Goblin Panzudo 7 Mayo 2014

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a afición se mueve por el multiverso, de blog en blog, con la gloriosa visión de disfrutar del hobby. Algunos blogs han encontrado un hueco vacío en la defensa de sus lectores y quieren llenarlo con una nueva publicación llena de información confidencial y altamente peligrosa.

Solo aquellos elegidos, supervivientes de años y años en el multiverso friki, podrán encontrar en estas paginas que prosiguen la sabiduría de años pasados y ya casi olvidados por todos. Las mentes eruditas recuerdan cuando la publicación mensual de la galaxia dirigida por el gran Emperador Workshop era un libro de culto para todos. Cuando sus hojas llenaban de conocimiento nuestras débiles y vacías cabezas, todavía jóvenes en aquellos años dominados por ediciones pasadas. Algunos siguen leales al Emperador Workshop, pero muchos están en continua rebeldía porque piden volver al saber primordial. A aquellas publicaciones donde todo iba dirigido para cuidar a sus leales súbditos y lectores. La guerra ha comenzado, un enfrentamiento que nos envolverá en un trabajo arrasador para conseguir satisfacer las ansias de conocimiento de todos los que esperan conocer mucho más que hasta ahora les han ofrecido. Los blogs arden. Goblin Panzudo nace para llenar el hueco perdido hace milenios y ser la fuente del conocimiento supremo perdido. Fieles al Imperio, a la idea de adorar el juego, pero traidores a la idea de seguir al Falso Emperador. Dictamos nuestras leyes para un futuro más placentero para todos nuestros seguidores, cada vez más numerosos. Blog e Iniciativas unidas en esta cruzada que encabezamos por el bien de los seguidores del verdadero placer. Y cada vez seremos más unidos a la causa. La guerra solo acaba de comenzar y las batallas se irán desarrollando periódicamente. Sobre estas paginas marcadas de sangre de infieles, encontrareis todo lo que necesitáis. Dominaremos la Galaxia. Invadiremos la red. Ganaremos el saber supremo en bien de todos.


Para nuestros queridos lectores, llega la séptima revista de Goblin Panzudo. Aquí en vuestras manos la tenéis, tras un largo proceso de creación, de organización, de maquetación y de tiempo empleado. Pero con unas ganas increíbles, con muchas ideas y ganas de gustar y dispuestos a seguir durante esperamos muchos números más junto a vosotros. GP7 llega con creo, la valoración la tenéis que hacer claro esta vosotros, con buenos relatos, interesantes artículos y bastante variados, temas actuales y temas de siempre. Con diversidad de opiniones (lo bueno de ser diferentes iniciativas y blogs quien estamos detrás de Goblin Panzudo) y diversidad de estilos. Esperamos estar haciendo un buen trabajo, una buena revista que no quiere más que llenaros un pequeño espacio de ocio mientras la leéis y la disfrutáis en un momento de vuestra vida. Que os diviertan y os habrá opiniones sobre temas del hobbie. Como siempre digo y redigo, agradecer a todos los que están apoyando esta iniciativa con su trabajo y a nuestros lectores, que sois bastantes y por lo que estoy muy agradecido por estar tras estas líneas disfrutando de lo que hacemos para vosotros. Si vosotros no tendría sentido Goblin Panzudo. Esto es una simbiosis que espero dure mucho tiempo. ¿A qué numero llegaremos? Solo el señor futuro lo sabe ahora mismo. De momento vamos a intentar llegar al número 10, que esta próximo. Un saludo chavales. Alfonso Ortega


Ú

Ó



ola a todos! Hace ya casi una semana, como todos sabéis, tuvo de nuevo lugar uno de los eventos que se han convertido en imprescindibles en todo el territorio nacional, y es que el pasado día 1 de Marzo se celebró, a lo largo de varias sedes en la península, el Festival de Espadas 2, un grandísimo evento que se celebra en varias ciudades a la vez. Nosotros tuvimos el gran honor de poder acudir a la sede de Madrid, la tienda Ludorum Juegos, y además tuvimos el privilegio de poder colaborar en el evento con nuestros amigos de la Wikihammer 40K, organizando el Concurso de Pintura Rápida, pero antes de llegar a esto, ocurrieron unas cuantas cosas más. Por la mañana, los inscritos previamente tuvieron un torneo de Warhammer 40k, un Choque de Patrullas, que si no recuerdo mal constó de cinco rondas (tres por la mañana y dos por la tarde), pero para los que no estaban inscritos hubo otras actividades, además de, como os hemos dicho, el Concurso de Pintura Rápida: hubo una partida de rol basada en el mundo del Dark Heresy, que hizo el deleite de los participantes (entre los que nos incluimos Alocada y yo). Y los que no querían jugar, tuvieron un rato para charlar amistosamente con cualquiera de los que estábamos allí, entre los que además tuvimos un visitante muy ilustre: Kokacoloct, administrador de Fanhammer, quien vino a visitarnos desde Francia! Como le sucede a todo buen guerrero que se precie, hizo falta un merecido descanso para comer, coger un poco de aire y pensar si las estrategias que se estaban llevando a cabo eran las correctas o se estaba a tiempo de corregir algún aspecto.

Y de vuelta a la tienda a retomar la batalla, comenzaron las sorpresas, sorteos de descuentos nos esperaban y fueron bastantes los afortunados. Además de repartirse las papeletas para la posterior rifa de la Espada, que fue a parar a manos de Skarbrand xD Al terminar el torneo, que se declaró vencedor el gran Lagarto Extremeño con un ejército totalmente overpowered... Hermanas de batalla, xDDDD Tras la entrega de premios, vinieron los cursos de pintura, tanto el básico, impartido por Skarbrand, como el avanzado, que impartió David y que Alocada tuvo la suerte de tener para ella sola con lo cual pudo aclararle muchas dudas.. Además, hubo un Concurso de Pintura al uso, que tuvo, entre otras, unas miniaturas estupendas, de las que Batman es nuestra favorita. Por último, debemos de hacer una mención de honor a un niño que andaba con su padre por la tienda, que vino con nosotros y se lo pasó genial, el niño era estupendo e hizo las delicias de todos los participantes en el FDE y también queremos dar las gracias a su padre por permitirnos poner las fotos íntegras. En definitiva, fue un grandísimo evento, al que esperamos volver el año que viene! El poder pasar un día compartiendo nuestro hobby favorito con otros aficionados, dentro de un grandísimo ambiente es algo que merece la pena repetir siempre! Gracias a todos por asistir y a contar los días que faltan ya para el próximo.

La Taberna de Laurana


Beneficios de los

Juegos de rol

E

stos días se puede leer y escuchar en prensa y televisión que la juventud española es de las peor preparadas a la hora de resolver situaciones de la vida real. Existe una herramienta muy poco conocida por la mayoría de las personas e incluso marginada en muchos casos que nos puede ayudar a solventar este problema: los juegos de rol. Esta herramienta que algunos profesores ya empiezan a utilizar en las aulas es ideal para que nuestros jóvenes aprendan a desenvolverse en situaciones tanto desconocidas como diarias, que es de lo que trata este artículo, aunque no solo sirven para esto. También nos ayudan a socializar, aprender y educar a las personas. Socializamos porque realizamos una actividad junto a otras personas. Podemos aprender si la ambientación en la que jugamos es histórica, nos propone resolver incógnitas o desenvolvernos en situaciones difíciles. Educa porque al estar con más personas debemos comportarnos teniendo en cuenta al resto de jugadores para que la experiencia sea positiva. Durante una partida los participantes toman el rol de personajes ficticios en una historia que puede estar ambientada en un número infinito de situaciones y momentos. Los participantes en una partida de rol deben en primer lugar cumplir unas normas, como en cualquier juego. Esto ya consigue que aprendan que existen límites y que uno no puede hacer lo que quiera. Si es cierto que la imaginación es un condimento fundamental en cualquier juego de rol, y que la imaginación no tiene límites… pero un jugador aprende que no hay acción sin consecuencias. Es imposible explicar en qué consiste un juego de rol en unas pocas líneas, sobre todo si nunca nos hemos preocupado de informarnos seriamente sobre esta afición, pero voy a intentar explicar porque son una herramienta impagable para que nuestros jóvenes sean mejores personas: Un juego de rol consiste en la reunión de varios participantes, normalmente entre tres y seis, sentados alrededor de una mesa. Uno de los participantes será al que se denomina “director de juego” y será quien tenga preparadas las normas o reglas de la partida, así como la ambientación en la que se va a jugar. El resto de participantes tomarán el papel de un personaje que habita el “mundo” que el director de juego decida. Estos mundos pueden ser infinitos, desde la época actual, pasando por la edad media, la Roma clásica, Grecia, la prehistoria e incluso el futuro.

Cada jugador escogerá un personaje que se involucrará en este mundo y en la aventura que el director de juego haya ideado. Por ejemplo existen juegos de rol en los que los jugadores toman el rol de detectives que deben resolver un robo, juegos en los que toman el rol de marinos acompañando a Cristóbal Colón o donde representan a diplomáticos llegados a un país en conflicto con la misión de evitar una guerra civil… De esta forma el director de juego iniciará la partida de rol poniendo en una situación a los participantes y estos deberán utilizar sus mejores dotes para ir avanzando dentro de la aventura e ir mejorando a sus “personajes ficticios”. Esto desde luego se consigue utilizando la capacidad mental y la empatía con los jugadores. Y es por esto que, en mi humilde opinión, deberíamos empezar a plantearnos utilizar los juegos de rol en la educación que damos a nuestros jóvenes. En Dinamarca los juegos de rol se consideran una herramienta educativa de primer orden, organizando incluso partidas en vivo para niños pequeños. Al igual que los juegos de mesa en Alemania, donde los niños comienzan a jugar y es raro encontrar una familia que no juegue. Hay que reconocer que los jóvenes de ambos países parece ser que están mejor preparados que los españoles. No digo que este sea el principal motivo, pero quizás se pueda empezar a cambiar si se cambia el sistema que está demostrado que no funciona. Otra área en las que los juegos de rol pueden convertirse en herramienta importante es la cultura. Dicho así quizás parezca algo banal, pero ¿acaso no es de todos sabido que el ser humano aprende mucho mejor jugando? Una partida de rol sencilla en inglés para practicar el idioma jugando, una partida de rol que ponga a los jugadores en alguna época histórica en la que el director de juego (en este caso podría ser el propio profesor) introduzca sucesos y personajes reales, una partida de rol en la que los participantes representen a científicos o escritores y deban conseguir un objetivo todos juntos… existen cientos de formas para utilizar los juegos de rol potenciando el aprendizaje y la socialización. Los juegos de rol (y los juegos de mesa) pueden conseguir que aquellos que los practican sean más despiertos y decididos a la par que precavidos, tengan mayor seguridad en sí mismos y sepan desenvolverse mejor en las más variadas situaciones.

Ojo al Dado


Magia Identificativos Vs Alta Magia

H

oy hablaremos en profundidad sobre qué elección tomar a la hora de elegir los hechizos cuando jugamos con Hombres Lagarto o Altos Elfos, la difícil elección entre Alta magia o los Hechizos Identifi-

cativos. Si bien este artículo pueda resultar muy interesante para aquellos que como yo salimos al campo de batalla con un sapo bien gordo con las Disciplinas Ancestrales de Foco Místico (35 Ptos) o Deliberaciones Introspectivas (30 Ptos) igualmente será útil para que el resto de comandantes puedan prever las artimañas de sus enemigos HL o AE y anticiparse a sus movimientos. En primer lugar recordaremos que un Mago Sacerdote Slam puede adquirir, entre otras, una de estas dos Disciplinas Ancestrales: Por 35 Ptos un Foco Mistico que le permitirá conocer todos los hechizos de Alta Magia, para los HL la Regla del Saber de Alta Magia les permite olvidar un hechizo lanzado con éxito para, al final de la fase de magia, aprender otro distinto (otro de entre los ocho saberes de magia y los de Alta Magia) esta combinación te permite llegar a aprender un montón de hechizos mega poderosos… si tenemos suerte. Por 30 Ptos puedes comprar Deliberaciones Introspectivas que le permite saber los ocho hechizos identificativos de cada uno de los colegios de magia. Esta opción nos permitirá utilizar las reglas de cada uno de los saberes de magia dándonos también mucha potencia de magia y un hechizo adecuado para casi cualquier ocasión. En el caso de los Hechiceros de Altos Elfos podremos elegir entre: Archimago con la Opción de Alta Magia y regla del saber que permite que cada hechizo lanzado con éxito incrementará en +1 la salvación especial de el Mago y su Unidad.

Señor del Conocimiento de Hoet que además de darnos un tio pegón conoce todos los hechizos identificativos de igual modo que con la Disciplina Ancestral Deliberaciones Introspectivas que hemos comentado anteriormente Antes de entrar a examinar de cerca cada una de las dos opciones de cada ejército nos aventuremos a predecir que una opción u otra debe cambiar nuestro modus operandi en el campo de batalla. Quizás para un Sacerdote Slam la opción de Alta Magia le proporcione un conocimiento extra de las fuerzas mágicas y de esta manera prefiera una partida larga y muy estratégica donde el paso de los turnos le proporcione ese hechizo de realmente esperas y que haga una verdadera brecha entre las filas enemigas. Otro caso sería el del Archimago Alto Elfo que a fuerza de transformar los vientos de magia en energía pura consiga que las tiradas de salvación especial de el y su unidad se hagan cada vez más impenetrables. A todos nos viene a la cabeza ese archimago dentro de una unidad de Guardia del Fenix que bien apoyado por un Fenix de Hielo para rebajar la Fuerza del contrincante convierta a esos “débiles” guerreros en un Yunque que por mas que reciba golpes del martillo aguanta sin quebrarse. Por otro lado, cuando salgo al campo de batalla y mi elección es el conocimiento identificativo lo que busco es una partida rápida donde poder convertir rápidamente los vientos en destrucción y tener siempre una opción adecuada para causar bajas a las distintas unidades enemigas.


Pero entremos a desmigar las opciones, para los hechizos identificativos tenemos: FUEGO: Hasta 3 opciones que nos darán 1d6, 2d6 o 3d6 impactos de fuerza 4 con dificultades de 5+, 10+ y 18+ pero recuerda que gracias a la regla del saber si antes has colado el básico del metal que tambien es daño flamigero podrás añadir 1d3 a la hora de intentar realizar el hechizo por lo que ese 10+ o incluso el 18+ ya no dan tanto respeto. BESTIAS: Nunca viene mal una potenciación así, +1 fuerza y resistencia convierte este bloque duro en algo insufrible, recuerda que si el objetivo es bestias de guerra, caballería, bestias monstruosas, caballería monstruosa, carros, enjambres, monstruos o cualquier criatura del libro de ejército de los hombres bestia la dificultad baja de 10+ a 9+. METAL: Una de las principales razones por las que elijo los identificativos y no Alta Magia, con ese hechizo puedo bajarme cosas chapadas como caballerías, infanterias enanas y temidos tanques imperiales, cosa que con el poder de la Alta Magia a veces no logras conseguir. Recuerda que son ataques flamígeros y que hieres con la TSA del contrario LUZ: Dos cosas conseguimos con este hechizo, lograr impactos de una fuerza 6 en su opción potenciada para acabar de dañar a esos temibles monstruos y por otro lado un plus de daño si te encuentras frente a No muertos y Demonios. Quien no teme 2d6 impactos de fuera 6? VIDA: La prueba de que la opción de los identificativos no es solo daño + daño es este hechizo, junto al de las bestias, quien rechaza por un dado de vientos de magia un regeneración 5+ para su unidad y la posibilidad de curar una herida. CIELOS: Oh Dios mío, parece que va a llover, además de los penalizadores que suelta esta maldición causas 1d6 impactos de fuerza 4 a unidade voladoras!!! Espera es un hechizo de maldición o de daño ^_^? SOMBRAS: Este hechizo de maldición que es como un espejo de la bendición Mano de Gloria que encontramos en Alta Magia nos permite ademas, por solo una tirada de 5+ en la dificultad del hechizo, poder teleportar a nuestro mago a una posición que cambiará el curso de la batalla. MUERTE: y con este último hechizo no solo causaremos bajas, también tenemos la habilidad de generar más dados de viento de magia. Quizas puedas conseguir alguna herida “Gratis”. Veamos ahora las opciones y ventajas que tenemos con la elección de Alta Magia:

Voy a analizarlos desde la perspectiva de los Hombres Lagarto pero no olvides que esos Altos Elfos van a ver mejoradas esas TSE cada vez que consiga lanzar con éxito un hechizo. Lo primero a destacar es que en vez de 6 hechizos lo que tenemos son 8 que nos proporcionan opciones que no dispondremos de otro modo. DISPERSIÓN DE MAGIA: Podrás deshacerte de esas maldiciones que han convertido a tu unidad pegona en flan de huevo o hacer desaparecer esa bendición que convierte una unidad enemiga en un terrible dolor de cabeza. SOFOCAR EL ALMA: 2d6 impactos de fuerza 4 o 4d6 impactos de fuerza 4!!! causará más daño a unidades blanditas con menos dificultad mágica pero contra unidades chapadas y con alta resistencia se queda tan solo en un buen hechizo y no en una arma definitiva. APOTEOSIS: Nos permite recuperar una herida y ganar la regla especial Miedo. MANO DE GLORIA: Potenciador que nos permitirá aumentar habilidades de nuestras tropas CAMINAR ENTRE DOS MUNDOS: Otra genialidad de la Alta Magia, haz etéreos a una de tus unidades y posicionarla donde quieras, una opción muy buena que sin hacer daño al contrario te dará una ventaja táctica impagable. TEMPESTAD: Esta opción nunca llega a convencerme, dificultad alta, poco daño y posibilidad de dispersarse. DESFRAGUAR: La posibilidad de causar una herida rapido a ese general que nos da tanto miedo y por el mismo precio hacer desaparecer esa objeto mágico que le hace tan valiente… jejeje CONVOCACIÓN ARDIENTE: Un impacto de Fuerza 4 a todas las miniaturas de la unidad!!! que continúa en juego, lo realmente interesante de este hechizo no solo son las bajas que causas en tu turno, lo genial es que te va a proporcionar un turno tranquilo de magia enemiga ya que reservará una cantidad importante de dados de viento de magia para tratar de dispersar el hechizo o seguir acumulando bajas. Qué opción escoger dependerá como siempre de como te diviertas mas, quizas tu modo de juego sea estratégico y conseguir un “los que habitan” para destrozar tu cuarto y quinto turno o prefieres lanzarte a golpear fuerte los primeros turnos!!!

En fin, propicios vientos

El taller de Yila


levo ya una temporadita jugando a XWing, casi casi desde que salió, y dado que nunca me gustó ir con la mayoría, juego con el bando de los Rebeldes. Pues bien, para los que todavía no estáis decididos a probar el juego, no sabéis por qué ejército decidiros o queréis probar una lista nueva, os cuento la que yo utilizo (sé que es tirar piedras contra mi propio tejado pero... qué más da, no soy competitiva XD) A ver, la lista que yo uso se llama o es conocida como Han Shoot First, o lo que es igual, Han dispara primero, y ahora entenderéis porqué se llama así, y consta de lo siguiente: 1 Halcón Milenario con Han, y las mejoras de Puntería, Chewbacca y Artillero 2 Ala-x pilotos novatos Muchos imperiales se ponen ojipláticos cuando ven ésta lista, porque es un tanto "correosa" , es verdad que es un poco "pesada" de jugar pero a mí me encanta, me gustarán las cosas raras? XD Y qué tiene de bueno ésta lista? Pues veamos: Los dos Ala-X son nivel 2, es muy raro que tu contrincante tenga algún piloto de nivel 1, con lo cual mueves primero (a veces está bien, pero otras te incordian bastante jeje).

Siempre que puedas aprovecha que éstas naves fijan blanco, fíjalo y te aseguras repetir los dados que no te sirvan (caras blancas, concentración) en una tirada que no te haya salido muy bien. Es verdad que sacrificas el elegir una concentración para la defensa pero para mí merece la pena. Lo ideal sería moverlos delante del Halcón ambos juntos, en plan escuadrón y fijar blanco a la misma nave, así te aseguras el tirar más dados de ataque (éstas naves tiran 3 dados de ataque normalmente, si te quedas a distancia 1, un dado más, con lo cual son, mínimo, 8 dados de ataque a la misma nave, con la opción de repetir los dados que no nos valgan, muy bien se tiene que defender para no hacerle ningún daño)


Y ahora viene la joyita de la corona de la lista, el Halcón.

Pues bien, si sumamos a lo que os he contado que los Ala X tienen dos escudos cada uno y tres de casco, y el Halcón 5 escudos y 8 de casco, entenderéis porqué me gusta ésta lista jeje. Espero que os haya gustado y os animo a probarla, puesto que hay que jugarla mucho para poder jugarla bien, ya que no es nada fácil mover una peana tan grande y lo más normal es que te quedes encima de un asteroide, te choques contra otra nave o te salgas de la zona de juego (lo digo por experiencia). Un saludo y arriba los rebeldes ¡!

Alocada, Taberna de Laurana

Por partes, el piloto Han es nivel 9 con lo cual, mueve el último y dispara el primero y la habilidad es que puedes volver a tirar todos los dados, es decir, que si normalmente atacas con 3 dados y te salen dos caras vacías y un impacto, puedes repetir tirada, TODOS los dados. En éste caso, la acción ideal, siempre que puedas o te dejen, es puntería. Sigamos con el caso anterior, tiras tres dados (que serían 4 a distancia 1) y te salen dos ojitos (concentración) y un impacto (por ejemplo), puedes cambiar un ojito por un impacto crítico y el otro por un impacto normal, con lo cual cambiaríamos una tirada "cutre" por una que hace bastante daño. Imaginemos que nuestro contrincante tiene una potra tremenda y defiende todo, saltaría artillero automáticamente, que es la opción de repetir TODOS los dados utilizados, con lo cual tenemos otra posibilidad de hacerle daño. Que tenemos mala suerte a la hora de defender, cosa muy probable porque defiende con 1 sólo dado, salvo a distancia 3 o con meteorito de por medio que se añadiría un dado en cada caso, cuando nos veamos apurados, podemos usar a Chewbacca, es decir, descartar una carta de daño (no valen los críticos, se siente) y recuperar un escudo, que si estamos apuradillos nos viene bien.


Lo veo todo. Veo todo en el vacío infinito, sentado eternamente en este trono que no para de regular los estimulantes de mi organismo. Cada día que pasa tengo más resistencia a ellos, y cada día que pasa puedo entrenar menos de las doce horas reglamentarias. Dentro de poco estaré acabado, y lo veo justo. He estado tiempo fuera, he estado mucho tiempo fuera. Esta es mi recompensa, este es mi castigo por una vida tan larga que solo los traidores la han conocido. En la luna perdida, mi nave se estrelló durante el injusto enfrentamiento de hermanos contra hermanos, y en ella permanecí durante siglos sin término. Congelado, esperando, acosado por la Maldición del Sueño eterno que consume a mi capitulo. Este escrito es solo para los ojos de los Maestres Capitulares, para mis tres hermanos supremos, y es mi confesión. Nunca les dije en qué época nací, ni hasta donde llegaba realmente mi memoria. Esta será mi última misión, mi última cruzada. Una famosa remeradora llamada Petronela Vivar dijo una vez: "yo estaba ahí el día que Horus cayó". Es una triste y veraz frase... ¿en cuántos sentidos es cierta? Cayó en batalla, cayó en desgracia, cayó engañado, cayó ante el Emperador... cayó en el Caos. No pude creer lo que me contaron, no hasta que no lo vi. No hasta que sentí en mis propias carnes lo que era la traición de los hermanos. Dicen que todos los astartes eran capaces de llorar de alegría o aprensión ante el poder y la magnanimidad de los Primarcas. Nuestros comandantes, nuestros padres, hermanos, guías, amigos. Tan poderosos, tan únicos, tan especiales todos y cada uno de ellos.

Mi Primarca probablemente hubiera podido hacerme llorar si lo hubiera querido, pero yo solamente lloré un día, unas horas. Lloré el día que mi nave fue derribada, el día que tuve que arrastrar a Valder Greyhelm hasta la tumba de éxtasis donde duerme ahora. Yo tuve que enterrar su cuerpo maltrecho, y tuve que huir abandonándolo a su suerte con los traidores acosándome. Lloré cuando uno de mis corazones se paraba por las heridas, pero no fue por la muerte en ciernes, sino porque solamente yo sabía dónde estaba enterrado. Me convertí en el marine más codiciado de la legión, en el que todos querían corromper o salvar, en la llave que abría la tumba del Primarca. No solamente era portador de una plaga que temible Nurgle jamás podría imitar por lo esencial de su naturaleza, sino que soy el responsable directo de propagarla a mis hermanos. Soy el portador del Sueño Eterno, el paciente cero. Soy un arma viviente, y la ironía desgraciada que rodea a este hecho, me atormenta a cada minuto que pasa. Todas las legiones tenían algo particular, algo único. Nosotros éramos maestros en una sola cosa, y yo la eché a perder, al mismo tiempo que conservaba a nuestro padre. Su estertor final me contagió, y al estar solos, yo era el único que podía contagiar a los demás. Pero esto es demasiado para empezar. Soy un guerrero y no un rememorador, de modo que me permitiré algunas licencias al exponer los terribles hechos que acontecieron, hablando de "nosotros" o de "ellos" dependiendo de quién enfoque nuestra odisea en ese momento. Esta, hermanos, es la memoria de la XI Legión. Nosotros... fuimos los Yelmos Grises, aunque nuestros hermanos nos llamaron siempre los Restauradores. Y esta, es nuestra historia.


Los Eldars cayeron por culpa de su orgullo, de su suficiencia, de su hedonismo y egoísmo. Hubo pocos que escaparan, y aunque siempre fueran por orden del Emperador nuestros enemigos, Telor siempre los respetó. Era un buen primer capitán, y recordaba nuestra historia antes de la llegada del Imperio. La llegada lo cambió todo, lo puso todo patas arriba. Todo era... sencillamente gris. Nuestra civilización estaba en guerra civil, si bien habíamos alcanzado un tipo de guerra tan sumamente escalofriante en nuestro sistema que estábamos en un punto muerto. Bastante más muerto de lo que la gente podría imaginar. El sistema estelar Varinos estaba compuesto de ocho planetas, y seis de ellos eran habitables, desde el tercero al último. Como una gran familia de hermanos pequeños y grandes, todos los elementos del sistema solar flotaban juntos en la inmensidad del Segmentum Tempestus, minúsculas partículas en el vacío infinito. El primer planeta era Varinos primaris, un mundo asolado por radiaciones que caía lentamente hacia la órbita del sol. Era tan caliente, que solamente servía para mantener colectores de energía en órbita y alimentar nuestras reservas de plasma y energía a lo largo de todo el sistema solar. El segundo era Varinos Colossus, la hermana pequeña de la estrella, cuyo campo gravitatorio impedía a Primaris caer a plomo contra la corona solar. El tercero y cuarto eran mundos agrícolas, Verfil y Verdal respectivamente. Veryul era el planeta capital, y ocupaba el quinto puesto, mientras que Verial y Vertol eran minas y ocupaban los puestos seis y siete. El octavo mundo, alejado de todo calor y temiblemente frío, era lo que nosotros denominábamos... Caos. Allí era donde vivían los corsarios, la pesadilla de nuestra civilización. En los cinco mil años de historia de la Vieja Noche, la sociedad se había desarrollado en un sinfín de guerras entre corporaciones. Hubo enfrentamientos por cada trozo de roca en el que se pudiera vivir, y la creciente población no se vio mermada por los sucesivos intentos de unas y otras corporaciones por tomar un centímetro más de los rivales. La intensa competitividad capitalista había llegado hacía tiempo a las manos, y el gobierno corrupto se vendía al mejor postor hasta el punto en que dejó de haber ejército público y empezaron a brotar corporaciones de mercenarios, que se subcontrataban al mejor postor para librar batallas en las que sólo importaba el contrato.

Tras el terrible incidente de la luna de Urax, que orbitaba alrededor de Verdal, se prohibieron las armas nucleares en el conocido Consejo de Veryul. La reunión entre las cien corporaciones puso límites a la guerra, y determinadas armas quedaron prohibidas bajo la amenaza de todas las demás corporaciones reunidas. Un grupo de comandos de la corporación Teresar, había detonado una bomba de doscientos megatones dentro de un búnker acorazado de la corporación Rankur en la luna, y el resultado había sido una grieta estructural en el satélite que abarcaba trescientos de sus mil kilómetros de diámetro. La lluvia de meteoritos destruyó dos ciudades de Veryul, matando a casi ciento treinta millones de personas y volviendo la atmósfera irrespirable durante seis meses. Podría haber sido mucho peor, si bien los edificios de Veryul estaban pensados para ser estancos como resultado de los enfrentamientos y el desastre climatológico solamente afectó a los más pobres. Las corporaciones y el gobierno concluyeron que destruir planetas completos era sumamente malo para los negocios, y las armas se limitaron en gran medida. Las cabezas térmicas cabezamartillo de neutrones, las armas nucleares y termonucleares, las bombas incendia-atmósferas... se prohibieron. Y se destruyeron muchas armas de destrucción masiva en aquellos días, junto a los planos y personas responsables de construirlas. Por irónico que pueda parecer, esto desató un nuevo tipo de guerra, mucho más sofisticado y letal que el que padecíamos ante la amenaza constante de un holocausto nuclear panplanetario. Ante la creciente demanda de soldados, se comenzaron a hacer levas forzosas y a obligar a las condenadas y mujeres pobres a tener hijos contra su voluntad. Llegó hasta tal punto que los niños luchaban a los trece años, y que a muchos se los criaba para luchar. Las bajas de la guerra convencional eran mucho más terribles que en la guerra masiva, y esto provocó el evento que conocemos como la Ascensión de las Tres Grandes Casas de la Medicina. En resumidas cuentas, las tres grandes corporaciones médicas adquirieron un nivel de importancia tan sumamente vital a la hora de curar y reconstruir soldados que se adueñaron de todo. Los médicos compraron a las compañías de armamento, luego a los proveedores, y luego directamente a las compañías de mercenarios completas. Todo habitante del sistema salvo los piratas llegó a ser esclavo de un chip de control que le obligaba a estar controlado durante día y noche, supeditado a las corporaciones sin rostro que los dirigían hacia sus intereses.


Llegó un punto donde las tres corporaciones médicas conocidas como Clonus, Dna-Helix, y Moebius; controlaban todos los mercados financieros, todas las personas, todas las corporaciones e incluso a quienes supuestamente las controlaban. El individuo, incluso si era directivo, estaba supeditado al avance global de la corporación. Moebius llegó a destruir su propia cúpula directiva en un ataque de bandera dirigido por los encargados de los cálculos, ya que eso aumentaría sus beneficios. Se comenzaron a desarrollar nuevas armas terribles, que mataban siguiendo cierto patrón genético o inutilizaban los blancos con neurotoxinas. Todos los venenos corporales imaginables surgieron en los laboratorios, y los antídotos se desarrollaban a la misma velocidad. Luego comenzó la mejora de los hombres que empuñaban las armas, y por último apareció el nuevo tipo de guerra. Era una guerra fría y silenciosa, una guerra de armas que mataban de un golpe, de modo que incluso un arañazo era letal. Era una guerra que había olvidado las armas de fuego, las armas de energía, e incluso los cañones. Fue la Era de los Asesinos, el tiempo de las pesadillas. Aparecieron los clones del soldado definitivo, y Clonus pasó del apogeo dominador a la destrucción absoluta en cuestión de meses. Dna-Helix había planeado el arma definitiva, y no tuvo ningún reparo en utilizarla en dos de nuestros mundos con tal de ganar su guerra. ¿Quién iba a impedírselo, si Moebius anhelaba la victoria sobre Clonus tanto como ellos y el resto de corporaciones y gobiernos ya habían desaparecido? El enemigo del enemigo fue considerado amigo, y las dos corporaciones terminaron una de las mayores aberraciones de la galaxia. Verfil y Verial sencillamente desaparecieron bajo el ataque del virus, y Veryul no podía resistir sola sin el apoyo de los otros dos planetas de Clonus. Cada una de las otras dos corporaciones poseía dos planetas, y el octavo estaba en manos de los piratas. Los clones eran numerosísimos, así que la única forma de destruirlos era liberando la obra maestra conjunta sobre ambos mundos. Ese, y no otro, fue el origen del Virus Devorador de Vida. Nosotros, solo nosotros, lo inventamos... y redujimos los planetas habitables de un impresionante ocho a un triste seis. Entonces, fue cuando llegó Valder.

Valder significa "el poderoso" en la lengua estándar de nuestros mundos. Cayó en Caos, el planeta helado donde los piratas y corsarios vivían en un régimen de estricta anarquía, a veces trabajando para las corporaciones y a veces saqueando a placer. Tras el evento conocido como La Alianza, Dna-Helix y Moebius habían alcanzado una incómoda alianza que ponía en peligro la piratería. Se habían prohibido los contratos de corso y se estudiaba entre las dos cúpulas aniquilar la única pústula de color que manchaba el inmaculado gris de las batas de laboratorio del sistema Varinos. Los clanes piratas se habían aliado a su vez, y el único objetivo viable era impedir que ninguna nave capaz de transportar al Devorador de Vida se pusiese en órbita alrededor de Caos. Tal aberración solamente podían dispararla una decena de naves, pues el sistema era complicado y peligroso incluso para los dos gigantes podridos, y ninguno quería que ni sus naves ni su valioso personal se convirtieran en restos descompuestos. El índice de suicidios en el pequeño mundo pirata se había multiplicado por ocho en el año en que el Primarca bajó del cielo. Fue como una estrella caída desde el firmamento nublado por las tormentas de disformidad, que cruzó los páramos de los polos fríos para estrellarse en mitad de la tundra. El impacto abrió una brecha en la corteza hasta el punto de que varios kilómetros a la redonda se fundieron para dar paso a la vegetación de crecimiento rápido, latente en el permafrost. Las plantas crecieron en cuestión de horas, y para cuando el clan pirata Estrella Itinerante llegó a la zona a verificar de qué se trataba, encontraron un pequeño valle que parecía un edén de los planetas interiores. Los piratas se asombraron, y durante mucho tiempo estuvieron explorando el lugar en busca del milagro que había producido aquel asombroso efecto. La codicia se apoderó de sus corazones, pues en Caos solamente crecían un centenar de kilómetros de vegetación invernal alrededor del ecuador, y las siguientes horas fueron una batalla en la maleza. Los piratas lucharon contra sus hermanos de clan, dispuestos a quedarse con el artefacto capaz de generar microclimas en el planeta para ellos. Quizá era un experimento de las corporaciones que podrían vender o utilizar a cambio de su propio país sacado de la tierra baldía. Fue una lucha larga y sangrienta, terrible y dolorosa, desigual y desleal. Los aliados se convertían pronto en enemigos, los enemigos de repente colaboraban para matar a un traidor, y luego todos ellos volvían a traicionarse.


Al final, de cien hombres que habían ido, tan solo sobrevivió una mujer. Delara engañó al último par de piratas, que eran de los más sanguinarios, ofreciéndose a sí misma como premio al ganador. Los sacamantecas de Clonus la habían esterilizado para utilizarla de incubadora tan pronto como había alcanzado la mayoría de edad, y había sido de los pocos supervivientes de la corporación cuando una de sus naves había intentado huir a Caos. Eso la hacía candidata para un placer sin límites que nunca estaría interrumpido por la propia naturaleza de la procreación, de modo que era un trofeo irresistible para una cultura machista como era la del sistema. Cuando el pirata triunfador se acercó a ella, se dejó llevar por el impulso del hombre, y tras varias vueltas en la hierba que más tenían ya de retozo que de coqueteo, lo mató con sus uñas sintéticas capaces de cortar incluso el acero. Nadie hubiera esperado semejante implante en una mujer de cincuenta kilos, pero aquello era el Planeta de los Piratas, y todo era posible. Volvió a vestirse y vagó examinando y saqueando los cuerpos de sus compañeros. Debido a la calidez de la zona, tardó bastante rato en darse cuenta de que se aproximaba la letal noche del planeta, y que el permafrost comenzaba a devorar de nuevo los límites del valle encantado. Horrorizada, trató de escapar de la inevitable tumba de hielo en la que se vería atrapada para siempre si la noche la alcanzaba. Intentó huir en uno de los pocos vehículos que quedaban intactos, pero las orugas patinaron y se vio arrastrada hasta el centro del cráter, como si cada pisotón desesperado del acelerador la llevase en dirección contraria a la que pretendía. Desesperada al llegar al punto más profundo del tazón, descubrió que la noche ya había alcanzado la mitad del cráter, quemando todas las plantas con una abrasadora capa de frío. Se echó a llorar de terror y de rabia, dejándose caer sobre la protuberancia cubierta de malas hierbas que había en el centro del cráter. Se dio cuenta de que estaba caliente al tacto, tan caliente que quizá era el verdadero origen de aquel efímero edén. Comenzó a tirar de las hierbas, como poseída por algún tipo de instinto primario que se aferraba a la supervivencia con uñas y dientes. Sus uñas mejoradas pronto desbrozaron toda la hierba, y encontró lo que habían estado buscando todos. Por lo que sus hermanos de clan se habían matado unos a otros, por lo que ella misma había matado. Era una cápsula de emergencia, una especie de recipiente diseñado para transportar a los huidos de naves en problemas a la seguridad de los planetas. Demasiado pequeña para un adulto, de modo que no podría

usarla. Las lágrimas amenazaron con regresar a su rostro cuando golpeó de rabia el duro metal, y casi sufre un infarto al ver que la pequeña nave se abría soltando chorros de vapor. Delara no tenía nada que perder, así que miró en el interior, sin estar segura de que lo que hubiera dentro fuera siquiera humano. Su duro corazón de pirata se fragmentó en un millón de pedazos cuando descubrió qué había en el interior. Era un bebé, uno enorme, de ojos grises y pelo negro y lacio como la noche sin estrellas. Se chupaba el pulgar y la miraba con inteligencia, como esperando a que hiciera algo. Delara se maldijo a si misma por haber golpeado la cápsula. Era una asesina y una traidora, y merecía la ironía de morir congelada por haber matado a sus compañeros, no así un niño pequeño que nunca habría podido hacer daño a nadie. Las lágrimas se apoderaron de ella una vez más, y desconectó al pequeño de la cápsula con un instinto maternal que jamás había conocido y jamás volvería a conocer. Tenía un par de minutos antes de que el círculo mortal los consumiese, de modo que hizo lo único que podía hacer: se sentó en la cápsula con el niño en brazos, tapó a los dos con su abrigo y ropas. Lo último que pudo recordar antes de que la oscuridad la envolviera, era que tenía que proteger al niño a toda costa. Cuando recuperó la consciencia, oía el rumor de los motores de más orugas de nieve. Abrió los pesados párpados, y descubrió al pequeño asomado por encima del abrigo, diciendo palabras en el incomprensible idioma de los bebés mientras agitaba una manita en dirección a los transportes. Era grande para ser un niño, pero le había parecido tan adorable que juró nunca desprenderse de él. Lo siguiente que se preguntó era por qué no estaban muertos, y descubrió con estupor que un área de varios metros alrededor de ellos estaba incólume, con la hierba todavía intocada por el frío. Los piratas de la banda que venía no la conocían, y escondió al niño bajo su ropa, con suerte, podría hacerles creer que la cápsula era la fuente del calor anormal y así salvar al pequeño. Delara sabía en lo profundo de su ser, que el bebé que la miraba ahora y sonreía como su fuera consciente de lo que pensaba, era la verdadera fuente. Veinte años después, Valder hacía la guerra como lugarteniente de su madre, Delara. La mujer había perdido el ojo derecho en combate, y él era ya un hombre enorme cubierto de cicatrices. Su rostro, inexplicablemente a salvo, tenía un par de líneas grises provocadas por su vida de guerra. Una le surcaba una ceja, y otra el pómulo izquierdos.


Era uno de los piratas más conocidos del sistema, y sin duda uno de los más terribles, hasta que la Alianza sacrificó la vida de cientos de civiles para capturar su nave. Pasó los siguientes diez años encerrado en un edificio de paredes blancas y sin puertas o ventanas visibles. Los análisis genéticos y químicos a los que le sometieron revelaban que se trataba de un ser superhumano y no de un simple mortal, así como la esterilidad de su madre y el hecho de que era adoptado. Enfureció al principio, pero luego obedeció todas y cada una de las órdenes de sus captores para proteger a su madre. Le mostraban imágenes de ella, le dejaban hablar y conversar con ella una vez por semana. Cuando se dieron cuenta de su increíble potencial mental, de lo rápido que aprendía de todas las pruebas a las que lo sometían, decidieron que valía incluso más como investigador que como cobaya. Fue instruido por los mejores doctores y genetistas, que iban a darle lecciones privadas totalmente pagadas y alentadas por la Alianza. Esta fue la situación durante casi una década, y a pesar de que lo conminaban continuamente para crear nuevas armas, Valder trataba de explicarles que él no podría crear una monstruosidad que superase al Devorador de Vida, y por el contrario regalaba a las corporaciones fascinantes descubrimientos científicos que dejaban a toda la sociedad boquiabierta. Implantes cibernéticos, reconstrucción de miembros y órganos, curas casi totales para la mayor parte de cánceres, ciegos de nacimiento que veían de nuevo... nada estaba fuera de su alcance, y ninguna de las dos corporaciones sacaba ventaja sobre la otra, olvidando con ello a los piratas que habían cuidado del Primarca. Pronto ningún maestro tuvo nada que enseñarle, y dominó prácticamente todos los campos de la medicina y la genética mejor que ningún otro habitante del sistema. La única forma de chantaje era su madre, y debían cuidarla para que trabajara, al mismo tiempo que nunca haría lo que ellos querían si no le hacían nada. En un determinado momento los directivos de Moebius tomaron cartas en el asunto, y el intento de secuestro acabó matando a Delara. Tan pronto como Valder se enteró montó en cólera, una cólera para la que su prisión de paredes blancas no estaba preparada. Usando sus productos químicos escapó, huyendo a los niveles más bajos y llenos de oscuridad de la ciudad colmena principal. Lenta pero inexorablemente, su resistencia comenzó a dejarse ver, asimilando cada vez más grupos descontentos, cada vez más gente que quería huir del control medicocrácico de las corporaciones de la Alianza.

Unos once años después del incidente, el Primarca ya controlaba una fuerza pareja a la de las dos corporaciones, contando sobre todo con núcleos de resistencia en todas las colmenas del sistema planetario. Era un enemigo que no podían destruir sin destruir el huésped, ellos mismos, y las invisibles corporaciones comenzaron a autodestruirse por la acción de topos, actos terroristas, experimentos fallidos y directivos asesinados. El Gremio de Asesinos trabajó sin descanso, enzarzándose en una terrible pelea invisible a tres bandas, pues la Alianza ya sospechaba hasta de sí misma, y tanto Dna-Helix como Moebius pensaban que el otro iba a traicionarlos gracias a Valder Greyhelm. Su apellido materno era una burla en sí mismo al uniforme de los médicos que pretendía destruir, y comenzó a corearse por muchos lugares. Poco después, algunos directivos hablaban ya de disolver las corporaciones antes de que fuera demasiado tarde, y a pesar de las ejecuciones sumarísimas de los detractores de la estructura monolítica esta acabó desmoronándose. Doce años y trece días después de la trágica muerte de Delara, todo el sistema solar convocaba nuevas elecciones democráticas, en las que se incluía Caos como planeta perteneciente al sistema. Se respetaron los Fueros de la Piratería y se consideró desde entonces a los piratas como milicia del ejército que podía ser llamada a filas, y a quienes se subvencionaría para poder autoabastecerse en su planeta, al que rebautizaron como Urthâk. La "roca helada", comenzó a convertirse en un gigantesco puerto estelar que debía servir de plataforma para la futura conquista de mundos. Valder continuó muchas investigaciones y destruyó otras tantas, siempre procurando eliminar todo aquello que pudiera ser perjudicial para su nueva sociedad. Se cambiaron los estatutos de las corporaciones, se eliminaron los chips de control, y se declaró ilegal experimentar con seres humanos salvo que estos lo consintieran expresamente delante de una decena de testigos ajenos a las corporaciones. Se reabrió el libre comercio, la economía se volvió proteccionista, y se eliminó de la justicia la experimentación forzada. El final de los niños soldado y las mujeres incubadora llegó tan pronto como el primer gobierno libre había alcanzado su apogeo. El Primarca estableció como símbolo de la nueva Medicina Pública dos serpientes que se enroscan alrededor de un bastón de mando, para recordar la terrible sombra de las corporaciones y que los errores nunca se repitieran. Se convirtió en embajador con los piratas, y en Investigador Supremo de la Universidad Libre de Veryul.


Solamente se arrepentiría de una cosa durante su vida como investigador, y fue de no destruir el Devorador de Vida, pues su creciente orgullo le obligó a intentar buscar la forma de contrarrestar el arma biológica más terrible jamás inventada. Ese era su objetivo final... cuando el Emperador llegó.

Los ojos grises hielo del Primarca se abrieron como platos el día que el Emperador apareció con su flota en el sistema. Solamente un pequeño ejército, los asesinos y los piratas podían considerarse una fuerza militar; de modo que el gobierno planetario no optó por la confrontación. A pesar de que Valder sintió de inmediato la presencia de su padre y la alegría que este emitía al saber que le había encontrado, no tuvo tiempo de destruir todo el material acerca del Devorador de Vida cuando apareció. Mientras era recibido con vítores y grandes agasajos propios de una sociedad avanzada y civilizada, él se escondió en el laboratorio más profundo para intentar eliminar la mayor aberración de su vida antes de que lo encontrara. Su sistema se integraría en el Imperio como pocos, pero él no podría mirar a su padre a los ojos mientras el virus existiera. Cuando el Emperador lo encontró, estaba en mitad de un laboratorio destrozado, con la bata médica hecha jirones y aporreando a toda prisa un teclado virtual. Los pocos astartes que acompañaban al Emperador se asombraron de ver la palidez en el rostro del Primarca cuando ambos se encontraron. Si hubiera podido tener miedo, aquella fue la ocasión que más cerca estuvo de tenerlo. Su padre frunció el ceño al verlo, y comprendió qué era lo que estaba protegiendo. Pidió a los marines de la XI legión que esperaran fuera, y conversó durante horas con el soberano de la humanidad. Cuando salieron, el Primarca había aceptado la verdad de su padre y declaró que se pondría al frente de su legión, si bien el pesar de conservar el Devorador de Vida no le abandonaría jamás. Como el resto de legiones, la XI se adaptó rápidamente a los deseos y costumbres de su Primarca. Una vez estabilizada su semilla genética, lo que no representó ningún problema para el Maestro de la Medicina, comenzaron los reclutamientos. Entre los estudiantes más sobresalientes y físicamente preparados se escogieron cientos, si no miles, de candidatos a Astartes. El número de apotecarios de la legión era atroz comparado con el de otras legiones, y sus bajas

en combate eran infinitamente menores. Muchos oficiales eran a la vez apotecarios, y sus conocimientos sobre el tratamiento de enfermedades llegaban mucho más lejos que los de sus hermanos de otras legiones. Eligió para ellos el brillante gris plata de las estrellas, tomando las hombreras rojas carmesí. Su emblema fue la doble serpiente y el báculo, a la que el Emperador añadió las alas del áquila para representar a los apotecarios de todas las legiones. La legión se organizó en ocho capítulos, cada uno dirigido por un capitán capitular, y cada pareja de ellas respondería ante un Maestre de la Legión. De este modo, la XI Legión tendría una cadena de mando rígida y sin fisuras. Su avance durante la cruzada a bordo del Descanso del Guerrero como parte de la trigésimo tercera expedición fue relativamente lento comparado con el de sus hermanos Primarcas, salvo quizá Lorgar, si bien el número de bajas fue ridículo comparado con el de ellos. Además, Valder consiguió el increíble promedio de tener que conquistar por la fuerza un mundo de cada diez. Solamente los Portadores de la Palabra conseguirían una tasa de éxitos mayor. Su habilidad diplomática, unida a su increíble despliegue pacifista presentándose como médico en vez de como conquistador hacía que cualquier mundo humano se rindiera ante su abrumadora presencia. Tal era su habilidad, que incluso corrigió de una generación para la siguiente la mutación de varios mundos, devolviéndolos a un estado de pureza humana que solo existía en Terra. Fue amonestado dos veces por el mismísimo Emperador por negociar con los Eldar su retirada de seis sistemas, pues parecía comprender que los alienígenas valoraban sus vidas por encima de los planetas que ocupaban. Esto le causó una terrible frustración que sellaría su destino... Cuando se usó por primera vez el virus en un planeta alienígena, Valder se negó en redondo a apoyar a las fuerzas de su padre en el ataque. Retiró a todos sus médicos de las escuadras, y se colocó en posición de salto disforme antes de siquiera explicar qué estaba haciendo. Tal fue la estupefacción del Emperador, que le amenazó con disolver su legión y encerrarlo para siempre si no abandonaba de una vez su permisividad con los xenos y volvía a su posición. El Primarca médico le instó a ello si lo creía necesario, rogando al Señor de la Humanidad que le demostrase el amor de un padre destruyendo para siempre la abominación vírica que se había desarrollado en su mundo y que él había salvado de la quema de conocimiento prohibido. Su padre juró que solamente lo usaría en casos de extrema necesidad, pero aquello no fue suficiente para él.


Con una orden precisa, dijo a su padre que no volvería a luchar a su lado mientras aquel horror existiera, y a pesar de que el mismo Emperador le pidió que lo reconsiderase, tanto el Descanso del Guerrero como su flota desertaron a su sistema, y encendieron un artefacto de incalculable poder que había permanecido oculto y en desarrollo desde que el Emperador se marchara, lejos incluso del alcance del Mechanicus: El Gran Escudo Disforme. No todos los marines de los Yelmos Grises sufrieron la misma suerte. Casi la mitad de la legión estaba desperdigada por el cosmos, de modo que solamente parte de ellos regresó a tiempo antes de que se activara el Escudo. Muchos rumores apuntan a que todos aquellos marines pasaron a formar parte de los ultramarines, pero nada de esto ha sido confirmado jamás. Todo lo que sabemos es que el conocimiento de los Apotecarion procede de ellos. Fuimos borrados, nuestro Primarca desapareció de su pedestal al igual que el Purgado y jamás se volvió a hablar de nosotros. Nos convertimos en fantasmas, en las sombras olvidadas para toda la eternidad. Todos se preguntarían dónde estábamos en los momentos de más necesidad, dónde habíamos terminado, por qué no acudimos a salvar y curar... al Emperador. Hasta su exilio, Valder mantenía una buena relación con los Primarcas descubiertos, viajando a menudo con el Emperador. También reverenciaba a Horus, a quien consideraba el hijo predilecto del Emperador y un modelo a seguir, aunque todos los Primarcas eran demasiado violentos y sanguinarios para su gusto de curandero. No fue hasta que encontró una nave Interexiana dañada en las patrullas camufladas fuera de su escudo disforme, cuando comprendió lo que había estado sucediendo en su ausencia. Los humanos avanzados les recibieron a tiros, pero su naturaleza protectora inculcada por su madre le llevó a minimizar las bajas contra ellos y a intentar parlamentar. Los Interexianos se sorprendieron de la benevolencia con la que les habían tratado, aunque se mostraron reticentes al contacto con el Primarca. Su líder, un interexiano manco de aspecto furibundo, le increpó durante seis días a través del comunicador de un cristal de seguridad, acusándole de traidor y de corrupto, sin que Valder comprendiera a qué se refería. Cuando le quedó claro que no le haría daño, el interexiano concretó sus acusaciones, alegando que no trataría con un siervo del “Kaos”. La discusión se alargó durante horas, pues el Primarca pensaba que se

refería a su planeta natal, que se había llamado así. Fueron seis días más los que hicieron falta para que el hombre accediera a explicarle que el Imperio había destruido su civilización, siendo comandados por un hombre que se llamaba Horus. Se sintió profundamente confundido cuando en ese momento Greyhelm le sacó de la celda y prácticamente le arrastró hasta un laboratorio, donde le conectó forcejeando a una máquina que le reconstruiría el brazo perdido en cuestión de días. El interexiano dijo que había dejado atrás su nombre, perdido junto a su honor cuando un Lobo Lunar llamado Loken le había mutilado y convertido en un inútil. El Primarca lo conocía de oídas, y la actitud de robo y traición de ese Astartes concreto y de su hermano Horus le hacían doler la cabeza. No podía imaginarse qué clase de "mancha" era a la que se refería continuamente su invitado, que ahora más confiado por el trato recibido por él y sus camaradas tanto humanos como kinebrach, accedía a contarle más secretos. La ira del Primarca era fría y creciente a medida que el invitado hablaba, pero no dejaba de preguntarse qué verdad estaría ocultando. Ninguna prueba que él pudiera realizar con sus instrumentos denotaba mentira, y él se fiaba de los hechos médicos. Podía medir cualquier cosa, y a no ser que aquel hombre fuera un psíquico, era imposible que le ocultara la verdad. Tan pronto como sus astrópatas lo descartaron, se quedó en blanco por primera vez en su vida. Le faltaba algo. Exigió al interexiano la verdad a cambio de su libertad y la de sus hombres, poniendo sobre la mesa una nave pequeña y las coordenadas de un mundo Eldar que había negociado no atacar. El otro aceptó, y le contó de manera científica y cuantificable lo que sabía sobre el "Kaos". Fueron necesarias muchas comprobaciones, muchos análisis por parte del capitán humano para comprobar que ni Valder ni sus hombres tenían ninguna "mancha". Le explicó a su invitado el verdadero objetivo del imperio, y le invitó a hacer todas las pruebas que quisiera con él para comprobar que no mentía. Asombrado, el capitán le concedió su confianza y le dijo como detectar y destruir el "Kaos", del modo en que los Eldar le habían enseñado. Cumplió su palabra y liberó a los últimos Interexianos para que huyesen a donde pudieran, mientras él se preparaba para cometer el mayor error de su vida. Como médico, pensó que el Caos era una enfermedad que podía curar, y su primer paso fue intentar contactar con Horus para que el "enfermo" reconociera su problema.


Decidió que si Horus lo necesitaba, bien valdría volver a enfrentarse a su padre, a pesar de que Russ pudiera hacerle lo que le hubiera hecho a su hermano el Purgado.

Cuando Valder rompió su exilio y alcanzó a Horus, fue en mitad de un salto intermedio camino de Istvaan III. El señor de la Guerra habló con su hermano largo tiempo Olvidado, y le explicó la visión de futuro que tenía, lo que había visto. Le contó que había estado presente cuando había sido engendrado, y se disculpó por haber golpeado su cápsula cuando solo era un bebé. Por mucho que se desgañitó Greyhelm en presencia de Horus, no solamente no logró convencerle sino que al final cayó presa de sus palabras. El señor de la guerra lo dejó ir sin impedimentos, pues casi le había obligado a jurarle lealtad, alegando que su padre había usado varias veces el monstruoso virus de su planeta contra poblaciones enteras, y que él había sido testigo de lo mucho que disfrutaba jugando a ser un Dios que quitaba la vida a su antojo. No hay ningún dato sobre las palabras que cruzaron ambos Primarcas, si bien a la salida del encuentro el comandante de la XI Legión estaba colérico y rojo, en tanto que Horus sonreía con un gesto que algunos de los Guardias de Honor del capítulo afirmaron que podría tacharse de malicioso. A la reunión asistieron también los dos miembros más antiguos y respetados del Mournival, un apotecario de los Hijos del Emperador, y el primer capellán Erebus. Esto enfureció gravemente a todos los Maestres de la Legión, quienes fueron excluidos de participar por la Corte de Lupercal, permaneciendo ellos y la Guardia unidos y desafiantes ante sus hermanos Astartes. Tenían instrucciones de evitar contagiarse de la enfermedad del Caos. El contacto de Valder con la obra Fabius Bilis, antiguo alumno suyo, y sus increíbles avances en fisionomía y en la creación del Emperador lo abrumaron. Volvió a su sistema estelar tan rápido como pudo, negándose a la idea de enfrentarse a su padre. Desterró la tentación de la venganza con una nueva obsesión médica. Le habían mostrado algo que no se había atrevido a pensar nunca, que la obra del Emperador, los astartes, podía estar incompleta. Con esta idea envenenada en la cabeza, y creyendo firmemente que su padre debía ser obligado a entregar todas y cada una de las esferas del Devorador de Vida para su destrucción final demostrándole que podía equivo-

carse, se dispuso a participar en la guerra no como participante sino como garante de que el señor de Terra jamás volvería a usarla. No podía permitirlo. Todo lo que quedaba de nuestra legión estaba recluida en dos sistemas estelares a la espera desde hacía años de que el Emperador, único ser humano capaz de atravesar el escudo, viniera a reconocer su error. Encerrado en su fortaleza de la Luna Quebrada de Urax, el Primarca tuvo visiones terribles sobre lo que debía hacer con sus Astartes. Comenzó a aplicar varios de los descubrimientos de Bilis en un grupo de control del Cuarto Capítulo. Telor, Primer Capitán de la Cuarta, comenzó a defender la teoría de que el Emperador estaba usando sus conocimientos superiores para fabricar una nueva y más terrible arma biológica en su retiro. Había sido el primero en experimentar los implantes de Fabius. Los resultados del grupo de control fueron asombrosos, y a medida que el Primarca experimentaba más y más sentía la imperiosa necesidad de cambiar, transmutar todo. Era como si una voz invisible le susurrase todas las cosas que tenía que alterar para que sus marines espaciales alcanzaran la perfección. La locura de los añadidos internos llegó a tal punto que algunos de sus marines ya no necesitaban comer o dormir, pues se alimentaban mediante generadores directamente de la energía disforme. Desarrolló armas que no necesitaban cargadores, servoarmaduras que no llevaban reactor, espadas que no necesitaban energía. Todo podía alimentarse directamente de poder disforme usando al portador como entrada, y era una fuente tan impensablemente infinita, que la galaxia podía ser conquistada varios miles veces antes de que el empíreo se diera siquiera cuenta de que estaban usando su esencia para alimentar tecnología. Y lo mejor era, que gracias a los Interexianos sabía cómo evitar la corrupción del Caos. Tan pronto como acabara el armamento para detener la guerra por pura disuasión, salvaría a Horus con una vacuna. Cuando se produjo la matanza de Istvaan III, y posteriormente la matanza de Istvaan V, Greyhelm despertó. Tenía sus espías en el Imperio, y se dio cuenta de que Horus le había engañado al recibir el mensaje radiado a todo el Imperio de su hermano Dorn, y que el Interexiano le había dicho la pura verdad al advertirle sobre lo terrible que era la disformidad. Se arrepintió de lo que había hecho, pero la fuerza de Tzeench era ya tan intensa en él que necesitó de toda su tecnología para arrancar la presencia de su alma.


En el proceso, arrancó parte de su propia conciencia, y debilitado por las operaciones para regresar a la normalidad, no tuvo más remedio que huir de sus propios Astartes. Las compañías de la Cuarta, de la Sexta, Séptima y Octava estaban ya cambiados, y pronto transmutaron su forma mortal por una posesión demoníaca. Todas las criaturas que había alterado se transformaron en burlescas deformaciones afectadas por la esencia pura de la disformidad que alimentaba sus cuerpos y armas, fundiéndose en criaturas monstruosas. Algunos de ellos, ataviados con armaduras de exterminador que el mismo Horus le había regalado en su visita; fusionaron sus blindajes, pieles y armas, dando lugar a verdaderas aberraciones conscientes que podían mutar sus miembros para disparar de múltiples formas. Algunos de ellos, los más inteligentes, huyeron aprovechando las grietas en la disformidad. Otros cazaron implacablemente junto a sus hermanos poseídos a los Astartes que todavía no habían cambiado y los arrastraron entre gritos y maldiciones hasta los laboratorios, pues algunas de sus armas eran tan letales y temibles, que atravesaban e inutilizaban a los exterminadores y dreadnoughts leales. Muchos cientos de la Tercera murieron para proteger al Primarca herido, que trataba de preparar un remedio para revertir lo que había hecho mientras la mente se le nublaba. Yo era entonces poco más que un oficial de campo. Recibí la llamada de auxilio de mi señor, y entré con mi compañía completa en la Luna Quebrada para salvarlo. Solamente tres escapamos, utilizando el cinturón de asteroides para poder esquivar a nuestros perseguidores semidemonio, y finalmente cuando nos alcanzaron, nos estrellamos. Allí fue donde construí durante meses la tumba de éstasis del Primarca con ayuda de mis compañeros, hasta que finalmente pudimos escapar cuando una batalla fratricida nos pasó cerca. Las naves de nuestro capítulo estaban divididas ahora en dos facciones enfrentadas, y los poseídos buscaban a nuestro señor para terminar su ascensión a Príncipe Demonio. La guerra civil continuó durante siglos, aislados por el Gran Escudo. Generaba un campo disforme que rompía las rutas de salto alrededor de nuestros dos sistemas de reclutamiento, y la brutal contienda continuó arrasando nuestras tierras durante una centuria. Toda nuestra civilización colapsó, y como he dicho

antes, me convertí en la única persona que sabía dónde estaba Valder Greyhelm cuando mis compañeros murieron. Durante cien años fui el botín más preciado, tocando a leales y traidores por igual, ya fuera en la hermandad o en la batalla. Valder había generado una enfermedad sin desearlo, un mal terrible al sufrir el impacto del Dios de la Transmutación que intentaba reclamarlo. Me lo transmitió a mí, y yo lo propagué como una plaga que ni Nurgle podía imitar. Yo creé, con mi presencia, la Maldición del Sueño Eterno. Y tras ciento seis años de resistencia, caí bajo su influjo y fui enterrado en éstasis como un muerto en vida.

Las tormentas de disformidad hicieron infranqueables los sistemas Varinos y Varnaden a causa del experimento durante interminables años. Las dos estrellas donde la legión había nacido y desaparecido. Los informes fueron clasificados por el Emperador, pues hasta su desaparición, el Primarca constaba como uno de los pocos que se había resistido a la voluntad de su padre al encontrarse. Nuestra lealtad era desconocida, simplemente nos habíamos esfumado junto a nuestros mundos de reclutamiento cuando la tormenta disforme nos tragó. Los Exiliados bien podíamos habernos pasado al Caos, y siendo como éramos los inventores del Devorador de Vida, no podía permitirse que ese arma se asociara más a la destrucción de los Poderes Ruinosos más allá de lo que se había asociado en Istvaan III. Igual que nuestra hermana, la Legión II, desaparecimos y el nombre de nuestro Primarca cayó en el olvido. No fue hasta el inicio del cuadragésimo primer milenio, cuando una nave de los Templarios Negros emergió de la disformidad atravesando el Gran Escudo. El artefacto se había averiado, y nuestros tenoadeptos ya no es que no tuvieran medios para arreglarlo, es que ni siquiera tenían medios para llegar hasta la órbita del gigante gaseoso sin caer en su campo gravitatorio. La nave más grande que poseíamos entonces era una fragata destrozada que hacía las veces de transporte inter-sistema. Ya no era capaz ni de activar los escudos geller, y debía viajar a velocidad sublumínica durante dos meses. Los Templarios Negros encontraron al estrellarse que el planeta granja que había sobrevivido a la guerra era ahora una jungla letal llena de Orkos.


Los vestigios de civilización estaban en las pocas montañas que quedaban en el mundo, y todas las ciudades fortificadas se encontraban allí. Emitieron una seña de auxilio a quien pudiera oírla, y los pieles verdes convergieron en su posición como una marea infinita. Cincuenta y seis astartes resistieron durante horas, hasta que la munición escaseó y las bajas indicaban que pronto serían desbordados. Fue entonces cuando aparecieron unas figuras con servoarmadura, acompañadas de lo que parecían varios cientos de soldados de la Guardia Imperial armados con lanzallamas. La selva provocada por los sistemas agropecuarios destrozados estaba tan húmeda que solo ardía porque el prometio lo hacía, pero los Orkos retrocedieron ante la salvaje acometida Astartes. El capitán Casdellus no podía creer la pericia en cuerpo a cuerpo de los guerreros, que vistos de cerca tenían unas armaduras que cualquier tecnosacerdote hubiera enviado a fundir hacía mucho tiempo. Los recién llegados tenían un uniforme plateado con hombreras, grebas y manos rojas, y los Orkos les tenían miedo, combatían peor contra ellos que contra los Templarios Negros. Pronto la horda se dispersó, y los hermanos astartes evacuaron la nave a toda prisa mientras la Guardia les cubría con arcos de fuego. Hubo un impensablemente bajo número de muertos en el contingente, tan solo dos astartes y una veintena de guardias. La explicación era sencilla: habíamos descubierto que los Orkos creían que el rojo iba más deprisa, y algún tipo de poder o debilidad xeno hacía que los pieles verdes del sistema se sintieran inferiores cuando luchaban contra nuestros guerreros cuyas manos eran del mismo color exacto que sus vehículos. La guardia también vestía de rojo. Al capitán se le explicó esto cuando se reunió con uno de los maestres del capítulo, Uxinor el Clarividente, que éramos la Legión de Plata. No había oído hablar de nosotros, pues habíamos cambiado nuestro nombre por vergüenza y nuestro símbolo era ahora una cruz potenzada plateada, signo del Emperador que ningún traidor llevaría. Cuando su apotecario se aseguró de que no estábamos contaminados por el Caos tanto como un no psíquico podía hacerlo, se nos comunicaron los cambios que había habido en el Imperio. El Diez Mil Veces Traidor había lisiado para siempre al Emperador, habían muerto o desaparecido todos los Primarcas, y el Imperio se desintegraba. Ninguno de los presentes había conocido nuestros días de gloria, y sin embargo todos se lamentaron. Algunos incluso hicieron un voto de silencio para el

resto de sus vidas, en duelo por la Caída del Padre Supremo. Nos sorprendió enterarnos de que el Emperador era considerado un Dios, como si el Lectio Divinatus hubiera elevado al Señor de Terra como Horus había predicho. Afortunadamente nosotros ya sabíamos cuál era el verdadero juego del Señor de la Guerra, y habíamos visto por nosotros mismos lo que hacía el Caos a los Astartes, de modo que lo aceptamos sin creerlo y sin decírselo a nadie. Había Inquisidores, y no le íbamos a hacer ningún favor a nuestro señor si declarábamos una herejía abiertamente ante un capítulo nuevo. Nos explicaron también que la palabra Legión ahora era inaceptable. Éramos Legión a pesar de que solamente quedábamos cuatrocientos doce de nosotros, y aunque era una deshonra aún mayor quitarnos hasta eso, decidimos cambiar nuestra denominación en señal de obediencia. El resto de la flota de los Templarios llegó después a través de la fisura en el Gran Escudo. Se pusieron en contacto con Casdellus y con nuestros Maestres, y arrasaron con los Pieles verdes que se habían colado por el agujero dos siglos atrás en cuestión de días. Ellos tenían servoarmaduras perfectamente funcionales y no restos fabricados artesanalmente con lo que quedaba de nuestra PCE. Se sorprendieron mucho de que tuviéramos una, y sus tecnosacerdotes nos ofrecieron cualquier cosa a cambio de llevársela y estudiarla. Comenzaron a reconstruir la ciudad planetaria en ruinas de Veryul, a buscar la forma de repoblar la vegetación de los planetas que el Devorador de Vida y el Caos habían arrasado, y a enviarnos armas y equipo para reabastecernos. A cambio, tenían permiso para buscar y llevarse todo el preciado conocimiento que encontraran. A pesar de lo vergonzoso e injusto que era, no teníamos más remedio. Cuando hablamos del Gran Escudo Disforme, sus ojos fríos centellearon en una mezcla de anhelo y sorpresa. No existía en todo el imperio un artefacto capaz de anular los viajes de la disformidad a escala planetaria, mucho menos de embeber dos sistemas solares bajo su protección. Aunque nuestros tecnoadeptos y esos nuevos tecnosacerdotes hicieron todo lo posible por apagarlo o repararlo, un sobrecalentamiento catastrófico lo impidió. La luna hueca Reddil, que orbitaba Colossus, estalló junto a todo el dispositivo que albergaba. El efecto en cadena hizo que el primer planeta del sistema perdiera sustentación, cayendo a la estrella y provocando una llamarada solar tal que llegó a incendiar la atmósfera del gigante gaseoso.


Asombrados, vimos durante tres días como un segundo sol ardía en nuestro cielo. Esto se tomó al principio como un acto hostil, pero pronto el comandante de la cruzada de los Templarios negros vio caer por completo el escudo. Eso, en el fondo, nos dejaba tan a merced del Imperio que no tenía sentido haberlo hecho como acto de desobediencia. Los Templarios, al mando de Casdellus, nos tomaron bajo su protección. Durante seiscientos años estuvimos bajo el escrutinio del Ordo Heréticus, en lo que se reconstruía nuestro sistema solar, nuestro capítulo y nuestras costumbres. Ahora somos libres, pero vigilados de cerca. Mis hermanos no saben de dónde venimos y dado que nuestra marca genética no coincide con nada, hemos aceptado ser reconocidos como capítulo de última fundación como bofetada final, hasta que podamos recuperar nuestro honor. En cuanto a mí, encontraron mi vieja tumba de éstasis en Urthâk, el planeta de hielo que antaño se llamó Caos. Estaba guardado celosamente por los humanos que vivían allí, quienes me conocían como La Llave del Sepulcro, sin saber exactamente a qué se referían con ello. Se me presentó como una curiosidad médica, y se me rindieron honores como el Astartes leal más viejo de la historia, digan lo que digan de otros.

Tardaron casi medio siglo en recuperar la tecnología médica perdida en los laboratorios de Veryul para despertarme, y cuando lo hicieron estábamos preparados para lanzar la primera expedición en solitario con tres compañías completas. Fui nombrado sucesor de un Maestre recientemente difunto, y salté a las estrellas en compañía de un Inquisidor llamado Randus y dos apotecarios de las Sorotitas que vigilarían nuestra evolución. Aquí estoy ahora, en consejo con xenos odiados por mi Emperador, cumpliendo la labor de mi Primarca de investigar la medicina sea por el medio que sea. Algún día podremos despertarlo a él también, y cuando lo hagamos... iremos juntos a Terra a devolver la vida a su propio padre. Quizás no viva para verlo, pero sí de estos... seres puedo sacar algo en claro a cambio de lo poco que piden, usaré ese conocimiento para acabar con los poderes ruinosos. Podemos hacerlo, podemos hacerlos de carne y hueso. Devolverles su alma es algo que el Emperador podría hacer, y al menos hay una cosa que me tranquiliza mucho... ... y es que los Necrones son los únicos xenos inmunes a los Dioses Oscuros con los que se puede negociar.

Ironhand Wikihammer


Esponjas para miniaturas

H

oy os presento una pequeña reflexión que quizás muchos ya os hayáis hecho y otros quizás no todavía pero si tenéis un juego de miniaturas o wargames y poco a poco vais expandiendo vuestro ejército llegara un momento que os llegara. La cuestión de la que os quiero hablar es sobre ¿Esponjas hechas o Esponjas para hacer nosotros? Con este título estoy seguro que no os queda claro de que quiero hablaros. Es lo que quería conseguir, un poco de suspense para un tema que no tiene tampoco mucho más. Todo comenzó, estando yo por Madrid y visitando una de las mejores tiendas que he visto hasta la fecha, Goblintrader Madrid, cuando pululando por allí pues al dar un giro en uno de sus pasillos me encontré con esto:

Como veis es el universo de la esponja para guardar miniaturas en un mismo sitio… Pero es que no solo era eso, sino que también al girar la cabeza hacia otro estante teníamos esto justo enfrente:

Que son esponjas más lo normal que solemos encontrar en maletines y de forma más habitual. Bueno pues hoy es un poco sacar el tema de las esponjas para guardar vuestras miniaturas y ver qué es lo que debería ser lo mejor para el aficionado. Vamos a ello. Primero hablar que existen varias marcas y empresas que distribuyen esto, por lo que el precio es bastante variable y los tipos de espuma, calidad y sobre todo los modelos son muy diferentes y variados. Magnifica cosa claro esta para el aficionado que puede elegir entre una amplia gama de ellos. Yo conocía los de toda la vida pero debo de decir que con lo que vi en esta tienda, me renové en un momento y me puse al día de lo que tenemos en el mercado y tras la sorpresa que me lleve, luego pase a las ganas de tener cosillas de esta naturaleza para mis miniaturas, aparte del maletín de GW que es lo que tengo desde siempre.


De las empresas no voy a hablar pero vamos hay varias marcas, que ofrecen diversos productos y diversos precios y calidad y como no me patrocinan por hablar de ellas pues tampoco viene al cuento. Porque lo que más me interesa hablar de cómo elegir que es lo más interesante. La duda primordial es son interesantes estas esponjas para guardar las miniaturas. Sin persarlo os digo SI. Si porque debemos guardar las miniaturas y sobre todo protegerlas en los viajes a campeonatos y al lugar de juego habitual y es el mejor medio que hoy en dia existe para proteger lo que tanto tiempo y esfuerzo nos ha costado pintar. Yo odio, pero con rabia a aquellos que transportan sus ejércitos y miniaturas a puñados, sin orden ni cuidado y descuidando la integridad de sus miniaturas con un mal transporte. Yo comencé con cajicas de carton, usando papel para protegerlas, envolviéndolas en el, luego buscando bolsas grandes para el transporte y durante este llevando el máximo cuidado posible. Os juro que parecía que llevaba una bomba en la bolsa que con el menor movimiento brusco posible podía explotar.

Ahora con estas esponjas eso ya es historia. Ahora tienes tus miniaturas guardadas en casa en estas esponjas apiladas en altura, cualquier miniatura o tanque ya puede ser guardado en ellas por difícil que sea la miniaturas y para trasportarlas solo tenemos que coger las esponjas que necesitamos y meterlas en uno de los maletines que tengamos para ello. Simplisimo y sin ningún problema. Si no lo veis claro, solo comprar la primeras y veréis como en seguida sois fans de estas esponjas. Los precios no son exageradamente caros y sobre todo las que vienen sin hacer, son bastante económicas. Aquí viene el segundo debate que quiero plantear en el articulo de hoy. ¿Compramos esponjas sin hacer para trabajarlas nosotros o compramos las que ya nos ofrecen con los huecos hechos para juegos específicos o miniaturas especificas?.

Yo voto, como varias opiniones de gente que sabe del tema que lo mejor es comprar las que no están hechas y adaptarlas a tus necesidades y a tus tropas o juego. Cierto es que el mercado de esponjas hechas ha avanzado un montón en estos últimos tiempos y ahora podéis encontrar esponjas especificas para casi cualquier juego o miniatura y así os ahorráis un trabajo quizás algo pesado en algunos momentos. Entonces planteo varias ideas o consejos a seguir según el tipo de cosas o miniaturas que queramos guardar en estas esponjas.

Si se trata de tropas básicas, que no sean muy retorcidas o grandes, tipo guerreros necrones, marines espaciales, unidades de fantasía, avatars of war o ese tipo de miniaturas de tamaño normal, quizás sí que os pueda interesar las hechas de toda la vida, con sus habitáculos rectangulares que solo deberéis modificar si lleva un arma especial que sobresale. También si son unidades de caballería estas son interesantes haciéndolas dobles para que quepa perfectamente la miniatura. Pero lo mismo os vale las esponjas sin hacer, solo que os llevara el trabajo de hacer estos rectángulos que con las otras ya van perfectamente hechas. Si lo que debemos guardar es miniaturas de esas que podemos decir enormes, tipo titan, tipo stormraven o una bestia de cualquier juego, si existe esa esponja para lo que necesitas, quizás eso te ahorre trabajar bastante en conseguir una esponja y que sea mucho más fiable a la hora de guardar dicha miniatura que la que tú puedas hacer cortando quizás no muy bien y que la miniatura pueda ir bailando durante el transporte. Pero el precio de estas suele ser algo elevado. Deberéis decidir que os interesa más.


Por tanto pese a que las esponjas hechas para estos juegos son geniales y súper bonitas, son poco practicas y son sobre todo para principiantes. La gente veterana en este tema, se hace con las esponjas para hacerse personalmente y las adaptan según sus necesidades y las naves o las miniaturas que tenga en sus listas. Bueno esto es más o menos lo que os quería debatir o contar en este artículo de Goblin Panzudo. Quizás podría completarlo con qué tipo de maletines interesa más o cosillas similares. Pero quizás sea en otro artículo porque este tiene sus letras contadas. Un placer haber podida hablar del tema con vosotros y espero que os haya gustado y que quizás os resulte útil mi divagación sobre las esponjas para miniaturas. Tercer caso, si queréis guardar un ejército con miniaturas muy variadas, diferentes, de tamaños diversos y muy irregulares, no hay duda, lo suyo es hacerte tú la esponja miniatura a miniatura. Sera más limpio de esta manera, aprovecharas mejor la esponja y seguramente lo organizaras a tu manera de una forma más lógica. Por último, por ejemplo, si tienes X-Wing u otro juego de ese tipo, sabed que hay unas maravillosas esponjas especificas para estos juegos de diversos tipos y configuraciones que se pueden adaptar muy bien a vuestro ejercito o necesidades. Pero el problema será que cada vez que se haga una expansión o compréis algo nuevo, esta esponja dejara de ser útil al 100% y poco a poco estas esponjas no os valdrán.

Alfonso Ortega Fanhammer


Sherlock T

“Elemental mi querido…”

odos sabemos cómo termina esta frase, y lo curiosos de ella es que no aparece ni una sola vez en las novelas escritas por Sir Arthur Conan Doyle, pero se hizo célebre gracias a la adaptación televisiva y ahora forma parte de la historia de todos. Pero vayamos a la serie actual, a esa maravilla creada por la BBC en 2010 y que trajo de vuelta a nuestras vidas al detective más famoso de todos los tiempos. Veamos, este Sherlock interpretado por Benedict Cumberbatch es insolente, genial, prepotente, siempre quiere llevar razón, pero con el paso de los capítulos se revela que bajo esa capa de “empirismo y racionalidad” hay un corazón que late y algunos sentimientos. Este Sherlock también se relaja tocando el violín y tiene un “palacio mental” donde puede refugiarse para ir a encontrara la solución. Nuestro detective favorito es adicto, en este caso a la nicotina de los cigarrillos, y con su 1,85m luce la gabardina como nadie. Si tenéis oportunidad, ved la serie en versión original, porque la voz de Benedict es… Bueno, es una voz con una gran personalidad y magnetismo (ya hablaré un poco más sobre eso más adelante).


nada es lo que parece, porque cuando parecía que habíamos llegado al final reaparece 3 capítulos después dejándonos con las ganas de que empiece ya la 4ª temporada. Bueno, ¿y sabéis quién interpreta a Mycroft Holmes? Pues Mark Gatiss, co-creador de esta serie. Sí, yo no sé si es que no tenían presupuesto para más actores o que este chico sabe hacer de todo y lo mismo te vale para “un roto que para un descosido”. En cualquier caso, su actuación de hermano repelente y sabelotodo es excelente A su lado tenemos al Doctor Watson interpretado esta vez por Martin Freeman. A él lo recordareis por ser el tímido actor porno de Love Actually, pero os aseguro que deja atrás esa faceta en esta serie. Interpreta a un médico de guerra que fue herido en Afganistán. Es el contrapunto perfecto para Holmes. Lleva la parte humana de la serie, ya que a Sherlock le cuesta relacionarse con otras personas. Es confiable y saca lo mejor del detective. Con el paso de los capítulos vemos como evoluciona su personaje de ser casi un secundario a tomar protagonismo. Mary, su mujer no podía ser más perfecta ni para él ni para la serie.

Lara Pulver representa a Irene Adler, LA Mujer según palabras del propio Holmes. Parece que este “sociópata bien integrado” como él mismo se autodenomina puede llegar a sentir algo por ella, ya que es una mujer de un gran intelecto que supone un desafío para Sherlock. El resto del elenco regular incluye a Una Stubbs como la señora Hudson, Louise Brealey como Molly Hooper.

Y ahora hablemos de los creadores sólo diré dos palabras: “Moffat” y “Gatiss”. Steven Moffat es el actual showrunner de Doctor Who y el guionista que ha hecho los capítulos más memorables. ¿Recordáis a los Ángeles Llorosos o a los Vashta Nerada que viven en las sombras del planeta Biblioteca? Pues son creaciones suyas. Gatiss también fue guionista de Doctor Who y fue precisamente allí donde se conocieron y decidieron traer al siglo XXI al personaje más famoso de Sir Arthur Conan Doyle. De hecho, la cara de Gatiss os sonará de verlo en algún capítulo de Dr. Who. No sólo los protagonistas son increíbles, el reparto incluye unos secundarios de lujo, empezando por el Detective Inspector Lestrade interpretado aquí por Rupert Graves. En esta adaptación es “menos tonto” que en anteriores. Sigue sin estar al nivel de Sherlock, y ni siquiera de Watson, pero es un buen policía que hace su trabajo lo mejor que puede (y que las circunstancias le permiten). Andrew Scott interpreta a James Moriarty, el archienemigo y némesis de Sherlock. Un villano con dinero, carisma, una inteligencia y sorprendente y un punto de locura. ¿Qué más se puede pedir? Con Moriarty

El capítulo de “el signo de los tres” de la tercera temporada ha sido bastante conflictivo. Para algunos es una tomadura de pelo, y para otros es una obra de arte. Yo me encuentro entre los segundos. Creo que esa vis cómica que le sacan a Sherlock es increíble. Es un capítulo que empieza flojito, pero a la mitad adquiere velocidad de crucero y desde luego, no deja a nadie indiferente. El discurso que debe dar Sherlock durante la boda de Watson. Y eso es todo lo que voy a decir, porque no creo que haga falta añadir nada más. En cuanto a Cumberbatch y Freeman los vamos a ver juntos más allá de nuestras pequeñas pantallas. De hecho, son Smaug y Bilbo en las nuevas entregas de El Hobbit. En las películas no vemos a Benedict, sólo podemos escuchar su voz puesta en boca de un dragón inteligente y vengativo. Sólo hay 3 capítulos por temporada y cada capítulo dura hora y media. Es LA SERIE. Si no la habéis visto, corred hacia vuestros ordenadores y buscadla, porque es lo mejor de la televisión actual.

Morgana


Justa de caballeros

Minijuego de Warhammer Fantas铆a Pr贸ximamente junto a vuestra Goblin Panzudo


UN HALFLING EN LA CORTE M

ientras pasaba entre la gente con sus ostentosas ropas, muchos fueron los que se giraron a observarlo. Algunos con curiosidad, otros con interés y los más con sorna. A él parecía no preocuparle lo más mínimo todo aquel revuelo y seguía adelante con paso firme. Mantenía la mirada fija al frente, y su rostro inmutable. Trás él, dos lacayos, vestidos con libreas en los mismos colores que sus vestimentas lo acompañaban con dos pequeños cofrecitos en las manos. Desde uno de los laterales se oyó una sonora carcajada, y un murmullo. En otro lado, simplemente, volvieron a sus quehaceres. Todos estaban esperando audiencia con el conde y había asuntos más apremiantes que preocuparse por un noble halfling cuyo aspecto parecía no encajar en aquel lugar.” Cuando uno piensa en los halflings, seguramente le vengan a la mente tres imágenes de forma inmediata, un cocinero halfling, un ladronzuelo halfling y un bufón halfling. ¿Me equivoco? Cierto es que esta raza, presenta una clara tendencia dentro de la jerarquía social del viejo mundo a desempeñar tales profesiones, sin embargo, ¿por qué no podrían ocu-

par otras? y si vamos un paso más allá ¿por qué no podríamos hacer que ocupasen un cargo con poder dentro de una de nuestras partidas? Los halflings son una raza, que por su propia concepción no son muy dados a temas políticos, a las intrigas, ni siguiera a ansiar poder. Sin embargo, eso no tiene porqué impedir que uno de estos pequeños tipos pueda llegar a desempeñar uno de estos puestos ¿verdad? Es más, ¿acaso no son los Halflings la única raza que cuenta con un Conde Elector no humano? Entonces ¿Por qué no podrían llegar a ocupar un lugar destacado en la sociedad Imperial? Los halflings son gente tranquila y poco dada a otra cosa que vaya más allá de los problemas mundanos, pero algunos tienen una personalidad que se escapa de estos estereotipos. En general dentro de la sociedad Imperial los halflings han ocupado puestos de cocineros (son famosos los que forman parte de la intendencia de los ejércitos Imperiales y muchos adinerados imperiales también se procuran sus servicios), institutrices de los jóvenes de la nobleza, arquitectos de algunos famosos jardines de ciudades imperiales, ... en resumen, en puestos que procuran el bienestar. Siempre subordinados...


Y he ahí el punto de partida para que podamos encontrar el camino de un halfling hacia un puesto que supere ese escalafón social. Os presentamos a Lumpin Hojafresca, actualmente un Halfling a cargo de un pequeño bastión humano. Los Hojafresca habían estado al servicio de la familia Von Hensfluk desde hacía varias generaciones. Desde que el primero de los Hojafresca llegó la aldea de Kelham, siempre y de forma ininterrumpida han servido a esta familia, que ostentaba el control de la misma. El primer Hojafresca era un simple cocinero, pero año tras año, los Hojafresca fueron ganándose el aprecio y confianza de la familia Von Hensfluk. Así pues, de su presencia únicamente en la cocina, poco a poco los Hojafresca fueron desempeñando otros puestos, Mama Griselda fue la primera matrona en los tiempos en que el bisabuelo de Gottar Von Hensfluk, Luvding era el cabeza de familia. Poco a poco los Hojafresca fueron haciéndose cada vez más imprescindibles en la vida de los Von Henffluk. Durante todo ese tiempo los Von Hensfluk han ocupando su posición como gobernantes en la aldea de Kelham. Poseedores de las mayores extensiones de tierras de cultivos de los alrededores, han sabido aprovechar su posición y labrarse una posición muy cómoda. Quizás ayudados por su estrecha relación con la familia de los Hojafresca, lograron establecer acuerdos comerciales con la Asamblea que les sirvieron para seguir aumentando su buena posición. Pero la familia Von Hensfluk, al mismo tiempo que aumentaba sus relaciones con la Asamblea iba granjeandose cierta enemistad con los habitantes de Kelham. No hay que olvidar, que en Stirland son muchos los que todavía guardan rencor a los halflings, porque creen que las tierras de la Asamblea les deberían pertenecer a ellos y no a esos tipos bajitos y traidores. Un inesperado suceso Todo parecía seguir un curso normal, los Von Hensfluk vivían una posición cómoda y los Hojafresca poco a poco, más que servir, compartían dicha posición. Esto a veces como comentabamos levantaba ciertas ampollas, pues no estaba bien visto por todos que un Halfling ocupase por ejemplo el puesto de recaudador. Pero los Von Hensfluk habían establecido unos estrechos lazos con los Hojafresca, que parecían casi más fuerte que los vínculos de sangre. Pero todo esto llegaría a un súbito final con la muerte de Gottar Von Hensfluk. Una muerte repentina y en extrañas circunstancias. Pero no fue su muerte lo que generó verdaderamente un revuelo en Kelham y alrededores. Lo que realmente supuso un antes y después fue que Gottar sin descendencia, cediese sus títulos y posesiones no a su sobrino Bartholomäus sino a Tobias Hojafresca, su asistente personal. La noticia corrió como la pólvora en Kelham y pronto llegó a las aldeas de los alrededores.

Durante unas cuantas semanas Tobias fue puesto en entredicho ante la sugerencia de que el estaría detrás de la muerte de Gottar y de la cesión a él de todas sus posesiones y títulos. De hecho, Bartholomäus intentaba por todos los medios demostrar dicha teoría, llegando a utilizar estrategias bastante turbias. Aún así, uno a uno, todos los fuegos se fueron apaciguando mientras cualquier intento de hacer caer a Tobias iban cayendo en saco roto. Ni siquiera la llegada de un cazador de brujas a investigar, cuyos servicios evidentemente fueron requeridos por Bartholomäus en un intento desesperado de recuperar lo que él creía suyo, lograron poner en entredicho todo lo sucedido. Finalmente el cazador de brujas se marchó de Kelham, momento a partir del cual, quizás, todos empezaron a aceptar, no sin cierta resignación en algunos casos, el poder que ahora Tobias Hojafresca ostentaba. Un tipo pequeñito en la corte Y no solo Tobias se situó donde está ahora, gracias a la cesión recibida de títulos y posesiones. Y es que con el paso del tiempo Tobias se ha ido labrando su sitio entre la nobleza Stirlandesa e Imperial. No paso mucho tiempo hasta que Tobias logró labrár suficiente reconocimiento lo cual le permitió recibir incluso una invitación a la corte de Nuln de la mismísima Emmanuelle von Liebewitz. No obstante, Emmanuelle es famosa por sus cambios de humor y de opinión, y nunca llegó a recibir en persona a Tobias. Pero eso no le ha desanimado, y menos aún algunos rumores que aseguran que si no le recibió fue por la presión de otros nobles Stirlandeses que no aceptarían bajo ninguna circunstancia que recibiese a ese tipo pequeñito inmerecedor de los títulos que ostentaba.


Pero a esas alturas Tobias ya conocía bien los juegos de corte, y cómo las cosas se movían sobre una delicada línea, que se desviaba según cambiaban las alianzas en un sentido u otro. Sabía que entre la nobleza tenía enemigos, pero también aliados y a sus ojos todo eso no era más que un divertido juego de los humanos, al que él demostraría saber jugar también.

siempre complicada nobleza Imperial. Ahora bien, quizás no sea todo tan sencillo o simple. ¿O quizás si? Aquí podrían entrar en escena los aventureros. Quizás contratados por una parte o quizás por la otra. Podría ser Bartholomäus el que decida contratar los servicios del grupo de aventureros con la intención de desenmascarar algún trapo sucio de Tobias, o incluso la verdadera razón por la cual logró que Gottar le cediese los títulos y posesiones de su familia. En el otro extremo, podría ser Tobias quien hiciese uso de los servicios de los aventureros para intentar evitar algún problema generado por los hombres de Bartholomäus. Lo que está claro, es que entre Bartholomäus y Tobias hay una enemistad que abre multitud de posibilidades para crear una trama, en la cual podrían verse envueltos los personajes de vuestros jugadores. Sin duda, a toda esta situación puede sacarsele jugo y terceras partes, como otros nobles o incluso algún que otro Stirlandes poco amigo de los Halflings. Quizás un hombre borracho podría buscarle las cosquillas a Tobias justo cuando los aventureros se encuentran presentes, justo para salvarle del apuro. Este podría quedarles muy agradecido y ofrecerles algún trabajo... Todo está en manos del director de juego.

Igarol

Un buen y un mal señor Además de títulos Tobias recibió abundantes tierras en Kelham. Tierras que tenían que seguir siendo cultivadas y cuidadas. Y para ello Tobias contaba con multiples humanos a su servicio que seguían trabajando de la misma forma que lo hicieron para la familia Von Hensfluk. Para ellos, lo importante era seguir saliendo adelante y si el señor era un gordo imperial de Altdorf, un rudo Ostlandes o un halfling mucho más bajo que ellos, era la menor de las preocupaciones. Pero entre todos los que trabajaban, ahora para Tobias los había que guardaban bastante rencor hacia los de su raza. Algunos se marcharon, otros siguieron trabajando para el, incapaces de enfrentarse a la aventura de buscar nuevas oportunidades. Por supuesto, mostrando su descontento hacia el señor de las tierras. Y Tobias lo sabía. Aún así lograba mantener una actitud bastante amable hacia todos. Tanto con los que le eran más favorables como los que no eran más que un grano en el culo, como su primo Ludovicus le repetía cada noche. También fueron unos cuantos los Halflings que llegaron a Kelham al abrigo del nuevo señor... y Kelham siguió prosperando. Un secreto oscuro Bien, a groso modo esta es la historia de como Tobias Hojafresca llegó a donde ahora está. Un noble Halfling, que se ha logrado labrar un sitio en la


Elfos Silvanos A

zuzando a su caballo, el Caballero Errante se internó aún más en el bosque. Su caballo avanzaba cuidadosamente sobre las raíces expuestas y los montículos cubiertos de musgo. Su misión era de vital importancia y debía conseguir cumplirla costase lo que costase: nadie lo había conseguido hasta entonces y su honor estaba en juego.

Hasta ese momento ningún Elfo Silvano había tratado de impedir su avance, pero cuanto más se internaba en el reino de los Elfos, más probable era que ello sucediera.

Cinco días antes, al amanecer, Gastón de Calliard había llegado a la linde del bosque. El Caballero había recorrido ya un camino arduo y largo, dejando atrás las milenarias piedras que marcaban la frontera y cruzando los páramos que delimitaban el reino de Athel Loren. Pero la parte más peligrosa de su viaje todavía estaba por llegar. Durante el trayecto que había recorrido en aquellos cinco días, el paisaje que le envolvía había variado a cada instante: un día su caballo avanzaba sobre desfiladeros pedregosos, desde los que podía vislumbrar inmensas copas de árboles que se extendían a sus pies como un inmenso y ondulado mar verde, y, al día siguiente, cabalgaba por la orilla de un lago cubierto de niebla, de cuyo interior procedían escalofriantes sonidos. El bosque encantado, además de ser un mundo sombrío de siniestros misterios, también era un lugar de excepcional belleza. Caudalosos torrentes corrían entre orillas cubiertas de musgo y exuberantes prados cubiertos de flores impregnaban las retinas con su estallido multicolor. A pesar de ello, el Caballero no dejó que todas aquellas maravillas le sobrecogieran. En vez de eso, se mantuvo alerta, en busca de cualquier indicio de emboscada de los guardianes del bosque.

De repente, Gastón se encontró en un área del bosque completamente diferente de cuantas había visto hasta entonces, en la que abundaban los tejos y los pinos. Sintió como si el bosque hubiera mutado a su alrededor y la palabra tiempo no tuviera ya ningún significado. Quizás aquel molesto efecto se había iniciado en el momento en que dejó atrás los páramos salvajes y se adentro en el frondoso bosque. A lo mejor había cabalgado durante diez días en lugar de cinco o, tal vez, había entrado en el bosque tan sólo unas horas antes. Fuera cual fuese la verdad, el Caballero Errante no estaba dispuesto a permitir que aquellos extraños fenómenos le impidieran llevar a cabo su misión: entregar la misiva que el propio Louen, Rey de toda Bretonia, le había confiado.


Cuando cayó la noche en el reino crepuscular, Gastón descendió de su cabalgadura con intención de instalar un campamento en el que descansar hasta la mañana siguiente. Miró a su alrededor, tratando de encontrar un emplazamiento adecuado para el mismo y, en ese preciso instante, atisbo unas luces intermitentes que destellaban en lontananza. Convencido de que por fin estaba cerca de su objetivo, subió de nuevo a su montura y la espoleo con firmeza, apartando de su mente toda sensación de cansancio que le pudiera alejar de su cometido. Sin embargo, cuanto más se acercaba al lugar en el que había apreciado el fugaz destello, mayor le parecía la distancia que debía recorrer hasta el mismo. Obcecado, siguió adentrándose en el bosque hacia regiones más densamente pobladas de vegetación. El terreno por el que cabalgaba ahora su corcel se hacía cada vez más blando bajo sus pezuñas y el animal se hundía, a cada paso, un poco más. Gastón había oído rumores acerca de fuegos fatuos que atraían a los viajeros, para alejarles de los senderos seguros y conducirles a la muerte en marismas sin fondo o en la guarida de alguna poderosa bestia del bosque. Por ello, agarró con fuerza las bridas de su caballo y le obligó a dar media vuelta, en dirección a un terreno más firme. Los árboles dieron paso a un claro cubierto de hierba, que sobrevolaban criaturas de gran tamaño: el silencioso y lento batir de sus alas producía ráfagas de viento que abofeteaban la faz del Caballero. Gastón elevó su mirada al ciclo y vislumbró por un momento una espectral silueta recortada contra la brillante cara blanca de la luna. Al instante, la silueta desapareció. Una risa aguda y musical estalló entre los árboles. El Caballero escrutó el bosque, sin resultado alguno. De pronto, una carcajada llenó de nuevo el aire y Gastón pudo ver una esbelta criatura, saltando entre la alta hierba y que, por toda vestimenta, llevaba una tenue luz. La criatura en cuestión era la doncella más bella que el Caballero jamás había visto su pelo largo hasta la cintura, brillaba como la plata bajo la luz de la luna Y, cuando se giró hacia él con una seductora sonrisa en los labios, sus centelleantes ojos violetas le hicieron palidecer de amor.

Mientras la observaba, surgieron del bosque otras Elfas que también se adentraron en el claro. Gastón estaba embrujado por su celestial belleza: sus delicados rasgos, su piel de marfil y sus esbeltos y seductores cuerpos, le hacían olvidar por momentos quien era y la razón por la que había recorrido tan largo camino. En un repentino ataque de lucidez, se obligó a sí mismo a recordar la tarea que le había sido encomendada: llegar a la corte de los Elfos Silvanos y entregar el mensaje de su Rey y Señor. Resistiendo los encantos de las doncellas del bosque, el mensajero de Louen se autoconvenció de la importancia de llevar a buen término su labor y no dejarse arrastrar por sus irresistibles tentaciones, incluso cuando las preciosas Elfas lo acariciaron suavemente y depositaron la fragancia de sus besos en sus mejillas. Guió a su caballo a través del claro, de regreso al bosque, y las doncellas ser desvanecieron como los sueños con la llegada del amanecer. Ya en el bosque, empezó a oír a lo lejos un ruido similar al crujido de ramas gruesas de árboles. De manera instintiva, llevo su mano a la Espada, acariciándola, tocando la empuñadura con sus dedos, pero se contuvo y no llegó a desenvainarla. Actuar de forma hostil sería contrario al mensaje de paz para todos los habitantes del bosque del que era portador. Sujeto con firmeza las riendas e intentó mantener la cabeza erguida, en dirección al frente, mientras ignoraba los sonidos procedentes de su alrededor. De repente. Gastón fue atacado desde todas partes por aullantes Espíritus Silvanos. Extremidades en forma de látigo hacían restallar el aire delante y detrás de él. Retorcidas marañas de espinas pasaban velozmente junto a los costados de su caballo. Nudosos dedos de madera, todos ellos tan largos como el brazo de un Hombre, intentaban aferrarle. Brillantes ojos le vigilaban atentamente desde los nudos de la corteza de robles gigantescos. Gastón clavó las espuelas en los costados de su montura. Con un relincho, el caballo empezó a galopar, saltando por encima de los troncos caídos y haciendo pedazos los helechos que cubrían el suelo.


Con el corazón latiendo de forma irregular, el Caballero intentó mantener la calma, decidido a no dejarse llevar por el pánico ante los ataques de los guardianes sobrenaturales de aquel bosque encantado. Pero la montura de Gastón no compartía el aplomo de su amo. Una gran pierna de madera se había cruzado de repente en su camino, mientras un pesado roble avanzaba en su dirección. El pobre caballo se asusto y huyó al galope, mientras el Caballero, medio colgando de su silla de montar, se agarraba desesperadamente a su crin para no caer. Una pantalla de frondosas ramas se abrió para dar paso a la Reina Maga de Loren, que penetró silenciosamente en el Claro del Consejo. Sus grandes alas de mariposa nocturna estaban tenidas de todos los colores del arco iris. Los rayos del sol jugueteaban sobre las escamas que recubrían parte de su cuerpo. Incluso con su terrorífica indumentaria de batalla. Ariel poseía una belleza sobrenatural. La seguía un personaje de aspecto desaliñado, que entró tambaleándose en el Claro, como encantado ante su monumental cuerpo. El hombre era obviamente un Caballero, pero su anteriormente inmaculada armadura, al igual que su ostentosa capa, estaban ahora manchadas de fango pantanoso. Había perdido su casco y su caballo, y su pelo estaba sucio y enmarañado. Ariel se posó suavemente sobre el suelo del Claro. Al hacerlo, su tamaño disminuyó visiblemente, hasta adoptar el de cualquier otra Elfa. Sus alas se plegaron, hasta confundirse con sus ricos ropajes. Una vez hubo abandonado por completo su forma de sílfide, encarnación de Isha. Ariel volvió a ser sólo la Reina del Bosque, la más bella entre las Elfas. Gastón contuvo la respiración mientras contemplaba la increíble escena, boquiabierto ante tantas maravillas. El Claro del Consejo estaba delimitado por un círculo de impresionantes robles ancianos que, aparentemente, no tenían parangón con ninguno de cuantos árboles de este tipo hubiera visto el Bretoniano con anterioridad. Era como si los troncos y las ramas de los mismos se hubieran entrelazado mientras

crecían, formando un inmenso laberinto de galerías y senderos en el que habitaban los Elfos Silvanos. Cada árbol estaba adornado con enredaderas, toda clase de vegetación y rosas blancas. Una figura de largo cabello negro, ataviada con una túnica blanca, que Gastón identificó como un mago, desmontó de su caballo delante de un roble joven y empezó a entonar una misteriosa y melodiosa canción, sin que al parecer precisara detenerse entre estrofa y estrofa para tomar aliento. Mientras el aguerrido Caballero le observaba, las flexibles ramas del roble se retorcieron y de cada una de ellas salió, con cada nueva nota de la melodía, un brote de color verde que creció con toda rapidez. Otros magos y nobles Elfos atestaban el Claro, ricamente ataviados con increíbles ropajes de fibras e hilos vegetales. Los líderes, además de ir adornados con pulseras hechas con nueces pulidas y collares de caoba, llevaban insignias o reliquias familiares que indicaban su rango y la estirpe a la que pertenecían. En una esquina del gran Claro, un grupo de jóvenes Elfos llevaban a cabo elaboradas danzas de una dificultad física extrema, en las que relataban antiguas fábulas mediante sus dramáticos movimientos. No muy lejos de ellos, un Elfo de aspecto salvaje prodigaba todo tipo de cuidados y atenciones a un adormecido tigre de dientes de sable. El Caballero pudo comprobar que los Elfos de Athel Loren vivían en completa armonía con los árboles, las plantas y los animales del bosque que poblaban su entorno. Su mirada se posó entonces en un trono de Madera, grabado con imágenes de Elfos Silvanos bailando, que estaba situado en el límite del Claro. Enseguida reconoció la figura que estaba sentada en él: era Orión, Rey del Bosque. Sus facciones denotaban la sabiduría adquirida a lo largo de incontables generaciones. Ariel ocupó el trono finamente ornamentado situado junto al de su esposo. La visión de esos dos seres tan bellos hizo que el Caballero se sintiera aún más débil, insignificante e infinitamente desaseado. La Reina miró con sus penetrantes ojos a Gastón. -¡Mi señor! -dijo con dulzura, dirigiéndose a Orión - El Humano ha superado con éxito las pruebas a que le hemos sometido y ha demostrado tener corazón noble c intenciones puras.


-Incluso al ser acosado por nuestras hermanas las plantas se resistió al instinto de desenfundar su arma. Ahora pide permiso para hablar con el Rey de Loren en nombre de su Señor, un Rey entre los Hombres.

Orión y Ariel escucharon atentamente al mensajero del Rey, mientras este exponía el contenido de dicha alianza. Cuando hubo acabado su discurso, el Caballero repitió la reverencia.

Tratando de dejar a un lado su agotamiento. Gastón se preparó para hablar al soberano de los Elfos Silvanos, no sin antes prodigarle una magnífica reverencia.

-Gracias, Señor Gastón –rugió Orión-. Ahora, debemos retirarnos a considerar vuestras propuestas. Mientras esperáis nuestra decisión, quizá queráis gozar de nuestra hospitalidad. Hemos preparado un festín en vuestro honor y, sin duda alguna, mi gente estará encantada de oír leyendas de la tierra de los Hombres.

-¡Su Majestad!, permitidme ofreceros mis más sinceras disculpas por haber acudido ante vuestra presencia en tan lamentable estado – empezó diciendo Gastón, mientras intentaba retirar disimuladamente las manchas de barro de su armadura. Una sonrisa irónica cruzó el rostro de Orión. -¡Levantaos, Caballero, y sed bienvenido! -dijo el Rey, con una profunda voz que contrastaba con las del resto de los Elfos Silvanos-. ¡Quizá sea yo quien deba disculparme ante vos! -Estoy seguro de que no, mi Señor -replicó Gastón. Orión echó la cabeza hacia atrás y rió, mientras su larga melena se agitaba al viento. -Habéis sido observado desde que entrasteis en nuestro reino. Mientras viajabais por los páramos, jinetes montados en grandes aves de presa os vigilaban volando en círculos a gran altura. En el interior del bosque, exploradores ocultos entre los arbustos os observaban y, hasta poco antes de llegar a este Claro, os vigilaban desde las copas de los árboles. La voz de Orión, profunda y bien articulada, tenía cierta peculiaridad que la hacía semejante a los rugidos de un león. -No pretendo que comprendías nuestro proceder para con los vuestros, pero sabed, Caballero, que para nosotros los Hombres actúan de forma cruel y despiadada y, por tanto, merecen ser castigados. El Hombre destruye lo que nosotros creamos. Vosotros tratáis de dominar la tierra, de atarla con caminos y cargarla con el peso de edificios, mientras que nosotros sólo queremos vivir en armonía con la naturaleza y compartir su belleza y su esplendor. ¡Esta tierra es nuestro hogar y no podemos permitir que nadie la saquee! -Pero decidnos, ¿por qué os arriesgasteis a correr tantos peligros para conseguir una audiencia con el Rey y la Reina de Loren? -preguntó Ariel. -Yo, Gastón de Galliard, como emisario de Louen, Rey de toda Bretonia, vengo a ofreceros su eterna amistad y a suplicar a sus Altezas Reales la firma de una alianza con el reino de Bretonia.

Levantándose de su trono, Ariel tomo a Gastón del brazo y lo llevó fuera del Claro, mientras lanzaba unir salvaje sonrisa a su esposo. -Cuando hayáis comido y descansado, continuaremos hablando, ya que es obvio que tenemos mucho de lo que discutir -dijo la Reina. Mientras el Caballero se alejaba del Claro, no pudo evitar preguntarse qué les habría ocurrido a todos los Caballeros que, con su misma intención, se habían aventurado en el interior del Reino de Loren, y de los cuales nunca se había vuelto a saber. Estaba seguro de que los Elfos Silvanos podían, de querer hacerlo, saciar su curiosidad, pero era consciente de lo poco correcto que habría sido preguntárselo. Por alguna extraña combinación del destino y las circunstancias, él, Gastón, había conseguido triunfar donde tantos otros habían fracasado y su nombre quedaría unido para siempre a la historia de su pueblo.

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Relato Guardia Imperial

EL CARRO


L

a columna blindada volvió a reanudar la marcha tras unos minutos parada. Se había visto obligada a detenerse en la carretera, cuando un nutrido y lastimero grupo de refugiados, apareció ocupando toda la calzada debajo de un puente cercano a la población de Viduka. Habían pasado allí la noche para protegerse del intenso bombardeo a la que fue sometido su pueblo, y se habían negado a regresar a él como les había pedido el comandante de la columna. Solo accedieron a retirarse de la calzada cuando el Comandante solicitó al puesto de mando vehículos para trasladarlos a retaguardia. Formaban la columna blindada, cuatro carros de combate super pesados Malcador, a los que se les había modificado el auspex, instalado un nuevo ordenador de combate, un periscopio con aumentos y telémetro láser, armados con cañones de batalla de 105 mm, con un bolter pesado montado en el casco, y sin barquillas laterales, un tanque de mando Leman Russ armado igualmente con cañón de batalla y sin barquillas también y un Hellios, un blindado ligero de exploración de seis ruedas, con un cañón de asalto, que viajaba en cabeza un kilómetro por delante de la sección de carros. El suelo tembló, y el motor de Vieja Estirpe (apodado así por su dotación), el vetusto tanque Malcador que ocupaba la cola de la columna, rugió roncamente e hizo estremecerse al gigante de ferro acero, cuando volvió a ponerse en marcha, un blindado pesado de 105 toneladas y casi diez metros de largo, lo que le hacía un vehículo lento. Con una antigüedad de 10.000 años, hacía mucho tiempo que no se fabricaba en el Imperio, salvo excepciones, como los mundos M´Khand Secundus o Voss, que mantenía su línea de producción o repuestos para algunos regimientos de la guardia que lo mantenían en sus unidades por tradición. Cuando sobrepasaban su vida útil, estos pesados carros no eran dados de baja, sino que se enviaban a formar parte de la reserva de algunas Fuerzas de Defensas Planetarias (FDP), normalmente de los planetas menos fiables del Imperio. las FDP Naturelianas secesionistas se habían visto obligadas a ponerlos de nuevo en servicio, desplegándonos en unidades de segunda línea, tras un ligero lavado de cara, para reponer las bajas sufridas tras más de dos meses de guerra civil. Conocedores de las limitaciones de estos vestigios del pasado, El recién creado gobierno secesionista de Naturell tenía previsto retirarlos, en cuanto los nuevos Leman Russ hubieran salido de fábrica.

Per Perdomilo, el cargador del carro, un hombretón cuarentón de nariz aguileña y ojos diminutos, salido de los arrabales de Naturell Capitalis, bajó de la torreta resoplando, y se dejó caer estremecido en su sillón junto al Alférez Arión, el Jefe de carro. Acababa de ver los rostros aterrados y desesperados del grupo de refugiados, formado por humanos y Nat´Sui (Humanoides originales del planeta Naturell, de características similares a las humanas pero de piel más rosada y con una mancha negra en la zona de los pómulos, similar a un antifaz) por igual, que junto a sus pertenencias apiladas, se apelotonaban en la cuneta, dejando paso a la columna. -Me cago en el trono-blasfemó con amargura-. Espero que vuestra gloriosa revolución haya valido la pena –y diciendo esto, torció la boca, en un gesto que siempre le acompañaba. La joven artillera Helisandre sentada dos cabezas por encima de ellos, no pudo evitar girarse a su compañero para contestarle. -¿Otra vez Per? -Si otra vez, ¡me cago en el trono dorado! ¿Habéis visto la cara de esos pobres diablos? -El Gobernador hizo lo que tenía que hacer, solo busca el bienestar de todo el planeta Naturell. -¿No era mejor dejar las cosas como estaban? -¿Con la inquisición intentando dirigir nuestras vidas, y la Eclesiarquía creando una Frateris Militia, para perseguir a todo aquel que no abrazase el credo imperial? -¿Y había que declarar una guerra mundial, contra las colmenas leales al Imperio? -No se podía consentir más el trato que recibían los Nat´Sui.


-Los grandes idealistas de la causa, los que nos iban a librar del yugo Imperial, Los salvadores del Planeta. Nos han metido en una guerra que dura más de dos meses ¿merece la pena que toda esta gente pierdan sus casas? no contaban con que nuestra flota no sería capaz de eliminar a la imperial, y de que el imperio respondería tan rápido mandando regimientos de la Guardia……..incluso se rumorea que ya hay Astartes en el frente. -¡Me cago en la puta!-El Alférez Arión estaba seguro que esas discusiones y faltas de disciplina no se darían en una dotación de un carro Astarte, y los envidió -Per cállate ya. Había que hacer algo, ¿sabes lo que ocurrió en Armagedón? después de dar sus vidas por el imperio, sus habitantes fueron premiados con la esterilización y recluidos en campos –Arión sabía que eso nunca se había confirmado, pero aquel grandullón venido de los bajos fondos de la capital nunca lo pondría en duda. -No todos hemos tenido la suerte de poder estudiar historia señor-contestó despectivamente el cargador gigantón. -nuestro gobernador hizo lo correcto…. -Si, nuestro amado Gobernador, el padre de la revolución –Perdomilo habló con desdén torciendo la boca y gesticulando los brazos -¿Por qué creéis que el Imperio retiro la mayoría de los Leman Russ del planeta? No se fiaba de nosotros, los retiro en previsión de una rebelión que esperaba, sabían que no podíamos hacerlos frente con estas antiguallas y aún así nuestro querido Gobernador nos ha metido en estas putas mierdas latas de sardinas. -Nosotros somos la segunda línea Per. -Éramos la segunda línea hace dos meses.

El Carro Una voz metálica interrumpió por el intercomunicador del carro. -Aquí Trono cinco uno, a todos los elementos, ¿me reciben cambio? -Aquí Centurión cuatro uno, recibido, cambio. -Aquí Centurión cuatro dos, recibido, cambio. -Aquí Centurión cuatro tres, recibido, cambio. -Aquí Centurión cuatro cuatro, recibido, cambio – contestó el Alférez Arión. El líder de la columna volvió a hablar a través de la radio.

-El Hellios ha detectado con sus auspex una presencia no identificada en la aldea, permanezcan a la espera y estén alerta, corto y cambio. Apenas unos segundos después se oyó una explosión, y el intercomunicador volvió a hablar con su voz metálica. -Aquí Trono cinco uno, a todos los elementos, he perdido el contacto con el Hellios, salgan de la carretera y despliéguense en cuña con treinta metros de distancia. Centurión Cuatro tres y su binomio cuatro cuatro a mi izquierda con cuatro cuatro en el extremo. Y a mi derecha cuatro uno y su binomio Centurión cuatro dos, con cuatro uno en el extremo. Yo permaneceré en la carretera como vértice de la cuña. Voy a lanzar mi Cazador sobre las coordenadas que me dio el Hellios antes de perder comunicaciones. Permanezcan alerta con las armas preparadas, suban los comandantes a las torretas para mayor control visual. Les mandare las coordenadas por el monitor para que batan toda la zona, corto y cierro. Ningún Malcador disponía de misiles Cazadores inteligentes como el del Leman Russ de mando, solo de tipo filo guiados Mark XX clase Naturell, (fabricados allí), misiles con una bobina de cable en su interior y que iba soltándolo, permitiendo ser dirigidos por el tirador a través del cable, siendo solo efectivos sobre objetivos con contacto visual. Los jefes de carro se fueron colocando en posición, hasta que le llegó el turno a Arión. -Centurión cuatro cuatro en posición cambio. Después de mover al coloso de ferro acero a la posición designada, Arión ordenó cargar un proyectil de penetración, y subió a la torreta con los prismáticos, nada más subir, vio una densa columna de humo negro que se elevaba al cielo, a poco más de mil metros de distancia, los restos retorcidos de un casi desintegrado Hellios ardían con intensidad esparcidos sobre la carretera. A unos mil metros de los restos del Hellios, se encontraba la población de Viduka, situada en una zona elevada, conocida como la Cota 112, llamada así por su altitud.


El Ordenador de Combate transmitió los datos del objetivo a la ojiva del misil Cazador de tipo Krak, un perforante de alto explosivo, equipado con motor lógico. Con los datos grabados en su cabeza, el misil salió a velocidad subsónica del Carro de mando Leman Russ, dejando una espesa estela blanca tras de si. Pasados unos escasos segundos estalló entre las ruinas de la población de Viduka, levantando un gran hongo de polvo. El Comandante de la columna volvió a hablar por el intercomunicador y el resto de Jefes de Carro le oyeron por los auriculares del casco.

Al carecer de Giroestabilizador, la táctica de los Jefes de Carro Malcador consistía en parar el carro justo antes de disparar, ya que disparar en movimiento se hacia una tarea imposible, y solo se hacía en distancias muy cortas, a quemarropa. El blindado enemigo pareció evaluar la situación desde la zona alta que ocupaba durante uno o dos segundos, se oyó un disparo y quedo cubierto de una nube de polvo. -Centurión cuatro tres, creo que le hemos dado en su parte frontal.

-Trono cinco uno a todos los elementos, las contramedidas del enemigo han desviado varios metros la trayectoria del Cazador, vamos a comenzar a subir…….. -¡BOUUM! Tres fogonazos surgieron al unísono de las ruinas de Viduka, a más de dos mil metros, y un enorme haz de luz roja impactó a un metro escaso del Carro de Mando, levantando un geiser de tierra de varios metros de altura, a la vez que los otros dos grandes haces rojos impactaron violentamente en el techo del tanque (Una de las partes más vulnerables de un Carro). Tras una fuerte explosión que obligo al resto de Jefes de Carro a meterse en sus vehículos para protegerse, el Leman Russ se convirtió en una bola de prometio de más de treinta metros de altura. Ni uno solo de sus tripulantes tuvo oportunidad de salvarse. -¿Qué coño ha pasao? –preguntó asustado Perdomilo.

-Trono cinco uno, a todos los elementos, muévanse y continúen disparando hasta que le vean arder o echar humo. Al no disponer de proyectiles trazadores (de fósforo), que dejaban un rastro blanco hasta su objetivo, era difícil saber a grandes distancias si se había impactado a los objetivos, salvo que estos ardiesen o volasen por los aires.

Helisandre

-Han destruido al Carro de Mando –contesto un no menos asustado Arión, mientras cerraba su escotilla, para a continuación hablar por el micrófono del sistema de comunicaciones integrado en su casco.

Arión se inclinó sobre su asiento y visiblemente nervioso dio varias palmaditas en el hombro de Helisandre al tiempo que la decía.

-¿Habéis visto los fogonazos?-dijo Arión por radio al resto de los jefes carristas.

-¡Helis pínchale con el láser y en cuanto puedas dispara!

-Yo sí los he localizado –contestó su binomio, Centurión cuatro tres.

El carro enemigo emergió de la polvareda que empezaba a disiparse y comenzó a bajar la pendiente. Se oyó un disparo y, una explosión a escasos metros de él levanto otra columna de polvo. Tras unos instantes observando a su objetivo y, sin apartar la vista del periscopio, Helisandre hablo por el micrófono de su casco, con voz sorprendida.

A través de su cámara periférica, Arión vio aparecer a la entrada del pueblo la silueta de un blindado a más de dos kilómetros de distancia, justo enfrente de su carro, y lo comunicó por el micrófono al resto de carros. -Aquí Centurión cuatro cuatro, tengo un posible intruso a mis doce a unos dos kilómetros. Tras unas breves interferencias se oyó por el intercomunicador. -Aquí Centurión cuatro uno a todas las unidades, tomo el mando, suban la pendiente y ¡Fuego a discreción! contra el intruso.

-Señor el blindado enemigo es un carro Predator de clase Anhiquilator tipo Mark XIV, está armado con cañones láser en su torreta y en las dos barquillas laterales.


El terror se apoderó del carro, todos sabían lo que significaba las palabras: Predator Anhiquilator. -Astartes…………-susurro estupefacto Arión -¿Estás segura Helis? -afirmativo señor, lo he aumentado con el zoom de mi visor. -Joputas……….-Bramó Perdomilo –Me cagó en el trono. -A esta distancia, con la posición que ocupa, ofreciéndonos tan solo su parte frontal, nuestros proyectiles no traspasarán su blindaje, habría que acercarse a 500 metros o dispararle por un lateral donde su blindaje es de 55 mm. De espesor –informo Helisandre, demostrando una vez más su vocación militar. La joven artillera Helisandre, era una atractiva muchacha de ojos almendrados y labios carnosos, además de su belleza poseía una inteligencia despierta, lo que la hubiera permitido dedicarse a lo que hubiera querido, pero siempre había soñado con dirigir una carro de combate. Era la pequeña de cuatro hermanos, y la única que había seguido la carrea militar de su padre. También era el único miembro del carro que pertenecía de manera real a las FDP Naturelianas cuando dio comienzo el levantamiento. Artillera profesional, era miembro de las FDP desde hacía varios años. El resto de la dotación había dejado de pertenecer a las FDP por diferentes avatares hacía varios años, pero debido al devenir de la guerra habían sido de nuevo llamados a filas desde hacía un mes escaso. -Un regalo más de los hijoputas imperiales, obuses de plastilina -Dijo el gigantón cargador con su voz gutural y su gesto habitual de la boca torcida. -¡Cállate de una puta vez, Per! –Gritó Arión perdiendo los nervios. -Me cagó en el trono………-Masculló entre dientes Perdomilo. -¿No tenemos proyectiles que le hagan daño? -A esta distancia no señor –contesto Helisandre al incrédulo Arión. El alférez Arión comunicó por radio al resto de carros a que se enfrentaban. El Predator ganó velocidad bajando la pendiente en diagonal hacía los blindados del flanco derecho de la cuña, sin parar de moverse giró su torreta y abrió fuego contra el binomio de Vieja Estirpe, que se encontraba a unos treinta metros a su derecha, alcanzándolo en su parte frontal superior.

Tras la estruendosa explosión, el cañón de batalla voló varios metros hacia arriba antes de caer al suelo y, una ligera humareda grisácea comenzó a salir de su torreta parcialmente destruida. -Al habla Centurión cuatro tres, nos han alcanzado, el sistema de navegación no funciona. Tenemos una baja, procedemos a evacuar el carro, corto y cierrohablo por el intercomunicador el Jefe Carrista del tanque impactado. Los supervivientes salieron del carro dañado por la portezuela del suelo y corrieron a refugiarse donde estaban los árboles más cercanos. El Predator siguió bajando la pendiente a una velocidad endiablada zigzagueando en diagonal hacía el flanco derecho Naturelliano. Lanzó todos sus botes de humo a docenas de metros de él, y la inclinación del terreno y la ligera brisa que corría a su favor hicieron el resto, dispersando una gran nube algodonosa que lo cubrió en su bajada. Helisandre trato de seguir al blindado enemigo que ahora le ofrecía su lado derecho por el visor de tiro, pero la espesa capa de humo blanco que lo envolvía, lo mantenía semi oculto y se hacía impenetrable para el telémetro láser. Al tener el Malcador la torreta fija, su cañón solo tenía 60º de giro y el Predator estaba a punto de salir de su ángulo de tiro. -Dispara bragas de acero –la increpó Perdomilo. -¡Cállate Per! Dispara Helis –Gritó el Alférez Arión fuera de si a la cara del gigante cargador, mientras le zarandeaba nerviosamente agarrándole por un brazo. -Se mueve muy rápido, más del doble que nuestro carro y esa maldita niebla…… -Por el Emperador ¡Dispara! Consiguió vislumbrar difusamente la silueta del intruso a través de la cortina de humo e iluminarlo con el telémetro láser y, éste determino la distancia del objetivo, dando varias mediciones al dispersarse el haz láser y el ordenador de combate calculó entre otras cosas, la velocidad del viento y la del propio objetivo. Antes de que las puntas del triángulo de su mira se juntasen, Helise eligió la medición que le pareció más precisa, apretó el botón del seguro, piso el pedal de disparo y una luz roja ilumino intermitentemente el habítaculo, el cañón abrió fuego con un estruendo seco y Vieja Estirpe se sacudió, el acre olor a pólvora inundó su habitáculo cuando Perdomilo retiró el cartucho y el humo de la recámara ennegreció los rostros sudorosos de la tripulación.


El Alférez Arión vio con desolación por su periscopio panorámico, como el disparo erraba y pasaba unos palmos por encima del objetivo, estallando el proyectil varios metros por detrás del Predator enemigo, elevando varios metros una importante porción de tierra y roca, que levantó una polvareda. -Mierda…….-murmuró la Tiradora Helise.

Arión Todos sabían lo tremendamente vulnerable que era un carro por su parte trasera, menos blindada, y más en un tanque Malcador, en ella se encontraba el depósito de combustible, el motor y las municiones. Su inexperiencia en combate se hizo notar, y ante el temor de verse atacado por detrás y morir achicharrado, Arión cayó presa del pánico. Comprendió que amaba más a su familia y la idea de volver a estar con ellos que la causa en la que había creído y defendido tan fervorosamente hasta ahora. Se avergonzó de sí mismo, pero ya había tomado la decisión de poner a salvo el carro y sus hombres.

-Galigus, pon el carro a toda velocidad hacía el pueblo-Gritó nerviosamente por el micrófono de su casco, y apretó un botón, envolviendo al carro en una espesa cortina de humo blanco impenetrable incluso para los sistemas térmicos, lo que anulo la posibilidad de poder ver qué pasaba a sus espaldas con el periscopio panorámico, además el auspex sufria algún tipo de interferencias, y el intruso aparecía y desaparecía de su pantalla. El motor rugió y las orugas chirriaron cuando el Malcador arrancó de golpe a toda velocidad cuesta arriba. La ascensión al pueblo fueron los segundos más largos y angustiosos de todas sus vidas. El miedo era latente en el carro, el calor sofocante dentro de él, unido a los gases y al poco espacio, hacía angustioso el habitáculo. El sonido de las explosiones llegaba amortiguado por el incesante ruido del motor. Arión sabía que debía subir a la torreta para mejorar la visibilidad, pero se mantuvo sentado, el conductor Galigus contuvo sus sollozos, la artillera Helisandre, que se había quedado blanca de pánico permanecía muda. Perdomilo gritó por encima del zumbido del motor, con su voz ronca de tabernero.

-¡Su puta madre! si salimos de está juro por el puto Trono no volver a blasfemar nunca más- Y diciendo esto se santiguó haciendo el símbolo del águila. -Dale más Gal –Arión gritó tanto que Galigus sentado en la parte delantera del carro le oyó sin hacerle falta el auricular de su casco. -Va a máxima velocidad señor. Con el corazón desbocado, los pensamientos de Arión se posaron en sus hijos a los que tal vez no volviera a verlos, en su mujer, y se sorprendió apremiando en susurros al motor, “vamos sube, vamos….”. Sintió como un hormigueo le recorría todo el cuerpo, temía ser impactado a cada momento, sabía las consecuencias de un impacto trasero, la zona más vulnerable del carro. Sabía que si eran alcanzados por proyectiles de Cañón Láser, tras la explosión harían que el carro alcanzase una temperatura de más de mil grados, capaz de derretir las placas de ferro-acero, convirtiendo el habitáculo en un crematorio sin salida. Cuando los supervivientes (si los había) intentasen escapar del carro, su piel se quedaría adherida al contacto con el metal. Se vio a sí mismo en el jardín de su urbanización asando carne a la parrilla, como había hecho tantas veces, y recordó la aversión que tenía su abuelo, un veterano carrista de la guardia, al olor de la carne asada que le provocaba nauseas. Le pareció oír dos explosiones lejanas que le hicieron estremecerse y sacarlo de sus angustiosos pensamientos. -Al habla Centurión cuatro dos, le he dado, he dado a ese hijoputa –les llegó por el intercomunicador. Antes de que Arión empezara a hablar por el micrófono de su casco de goma espuma forrado de cuero oyó una nueva explosión. -Aquí Centurión cuatro cuatro ¿Cuál es la situación? Cambio. Nadie contestó. Una nueva detonación lo sacudió. -Joder, esos hijoputas nos están aniquilando – exclamó Perdomilo con la respiración entre cortada. -Repito, aquí Centurión cuatro cuatro ¿me reciben? cambio. Interferencias, y pasados unos segundos. -Centurión cuatro dos al habla, nos han alcanzado, sin bajas, nuestro carro ha quedado inmovilizado. Hemos alcanzado al intruso, pero ese cabrón sigue moviéndose……. Arión interrumpió al Jefe de carro.


-¿Sabe algo de Centurión cuatro uno, cambio? -Negativo, he perdido la señal, abandonamos el carro, cambio y cierro. Durante su descenso, el Predator fue impactado por un proyectil desenfilado en uno de sus laterales, arrancando el cañón láser de su barquilla izquierda, al estar fabricado de materiales ignífugos, el fuego quedo controlado. Siguió su camino medio cubierto por el humo y en un movimiento audaz, consiguió colarse entre el estrecho pasillo de unos treinta metros que había entre Malcador y Malcador que subían la pendiente a una velocidad inferior a 20Kmh, lo que les hacía ser unos blancos casi estáticos, ante la moderna computadora de tiro del Predator, que haciendo fuego con el cañón láser de su barquilla derecha contra la parte lateral del Malcador, lo dejó inmovilizado. Rebasados los dos Carros Malcador, la torreta del Predator giró y una vez más haciendo gala de su cadencia de tiro y precisión de disparo en movimiento que le otorgaba su giroestabilizador, abrió fuego contra la parte trasera del otro Malcador situado más al extremo, convirtiéndole en una bola de chispas y fuego. Continuó describiendo un amplio arco hacía su derecha, para volver a subir la cuesta en busca del único icono que seguía parpadeando en su auspex, el Vieja Estirpe.

Galigus El conductor Galigus, se sentaba en la parte delantera del carro, en un pequeño espacio similar al que tendría un piloto en la carlinga de un Thuntherbolt; Tenía a mano las palancas de marchas y de giro, delante de él, estaba el panel de control, formado por indicadores, diales, una cámara y un velocímetro. Galigus era un Natu, un mestizo, ni humano ni Nat´Sui. A pesar de ser medio humano, sus ojos estaban rodeados de la mancha característica de la especie de su madre, al igual que el color lila de sus pupilas sin iris. Su piel era más oscura, ni tan rosa ni tan suave como la de un Nat´Sui, pero tampoco tan oscura como la de un humano. Al principio, cuando miles de años atrás los humanos empezaron a conquistar las estrellas y a esparcirse por el espacio, llegaron a un planeta habitado por los Nat´Sui, unos seres inteligentes de rasgos humanoides, al que llamaban en su lengua Naturell. Cuando llegó el declive terráqueo y se el perdió contacto con el resto de la humanidad, los Nat´Sui ayudaron a los humanos a establecerse y juntos formaron una nueva sociedad.

Debido al parecido físico y biológico de ambas especies, fueron apareciendo parejas formadas por ambas, sin embargo, estas uniones no podían procrear. La aparición del Birreproductor permitió a estas parejas tener descendencia. Cuando el imperio descubrió y sometió Naturell, descubrió con horror que el planeta era habitado por una sociedad formada por igual de humanos y Nat´Sui, o Xenos como ellos llamaban a todo ser inteligente no humano. Durante los primero tiempos del sometimiento, las doctrinas imperiales no fueron tan opresivas, pero con el paso del tiempo estas doctrinas se endurecieron. Se apartó a los Nat´Sui y a los mestizos de puestos relevantes, y la eclesiarquía junto con la inquisición comenzó a perseguirlos, acusándoles de seguir prácticas a cultos prohibidos. La prohibición de usar el Birreproductor y la amenaza latente de declarar a los Nat´Sui Xenos Horríficus, fueron los detonantes de la rebelión. El Gobernador un hombre carismático, decreto el restablecimiento de las normas pre-imperiales y la secesión del imperio. Pero la rebelión no fue apoyada en todas las colmenas de Naturell, en aquellas donde había poca población Nat´Sui y la mayoría de la población era de origen imperial como ex guardias, se mantuvo fiel al imperio, y estalló una guerra civil a nivel mundial, por todo el planeta. Galigus siempre había sido, tranquilo y pacifico, pero después de ver todo lo que había tenido que pasar su familia, pensó que no podía mantenerse al margen, resignarse sin más y supo que era su deber participar en esta guerra. Y ahí estaba ahora, dos meses después conduciendo un tanque Malcador de las FDP Naturelianas rebeldes. El conductor Galigus miro a través de su periscopio con expresión aliviada cuando vio que su tanque llegó por fin al pueblo semiderruido y dejó escapar un profundo suspiro. La dotación estalló en gritos de alegría. Seguidamente el Jefe de carro habló por el micrófono. -Gal, el auspex no indica amenazas en el pueblo, adéntranos en la zona urbana. -Señor, deberíamos dar la vuelta y ver que ha pasado –intervino Helisandre. -Lo sé Helis, pero aquí al menos estaremos ocultos hasta que logre saber en que situación estamos. -Los Predator van equipados con sistemas térmicos, será muy difícil ocultarnos, eso le dará ventaja en un combate urbano. Pero Si damos la vuelta y nos colocamos en la pendiente, seremos nosotros los que tengamos la ventaja, ocupando una posición alta.


-Joder señor, haga caso a bragas de acero ¡hay que joder a esos joputas! -Perdomilo habló con su tacto habitual Arión pensó en amenazar a aquel bruto con dar parte si seguía hablando de esa manera. Pero esa idea le pareció absurda en ese momento, abrumado por la situación, se sentía sin fuerzas para tomar decisiones y pensó que era lo más correcto. Sin estar muy convencido, pero sin otra alternativa accedió.

Vieja Estirpe El tanque Malcador dio la vuelta y sus cadenas chirriaron cuando giró sobre sí mismo, se colocó en una posición que dominaba toda la cuesta, desenfilado sobre la cima de la pendiente, dejando expuesto solo la parte frontal del carro. Con el estómago llenó de mariposas, Arión se decidió a subir a la escotilla, temeroso de que el auspex, no hubiese detectado la presencia de algún franco tirador en las ruinas, y observó con sus prismáticos subido a la torreta. El humo blanco que los había cubierto en su ascenso, se había desgarrado en jirones que ascendían al cielo. El ambiente estaba impregnado del empalagoso olor a combustible quemado. Abajó, a unos dos kilómetros en la posición que acababa de dejar, varias columnas de humo negro se elevaban al cielo. Vio arder con virulencia sobre la carretera, lo que había sido el carro de mando, a la derecha de éste, inmóvil un carro aparentemente intacto y a una treintena de metros, en el extremo, otro Malcador totalmente destruido, convertido en unos amasijos de hierro devorados por una gran bola de fuego y cubierto de un espeso humo negro. Al otro lado de la carretera su binomio el Malcador Centurión cuatro tres, permanecía igualmente parado con una ligera humareda saliendo de su torreta sin cañón, “gracias al Emperador se han salvado” pensó Arión sobre su tripulación. Ruido de orugas, y sus prismáticos se posaron sobre la temible silueta del Predator que subía la pendiente dejando un rastro de polvo tras de sí derecho a ellos. Amplió los prismáticos y Arión vio que de su barquilla izquierda salía una ligera humareda casi imperceptible y su cañón láser había desparecido. -Helis, lo tenemos a nuestras once, sobre un kilómetro. Parece que ha perdido su Láser izquierdo –Gritó Arión desde la torreta. -Si no fuese tan rápido intentaría atacarle por ese lado pero Vieja Estirpe es demasiado lento -No pasó ni dos segundos y Helisandre volvió a hablar -. Lo tengo, ha cometido un gran error señor.

-Ojala tengas razón Helis. -Con el debido respeto, la tengo. Vieja Estirpe tiene 180mm de espesor en su blindaje frontal, que es lo único que ofrecemos al enemigo. Si dispara antes que nosotros a más de 500 metros no lo traspasara, si espera a acercarse, yo dispararé antes y tengo línea de visión sobre su techo. Se sintió algo más tranquilo después de hablar con ella, pero se arrepintió de haber gastado todos los botes de humo. Cerró su escotilla y se preparó. -Gal prepárate, para echar el carro para atrás y meterle en el pueblo. Per, solo vamos a hacer un disparo, ponte junto a Gal y coge el bólter pesado. Helis abre fuego en cuanto lo tengas.

Apenas hubo terminado de hablar el Predator que subía haciendo giros para evitar ser iluminado por el láser, disparó con el cañón de la torreta. El disparo sonó lejano y ahogado. En medio de un estruendo ensordecedor Vieja Estirpe sufrió un impacto en su parte frontal, que le hizo zarandearse violentamente de adelante a atrás. Un olor a metal recalentado sacudió el interior del pesado vehículo. Arión miró asustado por su pantalla y pareció que todo funcionaba. -¿Todos bien? -Si señor –contestó con una risa nerviosa Helisandre -¡Ha aguantado, no ha traspasado el blindaje! -Si señor –contestó Galigus. -Acaba con ese cabrón Helis –Gritó Perdomilo, que se había golpeado la frente y tenía una mano ensangrentada sobre ella. -¡Fuego! –Gritó a pleno pulmón Arión. Tras apuntar con su periscopio panorámico con la visión aumentada por el zoom de la cámara, Arión disparó el Cazador de tipo filo guiado montado en el casco del carro. Con los mandos del visor dirigió el misil guiado por cable hacía el lado izquierdo del frontal del Predator.


A unos cincuenta metros del intruso, éste giró bruscamente hacía su derecha, privando al láser de su barquilla derecha de adquirir un blanco y esquivando al misil, que pasó de largo estrellándose contra el suelo metros atrás. Aprovechando la inercia del giró del Predator, que le impedía volver a rectificar el rumbo, Helisandre lo iluminó con su láser,el triángulo de su mira se puso rojo, apretó el botón que quitaba el seguro, pisó el pedal de tiro que accionaba la luz roja parpadeante y disparó sobre el techo de la torreta, haciéndola saltar por los aires en medio de un gran estrépito. El Predator quedó inmóvil y poco a poco fue en aumento el humo y las llamas que comenzaban a salir de él. -Prepara otro perforante Per –chilló Arión. Antes de que Perdomilo cargase otro obús, un misil subiendo la cuesta a ras de suelo impactó en la parte trasera del Predator inmovilizado. Tras la explosión inicial se sucedieron otras en cadena, como si fueran fuegos artificiales y el carro quedó envuelto en una gran bola de Prometio, de varios metros de altura. -Han alcanzado su depósito de municiones y el de combustible –aseguro Helisandre. Se oyeron unas interferencias por radio y escucharon. -Aquí cuatro dos ¿creíais que no nos íbamos a unir a la fiesta?

-Tess, sois muy bienvenidos –contestó Arión ¿pensaba que habías abandonado el carro? Cambio. -Volvimos a él, solo tiene la rueda propulsora averiada. -Por el puto Trono, se la habéis metido por el culo ¡Jodete cabronazo! –Per había salido a la torreta, junto a Arión, para ver el espectáculo mientras saludaba con una mano y con la otra seguía tapándose el rostro sangrante. -¡Si adiós hijo puta! –sentenció Galigus, asomado por la escotilla delantera ante la sorpresa general del resto de la dotación de Vieja Estirpe. Arión mantuvo la mirada fija unos instantes sobre el carro Astarte, intentando vislumbrar a que capítulo pertenecía, dándose por vencido, dio una palmada a su cargador y bajó a su sillón. -Volvamos a recoger a los supervivientes y a ayudar a reparar el carro. El mando tiene que saber que los rumores sobre los Astartes son ciertos.

Oscar Diaz FanHammer


SECCIÓN

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Nuevos Modelos de Chimeras II Equipo:

H

oy en ESOPCIONALNOTEDEJO os traigo la segunda parte sobre tipos de chimeras de la Guardia Imperial, perdón es la costumbre, el Astra Militarum que continua el articulo del numero anterior de Goblin Panzudo. En el GP6 os presente tres Chimeras o versiones del tanque, que según archivos imperiales tiene cientos de versiones según terrenos, planetas, necesidades, material disponible. Hoy os dejo otras versiones del magnifico Chimera esperando que os gusten y que los probéis por vuestras partidas entre amigos. Solo son reglas de casa para disfrutar del hobbie con cosas diferentes. El primero se trata del celebre Salamandra, vehículo de reconocimiento muy utilizado y muy aclamado dentro de los más celebres Regimientos de la Guardia Imperial. Pero este es un salamandra algo diferente porque se trata de un submodelo de Mando. Estas son sus reglas, diferentes en algunas cosas a las oficiales de FW. Vehículo de Reconocimiento Salamandra de Mando:

HP

BF

BL

BP

4

12

10

10

Transporte para el Cuartel General de la avanzadilla de todo cuerpo blindado imperial. Se trata de un tanque versátil, bien equipado y sobre todo con un factor estratégico importante para los transportes avanzados imperiales. Puntos : 85.

Cañón Automático Bólter Pesado Reflector Descargadores de Humo Puede cambiarse el cañon automatico por un cañon laser por +20 puntos o por un multilaser sin coste en puntos. Reglas especiales: Anfibio, Explorador y Jefe de Carros Ligeros Jefe de Carros ligeros: El Vehículo es un vehículo de mando avanzado dirigido por una eminencia en la batalla acorazada de vehículos. Puede unirse a la unidad 2 tanques más, formando un escuadron de tres vehículos en total, pudiendo unir a este tanque tanto otros salamandras normales o chimeras. Todos los vehículos del escuadron, sin contar el Salamandra de Mando podrán repetir las tiradas falladas para impactar. Chimera de Regimiento Inquisitorial:

Esta variedad de Chimera es una versión adoptada por la GI que acompaña normalmente a los seguitos Inquisitoriales por el universo. Se trata de un tanque mucho más robusto que la versión estándar y posee unas mejoras que ningún otro de los Chimeras puede compartir. La Inquisición siempre quiere lo mejor y lo obtiene. Equipado con cañon automatico de base, puede cambiarlo por un cañon laser por +10 puntos. Puntos: 100 HP BF BL BP 3

13

11

11


Reglas especiales: Anfibio, Blindaje Extremo y Carga Inquisitorial

Reglas especiales: Anfibio, Infiltración, Vehiculo Descubierto y Enemigo descubierto

Blindaje Extremo: El chimera inquisitorial ha sido totalmente reforzado con planchas y nuevo material para hacerlo impenetable en batalla y poder llevar al sequito y sus tropas allí donde este su misión. Todos lo blindajes de este vehiculo tienen un +1 respecto a un chimera estándar ya incluido en el perfil. Por el contrario su velocidad máxima nunca podra ser utilizada excepto si decides hacer una Carga Inquisitorial.

Enemigo Descubierto: Si un ejercito incluye uno o más Buhos en su lista de ejercito podra disponer de la regla Enemigo Descubierto y utilizar dicha regla después de la fase de despliegue. Puede utilizarlo de dos formas.

Carga Inquisitorial: Solo se puede realizar una vez por partida, y en ella el Chimera Inquisitorial podra desplazarse a máxima velocidad ese turno. Debe decidirse esta carga en el turno de movimiento y decirse al principio de la fase. Tras realizar el movimiento,el vehiculo quedara inmovilizado pues los motores se han sobrecalentado por el enorme esfuezo. Vehículo de Reconocimiento Buho: Este propiamente dicho no es una variante del Chimera tradicional como se ve a simple vista. Pero lo incluimos porque merece también mención especial entre los tanques de la GI. El Buho es un pequeño transporte acorazado de reconocimiento que suele ser utilizado para reconocer el terreno delante de las grandes columnas blindadas o para operaciones especiales como infiltación en las líneas enemigas o sabotaje. Su importancia reside más en la movilidad y pasar desapercibido que en su poder ofensivo. Veamos sus características y sus reglas especiales. Esta armado con una pequeña ametralladora pesada acoplada y claro esta solo tiene un punto de estructura. Puede transportar como máximo 6 miniaturas. Puntos: 75 HP BF BL BP 3

10

10

10

Una vez desplegados ambos bandos, el jugador que tiene en su poder el vehiculo Buho advierte a su contrincante que va a utilizar esta habilidad. A continuación cualquier unidad de la GI desplegada podra cambiar su despliegue en el campo de batalla siguiendo las normas de despliegue de la misión en juego. Podra desplegar también cualquier unidad dejada en reserva como si no lo hubiera estado en ese momento. Sino la otra opción será elegir una de las unidades del enemigo en reserva y designarla como objetivo. Se supone que dicha unidad ha sido instigada por los vehículos Buho durante la preparación de la batalla y por tanto, en el primer turno que se deba tira por reservas para dicha unidad, esta no podra salir a menos que saque un 6 en el dado de reservas. Bueno hasta aquí nuestros nuevos tres tanques para la gloriosa y honorifica Guardia Imperial. En el próximo numero de Goblin Panzudo, os traeremos algo diferente. Ya le estoy dando vueltas al coco y tengo ya algunas ideas muy locas...

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Conocimiento y Deber IV


Tras los sucesos del interior del Santuario, de los cuales nadie de la Tertius quiere hablar, la escuadra de la Décima Compañía y su Capitán vuelven a bordo de la fragata de combate Puño de Ferrus.

Capítulo 3.1: Decisiones. Ya a bordo... La escuadra de mando al completo de la Cuarta Compañía estaba esperando en la sala de embarque, así como el Capitán Bael y dos lugartenientes de la astronave. El Capitán Romerae lideraba la Cuarta Compañía con audacia e intensidad, era uno de los capitanes más jóvenes del capítulo y se había ganado el respeto de los demás con rapidez. Nada más distinguir el característico sombrero del recién llegado capitán Hel Vaal, se adelantó a sus hombres de confianza. - ¡CAPITÁN! - Bramó con escándalo. - ¿Cómo que retirada? ¿Qué habéis encontrado ahí abajo? ¿Qué está pasando? - Esto no es asunto tuyo Romerae, lo transfiero a la Primera Compañía y no voy a dar un solo paso más hasta que lleguen Exterminadores con un líder apto. Hel Vaal se le encaró deteniéndose ante él, firme. En el breve trayecto de vuelta había tomado esa decisión de forma unilateral. Hasta Torín se sorprendió con la notificación. Ambos capitanes se miraron con sus respectivas escuadras tras de ellos, a una distancia prudencial. Uno se sentía infravalorado por la falta de información, y el capitán de la Décima Compañía parecía realmente asustado con lo que había vivido en el subterráneo del Santuario. Estaba hablando de la Primera Compañía. - ¡Eso es absurdo! Mi compañía está aquí ¿Qué puede haber en un sótano mugriento que la Cuarta no sepa manejar? - ¡No quiero que bajéis hasta que lleguen los refuerzos que voy a pedir ahora mismo! Es más, vamos a volver a Nyumba y volveremos con ellos, no quiero a nadie aquí. - ¿De qué estás hablando, capitán? - Romerae se enfureció de verdad en este instante, lo suficiente como para que dos miembros de su escuadra de mando se acercaran por prevención. - ¡MI compañía no tiene por qué volver a Nyumba estando este asunto en el aire! ¡Tan cerca! ¡Sin saber ni por qué! Localizaremos a Pozlak antes y le preguntaremos qué hay ahí si es necesario, si la Décima se acobarda hazte a un lado y deja que los Astartes de verdad limpien lo que haya que limpiar.

- Cuida tu lengua Romerae. - Hel Vaal levantó el brazo armado con la cuchilla relámpago (apagada) en una vana amenaza. - No olvides que YO YA ERA CAPITÁN cuando tú estabas aprendiendo a sujetar un bólter. Mi responsabilidad para el capítulo es garantizar y salvaguardar su futuro, no voy a arriesgar ni una sola pizca de ese futuro exponiendo a los neófitos contra algo que no se puede combatir, contra lo que una servoarmadura no te protegerá más que la ropa interior. NADIE VA A BAJAR HASTA QUE VENGA LA PRIMERA COMPAÑÍA. HAZTE TÚ A UN LADO CAPITÁN. Hel Vaal rodeó a Romerae para coger al Capitán Bael de la pechera, a punto de alzarle del suelo ante la brusca presa. - Transmite a Nyumba ahora mismo. Voy a ir a exponer ante el Consejo Interior la delicada situación que he encontrado aquí, quiero discutir directamente con ellos lo que haremos. Y prepara la nave para partir de inmediato. Bael no atinó a responder nada claro, pero soltándose y dándose la vuelta, además de tratar de recuperar dignidad en postura y tono, envió a sus dos acompañantes a transmitir la petición. - Capitán. - Llamó Romerae con más calma tras discutir brevemente con los dos hombres de confianza que le habían alcanzado. - Quiera o no, la Cuarta obedecerá mi criterio y no el suyo. Nos quedaremos. Desembarcarán todos mis hombres conmigo, aseguraremos el exterior del Santuario y buscaremos a Pozlak. Si encontramos al Inquisidor, esperaré a la Primera Compañía. Si no lo encontramos, asumiré que está en ese sótano y entraré con o sin su consentimiento. - ¡Haz lo que te dé la gana, ingenuo! - Espetó sin más Hel Vaal con el rostro rojo. No siguió el tema y empujó a un astartes con poca delicadeza para abrirse paso. ¡Llévame al puente, Bael! ¡Vamos al puente! Cuando la Cuarta haya desembarcado nos iremos de órbita inmediatamente. Un tanto después, en el puente... - No lo apruebas. – Dijo Hel Vaal La respuesta inicial de Torin fue encogerse de hombros. - No apruebo el trato con Romerae. No sé qué ha visto, Capitán Hel Vaal, pero es un honorable Hermano de Armas y esto debería haberse manejado mejor. Sin contar con que es otro capitán. De una Compañía de Combate. Y que no le hemos informado como deberíamos.


- Cuanto antes lleguemos a Nyumba, antes tendrá solución esto. No todo tiene que saberse, al menos no sin precauciones, Torín. Es una de las premisas de los Círculos. Quiero que Thanio se quede aquí con la Hermana de Batalla. Si le sacamos algo no nos será útil lejos de aquí, que la Cuarta Compañía disponga inmediatamente de cualquier avance en ese sentido. - Sí, capitán… ¿De verdad cree que necesitamos a la Primera Compañía? - Intentaré arrastrar a Aresius hasta aquí si puedo y lo meteré de una patada en ese agujero con quien él pueda añadir de la Primera. Lo creo que necesario, sí. Lo que hay ahí, Sargento, tiene que ver con lo que nunca deberíamos conocer, y va a corresponder al Librarium. Un Bibliotecario puede ser muy útil, pero un Bibliotecario corre unos riesgos que ni tú ni yo imaginamos. Quien acompañe al Bibliotecario tendrá que estar preparado para encontrarse con los peores enemigos del Imperio. Sí, creo que sólo la Primera puede entrar ahí. - Creo que no lo entiendo. - No importa, recuerda lo de Thanio.

Hel Vaal se paseó por el puente desde entonces hasta que llamaron su atención. - ¿Sí? - Capitán, una astronave de los Martillos de Wikia está haciendo escala en la tercera luna de Tartenis. Quizás quiera contactar con ellos. - Maravilloso, transmita. Quiero saber qué nave es, de dónde vienen, a dónde van y quiénes son. Y así la atención se trasladó al espacio monotorizado destinado a las comunicaciones mecánicas de corto alcance, sin necesidad de astrópatas. - Aquí la Barcaza de Batalla Petrum Est, proveniente de Nyumba. Hacemos escala en el sistema Tartenis para recoger víveres y preparar el salto disforme hacia el Segmentum Ultima en misión de los Martillos de Wikia. A bordo hay elementos de la Tercera Compañía bajo el mando del ilustre Epistolario Emilius. - Fue la presta respuesta del oficial homólogo de la otra nave. - El Capitán Hel Vaal de la Décima Compañía solícita que el Epistolario Emilius y sus subordinados abandonen temporalmente su misión para auxiliar a la Cuarta Compañía en Tartenis II. - Pero Tartenis II es segura, imperial y no está bajo ataque ¿Por qué la Cuarta Compañía necesita apoyo?

Aquí el operador miró al capitán Hel Vaal con auténtica perplejidad, puesto que para la tripulación realmente no había nada que estuviera yendo especialmente mal. Aunque la discusión de los capitanes estaba naturalmente en boca de todos, por supuesto - Dígale que obedezca. - Aclaró el capitán sin más. - No tengo autorización para responder. - Arregló el operario. - Reiteramos que la Cuarta Compañía necesita auxilio en Tartenis II. Y ahora la voz del otro lado cambio a una más grave e impaciente. - Aquí Puño Trueno. Me encuentro en misión del Librarium del Capítulo y no voy a demorar mis responsabilidades por cualquier cosa ¿Acaso un novato se ha disparado, el capitán no sabe limpiar su espada sólo? ¿Qué insulto es este que se espera que eluda mi deber por simple acto de fe? ¿Quién me está pidiendo que vaya? Según los registros la Puño de Ferrus debía volver a Nyumba ¿Qué hacen ahí, en nombre del Emperador? Titubeante ante la agria respuesta de Hel Vaal el tripulante de la Ferrus lo tranmistió como pudo. - El Capitán de la Décima Compañía le... ordena acudir a Tartenis II. - ¡El capitán de la Décima Compañía no tiene autoridad sobre mí! ¡No soy un neófito! ¡¿Con quién piensa que está tratando?! - La respuesta fue agria y altiva. Hel Vaal agarró al operador y lo empujó hacia atrás arrojándolo por ahí. Si no hubiera regresado Torin para estar en medio de su camino, agarrándolo, el pobre hombre habría impactado sobre maquinaría. - ¡NO VOY A TOLERAR QUE OTRO OFICIAL IMBERBE CUESTIONE MIS DECISIONES! - Bramó Hel Vaal golpeando con el puño el aparato que tenía delante, como si así la transmisión pudiera tener un énfasis mayor. ¡VENGA AQUÍ Y DÉ COBERTURA Y APOYO A LA CUARTA ANTES DE QUE COMETAN UNA LOCURA EN SOLITARIO! A LA MIERDA TU MISIÓN. YO RESPONDERÉ ANTE LORD ELEDAN SOBRE ESTE ASUNTO Y LOS QUE HAGAN FALTA. Hel Vaal aplastó su propio sombrero para contenerse mejor, y bajó un poco el tono de voz. - Aquí se necesita un Epistolario con experiencia para evitar una catástrofe mientras se solicita a la Primera Compañía. Apoya a tus hermanos, Puño Trueno, y deja la responsabilidad al Capitán de la Décima. - Estás loco. - También responderé por eso. Ven.


- ¿De verdad quiere la Primera Compañía en Tartenis II? - Emilius estaba totalmente desconcertado ¿Qué podía estar pasando en ese planeta para tanto alboroto? - Sí. - Está bien, desviaremos nuestro curso y evaluaré personalmente la situación. Si se ha equivocado, capitán, prepárese para presentar una defensa sólida porque no lo voy a olvidar y pediré que pague por su irresponsabilidad. Hel Vaal ya no respondió apartándose de la máquina. Se abrió paso por el puente aún rojo y con la respiración agitada.

- Señor. - Torin alcanzó a su capitán rápidamente teniendo cuidado de su estado de ánimo. - Quisiera quedarme, puedo ser útil aquí. - Lo sé, pero te vienes conmigo. - Pero... - Pero nada Torín. Si ya no sé reconocer las amenazas habrá acusaciones duras contra mí en casa y necesitaré a alguien para presentar como Capitán después de mí. No vamos a volver a hablar de esto. Y así Hel Vaal se separó de él dejándolo atónito, para buscar al responsable de la Puño de Ferrus. - Capitán Bael. - Llamó impaciente. - A Nyumba.

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EN EL PROXIMO NUMERO… DESAFIO WARGAMES

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