La Constitución Federal de 1824 concedió a las recién formadas entidades la libertad de gobernarse internamente emulando el modelo republicano federalista y garantizando un adecuado equilibrio del ejercicio del poder, en Guanajuato fue hasta 1826 cuando se promulgó la Carta Magna local, siendo la entidad una gran promotora por el total apego a la tradición constitucionalista.