«[...] Debemos a la lucidez de Juan LISCANO el reconocimiento pleno de la obra de JIMÉNEZ URE. Fue LISCANO quien vislumbró de modo consistente la importancia de su obra y abrió nuevos compases de interpretación para ella; una obra ciertamente difícil, que parece no obedecer a una tradición clara en la literatura venezolana [...]» (Gabriel JIMÉNEZ EMÁN)