Filosofando Noviembre 2020 - 1

REVISTA VIRTUAL - edición NOVIEMBRE 2020 - 1

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Después de mucho pensar uno de ellos dijo: “Ya sé, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la encuentren jamás”.

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n cierta ocasión se reunieron todos los dioses y decidieron crear al hombre y a la mujer, planearon hacerlo a su imagen y semejanza.

Uno más dijo:

E

- Escondámosla en un planeta lejano a la tierra.

Entonces uno de ellos dijo:

El dios que estaba a su derecha le susurro apresuradamente:

- Esperad, si los vamos a crear a nuestra imagen y semejanza van a tener un cuerpo igual al nuestro y fuerza e inteligencia igual a la nuestra. Debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de no ser así estaríamos creando nuevos dioses, debemos quitarles algo pero, ¿qué les quitamos?

Después de mucho pensar uno de ellos dijo: - Ya sé, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no lo encuentren jamás.

Otro propuso: - Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.

A lo que inmediatamente un tercero replicó: - No, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez alguien subirá y la encontrará y si la encuentra uno, ya todos sabrán en dónde está.

Un dios de voz profunda intervino: - Entonces la esconderemos en el fondo del mar.

- ¡No!, se oyó, recuerda que les dimos inteligencia, alguna vez alguien construirá una máquina en la que puedan entrar y sumergirse, y entonces la encontrarán.

- No, recuerda que les dimos inteligencia y un día alguien construirá una nave en la que puedan viajar a otros planetas y la descubrirá, entonces todos tendrán felicidad y serán iguales a nosotros.

El último de ellos era un dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás dioses, analizó con calma cada una de ellas y entonces rompió el silencio y dijo: - Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren.

Todos se giraron asombrados y preguntaron agitados: - ¿Dónde, dónde?

- La esconderemos dentro de cada uno de ellos, estarán tan ocupados buscándola afuera que nunca la encontrarán.

Todos estuvieron de acuerdo y así lo hicieron, y desde entonces ha sido así. Las personas se pasan la vida buscando la felicidad por todas partes, y en realidad, sin ellos saberlo la han tenido todo el tiempo en su interior.

Fuente: Cuentos con valores para pensar y reflexionar.

3 ...

“El Mahabharata” es una gran epopeya hindú que nos narra la lucha sostenida por dos bandos enemigos, los Kuravas y los Pandavas.

Los Kuravas simbolizan la personalidad del hombre con sus múltiples defectos. Los Pandavas simbolizan las virtudes que lo hacen crecer. Es la batalla interna de todo ser humano en el continuo esfuerzo por ser mejores.

- ¿Quieres ser mi novia?

- No puedo responderte ahora, estoy asando carne.

- ¿y eso qué?

- Nunca tomo decisiones al azahar.

#Vitaminas filosóficas Hoy más que nunca necesitamos reforzar nuestro sistema inmunológico y, además, nuestra mente.

Hoy compartimos contigo estas frases:

- Mira, acabé de escribir mi nuevo libro.

- ¡Woh! ¿y este dedo?

- Ah, es el índice.

“Los golpes de la adversidad son muy amargos, pero nunca estériles” Ernest Renán

#Vitaminas filosóficas

r que quería se Había un pez locutor. se murió.

Salió al aire y

“La paz viene de adentro, no busques afuera” Buda

#Vitaminas filosóficas

4 Si quieres dejar huella en la vida, si quieres que tu paso por este mundo tenga un significado y un valor, si aspiras darle un contenido transcendente a tu existencia, tienes que despertar grandes ideales y buenos sentimientos.

Arquímedes dijo: “Denme un punto de apoyo y moveré el mundo”, nosotros, en cambio, podríamos decir: “Denme una valiosa idea acompañada de un profundo sentimiento y moveré el mundo”, pues toda obra trascendente y memorable es el resultado de buenos sentimientos, iluminados por pensamientos bondadosos.

Los grandes ideales son aquellos sueños del alma capaces de cambiar la historia, de realizar grandes obras en beneficio de la humanidad, propias de hombres y mujeres nobles y generosos; son ideas trascendentes, pero también son, y no en poca medida, un hermoso sentimiento hacia el género humano.

La plasmación de estas grandes ideas, podemos encontrarla en los diálogos filosóficos de Sócrates, en la vida y obra de Pitágoras, en la música de Mozart, en las sinfonías de Beethoven, en el ballet de Tchaikovky, en las tragedias de Shakespeare, en el Quijote de la Mancha de Cervantes, en las pinturas de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina o en las equilibradas formas del Taj Mahal en la India y aún en las desafiantes piedras talladas en Machu Picchu en nuestro Perú. En todos ellos y en muchos otros campos tenemos una profunda pasión inmortalizada en palabras, música, o poesía, perennizadas en piedra tallada, en mármoles, o en acontecimientos memorables que quedan grabados en las páginas de la Historia.

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Un profundo deseo de servir a la humanidad.

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Se la lleva a los hechos con esfuerzo y perseverancia conscientes de que las cosas en el mundo objetivo requieren de empeño, perseverancia y lo más importante de amor.

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Se fortalece enfrentándonos en el fragor de los acontecimientos adversos y en los obstáculos del camino.

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Se alcanza la victoria si sabemos soñar, si sabemos trabajar, si sabemos perseverar, si sabemos esperar; pero sobre todo si sabemos amar.

Una noble idea, una gran meta, un Ideal.

Cultivar un sentimiento, pero no contemplándolo, ni esperando que el tiempo haga todo. Se cultiva con la mejor disposición, con alegría, optimismo, esfuerzo y constancia.

Se cuida y se alimenta con el agua del conocimiento y las enseñanzas de sabios y filósofos que orienten inteligentemente nuestras acciones.

Tal vez, no tengamos la grandeza ni el talento de los grandes genios y maestros, pero podemos inspirarnos en sus hechos y pretender, en alguna medida, acercarnos a ellos como fuente de inspiración. Así que, cuidado con el peregrino argumento de pensar que no tenemos esa categoría y por eso no hacemos nada por cambiar el mundo.

Jorge Ángel Livraga decía: “Cada uno de vosotros es más fuerte de lo que creéis, en cada uno de vosotros existe sueños y poderes, existe una capacidad de renovación de todo un mundo. No hace falta que nos aglomeremos o empujemos los unos a los otros. Cada uno, individualmente, tiene dentro de sí la fuerza suficiente. Y si nos unimos mejor todavía”.

Finalmente, esperamos que estas valiosas enseñanzas te ayuden a desarrollar una pasión elevada que te impulse a lograr lo que te propongas en la vida.

Fuente: Extraído del libro “Nada grande se ha hecho sin pasión”.

Autor: Ricardo López Raygada.

...cuidado con el peregrino argumento de pensar que no tenemos esa categoría y por eso no hacemos nada por cambiar el mundo.

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El Bushido El que estudia filosofía y compara distintas civilizaciones puede ir deduciendo que la educación en valores es el camino más lógico hacia la transformación y perduración de los pueblos. Cuando nos encontramos que en la antigüedad lograban poner en práctica los arquetipos del Honor, la justicia, el valor y la generosidad se despierta en el amante de la sabiduría el deseo por revivir esos valores.

Los samuráis eran los legendarios guerreros japoneses inmortalizados a través de mitos y leyendas, y más recientemente a través del cine, el teatro y la literatura. Constituyeron el alma del Japón durante más de mil años y, a pesar de su abolición a mediados del siglo XIX, su espíritu ha perdurado hasta el presente.

El término “bushido” significa literalmente la “vía del guerrero”.

Era el código de honor y ético compuesto por 7 principios que debían practicar los guerreros y nobles samuráis.

He aquí los 3 restantes: Sinceridad absoluta “Cuando un samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. O sea, nada en la Tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará”.

No hay excusas. Para él, como dice aquí, el hecho de hablar es lo mismo que hacer. No necesita prometer, hacer un juramento solemne, firmar un contrato y que el notario lo legalice. Si lo dijo se hace. ¿Por qué? Porque la palabra, esa famosa palabra empeñada, es la expresión de lo que uno piensa. Y esa es la expresión de la voluntad. La voluntad es el más alto valor espiritual que uno tiene.

Es el ser de cada uno. Cuando uno no cumple lo que ha dicho que hará, es infiel a sí mismo, se traiciona.

El Código de Honor Samurai

Segunda Parte

7 Deber y lealtad “Para el samurái, haber hecho o dicho algo significa que ese algo le pertenece”. En otras palabras, es responsable de sus palabras y de todas las consecuencias que de ello van a seguir. Nuestro deber es ser fieles a lo que decimos y hacemos. Este deber no acaba, no es un contrato con fecha de vencimiento, tan solo acaba cuando se cumple.

Valor heroico Dice el bushido: “álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa”.

El coraje heroico no es ciego, es inteligente y fuerte. ¿Qué quiere decir coraje? El significado etimológico de la palabra es “actuar con el corazón”. El corazón, para ellos, es donde están de acuerdo el sentimiento y la mente y guía la inteligencia. Entonces, no es una acción temeraria, incons-

ciente, sino una acción inteligente que uno ha decidido. Sin embargo, es riesgosa, peligrosa y difícil. Eso hace que uno viva plenamente porque, ¿no es verdad que en los momentos difíciles uno pone en juego todas sus capacidades? ¿No utilizamos todo nuestro potencial?

Debemos revestirnos de justicia, poniendo orden en nuestro interior para luego ejercerlo sobre nuestro medio.

De prudencia, actuando con sabiduría y decisión, con discernimiento para distinguir el bien del mal dentro y fuera de nosotros. De valor, valorándonos a nosotros mismos, otorgando valía a aquello que hemos decidido enarbolar como nuestro emblema, valentía para afirmar nuestra responsabilidad histórica. De templanza, para permanecer inalterables en nuestra naturaleza íntima, no dejándonos tentar por las luces y sombras engañosas que hacen parecer como verdadero y válido lo que no es más que ilusión, rechazando toda forma de egoísmo.

Fuente: Libro “La Filosofía del Guerrero y el Sentido de la Vida” / El Heraldo