[ emprendedores ] red de proveedores y colaboradores. Seguimos en un proceso de aprendizaje que arrancó centrado en la edición de libros de consulta para el profesional y de texto para los estudiantes, y que ha virado lentamente hacia la divulgación científica, quizá debido a las necesidades crecientes de los propios investigadores por explicar su trabajo a la sociedad. También hemos tenido claro que queríamos compaginar la idea de la editorial con nuestra propia vida. Desde luego, nos queda mucho por aprender, sobre todo con circunstancias tan cambiantes. Pero creo que, avanzando de manera cauta, se puede seguir con las mismas ilusiones iniciales e ir incorporando otras nuevas. 4. ¿Cuál es su opinión acerca de la divulgación científica en España? ¿Se está haciendo adecuadamente? ¿Cómo se podría hacer para incentivarse en la sociedad? La divulgación científica en nuestro país ha dado un giro copernicano en los últimos tiempos. Ahora hay una verdadera preocupación por trasmitir conocimiento científico, cosa que hace veinte años no pasaba o, al menos, no se percibía. Y, como consecuencia, se han articulado numerosas iniciativas necesarias para transferir información científica a la sociedad, como ferias y semanas de la ciencia, unidades de cultura científica, museos y exposiciones… muchas de ellas impulsadas desde la cosa pública, pero muchas otras también desde empresas y fundaciones privadas. Esperemos que todo esto no decaiga. También han surgido dos perfiles particulares nuevos: los científicos que han comprendido la necesidad de divulgar como parte de su trabajo y, simultáneamente, los periodistas que se han especializado en comunicar ciencia de forma rigurosa. Ambos colectivos concentran la buena oferta divulgativa que encontramos hoy difundida en muy diferentes formatos y canales. En este sentido, la presencia de Internet, con blogs, wikis, TVs on line y las redes sociales parecen ser la nueva vía de acceso de mucha gente, que se engancha a ver, a leer y a familiarizarse con las noticias científicas que publican unos y otros, y eso estimula su curiosidad y avidez, lo que enriquece y retroalimenta el proceso. Pero es importante que el profano acceda siempre a información veraz, a fuentes solventes en las que se pueda confiar; no todo vale, hay que saber discernir lo que es cultura y lo que no es, o es simple opinión, rumor o invención. También sería interesante que se establecieran puentes entre científicos y periodistas que instauraran una simbiosis útil para ambas
profesiones y que redundara en una mejor transmisión de la cultura científica. Quizá los modelos participativos en la web 2.0 sean la vía para dar buenos y mejores frutos. 5. ¿Cree usted que es más difícil publicar un libro de divulgación científica que uno de otro género en España? ¿Cuál es la acogida de ellos entre la población? No debiera ser más difícil, al menos no en cuanto a localizar investigadores capaces de crear libros atractivos para un público cada vez más interesado aunque profano en ciencia; han surgido muchos y muy buenos autores-comunicadores, y también es porque ellos mismos perciben mayor demanda por parte de la sociedad. De hecho, hay un auge de publicaciones de autores-científicos españoles, que incluso llegan a mantenerse en lo alto del escalafón de libros de no ficción más vendidos. Pero, por supuesto, una cosa es publicar; otra, vender libros; y otra, que se lean. Es difícil interpretar los datos globales relativos a publicación de libros de divulgación científica porque los sucesivos estudios de Comercio Interior del Libro en España ni siquiera distinguen esta categoría: sorprendentemente consideran libros de divulgación general solo aquellos títulos de Bellas Artes, música y cine. Así que los datos deben estar ahí, pero escondidos, y el análisis no se puede realizar, como por ejemplo puede hacerse con las ocho categorías que este exhaustivo estudio concede a las novelas. Nosotras percibimos que el público interesado en ciencia, aun siendo creciente en número en los últimos años (porque esto es un círculo vicioso y, cuanto más y mejor se publica, más interesa y a más gente), es todavía escaso en nuestro país. Por eso las tiradas de libros de divulgación científica suelen ser menores que las de otros géneros…, salvo contadas excepciones conocidas por todos. Pero, en general, la gente es reacia a comprar libros y más en esta época dominada por Internet y la crisis; así que se buscan nuevas fórmulas de animar a la lectura, por ejemplo vía plataformas electrónicas que ofrecen posibilidades de préstamo o copias de determinadas partes del libro. Lo bueno es que ahora en nuestro país se publica más y mejor contenido, y las personas interesadas en ciencia van encontrando una mayor y variada oferta para su afición. 6. ¿Cuántos libros publica la editorial al año? Nuestro número anual de publicaciones es irregular porque lo que nos interesa es la calidad del proceso y cuidar todos los detalles al máximo antes de sacar
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Aliter Revista de Biotecnología y Empresa