IMPRESOS DE LA IGLESIA SIGLO XV

No se podían construir nuevas iglesias, e incluso el sonido de las campanas de la iglesia estaba prohibido. La educación del clero y de la población cristiana o bien cesaba por completo o se reducía a los elementos más rudimentarios.
La pedagogía medieval confiaba en la reparación humana a través de tres vías; entendimiento, virtud y gracia divina. La ciencia y el conocimiento fue el camino para alcanzar la sabiduría.
Es aquí donde aparece la escolástica, fue una corriente teológica y filosófica que se basa en la coordinación de la fe y la razón, con una subordinación de la razón a la fe Se pretendía acercar al hombre al conocimiento de dios mediante el conocimiento de todo lo producido por la naturaleza, como la Biblia, que fue la principal herramienta de conocimiento.
Los movimientos religiosos reformistas y contrarreformistas dieron pie a profundas transformaciones en distintos órdenes de la vida en la Europa de inicios de la modernidad Desde el mismo seno de la Iglesia, el monje agustino Martín Lutero (1486 1546) comienza su campaña de crítica al comportamiento del clero y al incremento de su riqueza En la ciudad alemana de Wittenberg, en el año 1517, elaboró las conocidas 95 tesis, en las que plasmaba su pensamiento El documento se fijó en las puertas de la catedral de la localidad, lo cual, según las costumbres académicas del momento, significaba que quedaba abierto el debate público
Como reflejo de las condiciones sociales e ideológicas, se continúan imprimiendo sobre todo obras de carácter religioso, en especial biblias, libros litúrgicos y textos sobre doctrina cristiana La producción de impresos más modestos se vio acaparada por la literatura de la Reforma y, de tal forma, miles de pequeños folletos, opúsculos, sermones de Lutero y obras cortas de edificación espiritual inundaron el continente europeo y se erigieron en eficaces instrumentos propagandísticos Pero aunque el movimiento reformista propició la difusión del libro, el feroz ataque contra las instituciones monásticas conllevó la destrucción de valiosos códices medievales e incunables
Los incunables son los primeros libros impresos de la historia, desde los albores de la imprenta en 1450 hasta el 1 de enero de 1501 Prácticamente todos los de la UB provienen de los conventos expropiados durante la desamortización de Mendizábal, en 1835 Los primeros libros incunables no poseían paginación, por lo que fue necesario idear un sistema que facilitase el trabajo de plegado a los encuadernadores.
Dicho sistema consistía en añadir letras, números o signos en la parte inferior del recto de la primera hoja del pliego, que servían de guía al encuadernador.
Posteriormente se introdujo la foliación, dándole a cada hoja un número correlativo colocado en la parte superior del recto (pagina derecha) Más tarde se numeraron las páginas, las dos caras de la hoja, utilizando ya los números arábigos
EL PRIMER LIBRO IMPRESO CON LA NUEVA MÁQUINA FUE LA «BIBLIA DE GUTENBERG»,
L O S P R I M E R O S L I B R O S I M P R E S O S E N E L M U N D O
Es a mediados del siglo XV cuando se comienza a progresar en la transmisión de ideas y arte al llegar la invención de la imprenta Un invento que transformó a la humanidad a finales de la Edad Media, consiguiendo abrir un nuevo mundo de posibilidades para la conservación del pensamiento escrito, la enorme difusión del invento proporcionaba ponerlos al alcance de toda la humanidad
Cuando Johann Gutenberg, de Maguncia, al inventar para la imprenta los caracteres móviles, la difusión de la imprenta tomó un giro impresionante La rapidez de su difusión tuvo un impacto drástico sobre la historia de esa época
La irrupción de la imprenta en el Edad Media supuso una revolución: los libros podían copiarse con una rapidez nunca vista y su impacto fue incalculable
La historia moderna sería inconcebible sin la invención de la imprenta ya que su uso cambió por completo la cultura occidental y posteriormente, la historia del mundo.
Mientras que los monjes tenían el poder de controlar los escritos en toda Europa los índices de alfabetización eran ínfimos La iglesia católica, el poder mayor en aquellos tiempos, prohibió que fueran impresos y difundidos los libros religiosos anónimos, salvo que antes pasaran por su control, examinados y aprobados, publicando un índice de todos ellos.
La impresión o publicación de cualquiera de los mismos constituía herejía, significaba predicar contra la iglesia y podía castigarse con la muerte
Una vez superada la censura previa, había libertad para imprimir libros de distintas temáticas y este círculo se fue abriendo con el paso de los años. Una vez la iglesia y las monarquías absolutas perdieron el poder de controlar absolutamente todo lo que se imprimía, la difusión de ideas contrarias al feudalismo y a la religión establecida corrieron por toda Europa