El Canto del Saltamontes

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E l Canto del S altamontes

Son los primeros días de otoño, y ya han caído los primeros copos de nieve en los picos más altos de la sierra. A pesar de ello, en los sotos próximos al cauce del río, en la llanura, el cálido sol de un día despejado hace subir la temperatura por encima de los 25 ºC. Es un terreno pedregoso expuesto al sol, donde las lavandas y los tomillos resecos salpican el terreno entre rocas calizas repletas de musgos y líquenes. El ambiente se llena de un sonido familiar que parece proceder de todas direcciones, nos referimos al "canto del saltamontes". Los entomólogos denominan a este sonido con el nombre de "estridulación" y en este caso procede de especies de saltamontes pertenecientes a la familia de los "acrídidos". Son éstos los saltamontes que nos resultan más familiares de todo el orden de los "ortópteros". 1


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Esencialmente diurnos se caracterizan por sus antenas cortas y robustas, siendo capaces de mimetizarse perfectamente con su entorno en un minúsculo puzle de tonos ocres y pardos unas veces, verdosos en otras. Casi todas las especies de esta familia tienen la capacidad de volar y llegan a medir 100 mm de longitud. Los "acrídidos" producen estridulación mediante el frotamiento de unas protuberancias que poseen en sus patas posteriores denominadas "raspas" o "limas" contra un raspador, que en este caso son sus alas anteriores. Producen así unas características vibraciones similares a las que podríamos producir pasando una hoja de papel por los dientes de un peine.

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A medida que el terreno desciende hacia el río, la humedad aumenta y la vegetación cambia, abundando ahora las praderas de verdes hierbas. Es éste el hábitat preferido de otro gran grupo de saltamontes, el de la familia de los "tetigónidos" , conocidos como "grillos de matorral". Es esta abundancia de insectos que pululan por todas partes la que se lo va a permitir. Es el caso de pequeños mamíferos como musarañas o murciélagos,; decenas de especies de aves, como mosquiteros o currucas; anfibios como ranas, tritones, reptiles como lagartijas; innumerables especies de peces de ríos y pantanos; otros artrópodos terrestres como arañas y ciempiés: otros insectos como hormigas león, mariquitas, mantis, e incluso vegetales como las droseras.

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Ortópteros de hábitos crepusculares o nocturnos, se caracterizan por la longitud de sus antenas más largas que el resto del cuer po, y por lucir normalmente una vistosa librea de vivos colores verdes, aunque algunas especies muestran colores marrones claros , más acorde con el entorno de hierbas secas en el que se desenvuelven dichas especies ya entrado el verano.

Poseen un aparato bucal con fuertes mandíbulas de carácter típicamente masticador y las hembras se reconocen fácilmente por un llamativo y característico ovopositor u "oviscapto" en forma de cuchilla, que no se encuentra relacionado con ningún tipo de mecanismo de defensa en forma de aguijón venenoso, sino que su función no es otra que la de depositar los huevos en los tejidos internos de los tallos de las plantas.

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Los tetigónidos también cantan, pero a diferencia de sus parientes los acrídidos, éstos lo hacen levantando las alas y frotando las bases de éstas, produciendo as' cantos más agudos y prolongados. Uno de los hechos con los que está relacionada la estridulación es con el agrupamiento de individuos, pues a pesar de ser animales esencialmente solitarios los agrupamientos ocasionales constituyen otra de las características más notables de estos insectos. Son muy conocidos en el caso de las langostas en el que se han llegado a congregar entre 700 y 2.000 millones de individuos ocasionando graves daños en las cosechas.

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Este gregarismo se produce sólo bajo determinadas condiciones ambientales. Así después de largos periodos de sequía y ante un fuerte incremento de la pluviosidad, tiene lugar una eclosión en masa de huevos, lo que unido a una falta de alimento debido a la escasez de vegetación, provoca una migración masiva. Otro aspecto sor prendente asociado a este hecho, son los cambios paulatinos que sufren los individuos, adquiriendo nuevos caracteres morfológicos, fisiológicos y etológicos.

Al igual que el resto de los insectos, los saltamontes poseen tres pares de patas provistas de eficaces uñas con las que poder agarrarse a las plantas. Los dos primeros pares se encuentran adaptados para la locomoción y el tercero mucho más largo y fuerte que los demás es el que les capacita para sus potentes saltos. Este mecanismo constituye su forma básica de evasión ante posibles depredadores, de los cuales no se encuentran exentos en absoluto estos simpáticos insectos. 8


Por el contrario sus enemigos son muy numerosos, destacando mamíferos como el erizo, aves como el cernícalo, anfibios como sapos y ranas, reptiles como lagartos, e incluso otras especies de insectos depredadores como escarabajos, mantis, libélulas, etc, etc.... Ante tal cantidad de depredadores, aún siendo el salto su recurso fundamental de huida, los saltamontes han desarrollado otros mecanismos de defensa. Así algunas especies disponen de una extraordinaria capacidad para el vuelo, desplegando entonces sus fuertes y bellas alas de colores azules, naranjas y verdes, que, por una parte despistarían a sus depredadores, para dejarse caer posteriormente de forma repentina al suelo, y por otra, incluso asustando a sus atacantes.

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Además de la "cripsis" de sus colores simulando el entorno disponen de otro singular mecanismo de defensa que podemos experimentar fácilmente en un simple paseo por el campo. Si descubrimos un pequeño saltamontes en el tallo de una planta, acercándonos sin movimientos bruscos, observaremos como el insecto se situará inmediatamente detrás del tallo. Pero si nos movemos lentamente alrededor, nos percibiremos que nuestro pequeño amigo hace lo propio y al mismo tiempo, permaneciendo siempre "escondido" detrás del tallo.

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En algunas especies de la familia de los tetigónidos se puede producir la autoamputación de una pata anterior, como fenómeno reflejo cuando ésta pudiera haber quedado atrapada por cualquier eventualidad. También se ha constatado la autohemorrea es decir, la regurgitación de líquidos por la boca en caso de ataque. Durante el reposo las alas posteriores se encuentran replegadas y protegidas por las alas anteriores más fuertes y quitinizadas, denominadas "tégmenes". éstas se encuentran cubiertas parcialmente en su base por el "pronoto o placa dorsal característica del primer segmento del tórax con forma de "silla de montar", y que junto a la venación de las alas es muy valioso en la determinación de especies.

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Aunque eminentemente herbívoros, algunas especies son detritívoras, se alimentan de restos de materia vegetal en descomposición y otras como algunas pertenecientes a la familia de los tetigónidos, carnívoras, capturando pulgones y otros pequeños insectos. El "canto del saltamontes" también está relacionado con la reproducción. La hembra es atraída por los sonidos producidos por el macho, aunque en algunas especies se ha constatado la producción de vibraciones por parte de las hembras. La estridulación es diferente y característica para cada especie y puede variar enormemente de unas a otras. En algunas especies de acrídidos el canto consta de unos 20 chirridos cortos durante 15 segundos y con intervalos de 6 a 10 segundos, mientras que en otras consta de 4 chirridos durante solamente un segundo y con intervalos de 2 segundos.

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La hembra percibe los sonidos específicos para cada especie gracias a los "oídos" formados por minúsculas membranas situadas en la base del abdomen en el caso de los acrídidos o curiosamente en las tibias de las patas delanteras en el caso de los tetigónidos. La posición en la cópula es variable según de qué especies se trate, cabalgando el macho sobre la hembra o incluso debajo en algunas especies de acrídidos o situándose el macho en dirección opuesta a la hembra y con el vientre hacia arriba, en una posición más propia de un contorsionista, en otras especies de tetigónidos.

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Los machos de los tetigónidos segregan un "espermatóforo" gelatinoso llamado espumalina, que adhieren al abdomen de la hembra. éstas pueden ingerir la espumalina debido a su alto contenido proteínico, que será de una inestimable ayuda en la posterior producción de huevos.

Una vez la hembra ha sido fecundada deposita dos o tres puestas de entre 10 y 100 huevos cada una, dependiendo de las especies. En el caso de los acrídidos depositan sus huevos en fisuras del terreno y los rodean de una secreción viscosa que se secará en contacto con el aire formando una envoltura protectora denominada "ooteca". Los tetigónidos suelen realizar su puesta practicando una hendidura con su característico oviscapto en forma de hoz en los tallos de las plantas, para introducir posteriormente sus huevos.

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Pasarán todo el invierno los huevos de los saltamontes protegidos de esta forma, hasta que los calores de la primavera y verano lleguen de nuevo y los hagan eclosionar. Nacerán entonces diminutos "saltones" que ya no sufrirán más metamorfosis a lo largo de su existencia como sucede en la gran mayoría de insectos, sino que pasarán a lo largo del verano por entre cuatro y quince estadios ninfales diferentes dependiendo de las especies, creciéndoles antenas, alas y aumentando de tamaño en cada uno de ellos.

Si tienen suerte y ninguno de sus numerosísimos enemigos se cruza en su camino durante este largo periodo, llegarán a adultos, y podremos oír su canto reclamando a las hembras algún soleado día del final del verano.

Alberto Carrera

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