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CÁNCER Cervical
El cáncer de cuello uterino o cervix (cáncer cervicouterino) se origina en las células de esta región del útero. El cuello uterino es la porción final, inferior y estrecha del útero (matriz) que conecta el útero con la vagina (canal del parto).
El cáncer de cuello uterino se forma, por lo general, de manera lenta a lo largo del tiempo. Antes de que este cáncer se forme, las células del cuello del útero sufren ciertos cambios conocidos como displasia y se convierten en células anormales. Con el tiempo, si las células anormales no se destruyen o se extraen, es posible que se vuelvan cancerosas, se multipliquen y se diseminen a partes más profundas del cuello uterino y a las áreas que lo rodean.
El cáncer de cuello uterino es el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, con una incidencia estimada de 604,000 nuevos casos y 342,000 muertes en 2020.
¿QUÉ LO CAUSA?
El cáncer cervicouterino resulta de la infección por el virus del papiloma humano (VPH) El VPH es ahora reconocido como el principal factor causante del desarrollo de cáncer cervical. Más de 150 tipos de VPH han sido identificados hasta la fecha, y se clasifican en dos categorías: “alto riesgo” y “bajo riesgo”. Los estudios demuestran que el VPH de alto riesgo se encuentra en el 99.7% de los casos de cáncer cervical. Los tipos de “bajo riesgo” no están asociados con cáncer cervical, pero algunos son conocidos por causar verrugas genitales.
Cuando se expone al VPH el sistema inmunitario del cuerpo generalmente evita que el virus haga daño. Sin embargo, en un pequeño porcentaje de personas, el virus sobrevive durante años, contribuyendo al proceso que hace que algunas células del cuello uterino se conviertan en células cancerosas.
FACTORES DE RIESGO
• Muchas parejas sexuales.
• Actividad sexual a edad temprana.
• Tener otras infecciones de transmisión sexual, como la clamidia, la gonorrea, la sífilis y el VIH/ sida, aumenta el riesgo de contraer el virus del papiloma humano.
• Sistema inmunitario debilitado.
• Tabaquismo. Las pruebas de detección incluyen:
DIAGNÓSTICO
• PAPANICOLAOU: Cepillado para tomar células del cuello uterino, que luego se examinan en un laboratorio para detectar anormalidades.
• PRUEBA DE ADN DEL VIRUS DEL PAPILOMA
HUMANO: Consiste en analizar las células recolectadas del cuello uterino para detectar la infección con cualquiera de los tipos de virus del papiloma humano que tienen más probabilidades de provocar cáncer de cuello uterino.
Si se obtienen resultados anormales y se sospecha de cáncer de cuello uterino hay que realizar otro estudio que se llama colposcopia. Y luego se toma alguna muestra (biopsia) del tejido que es enviado para analizar.
Luego, con los resultados de las pruebas se puede conocer el tipo de cáncer cervical y en qué estado se encuentra, el tratamiento varía dependiendo el momento en el cual se hace la detección de la lesión, esto puede incluir: cirugía, radiación, quimioterapia, inmunoterapia. Recuerda que cada caso es individualizado a la paciente.
Prevenci N
Ginecolog A
• Vacunación: Recibir una vacuna para prevenir la infección por virus del papiloma humano puede reducir tu riesgo de cáncer de cuello uterino y otros cánceres relacionados con el virus del papiloma humano.
• Pruebas de papanicolaou de rutina. Las pruebas de Papanicolaou pueden detectar afecciones precancerosas del cuello uterino, por lo que pueden ser monitoreadas o tratadas para prevenir este tipo de cáncer. Desde el inicio de las relaciones sexuales se recomienda por lo menos una vez al año realizar la prueba, y si es necesario hay otras pruebas para su detección.
• Mantén relaciones sexuales seguras: limitar el número de parejas sexuales que tengas.
• No fumes.
• Mantén tu sistema inmunológico sano.
El cáncer de cuello uterino es prevenible y por eso es muy importante tus consultas ginecológicas y realizar las pruebas que sean necesarias para detectar lesiones tempranas.
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