La agricultura regenerativa busca restaurar la salud del suelo, mejorar la biodiversidad y fortalecer la resiliencia de los ecosistemas agrícolas.
Uno de los principios de este modelo es el manejo del suelo mediante prácticas como la cobertura vegetal permanente, la rotación de cultivos y la incorporación de abonos orgánicos. Estas acciones evitan la erosión y mejoran la retención de agua. Además, favorecen la captura de carbono, contribuyendo a mitigar el cambio climático.
Sin embargo, la transición a la agricultura regenerativa hoy carece de incentivos económicos, desconocimiento técnico y resistencia al cambio en el sector agrícola. Esto impide su adopción más amplia y acelerada. Es necesario que tanto gobiernos como empresas inviertan en investigación y políticas de apoyo para facilitar la implementación de estas prácticas.
A pesar de estas barreras, estudios y experiencias de productores en México y otros países han demostrado que la agricultura regenerativa es viable y rentable. Al restaurar la fertilid