámara. Ambas actividades me brindan herramientas durante el proceso creativo. Creo en la posibilidad de imaginarse un espacio, llevarlo del diseño a la realidad y poder capturar la atmósfera que visualicé en una fotografía.


HABILIDADES
Fotografía y analógica de
IDIOMAS
Inglés:
EXPERIENCIA LABORAL EDUCACIÓN
ARQUITECTO DISEÑADOR | 08/2022 - Actualidad
Pontificia Universidad Católica del Perú - Lima, Perú
CLLZ Taller de proyectos - Lima, Perú Arquitecto
Conceptualizar y diseñar la recepción y restaurante para un eco-lodge usando materiales locales como piedra, bambú y hojas de palma en Tarapoto, Perú.
ARQUITECTO | 09/2020 - Actualidad
Independiente - Lima, Perú
Conceptualizar y diseñar proyectos de remodelación y ampliación en espacios residenciales. Gestionar y desarrollar maquetas a escalas para proyectos de arquitectura, urbanismo, territorio y tesis.
ASISTENTE DE ARQUITECTURA | 06/2016 - 08/2020
Megaindustria - Lima, Perú
Elaborar el metrado, presupuesto y supervisar la construcción de escalera y puente de madera para el centro recreacional Cusipata, Chaclacayo. Supervisar la instalación de letreros corporativos para entidades del estado como ONP, SUNAT y CGR, entre otros. Diseñar proyectos en estructura metálica y tabiquería en Drywall.
PRACTICANTE DE ARQUITECTURA | 09/2018 to 12/2018
DEA Taller de Diseño Exterior y Arquitectura - Jalisco, México
Apoyar en la elaboración de documentos técnicos para un proyecto de renovación urbana en el municipio de Guadalajara, Jalisco.
alonso.ramirez@pucp.pe
linkedin.com/in/alonso-ra
Facultad de Arquitectura y Urbanismo, 12/2021
TEC de Monterrey - Jalisco, México
CINDA Programa de intercambio estudiantil
Facultad de Arquitectura y Diseño, 12/2018
CERTIFICADOS
Especialización en Diseño e Innovación de Espacios Interiores, CAP Lima - 2022
Revit Arquitectura, SENCICO - 2022 Renderizado 3D en Vray, Robson Jacobsen - 2022 Metodología BIM, Fundacion Telefónica - 2022 Renderizado 3D y Postproducción, Trazzo Visual - 2017
Fotografía Digital, ISIL - 2021
LOGROS
Proyecto de fin de carrera con mención sobresaliente | 11/2021
Pontificia Universidad Católica del Perú - Facultad de Arquitectura y Urbanismo

Proyecto de fin de carrera
TEJER TERRITORIO
El puente Q’eswachaka manifiesta una manera de habitar el territorio a través de sus tradiciones y saberes ancestrales, su renovación anual se da mediante la minka, trabajo comunitario, el cual transmite una cosmovisión basada en la reciprocidad andina construyendo un vínculo con el territorio. Sin embargo, las comunidades que participan de la renovación del puente Q’eswachaka conforman el distrito de Quehue, uno de los más pobres de la región. El abandono de la ruralidad debido a la falta de recursos e infraestructura representa un desafío para la comunidad y sus tradiciones. Se propone un sistema de infraestructura comunitaria que impulse el desarrollo de las comunidades rurales andinas bajo un enfoque territorial. Mediante un proceso de destejer para tejer, se reconoce un sistema ecológico, sociocultural y productivo vinculado al puente Q’eswachaka, los cuales serán extrapolados a la infraestructura propuesta con el objetivo de integrarlos a un tejido territorial. La propuesta contempla la regeneración de ecosistemas altoandinos para la producción y uso sostenible de sus recursos, la reinterpretación de saberes constructivos ancestrales que refuercen los vínculos de comunidad y la articulación de una red de infraestructura productiva comunitaria. El proyecto es una exploración sobre un modelo de desarrollo en un contexto rural, donde es necesario reconocer las tradiciones como un componente variable y generador de desarrollo, como una herramienta para empezar a tejer vínculos entre la comunidad y su territorio.

Tradición y desarrollo en comunidades rurales andinas
REMANENTE CULTURAL
Q’ESWACHAKA
Anualmente, cuatro comunidades del distrito de Quehue en Cusco se reúnen para renovar el Q’eswachaka o puente de sogas, reconocido como patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco en el 2013. Su renovación se da mediante la minka, un sistema de trabajo colectivo con una finalidad en común, el cual transmite una cosmovisión basada en la reciprocidad. Al tejer el puente no solo se conservan los saberes ancestrales, se renuevan los vínculos de comunidad e identidad con su territorio.

QHAPAQ ÑAN
Este puente formó parte del sistema de caminos prehispánicos Qhapaq ñan, cuya arquitectura reflejó un coherente uso de materiales locales, donde se reconoce la importancia del ecosistema de pajonal andino y la conservación de pastizales de ichu debido a que este es el principal material para la renovación del Q’eswachaka.
QOYA ICHU
Entendiendo el territorio desde su temporalidad y los ciclos de regeneración de los pastizales, se ha determinado el momento y la frecuencia de renovación del puente Q’eswachaka, en un año el ichu puede crecer hasta 1 metro y está listo para ser trenzado. Por otro lado, este recurso también forma parte del ciclo productivo agropecuario, principal actividad económica de estas comunidades, haciendo uso de los pastizales como alimento para el ganado.
DESAFÍO RURAL
Sin embargo, la accidentada geografía y la escasez de recursos hídricos durante la temporada seca representan un desafío para la actividad agropecuaria, donde los ecosistemas se ven amenazados principalmente por el sobrepastoreo. La baja producción y la falta de infraestructura agropecuaria limita el desarrollo de las comunidades del distrito de Quehue, ubicándose como uno de los más pobres de la región.
Debido a la falta de un modelo de desarrollo rural sostenible, los jóvenes se encuentran en el dilema de abandonar su comunidad en busca de oportunidades. Esto representa un desafío para la comunidad y la renovación del último puente inca. Q’eswachaka es el remanente de una cosmovisión que se manifiesta en sus tradiciones y saberes ancestrales.




DESTEJER PARA TEJER
COMUNIDAD WINCHIRI

Se propone reinterpretar los saberes ancestrales vinculados al puente Q’eswachaka para generar la infraestructura necesaria para el desarrollo de las actividades productivas.
Se toma como caso de estudio a la comunidad Winchiri, ya que en ella se reconoce a los maestros tejedores encargados de dirigir y transmitir los saberes ancestrales durante la renovación del puente.
Una primera mirada hacia el territorio nos permite reconocer un asentamiento disperso rural que corresponde a la actividad agropecuaria además de poder identificar otras actividades complementarias como el comercio o el turismo.
Sin embargo, es necesario entender el territorio, no solo desde el espacio físico, sino como un sistema de relaciones entre sus distintos componentes, donde el ichu es el recurso principal para el desarrollo de sus actividades culturales y productivas.
DESTEJER PARA TEJER
La metodología se plantea como un proceso de destejer para tejer, donde se reconoce un conjunto de significados en el Q’eswachaka, para extrapolarse a un nuevo significante, una arquitectura que comprenda el territorio como un sistema tejido y se integre a él.

Se identifican tres componentes principales para la elaboración de las estrategias: los recursos como producto de un ciclo ecológico, la comunidad como organización social que comparten saberes ancestrales, y la infraestructura como una herramienta para la gestión del territorio.
En ese sentido se buscará regenerar un tejido ecológico, reinterpretar un tejido sociocultural y articular un tejido productivo, que bajo un enfoque territorial, hará posible la implementación de la infraestructura necesaria para el desarrollo de las comunidades rurales andinas.



TEJIDO ECOLÓGICO
Como punto de partida se identificará los microecosistemas donde se desarrollen actividades productivas:

Las qochas o lagunas cumplen un rol de provisión del recurso hídrico almacenando el agua durante la temporada de lluvia.
Los bofedales forman parte de las zonas de pastoreo; sin embargo, se debe tener especial atención debido a que es considerado un ecosistema frágil.
Los pastizales abarcan la mayor parte del territorio y también forman parte de las zonas de pastoreo; sin embargo, la erosión por escorrentía deteriora este ecosistema.
Las parcelas de cultivo son trabajadas de manera comunitaria; sin embargo, la agricultura de secano está limitada a la temporada de lluvia.
Por último, en el cañón se está fomentando la reforestación como medida de prevención ante posibles deslizamientos.
El tejido ecológico buscará regenerar el paisaje altoandino para la producción y uso sostenible de sus recursos, ya sea como material constructivo o para la actividad agropecuaria.


El estado actual de estos microecosistemas demanda mecanismos para su regeneración o uso eficiente del potencial productivo.
Se propone articularlos a un sistema de siembra y cosecha de agua que inicia con la captación de agua en temporada de lluvia, su infiltración hacía las corrientes subterráneas y que esto pueda mantener un paisaje productivo durante la temporada de estiaje.
Este sistema asegurará la producción de totora en las qochas, la regeneración de ichu en bofedales y pastizales, la producción de forraje y tubérculos para el comercio o autoconsumo y la reforestación de especies como el pino en el cañón.
Además, estas intervenciones de paisaje se encuentran dentro de los mecanismos de retribución por servicios ecosistémicos, generando un beneficio ecológico y económico a la comunidad



TEJIDO SOCIOCULTURAL
La tradición no debe ser entendida de manera estática o inmutable sino de forma dinámica, que permita evolucionar el conocimiento de los maestros tejedores involucrando a los jóvenes y próximas generaciones. El tejido sociocultural buscará reforzar los vínculos de comunidad y reinterpretar los saberes constructivos ancestrales bajo un enfoque de innovación en tecnologías tradicionales, aprovechando los materiales producidos en los diferentes pisos altitudinales.
Se parte por entender la materialidad y el sistema constructivo del puente Q’eswachaka, reconociendo componentes renovables y permanentes o de bajo mantenimiento.
Se propone repensar los refugios para el pastoreo, módulos que albergan a los comuneros que se desplazan llevando al ganado a pastar entre los distintos pisos altitudinales. La arquitectura se vincula con el territorio a partir de su materialidad, entiendo los ciclos del territorio, como ciclos naturales que se traducen en ciclos para la arquitectura.
El sistema constructivo propuesto refleja el potencial constructivo de la comunidad integrando una cobertura renovable y una base que resista las condiciones climáticas variables y extremas del territorio altoandino.


En la base del módulo se buscará la compatibilidad de materiales como la piedra, la madera, el ichu y el barro. La cobertura del módulo se propone como un componente renovable, cuyo mantenimiento se daría mediante la minka, reforzando los vínculos de comunidad; además de poder experimentar con fibras altoandinas como la totora o el ichu.


Los anclajes son pensados como plataformas que se elevan del terreno buscando aislarse de la humedad en temporada de lluvia.
En la estructura de los muros se decide usar madera debido a su comportamiento frente a eventuales sismos, además de aprovechar que este recurso es producido en el cañón.
Para el cerramiento se usan paneles de pajabarro con acabado enlucido y ventanas de vidrio doble, los cuales responden al desafío de las bajas temperaturas, proporcionando confort térmico durante las noches.
Para el cerramiento se usan paneles de pajabarro con acabado enlucido y ventanas de vidrio doble, los cuales responden al desafío de las bajas temperaturas, proporcionando confort térmico durante las noches.
La estructura para la cobertura consta de un gran rollo de totoras amarradas con soguillas, técnica constructiva usada en el altiplano para la elaboración de embarcaciones.





Finalmente la cobertura se realiza con hileras de atados de ichu que se traslapan para evitar la infiltración de agua de lluvia.

TEJIDO PRODUCTIVO
El paisaje productivo regenerado es un primer paso para el desarrollo de las actividades agropecuarias; sin embargo, aún existe la demanda de infraestructura que garantice un uso eficiente de los recursos.
Entendiendo la escala del territorio, se propone un sistema de tambos como infraestructura comunitaria para las actividades productivas agropecuarias además de incorporar el turismo vivencial como una actividad complementaria. Los tambos estarán compuestos por módulos o programa requerido dependiendo del paisaje productivo asociado.
El módulo de descanso alberga a los comuneros que durante el pastoreo rotativo deben desplazarse hacia otros puntos de la comunidad. Su forma curvada hacia un extremo refuerza una intención de tener un control panorámico del paisaje.
El módulo comunitario genera un espacio para el desarrollo de actividades colectivas como la artesanía, textilería, gastronomía, etc. Debido a las dimensiones y buscando que la cobertura pueda ser autoconstruida, se opta por modular la estructura de rollos de totora para que puedan ser cargados y montados por los propios comuneros.


El módulo corral protege a los animales de eventos climáticos extremos como heladas o granizo, reduciendo las enfermedades e incluso el índice de mortalidad animal que repercute en la economía familiar. Con su forma poligonal se busca acoplar el módulo a los corrales de piedra existentes manteniendo una altura promedio de 1 metro en la base de piedra.
El módulo depósito garantiza un espacio de almacenamiento y conservación para la cosecha agrícola Mediante pequeños vanos se recupera un sistema de refrigeración o ventilación cruzada similar a las colcas incas.
El tejido productivo buscará articular de manera progresiva una red de infraestructura comunitaria, entre tambos y caminos para la gestión del paisaje rural. El proyecto ha reconocido cinco paisajes productivos, la implementación de los tambos se desarrollará a través del ciclo productivo que inicia en la qocha, ubicado en la parte alta de la microcuenca.














El alto porcentaje de humedad en la zona ofrece una oportunidad para la reforestación con queñuales, una especie endémica de los andes que capta dicha humedad y la infiltra hacia el subsuelo aumentando la reserva del recurso hídrico para la temporada de estiaje. Además, el borde de la laguna presenta las condiciones ideales para la producción de totora, una fibra vegetal que también forma parte de la tradición constructiva andina.

El tambo ofrece una plataforma para explorar con dichos materiales generando una relación directa con los recursos producidos. Los módulos de descanso se disponen cerca a la laguna aprovechando su capacidad termorreguladora, además de protegerse de vientos helados utilizando los queñuales como barrera. Por otro lado, los módulos de depósito sí deberán captar las corrientes de viento buscando la zona alta para su emplazamiento. Los
módulos comunitarios se emplazan al inicio y final del recorrido, asegurando un control visual y físico del tambo.
Este tambo especializado en innovación y exploración constructiva recibe a comuneros que busquen capacitarse en tecnologías constructivas tradicionales.

BOFEDAL
Los bofedales forman parte del ciclo de pastoreo rotativo solo en temporada seca, debido que durante la temporada de lluvias, la humedad en la superficie podría producir enfermedades a los animales, además de permitir la regeneración de su cobertura vegetal. Debido a que este microecosistema es considerado frágil, los módulos de corral y descanso deberán ubicarse en zonas altas o cerca a los caminos, reduciendo su huella a lo mínimo posible.
El módulo de descanso, además de mejorar las condiciones para el pastoreo de ganado, son puntos para monitorear la regeneración del paisaje.


PASTIZAL
Los pastizales se integran al ciclo de pastoreo rotativo durante la temporada de lluvia. Buscando reducir la erosión por escorrentía, se delimitan zonas con pendiente entre el 10 y 30% para ser intervenidas con zanjas de infiltración. Este mecanismo retiene el agua
potenciando la regeneración de ichu. Las zanjas de infiltración generan un tejido en el territorio donde los módulos de corral y descanso se distribuyen para un manejo eficiente de recursos. El módulo de corral se mimetiza con los pastizales como
una proyección del terreno donde los animales pueden encontrar un refugio durante las heladas o granizadas.


Las zonas cultivo se complementa con un tambo que aproveche la producción agrícola y genere una plataforma para la difusión de la gastronomía local El cultivo de secano forma parte de la agricultura local; sin embargo, su baja producción la restringe

al autoconsumo. Se proponen terrazas de cultivo comunitario como herramienta para aumentar el área agrícola y con ello la producción.
El módulo comunitario, ubicado cerca al camino, sirve de comedor comunal, mientras que los módulos de
depósito se distribuyen entre las terrazas manteniendo el mismo ritmo.
El módulo de depósito permite identificar las terrazas cuya cosecha no vaya a usarse de manera inmediata y requiera ser almacenada.

CAÑÓN
Por último, el cañón, escenario donde se renueva el puente Q’eswachaka, ofrecerá infraestructura para el encuentro entre la comunidad y un turismo responsable. El desafío que representa la topografía del cañón puede ser contrarrestado mediante la reforestación, reduciendo el riesgo de desastre por deslizamientos
además de generar una atmósfera para el camino que conecta físicamente la comunidad con el puente. Aprovechando este camino, se disponen módulos de descanso con vistas hacia el cañón que alberguen a los comuneros durante la renovación del puente y a turistas el resto del año. En la parte superior se emplaza un

módulo comunitario que orienta su fachada principal en dirección al puente Q’eswachaka.
Este último tambo en la secuencia del ciclo productivo, es también la puerta a conocer más sobre la vida rural, invitando al público que viene a ver el puente a adentrarse en la comunidad y sus tradiciones


Maqueta a escala urbana | 2020

PARQUE BICENTENARIO
Municipalidad Distrital de Miraflores



Maqueta a escala de arquitectura | 2022
INSTITUO DE MEDICINA TROPICAL Ministerio de Educación - PMESUT








Ampliación | 2020
PASEO LA CASTELLANA Surco




Megaindustria | 2016 CONSTRUCCIÓN DE PUENTE DE MADERA
Contraloría General de la República - CIAR Cusipata


















