NUM. 4
JULIO- AGOSTO 2008
Por espacio de tres años había estado sufriendo de la columna vertebral y de artritis en los dedos, condiciones que le producían fuertes dolores. Había visitado al médico, quien diagnosticó que tenía discos herniados. Asistió a la campaña anhelando recibir sanidad de parte de Dios. Tan pronto se hizo el llamado para orar por los enfermos, comenzó a sentir una paz en todo su ser y como si Dios le estuviera pasando las manos por su cuerpo. En ese instante el dolor desapareció por completo. Más tarde testificó que Dios lo había sanado.
El Alma PAGS. 4-7
Milagros de Impacto
Madres Unidas
PAGS. 14-15
PAGS. 22-23