El jardín que habitas

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Nací una noche de tormenta, cuando se acababan mayo y la década de los setenta. Crecí con libros en las manos y poesía en los bolsillos. Escuchaba poemas, los leía y, pronto, empecé a inventarlos. Me gustaba ir a ver a mis abuelos, que vivían en una casa baja con jardín. Desde entonces, tengo la costumbre de meterme en jardines de los que, a veces, me resulta difícil salir. También me gusta invitar a merendar a un montón de personajes fantásticos que rondan mi cabeza. Frente a un té calentito, pasamos la tarde escribiendo historias.

Soy ilustradora. Nací en Madrid, en una casa sin jardín pero con libros. Me recuerdo de pequeña, pasando las páginas de un pesado tomo de la enciclopedia Larousse, buscando las láminas a color: banderas de países, mariposas, mapas… También recuerdo dibujar con rotuladores en cuartillas blancas un inventario de mi mundo de entonces: una castaña, un zapato, un diente. Si me preguntas, esa fue la semilla. Siempre hay una semilla, aguardando paciente una oportunidad hecha de caricias de sol y de la generosidad de la lluvia.

Publicado por AKIARA books Plaça del Nord, 4, pral. 1ª 08024 Barcelona www.akiarabooks.com info@akiarabooks.com

Depósito legal: B 3.092-2024 ISBN: 978-84-18972-47-8

Primera edición: marzo de 2024 Colección: Akipoeta, 8 Dirección editorial: Inês Castel-Branco

Todos los derechos reservados

AKIARA trabaja con criterios de ecoedición, optimitzando el diseño, seleccionando papeles certificados y buscando una producción de proximidad para minimizar el impacto ambiental.

Este libro ha sido impreso sobre papel Offset Arena Natural Rough de Fedrigoni, con un gramaje de 200 g/m 2 para la tripa y de 300 g/m 2 para las cubiertas dípticas, cosidas con hilo visto.

Este producto está hecho con material proveniente de bosques certificados FSC® bien manejados y de materiales reciclados.

© 2024 M. Carmen Aznar, por el texto © 2024 Raquel Catalina, por las ilustraciones © 2024 AKIARA books, SLU, por esta edición

Impreso en España @Agpograf_Impressors

En la tipografía, se ha usado la Gentium Book.



E

l origen de tu origen fue un abrazo cálido en invierno. Fuiste, así, simiente, sin saberlo. Semilla en campo fértil regada por la sístole y la diástole de la tierra madre, de la lluvia madre. Brotaste con la fuerza poderosa del otoño. Y creció un jardín. Tu jardín. El jardín que habitas.



T

us ojos, asombrados, exploraban el jardín. Todo era nuevo. Todo crecía, por primera vez, para ti. La alfombra frondosa que sostenía lo que tú no sabías sostener se llenaba de besos y caricias que arrullaban el límite, pequeño e indefinido, de tu ser. El olor de tus flores era blanco. Blanco lienzo, blanco leche, blanco amor. Y te construyeron, en la rama del almendro, un nido de nanas tejido con las hebras vibrantes del antiguo cordón. Tú fijaste tus raíces, firmes, y a la vez tambaleantes, al abrazo del nido.



T

u andar vacilante se hizo firme, poco a poco, en el jardín. Las briznas frescas cosquilleaban, nerviosas, las plantas nerviosas de tus pies. Y esos pies curiosos te acercaron al arbusto de las muñecas, al sembrado de las pinturas, al matorral de las canciones, al árbol alegre de las retahílas. Otros jardineros te tejieron bufandas, te contaron historias, te llevaron, de la mano, a cada flor.


Les diste nombre a todas: rosa, clavel, poesía, lavanda, azucena, padre, abuela, hierbabuena, dalia, lirio, amapola, ruiseñor… En primavera brotaron, a centenas, margaritas, comienzos y despertares. Y tus ojos, admirados, los veían crecer.


Y

crecía con tu savia, con tu sangre, tu jardín. Despertó impetuoso. Se extendió salvaje, como jungla. Se extendió la vida en tu jardín. Se extendió tu vida en el jardín. Se extendió la yedra trepadora a la intemperie, agarrándose a los muros resquebrajados que no podían contener tu jardín envolvente y caótico.

La violencia abrazaba la ternura de tus flores nuevas. Plantaste preguntas sin respuesta y asomaron, tras tu riego de lágrimas, inquietudes. Y algún sí. Y más de un no.



L

as mujeres son verdaderas jardineras. Ellas son las cuidadoras de sus hermosos jardines habitados, de esos pedacitos de naturaleza cercana, sembrados de vida y de poesía. EL JARDÍN QUE HABITAS es un poemario íntimo y femenino que recorre la vida entera de una mujer a partir de la metáfora del jardín.

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AKIPOETA LA BELLEZA DE LOS DETALLES

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