La integridad del optimismo amor gratitud y aucompasion en el educador holista

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LA INTEGRIDAD DEL OPTIMISMO, EL AMOR, LA GRATITUD Y LA AUTOCOMPASIÓN EN EL EDUCADOR HOLISTA.

Dr. Fernando Vázquez García

Presentación Los escenarios que contextualmente se experimentan en este mundo de las formas y las estructuras sin importar los ámbitos de participación desde lo económico, político, social, cultural y educativo, hacen que pongamos mucha atención lo que sucede en la humanidad desde una perspectiva integral porque necesitamos trabajar en el desarrollo espiritual, con una visión holista. Por tanto el educador tiene un papel muy importante socialmente en la educación para preparase en áreas de conocimiento como el optimismo como palanca de desarrollo, y sabedor que la felicidad es una constante para alcanzar el éxito y no dejarse caer ante los sufrimientos y los placeres momentáneos que hacen confundir los intereses de la humanidad. Integrar contenidos como el optimismo, la gratitud y la autocompasión, no es fácil porque tiene que ver con un despertar interior para poderlo saber transmitir y compartir. Con este trabajo establezco un puente de dialogo para dar a conocer los aprendizajes logrados hasta estos momentos en esta experiencia del postdoctorado y debo reconocer que ha sido muy gratificante el darme cuenta que sólo soy una parte del todo de la humanidad que represento y que las angustias, los sufrimientos, los retos, los éxitos, los intereses y las necesidades solo son manifestaciones de lo que la humanidad representa en mí. El tomar la decisión de la búsqueda de ser un educador holista es un gran reto y que cada día es una nueva experiencia que aprender y reaprender, pensar y repensar, inventar y reinventar, crear y recrear, hacia la búsqueda de un estado de consciencia que nos permita encontrar la paz y la tranquilidad espiritual. Ya que ser optimista fortalece nuestra felicidad, porque sin esta no puedo amar porque sí y si amo es porque trabajo la gratitud, en el reconocimiento de sí mismo y los demás desde una perspectiva de la interdependencia como una forma de vida, finalmente nos damos cuenta que no estamos solos y que nuestro sufrimiento es el de los demás como un acto de bondad y de interés humano. El presente ensayo busca la integración de éstos contenidos espirituales, los cuales pueden favorecer un mejor acercamiento al ámbito educativo por parte de los educadores y generar estrategias y ambientes de aprendizaje, los cuales puedan ayudar a entender la necesidad de desarrollar nuevos conceptos y prácticas para que los estudiantes siga en el tránsito del optimismo para alcanzar de mejor manera sus aprovechamientos académicos y que los fracasos como su pesimismo sean un detonador del desarrollo evolutivo y académico de su personalidad. Así mismo, es un trabajo que invita a los educadores a practicar el amor, la gratitud y la autocompasión como temes centrales que de manera central pueden favorecer y posibilitar de forma integral la formación y desarrollo de un sujeto capaz de llegar a comprender un estado de consciencia pleno de su existencia humana, pero que claro no podemos alcanzar este gran objetivo si tu docente que lees con humildad estas cuantas líneas que


compartimos no logras asumirlas como un gran reto para alcanzar estos niveles de entendimiento humano y educativo.

Desarrollo Es importante contextualizar como el devenir del ser humano tiene que transitar por sus diferentes niveles de conciencia para entender sus aspectos y peculiaridades de su personalidad ante los embates del Siglo XXI que siguen generando una serie de insumos derivados del cientificismo, el cual está identificado por el desarrollo del sector secundario y las tecnologías, creando todo un aparato que representa la modernidad, acorde al meme naranja que entra en paralelo con la racionalidad instrumental, con su característica esencial cuando la ciencia se hace cientificismo. Es decir, deja la validez simulando una visión del mundo, generando una ilusión en el ojo del humano engañando pseudoconcretamente la realidad que vivimos. Recuperando lo anterior es importante acotar que la ciencia no es el único camino para establecer el criterio de verdad, hay otras áreas del conocimiento que también fundamentan la verdad sin ser campos científicos, facilitando una integración o visión holista de ámbitos como la educación, la propia sociedad el ser humano. Es sin duda pues, recuperar este planteamiento inicial de conocimiento porque actualmente la postmodernidad nos lleva a determinar un mundo dual o determinado a partir de la crítica social que hacen los marxistas y neomarxista para llevar a cabo todo un discurso que sigue confundiendo a la humanidad, bajo los intereses de la neoligarquía financiera transnacional, que lo único que les interesa es la acumulación del gran capital. Por qué es vital centrar la atención en el meme verde o la conciencia que defiende el mundo postmoderno, porque es aquí donde se genera un “reduccionismo sutil” como lo ha señalado el Dr. Ramón en una sus cátedras del postdoctorado, ya que para quienes pretendemos ser educadores holista podemos confundirnos y caer en una falsación de la realidad global que entraña el Ser de la inteligencia espiritual del hombre. Este nivel de la conciencia de la postmodernidad entonces es necesario comprenderlo porque los contextos intelectuales y académicos donde interactuamos de forma permanente es el caldo de cultivo para engendrar este tipo de racionalidad que favorece el pensamiento crítico de la pedagogía y la didáctica, hermanando otras áreas de conocimiento que son participes de este entendimiento tal como los son la psicología cognitiva, la gestal, la escuela nueva, el humanismo de Rogers, el constructivismo. Así mismo, desde lo sociológico y epistemológico se encuentran otras teorías o postulados que están determinados dentro de esta visión y que encontramos una inmensa literatura que revisan y fundamentan la vida académica de las universidades y los diferentes niveles que estructuran nuestro sistema educativo nacional mexicano. Desde esta óptica, la construcción social de la realidad como lo menciona el Dr. Gallegos está fundamentada en el lenguaje, que toda verdad tiene validez para grupos o sectores que representan ciertos sectores de la sociedad. En este nivel de conciencia sobre sale la importancia de se le da al enfoque sociológico como lo podemos manifestar en una “una justicia social” con actos y hecho como ejemplo; la problemática de los estudiantes IPN que llegaron a presionar a gobernación hasta cambiar las estructuras directivas de esta casa de estudio, caso los estudiantes desaparecidos del 26 de septiembre de la escuela normal de Ayotzinapa, Guerrero y el movimiento


disidente de la CENTE del Magisterio de los Estados de Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que por más de una década han radicalizado sus movilizaciones para evitar que se les quiten estados de confort dentro de sus prácticas laborales. En fin hay muchos acontecimientos que son el efecto de toda una teoría crítica social que es la que fundamenta a la pedagogía crítica, así como los grupos ambientalistas, los derechos humanos, que dejan ver los estragos de este mundo postmoderno y que hace evidente una ilusión que está muy lejana a la realidad de una conciencia plena. Todo este escenario hasta aquí descrito tiene un gran impacto en la formación y desarrollo de las personalidades de los sujetos como seres humanos que sean capaces de enfrentar los obstáculos y las contradicciones con inteligencia espiritual, que incluya desde una visión holista el todo y la parte - la parte y el todo a través de una espiral dinámica que la definen niveles y dimensiones. El fenómeno educativo tiene su relevancia desde esta perspectiva en la necesidad de trabajar las inteligencias múltiples porque en este mundo diversificado ya se dio cuenta de la necesidad de considerar los canales de preferencia de los aprendizajes de los estudiantes, generando un gran salto hacia la pluralidad de las formas de intelegir la realidad en estudio dentro de los espacios académicos de las instituciones educativas. Si bien es cierto, es que desde esta posición del meme verde logra establecer una gran diferencia con el meme naranja con su racionalidad instrumental, memorística, mecanicista y dogmática y visualizarse desde la sustentabilidad y la reflexión crítica. Sin embargo, se necesita ahora dar un gran salto a la integridad educativa y dejando de lado la atomización y lo sectorial que establecen los modelos basados en competencias como lo desarrollo nuestro país como el enfoque que garantiza la calidad de la educación. El activismo social producto del tipo de educación que reciben los sujetos a afínales del siglo pasado y todavía en el actual hace que permee la violencia, el egoísmo, el hedonismo, el narcisismo, el nihilismo y la ingratitud. Como se observa todo ello está muy lejos de tener una formación integral y de una visión de ser humano con una racionalidad justa y espiritual que recupere áreas de conocimiento como la felicidad, la autocompasión, el amor universal, la bondad, la gratuidad y la comunidad de los aprendizajes, entre otros, que tanta falta hace tener en el rostro humano de quienes coexistimos en este mundo planetario kósmico. Al no existir éstas áreas de conocimiento en los tres primeros niveles de conciencia y estando presente en el meme amarillo, nos brinda la posibilidad de empezar a generar un nivel de conciencia con base a la inteligencia espiritual y aún integralismo epistemológico como lo advierte el Dr. Ramón Gallegos, el cual hace más interesante el entendimiento de lo que establece como relación sujeto-objeto tanto la epistemología de primer y segundo orden. Es sin duda que a partir del nivel de conciencia del cuarto meme amarillo se puede ahora tocar y abordar temáticas de inteligencia espiritual, pero sobre todo comprenderlas en la propia práctica y que son una alternativa para dejar el mundo de lo dual y lo determinado y empezar a llevar a cabo una revolución tranquila con rostro humano, en todas aquellas prácticas que nos hagan sentir y actuar de manera consciente. Los ambientes tóxicos y pesimistas, a través de ambientes optimistas y positivos formando comunidades de aprendizaje con visiones de mundo con mayor profundidad pueden contrarrestar esta negatividad reactiva que mayormente prevalece en los


contextos de este mundo postmoderno. Es decir, se tiene que estar con mucha expectativa de responsabilidad de apertura y de deseos de estarse superando de forma permanente con todos los argumentos que nos brinda el meme amarillo, el cual favorece el entendimiento del mundo transmoderno. Fortalecer el optimismo, nuestra felicidad, la autocompasión, el amor universal y nuestra sabiduría es la mejor estrategia de evitar que lo mundano nos atrape como un callejón sin salida. En otras palabras la visión holista es el camino al entendimiento de cómo sortear las manifestaciones reactivas y toxicas que se encuentran constantemente en el asecho para contaminar nuestras mentes y nuestro cuerpo. Es sin duda, que el aprendizaje de la atención plena en el andar cotidiano hace que nuestro tránsito sea más fácil e inteligente porque sobre llevamos de mejor forma todas aquellas situaciones y hechos que negativizan el ambiente. Por ejemplo, es importante revisar que programas televisivos estamos viendo, que tipo de lecturas hay en los periódicos, en las revistas que en su mayoría no poseen un mensaje que brinden un aprendizaje individual y social que favorezca nuestras áreas de conocimientos humano como las ya mencionadas y que más adelante describiremos a detalle. Como observamos la meditación activa e informal es sustancial para cuidar que no nos contaminemos de todos estos y más escenarios que ambulan contextualmente en cualquier actividad que se encuentra relacionada con nuestro quehacer cotidiano y ordinario, debemos ser muy cuidadosos y siempre establecer la estrategia de las atención plena para evitar caer en ellos y que nos pueden hacer daño mental y físico. La proporción de cosas o hechos buenos que hagamos, aumenta y se fortalece nuestra esencia humana, porque el cuidar lo que se ve, lo que se escucha, lo que se toca, lo que huele, y lo que se intuye será fundamental para nuestro desarrollo inspirador y espiritual. Conectando todo este escenario es necesario estar consciente de trabajar más nuestro cerebro optimista, para que el pesimismo no sea presa del fracaso en las personas, porque estando del lado optimista éste puede ser la palanca y el motor de nuevos aprendizajes que ayuden a salir adelante ante las adversidades, como acciones positivas para crear e innovar nuestros escenarios futuros. Ante esta perspectiva es sin duda importante la manera de cómo vemos el mundo y evitar caer en los ambientes de pesimismo. Como lo manifiesta Elaine Fox (2013), el optimismo y el pesimismo, al igual que otras características propias de nuestra personalidad, se pueden considerar como rasgos o disposiciones, así como estados, de tal forma que está en nosotros determinar ya sea estar en uno en otro como prevaleciente. Las personas predispuestas al optimismo a menudo se muestran alegres y felices con las disposiciones favorables, y su actitud puede contagiar a todos los que les rodean para hacer frente a lo que determine el devenir. Es decir, son personas que con mayor fortaleza pueden sortear los obstáculos que se le presenten y por el contrario cuando se está del lado del pesimismo, el efecto es la tristeza, la ansiedad, la angustia la que prevalece, haciendo que las personas tengan miedo a enfrentar el futuro. En el ambiente de la práctica docente nos parece que es de vital trascendencia considerar el optimismo en cada una de las estrategias de aprendizaje que el docente diseñe, desarrolle y evalué, porque el efecto sería en beneficio de nuestros estudiantes,


seguramente en las aulas se manifestará en cada una de las actividades la alegría, el gusto y el placer por estar desarrollando cada una de las intencionalidades u objetivos planteados por la guía adecuada de los docentes. Es motivo importante para considerar cambios sustanciales en los ambientes de aprendizaje y claro que el optimismo debe de ser iniciado por la actitud de los docentes y ser partícipe de él por para de cada uno de los estudiantes que entra en integridad lo sienta, lo vibre con una armonía de aceptación que permita el disfrute de cada una de esas actividades encomendadas y llegar a metas que los haga sentir parte de ellas, porque sólo a través de entender la comunidad de aprendizaje como un todo se puede lograr el éxito o por tanto procesos y resultados satisfactorios dentro del proceso de la enseñanza-aprendizaje. La cultura del pesimismo debe empezar por dejarse de lado antes de asumir responsabilidades académicas, es decir al asumir retos por iniciar un nuevo proceso de enseñanza o de aprendizaje no debe manifestarse actitudes de descontento, de amargura, de presión de hacer las cosas sin sentido, de no esperar buenos resultados, etc., porque entonces los fracasos serán una constante y no se asumirán como retos para sortear soluciones si estos se generan como una contingencia pedagógica, no estamos mostrando a nuestros alumnos y a uno mismo la autodisciplina por ser mejores día a día, en las aulas los estudiantes deben ver a docentes comprometidos, asumiendo retos a lo desconocido con actitudes positivas, con buena disposición de colaborar y compartir las experiencias y los saberes que socio-históricamente poseen y que son motivo de ser escuchados para interpretarlos, compararlos y comprender la realidad actual. Como dato interesante a tomar en cuenta en el optimismo y el pesimismo desde el punto de vista científico es la “neuroplasticidad”, el cual ha dado un vuelco espectacular y nos ha demostrado que hasta los cerebros más viejos son mucho más flexibles de lo que habíamos imaginado. No se trata de un cambio superficial a nivel de los pensamientos efímeros, sino que es un cambio real en la estructura física. Las neuronas y las conexiones de las neuronas, responden ante las cosas que hacemos, incluso ante las que pensamos, y eso da como resultado una serie de cambios reales en el funcionamiento de los circuitos cerebrales. (Fox, 2013) Si tomamos en cuenta estos argumentos científicos y los aplicamos de manera consciente en nuestras actividades de práctica docente podemos entender porque la importancia de llevar a cabo un trabajo docente optimista, ya que las experiencias personales que vivimos con el miedo y el placer, haciendo la gran diferencia en los modos en el que responde nuestra mente afectiva moldea nuestras interpretaciones del mundo real que nos rodea dentro y fuera de la práctica docente. Es decir, si cambiamos nuestras formas de aprendizaje que generan los conocimientos, también se puede cambiar o remodelar nuestros cerebros, y los beneficios en el proceso de la enseñanza-aprendizaje serían enormes, sólo hace falta aplicarlo con un gran sentido de optimismo y seguramente empezaremos a darnos cuenta de los grandes beneficios educativos y de todas aquellas actividades que desarrollemos en nuestra cotidianidad. Ante este contexto de entendimiento el constante aprendizaje, experiencia y prácticas viene a favorecer el remodelamiento del cerebro y por efecto el pesimismo y la negatividad generaría actitudes optimistas, las cuales pueden ayudar a despertar la creatividad y el talento. Aquí de la importancia también de generar cambios educativos que se vean reflejados en las formas de enseñanza y en las estrategias didácticas para establecer otro tipo de procesos de autorregulación para que bio-fisiológicamente se


vaya fortaleciendo el cerebro de los estudiantes, luego entonces urge un cambio curricular desde el diseño y desarrollo para que este entendimiento pueda llegar a quienes aplicamos las formas preinscritas de los planes y programas de estudios de los diferentes niveles educativos de nuestro Sistema Educativo Nacional Mexicano y subrayaremos en especial en la formación inicial de los futuros docentes porque las escuelas normales tienen que retroalimentar sus procesos formativos porque el futuro dela niñez está en manos de éstas instituciones y se necesita de docentes formadores de formadores con otra tipo de visión que no sea la racionalista, la instrumental, la mecánica y memorística o lo que en la actualidad se está propagando en el marco de los modelos basados en las competencias tendientes a lograr “la calidad de la educación”, como si fuera la gran utopía del Siglo XXI, y que lo único que ha hecho es una gran confusión por alcanzar el aprender a aprender, aprender a ser, aprender a hacer y el aprender a convivir. Tomar en cuenta la base biológica del cerebro es muy importante en el proceso del aprendizaje y que puede ser motivo interesante para generar investigaciones como en el déficit de atención, en la hiperactividad, etc., de tal forma que ante tal conocimiento puede ser el motor para el cambio de actitud de los docentes para generar optimismo en su labor y pueda de manera “espejo” transmitir éste a sus estudiantes e impulsar la motivación hacia las nuevas experiencias de los saberes y experiencias de aprendizaje, es decir debe haber una sintonía entre los cerebros como una determinante de mutuos progresos entre el docente y sus estudiantes. Con esto se pretende acabar a parte del pesimismo y el desinterés. Los argumentos científicos desde la neurociencia es una buena base de sustento que todo educador debe considerar para comprender el porqué de la importancia de conocer las peculiaridades y regularidades fisiológicas del cerebro humano para que las interconexiones neuronales entren en sintonía con todas aquellas mediaciones que se establezcan con las estrategias didácticas que posibiliten los docentes, porque con estas articulaciones se logrará el aprendizaje consciente. Todas estas investigaciones que genera campos como la neurociencia, la física cuántica, la inteligencia espiritual, son temáticas que deben estar en los discursos de los educadores e ir trascendiendo poco a poco a través de comunidades de aprendizaje al entendimiento de una visión holista que sea capaz de generar un movimiento humano que permita integrar el cuerpo, la mente y el espíritu. En éste último se puede rescatar conocimientos que ya tienen sustento científico como es el amor y la felicidad porque se encuentra interconexión con el cerebro y el corazón, ambos siendo órganos sumamente desarrollados y capaces de transmitir información que hacen que generen el autoconocimiento en el ser humano. La teoría es necesaria, pero es sin duda la práctica la que nos acerca a tener una mejor precisión a comprender el amor y la felicidad porque se ha experimentado a través de datos que pudo tener entrevistando a muchas personas, tal como lo ha hecho Marci Shimoff (2011) compartiendo sus experiencias en sus libros “Ama porque sí” y “Feliz porque sí”, y si tratamos de comprender su mensaje es que no se puede amar sino se posee la felicidad en uno mismo. Estos dos temas centrales son esenciales empezarlos a trabajar de manera permanente en nuestras vidas y en especial en nuestras prácticas educativas, ya que como lo señala la autora es necesario irradiar amor como una


herramienta para acercarnos a nuestros estudiantes y así transformar las relaciones personales hacia un amor incondicional desde una visión transpersonal. Antes de entrar hacia la explicación del amor incondicional, es necesario contextualizar porque Shimoff (2011) plantea siete pasos para alcanzar la felicidad interior: • • • • • • •

Los Cimientos: sé el dueño de tu felicidad El Pilar de la Mente: no te creas todo lo que piensas El Pilar del Corazón: déjate llevar por el amor El Pilar del Cuerpo: haz felices a tus células El Pilar del Alma: conéctate al espíritu El Tejado: vive con propósito El Jardín: cultiva las relaciones nutritivas

A través de estos pasos nos plantea como alcanzar la verdadera felicidad, no solo desde la perspectiva de la mente sino desde una visión holista, incorporando las actitudes que se encuentran interactuando en nuestras diversas áreas de la vida y que de forma didáctica y con el apoyo de las investigaciones nos invita a ir encontrando nuestra felicidad interna y que siempre ha estado presente en nuestro ser, sólo falta despertarla. Si lo llevamos al terreno de lo educativo, que tan importante es darnos cuenta de ella para poderla transmitirla a nuestros estudiantes en cada una de las acciones que emprendemos día a día en el trabajo docente, si logramos tener estudiantes felices, será más fácil el aprendizaje significativo dentro de las aulas ya que la felicidad llama al éxito y no queremos docentes y estudiantes deprimidos. Tocar el tema de la felicidad en la práctica docente es relevante porque es necesario aportar en conjunto con su familia y la sociedad, hacia la formación de los sujetos con una direccionalidad en sus vidas para que caigan en la infelicidad o busquen razones equivocadas como las adicciones de todo tipo y que estas dos situaciones de carácter externo no deben estar presentes en un educador y en un padre de familia dentro de la formación que se pretende lograr, lo que sí se espera es formar hacia una búsqueda de carácter interno; tener buenas relaciones, con nuestra familia y amigos, el éxito profesional, la seguridad económica, una casa bonita, un buen coche, hacer buen uso de nuestras habilidades y talentos; en una palabra, el placer que obtenemos de las cosas saludables que deseamos y de hecho tenemos en la vida (Shimoff, 2011). Es una buena motivación para quienes tenemos las responsabilidades sociales en la formación, tratando de desarrollar en la personalidad de nuestros estudiantes e hijos una visión hacia el logro de metas y éxitos impulsados por los buenos deseos y con actitudes positivas que favorezcan las circunstancias externas. Sin embargo, no debemos confiarnos, porque hace falta trabajar el carácter interno de Ser Feliz Porque Sí, tal y como nos lo plantea dicha autora; está es la verdadera felicidad, un estado neurofisiológico de paz y bienestar que no depende de las circunstancias externas. Es un estado interno en el cual la felicidad no depende de tener cosas materiales o dinero, esto no es trascendente, lo que si lo es cuando se manifiestan cualidades, como las que encontró en sus investigaciones Shimoff (2011) al entrevistar a las cien personas más felices que hay en nuestro planeta: • • •

Tener un sentimiento de ligereza y optimismo. Sentirse vivo, vital, lleno de energía. Tener la sensación de que todo fluye, de apertura.


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Sentir amor y compasión por uno mismo y por los demás. Sentir pasión por la vida y que ésta tiene un propósito. Sentir gratitud, perdonar. Estar en paz con la vida. Vivir plenamente el momento.

Si estas cualidades las empezamos a considerar con atención plena, qué no podríamos cambiar y transformar en lo personal y en lo social. Es decir, verlas manifiestas en las práctica educativas, seguramente cambiaríamos nuestro estado externo e interno, pero este último es el que debemos considerar como la palanca del desarrollo de la humanidad. Teniendo felicidad se puede derivar todo y para el caso particular del amor no se puede ver desde una visión reduccionista y romántica, es algo más integral y como educador holista, no importa las condiciones humanas para alcanzar la felicidad y el amor. El estado incondicional es una devoción hacia los demás. Hablemos ahora del amor porque sí (amor incondicional y amor universal), la cual está determinada por el ambiente y que tiene que ver con el estado de consciencia de la persona, que es importante reconocer que se encuentra conectado con la esencia y el centro representado en el corazón. Aunque hay que reconocer que hay dos tipos de amor, el que versa a través del interés de algo condicionado, y otro es que está definido como un amor superior o universal e incondicional, ambos se encuentran interactuando en la actividad humana, sólo hay que saberlos distinguir, y estar consciente en desarrollarlo para alcanzar la paz y la armonía interior, sobre todo en este último, de nivel superior. El amor entonces es un estado de consciencia, el cual logra fortalecer las dificultades y los miedos desaparecen. A partir de los fundamentos de la neurociencia y las experimentaciones se puede descubrir como a mayor producción de oxitosina es mayor la posibilidad de éxito y viceversa se genera el miedo a alcanzar objetivos o metas en la vida (negocios, relaciones personales, mejores niveles de aprovechamiento, etc.). Los beneficios físicos, psicológicos, sociales y espirituales son sorprendentes porque las personas se vuelven mejores seres humanos, manifiestas en sus relaciones, sus logros, en su salud interna y externa mejora. La gratitud se manifiesta como una forma de amor, la mujer la expresa más en su generalidad, esto hace entender porque en los diferentes campos o acciones que desarrolla la persona tiende actual de una u otra forma, pero sobre todo cuando se posibilita la gratitud hacia el otro. En educación debe ser un principio fundamental que en las relaciones interpersonales entre docentes, alumnos, directivos y padres de familia está área de conocimiento espiritual este envolviendo los niveles de relaciones para favorecer lo transpersonal y sea manifiesto en la mejora de la práctica educativa desde una visión holista. Tendremos docentes y alumnos más amorosos, directivos y padres de familia más comprometidos con las instituciones porque el amor es quien logra establecer esas relaciones de mejores sentimientos superiores. La crítica y las aversiones negativas hacen que se alejen del sentimiento del amor, este estado en los ambientes es destructivo y es un campo de cultivo para la violencia, genera rupturas en las relaciones laborales, de familia y personales. Si lo relacionamos con lo que sucede en la práctica docente, vemos con tristeza como dentro de las


instituciones educativas los docentes entre sí hay mucha violencia de todo tipo y esto influye directa o indirectamente dentro de los procesos de aprendizajes y en las actitudes de los estudiantes y padres de familia. Puede alcanzar niveles altos, es decir entre los niveles de la Secretaría de Educación y gobiernos con los sindicatos, asociaciones de padres de familia y hasta comités de estudiantes, en nuestro país en los últimos años es muy común ver como se generan estas manifestaciones negativas que no hacen más generar el retrocesos a la evolución y desarrollo de los niveles superiores de amor. La violencia en las escuelas es una manifestación de las conductas negativas cuando no ha sido tratada a partir del acercamiento del estado de consciencia del amor y que desde una manera integral puede disminuir o hasta quitarse por completo con la intervención de la meditación y la alimentación, entre otras estrategias. Solo hace falta experimentarlo como se ha hecho en algunas investigaciones científicas, no pueden estar las instituciones y todos los que en ellas participan sufriendo los efectos devastadores de este fenómeno que ya es muy común y que se ve casi a diario en las relaciones personales de los diversos espacios de las escuelas. El lenguaje es una herramienta que hace falta que se articule con el sentimiento del amor en la proceso de enseñanza-aprendizaje, porque éste tiene complicaciones que pueden afectar las relaciones y al propio desarrollo cognoscitivo y de las demás áreas que integran la personalidad del estudiante. Es decir, se debe de tener mucho cuidado en las formas como se expresa el lenguaje, si es a través de la palabra debemos porque no se deben de decir vulgaridades, palabras altisonantes, prosaicas o con énfasis de dictador, ya que estas formas tienen un gran impacto en los estados de ánimos. El lenguaje que favorece el entendimiento debe ser amoroso y bondadoso como nos lo ha expresado el Dr. Ramón en sus cátedras al estar disertando temas cómo este con un gran sentido de espiritualidad, porque en la actualidad versa un lenguaje muy rebuscado con nivel lleno de tecnicismos, el cual debe ser más literario, poético, en pocas palabras más sencillo y asequible sin perder su esencia de un buen discurso pedagógico que sea comprendido por todos las personas que estén directa o indirectamente relacionados con el fenómeno educativo. En las instituciones se debe de cuidar no caer en relaciones de ofensas, discordias por no saber conducirnos y guiarnos con un buen manejo del lenguaje y quienes tienen la responsabilidad social de cuidar estos detalles deben estar con atención plena para generar estrategias correctivas y parar este tipo de comunicación que no nos lleva a ningún dialogo de entendimiento humano. Un educador holista le debe de interesar el cuidado asertivo de la comunicación, el cual favorezca la amabilidad, siendo este un insumo de la felicidad. La pedagogía del amor universal, es una visión global de entendimiento para generar las relaciones traspersonales en nuestras instituciones, que no sea el conocimiento científico la única vía para posibilitar el aprendizaje como la verdad como criterio, porque hay otras áreas del conocimiento que también son válidos y debemos transitar en las multiepistemologías que incluyen las de primer y segundo orden porque solamente trabajando en los niveles y multiniveles de conocimiento y de los estados de consciencia podemos centrar la atención plena en este tipo de pedagogía de amor universal, y no caer en posiciones críticas, activas, nuevas, constructivistas, conductistas, que lo único que hacen en generar ciertos reduccionismos del


conocimiento educativo y no logran comprender la esencia del conocimiento holista de la educación, de la enseñanza y del aprendizaje sin olvidar su conexión con los ambientes y las comunidades locales, nacionales, internacionales, mundiales y planetarias, hasta considerar el aspecto kósmico. El amor conduce también a la aceptación, porque en las relaciones entre los sujetos hay una multidiversidad de personalidades, por tanto cada estudiante debe ser considerado como único y a la vez como parte del todo, y es aquí donde el docente debe generar su amor hacia ellos como un aprendizaje que fortalecerá las comunidades de aprendizaje. El educador holista tiene una gran responsabilidad porque no importa la cantidad de sus alumnos en las aulas, los ambientes ásperos de las relaciones con los colegas, alumnos mal portados, alumnos con bajo aprovechamiento y un nivel de aprendizaje con dificultades enormes, la visión de este tipo de educador debe ver sus condiciones de trabajo en las posibilidades o áreas de oportunidades para desarrollarse y generar el cambio y la evolución de sus realidades. El educador con esta visión no se quejan, son creativos, innovadores, aman a sus alumnos y a los sujetos que intervienen directa o indirectamente en la práctica docente, escolar y educativa. Es decir, su compromiso es total y de conciencia plena. La educación holista una de sus dimensiones que tiene es la inteligencia espiritual a parte de lo social, lo político (integral), la ciencia. Y dentro de la dimensión en estudio, se tiene la felicidad, el amor, la atención plena, el optimismo, la autocompasión, la gratitud, etc., de tal forma que ahora haremos mayor énfasis a la gratitud, la cual en los últimos años se han preocupado por encontrar más explicaciones sobre los descubrimientos acerca de este tema con datos muy interesantes, los cuales aportan pruebas científicas de que los individuos que cultivas la gratitud de forma sistemática, experimentan una gran variedad de beneficios mensurables; psicológicos, físicos e interpersonales. Las pruebas sobre la gratitud contradicen la creencia, ampliamente generalizada en que todos los individuos tienen una “disposición” a la felicidad que no puede alterarse con ningún medio conocido: en algunos casos los individuos afirmaron que la gratitud había introducido cambios visibles en su vida. Y más importante aún, familia, amigos, parejas, y otras personas en su entorno repitieron una y otra vez que los individuos que practican la gratitud parecen perceptiblemente más felices y su compañía resulta más agradable. (Emmons, 2013) Como se nota este es otro tema de gran importancia espiritual que la educación holista estudia para que a través de la práctica de la gratitud los seres humanos seamos más felices, tal como lo manifiesta Emmons (2013) en sus planteamientos investigativos y que un educador holista debe considerar para que su práctica profesional este basado en este tipo de desarrollo espiritual si realmente queremos que nuestros estudiantes sigan por el camino de la felicidad y ellos practiquen también la gratitud que tanta falte hace en este siglo XXI, lleno de mucha violencia de todo tipo. Los tiempos actuales están llenos de mucha ingratitud y es necesario hacer un cambio de actitud, empezar a generar bondad en nuestras vidas, para que también sea una práctica justa y beneficiosa y se dé sentido a todo lo que hagamos en nuestras actividades cotidianas. Lo importante y trascendente es alcanzar con la gratitud la emoción, la bondad y la virtud. Relacionando estos grandes temas a la educación desde una perspectiva holista, sabemos que es necesario desarrollarlos en los ambientes de aprendizaje con nuestros estudiantes y colegas porque esto puede ser inspirador en palabras del Dr. Gallegos y que es momento de trascender en ellos, para


que las prácticas sean de forma positiva a la hora de proyectar las relaciones a través de todos los sistemas de apoyo que brindamos hacia el logro de los conocimientos, habilidades, capacidades, destrezas, pero sobre todo en la construcción y formación de los hábitos con las estrategias de aprendizaje que diseñemos para que se esté practicando la gratitud, porque con ella estaremos tocando una línea muy sensible llamada la moral y luego entonces sería más satisfactoria las experiencias de aprendizaje logradas en los estudiantes, como el aprecio a todas las cosas y aprendizajes logrados de forma individual y colectiva. Cabe destacar que en el proceso de los aprendizajes y de la enseñanza de los educadores debe estar presente la humildad por compartir los saberes, siendo este un gran principio fundamental, porque cuando se genera desde el estado de consciencia ya es un gran avance porque se está cultivando la integración social, en el ámbito del seno de una práctica pedagógica inspiradora, que seguramente se manifestará e apoyo y ayuda entre los intervinientes que pueden ser los destinatarios y destinados a dar o recibir los niveles de gratitud, tendientes a generar la evolución y cambios que vienen a manifestarse beneficios como lo señala Emonns (2013); físicos, mentales y espirituales, los cuales están muy relacionados con la felicidad. Ya es tiempo de despertar el asombro en nuestra esencia humana siendo agradecidos de las cosas buenas que hacemos en la vida y sobre todo en el mundo de lo educativo, a través de prácticas pedagógicas y didácticas que favorezcan el trabajo en comunidades de aprendizaje, brindando el apoyo a los demás como un acto de generosidad y así sea apreciada nuestra labor docente no por lo que se logre o se gané en términos materiales o monetarios, sino por el reconocimiento por una labor social que integra socialmente a los seres humanos para vivir mejor y alcanzar niveles de inteligencia espiritual como resultado de una práctica satisfactoria de gratitud y de amor hacia los demás. Es decir, como lo señala Emmons (2013), en sus tres percepciones o dones de la experiencia de la gratitud y llevada en el seno de una práctica educativa; el destinatario (estudiante) debe reconocer el valor del regalo (aprendizaje); El destinatario (estudiante) debe reconocer al donante (educador) y acto bondadoso (ambiente de aprendizaje) de él; finalmente el destinatario (estudiante) debe apreciar el regalo (aprendizaje) como gratuito. Esto tres dones en esta analogía es un gran conocimiento que nos deja el autor porque practicarlo en nuestra labor docente como educadores holista es un detonador hacia el cambio y trascendencia inspirador al desarrollo de una práctica hacia la pedagogía del amor universal. Pasando a otro tema no menos importante es la compasión derivado de la lectura que se hizo de Kristin Neff (2012), en donde tenemos que cuidar de nosotros mismos, para poder cuidar de los demás. Si te juzgas y te criticas continuamente intentando al mismo tiempo ser amable con los demás, estás poniendo límites artificiales que lo único que provocan en ti son sentimientos de separación y aislamiento. Es lo contrario de la integridad, la interconexión y el amor universal, siendo este el objetivo último en la mayoría de los caminos espirituales de cualquier tradición. (Neff, 2012) La integridad en la autocompasión como una actitud de ser amable consigo mismo es muy importante para podernos proyectar con los demás temas como la gratitud y el optimismo porque que tan importante es evitar la crítica y la autocrítica y no lacerar nuestro Ser y lo de los demás, más si se trata de aquellas personas que están muy


cerca de nosotros interconectados como son los amigos, familiares, estudiantes y compañeros de trabajo, es más todo Ser y Seres Humanos. La autocompasión, es importante trabajarla como una estrategia para cuando se está con mucho sufrimiento, es una manera inteligente y hábil como lo señala el Dr. Ramón, Gallegos (2015) de enfrentar las experiencias de repudio hacia los demás, porque es importante aprender o reaprender de éstas y no generar los sufrimientos y no lastimarnos. Este es el gran sentido de la autocompasión. En palabras de (Neff, 2012), la compasión hacia uno mismo requiere que tomemos consciencia del propio sufrimiento. No podemos conmovernos ante nuestro propio dolor sino empezamos por reconocer que existe. Por su puesto, a veces resulta evidente que estamos sufriendo y no podemos pensar en nada más. Lo más habitual, sin embargo, es que no reconozcamos nuestro propio dolor. Ante tal visión, como vemos es posible entonces es transformar el sufrimiento en espiritualidad que es capaz de darnos alegría, es increíble pero necesario hacerlo para estar en un estado de consciencia que favorezca el afecto y la atención que ya señala dicha autora y que muy amable nos comparte sus experiencias reveladoramente. En la práctica de la docencia, es indiscutible que un educador holista bajo este entendimiento de la autocompasión, debe entender en sus relaciones horizontales con sus estudiantes es muy común que existe el sufrimiento como una constante, y que puede ser motivo para el retroceso de los aprovechamientos académicos. Es aquí donde el docente debe establecer las mejores estrategias para guiarlos y situarlos en un estado de autocompasión y logren esa transformación para superar los obstáculos y temores, pero sobre todo los sufrimientos a situaciones emocionales de mucho afecto y entendimiento del dolor por el cual están pasando y que no debe ser la causa para no seguir adelante con sus metas y objetivos académicos. Es de gran interés también subrayar el papel que guarda la bondad hacia uno mismo, porque es un componente de la autocompasión, es decir debemos ser amables y comprensivos, evitando la crítica, y ante este componente aparecen otros dos; es necesario que reconozcamos nuestra humanidad en común y la atención plena (Neff, 2012). Combinar estos tres componentes sin olvidar el dolor, es una llave para seguir con nuestras metas y objetivos sin prejuzgarnos y criticarnos, en el entendido de soy un educador con errores y aciertos, con debilidades y fortalezas, y que ningún sufrimiento nos debe de detener para lograr el éxito y el bien común, porque el dolor que sentimos lo sienten los demás bajo circunstancias distintas, pero conscientes porque los percibimos tal como son en el presente y en el ahora. Es decir, se debe de donar, paz, tranquilidad y amor. La humanidad común en la autocompasión es una fortaleza a diferencia de la autoestima que favorece en cierta forma y medida el ego, la vanidad, cosa contraria debemos desarrollar la generosidad y no la lastima. En este contexto como educador holista, debemos cuidar mucho que en las instituciones formemos las comunidades de aprendizaje y generar liderazgos para ayudar a nuestros estudiantes para que el dolor sea canalizado como un impulso y palanca hacia el logro de los aprendizajes con un papel de serenidad, paz, ecuanimidad, imparcialidad por parte del docente y cuando se vea la violencia es importante no confundirla con la agresividad, por este última tiene otro sentido diferente porque ésta se puede canalizar de igual forma para alcanzar los objetivos pero en un sentido de heroicidad como el Dr. Ramón nos lo hizo saber en una


de sus sesión del seminario. En cambio la violencia debe desaparecer por completo dentro de nuestra visión holista porque ésta nos lleva a una actitud negativa que no tiene rostro humano y por lo tanto en nuestros procesos de enseñanza y de aprendizaje no debe generarse. Toda esta contextualización de la humanidad en su impacto en la educación, hace que el sufrimiento sea un común denominador, porque no estamos solos y cada uno de nosotros tenemos experiencias comunes de un gran interés humano.

Conclusiones La visión holista nos hace repensar hacia una perspectiva integral, con un nuevo lenguaje, con nuevas maneras de articular los conceptos y prácticas espirituales como lo que hemos vertido en este ensayo en donde los temas de amor, de gratitud, de autocompasión no se encuentran aislados, al contrario están articulados e integrados que tocan otras áreas de entendimiento y ámbitos como la integridad epistemológica, la neurociencia y que se ven reflejados como efectos hacia la felicidad, la bondad, la apreciación, la generosidad, el reconocimiento, el éxito, la inspiración, la humildad, la sensibilidad, la voluntad, la virtud, la actitud, lo perdurable, la prosperidad, la autosuficiencia, el asombro, etc., sólo por mencionar algunos. Es increíble, como a partir del análisis y la reflexión de estos temas de inteligencia espiritual se ha podido comprender de la gran magnitud y trascendencia que tienen éstos en nuestras vidas personales, familiares y profesionales para estar en el camino del verdadero estado de consciencia. En las prácticas educativas que tan importante es desarrollar estos grandes temas en la formación y desarrollo de las personalidades de los sujetos en su devenir histórico, porque podemos favorecer la necesidad de establecer paulatinamente niveles de consciencia como formas de vida para mejorar el entendimiento del porqué es importante generar prácticas espirituales dentro y fuera del ámbito educativo. Es decir, nos encontramos ante una integración social que va a posibilitar una gran revolución interna y externa, de manera tranquila, buscando la paz hacia mejora en todos los sentidos, pero sobre todo recuperar la necesidad histórica de generar una práctica docente consciente, que reinvente aquellas estrategias de aprendizajes derivadas de una política educativa integral, de igual manera reinventada a partir de las necesidades históricas y culturales de un país y un mundo en general que reclama tener este tipo de prácticas para poder trascender y tener una vida llena plenitud , satisfacción y apreciación por lo que estamos haciendo en este planeta. Podemos cerrar con este trabajo que compartimos, mencionando que nuestras vidas están interconectadas las cuales nos permiten darnos cuenta que el optimismo, la gratitud y la autocompasión están ligadas o compartidas unas con otras como experiencias de toda la humanidad. Cuidemos entonces que no se genere una visión parcial, miope o parca de ver por separado las áreas de conocimiento en estudio, porque dejaríamos lo trascendental que la visión holista nos genera para alcanzar el estado de consciencia pleno o espiritual. Finalmente es trascendental pensar y reconocer que la gratitud, el optimismo y la autocompasión con contenidos de interés humano que debemos abrazar para favorecer otros temas importantes como la felicidad


Bibliografía Elaine Fox (2013), Una mente feliz, descubre cómo funciona el optimismo y cambia tu forma de ver la vida, Editorial Diana, México, D.F. Marci Shimoff, Carol Kline (2011), Ama porque sí, 7 pasos para crear una vida de amor incondicional, Editorial Urano, Barcelona, España. Rober A. Emmons (2013), ¡Gracias!, de cómo la gratitud puede hacerte feliz. Kristin, Neff (2012), Sé amable contigo mismo, el arte de la compasión hacia uno mismo, Editorial Oniro, Barcelona, España.


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