LAS CUATRO ESTACIONES
Eva, Selene, Julen y Abdú eran amigos que vivían en una ciudad calurosa. Un día, fueron al bosque y vieron un árbol con cuatro puertas de colores: invierno, primavera, verano y otoño. Cada uno entró por una puerta y vivió una aventura diferente.
Eva entró por la puerta azul del invierno y se encontró con un paisaje nevado. Hizo un muñeco de nieve y se deslizó por un tobogán de hielo. Se lo pasó muy bien, pero también tuvo mucho frío.
Selene entró por la puerta verde de la primavera y se maravilló con las flores y los animales. Vio una mariposa que la llevó a un jardín secreto. Allí jugó con unos conejitos y unas ardillas. Se lo pasó muy bien, pero también tuvo muchas alergias.
Julen entró por la puerta amarilla del verano y se divirtió con el sol y el agua. Fue a la playa y nadó en el mar. Hizo castillos de arena y comió helados. Se lo pasó muy bien, pero también tuvo mucho calor.
Abdou entró por la puerta roja del otoño y se sorprendió con los colores y los frutos. Recogió manzanas y nueces. Saltó sobre las hojas secas y voló una cometa. Se lo pasó muy bien, pero también tuvo mucho viento.
Después de un rato, los cuatro amigos salieron por sus puertas y se reunieron en el árbol. Se contaron sus experiencias y se dieron cuenta de que cada estación tenía sus cosas buenas y malas. Decidieron que les gustaban todas las estaciones y que querían volver a visitarlas algún día.