De generacion no13

Pueblo Fonky

Ejemplar gratuito, pero se aceptan donaciones, !lo que sea su voluntad!

Mayo de 2018 Año 2 No. 13

Fanzine cómico, mágico, musical para todos aquellos que pasaron de los treinta...y siguen vivos

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A modo de Editorial

Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajo y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra tí, cuando descubres que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto-sacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte que tu sociedad está condenada

Ayn Rand (1950) De—Generación Director de timón

Director de la ‘tatema’

Director del alma

Adán Sandoval

Oscar García

Luis Enrique Suárez

Este ejemplar se imprimió donde se pudo, en los talleres donde nos dieron permiso, su contenido es responsabilidad de quien lo escribe y lo expresa, por lo que no es plagio de nadie, si desean reproducirlo háganlo sin ningún problema para eso es.

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E

stos tiempos recientes han venido a cambiar todo el “orden” que hasta hace algunos años teníamos de nuestras vidas: la literatura, la radio, la televisión, el cine y por supuesto la música han tenido entre todos ellos pequeñas revoluciones que nos dejan casi a diario

cada vez más sorprendidos, claro a los que teníamos en mente que las cosas cambiaban, pero no a este ritmo.

Las nuevas generaciones no parecen sorprendidas, al contrario; cada vez se asombran menos y exigen que las nuevas tecnologías sean más sofisticadas y capaces de casi cualquier cosa, cuando algo innovador surge en el mercado ya están pensando en cómo poder superarlo o en como poder obtenerlo, para algunos el “retorno a lo básico” es una de las salidas más auténticas para tratar de evitar lo

Pioneros del rock que muchos han dado por llamar como “el fin de la humanidad o, el nacimiento de una era automatizada”.

Un ejemplo de las afirmaciones anteriores es sin duda la transformación del formato que la esta-

ción de radio más clásica de todas en el cuadrante de la ahora llamada CDMX ha venido presentando; la hoy legendaria Radio Universal ha cambiado de frecuencia en no menos de tres ocasiones, para dar lugar a espacios dedicados a las noticias o la música grupera, el cambio más significativo y que se dio de manera reciente fue que se ha concentrado en programar “clásicos” ochenteros del siglo XX y solo conserva dos horas dedicadas a los cuatro de Liverpool (The Beatles), como para

que no olvidemos quienes fueron alguna vez, en otro tiempo.

La voz de Don Adolfo Fernández Zepeda sigue desenvolviéndose en nuestro plano astral y gracias a Universal Estéreo, cuando todos sabemos que su nombre original es

Radio Universal, hasta en eso cambió, sigue vigente entre decenas de estaciones que luchan día a día por ganar escuchas; fallecidos Don César Alejandre y el Sr. Mario Vargas es probable que Don “Fito”, quizás tal vez junto a Don Melquiades Sánchez Orozco, sean de las pocas voces que nos recuerden la infancia y la primera juventud de muchos de los “chavo-rucos” actuales.

Y si querido lector, gracias a la estación “¡que lo tiene todo!” soy uno de esos cuarentones alegres que

va por la vida tarareando canciones como: San Francisco, flores en tu pelo, Noches de satín blanco, Río amarillo, La carta, Amarra un listón amarillo al viejo roble, Solo otra vez, Que tan grande es tu amor o cualquier cosa que los Carpen-

ters, los Animals, Elton John, Billy Joel o Barry White interpreten pues me viene bien ya que se grabaron en mi inconsciente de tanto escuchar el 107.3 de F.M. A finales de los años 80, y para ser específico en el veranoinvierno de 1988, cuando la mayoría de los “ignaros prepubescentes” de mi edad vivían fascinados con Guns & Roses, Depeche Mode o The Cure, yo me dejaba llevar por las recomendaciones y la lista de canciones programadas en Radio Universal por el equipo

que tenía como capitán al ya mencionado Don Adolfo, la estación programaba sin misericordia combos asesinos de música de los sesenta, setenta y de manera balanceada los hits de principios de la década de los ochenta; así las cosas el hard rock, el pop, el punk, el new wave y la psicodelia en sus formas más comerciales inundaban la

ondas de la frecuencia ubicada al final del dial…

Sobra decir lo que pensaban mis compañeros de cuadra y de escuela cuando les recomendaba escuchar Radio Universal, mientras algunos estaban atrapados por Rock 101 o una incipiente W radio, otros disfrutaban de Estéreo 102 o Estéreo 97.7 ¡la esssstación!

Nadie podía concebir que un puberto de catorce años fuera fan de una estación “para viejitos” y peor aún: lo

que más me gustaba de Universal eran las dos emisiones del 3

programa “pioneros del rock” en las cuales “Don Fito” daba rienda suelta sin temor a equivocarse a todas aquellas melodías que conformaron el nacimiento del Rock&Roll.

Así las cosas se deslizaban por mis orejas todos y cada uno de los éxitos de Chuck Berry, los Platters, Little Richard, Elvis, Roy Orbison, Ray Charles, Fast Domino, Jerry Lee Lewis y un larguísimo etcétera, que

formaron mis primeros años de melómano, disfruté a las Shirelles, a las Supremes, me enteré que Ronnie de las Ronnetes, además de cantar bien chingón fue esposa de Phill Spector y casi casi novia de Keith Richards, toneladas de información llenaron mi cerebro de datos pero sobre todo de música.

ellas las melodías eran las protagonistas, se aderezaba con anécdotas relacionadas a la época o datos curiosos de los músicos y los viernes se programaban enfrentamientos” entre la versión original y los covers en español, por supuesto no podían faltar las llamadas al aire, las peticiones para esposas e hijos, las melodías La primera emisión era de Elvis para la novia, la emitida de 5:00 a 6:00 de “la suegra” de los a.m. y la segunda entre Teen Tops para la mis17:00 y 18:00 p.m. en

ma o rolas de Neil Sedaka, Ray Connif coros y orquesta y Melodía de amor de Jonnhy Laboriel para la amiga o la amante.

La voz universal de Don Adolfo se encontraba en su ambiente, resultaba prolífico en datos y hechos --ojo estoy hablando de hace 30 años, es decir sin Internet ni Google-- atendía llamadas, comentaba canciones, hacia recomendaciones y ponía de buenas a to-

do el auditorio !Todo en menos de una hora! todo este bagaje me llevó a ser un conocedor del tema.

Con muchos años de atraso ya que los tópicos tratados aquí solo eran apreciados por personas de veinte a treinta años más que yo, la gente de mi edad me tiraba de a loco o me miraba como a una especie de nerd o bicho raro, lo cual me valía gorro por supuesto y me refugiaba cada vez

Foto: Eduardo González García

más en los sonidos de mí me dejó a medias con los 50. muchos recuerdos pero sin un molde que seguir, El formato se fue dessin embargo a falta de gastando y para el año estos programas sucedió de 1990 Radio Universal lo que en la vida real se canceló las emisiones de presentó treinta años “pioneros del rock” y a

atrás… una invasión británica empezó a desmoronar los cimientos del rock & roll para convertirlo solamente en un género que se conoce actualmente solo como

Rock, mis gustos y filosofía cambiaron, las viejas ideas, aunque para mi nuevas, como el flower power, la meditación trascendental y el “amor y paz” vinieron a susti-

tuir al “mécete y gira” que arrasó a las masas durante cinco años a mediados del siglo pasado, pero esa es otra historia... ¡saludos!

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Celos hasta del pensamiento Adán Sandoval / @Olafo72

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sto que les voy a contar le sucedió al conocido de un vecino del primo de un amigo,… al protagonista del relato lo llamaremos Olaf, él estaba reunido con sus valedores de su calle, disfrutando según de un juego de futbol en un restaurante en donde degustaban de una buena botana, además, ¡claro!, sin olvidar de unos tragos coquetos, a pesar de lo que se pueda imaginar era una sana convivencia, eso es lo que me contaron.

un metro con setenta centímetros, moreno claro, cabello negro ondulado, boca regular, nariz romana, que cómo es la nariz romana, no lo sé, pero así lo describen, de mirada inquisidora y pizpireta, además que es de esos tipos que en ocasiones no para de hablar y más cuando se emociona por el mínimo motivo, en general se podía pensar que es un ser extrovertido, aunque cuentan que en la privacidad es tímido y hasta miedoso.

A lo largo de su vida de Olaf, era o es un tipo de este ‘valedor’ ha hecho complexión delgada, de amistades tanto de caestatura media, tal vez balleros como damas,

tiene muchas amigas, ¡solo amigas!, rompe con ese estereotipo ‘machista’ que un hombre y una mujer no pueden entablar una relación de esa clase porque siempre que eso ocurre hay una última intención que es disfrutar de las bajas pasiones o de las altas, depende de la posición y del cristal con que se mire.

sarcástico, lo cual era muy del agrado de Olaf, la vanidad era indisoluble en Blanca, a decir de quienes la conocieron era bastante bella, un metro con sesenta y cinco, una tersa y apiñonada piel, hay quienes le dicen ‘morochas’, mirada hechizante, vivaz que resaltan en ese rostro tan bonito que a muchos les encantaba, ¿su figura?, por lo que me cuenHace mucho tiempo, no tan simplemente quitaba sé cuánto, nadie supo el aliento y aceleraba el decirme, había a conoci- fluir de la sangre. do a una linda y simpática chica a quien llamare- La amistad entre Olaf y mos Blanca, ella era una Blanca había evolucionaanimosa mujer, sensible, do eran confidentes, inteligente, mordaz con cómplices, asiduos cinéun sentido de humor filos, perseverantes be-

bedores de cafés e irremediablemente soñadores, se podía pensar que esa amistad iba a terminar en un romance, estuvo cerca de ocurrir, eso me contaron, pero las sus decisiones los llevaron por distintas direcciones, pero la amistad no se terminó, ella se casó, eso dicen, él andaba de aplanacalles tratando de cambiar el mundo.

Esa tarde mientras Olaf y sus cuates lanzaban reclamos al televisor en donde la cámara, enfocaba al árbitro quien acongojado le daba continuidad al juego; había lapsos en que se comu5

nicaba con Blanca quien le contaba las vicisitudes de su relación, con humor le relataba a través de mensajes lo aprensivo y celoso de su parejanovio-esposo-cónyugeo-peor-es-nada o lo que sea, a veces la cuestionaba por su semblante de tristeza, de alegría, de preocupación, que en ocasiones hasta le pedía no vestir determinada prenda como esos vaqueros que hacía lucir sus caderas al andar.

El humor ácido permeaba en esos mensajes, así que entre consejos, recomendaciones Olaf le mando su penúltimo mensaje a Blanca: ¡Bueno, cuídate mucho, échale ganas y salúdame al socio! Ella contesto: ¡Ok yo te lo saludo, bye!

Eso es lo que me contaron… las incidencias del juego siguieron, la comida se transformó posteriormente en un análisis de lo sucedido en el juego y pronosticar el resultado del siguiente partido… en eso estaba Olaf cuando suena su teléfono era una llamada de Blanca, ¿y ahora? pesó, contestó y del otro lado de la bocina lo primero que escuchó fueron un sinfín de maldiciones y amenazas y al puro estilo de esa mítica banda española punk “Siniestro total” sentenció: “ te mataré con mis zapatos de claqué… y bailaré sobre tu tumba.”

Olaf escuchó la retahíla de reclamos, guardó

calma y lo que atinó a decirle: “¿Me hablas para reclamarme?, ¿sabes? Blanca está a tu lado, por alguna razón, que yo no entiendo, te eligió, así que mejor cuídala y quiérela; deja de pelear hasta con tu sombra y no te digo socio porqué te vas a enojar de nuevo así que adiós valedor… ¿cómo me dijiste que te llamas? ¡Renán!

Bueno mi estimado abraza a tu mujer y déjate de chifladeras.”

Según del otro lado

de la bocina hubo una pequeña discusión, reclamos, recriminaciones entre otras tantas lindezas que ocurren en una relación en donde los celos es una constante. A los pocos minutos de nuevo el celular de Olaf volvió a sonar otra vez Blanca, era la melodiosa voz de Blanca quien se disculpaba por lo que acababa de ocurrir hubo una breve charla Olaf solo atinó en decirle ¿Qué onda con tu canchanchán? ¡Está bien orate!, en fin no te preocupes no pasó de unas cuantas mal-

diciones, amenazas, así que mejor cuelga, nos comunicamos luego y calma a tu fiera... ¡Ok!, respon-

dió Blanca, y de nuevo volvió a disculparse.

A la distancia, dicen, que Olaf y Blanca recuerdan ese capítulo con gracia, se ríen de esa ‘incomoda’ situación, su amistad no terminó incluso se fortaleció y las anécdotas prosiguieron hasta la actualidad, él aún es aplanacalles y ella ya es mamá de dos chavalines, que dicen se parecen al papá, y la neta sí, eso me han contado.

Los celos han sido motivo de novelas como el caso de Otelo

una de las obras cumbres que demuestran hasta dónde puede llegar la celopatía; películas --hay varias que tocan el tema-que incluso llevan ese nombre como el caso de la cinta en donde actúa Don Fernando Soler, Vilma Vidal y Arturo de Córdova “Celos” dirigida por Arcady Boytler en 1936, pasajes bíblicos ahí está el ejemplo de Caín y Abel, o canciones como “Jealous guy” de John Lennon o como dice María Grever en ese mítico bolero “Júrame”: “… tengo celos hasta del

pensamiento/que pueda recordarte a otra persona amada.”

Tratados, ensayos sobre los celos hay varios, este relato que le sucedió al conocido de un vecino del primo de un amigo no es más que una anécdota que puede ser ejemplo en esta era en donde dicen que se desconfía hasta de la sombra, las nuevas tecnologías se han convertido hasta en motivo de discusiones, peleas, separaciones, divorcios hasta el punto de agresiones.

Cuando le preguntaron a Bárbara Bach, actual esposa del ex Beatle Ringo Starr, la fórmula para llegar a 35 años de matrimonio, la ex-actriz y modelo respondió: “I love the man, and that’s it” (Yo lo amo y eso es todo). Solo una mujer fuerte con plena confianza en sí misma y en lo que obtiene de su pareja puede contestar con tal seguridad.

Cuando una mujer se sabe amada y ha sobrevivido a infinidad de circunstancias, todos los fantasmas que hay en su cabeza desaparecen de manera definitiva.

Y eso aplica también para el varón que se siente amenazado hasta por el viento que acaricia la cabellera de su amada. Finalicemos con esta frase: Ligerezas como el aire son para el celoso fuertes confirmaciones, como un testimonio de las Sagradas Escrituras.

(William Shakespeare).

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Luis Enrique Suárez Camacho /luciano.suarez870@gmail.com

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quel año de 1989 no tenía nada de especial, pero bien recuerdo que el día que ingrese al CCH Vallejo, en alguna ocasión me pregunté, ¿cuántos años tendría en el año 2000 y en dónde estaría?, ¿qué me encontraría haciendo?, ¿qué trabajo tendría?, y lo más importante, ¿qué sería de mi vida?

Eran preguntas tal vez lógicas para toda la generación de muchachos, que como yo, teníamos en la cabeza, con el tema del inicio del nuevo milenio, del año ¡DOS MIL!, para 1987 no existían, aún los, temores tan generalizados del próximo fin del mundo, de la destrucción de la tierra, del día de juicio final; solo había sectas que apostaban por el arre-

Se acabo lo que se daba Mi ayer está lleno de historia, escrita en tantas despedidas, que el tiempo adquiere hasta la forma, de mil tristezas repetidas Rubén Blades pentimiento y la oración con el Creador para una vez que hayamos sucumbido ante el holocausto, nos arrepintiéramos de nuestros pecados y fuéramos recibidos en la puerta del cielo, listos para la vida eterna.

Para 1989, lo único seguro era que había sobrevivido a dos huelgas en ese plantel la de 1986 y la de 1988. En uno de esos periodos de huelga me encontraba tirando en “la fiaca”, de

vago dicho.

propiamente

En esos años era ‘pambolero’ de corazón, todos los domingos era el día esperado para eso; como lo comente en otra ocasión existía rivalidad con los vagos de la otra mitad de la calle, en ese entonces habían equipos de futbol en ligas llaneras, por ambos bandos, y además en la misma liga, todo un compromiso el día que nos tocaba enfrentarnos al equipo llamado Deportivo

Villa, integrado por ‘weyes’ apodados como el Peter, el Shagui, el Pillo, el Pasta, el Payaso, el Cucho entre otros, era la alineación con quien había que enfrentarse en lo que considerábamos ya, todo un clásico Dentro de esos sujetos estaban Alfredo y Martín Tavera, que si bien no eran jugadores, asistían con regularidad a los partidos, no omito mencionar que fue un cuate llamado Víctor Juárez,

alías el Peluches, quien me presentó con esa parte de la calle, con ‘los indeseables’, con los raros, sí, nos conocíamos pero no había una convivencia real entre todos.

Una vez que los conocí bien, me la pasaba más tiempo de aquel lado, la convivencia diaria se volvió amistad con casi todos, había gente aún que se resistía a mi llegada, pero solo fue transitorio. Ese lado era el lugar en el cual se colocó por primera vez en uno de los postes de teléfono, un tablero de basquetbol, y eran fines de semana llenos de las famosas “retas”, dos contra dos, a tres canastas, también cerca de allí Alfredo Tavera tenía una red de voleibol, la colocamos, 7

haciendo unos partidos muy buenos llenos de eso que ya no hay, camaradería y risas.

Debo decir que hoy en día es muy difícil ver eso en la actualidad, ya no digo en la calle, ni en toda la colonia se ve algo así, basta decir que las canchas de basquetbol en la actualidad y que todos los municipios en el Estado de México han construido para fomentar el deporte, no tienen ese colorido, incluso hasta peligroso resulta con la inseguridad de nuestros días, el tablero era una ventaja casera, ya que cualquiera podía ofrecer agua de su casa, sombra y hasta baño.

Obviamente formé parte del equipo de futbol del equipo que consideraba mi enemigo. El tablero de ‘basqet’ estaba justo frente a la casa de “los Tavera”, Alfredo, de quien hablé en una ocasión como el primer maestro de quince años de mi hermana, Martín y Tomás; todos ellos excelentes personas, buenos amigos, amantes del basquetbol, de los Lakers de Los Angeles, con ese equipo formado por ‘Magic’ Johnson, Byron Scott, James Worthy, A.C. Green, Vlade Divac

y Sam Perkins, emulábamos en cada juego sus hazañas; pero lo que más les apasionaba sobre todo ello, no era el deporte, sino la música, y de manera especial la Salsa.

En cada juego que por lo regular eran los

viernes y sábados, Martín o Alfredo, ambientaban los encuentros con discos de vinil, debo decir religiosamente bien conservados, sacaban sus bocinas de caja, de esas que llevaban hule espuma por den-

tro, y su “tweeter”(1), y allí escuché por primera vez y de manera completa obras de Oscar de León, el primero de ellos fue el famoso que tiene la portada de colores amarillo, verde, naranja y rosa sobre tres

imágenes del cantante, llamado “El diablo de la Salsa”, las rolas que me traen muchos recuerdos de esa época y que aún tarareo: “Contéstame”, y la sensacional “No encuentro palabras”; la canción “De ti enamorado” del

(1)Altavoz especializado en altas frecuencias, que optimiza el rango de sonidos agudos

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álbum del mismo nombre, “Te llamo”, “Dulce desengaño”, “Mira que eres linda”; con estas rolas iniciaba el día de las retas, lo más curioso es que todos aceptaban las melodías y las disfrutaban, no existía quien se opusiera o que propusiera otro tipo de música.

Debo decir que aprendí a bailar este ritmo gracias a mis hermanas, los pasos básicos, ya que a decir de ellas después yo les enseñaba pasos nuevos.

Las melodías de moda en los años 1984 a

1993, son el día de hoy clásicos en cualquier fiesta, artistas como Oscar de León, Eddie Santiago, Willy Colón, Frankie Ruíz, Galy Galeano, Grupo Niche, Willie González, Mickey Taveras, Latin Brothers, Luis Enrique, Grupo Caneo y un gran etcétera, son quizá los mayores referentes de la salsa en esa época, y que a decir verdad siguen siendo lo más sonado en cualquier fiesta.

Esos artistas cuyas canciones no relaciono aquí debido a la cantidad enorme de

éxitos, son las que yo conocía, con las que aprendí de mis hermanas, las que incitaban al ‘bailongo’ con unas copas encima, las que no podían faltar en las fiestas de fin de año, y las que nos ponían tristes o melancólicos; y que sin duda me sentía conocedor sino de todos los artistas, aplicaba la famosa “ponla y yo te digo quien es”, sin embargo lo que aprendí de mis amigos “los Tavera” no fue exactamente a reafirmar las canciones que estaban de

moda, o lo que se escuchaba en todos lados, sino de la existencia de un lado oscuro de la luna en todo esto, que los hermanos Tavera saboreaban casi a diario; no sé del todo si eran expertos pero por la manera de platicarlo y explicar su pasión por la música cubana, yo así lo creía. Resultó ser un género motivado por la rumba, la guaracha, el guguanco, el mambo, el cha cha chá y sobre todo de la guajira cubana, expresó el buen Martín con un

tono bastante sobrado.

Curiosamente casi no encontraba en los discos de su colección, artistas como los que mencioné líneas arriba, en cambio existían vinilos con nombres en las portadas como Rubén Blades, Cheo Feliciano, Joe Quijano, Willi Colón, Héctor Lavoe, Ray Barreto, Pete “El Conde” Rodríguez entre otros, que nunca había escuchado, y que fuera de emplear los mejores pasos invitaban realmente a disfrutar la letra y sobre todo la música. Con esa tarea inicié con algunos dis-

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cos de Rubén Blades y debo decir que me pareció distinto, sin letras melosas ni coros repetitivos, sin embargo tenía el lado sutil del rumbero, ese tinte de jazz afrocubano de los años 40; el piano cumpliendo una función rítmica con sus tumbaos y armonía; el bongo y su campana, con sus figuras llenan de acentos y sones los espacios vacíos; controlando el tiempo de la orquesta, el timbal y su sonio que ejerce fuerza a la orquesta, las congas, dicen los expertos es el piso por donde todos caminan, su ritmo sólido prende a los espectadores, y a los bailadores genera el frenesí esperado para

desatar la pasión en la pista; el trombón, la trompeta y la flauta, son el complemento sutil o grave que da mucha profundidad, es la voz que se hace sentir, como un dialogo con la voz del cantante quien le imprime ese sello característico; en fin, logró captar toda mi atención, los arreglos y los coros se apoderaron de mí.

Con esa alegría asistíamos cada fin a echar la reta de basqet, con el paso del tiempo más amigos de mi lado de la calle, acudían a las retas, lo cual era formidable, se añoran esos momentos, con el paso del tiempo termina-

mos por colocar nuestro propio tablero.

Acudí claro está, a algunas reuniones en casa de los Tavera, no a muchos, pero realmente era un verdadero gozo escuchar el repertorio de melodías con los que contaban.

Al paso del tiempo, y como todo en la vida, la salsa de aquella época empezó a perder fuerza, las agrupaciones eran más, pero la calidad era menor, si bien es cierto la salsa había tocado las puertas de todo el mundo, como andaríamos que hasta existía una orquesta llamada “De la Luz”, compuesta por puros japoneses, que dicho

sea de paso, hablaba bien de la influencia de la salsa, sin embargo, decía mucho del final de una era de abundancia latina; toda la pandilla que llegó a juntarse para pasar excelentes momentos poco a poco empezó a mermar igual que los buenos temas de salsa, muchos cuates ya se dedicaban a sus esposas o a su trabajo o a cualquier otro compromiso; Alfredo Tavera había partido en busca de nuevas oportunidades hacía los Estados Unidos, y con él no mucho tiempo después Tomás y Martín harían lo mismo, dejando un vacío enorme en muchos de

nosotros, ya que las retas ya no eran lo mismo sin ese sentir de camaradería, era más bien por costumbre que intentábamos continuar con el juego; pero no solo era eso para mí, era la música lo que se había terminado también Nos llegamos a conocer muy bien, jugábamos Martín y yo de parejas en las retas, y Alfredo pues era muy bien conocido y reconocido en toda la calle; en mi caso había comenzado a trabajar en una marisquería, lo que finalmente, para mí, fue el fin de mi odisea por este ritmo que decía el buen Adán Sandoval, traía en las venas como buen descendiente de 10

afroamexicanos, pero que no sabía y en ese paseo por el otro lado de la calle, me enseñó un estilo musical que si bien es cierto, en las fiestas de mis padres escuchaba la cumbia y el cha cha chá, desconocía la influencia y el alcance de la guajira cubana, que dicho sea de paso a la fecha sigue generando mucha controversia, pero ese es otro cantar.

Al paso de los años, desde aquel ya lejano 1989, a la fecha los hermanos Tavera radican en la Ciudad de Los Angeles, California, excelentes DJ’S, y padres de familia; en al-

guna ocasión que estuvieron por aquí de visita, comentaron de sus peripecias para poder conseguir trabajo y los problemas con el tema de su condición de ilegales; sin embargo esa parte es tema de otra conversación, al cierre de esta historia he podido comunicarle con ellos y gustosos me dieron su muy atinada opinión de la salsa para ellos, y lo mejor de todo es que continúan realizando lo que a la fecha sigue siendo su pasión: la música, se llame como se llame, salsa, góspel, jazz latino,

soul, bossa nova etc.

Se nace con la pasión o se trae en las venas como dijo el buen Adan, pero se regocijan los sentidos al escuchar la armonía que esta guajira cubana ataviada de los nuevos híbridos y géneros musicales como el son montuno, la rumba, la guaracha, el guaguanco y el mambo, que en su conjunto logran darle un motivo al cuerpo incitándolo al baile. Al final del día nuestras vidas continuaron, algunos de los amigos que formaban parte de esas retas de basquet y juegos de vo-

leibol, se fueron en busca, al igual que Alfredo y Martín, en busca de nuevas oportunidades; y los que nos quedamos el año 2000 tan esperado nos encontró a algunos casados ya, otros radicados en otras ciudades y otros más habían pasado el umbral de la vida; sin embargo las enseñanzas de aquella zona sombría como la describíamos los de la otra esquina, ha sido una de las mejores cosas que pude conocer personal y musicalmente hablando Los Tavera continúan, a su manera, conta-

giando a la gente que como yo, que se sintió atraído e hipnotizado en aquel lejano año de 1988, por una canción de Oscar de León; el mismo hipnotismo que se reflejaba en Martín Tavera al escuchar una melodía de Rubén Blades, y que con sus manos, golpeando sus piernas, simulaba tocar “las congas”; lo cual genera nostalgia y recuerdos invaluables, de una época que no regresará, y que como dice el excelente percusionista y cantante de salsa Poncho Sánchez, en su presentación en vivo “A Night at Kimball´s” East: “Se acabó lo que se daba, se acabó, la botella está vacía, vámonos”.

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