CONCLUSIONES A la luz de la experiencia de tres de los principales socios de AGCI en la ejecución de proyectos triangulares y de algunos casos concretos anteriormente expuestos, es posible observar que en materia de evaluación, no existe un único modelo cuando se trata de iniciativas llevadas a cabo bajo esta modalidad. Si bien, en términos generales, los criterios del CAD utilizados para evaluar proyectos de cooperación tradicional guían las evaluaciones triangulares, el acercamiento a las mismas difiere en cuestiones metodológicas, el diseño de la evaluación, y los alcances esperados, entre otros. La modalidad triangular pone de manifiesto complejidades que requieren un acercamiento distinto al de proyectos bilaterales. En este sentido, por ejemplo la GIZ está en la búsqueda de un modelo general de evaluación de Cooperación Triangular, compartido con los demás actores que participan en una triangulación, y que pueda ser lo suficientemente flexible para ser aplicado a todos los proyectos en que participa. La Cooperación Española si bien reconoce las particularidades de la Cooperación Triangular, no está en la búsqueda de un modelo, pues su acercamiento es caso a caso. JICA por su parte, tiene un enfoque más pragmático y enfrenta las evaluaciones de proyectos triangulares de forma similar a un proyecto bilateral. Asimismo, es compartido el hecho que las complejidades adicionales de la modalidad triangular implican que es aún más importante definir claramente los objetivos de la evaluación y la posterior comunicación de los resultados de ella a todas las partes involucradas. En ese sentido, es fundamental adaptar los contenidos que se comunicarán como resultados según el destinatario del que se trate. Independientemente del enfoque con que se lleve a cabo una evaluación de Cooperación Triangular, pareciera haber cierto consenso que, además de “medir” y relevar los resultados de un proyecto particular, la evaluación debe tener un fin de aprendizaje para corregir cuestiones vinculadas a la gestión, coordinación y procedimientos propios de una triangulación. En otras palabras, el alcance de la evaluación no debiera limitarse únicamente a evaluar el proyecto en sí mismo, pues es una importante oportunidad para valorar la propia modalidad triangular. ¿Qué ventajas comparativas tiene la Cooperación Triangular?, ¿es más o menos eficiente que un proyecto bilateral?, ¿varían los resultados de desarrollo si el proyecto es triangular?. En una relativa ausencia de investigaciones empíricas sobre los alcances de la Cooperación Triangular, las evaluaciones son una importante oportunidad para extraer aprendizajes que permitan perfeccionar la modalidad, la cual ha ido ganando cada vez mayor protagonismo en el sistema internacional de cooperación, en el contexto en el que los países de renta media buscan tener mayor influencia en el desarrollo.
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