manualespirometriaALAT2007

Page 13

P1

P2

A

13

P2

P1 B

Figura 4.1 Los flujos (líquidos o gaseosos) se pueden comportar como flujos laminares (A) cuando las líneas de corriente son paralelas a la pared del conducto. Cuando un flujo acelera las líneas de corriente se desordenan formando remolinos locales dando origen a flujos turbulentos (B); la figura C ilustra un flujo de transición cuando el conducto se dicotomiza (C).

C

La resistencia al flujo depende de la viscosidad del fluido, la longitud del tubo y el tipo de flujo (laminar o turbulento). Sin embargo, el mayor determinante es el diámetro del tubo. Si el radio del tubo disminuye a la mitad, la resistencia aumentará 16 veces; en cambio si la longitud del tubo se duplica la resistencia será del doble. Es decir, el flujo está limitado por el diámetro del tubo. No importa cuanto aumente la presión del fluido, el flujo alcanzará un límite máximo dependiendo del diámetro del conducto (Figura 4.2). Entender y cuantificar la resistencia de la vía aérea es difícil debido a que no se trata de tubos rígidos y uniformes. La resistencia pulmonar está compuesta en su mayoría por la resistencia de la vía aérea y mucho menos por la resistencia del tejido pulmonar (Figura 4.2A). Aproximadamente, del 25 al 40% de la resistencia total se encuentra en la nariz. Entre más pequeña es la vía aérea mayor es la resistencia. Sin embargo, la resistencia es recíproca a la suma de los conductos, de tal suerte que la resistencia disminuye con las generaciones bronquiales ya que éstas aumentan exponencialmente (Figura 4.2A). La resistencia de la vía aérea se ve afectada cuando el calibre cambia por contracción o relajación del músculo liso, debido a la regulación nerviosa simpática o parasimpática. Asimismo, en presencia de enfermedad, como en la EPOC, el calibre de la vía aérea disminuye progresivamente por inflamación crónica e irreversible, secundaria a la inhalación de humo de tabaco. Además, durante la espiración, especialmente si es forzada, puede existir compresión dinámica de la vía aérea, lo que puede aumentar más la resistencia del sistema (Figura 4.3). La resistencia de la vía aérea no puede medirse directamente, pero puede calcularse a partir de su relación con la diferencia de presión (DP) y el flujo (R=DP/V’), lo que es una aproximación ya que asume que el flujo es laminar. La diferencia de presión puede medirse por cambios en la presión pleural (medida como presión esofágica) o por los cambios en la presión alveolar (pletismógrafo) y el flujo se puede medir por medio de un neumotacógrafo conectado a una boquilla o una máscara oro-nasal. La espirometría es una forma mucho más sencilla, pero indirecta de identificar cambios en la resistencia de la vía aérea.

Manual de la

para el uso y la interpretación

Espirometría

por el médico


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.