


Experiencias del laboratorio de prácticas somáticas y afectividad ambiental


Guía: Ali Salguero
Participantes: Gonzalo Atilio
Era Moreno
Mali Calleja Riaj Gut
Montserrat Benavides
Laura Arzofo
Addy Victoria Ale Campos
Denzel del Rosal Mejía
Fotografías: Alejandro “Rafiki” Quiroz
fue un laboratorio, un encuentro, un experimento pedagógico para llevar a la práctica somática-vivencial los principios planteados en el libro “Afectividad Ambiental: Sensibilidad, empatía, estéticas del habitar” de Omar Felipe Giraldo e Ingrid Fernanda Toro, publicado en 2020 por El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) y la Universidad Veracruzana, en México.
El laboratorio fue desarrollado en mayo de 2025 como producto de una residencia artística en Huerto Roma Verde, un centro comunitario y agroecológico en el corazón de la Ciudad de México, fundado en 2012 y organizado por la Asociación Civil La Cuadra.
A lo largo de cuatro días, e integrando herramientas de la improvisación de contacto, la danza-movimiento terapia y la composición literaria, se sostuvo un espacio que tuvo por objetivo el encuentro entre corporalidades dentro de un marco de apoyo mutuo y presencia plena que desafíe la escisión entre cuerpo y ambiente, entre individuo y multiplicidad, entre razón y sensibilidad.
Los textos compilados en esta publicación son algunos de los resultados de los ejercicios del laboratorio. cuerpohábitat
ALI SALGUERO

“Cualquier revolución que quiera ir hasta las entrañas de la destrucción planetaria deberá ser
ante todo una revolución ético-política y estético-poética que reincorpore la potencia del cuerpo.”
Giraldo & Toro. “Afectividad Ambiental: Sensibilidad, empatía, estéticas del habitar” (2020)



Un binomio de escalas diferentes que acontece desde un diálogo poroso. Un vaivén entre la firmeza y la resistencia para develar quién cede, ¿o será que el ceder es colectivo?
La indagación desde este par sintiente transita del amarillo al blanco, del blanco al amarillo. Lo que antes era piel ahora se sabe oscuro, frágil, sensible ante la presión que termina en un cauce dulce y sutil.
Aquel diálogo poroso y firme ahora se convierte en un tránsito fluido, un intercambio de densidades y sensorialidades.
¿A qué sabe esto?
Iniciaron dos y ahora son cientos. era


Mi sudor corre siguiendo la elongación de los músculos, guiado por la curiosidad de descubrir. Los latidos acompasan respiraciones propias y ajenas creando melodías de columnas danzantes. Entusiasmadas, alegres, alertas.
Ver texturas; descubrirlas. El viento, el calorcito, la humedad y el respirar tranquilo, producto de alimentar la curiosidad; la magia.
Las plantas revelando en lo táctil. Sintiendo grandes rocas, medianas y pequeñas.
Fui yo agradeciendo la compañía. Fui yo que guiando descubrí la melancolía.

Dar paso a la soltura.
Sabor distinto al esperado del contacto con lo otro.
Tacto y contacto, pieles cambiantes.





Congregación, palpamiento, piel.
Elongación, venas, fuerza, deslizamiento. Soy, somos, fragmento, polvo y arena.
Somos interacción de materias orgánicas, paralelamente frescas en esta temporada de calor.
Deshaciéndose, pudriéndose.
Partículas coincidentes en este mismo espacio tiempo.
Ambas mutables, con capas de piel cambiantes, susceptibles al desprendimiento.

Mirar en otros ojos despertó mi curiosidad.
Percibir otro cuerpo tocando el mío me llenó de ternura.
Tentar otro cuerpo exacerbó mi timidez.
Guiar otro cuerpo con el mío me dio confort.
El dolor y el alivio siempre están presentes, mas no constantes.
La expansión mitiga la ansiedad intermitente. Abro ojos, cierro ojos. Inhalo, exhalo. Avancé, regresé.
Lo vi o no lo sentí-
Lo sentí o no lo vi. El cariño propio y extraño jamás deja de existir (O la realidad imaginaria envuelve y disuelve el todo).


Ojos piel lavanda armonía corazón, Calle miedo concentración.
Cadera ojos retraídos, saltos que miran la presencia. Alegría agradecer flor aspirar sonreír encuentros que respiran.



















1.Párate bajo el sol cinco minutos en una plancha de concreto. No te muevas, no tomes agua, aguanta.
2.Toca la plancha de concreto, pon tu mejilla en la pared.
3.Escribe tus sensaciones.
4.Párate cinco minutos debajo de un árbol. No te muevas, no tomes agua, aguanta.
5.Toca la tierra húmeda y pon tu mejilla en la corteza del árbol.
6.Escribe tus sensaciones.
7.Intenta pensar en cómo sería la ciudad sin vegetación.
8.Intenta pensar en cómo sería la ciudad llena de vegetación.
9.Hazte preguntas. ¿Por qué nuestro hábitat no incluye los hábitats de otras formas de vida? instructivo para empatizar
denzel



Somos interacción en este mismo espacio tiempo. Ambas mutables suave relleno susceptibles al desprendimiento. Un binomio que acontece. Un diálogo poroso. Un vaivén siempre presente. Mirar otro cuerpo, Un momento de recovecos y rincones; desde la ternura, la capacidad de sentirse desconoce se reconoce. era

Somos el todo desde la no pertenencia.
Si no existe el espacio, el todo con el todo sin ser nada.
Pero, ¿Qué es la nada? Ser consciente. Relación profunda.
Armonía. Presencia. Empatía. Sonreír.
No fuerces: Conecta.
Abre tus sentidos hacia lo que te rodea, corazón.
Fui yo agradeciendo. montse
Aunque mi gusto por la fe se movía tanto como mi respiración, me recordaba no estar sole.
Aunque a veces no podía ver sabía que la confianza vencía mi soledad. riaj



instrucciones para empatizar CON OTRA PERSONA
1.Debes estar erguidx con tus pies separados a la altura de tus hombros.
2.Concientiza tu respiración: concéntrate en cómo entra el aire por tu nariz y cómo sale por tu boca. Puedes poner la mano cerca de tu boca para enfocarte en la temperatura del aire que sale de ti.
3.Escucha atentamente a la persona con la que quieres empatizar. Intenta comprender cada frase, dale sentido.
4.Interésate genuinamente, pregúntale: ¿Cómo se siente en el cuerpo, en lo emocional?
5.Haz preguntas relacionadas a lo que te está diciendo, como si fuera un tesoro que quieres encontrar.
6. Si tienes algo qué decir, pregunta si esa persona quiere tu opinión. Si no tienes nada qué decir, expresa tu gratitud. Di: gracias, es valiosa para mí tu confianza. Mali

Después de esa lucha extraña donde sentía desgarrarme, algo me permitió sentirme acariciada. Un momento de introspección llegó y poco a poco fui mirándome nítidamente tanto mi cuerpo y mi rostro, como mis memorias, mis dolores y alegrías.
Pensé en lo frágil y bella que soy.
Empecé a tocar mis pliegues, mis gestos y planicies y fui cada vez más hacia adentro, jugando y saboreando cada uno de mis recovecos y rincones. Jugué con mi piel. La estiré y fui ella: rugosas telas y sedas transparentes, jugosas bolsas por un lado y otro. Olores frescos y estornudos de fragancia.
Mas por dentro me atreví a mirar.






agradecimientos
A Omar Felipe Giraldo e Ingrid Toro, por la creación de un texto bello e indispensable. A Ingmar Sau por compartirlo conmigo. A Paco Ayala por abrirle las puertas de Huerto Roma Verde a este proyecto y permitirme encontrar, en este sueño, un hogar.
A todxs lxs que vinieron antes y a lxs que vendrán después.
CU ER PO HÁ BIT AT

