Se mi na ris tas
N° 1 · Enero de 2020
“La exigencia de abolir el celibato guarda relación con pareceres que pretenden convertir al sacerdote en un trabajador social con tareas predominantemente terrenales, trasladando así el foco de la vida cristiana de la eternidad a este mundo”. Con el corazón indiviso: De aquí en adelante, dedicación plena a Cristo y a los hombres (Lumen Gentium, 42).
Padre Werenfried van Straaten
Ante nosotros se encuentra el Nuevo Año 2020. ¿Pero qué es lo que realmente impulsa a los hombres? La música, el cine y el arte están dominados por el motivo del amor. El amor romántico, físico y libre, como principal fuerza motriz, ha sido motivo de miles de odas y pinturas. En cambio, según Friedrich Nietzsche, el Cristianismo ha dado de beber veneno al eros, y, si bien éste no ha muerto por ello, sí se ha transformado en un vicio. Esta es también una visión muy extendida en la sociedad actual, a saber, que la Iglesia es hostil al cuerpo y al sexo, y que la castidad produce neurosis y el celibato es perverso e hipócrita, por lo que hay que abolirlo. Sí, el concepto cristiano del amor y la moral sexual de la Iglesia son una provocación para el mundo. Sin embargo, lo que impresionaba e inducía a convertirse a los paganos era el amor fraternal y la pureza moral de los primeros cristianos, pues la forma de vida de éstos representaba para ellos algo “extraordinario e increíble” que habían creído imposible. En efecto, los primeros cristianos estaban entusiasmados
con el ideal del celibato y la virginidad, que también eran un gran acicate para la fidelidad matrimonial y el reconocimiento de la equivalencia entre hombre y mujer. Esta nueva forma de vida se contraponía totalmente a las costumbres de la Antigüedad.
eterna. Vivimos tiempos caracterizados por palabras clave como desmitologización y desacralización, y por la tendencia de reducir todo el Cristianismo a la mera relación entre seres humanos”.
Ciertamente, la Iglesia también es sinónimo de servicio caritativo y humanidad, pero esta última “El celibato es un signo de va de la mano del tesque el sacerdote es llamado siempre timonio de los mártires, así a un especial seguimiento como con el “martirio blanco” del celibato. El celibato es un personal de Cristo”. signo de que el sacerdote es llaLa verdadera “lógica” del celibato, al igual mado no solo a una tarea o a una función, que la del matrimonio, no se apoya en ar- sino ante todo a un especial seguimiento gumentos pragmáticos, sino en Dios, que personal de Cristo, para “representarlo” es el amor y que también se manifiesta como cabeza y esposo de la Iglesia. La encomo amor verdadero. Es un amor que se trega personal, el “sacrificio” de uno entrega definitiva y totalmente, que siem- mismo a Dios, el verdadero amor que lo pre está presente. Quién no crea en este mueve y completa todo: eso es lo que sigamor total, tiene problemas para entender nifica el celibato. el celibato y también el matrimonio. Así, Karl Rahner ya observó con acierto en Queridos amigos, espero que en el amor 1968: “La actual crisis del celibato tiene puro resida siempre nuestra primera y más muchos motivos. [...] Pero, si no queremos profunda motivación. engañarnos, tenemos que reconocer que el motivo más profundo de esta crisis reside en la crisis de fe. Vivimos tiempos en los que al hombre le cuesta mucho tomar conP. Martin Maria Barta ciencia de la realidad de Dios y de la vida Asistente Eclesiástico 1