Imaginario Simbólico



Créditos

Ilustración: Marbely Peña


















Edición: Larissa Góngora, Adriana Reyes
Contenido: Adriana Reyes, Larissa Góngora, Marbely Peña
Universidad José Matías Delgado, 2022





















Ilustración: Marbely Peña
Edición: Larissa Góngora, Adriana Reyes
Contenido: Adriana Reyes, Larissa Góngora, Marbely Peña
Universidad José Matías Delgado, 2022
Nació en San Salvador en 1935 y falleció cerca de Quezaltepeque en 1975. Poeta salvadoreño con un estilo coloquial y comprometido plenamente con la sociedad salvadoreña, desde joven se manifestó un conciencia social que lo llevó a comprometerse en los movimientos revolucionarios
La influencia en sus poemas era las vanguardias europeas del momento, específicamente el surrealismo, resaltando expresiones icónicas y modernas provenientes de la cultura inglesa, llegando a tener un equilibrio entre relatos breves e ingenio y expresar la visión política y crítica de la realidad en El Salvador.
Mi silencio encadenado nace como respuesta al poema Alta hora de la noche de Roque Dalton.
En esta ocasión se decidió abordar el poema desde una perspectiva diferente.
En la narración se puede comprender que el poema está dedicado a una persona, basado en el poema se descifró, en una carta, lo que el receptor del poema sentía, vivía y experimentaba en ese momento, la carta tiene una gran influencia de el autor, con la finalidad de expandir el inmersivo el universo que presenta el autor.
poema
Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre porque se detendrá la muerte y el reposo.
Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos, sería el tenue faro buscado por mi niebla.
Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas. Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.
No dejes que tus labios hallen mis once letras. Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.
No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto desde la oscura tierra vendría por tu voz.
No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre, Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre.
carta
“Para mi desahuciado y atado corazón:
Querido, esclavo de un amor que no pudo ser completado. Sólo tú puedes expresar mi doloroso sentir a altas horas de la noche.
Olvida tus cadenas. Huye, amor, del pecho en tormenta que tiene una guerra mortal con mis dependientes sentidos. El amor cautivo de rosas envenenadas en las espinas de tu cariño, destroza el nostálgico latido de quien alguna vez fue.
Atentamente, mi silencio encadenado.”
Proceso lento donde el cuerpo pierde la conciencia y el alma escapa sin posibilidad de sobrevivir.
El deseo de olvidar lo que alguna vez sentí.
Lugar donde se encuentran las cadenas de cada letra que alguna vez recite.
El sabor agridulce que con los años se vuelve o más dulce o más agrio.
Una planta que nos salvará de la putrefacción del tiempo.
Situación que concluye en un conflicto entre el silencio y la libertad.
Un truco de desaparición de todos aquellos sentimientos que una vez sentí.
Una lugar en la realidad que nos inventamos para callar los sentimientos que sentimos.
Unidad que mide el recorrido que tuvimos.
Estado de la vida donde reina la claridad y la sinceridad.
Una lucha entre la noche de tu partida y el recuerdo de la mañana que nos conocimos.
Cuando la tristeza se va, reinan el castigo y la culpa de lo que pudo ser.
Un cambio inesperado pero sumamente necesario.
La íntima relación, entre el ser y el cuerpo, la palabra y el silencio, las cadenas frías y el gozo de la libertad, en lo que fue y lo que nunca será.
Sonidos extraño provenientes de un ente natural con pensamientos del pasado y el futuro.
Lugar de la ensoñación eterna, caracterizado por tener un aspecto tétrico en su forma física, mientras que en el plano espiritual todos los males de la tierra se liberan.
La necesidad de encontrar nuestras almas por última vez en el más allá.
Un desierto donde ni la mínima señal de vida sale a relucir.
La bebida oficial de este encuentro del recuerdo.
La decapitación de mi espíritu.
Lo bello junto a lo grotesco coexistiendo en dos personas conectadas.
La acción inocente de caer un extraño mundo.
Imaginario simbólico basado en la historia detrás del poema "Alta hora de la noche" de Roque Dalton; una carta del alma para el silencio, donde las palabras se desvanecen en el recuerdo de lo que pudo ser. Diseño gráfico e ilustraciones por: Adriana Reyes, Marbely Peña y Larissa Góngora. Escuela de Diseño, Universidad Dr. José Matías Delgado.