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Plantas tintóreas
Muchos pigmentos naturales, sí, aunque la clorofila es el pigmento principal en las plantas, una clorina que absorbe longitudes de onda amarillas y azules de la luz mientras que refleja verde. Es la presencia y abundancia relativa de clorofila la que da a las plantas su color verde.
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Lobelia o Flor del pájaro
PIGMENTOS NATURALES CUANDO EL COLOR SE IMPORTA
CAP 6
Las plantas producen de forma natural gran variedad de pigmentos (clorofilas, carotenoides, flavonoides, antocianinas) que dan color a sus órganos.
El ser humano ha sido capaz de extraer esas moléculas para colorear tejidos y otros materiales, incluidos los alimentos, pero los colorantes vegetales han estado presentes desde antiguo en manifestaciones artísticas y en las pinturas corporales.
El distintivo color azul del colorante índigo se debe a varias especies de plantas, que incluyen Isatis tinctoria, aunque la mayoría del índigo natural se obtiene de especies del género Indigofera, nativo de los trópicos. En climas templados el índigo puede obtenerse de Isatis tinctoria y de Polygonum tinctorum. En Centroamérica y Sudamérica las dos especies Indigofera suffruticosa (añil) y Indigofera arrecta (índigo de Natal) fueron las más importantes.
El popular azafrán (Crocus sativus), cuyos estigmas son los que utilizamos en la cocina, tiene también aplicaciones en farmacia, pero es especialmente valorada su materia colorante, utilizada para pastas, confituras, dulces, licores, etc. Y así podríamos seguir días y y días, hablando de plantas y sus cualidades. Plantas útiles, en este caso, para obtener tintes naturales. Mucha historia que recorrer, porque antes de la llegada de los tintes sintéticos, a mediados de la década de los 1850, solamente estaban disponibles los tintes que provenían de sustancias naturales y que servían para teñir textiles, hilos y otros materiales.
¿Qué es lo que hace que una planta sea considerada tintórea?
Se consideran como plantas tintóreas todas aquellas especies que contienen, en uno o en sus diferentes órganos, altas concentraciones de principios colorantes como alcoholes fenólicos, taninos, flavonoides y antraquinonas.
Las plantas tintóreas se expandieron a través de la Ruta de la Seda, y con el descubrimiento de América se sumaron los colores del Nuevo Mundo. Un mundo de color que en ocasiones ha identificado a pueblos y culturas.
Son numerosas las plantas tintóreas cuyos pigmentos vegetales residen principalmente en las flores o los frutos, pero también se encuentran en las hojas, en los tallos, la corteza, las raíces, los rizomas y las semillas.
¿Dónde encontramos la materia colorante de las plantas?
1 La inmensa variedad de aspectos de la naturaleza vegetal que investiga.
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Sulphur Cosmos, Dwarf Orange (Cosmos sulphureus)
En función de la especie vegetal, la parte aprovechable de la planta rica en principios activos varía. Cada planta tintórea tiene al menos una parte útil para la elaboración de tintes naturales, y en algunos casos es la planta entera la que proporciona materia colorante, como sucede con algunas especies del género Indigofera, especialmente las mencionadas arriba: Indigofera tinctoria y Indigofera suffruticosa.
Los colorantes se extraen, en la mayoría de los casos, por decocción en agua. Cada grupo de pigmentos da lugar a colorantes distintos: • Los carotenoides a amarillos o anaranjados. • Los flavonoides a rojos, azules o violeta. • Las antocianinas a rojos o azules.
Algunos pigmentos pueden fijarse directamente a los tejidos sumergiendo la planta y la tela en agua caliente, pero la mayoría de ellos deben ser fijados a las fibras empleando mordientes, que son sustancias químicas orgánicas o inorgánicas: taninos, urea, hierro, cromo o alumbre, entre otros.
¿Cuáles son las principales plantas tintóreas?
En la visita que realicé hace unos días al Botànic (Jardín Botánico del Universidad de Valencia) pude observar que, junto al huerto, han creado una zona dedicada a plantas tintóreas que me llamó especialmente la atención. Una pequeña selección de plantas habitualmente conocidas por su valor ornamental y no tanto por su utilidad, al menos en lo que se refiere a su capacidad de elaborar tintes naturales con alguna de sus partes.
Y así estaban, floreciendo en verano para dar color al calor. Unas más altas que otras, flores más grandes o más pequeñas, pero todas llamando la atención para que sepamos que además de bonitas, son plantas muy útiles.
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Estigmas desecados del azafrán (Crocus sativus)

TINTES NATURALES LA NATURALEZA Y EL COLOR EN EL ARTE DE TEÑIR
La historiadora especialista en plantas tintóreas, Mª Julia Martínez, nos invita a descubrir los tintes naturales que podemos encontrar en el mundo vegetal. Plantas que crecen sobre todo a lo largo del mediterráneo, con las que se introdujo por primera vez el color en la vestimenta antigua y con las que pudimos iniciarnos en el maravilloso arte de teñir, gracias a un curso impartido por la investigadora en el Jardí Botànic de la Universitat de València.
El gran despliegue de colores que nos muestra el mundo vegetal no debió pasar inadvertido a nuestros antepasados. Se podría señalar que el gusto por las ropas de color nació como un intento de imitar los colores de la naturaleza. No es descabellado pensar esto si tenemos en cuenta que en la nomenclatura utilizada por los autores clásicos para describir las diferentes tonalidades de sus vestidos no encontramos términos como rojo vivo, verde claro o azul oscuro, sino una base esencialmente naturalista. Y es que comparaban el color de la fibra o vestido teñido con el de alguna flor, fruto u objeto coloreado que veían frecuentemente en la naturaleza. Así, algunas designaciones que consideramos modernas como azul cielo o verde manzana se remontan a época clásica. Ovidio, por ejemplo, recomendaba a las mujeres los vestidos azul cielo, amarillo azafrán, verde mar o verde mirto. Los tres colores básicos, rojo, amarillo y azul,
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En la historia de los tintes no podemos olvidar que el gusto por un color determinado estuvo muy ligado al simbolismo. Así, por ejemplo, los griegos y romanos al igual que otros muchos pueblos, desde la prehistoria, consideraron el rojo como un símbolo asociadas siempre al color de la sangre, la dadora de la vida, con toda la connotación mitológica que esto conlleva. Las sedas teñidas en color púrpura y rojo portadas por fenicios, persas, griegos y emperadores romanos fueron muy elogiadas en las fuentes antiguas.
Se puede decir que la historia de los tintes se inicia con la ambición de tintoreros y alquimistas griegos, introduciendo nuevas técnicas y avances para obtener, particularmente, el color rojo y sus variedades, Algunas de las recetas para elaborar estos magníficos colores se describen en varias compilaciones del periodo greco romano.
Las bases técnicas de este arte se transmitieron al occidente medieval a través de recetarios, hasta época moderna, introduciéndose nuevas materias tintóreas y técnicas foráneas. De esta manera, la identificación de un determinado tinte en un resto textil constituye un logro importante, ya que puede darnos una valiosa información a la hora de datar el tejido, a la vez que puede ayudarnos a concretar cual pudo ser su lugar de origen.
El origen de los procedimientos de teñido se remonta muy atrás en la historia y el método más primitivo consistió en sumergir una pieza entera en el recipiente con el tinte.
Las sustancias colorantes de origen vegetal fueron las más usadas, y se prefirieron a otro tipo de materias tintóreas por diferentes causas, como su buena fijación, solidez, tradiciones regionales, valor económico o religioso, principalmente.
Los tintes de origen natural fueron el único medio de embellecer las telas, darles color, o realizar bordados polícromos que incrementaban el valor del tejido. Estos colorantes fueron de uso común hasta el descubrimiento de la malveína por Perkins. La patente de este tinte en 1856 marca el inicio de la era de los tintes obtenidos por síntesis química. La consecuencia de esta innovación fue el nacimiento de una nueva tecnología del teñido y la pérdida progresiva del uso de plantas e insectos para la elaboración de tintes. Actualmente la investigación en materia de tintes naturales se ha incrementando, pero no existe una disciplina académica en la que se incluya su estudio.

Tagetes patula
plantas tintóreas


La hora dorada
EL ARTE DE TEÑIR CON TINTES NATURALES
El arte es concebido como una necesidad humana. Desde la más remota antigüedad el hombre no ha tenido suficiente con poseer los objetos que le rodean y que le han servido para satisfacer sus necesidades, por lo que, siempre ha intentado revestirlos de belleza persiguiendo un ideal de superación. Se puede pensar que éste fue el objetivo que le llevo a inventar las distintas artes e industrias, como por ejemplo la industria del tejido y el arte del teñido. Gondefrille definió el arte de la tintura como «el arte de combinar y fijar químicamente a las diversas sustancias textiles todos los colores». Minerales, vegetales y animales, pero con un matiz «no se trata de una aplicación superficial e imperfecta, sino de una combinación química y perfecta».
Esta definición nos sugiere que posiblemente la gran mayoría de las materias primas naturales podrían servir para tintar, pero su
CAP 6 fijación a las fibras textiles, en el hipotético caso de que se diera, sería superficial y en poco tiempo la pieza o el hilo se desteñirían.
El descubrimiento de principios colorantes gracias al azar, como las manchas con jugos de bayas o los colores de determinados vegetales al hacerlos hervir (por ejemplo las pieles secas de la cebolla), constituyeron los primeros tintes.
Actualmente tenemos constancia, por las fuentes escritas y los análisis efectuados a restos textiles, de un gran número de plantas tintoreras, pero éstas no representan más que una pequeña parte del conjunto de productos de origen vegetal que pueden contener materias colorantes.
Tanto en el norte de Europa, como en los países ribereños del Mediterráneo la abundancia de plantas en estado salvaje favoreció el desarrollo del tintado de textiles con colorantes de naturaleza vegetal. Existiendo especial predilección por plantas como la rubia, la gualda o la isatis.
Para comprender los procesos de tinción es necesario conocer bien las materias primas que se van a teñir así como las sustancias colorantes empleadas para ello. Las materias primas empleadas condicionan los resultados finales en cuanto a la calidad, durabilidad de los productos y precio.
Rubia tinctorum 1 La inmensa variedad de aspectos de la naturaleza vegetal que investiga.
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ROJOS DE LA GRANZA, AZUL, EL ÍNDIGO DE LOS VEDAS
Una de las familias vegetales más importantes utilizadas para la obtención del tinte rojo es la de las rubiáceas, siendo la especie cultivada Rubia tinctorum L. la más estimada ya que se pueden obtener con ella toda una gama de matices que iban desde el rojo escarlata al marrón oscuro, en función del mordiente utilizado.
En el caso de la rubia los principios colorantes se encuentran en mayor proporción en la raíz de la planta y con ellos se consigue el tinte conocido como granza. Su nombre en Sanscrito es nili, de donde procede el término nila que hace referencia al color azul oscuro o añil. Puede considerarse uno de los colorantes más utilizados a lo largo de la historia para teñir fibras textiles.
Y es que suele ser bien aceptado por las fibras vegetales, tales como el lino y el algodón. El índigo se extrae de un arbusto procedente de la India, que puede llegar a alcanzar una altura de entre 1,20 y 1,50 m. Se trata de una leguminosa que actualmente sigue cultivándose en la región de Gujarat

Rubia tinctorum (Tinte) Elaborado a partir del Índigo (Indigofera tinctoria) 90

AMARILLO, LA TÚNICA AZAFRÁN EL PÚRPURA VEGETAL
El color amarillo en la antigüedad se obtenía principalmente a partir de la planta del azafrán crece salvaje en Grecia, Asia Menor y Egipto. Esta especie contiene unos aceites esenciales. Su principio colorante es la crocetina y se encuentra en los estigmas de la flor.
Es uno de los pocos tintes directos que se encuentran, como tal, en la naturaleza. Se trata de una materia colorante soluble en agua y por tanto la manera de extraer el colorante es mediante una decocción simple o una maceración. Antaco o chamiri, es una planta pequeña cuyas raíces fueron muy apreciadas desde épocas milenarias, ya que de ellas se obtiene un precioso tinte de color rojo.
Su uso esta asociado al desarrollo de la gran textilería prehispánica, especialmente de la cultura Paracas. Los expertos tintoreros paraquenses lograron obtener de esta especie, infinidad de tonalidades rojas, destreza que hasta el día de hoy causa admiración. Para tenir con antaco o chamiri, se usa 1kg de lana o algodón por 1kg de raíces de antanco.

Marigolds Cochinilla tinte

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