
Este manifiesto que tienes en tus manos es el fruto Este manifiesto que tienes en tus manos es el fruto colectivo de diferentes lesbianas que han puesto un colectivo de diferentes lesbianas que han puesto un poquito de su fuego para crear la llama de arte poquito de su fuego para crear la llama de arte conjunto, expresando el deseo, la amora, el miedo, conjunto, expresando el deseo, la amora, el miedo, la felicidad y la sensualidad propias del habitarse la felicidad y la sensualidad propias del habitarse llesbianas. esbianas.
A través del arte, te decimos A través del arte, te decimos mi querida lectora: mi querida lectora: este es nuestro manifiesto. Porque existimos, nos este es nuestro manifiesto. Porque existimos, nos amamos, nos emberracamos, lloramos, hacemos el amamos, nos emberracamos, lloramos, hacemos el amor, hacemos collage, poesía, vivas estamos y amor, hacemos collage, poesía, vivas estamos y pintamos este mundo de un amor sin igual, un amor pintamos este mundo de un amor sin igual, un amor verdadero, recíproco y revolucionario: la amora verdadero, recíproco y revolucionario: la amora entre mujeres. entre mujeres.
Esperamos que gustes de nuestro manifiesto y ojalá Esperamos que gustes de nuestro manifiesto y ojalá por supuesto, que la lesbiandad toque a tu puerta por supuesto, que la lesbiandad toque a tu puerta y deseosa, abras ese llamado. y deseosa, abras ese llamado.
¡Feliz día de la visibilidad lésbica a todas, ¡Feliz día de la visibilidad lésbica a todas, especialmente a las lesbianas que no se han dado especialmente a las lesbianas que no se han dado cuenta que lo son! cuenta que lo son!

-Tertulia Lésbica. -Tertulia Lésbica.
26 de abril 2024.
26 de abril 2024.







Mi sangre en plenilunio Borrará los pecados del mundo. Mi útero regocijante, Lleno del placer de sangrar, Lavará las culpas.
Mi sangre en plenilunio, Sale por mis piernas, Y muestra el camino a mis hijas.
Ese sendero que hoy sigo, Y que labrado lo veo, Por la sangre de otras.
Otras que en plenilunio, Sangraron y borraron, Los pecados del mundo.
Mis muchas madres que, De sus úteros regocijantes, Lavaron las culpas.
Cuya sangre derramada en plenilunio, Me recordaron que nunca estuve sola.
Ni mirando al frente.
Ni mirando atrás.

