Revista EMPRESA 189

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EMPRESA Junio / Julio 2008

‘Querer’, ‘poder’ y ‘deber’ en el empresario cristiano

Editorial La verdad y la libertad en un marco de institucionalidad

Adolfo Ablático El mal nuestro de cada dia

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Santiago Kovadloff



EMPRESA

Número 189 Junio / Julio 2008

Publicación de ACDE Buenos Aires Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa Afiliada a la Federación ACDE UNIAPAC de Argentina

Director

Carlos G. Garaventa

Consejo de Redacción

Eduardo Aceiro Celso Enrique Arabetti Pablo Bevilacqua Viviana Morandi Héctor Mario Rodríguez

Consejo Editorial Enrique Del Carril Horacio Diez Gabriel Mayor

Secretario de Redacción Eduardo Otsubo

Asistente de Dirección Patricia D’Agostino

Premio Santa Clara de Asís 2002 Los artículos reflejan el punto de vista del autor y no necesariamente el de ACDE Registro Propiedad Intelectual 632.907 Precio del ejemplar: $12.- (S/envío postal)

Suscripción anual

(seis números, incluye envío postal) Buenos Aires, Interior: $ 70. Países Limítrofes: U$S 60. Resto de América: U$S 70. Europa: U$S 80. Suscripción estudiantes: $ 50. Suscripción donación: $ 200.Bolívar 425 - (C1066AAI) Buenos Aires República Argentina Tel./Fax: (54 11) 4331-0251 E-mail: empresa@acde.org.ar www.acde.org.ar Tarifa Reducida Concesión Nº 1453 Franqueo Pagado Concesión Nº 1277

SUMARIO 5

Editorial ‘Querer’, ‘poder’ y ‘deber’ en el empresario cristiano 6 Reportajes Adolfo Ablático La verdad y la libertad en un marco de institucionalidad 12 Institucional Eduardo López Rivarola XI Encuentro Anual de ACDE 14 Reflexiones El mal nuestro de cada día Santiago Kovadloff 29 Empresa Procesos de mercado y conflicto humano Marcos Gallacher 34 Organización Liderazgo es irradiación Gustavo López Espinosa 36 Economía ¿Qué tienen de “justo” los impuestos? Samuel Gregg 39 Economía ¿Cuál es la verdad de la inflación? Ezequiel de Freijo 45 Informe El caso Rafaela. Una visión compartida de vida en común y desarrollo productivo Oscar Teófilo Parra 55 Empresa La “S” de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) María Marta Preziosa 58 Ética La difícil tarea de descubrir los valores Roberto M. Estévez 65 Organización Liderazgo en el siglo XXI Guillermo Ceballos Serra 71 Desde España Las manos de mi madre Miguel Aranguren 72 Política Crear valor, deporte de riesgo y azar Roberto Starke 76 Sociedad Calidad televisiva, contenidos y responsabilidades Gabriela Fabbro 79 Doctrina La Nación requiere gestos de grandeza Conferencia Episcopal Argentina



Consejo Directivo ACDE Buenos Aires 2008

Presidente Adolfo Ablático

Vicepresidente 1º Mariano Bravo

Vicepresidente 2º Eduardo López Rivarola

Secretario Pablo Taussig

Tesorero

Pro Secretaria

Pro Tesorero

Federico Quintana

Asesor Doctrinal

Alejandro Llorente

Director Ejecutivo

Alejandro Tonnelier

Tomás Elewaut Graciela Martini

Vocales Eduardo Aceiro José Antonio Aranda Luis Cedrola Juan José Ezama Anna Gancia Carlos Garaventa Guillermo Lipera Patricio Pinto Alejandro Preusche Pablo Roviralta Juan Carlos Sagardoyburu Natalia Sicardi Juan Pablo Simón Padrós Manuel Solanet Ignacio Uranga Paula Valente Francisco von Wuthenau


Editorial

‘Querer’, ‘poder’ y ‘deber’ en el empresario cristiano “Donde dos o más se reúnan en mi nombre yo estaré en medio de ellos”. (Mateo 18, 20) Nunca como hoy conviene repasar el sentido de cada palabra que conforma el nombre de nuestra institución “Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa”. Porque somos socios en el sentido de compartir una visión, un compromiso y el sano accionar detrás de las metas comunes. Porque estamos asociados por el ejemplo de Cristo, por su mensaje y entrega máxima para toda la humanidad. Porque somos o queremos ser dirigentes en el sentido de marcar metas, alinear voluntades y obtener resultados mediante conductas éticas, eficientes y efectivas. Finalmente, porque estamos para hacer, para emprender, para generar empleo, para construir bienestar para la sociedad y, en consecuencia, también para nosotros por los logros económicos y en la recompensa emocional por todo resultado bien obtenido. Pero ser dirigente conlleva esfuerzo y, muchas veces, soledad en el mando, en la decisión difícil y en el mantenimiento del rumbo. Por ello también esa determinación significa quedar expuesto a una diaria corona de espinas y piedras en el camino. No hay edad en la dirigencia; somos responsables de conducir un curso desde que comenzamos nuestra vida de trabajo; podrá haber un cambio de dimensión, pero no de compromiso en alcanzar la próxima meta. Es el joven dirigente el que comienza a vivir ese conocido conflicto entre el querer, el poder y el deber; es el buen dirigente el que no se refugia en una parte de ello sino que integra y va por el todo. El dirigente mayor, hombre o mujer, es aquel que encuentra la paz de espíritu cuando puede ver que cumplió con su deber, porque quiso y porque pudo sobrepasar piedras y espinas. En este marco es cómo el dirigente de empresa, dejándose “tocar” en el encuentro personal con Jesús vivo y resucitado, convertido a Él por la fe y el mensaje cristiano, debe saber encontrar todos los días la fuerza y la conciencia para cumplir con su especial misión. Hay en Cristo un cotidiano ejemplo de palabra cuando nos invita a hacernos fuertes en la pobreza de espíritu (entendida no como rechazo sino como desapego de los bienes materiales para ser verdaderamente libres); hay en sus parábolas, por ejemplo la de los “Talentos”, un camino claro de exigencia, premios y castigos que la pseudo cultura del “pobrismo como logro” quiere negar hoy. En la parábola de “Las diez vírgenes” hay un modelo de trabajo a tiempo, preservación del capital, cumplimiento del Página 4

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Editorial

deber, que se aplica a ese solitario puente de mando y a las decisiones muchas veces no comprendidas por quienes, a la larga, se beneficiarán con esos cuidados a tiempo. Dice la Real Academia Española que “empresa” significa “acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo”. Una vez más, se retoma la figura del querer y la remanida excusa del no poder como justificativo para eludir el cumplimiento del deber. No fue así la vida de Cristo ni la de tantos santos y otras personas que nos dejaron el testimonio de saber predicar con la palabra y el ejemplo, con cargar su cruz y con el dolor del combate por la fe. La misma fe de Teresa, las heridas de Ignacio de Loyola, los estigmas de San Francisco de Asís, la obra de Don Bosco o el ejemplo de Enrique Shaw. En momentos como los actuales, en los que se viven, una vez más, consecuencias profundas por las confusiones y los errores sociales, políticos, económicos y de toda índole -entre nosotros y en el mundo-, se hace necesario recargar de valor el rol del empresario cristiano, que sólo con fe y testimonio propio puede conjugar de manera incondicional el querer, el poder y, especialmente, el deber. Son tiempos difíciles para el empresario, en el país y en el mundo, pero no lo son para las excusas porque éstas no generan trabajo, ni ocupación ni progreso. Frente a las adversidades, el empresario no está relevado del esfuerzo que significa considerar “...que también la opción de invertir en un lugar y no en otro, en un sector productivo en vez de otro, es siempre una opción moral y cultural. Dadas ciertas condiciones económicas y de estabilidad política absolutamente imprescindibles, la decisión de invertir, esto es de ofrecer a un pueblo la ocasión de dar valor al propio trabajo, está asimismo determinada por una actitud de querer ayudar y por la confianza en la Providencia, lo cual muestra las cualidades humanas de quien decide”. (Centesimus annus, 36). Es éste el verdadero sentido de la pobreza evangélica. En un mundo donde el ahorro y la relegación del consumo superfluo permiten crear capital para generar riqueza, el empresario es también quien debe dar ejemplo de sobriedad y sencillez en su estilo de vida para así demostrar persuasivamente que su esfuerzo está orientado a generar trabajo y eliminar la indigencia. Dejemos de ser un país de “empresarios ricos” con “empresas pobres”. No es con mediocres ni con pusilánimes como se puede construir una sociedad y una Nación. Sólo las haremos si como dirigentes aplicamos nuestra coherencia, la lógica, la moral y la determinación para vivir en la verdad y generar progreso. ACDE es una asociación que hoy nuclea más de un millar de mujeres y hombres que buscan, en un ámbito de esencia espiritual, el refugio para ser mejores, más fuertes y determinados en cumplir con ese deber, a veces solitario, pero que genera una verdadera recompensa emocional al sentirnos Asociados, Cristianos, Dirigentes y Empresarios de bien, actores determinados a cumplir con el querer, el poder y el deber. Como tantos y en especial, como Cristo.

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Reportajes

Adolfo Ablático

Contador Público y Licenciado en Administración de Empresas en la Universidad de Buenos Aires. Ocupó importantes cargos en el sector automotriz, en el papelero y en la agroindustria. Ha dedicado varios años a la docencia universitaria. Actualmente se desempeña como Director Ejecutivo de STRAT y es Presidente de ACDE.

La verdad y la libertad en un marco de institucionalidad “Tenemos que mirarnos internamente y tratar de desglosar los intereses personales, los intereses económicos y los intereses políticos… Así, la verdad de cada uno, cuando se exprese libremente, se transformará en el entendimiento y en la visión que tiene una sociedad sobre su futuro”, señala Ablático. Adolfo Ablático es un convencido de que su nuevo rol como presidente de ACDE no llegó en este momento de su vida por casualidad. Sus 25 años como miembro de la organización y su vasta experiencia en empresas sustentan este compromiso asumido para trabajar fuertemente en la construcción de una visión compartida de país. A su criterio los dirigentes debemos hacer un esfuerzo consistente porque tenemos la responsabilidad de preservar la institucionalidad. “Es un deber ineludible y casi crucial en el proceso que estamos viviendo”, sostiene. Página 6

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Reportajes

La instauración de la cultura del bien y la verdad ha sido uno de los mensajes que la asociación ha promovido con firmeza en los últimos años. Una búsqueda que no claudica frente a la realidad política y económica nacional. Ablático: - Estos valores que, día a día, hemos venido promoviendo se han exacerbado dada la situación política y social de la Argentina de los últimos tiempos. Durante uno de los recientes Foros de ACDE, conversé con la audiencia acerca de la necesidad de preservar la libertad entendida como la vigencia de las instituciones; esto es, la división de poderes, la vigencia de la justicia, el respeto por la opinión y por quien disiente con uno. Estos son los valores que hacen a la libertad y están totalmente enraizados con la cultura del bien porque, en definitiva, la vigencia de la libertad en la sociedad no es más que la otra cara de la moneda del bien común. Una manera de alcanzar el estado de libertad es a través del ejercicio de la verdad que hoy, a mi criterio, veo velada en el país. Y no sólo por parte del gobierno cuando dice que no hay inflación o que no hay crisis energética, sino también por nosotros empresarios cuando no damos testimonio de lo que pensamos. Durante el encuentro a que hice referencia, llamé a los empresarios a reflexionar si, al no promover o no tener un compromiso con la verdad, no estamos en definitiva atentando contra la libertad misma. Tenemos que observarnos con mirada crítica para ver si nuestra actitud no está promoviendo que perdamos de vista esa libertad.

y piensa íntimamente. Tenemos que mirarnos internamente y tratar de desglosar los intereses personales, los intereses económicos y los intereses políticos… Así, la verdad de cada uno, cuando se exprese libremente, se transformará en el entendimiento y en la visión que tiene una sociedad sobre su futuro.

Si el escenario es que no hay un entusiasmo por producir más, es que algo estamos haciendo mal y hay que repensarlo. Estamos definiendo cómo se distribuyen las riquezas antes de salir a crearlas.

En este contexto, fortalecer el marco institucional es un deber no sólo como dirigentes empresarios... - Fortalecer el marco institucional es un deber que tenemos como miembros de la sociedad. Estamos en un país en el que aún hay mucho por construir y el marco institucional se ha ido deteriorando con el tiempo. Salvo que uno sea muy apasio-

Si nos apartamos de la verdad, lo primero que ocurre es que no identificamos las soluciones. No estoy hablando de la Verdad Absoluta, aquella que proviene del Creador, sino de la verdad relativa de los hombres, lo que cada uno de nosotros cree Junio / Julio 2008

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Reportajes

nado y muy sesgado, creo que si se adopta una posición un poco equidistante, se dará cuenta de que la Argentina de la última década ha deteriorado sus instituciones de forma significativa y, hasta diría, alarmante. En realidad, lo que estamos viviendo en estos días no es más ni menos que la exteriorización de esa pérdida de institucionalidad. Lamentablemente, tenemos que decir que hay cierta concentración de poder cuando vemos que no se puede, por ejemplo, conseguir quórum para tratar un tema. Mi pregunta es: ¿cuál es el motivo por el cual un partido, que tiene la mayoría, no da quórum para debatir?

Debemos ser impulsores, testigos, y dar testimonio de los valores que deben estar presentes en la sociedad: la transparencia, la verdad, el bien común, la honestidad, el combate a la corrupción, la preferencia por los pobres, la educación.

Los dirigentes debemos hacer un esfuerzo consistente porque tenemos la responsabilidad de preservar la institucionalidad. Es un deber ineludible y casi crucial en el proceso que estamos viviendo. Soy un optimista de que lo vamos a poder lograr aunque, si no hacemos algo, vamos a tener problemas.

El conflicto entre el campo y el gobierno se presenta como una prueba más de la necesidad del diálogo y una mirada compartida de país. - Creo que este conflicto no es más que la expresión de de un problema de fondo: nuestra sociedad no se ha abierto al debate y, por lo tanto, no se ha puesto de acuerdo sobre una visión compartida de país. Se habla mucho de la distribución Página 8

en la Argentina, pero para distribuir antes hay que producir y veo que hay ciertas decisiones que disminuyen la propensión de los agentes económicos a producir. Si el escenario es que no hay un entusiasmo por producir más, es que algo estamos haciendo mal y debemos repensarlo. Estamos definiendo cómo se distribuyen las riquezas antes de salir a crearlas. ¿Cuál es el aporte que ACDE debe dar en este sentido? - Insisto con que debemos dar nuestro testimonio. Es en lo que más solemos fallar los cristianos y, al no hacerlo, tampoco actuamos en consecuencia. ACDE siempre ha tomado la posición de aislarse de la coyuntura porque en realidad no defiende intereses sectoriales. Si no se abstuviera de defender intereses sectoriales y coyunturales, se confundiría su posición. Debemos ser impulsores, testigos y dar testimonio de los valores que deben estar presentes en la sociedad: la transparencia, la verdad, el bien común, la honestidad, el combate a la corrupción, la preferencia por los pobres, la educación. Hace mención al tema educativa, una asignatura pendiente… - Ciertamente. Uno de los grandes problemas de esta sociedad es que venimos con un déficit educativo serio desde hace varias décadas y hoy se observa una polarización que está básicamente dada por significativas diferencias en el nivel cultural. En este contexto se suma la gran cantidad de excluidos que no acceden a ella y, de este modo, la posibilidad de llegar al mercado laboral es nula. Prueba de ello es la dificultad que encuentran muchas organizaciones en la búsqueda de personal mínimamente capacitado aunque persiste la desocupación. EMPRESA Nº189


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La educación como herramienta que permitirá fortalecer el tejido social y construir ciudadanía... - Construir ciudadanía es educar; dar testimonio, es participar. De las cosas que han cambiado radicalmente en la Argentina y, me parece que para bien, es que hoy la ciudadanía tiene una mayor participación. Si miramos 30 años atrás, nos daremos cuenta de cómo cambió en este aspecto. Creo que este sentido, las comunicaciones ayudan mucho. Las crisis también lo hacen, porque cuando al ciudadano se lo daña o se lo perjudica, o cuando ve que no tiene un futuro, se empieza a sentir involucrado. Si bien la participación todavía se da en forma caótica y, en muchos casos perjudica al prójimo, como todo, necesita su tiempo de maduración.

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Este año ha iniciado formalmente su actividad como presidente de ACDE. ¿Cómo visualiza el perfil de la asociación?

La libertad de la sociedad no es más que la otra cara de la moneda del bien común.

- Estoy muy entusiasmado porque veo que ACDE ha crecido muchísimo en los últimos años. Debo tener 25 años de socio en una institución que ya es referencia en la sociedad. El camino recorrido nos obliga a ser muy activos porque nuestras actitudes son vistas y tomadas en cuenta. Esta presidencia que me ha tocado porque el Espíritu Santo lo ha querido, va a ser particularmente activa porque probable-

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Reportajes

mente vamos a vivir un período claramente turbulento en la Argentina.

El tema de la inserción laboral se destaca entre las propuestas a impulsar…

¿Cuáles serán los lineamientos generales que marcarán su gestión?

- Este año el Premio ACDE Enrique Shaw 2008 va a distinguir a la empresa que promueva el trabajo a través de la inclusión social. Justamente en este país, el crecimiento está reservado a los que estamos dentro del sistema. Lo que nos debe preocupar son los marginados al mismo y, de manera urgente, reconocer a través de qué mecanismos podemos iniciar o profundizar los procesos de inclusión.

- Primero, enfocarnos en lo que es la Visión y Misión definida dentro del marco de la institución; segundo, remarcar y engrandecer el peso relativo de la “C” de cristianos dentro de ACDE. Me parece que, como dije anteriormente, tenemos que dar más testimonio de estos valores para marcar nuestra presencia en la etapa que nos toca. Además, enfocarnos mucho hacia el socio. ACDE ya tiene más de mil. Esta gestión va a estar muy concentrada en que el socio tenga cada vez más entusiasmo en participar y en herramientas novedosas y procesos para que lo haga porque los tiempos escasean cada vez más. Notamos, claramente, que la participación activa del socio es fundamental en la labor de ACDE. Mi presidencia tendrá preferencia Creo que el conflicto con el campo especial por los jóvenes. Queremos no es más que la expresión darles el mayor espacio posible de un problema de fondo: nuestra para que se desenvuelvan dentro de sociedad no se ha abierto al debate la institución. Me gustaría que surjan y, por lo tanto, no se ha puesto de ellos los próximos presidentes de de acuerdo sobre una visión ACDE. Darles este espacio para que compartida de país. participen es darles el lugar para que internalicen los valores de la institución y después puedan ejercer cargos dirigenciales de la mejor manera posible. Página 10

Esta problemática es de muy difícil resolución pues un primer paso es trabajar sobre la cultura de esta sociedad a la que, muchas veces, hemos enviado mensajes equivocados. Creamos, por ejemplo, un plan de subsidios, como los Planes Trabajar que, al no ser acompañados de políticas de inclusión y de capacitación, terminan desalentando en el propio beneficiario la voluntad de buscar trabajo. Por ello, desde ACDE, queremos ser precisos: premiar el esfuerzo que siempre concluye con un mejoramiento de la persona. Vivir coherentemente la vocación emprendedora y cristiana es una de cuestiones centrales que hacen a la especificidad de ACDE. ¿Cómo comprometer y motivar a los socios y demás dirigentes de empresa a vivir este llamado? - Creo que la mejor forma de alcanzar esto es actuando y dando el ejemplo. Es uno de los temas que no debemos perder de vista porque la gente se fija mucho en el líder al cual responde en su forma de actuar. Y sobre todo los jóvenes que están en empresas. Ellos están muy atentos a cómo reaccionan los líderes ante una situación determinada cuando la situación es compleja y cuando se ponen en juego los valores. Los jóvenes se han sensibilizado con este tema porque intuyen que los problemas de este país son problemas de falta de ética aplicada a la EMPRESA Nº189


Reportajes

gestión de gobierno y a la gestión de negocios. En este camino de ser fermento en la masa, ¿cómo trabajar en la propia organización para renovar la esperanza por una sociedad más justa, con más oportunidades para todos? - Me parece que esto es lo que los empresarios tenemos la oportunidad de hacer en el día a día. Hay acciones hacia adentro y hacia afuera de la compañía. Hacia adentro, tratando de ser justos y equitativos con las oportunidades que damos en función de los esfuerzos y de las capacidades, dejando un mensaje concreto de que a través del esfuerzo se llega, brindando la posibilidad de capacitarse y educar y de inculcar valores. Y hacia afuera, comprometiéndose con programas como los que surgen dentro de la Responsabilidad Social Empresaria, entendida no como una herramienta de marketing como la utilizan algunas empresas, sino como un conjunto de actitudes, herramientas e instrumentos que hacen que una empresa ponga a la persona como eje de su accionar. Es importante mencionar que UNIAPAC, que es una organización que agrupa a las ACDE del mundo, firmó un documento llamado La rentabilidad de los valores, que define lo que es la RSE desde el ángulo cristiano y da herramientas concretas para evaluar cómo estamos actuando en nuestra organización. Desde lo personal, ¿qué significa asumir la presidencia de ACDE? - Es un desafío que decidí tomarlo recurriendo a mi vocación cristiana porque realmente exige un esfuerzo significativo y, en mi caso, lo tomo como la forma que Dios Junio / Julio 2008

me dio para dar testimonio. Es una tarea demandante porque, siempre quien conduce debe ser muy equilibrado y centrado para manejar la institución, atendiendo a los deseos de todos los socios que responden a variadas líneas de pensamiento. ¿Cuál sería el mensaje para aquellos que se incorporan a ACDE con las expectativas quizá similares a las que Ud. tuvo cuando se sumó a la asociación? - Que se animen, que es una excelente oportunidad para ser actores de primera línea. Es un camino para influir a la sociedad argentina y, por lo tanto, me parece que es una excelente oportunidad para el que tenga vocación de acción y quiera participar y ser un referente. El mensaje va también de manera especial a los jóvenes: estamos predispuestos y comprometidos a ayudarlos, porque es uno de los lineamientos que hemos definido. Es más, les diría: “Anímense, van a tener oportunidades de participar y nosotros los vamos a ayudar”. Eduardo Otsubo Página 11

Ablático: ““Los dirigentes debemos hacer un esfuerzo consistente porque tenemos la responsabilidad de preservar la institucionalidad. Es un deber ineludible y casi crucial en el proceso que estamos viviendo”.


Institucional

Eduardo López Rivarola

XI Encuentro Anual de ACDE

Argentina: Una nación por construir

¿Qué país queremos los argentinos? “La democracia no es una cosa: es una construcción permanente”, decía en una premonitoria entrevista de noviembre de 2003 el historiador Luis Alberto Romero. Igual concepto desarrollaba el cardenal Jorge Bergoglio, en la preparación de la jornada de Pastoral Social de 2005. El balance de estos 25 años de democracia en la Argentina, nos sugiere al menos dos reflexiones: por un lado la satisfacción de crecer en una forma de gobierno que no tiene ni remotamente riesgo de ser alterada en términos de la elección de los representantes del pueblo; por otro lado, la constante tentación de nuestros gobernantes de vulnerar límites institucionales, que tienen siempre un impacto negativo en el largo plazo, alterando la sana representatividad de los ciudadanos en el manejo de la “cosa pública”. Este último factor, que suele preanunciar e inducir perjudiciales quiebres de ciclos económicos -siempre con alto impacto en la vida del ciudadano común-, parece acentuarse peligrosamente en los últimos tiempos. Presidente del XI Encuentro Anual de ACDE

El mismo Romero recuerda una antigua maldición china: “Ojalá te toque vivir Página 12

una época interesante”. A todos nos atrae, por distintos motivos, leer libros o ver películas sobre las campañas de Alejandro Magno, la epopeya de Leónidas y sus héroes espartanos, o sobre la Revolución Francesa. ¿Pero a quién le gustaría haber habitado en las tierras conquistadas por el macedonio, haber estado cerca del paso de las Termópilas, o paseado por la Bastilla en julio de 1789? Nuestra Nación parece acercarse una vez más a una época interesante, especial motivo de estudio para aquellos adeptos a las paradojas económicas. La situación de crecimiento sostenido del PBI, festejada en sus principios y apuntalada con fuerza por sectores de producción primaria con alta demanda internacional, aparece con más incertidumbres que certezas en cuanto a su sostenimiento. En momentos en que el mundo reclama alimentos en sus diversos grados de valor agregado y energía de todo tipo, la Argentina parece situarse en una obstinada incomprensión de formas y mecanismos de posicionamiento global. La solidez de las Instituciones fundamentales, que EMPRESA Nº189


Institucional

constituyen y dan fortaleza a una República, no apoyan favorablemente la situación, y muy pocos ven una tendencia positiva al respecto. En este encuentro procuraremos no profundizar la problemática coyuntural, elevando la mirada hacia la historia y hacia las potencialidades futuras. Sin un entendimiento de nuestras raíces, construido sobre una comprensión y aceptación en común de la historia -de donde venimos-, es imposible sentirnos completos. Es como aquel que se cuestiona continuamente sobre sus orígenes y sus padres, o aún más, como quien cambia continuamente de orígenes y de padres. Sin una comprensión de cómo nos comportamos en tanto comunidad -dónde estamos y para qué estamos aquí-, y de cómo nos relacionamos, no podremos construir con “el otro” un entendimiento común que abra caminos de crecimiento a futuro. Siempre habrá una marcha atrás, un retroceso. Sin una aceptación cabal de los valores que sustentan a una Nación, no construiremos un lugar para habitar con tolerancia y en paz, como con claridad expresara Juan Pablo II en su encíclica Centesimus annus: “Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia”.1 No propiciamos en este encuentro huir de nuestro tiempo y de nuestras obligaciones. Parecemos enfrentarnos a una época interesante de nuestra historia –lamentablemente una vez más, como se dijo- y no podemos abstraernos de tal situación. Pero queremos ir más allá de la crisis –real o potencial, al efecto, da lo mismo -, reflexionando juntos sobre causas y opciones, de forma tal de construir compromisos, primero personales y luego Junio / Julio 2008

en nuestros ámbitos de acción. No podemos caer en la falsa disyuntiva de estar de un lado u otro de revoluciones propiciadas cada diez años. Posiblemente, detrás de las mismas hay sólo un objetivo de acumulación de poder, si éste fuera el caso dicha acumulación siempre carecerá de representatividad y por lo tanto será efímera, aún más, devoradora de esfuerzos e ilusiones. Necesitamos crear las condiciones para desarrollar una vida feliz y con futuro, con la participación y el compromiso sincero de gobernantes y gobernados; de eso se trata en definitiva el construir una Nación. Teniendo presente la parábola de los talentos, sabemos que mayor responsabilidad tienen quienes más han recibido, lo cual incluye necesariamente a quienes tenemos posiciones de conducción en el mundo empresario. También entonces es en parte nuestra responsabilidad que las cosas sucedan de la mejor manera posible, construyendo día a día una Nación que tanto amamos y tanto necesitamos. Página 13

López Rivarola: “Sin una comprensión de cómo nos comportamos en tanto comunidad -dónde estamos y para qué estamos aquí-, y de cómo nos relacionamos, no podremos construir con “el otro” un entendimiento común que abra caminos de crecimiento a futuro.”.

1. Cetesimmus annus, 46


Reflexiones

Santiago Kovadloff

El mal nuestro de cada día Hace ya mucho que la decadencia argentina resulta inocultable. Fuimos una nación que supo atraer a los hijos de otros pueblos. Somos una nación que repudia y expulsa a sus propios hijos. Entre un extremo y otro, la parábola del fracaso describe su órbita, pictórica de matices pero sin perder su férrea dirección: contramarchas, promesas incumplidas, demagogias, desencantos y corrupciones, crímenes y expiaciones de esos crímenes que se dan por consumadas diagnosticando las ventajas del olvido sobre la justicia. No me interesa establecer jerarquías entre las presuntas causas de nuestro mal. Tampoco caer en exclusiones, impulsado por un propósito reduccionista. Quisiera decir, apenas, que a mi juicio, un factor decisivo de la decadencia argentina es la pérdida del tiempo. Del sentimiento del tiempo. Del valor del tiempo.

Graduado en Filosofía (UBA). Profesor Honorario de la Universidad Autónoma de Madrid. Miembro de la Academia Argentina de Letras. Del libro La nueva ignorancia (1era. Edición, Buenos Aires, Emecé, 2001). La presente nota ha sido subtitulada.

Perder el tiempo es perder la intuición del futuro, condenarse a un presente perpetuo. El presente se congela cuando sólo hay lugar para la improvisación. Cuando sólo la improvisación es constante. En tales condiciones, la vida debe ser inventada a diario. Aclaremos, desde ya, que inventar la vida a diario dista de ser un ejercicio loable de la imaginación. Es, más bien, un indicio de falta de imaginación. Crear es matizar lo previsible con lo imprevisible. Pero lo previsible constituye un componente siempre indispensable allí donde de veras se quiere innovar. Página 14

La Argentina es un país enfermo de inestabilidad. Fatídicamente reñido con los beneficios de la estabilidad. El tejido comunitario no puede subsistir si se hace necesario establecer, en forma ininterrumpida, las leyes del intercambio social. Si, incesantemente, deben volver a fijarse los supuestos básicos sobre los que resulta viable fundar el ejercicio de la vida con aceptable eficacia y razonable claridad. No puede haber progreso donde no hay constancia o, para decirlo amargamente, donde lo único constante es el primer paso. Las generaciones argentinas parecieran aferradas a un propósito exclusivo: el de ocupar el lugar que han dejado vacante las previas. No se suceden: se reemplazan. No se complementan: se excluyen. No se integran: se desintegran. El tiempo ha dejado de ser, entre nosotros, una herramienta del cambio para pasar a convertirse en un síntoma de nuestra inmovilidad. Y detenidos, no podemos tener futuro. Sólo podemos tener lo que de hecho tenemos: presente.

La decadencia y los hombres Es erróneo creer que la decadencia implica una vuelta al pasado. La decadencia implica una condena al presente. Un encierro en el presente. Un paradójico empantanamiento en la fugacidad del tiempo. En el flujo incontinente de las horas, de los días, de los meses, de los años. El EMPRESA Nº189


Reflexiones

presente es el tiempo imposible. Con él nada se puede construir si no es desde el futuro. Desde un propósito. Desde un proyecto. Porque el presente en sí mismo es apenas lo que pasa. Lo que nos pasa. El presente es el dudoso reino del animal, el escenario humillante del esclavo. Es que donde impera el presente, impera el instante. Y donde el instante lo es todo, sobreviene la imposibilidad de aprender de la experiencia. Porque en la sucesión sin fin, la experiencia no coagula y sin cesar se diluye y con ella, asimismo, se diluye la conciencia capaz de generar aprendizaje. Es que en el vértigo de lo puramente instantáneo lo que brota es, al unísono, lo que desaparece. Cuando esto ocurre, cuando se está empezando siempre, es cuando se está en decadencia. Y los hombres decadentes son los hombres fascinados por el presente, hechizados por el insume, por el espejismo de la actualidad. Los hombres que desprecian el futuro confunden el porvenir con lo perpetuo. Odian lo nuevo y promueven lo novedoso: lo que parece ser otra cosa pero, en verdad, sólo es más de lo mismo. Detrás de la consistencia lujuriante de la máscara se adivina la inconsistencia del vacío. Y el vacío no es el pasado, lo que ya ocurrió. El vacío es el presente ungido en absoluto: lo que no termina de ocurrir, el flujo perpetuo. El incesante caldo de cultivo de una posibilidad que no aflora. Los hombres decadentes son inconfundibles: no aspiran a transformarse sino a perdurar. Desean instalarse para siempre. Hacer pie en el instante. Para ellos, la perpetuidad importa más que sus convicciones. No tienen principios: tienen estrategias. No tienen creencias: tienen intereses. Donde ellos triunfan, el futuro pierde toda relevancia. Es que tratan de sostenerse en la cresta de la ola. Al precio que fuere. Y la Junio / Julio 2008

moneda esencial con la que pagan por lo que quieren es el tiempo: la dimensión del proyecto. Los medianos y largos plazos, en consecuencia, no importan. Cuenta únicamente la ocasión. Al entrar en decadencia, el semblante del hombre adquiere, inevitablemente, los rasgos del primitivismo. Sus síntomas. Se es primitivo cuando se está obligado a inCuando se llama la atención sobre el ventar sin pausa, frenéticamente, pavoroso destino corrido, en todos las condiciones de posibilidad de la los órdenes, por el patrimonio de vida. Cuando se está atrapado en la nuestra identidad argentina, lo que con aurora eterna del día. Y donde el pridesesperación quiere señalarse es el mitivismo abunda, escasea fatalmente riesgo de extinción que ella corre.. la cultura. La capacidad de sacar provecho de la experiencia convirtiéndola en saber. En el don de prevenir y planificar. Hace mas de sesenta años, Ortega y Gasset nos habló de un cierto primitivismo: el del hombre que, allá por la segunda y tercera décadas del siglo, se empecinaba, enceguecido, en reiterar experiencias que habían demostrado ya, elocuentemente, su inviabilidad histórica. Fascismo y comunismo eran para Ortega, en 1927, anacrónicas propuestas maquilladas de modernidad que aspiraban a restaurar los criterios totalitarios e imperiales del mundo antiguo, olvidando su resonante fracaso. Sus promotores, para Ortega, eran hombres primitivos: no podían aprender de la experiencia. Desechaban el saber. Los impulsaba el irreprimible afán de repetir, como si lo sucedido no hubiese tenido lugar. Página 15


Reflexiones

Kovadloff: “Las generaciones argentinas parecieran aferradas a un propósito exclusivo: el de ocupar el lugar que han dejado vacante las previas. No se suceden: se reemplazan. No se complementan: se excluyen. No se integran: se desintegran.”

El primitivismo, rasgo sobresaliente de la sociedad argentina Yo quiero referirme a otro matiz del primitivismo. Es el que consiste en la penosa recaída en el instante, en la perdida de la noción de futuro. En la imposibilidad de pensar. Cuando se llama la atención sobre el pavoroso destino corrido, en todos los órdenes, por el patrimonio de nuestra identidad argentina, lo que con desesperación quiere señalarse es el riesgo de extinción que ella corre. Y la identidad nacional es siempre un modo -en cada caso, el nuestro- de ser humanos. Es nuestra humanidad -la de los argentinosla que, con la decadencia, se muestra proclive a volatilizarse. En el orden político, decaer no es advertir que lo que personalmente se simboliza ya no es socialmente representativo. Es confundir lo que uno pretende ser con lo que la comunidad necesita ser. Los hombres que, en naciones sin conciencia del valor del tiempo, conquistan el poder público corren el riesgo de homologar la habilidad subjetiva para alcanzar los Página 16

más altos cargos, con la idoneidad objetiva para conducir a los pueblos hacia donde ellos deben ir. La aptitud circunstancial para vencer en un torneo electoral basta, en tales casos, para presumir que se reúnen los atributos indispensables para gobernar. Y en el origen de este malentendido atroz entronca la sustitución perversa del futuro por el presente; el éxito con que la astucia para parecer reemplaza a lo que no se puede ni se sabe ser. Hoy, el primitivismo -el anclaje insensible en el instante- se perfila como el rasgo sobresaliente de la sociedad argentina. La argentina es una sociedad donde la experiencia no logra transformarse en enseñanza. Donde la mera necesidad de sobrevivir, ya sea en el poder o en el anonimato de la simple condición ciudadana, se convierte en requisito primordial y, por lo tanto, más valorado que la sabiduría requerida para saber vivir y convivir. Es así como se cae en la simulación. En la farsa de pasar por lo que no se es. Parece, entonces, como si trabajar tuviera sentido; como si estudiar tuviera valor; como si contáramos con una moneda; como si no hubiera miseria; como si la justicia vertebrara la sociedad; como si, en suma, la democracia consistiera en lo que aparenta ser. EMPRESA Nº189














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Marcos Gallacher

Procesos de mercado y conflicto humano “Lograr que Argentina se encamine en un sendero de desarrollo e incremento de productividad implica, por supuesto, múltiples aspectos”, es el desafío que plantea Gallacher. En esta línea de acción, subraya el rol del mercado como mecanismo básico de coordinación voluntaria, y las trabas causadas por grupos de interés que en forma cohesionada actúan contra el interés general, como dos aspectos que merecen atención por parte del ciudadano, del dirigente y del representante político”. Conflictos -grandes y pequeños- nos rodean: huelgas y paros, cortes de ruta, faltas de colaboración y cumplimiento contractual, litigios y otros eventos son evidencias de la falta de armonía entre individuos y entre organizaciones. Estos eventos tienen serias consecuencias sobre la productividad de nuestra sociedad y, por lo tanto, sobre el bienestar de amplios estratos de la población. Un rápido vistazo a lo que ocurre en países linderos al nuestro sirve para poner en contexto lo que nos ocurre a nosotros. Hacia nuestra frontera noroeste, pobladores de varias regiones de un país se expresan en el sentido de lograr autonomía del gobierno central. El proceso toma una dinámica propia: en el mejor de los casos se demora el desarrollo; en un escenario menos favorable, sin embargo, puede ocurrir una tragedia mayor. A su vez, otro país, está vez en nuestra frontera noreste, transita un proceso democrático; sin embargo, el ciudadano medio disfruta de escasas garantías en cuanto a propiedad y seguridad personal. Noticias más alentadoras vienen del otro lado del Río de la Plata, donde - por ejemplo - un fuerte proceso de inversión en el sector agrícola (en gran parte movilizado por empresarios argentinos) puede convertir a un Junio / Julio 2008

pequeño país en un formidable ejemplo de crecimiento. Del otro lado de la cordillera, por supuesto, se experimenta desde hace décadas un proceso de crecimiento económico y de mejora institucional.

Quo vadis, Argentina Dos ejemplos exitosos y otros dos plagados de incertidumbre rodean nuestras fronteras. Podemos pensar que el caso argentino es distinto al de los países mencionados. Tal vez esto sea cierto. Sin embargo, también podemos plantear que los ejemplos men-

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Centro de Estudios de Organizaciones y Productividad Universidad del CEMA.


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cionados sirven como patrones de La política, en todo caso, debe servir comparación. Al respecto, nuestro para apuntalar y no para restringir conflicto agrario tiene algunos el funcionamiento de mercados puntos en común con las demandas competitivos. Este importante punto de mayor autonomía por parte de no ha sido debidamente comprendido regiones agrícolas bolivianas. El panopor ciudadanos y sus representantes. rama institucional argentino, por otro lado, también tiene similitudes con la situación en otro de los países que lindera en nuestro norte: los derechos de propiedad y – duele decirlo - la seguridad personal de algunos estratos de la población argentina son muy bajos. A esta “miseria visible” podemos agregar otras situaciones menos evidentes, pero igualmente dramáticas: la mayor parte de la clase media argentina tiene hoy total incertidumbre con respecto a las condiciones que les esperan al momento de jubilarse. Los aportes que realizaron durante su vida son, para todos los fines prácticos, propiedad del Estado y no de ellos mismos. Obsérvese que hace un siglo Argentina sobresalía por sobre los cuatro países mencionados. Hoy, en el mejor de los casos podemos aspirar a emular a dos de ellos cuyo futuro parece promisorio. Pero muy bien podemos seguir el camino de los otros dos cuyas perspectivas son bastante oscuras.

Mercados e interacción humana Solucionar el atraso y la pobreza en que viven millones de personas de nuestra región requerirá ingentes esfuerzos. Para el caso de Argentina, sin embargo, una parte de la disyuntiva de política pública que se enfrenta puede ser comprendida a través de Página 30

los trabajos de dos pensadores: James Buchanan, por un lado, y Mancur Olson, por otro. Las ideas de ambos son especialmente pertinentes para comprender por qué, a pesar de haberse instaurado un régimen democrático hace más de un cuarto de siglo, todavía no se vislumbra un proceso de desarrollo económico sostenido. Buchanan obtuvo el premio Nóbel por sus trabajos sobre los vínculos entre la economía y la política. En estos compara los procesos decisorios que enfrenta un individuo que participa en un mercado, con los del mismo individuo inmerso en un proceso político. Por ejemplo, imaginemos un padre que debe decidir a qué escuela mandar a sus hijos, con el mismo padre que participa en una asamblea donde se deciden lineamientos sobre prácticas educativas de esta escuela. El planteo de Buchanan es que el proceso de mercado con frecuencia tiene ventajas sobre el de votación: en el mercado, no es necesario delegar a terceros (representantes elegidos) a fin de lograr un resultado, la decisión individual no necesita de intermediarios. Por otro lado, no existen en el mercado “minorías insatisfechas” ya que cada individuo elige –con la restricción dada por su ingreso- la alternativa que prefiere. El proceso de elección es inmediato, lo cual disciplina a los proveedores: si una organización no satisface la demanda de sus clientes, éstos siempre tienen la opción de migrar hacia otra que si lo haga. Esta “amenaza de éxodo” constituye un fuerte mecanismo de disciplina. Los tres puntos señalados (mínima necesidad de delegar, elección individual y no colectiva y posibilidad de castigo) tienden a reducir conflictos entre individuos y entre grupos. Obsérvese que las ventajas de mercado pueden realizarse aún cuando existen grupos “desprotegidos”: eventualmente estos pueden recibir transferencias en dinero que les permitan participar en forma más plena en los mercados existentes. EMPRESA Nº189


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El planteo de Buchanan no apunta, por supuesto, a descalificar un sistema democrático de gobierno. En todo caso, señala las dificultades a la cual el proceso político está sujeto. Estas dificultades sugieren que la política, en todo caso, debe servir para apuntalar y no para restringir el funcionamiento de mercados competitivos. Este importante punto no ha sido debidamente comprendido por ciudadanos y sus representantes. En efecto, en Argentina existen múltiples ejemplos donde la acción colectiva o política sustituye a la del mercado, con el resultado de que la decisión individual da lugar a una decisión que ocurre en el contexto de un grupo, sea éste un sindicato, un lobby empresario, un partido político o una asociación profesional.

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La evolución de la negociación colectiva entre trabajadores y empresas en el período 2002 – 2006 constituye un ejemplo de esto. Según información del Ministerio de Trabajo, los convenios por actividad (rama sectorial) pasaron de unos 30 al comienzo del período, a más de 300 al final de este. A su vez, los convenios por empresa pasaron de 180 en 2002, a más de 600 en el 2006 (Revista del Trabajo, Año 3 Número 4. Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social). Esta evolución muestra una reducción en la decisión individual de empresas (que demandan trabajo) y de trabajadores (que ofrecen trabajo), y un avance en decisiones de cuerpos colectivos (sean éstos de empresarios o de trabajadores). Según los conceptos de Buchanan, se resigna decisión individual de mercado, y se avanza en decisión grupal a través de mecanismos políticos. Conflic-

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tos de diversa índole (entre trabajadores y empresas, entre trabajadores, entre empresas o entre particulares y la autoridad pública) pueden resultar de este accionar colectivo. Las ideas de Mancur Olson compleEn Argentina existen múltiples ejemplos mentan a las de Buchanan. En esdonde la acción colectiva o política pecial, Olson enfatiza las dificultades sustituye a la del mercado, que tienen grupos numerosos, pero con el resultado de que la decisión desorganizados, de protegerse de la individual da lugar a una decisión acción de grupos pequeños pero que que ocurre en el contexto cuentan con organización e incentide un grupo, sea éste un sindicato, vos adecuados para sus miembros. Esta un lobby empresario, un partido político línea de razonamiento puede exo una asociación profesional. plicar, por ejemplo, como el lobby de grupos empresarios locales logra frenar iniciativas tendientes a reducir trabas al comercio de bienes, o como los representantes políticos actúan de forma autónoma de aquellos que le han confiado su mandato. Los grupos de interés en pugna son los que -según Olson- determinan el rumbo del accionar público con resultados en general negativos para la sociedad en general. La búsqueda de rentas -y no la actividad directamente productiva- consumen las energías de los que conducen organizaciones privadas y públicas.

La política pública que necesita Argentina Los conceptos anteriores tienen implicancias prácticas. Por un lado, los conflicPágina 32

tos se reducirán si los agentes económicos tienen mayor libertad para establecer los contratos que prefieran. En la situación actual argentina, la pertinaz intervención pública en los mercados más diversos (desde carne y leche hasta fondos jubilatorios, pasando por hipotecas bancarias y contratos de trabajo) sugieren crecientes posibilidades de conflicto. Sorprendentemente, el ciudadano medio muchas veces no es consciente del grado en que su libertad de establecer contratos está cercenada. Por ejemplo, se protesta contra las retenciones a la exportación, pero no contra las cargas sociales sobre salarios, que tienen importante impacto sobre el bienestar de trabajadores y las perspectivas de progreso de empresas. Pero además, grupos de interés, sean éstos de origen gremial/laboral, empresario, o de burocracia pública constituyen un freno para el desarrollo. Pensemos, por ejemplo, sobre las reales posibilidades decisorias de un Director de Escuela del sistema público: en la práctica es el gremio, y no el director, quien tiene poder sobre los trabajadores docentes. En esta situación no es de extrañar que los resultados del proceso educativo sean mediocres (como lo muestran las recientes evaluaciones educativas internacionales) aún cuando los recursos asignados al sector experimentan aumentos en términos reales. Lograr que Argentina se encamine en un sendero de desarrollo e incremento de productividad implica por supuesto múltiples aspectos. Sin embargo, el rol del mercado como mecanismo básico de coordinación voluntaria, y las trabas causadas por grupos de interés que en forma cohesionada actúan contra el interés general son dos aspectos que merecen atención por parte del ciudadano, del dirigente y del representante político. Existe, al respecto, una enorme tarea por delante. EMPRESA Nº189



Organización

Siembras un pensamiento y recoges un acto, siembras un acto y recoges un hábito, siembras un hábito y recoges un carácter, siembras un carácter y recoges un destino. En música se da el principio de resonancia simpática. Si se colocan dos pianos separados en una habitación grande y se toca el “do”, se puede ir seguidamente hacia el otro piano para observar que en él la cuerda correspondiente a la misma nota está vibrando con idéntica intensidad. Algo parecido sucede en nuestra relación con los demás. De forma inevitable, atraemos hacia el círculo de nuestra vida a aquellas personas que de alguna manera armonizan. Tendemos a conocer y a relacionarnos con gente y situaciones que vibran en armonía con los pensamientos y sentimientos que nos dominan.

Gustavo López Espinosa Licenciado en Ciencias de la Educación (UBA). Actualmente prepara su tesis de Maestría en Psicología Cognitiva (UBA). Durante 15 años perteneció al Centro de Desarrollo Gerencial de Arthur Andersen & Co. (Actualmente Ernst & Young), donde dirigió los programas de Mandos Medios, Desarrollo Gerencial y el de Gestión de RRHH. Consultor de empresas. Dicta talleres para presidiarios en la cárcel de Devoto

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Si miramos algunos de los aspectos de nuestra vida, tanto positivos como negativos, nos daremos cuenta de que hemos creado la mayor parte del mundo que nos rodea. Cuanto más compromiso ponemos en un pensamiento, más grande será la intensidad de la vibración, y más rápidamente atraeremos gente y situaciones afines con ese pensamiento. Decidimos de verdad hacer algo y, de inmediato, comienzan a llegar ideas nuevas, oportunidades, ayudas. Somos como un imán atrayendo limaduras de hierro.

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Liderazgo es irradiación Los semejantes se atraen. Se trata de ser quien uno es. Cuando irradiamos lo que somos, cuando hacemos lo que verdaderamente deseamos hacer, esto aparta de modo automático a quienes nada tienen que aprender de nosotros y atrae a quienes sí tienen algo que aprender, y también algo que enseñarnos. Muchas veces nos retraemos porque no sabemos cómo trasladarnos desde donde nos encontramos hasta donde queremos llegar. Sin embargo, no es necesario tener todas las respuestas antes de comenzar. Siempre que tengas claro lo que quieres y con la clase de gente que te conviene asociarte, terminarás arrastrándola dentro de tu vida. Somos responsables de lo que irradiamos.

No podemos transformar de la noche a la mañana nuestra irradiación. No hay ningún truco para adquirir de repente una irradiación positiva. La irradiación es el resultado de las relaciones sinceras con uno mismo. Situarse sinceramente frente a los propios lados de sombra resulta a menudo doloroso. El que está ofendido, ofende a otros. El que tiene ansiedad, transmite ansiedad. El que es impotente, trata de compensar su impotencia ejerciendo un poder indebido sobre los otros. No es magia. No es suerte. Es influencia, influencia no por presión, sino por irradiación.

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Economía

Samuel Gregg

¿Qué tienen de “justo” los impuestos? Parece ser que los impuestos son noticia en todas partes. Al menos dos candidatos presidenciales de EE.UU. han expresado su intención, en caso de ser elegidos, de aumentarlos a quienes ganan mucho, especialmente a las empresas petroleras. En Venezuela, Hugo Chávez amenaza con imponer altos impuestos a las empresas de alimentos con “beneficios exagerados”, sea lo que sea que esto signifique, dado que su economía “socialista del siglo XXI” no logra concretar tareas aun más elementales, como la de alimentar a los propios venezolanos. Al otro lado del Atlántico, en Alemania, se proponen impuestos “especiales” a las transferencias de dinero a Suiza, Liechtenstein y Mónaco. Hace poco el gobierno de Gran Bretaña sugirió un aumento de impuestos a los extranjeros no residentes, pero tuvo que retractarse luego de protestas generalizadas. Hasta la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) ha intervenido recientemente diciéndole a Mónaco, Liechtenstein y Andorra que sus bajas tasas impositivas no son competitivas. Curiosamente al decir “no competitivas” se refiere a tasas impositivas que son más bajas que las de otros lugares.

D.Phil. Director de investigaciones en el Instituto Acton.

bajos a personas y empresas. Sin embargo, resulta elocuente que numerosos grupos de interés, ONG y políticos vean cualquier propuesta de rebajar los impuestos como un crimen equivalente al homicidio. Quizá lo que es más preocupante aún, es que la mayoría de la gente en los países desarrollados, especialmente en Europa Occidental, simplemente se ha acostumbrado a que los gobiernos se queden con más del 40% de sus ingresos anuales. En 1913, la tasa impositiva federal norteamericana más alta era del 7% sobre ingresos de $500.000. Hoy, la tasa impositiva equivalente es del 35% sobre ingresos de $357.700. No sólo hay que destacar el aumento de la tasa sino que, en 1913, un dólar tenía un poder adquisitivo considerablemente mayor que en 2008. En otras palabras, la mayor parte de los norteamericanos pagan hoy más impuestos, por dinero que en sí mismo tiene un valor mucho menor que hace 95 años.

Otro acontecimiento extraño es que algunos sacerdotes y políticos en Estados Unidos ahora citan a la Biblia para justificar la suba de impuestos, como si en ella hubiera algún mandamiento que así lo dispusiera.

En su obra La riqueza de las naciones (An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations), Adam Smith sostenía que los impuestos son necesarios para que los gobiernos cumplan tres funciones esenciales: una es la defensa nacional; otra, la seguridad pública y la administración de la justicia; y la tercera es la necesidad de infraestructura pública, si bien Smith plantea que los gobiernos pueden encargar gran parte de ella a empresas privadas.

Por supuesto, no hay nada intrínsecamente inmoral o injusto en fijar impuestos

No obstante, la realidad actual muestra que la finalidad del cobro de impuestos va mu-

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Economía

cho más allá de estos límites. Muchos políticos, por ejemplo, ni siquiera se preocupan de ocultar el hecho de que los altos impuestos son un medio para la redistribución masiva de la riqueza y la financiación de la ingeniería social. Parecería ser que muchos de los políticos no tienen en cuenta el hecho de que los altos impuestos destruyen los incentivos para que los empresarios y las empresas creen la riqueza que gradualmente mejorará el bienestar material de todos, incluida la gente que menos tiene. De igual modo, los altos impuestos con frecuencia se ven justificados por la necesidad de proveer dinero a los servicios sociales gubernamentales cuando el desempeño de las familias, instituciones de caridad, asociaciones privadas y las iglesias, invariablemente, tiene un resultado mucho mejor. Las tasas impositivas elevadas tienen, además, efectos negativos de orden moral. En primer lugar, los altos impuestos debilitan el respeto por el derecho de propiedad. Si el estado habitualmente se lleva, digamos el 40% de los ingresos de la gente, entonces poco debería de sorprendernos que algunos individuos traten en forma despreocupada la propiedad privada de los demás. En segundo lugar, su existencia facilita la cultura de algunos partidos políticos mediante la cual, a cambio del voto de la gente, prometen transferir, a través de los impuestos, gran parte de los bienes de los demás. Eso sin dudas, es una forma encubierta de corrupción. En tercer lugar, los altos impuestos dan lugar a lo que podría llamarse “ocasiones de pecado”. Cuando el Estado se lleva una cantidad tan grande de los ingresos de la gente ¿debemos sorprendernos de que muchos se vean tentados a minimizar los efectos de las leyes mediante la evasión fiscal? Por último, los altos impuestos distorsionan la manera de pensar las decisiones de Junio / Julio 2008

inversión. Se alienta a la gente a invertir su dinero en esquemas que reducen los impuestos, en lugar de hacerlo en actividades que generen más riqueza para todos. No es sorprendente, entonces, que los bajos impuestos Cuando la gente puede retener una ayuden a resolver muchos de estos mayor parte de lo que gana tiene la problemas. Empíricamente, ya se posibilidad de ser más generosa, en ha establecido que los bajos impuestos lugar de abdicar de su responsabilidad disminuyen la tasa de evasión. Esto para con quienes más lo necesitan en ayuda al imperio de la ley, un ingrefavor de los políticos y burócratas. diente clave para el crecimiento económico. Un efecto secundario es que esos países, que hace pocos años disminuyeron sus tasas impositivas individuales y empresariales, principalmente mediante la implementación de tasas impositivas únicas, en realidad experimentaron incrementos en los ingresos gubernamentales. Los bajos impuestos también liberan más capital para la inversión productiva, especialmente al reducir la necesidad de contar con asesores fiscales que preparen las declaraciones de impuestos y con abogados. Con el transcurso del tiempo y al aumentar el nivel de vida general, se benefician todos, incluidos los que menos tienen. También se libera capital para tareas caritativas. Cuando la gente puede retener una mayor parte de lo que gana tiene la posibilidad de ser más generosa, en lugar de abdicar de su responsabilidad para con quienes más lo necesitan en favor de los políticos y burócratas. Los impuestos bajos no solamente son más justos y mejores para la economía, sino que también son buenos para nuestra salud moral. Página 37



Economía

Ezequiel de Freijo

¿Cuál es la verdad de la inflación? Para el autor, la inflación argentina no está directamente relacionada con el alza de los alimentos, que es responsable de sólo el 30% del fuerte aumento del índice general de precios. “En los demás países del mundo, de hecho, los alimentos explican el 50% de la inflación”, sostiene. ¿Qué es, entonces, lo que acelera el incremento de los precios en la Argentina? Ante este cuestionamiento, de Freijo nos invita a compartir algunas respuestas. Mucho se ha venido hablando de los posibles problemas políticos que causarían los aumentos de precio de los alimentos en los diferentes países y por eso, no es extraño que el debate se haya intensificado en las últimas semanas, al punto tal que el tema se posicionó dentro de las diez prioridades de la agenda de los países miembros del Grupo de los 8.

el resto de los precios de los productos que conforman el índice de precios. La incidencia del alza de los alimentos fue del 50% en los países con economías sanas durante 2007, en tanto que en la Argentina resultó del 30%. El 70% restante reflejó un aumento desmedido en el resto de la canasta de precios, impulsado por políticas públicas y de gestión de gobierno.

Si este tema -en sus orígenes, económicoha escalado en importancia para la agenda política global es porque en la mayoría de los países se han generado efectos colaterales adversos que afectaron a la sociedad; sobre todo en los países pobres, dado que la mayor parte de sus ingresos diarios lo gastan en alimentos y energía. Naturalmente, el aumento de los precios relativos de los commodities ha impactado en formas distintas en función de la disponibilidad de los recursos naturales y de las políticas económicas utilizadas en cada país, así como de la gestión de la cosa pública. De hecho, en la mayoría de los países, los índices de precios al consumidor se han incrementado por causa casi exclusiva de los alimentos mientras que en la Argentina fue diferente, porque al mismo tiempo experimentó una variación significativa en Junio / Julio 2008

Analista Económico SRA Página 39


Economía

Los precios relativos Según Ludwing Von Mises, en su tratado de economía La acción humana, publicado en 1940, “el concepto de inflación no fue elaborado por economistas sino por el lenguaje popular y el de los políticos que intentan ocultar las causas que originan las alteraciones de los Sin importar la teoría económica precios, y resaltar los efectos que éstos que se utilice para analizar el tema, generan, lo que en la realidad los lleva a en todos los casos, el impacto difamar los efectos y esconder sus causas”. del aumento del precio de los productos Consecuentemente, continúa: “Las luagrícolas no se traslada en forma directa chas antiinflacionarias que emprenden a los precios de los alimentos los gobiernos se concentran en el en la góndola. control de precios en lugar de combatir sus verdaderas causas”.

Para hablar con propiedad, la modificación de los precios se puede dar por dos motivos: por causas endógenas, que se desarrollan en el propio mercado, o por factores exógenos al mercado como consecuencia de la manipulación gubernamental de la moneda, el crédito, los precios y los salarios. En el primer caso se trata de variaciones de los precios relativos, mientras que en el segundo se hace alusión a alteraciones de precios. En esa línea, al sideral aumento de los alimentos y la energía (ver Gráfico 1) se lo debe considerar técnicamente como una variación de precios relativos puesto que aquellos se originaron en el propio mercado, producto de la mayor demanda por parte de China e India y la mayor demanda no alimentaria por la utilización de granos para la producción de energía. Sin importar la teoría económica que se utilice para analizar el tema, en todos los casos el impacto del aumento del precio

Gráfico Nº 1: Evolución de los precios internacionales de los granos (en U$S por tonelada) 600 550 500 450 400 350 300 250 200 150 100 50 0

2005

Fuente: Banco Mundial

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2006 Maíz

2007 Soja

1 trim.2008

Arroz Thai 5%

Trigo

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de los productos agrícolas no se traslada en forma directa a los precios de los alimentos en la góndola. Para algunos, la afectación va a estar dada por la posibilidad que tiene el minorista de vender el producto final a los nuevos precios, que podrán incrementarse en tanto y en cuanto el mercado absorba a ese valor todas las cantidades que se ofrezcan, porque de quedar alguna unidad sin vender, ésta haría caer nuevamente el precio. En países como Estados Unidos y el Reino Unido, las políticas impulsadas por los supermercados para avanzar en la firma de convenios de provisión directa con los productores les permitieron reducir los costos de transacción y mantener los precios de los productos finales, a pesar del aumento en el eslabón primario.

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Aquellos que sostienen que las cosas valen por lo que cuesta hacerlas, afirmarían, por ejemplo, que si sube el precio del trigo también tendría que subir el precio del pan. Pero el valor del trigo tiene una incidencia de sólo el 20% en el precio final del pan. Así, queda demostrada la falacia de la propaganda del Gobierno difundida durante varios días, según la cual si se le quitan los derechos de exportación al trigo, el pan valdría U$S12, como en Uruguay. Para que el precio del pan alcance ese valor por causa del precio del trigo, el valor del cereal debería ser un 1.200% más alto que el actual. Imposible.

¿Qué pasó en el mundo? Durante 2007 la mayoría de los países han tenido un impacto en sus índices de pre-

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Economía

cios al consumidor (IPC), generado por la variación de los precios de los alimentos. De una lista de 177 países surge que los primeros 110 (el 62%) tuvieron una variación de precios al consumidor que rondaron entre el 0% y el 7%. Dentro de este grupo, se encuentran la mayoría de los países desarrollados y muchos de los que hoy están en desarrollo, como Chile, Brasil y Perú. Otros 50 países experimentaron un incremento del nivel de precios de entre el 7% y el 15%, mientras que los 17 países restantes registraron una inflación superior al 16%. (Ver Grafico 2).

Por suerte contamos con la posibilidad matemática de empalmar el índice de precios en función del resultado de los datos de algunas provincias, que han conservado la objetividad en el armado del índice, lo que nos permite un análisis más acorde a la realidad.

Así por ejemplo, en un país como Chile, que importa la mayor parte de los alimentos que consume internamente, la variación del IPC interanual fue del 7,8%, de los cuales 4,18% resultaron por causa de los alimentos. Uruguay tuvo durante 2007 un aumento de precios al consumidor del 8,5%, de los cuales 5,1% fueron a causa de los alimentos.

El caso de Australia es interesante, pues si bien es un país desarrollado, cuenta con recursos naturales muy similares a los de la Argentina. En el país de los canguros y de las manta rayas, el índice de precios en 2007 se incrementó un 3%. No obstante, el 50% de ese incremento se originó en los alimentos y bebidas. Similares resultados arroja la evolución de los precios en Nueva Zelanda. Página 42

En la mayoría de los casos se observan dos cosas: la primera es que, si bien los precios de los productos agropecuarios se han incrementado, el impacto sobre el nivel de precios general alcanza a lo sumo el 6%. La segunda observación es que, si al incremento de 2007 se le deduce el aumento excepcional de los alimentos, el resto del indicador coincide con la evolución ordinaria del índice en los años anteriores. Esto no sucede en la Argentina.

Y por casa, ¿cómo andamos? Es verdad que la Argentina, a pesar de sus políticas de retenciones, control de precios y cupos de exportación, no ha escapado a las variaciones de los precios relativos de los productos alimentarios. Esto surge del manipuleado índice de precios al consumidor que elabora el INDEC: del cuestionado 8,5% que aumentó el indicador, el 2,76% fue por causa de los alimentos. Estos datos, al igual de lo ocurrido en otros países, y a pesar de los fuertes controles de precios internos, no hacen más que confirmar la primera observación: al igual que en la mayor parte de los países, durante 2007, el indicador de precios de la Argentina se incrementó sólo en una tercera parte por causa de los alimentos. Por suerte contamos con la posibilidad matemática de empalmar el índice de precios en función del resultado de los datos de algunas provincias, que han conservado la objetividad en el armado del índice, lo que nos permite un análisis más acorde a la realidad. De este análisis podemos aseverar que en nuestro país, al mismo tiempo que se dio una variación de precios de los alimentos por factores endógenos, la manipulación del mercado de salarios, el crédito, el tipo de cambio y la mala administración del modelo económico impulsado, han geneEMPRESA Nº189


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rado un notable aumento en la mayoría de los productos que componen el índice, tal como surge del Gráfico 2 que muestra la variación del resto de los precios al consumidor final en la provincia de Mendoza. Con lo cual en nuestro país no se cumplió la segunda observación, que pone foco en la evolución del resto de los precios de la economía que no son alimentos, y como resulta de la experiencia comparada no tenían ningún argumento de mercado para que experimenten una variación de tal magnitud. Lo que generó que en 2007 la inflación real alcanzara un 20%, ubicándonos dentro del grupo de 17 países con un rango de inflación superior al 17%, compartiendo el honor con Venezuela, Nicaragua, Etiopía, Siria, Irán, etcétera.

Moraleja: No busques entre los muertos al que está vivo El concepto de agflation, al igual que el de inflación, no tiene su origen en el ámbito académico. Ha sido creado por la prensa para señalar el impacto que ha tenido el aumento de los precios de los productos primarios en el valor de los alimentos. No obstante ello, este mismo concepto anali-

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zado en forma limitada, puede llevar a confusiones, sirviendo como una pantalla para tapar lo que no se quiere mostrar. Es verdad que el aumento de los precios de los productos primarios ha afectado la evolución de los precios al consumidor, pero cabe aclarar que en la mayor parte de los países, este impacto se remitió sólo a la evolución de los precios de los alimentos y no de todos los precios de la economía, como se dio en el caso argentino. Así, nos encontramos con países ordenados, en los que los aumentos de precios se han remitido solamente al mercado de los alimentos, y otro grupo de países en los que al aumento de los precios de los alimentos se le han sumado algunas distorsiones sobre el resto de los precios, producto principalmente de la manipulación del Estado en la economía. Tal como lo plantea Ramiro Moya en la revista de Indicadores de Coyuntura de FIEL, de abril, lo que ha generado este rebrote inflacionario en nuestro país fue la priorización por parte de las autoridades locales entre inflación o dólar competitivo, puesto que el optar por el segundo esquema y evitar la apreciación cambiaria

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Economía

La inflación en la Argentina contemporánea está más viva que nunca. De seguir pensando que está muerta y negándola, combatiendo sus efectos y no sus verdaderas causas, nos coloca

que se dio en la mayoría de los países latinoamericanos (Chile, Uruguay, Brasil, Colombia, Perú) terminó importando inflación del mundo, provocando alzas en los precios que superan a la de otros países.

muy cerca de repetir errores del pasado Por lo tanto, cuando la ignorancia de aquellos que se lanzan a una vana, y de antemano, lucha perdida contra las inevitables consecuencias de la inflación -el alza de los precios- engañándose a sí mismos como enemigos de los aumentos, cuando en la realidad sólo combaten contra los síntomas, con sus actuaciones sólo empeoran aún más las cosas.

que muy bien podríamos evitar.

Como experiencia comparada, merecen citarse el caso de los subsidios que los gobiernos de EE.UU., Gran Bretaña y Canadá concedieron a los agricultores en la década de los treinta. En aquel momento los precios máximos redujeron la oferta de los productos, afectados por las medidas, ya que las pérdidas llevaron a los productores a abandonar la actividad. Para evitarlo, los políticos otorgaron subsidios a los agricultores, cuyos costos eran más elevados. Dichos subsidios se financiaban a base de incrementar la cantidad de dinero existente. Como puede observarse en ese caso, confundir la inflación propiamente dicha con sus consecuencias puede provocar en la práctica todavía mayores inflaciones. La inflación en la Argentina contemporánea está más viva que nunca. De seguir pensando que está muerta y negándola, combatiendo sus efectos y no sus verdaderas causas, nos coloca muy cerca de repetir errores del pasado que muy bien podríamos evitar.

Gráfico Nº 2: Evolución 2007 vs 2006 del IPC de Mendoza por capítulo 10%

Esparcimiento Vivienda y Servicios básicos

14%

Otros bienes y servicios

14%

Atención médica y gastos para salud

14%

Indumentaria

15%

Equipamiento y mantenimiento del hogar

17%

Transporte y comunicaciones

19%

Educación

21%

Alimentos y bebidas

22%

0%

5%

10%

15%

20%

25%

Fuente: Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza

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I n f o r m e

El caso Rafaela

Una visión compartida de vida en común y desarrollo productivo

Rafaela se presenta como un caso de estudio nacional e internacional por el desarrollo de sus pequeñas y medianas empresas y el entramado productivo que han constituido. Pero su diferenciación va más aún. Esta ciudad de 70.000 habitantes, anclada en el oeste de la provincia de Santa Fe, ha podido conjugar un proyecto en común, integrando a sus fuerzas políticas, económicas y sociales, en un clima de paz y de diálogo. En un tiempo donde en la Argentina se torna tan difícil la resolución de conflictos, donde la mirada está más atenta al bien individual que al bien común, el caso Rafaela nos invita a renovar la esperanza de que es posible una visión compartida de vida en común con desarrollo productivo. ¿Cuál es la receta de crecimiento de esta localidad santafecina? “Capacidad de trabajo, compromiso, participación, dar la cara, contagio por hacer las cosas con calidad, ganas de superarse día a día, constancia y perseverancia, amor a lo nuestro y el orgullo de hacerlo con la propia gente”, sintetiza el dirigente de empresa Oscar Parra. En esta edición recogemos el testimonio de este empresario para conocer un poco más en profundidad la etapa de desarrollo que ha vivido la ciudad. Asimismo compartimos las palabras -a manera de columna- del obispo rafaelino Carlos Franzini, un referente social que mucho ha tenido que ver para afianzar este proceso en la localidad santafecina. Su llamado al diálogo y la vocación a la unidad cobran hoy un significado especial. Junio / Julio 2008

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Oscar Teófilo Parra

Producción y crecimiento con la mira en el bien común Rafaela se presenta como caso testigo de una ciudad llamada a repetir la experiencia italiana de implementación de distritos industriales con alta innovación tecnológica. ¿Cuándo y cómo se inició este proceso?

de inmigrantes europeos, la cultura del trabajo, el ahorro, el cumplimiento, formaron valores de la idiosincracia de los dirigentes de Rafaela, desde sus inicios, tanto en los ámbitos públicos como privados.

Parra: - Rafaela está cumpliendo sus 126 años de fundación. Fundada en 1882 por un inmigrante suizo alemán; don Guillermo Lehmann. Los primeros habitantes fueron inmigrantes italianos del Piamonte, del norte de Italia, suizos alemanes y españoles. Fue muy importante, a través de la mirada que nos da la historia, que en nuestra región las tierras fueran divididas en pequeñas parcelas conformando una gran cantidad de minifundios, con muchos propietarios.

¿Qué obstáculos han tenido que sortear en este camino?

El proceso industrial comenzó en nuestra región con la industria alimenticia, frigorífica, láctea y curtidoras de cuero. La metalmecánica imprimió gran fuerza a mediados del siglo pasado, desatacándose la autopartista, muy parecido a algunos distritos del norte de Italia. Pero uno de los rasgos salientes de los hombres y mujeres de la ciudad fue su tesón en la búsqueda irrenunciable de mercados externos, con una constancia que fue más allá de los ciclos y modelos económicos de la Argentina. Vice Presidente del Centro Comercial e Industrial de Rafaela. Referente de ACDE Rafaela. Socio de las Empresas de Servicio Parra

¿Cómo jugó el poder político -en este caso, el municipio- y las dirigencias sociales en esta realidad? - El poder político es reflejo de la comunidad en que se vive, y en esta comunidad Página 46

- El mayor obstáculo fue siempre la distancia. Rafaela se encuentra en el centro de la provincia de Santa Fe, lejos de los puertos, pero ha sabido explotar muy bien años atrás al ferrocarril y a las rutas nacionales. Estamos a más de 500 km de Buenos Aires. Hace pocos años tenemos el Aeródromo local pavimentado y con frecuencia estable de vuelos de línea. Pese a esto, sigue siendo llamativo que seamos la ciudad con mayor exportación y agregado de valor a su producción en relación de la cantidad de habitantes. ¿Cómo incide la inversión pública en este proceso productivo? - Estoy convencido de que la inversión pública en infraestructura favorecería el crecimiento no solo de Rafaela sino de todo el interior del país, en donde es necesario reencauzar las bases federales de la República. Economistas de la Universidad de Roma La Sapienza, posicionan a Rafaela como una localidad que tiene todas las condiciones para repetir la exitosa experiencia italiana en la EMPRESA Nº189


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implementación de distritos industriales con alta innovación tecnológica… - Las industrias lácteas, las fábricas de colchones y de muebles, el sector autopartista con altos estándares tecnológicos, instalados en los dos parques industriales confirman los apuntes realizados por el profesor italiano. Hay un dato más que interesante: la diversidad industrial de la ciudad se comprueba en que de los 22 sectores del clasificador industrial, 19 de ellos se encuentran en la estructura productiva rafaelina. Marco de reglas claras, previsibilidad en las acciones, respeto al usuario…El marco político, económico y social en la localidad ¿ha alentado el desarrollo de la vocación empresarial? - El común denominador fue un dinamismo empresario contagioso de la búsqueda del progreso con calidad y competitividad. El marco político y social alienta sin dudas las virtudes de los emprendedores, como un gran valor en la consideración de la población en general.

do con calidad en sus productos; el campo, bien dividido y tierras fértiles en la región; el comercio y los servicios, que dieron respuestas locales de calidad. A esta realidad empresaria se sumó la actuación de una administración pública prolija, austera, con buen recurso humano, por encima de la media de las administraciones públicas que se vieron en el país. El esquema Pyme dinámico y variado, que mereció el reconocimiento nacional e internacional, hizo que la ciudad no dependa de un sector en particular, pero si la sumatoria son parte del éxito conjunto. Este “esquema pyme” ha resguardado a la economía rafaelina del fuerte proceso de concentración de los 90. - En los años 90, la industria nacional no pasó por buenos momentos, pero las industrias rafaelinas se las arreglaron -con gran amor propio en muchos casos- para no cerrar, lo que al haber subsistido en actividad, luego de la crisis económica del país

Todo un andamiaje sostenido por el amor al bien común, requisito excluyente para una visión integradora. - Creo que todos los sectores productivos desde lo privado a lo público, trabajadores y dirigentes de empresa, sienten a la ciudad como la casa propia y de todos, con sentido de pertenencia y con un alto nivel de autocrítica en búsqueda del progreso. Como consecuencia pareciera que el bien común se estableció mejor que en otras comunidades. El desarrollo de las pymes ha sido el motor de crecimiento de la ciudad. ¿Es esto tan así? - Ciertamente. En lo industrial, al tener empresas que buscaron clientes en el munJunio / Julio 2008

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Parra: “El marco político y social alienta sin dudas las virtudes de los emprendedores, como un gran valor en la consideración de la población en general”.


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en 2002, resurgieron con gran ímpetu sus exportaciones e ingresos de divisas. ¿Por qué la mayoría de las empresas radicadas en Rafaela pertenecen a sus dueños originales? - Las empresas rafaelinas, son casi todas puestas en marcha por emprendedores locales, en donde la empresa de familia echó

raíces para su continuidad de generación en generación, y donde muchas transitan por la segunda, tercera y cuarta generación. Su caso no es la excepción a la regla… - Es verdad. Formo parte de una empresa familiar, que va por la tercera generación, con más de 40 años de trayectoria.

La vocación a la unidad La celebración de la eucaristía habla de la vocación a la unidad. ¡Tenemos que redescubrir este carácter genuinamente revolucionario de la Eucaristía: convocar y hacer la unidad! ser signo e instrumento del profundo anhelo de unidad que radica en el corazón de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Redescubrimiento tanto más necesario cuando en nuestros días se reiteran y profundizan desencuentros, enfrentamientos y rencores que lastiman los más profundos y genuinos vínculos que deben existir entre los hijos de una misma tierra. En nuestra última Asamblea Plenaria, los obispos argentinos peregrinamos a Luján para pedirle a la Virgen que nos ayude a los argentinos a valorar y construir con empeño perseverante la amistad social entre todos los habitantes de nuestra Patria. Pero la amistad social no es sólo don que pedimos sino también tarea que nos compromete a todos, de manera

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especial a quienes tenemos mayores responsabilidades sociales y políticas. En estos casi doscientos años de historia nacional, constatamos con dolor el daño que nos ha hecho esta tendencia constante a la mutua enemistad y los recelos entre grupos, sectores, intereses e ideologías. Nos merecemos, por nosotros y por nuestro futuro, el intento de recomponer vínculos, en el aprecio, la estima y la búsqueda genuina del bien común. Pero será imposible avanzar en la amistad social sin una herramienta indispensable de toda convivencia auténticamente humana: el diálogo. Un diálogo genuino en la verdad y el respeto entre personas y sectores. Porque no se trata de cualquier diálogo; sólo el diálogo veraz y transparente, sin segundas intenciones o actitudes dilatorias, convencidos de que juntos y complementándonos seremos más capaces de arribar a soluciones satisfactorias para todos o para la mayoría. El diálogo no es componenda, mera negociación, ni mucho menos debilidad o pérdida. Quien dialoga genuinamente es fuerte y respetuoso, humilde y disponible, auténticamente sabio. Quien se niega a dialogar de verdad es débil y prepotente, mezquino y falaz.

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El empresario rafaelino le pone mucha pasión, orgullo y dedicación personal al frente de su empresa e invierte localmente, si bien en los últimos años algunas de estas han pasado a manos de capitales extranjeros. Pymes, innovación y mercados externos con una mirada al bien común. ¿Cree que es posible replicar este esquema de

La amistad social y el diálogo que pedimos al Señor, necesariamente nos llevarán a afianzar las instituciones de la democracia. Sin respeto de la ley y de las instituciones, la vida social se vuelve anárquica y la convivencia degrada en competencia. Por ello si queremos ser Nación, necesitamos recuperar de verdad -y no en los discursos- el pleno y eficiente funcionamiento de las instituciones democráticas de la República, como también lo pedimos los obispos en nuestra peregrinación a Luján. Todos y cada uno somos responsables, obviamente con distintos niveles de responsabilidad, del funcionamiento real y transparente de las instituciones. Desde el cumplimiento de las elementales normas de tránsito hasta el escrupuloso respeto de la división de poderes y del sistema federal de gobierno que establece la Constitución Nacional. Acá se juega la calidad de nuestra vida ciudadana, el valor de nuestra democracia, la dignidad de todos -sobre todo de los más débiles-, el verdadero progreso de la Nación. Carlos María Franzini Obispo de Rafaela. Extracto de la homilía celebrada en la Iglesia Catedral de Rafaela (25 de mayo de 2008).

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gestión pública/privada en otros ámbitos o ciudades? - La articulación público privado funciona hace ya casi dos décadas ininterrumpidamente, como políticas de Estado, con altibajos por supuesto, pero en donde los planes estratégicos, armado de agendas, diagnósticos, generación de ámbitos Uno de los rasgos salientes de diálogo, debate y concertación tuviede los hombres y mujeres ron un importante lugar, propiciado de la ciudad fue su tesón en conjuntamente por el Centro Comerla búsqueda irrenunciable de mercados cial e Industrial de Rafaela, por su externos, con una constancia que Municipio, Instituciones y Organisfue más allá de los ciclos y modelos mos que hacen a la representatividad económicos de la Argentina. de la toda la comunidad. Estos últimos años ha crecido notablemente la participación de la Universidad. Creo que este esquema es posible en todos los estamentos de gobierno, tanto en lo nacional como en lo provincial. Es necesario mirar y planificar hacia adelante, con optimismo y esperanza; por supuesto aprender del pasado, de las enseñanzas y errores. Lo creo posible ya que Rafaela no tiene secretos ni ideas mágicas; si tiene valores simples, como gran capacidad de trabajo, desde lo obrero a lo direccional, lo público y lo privado, el compromiso, la participación, dar la cara, el contagio por hacer las cosas con calidad, las ganas de superarse día a día, la constancia y perseverancia, el amor a lo nuestro y el orgullo de hacerlo desde aquí, con nuestra gente.

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María Marta Preziosa

La “S” de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) “Y bien es manifiesto que las empresas tienen que actuar con una creciente responsabilidad social. No tanto porque les sea impuesta desde afuera, ni porque esto les sea hoy conveniente o útil, sino porque se lo impone su propia naturaleza.” Tomás Darío Casares1, Buenos Aires, 1967. ¿Se ‘convirtió’ The Economist? Allá por enero de 2005, el sub-editor de la revista inglesa, Clive Crook, lamentaba que la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) hubiera ganado la batalla de las ideas. Su informe, “The Good Company”, decía que los defensores de las RSE intentaban redimir al capitalismo porque, en verdad, no entendían como funciona. The Economist es tradicionalmente claro: el objetivo egoísta del empresario siempre sirve al interés público. Para Crook, una empresa que aumenta sus ganancias, y a la vez sirve al interés público, sólo está haciendo buen management. ¿Para qué denominarlo Responsabilidad Social? En enero de este año, Daniel Franklin, editor ejecutivo de la misma publicación, afirmaba con un tono menos “ácido”, que lo más distintivo de la RSC es que ayuda pensar en forma imaginativa sobre la gestión de riesgos y oportunidades del negocio. The Economist, reconociendo en Junio / Julio 2008

la RSC un “boom al que nadie se anima a oponerse” , considera que puede ser parte de la estrategia, crear valor y hacer que la empresa gane una ventaja competitiva. En definitiva, como titula su reporte, es “Just good business” , y para aquellas compañías que tratan de “ser o parecer buenas” las prácticas de RSC son simplemente una cuestión de egoísmo ilustrado. Recordemos qué es el “egoísmo ilustrado” con las palabras algo irónicas de Adela Cortina: “el egoísta ilustrado […] muestra su ‘ilustración’, su ‘esclarecimiento’, al percatarse de que le conviene el bienestar ajeno y le perjudica el ajeno malestar. En definitiva, cuantos más hombres gocen de una existencia satisfecha -piensa el egoísta inteligente- más en seguro estarán mi libertad, mi propiedad, las personas a quienes estimo y la realización de mis proyectos”2. Entonces ¿se convirtió The Economist? Hoy considera que la RSC puede ser parte del “ADN” corporativo con miras a mejoPágina 55

Graduada en Filosofía y Administración de Empresas. Candidata a Doctorado por la Universidad de Navarra, España. Profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas (UCA). La versión completa de este artículo es “Acción conjunta: la razón ética de la Responsabilidad Social Corporativa”, publicado en Revista Cultura Económica, Año XXV, Nº 70, diciembre 2007:69-76. Al presente artículo se le han omitido alguna de sus citas.


Empresa

Preziosa: “Cada empresa tiene la posibilidad de crear valor social en la medida que sus hábitos cultivados como institución sean constructores de amistad cívica y desarrollo”.

Notas 1. Tomás Darío Casares (1895-1976). Fundador y director de los cursos de Cultura Católica y de la revista Criterio, fue profesor y autoridad académica en la UCA, la UBA y la UNLP. Ministro y presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y director del Instituto de la Empresa de la Fundación Pérez Companc. Condecorado por el Papa como Comendador de la Orden de San Gregorio. Naturaleza y responsabilidad económico-social de la empresa, Ed. Itinerarium, publicación del Instituto de la Empresa de la Fundación Pérez Companc, Buenos Aires, 1967. 2. Adela Cortina, Una ética de la responsabilidad solidaria El País, Cultura, 26-02-1987, reproducido en www.etnor.org.

rar su rentabilidad y sustentabilidad sin dañar el interés público. Creo que sigue sosteniendo abierta y coherentemente su propia identidad y no ha cambiado en sus fundamentos. Ambos reportes (2005 y 2008) argumentan en forma sistemática y solvente la misma filosofía y ética utilitarista, sólo que, pragmáticamente, convierte el tono de su discurso frente al dato fáctico: la RSC llegó para quedarse en la opinión pública. Ahora bien, ¿por qué llamamos la atención sobre este punto, si en tanto “business rationale” esta argumentación es suficiente? Por que no lo es para ver el núcleo ético de la Responsabilidad Social. ¿Obliga moralmente a empresarios, ejecutivos y comunidades de trabajo? ¿O reduce la RS a responder a una expectativa social o a una forma estratégica de hacer negocio? Se necesita un business ethics rationale, el “porqué hacerlo” en términos de una ética de negocios. En esta cuestión, The Economist no se ha movido y sigue firme en siglos de enlightened self-interest. Es más, el reporte dice textualmente: “hasta la mejor práctica de RSE se puede reducir a una forma de ‘egoísmo ilustrado’”. Se podrá decir que una ética basada en egoísmo ilustrado no es poco, pero creo que encontrar una base ética más profunda, permite hallar una motivación duradera y un sentido verdaderamente humanista. Sostiene en el tiempo buenas prácticas y mantiene la flexibilidad para incorporar nuevas. Página 56

Encontrar un “hacia donde” que valga la pena, inspira la creatividad necesaria para llevar adelante el “cómo” realizar algo. Y, hablando en términos más existenciales, “devela” la concepción de sociedad que nos mueve a actuar junto con otros.

Una razón más profunda para la Responsabilidad Social Empresaria ¿Por qué la empresa ha de ser socialmente responsable? ¿Por qué es rentable? ¿Por qué es una demanda social instalada? ¿Por qué contribuye a su reputación? ¿Por qué otorga una ventaja competitiva? ¿Por qué es la forma más inteligente de ser egoísta? ¿No hay otra razón moral más completa y más acorde a la profundidad de la experiencia social humana? Algunas formas de hacer negocio pueden dañar el interés público o ser destructoras o vaciantes de valor, corruptas, manipuladoras e ineficientes. Estas formas irresponsables trasladan costos a la sociedad e incluso a los mismos clientes que “pretenden fidelizar”. Este injusto traslado de costos no sólo económicos, sino también sociales genera desconfianza, desintegración y hasta incluso, violencia. Cada empresa tiene la posibilidad de crear valor social en la medida que sus hábitos cultivados como institución sean constructores de amistad cívica y desarrollo. Toda empresa, en este sentido, se auto determina por la “mano del management” y se distingue de otras consolidando una cultura que refleja en sus criterios de decisión los valores aplicados. Desde una óptica relacional, la empresa tiene un llamado a la co-responsabilidad en la construcción de la sociedad mediante la acción mancomunada con sus stakeholders. Desde el punto de vista ético, esta co-responsabilidad implica una conciencia solidaria, subsidiaria y equitativa del otro. La responsabilidad se da, efectivamente, al EMPRESA Nº189


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ejercer el debido cuidado que promueve la confianza en los vínculos. Por ello, la cuestión de la responsabilidad social no es solo “accountability” -esto es, frente a quienes se es responsable- sino con quienes se es responsable. La responsabilidad social es un itinerario de acción conjunta. Hay un consenso implícito acerca de que la “S” de la RSC es el impacto en otros de la performance de la empresa, medible en ciertas variables identificadas por distintas herramientas de auto evaluación de la empresa. ¿La “S” se refiere a lo social por oposición al “output” económico? ¿Se dice “social” porque es una responsabilidad que no se atribuye a personas individuales sino a toda la empresa como grupo humano? Agrego otro matiz: las acciones de la empresa son sociales, fundamentalmente, por que se realizan con otros. Son responsables y sociales porque se han de realizar coordinadamente, conjuntamente, sinérgicamente. Sin manipulación, en colaboración, con los otros como destinatarios. La “S” de social es la oportunidad de encuentro, valoración y colaboración que destaca el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. He aquí una razón de peso más completa para la RSC que el egoísmo ilustrado. Toda institución -incluso la empresa- se basa en la relación del hacer “en común”, sino,

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no hay institución y lo que se logra por ella es distinto al resultado de las acciones individuales. No basta, entonces, la decisión personal virtuosa de orientarse hacia el bien, debe haber acción mancomunada. Y si además, se cualifica con la confianza y con la humildad que permite la coordinación de las propias acciones con las de otros miembros, resulta “sinergizante”.

Encontrar un “hacia dónde” que valga la pena, inspira la creatividad necesaria para llevar adelante el “cómo” realizar algo.Y hablando en términos más existenciales, ‘devela’ la concepción de sociedad que nos mueve a actuar junto con otros.

Ser social no es mirar el entorno de la empresa como recipiente pasivo de su ilustrado egoísmo. Lo social nos trasciende y nos conforma. Ocuparnos de ello es también ocuparnos de nosotros mismos. La dicotomía “egoísmo-altruismo” induce a un error de sentido. Mediante la acción social conjunta, la empresa como comunidad de trabajo, capaz de autodeterminarse, hacedora de vínculos, generadora de confianza y responsable en el cuidado de sus stakeholders se convierte así en oportunidad de encuentro y colaboración.

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Siempre ocurre lo mismo: cuando alguien se anima a hablar de los valores, en grupo o en privado, tiene que resistir, de entrada, una ráfaga de preguntas incisivas, en cuyas respuestas no siempre se suele coincidir: -¿Realmente estamos viviendo una crisis de valores? -Los valores, ¿son universales y absolutos, o dependen de tiempos y culturas? -¿Son necesariamente religiosos? -Los valores, ¿tienen que ajustarse a lo que “a mí me gusta” o “a mí no me gusta”, o no tienen nada que ver con gustos y disgustos? -¿Son subjetivos u objetivos? ¿Por qué lo que para mí es un valor no lo es para mi vecina de al lado? Roberto M. Estévez Licenciado en Ciencias Políticas, especializado en Relaciones internacionales (UCA) Doctor en Ciencia Política (U. del Salvador) Abogado (UCA). Master en Dirección de Empresas (IAE U. Austral). Esta nota ha sido redactada a partir de los trabajos: “Fundamentos de la ciencia ética”, del Dr. Domènec Melé (IESE, Barcelona, 1995) y “El cansancio de ser honrado (discernimiento cristiano sobre el oficio de empresario)”, de Fray Luis Carlos Bernal, op (ACDE, Montevideo, 1999).

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Y así van sucediéndose unas tras otras las preguntas, sin cesar. El mundo de los valores es, pues, un mundo escurridizo y complejo. Sería necio querer responder ahora, en tres páginas, a tantas cuestiones. Pero, al menos, me gustaría indicar las perspectivas desde las que, a mi juicio, hay que comenzar a responderlas.

Algunas cuestiones previas Elegir es renunciar (hay alternativas incompatibles). Decidir es sacrificar cosas valiosas para lograr otras aún más valiosas. ¿Cómo saber, en caso de conflicto, qué vale la pena sacrificar? EMPRESA Nº189


La difícil tarea de descubrir los valores La decisión (racional) necesita de criterios. En caso de conflicto, hay que buscar algún criterio definitivo para juzgar qué es lo mejor. Hemos de seguir el criterio que consideramos más apropiado, pero nuestro juicio puede estar equivocado. ¿Cómo saber si nuestro juicio es correcto? Lo cierto y verdadero es que cada cuál y cada quién organiza su vida de acuerdo a “sus” valores. De acuerdo, quiero decir, a aquello que le vale la pena -que eso son los valores, dicho en lenguaje coloquial-. Le son valiosos aunque le sea, a veces, penoso mantenerlos. Cada uno determina su propia escala de valores para actuar, pero… puede ser incorrecta. ¿Cómo verificar la propia escala de valores? Tenemos libertad para decidir qué vamos a hacer, pero ¿cómo conocer el bien y el mal?

Comportamiento humano y valores Una vida que pretenda ser humana, sin valores, carente de realidades que valgan la pena, es una aventura difícil, es un querer vivir y no poder. Es una “vida asfixiada”. Los valores ejercen el servicio de dar sentido a la vida personal. Sin ellos, la vida es cruda, desabrida y estéril. Vivir ya no es entonces la dichosa posibilidad de hacerse a sí mismo, guiado por un proyecto personal elaborado con creatividad y Junio / Julio 2008

esfuerzo. Vivir se ha convertido en frustración y pesadumbre. Por eso, descubrir valores es una tarea personal irrenunciable.

Si aceptamos que... La acción humana tiene una estructura finalista. Cada meta se requiere para alcanzar otras metas, pero hay algunas metas que se requieren en sí mismas y por sí mismas. Así se configura el proyecto personal de vida. Los valores no se compran ni se venden, sino que se descubren. El valor es aquello que remedia y satisface nuestras necesidades y cuida nuestra vida menesterosa y frágil. De este modo, la justicia salvaguarda mi dignidad de cualquier usurpación; el amor asume mi soledad y la entrega a otro en una grata donación mutua; la esperanza alienta el camino incierto; la fe religiosa muestra paisajes desconocidos para una mirada sin fe. Un proyecto de vida exige fijar un fin último y un criterio superior para tomar decisiones, pero… no todo lo que se toma como fin último o como criterio supremo conduce a un desarrollo plenamente humano. La relación dinámica entre necesidad y valor es semejante a la existente entre pregunta y respuesta, entre la sed y el agua, el hambre y el pan. No se puede hacer la Página 59


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vida (que es caminar sin cesar) sin respuestas, sin agua y sin pan. Entonces hay que preguntarse: ¿Cómo configurar un proyecto personal de vida que lleve a un desarrollo plenamente humano? ¿Cómo saber cuál es el fin último de la vida humana y cuál ha de ser el criterio supremo para tomar decisiones?

¡Cuidado con las trampas! Para que el ejercicio de descubrir los valores sea correcto, ha de serlo también el ejercicio de descubrir las necesidades. Que el hombre sea un ser deficitario y necesitado es incuestionable, nace deudor y muere deudor. Pero también lo es que nuestras necesidades tienen volúmenes distintos. Las hay a flor de piel y otras a flor de alma. Unas son superficiales y otras tienen su raíz en lo más hondo de uno mismo. De aquí se sigue que la escala de valores de cada persona dependa de la hondura o superficialidad en el vivir su vida, en sus expectativas vitales. Porque se puede ele-

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gir vivir en extensión, donde todo germina en la superficie, condenado a marchitarse; o se puede elegir vivir en intensidad, en contacto vital con las raíces de la vida que garantizan la fecundidad y posibilitan el germinar, el crecimiento, las flores y los frutos. Es cuestión de opciones. Cada una de estas opciones tiene, consecuentemente, su sistema de valores.

Finalmente: pedagogía para descubrir los valores No se trata de imponer valores, sino de ayudar respetuosamente a descubrirlos, atendiendo a las necesidades más hondas y radicales de la vida que, tantas veces, no responden a gustos o a disgustos. En este descubrimiento hay que partir de una opción inicial: ¿cómo se quiere vivir la vida: en serio o en broma, superficialmente o con profundidad, a flor de piel o a flor de alma? La filosofía y la religión, a menos que hayan sido adulteradas (como quien agrega agua a la buena leche o al buen vino), aconsejan la profundidad. Lo “light” no se conlleva con los valores, porque ni las personas ni la vida son productos “light”, ¿no les parece?

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Organización

Guillermo Ceballos Serra

Liderazgo en el siglo XXI “El líder es capaz de imaginar el futuro, pero aún más importante, es capaz de inspirar a otros con sus sueños. Esta visión es reconocida a la luz de los valores de los potenciales seguidores. Recién entonces se transforma en un ideal, capaz de convocar voluntades, algo que apela tanto al intelecto como al corazón de los seguidores”, señala Ceballos Serra. El autor reconoce los atributos de los liderazgos en las organizaciones empresarias actuales, plantea el desafío de motivar y entusiasmar a los seguidores en un contexto nuevo de las relaciones de trabajo, y profundiza en el concepto de liderazgo servicial. Pero para él, lo esencial permanece vigente.Y así lo define: “Un liderazgo basado en el compromiso con causas, cuya rectitud moral está asegurada por los valores, y que sea capaz de seducir a un grupo de seres adultos y concientes”. Desde comienzos del siglo pasado, cuando Mary Parker Follett, precursora de las ciencias de la administración, planteara la necesidad de destacar el lado humano de la administración empresarial, se ha escrito mucho y muy bien sobre el tema del liderazgo. Cientos de definiciones que resaltaron diferentes aspectos esenciales de los líderes, y el análisis de numerosas personalidades y sus trayectorias -del mundo en general y del empresarial en particular-, se brindaron a efectos de describir este fenómeno esencial a las relaciones entre las personas, los líderes y sus seguidores. Hemos desguazado al estudiar las organizaciones, la vida y obra de líderes legendarios: Henry Ford, Lee Iacocca en Chrysler, Ray Kroc en Mc Donalds, Jack Welsh en General Motors, San Walton en Wal Mart, etc. Y hemos detectado una serie de características comunes a todos ellos, cuya lista sería innumerable pero muy válida. Cubriremos algunas de ellas en nuestro análisis. Junio / Julio 2008

Si comenzara esta reflexión planteando: ¿Cuáles son las habilidades necesarias para los líderes del siglo XXI?, creo que sería una pregunta efectista, que tendería a generar un impacto en los amables lectores. Mi respuesta sería: “Muchas de las que se vienen utilizando desde el siglo XX”. En efecto, entre el final del 31 de diciembre y el inicio del 1ro de enero del año siguiente, sólo hay un segundo de diferencia, y sería posible medir esa distancia en unidades aún menores. Los aniversarios sirven para efectuar balances, renovar propósitos, pero nada mágico sucede de un día para otro por el mero cambio de fechas. Completando mi respuesta anterior, agregaría: “Muchas de las habilidades que se vienen utilizando desde hace mas de dos mil años”. En efecto, entiendo, que las habilidades esenciales de un líder son idénticas, y ello obedece a que el liderazgo tiene que ver con la propia naturaleza humana. Página 65

Abogado. Master en Economía y Ciencias Políticas. Docente universitario y de posgrado. Director de Recursos Humanos.


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Definiciones sobre líder y liderazgos Creo conveniente, por tanto, pasar a analizar el concepto de líder en el sentido estricto del concepto, y la relación de liderazgo que une a éste con sus seguidores. Como dije al comienzo, hay innumerables definiciones sobre líder y liderazgo, con la debida licencia de tantos importantes autores, me permito utilizar un par de definiciones que nos permitan trabajar estas ideas. La primera, es un concepto que sinteEn un mundo interconectado tiza (en versión libre) el pensamiento y globalizado, los líderes necesitarán de muchos autores que han investigado tener una visión más amplia que sobre este tema: Líder es aquel que les permita proyectar los efectos tiene la capacidad de hacer que otras de las decisiones propias o ajenas. personas se comporten de una manera Sin duda se necesitarán líderes que determinada para el logro de un resultado reaccionen con más celeridad cuando esperado de forma espontánea; libres de intuyan los cambios que se avecinan. coerción. La segunda pertenece a Joel Barker: “Líder es alguien a quien seguirías a un lugar donde no irías sólo por vos mismo” (A leader is someone you will follow to a place you would not go by yourself). Estas dos definiciones son como las dos caras de una misma moneda. Difieren en que la primera hace foco en el líder; la segunda, hace foco en el seguidor. Ambos conceptos son complementarios. El liderazgo es una relación personalísima, una relación uno a uno, entre líder y seguidor. Es independiente del grupo al que ambos pertenecen, genera sensaciones y vivencias únicas entre ambos. El liderazgo es indePágina 66

pendiente de los cargos, se puede ostentar el cargo y no ser líder. Se puede ser líder sin ostentar cargos. Imaginemos un presidente de un país, puede ser líder para algunos ciudadanos y, simplemente, el presidente para otros, aun para sus propios votantes. La clave del porqué ocurre esto está en la base de esta relación tan singular. Al analizar el fenómeno del liderazgo focalizados desde el líder, el grueso de los autores señala una serie de características propias. Este listado varía en su extensión y alcance, pero nunca dejamos de encontrar algunas características comunes a todos ellos. Vamos a tratar de focalizarnos sólo en algunas. El liderazgo es una intromisión positiva en la vida de los demás (Max De Pree), una intromisión que es permitida por el seguidor. ¿Por qué es así?, porque esta relación se genera en ciertos atributos del líder que son captados como positivas y que se traducen en modificación de conductas.

Los atributos del líder ¿Cuáles son algunos de estos atributos de un líder? El líder en sentido estricto, el arquetipo o modelo puro, se manifiesta por su vocación de servicio; el líder es inspirador, es íntegro en términos morales, es franco inclusive hasta mostrarse vulnerable, coherente en las relaciones y actitudes, predecible, cercano, seguro de sí mismo. Si analizamos esta pequeña lista de atributos, veremos que definitivamente estas cualidades están teñidas de un profundo contenido ético. Son caracteres que despiertan la confianza del interlocutor y posibilitan establecer relaciones personales francas y duraderas. Voy a dejar el concepto de servicio para el final porque lo considero un concepto medular, y continuaré con los otros. EMPRESA Nº189


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Se sostiene tradicionalmente, que gestión está relacionada con la administración y liderazgo con cambio. En efecto, el líder es capaz de transmitir una visión positiva del futuro, que invite a los seguidores a hacer el esfuerzo de cambiar las cosas. El líder es capaz de imaginar el futuro; pero más importante aún es que el líder es capaz de inspirar a otros con sus sueños. Esta visión es reconocida a la luz de los valores de los potenciales seguidores. Recién entonces se transforma en un ideal, capaz de convocar voluntades, algo que apela tanto al intelecto como al corazón de los seguidores. En una relación adulta de líder y seguidores, intelecto y emoción van de la mano. El intelecto por sí solo no moviliza, y la pasión sin el tamiz del intelecto puede ser nefasta. Hemos visto a lo largo de la historia muchas personas dar la vida por utopías, pero jamás hemos visto a alguien dar la vida por el sistema métrico decimal, con toda su perfección intrínseca. Por eso el líder habla a la mente y al corazón de los hombres.

fe en que un equipo era capaz de obtener grandes logros y con su ayuda subsanar sus propias falencias. El líder es contenedor. Tranquiliza a su gente en la incertidumbre y los compromete con una visión de largo plazo.

El desafío de entusiasmar a los seguidores en un nuevo mundo laboral Uno de los desafíos modernos del liderazgo empresarial es cómo entusiasmar a los seguidores, cuando las relaciones de trabajo han cambiado tan radicalmente. Después de más de dos décadas de reestructuraciones, se han modificado sustancialmente los paradigmas de trabajo. La clásica relación de trabajo era como un matrimonio indisoluble que ha sido sustituido por una serie de sucesivos divorcios y nuevos casamientos. ¿Cómo entusiasmar a los seguidores cuando el modelo de seguridad en el empleo,

Los líderes verdaderos son íntegros. Actúan tal como predican, por ello son predecibles. En inglés existe una expresión Walk the talk, que grafica este comportamiento. El líder honra su palabra, se compromete con su discurso. Es esclavo de sus dichos. Los líderes están próximos a su gente, sienten con ellos, tienen empatía. Son como el pastor con su rebaño. Permiten que los seguidores conozcan sus debilidades, inclusive su vulnerabilidad. Recuerdo que un presidente de una empresa muy importante me dijo una vez: “Si yo hubiera sabido que iba a llegar a ocupar la presidencia de esta empresa, me hubiera preparado más en finanzas”. Imaginen a este señor, a cargo de la filial de una gran corporación mundial, admitiendo sus puntos más débiles. Era un hombre que, no obstante ser conciente de sus debilidades, tenía una gran Junio / Julio 2008

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Ceballos Serra: “Los líderes relacionan la visión que proponen de modo tal que resalte los valores de las personas que los siguen, a fin de que la tarea que realizan tenga pleno sentido y sea importante para ellos. Los seguidores, de ese modo, se transforman en artífices de la tarea común”.


Organización

de permanencia en el tiempo con promociones y aumentos salariales predecibles a cambio de buen desempeño y lealtad, ha sido sustituido por relaciones laborales basadas en prácticas de mercado, con las innumerables consecuencias que esto conlleva? ¿Puede el líder entusiasmar, transmitir una mística a sus seguidores, cuando no es capaz de ofrecer seguridad? En efecto, aún es posible entusiasmar en este contexto.

El intelecto por sí solo no moviliza, y la pasión sin el tamiz del intelecto puede ser nefasta. Hemos visto a lo largo de la historia muchas personas dar la vida por utopías, pero jamás hemos visto a alguien dar la vida por el sistema métrico decimal, con toda su perfección intrínseca. Por eso el líder habla a la mente y al corazón de los hombres.

Los líderes ya no protegen el empleo vitalicio sino las transiciones, no se abocan a sostener lo que no pueden, sino lo posible. No prometen la seguridad en el empleo sino la “empleabilidad”, es decir, prepararse y preparar para que sus conocimientos se actualicen y aumenten, que es la única forma de proteger a los seguidores en las condiciones cambiantes de mercado. Y ello les permite mantener su credibilidad.

El liderazgo como servicio Quisiera puntualizar ahora en el liderazgo como servicio. Fueron James C. Hunter y Robert Greenleaf quienes introdujeron el concepto de liderazgo servicial. El papel del líder es más bien servir. Esta es la paradoja. El trabajo es quitar obstáculos, quitar todas las obstrucciones que estorban al personal para ejecutar su trabajo (Hunter). Página 68

Por otra parte, permítaseme resaltar que estamos frente a un concepto profundamente cristiano. “…el que quisiere entre vosotros hacerse grande, será vuestro servidor; y el que quisiere entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo: Como el hijo del hombre no vino para ser servido sino para servir, y para dar la vida en rescate de muchos”. Mateo 20: 20-28. En efecto, Jesús integró un grupo de doce personas que dividieron la historia y utilizó un estilo de liderazgo que tiene por meta la de servir a todos los hombres y mujeres. Fue Él quien lavó los pies en símbolo de humildad y se ofreció como camino a la vida eterna. Propuso una misión a sus seguidores, ir y predicar a todas las naciones. Dos mil años más tarde, aunque hasta el más creyente piensa que queda mucho, pareciera que la misión ha sido exitosa. Como vemos el liderazgo servicial tiene raigambre muy antigua; el líder servicial, primero se asegura que las necesidades más importantes de sus seguidores estén satisfechas. El liderazgo servicial se proyecta de las personas a las instituciones y de estas a la sociedad implicando un comportamiento ético y pleno en valores. Los verdaderos líderes formulan visiones que comprenden el bien común del grupo de trabajo. Se comprometen con su misión y son capaces de comprometer a otros porque el bien común, es también el bien propio de cada uno de los seguidores. Dicho de otra forma, los líderes relacionan la visión que proponen de modo tal que resalte los valores de las personas que los siguen, a fin de que la tarea que realizan tenga pleno sentido y sea importante para ellos. Los seguidores de ese modo se transforman en artífices de la tarea común. EMPRESA Nº189


Organización

La definición del líder desde el punto de vista de los seguidores Pasemos ahora a analizar la otra cara de la moneda. Cuando analizamos la definición de líder desde el punto de vista de los seguidores, vemos que éstos están dispuestos a seguir al líder porque conocen explícita o implícitamente una serie de respuestas a estos interrogantes: ¿Qué cosas será razonable que ocurran si lo seguimos? ¿Podré concretar mis proyectos si lo escucho? ¿Está preparado para la función? ¿Honrará su palabra? ¿Será consistente? ¿Será ético? Estas respuestas, en la relación de liderazgo, son capaces de seducir un auditorio y decidirlo a acompañar al líder a realizar los objetivos. Volviendo para finalizar, a la pregunta inicial, cuáles son las habilidades necesarias de los líderes para los tiempos actuales, la respuesta es: básicamente las mismas que hace miles de años cuando la primera persona ejerció un liderazgo real y efectivo y un grupo humano estuvo voluntariamente dispuesto a seguirlo. El liderazgo es una relación personalísima y la esencia de las personas ha permanecido inalterable. Uds. dirán, ¿no hace falta ninguna nueva habilidad en el siglo XXI? Los cambios de

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las épocas desarrollan nuevas cualidades. En un mundo interconectado y globalizado, los líderes necesitarán tener una visión más amplia que les permita proyectar los efectos de las decisiones propias o ajenas. Sin duda se necesitarán líderes que reaccionen con más celeridad cuando intuyan los cambios que se avecinan. Se desarrollará un liderazgo electrónico, un e-liderazgo, propio de grupos virtuales que resultan del teletrabajo a distancia de nuestra era digital. Un líder que sea capaz de conducir al éxito en la nueva economía. Se generarán liderazgos virtuales que conduzcan equipos que trasciendan el tiempo, el espacio, las fronteras y las organizaciones. Equipos que funcionen en idéntico tiempo y en diversos lugares o en diverso tiempo en idéntico o diverso lugar (si se trata de procesos sucesivos). Se generarán cada vez más líderes que conducirán equipos pluri-organizacionales (de más de una organización) en lugares y en tiempos iguales o distintos, etc., y muchas otras características que ni siquiera imaginamos. Pero lo esencial permanece vigente. Un liderazgo basado en el compromiso con causas cuya rectitud moral está asegurada por los valores y que sea capaz de seducir a un grupo de seres adultos y concientes.

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Desde España

Miguel Aranguren Escritor y artista plástico español. Colaborador para El Mundo, Telva, el Correo y Alba, entre otros medios europeos. El thriller La sangre del pelicano es su reciente y séptima novela publicada. www.miguelaranguren.com.

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Fue durante un concierto de Mercedes Sosa. Iban sucediéndose las canciones que “La negra” interpreta con esa amargura que sabe a metal, cuando anunció un tema muy sentido que, creo recordar, se titulaba: “Las manos de mi madre”. Durante los minutos en los que fueron sucediéndose los acordes y los versos, me estremecí como pocas veces. Las palabras de Mercedes Sosa describían toda la belleza de la maternidad conteniéndola en unas manos, las de su madre cansada que ha visto crecer y marcharse a los hijos. Con el tiempo he sabido que la artista argentina volvió a sus pagos para encontrarse al fin con la madre, enferma, moribunda, que le confió que durante todos los años en los que “La negra” había vivido exiliada en París y en otros rincones, entregada a su lucha política y musical, ella rezó sin descanso para que regresara. No pedía por la vuelta de la Sosa a Tucumán, sino a las verdades que sus manos y su boca le mostraron de niña y que el fragor marxista habían ahogado: la misericordia, el perdón y la ternura de Dios. Frente a la madre paciente a punto de expirar, a Mercedes Sosa se le cayeron las escamas de los ojos y descubrió que por encima de la tierra por la que durante tantos años había luchado, anhelándola con lágrimas y canciones, estaba ese perdón y esa misericordia divina. Mi madre también me dejó ese legado, el de la misericordia, el perdón y la ternura de Dios. Como a la Sosa, a mí también se me ha muerto, con una edad -la mía, la de ella, la de mis cuatro hermanos- que aún prometía mucha vida compartida. Como mi padre muEMPRESA Nº189


Las manos de mi madre rió cuando entramos en la adolescencia, hoy soy huérfano en los papeles, que no en el corazón ni en el intelecto, porque me sé querido, observado y ayudado por mis padres, aunque no pueda echar mano de su consejo cuando necesito el relato de su experiencia. Estos días he pensado de continuo en el título de aquella canción de la argentina, “Las manos de mi madre”, porque en él veo recogido toda la ternura y entereza de la mía, capaz de sacarnos adelante sin abandonarse un solo momento al desánimo, y eso que tenía cuarenta y seis motivos para excusarse y rehacer su vida lejos de sus cinco problemas, que éramos también sus cinco razones para vivir. De niño me impresionaron las palabras de un sabio que aseguraba que todas las madres, por el hecho de ser madres, son predilectas de Dios, pues a ellas les ha otorgado el inefable don de recrear la vida y dar a luz, confirmando en cada alumbramiento que Dios aún confía en el hombre, a pesar de nuestros continuos desmanes. Y si Dios da aliento a la vida, las manos de las madres, las manos de mi madre, modelan al hijo como a un pedazo de barro, dándole esos rasgos que después lo identifican con su estirpe: los ojos de mamá, la sonrisa de papá, el porte de algún abuelo... Esas manos también moldean el alma cuando la madre anhela la felicidad del hijo no sólo con tal o cual puesto de trabajo, sino con principios como los que mantenían la Junio / Julio 2008

madre de “La negra” o mi madre. Así que si mi físico refleja muchas de sus líneas, espero que mi espíritu también guarde semejanza, al menos en sus trazos básicos, con el suyo. Me preguntan que cómo recuerdo a mi madre, que si me he quedado con la imagen de sus últimos días o de cuando vivía con plenitud de salud. Enseguida me vienen a la cabeza sus manos, las manos que me arropaban de pequeño y me sostuvieron mucho tiempo después, cuando aún no sabía encajar los embates de la vida. Y de sus manos voy a su sonrisa, sin detenerme a examinar la imagen precisa del recuerdo, porque algo profundo me lleva a pensar en mi madre en presente, en un presente continuo y tranquilizador al que me sé unido. Y sus manos, como las manos de aquella anciana argentina, me empujan suavemente para que siga caminando, sin miedo, hasta que a mí también me llegue el momento de dar un salto de eterna dimensión.

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Po l í t i c a

Roberto Starke

Crear valor, deporte de riesgo y azar “Creo que el principio de un cambio consistiría, por ejemplo, en que muchos empresarios y empresarias resolvieran que actuar en política es un aporte concreto al país, que si sucede de manera organizada puede representar un avance no sólo en la discusión de los valores que representan sino en la misma constitución social y profesional de la política. Es involucrarse con una sociedad y representa más que un compromiso personal”, subraya Starke. El autor nos invita a reflexionar acerca de los desafíos que hoy enfrentan los empresarios en su compromiso con lo público y al hacer política. Tengo la fortuna de conocer a muchos dirigentes de empresas, de los cuales, muchos son cristianos. Me consta que ACDE representa a dirigentes de empresas que practican en forma cotidiana sus principios y su ética en la tarea de cambiar la realidad con los hechos y no sólo con las palabras. En homenaje a esta manera de convertir en tarea habitual la práctica de los valores propios, voy a analizar con ustedes cuáles -en mi opinión- son los desafíos que hoy enfrentan los empresarios al hacer política.

Analista y consultor político. Asesor en imagen y comunicación de campañas políticas. Profesor de las Universidades del CEMA y Austral

La política tiene como objetivo cambiar la realidad de acuerdo con los valores que creemos necesarios y justos. Frente a este desafío, los empresarios enfrentan un dilema: ajustarse a los tiempos -y sacar provecho de ellos- o cambiar, aunque sea parcialmente, la realidad para acercarla a los valores en los que creen. Esta segunda alternativa implica dejar de ser empresarios y convertirse en hombres públicos, con todo lo que esto significa. Involucrarse en lo público, y por lo tanto en la política, significa captar la lógica Página 72

de la política, que es diferente de la de la empresa. La política es el ejercicio de convencer con una meta. En política, los resultados no surgen de imponer la voluntad en una estructura vertical que apunta a aumentar la renta en beneficio de la organización. En la política, los resultados hay que buscarlos adaptándose muchas veces a las circunstancias, dando por aceptados ciertos hechos que, en otras circunstancias probablemente, no aceptaríamos. En suma, sometiéndonos a la lógica de los fines más que a la de los medios. Esto significa operar y trabajar casi todo el tiempo con una “lógica sin lógica”, que yo llamo “la del corte de luz en la escalera”. Supongamos que estamos bajando las escaleras de un edificio y se corta la luz. La lógica indica aceptar que está oscuro y bajar lentamente, tantear las paredes, avisar en los recodos. En síntesis: tratar de no trastabillar. Ocurre con frecuencia que la persona que dirige al grupo de “bajadores” (siempre existe alguien que asume este rol) decide que hay que actuar como si hubiera luz y, por lo tanto, conducirse como si nada, EMPRESA Nº189


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o sentarse en un escalón a esperar que vuelva la energía y, mientras tanto, organizar una pelea amarga sobre quién es el culpable de la falta de luz, haciendo una revisión en busca de responsables desde la época de la construcción del edificio hasta la fecha. Como dijo Perón en el editorial del primer número de Las Bases: “La única verdad es la realidad y hay que operar de acuerdo a esto”. Por eso, para pensar en la política argentina, hay que asumir supuestos que muchas veces no están a la vista, o nos embarcaremos en diagnósticos y potenciales soluciones que resultarán de utilidad cuando nos transformemos en…Dinamarca. El primero de estos supuestos es que la historia del poder en América Latina es la historia del control del Estado y la de su intervención en la economía y en los negocios. Esto inevitablemente generó elites de burócratas y de hombres de negocios intercambiando favores e influencias. Las conductas mercantilistas de muchos de nuestros hombres de negocios no son consecuencia de que éstos sean intrínsecamente egoístas y perversos, sino de la tradición histórico-cultural. El desafío es promover mecanismos que achiquen la discrecionalidad del Estado, y en esto suscribo la teoría económica liberal que indica que es mejor que los empresarios se controlen entre ellos mediante mecanismos de competencia o marcos regulatorios acotados y eficientes. Pero quiero ser muy enfático con respecto a un punto: los marcos regulatorios no son sólo necesarios sino esenciales, entre otros motivos por el factor cultural que acabo de describir y que tiene plena vigencia. Soy partidario de la libertad, pero asumida con responsabilidad y límites precisos, dado que los hombres -y más aún los que poseen Junio / Julio 2008

poder económico- suelen buscar atajos para eludir el orden legal. Aunque pueda resultar paradójico, creo que es con una mayor interacción entre los empresarios y la política como puede conseguirse un Estado garante de normas claras y con menor intervención. El doble juego es, entonces, involucrarse de manera activa para no ser rehén de un Estado que obliga a negociaciones (negociaciones de todo tipo) desde una posición de fuerza, porque bajo esas circunstancias los empresarios suelen quedar bajo la presión de uno o más funcionarios de turno.

La plata arriba de la mesa Existe otro supuesto, que se torna en una lógica muy propia de nuestra cultura, que es la de ver algo y simular que no existe y de esa manera permitir que siga pasando. Esto, que tiene parte de pensamiento mágico y parte de picardía, complica muchas cosas, pero afecta específicamente la institucionalidad del país. Página 73

Starke: “Los empresarios deben encontrar una instancia superadora de la organización para la defensa de valores y principios generales, o de la de instituciones cuyo perfil es evidentemente corporativo y de lobby.”


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El dinero es fundamental en política. Eso es así desde el inicio de la historia y nadie lo reflejó mejor que el político norteamericano Joseph Unruh cuando declaró que el dinero es la leche materna de la política. En nuestro país, se pretende esconder la cuestión a favor de una legislación que permite que los aportes de campaña se “subdeclaren” y que se retroalimente la relación entre empresarios y políticos en “formato de valija”. Sería bastante más productivo que la ley permitiera política no va a volverse aportar sin límites, con recursos aplimás transparente si los sistemas cados al financiamiento de partidos de recaudación “obligan” al disimulo, y fundaciones partidarias, además por no decir al engaño. de campañas con registro público de los aportes y con esquemas impositivos que no obliguen a los contadores a convertirse en novelistas de ciencia ficción. Mejor que sepamos quién está financiando a quién. Para la política se necesita plata, y la política no va a volverse más transparente si los sistemas de recaudación “obligan” al disimulo, por no decir al engaño.

La utilidad de involucrarse La única opción de desarrollo económico sustentable para la Argentina es una economía que opere con la lógica del mercado y con regulaciones eficientes. El paradigma de la sobre regulación, que habilita negocios entre el Estado y empresarios, es garantía de riquezas para quienes saben operar en ese esquema -y vaya que los hay-, pero que en términos estructurales nos condena a cargar con un paradigma cultural del siglo xvii, que es la verdadera desventaja competitiva de la Argentina.

Para la política se necesita plata, y la

Mi opinión es que además del apoyo “institucional” obligado al candidato que va a ganar y que, en general es el candidato que los empresarios no quieren, debería existir otro apoyo. Por eso creo que los empresarios deberían organizarse para financiar seriamente a políticos que en el corto, mediano o largo plazo pueden convertirse en representantes reales de sus intereses y en interlocutores legítimos de muchas de sus iniciativas.

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En la actualidad muchos políticos tienen para mostrar logros personales obtenidos en la actividad privada o en algún otro tipo de actividad diferente de la política. Miremos el caso de los candidatos a la presidencia en los Estados Unidos. En Arkansas, litigar contra Hillary Rodham era tener un problema; Barack Obama es un exitoso abogado que movilizó cientos de causas sociales antes de ser un líder político. John Mc Cain es un héroe de guerra que como prisionero del Viet Cong organizó a sus compañeros detenidos y negoció la convivencia con los captores, con el barro hasta la cintura. En la Argentina, muchos empresarios que ya resolvieron su economía personal se dedican a jugar al golf o en el mejor de los casos, a participar en el directorio de una ONG. Creo que el principio de un cambio consistiría, por ejemplo, en que muchos empresarios y empresarias resolvieran que actuar en política es un aporte concreto al país, que si sucede de manera organizada puede representar un avance no sólo en la discusión de los valores que representan sino en la misma constitución social y profesional de la política. Es involucrarse con una sociedad y representa más que un compromiso personal.

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Una apuesta posible para esto es generar semilleros de dirigentes y más importante aún, promover que la política sea la última instancia profesional de muchos dirigentes empresarios exitosos. Y ustedes dirán: “Estamos organizados en cámaras y asociaciones como esta”. En mi opinión los empresarios deben encontrar una instancia superadora de la organización para la defensa de valores y principios generales, o de la de instituciones cuyo perfil es evidentemente corporativo y de lobby. Los empresarios deben dar la pelea por la instalación en la Argentina del espíritu empresario y por la necesidad de expandir el capitalismo. Este desafío sucederá en el campo de lo simbólico, de la intervención en imaginarios y paradigmas, que son como las nubes de ideas y creencias que sobrevuelan por sobre cualquier discusión de poder concreta. Intervenir sobre la cultura requiere voluntad, planificación a largo plazo, políticas concretas como la formación de tanques de ideas que promuevan posiciones políticas, sin culpas y con valentía y, como decía, la formación de un núcleo duro de voceros y líderes que se atrevan a internarse más allá de los cómodos círculos propios que seduzcan, que provoquen, que discutan con los sectores sociales que piensan que ser empresario, que generar riqueza; no es motivo de orgullo sino de vergüenza. Los empresarios necesitan cientos de hombres y mujeres que proclamen a viva voz que la única vergüenza es la apología de la cultura de la excusa, de la desidia y de la envidia. Los empresarios son la columna vertebral de la actividad económica argentina y deberían salir a decir que están orgullosos de lo que hacen, que hay mucho por hacer y que se necesitan cientos de empresarios más. Ser empresario es tener capacidad de transformar, y eso debería ser un blasón y no un motivo para encerrarse en la seguridad de la “gente como uno”. Junio / Julio 2008

El párrafo anterior representa lo que yo llamo una resignifiSoy partidario de la libertad, cación del concepto de Responsabilidad pero asumida con responsabilidad Empresaria. Hoy, la expresión que se exy límites precisos, dado que los hombres tiende a lo social remite al presupuesto -y más aún los que poseen poder asignado a relaciones con la comunieconómico- suelen buscar atajos dad, más un mensaje y una comunicación para eludir el orden legal. en general autoindulgente y casi destinada al consumo institucional. En general, este proceso está administrado por eficientes y motivadas personas que son conscientes del rol que la empresa tiene en la comunidad. Pero esto se limita a la organización en sí y para sí, como actor social, no a los empresarios como hombres que influyen y deciden sobre la capacidad de aumentar la riqueza de la comunidad en la cuál desarrollan sus actividades. La verdadera Responsabilidad Empresaria requiere fijar un objetivo, que en mi opinión es la previsibilidad -nada menos-, un proyecto de poder a mediano y largo plazo, una estrategia de comunicación y, como dije, gente encendida que esté dispuesta a hacer que algo suceda. Lo demás es brochure, coffe break, y quejarnos “de que todo es un horror”. En suma, que muchos empresarios se animen a decir públicamente que van a participar en la vida pública, no en defensa de la patria, de los próceres y de grandes ideas románticas, sino para lograr el objetivo modesto de que crear valor y ser empresario es una responsabilidad que, si bien es percibida como legítima por ese pequeño núcleo, no ha logrado aún que se incluya en el listado de lo “políticamente correcto”. Esta es algo más que una tarea. Se trata de toda una “empresa”. Página 75


Sociedad

Gabriela Fabbro

Calidad televisiva, contenidos y responsabilidades “Asumamos el compromiso, la calidad de nuestra televisión lo requiere. Ser responsables es poner cuidado y atención en lo que se hace o se decide, a través de la capacidad que todos tenemos de reconocer y aceptar las consecuencias de lo que ejercemos libremente”, alerta Fabbro. Tomando como base un modelo de medición de calidad de contenidos de la televisión, nos invita a reflexionar acerca de este medio de comunicación y de nuestro rol y responsabilidad como espectadores críticos de su programación. Todos somos responsables de lo que contienen los medios, y más aún de lo que contienen los programas de televisión. Al mismo tiempo, cuando interactuamos, todos cumplimos diferentes roles a la vez: somos jefes, empleados, padres, hijos, abuelos, receptores, enunciadores, protagonistas, auspiciantes, funcionarios, etc. Y todos estamos frente o detrás del televisor de alguna manera. Lo miramos; lo escuchamos; hablamos de lo visto y de lo no visto; aportamos contenidos a su programación; promovemos su puesta en el aire, a través del apoyo económico; lo dejamos prendido sin que nadie le preste atención. Y la televisión está ahí, emitiendo contenidos y estructurando el mercado sobre frágiles métodos cuantitativos como el del rating, el minuto a minuto y su impacto.

Coordinación Académica de Pasantías. Facultad de Comunicación. Universidad Austral

Pero, ¿alcanza esta única medición para describir quiénes miramos televisión, qué miramos y cómo lo hacemos? Evidentemente no, los métodos cuantitativos no explican los modos de ver televisión, la relación que, en cada caso, establecemos con ella, y menos aún, no nos dicen qué Página 76

personas están delante de la pantalla. Y esas personas somos todos, que en algún momento del día, nos relacionamos con ella. Son necesarias entonces, otras formas de medir a la televisión, que analicen sus contenidos, que se pregunten por quién mira televisión, que vislumbre las relaciones entre la tanda publicitaria y los contenidos propios de los programas; en fin, una mirada cualitativa sobre este discurso del que todos somos responsables. La recepción televisiva, entonces, se nos revela como un espacio ambiguo, contradictorio, del que formamos parte. El hecho de consumir televisión no significa que siempre quedemos satisfechos como receptores, como bien nos decía Mario Kaplun, en su artículo Contextualizando la recepción, la no satisfacción no implica abstención del consumo. Es decir, seguimos mirando TV, seguimos dejándola encendida, seguimos auspiciando programas con los que quizás no acordamos, y los funcionarios encargados de controlarla, siguen en su no acción. Es una realidad que en el discurso televisivo convergen muchos intereses y múltiEMPRESA Nº189


Sociedad

ples sujetos de la enunciación (emisores) que ponen en juego intencionalidades diferentes. La televisión puede informar, entretener, llenar espacios de ocio, provocar evasión, legitimar, otorgar visibilidad, motivar, difundir masivamente, pero sin duda, a través de cualquiera de estas múltiples funciones, provoca consecuencias en su receptor. La televisión, y por ende, su calidad, estará íntimamente ligada a las intenciones que le atribuyamos.

La definición de calidad y la manera de medición Es difícil definir “calidad” en el ámbito de los medios de comunicación. Por lo general, se la define por su ausencia (“no hay calidad”) y no por su presencia. Esta presencia es compleja. Es también polivalente, es decir, que se puede aplicar a muchas cosas, ya sean bienes, servicios o procesos (...). Intentaremos definirla. El concepto de calidad se ha aplicado siempre a la manufactura de una empresa o específicamente a su gestión o producto. Llevarlo al campo de las ciencias sociales, y en este caso, a un discurso, como el televisivo, implica un gran desafío, ya que en un punto nos estamos refiriendo a un bien intangible: un discurso audiovisual. Analizando los diferentes componentes de la oferta de programas de nuestra televisión abierta, definimos a la calidad como el resultado de la conjunción de estándares positivos de diversidad, de representación audiovisual coherente con los objetivos y de una adaptación adecuada a la realidad que se quiera representar. Estas variables están conformadas por múltiples parámetros de medición, tales como: variedad en la oferta de géneros, en los temas ofrecidos, en las personas representadas, calidad en la factura técnica de los diferentes productos audiovisuales, correcto uso del lenguaje, verosimiliJunio / Julio 2008

tud acorde con lo que se quiere transmitir, y tipo de valores y disvalores promovidos. El marco para definir estas variables, se construye sobre la base de los documentos que la industria del sector televisivo ha establecido como su marco regulatorio: la legislación vigente, la Guía de Contenidos del COMFER, el Código de Ética de la Cámara Argentina de Anunciantes, la Carta de Intención de CAPIT (Cámara Argentina de Productoras Independientes de Televisión), es decir, documentos que los propios actores del medio han definido como los límites de sus acciones. En lo referido a la valoración del contenido de los programas, la calidad se mide según la capacidad de: 1. satisfacer necesidades básicas de información y entretenimiento y ocio; 2. respetar la pluralidad de las creencias; 3. estimular la imaginación, permitir el uso atento y crítico del público; 4. respetar las leyes y la cultura nacional, favoreciendo producciones propias y locales; 5. fomentar el conocimiento de otras culturas; 6. presentar trabajos artísticamente valiosos. Y en lo referido a la valoración de la estructura de la programación, se valora que la televisión busque: 1. explorar una diversidad de géneros; 2. ofrecer pluralidad de temas y de perspectivas; 3. buscar la innovación, no repetir fórmulas sino sorprender; 4. contribuir al desarrollo de la cultura y la formación.

Tendencias en la programación televisiva Varias son las tendencias que se evidencian en nuestra programación televisiva. Página 77


Sociedad

Las mismas surgen del Índice de Calidad Televisiva que elabora nuestro Observatorio bimestralmente. Las más recurrentes, por contenidos y por el modo de ser contados, han sido: 1. Nuestra televisión se mueve en un contexto general de mediana calidad, que tiende a mejorar. Su calidad técnica es muy buena, con productos excelentemente cuidados. 2. Los valores de tolerancia, solidaridad y altruismo son los más difundidos desde la TV. 3. Los valores han descendido con respecto a los disvalores, siendo la violencia, en sus múltiples facetas (física, verbal, psicológica) el más desarrollado entre estos últimos. 4. Ha aumentado la estrecha relación entre los géneros: la contaminación genérica es hoy esencia de la TV. Esto acrecienta la neutralización del discurso televisivo, donde asistimos a un continuum de programas autorreferenciales que sólo parecen mostrar la realidad hacia adentro, la realidad parece ser la televisión misma. 5. No hay respeto por los horarios pautados, además de cambios recurrentes en la grilla de ofertas. 6. Relatos con carga de espectacularización y dramatización. 7. Reiteradas violaciones al horario de protección al menor. 8. Uso desigual del lenguaje, que tiende a una creciente vulgarización. 9. Ficciones que presentan modelos de familia poco convencionales con historias que llegan al grotesco, alejando así su grado de verosimilitud. 10. Programas de entretenimientos, concursos, noticias del espectáculo o periodismo con humor, que caen en el sensacionalismo en el tratamiento de los temas, con personajes comunes en el lugar de la fama, o famosos que opacan las verdaderas intenciones, que a través de una gran producción técnica, dan mucho peso a la figura del presentador. Página 78

Nuestro compromiso para mejorar la calidad del contenido televisivo Conociendo estas tendencias, que no siempre nos dejan satisfechos, intentemos que los receptores, los productores, los auspiciantes y los organismos de control tomen conciencia de su papel activo en estas transformaciones y se involucren en propuestas de mejora. Debemos formular estrategias para articular el trabajo de todos, para lograr una televisión abierta de más calidad. Asumamos el rol que nos compete, como productores o como empresarios y por ende, auspiciantes de nuestra televisión, o como receptores o responsables de lo que ven nuestros hijos, y actuemos para mejorar la calidad de nuestros contenidos televisivos. El discurso televisivo se mueve entre dos libertades: la del que emite y la del que recibe, el telespectador. Hoy, la relación natural entre ambas está falseada, desnaturalizada, ya sea por la no intervención de los organismos de control, o por la no intervención de los principales actores de este circuito. Asumamos el compromiso, la calidad de nuestra televisión lo requiere. Ser responsables es poner cuidado y atención en lo que se hace o se decide, a través de la capacidad que todos tenemos de reconocer y aceptar las consecuencias de lo que ejercemos libremente. Mientras nos movamos en el campo de la libertad responsable, siempre podremos transformarnos en espectadores críticos. Los empresarios argentinos están ante este desafío: asumir un rol protagónico en el compromiso que tienen frente a lo que se emite por la televisión.

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Doctrina

Conferencia Episcopal Argentina

La Nación requiere gestos de grandeza Con el título “La Nación requiere gestos de grandeza”, la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina, en reunión extraordinaria, elevó su llamado a “fortalecer la paz social y la democracia”, mediante “gestos de grandeza” de parte del gobierno nacional y del sector agropecuario, durante el conflicto iniciado el 11 de marzo pasado. “La persistencia misma del conflicto y la aparente imposibilidad de resolverlo, señala el documento presentado el 5 de junio pasado, constituyen un signo de debilidad institucional; son una prueba del escaso aprecio que, como sociedad, otorgamos a la importancia y dignidad de la acción política como el ámbito propio para la superación de las diferencias y el afianzamiento de la amistad social”.

1. La Comisión Permanente del Episcopado Argentino se ha reunido con motivo de la grave situación planteada por el prolongado conflicto entre el sector agropecuario y el Gobierno Nacional. Deseamos, con nuestra palabra y nuestra acción pastoral contribuir al fortalecimiento de la paz social y de la democracia. Nos sentimos obligados a preguntarnos nuevamente, y con dolor: ¿nuestras relaciones seguirán marcadas por la confrontación? ¿Una vez más nuestra vida social estará signada por la fragmentación y el enfrentamiento? ¿Seremos incapaces de fundamentar nuestros vínculos en un diálogo sincero y constructivo? ¿No hemos aprendido nada de nuestra historia? 2. Es preciso que tomemos conciencia de que situaciones como ésta que vivimos nos menoscaban como comunidad, nos aíslan del mundo y en definitiva perjudican especialmente a los más pobres. Es más, este conflicto ha puesto de manifiesto falencias profundas de nuestra vida republicana. La persistencia misma del conflicto y la aparente imposibilidad de resolverlo constituyen un signo de debilidad institucional; son una prueba del escaso aprecio que, como sociedad, otorgamos a la importancia y dignidad de la acción política como el ámbito propio para la superación de las diferencias y el afianzamiento de la amistad social. 3. Consideramos que la solución sólo puede encaminarse mediante gestos de grandeza y una vigencia aún más plena de las instituciones de la República. Como ya hemos señalado, “tenemos que promover el verdadero federalismo, Junio / Julio 2008

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Doctrina

que supone el fortalecimiento institucional de las provincias, con su necesaria y justa autonomía respecto del poder central” (93º Asamblea Plenaria). No es propio de los poderes públicos empeñarse como parte en los conflictos, sino abocarse a su solución como principales responsables del bien común de acuerdo a las funciones que a cada uno de ellos les atribuye la Constitución Nacional. La efectiva independencia de los poderes legislativo y judicial es un punto clave de la plena vigencia del estado de derecho. 4. Como nos recuerda la Doctrina Social de la Iglesia: “Quienes tienen responsabilidades políticas no deben olvidar o subestimar la dimensión moral de la representación que consiste en el compromiso de compartir el destino del pueblo y en buscar soluciones a los problemas sociales. En esta perspectiva una autoridad responsable significa también una autoridad ejercida mediante el recurso a las virtudes que favorecen la práctica del poder con espíritu de servicio: paciencia, modestia, moderación, caridad, generosidad” (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 410). 5. Por otra parte, aunque hubieran reclamos justos, no es en las calles ni en las rutas donde solucionaremos nuestros problemas. Pedimos, por ello, encarecidamente al Gobierno de la Nación que convoque con urgencia a un diálogo transparente y constructivo, y a los sectores en conflicto que revean las estrategias de reclamo. Ni la moderación en las demandas, ni la magnanimidad en el ejercicio del poder son signos de debilidad. 6. Es necesario que los habitantes de esta tierra bendecida abundantemente por la Providencia hagamos un profundo examen de conciencia y nos decidamos a obrar como ciudadanos responsables. Pensemos más en qué podemos aportar a la Patria y no tanto en qué tiene que darnos el país. Todavía son muchos los hermanos que viven en pobreza y exclusión y que esperan de todos los argentinos un compromiso firme y perseverante por la justicia y la solidaridad. 7. En los momentos difíciles los cristianos experimentamos más intensamente la necesidad de la oración, de decirle a Jesucristo, Señor de la Historia: “Precisamos tu alivio y fortaleza, queremos ser Nación”. Para lograrlo, “concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda”. Exhortamos a nuestros compatriotas a acompañar la oración con un gesto de desprendimiento en favor de nuestros hermanos más necesitados. Ponemos este mensaje en las manos y en el corazón de nuestra Madre de Luján, pidiéndole que una vez más interceda por nosotros y acompañe el camino de las autoridades, de los dirigentes de los diversos sectores y de todo el pueblo argentino.

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