ORGANOGRAFíA. — DE LA INFLOREsCENCIA.
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lejos de ser fruto, como se cree comunmente, no es otra cosa sino
un receptáculo cóncavo, parecido á una copa, de la superficie inte rior, del cual nacen muchas florecillas y que por la aproximacion de sus bordes toma el aspecto de una pera ahuecada, y presenta un curioso ejemplo de esa inflorescencia, mientras que se halla abierto á manera de copa en la dorstenia, lo que demuestra las transiciones
que ha sufrido ese pretendido fruto. S II. — INFLoREsCENCIA TERMINAL.
La cima ó copa tiene lugar cuando las flores terminan siempre los ramos, dispuestos del modo siguiente : el ramo ó pedúnculo princi pal está terminado por una flor, cuya base ó punto de insercion está acompañado de dos ó de mayor número de brácteas mas ó menos grandes, opuestas ó verticiladas, de cuya axila puede salir otra flor ó una ramita terminada del mismo modo, y va siguiendo así la ve jetacion sucesivamente, de tal manera que esta inflorescencia con siste en una série de bifurcaciones sucesivas, terminándose siempre
sus brazos por una flor única, como el sauco blanco, sambucus vir
giniana, G. 734. Tomará los nombres de corimbiforme, apanojada, espiciforme, racemiforme, escorpioídea, segun el conjunto de cimas afecte una de estas disposiciones generales. S III. — INFLORESCENCIA MISTA.
El tirso : en este caso el eje central ó el pedúnculo principal se va ramificando de tal manera, que á primera vista parece un racimo enderezado y piramidal, cuyos pedúnculos son desiguales y dispues tos de tal manera, que los de la parte mediana estén algo mas lar— gos que los demas, como en el mamoncillo, melicocca, bijuga, G. 854; la vid, vilis labrusca, G. 818. El corimbo: en esta inflorescencia el eje comun se divide y sub divide muchas veces á diferentes alturas, y sin embargo llegando casi á la misma todas las flores, de manera que forman una superfi
cie plana ó convexa: es casi propia de las sinanthéreas, la salvia de las Antillas, coniza lobata, G. 782; á primera vista parece um bela, pero difiere de ella por la insercion graduada de sus pedúncu los y pedícelos. S. IV. — INFLORESCENCIA ANóMALA.
En esta última clase se han agrupado las inflorescencias que no corresponden á las anteriores. A veces las flores salen opuestas á las hojas, entónces se llaman opositifolias, como sucede en muchas cucurbitáceas; otras veces sa
len por fuera de la axila de la hoja y mas ó menos cerca de ella, y se llaman en este caso eatra-aailares. Son radicales las que salen de