La educación pública se convirtió en uno de los ejes centrales de los gobiernos estatales en el siglo XIX, se sentaron las bases de la enseñanza para formar ciudadanos que tuvieran un papel destacado en la transformación del país. El sistema lancasteriano predominó mayoritariamente y las escuelas estaban divididas para niñas y niños; donde se les enseñaba las primeras letras, clases de moral y se fomentaba el amor a la patria.