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Atravesar o no Atravesar Lucas Torres Agüero
Escalones y Puertas Giratorias, sector de maqueta. Alumnos: Macarena Sánchez y Camila Sueyro
Arquitectura sin Estado contiene nueve proyectos, nueve desarrollos autónomos que producen sistemas de ocupación territorial, nueve ensayos que proponen modos de albergar una multitud, nueve objetos que revelan su belleza por exceso de forma, nueve postulados que refieren a una naturaleza amoral y puramente arquitectónica, nueve cánones que formulan sus propios principios contemporáneos, nueve prototipos que arman una serie, nueve modelos de relaciones formales que narran estados arquitectónicos, nueve documentos que concentran una investigación política y formal, nueve organizaciones geométricas que desnudan convenciones disciplinares que circulan dentro de la arquitectura.
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Los proyectos construyen sus propios sistemas normativos, y se constituyen como conjuntos de restricciones que regulan el modo en que se desplazan los cuerpos. La forma de los proyectos enuncia las normas: la organización material y la normativa coinciden en el mismo espacio y tensionan la posibilidad de disociar la forma de su performance. El cuerpo que atraviesa estos proyectos se dispone a jugar con las restricciones que se ofrecen, a construir series de movimientos que se desplieguen en coreografías continuas, a tensionar sus convenciones con los límites, y a conformar una multitud de 404 personas que articule entre uno y muchos.
Las restricciones en estos proyectos no solo regulan los cuerpos que los atraviesan, sino que también se regulan a sí mismos. El sistema se condensa dentro de un conjunto formal, la unidad, conteniendo su expansión en estado latente. La unidad se constituye por medio de relaciones formales (dimensiones, distancias, curvaturas, ángulos e inclinaciones) ofreciéndose como un objeto político con bordes definidos. Sin embargo, la unidad contiene algunos cabos sueltos y relaciones truncas, que la someten a crecer más allá de sus límites en pos de completarse hacia el infinito. El modo de extensión responde a las relaciones que la unidad ofrece desde su interior, proponiendo un modo específico de ocupar el territorio. Es así que los proyectos crecen y se desplazan a través de un sistema cartesiano que despliega en planta y en axonometría un modo de accionar sobre el espacio.
Las relaciones formales se construyen mediante tres elementos: el muro, el vano y la puerta. El sistema que constituyen estos elementos ofrece una sola operación binaria (atravesar o no atravesar), construyendo un sistema de aperturas y oclusiones formales. Estos tres elementos condensan tipologías arquitectónicas. Los muros contienen también los tabiques, las columnas, los pilares, las pilastras, los bloques, las losas, las vigas, las escaleras, las rampas, las bóvedas y las cúpulas. Los vanos contienen también los huecos, los arcos y las bóvedas. Las puertas contienen también las ventanas, las cortinas, los molinetes y las barreras. El lenguaje de la arquitectura se condensa en tres elementos primitivos que se despliegan en el proyecto y que solo se vuelven específicos cuando determinan su posición y grado en el espacio. Dentro de esta búsqueda formal-normativa, Arquitectura sin Estado suspende la atención sobre la materialidad de los elementos. No hay transparencias, no hay resistencia, no hay dureza, no hay flexibilidad; no hay naturaleza de los materiales, no hay propiedades físicas, no hay lógicas constructivas más allá de la propia norma. Un muro transparente sigue evitando que un cuerpo
lo atraviese, una puerta de vidrio cerrada sigue operando como un muro, la iluminación y la ventilación quedan supeditadas a la cantidad de vanos o puertas que disponga el proyecto. No se intenta desestimar la capacidad que tiene el material, sino despejar todo aquello que lo vuelve difuso y distrae de pensar a la arquitectura como un sistema que habilita o restringe la acción de atravesar.
Arquitectura sin Estado no le propone una salida a la arquitectura, no le propone un divertimiento a la disciplina, no le propone un medio de escape a la sociedad, ni tampoco propone una postura integral. Arquitectura sin Estado es un proyecto que expande las acciones fundamentales de unas personas, los movimientos latentes de unos cuerpos físicos, las convenciones de una sociedad, las fuerzas internas de una multitud, las oportunidades de unos elementos arquitectónicos y la capacidad inherente de la disciplina.

Muros y Pasillos, sector de maqueta. Alumnos: María Eugenia Cosentino y Agustina Mesa