El éxito de A.H. Riise con el ron y los sabores amargos está estrechamente vinculado a sus muchos viajes. Varios de ellos fueron expediciones científicas, en las que se desplazó verdaderamente lejos para reunir hierbas y especias de olores y sabores agradables con el fin de utilizarlas durante la fabricación de su alcohol.
Como farmacéutico y científico de formación, Riise utilizaba sus conocimientos sistemáticamente para desarrollar sus licores y rones. Sin embargo, sus ansias por descubrir eran mucho mayores; su enorme colección de hierbas, plantas y caracolas puede verse expuesta actualmente en los museos daneses.