Revista ajá! número 73 juguetón

NĂşmero 73 | Semana del 20 al 26 de Diciembre 2017

LA DOS

Semana del 20 al 26 de Diciembre 2017

Miguel Ángel Arritola

T

uvieron que pasar muchos, pero muchos años para poder entenderla.

Tuvieron que pasar esos tantossss años para hacer exactamente lo que hacía ella, por años.

Era un comedor muy bonito, de caoba, de 12 sillas, para 12 personas, muy hermoso el comedor.

Todos los 24 de diciembre era lo mismo.

Ella me levantaba a las 5 de la mañana para que fuera al molino a comprar la masa para los tamales.

Yo, con mi “lindo” caracter, siempre iba “refunfuñando” y ella detrás de mí, muerta de la risa.

Era un ritual para los dos todos esos 24 de diciembre de muchos pero de muchos años.

Ella siempre se enojaba porque siempre me faltaba “algo” que se me olvidaba comprar.

Recuerdo que cada 24 de diciembre ella estaba en “friega” haciendo los tamales, el pavo, la salsa, siempre con la esperanza que de algún día esas 12 sillas de ese maravilloso y hermoso comedor de caoba se vieran ocupadas por todos sus seres queridos... ese comedor de 12 sillas... de 12 lugares... para 12 personas.

Todo el día del 24 de diciembre era de “Miguel...ve por esto”... “Miguel, ve por aquello otro”, sus enojos eran una maravilla para mí, prefería verla así que sumida en tristeza, viendo ese hermoso comedor de caoba, de 12 sillas, para 12 personas.

Amaba su forma de se; fuerte, ruda, áspera.

Sólo yo conocía lo que había detrás de esa rudeza, de esa aspereza, sólo yo.

Ya caía la noche del 24 de diciembre, de un cualquier 24 de diciembre y ella no paraba.

Al filo de las 8 de la noche, veía ese hermoso comedor de caoba, de 12 silllas, para 12 personas, pero no decía nada, nunca admitió lo que le dolía ver ese mueble vacío.

“Me voy acostar un rato, ahí ya tienes todo mijito, tamales, tu salsa de aguacate que te gusta y tu pavo, deja recostarme un rato”, me anunciaba al filo de las 8 de la noche con voz ya no tan fuerte, ya no enojada, más bien, vencida, vencida de ver otro año ese hermoso comedor de caoba, de 12 sillas, para 12 personas solo, ni siquiera a la mitad, no, solo.

Al principio dolía mucho ver esa actitud de ella.

Al principio me enojaba mucho con ella.

Al principio... eso fue al principio... pero tuvieron que pasar muchos, pero muchos años para poder entenderla.

Soy muy ella... ella era muy yo.

Heredé en mucho su forma de ser.

Heredé en demasía su orgullo.

Heredé esa bendita arrogancia ante la vida que ella tenía.

Heredé, y hasta hace 4 años lo hice, sus retiros temprano a dormir cada 24 de diciembre...

Pero esos retiros de ella a la hora de la cena de Nochebuena los entendí hasta que un día ella se fue... hace años, no sé cuántos... soy pésimo para las fechas... para los números, pero soy una eminencia para los recuerdos.

Bendito Dios que no heredé ese hermoso comedor de caoba, de 12 sillas, para 12 personas... porque sería una herencia tan desoladora como esos retiros en busca del olvido...en busca de no pensar y sólo soñar....soñar...que soñar no cuesta nada.

/revistaajaofficial

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Número 73 | Semana del 20 al 26 de Diciembre 2017

Ese comedor de caoba...

@ajamagofficial

Director General Miguel Ángel Arritola

Reportera Aracely Chantaka

José Lucio Administración

Certificado de Licitud de Título en trámite.

Editor Martín Fuentes

Diseño Enrique Riojas

Tel: (81) 8343 6367

Editor cultura roberto garza

Relaciones Públicas Marcela Garza

Reserva de Derechos en trámite Se prohíbe la reproducción total o parcial del contenido de esta edición sin la autorización previa por escrito.

Certificado de Licitud de Contenido en trámite.

El contenido de los editoriales es responsabilidad de sus autores y no necesariamente representan la línea editorial de la revista. número 73 ESTA EDICIÓN SE publicó EL 20 de diciembre DE 2017

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Fotos: Enrique Riojas y Bella Ragazza

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Bella Ragazza se vistió de Mamá Clos para llevarle a los niños la magia de una Navidad diferente.

Gracias a tu generosidad al acudir a la posada de “ajá!” la noche del 14 de diciembre con un juguete bajo el brazo, es que hoy, un niño es muy feliz

LA UNIÓN HACE D LA NAVIDAD

Miguel Ángel Arritola e polo a polo, de extremo a extremo, de municipio a municipio, de sol a sol, el objetivo se logró; llevar un “pedacito” de cielo azul a cada niño que esperaba con ilusión su regalo de Navidad.

Es tan fácil arrancar la sonrisa de un niño; es tan fácil despejar un cielo oscuro y tornarlo en azul.

Todo es fácil cuando se tiene la voluntad de hacerlo.

Hoy, decenas de niños y niñas extendieron sus brazos para abrazar ese juguete que tú hiciste posible al asistir a la posada de ajá! aquel 14 de diciembre en La Gran Carpa.

De esa posada podría escribir un libro en dos tomos y la razón principal es que pese a la baja temperatura que imperó esa noche, todos llegaron con un juguete arropado en sus abrigos, en sus bolsas, en sus corazones.

De polo a polo, de extremo a extremo, de municipio a municipio, de sol a sol, el objetivo se logró y hoy se culminó con éxito lo que ustedes hicieron posible.

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25 veces... ¡gracias!

Miguel Ángel Arritola

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odos y cada uno de ellos tiene mucho qué contar en torno a esta Navidad.

Hay quienes sí creen. Hay quienes no.

Hay quienes se emocionaron de entrada con la idea, hay quienes de plano dejaron en “visto” el mensaje pero lo importante es que el resultado final fue DE LUJO. Como director y editor de la revista ajá! fue un deleite visual leer tantas historias, tantas maneras de expresar sus sentimientos a una fecha tan significativa.

Fue un reto que gané el incitarlos a viajar a la niñez de cada uno de estos 25 maravillosos personajes a quienes tengo la fortuna de conocer.

Debo de recobocer que todos y cada uno de estos 25 personajes tienen algo en común: El soñar.

Conocer el otro lado del artista, ya sea de un pintor, de un cantante, de una actriz, de un actor, de un directo de teatro resulta fascinante, tan fascinante como el trabaio profesional de ellos mismos arriba de un escenario, detrás de una cámara, plasmando en un escrito lo que será su próxima obra de teatro, todo resultó mucho más de lo que yo mismo esperaba.

A cada uno de ellos admiro....a cada uno de ellos he tenido la fortuna de entrevistar....y a cada uno de ellos va mi gratitud eterna.

Cada uno de los 25 artistas cedieron un poco de ese tiempo valioso que poseen para abrir sus corazones y dejarnos entrar un poco más allá de su oficio, de su arte, de dejarnos abrazar su corazón y su alma.

A nombre de la revista ajá!... mil gracias

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La noche antes de Navidad (una Navidad muy especial)

Veva Cuervo

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Miguel Angel Arritola

C

uando la vi en “La Higuera” por supuesto que me arrebató el alma, sacudió todo mi ser e hizo que más de tres veces me quitara un par de lágrimas que empañaban mi vista ante semejante entrega a un personaje que va de lo tierno a lo tirano; de lo sublime a lo mágico.

Veva Cuervo transmite y sabe manejar de una manera deliciosa las emociones cuando se pone en la piel de cada personaje que le toca encarnar.

En “Día de Orgullo” sus líneas eran crueles en contra de los gays pero ella transformaba esa crueldad en un personaje carismático y lleno de un arcoiris de emociones que la gente que asistía a la obra adoraba.

Veva Cuervo trae por las venas ese arte apasionado que toda actriz debe tener y hay que verla en “Magnolias” en Foro Arcadia para conocer los alances que puede tener alguien a quien el teatro reclama y el público ovaciona-

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Crecí con Santa Claus, con los Reyes Magos y el Niño Jesús: los tres eran igual a Navidad. Disfruté las posadas, los cantos, las piñatas, cacahuates y colaciones, el ponche y luces de bengala, los grandes nacimientos con ermitaño, diablo, estanque de patos, pastores y borregos , y aquélla estrella de Navidad que colgaba de un cedazo o de una cana del pelo largo de mi abuelita Yaya, y que realmente parecía que flotaba sobre el pesebre, el salir con mi padre a ver las luces en las avenidas y grandes casas en Obispado y del Valle, y llegando nochebuena , dormirnos temprano con la emoción del siguiente día.

Todo ello después de haber pasado maravillosos nueve días del 16 al 25 imaginando historias en Belén , pasando horas viendo el nacimiento y creando historias con cada uno de los monos de barro que componían aquella escena maravillosa de anunciación, gozo y adoración.

“Aleluya !!! os ha nacido un Salvador”. Cómo me hacía ilusión despertar a las 7 am el mero 25 de diciembre y encontrar ,bajando la escalera (en orden del chico al grande, éramos 11) toda la casa entre sala , comedor y estancia llena de luces , globos de colores, serpentinas y nuestro juguete especial, sí sólo uno, alrededor del nacimiento cubierto de heno y musgo, y señalando cada uno de nuestros juguetes o regalos con nuestra inicial en monedas nuevas de peso o inclusive de tostones.

Esa maravillosa sorpresa ,que ya de grande ayudé a mi padre a darsela a a mis hermanos pequeños, inflando globos y colgando serpentinas me hizo luego feliz transmitírsela a mis hijos pequeños , fue algo inolvidable que mi padre nos heredó . ¿Por qué si Jesús era la celebración , también venían los reyes Magos con juguetes? ¿ y por qué Santa Claus le ayudaba en su trineo con los renos? Guiados por Rodolfo?

Eso era lo mejor¡¡¡ lidereaba el trineo con su nariz brillante “roja como la grana” camino a cada chimenea.!!!!

De entre tanta tradición : la mexicana, la americana y la europea con San Nicolas de Bari, creci amándolas a todas , pero me quedé con la fascinante idea del taller de Santa en Polo norte , su trineo , Rodolfo el reno, el gran pino navideño, Silent night , jingle Bells y un histriónico HO HO HO¡¡ de los

americanos, y de la tradición mexicana, con los ricos buñuelos, el ponche, el nacimiento, las nochebuenas, los cantos de pedir posada, las luces de bengala y Jesús , José, María, el burro el Buey y un ángel en el pesebre .Y así, las 3 tradiciones marcaron la vida de mis hijos, con una nochebuena antes de navidad en una bendita cena con Pavo , Ponche, spaghetti, puré, ensalada de manzana y el tradicional fruit cake navideño. Después de pedir posada claro !

La magia de navidad sigue en su corazón y en su mente, y mientras ellos así lo quieran y sientan, Santa Claus existe ; y puede una noche antes de navidad venir y cumplir el gran deseo de uno de ellos, que cuando les expliqué esa tradición y el por qué de los aguinaldos de los papás que eran realmente santa claus, ella quizo esa navidad sólo ese regalo e hizo esta petición en su cartita : “Dear Santa : si en verdad no existes, como dijo mi mamá, ven entonces esta noche, paséame en tu trineo y me vuelves a dejar en mi casa antes de que amanezca para abrir mis regalos. Gracias: te dejo galletas y un vaso de leche en el pino.”

Todas las tradiciones envuelven el verdadero sentido de la Navidad: el Amor y Gratitud, la Generosidad y la entrega, la Paz y la solidaridad entre la humanidad. ¡Gloria a Dios en el Cielo y Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!

Foto: Cotesía Veva Cuervo

ACTRIZ

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02 Una Navidad...

Miguel Angel Arritola

E

l cover era muy caro para un estudiante como yo, y más en los 80´s. Pero moría por conocerla.

Esa noche de diciembre se presentaba en el Hotel Crown Plaza, en aquél entonces, ese hotel equivalía a “El Patio”, aquel lugar en México donde solo se presentaban los cantantes que tenían millones de discos vendidos, (ahí también la fui a ver un par de veces).

Llegué al hotel desde las 22:00 horas. Bien “vestidito”. Bien ilusionado.

Al filo de las 23:55 horas, se escucharon los músicos, arrancaba el show. Yo estaba triste porque todo indicaba que no la vería, que no la conocería, que no la escucharía.

De repente, impulsivo como siempre he sido, veo una charola, la agarro y con sangre fría paso de lado de quien estaba coordinando la entrada del público para el recinto.

Me hice pasar como mesero.

El lugar ya estaba en penumbras, el preludio de “Corazón latino”, combinado con “La Cantante” anunciaban la llegada de ella, mi ídolo, mi cantante y ahora mi eterna amiga.

Veo un lugar vacío justo frente al escenario. Arrumbo la charola de mesero y se abre el cielo para mí; aparece ella, mucho más hermosa que en televisión, mucho más divina que en las portadas de sus discos. “...toda mi vida es un escenario y justo en el centro estoy yo, sola frente al mundo para darle mi canción. Y con tu mirada, escucho violines que envuelven mi alma y mi voz, yo soy la cantante y canto para darte amor...”.

Hasta ahí todo era perfecto y maravilloso, no daba crédito a esa voz tan potente, tan cristalina, con esos agudos que sólo se los he escuchado hasta la fecha a Mariah Carey.

De repente, en el momento preciso en que mis manos casi sangraban de tanta ovación otorgada a esa voz, a esa belleza de mujer, a esa CANTANTE, alguien pone sus manos en mi espalda, me pide mi ticket de entrada al show, al ver mi cara, me invita de la manera más cordial a que abandone el lugar.

Unas trompetas potentes, tocadas de manera que erizaba la piel

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sin ‘muñeca rota’ anunciaba “Necesidad de ti”, la segunda de la noche.

“Oye tú.. qué has hecho de mí, un pobre juguetito de tu amor. Oye tú, pero que enredaste, que mira que he luchado,para odiarte y aún así, tengo necesidad de ti...” y el próximo “Oye tú...” ya no pertenecía a la canción, ya era para quien me estaba invitando a que saliera del show por no haber pagado.

“Oye tú...”...ella para la música, se acerca al gerente del hotel. Hablan, ella me mira, vuelve a hablar con el gerente del hotel. Veo que se ríe, se dirige a los músicos y ya frente a su público, ordena a la orquesta que inicie una vez más “Necesidad de ti”.

El gerente se pone a un lado mío.

Su cara, de una seriedad sólo comparada a Herman Muster, ese personaje de la teleserie “The Munsters” me agarra de la cintura, me acomoda una silla, con su mirada me sugiere que me vuelva a sentar. Enseguida gira instrucciones para que me sirvan de cenar y algo de tomar, “cortesía de ella....de Dulce, eres su invitado de lujo esta noche” y apunta al escenario donde una mirada de traviesa me ve, quiere reír, pero el tema de Rafael Pérez Botija no se lo permite, se concentra en interpretar aquello que dice “...tengo necesidad de ti, que no se calma, que cuanto más amor me das, más me hace falta...”.

Al final del show me mandó hablar con su gente y al llegar a ella, verla de cerca, con ese vestido negro con aplicaciones en rojo (y que según Raúl Velasco había dicho en emisiones anteriores a “Siempre en Domingo” que “era un vestido hecho con piel de víbora”) no podía dejar de verla.

Su cara, sus ojos y esa voz que cuando me preguntó atacada de la risa...”¿Cómo te atreviste, quién soy yo para recibir tal honor, tal arrojo?”; acto seguido ella, Dulce,La Cantante, me dio un beso que jamás olvidaré y que aún ahora, después de casi más de 25 años lo sigo recordando porque es y será por siempre MI CANTANTE, MI AMIGA Y MI HERMANA.

Dulce

CANTANTE Y ACTRIZ Foto: Cortesía Dulce

Querido Arri, como yo tuve una "mami" que trabajó mucho por mí y que siempre estuvo muy limitada en su economía, yo fui una niña que creció sin Santa Claus, que creció sin juguetes, sin regalos y sin grandes cosas como los niños ricos y las familias acomodadas.

Lógicamente las personas que crecieron así con ciertas limitaciones económicas me pueden entender.

Mi madre que trabajaba mucho siempre nos decía; "Aquí no hay Santa Claus, aquí yo tengo que trabajar para que haya cosas", y nosotras siempre lo entendimos. Nos hizo unas muchachas muy maduras y siempre aprendimos el valor del trabajo y aprendimos a no vivir de fantasías. Sin embargo, mi madre siempre se sacaba un "as" de la manga y ella, no Santa Claus, nos compraba un regalo que tenía que compartir con mi hermana.

Pero yo de lejos miraba los pinitos de Navidad y yo soñaba con tener uno algún un día.

Entonces, llegó un momento en que gracias que pude empezar a trabajar a los 14 años una de las primeras cosas que hice fue irme a comprar mi árbol de Navidad. Yo creo que estuve dos días contemplándolo sin querer comer, esperando que llegara la Nochebuena para que Santa Claus me trajera un regalo aunque ya me habían dicho que Santa Claus no existía.

Sin embargo, la ternura y el amor de mi madre fueron más grandes que sus verdades y efectivamente, el 24 de diciembre hubo un regalo para cada una de nosotras porque siempre había uno para las dos, esta vez hubo un regalo para cada una y muchos dulces y chocolates esa es una de las Navidades más hermosas que he vivido.

Mi hermana y yo felices, eramos unas niñas y mi madre contemplándonos con todo su amor y una sonrisa en sus labios, esa es una Navidad inolvidable para mí.

Cuando digo que yo era una niña a los 14 años, era una niña de las de antes, no de las de ahora que están bien espabiladas, En aquellos tiempos, los niños eramos niños. No teníamos la puerta al mundo que tienen ahora los muchachos.

A los 14 años yo todavía jugaba con mis muñecas, pero pese que a los 14 años que aún jugaba a las muñecas, empecé a trabajar como cantante y a partir de esa edad mi sueño y mi afición por el canto se volvió mi trabajo y mi obligación y es el sueño realizado más hermoso que tengo y la obligación más sagrada que al día de hoy manejo en mi vida.

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Una Navidad... y un viaje

Foto: Cortesía Josue Becerra

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Miguel Ángel Arritola

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s de los comunicadores de Multimedios más queridos por los televidentes regiomontanos.

Ha sabido sostener un alto grado de credibilidad dentro de su profesión lo que lo convierte en un conductor de noticias serio y de respeto.

Cuando uno aborda a Josue Becerra, uno se encuentra con la persona profesional que sabe compartir de manera humilde con sus colegas sus conocimientos que día a día tiene como conductor de Noticias en Multimedios Televisión y eso habla de su gran calidad humana y profesional, en toda la extensión de la palabra.

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Josué Becerra

CONDUCTOR DE TELEVISIÓN Muchas navidades han sido muy bonitas, yo creo que las mayoría y todas y cada una han sido de gratos recuerdos. pero en especial y que yo recuerdo mucho es cuando yo empezaba recién a trabajar que pude comprar un boleto de avión que pude viajar a Sonora, Ciudad Obregón en el 96 o 97 cuando le di la sorpresa a mi mamá porque yo toda las navidades las había pasado acá, solo Y en esa ocasión con el secreto guardado de mis hermanos, pude llegar de manera sorpresiva la mera noche del 24; volé

y llegué allá y le dieron una sorpresa a mi mamá y pude pasar la Navidad con mis papás y mis hermanos y primos. como siempre, muy unidos, y ya cuando pasó esa fecha mi mamá estaba muy feliz porque no se la esperaba, entonces fue de las sorpresas más gratas y de las navidades más especiales.

Y ahora de la más recientes, pues todas, porque a partir que de ahora tengo a mis niños, convertirme de alguna forma en anfitrión de las navidades de ellos también es de los momentos más especiales en estas fechas, ya que con familia propia ya es diferente el crear en la familia toda una tradición navideña.

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Una Navidad... de miles de regalos Itzel Oka

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Miguel Ángel Arritola

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s enigmática, de una presencia inquietante.

Sus ojos son tan hermosos como su sonrisa.

Se impone. Las cosas se deben hacer como ella lo dice, tal cual. Entrevistarla para una de las portadas más leídas de “ajá!” fue todo un deleite.

Cuando ella habla, hay que escucharla y sobre todo, verla. Ver como sus manos acentúan cada palabra, cada gesto y cada movimiento que hace mientras emite sus comentarios es un verdadero agasajo.

En el escenario, es deliciosamente camaleónica y su audaz papel en la obra “¿En quién piensas cuando haces el amor?” bajo la dirección de Renan Moreno que actualmente está en Foro Arcadia la tiene en boca de todo el mundo. Su trabajo de actriz la ha llevado a descubrir ese temperamento fuerte, terriblemente fuerte y a la vez encantador que posee, pero detrás de esa dureza. hay una actriz en potencia y un ser humano delicadamente hermoso, como sus ojos, como su sonrisa y como ese arte que sabe transmitir cada vez que actúa

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Juan Aldama Zacatecas de ahí es mi madre Ángela , ella tiene 12 hermanos, entonces comenzando por ahí todo era increíble, todos mis tíos con sus hijos y sus esposas , cada Navidad de mi infancia fue mágica éramos una familia enorme , entonces imaginen la cantidad de regalos que se juntaban miles que en esa época todos éramos chiquitos y creíamos en Santa, era lo mas bonito, despertar en casa de los abuelos y todos los primos, levantarnos corriendo para ir al árbol y ver todos los juguetes .

Era de ley que también nos llegaba una bolsa llena de dulces para cada quien , aún puedo recordar cada dulce que venia en esa bolsa, era entonces cuando nuestros rostros ,de todos eran de tanta felicidad ver como todos abríamos los regalos desesperados y que Santa siempre adivinara lo que todos queríamos.

Comíamos dulces, tamales,menudo,ponche y un sin fin de cosas.

Recuerdo ese olor de esa casa y de esas noches como toda la familia teníamos ese brillo y todo era tanta paz , era muy bonito tener tantos primos de todas las edades y bueno, qué decir de mi abuelo que siempre nos daba 20 pesos a cada uno jaja. éramos muchos entonces, de repente uno podía tener ese beneficio por ser niña.

Fueron muchos años seguidos en los que íbamos para "el rancho" y siempre era igual de emocionante , mi abuela era muy especial y todos le teníamos miedo jajaja, pero aún así, era bonito verla.

Mis tías, uyyy. no se diga, ese tipo de mujeres que siempre tienen una sonrisa y que jamás se rajan.

Foto: Cortesía Itzel Oka

ACTRIZ

Mis tíos, los hombres más fuertes y felices , siempre trabajadores, siempre con ganas de salir adelante y siempreeeeeeee llevando un taco a la mesa. Familia muy humilde, pero sin duda , una familia llena de mucha felicidad, una familia tan grande que no acababas de contarlos jaja.

Siempre alguien faltaba, pero aún así, los hacíamos sentir presentes .

Muchas navidades llenas de mucho amor que en mi mente siempre van a estar.

Los años han pasado, todos crecimos y cada uno tomo su rumbo pero aún así cada vez que se puede nos seguimos reuniendo ,las navidades son diferentes pero siempre con esa paz y esa felicidad que jamás tiene fin.

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Una Navidad... en familia Miguel Ángel Arritola

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s uno de los galanes del momento, gusta de estar en contacto con sus fans. Andrés Palacios ha declarado que uno de los motores para seguir en pie dentro del medio es la pasión que siente por la actuación, con la cual piensa seguir hasta el final.

ACTOR

Mi mejor navidad fue en mi natal Chile es un recuerdo muy especial al que guardo con gran nostalgia y afecto, pues estuvo toda la familia reunida y es la única ocasión en la que se logró hacerlo.

Por mucho siempre va a ser uno de los mejores recuerdos de estas fechas, pues para mi la familia es la base de todo, es lo que te forma como ser humano y también como profesional.

Lo que reflejas al mundo con tus acciones es en gran parte lo que recibiste de tu familia y poderla tener junta, compartir, abrazar e intercambiar bromas o pensamientos siempre es muy grato, muy valioso.

Foto: Cortesía Angie Cano

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Andrés Palacios

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La mejor peor Navidad Edui Tijerina Chapa GUIONISTA Y ESCRITOR

Miguel Ángel Arritola

L

e conocí hace un par de años, bueno, para ser más exactos, hace muchos años, ¡vaya!, no recuerdo cuántos años, pero “Ahí está el detalle”, nuestro reencuentro se dio hace un par de semanas para trabajar en una portada de “ajá!” y desde entonce, entre Edui Tijerina Chapa ha surgido una amistad franca, sincera y genuina.

Es regio y como guionista y escritor es de los mejores del país. Edui es reconocido por escribir el guión de la premiada película Cantinflas y no se cansa de decir que su oficio es influenciado en gran parte por Gherardo Garza Fausti, quien lo llevó a conocer el mundo detrás de las cámaras de cine.

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- ¿Abriré o no? ¿Y si es alguien de la familia? ¿O si se trata de alguno de los vecinos para invitarme a acompañarlos? ¡No! ¡No abriré!

Silencio. No insistieron.

- ¡Menos mal! Con el ánimo que traigo, solo les arruinaría la...

De nuevo los golpes a la puerta. Ahora más fuertes.

Tras jalar una bocanada de aire y soltarla despacio para relajar, bajar en calma y negar con sutileza a cualquier intento de involucrarme en “pachangas”, me dispuse a abrir.

La sorpresa fue mayúscula al ver que se trataba de una niña.

Tendría unos 10 u 11 años. Blanca, delgada; cabello castaño, corto.

Usaba un pantalón bombacho hasta arriba de los tobillos, camisa a cuadros y una gorrita de palma con visera. En su expresión reflejaba una dulzura y serenidad infinitas.

- Buenas noches –me dijo entre sonrisas- ¿Qué pasó? Creo que te equivocaste de casa.

No había terminado mi frase cuando echó a llorar. Lo primero que hice fue pensar en lo que sería de mí si dejaba entrar a una niña sola, desconocida, a mi casa... ¡Y encima, llorando sin consuelo!

No atiné a más que invitarla a sentar en el escalón de la entrada, a la vista de todos los que pasaban. Así, evitaría suspicacias mientras intentaba calmarla y convencerla a irse a buscar la reunión que seguro pretendía, o a sus amigos, o a la familia... pero que me dejara en paz para volver a mi intento de enajenación.

- A ver, dime. ¿Quién eres? ¿Por qué lloras así?

- Mi familia me dejó sola. No quieren que pase la navidad con

Fotos: Cortesía Edui Tijerina Chapa

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Habían pasado diez meses y dolía como recién. Entonces, como ahora, no podía hacerme a la idea de su ausencia física.

Mi madre murió en febrero, tras una larga temporada en cama luchando contra el cáncer. Para diciembre, con todo mundo en plenos preparativos de fiestas, reuniones y posadas, mi corazón estaba destrozado, sin deseos de andar, menos de celebrar.

La noche del 24 opté por ir temprano a la cama. La anterior había desvelado con todo propósito, a fin de estar lo suficientemente cansado como para no enterarme de nada entre la víspera y navidad.

Ya con los ojos entrecerrados, llegaron hasta mí las melodías de villancicos, charlas y risas. También, detalles aromáticos a infusión de canela; algo de tamales, la típica carne asada y hasta de buñuelos.

Con tanto estímulo auditivo y olfativo, me sentí condenado a pasarla en vela.

Mientras pensaba qué hacer para que esa primera navidad sin mi madre no doliera tanto, ocurrió lo que me faltaba: alguien tocó a la puerta.

ellos –explicó entre sollozos- Pero, ¿Por qué habrían de hacerte eso? ¿Dónde vives?

Pasando por alto mi pregunta, siguió con su discurso.

- Decían quererme, pero ahora me hacen a un lado. No me ponen atención... o al menos eso parece. Dicen que es mejor si me quedo lejos, en un rincón. Así ellos no se complican.

No entendí.

- ¿Cómo que “no se complican”?

Volvió a ignorar mi pregunta.

- ¿Con quién vas a pasar la navidad? –cuestionó- Solo –respondí de inmediato- Tal como me siento.

- ¿Te sientes solo o estás solo? No es lo mismo.

- Mírame. Tengo casi 50 años. Quedé huérfano de madre hace unos meses y así, con todo y mi supuesta madurez, no sé cómo manejarlo. Intentaba perderme en el sueño y estar al margen de todo este barullo... pero llegaste a interrumpir. ¿Por qué no me tragué un bonche de melatoninas? En estos momentos no estaría aquí tratando de...

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Repentinamente se puso de pie y me jaló de la mano, interrumpiendo el comentario.

- Pero, ¿Por qué? ¿Para qué? De todos modos, al despertar, verás que las cosas siguen igual.

- Será menos tiempo con dolor.

- Y menos tiempo sin que la recuerdes. ¿Qué es mejor?

- Recordar duele.

- Olvidar también.

- ¿Qué sabes tú de eso, mocosa?

- Mientras duela, lloras. Y si lloras, te desahogas. Y si desahogas, sanas. Los recuerdos, buenos y malos, son parte de la vida. Perder memoria es perder lo vivido.

- Esas ideas no van con tu edad. ¿Quién te mete eso a la cabeza?

- Mírame. Lloré un poco, y ya estoy tranquila, platicando contigo.

No supe qué decir. ¡Carajo! Ella tenía razón. Nada ganaba con mis intentos de agotarme con desvelos, aturdir con tequila, distraer con trabajo o de negar la realidad... Si al abrir los ojos, al pasar la cruda, al terminar el trabajo o al volver a mi cotidianidad, la situación sería la misma y de nuevo el pesar. El doloroso pesar.

- ¿A qué jugabas de niño?

- ¿Cómo dices?

Confieso que no esperaba esa pregunta; menos a esa hora, en esa circunstancia y viniendo de quien venía.

- ¿A qué jugabas? ¿Qué te gustaba comer? ¿Qué hacías con tus padres y hermanos? ¿Fuiste un niño feliz?

Mi mente voló. Voló. Voló.

Y recordé los tiempos de primaria, con mis padres acompañándonos hasta la puerta de la escuela. Recordé los desayunos sencillos pero cargados de amor: migas con huevo, café o té de poleo; a veces taquitos de chorizo y frijol o de barbacoa, si era domingo.

Y recordé a mi madre cosiendo nuestra ropa, zurciendo calcetines y lavando uniformes, preocupada siempre por tenernos impecables.

Y recordé las tardes de televisión, los paseos al río, las reuniones alrededor de una sandía fresca y las sesiones moderadas por el abuelo, armando competencias de contar chistes -o “chanzas”, como él les llamabaY recordé las navidades intentando seguir despierto para “cachar” a Santa Clós; los premios por buenas calificaciones, los consejos, los consuelos, el apoyo.

Y recordé también malos momentos, como las noches de enfermedad, los nervios por exámenes o el miedo a la oscuridad, pero con padres, abuelos, hermanos o amigos siempre a mi lado.

Recordé tanto, que caí en cuenta que al negar enfrentar la muerte de mi madre, también estaba negándome a aceptar y a agradecer todo cuanto en vida hizo por sus hijos, por su familia, por sus amores.

También caí en cuenta de que aquello que se dice sobre la muerte es completamente cierto: “Nadie se va del todo mientras se le lleve en el corazón, se le recuerde y se le agradezca su legado”. ¡Qué imbécil fui! Por no querer sufrir y vivir el duelo, estaba bloqueando tantos buenos momentos vividos, tantas lecciones aprendidas, tantos cimientos tendidos y tantos nuevos días de recuerdos maravillosos que ayudarían a mantener viva a esa gran mujer, como también a mi padre, a mis abuelos y a todos los que estuvieron a en nuestras vidas y se adelantaron en el camino.

El estruendo de unos cohetones avisó la cercanía de la media noche. Eso me sacó de mi introspección. La chiquilla ya no

estaba.

No la vi en la acera, ni por la calle.

Tampoco en la línea de enfrente. ¿Habría entrado a la casa? Revisé cada habitación, el pasillo y el patio.

No. Tampoco estaba ahí.

Busqué y busqué. Y nada. Me preocupé. ¿Y si le ocurrió algo malo mientras yo estaba absorto? ¿Si alguien pasó y se la llevó?

Mi desesperación fue creciendo. Me sentía responsable. ¡Dios mío! ¿Qué fue de ella?

Un agobio. Respiración agitada.

Sudor. Sentía que algo grave pasaría. Un nuevo estruendo de cohetón. Esta vez más fuerte.

Y desperté.

Yo seguía en mi cama, como también seguían los villancicos, las charlas y las risas. Igual seguían los detalles aromáticos a infusión de canela; algo de tamales, la típica carne asada y hasta los de buñuelos.

En tanto me ubicaba en tiempo y espacio, cayendo en cuenta de que todo había sido un sueño, llegó una revelación. Algo generó en mi cabeza una imagen mental. Un recuerdo. Y conecté.

Un salto para ponerme de pie y fui hasta mi escritorio.

Abrí el cajón principal y hurgué Elvia Martha Chapa Benavides, (a la edad de 10-11 años). entre carpetas, sobres y cuadernos... Hasta que encontré la confirmación; la seguridad de lo que había vivido momentos antes.

Apresuré a vestirme y salí de mi habitación.

Ahí estaban todos: en la sala, a punto de abrir los regalos.

Mis hermanos y sus familias; mis hijos, mi nuera, mis nietos.

Todos asombrados al verme, pues apenas un rato atrás les afirmé tajante que no soportaría el primer encuentro navideño sin nuestra querida abuelita “Mattis” y que prefería enclaustrarme.

Les mostré la foto que saqué de entre mis cosas y la coloqué en lo alto del árbol navideño, a manera de estrella.

Me uní al grupo. Entonces comenzó una gran velada de convivencia familiar. Una sesión cargada de armonía, de paz, de tranquilidad y de la enorme gratitud por saber que ella trascendió y que de muchas maneras seguía entre nosotros: como recuerdo, como emoción, como experiencia, como lección.

Ahí estuvo. Ahí estaba. Y ahí estará siempre. Siempre, como la niña de ese sueño; esa chiquilla de 10 u 11 años. Blanca, delgada; cabello castaño, corto, que usaba un pantalón bombacho hasta arriba de los tobillos, camisa a cuadros y una gorrita de palma con visera, y que en su expresión reflejaba una dulzura y serenidad infinitas.

La misma que luego coronó la parte alta de nuestro pino, en aquella foto de mi madre que dejó en mí la seguridad de que su mensaje onírico había llegado fuerte y claro.

Tan fuerte y tan claro que la que creí que sería mi peor navidad, terminó siendo una nochebuena hermosa y un despertar en mañana navideña con fuerte carga de sosiego y paz a mi corazón.

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Una Navidad... nada “ruidosa” Fabián Rodriguez

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Miguel Ángel Arritola

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n actor y director de teatro que a base de constancia ha logrado darle brillo a su nombre y poner en alto el oficio del teatro.

Fabián Rodríguez es un joven actor y director que le apuesta al talento universal, no sólo al talento local. En Foro Arcadia su trinchera para trabajar, ha conseguido poco a poco que el público regio tenga otra opción en diversión: El Teatro, pero un teatro pensante que va de la mano con el teatro atractivo y al alcance de cualquier exigencia de un púbiico conocedor amante de este oficio que cada vez lucha a brazo partido para seguir de pie

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Era un 24 de diciembre de 1993 en Monclova, Coahuila, yo tenía 10 años, todo estaba listo para recibir en casa de mis papas a tíos primos y demás familiares pues no sólo festejaríamos la navidad sino los 15 años de mi hermana.

Mis papas arreglaron el jardín de mi casa, y el frío no fue impedimento para que esa noche mi hermana bailara el vals con mi papá y yo estaba emocionado y muy feliz de ver a casi 100 personas en mi casa para celebrar el cumpleaños de mi hermana y claro la llegada de la navidad, aún recuerdo que fui corriendo para yo también bailar con mi hermana, le llegaba arriba de la cintura pues era un niño aún, la fiesta empezó desde temprano y yo estaba feliz de ver que le llevaban regalos y que todos estaban felicites, no era una fiesta de quince años normal o a lo que actualmente se acostumbra, pues era en nuestra casa con la ayuda de familiares pues todos los amigos estaban con sus respectivas familias por ser noche buena también.

Después de bailar se llegaron las 12, y en mi casa siempre acostumbran a hacer una oración para agradecer y para celebrar el nacimiento de Jesús.

Se apagó la música, nos juntamos todos en la sala de nuestra casa y se realizó dicha oración, posteriormente yo estaba ansioso por que llegaran los regalos que aunque yo sabía ya a esa edad que mi papá era quien traía los juguetes pues aún así estaba emocionado.

Nos dimos un abrazo de Feliz Navidad, recuerdo irme al jardín con mis primos a tronar cohetes, pues de niño era muy dado a comprar muchos cohetes, cosa que ahora ya no, por miedoso y cuando estaba en el jardín, solo escucho dentro de mi casa que tíos y familia empezaron a gritar “ ¡ya llegó Santa! Fabián, dónde estas?” y corriendo entré a mi casa y ví a mi papá bajar las escaleras que daban a la segunda planta de mi casa con una caja enorme que ni él podía bajar.

A mis hermanos ya les había dado sus regalos y a mi mamá también pero esa caja era la sorpresa para todos y especialmente para mí, pues yo ya me imaginaba qué podía ser, y efectivamente al romper el papel que la envolvía era esa batería musical que siempre había querido.

Todos empezaron a gritar que la armara pues los tambores percusiones y demás, estaban desarmados y en ese mismo instante me ayudaron a armarla, estaba consiente que no iba a tocarla pues haría mucho ruido y la fiesta seguía, y no fue hasta el siguiente día que en el patio de mi casa sacaba esa batería que para mi ha sido el mejor regalo con mayor significado que he recibido, y que aunque nunca aprendí a tocarla y solo hacía ruido y molestaba a los vecinos, yo estaba vuelto loco por tener eso como regalo.

Mi abuela que aún vivía me veía feliz, pero sabía que le molestaba el ruido también jejeje. Sin duda, gracias a Dios he tenido siempre unida a mi familia y a mis primos.

Foto: Cortesía Fabián Rodriguez

ACTOR Y DIRECTOR DE TEATRO

Ahora ha pasado el tiempo casi 24 años después y ya algunos ya no vivimos en Monclova y ya no convivimos como antes, pero esos recuerdos estarán siempre en mi mente.

Ya mi hermana que cumplía 15 años. ahora es madre de unas hermosas gemelas y de un travieso Patricio que son mi adoración. Yo nunca aprendí a tocar la batería pero sabía que el arte estaba en mí y esa pasión la ganó por completo el teatro, pero lo que sí no ha cambiado es tener a mis papá y hermanos juntos ahora ellos con su familia y con hijos pero felices siempre ¡y eso es algo que siempre agradezco a Dios y a la vida!

Semana del 20 al 26 de Diciembre 2017

Abasolo #870, Barrio Antiguo, Monterrey, NL

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Una Navidad... algo ‘Grinch’ Nena Pineda

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Miguel Ángel Arritola

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e llegó de repente en uno de mis cumpleaños, en ese maravilloso lugar llamado “Akbal”. Yo me estaba festejando cuando de repente entró ella. Vestida de Frida Khalo y como Frida Khalo siempre la recordaré.

Se hace llamar Nena Pineda y es una de las actrices más aguerridas que he conocido, más entregada y muy franca.

Nena Pineda sabe llevar con categoría de primera actriz su oficio, el de ser actriz.

“Por que a mi me amas o me amas...no hay de otra”, me dijo cuando la conocí y vaya que tenía razón, la he llegado a amar y respetar como a pocas...como a muchas... como a ninguna.

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Navidad no es de las fechas que me gusten celebrar, digamos que para celebrar lo que en estas fechas está todo el año. Soy medio grinch, si algunas veces adorné con nacimiento y pino y así, por mis niñas, pero sólo por eso.

No me gustan los tumultos que se hacen por estas fechas, compras de pánico, gente y más gente me pone mal.

Las cenas bah! Más me gustaría que todo el año se compartiera el pan y la sal con la familia y que ese espíritu de dar existiera siempre, que el nacimiento del niño que tanto se pregona se celebrara diario.

No tiene que ser Navidad, día del amor o cumpleaños para dar, para DARTE! De qué sirve estar Navidad muy amoroso muy dador si el resto del año lo olvidas?

Yo celebro la vida, me doy en todo lo que hago. Sinembargo 2014 fue un año crucial para mí en muchos aspectos, los últimos meses sentí morir al ver a mi hija enferma, muy enferma.

En noviembre entró a quirófano y yo sentía mi vida como un hilo delgado a punto de romperse y no me explico de dónde me salió fuerza para estar día y noche durante un mes en el hospital y hacer teatro incluso fuera de la ciudad, digamos que entendí el amor de mi madre, cuando tuve que portarme al 100 como madre.

Nada ha cambiado mi modo de pensar acerca de esta celebración!

Justo dos días antes de Navidad salió mi mena del hospital, mi palomita Isabel, porque es mía, porque a mí me eligieron para ser su madre, porque no imagino mi vida sin ella, y aunque tuviera más hijos, ella tendría que existir.

Por eso sigo celebrando la vida y si alguna FELIZ NAVIDAD recuerdo, es esa, la navidad 2014!

Foto: Cortesía Nena Pineda

ACTRIZ

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CUANDO EL AMOR SE SALE DE CONTROL UN LIBRO REVELADOR DE KATTY FUENTES DE VENTA EN

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Una Navidad... “sin ti..”

José María Ruiz

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Miguel Ángel Arritola

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e su jornada de promoción de más de una semana, fui el último reportero que lo entrevistó durante su visita a Monterrey para promocionar su sencillo “Debajo de tu ombligo”.

Se veía cansado, muy cansado. La entrevista con “ajá!” estaba pactada para sólo unos minutos, nada más.

Nos tardamos horas.

José María es un cantante con un sentimiento interpretativo de calidad a prueba de fuego. Eso lo trae de herencia, de su padre José María Napoleón.

Charlamos de sus tropiezos, de su truncada participación en “La Voz” al no ser seleccionado pero sobre todo, hablamos de un futuro en su carrera y de esos 15 años de estar tocando puertas.

José María me dio una gran lección de perseverancia y fe.

José María me enseñó a que cuando se tiene un sueño y se persigue con ahínco y pasión, los sueños dejan de ser sueños para convertirse en realidad.

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Ciudad calma : 24 de diciembre de 1980 René es un niño de 10 años, no es un niño normal, pareciera que al nacer, una especie de maleficio cayó sobre su vida, tiene 2 hermanas mujeres menores que el y para colmo su madre murió al dar a luz a Rebecca, la menor de sus hermanas, a su padre, jamás lo conoció y no se pregunta acerca de él, cuando piensa en ello o una de sus hermanas le pregunta por él, les inventa historias increíbles, les cuenta que su padre es investigador privado y que está muy lejos trabajando...

René y sus dos hermanas que son dependientes de él, viven bajo un puente que une ciudad calma, con parque verde , todos los días René y sus hermanas salen a la plaza central de Ciudad Calma en busca de trabajo... él tiene un instrumento de viento llamado saxofón, mismo que su madre le enseñó a tocar y fuera su medio de sobre vivencia antes de morir... mientras él entona hermosas melodías navideñas Rebecca pide con su manita cortada por el frío algo de dinero, y Elena, la otra hermana, canta junto a su hermano!!

Hay mucha gente qué pasa y parece ni mirarlos ni escucharlos, otros tantos le tiran un centavo en el sombrero de bombín colocado en el suelo donde recaudan las propinas!!

De las 8 de la mañana a las 2 de la tarde han tocado el día de hoy... un señor ha pasado y se ha quedado mirando, -¿cuál es tu nombre muchacho?- preguntó. -René señor, ¿gusta una melodía? -Claro- respondió el señor!!, -toca tu mejor canciónY René comenzó a tocar “Navidad sin ti” una canción que le toca a su madre para que ella sepa cuánto la extraña, la canción comenzó y el señor vestido impecablemente se sentó en el suelo y cruzando las piernas, recargó su cara en sus manos, René no se daba cuenta de nada por qué con sus ojos cerrados interpretaba con tanto sentimiento, que no sabía que el señor estaba sentado en el suelo manchando sus elegantes pantalones negros de Casimir!!

Unas lágrimas rodaron por las mejillas del señor...

Cuando la canción terminó se puso en pie el elegante hombre, se acercó a René y le dio dos cosas, un billete de 50 libras calma, y una tarjeta con un teléfono escrito y un nombre!!

-Señor, no sé leer- dijo René, -arréglatelas René- dijo el señor!!

Helena y Rebecca tímidas veían desde lejos. René las llamó y se las presentó al señor, -ellas son mis hermanitas- - ¿y sus padres donde están?- preguntó el señor!! - Nuestra madre murió y mi padre está trabajando muy lejos de aquí- -Mucho gusto en conocerlos, arréglatelas René- Dijo y se marchó lentamente! Las tripas de Rebecca y Helena sonaban tan fuerte que no podían pasar desapercibidas, René contó el dinero en su bombín, lo guardó y alegremente fue a un puesto de pan . Compró un pan y un vaso de chocolate caliente para cada uno!! -Esta noche comeremos bien por qué es Navidad, dijo René a sus hermanas; ,unieron sus manos, dieron gracias, recordando las oraciones que les enseñó su madre y

Foto: Cortesía Enrique Macías

CANTANTE

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comenzaron a come.

René juntó los pedazos de cobertores que alguna que otra buena persona les había regalado, acurrucó a sus hermanas una en cada brazo, les besó la frente, miró al cielo y recordó la tarjeta que el señor le había regalado. Mañana mismo me las arreglaré... dijo- Apenas clarea el cielo y René ya está acicalándose. Despierten señoritas- hay cosas por hacer, les dijo a Rebecca y Helena... Sacó de su bolsillo la tarjeta y el cambió de las 50 libras calma, que era bastante.

Entró a una tienda y dijo: “Quiero hacer una llamada”. Dejó 10 libras en la mesa y le pidió a la señora que atendía que marcará el número y que le dijera qué decía aparte del número en la tarjeta...

-Dice carlos- dijo la señora!! René tomo el teléfono al que respondió una señorita de dulce voz diciendo!! -Escuela de Artes buenas tardes- ¿Está carlos? dijo René -El señor Carlos se ha ido temprano esta mañana ¡quién le llama?- -Soy René-René que gusto escucharte ¿podrías venir?- -A dónde-cómo- La señorita le dijo -apunta esta dirección- Para René no había barreras, la vergüenza era poca comparada con sus ganas de vivir, así que sin temor pidió a la señora de la tienda el favor de apuntar la dirección, terminó la llamada, pidió a la señora la explicación de cómo llegar, tomó a sus hermanas de la mano y emprendió corriendo el camino hacia la Escuela de Artes!!

-Buenas tardes soy René- dijo en voz alta al llegar -Bienvenido René, el señor Carlos ha dicho que vendrías, dijo que te las arreglarías y veo que lo hiciste, tus hermanas tendrán que esperar un rato mientras te hacen el examen, pero Carlos ha ordenado que te dejemos su cuarto, el no vendrá hasta el año próximo- René hizo su exámen, el profesor ha quedado

sin palabras!! 24 de diciembre del año 2016 Parque Verde Rebecca tienes que cantar como nunca y tú Helena también!!

Es nuestro primer concierto en la Ciudad de mamá!! Seguro nos escuchará!! 3 mil personas estaban sentadas esperando que el concierto de Navidad comenzará en punto de las 7 de la noche con el sol ya muy tímidamente asomado. Comienza un saxofón las primeras notas acompañado por dos voces que cantan las primeras estrofas de “Blanca Navidad” Solo son ellos 3 en el escenario. A la mitad de la canción y como por arte de magia se levanta un segundo telón que deja ver a casi 40 músicos excelentemente bien vestidos de smoking dirigidos por un señor de pelo blanco que apenas movía con algo de fuerza la batuta.

Cuerdas, vientos y percusiones acompañaron por más de una hora las voces y el saxofón solista al centro del escenario, las lentejuelas en los vestidos de rebecca y helena brillaban en la senil luz del escenario y el traje de René parecía de príncipe!!

Terminó el concierto con la gente de pie y entre aplausos los más de 40 músicos Rebecca, Helena y René aplaudían también a su director. Entraron al camerino para abrazarse como hermanos, unieron sus manos, y dieron gracias con las oraciones de su madre!! Un enorme arreglo de flores en la mesa con espejos del camerino y una botella de vino les llamó la atención... En el arreglo había un sobre que René se apresuró a abrir... pidió silencio a sus hermanas y leyó en voz alta... -René- Ha sido un placer dirigir tu concierto, gracias por elegirme como director aún sabiendo que mi mano apenas puede levantar la batuta... Recuerdo que te envié cartas rechazando tu oferta de dirigir en tres ocasiones, te expliqué que no sabía si podría hacerlo y solo respondiste en la última carta -Arréglatelas- Feliz navidad René... Te quiere. Carlos

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Una Navidad... de “cartas” a Santa y Los Reyes Magos Rodrigo Levar

DIRECTOR DE TEATRO

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Miguel Ángel Arritola

¿

Qué por qué admiro a Rodrigo Levar? He aquí la respuesta en este sensible escrito sobre su Navidad, sus Reyes Magos. Como director de teatro, Levar abraza esa magia de hacer sentir que el público sea su cómplice en sus puestas en escena, no por nada los actores y actrices que ha llegado a dirigir se expresan de él de una manera maravillosa. ¿Qué por qué admiro a Rodrigo Levar? Se lo he dicho un par de veces, “cuando voy a tus obras como “Torero, Torero” o “En la cocina me da risa” o “Dieta rigurosa”, me olvido que allá, afuera del teatro, hay un mundo más complicado que mi existencia y es entonces que valoro ese arte que tiene de dirigir y escribir textos tan emotivos y cargados de una nostalgia que no hay más que admirarlo de pé a pá.

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A Don Gollo y a Carmen por ser los artífices de todo esto, gracias por tanta magia…

Siempre esperaba con ansia estas fechas, los regalos, las sonrisas, pero sobre todo la magia es lo que hacían que tanto Diciembre como Enero fueron los mejores meses del año.

Cuando vas creciendo lo único que deseas es que la magia no se apague, que dure, y que haya algo que te haga creer.

Hasta la fecha, pero de distinta forma, (digamos) más madura sigues esperando con ese corazón de niño que “un milagro” o algo “especial” pase.

Hablar de mi mejor Navidad sería un poco egoísta, porque fueron muchas, y hablar de la peor sería selectivo, porque también en muchas hay cosas de las cuales asirse y de las cuales se aprendió algo y por lo tanto terminan por no ser tan “malas.”

Quizá tendría unos 5 o 6 años los suficientes para aún recordarlo… en la casa era una costumbre que el Niño Dios ( no Santa) te trajera ropa y Los Reyes Magos, el 6 de enero, eran los que traían juguetes.

La ilusión de Los Reyes Magos era algo realmente que marcaba el resto del año, pero en cuanto llegaba Diciembre y veías como sus estrellas iban bajando en el firmamento (la colita de la constelación de la Osa Mayor) acercándose a la tierra, hacía que el estómago te saltara una y otra vez y te portaras lo mejor posible, porque siempre cabía la posibilidad de que ya estando tan cerca, vieran que no eras tan bien portado y no te trajeran nada.

Yo vivía con mis abuelos, y esa era la última Navidad que pasaríamos en la casa de ellos, mamá ya había apalabrado un departamentito y nos saldríamos a vivir en nuestra propia casita; (el huevito) realmente era muy chica pero era suficiente para una madre y su hijo.

Así que esa última época decembrina tenía que ser algo realmente memorable, que jamás se olvidara, y mira que se ha logrado 32 años después la sigo recordando, como si hubiera sido ayer.

Todo empezó la noche del 24, la mayoría de mis tíos se habían juntado para pasar las fechas, lo que daba como resultado que mis treinta y tantos primos estarían para pasar una tarde-noche muy divertida. Empezamos con los tradicionales juegos, “las traes” “escondidas” “policías y ladrones” después un buen partido de fútbol en el jardín de los abuelos, que era lo suficientemente grande para que cupieran dos canchas de fut y poder hacer torneos entre nosotros.

Después la cena, romeritos, pavo, lomo mechado, pierna,

ensalada de manzana, ensalada de codito, romeritos, bacalao, y de postre, pastel de chocolate, niño envuelto, pastel imposible, pay de queso, brownies, realmente por comida jamás se escatimó y había de todo; era un pecado grande si no probabas por lo menos un pedacito de cada cosa, el punto a discusión siempre venía con el bacalao, si había quedado bueno o se había pasado de sal.

Después la presentación de los primos a la familia, desde ese entonces me acuerdo que yo dirigía el espectáculo después de la cena, coordinaba a todos mis primos, algunos bailaban, otros cantaban o recitaban y no podía faltar el que hacía su rutina de chistes, era como los comienzos del “stand up” pero en la época de los ochenta, ese término aún no se usaba.

El show debería acabar por tarde a las 11:45pm, puesto que

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espectacular, había juguetes por toda la sala, cada rey mago me había traído no sólo lo que yo había pedido si no tres juguetes cada uno, varios juegos de playmobil, dos balones de futbol, ropa, carritos de fricción, muñecos de acción de James Bond, carritos hot wheels, era el paraíso en mi sala, aún recuerdo mi emoción era tan grande que se me salieron las lágrimas, tal como ahora que estoy escribiendo, también había una carta de ellos para mí, ¡¡¡una carta!!! diciéndome que sabían que era un proceso difícil pero que tenía que aprender a vivir fuera de la casa de mis abuelos y que esperaban que ese año fuera tan buen niño como este que había pasado, y había una posdata en la cuál se disculpaban por el desorden en el jardín. ¿Desorden? Por supuesto salí corriendo de la mano de mi mamá y mi “hermano” (mi primo Jaime que vivía con nosotros) para asombrarme, el elefante había hecho popo en medio del jardín, había pisadas del caballo en la entrada de la casa, y el camello había desparramado la comida debajo del árbol de durazno favorito de mi abuela…

La magia había pasado nuevamente, pero ahora era mucho más real, más cercana, más tangible, y yo era un afortunado, sus animales habían dejado huella de su existencia en todo el jardín, y tenía una carta escrita por ellos.. ¿pueden creerlo? simplemente era increíble, ahora a jugar toda la mañana y después a medio día ir a casa de mis padrinos puesto que también ahí había dejado zapato y aunque fuera poco, estaba seguro que también me habían dejado uno que otro juguete en su casa para finalmente la tarde noche del 6 de enero, ir al desfile de la inmaculada para ver a Los Reyes Magos y agradecerles con el corazón lo que me habían dejado la noche anterior y después a cenar unas ricas corundas o huchepos con una vaso de champurrado de chocolate.Sin duda una mañana de Enero que jamás olvidaré…

Foto: Cortesía Rodrigo Levar

después rezábamos y arrullábamos al niño. Para que pasadas las doce de la noche todos nos abrazáramos e inundáramos la sala con buenos deseos, acto seguido algunos primos se tenían que ir, pues iban a la casa de sus otros abuelos, (la ventaja de que yo sólo tenía unos, no me tenía que ir) otros se iban temprano y otros tantos se quedaban hasta muy entrada la mañana, sin embargo yo era enviado a dormir alrededor de la una de la mañana una vez que hubiera abierto mis regalos de parte del Niño Dios, los cuáles llevaban ahí por lo menos unos 15 días debajo del árbol, y que yo ya sabía que era ropa, pero lo realmente importante era agradecer y obedecer las indicaciones para que Los Reyes Magos vieran que era un niño obediente.

Mi gran sorpresa es que si hubo ropa, pero también había juguetes, lo que hacía realmente emocionante y diferente la noche del 24 de Diciembre… pero ahora me enfocaré a la noche del 5 de enero, dejaba leche y galletas para los reyes magos, por supuesto mi carta y mi zapato debajo del árbol para que no se fueran a confundir, y mi abuelo había dejado alfalfa para los animales (el caballo, el camello y el elefante) recuerdo que había pedido; a Melchor un tren, a Baltazar un juego de bomberos de playmobil, y a Gaspar un balón y zapatos de futbol.

Dejé mi carta y me fui a dormir muy temprano, iban conmigo mi ansía, mi emoción y nerviosismo de saber si ellos me traerían todo lo que había pedido. Y aunque siempre decía que me iba a esperar despierto para verlos cuando llegaran, siempre la magia hacía de las suyas y caía rendido y en un sueño profundo.

Desperté la madrugada del 6 de Enero por ahí de las seis de la mañana y cuando salí a la sala, no podía creerlo, había un tren de juguete recorriendo toda la sala, pasando por túneles hechos de cartón y alrededor del árbol, era maravilloso,

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Una Navidad... una ‘cartita’ y un Nintendo Miguel Ángel Arritola

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s una firme promesa del teatro; sabe que le falta mucho camino por recorrer, pero para Beto Cardona, lo mejor está por llegar. A sus 23 años de edad, ama las música de los 80s y uno de sus mayores sueños es llegar a actuar en Broadway, pero para ello, está consciente de que le espera un arduo camino que recorrer y mientras eso sucede, para este 2018 se preparará aún más como actor tomando talleres y aprendiendo de los grandes maestros de la actuación.

ACTOR

La mejor navidad que he vivido.

Probablemente pueda pensar que la última, y que cada que venga una nueva será la mejor. Pero estoy seguro que a consciencia y desde un juicio muy natural y auténtico puedo vislumbrar algo real y diferente.

Recuerdo, yo iba a cumplir 5 años (1998) ese diciembre me encantó por que cayó nieve, de hecho tengo una foto donde estoy envuelto en chamarras en la calle, enfrente de casa teniendo como fondo un carro rojo, apenas se distingue mi "carita". Pero la nieve caía impresionante, y yo quería foto.

Me encanta ese recuerdo...

La situación económica en mi casa era muy promedio, mis padres se encargaron siempre de enriquecer otros aspectos en nuestras vidas (mi hermano mayor, 9 años, y yo). Pero particularmente esa Navidad nos dijeron mis papás que “Santa Claus” iba a poder traernos el “Súper Nintendo” que tanto deseábamos, claro debíamos

pedírselo juntos, como un solo regalo para ambos.

Hay una cartita para Santa que escribió mi hermano que mi madre atesora como una joya invaluable, (amo como esa mujer vive la vida). La carta está del puño de mi hermano y dice algo así: “Querido Santa: mi hermanito y yo queremos un Nintendo”... y después un dibujo del videojuego.

Se me llena el corazón de ternura de pensar en nuestra inocencia, y de toda nuestra fe puesta en esa carta.

Gracias a Dios mis padres pudieron sustentar ese regalo y llenarnos de alegría esa Navidad.

Es indescriptible las emociones que recuerdo haber vivido, lo que se creó esa Navidad: paz, amor, unión, convivencia, hermandad.

Ahora entiendo que el regalo siempre son las manos que lo brindan, y con quienes compartes el momento.

Mi Familia es lo más importante que yo tengo ¡Gracias vida!

Foto: Elizabeth Rodarte

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Beto Cardona

Una Navidad... de ‘milagro’ Miguel Ángel Arritola

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Foto: Cortesía Diana Perla Chapa

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e una a ella tanto.

Es una mujer única, talentosa, llena de buena vibra, culta y con un sentido del humor maravilloso.

Diana Perla Chapa es actriz, conductora de televisión, es todo un estuche de monerías y además, madre de Tatiana, una de las cantantes más famosas a nivel internacional.

Una charla con ella se puede extender por horas y horas porque es una mujer de mundo, de un mundo al que hay que conocer para adorarla aún más.

Diana Perla Chapa ACTRIZ

Es fácil para mí recordar la mejor Navidad de mi vida...Ese 24 de dociebre llegué al departamento en Filadelfia, traía en brazos a mi pequeña, que había nacido gracias a un milagro de la Virgen de Guabalupe, dado que su parto se complicó, ella decidió bailar antes de nacer, se volteó dentro del vientre, y sacó un piecito, dejando el otro dentro y haciendo "split"; las estadísticas de nacimientos dicen que sólo uno en un millón se presenta así, y que se salvaran las dos (madre e hija) era casi imposible.

Me dejó salir el doctor porque era Nochebuena, por eso es una Navidad super especial. ¡Felíz Navidad!

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Una Navidad... llena de recuerdos

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Miguel Ángel Arritola

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o conozco desde los inicios de mi carrera. Hablar de teatro es hablar de Renán Moreno, de los únicos actores y directores que no han claudicado por defender su espacio, su escenario, su fuente de vida.

Renan Moreno se debe de escribir en altas su nombre porque si a alguien hay que respetar por pasión, amor y entrega a un oficio cada vez más golpeado, ese es él, el hombre teatro

Renan Moreno

ACTOR Y DIRECTOR DE TEATRO Me preguntan que cuáll ha sido la mejor Navidad en mi vida.

No recuerdo la mejor, pero si aquella en donde nos reuníamos todos los familiares y amigos cercanos. Cuando casi todos éramos jóvenes o chicos.

Recuerdo una Navidad en especial en la que aun vivían mis hermanos Gerardo y Chuy, mi Guely (haciendo corajes por tantos cuetes que tronaban mis primos y hermanos) mis tías: Cuca y Pana, que le gustaba bailar con Lalo La Boa de la Sonora Santanera.

Esas navidades en donde podíamos regalar a todos y cada uno de los invitados y recibíamos más de 5 o 6 regalos.

Noche buena con olor a pavo, pierna de cerdo, tamales, buñuelos, pastel de frutas o el clásico pastel de tronco que nos regalaba la tía Julieta, preparados por Nora.

Cuando nos visitaba la familia que llegaba de Houston (Eva, Beto y Adrianita) Y más tarde se unían al bailongo, Julio, Hernán, Amelia, Chiquis, Yolanda.

Ahora solo somos la familia de casa. Papá y mamá (Que gra-

cias a Dios aún están con nosotros), Luly y Ángela, mi hermano Coco y mi cuñada Vero con los sobrinos Emilio, Mariana, Natalia y Nico. Ayudados en la casa por la señora Chelo.

Extrañando las mañanas frías en donde emocionados corríamos al pino de Navidad a ver que nos había traído Santa Claus. Ilusionados con la idea que existía y que esa bicicleta, ese arco con flecha, la computadora Ledy, el equipo de química, etc., habían sido regalos por él, por habernos portado bien todo el año.

También recuerdo los regalos de mis tías, siempre eras discos sencillos de nuestros artistas favoritos: Angélica María, Estela Núñez, The Bee Gees, La Fresa Ácida, Elio Roca, etc.

Y al final la sala llena de envolturas de regalos en donde predominaban los colores rojo, verde, dorado, azul, combinando con los adornos del arbolito.

Todas las Navidades son alegres, con buenos recuerdos.

Estamos vivos y recordando con mucho cariño a los que se nos adelantaron, pero siempre con una buena actitud.

Ninguna Navidad triste, pese a lo que sea. Agradecidos con Dios por un año más.

Y con la esperanza de que el Teatro (nuestra vida y negocio) no muera y siga floreciendo.

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Una Navidad... allá, con los abuelos Gary Garibaldi ACTOR

D

ebo decirlo, en “Los Caballeros las prefieren lokas” simplemente me encantó. La naturalidad en el escenario me

atrapó.

Gary Garibaldi es de esos actores que lo amas o lo odias y opté por lo primero. Tiene ese encanto que atrapa a más de tres, quizás por ellos su carrera va cada vez más para arriba

Mis mejores navidades las pasé en la niñez, mi familia es sinaloense y viajamos cada año para celebrar Navidad allá, en casa de mis abuelos, rodeado de familiares que no conocía y muchos primos, jugando lotería, comiendo rico, todos corriendo al arbolito en la mañana en pijama a ver qué nos trajo Santa.

Mi peor Navidad fue la de 1990, mi hermano menor falleció ese año y esa Navidad pasó de noche, como sino hubiera existido, sin celebración, sin regalos, mis padres ausentes (ensimismados en su tristeza) y yo con la imposibilidad que te da ser adolescente, solo, con la compañía de la televisión.

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Foto: Cortesía Nancy Garza

Miguel Ángel Arritola

Una Navidad... alegre y triste Nancy Garza

Foto: Cortesía Gary Garibaldi

Miguel Ángel Arritola

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E

s de Sabinas Hidalgo, su arte es la pintura la cual la ha llevado a recorrer mundo. Gusta de trabajare con absoluta libertad y su musa principal a la hora de trabajar es la naturaleza misma, el ser humano en sí.

Nancy Garza es de una generación de pintores que se han llevado muy en alto el nombre de México por diversas partes del mundo llevando su arte hasta lo más recóndito del universo

PINTORA

Mis Navidades en mi infancia eran diferentes porque mi papá tenía un negocio y era la época en que más trabajo había.

Cerraba hasta tarde y cenábamos todos reunidos y a dormir.

En mis ratos libres miraba en la televisión mis caricaturas favoritas y siempre las dibujaba, Heidi, Tom y Jerry, Srita. Cometa, etc. Mis Navidades eran hermosas asi.

Han sido 2 Navidades las más tristes. La primera en 1995 mi abuela paterna murió el 23 de diciembre y la sepultamos el 24. Y la segunda fué en 2005 que no estuvo mi madre presente pues falleció en abril de ese año.

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NAVIDAD ‘17

Una Navidad... con o sin “pretexto” Alfonso Carlo

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Miguel Ángel Arritola

E

s audaz como director de teatro, es genuino como ser humano. Su humor negro lo plasma de manera atractiva en cada una de sus obras, actualmente tiene en cartelera en Foro Arcadia “La marrana de don Simón” donde transita de la comedia al drama, a lo absurdo, todo ello con un tinte tan suyo, tan de Alfonso Carlo, tan de su acertada dirección.

La navidad mas emotiva que viví fue cuando logramos coincidir todos los miembros de mi familia, ya que después de que mis hermanos empezaron a casarse y hacer su vida lejos de Monterrey, estar todos juntos en Navidad dejó de suceder.

No soy dado a darle la importancia a una fecha en especifico para justiciar cosas, usarla de pretexto y ser “mejor”; cumpleaños, independencia, las 100 representaciones (entiendo que en ocasiones es necesario el reconocimiento de los logros), aniversarios, etc.

Y la Navidad no es la excepción, más cuando lo que veo en personas a mi alrededor es que a aunado a la dicha y alegría van el estrés y desgaste económico que les deja seguir con esta tradición y todo se reduce nada más y nada meno que a quedar bien, nada nace en el interior de las personas mas que reflexionar efimeramente y cumplir socialmente con lo estipulado, pero lo bailado nadie lo quita.

Creo y considero que podemos ser generosos, misericordiosos, bondadoso y todo eso que se manifiesta a montones en fechas decembrinas, todo el año, no esperar a este mes o al aniversario para reconocer la importancia del otro, o el cumpleaños para hacer un regalo, o septiembre para velar por nuestra patria, son cosas que imperan nuestro día a día y si entendiéramos el verdadero sentido de cada una de las celebraciones quizá no necesitáramos celebrarlas pues las ejerceríamos a diario.

Si bien, aquella Navidad sirvió de pretexto para tenernos a todos reunidos y fue la mejor Navidad de mi vida, me hizo ver las diferencias entre festejar un fecha y entender la escancia emotiva que vive en nosotros y utiliza la celebración para salir a flote pues no siempre tendría una reunión como aquella y esperar a volver a coincidir todos sería muy remoto para lograr el fin de dicha y bienestar, sentimientos que ya habitan en cada uno de nosotros, sólo es necesario encontrar el mejor de los pretextos para dejarlos salir, como un cumpleaños un aniversario o la Navidad.

Foto: Cortesía Alfonso Carlo

DIRECTOR DE TEATRO

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NAVIDAD ‘17

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Mi Navidad... “Mi mejor noche buena”

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ace un par de días me preguntaba mi querido Clark Flores en su programa de radio “Rockeando con valor” que se transmite por el 102.1 FM sobre ese lazo de respeto entre artista y reportero. “¿Realmente puede existir una amistad entre reportero y artista?” y de inmediato me vino a la mente Bernardo de la Rosa, este espléndido actor y director teatral.

Me acerqué a él en su monólogo de “Alejandro”, le seguí la pista, sucumbí ante su exquisita dirección en “Piaf” con Paty Quiroga, aunque debo ser honesto, sabía de su talento y trayectoria desde años atrás con puestas como la impactante “Oscura Escencia”, “Secuestrado”, “Lazos perversos”, “Nuestras horas” Y la preguntga de “¿Realmente puede existir una amistad entre reportero y artista?” mi respuetsa fue contundente, “SI”, uno llega a admirar el talento de actores y directores como Bernardo de la Rosa, pero cuando uno lo conoce al apagarse las luces de un teatro, su escencia como ser humano traspasa fronteras y llega al límite donde nace una gran amistad....sin pluma y sin libreto

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Fotos: Cortesía Bernardo de la Rosa

Miguel Angel Arritola

Bernardo de la Rosa

ACTOR Y DIRECTOR DE TEATRO Corría el año de 2011, fue un diciembre como pocos, con ese frío especialmente abrigador, por aquellos ayeres habían pasado cosas muy positivas en mi entorno y poder cerrar el año como se cerró en esa ocasión fue muy mágico.

Vicky López y mi único hermano Luis Briones tenían ya un par de años de noviazgo, teniendo ya una confianza importante quisimos hacer una cena especial para mi madre y mi abuela.

Los planes se pusieron en marcha desde los primeros días de diciembre y culminaron con una cena de Nochebuena en la que pude disfrutar de mi madre y mi abuela, disfrutar de ese gesto de felicidad en sus caritas.

La noche concluyó con ellas yéndose a acostar a descansar con gran satisfacción. Para mi pesar nunca imaginaría que esa sería la última cena de Navidad junto a ellas.

Mamá se iría en el 2012 y mi abuela al año siguiente.

Un momento que quedó capturado en mi mente y en lo más profundo de mi corazón.

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NAVIDAD ‘17

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Una Navidad... y una “casita de muñecas” Mary Lú Cortés

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Miguel Ángel Arritola

M

e gusta mucho hablar de ella, de lo que proyecta como actriz. Se cruzó en mi camino con una obra llamada “Día de orgullo”. Me llamó mucho la atención esa voz con tan perfecta dicción. Esos ojos verdes que a veces fustigan y otras tantas irradian paz y amor.

Es, como muchas, una actriz de temperamento y lo sabe y sabe lo que provoca en el público y tiene una manera de llorar que la misma Libertad Lamarque le envidiaría.

Mary Lú Cortes ha hecho brillar su nombre con grandes actuaciones que sin duda alguna, en este 2018 que está por entrar, será un año definitivo para redondear una carrera que a paso lento pero seguro la encumbrará aún más pero más alto de lo que ahora pudiera estar.

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Acabo de leer el mensaje de Miguel Angel Arritola pidiéndome que le redactara mi mejor o mi peor navidad, justamente hoy ha sido un día en el que muchos recuerdos han cruzado por mi mente, recuerdos precisamente de Navidades pasadas.

Tendría yo unos siete años y en ese entonces sólo tenia dos hermanos mayores Hector y Victor, vivíamos en el centro por la calle Platón Sánchez, en nuestra casa había dos patios muy grandes uno que le llamábamos "El patio rojo" porque el piso era color rojo y el otro el patio de tierra, en este último había una higuera, dos árboles de moras, un olivo y una pila.

A pesar de que muchos de mis juegos eran de niños como canicas, trompo, Yoyo haaaaa!!!!! y hacíamos nuestras propias avalanchas; aún así yo amaba jugar con mis muñecas y mis jueguitos de té. Ellos pedían en Navidad regalos de niños y yo... soñaba con una casita de muñecas.

En el recibidor que estaba en la entrada de mi casa, todas las Navidades mi mamá ponía un nacimiento enorme, hacía una montaña con cajas la cual cubría completamente con paixtle, mis hermanos y yo siempre ayudábamos, colocábamos en esa gran montaña casitas de todos tamaños con un foquito adentro. íbamos haciendo como aldeas, lagos con patitos nadando, me acuerdo que los lagos eran espejos !!!

En un costado estaba la cueva del diablo, quien quería evitar que los pastores llegaran a adorar al niño; en la cima de la montaña estaba el pesebre, con José, María y el niño Jesús, rodeado de borreguitos, una vaca y un burro!!!

Los reyes magos con sus regalos y no podían faltar los pastores !!!!

Era un nacimiento tan hermoso y mi mamá se esmeraba tanto en llenarlo de luces y que quedara todo perfecto; la gente hacía fila para entrar a verlo!!!!!

Yo deseaba tanto tener una casita de muñecas no sé si este deseo surgió precisamente en el proceso de acomodar todas esas pequeñas casitas en el nacimiento Y ese era el único regalo que yo deseaba para Navidad.

Esa mañana de Navidad, cuando la vi !!!! Toda perfecta con sus mueblecitos era tanta mi emoción !!!!! No podía creerlo!!

Nunca había visto una así, es más, nunca he visto una igual a mi casita.

Crecí con ella, siempre me acompañó, siempre estaba en

Fotos: Cortesía Mary Lú Cortes

ACTRIZ

mi habitación, cuando tenía 12 años nos cambiamos a la colonia Chepevera, y mi casita conmigo, me entretenía tanto limpiándola, acomodando los muebles y dejando volar mi imaginación !!! Todavía no sé si fue el Niño JesÚs o Santa Claus o mis papás quien me dio el mejor regalo !!!! que fue tan significativo para mi que aÚn la conservo.

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Una Navidad... de un universo lleno de paz, armonía y felicidad Paty Quiroga

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Miguel Ángel Arritola

S

i hay alguien detallista en este medio del espectáculo es Paty Quiroga.

Como artista es por demás versátil. Transita con singular aplomo de Piaf a Rocío Jurado.

Es de las actriz que roba el aliento y arranca de manera espontánea el aplauso y la ovación del público.

Sabe medir con exactitud su potencial en escena y entrevistarla es aprender mucho de alguien generosa, no sólo con su arte sino con su corazón, ese corazón que no sólo le pertenece a ella, sino a todo México y al Universo mismo-

Estuve pensando un buen rato cuál había sido mi mejor Navidad y llegué a la conclusión de que el momento navideño más hermoso, fue cuando entendí que había que reciclar el alma, que la verdadera expresión de la Navidad, es el despertar de la consciencia, del amor incondicional en mi corazón y reconocerme en cada ser vivo, con los que comparto mi existencia, sin importar sus creencias, preferencias, género o que religión profesen, ya que todas y cada una, nos conducen al mismo gran espíritu que vive en nuestro interior.

Mi terapeuta y maestro Pepe Zaragoza, siempre nos decía que en estas fechas salen a relucir los agujeros de la colchita que venimos cargando desde niños: los regalos que no recibimos, las desilusiones, las pérdidas de cualquier tipo, el amor que creemos nos faltó... y para que no entre el frío por esos agujeros hay que remendarlos con perdón y aceptación.

La filosofía del Kundalini Yoga y la meditación, me mantiene vibrando alto, con la consciencia despierta. Si controlo mi respiración, controlo mi mente, si controlo mi mente, controlo mi vida.

Si vivo el momento presente, aquí y ahora, puedo sentir paz interior, amor, abundancia, para vivir feliz, sana y realizada...por consiguiente, todos los días del resto de mi vida serán una eterna Navidad.

Mi mejor deseo es que el verdadero espíritu del amor infinito sea lo que nos guíe e inspire en ésta época decembrina, y que compartamos en un ambiente de paz, armonía y felicidad con todos los que están a su alrededor.

Una Navidad consciente, es una nueva oportunidad de agradecer tanto amor y bendiciones, porque a pesar de nuestras pérdidas y ausencias, vive el respeto y el amor a esta bella vida. ¡Gracias infinitas al Autor del Universo!

Paty Quiroga.

Foto: Cortesía Paty Quiroga

ACTRIZ

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Una Navidad...llena de carritos y trenes Miguel Ángel Arritola

Gerry Elizondo

ajo el amparo de Teló Producciones, Gerry Elizondo se ha anotado un sinúmero de aciertos dentro del teatro de alta cálidad; recientemente “Zorro” fue uno de ellos, pero en su haber hay una historia de éxitos que lo arropan como son “Grease”, “Ghost”, “Oliver”, entre otras puestas más y esto lo convierte en uno de los productores más jóvenes y exitosos de México.

Su sensibilidad innata para encontrar la fórmula del éxito nace de ese amor desmedido que tiene por el teatro.

Hoy por hoy, aún tiene mucho por ofrecer a ese público que espera con ansias sus nuevas producciones, porque el sello de calidad es un sello que viene tatuado también en la maca de su nombre: Gerry Elizondo

Mis navidades fueron muy especiales y las recuerdo con mucho cariño.

Cada año tenía una obsesión diferente, como cada niño, supongo.

Las que más recuerdo fueron las que tuvieron que ver con carritos y trenes…

Como era el más pequeño de la casa, mis papas le pedían ayuda a los novios de mis hermanas y entre todos armaban mis “zonas de juegos” o unas especies de maquetas para que pudiera jugar con lo que me regalaban, así que cada año tenía las mejores pistas, les ponían casas, estaciones, edificios, montañas, arboles, ríos, personas, animales y todo lo que se les ocurriera… era como un pequeño mundo.

No había nada que me hiciera más feliz que eso. Claro que al final no solo jugaba yo, también jugaban los novios, mis papas y mis hermanas. ¡¡Buenos recuerdos!!”

Foto: Cortesía: Gerry Elizondo

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PRODUCTOR Y DIRECTOR TEATRAL

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Una Navidad... muy familiar Roberto Garza Leal

Foto: Cortesía Roerto Garza Leal

PRODUCTOR

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Para mí, la fecha más importante del año es el día completo de la Navidad, pues nos reunimos toda la familia y al decir toda, claro, con la ausencia física de papá, pero presente en nuestros corazones, es hablar desde nuestro tronco que es nuestra madre hasta mis nuevos sobrinos nietos nuevos, pues cada año, llegan con bendiciones a acrecentar nuestra unión.

Es maravilloso pues siempre van llegando mamá y mis hermanos para consagrar la celebración con una basta comida y de ahí vienen llegando las raíces de cada uno de ellos, desde los hijos de mis hermanos, los nietos y bisnietos, la más feliz es mamá siempre, pues durante todo el día es convivir con cada nueva generación, siendo ya por la tarde los ya tradicionales juegos interactivos entre todos. Fecha única y especial donde reafirmamos nuestra unión como la gran familia del tronco Garza Leal que nos enorgullece y nos motiva para elevar nuestros principios de amor y hermandad.

Miguel Ángel Arritola

T

emperamental, creativo, genio, todo tiene a su favor el productor de teatro, Roberto Garza Leal y es dentro del mismo teatro a nivel local y nacional que se le reconoce su gran trayectoria ya que es un experto en su quehacer laboral.

Garza Leal ha trabajado con grandes actores y actrices no sólo de Monterrey sino también de México y si él se lo propusiera, podría hacer un libro de todas esas personalidades con las que además de haber trabajado, ha convivido dentro y fuera del escenario.

NAVIDAD ‘17

Semana del 20 al 26 de Diciembre 2017

Miguel Ángel Arritola

J

uan Manuel Navarro es de los Periodistas de Espectáculos más destacados a nivel internacional.

Recién acaba de escribir el libro “Adiós Eterno” sobre los últimos díase en vida de Juan Gabriel.

Navarro, quien radica en Los Ángeles, se ha ganado el respeto del gremio de periodistas por la manera tan profesional en la que pone en alto al mundo del entretenimiento.

Juan Manuel Navarro PERIODISTA

Realmente no tengo una en especial, más bien fueron varias y las viví en mi natal Ciudad Valles, San Luis Potosí.

Recuerdo mucho también las posadas que es el preámbulo a la Navidad.

Más que nada eso es lo que más recuerdo.

Al hablar de Navidad es transportarme a mi infancia, durmiéndome temprano para esperar la llegada de Santa Clós.

Uno de los regalos que más gocé y que me trajo Santa Clós fue una moto tipo Vespa Ciao.

Era el sueño para muchos niños de ese entonces, así que para mí fue un súper regalo.

El salir a jugar al día siguiente con los regalos es también parte de esa alegría que viví con mis primos y hermanas.

Para mi todas las Navidades en general fueron muy bonitas por la reunión familiar más que por los regalos.

Actualmente la difruto de otra forma por mis hijas, quienes esperan con ilusión esperan la llegada de Santa Clós.

Ahora de adulto, mi Navidad ideal sería pasarla en una cabaña en la nieve con mi familia.

Foto: Cortesía Juan Manuel Navarro

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Una Navidad... en la nieve

Mi peor navidad

No recuerdo una mala, porque todas fueron buenas.

Tal vez sería la que viví por primera vez después que murió mi abuelita paterna, quien era como mi mamá.

Ella fue todo para nosotros y el haber vivido esa Navidad sin ella fue muy diferente.v

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NAVIDAD ‘17

Una Navidad... sin Santa Claus Fernanda Reyes

ESCRITORA, PINTORA Y ACTRIZ Navidad era todo: Arbolito, nacimiento, carreras, regaños, empacho de tanto pellizcar como ratón los platillos y pastelillos siempre a escondidas.

Nada recuerdo con más detalle y entrañable felicidad, que las navidades de mi niñez. Magia, hechizo que duraría hasta que pasara un día después de la gran fiesta.

Después de que naciera el niño Jesús. Hace ya mucho tiempo, tempranito en la mañana un 24 de diciembre.

Desayunamos café en el restaurante de los chinos, mi papá no perdona el café de los chinos y menos esos bisquetes famosos, nosotras tampoco. Y de ahí, directito al mercado. Papá llevaba dos grandes bolsas de yute. A veces, a mi hermana y a mí, nos metía en ellas para pasar la calle. El aventón acababa en la puerta del mercado de San Juan. Pásele! Llévele! pruébelo marchante! Cómo está maestro, que va a llevar hoy? ya me trajeron la mantarraya que me encargó para su cuadro. - Ah que bonita! -Yo se la escogí maestro, cómo ve, eh? -Al rato paso por ella. Y así, el paisaje cambiaba y la plática también, me paseaba en los corredores, del mercado, haciendo travesuras con mi hermana, entre cerros de lechugas, tomates, mangos, naranjas, guayabas, flores, nardos, herberas, claveles. Llegando a casa es un… corre, llevate esto a la cocina, busca floreros, con cuidado… encierra al perro. Rápido que tengo que cocinar! fin del tour. Me retiro a mis escondrijos a comer mis dulces y jugar con el juguete mexicano que me compró en el mercado. Esta vez es una araña con sus patas peludas y largo hilo, esa noche hizo su debut con algunos invitados y con el gato. Me gusta más como saltan los invitados que mi gato. Las miradas de mamá son “el estate quieta” más perfecto y efectivo. Nada como echarte un sueñito con música de villancicos, el olor riquísimo que llega desde la cocina, y mi alboroto en pausa Foto: Cortesía Fernanda Reres

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Miguel Ángel Arritola

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ernanda Reyes es una espléndida escritora, genu i n a mente u n a pintora con una visión universal y una intensa actriz de teatro.

Su personalidad es arrebatadoramente apantallante y escenario que pisa, escenario que se roba una ovación por parte del público a su trabajo actoral.

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pensando en que ya va a empezar la fiesta. La casa está de luces, la puerta suena, Páris ladra, y escucho, como si fueran guacamayas y pajaritos alegres que se saludan. Caras queridas y conocidas están en gran plática en la cocina, en la sala, sentados en la larga mesa de largas bancas, algunos nos traen regalitos, me encantan. El arbolito prendido, música, risas. A veces, como hoy papá prepara romeritos, pavo a la catalana (mi favorito y el de mi mamá) bacalao y postre de manzana y peras glaseadas o la piel de mandarina casi completa tenía adentro un helado preparado por él, con trocitos de frutas cristalizadas, ah! ( cómo las extraño, a mí no me salen) Otras, navidades variaban sólo en la comida, como decía papá: Pues pollo rostizado, ensalada “y va que arde”. Risas, pláticas, discusiones, carcajadas, y yo jugando con el nacimiento, hago mis propias historias. Ellos en su mundo, están acompañando el mío. Recuerdo que el departamento donde vivíamos en la Ciudad de México, tenía chimenea, así que mientras ellos cantaban, guitarra en mano, mi papá, fan de la música flamenca, tocaba y cantaba “la hija de Don Juan Alba, dice que quiere meterse a monja”… y yo, a distancia permitida, estoy atenta a las flamas que bailan con pasos exóticos. Y así, voces, castañuelas, más guitarras, más cantantes, risas, boleros. A veces, cantábamos villancicos y hacíamos ruido con un tenedor o cuchara dentro de un envase de vidrio. la series de luces en forma de casitas, muñecos, piñas, adornan el nacimiento, Más pastel, juego con mi hermana, me peleo con mi hermana. Platico con los invitados, finalmente me corren con todo y perro de la sala. Caperucita y su lobo, se retiran sin querer queriendo. Pero con otra aventura, por que él y yo, ya tenemos un secreto; galletas, pastel, nueces y más, han sido confiscados y nos aguardan en el cuarto. Con piyama puesta metida en la cama, escucho el jolgorio alegre que llega de la sala. Juego a reconocer de quién es cada voz. El rumor me va arrullando hasta quedarme dormida. A veces eran así, a veces de otra manera, pero todas, con o sin, Las recuerdo como las fiestas de navidad más hermosas. Hoy también son muy hermosas, pero aquellas, eran cada año, una noche mágica. ¿Santa Claus? Sí, Tengo una foto retratada con él. Ningunos de los dos estamos convencidos de querer sacarnos la foto, al menos eso me imaginé cuándo abriendo un libro, saltó de entre sus hojas, los dos estamos más serios que un gato haciendo del baño. Si, Santa Claus está en mis Navidades pero no es tan importante, Como dijo Panfilo, la Ardilla: No éramos clientes de ese señor, a mi hermana y a mí, nos traían los juguetitos los Reyes Magos, y ya venían en camino, pocos, muy pocos días para que llegaran y dejaran mis juguetes debajo de mi cama.

Semana del 20 al 26 de Diciembre 2017

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NAVIDAD ‘17

Semana del 20 al 26 de Diciembre 2017

Una Navidad... y un saxofón Oscar Gordillo

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Miguel Ángel Arritola

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n “Torero, Torero” me topé con su don natural de actuar. Lo busqué y al tenerlo frente a mí, jamás olvidaré sus “nervios” ante la primer entrevista.

Pero la maravillosa música de fondo de La Gran Carpa, lugar del encuentro, fue trascedental para romper toda clase de formalidad y más, si a lo lejos se escuchaba el canto de Michael Jackson, cantante favorito de Oscar Gordillo, un actor que sueña con llegar tan lejos que sin duda alguna, ese sueño se vislumbra tan cerca porque tiene tres elementos fundamentales en este campo de la actuación: Talento, disciplina y respeto por el escenario. Él es Oscar Gordillo, un nombre que este 2018 que está por arrancar sonará...y sonará fuerte.

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Hablar de una mejor Navidad entre todas me resulta bastante complicado, no sólo porque esta sea mi festividad favorita del año, si no porque en realidad he sido bastante bendecido con una familia maravillosa que se reúne por completo en estas fechas.

La Navidad a una edad temprana, es decir, durante la niñez, definitivamente tienen un sabor muy especial y más como lo he mencionado antes, con unos padres que se desvivieron por tener viva esa ilusión, siempre con pequeños, detalles como las galletas mordidas, una contra nota a la carta y a la leche con galletas, incluso artículos de Rodolfo el Reno y los duendes que supuestamente dejaban olvidados, y cómo olvidar la vez que escuché a Santa por la azotea de mi casa, acompañado de los cascabeles, (fueron años los que aseguré y platicaba alegremente a mis amigos, que había no solo escuchado sino visto a Santa). Esta es una de las razones por las que no podría escoger cual es mi mejor Navidad.

Enumeraré las Navidades que más recuerdo con el corazón: Crecí en la ciudad de México siendo mi familia de Monterrey y Chiapas no era raro para nosotros pasar la Navidad con amigos o vecinos, sin embargo, si mal no recuerdo, la Navidad de 1992, la pasamos sólo los cuatro de la familia, mi papá, mi mamá, mi hermano y yo, y preparamos todo como si fuesemos a recibir a una gran comitiva, fue una preparación especial, comida, arreglos, regalos, adornos, y recuerdo con mucho cariño esa Navidad porque aunque solo fuimos cuatro, la casa estuvo llena de amor y muy buenos recuerdos.

La Navidad en que me dijeron la gran verdad sobre Santa.

Recuerdo que de verdad fue un shock muy fuerte para mí, fue una Navidad especial porque recuerdo que como era de esperarse, fue mi primer Navidad que me tocó hacerla de Santa, ahora con mi hermano, fue una experiencia nueva salir en plena noche del 24 y ver tantos papás corriendo por todos lados buscando tan preciados regalos por entregar. Jamás hubiese imaginado todo ese movimiento, y las peripecias que tienen que hacer los padres año tras año. Lo más importante es que entendí la gran satisfacción de los papás al ver la sonrisa de sus hijos en vísperas del 25.

Esta Navidad la recordaré como la del gran brindis de mi abuela. Acababa de fallecer mi primer familiar cercano, un tío muy querido y carismático, y se sentía un atmósfera un tanto diferente a la característica de nuestras reuniones familiares navideñas. En ese momento mi abuela con toda esa fuerza y experiencia como líder de la familia, solicita hacer un brindis, sería inútil intentar recordar tal cual sus palabras, pero jamás olvidaré lo que me hizo sentir, nos inyectó de una fuerza, esperanza, motivacion, me hizo sentir tan amado, acompañado y con el soporte de una familia que en las buenas, malas y peores estaría conmigo, y lo vimos reflejado en las situación posteriores a eso. En resúmen esa fue una

Foto: Cortesía Oscar Gordillo

ACTOR

Navidad especial, donde me di cuenta del valor, fuerza y amor con el que cuento con mi familia.

Próxima Navidad -y para poder entender porque este próximo 24 de Diciembre del 2017 pronostica ser mi mejor Navidad les tengo que compartir lo siguiente. Provengo de una familia en la cual aunque nunca nos faltó pan en la mesa, tampoco somos una familia acomodada, asi es que algunas de las maravillosas navidades que les platiqué sobre mi infancia, fueron gracias a los esfuerzo y sacrificios de mis padres. Les platico que mi padre, solía tener entre sus tesoros un saxofón, son varios los recuerdos de mi papá, amante del jazz con su sax, asi mismo recuerdo que me ponía a limpiarlo jaja, pero era algo agradable, de pronto, el preciado sax desapareció.

En su momento no le di importancia, pero siempre que preguntaba dónde estaba el sax, las respuestas fueron tan variadas como, “no sé”, “se lo presté a tu tío”, “se lo regalé a un amigo”, cuando preguntaba un poco más el cambio de tema era inevitable, por mi corta edad en aquel entonces, el tema quedó olvidado, hasta que este año ya con los años recorriendo esta hermosa vida, he llegado a la conclusión de que tal vez, ese saxofón visitó alguna casa de empeño con el propósito de hacer alguna de mis Navidades especiales.

Aunque esto es solo una teoría y el tema tal vez quede por siempre inconcluso, yo quiero hacer mi parte, y es por eso que para esta navidad he comprado un bellísimo saxofón, y será el regalo de Santa para mi papá, y puedo decir que no aguanto la emoción de que sea 25 de Diciembre y poder ver su cara, he de confesar que yo mismo me emocioné al recibirlo en la puerta de mi casa. Ahora habiendo dicho eso , creo que se darán una amplia idea de por qué esta se pronostica como la mejor de mis navidades.

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NAVIDAD ‘17

Una Navidad... llena de inocencia Victor Vázquez

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Miguel Angel Arritola

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n breve llevará a su Frida hasta Milán,Italia. Hace poco la Secretaria de Relaciones Exteriores solicitó charlar con él acerca de su obra “De carne y hueso Frida Kahlo” a un Festival Internacional a realizarse en mayo-junio.

Victor Vázquez es uno de los productores y directores de teatro con mayor visión no en balde, lugar a donde lleva su trabajo, lugar que llena.

Como olvidar ese 24 de diciembre de noche buena...

Recuerdo haber hecho una lista inmensa de peticiones a Santa, como no éramos una familia favorecida, pues yo carecía de todo, (hasta de lo escencial) por tanto pedí el juguete de día del niño los de cumpleaños, aquel trenecito eléctrico que un día vi en aquel aparador de tienda De Llano, la bicicleta de mis sueños, el bat y mi fuente de beis, todo todo lo que nunca me habían podido comprar pero que mi corazón de niño anhelaba...

En el trabajo de mi papá dijeron que iría Santa Claus a recoger las cartas, lo cual pensé era una estupidez porque Santa no sale del Polo Norte hasta las 11 pm del 24 eso cualquiera lo sabía...

Yo no fui a llevarle mi carta a ese impostor, así que aproveché un viaje de mi madre al centro y me le pegué para ir al edificio de correos a dejarla, mientras mi mamá compraba unas cosas me solté de su mano entre al edificio corriendo pedí las estampillas postales para el Polo Norte entonces ahí llegó el momento más amargo de mi corta vida de 4 años me dijeron que no había, y que no molestará, insistí pero no me hacían caso, en eso un empleado de muy mala gana me tomó del brazo para llevarme a la puerta y gritando como loco, en eso entró mi madre con su rostro humedecido por las lágrimas tenía ese tiempo buscándome asustadisíma vi su cara de furia y ya no sabía que era peor si el hombre que me estrujaba o lo que seguía osea enfrentar la furia de mi madre...

En eso mi madre grito “déjelo”... el hombre me soltó asustado; “Señora cuide a sus hijos”. Yo grite “mamá solo vine a dejarle su carta a Santa y no me quisieron vender las estampillas del Polo Norte”.

“Señora es una estupidez que le enseñe esas mentiras a su hijo, ese viejo barbón no existe” La mirada de furia de mi madre ahora era contra el hombre, me pidió la carta, la observó y firmemente se la dio al hombre “Escúcheme bien, va usted a entregar esta carta a Santo Clós y si es preciso, irá usted mismo hasta el Polo Norte a entregarla ¿Entendió? “ y le lanzó esa mirada de fuego que consumía “Sí señora, claro.. “.

Salí de ahí muy contento seguro de que tendría mis juguetes.

Fuimos a la iglesia el 24 en la noche, canté en el coro y actué en el drama representando a José, años después supe que pasamos esa noche en la iglesia porque ahí nos darían la cena...

Llegamos a casa y me dormí lo más pronto que pude.

A la mañana siguiente en plena Navidad, corrí directo al humilde pino a recoger todos mis regalos (yo me imaginaba que iba a estar como la catafixia de Chabelo un cuarto repleto de juguetes). En su lugar solo había una camioneta remolque a escala que no era de control remoto ni tenía ninguna habilidad especial...

Foto: Cortesía Victor Vázquez

PRODUCTOR, DIRECTOR Y ACTOR DE TEATRO

Mi corazón reventó y las lágrimas brotaron pero había una carta, una pequeña carta en un sobre rojo y con la firma del mismísimo Santa Clos donde se disculpaba conmigo diciéndome que había tenido que destinar mis juguetes y los de casi todos los niños de la cuadra (un barrio muy pobre claro) para dárselos a Jorgito (que era el hijo del jefe de mi papá) ya que estaba muy enfermo y moriría muy pronto y el quería que se fuera feliz...

Yo estaba llorando pero ya no por mí sino por ese pobre niño (al cual no conocía) peto que pronto dejaría de existir...

Así que me sentí feliz, muy feliz de haber contribuido a la felicidad de un niño... Y sobre todo que Santa me lo haya pedido personalmente....

Corrí con mi mamá y le conté lo ocurrido, ella solo sonrió con una mueca triste por ser tan pobre y tener que recurrir a estas tretas y a la vez porque comprobó que su hijo era de buen corazón...

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CULTURA

Semana del 20 al 26 de Diciembre 2017

¿Por qué ‘Feliz Navidad’ en Navidad?

M

is intentos por caminar como Dios manda por las calles de la ciudad se han visto frustrados por el tráfico navideño (tráfico lo mismo de autos que de personas). Yendo o viniendo pero todos avanzando, y comprando, y comiendo, y haciendo tantas otras cosas relacionadas con el consumo que me obligan a preguntarme qué es realmente la Navidad: ¿reuniones fraternas? ¿Comer en armonía con otras personas? ¿Comprar regalos y más regalos?

En el caso de las reuniones, no veo por qué que esperar hasta la Navidad para reunirnos con nuestros seres queridos. Si es así, pienso entonces en una declaración de disfuncionalidad. Uno puede reunirse con sus seres queridos en cualquier momento.

No le hallo sentido a esperar hasta el 24 de diciembre.

En cuanto a la famosa cena navideña, hasta ahí nos inculcan el consumismo. No demerito el motivo de la fiesta, pero ¿acaso no podemos pegarnos una buena comida en cualquier otra fecha? Y si se trata de buen comer, ¿por qué ceder ante platillos predestinados y no los que realmente nos agraden o plazcan?

Y ya encarrilados con el tema del consumismo, está claro que la sociedad sobrevive gracias a lo que vende, pero, vaya, planteo lo mismo que con la cena: ¿no se puede llegar a casa con un regalo para esa persona que vive bajo nuestro mismo techo en cualquier otro día? Está muy bien que la gente se re-

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gale cosas, pero, ¿por qué no otra fecha? Sé que miles de niños esperan ansiosos ese día, pero en el fondo los estamos educando para que consuman tal y como lo hacemos nosotros.

Nunca me he asumido como un grinch ni pienso hacerlo. Soy uno de esos mortales que disfruta estas fechas y que procura hacer feliz a quien tiene al lado no sólo en Navidad sino en cualquier otro momento del año, el que se pueda, el que lo amerite. Si así lo hago es porque creo conocer muy bien el verdadero motivo de celebración que hay en esta fecha al menos en términos religiosos.

Pero creo que, si la ciudad está de cabeza por estas fechas, es porque hemos olvidado que lo importante de la Navidad está precisamente en lo que no se puede comprar.

Supongo que a muchos les costará bastante entender eso, pero creo que el primer paso se puede dar con responder esta pregunta: ¿me doy la oportunidad de revisar cómo voy por el mundo en relación con los demás y conmigo mismo?

Hagamos la prueba. ¡Feliz Navidad!

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