Filosofando Diciembre 2020 - 1

REVISTA VIRTUAL - edición DICIEMBRE 2020 - 1

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DICIEMBRE

Dia Internacional del Voluntariado

JR. SAN LUIS 285, (A UNA CUADRA PLAZUELA VÍCTOR RAÚL) cajamarca TELF.: (076) 60 4884 - CEL.: 982 359393 EMAIL: CAJAMARCA@ACROPOLISPERU.ORG

Voluntario es quien actúa de un modo desinteresado, solidario y altruista, en base a una decisión meditada, y claramente comprometida con su comunidad.

El Voluntario

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El Voluntario El voluntario siente una inclinación natural a ayudar a los demás por variados motivos. Unos desean aportar apoyo solidario por conciencia ética, otros por un sentimiento religioso; hay quienes lo hacen por un sentido de justicia social o como un reto profesional, mientras que otros lo realizan por disponer de un tiempo libre que pueden ofrecer.

En un mundo en plena crisis del modelo del bienestar, que requiere cada vez mayores cuotas de servicios y atenciones que se consideran básicas, los Estados son conscientes de su imposibilidad de atender todas las demandas sociales. En esas circunstancias se precisa de la ayuda voluntaria y desinteresada de quienes sienten como suyas las carencias que perciben.

Todos los seres humanos tienen algo que ofrecer a los demás, y son doblemente útiles cuando dicho esfuerzo se canaliza en el marco de una forma organizada.

Por ello, todos los seres humanos tienen algo que ofrecer a los demás, y son doblemente útiles cuando dicho esfuerzo se canaliza en el marco de una forma organizada. Si dichos actos no se hallan inmersos en una secuencia de esfuerzos colectivos, serios y comprometidos, serán meros impulsos altruistas que no remediarán los males de nuestra sociedad, ni mejorarán sus carencias. Así, las actitudes impulsivas o esporádicas no son consideradas por la legislación como acciones de voluntariado, aunque sean actitudes altruistas.

Voluntario es quien actúa de un modo desinteresado, solidario y altruista, en base a una decisión meditada, y claramente comprometida con su comunidad. Su esfuerzo ha de enmarcarse en unos fines fijados previamente, nobles, socialmente útiles y humanitarios.

El voluntario no es tampoco una persona que por no tener remuneración alguna no deba estar a la altura de su trabajo o misión. El calor humano que mueve sus actos ha de impulsarlo a una formación continuada, a una entrega modélica, al trabajo consciente. Así, el voluntario ha de ser competente en lo que emprenda, no ser frágil interiormente ni vulnerable ante las circunstancias, de modo que sepa enfrentar problemas, evaluar situaciones, y mantener una autonomía de comportamiento.

El voluntario no es tampoco un ser aislado, sino que trabaja en equipo, con objetivos claros. Por sus características personales lo precisa, se autoalimenta con la fuerza del conjunto, de ahí la importancia de ser consciente de que la cadena es tan débil como lo es cada eslabón.

En la tarea voluntaria, para poder restaurar las carencias de nuestro mundo, se precisa de la

3 comunicación, del intercambio de la información, y sobre todo de habilidades sociales y profundos valores humanos. Las requiere quien atiende a los ancianos para crear lazos mediante la empatía; las precisa quien apoya en los trances difíciles, como el psicólogo o el asistente social; los siembra quien educa en valores y aporta el sentido de la vida, como el filósofo; los lleva en mitad del pecho, donde reside el verdadero coraje, quien se dedica al salvamento de vidas o al socorrismo; los fija en su mente quien sueña a diario con un mundo nuevo y mejor.

Un voluntario lucha contra los pies de barro de un mundo caduco, y ofrece no solo esperanzas y buenas intenciones, sino resultados claros que ayuden a los colectivos más vulnerables, fomentando un entramado social positivo, una verdadera red de ayuda, una trama solidaria. Su acción se encamina hacia cualquier edad sin preferencias, a restañar las tanto heridas individuales como a mejorar las ideas, los valores y recursos del entorno.

El voluntario no pretende dar peces, sino enseñar a pescar; no pretende ser como Dios, sino vivir como un ser humano y enseñar a otros la dignidad de serlo.

El voluntario no pretende dar peces, sino enseñar a pescar; no pretende ser como Dios, sino vivir como un ser humano y enseñar a otros la dignidad de serlo. Voluntario es aquel que ayuda a quienes lo necesitan, sin distinciones de razas, de nacionalidades, de credos ni de condiciones sociales; voluntario es quien ama la naturaleza y gusta de comprender sus ocultos designios y enseñanzas; voluntario es quien ama el saber que transforma internamente a las personas, quien respeta las creencias, las tradiciones y los valores de los diferentes pueblos, tratando de enhebrar con todo ello un collar multicolor, donde la diversidad no atente contra lo esencial, a sabiendas de que se proyecta hacia un futuro esforzado, en donde tan sólo lo que se siembre es lo que habrá de fructificar.

Extraído de la página web Nueva Acrópolis España

Un voluntario lucha contra los pies de barro de un mundo caduco, y ofrece no solo esperanzas y buenas intenciones, sino resultados claros que ayuden a los colectivos más vulnerables...

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Señor Anillos de

los

Parte 3

El Señor de los Anillos es quizás una de las obras que ha cautivado a más personas en todo el mundo. Su autor J.R.R.Tolkien nos trasporta a un mundo lleno de aventuras y seres fantásticos. Descubramos a continuación, la visión filosófica de algunos de los personajes de esta obra, que nos ayudará a descifrar simbolismos ocultos y extraer enseñanzas muy valiosas para nuestra vida diaria.

Theodem bajo la influencia maligna de Grima, es como el León de circo narcotizado. Está a las órdenes de su amo, que lo maneja como una marioneta. Sin embargo, cuando llega el sanador poder de Luz de Gandalf, despierta de su letargo desde el profundo olvido y vuelve a la realidad.

Es un león despierto, consciente de su liderazgo y de los peligros que oscurecen a la Tierra Media. En la fortaleza del Abismo de Helm, dirige como un León a sus tropas contra las hordas salvajes de Uruk-Hai. En la batalla de las llanuras de Pellenor en Minas Tirith, arenga y dirige a sus bravos jinetes de Rohan para enfrentarse a los horrendos orcos y a los Mumakil. No vacila ni un instante, con coraje y valor, en enfrentarse al gigante Rey Brujo, líder de los nazgul, en un combate singular. Finalmente muere en batalla como un héreo defendiendo a los suyos, la manada de los humanos.

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SAM Separa el trigo de la paja para quedarse con todo aquello que es bueno. Posee la inteligencia de Mercurio y se da cuenta del peligro que supone viajar con Gollum, alguien demente que puede matarte o traicionarte en cualquier momento.

Su servicialidad hacia Frodo es total. Se reafirma en su sentido del deber y determinación, que es acompañar al portador del anillo hasta el final del viaje.

Arriesga su propia vida lanzándose al agua sin saber nadar o cargando a Frodo hasta las alturas del Monte del Destino.

FRODO

“Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas”.

Relacionado con Capricornio. Simboliza todo lo denso de la oscuridad. Capricornio en armonía utiliza las fuerzas de la Creación para materializar la energía del pensamiento en la materia: “Yo uso con responsabilidad”. Pero si el uso no es por bien de todos, se convierte en ambicioso, egoísta, materialista, manipulador y tirano. Es el Ojo que todo lo Ve, la sombra que define la Luz.

Es el “Elegido” por los poderes divinos: “Esta tarea te fue encomendada a ti y si tú no encuentras el camino nadie lo hará”.

Frodo tiene que pasar innumerables pruebas durante su viaje iniciático y su misión de salvar la Tierra Media. Su receptividad con el Creador Infinito, le permite recibir las señales y mensajes divinos, recibir talismanes de gran ayuda por parte de sus amigos. Siente una profunda compasión hacia Gollum, porque sabe el sufrimiento que causa la pesada carga del anillo y nunca pierde la esperanza de que pueda volver a la Luz. Pero ya es demasiado tarde para Gollum, ha sido consumido por el anillo y tiene el mismo destino.

Frodo, “el hobbit ascendido” que después de todas las pruebas pasadas ya no puede vivir más entre los hobbits, se convierte en un ser evolucionado de Luz que asciende rumbo a las esferas celestes. Se marcha en el blanco navío élfico desde los Puertos Grises, rumbo a las Tierras Imperecederas.

Cerramos así, una historia fantástica llena de míticos personajes llevados a la pantalla.

Pero, más allá de esto, se esconde un simbolismo aleccionador y profundo que nos inspira a encontrar en nosotros mismos nuestro papel en la Historia, a recorrer el camino ineludible de la búsqueda de realización, de encontrar nuestro propio Monte del Destino, en donde podamos destruir nuestras debilidades, y partir al encuentro de nuevos puertos, nuevas playas blancas, en un país lejano colmado de un plateado amanecer.

Extraido del libro: “La visión filosófica del Señor de los Anillos”, editado por Nueva Acrópolis.

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Giordano el filósofo

Bruno

errante

“Los hombres heroicos y divinos pasan por el camino de la dificultad, a fin de que la necesidad se vea forzada a concederles la palma de la inmortalidad".

17 de febrero de 1600. Roma. Las llamas serpenteantes de fuego cubren de humo negro el celeste cielo. Arde en la hoguera el más grande filósofo del Renacimiento.

Momentos antes, en medio de la muchedumbre enloquecida y de fanáticos verdugos, Giordano Bruno lanza una sonrisa amable y serena al mundo, antes de verse envuelto por el fuego. Su alma abandona el cuerpo en un solo grito, y se eleva al cielo a manera de incienso, para dejar escrito un mensaje de su furor heroico y de la sabiduría antigua para la posteridad.

Giordano Bruno nace en 1548 en la ciudad de Nola (Nápoles, Italia). Su más tierna infancia brilló por su sagaz pensamiento e indomable personalidad.

De este modo, con el pasar de los años, lo vemos como filósofo errante por las principales ciudades de Europa, educando en muchas universidades con su filosofía.

Bruno fue un filósofo idealista que bebió de la sabiduría antigua. Entre sus maestros espirituales contamos a Platón, Plotino, los Presocráticos y la sabiduría mistérica de Egipto.

Solo tenía en cuenta su misión, su apostolado filosófico. Su elocuente generosidad, lo llevó a olvidarse de sí mismo y vivir sólo para enseñar.

7 Mostró la necesidad de una religión natural que ennoblezca la mente y el espíritu humano, frente a las religiones dogmáticas imperantes...

Fue traicionado por un discípulo suyo, llamado Giovanni Monceningo, lo delató ante el tribunal de la santa inquisición… De este modo, confinado en las mazmorras de la iglesia, es sometido a los más crueles tormentos para rectificarse sobre sus postulados y teorías. A lo largo de 7 años de torturas inquisitoriales, Bruno no cedió. A la manera de Sócrates, el filósofo y Leónidas, el espartano, enfrentó la cercanía a la muerte y la muerte misma, como lo hacen los héroes y sabios, pues él mismo con su pensamiento y obra ya era uno de ellos. Así construyó su propio pedestal que lo eleva a la inmortalidad.

Son famosas las palabras que da, cuando ya los clérigos han de dar la sentencia: “Vosotros tembláis más al darme la sentencia que yo al escucharla”. ¡Oh Giordano, paladín de la liberta de pensamiento!

No nos olvidamos de ti... y aún resuenan con los ecos de la historia tus elevadas palabras al final de tu proceso:

Mostró la necesidad de una religión natural que ennoblezca la mente y el espíritu humano, frente a las religiones dogmáticas imperantes, pues consideraba que a lo largo del medioevo habían nublado la razón.

Muchas de sus teorías se han demostrado siglos después: La elíptica y los movimientos de la tierra, la infinitud del cosmos, la naturaleza del Sol, la teoría del átomo.

¡Mas, basta!... ¡Yo os aguardo! Dad fin a vuestra obra ¡Cobardes! ¿Qué os detiene? ¿Teméis el porvenir? ¡Ah! Tembláis… Es porque os falta la fe que a mí me sobra. ¡Miradme! Yo no tiemblo ¡Y soy yo quién va a morir!

Autor: Jorge Preciado (noviembre, 2014).

“Los grandes filósofos ante la muerte.