La idea central fue rescatar al villismo como generador de procesos culturales y ligarlo con las tradiciones y los oficios populares que se han conservado a través de los años, no sólo en Parral, sino en toda la región del norte de Durango y sur de Chihuahua, oficios como la talabartería, la vaquería, la minería, la elaboración de artesanías, de dulces y postres.