Filosofando Diciembre 2020 - 3

REVISTA VIRTUAL - edición DICIEMBRE 2020 - 3

JR. SAN LUIS 285, (A UNA CUADRA PLAZUELA VÍCTOR RAÚL) cajamarca TELF.: (076) 60 4884 - CEL.: 982 359393 EMAIL: CAJAMARCA@ACROPOLISPERU.ORG

El fundamento de la Dignidad «Que haya entre todos los ciudadanos un combate de virtud, pero sin celos. La gloria de un Estado consiste en tener habitantes que disputen con todas sus fuerzas el precio de la virtud, pero que no se valgan de ningún manejo indigno para impedir a los demás aspirar al mismo bien» (Platón Las leyes).

2

V

ivimos épocas especiales, difíciles. No podemos llamarlas buenas ni malas, sino las que necesitamos para desarrollar finalmente nuestro verdadero sentido de seres humanos y de humanidad.

Es evidente que muchos acontecimientos nos lastiman, nos estremecen de impotencia y no sabemos qué hacer exactamente para paliar la cantidad de males que nos aquejan.

Tampoco podemos calcular qué males son los peores, porque a cada cual le duele algo diferente que está en relación con su propia vida. Lo extraño es que se hayan volcado tantos trastornos en tantos sitios y al mismo tiempo.

Si tuviéramos que asumir una elección, además de las catástrofes naturales que no dependen de nosotros, lo que más impresiona es la falta de dignidad, salvando indudablemente las excepciones. Lo triste es que esas excepciones suelen estar escondidas a los ojos de la gente y lo que resalta es lo que ocupa la mayoría de las noticias en los medios de comunicación.

A veces lo indigno es maligno, a veces simplemente ridículo. Pero nos sentimos atrapados en unas redes invisibles, aunque complicadas de evitar. No encontramos ejemplos dignos de ser imitados. Por eso citamos a Platón y su extraordinario llamado al «combate por la virtud». ¡Qué diferente sería todo si ese fuera el motivo de nuestras disputas! ¡Qué maravilloso sería luchar por una merecida dignidad!

Echamos de menos la dignidad que marcha unida al honor.

La dignidad necesita, evidentemente, honor, honradez, pureza de pensamiento, de intención y de acción. Necesita saber ser y saber estar, principalmente saber ser. ... Es indispensable que cada cual se rija por unos valores morales prioritarios y acondicione su existencia a esos valores. Los verdaderos valores tienen un innegable sabor a durabilidad; no pueden cambiarse de un día para otro, ni pueden obviarse cuando aparecen otros modelos aparentemente más utilitarios.

El abuso de una libertad mal interpretada como la posibilidad de hacer y decir cualquier cosa en cualquier momento y lugar, ha desatado, por falta de madurez y de correcta educación, una peligrosa desviación hacia el libertinaje, la criminalidad, la indecencia disfrazada de buenos propósitos, la mentira sin disimulos, la manipulación objetiva y emocional.

Nadie nos enseña a vivir con dignidad. Simplemente nos lanzan a luchar por la vida, que finalmente se convierte en una lucha de todos contra todos.

Ansiamos una dignidad humana que tenga un fundamento profundo, lo cual nos incita a buscar en nosotros mismos. El tan famoso «Conócete a ti mismo» encierra una invitación al descubrimiento interior y, muy especialmente, a la construcción interior, eliminando los desechos de la incertidumbre, de los sentimientos negativos y las acciones denigrantes para nosotros mismos y para los demás.

Construirse equivale a elevar columnas estables y fuertes, que sean un buen soporte para toda la vida.

... si cada uno, individualmente y por grupos de ideales semejantes, hiciéramos el esfuerzo de ser honrados a pesar de las dificultades, el mundo entero sería mejor.

Evidentemente, hay derechos humanos que se violan de continuo y que destruyen la integridad humana. Pero si cada uno, individualmente y por grupos de ideales semejantes, hiciéramos el esfuerzo de ser honrados a pesar de las dificultades, el mundo entero sería mejor. No serían necesarias las protestas, ni gritos ni guerras. Habría un fundamento de dignidad y honor que se esparciría por toda la Tierra, volviendo a la Humanidad más apta para la convivencia, y al planeta, más feliz de tenernos como sus habitantes.

Delia Steinberg Guzmán

3

mejorar nuestra comunicación con los demás Cómo

(Segunda Parte)

El tema de las relaciones humanas ha cobrado mayor relevancia en la última década como un medio para hacer al hombre más eficaz en su trabajo. Este enfoque ve al hombre como un objeto del cual se puede extraer el máximo potencial con el fin de transformarlo en un buen productor y un buen consumidor. Hay que mirar al hombre en su integridad y no solo en lo que pueda dar o producir.

4 ¿Qué impide nuestra buena comunicación con los demás?

1 La manipulación o tergiversación de la comunicación Hay quienes manipulan o tergiversan muy bien la información.

Exponen o cuentan las cosas desde su perspectiva, desde un ángulo conveniente para que no se vean perjudicados o para lograr algún beneficio. Cuentan su versión de los hechos de manera incompleta y sesgada con el objetivo de que otro se lleva la peor parte. Eso es mentir.

Manipular es tremendamente dañino, pues va ensombreciendo la vida de quien actúa de esa manera y luego de un tiempo, ya ni se da cuenta de lo que hace y su vida se vuelve una eterna mentira.

Debemos hablar siempre con la verdad y con la justicia, poniendo toda nuestra energía para comprender las cosas en su totalidad, no de forma parcial.

2 No entender el lenguaje de la otra persona Esto es creer que todo el mundo va a hablar como yo. No solo nos separan los diferentes lenguajes, sino que fundamentalmente nos separa la falta de disposición para entender en profundidad lo que los demás nos quieren decir, más allá de las palabras que se utilizan.

No todos hablamos de la misma manera, hay formas de expresar las ideas, cada uno lo dice de acuerdo a sus palabras, a su manera de ser.

No siempre nos van a hablar en nuestro lenguaje y no es objetivo querer que nos digan las cosas de acuerdo a cómo nos gustaría, a cómo es más afín a nosotros.

Hay que estar abierto a los multilenguajes y a las diversas formas de expresar una idea.

3 La crítica y el rumor La comunicación es como el agua de un río que debe llegar a todos limpia y clara, pues así nuestra relación con los demás será también limpia y clara.

La crítica y los rumores van a ensuciar los canales de comunicación y tarde o temprano va a llegar a la persona.

Cuando alguien critica o difunde un rumor, deja salir un veneno que ensucia los canales por donde fluye esta comunicación, haciendo que el mensaje llegue turbio y contamine a quien lo recibe.

De ninguna manera debemos aceptar la crítica. Todos conocemos de qué se trata. Si alguien viene con una crítica, detengámoslo y no dejemos que hable mal de alguien ausente. Hay que desarrollar el respeto y la piedad por los demás.

4 Los malhumorados y los pesimistas El mal humor y el pesimismo son capaces de apagar cualquier fuego de alegría y de entusiasmo. Crean un ambiente desagradable y nada propicio para la relación fértil y entusiasta enturbiando la comunicación. El pesimista suele disfrazar esta visión opaca de la vida de un supuesto realismo.

La comunicación tiene que ser luminosa, llena de energía, que nos mantenga vivos, no dejemos que los pesimistas detengan nuestros sueños.

5 5 El chantaje emocional Es una forma de manipulación y un arma que se emplea con frecuencia, muchas veces de manera inconsciente, para conseguir que alguien haga lo que uno quiere.

Usa el sentimiento de culpa o la necesidad de sentirse valorado para manipular a los demás y lograr un resultado concreto. “Pobre de mí”, “yo, que te he dado todo”, “no me quieres”, “eres un malagradecido, no me valoras”, “anda, vete nomás, déjame aquí con mi dolor, que te diviertas”.

Esta técnica nunca funciona con personas seguras de sí mismas.

Procuremos darnos cuenta si sufrimos de chantajes emocionales. Algunos síntomas son sentirnos culpables por negar algo a alguien o incomodarnos por tener que dar una respuesta determinada Si la otra persona no siente remordimientos por usar esta táctica tan poco noble, nosotros tampoco debemos sentir remordimiento por no hacer lo que nos piden. Mantengámonos firmes, no permitamos que nos hagan sentir mal, pues estaremos ayudándonos y ayudando a la otra persona.

Para mejorar nuestra relación con lo demás surge la necesidad de encontrar una respuesta, una solución que muchas veces está en nuestro interior. La primera condición para mejorar nuestra relación con los demás es una previa y vital armonización con uno mismo. “Primero de a uno, luego será de a dos y luego será de a tres”.

Extraido del libro “Cómo mejorar tu relación con los demás”, de la Colección de Bolsillo editada por Nueva Acrópolis.

6 Víctor Hugo

Te deseo primero que ames, y que amando, también seas amado.

Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores.

Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos.

Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil, más no insustituible.

Y que en los momentos malos, cuando no quede nada más, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante, no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente

7 y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.

seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero.

Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que fluyan entre nosotros.

Te deseo que acaricies un perro, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, porque de esa manera, sentirás bien por nada.

Te deseo de paso que seas triste.

No todo el año sino apenas un día.

Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que existen, y que te rodean,

Deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuántas vidas está hecho un árbol.

Te deseo además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico, y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas “Esto es mío”

sólo para que quede claro quién es el dueño de quien.

Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que siendo hombre, tengas una buena mujer y que siendo mujer, tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente, y que cuando estén exhaustos y sonrientes, hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegara a pasar no tengo nada más que desearte.

Cortesía: Círculo de Poesía “Areté”, Nueva Acrópolis Filial Cajamarca