Revista Adventista Abril 2013

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Armagedón, la batalla final Tengo cáncer, ¿qué hago? Una mujer cristiana nos cuenta sus vivencias ante una terrible noticia / 10

“Buscamos una iglesia discipuladora” Dialogamos con el Pr. Liessi, presidente de la UCh / 15

Cómo controlar la ira Nueve pasos prácticos para que el enojo no se apodere de nosotros / 16

Cuando la vida es injusta ¿Dónde está Dios cuando la tragedia golpea? ¿Por qué sufre la gente buena?/ 28


Editorial Marcos Blanco Di­rec­tor

Por Marcos Blanco

Pablo Ale Redactor

Pastor, magíster en Teología y director de la Revista Adventista. marcos.blanco@aces.com.ar @blancoaces

Gabriela Pepe, Pablo M. Claverie Prue­bas

El gran tema central

Osvaldo Ramos Director de Diseño Carlos Schefer Dia­gra­ma­ción Gabriel Cesano Ge­ren­te ge­ne­ral Marcelo Nestares Ge­ren­te fi­nan­cie­ro Marcos Blanco Director editorial Sixto Minetto Ge­ren­te de Comercialización Julio Ciuffardi Ge­ren­te de Pro­duc­ción Le­roy Jour­dán Gerente de Logística Gabriel Boleas Gerente de EducACES Re­vis­ta men­sual de la Igle­sia Ad­ven­tis­ta del 7º Día en la Di­vi­sión Su­da­me­ri­ca­na. Año 113 (ABRIL de 2013) Nº 04

Re­gis­tro Na­cio­nal de la Pro­pie­dad In­te­lec­tual 4986847 Fran­queo a pa­gar. Cuen­ta 10272 IMPRESO EN LA AR­GEN­TI­NA —

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Pro­hi­bi­da la re­pro­duc­ción to­tal o par­cial de es­ta pu­bli­ca­ción (tex­to, imá­ge­nes y di­se­ño), su ma­ni­pu­la­ción in­for­má­ti­ca y trans­mi­sión ya sea elec­tró­ni­ca, me­cá­ni­ca, por fo­to­co­pia u otros me­dios, sin per­mi­so pre­vio del edi­tor. Ilustración de tapa: Shutterstock. Fotos de este número: Shutterstock, Archivo ACES. Co­la­bo­ra­do­res es­pe­cia­les en Su­da­mé­ri­ca: Erton Köhler, Magdiel Pérez Unión Argentina: Carlos U. Gill Unión Bo­li­via­na: Stanley Arco Unión Chi­le­na: Eber Liessi Unión Ecua­to­ria­na: Leonel Lozano Unión Paraguaya: Ignacio Kalbermatter Unión Peruana del Norte: Orlando Ramos Unión Peruana del Sur: Abimael Obando Unión Uruguaya: Carlos Sánchez Bra­sil: Ru­bens Les­sa. Otras di­vi­sio­nes: Roy Adams, Bill Knott, Steve Chavez, Carlos Medley, Kimberly Luste Maran y Bonita Shields. Re­vis­ta Ad­ven­tis­ta. Edi­ta­da e im­pre­sa men­sual­men­te, me­dian­ te el sis­te­ma off­set, por su pro­pie­ta­ria, la Aso­cia­ción Ca­sa Edi­ to­ra Su­da­me­ri­ca­na, de la Igle­sia Ad­ven­tis­ta del 7º Día. Re­dac­ción, ad­mi­nis­tra­ción, ta­lle­res y ventas: Av. San Mar­tín 4555, B1604CDG Flo­ri­da Oeste, Bue­nos Ai­res, Rep. Ar­gen­ti­na. Te­lé­fo­no: (54-11) 5544-4800. Fax (54-11) 4760-0416. Domicilio legal: Uriarte 2429, C1425FNI, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Correo electrónico: aces@aces­.com.ar

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l tema del gran conflicto entre el bien y el mal es una de las doctrinas esenciales y distintivas de la Iglesia Adventista; en realidad, todas las doctrinas adventistas están estrechamente relaciona­ das con ella. “El estudiante ha de aprender a considerar la Biblia como un todo y a ver la relación que existe entre sus partes. Tiene que adquirir el conocimiento de su gran tema central, del propósito original de Dios hacia el mundo, del comienzo de la gran controversia y de la obra de la redención. Necesita comprender la naturaleza de los principios que luchan por la supremacía, y aprender a rastrear su obra a través de las crónicas de la historia y la profecía, hasta la gran culminación”, dice Elena de White (La educación, p. 171). Si bien lo primero que se nos viene a la mente cuando escuchamos las palabras “gran conflicto” es asociar la idea con guerra, agresión, destrucción y muerte, la historia del Gran Conflicto demuestra el invariable amor de Dios. Elena de White lo expresa con estas palabras: “La historia del gran conflicto entre el bien y el mal, desde que principió en el cielo hasta el final abati­ miento de la rebelión y la total extirpación del pecado, es también una demostración del inmutable amor de Dios” (Patriarcas y profetas, p. 11). Sí, la historia del Conflicto universal nos muestra el verdadero carácter de Dios: él es amor (1 Juan 4:8), y ese amor ha sido demostrado por la manera en que ha lle­ vado a cabo la historia de la redención, y por la manera en que finalmente salvará a los que lo aman. Así, cuando tenemos una mejor comprensión del Gran Conflicto,

podemos entender más acertadamente su amor; y cuando comprendemos mejor su amor, podemos conocerlo de manera más completa. Esta quizá sea la razón más importante por la que deberíamos estudiar el tema del Gran Conflicto. Otra razón para dedicarnos al estudio de este tema es que revela el significado cósmico de la vida y la muerte de Jesucristo. Las Escrituras nos presentan una batalla cósmica entre el bien y el mal, entre Dios y Satanás. Entender este conflicto, que abarca todo el universo, nos ayudará a responder la pregunta: “¿Por qué Jesús vino a este pla­ neta?” La vida de Cristo vindicó la justicia y la misericordia de Dios, y demostró que la Ley de Dios y su gobierno son justos. Cristo reveló la incoherencia de las acusaciones de Satanás contra Dios, mostrando que, a través de su dependencia total del poder y la gracia de Dios, los creyentes arrepentidos pueden escapar del acoso y la frustración de las tentaciones diarias, y vivir una vida victoriosa sobre el pecado. Muchos otros cristianos conectan la muerte de Jesús en la cruz solamente con la salvación de los pecadores. Pero, el plan de la redención no solo fue diseñado para los seres humanos pecadores; como así tampo­ co la función de la cruz está limitada solo a salvar a quienes han pecado. La muerte de Jesús en la cruz tiene un significado universal. Por esto, la doctrina del Gran Conflicto nos brinda una perspectiva de mayor alcance, para entender el significado de la cruz. ¿No te parece que es hora de que lo estudiemos con mayor profundidad? ¿Por qué no empezar ahora?


Mesita de luz: Libros que no te pueden faltar. La rama quebrada. En 1927, una pareja de misioneros llega hasta las Islas Salomón para predicar el Evangelio. Un libro lleno de historias acerca del increíble poder de Dios en medio de sa­ cerdotes del diablo y cazadores de cabezas.

Los amo, Kirsten. El 19 de noviembre de 2009, Kirsten Wol­ cott fue violada y asesinada en una isla del Pacífico Sur, donde trabajaba como estu­ diante misionera. Al leer las anotaciones de su diario, usted anhelará el día en que la muerte ya no exista.

La mayor necesidad del adventismo. Historias poderosas que ilustran con no­ table convicción que el Espíritu Santo está preparado y listo para reavivar al pueblo de Dios en el tiempo del fin.

Caja de herramientas

Cómo maximizar el tiempo. No dejes de hacer lo importante por hacer lo urgente. Piensa en las cosas que son realmente necesarias para tu felicidad. Elimina todo lo innecesario, o reduce el tiempo que les dedicas. Con oración, planifica tu día antes de que este empiece. Siéntate, y anota las cosas más importantes, en orden de prioridad. No quieras hacer demasiadas cosas en un día. Salvo que sea urgente, posterga toda otra actividad que se añada a las ya previstas para el día.

Acaba con las distracciones antes de que estas acaben contigo. Si se trata de distracciones importantes o necesarias, reserva un tiempo concreto del día para dedicarte a eso. Ten siempre un calendario o planificador a mano, con las fechas límite de entrega o de final de proyectos y/o responsabilidades. Tenlo en un lugar que veas seguido. Recuerda: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” (Ecl. 3:1).

Sumario 4 Segunda venida 5 En 2 palabras 6 La batalla del Armagedón 9 Salud 10 Tengo cáncer, ¿qué hago? 14 Un libro, una historia 15 Conquistando las ciudades

16 Resolviendo conflictos 18 Mensaje pastoral 19 Noticias 28 Cuando la vida es injusta 32 En el frente 34 Quiero saber 35 180 grados rA • Abril 2013 | 3


La batalla del

Armagedรณ

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dón

Por Alejandro Medina Villarreal Coordinador editorial en la editorial adventista Safeliz, España. amedina@safeliz.com

Un poco de luz bíblica en relación con los últimos acontecimientos mundiales.

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urante los meses de octubre y noviembre de 2012, se desataron nuevas hostilidades entre Israel y los palestinos, lo que encendió alarmas en Medio Oriente. Sin embargo, el 30 de noviembre del mismo año, la Asamblea de la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU) aceptó a Palestina como un Estado observador. De esta manera, la orga­ nización más representativa de la voluntad internacional reconoció “implícitamente la soberanía de los palestinos sobre el te­ rritorio ocupado por Israel desde 1967”. Las protestas de Israel y de los Estados Unidos no se hicieron esperar; en espe­ cial, el sector evangélico de los Estados Unidos reaccionó, muy molesto. Y es que, de acuerdo con ellos, Israel juega un papel muy importante en la historia profética. Pero ¿por qué? Sencillo: una interpreta­ ción equivocada de la profecía bíblica. La mayoría del protestantantismo estadouni­ dense cree en el dispensacionalismo, una comprensión profética que asegura que los judíos regresarán a Israel y que luego se convertirán al evangelio, para dar paso, así, a la última batalla: el Armagedón. De modo que, para apuntalar a Israel, los cristianos apoyan todo tipo de medidas, incluyendo las más violentas, con la inten­ ción de fortalecer su situación en Oriente Medio. Esta extraña alianza entre Israel y los cristianos conservadores se inició en 1977, “cuando Menájem Beguin y el Likud, partido de derecha israelí, accedieron al poder por primera vez”. Grandes cantidades de dinero fluyen

hacia Israel de parte de miles de creyentes estadounidenses, que creen que así “apre­ suran” la venida de Jesús. Los israelíes se aprovechan de ello, y se aseguran el apoyo de los conservadores estadounidenses. Cuando Ariel Sharón aparecía ante los cristianos sionistas, según un observador, se llevaba “ovaciones reservadas, por lo general, a las estrellas de rock”. Para ellos, Sharón era “el hombre que Dios ha elegido para cumplir las profecías del fin de los tiempos”. Y agregaban que solo estaban respondiendo “a la llamada de Dios, tal como se formula en el Antiguo Testamento”. Por si esto fuera poco, los eventos de la Primavera Árabe entre 2010 y 2012 –que estremecieron a varios países del norte de África y condujeron a la caída de los man­ datarios en Egipto, Túnez, Libia, Yemen, así como a una terrible guerra civil en Siria– han encendido el alerta de quienes creen que se acerca la batalla del Armagedón. En realidad, detrás de las principales directrices que conducen a los grandes líderes de este mundo, se pueden observar interpretaciones proféticas –no necesaria­ mente aclaradas de la mejor manera–, así como la idea de una guerra santa. Mucha gente se sorprendería del profundo interés de los gobernantes del planeta en este tema.

Una perspectiva bíblica La palabra armagedón aparece solo una vez en la Biblia, en Apocalipsis 16:16. Lo más probable es que sea una construcción, a partir de palabras hebreas, que significa “Montaña de Meguido”, en referencia a un rA • Abril 2013 | 7


La batalla del Armagedón

antiguo campo de batalla donde el pueblo de Dios siempre obtenía la victoria. También se lo denomina Valle de Josafat (Joel 3:9-16). Ahí ocurrieron, por lo menos, tres batallas muy conocidas en la Biblia: la victoria de Judá, bajo el rey Josafat, frente a una triple alianza (1 Crón. 20); la victoria de Débora y Barac (Juec. 4); la victoria de Gedeón frente al ejército madianita (Juec. 6). En la Biblia, existe una clave muy im­ portante para entender a qué se refiere la batalla del Armagedón, a saber, la referencia al secamiento del río Éufrates, en el marco de las siete postreras plagas. ¿Qué trata de decir el apóstol Juan, autor del Apocalipsis? Está comparando la caída de un poder extraordinario que surgiría en el futuro, y cuya influencia sería semejante a la de la antigua Babilonia, ciudad considerada impenetrable para los ejércitos enemigos, así como un símbolo de seguridad y estabilidad. Y ¿qué condujo a la caída de Babilonia? Resulta ser que Nabonido, rey de Babilonia, había provocado una debacle en el país gracias a su mala administración; además, había trasladado la sede de su gobierno hacia Tema, en Arabia. Ahí se dedicó a adorar a Sin, diosa de la luna, en vez de a Marduk, el dios principal de Babilonia. En su lugar, su hijo Belsasar permaneció en Babilonia. Durante un enfrentamiento con Ciro, general medopersa, en Opis (a 185 kilómetros al norte de Babilonia), su propio pueblo se le rebeló. Finalmente, el 10 de octubre de 539 a.C. se rindió en Sipar (a 80 kilómetros al norte de Babilonia), sin haber combatido, y huyó hacia el sur, a Borsipa. Entonces, en un momento de sumo peligro y con el ejército medopersa a las puertas de la ciudad, amenazando la caída de la nación, ¡a Belsasar se le ocurrió celebrar una fiesta desenfrenada! El 12 de octubre de 539 a.C., el ejército medopersa entró en la ciudad desviando el cauce del río que cruzaba la muralla; es decir, ocurrió el secamiento del Éufrates. Eso dio lugar a que Ciro entrara triunfante en Babilonia, y pusiera fin a aquella hege­ monía. Esa noche, Belsasar y sus súbditos estaban ebrios, y no representaron una gran oposición para los rivales. También, Ciro fue el libertador del pueblo de Israel. La Biblia lo llama “Mesías” (Isa. 45:1-3). 8 | Abril 2013 • rA

Interpretación para este tiempo La batalla del Armagedón forma parte de una serie de condiciones que ocurren dentro de las siete últimas plagas del Apo­ calipsis, también conocidas como los juicios de Dios sobre este mundo. Dichas plagas incluyen crisis de carácter ambiental, sanitario y político. Todo esto creará las condiciones para obligar a los gobiernos del planeta –tanto débiles como podero­ sos– a buscar soluciones en común, con el objeto de enfrentar la situación. Algunas de ellas incluirán la pérdida de libertades básicas (como la libertad religiosa), esce­ nario común cuando se enfrentan graves dificultades. ¿Dónde se llevará a cabo la batalla del Armagedón? Esta es una lucha de carácter espiritual, que se verifica en el ámbito de la conciencia de cada ser humano. Cada quien habrá de decidir de qué lado estará; el resto consistirá en asumir las consecuencias. En un planeta que parece navegar al ga­ rete y en medio de una orfandad de valores, es evidente la necesidad de un rumbo en cuestiones morales, el cual disminuya los altísimos niveles de violencia, que hoy son parte de la vida cotidiana de los habitantes de este mundo. Se necesita una nueva organización del mundo que contemple la economía, la política, la moral, la ecología, la educación, la ciencia, la religión y la cultura. Todos sabemos que un cambio es necesario, pero no entendemos cómo podría darse. Anhelamos un mundo mejor, pero aún no tenemos el camino correcto. El mundo necesita urgentemente un conductor creíble, en quien depositar la confianza. La escasa confianza de la socie­ dad en los políticos, así como sus frecuentes escándalos en situaciones de corrupción e inmoralidad, obligan a la gente a voltear para ver hacia una figura que se mantiene expectante: el papa de Roma. Por eso, hoy se observa un sólido liderazgo del Vaticano, el cual será cada vez mayor, hasta aglutinar a los principales dirigentes del planeta en su principal objetivo. No obstante, lo que muchos no consideran es que Roma no ha cambiado sus temerarias actitudes, de un pasado marcado por medidas draconianas de intolerancia religiosa. Pero ¿qué será lo que terminará con

el apoyo de los gobernantes nacionales al liderazgo del Papado? La aparición de las siete plagas. Grandes desastres natu­ rales nunca antes vistos despertarán sus conciencias, y les hará ver que han sido engañados. La gran seguridad que hoy ensoberbece a millones de personas pronto se vendrá abajo. Roma perderá su apoyo (secamiento del Éufrates). Eso preparará el camino para el regreso de Jesús a este mundo, y la destrucción de los impíos. Jesucristo es el único que puede estable­ cer un gobierno justo, y libre de maldad y corrupción. Él vuelve pronto; los tiempos así lo indican. ¿De qué lado del conflicto desea usted colocarse?

Las plagas del Apocalipsis

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Aparición de grandes epidemias en los incrédulos. Se desencadena una úlcera maligna y pestilente sobre los adoradores de la bestia y su imagen.

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Contaminación del mar. El mar se vuelve sangre.

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Contaminación de ríos y manantiales. Los ríos y las fuentes de las aguas se vuelven sangre.

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Efectos del cambio climático. Sobreviene un calor insoportable.

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Crisis en el liderazgo del clero.

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El trono de la bestia es cubierto de tinieblas.

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Roma papal es abandonada por sus aliados. El secamiento del Éu­ frates. Lucha por el dominio de la conciencia humana. Unión de pode­ res espirituales en contra del pueblo de Dios. Batalla del Armagedón.

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El cataclismo final. Cristo vuelve a la Tierra.


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