RECETARIO ILUSTRADO

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Postres fáciles para endulzar el corazón

Galletas Historia

Las galletas con chispas de chocolate nacieron en 1930 en una vieja casa colonial de Massachusets, en Estados Unidos habitada por Ruth Wakefield y su esposo, que en ese mismo año decidieron poner una pequeña fondita, y pronto las recetas de cocina casera y los deliciosos postres de Ruth comenzaron a atraer a muchos clientes.

Habitualmente Ruth usaba el chocolate para hacer sus famosas galletas, hasta que un buen día se quedó sin el chocolate necesario para hacerlas así que tuvo que recurrir a una barra que le había regalado Andrew Nestlé.

La cortó en trocitos y los añadió a la masa, pensando que se fundirían y el resultado sería el mismo que de costumbre. Sin embargo, los pedazos mantuvieron su forma y se volvieron cremosos.

El resultado fue todo un éxito, por lo que Ruth comenzó a aparecer en los periódicos y ahí contaba cómo es que realizó las famosas galletas de chispas de chocolate de las que todo el mundo hablaba.

Esto hizo que las ventas del señor Nestlé se incrementaran y visitó a Ruth para llegar a un acuerdo: él imprimiría la receta de las galletas en la envoltura de las barras de chocolate a cambio de que ella utilizara todo el chocolate que necesitara a lo largo de su vida.

Gracias a este acuerdo es que las galletas con chispas de chocolate se volvieron famosas alrededor del mundo.

Preparación: 25 min

Cocción: 15-20 min

Porciones: 15-20

• 1/2 cdita. de bicarbonato de sodio

• 1/2 cdita de sal

• 1/2 taza de azúcar blanco

• 1/2 taza de azúcar moreno

• 1 cda. de maicena

• 1 y 1/2 taza de chispas de chocolate

• 1 huevo a temperatura ambiente

• 1 y 1/4 Taza de harina.

• 1 cdita. de extracto de vainilla.

• 113 g de mantequilla.

Utensilios

• Bowl

• Bandeja

• Horno

• Dos cucharas

Preparación

Mezclar la manteca con el azúcar blanco y el azúcar moreno hasta conseguir una estructura bien cremosa que será lo que le va dará estructura a las galletas.

Añadir el huevo a la mezcla.

Incorporar la vainilla y mezclar bien Tamizar los ingredientes secos : la harina, la maicena, el bicarbonato y la sal.

Añadir a la mezcla de mantequilla y azúcar y remover hasta que esté todo integrado.

Colocar las galletas en una placa y llevar a un horno precalentado a 170º C durante 15-18 minutos o hasta que sus bordes estén dorados.

Añadir las pepitas de chocolate y las nueces cortadas y con ayuda de dos cucharas tomar porciones de masa y hacer una bola. Dar forma de galleta a cada una y las reservar en la heladera durante 1 hora. 1 5

Dejar enfriar y servir.

No coloques demasiadas galletas en una sola bandeja para hornear. Asegúrate de que haya suficiente espacio para que las galletas se expandan mientras se cocinan. Esto evita que se peguen entre sí y se cocinen de manera desigual.

Para asegurarte de que todas tus galletas se cocinen de manera uniforme, utiliza una cuchara para helado o una cuchara de medir para formar bolas de masa del mismo tamaño. Colócalas en la bandeja para hornear con suficiente espacio entre ellas para que puedan expandirse durante la cocción.

Red Velvet

Historia

Comenzaron a elaborarse desde el siglo XIX. Las recetas pedían el uso de cacao puro para ablandar la harina y hacer pasteles de textura más fina. Esta textura más suave le dio a estos pasteles el nombre de Red Velvet. El término se traduce a terciopelo rojo en español.

A principios de la década de 1900, surgieron recetas para pasteles con cacao rojo y otras variaciones. Una de las menciones más destacadas del pastel llegó en 1943 en “The Joy of Cooking” de Irma S. Rombauer. Fue una de las primeras menciones nacionalizadas del pastel.

¿sabías qué...?

El pastel Red Velvet se ha convertido en un símbolo cultural en América del Norte y México. En algunas regiones, se considera un pastel de bodas tradicional y en otras, se come en celebraciones como Navidad, San Valentín o el Día de Acción de Gracias.

Preparación: 90 min

Cocción: 35 min

Porciones: 12

Para el bizcocho:

INGREDIENTES

• 270 gr harina sin polvos

• ½ cucharadita de Bicarbonato de Sodio

• 1 cucharadita de Polvos de Hornear

• 25 gr de Cacao Amargo en Polvo

• 250 ml de leche entera

• 1 cucharada de jugo de limón

• ¾ taza de aceite vegetal

• 300 gr de azúcar

• 2 huevos

• ¼ cucharadita de sal

• 2 cucharaditas de esencia de vainilla.

• 2 cucharadas de colorante rojo

Para el frosting:

• 400 gr de queso crema

• 180 gr de mantequilla sin sal

• 160 gr de azúcar flor

Utensilios

• Bowl

• Moldes de 15 cms de diámetro

• Cucharas

Preparación

Precalentar el horno a 170°.

Enmantequillar y enharinar 2 moldes de 15 cms. de diámetro.

Tamizar los ingredientes secos : la harina, la maicena, el bicarbonato y la sal.

En un bol, cernir la harina, agregarle el Bicarbonato de Sodio, Polvos de Hornear, Cacao Amargo en Polvo y reservar.

Mezclar la leche entera y el jugo de limón o vinagre y dejar reposar por 10 minutos.

En un recipiente, agregar el aceite vegetal y el azúcar. Batir y agregar los huevos, Sal de Mar, Esencia de Vainilla, Colorante Rojo. 1 5

Batir hasta obtener una mezcla homogénea y luego agregar los ingredientes secos cernidos.

Verter la mezcla de leche con limón e integrar.

Dividir la mezcla en 2 moldes y hornear por 40-45 minutos o hasta que estén cocidos.

Dejar enfriar 15 minutos antes de desmoldar.

Para el frosting: En un recipiente, batir el queso crema.

Agregar la mantequilla, el azúcar flor y seguir batiendo hasta integrar.

Cortar cada bizcocho en 2 partes iguales.

Poner el frosting en cada piso de la torta. Sirve y... a disfrutar!

Para conseguir un pastel esponjoso y suave, la mezcla debe ser uniforme. Saca los huevos, la mantequilla y la leche agria de la nevera al menos dos horas antes de la preparación.

La decoración de la torta red velvet es una parte fundamental de este pastel. Por esto, te recomendamos que si quieres evitar que pierda su textura, déjala enfriar antes de agregarle el frosting. No refrigerar el pastel puede ocasionar que se pierda volumen, se rompa, desmorone o se arruine todo.

Cupcake Historia

Cupcake, “tarta de taza” en castellano, son pequeñas porciones individuales de tarta cubiertas de crema dulce. Se hornean en moldes igual que las magdalenas o los muffins.

Y aunque es una receta más o menos reciente en nuestro país, su primera mención la encontramos en EE.UU en 1796 en el libro American Cookery de Amelia Simmons, cuando utilizó el término cupcake para explicar que era una “tartaleta que se cocina en pequeñas tazas”.

Ha sido durante el siglo XXI cuando los cupcakes se han puesto de moda en Estados Unidos. En Nueva York, por ejemplo, algunas tiendas de cupcakes han aparecido en series de televisión como “Sexo en Nueva York”.

Son ya populares en prácticamente todos los rincones del mundo, pequeños manjares, para grandes y pequeños, que llaman la atención por su cuidada presentación y su delicioso aspecto.

¿sabías qué...?

En E.U.A se les llama Fairy cake (torta de hadas) haciendo alusión fantasiosa de su tamaño, ya que según los pasteleros, serían apropiado para una fiesta de hadas.

Preparación: 15 min

Cocción: 25 min

Porciones: 10-12

Para la masa

• 120 gramos de harina

• 140 gramos de azúcar

• 1 1/2 cucharadita de polvo de hornear

• 1/8 cucharadita de sal

• 40 gramos de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente.

• 120 ml de leche líquida

• 1 huevo

• 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.

Para el glaseado de merengue esponjoso

• 1 taza (198 gramos) de azúcar blanca

• 1/3 taza de agua

• 1/4 cucharadita de cremor tártaro o vinagre blanco

• 1/8 cucharadita de sal

• 2 claras de huevo

Utensilios

• Tazón

• Cuchara

• Batidora

• Moldes para cupcakes

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Preparación

Calentar el horno a 325°F / 160°C.

Mezclar los ingredientes secos: en un tazón colocar la harina, azúcar, polvo para hornear, sal y mantequilla. Batir con la batidora eléctrica a velocidad baja, hasta que todo esté integrado y se logre una consistencia arenosa.

Agregar la mitad de la leche poco a poco y seguir batiendo hasta integrar.

Mezclar el huevo, la vainilla y la leche restante y agregar a la mezcla mientras seguimos batiendo hasta que esté suave; no batir en exceso.

Vierte la mezcla en los moldes de cupcakes a los que habrá colocado los capacillos y llevar al horno por unos 20 a 25 minutos y estén dorados. Pruebar si están listos insertando un palillo y si sale seco, están listos.

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Enfriar los cupcakes: transferir los cupcakes a una rejilla para que se enfríen completamente antes de decorar.

Para preparar el glaseado: En una olla pequeña colocar el azúcar, agua, cremor tártaro y sal y llevar a ebullición a fuego medio, revolviendo hasta que el azúcar este completamente disuelta.

Al sacarlos del horno no los dejes en la bandeja, sobre todo si es de metal, porque al preservar el calor, continuará el proceso como si siguieran horneándose. Retíralos con cuidado para que no te quemes.

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En el tazón de la batidora colocar las dos claras de huevo, encender la batidora y agregar poco a poco el jarabe preparado, batiendo hasta que se formen picos firmes y baje la temperatura del tazón, unos 7 minutos aproximadamente.Agregar la vainilla; el colorante, si estás usando; batir un poco más hasta integrar. Decorar los cupcakes, servir y a

disfrutar!

A momento de jugar con los sabores es preciso que busques un equilibrio entre la base y la cubierta, trata de que ambas no sean igual de dulces, para que no resulten empalagosos.

Flan

Historia

Los registros más antiguos que se conocen sobre la tyropatina (el dulce que dio origen al flan) se remontan hasta la época de los romanos, justo cuando empezaron a domesticar pollos y gallinas e incorporaros los huevos a sus recetas. Más adelante, surgió una variante, en la que ya estaban presentes los ingredientes principales del flan actual, el huevo y la leche, y también miel. En la Edad Media, este postre se consumía en época de cuaresma y fue entonces cuando comenzó a elaborarse con azúcar y caramelo, tal y como lo conocemos ahora.

Pero no fue hasta el siglo VII cuando surgió el nombre de flan, que en francés significa torta plana. A partir de este momento, empezó a popularizarse en muchos países, incluído el nuestro, surgiendo nuevas versiones a partir de la base de huevos, leche y azúcar.

¿sabías qué...?

Se cree que en la cultura medieval, el flan se preparaba, principalmente, durante la época de verano; esto, porque la receta utilizada permitía que el producto final no requiriera refrigeración.

Preparación: 10 min

Cocción 90 min

Porciones: 10

• 1 taza de azúcar (para el caramelo)

• 1 lata (12 oz) de leche evaporada

• 1 lata (14 oz) de leche condensada

• 6 huevos

• 1 cucharadita de esencia de vainilla

Utensilios

• Bowl

• Moldes de 15 cms de diámetro

• Cucharas

Preparación

Para hacer el caramelo: Pon una cacerola sobre fuego medio-alto. Cuando esté bien caliente, esparce un poco de azúcar sobre ella (aprox. un cuarto de taza).

Sin mover, déjalo empezar a derretirse, cuando empiece a tomar un color dorado, agrega otro cuarto de taza, poco a poco empieza a revolver hasta que toda el azúcar se vaya incorporando y derritiendo. Repite hasta que toda el azúcar se haya derretido y tome un color ámbar. Ten mucho cuidado ya que el azúcar caliente puede causar serias quemaduras.

Coloca el caramelo en un molde de 9 pulgadas de diámetro y, cuidadosamente, muévelo de manera tal que cubra todo el fondo y un poco de las orillas del molde. Déjalo aparte; verás como el azúcar se solidificará y se verá un poco cristalino. 1

Para hacer el flan: En una licuadora, incorpora la leche condensada, la leche evaporada, los huevos y la vainilla. Licúa hasta que todos los ingredientes se incorporen muy bien. Coloca la mezcla en el molde con el caramelo y cúbrelo con papel aluminio.

Hornea en baño María (el agua debe cubrir dos tercios del molde) a 350 ºF (180 ºC) por aproximadamente una hora, o hasta que al introducir un palillo en el centro, salga limpio

Saca del horno y deja enfriar por más o menos una hora. Refrigera por 3-4 horas.

Para desmoldar, usando un picahielos o un cuchillo, separa cuidadosamente las paredes del flan y el molde, coloca una charola encima y con un movimiento rápido voltea el molde. Con cuidado, remueve el flan y decora a gusto.

Si bates en exceso los huevos, el flan quedará con una consistencia demasiado esponjosa, parecida a la del huevo cocido ya que, el exceso de aire evitará que quede con la textura compacta y cremosa que tanto nos gusta.

Si mezclas todos los ingredientes en la licuadora, evita licuarlos por muchos minutos; esto creará burbujas de aire que luego dejaran marcas en los bordes del flan.

Croissants Historia

Aunque muchos creen que el origen del cruasán o croissant (que significa “creciente” en francés, debido a su forma de cuarto creciente lunar) es galo, lo cierto es que esta pieza de panadería de hojaldre es de origen austriaco.

Corría el año 1683, época en la que el Imperio Otomano avanzaba por Europa conquistando territorios en su lucha contra el Imperio Romano Germánico. Tras haber arrasado Constantinopla, los Balcanes y parte de Hungría, el ejército otomano fijó su objetivo en Viena. La ciudad se encontraba rodeada por una muralla, así que la estrategia de los 20.000 soldados fue socavar el terreno, a fin de que una trinchera o corredor pasara por debajo de las murallas, hasta desembocar en el centro de la ciudad.

Para no ser descubiertos trabajaban sólo por la noche, pero no se habían percatado de que los panaderos también trabajaban a esas horas. Estos oyeron el ruido que hacían los turcos con las palas y picos, y dieron la voz de alarma. De esta manera toda la ciudad y el ejército pudo repeler el ataque del invasor, que no tuvo más remedio que retirarse. Fue gracias a este aviso por lo que se defendió la ciudad.

Como celebración de esta victoria, los panaderos crearon un bollo con forma de luna creciente, la misma que lucía en la bandera otomana. Por lo que el croissant simbolizó la manera de ‘comerse a un turco’, una dulce venganza llevada a cabo gracias a la inestimable colaboración de los panaderos vieneses.

Preparación: 20 min

Cocción: 25 min

Porciones: 4

• 500g de harina

• 50g de azúcar

• 400g de mantequilla

• 15g de sal

• 10g de levadura fresca

• 15g masa madre

• Agua

• 1 huevo

• Chocolate o manteca de cacao para el relleno

Utensilios

• Bowl

• Rodillo

• Cuchara

• Horno

Preparación

En un bol echamos la harina, el azúcar, la manteca, la masa madre, la sal y vamos incorporando agua lentamente hasta lograr una masa maleable.

Cuando tengamos la masa, la estiramos bien, untamos una capa de manteca sobre la masa y luego la plegamos en tres partes. Una vez plegada, volvemos a estirarla con el rodillo y repetimos el proceso de pliegue 3 veces. Esto es para obtener una masa hojaldrada.

Hacemos triángulos largos, ponemos chocolate sobre ellos y los cerramos enrollándolos.

Untamos huevo batido sobre ellos y lo metemos al horno 200º hasta que se doren.

Para los más golosos, se puede derretir chocolate y bañar ambas puntas. ¡Dejar reposar y...

listo para disfrutar!

Toma en consideración que si hace calor en tu cocina, vas a tener que refrigerar la masa más tiempo luego de estirarla (hasta 1 hora – 1h30) para lograr que quede de esta manera.

Los croissants son un dulce delicioso sin necesidad de añadirle nada. Pero también tienen algo sensacional, y es que son tremendamente versátiles y aceptan todo tipo de rellenos para hacerlos aún más golosos.

No hay nada que un buen postre no mejore. Este recetario contiene recetas fáciles que puedes realizar en casa sin ser un experto en la cocina, podrás encontrar diferentes tipos de texturas y sabores que sin duda te endulzarán el corazón.

Edición Editorial Digital Taller de diseño 3

Adriana Lizeth Pérez López

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