Diccionario de la religión romana

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Diccionario

de la Religión Romana

José Contreras Valverde Gracia Ramos Acebes Inés Rico Rico



José C o n treras Valverde Gracia Ram os Acebes Inés Rico Rico

Diccionario de la Religión Romana

EDICIONES CLÁSICAS MADRID


IN STRVMENTA STVDIORVM Colección dirigida por Alberto Bernabé Pajares

Primera edición 1992

© J. Contreras Valverde, G. Ramos Acebes, I. Rico Rico © EDICIONES CLÁSICAS, S.A. Magnolias 9, bajo izqda. 28029 Madrid

I.S.B.N. 84-7882-055-8 Depósito Legal: M-13306-1992 Impreso en España

Imprime: EDICLÁS Magnolias 9, bajo izda. 28029 Madrid


ÍNDICE

P re fa c io ..................................................................................... V E Evolución de la religión r o m a n a ..........................................XIII Características del D ic c io n a rio ............................................X XI D ic c io n a rio ................................................................................... 1 Calendario de fiestas re lig io sa s............................................213 Indexfontium ..........................................................................219 R e v ista s ..................................................................................... 237 Bibliografía general .............................................................. 241



PREFACIO

El principal objetivo del presente Diccionario es llenar una laguna existente, a nuestro juicio, en la divulgación de la Cultura Clásica en España. Nuestro propósito es hacer ase­ quible a un am plio público la idiosincrasia de los dioses ro ­ manos, la naturaleza de las fiestas que se celebraban en su honor, las características del orden sacerdotal que atendía a su culto, la variedad de los ritos y ceremonias; la originali­ dad, en suma, de la Religión Romana. El pueblo romano fue, según testimonio de Salustio1, el más religioso de la Antigüedad, opinión que comparte Cicerón: «Por mucho que nos amemos, senadores, no podemos igualar a los españoles en número, a los galos en fortaleza, a los cartagineses en astucia, a los griegos en las artes, ni a los mismos italianos y latinos en el sentimiento nativo y natural de este pueblo y esta tierra; pero en la piedad, en la religión y en esa sabiduría especial por la que sabemos que todo se rige y se gobierna por la voluntad de los dioses, superamos a todos los pueblos y naciones»2.

Polibio llega m ás lejos en la com paración cuando escribe que los rom anos eran «más religiosos que los mismos dio­ ses». Varrón habla de m ás de treinta m il dioses, a los que aún habría que añadir las fuerzas divinas, numina, dispersas por la Naturaleza. Tito Livio decía de Roma: VII


«No hay espacio en esta ciudad que no esté impregnado de religión y que no esté ocupado por alguna divinidad. Los dioses la habitan».

Por todo esto es cierta la frase de Fustel de Coulanges, cuando afirma que en Roma había m ás dioses que ciudada­ nos. No hay un solo acto en la vida privada o pública de los romanos en que no se haga intervenir a los dioses. Y ya que hem os m encionado a Fustel de Coulanges, parece oportuno recordar sus palabras a propósito de la religiosidad de este pueblo: «La casa de un romano era para él lo que un templo para nosotros: en ella se encuentra su culto y sus dioses. Su hogar es un dios; dioses son los muros, las puertas, el umbral; los límites que rodean su campo también son dioses. La tumba es un altar; sus antepasados, seres divinos. Cada una de sus acciones cotidianas es un rito, el día entero pertenece a su religión. Mañana y tarde invoca a su hogar, a sus Penates, a sus antepasados; al salir de casa o al volver, les dirige una oración. Cada comida es un acto religioso que comparte con sus divinidades domésticas. El nacimiento, la iniciación, la imposición de la toga, el casamiento y los aniversarios de to­ dos estos acontecimientos, son los actos solemnes de su culto. Sale de su casa y apenas puede dar un paso sin encontrar un objeto sagrado: o es una capilla, o un lugar herido antaño por el rayo, o una tumba; tan pronto ha de concentrarse para pronunciar una oración, como ha de volver los ojos y cubrir­ se el rostro para evitar el espectáculo de un objeto funesto. Todos los días sacrifica en su casa, cada mes en su curia, varias veces al año en su gens o en su tribu. Además de to­ dos estos dioses, aún debe culto a los de la ciudad. Hace sacrificios para dar gracias a los dioses; realiza ac­ tos, y en mayor número, para calmar su cólera. Un día se muestra en una procesión danzando, según un ritmo anti­ guo, al son de la flauta sagrada. Otro día conduce los carros donde van las estatuas de las divinidades. Otra vez un lectisVIII


ternium: en medio de la calle se dispone una mesa con co­ mida; las estatuas de los dioses se reclinan en sus lechos, y cada romano pasa, se inclina, llevando una corona en la ca­ beza y una rama de laurel en la mano. Hay una fiesta para la siembra; otra para la siega; otra para la poda de la vid. Antes de que el trigo haya espigado, ha hecho más de diez sacrificios e invocado a una docena de divinidades particulares para el éxito de la cosecha3. Sobre todo tiene un gran número de fiestas para los muertos, porque les tiene miedo. Jamás sale el romano de casa sin mirar si aparece algún pájaro de mal agüero. Hay palabras que no se atreve a pro­ nunciar en toda su vida. Si tiene algún deseo, lo escribe en una tablilla, que deposita al pie de la estatua de un dios. A cada momento consulta a los dioses y quiere saber su voluntad. Todas sus resoluciones las encuentra en las entra­ ñas de las víctimas, en el vuelo de los pájaros, en los avisos del rayo. La noticia de una lluvia de sangre o de un buey que ha hablado le turba y le hace temblar; sólo quedará tranquilo cuando una ceremonia expiatoria le haya puesto en paz con los dioses. Siempre sale de su casa con el pie derecho. Sólo se corta el pelo en plenilunio. Lleva consigo amuletos. Contra el in­ cendio cubre los muros de su casa con inscripciones mági­ cas. Sabe fórmulas para evitar la enfermedad y otras para curarla; pero es necesario repetirlas veintisiete veces y escu­ pir cada una de cierta manera. Jamás delibera en el Senado si las víctimas no han ofre­ cido signos favorables. Abandona la asamblea del pueblo si ha oído el grito de un ratón. Renuncia a los proyectos más meditados si advierte un mal presagio o si una palabra fu­ nesta hiere sus oídos. Es valiente en el combate, pero a con­ dición de que los auspicios le aseguren la victoria».

Si de la vida privada pasamos a la actividad pública, se­ guimos observando por doquier la presencia de lo divino: «El pueblo sólo se reunía en asamblea los días en que la religión se lo permitía. Se recordaba algún desastre sufrido IX


por la ciudad: era seguro, sin ninguna duda, que los dioses habían estado ausentes o irritados aquel día; lo mismo debía ocurrir en tal día de cada año, por razones ignoradas por los mortales. Luego este día era por siempre nefasto: no se cele­ braban asambleas, no se juzgaba; la vida pública quedaba en suspenso. Antes de empezar la sesión era preciso que los augures asegurasen que los dioses eran propicios. La asamblea co­ menzaba con una oración que el augur pronunciaba y que el cónsul repetía después de él. El lugar donde se reuma el Senado era siempre un tem­ plo. Si se hubiese celebrado alguna sesión fuera de lugar sa­ grado, las decisiones adoptadas se hubieran considerado nu­ las, pues los dioses no habrían estado presentes. Antes de empezar la deliberación, el presidente ofrecía un sacrificio y pronunciaba una oración. En la sala había un altar donde ca­ da senador derramaba una libación al entrar, invocando a los dioses. Sólo se dictaba justicia los días que la religión indicaba como favorables. En la guerra ejercía la religión tanto poder, por lo menos, como en la paz. Los feciales presidían todas las ceremonias sagradas a que daban ocasión las relaciones internacionales. Un fecial, cubierta la cabeza con un velo de lana, según los ritos, declaraba la guerra pronunciando una fórmula sacra­ mental y tomando a los dioses por testigos. El cónsul, en traje sacerdotal, hacía al mismo tiempo un sacrificio, y abría solemnemente el templo de la divinidad más antigua y vene­ rada de Italia, el templo de Jano. Antes de partir para alguna expedición se reunía el ejército, el general recitaba oracio­ nes y ofrecía un sacrificio. El ejército en campaña presentaba la imagen de la ciu­ dad: su religión le seguía. Todo ejército llevaba un hogar en el que alimentaban noche y día el fuego sagrado. Siempre iba acompañado de augures y pullarii. En el momento de prepararse para el combate, el cónsul pide una víctima y la hiere con el hacha: sus entrañas deben indicar la voluntad de los dioses. Un arúspice las examina, y, si los signos son favorables, el cónsul da la señal de bata­ lla. Las disposiciones más hábiles, las circunstancias más X


felices, no sirven de nada, si los dioses no permiten el com ­ bate. El fondo del arte militar entre los romanos consistía en no verse nunca obligados a combatir a pesar suyo, cuando los dioses se mostraban adversos. Por eso hacía cada día una especie de ciudadela de su campamento. Después de cada victoria se ofrece un sacrificio. Tal es el procedimiento para conseguir el triunfo. Esta costumbre era la consecuencia de la opinión de atribuir la victoria a los dioses de la ciudad. El ejército se dirigía en procesión al principal templo de la ciudad, los sacerdotes marchaban a la cabeza del cortejo conduciendo a las víctimas. Llegados al templo, el geheral ofrecía el sacrificio a los dioses. Durante el camino, los soldados llevaban todos una corona, como convenía en una ceremonia sagrada, y cantaban un himno. Un tiempo llegó, es verdad, en que los soldados no tuvieron escrúpulos en sustituir el himno con canciones de cuartel o con burlas contra el general. Pero, al menos, conservaron la costumbre de repetir de tiempo en tiempo el antiguo estribi­ llo lo triumphe. Era el mismo estribillo sagrado que daba nombre a la ceremonia. En tiempos de paz como en tiempos de guerra, la religión intervenía en todos los actos. En todas partes estaba presente, envolvía al hombre. El alma, el cuer­ po, la vida privada, la vida pública, las comidas, las fiestas, las asambleas, los tribunales, los combates, todo estaba bajo el imperio de esta religión de la ciudad. Ella regulaba todas las acciones del hombre, disponía de todos los instantes de su vida, determinaba todos sus hábitos. Ella gobernaba al ser humano con autoridad tan absoluta que nada quedaba fuera de su alcance»4.

NOTAS 1. Caí. 12.3. 2. Har.19. Cf. Nat.2.3. XI


3. Verváctor, «Arador de primavera»; Reparátor, «Preparador de la tie­ rra»; Impórcitor, «El que hace surcos con el arado»; ínsitor, «el que ahonda la semilla»; Obarátor, «El que ara por encima»; Ocátor, «El que deshace los terrones con el rastrillo»; Sarcítor, «Cavador»; Subruncinátor, «Escardador»; Mésor, «Segador»; Convéctor, (Acarreador»; Cónditor, «Almacenador»; Prómitor, «El que saca». 4. N.D. Fu st e l d e C o u l a n g e s , La Ciudad antigua, Barcelona 1971, pp. 202-206 y 258-260; traducción del francés de C. A. M a rt IN.

XII


EVOLUCIÓN DE LA RELIGIÓN ROMANA Se observa en los últimos años un cam bio en el m étodo con el que los especialistas abordan el estudio de la religión romana. Se tiende a abandonar el esquema tradicional — de­ sarrollo cronológico, naturaleza de los dioses, características del sacerdocio, descripción de las fiestas y cerem onias— pa­ ra centrar la atención en el exam en del com portamiento de la com unidad hum ana respecto a la actividad religiosa1. D entro de esta nueva perspectiva cobran especial relieve dos temas: 1) redefinición del concepto de religión romana, y 2) grado de continuidad y discontinuidad de la ideología religiosa. No es nuestra intención em prender en estas páginas el es­ tudio de temas tan com plejos, sino, sencillamente, propor­ cionar al lector una somera inform ación que le perm ita ha­ cerse una idea de conjunto del desarrollo que experim entó el sentimiento religoso de los rom anos a lo largo del am plio pe­ riodo de tiem po que constituye su Historia. La religión rom ana arcaica presenta las características propias de una religión primitiva: culto a las piedras — a las que se considera dotadas de poderes mágicos para atraer el rayo y la lluvia, así com o para garantizar el asentam iento en un lugar determ inado—, a los árboles, a las aguas, al fuego. También se pueden encontrar vestigios de «anim ism o», creencia por la que se da vida a todo tipo de objetos natura­ XIII


les en los que se ve la encam ación de una fuerza sobrenatu­ ral; por ello el hom bre los rodea de tabúes y trata de dom inar esas oscuras fuerzas mediante la m agia2. Los primeros dioses no son m ás que funciones abstractas divinizadas que se ocupan de cada uno de los instantes suce­ sivos de una acción. Carecen de personalidad concreta e in ­ cluso de voluntad libre, encadenados com o están a una tarea que se repite eternam ente3. Los dioses «más consistentes», provistos de m ayores poderes, procederán, en gran número, de otros pueblos, aliados o enem igos4. Característica com ún de todo el periodo histórico es la circunstancia de que la religión se encuentra indisolublem en­ te unida a la política: am bas son consustanciales. Fueron Rómulo y Numa, según testim onio de Cicerón5, quienes pusieron los cim ientos de la religión romana: el pri­ m ero prescribió los auspicios que se debían tomar; el segun­ do estableció los sacrificios a realizar y creó los colegios sa­ cerdotales que atendieran al culto. A sim ism o se atribuye a éste la organización del calendario, que, dividiendo el tiem po entre lo sagrado y lo profano, regulaba la celebración de las distintas cerem onias, concentradas en tom o a los sacrificios de fecundidad del ganado y de la fertilidad de la tierra, ritos de clausura del año y ritm o sagrado de la guerra. El paso de M onarquía a República no afectó de m anera im portante a la religión, pues las norm as que en aquélla re­ gían la vida religiosa se mantendrán, tras un proceso de ajus­ te, en el nuevo régim en. En un principio, los sacerdotes procedían de las m ism as familias que ocupaban las m agistraturas políticas, por lo que XIV


ejercerán su influencia en favor de la clase dom inante a la que pertenecen. Ello provocará «enfrentamientos religiosos» por el control de los cargos sacerdotales6. Con el paso del tiempo se llegará a un consenso entre los distintos grupos so ­ ciales7. Un hecho significativo es el avance hacia la antropom orfización, que se produce a principios del s.IV y que m arca, al mismo tiempo, el com ienzo de una fuerte helenización de la religión romana. A partir del s.III el panteón, bajo la actividad de los decénviros sacris fa d u n á is, irá conociendo un crecimiento pa­ ralelo al experim entado por la hegem onía y las fronteras de Roma: el núm ero de dioses no deja de aumentar, al tiem po que tiene lugar la asim ilación de las divinidades latinas a sus homologas griegas, proceso que no afectó a las deidades se­ cundarias. La apertura religiosa, propiciada por los decénviros, tiene un valor político y diplom ático. Se ejerce, primero, buscando asegurarse la fidelidad, crucial, a Roma de las colonias grie­ gas del sur de Italia durante la Primera Guerra Púnica: de ahí la institución de los Juegos Tarentinos, en honor de los dio­ ses griegos Dis y Prosérpina. A ños después, con la introduc­ ción del culto de Cibeles, Rom a, explotando a su favor la le­ yenda troyana, se presenta com o heredera de Asia M enor pa­ ra lograr la alianza de Átalo de Pérgamo en la guerra contra Aníbal. Las vicisitudes de los difíciles años de la Segunda Guerra Púnica se hacen evidentes en la m ultitud de innovaciones que se van a producir en el cam po de la religión. Ello ha lle­ XV


vado a hablar de una «crisis» — que, sin embargo, los espe­ cialistas niegan— : los desastres militares, los innum erables prodigios siniestros son la causa de la febril actividad de m a­ gistrados y sacerdotes en su esfuerzo por contar con el favor de los dioses8. Superadas las dificultades de la Segunda Guerra Púnica, se va a producir un intento de apropiación de la religión por parte de la élite dirigente, que veía en el control de la vida re­ ligiosa su arma m ás poderosa para la construcción de su m o­ nopolio político9. Tentativa que dará lugar a un m ovim iento de oposición. El enfrentam iento se irá agravando progresiva­ mente hasta desencadenar la crisis del s.I. ¿Qué graves suce­ sos se producen para que, ahora sí, sea lícito hablar de una crisis? Se suicida el Flam en de Júpiter y su cargo perm ane­ cerá vacante setenta y cinco años, se asesina al Pontífice M á­ ximo, se falsean partidistam ente los auspicios, los sacerdotes llegan a enfrentarse espada en mano, dejan de celebrarse ri­ tos venerables, se descuidan los templos, las fiestas se con­ vierten en ocasión de jolgorio10... Los desórdenes políticos, los azares de las guerras civiles vuelven a suscitar en los ciudadanos una angustia análoga a la experim entada anteriorm ente en la guerra de Aníbal. El hombre, preocupado por su porvenir, siente la necesidad de actuar solo, personalm ente, en pro de su bienestar terreno y de su salvación tras la muerte: el individuo se convierte en el único responsable de su destino espiritual. Esta evolución del sentim iento religioso está unida a la introducción de nuevos cultos de carácter místico, que darán lugar a la, en palabras de J. Bayet, gran m utación espiritual del s.I. XVI


El advenim iento de Augusto pone fin a la separación en­ tre lo sagrado y lo público, pues ambos aspectos em anan de la misma fuente: el emperador. Al igual que los m agistrados en la política, los sacerdotes se convierten en m eros asisten­ tes del sacerdote supremo. Su política religiosa está marcada por la obsesión de rem ediar la decadencia que se había pro­ ducido en este campo. D esplegará una gran energía para re­ conquistar los antiguos valores éticos y religiosos y restaurar los cultos ancestrales11, convencido com o estaba de que ha­ bía sido la superioridad moral alcanzada en tiem pos de Rómulo y Num a lo que había dado a los romanos la supe­ rioridad m ilitar sobre los pueblos limítrofes y que, si se recu­ peraba, garantizaría ahora a Roma la hegem onía universal12. La evolución de la m entalidad política, unida a la consi­ guiente evolución en la mentalidad religiosa, se traducirá en el nacimiento de un nuevo culto: el culto imperial. Era inevi­ table que el emperador, concebido en vida com o un ser ex­ cepcional, fuera divinizado tras su muerte. El culto im perial logró de m om ento colm ar las inquietudes espirituales de los súbditos, que participaban en él con una fe más intensa que aquélla con la que lo hacían en los cultos tradicionales. La extensión del derecho de ciudadanía favorecerá la adopción de los cultos orientales, que conocerán una extraor­ dinaria difusión en una Rom a cada vez más cosmopolita. Las razones del éxito de estas nuevas religiones son bien conoci­ das: hablan a los sentidos, conm ueven la sensibilidad, tocan el sentimiento religioso, satisfacen la inteligencia y la con­ ciencia de los hom bres13; consiguen, en suma, saciar las an­ sias espirituales de los individuos, que la religión oficial, pu­ XVII


ramente mecánica, no había sabido calm ar con sus frías cere­ monias. En el s.III los cultos que gozan de m ayor favor son los de carácter astral, en particular el culto al Sol, que se convierte en el beneficiario de un vasto m ovim iento sincretista que lo prom ueve al rango de dios suprem o14. Se propicia, así, el triunfo final del m onoteísm o cristiano, que supondrá el fin de la religión romana, abolida oficialm ente por un decreto del em perador Teodosio, el 24 de febrero del año 391.

NOTAS 1. J.A. NORTH, «La religione reppublicana», en Storia di Roma 2.1. La Repubblica Imperiale, Turín 1990, p.557; J. R u d h a r t , Notions fondamentales de la pense'e religieuse et actes constitutifs du cuite dans la Gréce classique, Ginebra 1958, p.5; J. SCHEID, La religión en Roma, Ma­ drid 1992, pp.XÜ y XIV. 2. J. B a y et , La religión romana. Historia política y psicológica, M adrid 1984, pp.52s. 3. A. BOUCHÉ-LECLERCQ, Manuel des Institutions romaines, P arís 1886, p.461.

4. G. D u m é z il , La religión romaine archaíque, París 1987 (2a ed.), pp.52s. 5. Nat.3.2.5. 6. D. P o r t e , Les donneurs de sacre. Le prétre á Rome, P arís 1989, pp.58-67.

7. G. D u m é z il , op.cit., p.451. 8. J. B a y e t , op.cit., pp. 161-164; G. D u m é z il , op.cit., pp.457 487. 9. J.A. NORTH, op.cit., p.575.

XVIII


10. J. SCHEID, op.cit., pp,118s. 11. J. B a yet , op.cit., pp.l87s.; M. LE G lay , La religión romaine, París 1991, pp.46-50; A.D. N o c k , Essays on Religión and the Anciení World, Oxford 1972, pp. 16-25. 12. R. G o r d o n , «From Republic to Principate: priesthood, religión and ideology», en Pagan priests (eds. M. Beard y J.A. North), Nueva York 1990, pp.l83s. 13. Fr. C u m o n t , Les Religions orientales dans le paganisme romain, Pa­ rís 1929 (4a ed.), pp.l7ss. 14. M.

le

G lay , op.cit., p.73.

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CARACTERÍSTICAS DEL DICCIONARIO Hemos pretendido que este Diccionario no fuera sólo un libro de consulta, sino tam bién un libro de lectura. Hemos te­ nido presente, en todo momento, al lector no especialista, pe­ ro interesado en el tem a, que pudiera acercarse a estas pági­ nas. Pensando en él hem os tratado de utilizar un lenguaje claro, sin tecnicism os ni términos latinos (los que han sido im prescindibles aparecen con su traducción correspondien­ te). Ello nos ha llevado, tras sopesar detenidam ente las ven­ tajas e inconvenientes, a traducir la m ayoría de las entradas y no sólo aquellas que tuvieran una forma españolizada san­ cionada por el uso. Pero no siempre ha sido posible la tra­ ducción, bien porque daba lugar a un neologism o excesiva­ mente innovador, bien porque, pese al parentesco fonético, se ha producido una desviación en el significado (deuotio no es equivalente a «devoción»). Se ha optado en estos casos por dejar la entrada en latín, señalando este hecho mediante letra cursiva, o por una transcripción, aproxim ando la grafía latina a la castellana. Somos conscientes de las incoherencias que pueden producirse, pero todas ellas son consecuencia de la necesidad de hacer el libro accesible al gran público. De todas formas, hem os querido atenuar, en la m edida de lo po­ sible, estos inconvenientes, mediante el recurso de poner en todas las entradas la forma latina original al lado de la forma XXI


castellana; adem ás, todas aquellas a las que la transcripción fonética ha desplazado considerablem ente del orden alfabéti­ co que les correspondía tienen entrada en su forma latina y desde ésta se rem ite a la forma castellana resultante. He aquí algunos ejem plos concretos. Casos de i consonante inicial de palabra: Iuppiter. —> Júpiter; diptongo -ae inicial: Aesculapius. —> Esculapio; s líquida inicial: Spes. -* Esperanza; lo mismo en algunos casos de traducción: Ver sacrum. -*■Pri­ mavera sagrada. Pensam os que así se puede com paginar la utilidad del D iccionario para quienes busquen un instrum en­ to de consulta general y para quienes traduzcan del latín. Por tratarse de un diccionario de carácter m onográfico he­ mos prescindido de lo que se conoce como envío simple, ya que cualquier térm ino desconocido que pudiera encontrar el lector y cuya explicación resulte inoportuna en el texto del artículo podrá localizarse en el lugar que le corresponda alfa­ béticamente. A sí pues, nos hemos limitado a lo que se conoce como artículo monográfico con envíos, indicando mediante el signo —*■la posible ampliación de contenido en otra voz. Nos parece im prescindible que cada artículo vaya avalado por una m ínim a bibliografía, así com o por las fuentes con­ sultadas para su redacción. Ambas figuran a continuación de su artículo correspondiente. La ordenación alfabética hace difícil la com prensión glo­ bal, la visión de conjunto de un tema tan amplio y variado como el que aquí se trata. Para m itigar este inconveniente hem os agrupado varios tem as en diversos cuadros: dioses agrarios, de la infancia, nupciales, abstractos, m anifestacio­ nes litúrgicas, objetos de culto y calendario de fiestas religiosas. XXII


Finalmente, querem os testim oniar nuestro agradecimiento a cuantos nos han alentado y ayudado en la realización de es­ te libro, especialm ente a M aría Esperanza Torrego Salcedo y Jesús de la Villa Polo, así com o a John Scheid y José Joaquín Caerols Pérez, que con sus m inuciosas sugerencias ha apor­ tado considerables correcciones al texto original.

XXIII



Acerra

A Abeona. Diosa que presidía el acto de alejarse. Protegía espe­ cialmente a los niños en sus primeros pasos, cuando se sol­ taban de los brazos de la madre (cf. abeo, «alejarse») [—>Ádeona\. Fu entes:

Aug.Ci'u.4.21.4; 7 .3 ; T ert.

Nat.2.11.

Acá Larencia (Acca Larentia). Diosa de naturaleza un tanto oscura. Originalmente era una divinidad de los suburbios rús­ ticos de Roma, personificación de la tierra fecunda, por lo que se la confunde con Telus, Ops, Dea Dia y Ceres. La leyenda la presenta como la esposa del pastor Fáustulo y no­ driza de Rómulo y Remo. Tenía doce hijos, con los que realizaba unas ceremonias destinadas a pedir la fertilidad de los campos. Muerto uno de ellos, tomó Ró­ mulo su lugar, siendo éste el ori­ gen del colegio de los -«Herma­ nos Arvales. Una versión etiológica de la le­ yenda la presenta como una prostituta, de donde surgiría la

tradición de que los gemelos habían sido amamantados por una loba, que se explicaría por el apodo de «lobas» que los ro­ manos solían dar a las rameras. Esta versión enlaza con otra, según la cual había sido una fa­ mosa cortesana que, tras pasar una noche en el templo de Hér­ cules, casó, gracias a la ayuda del dios, con un rico etrusco. Éste, al morir, le dejó una enor­ me herencia, que ella, a su vez, legó al Pueblo Romano. En agradecimiento, se instituyeron en su honor las —► Larentales, el 23 de diciembre [—‘Flora]. También se la identifica con la —► Madre de los Lares, debido a la similitud fonética de sus nombres. F u e n t e s : Am.3.23; Aug.Ciu.6.7; Cato apud Macr.Sor.1.10.16; D.H.1.84; Gell. 1.4; 7.7; Lact.£pif.20.3; Inst. 1.20.5; Liu. 1.4; Ou.Fasti 2.615; 3.56; Plin.JVcjr.18.2; P ía Rom As. ',Varro Lea.6.23s. B ib l io g r a fía : U. P e s t a l o z z a , «Mater Larum e Acca Larentia», Rendic. del Ist. Lombardo di Scienze e Lettere, 46(1933)905s.; D. S a b b a t t u c c i , «II mito di Acá Larentia», SMSR 29(1958) 41-76.

Acerra. Incensario. Cajita con tapadera, donde se guardaba el incienso que se había de quemar durante el sacrificio. También se 1


Acuelicio

daba este nombre a los pequeños altares portátiles donde se que­ maba incienso ante los muertos, antes de que las Leyes de las Doce Tablas prohibieran su uso por con­ siderarlo demasiado suntuoso. F u e n t e s : Cic.Leg.2.24; Fest. s.u.; Hor. Od 3.8.2; Ou.Afer. 13.703; Pomo4.8.39; Pers.2s.; Seruvte«.5.745,

Acuelicio (Aquaelicium). Cere­ monia religiosa que se practi­ caba en épocas de pertinaz se­ quía. Todos descalzos, los ma­ gistrados sin sus insignias, las mujeres con el cabello suelto, acudían en procesión hasta la fuente de Pico, en las proximi­ dades de la Puerta Capena, pa­ ra pedir la lluvia a —‘Júpiter Elicio f—► Lapis Manalis]. F u e n t e s : Fc&s.u.Aquaelicium y Ma­ nalis lapis; Nonj.K. Trulleum; Petr.44. 18;Seru^4e«.3.175;Tert.i4/w/.40.14.

Adeona. Diosa protectora del acto de regresar, especialmente si se trata de los primeros pa­ sos del niño (cf. adeo, «regre­ sar») [—► Abeona], F u e n t e s : Aug.Ciw.4.21.4; 7.3; T ert. N a l. 2 . 11 .

Ádito (adytum). Cámara secre­ ta de un templo, a la que exclu­ sivamente teman acceso los sa­ 2

cerdotes. Propia, sobre todo, de los templos en los que se con­ sultaban los oráculos, ya que en ella se ocultaban los encar­ gados de provocar los efectos sobrenaturales con que los sa­ cerdotes acompañaban las res­ puestas proféticas. F u e n t e s : Caes.Ciw.3.105.5; L u c .C im . 5.41-161; Verg^4en.6.98.

Adolenda. Diosa agraria. Era una de las cuatro divinidades invocadas por los Hermanos Arvales en los ritos expiatorios que debían realizar cuando cor­ taban un árbol del lucus de Dea Dia. Se ocupaba, concretamen­ te, de la cremación del árbol (cf. adoleo, «quemar») [-*Coinquenda, Comolenda, Deferundaj. F u e n t e s : Acta Aru. 183, 224 = CIL 6.2099,2107.

Adoración (adorado). Testi­ monio de veneración que se rendía a los dioses. Se expresa­ ba por la actitud y los movi­ mientos del cuerpo: la cabeza ligeramente inclinada hacia de­ lante, las rodillas semiflexionadas, la mano derecha tocando el objeto reverenciado (una es­ tatua, un altar, etc.), mientras que la izquierda se llevaba a la


Agonio

boca (ad os, de donde deriva el término adoratió). Otra manera de testimoniar la veneración, considerada más vil y propia de pueblos bárba­ ros, era mediante la adulación (adulado), que consistía en postrarse y tocar con la cabeza en el suelo. F u e n t e s : Amm.15.5; 18; 21.9.8; Apul. Apol56\ Flor. 1; iVto.4.28; Am.1; Aur. Vict.39.4; G.cAtt.5.21; Quiru.1.1; Verr.2. 4.43; Curt.8.5; D.C.59.4.27; 60.5; Euseb. VC 4.51-, Eutrop.9.26; Iuu.6.47; Lampr. Alex.lS- liu5.21; 9.18; 30.16; Lucr.1.317; 5.1197; Nep.Con.3; Ou.Afef. 1.357; 7.631; Pl.Curc.1.69; PlinJVar. 11.45; 28.225; 5; 29.20; 523; Quintimt. 11.3; SueMug. 52; Vit.2; TncAnn.1.10; Ten.Ieiun.\6\ Val.Flac.8.246.

Adríades (Adryades). [-►Dría­ des].

ner en comunicación a los no­ vios y de lo concerniente a la aportación de la dote (cf. affero, «aportar»). F u e n t e s : T e rt.A to .2 .1 1.

Agenoria. Diosa de la activi­ dad. Incita a los hombres a la acción [-+ Agonio, Peragénor]. F u e n t e s : A u g .C itt.4 .11.4; 16.1.

Agonales (Agomlia). Fiestas en las que se celebraba un —►ago­ nio. Tenían lugar los días 9 de enero (en honor a —»Jano), 17 de marzo (a -* Marte), 21 de mayo (a —Veyovis) y 11 de diciem­ bre (a -►Sol Indígete). F u e n t e s : L y d .M m s.4 .1 5 5 ; M a cr.S a/. 1.4.7. O u .Fasti 1.318-334; 5.721s.; Varro ¿o r.6 .1 2 ;1 4 .

Aedicula. [—►Edícula]. Aedituus. [-►EdítuoJ. Aesculanus. [-►Esculano],

Agonio (agonium). Sacrificio de un camero, realizado por el Rey de lo sagrado, que tenía lu­ gar cuatro días al año [—►Agona­ les], F u e n t e s : T ert .Nat.2.11.

Aesculapius. [-*Esculapio]. Aeternitas. [-> Eternidad]. Aferenda (Afferenda). Diosa nupcial que se ocupaba de po­

Agonio (Agonius). Dios de la actividad [—►Agenoria, Peragé­ nor]. F u e n t e s : M a cr.S a/. 1.4.15; P a u l.F e st. s .« .;S e n .C o n /r.2 .3 .1 9 ; V a rro ¿ a f.6 .1 4 .

3


Aius Locutius

Aius Locutius o [-►Ayo Locucio].

Loquens.

Albúnea. Deidad de naturaleza oscura, a la que se había consa­ grado un lucus, una fuente a la que se atribuían virtudes proféticas y un templo en Tíbur. También se la identifica con una de las —►Sibilas. F u e n t e s : P lin.A ta.31.2.18; V ergyten.7. 831;V itr.2.8;8.3.

Alemona. Diosa de la infancia que se encarga de alimentar (ialere) al niño cuando se halla en el vientre materno. F u e n t e s : Ter t Anima 37.

Alio die («para otro día»). Fór­ mula augural por la que se in­ dica que los -►auspicios eran desfavorables y se aplazaba para otro día la consulta que se estuviera realizando. F u e n te s :

Cic.Leg.2.31;Phil.2.83.

lateral o en la parte inferior, por donde salía el vino de las libaciones o los jugos que des­ prendían las víctimas quema­ das. Solían alzarse ante el pór­ tico de un templo, ante las imá­ genes de los dioses, cerca del impluvio de una casa, etc. Los gramáticos señalan dife­ rencias entre ara y altare. Se­ gún ellos, el ara era de dimen­ siones más reducidas y estaba dedicada indistintamente a los dioses inferiores y superiores, mientras que el altare lo estaría exclusivamente a éstos últimos. El altar más conocido es el Ara Pacis de Augusto, erigido en Roma en el 9 a.C., que se con­ serva en la actualidad. F u e n te s : F e s t .s.u.altare;

Lucr.2.353; PMtt/.4.1.20; Aíosf.5.1.45; Plin.Pan. 1; Plin.Ata. 15.40; Quint.ZVc/.12. 26; Seru.£c/.5.66; Verg./4en.4.453.

Áltor («Alimentador»). Dios de la tierra fecunda. F u e n t e s : A u g .Ciu.l.23.

Almo (Almus, «Alimentador»), Epíteto de -+ Júpiter. Altar (ara, altare). Construc­ ción elevada de forma cuadra­ da o circular, en la que se que­ maban las ofrendas hechas a los dioses. Teman un orificio 4

Ambarvales (Ambarualia o Ambaruale sacrum). Fiesta de la purificación de los campos, que se celebraba el 29 de ma­ yo. Cada propietario llevaba a los tres animales componentes de una —►suovetaurilia en pro­


Ana Perena

cesión alrededor de las mieses todavía sin madurar. Antes de proceder al sacrificio, dirigía una plegaria a —►Marte, en la que le pedía su protección so­ bre los campos, los rebaños y los miembros de la casa, a fin de que la recolección resultase próspera, el ganado fecundo y las personas gozasen de buena salud. La ceremonia terminaba con una danza acompañada de canto. Con la llegada del Cristianismo no se suprimen las Ambarvales, sino que se transforman en las procesiones y letanías ma­ yores que tienen lugar el día de San Marcos, el 25 de abril, con las que se bendicen los cam­ pos, a fin de que Dios los fe­ cunde y se obtenga una esplén­ dida cosecha. F u e n t e s : Cato/4gr.l41; Liu.l.44.1s.; Macr.Saí.3.5.7; Seru.£c£3.77; 5.75; Ge.1.345; Tib.2.1; Varro Rust.2A.10; Verg. Ge. 1.345-350. B ib l io g r a f ía : T. P a s q u a l e t t i , «Quid inter carmen Ambarvale et Rogationes christianas intersit», Latimtas 4(1954) 296-300.

Am burbio (amburbium o amburbialé). Ceremonia expiato­ ria que se celebraba el 2 de fe­ brero, en la que las víctimas,

antes de ser sacrificadas, eran llevadas solemnemente en pro­ cesión en tomo a la ciudad. F u e n te s : ApuljVfó. 3.25; Paul.FesL s.u.\ Seru.£c/.3.77; Str.5.3.2; \ b p vlur. 20.

Ana Perena (Arma Perenná). Es la diosa de los años, a la que se invocaba para pasar el año (armare) y vivir mucho tiempo (perennare). Según Ovidio, se trata de Ana, la hermana de Dido, que, des­ terrada de Cartago a la muerte de ésta, consiguió, tras mucho tiempo, reunirse con Eneas, ca­ sado ya con Lavinia. Temerosa a causa de los celos de ésta, huyó y desapareció en las aguas del río Numicio. Allí lle­ garon en su busca servidores de Eneas y escucharon la voz de Ana, que les dijo que había sido convertida en ninfa y que en ese río perenne (amne pe­ renne) tenía su refugio. Esta etimología del nombre de la diosa es falsa y se basa simple­ mente en la homofonía de am­ ne y Anna, que no tienen entre sí ninguna relación semántica. Hay otra versión sobre el ori­ gen de esta diosa, transmitida también por Ovidio, según la cual, se trataría de una anciana 5


Anciles

que había acudido en auxilio de la plebe cuando ésta se retiró al Monte Sacro (494 a.C.), distri­ buyendo alimento entre los ne­ cesitados. En agradecimiento le erigieron una estatua y la ve­ neraron como diosa. Se la ha identificado, en oca­ siones, con otras diosas como Luna, Temis, ío o la Atlántide que fue nodriza de Júpiter. En su honor se celebraba una fiesta el 15 de marzo [-»Fiesta de Ana Perena]. F u e n t e s : Lyd.A/e/is.4.36; Macr.Saf. 1.

12.6; Ou.Fasti 3.146; 523-696; Varro Men. 150. B ib l io g r a f ía : G . D u m é z il , Le Fes­ tín de l ’immortalité, París 1924, p. 133; M. G u a r d u c c i , «II culto di Arma ... nelle iscrizioni siculi di B u scemi, e il culto latino di Arma Perenna», SMSR 12(1936)25-50.

Anciles (Ancilia). Escudos sa­ grados que se guardaban en la Curia de los —*Salios, en el Pa­ latino. Según la leyenda, Júpiter, des­ de el cielo, había enviado a Numa un escudo como garan­ tía del poderío del pueblo ro­ mano. El escudo era de bronce, de pequeño tamaño, ovalado, recortado en la mitad por am­ bos bordes, lo que le daba for­ 6

ma de un violín, por lo que le llamaron ancile, de ambo caedo, «cortado por los dos lados» (Plutarco da otras posibles eti­ mologías). Como la suerte de Roma estaba unida a la del escu­ do, para evitar que fuera robado, Numa encargó a —►Mamurio que construyera otros once igua­ les al que había caído del cielo. El artesano realizó tan maravi­ llosamente su trabajo que, a partir del momento en que fue mezclado el original con las copias, aquél resultó irrecono­ cible. Numa eligió a doce jóve­ nes patricios, sobresalientes en virtud y hermosura (los Salios), para que fueran los guardianes de los escudos. Se decía que estos escudos se agitaban por sí mismos para avisar que se acercaban mo­ mentos de peligro para Roma [-♦Lanzas de Marte]. El 1 de marzo que, según la tradición, era el día en que ha­ bía caído del cielo el primer es­ cudo, los Salios los sacaban en procesión por la ciudad. Cic.Diu.130-, D.H.2.70s.; Fest.s.u.Mamuri Veturi; Flor.£jE>ir.68; Liu.5.52; Lyd.Mms.4.36; Ou. Fasti 3. 373-392; PluJV«m.l3; SenMe/j.8.188; 8.664; Val.Max 1.8.11; Varro Lat.7.43; Verg^eK.8.664. Fu en t es:


Angeronales B ib l io g r a f ía : G . D u m é z il ,

Tarpeia,

París 1947, pp.241ss.

Anclabris. Mesa de pequeño tamaño, que se utilizaba en los sacrificios. En ella se coloca­ ban los instrumentos necesa­ rios, así como las entrañas de la víctima para su inspección por parte del —»arúspice. F u e n t e s : Fest-s.w.

Anclabris y Esca-

riae.

Angerona. Diosa de oscura na­ turaleza, sobre cuyo campo de actuación hay muchas dudas. En el altar de la diosa Volupia se hallaba una estatua de Ange­ rona, que la representaba, en una actitud enigmática, con la boca vendada y un dedo sobre los labios en el gesto dé pedir silencio. En un principio se pensó que se trataría de una diosa infernal, por la relación que hay entre el silencio y la muerte, pero más recientemen­ te se ha propuesto una explica­ ción diferente, basada en la comparación con otros mitos indoeuropeos. Según esta teo­ ría, una de las intenciones del silencio es concentrar el pensa­ miento, la voluntad, la palabra interior y obtener por esta con­ centración una eficacia mágica

que no tiene la palabra pronun­ ciada: es por su silencio y la concentración de fuerza místi­ ca, que éste procura, como An­ gerona debía cumplir su tarea: salvar al sol del peligro. Sería, pues, la diosa del solsticio de invierno, que ayudaría a superar el sentimiento de angustia que se experimenta al irse acortando los días (angustí dies). Ésta es la ra­ zón que explica que su fiesta, las -♦Angeronales, se celebrara el 21 de diciembre. Según otra hipótesis, Angerona era el nombre secreto de Ro­ ma, que estaba prohibido pro­ nunciar por temor a revelarlo a los enemigos [—►Flora]. Sería precisamente este secreto lo que ordenaba con el gesto la imagen de la diosa. Cic.Fin. 1.11.37-39; 2.4.1114; Fests.a. Angeronae deae; Macr.&tf. 1.10.7s.; 3.9.4; Plin.Ate.3.65; 28.2.4; Seru^4en.2.351; Sol.1.1; 6; Tert.Ato.2. 11; Vano ¿oí. 7.23. B ib l io g r a f ía : G . D u m é z il , Déesses latines et mythes védiques, Bruselas 1956, pp.44-70; M. R e n a r d , «Á pro­ pos d’Angerona et d’une ume étrusque», Lat. 45 (=Hommage á G. Dumézit) (1960)168-171. F u en tes:

Angeronales o Divales (Alige­ ro nalia, Diualia). Fiestas en honor de -►Angerona, que se 7


Aniversario de Ceres

celebraban el 21 de diciembre, en las que los Pontífices ofre­ cían un sacrificio a la diosa en la Curia Aculeya. F u e n te s : M acr.Saf.1.10.7; V arro

Lar.6.

jarrón, una estatuilla de Roma, y, a veces, un ancla, la proa de un barco, un timón (ya que las provisiones, en esta época, lle­ gaban principalmente por mar).

23.

F u e n t e s : Inscr.Orelli

Aniversario de Ceres (Anniuersarium Cereris). Fiesta en ho­ nor de -* Ceres, instituida du­ rante la Segunda Guerra Púni­ ca, que se celebraba unos días después del 2 de agosto, fecha del aniversario de la derrota de Cannas (era una fiesta móvil). En esta fiesta, en la que se con­ memoraba el reencuentro de Ceres y Prosérpina, las matro­ nas, tras nueve días de absti­ nencia sexual, ofrecían, vesti­ das de blanco, guirnaldas de espigas como primicia de las cosechas [-►Ayuno de Ceres, Ceriales].

Antevorta. También llamada Prosa, Prorsa, Pórrima. Es una de las tres —*Carmentes, diosas de los nacimientos y de la pro­ fecía. En su primer aspecto, in­ tervenía en el parto, cuando el niño venía de cabeza. En el se­ gundo, cantaba proféticamente lo que ya había sucedido [—►PosvortaJ. Su fiesta, las segundas -►Carmentales, se celebraba el 15 de enero.

C\c.Leg.22\\ Ou.Ato. 10.

Anxurus («de Anxur»). Epíteto de —►Júpiter.

F u en tes:

431-435.

Anona (Annona). Diosa que, a partir del Imperio, personifica­ ba el aprovisionamiento de ví­ veres (annona). Se la suele representar en compañía de -►Ceres, con el cuerno de la abundancia en la mano y, a un lado, un modio, una espiga, un 8

1810.

Gell.16.16.4; Macr.&jf. 1.7.20, Ou.Fasti 1.630-636; SenMerc.8. 336; 12.139;Tert.Ato.2.11.6. F uen tes:

Apex. Bastoncillo de madera de olivo, puntiagudo, forrado de lana, que coronaba el bonete con el que se cubrían los Flámines y los Salios. Albogalerus, GelL 10. 15.3; Liu.6.41; Ou.Fasti 3.397; Seiu. Aen 10.270. F u en tes: F e s L m


Apoteosis

Apolo (Apolló). Dios griego, sin equivalente en el panteón romano, por lo que, al ser im­ portado a Italia, conservó sus características originarias. Fue uno de los primeros dioses griegos que se introdujo en Ro­ ma: con motivo de la peste del año 433 a.C. fue adoptado co­ mo dios curador, invocándose­ le bajo la advocación de Médi­ co y dedicándosele un templo cerca del Capitolio (431 a.C.). Figura entre los dioses a los que en el 399 a.C. se les dedicó el primer -*lectistemio. En el 212 a.C. se instituyeron en su honor los -«Juegos Apolinares para recabar la ayuda del dios contra Aníbal. Dos poderosas familias, la de Sila y la de César, lo considera­ ron protector de sus casas, co­ mo si se tratase de un dios fa­ miliar. También Augusto sintió por Apolo (de quien se decía que era hijo) especial devo­ ción: a él atribuyó su victoria de Accio y, en señal de grati­ tud, instituyó en su honor unos juegos, los Actia, y le dedicó un templo en el Palatino, al que hizo trasladar los —►Libros Si­ bilinos, anteriormente guarda­ dos en el Capitolio, junto a los

sacerdotes que los custodiaban, los Quindecénviros. Este Apo­ lo del Palatino reunió los atri­ butos de todos los Apolos que le habían precedido. Asimismo, durante la celebración de los —►Juegos Seculares del año 17 а.C. se dedicó el tercer día de las fiestas a Apolo y a su her­ mana Diana: para esta ocasión escribió Horacio el Carmen Saeculare. F u e n t e s : Liu.3.63.7; 4.25.3; 5.13.4; 25.12; 40.51; Macr.Saf.1.17.15; 17.27; Ou.Fasti 6.703s.; Aíeí.l.416s.; 452s.; 3.534s.; Plu.SKtf.29.10; SemAen.3.13; б.617;8.30;Ge.l.l4. B i b l i o g r a f í a : J. C a r c o p i n o , La Basilique Pythagoricienne..., T- ed., Pa­ rís 1943; F r . C u m o n t , Symbolisme funeraire..., París 1942; J. G a g É , Recherches sur les Jeux Séculaires, Pa­ rís 1934; Apollon Romain: Essai sur

le cuite d ’Apollon et le de'veloppement du “ritus graecus” á Rome, des origines á Auguste, París 1955; P. L a m b r e c h t s , «La politique apollinienne d’Auguste», Nouvelle Clio 5(1953)65-82.

Apoteosis (apotheosis). Deifi­ cación de un mortal que ha destacado por sus cualidades. Aunque entre los romanos se ad­ mitía que tras la muerte los hombres se convertían en —►Ma­ nes, dioses protectores de sus fa­ milias, la apoteosis no fue co­ 9


Arcano

mente en los primeros siglos de Roma, donde sólo se da el precedente de Rómulo, que tras su muerte fue divinizado como el dios Quirino. Ningún otro personaje histórico fue deifica­ do hasta Julio César. A partir de aquí se convertiría en prácti­ ca habitual entre sus sucesores. La apoteosis debía ser decreta­ da por el heredero del trono o por el Senado. La ceremonia revestía gran solemnidad. Una vez colocados los restos en el sepulcro, se exponía en el pala­ cio, durante siete días, una imagen de cera del emperador, revestida con los ornamentos del triunfo. Al octavo día, la imagen era llevada, a hombros de caballeros y senadores, en procesión por el Foro hasta el Campo de Marte, donde se ha­ bía levantado una pira, que se­ mejaba un altar de tres o cuatro pisos que disminuían progresi­ vamente, y decorados con esta­ tuas, tapices y otros adornos. En la cúspide se colocaba la imagen en un lecho espléndido, rodeado de hierbas aromáticas. Acto seguido, los soldados de caballería e infantería corrían alrededor de la pira (decursio) y arrojaban a ella las recom­ 10

pensas militares que hubieran recibido por su valor. Se pren­ día fuego y de la parte superior echaba a volar un águila que, según se creía, llevaba el alma del difunto al cielo. La apoteosis sobrevivió al pa­ ganismo. Los primeros empe­ radores cristianos fueron deifi­ cados por el Senado, pero la apoteosis había perdido su pri­ mitivo carácter religioso, hasta quedar reducida a una simple muestra de adulación. Cic.Ato.2.62; VXor.EpitA. 12; Hdn.4.2; Ou.Fasti 3.701-704; Met. 14.585-608; 15.843-870; Prud. Sym. 1.245-265; Sv¡z\.Augl\ 42; 59; 60; 70; 100; Cal.21; Dom.2; Iul.16; 88; Vesp.23; Tac^4nn.4.37s.; 13.2; Tert. F u en tes:

Apol.34. B i b l i o g r a f í a : J. A r c e , Funus Imperalorum: Los funerales de los empe­ radores romanos, Madrid 1988; J. B a y e t , Croyances et rites dans la Rome antique, París 1971.

Arcano (Arcanus). Epíteto de —►Júpiter.

Arculo (Arculus). Dios protec­ tor de las arcas en que se guar­ daba el dinero. F u e n t e s : F e st.s .u .


Argeos

Archigalo (Archigallus). Jefe de los ->•galos, sacerdotes de -►Cibeles. Argentino (Argentinas). Dios de las monedas de plata, hijo de —*Esculano, dios de las de cobre. F u e n t e s : A u g .C ¡'« .4 .2 1 .5 ;2 8 .3.

Argeos (1. Argea; 2. Argei, «argivos»). 1. Capillas, en número de 24 o 27, consagradas por Nu­ ma y repartidas entre las cuatro partes de la ciudad antigua (Septimontio, Viminal, Quirinal y Foro), que el pueblo visitaba una por una los días 16 y 17 de mar­ zo. Se ignora qué relación guar­ daba esta ceremonia con la que se explica a continuación. 2. Maniquíes de juncos que, en número de 27 o 30, tras una pro­ cesión presidida por los Pontífi­ ces y magistrados, eran arroja­ dos por las Vestales al Tíber des­ de el —‘Puente Sublicio. A la ceremonia, que tenía lugar el 14 de mayo, asistía la Flamínica Dial, vestida de luto, sueltos los cabellos, en actitud de plañidera. No está claro el significado de este rito, pero parece contener vestigios de inmolaciones hu­ manas. Ovidio ofrece dos expli­

caciones al respecto: según la primera, antiguamente se sacri­ ficaban a Saturno dos víctimas humanas, hasta que Hércules las sustituyó por hombres de paja. La segunda versión alude también a la llegada de Hércu­ les, acompañado de un grupo de griegos, la mayoría de Ar­ gos, que se establecieron en la región; como añoraban la pa­ tria, pidieron que a su muerte arrojasen sus restos al río, para que las aguas los condujesen a Grecia, pero los herederos op­ taron por enterrarlos y lanzar en su lugar muñecos confeccio­ nados con juncos. Ovidio recha­ za expresamente que existiera la costumbre de echar al río a los sexagenarios o que los jóvenes tirasen a los ancianos desde el puente para así disfrutar ellos solos del derecho al voto, prác­ ticas de las que se encontrarían huellas en esta ceremonia. 1. EnnA nn.Jr. 64 Segura; Gell.10.15.3; 16.4; Liu.1.21.5; 22; 33.6; Ou .Fasti 3.791s.; Varro Lat.5. 45-54; 7.3. 2. D.H.1.38.2s.; Enn^wi. fr.64 Segura; Fests.u.; Gell.10.15.3; Ou .Fasti 5.621-662; Varro L a tí .44. B i b l i o g r a f í a : L. C l e r i c i , «Die Ar­ gei», Hermes 77(1942)89-100; A. G r o t h , «Der Argeerkultus», Kl. 22(1929)303ss.; J. LE G a l l , ReF u e n te s :

11


Aricina cherches sur le cuite dii Tibre, París

1953, pp.83-87.

Aricina («de Aricia»). Epíteto de —>Diana. Armilustrio (Armilustrium). Fiesta de la purificación de las armas, que tenía lugar los días 19 de marzo y 19 de oc­ tubre, es decir, cuando se sa­ le a campaña y cuando se vuelve de ella, respectiva­ mente. Los ciudadanos se di­ rigían, con armas, a un lugar, llamado también Armilustrio, en el monte Aventino, donde se celebraban sacrificios al son de trompetas. Liu.27.37; F e s t ,s.u.\ Plu. Rom.23; Varro ¿ai.2 .153;6.22. F u e n te s :

ciertos fenómenos naturales: rayos, relámpagos, terremotos, eclipses, etc. Los arúspices (de procedencia etrusca) gozaban de menor prestigio que los -►augures (de origen romano): decía Cicerón que era sorprendente que al en­ contrarse dos arúspices no se echaran a reír el uno del otro. No obstante, sus servicios eran muy solicitados por la gente del pueblo. También había mujeres que se dedicaban al mismo menester (Haruspicae). CatAgr.6.4; Cic.Caí.3.9; DiuA.39; 92; 2.24; 28-37; 51; 53; 62; 75; Fam.6ASA; Har.passim; Leg.2A\ Nat. 1.71; Cdí.Rust. 1.8.6; D.H.2.22.3; Gell.4.5; Liu.42.20.1-3; Pl.C«rc.483s.; P1u.SnZ/.7.7-11; Sal.Caí.47.2; Val.Max. F u en tes:

l.l.l. B ib l io g r a f ía : A. B o u c h é -L e c l e r c q ,

Arquis. Diosa protectora de los arcos de la casa.

Histoire de la divination dans l ’Anriquité, t. 4, París 1882.

F u e n t e s : T ert. Nat.2 .15.

Arúspices (Haruspices). Adi­ vinos que anunciaban la volun­ tad de los dioses, mediante el examen de las entrañas (espe­ cialmente el hígado) de los ani­ males sacrificados [ - ‘Extispicio]. También había otros arús­ pices que hacían sus prediccio­ nes mediante la observación de 12

Arvales [—‘Hermanos Arvalesj. Ascenso (Ascensus). Dios de las laderas de los montes y de las cuestas de los caminos. F u e n t e s : Tert.Ata.2.15.

Aspersión (aspersio). Acción de asperger agua, como purifi­


Atis

cación, antes de realizar un sa­ crificio a los dioses inferiores (si el sacrificio era a los dioses superiores había que lavarse todo el cuerpo o, al menos, las manos y la cara). Esta ceremo­ nia se hacía con una rama de laurel o con una varita hecha expresamente con este fin.

tras la muerte. Un águila con­ ducía sus almas hacia el sol.

F u e n t e s : C ic.¿<?g.2.10; O u .Fasti 5.

M e s m il d u B u is s o n , Études sur les dieux phe'niciens hérités par l ’empire romain, Leiden 1970; P. P e r d r i z e t , «Atargatis», en Mékmges F. Cumont

6 7 9 ;V e rg J4en .4 .6 3 5 .

Atárgatis. Diosa siria de la fe­ cundidad, representada como mitad mujer y mitad pez. Su culto fue introducido en Ro­ ma, donde se la conocía con el nombre de Diosa Siria, por es­ clavos y comerciantes a finales de la República. Era una diosa bienhechora de la humanidad. A ella se atribuía la invención de las ciudades y la organización de la vida civil y religiosa. Sus templos estaban servidos por sacerdotes castrados, como los de —‘Cibeles, diosa con la que a veces es identificada, así como con Venus y Rea. Su culto era el de una —►reli­ gión mistérica: sus fieles de­ bían pasar por una iniciación y se les prometía la resurrección

Apul.Mef.8.25-29; CIL 6. 116, 399, 32316, 32462, 7.759, 9.4187, 6099, 10.1554; Luc.Syr.DPlin.iVaf.32.17; Plu. Crass. 17; Mar. 17. B i b l i o g r a f í a : F. C u m o n t, Études Syriennes, París 1917; Les Religions orientales dans l ’Empire romain, París 1929, pp.l74s.; J.G. F é v r ie r, La religión des Pcánvyréniens, Paré 1931; R. DU F u e n te s :

2, Bruselas 1936, pp.885-891.

Atis (Attis). Dios frigio asocia­ do al culto de —► Cibeles. Origi­ nariamente había sido mortal. Joven de extraordinaria belle­ za, la diosa se enamoró de él y le hizo guardián de su templo, con la condición de que se mantuviera virgen, pero Atis se enamoró de una ninfa y faltó a su promesa. Enterada Cibeles, cortó el árbol al que estaba li­ gada la vida de la ninfa y ésta murió. El joven enloqueció y en medio de una crisis de locu­ ra se castró. Esta acción era imitada por los -* galos, sacer­ dotes de la diosa. Cibeles vol­ vió a aceptarle en su culto y tras su muerte lo elevó al rango de los dioses. 13


Auguráculo

El culto de Atis llegó a ser ofi­ cial en Roma bajo Claudio. Pos­ teriormente fue asimilado al Sol. Del 15 al 27 de marzo se cele­ braba una serie de ritos y cere­ monias en los que se repre­ sentaban los dramáticos acon­ tecimientos de la vida del dios [-►Fiesta de Atis]. Am.5.5-7; Catul.63; D.S. 3.58s.; F in n .£ rr .3 ; Ou.Fasti 4.223s.; Paus.7.17.9; Pwd.Perist. 10.1061-1075; Seruj4en.7.761. B ib l io g r a f ía : J. C a r c o p in o , «La Réforme romaine du cuite de Cybéle et d'Attis», en Aspects mystiques de la Rome paienne, París 1942, pp.49s.; J. G . F r a z e r , Atys et Osiris, Études de religions orientales comparées, París 1926; H. G r a il l o t , Le cuite de Cybé­ le, Mere des dieux, á Rome et dans l ’Empire romain, París 1912. F u en tes:

Auguráculo (auguraculurri). Lu­ gar, considerado puro, en el que se colocaban los —►Augures para observar el vuelo de las aves. En Roma había uno en el Quirinal y otro en el Capitolio. Éste últi­ mo era un pequeño cuadriláte­ ro situado en la ciudadela (arx), en el sitio en que actualmente se alza la iglesia de Santa Maña in Aracoeli. También otras ciudades tenían su auguráculo. 14

Cic.Off3.66; Liu.1.18.6; 10. 7.10; Paul.Fest.174; Val.Max.8.2.1; Varroia/.7.8. B ib l io g r a fía : A. M a g d e l a in , «L’auguraculum de l’Arx á Rome et dans d’autres villes», REL 47(1969)253269. Fu en tes:

Augural (augurale). Lugar del campamento militar, a la dere­ cha del pretorio (tienda del ge­ neral), donde se tomaban los —►augurios. F u e n t e s : Quint.//«r.8.2.8; TacAnn. 2.13.1; 15.30.1.

Augures. Sacerdotes romanos, cuya función era consultar los -►auspicios. Se les consideraba los sacerdotes más antiguos de Roma. En un principio eran tres y su número fue creciendo hasta llegar a diecisiete en tiem­ pos de César. A partir de Au­ gusto, el Senado tiene la facul­ tad de nombrar tantos como juzgue necesario. Forman un colegio, pero no están presididos por un jefe, sino que son totalmente independientes entre sí. Tienen actas y comen­ tarios [—>Libros augurales]. Se reunían para deliberar en las nonas de cada mes y emitían su opinión por orden de edad. Cuando quedaba vacante un


Augurio, auspicio

puesto, se presentaban candi­ datos, avalados por los Augu­ res, entre las personas con más mérito de la ciudad (Cicerón, por ejemplo, fue augur), y ellos mismos elegían a uno (coopta­ do), cuidando de no nombrar a nadie que fuera enemigo de al­ guno de los existentes. El cargo era vitalicio y no se podía per­ der ni siquiera por condena ju­ dicial; no era incompatible con las magistraturas. Gozaban de gran prestigio: en la paz y en la guerra los magistrados tenían que recurrir a ellos para cual­ quier asunto y someterse a su dictamen. Además de la consulta de los auspicios, atendían también a la -+ inauguración de las ciuda­ des, templos, etc. Sus insignias eran la trábea (to­ ga blanca con una franja púr­ pura) y el -*lituo. App.BC 2.150; Aug.Ci'w.6. 3;Char. p.98; 112;Cic^4c.2.38; Agr.2. 7; Brwr.l; 31; 77; Din. 1.17; 40s.; 58; 2.17s.; 33-35; 38; Domo 15; Ep.Brut. 1.5; Fam.3.21; 7.26; Har.9; Leg.2.8; 12s.; 3.4; 8; Nat. 1.33; 2.4; 3.2; Off3. 16; Phil.2.2; 8; 12s.; 32; 34; 43; Rep. 1.40; 2.9; 31; Senect.l8\ Cod. /«sf.9.18.5; Cod. Theod.9.1 6.4; Dig.4. 8.32.4; D.C.37.24; 39.17; 41.43; D.H.l .84; 2.22; 64; 3.70; Flor.Epir.89; Gai.1.130; 2.7; Gell.1.12; 6.7; 7.6; F u en tes:

13.14-16; 14.1; 15.27; Inscr.Orelli 811, 939, 2130, 2176, 2284, 2335, 2434,2649s„ 2853,3162,3191,5670, 6023,6481; Liu.l.ós.; 18;36;3.20; 32; 4.4; 7; 10.6; 8; 40; 27.8; 36; 47; 29.38; 30.26; 40.42; 41.28; 45.12; 15; 44; Lyd.Aíe/is.4.1; Macr.Sar. 1.9.14; 16. 19; 3.13.11; Non.95.8; Paul.Fest.16 L.; 157; 161; 237; 241; 249; 253; 289s.; 298; 317; 322; 343-345; 351; PL4s.2.1.11; Men. 1.2.54; Plin.E/>.4.8; 10.8; PlinJVaf. 10.20.45; 18.3.3; Plu. Marc.3; 5; Num. 14; Rom. 6; Plb.21.10; Prisc.6, p.719; 8, p.791 P; [Prob.] £c/.6.31; Seru^len.1.398; 2.178; 3. 537; 4.45; 5.738; 9.20; Suet.Ca/.12; Claud.6\ 22; Gramm. 12; Tac./lnn. 1.3; 3.9; Hist. 1.2.77; Val.Max. 1.1.1 y 3; VarroLa/.5.5; 21; 33; 47; 58; 83; 7.51; Rust3.6; Vlp.10.5.

Augurio, auspicio (augurium, auspicium). Los escritores ro­ manos confunden a menudo ambas palabras y las emplean como sinónimas. Atendiendo a la etimología, el augurio sería el oficio del augur y auspicio el medio o la técnica que emplea­ ba para cumplirlo. Algunos es­ critores antiguos daban otras diferencias: el augurio se busca ex profeso, se manifiesta en unas aves determinadas, se to­ ma en la ciudad; el auspicio se presenta sin buscarlo, se mani­ fiesta en cualquier ave, se toma fuera de la ciudad. Pero, por lo 15


Augurio de la Salud

general, ambas palabras se usan indistintamente. En defi­ nitiva expresan la técnica de consulta e interpretación de los distintos signos que permiten conocer la voluntad de los dio­ ses. Festo distinguía cinco clases de signos: 1) Los procedentes de las aves. Éstas, a su vez, se dividían en oscines, que daban augurios por el canto, y alites, que los daban por el vuelo. Éstas últi­ mas son las que constituyen el objeto primordial de la auspicina. El augur, previamente, deli­ mitaba una región del cielo, a la que se llamaba templo, en la que iba a hacer la observación. Se situaba en el —►auguráculo, mirando hacia el Sur, y con el —»lituo trazaba en el cielo una serie de líneas imaginarias: una de norte a sur y otra de este a oeste, y las encerraba en un cuadrado, trazando sendas lí­ neas paralelas a éstas. Era buen augurio si las aves aparecían por la izquierda del augur, ma­ lo si lo hacían por la derecha. También se tenía en cuenta si volaban alto o bajo (buena se­ ñal en el primer caso y mala en el segundo). 16

2) Los procedentes del -♦tripu­ dio, es decir, del comporta­ miento de los —‘pollos sagra­ dos en el momento de comer. 3) Los procedentes del cielo: trueno, rayo, relámpago. Al igual que con el vuelo de las aves, los que se producían en el lado izquierdo eran señal de buen augurio y de malo los del derecho. Entre los griegos ocu­ rría al contrario. 4) Los procedentes de los cua­ drúpedos. La observación de los movimientos y las actitudes de los animales en los límites de un templo era similar a la de las aves, pero en tiempos de Cicerón ya había caído en de­ suso y no se volvería a emplear nunca más. 5) Los procedentes de presa­ gios funestos, que sucedían de modo fortuito. Estos portentos fueron muy frecuentes en los úl­ timos siglos de la República. Otra clasificación de los auspi­ cios atendía a si las señales se presentaban sin haberlas solici­ tado, auspicios oblativos (de offero, «salir al encuentro»), o si lo hacían en virtud de una petición a los dioses, auspicios impetrativos. Los primeros no teman valor legal y podían re-


Augusta

chazarse no prestándoles aten­ ción o despreciándolos. Los se­ gundos debían pedirse en vir­ tud de un pacto con los dioses, cuya fórmula era recitada en voz alta por el augur, indicando el espacio y el tiempo en que debían presentarse. También podían ser mayores o menores, según la dignidad del magistrado que tenía derecho a ellos.

giosa que se celebraba a la en­ trada en funciones de los nue­ vos cónsules. Éstos, tras la consulta de los auspicios, ele­ vaban oraciones a la diosa —►Salud, pidiendo su protec­ ción sobre el Pueblo Romano. Para llevarla a cabo era necesa­ rio que hubiera paz dentro y fuera de la ciudad. Dejó de practicarse en los últimos tiem­ pos de la República, hasta que Augusto la reinstauró en el 27 a.C. También la celebraron Ti­ berio y Claudio después de él.

F u e n t e s : Amm. 15.7.8; Am.2.67; Ca­ pel.1.26; CicAtt.9.1; Diu. 1.15s.; 35; 39; 48; 53; 2.11; 23; 31; 34-36; Domo 14; 16; 55; Leg. 1.16; 2.12; 3.3; 19; Mzf.2.3s.; 64; Phil.5.3; Vat.8; D.C. 38.13; 46.33; D.H.2.5; Gell.6.6; 13. 15; Hor.CW.3.27.1-5; Xsxá.Orig. 12.7; Liu.1.36; 4.2; 18; 6.41; 8.23; 30; 32; 9.14; 38; 10.3; 40; 42; 59; 22.42; 23.19; 22; 36; 33.31; Non.92; Ou. Mer.5.550; Paul.Fest.64 L.; 197 L.; 205 L.; 234 L.; 244 L.; 260s. L.; 298 L.; 339 L.; 347 L.; 363 L.; 371 L.; PMs.2.1.12; Plin.Mzí.8.23.84; 57. 233; 10.8.21; 12s.; 17.39; 19.43; 11. 37.174; 28.2.11 y 17; Plu. Ma/c.5; 12; [Prob.]£c/.9.13; Sen.íVof. 2.32; Seru. Aen.1.393; 397s.; 2.693; 3.60; 246; 361; 374; 4.462; 5.7; 517; 6.190; 198; 7.141; 9.630; 12.259; Sil.1.535; StaL Theb.3.5l3\ SueLCIaud22; TdcAnn.12. 43; Hist. 1.18; Val.Max.1.1.5; 4.2-5; Varro Lat.6.76; VergJ4en.2.692; 4.462; 7.141;9.630; Ge.1.470.

B ib l io g r a f ía : L. D e l a t t e , Recherches sur quelques fétes mobiles du Calendrier romain, Lieja 1937, pp. 27-36.

Augurio de la Salud (Augurium Salutis). Ceremonia reli­

Augusta. Epíteto de -*Juno y de —*■Providencia.

F u e n t e s : Cic.Diu. 1.47.105; D.C.37. 24; 51.20; Fest.s.w. Máximum praetorem; Suet^4ttg.31; Tac Ann. 12.23.1.

Augurio del perro (Augurium canarium). Sacrificio de un pe­ rro rojo a —► Robigo. No tenía fecha fija de celebración. El Pontífice señalaba el día, que tenía que ser antes de que las espigas salieran de su vaina. F u e n t e s : Plin.A 'aí. 18.14.

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Augustales

Augustales [-«Cofrades Au­ gustales].

Auspicio (auspicium) [-«Au­ gurio, auspicio].

Averno (Auernus). Mansión de los muertos, el infierno, cuya entrada estaba situada, según los poetas romanos, en el lago del mismo nombre, cerca de Cumas. Es el equivalente latino al Hades de los griegos. F u e n t e s : Cic.Tusc.1.37; Liu.24.12.4; Ou Am. 3.9.27; VeTgAen.6.126.

Averrunco (Auerruncus, «El que aparta barriendo»). Dios que libra de males a los hom­ bres y a las cosechas. Gell.5.12.14; Paul.Fest.511. 14 L.; Varro Lat.l. 102.

Fu en tes:

18

Ayo Locucio (Aius Locutius o Loquens, «La voz que habla»). Personificación de una voz so­ brenatural que desde el bosque de Vesta avisó a un tal Marco Cecidio que alertara a los ro­ manos de la inminente llegada de los galos cuando la invasión del 390 a.C. Tras retirarse és­ tos, el dictador Camilo le erigió un templo en la Via Noua. Esta fue la única manifestación de este dios. F u e n t e s : Cic.Diu. 1.101; 111; 2.69; Gell.16.17.2; Liu.5.32.6; 50.5; Plu. Cam. 30.

Ayuno de Ceres (Ieiunium Cereris). Resta en honor de -«Ceres, que se celebraba cada cinco años el 4 de octubre. Fue instituida en el 191 a.C. por indicación de los -«Libros Sibilinos. F u e n t e s : Liu.36.37.


Bacanales

B Bacanales (Bacchamlia). Fies­ tas en honor de Baco, de carác­ ter mistérico y orgiástico. Ha­ bían llegado de Grecia a Roma a través de Etruria y Magna Gre­ cia, en una fecha imposible de determinar. Se formaban diver­ sos grupos que, varias veces al mes, celebraban iniciaciones nocturnas. Los iniciados po­ dían ser de ambos sexos, pero tenían que ser menores de veinte años. Se supone que se daban las mismas características de los misterios helenísticos: los can­ didatos, antes de la iniciación, debían guardar castidad duran­ te un periodo de tiempo; una vez iniciados, debían prestar un juramento secreto; unos simbo­ lismos, más o menos terrorífi­ cos, les garantizaban la felici­ dad después de la muerte. El punto culminante de los ritos era el acto de descubrir el cesto que contem'a el falo y el huevo místico. Todo ello en medio de un frenesí que desembocaba en una orgía, en la que tomaban parte, principalmente, las mu­

jeres, entregándose todos a ex­ cesos sin freno. Es casi seguro que las pinturas de la Villa de los Misterios de Pompeya alu­ den a la iniciación en los mis­ terios dionisíacos. Pero en el año 186 a.C. se pro­ dujo una reacción contra estas celebraciones. Una denuncia vino a acusar a los bacantes de crimen y libertinaje y el Sena­ do decidió actuar de inmediato. Un senadoconsulto (cuyo tex­ to, en una placa de bronce, se conserva actualmente en el Museo de Viena), alegando ra­ zones de orden público y de moralidad, las reprimió san­ grientamente: se habla de miles de condenas a muerte (no vol­ verá a suceder nada parecido hasta las persecuciones contra los cristianos). No se suprimie­ ron por completo, pero se exi­ gió una autorización senatorial para poder celebrar una cere­ monia báquica y se limitó a cinco (dos hombres y tres mu­ jeres) el número de participan­ tes en estos misterios. F u e n t e s : Cic.Leg.2.21.37; CIL 1.581;

Liu.39.8.3-19.7; 41; 40.19.9; Ou.Met. 6.587-600; 7K4.1.41; Val.Flac.3.20; V arroiaf.7.87. B ib l io g r a f ía : Y. B e q u ig n o n , «Observations sur l’Affaire des Baccha-

19


Baco n a le s » , RA b ib lio g ra fía );

1(1941) 184-198 (co n A.J. F e s t u g ié r e , «Ce q u e Tite-Live n o u s a p p re n d s u r les m y sté re s d e D io n y so s » , MEFR 66 (1954)77-99; T. F r a n c k , « T h e B acc h a n a lia n c u lt o f 186 B .C .» , CQ 21(1927)128ss.; G . M e a u t is , «Les asp ects relig ieu x d e r A ffa irc d e s B ac-

REA 42(1940)476-485; M.P. N il s s o n , «The B a c c h ic M y sterie s o f th e R o m á n A g e » , HThR 46(1953)175-202; J.M. P a il l e r , Bacchanalia. La répression de 186 av. J.C. á Rome et en ltálie: vestiges, images, tradition, R o m a -P a rís 1988; ch an ales» ,

G . T a r d it i , « L a q u e s tio n e d e i B ac-

186 a.C.», PP 37(1954)265-287; J.J. U r r u e l a , «La

c a n a li a R o m a n e l

re p re sió n d e la s B a c a n a le s e n R o m a e n 186 a.d.J.C.», HAnt 4(1974)49-

67.

Baco (Bacchus). [ -* Líber]. Banquete de Júpiter (Epulum Iouis). Banquete que, en nom­ bre de la plebe, los —► Septénviros Epulones ofrecían a Júpiter Epulón, el 13 de noviembre, durante la celebración de los —►Juegos Plebeyos. A Júpiter, que comía recostado, lo acom­ pañaban Juno y Minerva, que lo hacían sentadas. También participaba el Senado y, proba­ blemente, gente del pueblo. La comida era frugal, el mobilia­ rio austero; durante el banquete 20

se cantaban himnos a los dio­ ses y a los héroes romanos. El 13 de septiembre, durante la celebración de los ->Juegos Romanos, también se ofrecía a Júpiter un banquete similar, pe­ ro al de este día no se le con­ sideraba como auténtico ban­ quete de Júpiter. La mención más antigua de es­ ta celebración se remonta al 213 a.C. Con el paso del tiem­ po pierde su carácter austero y deja de celebrarse una vez al año para hacerlo en cualquier circunstancia o a expensas de particulares con afán de popu­ laridad. F u e n t e s : Am.7.32; Cic .Brut.l5\Mur. 77; D.C.39.30; 5.2 y 8; 57.2 y 12; 59.8

11; D.H.2.23; Gell. 12.8.2-4; Liu.25. 2.10; Mart.12.48.1 ls.; Sen.Ep. 15.72; 98.13; Suetj4«g.35; Val.Max. 1.7.4; 2.1.2; 7.5.1. y

Barbata («Barbada»). Epíteto de -►Fortuna. Belona (Beliona). Diosa de la guerra (bellum), hermana o es­ posa de —‘Marte. Se la identifi­ ca con la diosa griega Enio y, asimismo, con Nerio y Miner­ va. Aparece representada con distintas armas y conduciendo el carro de guerra de Marte. Te­


Bona Dea

nía un templo en el Campo de Marte en el que se realizaban diversas ceremonias relaciona­ das con la guerra. F u e n t e s : Aug.C¡K.4.11.2;

24.1; 6.10; Gell.13.23s.; Ou.Fasti 6.201-208; Pl. Amph.42; Stat.ThebA.5; 5.155; Verg. Aen. 7.319; 8.703.

Bidental. Templete en el que se alzaba un altar sobre el lugar en que había caído un rayo [-♦Puteal]. El nombre se debe al hecho de que en su consa­ gración se sacrificaba una ove­ ja de dos años (bidens). F u e n t e s : Apul.Socr.7; F e st-s.« .;G e ll.

16.6; Hor.Poef.471; Liu.1.20; Macr. Sar.7.9; SenMen.4.57; 6.39; Varro Lea.5.42.

Bifronte (Bifrons). Epíteto de —'-Jano. Bona Dea («Buena Diosa»). Diosa de la fecundidad. Esposa de —*•Fauno, fue modelo de castidad y virtud hasta el día en que encontró una jarra de vino y se emborrachó, lo que provo­ có la cólera de su marido, que la azotó con ramas de mirto hasta matarla. Luego, lleno de remordimientos, instituyó un culto en su honor y le tributó honores de diosa. Una variante

de la leyenda nos la presenta co­ mo hija de Fauno: al no acceder a los requerimientos amorosos de su padre, éste la golpea con varas de mirto y sólo consigue sy. propósito tras metamorfosearse ambos en serpientes. Es­ tas leyendas explican por qué es­ tán excluidos de su fiesta los hombres y el mirto. Ésta se cele­ braba en los primeros días de di­ ciembre [—*Fiesta de Bona Dea]. Tenía un templo en un lucus, al pie del Aventino. Se la identifica con Ops, Maya, Prosérpina y la diosa griega Damia (su sacerdotisa era lla­ mada d a m ia trix y el sacrificio que le ofrendaban damiutri). Se la representa con un cetro en la mano y una cepa de vid curvándose sobre su cabeza; al lado, un cántaro de vino y una serpiente sagrada; en ocasiones aparecía con la cornucopia en la mano. Am.1.36; 5.18; CicAtt. 1.12.3; 13.2;5.21.14; 15.25; Domo 53. 136; Har.5.8; 17.37; Leg.2.9.21; Mil. 29.86; D.C.37.39; Inscr.Orelli 1272, 1522s., 1943; Iuu.2.85; 6.338; Lact Inst. 1.22; Macr.Stff. 1.12.23s.; O u^rs 3.244; 637; Fasti 5.148s.; Plu.Caes. 9s.; G'c.28; Prop.4.9.23-25; SenMen.8. 314; Tert.Mzf.2.9; Tib.1.6.21; Varro Rust.215. Fu en tes:


Bubona

Bubona. Diosa protectora de los bueyes, en cuyo honor, al parecer, se celebraban unos juegos, llamados Bubecios (Bubetii). F u e n t e s : Aug.C¡«.4.24.2; 34.4.

Buena (Bona). Epíteto -♦Fortuna y —‘Mente.

de

Buen Suceso (Bonus Euentus). Dios agrario que velaba por el buen resultado de las cosechas, al que posteriormente se tomó la costumbre de invocar en cualquier circunstancia de la vida. A su culto estaba consa­ grado un templo, cercano al Panteón, que albergaba una es­ tatua del dios, obra de Praxíteles (que originariamente era la imagen de un agathodaemon, genio griego del bien). Se le representaba con los rasgos de un joven imberbe, los cabellos ceñidos con una amplia cinta, generalmente de pie, sostenien­ do en su mano derecha una pá­ tera y en la izquierda un mano­

22

jo de espigas. También puede aparecer con el cuerno de la abundancia en una mano. Amm.29.6.191; Cato Agr. 141; Plin.JVa/.34.8.19; 36.5.4; Varro Rust.1.1.6. F u e n te s :

Bula. Amuleto consistente en una cápsula de metal o de cue­ ro (según la posición social del portador) en cuyo interior se guardaban pequeños objetos a los se atribuían virtudes protec­ toras, en especial, contra el mal de ojo. Se imponía al niño en la ceremonia del —‘día lustral y la llevaba colgada al cuello hasta la mayoría de edad (en tomo a los 17 años), en que se despojaba de ella y se la ofre­ cía a los Lares —o a Hércules, los niños, o a Juno, las niñas— en una ceremonia que terna lu­ gar en las fiestas - ‘Liberales, el 17 de marzo. F u e n t e s : CicAtt.6.1.12; Verr. 1.58; Iuu.5.165; Liu.26.36; Macr.Saf. 1.6.9; 2.10; Ou.Fasti 3.771; Pers.5.30s.; Petr.60; P1.Rud. 1171; Plin.Ato. 23.1.4; Prop.4.1.131; SueMwg.66.


Cacio

C Caballo de Octubre (October Equus). Ceremonia relacionada con la fecundidad y la guerra, que tenía lugar el 15 de octu­ bre. Se celebraba una carrera de carros en el Campo de Mar­ te y al caballo de la derecha de la biga que había obtenido la victoria se le rodeaba el cuello con un collar de panes, «para el éxito de las cosechas», y se le sacrificaba a golpes de venablo en el altar del dios (se supone que el ministro del sacrificio era el Flamen Marcial, aunque no hay constancia de ello en ninguna fuente). A continua­ ción se le cortaba la cola y era llevada corriendo a la Regia, para que algunas gotas de san­ gre cayeran sobre las cenizas del altar allí situado; finalmen­ te era quemada y las cenizas resultantes eran uno de los in­ gredientes con que las Vestales preparaban el -»sufimen que se había de utilizar en las fies­ tas Paliles. La cabeza del caba­ llo se la disputaban los vecinos de la Sacra Via y los de la Subura; si vencían aquéllos, la

colgaban en el muro de la Re­ gia, y si eran éstos los vence­ dores, en la torre Mamilia. No hay unanimidad entre los especialistas acerca del carác­ ter agrario o bélico de este rito. F u e n t e s : D.C.43.24; Fest.l78s. L.; 246 L.; 295s. L.; Liu.35.10; 40.45; Ou.Fasti 4.629ss.; 6.306; Paul.Fest.71 L.; 179 L.; 220 L.; 246 L.; Plin.Ata. 28.9.40; Plb.12.4b; Prop.4.1.19s.; Seru. Aen. 1.317;8.285; 663; T ac. Ann. 1.61. B ib l io g r a f ía : G. D u m é z il , Rituels indoeuropéens á Rome, París 1954; Fétes romaines d ’e'té et d ’automne, París 1975; W. M a n n h a r d t , Mythologische Forschungen, Estrasburgo 1884, pp.l56ss. y 170ss.; HJ. R o se , Someproblems ofclassical Religión, Oslo 1950, pp_5s.; J. T u r p in , «Fétes», REL 53 (1975)55.

Caca. Diosa del fuego. Había sido elevada al rango de los dioses por Hércules, en agrade­ cimiento por haberle revelado dónde estaban escondidos los bueyes que le había robado su hermano —►Caco. En su honor se mantenía encendido un fue­ go perpetuo, como en el culto de Vesta, diosa con la que aca­ bó identificándose. F u en tes:

Lactina. 1.20.36; SeniAen.

8.190-199.

Cacio (Catius). Dios que dota­ ba a los jóvenes del sentido de 23


Caco

la perspicacia (cf. catus, «agu­ do»). F u e n t e s : Aug.Ciw.4.21.3.

Caco (Cacus). Demonio del fuego, ligado al mito de —►Hér­ cules. Al pasar el héroe por el Aventino, donde vivía Caco, éste le robó el ganado que con­ ducía. Informado de dónde es­ taba oculto por -*Caca, herma­ na del ladrón, se produjo un combate, en el que Caco en­ contró la muerte a manos del héroe. F u e n t e s : D.S.21; D.H.1.39s.; Liu.l. 7.3s.; Ou.Fasti 1.543s.; 5.643s.; 6.79s.; Prop.5.9.1s.; Seruj4en.8.190s.; 203; Sol. 1.8; Tz.//.5.21; Verg^len.8.190s. B ib l io g r a f ía : J. B a y e t , Les Origi­ nes de l ’Hercule romain, París 1926, pp.l45s

Calátor. Asistente de los sa­ cerdotes, que, entre otras, terna la función de preceder a éstos por la calle cuando se dirigían a celebrar un sacrificio, dando voces para que cesara toda ac­ tividad, a fin de que no quedara profanada e invalidada la cere­ monia. También recibía el nom­ bre de praecia. F u e n t e s : Fest.

p.287.6; Macr. Sat. 15. 10; Pl.Werc.5.2.11; ft.4.2.52; Rud.2. 3.5; Seru.Ge. 1.268; Suet. Gramm. 12.

24

Calendario. Registro en el que se señalaban los días de fiesta en honor de los distintos dio­ ses, los aniversarios de la con­ sagración de un templo, la con­ memoración de sucesos favora­ bles o desgraciados y los —►días fastos y nefastos. En sus orígenes había sido un calendario lunar: los tres días fijos, calendas, nonas, e idus, se corresponden con las fases de la luna. Al principio, sólo contaba con diez meses: de marzo a diciembre (calendario de Rómulo) y un total de 304 días, lo que daba lugar a graves problemas, ya que cada año las estaciones caían en fechas dis­ tintas. Se imponía la necesidad de reformarlo y así Numa aña­ dió dos meses más, llegándose a alcanzar 355 días; para adap­ tar este calendario lunar al ci­ clo solar, cada dos años se aña­ día un mes de veintidós o vein­ titrés días, llamado mercedonio. Será Julio César quien dará la solución definitiva, es­ tableciendo un calendario de 365 días, al que cada cuatro años había que añadir un día a febrero (este calendario de Cé­ sar, reformado ligeramente por el Papa Gregorio XII, es el que


Candelífera

rige en la actualidad). Desde el punto de vista religio­ so, estaba organizado en dos ciclos: el guerrero y el agrario; el año se cerraba con un perio­ do funerario y de purificación. Hor.Sctf.1.3; 5.87; Ou.Fasti 1.47-54; 3.99ss.; 115-166; 5.423s.; Sen.Ben.1.2; 7.10; Ep.Sl; VarroLat.5. 40; 6.27. F u en tes:

B ib l io g r a fía : M .A . M a r c o s C a s ­

P. Ovidio Nasón. Fastos, M a ­ drid 1984, pp.47-70. quero,

Calva. Epíteto de -»Venus. Camena. Diosa de la infancia que enseñaba al niño la música y el canto [-»la voz siguiente]. F u e n t e s : Aug.Gw.4.11.4.

Camenas (Camenae, Casmenae). Ninfas de las fuentes, que también presidían los cantos proféticos. Compartían con —►Egeria un bosque sagrado en las afueras de Roma, cerca de la puerta Capena, a cuya fuente acudían a diario las Vestales a buscar agua para sus servicios religiosos. Con el tiempo aca­ baron identificándose con las Musas griegas. Se creía que inspiraban a quien bebiera del agua de su fuente.

Aug.Ciw.4.11; Capel. 1.1; D.H.7.77; Gell.18.9; Iuu.3.13; Liu.l. 21.3; Ou.Fasti 2.570; 3.275; Met.14. 335ss.; 15.482; Plin.Na/.34.19; Plu. Num.S; 13.2; Prop.3.10.1; Seru^4en.8. 330; Ecl.l .21; Verg .Ecl.3.59. F u en tes:

Camilos, -as (camilli,-ae). Ni­ ños, pertenecientes a familias nobles, que asistían a los sacer­ dotes en los sacrificios. Debían ser patrimi y matrimi (sus pa­ dres debían estar vivos), de condición libre e hijos de un matrimonio por —>confarreación. Se les menciona expresa­ mente como asistentes del Fla­ men Dial, de la Flamínica y de los Hermanos Arvales, aunque se supone que también los de­ más colegios sacerdotales dispo­ nían de ellos. Esta institución servía para preparar a los jóve­ nes para el sacerdocio. F u e n t e s : Acta Aru:23s.,

37; Cic.Domo 45.118; 55.141; Har. 11.23; Phil. 13.5. 12; D.C.59.7; D.H.2.22.2; Fest.su. Flaminius', Gell.l .12; Liu.21.62; 27.6. 16; 30.26.7.10; 37.2.6; Macr.Saf.1.6. 13; 3.8.7; 9.12; 0bseq.40; PluJVwn.7; Seru.^en.11.543; 557; 768; Ge.1.31; Tac./fof.4.53.

Candelífera. Diosa que en el momento del parto encendía una candela de cera. F u e n t e s : Tert. Nat.2.11.

25


Canéfora

Canéfora (cariephoros). Mujer que en las procesiones de Ce­ res, Baco y Minerva llevaba en la cabeza un cestillo llano, que contenía un pastel sagrado, in­ cienso, una guirnalda y el cu­ chillo que se había de utilizar en el sacrificio [—►Cistóforo]. F u e n t e s : Cic.Verr.4.3; Ou.Mef.2.711713;Plin.Ata.36.4.7.

Canente (Canens). Ninfa de extraordinaria belleza, hija de Jano y de -* Venilia. Según Ovidio, estaba dotada de gran­ des aptitudes para el canto —de ahí su nombre: Canens, «La que canta» —, con el que con­ seguía efectos semejantes a los que se atribuían al mítico Orfeo: podía mover las piedras y los árboles, aplacar a los ani­ males salvajes y detener la co­ rriente de los ríos, así como a las inquietas aves. Estaba casa­ da con —► Pico, rey del Lacio, y ambos se amaban entrañable­ mente. Circe, la maga, se ena­ moró de él y, al ser rechazada por éste, lo convirtió en ave (el pico). Su esposa lo buscó por espacio de seis días hasta que, extenuada, llegó a orillas del Tíber, donde, tras cantar su 26

desgracia por última vez, se di­ solvió en el aire. F u e n t e s : Ou.Met. 14 .3 2 0 -4 3 4 . Capis o cape do. Vaso de arcilla, con un asa, empleado en los sa­ crificios como aguamanil. F u e n t e s : Cic.Afe.3.17; Par. 1.2.11; Rep.6.2; Liu.10.7; Petr.52.2; Plin.JVar. 37.7; 20; Varro ¿oí.5.121.

Capta («Cautiva»). Epíteto de —►Minerva. Caprotina. Epíteto de —►Juno. C árdea. Diosa protectora de la entrada de la casa, concreta­ mente del quicio de la puerta (cf. cardo) [-*Fórculo y Limentino]. Se la identifica con -►Cama. F u e n t e s : Aug.CíM.4.8.6; 6.7.

Caristes (Caristia o Cara cog­ nado). Fiesta que cada familia celebraba el 22 de febrero. Tras haber honrado los días prece­ dentes [—<-Parentales y Ferales] a sus difuntos, se reunían los parientes vivos y ofrecían in­ cienso a los dioses de la fami­ lia y un daps a todos ellos, per­ sonificados en el —>Lar Fami­ liar. La fiesta acababa con una


Carmentales

libación de vino a los Lares, a los que, en tiempos del Impe­ rio, se añadió la mención del - ‘Genio del Emperador. Ovidio, siguiendo una etimolo­ gía falsa, pero popular, relacio­ na el nombre de esta fiesta con el de cari, «seres queridos». C\c.Offl. 17.57; Ou.Fasti 2.617-638; Plin.No/.35.11.4; Val.Max.

Fuen tes:

2.1.8.

Carmenta. También llamada Carmentis. Originariamente era una linfa o ninfa de las aguas. Terna poderes mágicos y el don de la profecía (al que debía su nombre: carmen, «canto profético»). Con el tiempo pasó a atribuírsele también la función de protectora del parto de las mujeres. En esto coincide con sus dos hermanas, —►Antevorta y Posvorta (algunos ven en es­ tos nombres dos epítetos de la diosa, que aluden a dos especializaciones opuestas de su función). Pasaba por ser la madre o, más raramente, la esposa del mítico rey Evandro. Se le atribuía el papel de educadora de los pue­ blos latinos, a los que había en­ señado el abecedario, bien di­ rectamente, o por medio de su

hijo. Se la confunde con Fatua, Fau­ na, Bona Dea y con las Parcas (que eran tres hermanas, como las - ‘Carmentes). En sus as­ pectos de profetisa y maga se aproxima a la Sibila. Como diosa de los nacimientos está asociada a Jano, dios de los principios. Cerca de la Puerta Carmental tenía un pequeño santuario. Su culto era atendido por el Flamen Carmental [-*Flámines]. Sus fiestas, las —►Carmentales, se celebraban los días 11 y 15 de enero. Aug.C¡'w.4.11; D.H.1.31; 40; Hyg.Fa6.277; Isid.Oríg. 1.4.1; 5. 39.11; Liu. 1.7.8; 27.37.11; Macr.So/. 1.7.20; Ou .Fasti 1.461s.; 467; 471536; 617-636; Paus.8.25.2; Plu.flom. 21.4; Seru^4í’n.8.336ss.; Sol. 1.10; 13; Str.5.3.3; V e te e n . 8.333-341. B ib l io g r a f ía : R. P e t a z z o n i , «Carmenta», SMSR 17(1941)1-16. Fu en tes:

Carmentales (Carmentalia). Fiestas en honor de —►Carmen­ ta, que se celebraban los días 11 y 15 de enero. El primer día compartía la fiesta con ->Jutuma, el segundo con sus her­ manas, -+ Antevorta y Posvor­ ta. El Flamen Carmental, asis­ 27


Carmentes

tido por los Pontífices, ofrecía un sacrificio incruento, pues como diosa de los nacimientos no podía tener ningún contacto con la muerte: ni siquiera se podía introducir en su santua­ rio objetos de cuero, es decir, piel de animales muertos. Según Ovidio, el origen de las segundas Carmentales se re­ monta a los tiempos en que las matronas romanas se negaron a tener hijos, por habérseles su­ primido el privilegio de ser lle­ vadas en carruaje, privilegio que habían obtenido al desprenderse de sus joyas a fin de que con ellas Camilo pudiese pagar lo que había prometido al Orácu­ lo de Delfos por la conquista de Veyes. Los senadores tuvie­ ron que revocar su decisión y las mujeres, en señal de grati­ tud, erigieron un santuario a Carmenta y se instituyó la fies­ ta correspondiente. F u e n t e s : Cic.Brut.14; Gell.16.16.4; Macr.Saf.l.l6.5;Ou.Fasri 1.461-586; 617-636; Seru.zleH.12.139; Varro Lat. 6.12; Veig^en.8.333; 341.

Carmentes. Son tres herma­ nas, —►Carmenta, Antevorta y Posvorta, diosas de la profecía y de los partos. F u e n t e s : Aug.Ci'tt.4.11.4.

28

C am a. Diosa protectora de los órganos vitales del hombre; también se cuidaba de la asimi­ lación de los alimentos. Como diosa de la infancia se preocu­ paba de desarrollar y endurecer los músculos del niño, y como diosa agraria, de la última fase de la madurez de los frutos y del engorde de los animales, razón por la que, en las fiestas —►Camares, se le ofrecía un puré de habas y tocino, alimen­ tos que, por otra parte, contri­ buían más que ningún otro a dar fuerza al cuerpo, según Macrobio, y libraban de los do­ lores de entrañas a quienes los comiesen ese día, según Ovi­ dio. Cuenta este autor que, en un principio, era una ninfa llama­ da Crane, a la que Jano, en compensación por haberle arre­ batado la virginidad, le conce­ dió la protección de los quicios y los goznes de las puertas, por lo que se la identifica con -►Cárdea. Relata, asimismo, cómo salvó a Proca, futuro rey de Alba, que había sido ataca­ do por las —►Éstriges, mons­ truos que devoraban las entra­ ñas de los recién nacidos, en­ troncando así con la función


Cástor

original de la diosa, la protec­ ción de las visceras. Su fiesta se celebraba el 1 de junio. F u e n t e s : Aug.C¡«.4.8;

6.7; Cic.Tusc. 1.6.18; Hor.Sa/.2.161; 326; Lucr.6. 1150; Macr.Sar.1.12.31-33; Ou .Fasti 6.101-182; Petr. 135.4; 136.1; Plin. Nal. 18.12.3; Teit.Cor.13; Idol. 15; Ate.2.15. B ib l io g r a f ía : G. D u m é z il , «Carna», REL 38(1960)87-98; «Religión romaine et critique philologique, 1», REL 39(1961)87-91.

Car nares (Carnario.). Fiestas en honor de —►Cama, que se celebraban el 1 de junio. Se le ofrecía un sacrificio consisten­ te en un puré de habas y tocino. Esta fiesta era conocida, popu­ larmente, con el nombre de «calendas de las habas». F u e n te s :

Ou.Fasti 6 .1 7 0 -1 8 2 .

Cástor y Pólux (Castor et Pollux, Castores, Dioscuri). Dio­ ses griegos que entraron en Ro­ ma a través de Túsculo, de donde fueron «evocados» du­ rante la guerra latina [-►Evoca­ ción]. Se decía que en la bata­ lla del lago Regilo (496 a.C.) aparecieron dos jóvenes jinetes que, luchando al lado de los ro­ manos, inclinaron en favor de éstos el resultado del combate. Esa misma tarde, dos jóvenes

caballeros, con su mismo as­ pecto, fueron vistos en el Foro; tras dar de beber a sus caballos en la fuente de -*Jutuma, anun­ ciaron la victoria y desaparecie­ ron. Identificados estos jóvenes con los Dioscuros, se les alzó un templo en el Foro, al lado del de Vesta. Se les consideró patrones de la caballería roma­ na: el 15 de julio tema lugar un desfile ecuestre que iba desde el templo de Marte, en las afueras de la ciudad, hasta el templo de Cástor y Pólux. Posteriormente se les atribuye­ ron otras funciones: protectores de los marinos, que los invoca­ ban en las tempestades; garan­ tes de los juramentos y de los tratos comerciales y bancarios (en el interior de su templo se depositaban los testamentos, tratados, convenios, etc.); pro­ tectores de los muertos, a los que guían en el Más Allá; divi­ nidades astronómicas. Se les identificó con los —►Pe­ nates de Roma. En su honor se celebraban fies­ tas en el Circo Flaminio el 8 de abril y el 13 de agosto. Cic.Diu. 1.43.98; Nat.2.69; 3.5; 21.53; Quinct.ll; Ven.2.1.49; CIL 1.377; D.S.4.56; D.H.1.68; 6.13.2; Fest..s.w. stroppus et struppi; Tuscus;

F uentes:

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Catino Gell. 11.6; Hyg.fafe.8; Hor.CW. 1.3; 12. 25; 77.10; Saí.2.1.26; Inscr.Orelli 1564, 1571; Iuu.14.268-272; Lact. to r.l.lO ; Liu.2.19.20; 42; Luc.D. deor.26; Ouy4rs 1.260; Fasti 1.705708; 4.71; 5.700; S eaDiaL 2.13; Teit. Spect.S; Val.Max.2.29; Varro Lat.4.10; 5.68;74;Verg.Ge.3.89. B ib l io g r a f ía : M. A l b e r t , Le cuite de Castor et de Polka en Italie, París 1883; R. B l o c h , «L’origine du cuite des Dioscures á Rome», RPh 34 (1960)182-193; R. S c h il u n g , «Les Castores romains á la lumiére des traditions indo-européennes», Lat 45 (1960)177-192.

Catino (catinus o catinum). Plato hondo de arcilla, vidrio o de cualquier material noble, en el que se llevaban las pastillas de incienso que se iban a em­ plear durante el sacrificio. F u e n t e s : ApulApoL 18.22; 44.5; Cato Agr.84; Hor.Sar.l .3.92; 6.116; 2.4.75 y 77; Iuu.6.343; 11.109; Pers.3.111; 5. 182; Plm.Naf.30;3.21;Suet.Ga«w 18; Vano Lat.5.121; Rust. 1.63.

Cávea. Jaula en la que se transportaban los —►pollos sa­ grados. F u e n t e s : Cic. Diu.2.33; Nat.2.3.

Céculo (Caeculus). Dios que apaga la luz de los ojos de los moribundos. F u e n t e s : Tert.Ate.2.25.

30

Cerda presentánea (porca praesentaneá). Cerda con cuyo sacrificio se purificaba la fami­ lia en la que se hubiera produ­ cido una muerte. El sacrificio era ofrecido a —►Telus y Ceres y se realizaba con el difunto de cuerpo presente (de ahí el nom­ bre que se daba a la víctima). F u e n t e s : F est.s.u .

praesentanea.

Cerda propiciatoria (porca praecidanea). Cerda que el campesino sacrificaba a Ceres antes de que comenzara la co­ secha. También se llamaba así la cerda que había de sacrificar a -►Telus y Ceres quien hubie­ ra descuidado la obligación de cumplir con los funerales que se deben a los difuntos. F u e n t e s : C a to

Agr. 134;Gell.4.6.7.

Ceremonia novendial (nouendiale sacrum). 1. Novena en la que se realizaban sacrificios diarios para conjurar la lluvia de piedras. 2. Sacrificio que se celebraba el noveno día de los funerales. Se ofrecía a los —►Manes del difunto. F u e n t e s : l.Liu.l.31.4;30.38.9.

2.Apul. Met. 9.31; Aug.//e/tf. 1.172; D.C.67.9.3; 69.10.3; Porph. Epod.ll AS;Seru.Aen.5. 64;Tac^4nn.6.5; Varroapud Non.48.


Ceriales

Ceremonias nonales (sacra nonalia). Ceremonia religiosa, que tenía lugar en la Arx los días de las nonas, en la que el Rey de lo sagrado proclamaba ante el pueblo las fiestas que habían de celebrarse desde ese día hasta las nonas siguientes. F u e n t e s : Macr.Saf.1.15.12;

Varro Lat.

6.28.

Ceres. Diosa, originariamente, del crecimiento, que fue adqui­ riendo, con el tiempo, un nue­ vo carácter, el de divinidad agraria, quedando su protec­ ción reservada exclusivamente al crecimiento de los cereales. Su identificación con la diosa griega Deméter es muy tem­ prana. De ella tomó sus carac­ terísticas personales, así como sus ceremonias y ritos. Todo su culto se basaba en modelos griegos; hasta tal punto es así, que incluso sus sacerdotisas eran griegas. Forma parte de la Tríada Aventina [—►Tríadas divinas]. Su culto era atendido por un Fla­ men. Frecuentemente se la aso­ cia a -» Telus. En su honor se celebraban distintas fiestas: -►Ceriales, -►Aniversario de Ceres y —► Ayuno de Ceres.

También tenía relación con el matrimonio: en su honor se lle­ vaba una antorcha encendida en la procesión con la que se acompañaba a la novia a su nuevo hogar. Asimismo está relacionada con los funerales y es a ella (junto con Telus) a quien hay que sacrificar la —►cerda presentánea o la —►cer­ da propiciatoria. Finalmente, era protectora de los plebeyos, cuyas ofrendas se depositaban en su templo: eran los ediles de la plebe quienes presidían los Juegos Cereales. Cic.Balbo 24; 55; Domo 125; Leg.2.21; Ven.5.197; D.H.6.17; 94; Fest.204 L.; Gell. 19.2.11; Liu.10. 23.13; Ou .Fasti 1.671-674; 4. 392; Ato.8.739s.; 10.431-435; Plin.Ata.S. 6.9; Plu./tom.22.5; Seru_4e/i.4.166; Tacyt;wi.2.49. B ib l io g r a f ía : J. B a y e t , «Les Feriae Sementinae et les indigitations dans le cuite de Cérés et Tellus», RHR 137(1950)172-206; H. l e B o n ie c , Le cuite de Cérés á Rome des origi­ nes á la fin de la République, París 1958. Fu entes:

Ceriales (Cerialia o Ludi Ce­ reales). Fiestas en agradeci­ miento a -►Ceres por la inven­ ción de la agricultura, que, a partir del 202 a.C., tenían lugar del 12 al 19 de abril. Eran días 31


Cero

de alegría, en los que todos vestían de blanco, conmemo­ rando así el regreso de —>Prosérpina junto a su madre, Ce­ res. Comenzaban con la cele­ bración de un sacrificio senci­ llo e incruento: harina, sal, leche, miel, etc. (aunque en el culto público se sacrificaba una cerda) y se quemaba incienso o, en su defecto, una antorcha de resina. A continuación se celebraban los juegos, que te­ nían lugar en el circo, presidi­ dos por los ediles de la plebe. En estas fiestas, de signo popu­ lar, los plebeyos invitaban a su mesa a los patricios. El último día se realizaba una procesión, en la que el pueblo se arrojaba puñados de nueces y dulces, y se celebraba una ca­ rrera de carros. Las fiestas con­ cluían cuando se soltaban en el Circo Máximo unas zorras que llevaban antorchas encendidas atadas a la cola, rito cuyo senti­ do se nos escapa [—►Aniversa­ rio de Ceres, Ayuno de Ceres]. Cicylrr.2.12.2; Verr.5.12. 187; Claud./Vns.; D.H.1.33.1; Fest.97 L.; 177 L.;Gell.l8.2.11;Liu. 10.23.13; 30.39.8; Ou .Fasti 4.393-620; 679712; 5.335; PM«/.354s.; Seru.Ge.l. 344; Sil.14.239s.; TacyW¡.15.74; Teit. F u en tes:

32

Paü.4; Val.Max.1.1.1; Vano Rust.1.2. 11. b ib l io g r a f ía : J. B a y e t , «Les Cerealia, altération d’un cuite latín par le mythe grec», en Croyanees et rites dans la Rome antique, París 1971, pp.89-129.

Cero (Cerus). Dios homónimo de -* Ceres, con la que forma pareja. Cero Mano (Cerus Maruis, «Buen Creador»). Dios al que se invocaba en el himno de los Salios. Algunos investigadores lo consideran un epíteto de Jano, dios de los comienzos y, por tanto, «creador». F u en tes:

Paul.Fest.122 L.; Varro Lat.

6.26.

Cibeles (Cybele). También lla­ mada Magna Madre. Diosa fri­ gia de la fertilidad y de la natu­ raleza salvaje, considerada ma­ dre de los dioses. En 205 a.C., con motivo de la guerra de Aníbal, los —‘Libros Sibilinos mandaron traer de Pesinunte la piedra negra que simbolizaba a la diosa. Llegó a Roma con su cortejo de divinidades orienta­ les y fue recibida con toda so­ lemnidad. Se la instaló, provi­ sionalmente, en el templo de la


Cistóforo

Victoria, hasta que en 191 a.C. se le construyó un templo pro­ pio en el Palatino. Ésta es, pues, la primera de las religio­ nes orientales que hizo su apa­ rición en Roma [ - ‘Religiones mistéricas]. Su culto estaba servido exclusi­ vamente por sacerdotes orienta­ les. Éstos eran eunucos y reci­ bían el nombre de —‘Galos. For­ maban un colegio sacerdotal, presidido por un Archigalo, pero sometidos en todo momento a la jurisdicción y control de los —‘Decénviros encargados de las ceremonias sagradas. Sus ritos eran extremadamente rui­ dosos y exóticos: al son de tambores, címbalos y flautas, los Galos se infligían sangrien­ tas heridas y proferían pene­ trantes alaridos. Se la identificó con la diosa griega Rea. En su honor se celebraban el 4 de abril las fiestas - ‘Megalenses [ - ‘ también Fiesta de Atis]. Con el Imperio su culto cobra­ ría mayor auge, aumentando el número de sus templos y alta­ res, especialmente a partir de Claudio. Se instituyó, además, una ceremonia nueva, el —»taurobolio [ - ‘Criobolio],

Se la representa sentada en un carro tirado por leones, con una corona de torres en la cabeza y en la mano izquierda un tímpa­ no, o bien un cetro, o el cuerno de la abundancia [-«Atis]. Aug.Citt.2.7.3; Cic.Har.24-, Leg.2.22-,LeiCt.Inst.l. 17; Liu. 14.5-14; F u e n te s :

29.10.4-12; 54; 36.36.4; Lucr.2. 598ss.; Ou.Fasti 4.179-372; 389-392; A/ef.10.686; Ponto 2.1.39ss.; Paul.Fest. 112 L.; Plin.Ato. 18.16; Sen.4g.686690; Seru.Ge.2.394; Val.Max.7.7.5; Varro Lat.6.15. B i b l i o g r a f í a : F. B ó m e r , « K y b e le in R o m » , Mitteilungen des d arch. Inst.

Rom., Abteilung 7(1946)130-151; P. B o y a n c É , « C y b é le a u x M é g a lé sie s » , Lat 13(1954)337-342; J. C a r c o p i n o , « L a R é fo rm e ro m a in e d u c u ite de C y b é le e t d ’A ttis» e n Aspects mystiques de la Rome paienne, P arís 1942; H. G r a i l l o t , Le Cuite de Cybéle, Mere des dieux, á Rome et dans l ’Empire romain, París 1912; P. L a m b r e c h t s , «Cybéle, divinité étranger o u n atio n ale?» , Bull.Soc.Belg. d ’Antro-

poL et de Préhist. 52(1951)44-60; V. T r a n T a m T in h , Le cuite des divinités orientales á Herculanum, L e id e n

1971, pp.1-28.

Cinxia. Diosa nupcial que, en la noche de bodas, soltaba el ceñidor del vesddo de la novia. F u e n t e s : C a p e l. 2.149.

Cistóforo, -a (cistophorus, -a). Portador de un canastillo (cis33


Clavo mágico

ta) en el que se guardaban, cuando eran sacados en proce­ sión, los objetos sagrados. En los cultos de Isis y Osiris, Ce­ res y Baco esta función estaba encomendada a las mujeres, mientras que en el de Belona lo estaba a los hombres [—►Cané­ fora]. F u e n t e s : C atu l.6 4 .2 6 0 , O u v lr s 2.609; Tib.1.7.48.

éste un templo, en el que se les representaba dándose la mano. F u e n t e s : App. B. C.2.106; D .C .60.6.

Clivícola. Diosa de las colinas. F u e n te s :

Teñ.Nai.2.15.

Cloacina. 1. Diosa sabina del placer sexual, y en concreto de las pasiones brutales [—► Liburno, Lubentina, Volupia]. 2. Epíteto de —►Venus. F u e n t e s : l.Aug.C¡tt.4.8.

Clavo mágico. En tiempos de epidemia se nombraba un dic­ tador para que clavara un clavo en la pared del templo de Júpi­ ter Capitolino, en la creencia de que así la enfermedad que­ daría sujeta a la pared y la ciu­ dad se vería libre de ella. También se clavaba un clavo en el sitio que, al caer, había tocado un epiléptico con su ca­ beza, para que la epilepsia que­ dara clavada en el suelo. F u e n t e s : L iu .7 .7 .3 s .; P lin .iV af.2 8 .63.

Clemencia (Clementia). Perso­ nificación divinizada de dicho sentimiento, a la que, a partir del Imperio, se le erigieron alta­ res, imágenes y templos. Consi­ derada la virtud más característi­ ca de Julio César, compartía con 34

2 .23.2y5.

Clunáculo (clunaculum). Cu­ chillo que el -►cultrario em­ pleaba en los sacrificios. El nombre le viene del hecho de que era llevado en la parte pos­ terior de la cintura (ad clunes). F u e n t e s : Fest.s.w.

Clusio (Clusius). Epíteto de -►Jano, alusivo a la costumbre de mantener cerradas (eludo) las puertas de su templo en tiempos de paz [—► Patulcio], Cofrades Augustales (Sodales Augustales). Colegio sacerdo­ tal instituido por Tiberio en el 14 d.C. para atender al culto de Augusto divinizado. Se compo­ nía de veintiún miembros, elegi­ dos entre los personajes más


Compítales

destacados de la ciudad, inclui­ da la familia imperial. Fuentes:

Tac^4nn.l.54.1; 2 .8 3 .1 ; 3.

6 4 .3 ;M s f.2 .9 5 .

F u e n t e s : ActaAru.224

=CIL 6.2107.

Colatina (Collatina). Diosa de los collados. F u e n t e s : Aug.C/tt.4.8.3.

Cofrades de Ticio (Sodales Titii). Colegio sacerdotal institui­ do por Tito Tacio para que se cuidaran de la conservación de los ritos sabinos. Con el tiempo fue decayendo sü influencia, llegando casi a desaparecer du­ rante la República, hasta que fueron reorganizados por Au­ gusto. Varrón y San Isidoro re­ lacionan su nombre con las aves cuyo vuelo observan para sus augurios (tifiare: «piar»; titii: «palomas torcaces»). F uen tes : CIL 3.381; 1741; 2974; 3419; 524; 6.913; 1343; 3882; 8.7050; Isid. Qrig.12.7.62; Luc.Ciw.1.602; MonAncA. 6; Seru.£c/. 1.58; SueM¡/£.31; TacAim.l. 54;/foí.2.95; Varro Lar.5.85.

Coinquenda. Diosa agraria. Era una de las cuatro divinida­ des invocadas por los —►Her­ manos Arvales en los ritos ex­ piatorios que debían realizar cuando cortaban un árbol del lucus de Dea Dia. Se ocupaba, concretamente, de la tala del árbol (cf. coinquio, «talar»). [-►Adolenda, Comolenda, Deferunda].

Commentaculum o commotaculum. Varita que los Flámines llevaban en las procesiones pa­ ra apartar a la gente. F u e n t e s : F est-s.i/.

Comolenda (Commolenda). Diosa agraria. Era una de las cuatro divinidades invocadas por los -►Hermanos Arvales en los ritos expiatorios que debían realizar cuando corta­ ban un árbol del lucus de Dea Dia. Presidía, concretamente, la acción de cortar el árbol en trozos (cf. commolo, «reducir a pedazos») [—►Adolenda, Coinquenda, Deferunda], F u e n t e s : Acta Aru. 183 = CIL

2099.

Compítales (Compitalia). Fiesta móvil que, en honor de los -►Lares Compítales, se cele­ braba poco después de las Sa­ turnales. Se levantaban en las encrucija­ das unas capillas en las que se colocaban las imágenes de los Lares (en número de dos). La 35


Concordia

noche anterior a la celebración, el cabeza de familia colgaba tantas pelotas de lana y muñe­ cos del mismo material como esclavos y personas libres, res­ pectivamente, había en cada casa, para que la diosa -►Ma­ nía, la Muerte, se contentara con esos objetos y respetara la vida de los seres que repre­ sentaban. El día de la fiesta los campesi­ nos colgaban en estos temple­ tes sus herramientas de trabajo, a la vez que ofrecían sacrificios de cerdos o pasteles, según la situación económica de cada cual; a continuación tenía lugar un festín en el que participaban todos los miembros de la fami­ lia, incluidos los esclavos, a los que se dejaba descansar de sus faenas en ese día y se les daba doble ración de vino. Había sido instituida por Ser­ vio Tulio, pero fue decayendo durante la República. Augusto la restauró, con la innovación de que entre los Lares hacía co­ locar la imagen de su Genio, vestido con toga y en actitud de realizar un sacrificio. F u e n t e s : Cato Agr.53s.; Cic.Domo 74; Leg.2.19 y 27; Cic.Q.PefJO; CIL I.602; 9.1618; 14.2105; ColRust. II.1.19; D.C.55.8; D.H.4.3s.; Hor.

36

013.23.4; Saf.2.3.164; 5.12; 6.65; Macr.Saí. 1.7.34s.; Chi.Fasti 2.615s.; 5.135-148; Paul.Fest. p.273; Pers.4.28; PlinJVar.213.8; Prop.1.23; 4.123; 354; Vag^en.2.116; 6.741; Ge.2.382; [Verg.] Catal. 13.27. B ib l io g r a f ía : L. D e l a t t e , Recher­ ches sur quelques fétes mobiles du calendrier romain, Lieja 1937, pp. 43-48; G. D u m é z il , «Quaestiunculae Indo-Italicae, 10, offrendes et denombrement au carrefour», Lat 20 (1961)262-265.

Concordia. Diosa que simboli­ za la unión que debe reinar en­ tre los hombres. Se le erigieron varios templos en Roma. El primero fue en el 367 a.C., en el Capitolio, dedicado por Ca­ milo en agradecimiento por ha­ ber puesto fin a una de las pri­ meras disensiones entre patri­ cios y plebeyos. Los dos si­ guientes templos parecen más bien fruto de una provocación, de una incitación a la discordia, por los sucesos históricos que acompañaron ambas dedicato­ rias: en el 304 y en el 121 a.C. (éste último levantado por el cónsul Opimio, tras la muerte de G. Graco y tres mil de sus partidarios). Hay mención de otras ocasiones en que se dedi­ có un templo a esta diosa, pero los acontecimientos impidieron


Confarreación

llevarlo a efecto. En tiempos de Augusto aparece estrechamen­ te relacionada con la familia imperial. Livia se encarga de la construcción de un nuevo tem­ plo (11 d.C.) y restaura el tem­ plo del Capitolio, consagrándo­ lo a la Concordia Augusta. En el culto privado representa el afecto entre los distintos miembros de una familia: se la honra de una manera particular en las —►Caristes. Aug.Ciu.3.25; 4.24; Cic. Domo 130, Nat.2.61; D.C.44.4.4; Liu.9. 46.10; 22.33.7; Ou.Fasti 1.639-642; 2.617; 631; 3.881; 6.91; 637; Plin. Nat.33.6; Plu.CamA2.2-3; CG 17.418.1; Varro Lat.5.156. B ib l io g r a f ía : M.P. J a l , «Pax civilisConcordia», REL 39(1961)210-231. fuentes:

Cónditor («Almacenado!»). Dios agrícola que se ocupa de la conservación de los cereales cuando están almacenados en los silos. F u e n t e s : F ab .P ict.

apud Seru.Ge.l.

21.

Confarreación (confarreatio). Era la más solemne y sagrada modalidad de matrimonio entre los romanos. La ceremonia era presidida por el Pontífice Má­ ximo y debía contar con la asistencia del Flamen Dial y de

diez testigos. Se realizaba el sacrificio de una oveja, se pro­ nunciaban algunas oraciones y los esposos compartían una torta de flor de harina (pañis farreus, farreum libum), que ofrecían a Júpiter Fárreo. En principio esta unión tenía carácter indisoluble, paro podía disolverse mediante la ceremo­ nia inversa de la difarreación (idiffarreatio): ante los sacerdo­ tes y algunos testigos se ofrecía a los esposos una torta seme­ jante a la que habían comparti­ do el día de la boda, pero en esta ocasión la rechazaban, pronunciando unas fórmulas que rompían el vínculo religio­ so que hasta ese momento los había unido. El matrimonio por confarrea­ ción era obligatorio para los al­ tos cargos religiosos, que, ade­ más, debían haber nacido de padres farreati. Se cree que esta modalidad era practicada en muy pocos casos. Cic.Diu.104; Dig.23.2.1; D.H.2.25; Fest.s.w. diffarreatio; Gai. Inst.l. 110-112; Iuu.10.329-336; Ou. Fasti 2.27s.; Plin.Nat. 18.3.10; Seru. Aen.4.103; 339; 374; Ge. 1.31; Tac. Ann.4.16; 11.26s.;Ulp.9. B ib l io g r a f ía : W.W. F o w l e r , «Confarreatio», JRS 6(1916)185ss. F u en tes:

37


Consagración

Consagración (consecrado). Acto religioso por el que se ha­ ce una ofrenda a una divinidad. Normalmente se la confunde con la dedicación, aunque hay pequeños matices que las diferencian: la consagración puede realizarla cualquier par­ ticular, en tanto que la dedica­ ción se reservaba sólo a los ma­ gistrados o sacerdotes; por otra parte, la dedicación tenía una fórmula específica y unos ritos fijos, mientras que la consagra­ ción carecía de todo esto. Aplicada a la persona del em­ perador se la denomina —►apo­ teosis. F u e n t e s : Cic

Domo 48.53; Verr.4.28; Liu.1.44; 2.5; 9.46; Mart.4.30; Ou. Fasti 3.365;4.824; Plin.Afctf.12.1; Plu. Rom. 11; Seru Aen. 1.311; 2.761; 7.796; Tac./fof.4.53; Val.Flac.6.29.4.

Consentes [-►Dioses Consentes]. Conservatrix («Conservado­ ra»). Epíteto de -►Fortuna y —►Juno. Consiva [Epíteto de -»Ops]. Consivio o Consevio (Consiuius, Conseuius). Dios que 38

abre el camino para la forma­ ción de una vida humana (cf. conseui, de consero, «sem­ brar»). Se le considera un des­ doblamiento de —‘Jano, al que se atribuye la misma función. Lyd.Aíms.4.1; Macr.Saf.9. 16;Tert.Ato.2.11.

F uen tes:

Conso (Consus). Dios muy primitivo, de naturaleza un tan­ to oscura. Era una divinidad agraria, concretamente de los silos (cf. condo, «almacenar»), que conserva maduro el grano antes de sacarlo para sembrar o comer. También se le conside­ raba protector de los animales de carga y de labor. Tenía un altar subterráneo en el Circo Máximo, que sólo se desente­ rraba los días de sus fiestas. Guardaba una estrecha relación con —►Ops, diosa de la abun­ dancia, como lo demuestra el que las dos fiestas de Conso precedían con el mismo inter­ valo de días a las de la diosa y se confirma por los epítetos que se aplican a ésta: Consiva u Opeconsiva. A nivel popular se le conside­ raba como dios consejero (cf. consilium, «consejo»), y a él le atribuían la inspiración de la


Convéctor

idea del Rapto de las sabinas, que, precisamente, tuvo lugar durante una de sus fiestas. Con el tiempo fue asimilado a Neptuno. En su honor se celebraban las —►Consuales los días 21 de agosto y 15 de diciembre. Am.3.23; Aug.Cm.4.8.11; 11.4; D.H.1.33; 2.31; Fest. p.148; Liu.1.9; Ou .Fasti 3.199; Paul.Fest.36 L.; Plu.Rom.14; Seru^4en.8.636; Tac. Ann.12.24; Tai.Nat.2Al; Spect.3.&; 5.7; Varro Lat.6.20. Fu en tes:

Consuales (Consualia). Fies­ tas en honor de —*Conso, que se celebraban el 15 de diciem­ bre y el 21 de agosto. Estos dos días se descubría el altar subte­ rráneo y antiquísimo que el dios tenía en el Circo Máximo y que permanecía cubierto el resto del año, con lo que se quería signifi­ car los misteriosos procesos de la Naturaleza, o conmemorar la antigua costumbre de almace­ nar el grano bajo tierra. Las del 15 de diciembre eran ofrecidas, en principio, por el rey, y, tras la abolición de la monarquía, por el Rey de lo sa­ grado. Se celebraban carreras de carros tirados por mulos y, durante ese día, se daba des­ canso a los animales que ayu­

daban en las faenas agrícolas, para que, de este modo, tam­ bién ellos tuvieran su parte en la fiesta. En las de agosto, el Flamen Quirinal, asistido por las Vesta­ les, ofrecía al dios las primicias de la cosecha, mientras los campesinos desfilaban alrede­ dor con sus carros y animales. Los Pontífices presidían la ca­ rrera de caballos y el pueblo se entregaba a diversas manifesta­ ciones de alegría. También los animales de labor, coronados con flores, descansaban de su trabajo en este día. Fue, precisamente, durante una de estas celebraciones de agos­ to, cuando tuvo lugar el célebre Rapto de las sabinas. D.H.1.33.2; 2.31; F est. 148 M; Liu. 1.9.6-7; Plu.Rom. 14; TacAnn. 12.24; Tat.Spect.5.5 y 7; Varro Lat.6.20. B ib l io g r a f ía : G. D u m é z il , «Le fla­ men Quirinalis aux Consualia», REL 39(1961)91-93; P.H.N. G. STEHOUw e r , Étude sur Ops et Consus, Diss. U trech t 1956. Fuentes:

Convéctor («Acarreador»), Dios agrícola que presidía la acción de acarrear la cosecha. F u e n t e s : F a b .P ic t.

apud Seru.Ge.l.

21.

39


Criobolio

Criobolio (criobolium). Sacri­ ficio, en honor a -►Cibeles, de un camero, con cuya sangre se realizaba una ceremonia de bautismo. Es una variante del - ‘taurobolio. También recibía el nombre de emobolio (emobolium). F u e n t e s : C IL 9 .1 5 3 8 .

Cuartana (Quartam). Epíteto de la diosa —►Fiebre. Cuba. Diosa de la infancia, protectora del niño cuando pa­ sa de la cuna a dormir en cama (cf. cubo, «acostarse»). Fu en tes: D on.

adTax.Phor.l.\25.

Culto del Emperador. Cos­ tumbre frecuente en Oriente, llegó a Roma a través del hele­ nismo. César fue el primero al que en vida se le tributaron ho­ nores casi divinos, al erigírsele una estatua con una inscripción en la que se le trataba de semi­ diós. La divinización oficial se produjo tras su muerte. Este culto incipiente se desarrollará en el Imperio. Augusto, aunque siempre rechazó la idea de ser considerado un dios, colocó su Genio al lado de los Lares Compítales, recibiendo culto al 40

mismo tiempo que éstos, y per­ mitió que en las provincias se le dedicaran templos, aunque asociado su culto a la diosa Roma. A su muerte fue divini­ zado, lo que dio origen a la ce­ remonia de la -►apoteosis, y se creó un colegio sacerdotal, los -►Cofrades Augustales, que atendieran su culto. El ejemplo cundió entre sus sucesores. Se hizo corriente que los empera­ dores y emperatrices fueran representados en las esculturas como dioses, pero reservándo­ se la apoteosis para después de la muerte (con las excepciones de Calígula y Domiciano, que se declararon dioses en vida). En el siglo III, cuando el Impe­ rio toma las características de una monarquía oriental, el prín­ cipe quedará divinizado en el momento de su ascensión al tro­ no y, desde ese instante, no ha­ brá moderación en los honores. La creencia cuajó profunda­ mente entre la gente del pue­ blo, que tributaba honores divi­ nos al emperador reinante, cre­ yéndole incluso capaz de hacer milagros y de estar dotado del don de la profecía: dos siglos después de su muerte, todavía se solicitaban oráculos de Mar­


Cupido

co Aurelio. Con el tiempo, no sólo se permitió esta adoración, sino que incluso se alentó, ya que servía de vínculo de unión entre todos los puntos del Im­ perio y de testimonio de lealtad de los súbditos a la persona del emperador. El culto imperial sería el gran caballo de batalla con que iba a chocar el Cristianismo, pues, al negarse a él los cristianos, se hacían peligrosos para la segu­ ridad del Estado, por lo que fueron perseguidos como cri­ minales y sacrilegos. F u e n te s :

¥\or.EpitA.\2\ Mon.Anc.6.

16; Ou.Fasti 3 .7 0 1 -7 0 4 ; A íef.15.8438 70; Prud.Sym . 1.24 5 -2 65; S u e M f/g . 5 9 s.; Cal.21; M 7 6 ; 88; Vesp.23; T a c y l« n .4 .3 7 s.; V ell.2 .1 2 4 ;3 .1 2 6 .

Le cuite imperial. Essai sur le cuite rendu aux empereurs romains, P a rís 1891; L. C e r f a u x y J. T o n d r i a u , Le cuite des souverains dans la civilisation greco -romaine, P arís 1957; H.P. B i b l i o g r a f í a : E. B e u r l i e r ,

C h a rle s w o rth ,

«Som e

o b se rv a -

tio n s caí R u ler-cu lt, sp e c ia lly in R o ­ m e»,

HThR 1 8 (1 9 3 5 )5 ss.; J. G a g É, A u g u s tu s » , RA 3 4 (1 9 3 1 )

« D iv u s lls s .;

O . I m m is c h , « Z u m

H e rrsc h e rk u lt» ,

a n tik e n

zur Gesch. des antiken Herrscherkultes, 2 vols., Stuttgart 1957-1960; L.R T a y l o r , The Divinity o f the Román Emperors, Londres 1940; AA.VV., Le cuite des souverains dans l ’empire romain, Entretiens Haidt,

t.19, Vandoeuvres-Ginebra 1973.

Cultrario (cultrarius). -►Vic­ timario que degollaba la vícti­ ma, ya abatida por el —‘popa. Su nombre le viene de culter, «cuchillo». F u e n t e s : L uc .C im . 1.619;

Lucr.1.90;

Ou. Fasti 1.421; 4.413; 437; Met.2.

717; Suet.Ca/.32; Verg.Ge.3.488.

Culullus. Vaso de arcilla del que se servían los Pontífices y las Vestales en sus ritos y cere­ monias. F uentes:

Hor.CW. 1.31.11

y

schol.ad

loc.\ Poet. 434.

Cunina. Diosa de la infancia que cuida al niño cuando está en la cuna y lo protege del mal de ojo. F u e n t e s : Aug.C¡«.4.8.2 y 6; 11.3; 21.4; 24.1; 34.2; Lact./m\ 1.20.36; Varro apud Non. 167.32.

Aus Roms Zeitwen-

de, L eip zig 1931; A .D . N o c k , « N o ­ te s o n R u ler C u lt» , JHS 4 9 (1 9 2 8 )2 1 4 3 ; W. O t t o , « A u g u stu s S oter», Hermes 45(1937)448ss.; D .M . Pippidi, Recherches sur le cuite imperial, París 1939; F r. T a e g e r , Charisma. Studien

Cupido. Dios del amor, hijo de Venus, asimilado al dios griego Eros. Se le representa como un niño alado, portador de arco y flechas. Éstas pueden ser de 41


Curiales mensae

oro, o de plomo: las primeras producen el amor, las segundas provocan el aborrecimiento. Apuleyo narra una hermosa his­ toria de amor entre este dios y una bella joven, llamada Psique. F u e n t e s : Apul.Aíef.4.28-6.24; Cic. Ata.3.23.59s.; Hor.CW.2.8.14; Ou Am. 1.2.23s.; Met. 1.452; 5.365. B ib l io g r a f ía : I.M . B o b e r g , «The Tale of Cupid and Psyché», C. et M. 1(1938)177-216; T. M a n t e r o , Amore et Psiche. Struttura di una fiaba di magia, Génova 1973.

Curiales mensae [—►Mesas cu­ riales].

42

Curión (Curio). Sacerdote de una de las treinta curias; su presidente era el Curión Máxi­ mo (Curio Maximus), encarga­ do de pronunciar las palabras rituales con que se anunciaba públicamente la fiesta de las -♦Fomacales. F u e n t e s : Liu.27.8; Ou.Fasti 2.513532; Paul.Fest.s.k. Maximus; Varro Lat. 5.83.

Curitis, Curritis. Epíteto de -►Ju­ no como protectora de los solda­ dos armados con pica (curis).


Decénviros encargados..

D Dapal (Dapalis). [-►Júpiter]. Daps. Banquete sagrado, con­ sistente en una ofrenda de car­ ne asada y una copa de vino, que en época de siembra se ofrecía a Júpiter Dapal. Tam­ bién a Jano se le hacía, en oca­ siones, una ofrenda de este ti­ po. Fuentes:

Cato Agr.132\ Fest.59 L;

177s.L.

Dea Dia. («Diosa Divina»). Divinidad agrícola que propor­ ciona el buen tiempo necesario para las cosechas, cuando cre­ cen a la intemperie (sub dio). A menudo se la identifica con Ceres y también con Ops y Te­ lus. Tenía un lucus, cerca de Roma, donde se alzaba un tem­ plo redondo que albergaba la estatua de la diosa. Su culto era atendido por los —► Hermanos Arvales, que en su honor cele­ braban unas fiestas que tenían lugar en distintos días del mes de mayo [—►Fiesta de Dea Dia], F u e n t e s : A c ta A ru . passim .

B ib l io g r a f ía : R. S c h i l u n g , «De Dea Dia dans la liturgie des Fréres Arvales», Lat 102 (= Hommages á Marcel Renard II) (1969)675-679.

Decenales (Decennalia). Fies­ tas que, a partir del Imperio, te­ nían lugar cada diez años para pedir por la salud del empera­ dor. Aunque un decreto del Se­ nado instituyó en el 172 a.C. juegos y sacrificios decenales a Júpiter, no se celebraron regu­ larmente hasta el 27 a.C., bajo Augusto. Por las monedas y medallas sabemos que conti­ nuaron celebrándose, tal vez con alguna interrupción, hasta la caída del Imperio. F u e n t e s : D.C.57.24; Liu.42.28.

Decénviros encargados de las ceremonias sagradas (Decemuiri sacris faciundis). Cole­ gio sacerdotal encargado de la custodia y consulta de los —►Libros Sibilinos. En un prin­ cipio constaba de dos miem­ bros, que formaban más bien una comisión que un colegio. Éste fue creado en el 367 a.C., pasando a diez el número de sus componentes, cinco patri­ cios y cinco plebeyos, presidi­ dos por un magister. A partir de Sila el número se eleva a quin­ 43


Décima

ce y reciben el nombre de Quindecénviros. El sistema de elección de sus miembros se atiene normalmente al impe­ rante en los restantes colegios sacerdotales: la cooptación. Su principal competencia era inter­ pretar los —► Libros Sibilinos. Ante un suceso extraordinario, indicio de la cólera divina [—'^Prodigios], el Senado acu­ día, entre otros colegios sacer­ dotales, a los Decénviros para saber cuál era la —► procuración necesaria y a qué dios había que dirigirla. Éstos consultaban los Libros y proponían el reme­ dio, que podía consistir en sa­ crificios, lustraciones, suplica­ ciones, lectistemios, construc­ ción de un templo, celebración de unas fiestas, institución de unos juegos, introducción de un culto extranjero, etc. Oída su respuesta, se encargaba de llevarla a término el colegio sa­ cerdotal correspondiente. Fueron ellos quienes influye­ ron más activamente en la evo­ lución de la religión romana, al introducir en ella dioses ex­ tranjeros: los dioses de los pue­ blos vecinos, dioses griegos y, finalmente, también orientales, que abrirían camino ál Cristia­ 44

nismo. A su función originaria se sumó la de atender a las nuevas ceremonias que se iban adoptando, principalmente el culto de Apolo, y la de contro­ lar a los sacerdotes de Cibeles. F u e n t e s : Cic^gr.2.18; 2.110-112; y4rr.13.44; D¡w.l.97s.; Har.24; Verr.4. 108; CIL 6.877, 1698, 10.3698; D.H.4.62; Flor.£p¡f.49; 89; Hor.Saec. 70; Lampr^lfejc.22.49; Liu. 3.10.6s.; 5.13.5s.; 6.37.12; 42.2; 7.27; 10.8.2s.; 60.5-7; 21.62.6-11; 22.1.16-20; 9.710; 10.9s.; 26.2.12; 12.10; 23; 27.37; 29.10.4-6; 14.5-14; 31.12; 36. 37; 40.37; L uc .C ím . 1.599; Macr.Sar. 1.8. 2; 3.6.17; Paul.Fest.112 L.; Paus. 10.12.1; Plin.£/p.2.1; 4.8; ’PruáApoth. 439s.; Rutil.Nam.2.51-56; Seru./líft. 3.322; 6.321; 8.276; Stat.5¡7tt.l.2.147; Suet./«/.79.3; Ñero.2.1; TacAnn.l. 1.5; 3.19; 64; 11.11; Varro £af.6.15; 7.88; Rust. 1.1; Verg^4en.6.36; VopAur. 18-21. B ib l io g r a f ía : A . A b a e c h e r u B o y -

«The development of the Decemviri Sacris faciundis», TAPhA 69 (1938)161-187; J. G a g É, Apollon Romain, París 1955; G . R a d k e , s .u . «Quindecemviri», RE 24(1953)11141148. ce,

Décima. Diosa que protege a la madre y al hijo en el noveno mes de embarazo (el décimo en cómputo inclusivo, de ahí el nombre de la diosa). [—‘Nona y Parcas]. F u e n t e s : Gell.3.16.11; Ten Anima

37.


Deferunda

Dedicación (dedicado). Proce­ so mediante el cual una perso­ na hace una ofrenda a los dio­ ses (la construcción de un tem­ plo, un edificio, un altar, etc.) y el sacerdote la recibe en nom­ bre de la divinidad. El colegio de los Pontífices debía dar su aprobación a todo voto hecho por cualquier persona; asimis­ mo era necesario el consenti­ miento del Senado y del pue­ blo; posteriormente, bastaba el del emperador. Conseguida la aprobación, quedaba consagra­ do el emplazamiento al colocar la primera piedra. Terminada la construcción, los Pontífices acompañaban al magistrado ele­ gido para la dedicación. Un Pontífice, preferentemente el Pontífice Máximo, con la cabe­ za cubierta, cogía con ambas manos las jambas de la puerta y pronunciaba, con voz clara y sin titubear, la fórmula de la dedicación, que debía repetir del mismo modo el magistra­ do; cualquier defecto de la ce­ remonia invalidaba la dedica­ ción. El pueblo, que asistía al acto, guardaba profundo silen­ cio. Los himnos o cánticos se acompañaban con música de flauta.

Se ignora cuál era la fórmula de la dedicación. Según Cice­ rón debía hacerse mención de quién dedicaba y qué y por qué lo hacía (no da más informa­ ción, porque no quiere descu­ brir los secretos de los Pontífi­ ces). La dedicación de un templo llevaba consigo la celebración de juegos, que se renovaban en los aniversarios. F u e n t e s : CicAtt.4.2.3; Domo passim; Verr.4.31.38; Lact./rasf.6.20.821; Liu. 1.10; 2.8.6 y 8; 27.5; 42.5; 4.29; 9.46.6; 10.46.7; 23.21.30s.; 27.25; 29.11; 34.53; 36.36; 40.52; Macr. S<zf.3.11.6; Marcian.1.8.6.3; 8.9.1; Ou .Fasti 1.610; 3.811; 837; Paul. Fest.228 L.; Plin.£p. 10.59; Plin.Ata. 11.37; Plu.Marc.28; Publ. 15; Sen. Dial.6. 13.2; Sera.Ge.3.16; Suet.Cal. 19.32; Tert.Specr. 10; Ulp.D¿£.1.8.9.1; Val. Max.l; 10.9; 5.10.1; Varro Lat.5. 3.47;6.54.61; Verg.Ge.3.16.

Deferunda. Diosa agraria. Era una de las cuatro divinidades invocadas por los - ‘Hermanos Arvales en los ritos expiatorios que debían realizar cuando cor­ taban un árbol del lucus de Dea Dia. Se ocupaba, concretamen­ te, del transporte del árbol, una vez cortado (cf. defero, «trans­ portar») [—►Adolenda, Coin­ quenda, Comolenda], 45


Delubro FüENTES:/lcíay4n<.183 = C / ¿ 6.2099.

Delubro (<ielubrum). Sinónimo de templo. Propiamente, el lu­ gar en que se alzaba el altar o la estatua de un dios. CicArch.2; Nat3 AS; Isid. Oíg.l5.4.9;Verg./len.4.56.

F u en t es:

Deverra («Barredora»). Diosa que, armada con una escoba y acompañada de —►Pilumno e -►Intercidona, vigilaba de no­ che la entrada de la casa en la que hubiera nacido un niño, para evitar que Silvano ator­ mentara a la madre durante el sueño. F u e n t e s : A u g .C í« .6 .9 .2 .

Demon (daemon). Esta pala­ bra, así como su diminutivo demonio (daemotiium), de ori­ gen griego, designaba a espíri­ tus benéficos para el hombre. Entre los romanos se les daba, más frecuentemente, el nombre de —►Lar o el de —►Genio. Con el Cristianismo pasó a designar a los espíritus malignos, los diablos. F u e n te s : Apul.Socr passim; Aug.Ciu. 9.11; Cic.Diu.1.24; 7?m.ll.38; Firm. £/t.13.4; LactJ/isr.2.14; Min.Fel.26.727.8; 28.6; 29.5; 35.2; Tcñ A pol. 22.112; 23.4ss.; 27.5-7.

Detestatio sacrorum. Renuncia pública al culto familiar, que en los comida calata tenía que hacer aquel que quisiera pasar de una gens a otra. F u e n t e s : C ic .Domo

13.35; ¿eg.3.48; 0.42.144; GelL6.12; 1527.3; SenMen. 2.156.

46

Deuotio. Ofrecimiento de una o varias vidas humanas a los dioses infernales, sin sacrificio propiamente dicho. Sólo se po­ día ofrecer la vida humana; los animales y los objetos sólo se ofrecían como sacrificios sustitutivos o como un simple aña­ dido a la ofrenda principal. An­ te peligros que amenazaban gravemente al Estado se llega­ ba a ofrecer la propia vida: Curcio en 362 a.C. (episodio del lago Curcio) y los tres De­ cios, padre, hijo y nieto, en 340 a.C. (guerra latina), 295 a.C. (guerra samnita) y 279 a.C. (guerra con Pirro), respectiva­ mente. La deuotio personal comportaba una ceremonia y una fórmula rituales: en pre­ sencia de un Pontífice, el deuotus, vestido con toga pretexta, con la cabeza velada, la mano


Diana

en el mentón, puesto en pie en­ cima de un venablo depositado en el suelo, recitaba la siguien­ te fórmula: «Jano, Júpiter, Pa­ dre Marte, Quirino, Belona, Lares, dioses Novensiles, dio­ ses Indígetes, dioses bajo cuyo poder estamos nosotros y los enemigos, y dioses Manes, os ruego, suplico, pido y consigo vuestro favor, que otorguéis fuerza y victoria al Pueblo Ro­ mano de los Quintes y que lle­ néis de terror, espanto y muerte a los enemigos del Pueblo Ro­ mano de los Quirites. En los términos que acabo de enun­ ciar, a los dioses Manes y a Te­ lus hago voto, junto con mi persona, de las legiones y auxi­ liares de los enemigos en favor de la República de los Quirites, del ejército, de las legiones y de los auxiliares del Pueblo de los Quirites». En caso de que el d eu o tu s no muriera, puesto que su vida ya no le pertenecía y, según el de­ recho religioso, ya no se conta­ ba entre los vivos, no podía in­ tegrarse en la ciudad, a no ser que los Pontífices le liberaran de la d euotio mediante una ce­ remonia análoga, pero de signo contrario, a pesar de lo cual se­

guía sometido a ciertas restric­ ciones. F u e n t e s : Cíc.£>ík.1.24.51; Domo 64; Fin. 2.19.61; ¿Vaí.2.10; 0^3.14.16; Quir.l; Rab.Post.2; TullAT, Tusc.l. 37.89; D.H.2.10.74; 5.19.70; Liu.8.9.6; 10.14; Macr.Saf.3.2.6; 7.5; 9.7-12; 19.10-12; PIu.PiíW. 12; Rom. 22.

Día lustral o lústrico (dies lustralis o lustricus). A los ocho días de haber nacido las niñas, o a los nueve, los niños, se celebraba una ceremonia de purificación de la criatura en presencia de todos los parien­ tes, en la que se le imponía el praenomen, se le colgaba la bula al cuello y se realizaban ciertos sacrificios domésticos, todo ello en medio de la alegría de los pequeños de la casa, que recibían golosinas y dinero de los padrinos de la ceremonia (algo así como el día del bauti­ zo en la religión católica). De este modo, el recién nacido pa­ saba a ser miembro de la fami­ lia. F u e n t e s : F e st. 107 L.;Tert./cfo/.16.

Diana. Diosa de la naturaleza salvaje, de origen sabino. Ba­ sándose en la etimología del nombre, algunos la consideran una diosa de la luz o del día, 47


Días fastos y nefastos

con cierta relación con los alum­ bramientos. Pero su temprana identificación con la griega Artemis no permite conocer con seguridad su carácter originario. Su santuario más famoso era el que tenía en el bosque de Aricia, donde era conocida como Diana Nemorense o Aricina. Este bos­ que albergaba también a otras dos divinidades: —>Egeria y —1-Virbio. Su culto era atendido por el -»Rey del bosque. En Roma terna varios templos, los diania, el más famoso de los cuales era el del Aventino, cuya construcción se atribuía a Servio Tulio. Esta Diana del Aventino no era más que una transposición a Roma de la Diana Nemorense. Su templo se constituyó en el centro de la Confederación Latina. Bajo el nombre de Diana Tifatina era venerada en otro famo­ so santuario cerca de Capua. El 13 de agosto se celebraba el aniversario de sus templos del Aventino y de Aricia. En las fiestas del primero participaban de modo especial los esclavos; en las del segundo, las muje­ res; éstas, tras lavarse y peinar­ se cuidadosamente el cabello, acudían en procesión al bos-

48

............... í i i i i iTTTTTI11111IIIIIIIIIIlí Ü i

que, con antorchas encendidas, y agradecían a la diosa su asis­ tencia durante el parto. F u e n t e s : Catul.24; Cic.Har.32; Nal.2. 69; CIL 3.1933; D.H.4.26; fr.12.9; Fest.432 L.; Hor.Saíc.15; Liu.1.48.6; 5.13; OuA rs 1.259-263; Fasti 3.261268; 6.745; 755; Met. 15.497-546; Prop.2.32.9; Sil.13.115s.; 219; Stat. Silu.3.1.57; Str.5.3.1; Varro Lat.5.74; Verg./len.7-760. B ib l io g r a f ía : F. A l t h e im , «Griechische Gótter im alten Rom», R W 22, 1(1930)93-172; A.E. G o r d e n , «On the origin of Diana», TAPhA (1932) 177-192.

Días fastos y nefastos (dies Días fa sto s son aquellos en que está permi­ tido todo tipo de actividad hu­ mana, y nefastos aquellos en los que, por estar dedicados a los dioses, está prohibida toda actividad, excepto la religiosa. Esta diferenciación se atribuye a Numa. En el calendario romano había 235 días fastos (septiembre y noviembre casi enteros) y 109 nefastos (un tercio de junio y julio y la mitad de febrero y abril). Había también días mix­ tos: los em iotercisi (forma ar­ caica por intercisi ), ocho días, que eran nefastos, excepto el tiempo que duraba la realiza-

fa sti et riefasti).


Días negros

ción de un sacrificio que se ce­ lebraba en esos días; y los días fissi, que eran nefastos hasta el momento en que se realizaba un acto religioso concreto, a partir del cual el día pasaba a ser fasto (tres en total: 24 de marzo, 24 de mayo y 15 de ju­ nio). Los autores romanos coinciden en relacionar las palabras fasti y nefasti con el verbo fari, «de­ cir», pero se trata de una falsa etimología, pues realmente de­ rivan de fas, «lo que está per­ mitido por la ley divina». Fuentes: FesLs.w. stercus-, Liu,1.19.6s.; Macr.SaM.16.14; O u.Fasti 1.46s.; 5. 727; 6.227-234; 707; Seruvlen.6.37; Varro Lat.6.29-32. B ib l io g r a f ía : M.A. M a r c o s C a s ­ q u e r o , P. Ovidio Nasón. Fastos, Madrid 1984, pp.66ss.; A.K. Mic h e l s , The calendar o f the Román Republique, Princeton 1967; J.C. R i­ c h a r d , «Le calendrier préjulien», REL 46(1968)54-62.

Días negros (dies atri, también llamados dies religiosi y dies vitiosi). Días considerados co­ mo funestos e infelices, en los que estaba prohibido hacer na­ da que no fuera absolutamente necesario: no se podían realizar ceremonias de culto, celebrar matrimonios o banquetes, con­

vocar asambleas (extremo, éste último, en que había más flexi­ bilidad), etc. Los niños que na­ cían en uno de estos días po­ dían ser ahogados o abandona­ dos por sus padres. No se les debe confundir, como así suce­ día a nivel popular entre los ro­ manos, con los días nefastos. Dichos días eran los siguientes: a) los aniversarios de antiguas catástrofes: 18 de julio (derrota del río Alia en 390 a.C.), 2 de agosto (derrota de Cannas en 216 a.C.), tal vez el 13 de fe­ brero (derrota de Cremona), 15 de marzo (llamado «parricidio» por el asesinato de César a ma­ nos de los Senadores en 44 a.C.); b) los días consagrados a los muertos: del 13 al 21 de febre­ ro [ —*Parentales], el 9, 11 y 13 de mayo [—► Lémures]; y los tres días en que «el mundo está abierto»: 24 de agosto, 5 de oc­ tubre y 8 de noviembre [-►Mundo]; c) los días en que los talisma­ nes, por así decirlo, de Roma salían al exterior, por los peli­ gros místicos que ello compor­ taba: del 7 al 14 de junio, en que permanecía abierto el tem­ plo de Vesta, y los días 1 de 49


Diéspiter

marzo y 19 de octubre, cuando los Salios sacaban los -»Anci­ les para utilizarlos en las cere­ monias públicas; d) los días siguientes a las ca­ lendas, nonas e idus. F u e n t e s : Caes.Ciu.1.5; C \cA tt.\7; 4.2; D.C.45.17; 47,19; Fest.s.íí. Mundus religiosus; Religiosus; Gell.4.9.5; 5.17; Inscr.OrelU 683; Liu.6.1; Macr. Sai. 1.15; 16.24; Ou .Fasti 1.57-60, Suet. Iul.SS; 88; Varro Lat.6.29.

Diéspiter. («Padre del día»). Dios que, en el momento del parto, conducía al niño a la luz, cuando salía del vientre mater­ no. Posteriormente fue identifi­ cado con Júpiter, hasta el punto de que Diéspiter quedó, sim­ plemente, como un sobrenom­ bre de éste. Así, los Feciales, siempre que se referían a Júpi­ ter, lo hacían utilizando este nombre. F u e n t e s : Aug.Ci«.4.11.3; Gell.5.12. 5; Hor.CW.3.2.29; Macr.Sof.1.15.14; PrudSym.2.860; Seruyl<■«.9,570; Tert. Nat.2.11; Varro ¿or.9.46; 75 y 77.

Dio Fidio (Dius Fidius). Dios del juramento que se hace a plena luz del día: quien invoca­ ra su nombre al jurar debía ha­ cerlo en un sitio descubierto. Asimismo, su templo tenía una 50

abertura que daba al cielo. Esta función de ser garante de los juramentos la compartía con Júpiter y con -*Semón Sanco, divinidad, ésta última, con la que acabaría identificán­ dose. D.H.9.60; Liu.8.20.8; Ou. Fasti6.213; Varro Lat.5.52; 66.

F u en t es:

Diosa Siria (Dea Syriá) [—»Atárgatis]. F u e n t e s : L uc .S>t.£>.

Dioses ciertos (di i certi). Son aquellos que presiden acciones bien determinadas, en una de las cuales, por así decirlo, se han especializado. Varrón los divide en dos categorías: dio­ ses que presiden la vida del hombre (desde la concepción hasta los funerales) y dioses de todo aquello que el hombre ne­ cesita (las cosechas, la casa, etc.) [-* Cuadros sinópticos de dioses agrarios, de la infancia y nupciales]. Am.2.65; Aug.C¡«.6.9; 7. 17; Cens.3; Liu.1.7; 7.17; SeruAen.2. 141;8.275;Vanoapud Aug.C/tt.7.2. B ib l io g r a f ía : A. v o n D o m a s z e w s ki, «Dei certi und dei incerti», Abhandlungen zur rómischen Religión, Leipzig-Berlín 1909, pp.154- 170.

F u en tes:


Dioses Indígetes

Dioses Consentes. («conseje­ ros»). Consejo de dioses, presi­ dido por Júpiter, que se reunía a la hora de adoptar determina­ ciones transcendentales. Los romanos adoptaron esta creen­ cia de los etruscos. Son, en to­ tal, doce dioses, seis femeninos y seis masculinos, cuyos nom­ bres nos ha transmitido Ennio en dos hexámetros: Juno, Vesta, Minerva, Ceres, Diana, Ve­ nus, Marte, Mercurio, Júpiter, Neptuno, Vulcano, Apolo. Un pórtico, que bordeaba la vía del Foro al Capitolio, alberga­ ba las estatuas doradas de estos dioses. F u e n t e s : Am.3.40; Aug.Ci«.4.23.6; Capel.l.41s.; CIL 3.942; 5.1935; 2121; 6.102; Enn./!/!/¡./r.33 Segura; Liu.22. 10.9; Sen.Naf.2.11; Varro Rust. 1.1.4.

Dioses fulminadores (dii fulguratores). Dioses a quienes, según los etruscos, estaba re­ servado el poder de manipular los rayos. Eran nueve en total: Júpiter, Juno, Minerva, Vulca­ no, Marte, Saturno y tres dio­ ses más, que se ignora quiénes podían ser. Júpiter disponía de tres clases de rayos: el primero era un presagio favorable y na­ da había que temer de él; el se­ gundo era más peligroso y an­

tes de lanzarlo debía consultar a los -* dioses Consentes; el tercero modificaba todo a su paso, nada volvía a ser como an­ tes, y previamente Júpiter debía haber consultado a los misterio­ sos -*•dioses Involutos. F u e n t e s : Plin. Nat.2 .139;

Sen.AW.41;

Seru^en.1.42.

Dioses genitales (dii genitales). Según Ennio, son los grandes dioses que han engendrado a las restantes divinidades. En sentido amplio, son dioses que presiden los nacimientos. F u e n t e s : Am.4.25; Enn. apud Sera. /4e«.6.764; Seru^4e«.6.603.

Dioses inciertos (dii incerti). En esta categoría parece ser que entraban, según Varrón, los dioses cuyo culto había desa­ parecido y sobre cuya exis­ tencia había dudas, los dioses de origen extranjero y los hé­ roes divinizados. F u e n t e s : Aug.C/«.7.17; 28; L uc.C iu. 2.593;Seruvlen.8.275;Tert.Marc.l9. B ib l io g r a f ía : A. v o n D o m a s z e w s k i,

« D e i c e rti u n d d e i in c e rti» ,

Ab-

handlungen zur rómischen Religión, L e ip z ig -B e rlín 1909, pp.154-170.

Dioses Indígetes. Dioses de naturaleza mal conocida. Para 51


Dioses inferiores

unos son aquellos a los que se invocaba en los —*indigitamenta, especializados en una fun­ ción muy concreta, lo que los asimila a los —‘dioses ciertos de Varrón. Para otros son los protectores de la ciudad, cuyo verdadero nombre debe perma­ necer en secreto para evitar la -♦evocación por parte de los enemigos. Finalmente, otros los consideran los dioses origi­ nales de la religión romana. F u e n t e s : Liu.1.2.6; 8.9.6; Ou.Met. 14. 608; 15.861-870; Paul.Fest.94 L.; Plin.Ata.3.56; Seru^en.1.21; 2.351; 12.794; Ge. 1.498; Sol.2.15; Tib.2.5. 45; V e r g ^ e n . 12.794; Ge. 1.498. B ib l io g r a f ía : A . G r e n ie r , «Indigetes et Novensiles, divinités collectives de l'ancienne religión romaine», Miscelánea Coelho, Lisboa 1949, p p. 192-205; E. V e t t e r , «Di Novensides, di Indigetes», IF 62(1956)132.

Dioses inferiores (dii inferí o inferni, «los de abajo»). Son los dioses subterráneos y de ul­ tratumba, a los que hay que con­ jurar con sacrificios cruentos. F u e n t e s : Liu. 1.32.

Dioses Involutos (dii involuti). Dioses que formaban el conse­ jo secreto de Júpiter, a quien asesoraban antes de que lanza­ 52

ra el más terrible de los rayos [-►Dioses fulminadores]. Se desconoce su identidad y su número. F u e n t e s : S en.M af.2.41.

Dioses Medióximos (dii Medioximi o Medioxumi). Era una categoría de dioses menores. Su nombre, «intermedios», puede explicarse porque, como dioses terrestres, se encontraban entre los dioses celestes y los infer­ nales, o porque estaban entre los dioses supremos y los hom­ bres mortales. F Ü e n te s: Apul.Pto.1.11; 44.1.32; Capel.2.39; Pl.Cisf.2.36; Seru^4e«.3. 134;8.275; Varroapud Non.141.

Dioses Novensides o Novensi­ les. Hay mucha incertidumbre acerca de la naturaleza de estos dioses. Atendiendo a la etimo­ logía de su nombre, podía pen­ sarse en un grupo de nueve di­ vinidades o en un grupo de nuevos dioses. No hay nada claro. Según Varrón, eran los dioses de origen sabino, y se­ gún Ovidio, los dioses importa­ dos en general, mientras que para Marciano Capela se trata­ ría de divinidades acuáticas. Tampoco hay unanimidad entre los autores modernos.


Doliola F u e n t e s : Am.3.38s.;

Capel. 1.46; CIL 1.178; 9.349; Liu.8.9.6; Ou.Mer.15. 861-870; Varro ¿af.5.74; Verg.Ge.l. 498. B ib l io g r a f ía : A. G r e n ie r , «Indigetes et Novensides, divinités collectives de l’ancienne religión romaine», Miscelánea Coelho, Lisboa 1949, pp. 192-205; E . V e t t e r , «Di Noven­ sides, di Indigetes», IF 62(1956)132.

Dioses selectos (dii selecti). Son, según Varrón, los veinte dioses, doce masculinos y ocho femeninos, más importantes del panteón romano: Jano, Jú­ piter, Saturno, Genio, Mercu­ rio, Apolo, Marte, Vulcano, Neptuno, Sol, Orco, Líber, Te­ lus, Ceres, Juno, Luna, Miner­ va, Diana, Venus y Vesta. F u e n t e s : V arro

apud Auz.Ciu.7.2:

13; 16s.

Dioses superiores (dii superi, «los de arriba»). También son llamados dioses celestes (caelestes), por tener su morada en las regiones del cielo. F u e n t e s : L iu . 1.32.

Dis Pater («Padre Rico»), An­ tiguo dios del mundo subterrá­ neo y de los muertos, identifi­ cado con el dios griego Plutón y asimilado, a veces, a Februo

y Sorano. En su honor y en el de -*Prosérpina se instituyeron en el 249 a.C. los —►Juegos Ta­ ren tinos. F u e n t e s : Cic.Ata.2.26.66;

Varro Lat.

5.66.

Disciplina etrusca. Término con el que los romanos desig­ naban las distintas técnicas de la interpretación de los presa­ gios. La expresión hace refe­ rencia al origen etrusco de esta ciencia [-►Augurio, auspicio; Rayo], Divales (Diualia). Otro nom­ bre por el que se conocían las fiestas —►Angeronales. Dolabra. Hacha de dos hojas (una más ancha que otra) con la que en los sacrificios se in­ molaba a la víctima. F u e n te s :

Dig.33.7.18; Fests . u. Scena.

Doliola. Nombre de un lugar, cercano a la Cloaca Máxima, en el Foro Romano, donde, por motivos religiosos, estaba pro­ hibido escupir. Se desconoce la causa de esta sacralización por ser muy antigua. Una versión más reciente la explicaba en el sentido de que ése fue el lugar 53


Doliqueno

en el que las Vestales enterra­ ron unas jarras (doliola), que contenían los objetos sagrados de su culto, para evitar que ca­ yeran en manos de los galos, cuando la invasión del 390 a.C. Fu en tes:

Apul.Meí.9.10; Luc.9.516; Seru^len.2.269; 12.199.

F uentes:

Paul.Fest.60 L.; Varro Lat.

5 .1 5 7 .

Doliqueno (Dolichenus). Epí­ teto de —«Júpiter. Domicio (Domitius). Dios nup­ cial que impulsa a la novia a entrar en casa del marido [-►Mantuma]. F u e n t e s : A u g .C ¿«.6.9.3.

Domiduca. Diosa de la infan­ cia (acompaña al niño de regre­ so a su casa) y del matrimonio (conduce a la novia a casa del esposo). F u e n t e s : A u g .C /K .6 .9 .3 ;7 .3 .

Domiduco (Domiducus). Dios nupcial que conduce a la novia a casa del marido. F u e n t e s : A u g .C iH .6.9.3.

Domina («Señora»). Epíteto de -♦Fortuna.

54

Donario (donarium). Tesoro de un templo, cámara en la que se guardaban las ofrendas he­ chas a los dioses.

Dríades (Dryades). ->Ninfas de los árboles en general, aun­ que la etimología las relaciona particularmente con las encinas (drys). Viven en los bosques, por los que corren y danzan. Se las conoce también con el nombre de Adríades (Adryades). Comúnmente se las iden­ tifica con las —«Hamadríades, de las que, sin embargo, las distingue ex profeso Servio. Eran unas de las divinidades ante las que, en las fiestas —‘Paliles, los pastores pedían la intercesión de Pales. F u e n t e s : O u .Fasti

4.761; Mef.11.49; Prop.1.20.12; 32; 45; Semblen. 1.372; Ecl. 10.62.

Duóviros encargados de las ceremonias sagradas (duumuiri sacris faciundis) [-«Decénviros encargados de las ceremonias sagradas]. F u e n t e s : L iu .3 . 10.


Egeria

E Ecuestre (.Equestris ). Epíteto de —► Fortuna y —*■Venus. Edícula (aedicula ). Habitácu­ lo, enmarcado con frontón y columnas, que en los templos albergaba la estatua del dios. También recibe este nombre cada una de las hornacinas de madera, colocadas en tomo al atrio, en las que se depositaban las imágenes de los antepasa­ dos, de los Lares y de las divi­ nidades tutelares de la familia. F u e n t e s : L iu .3 0 .4 1 ; 0 u ./ / e r .l 3 .1 5 0 -

158;Petr.29.

Edituo (aedituus). Guardián de un templo. Tenía las llaves y abría a las horas marcadas; se cuidaba de la limpieza; servía de guía a los visitantes, a los que explicaba las rarezas y las obras de arte que contenía el edificio; parece ser que tam­ bién se ocupaba de la adminis­ tración de los bienes del tem­ plo. Era un puesto de confian­ za, que comportaba una gran responsabilidad. Gozaron de gran respeto durante la Repú­

blica, así como en el Imperio. Solían ser de condición libre, rara vez servil. No tenían ca­ rácter sacerdotal. Estaban orga­ nizados en un colegio, presidi­ do por un magister. También había mujeres que atendían a estos menesteres, las edituas. F u e n t e s : ActaAru. tab.24, col.2.1.27; Cic./far.l4.31; Verr.4.44; Dig.33.1. 20; Gell.2.10; 7.1; 12.10; Inscr.Orelli 1369; 1438; 1462; 1593; 1769; 2146; 2206; 2441; 2443-2445; 2700; 2809; 2880; 5732; 6100s.; 6445; Liu.25.7; 30.17; Lucr.4.1273; Pl.C«rc.l.3.48; Plin.Ata.36.4.10; Sen.EpistAl; Sera. /4en.9.645; Suet.Dom.l; Varro L a tí. 12; 8.61; Rust.1.5.

Educa. Diosa de la infancia, que enseñaba a comer a los niños (cf. educo, «alimentar»). También re­ cibe los nombres de Edula, Edulia y Edusa f-*Victa]. F u e n t e s : Am.3.25;

Aug.Citt.ll y 32; 6.9; TertJVítf.2.11; Varro apud Non. 108[408],

Egeria. Ninfa, consejera de Numa, del que, según algunas versiones, era esposa. A ella se debería la política religiosa del piadoso rey. Se le tributaba cul­ to en el bosque de las —►Came­ nas, cerca de la Puerta Capena, al pie del Celio. 55


Elicio

Originariamente recibía culto en el bosque de Diana Aricina, como divinidad protectora del parto, ya que facilitaba la sali­ da (cf. egerere) del niño. Allí acudían las embarazadas a ofrecer sacrificios, para asegu­ rarse un parto sin dolor. Am.5.1; D.H.2.60s.; Iuu.3. lis.; Liu. 1.21.3; Ou .Fasti 3.273s.; 4. 641-672; Aíef.l5.482s.; Paul.Fest.77 L.; Plu.Num.\ Str.5.3.12; VergAen.7. 763.

Amm.26.11; Apul.Afer.3. 27; Aug.C¡'tt.4.11 y 37; 7.2s.; CIL 3.788; 3420; 4776; 7.747; 1114; Cod. Theod.9.16.11; Iuu.8.157; Min.Fel. 28.7; PrucMpof/i. 197-199; Tert. Anima 37; Apol.16; Nat. 1.11.

Fuen tes:

Epulón (.Epulo). Epíteto de -►Júpiter.

F u en t es:

Elicio (Elicius , «El que atrae»). Epíteto de —>Júpiter. Empanda [->Panda]. Epona. Diosa protectora de los caballos. Aunque su nombre fi­ gura en los ->iridigitamenta, será a partir del Imperio cuan­ do reciba culto, sobre todo por parte de los campesinos, para que proteja a los animales de labor, y de los conductores de cuadrigas y aficionados a las carreras, para que libre a los caballos de conjuros que pue­ dan perjudicarlos. Su imagen se colocaba en hornacinas, adornada de flores, en los esta­ blos del circo. Parece ser de procedencia cel­ ta. 56

Epulones [-*Septénviros Epu­ lones]. Epulum Iovis [—«Banquete de Júpiter]. Equirres (Equirria). Fiestas, de origen antiguo (según Festo, se remontan a Rómulo), que te­ nían lugar los días 27 de febrero y 14 de marzo, en honor de Mar­ te. Consistían, como su nombre indica (Equirria < *equi-curria, «carrera de caballos»), en una carrera de caballos, que habi­ tualmente se celebraba en el Campo de Marte. En tiempos del Imperio fueron perdiendo solemnidad y las Equirres del 14 de marzo fue­ ron sustituidas por las -»Mamurales, también en honor de Marte. D.C.56.27; Fest.71 L.; 117 L.; Ou.Fasti 2.858ss.; 3.519; Varro Lat.6 .13.

Fuentes:


Estata Madre B ib l io g r a f ía : J. L o ic q , « L a té m o ig n a g e d e V arrón su r le s E c u rria » , Lat

Se le asociaba a Apolo y a la Salud.

32(1964)491-501.

F u e n t e s : Fest.233 L.; Flor.Epif.il; Inscr.Orelli 1572; 1576; 1579-1581; Liu.10,47; Ou.Fasti 1.289-294; Paus. 2.27s.;Val.Max. 1.8.2. B ib l io g r a f ía : M. B e s n ie r , L ’lle Tibérine dans l ’Antiquité, París 1902, pp.135-248.

Ericina (Erycina ). Epíteto de -+ Venus.

Esculano (Aesculanus). Dios de la moneda de bronce, padre de —‘Argentino. F u e n t e s : Aug .Ciu .4.21.5; 28.3.

Esculapio (Aesculapius). Dios griego de la medicina, cuyo culto fue introducido en Roma por indicación de los Libros Si­ bilinos con motivo de una terri­ ble peste (293 a.C.). Enviada una embajada a Epidauro, re­ gresó con una de las serpientes sagradas, en la que los roma­ nos vieron la manifestación del dios. Se contaba que, al desem­ barcar, la serpiente se dirigió nadando a la isla Tiberina y que en ese instante cesó la en­ fermedad. Se consagró la isla a Esculapio y en el 291 a.C. se le erigió un templo, al que, como en los asclepiadeos griegos, acudían a dormir los enfermos con la esperanza de que, duran­ te el sueño, el dios les revelara el remedio para su mal.

Esperanza (Spes). Diosa que personifica la esperanza, a la que, durante la Primera Guerra Púnica, se le erigió un templo en Roma, en el Foro Holitorio. Invocada en los aniversarios del nacimiento, del matrimonio y de la toma de la toga viril, es­ taba estrechamente relacionada con la Fortuna. En Roma y en el Lacio era venerada sobre to­ do por los labradores y jardine­ ros, por lo que algunos investi­ gadores modernos la consideran una divinidad de origen rural. Cic.¿eg.2.28; Liu.2.51.2; 21.62.4; 25.7.6; Ou.4ral.445; Pl. Bacc/i.893; Mere.867; Tib.2.6.19.

F uentes:

Espiniense (Spiniensis). Dios agrario que se ocupaba de li­ brar de zarzas y espinas a los sembrados. F u e n t e s : A u g . Ciu A. 21:7.

Estata Madre (Stata Mater, «Madre Estable»). Diosa de 57


Estatilino, Estatino y Estatina

naturaleza desconocida, de la que se veneraba una imagen que se alzaba en el Foro. F u e n t e s : F e st.4 1 6 s. L.

Estimula (Stimula). Diosa que impulsa a los hombres a las grandes acciones. Le estaba consagrado un lucus dentro de Roma. F u e n t e s : Aug. Ciu.4.11.4;

Estatilino, Estatino y Estati­ na (Statilinus, Statinus, Statiná). Dioses de la infancia que enseñaban al niño a mantener­ se en pie y lo sostenían cuando daba sus primeros pasos (cf. sto, «estar en pie»). F u e n t e s : Aug.Ciu.4.21.4; TettAnima

39; Nat.2.11; Varro apud Non.532.

16.1.

Éstipe (stips). Moneda de es­ caso valor, con que se contri­ buía al culto de los dioses, de­ positándola en los cepillos de sus respectivos templos o echándola en las fuentes en ca­ so de divinidades acuáticas. Cic.Leg.2.9 y 16; CIL 10. 3781; 14.2112; Uu.25.12.14; Ou .Fasti 1.189ss.;Val.Max.7.3.8.

F uentes:

Estátor (Stator, «El que detie­ ne»). Epíteto de -«Júpiter.

Esterquilino (Sterquiliruts). Dios agrario que preside la acción de estercolar las tierras. Algunos lo hacen hijo de Fauno o de Sa­ turno. Otras variantes de su nombre son: Esterquilinio, Estérculo, Esterculio, Esterculino, Estércuto, Estercucio, Esterces (Sterquilinius, Sterculus, Sterculius, Stervulinus, Sterculus, Stercutius, Sterces). F u e n t e s : A u g .O « .1 8 .1 5 ; Is id . Orig.

17.1.3; Lact./ttsf. 1.20.36; Macr.Saf.l. 7.25; Plin.iVaí. 17.50; Pmd.Perist.2. 449; Se.mAen. 10.76; Tert^!po/.25.10; Nat.2.9.20.

58

Estreñía (Strenia). Diosa que infunde valor para afrontar las situaciones de peligro (cf. strenuus, «valeroso»). F u e n t e s : Aug. Ciu.4.11.4;

16.1.

Éstriges (Striges o Strigae). Seres monstruosos femeninos, provistos de alas, de enorme cabeza, ojos saltones, pico y garras de ave rapaz que, a mo­ do de vampiros, chupaban la sangre y devoraban las entra­ ñas de los niños recién nacidos si, dejados solos por las nodri­ zas, la diosa —«Cama no los ahuyentaba a tiempo.


Exauguración Ou .Fasti 6.131ss.; Petr.63; Plin.Afczf. 11.135.95; 232.

Fuentes:

Eternidad (Aeternitas). Perso­ nificación divinizada de dicho concepto. Se la representa con figura de mujer, de pie o senta­ da en un globo sembrado de astros; sobre su cabeza suelen aparecer una o varias estrellas; en sus manos puede llevar dife­ rentes objetos que simbolizan la eternidad en sí misma (un cetro, un globo, el sol, la luna) o a tra­ vés de la resurrección (el ave fé­ nix, que renace de sus cenizas). Fu en tes:

Plin.Ep. 10.87.

Evocación (euocatio). Rito con el que el general del ejérci­ to romano, antes de proceder al asalto de una ciudad enemiga, invitaba a los dioses tutelares de ésta a que la abandonaran y se trasladaran a Roma, donde se les tributaría mejor culto. Por este procedimiento fueron «evocados», de Túsculo, los Dioscuros en 449 a.C.; de Veyes, Juno Regina en 396 a.C.; de Bolsena, Vertumno en 264 a.C.; y de Cartago, todos sus dioses en 146 a.C. La fórmula tradicional nos la ha conservado Macrobio: «Si

hay un dios o una diosa bajo cuya tutela está este pueblo y esta ciudad, y a ti, grandioso, que acogiste bajo tu protección a esta ciudad y a este pueblo, ruego, suplico, pido vivamente que abandonéis este pueblo y esta ciudad, que dejéis estos templos, estos lugares sagrados y, habiéndoos alejado de ellos, vengáis a Roma, a la casa mía y de los míos. Que nuestra ciu­ dad, nuestros templos, nuestros lugares sagrados os sean más gratos y más queridos: recibid­ nos bajo vuestra tutela. Si así lo hacéis, os hago voto de un templo y la promesa de dedica­ ros unos juegos públicos». Un rito similar también era prac­ ticado entre los hititas. Liu.5.21.3-22; Macr.3.9.612; Plin.Mif.28.17s.; Seruvlen.2.351; 12.841. B ib l io g r a f ía : V. B a s a n o f f , Evocatio. Étude d ’un rituel militaire ro­ main, París 1945; G. D u m é z il , Ri­ méis indo-européens á Rome, París 1954, pp.45-48. F uen tes:

Exauguración (exauguratio). Acto contrario a la —«inaugura­ ción, por el que a una cosa se le quita su carácter sagrado, volviendo así a ser profana. Fuen tes:

D.H.3.69; Gell.7.7.4; Liu.

1.55.

59


Expiación

Expiación (expiatio). Purifica­ ción de las propias culpas me­ diante una serie de actos que debe realizar el mismo indivi­ duo que ha faltado a los dioses. En esto se diferencia de la -ilustración, cuyas ceremonias las ejecuta otra persona. Cic.£eg.l.40; 2.3.4; Liu.5. 20.5; Sen.Mzf.2.38.3. F u entes:

Extispicio (extispicium). Téc­ nica adivinatoria, de origen etrusco, con la que se pretendía conocer la voluntad de los dio­ ses. Consistía en la inspección de las entrañas (extá) de las víctimas. Dicha inspección era realizada por los —► arúspices.

60

De los órganos internos a exa­ minar destaca el hígado (hepatoscopia). En éste se distin­ guían dos partes: «familiar», la de la derecha, y «hostil», la de la izquierda, así como otras di­ visiones que indicaban las áreas particulares para cada predicción. Todo esto se puede apreciar perfectamente en la maqueta de bronce, encontrada cerca de Piacenza (Italia), que representa el hígado de un car­ nero. Cic.Caf.3.9; Diu.2.18.26; Non. 16; Suet .Ñero 56; Vergel en.4.64.

Fu en tes:

•B i b l io g r a f ía : A . B o u c h é -L e c l e r c q ,

Histoire de la divination dans l ’antiquire', t.4, P a r ís 1963, p p .7 7 s .


Fáscino

F Fabulino (Fabulinus). Dios de la infancia que enseñaba al ni­ ño las primeras palabras (cf. fabulor, «hablar») [—«Farino, Locucio], F u e n t e s : V arro

apud N o n . 53 2 .2 7 .

Fagutal (de fagus, «haya»). Epíteto de —«Júpiter. Falácer. Dios antiguo, de natu­ raleza desconocida. La impor­ tancia de su primitivo culto se puede ver en el hecho de que le estaba asignado un Flamen. Pe­ ro nada más se sabe de este dios, que ya en el período clá­ sico había caído en el olvido. F u e n t e s : V arro Lat.5.84.

Fano (fanum). Sinónimo de -«templo, propiamente lugar consagrado por los augures a alguna divinidad. Suele referir­ se a los santuarios de divinida­ des antiguas que no tenían edi­ ficio o han estado largo tiempo sin él. De esta palabra derivan profa­ no, «delante —y por tanto, fue­ ra— del templo», que pasa a

ser antónimo de sagrado, y fa ­ nático, que originariamente sig­ nificaba «servidor de un tem­ plo» y que, por el excesivo apasionamiento con que los sa­ cerdotes de Cibeles, Belona e Isis se entregaban a sus prácti­ cas religiosas, pasó a ser sinó­ nimo de exaltado. F u e n t e s : C íc .D ím. 1.41; L iu. 10.3 7 .1 5 ; M a c r.S a f.3 .6.17; V arro Lat.6.54.

Farino (Farinus). Dios de la infancia que enseñaba al niño los primeros sonidos (cf. fari, «hablar») [—«Fabulino, Locu­ cio]. F u e n t e s : T ert Anima 39; Nat.2. 11.

Fárreo (Farreas). Epíteto de -«Júpiter. Fas. Derecho divino que regula la relación del hombre con los dioses. De esta palabra derivan fasto y nefasto. Fáscino (Fascinus, «Falo»). Personificación de la fuerza masculina de la generación, ve­ nerada también bajo la invoca­ ción de ->Mutuno Tutuno y de -«Príapo. Hay varias leyendas en las que el falo tiene el papel protagonista. Así, una antigua 61


Fata Scribunda

tradición, recogida por Plutar­ co, sostiene que los fundadores de Roma habían nacido de una virgen y un falo fantasmal, que, saliendo del fuego, se ha­ bía aparecido en una visión a Tarquecio, rey de Alba. Idénti­ co origen se atribuye al rey Servio, que sería hijo de una vestal o de una esclava y un fa­ lo aparecido entre las cenizas del hogar del palacio del rey Tarquinio Prisco. Estas leyen­ das explicarían el hecho de que hubiera un falo en el atrio del templo de Vesta. En algunos lugares de Italia, en las fiestas de —► Líber se lleva­ ba en procesión por las calles de la ciudad la imagen de un falo de piedra o metal, que ha­ bía sido adornado públicamen­ te con una corona por la mano de una matrona del lugar. Se le atribuía también la pro­ tección contra el mal de ojo, por lo que era uno de los amu­ letos más comunes. Asimismo, en el desfile del triunfo se colo­ caba la imagen de un falo en el carro del triunfador para evitar todo posible encantamiento. Am.5.29; Aug.Ciw.7.21; D.C.61.17; D.H.4.2.1-3; Liu.l.39.5s.; Macr.&r. 1.69; Ou.Fasti 6.630-636;

F u en tes:

62

Plin.Mzf.29.4.19; 28.39; 34.70; Plu. Rom. 2.

Fata Scribunda («Hados pres­ critos»). Personificación de los destinos que aguardan al recién nacido. Fuentes

:Ten.Amma 36.

Fatum. [-«Hado]. Fatuo, Fatua (Fatuus,-a). Epí­ tetos de —♦Fauno y —► Fauna como divinidades proféticas (cf. fatuari, «estar poseído de delirio profético»). Cic.Diu. 1.101; Nat. 2.6; 3.15; Cod.Iust.43.1; D.H.5.16.2; Ou. Fasti 4.644s.; Seru./le;j.8.314; Verg. Aen.7.81. Fu entes:

Fauna. Diosa pareja de -«Fau­ no, del que, generalmente, era presentada como esposa, aun­ que también como hermana o hija del mismo. A veces se la identifica con —«Bona Dea o con -«Maya. F u e n t e s : Ca¿fcr.43.1;D.H.1.43; Lact.

bist.1.22; Macr.&ff.l.l2.21s.; SauAen.7. 47;8.314; Ge.1.11;Varro Zar. 7.36.

Faunales (Faunalia). Fiestas que, en honor de —«Fauno, te­ nían lugar el 13 de febrero y el 5 de diciembre. En las prime­


Favisa

ras se le ofrecía un sacrificio en el templo que tenía en la isla Tiberina. Calp.Sic.5.26; CIL 6.2302; Hor.CW.1.4.14;3.18;Ou.Fasri2.193s. F u en tes:

Fauno (Faunus). Dios de los campos y los bosques, protec­ tor de los rebaños, a los que hace fecundos y a los que de­ fiende del ataque de las alima­ ñas. Es, pues, una divinidad bienhechora, como parece indi­ car su nombre. Pero se presen­ ta también bajo otros aspectos, como denotan los disdntos epí­ tetos que se le apücan: Fatuo o Fatuclo, como divinidad profética, que revela el porvenir por medio de voces misteriosas que se oyen en los bosques anuncian­ do acontecimientos inminentes o a través de los sueños; íncubo, como el responsable de las pesa­ dillas nocturnas que atribulan a los hombres. Coincide con -*Inuo en su carácter lascivo, y se le considera un genio del bosque, perseguidor de las ninfas. Según Servio, era un dios infernal, que hacía a los pastores víctimas de sus bromas y contra cuyos ma­ leficios se defendían frotándo­ se con ciertas hierbas. Se le relaciona con —«Luperco

y con —«Silvano. Se identificó con el griego Pan. En ocasio­ nes su persona se multiplica y se le nombra en plural: faunos, genios de los bosques, equiva­ lentes a los sátiros griegos, re­ presentados bajo la figura de un hombre con cuernos y pezu­ ñas de cabra. Durante mucho tiempo su ióni­ co santuario fue el —«Lupercal, en el Palatino, hasta que en el 196 a.C. se le construyó un templo en la isla Tiberina. Varrón le atribuía la invención del verso saturnio, y, según Horacio, era el protector de los poetas. En su honor se celebraban las —«Lupercales y las —«Faunales. Am.2.71.1s.; Aug.C¡'«.8. 5; 18.15; Cíc.ZWk.1.45.101; Nat.2.2.6; 3.6.15; D.H.1.31; 5.16; Enn^nn.7.156; Fest.235 L.; Hor.CW. 2.17.28; 3.18; Isid.0ng.8.113; Liu.l. 5.2; 2.7.2; Lact.//isí.l.22.9; Macr.Sar. 1.12.22; Ou .Fasti 2.193s.; 267ss.; 3.761; 4.650s.; 5.9 ls.; Paul.Fest. 15 L.; PlinJVar.8.151; 25.29; 30.84; [Prob.] Ge. 1.10; 18; Seruu4en.6.776; 7.47; 81; 8.275; 314; Ecl.7.27; Val.Max. 1.8.5; Varro Lar.7.36; VergAen. 7.45s. F u en tes:

15.23.1;

Favisa (fauissa). Sótano de un templo que se utilizaba como almacén para guardar en él di­ versos instrumentos de culto y 63


Februa

el mobiliario, así como objetos votivos. F u e n t e s : V a rro

4 .2 0 ; Macr.Sar.l. 13.3; Seru.Ge. 1.43.

apud Gell.2.10.

Februa. Correas hechas con las pieles de las víctimas sacri­ ficadas en las fiestas de las —>Lupercales, con las que los Lupercos azotaban a todos los que se encontraban en su carre­ ra por el Palatino. F u e n t e s :Plu.ifom .21.7; SenMen .8.82.

Februal (Februalis, «Purificadora»). Epíteto de -«Juno. Februo (Februus). Dios de ori­ gen, probablemente, sabino, al que estaba consagrado el mes de febrero. Como éste era el mes en que se celebraban las Parentales, fiestas dedicadas a los difuntos, Februo pasó a ser considerado dios de los muer­ tos e identificado con —«Dis Pater o con Plutón. También era el dios de las lustraciones por celebrarse en su mes, el úl­ timo del año según el calenda­ rio antiguo, ceremonias de pu­ rificación con las que se borra­ ban los pecados cometidos du­ rante el año que estaba a punto de finalizar. 64

F u E N T E S :Isid .O n g .5 .3 3 .4 ;L y d .M e/is.

Feciales (Feriales). Colegio sa­ cerdotal constituido por veinte miembros, elegidos entre las mejores familias. Su sacerdo­ cio era vitalicio. Al frente de ellos, estaba el -«Padre Paira­ do; también terna un cargo es­ pecial el —verbenario. Su ins­ titución se remontaba al rey Numa. Sus funciones eran las siguientes: 1) Cuidar de que los romanos no emprendieran ninguna gue­ rra injusta. 2) Pedir del pueblo ofensor sa­ tisfacción de palabra y, si no la diere, declararle la guerra. Para ello enviaban a un fecial como heraldo, adornado con los dis­ tintivos sagrados, el cual, antes de entrar en la frontera, se de­ tenía y, tras poner a Júpiter por testigo de que acudía a pedir justicia en nombre del Pueblo de Roma, exponía las reclama­ ciones e imprecaba contra sí en caso de que mintiera. Todo esto lo repetía al primero con quien se encontraba en el campo y, asimismo, al entrar en la ciu­ dad; finalmente, volvía a ha­ cerlo, una vez más, con los ma­


Feciales

gistrados en el foro. Si éstos le pedían tiempo para deliberar, les daba, hasta tres veces, un plazo de diez días, al término de los cuales, si no obtenía la satisfacción que había ido a buscar, invocaba a los dioses del cielo, de la tierra y del in­ fierno y anunciaba que regresa­ ba a Roma, donde deliberarían con calma sobre el asunto. Ya en la ciudad, exponía ante el Senado lo sucedido y, en caso de que se acordara la guerra, regresaba a las fronteras del pueblo en cuestión, llevando una lanza teñida de sangre (hasta sanguínea) y delante de, por lo menos, tres púberes reci­ taba la fórmula de declaración de guerra y arrojaba la lanza al territorio, ya enemigo. Cuando el alejamiento de las fronteras hizo poco practicable este uso, se arrojaba la lanza por encima de la Columna Bélica, ante el templo de —► Belona, sobre un rincón de tierra comprado por un prisionero y considerado, por tanto, enemigo. 3) Juzgar las reclamaciones de los aliados y los delitos cometi­ dos contra embajadores. 4) Ratificar los tratados y vigi­ lar que se respetasen las cláu­

sulas de éstos: el Padre Patrado hería con un cuchillo de sílex a un cerdo, a la vez que pedía a Júpiter que del mismo modo golpeara con una fuerza pro­ porcional a su poder al Pueblo Romano si no respetaba los tra­ tados; o bien arrojaba la piedra diciendo que, si faltaba al jura­ mento, aceptaba caer como ella. 5) Firmar la paz o anularla, si no se había hecho según las le­ yes sagradas. 6) Juzgar los delitos de los ge­ nerales relacionados con jura­ mentos y tratados. 7) Firmar los pactos. Para sus ritos utilizaban cuchi­ llos de pedernal y vasos sagra­ dos, que se guardaban en el templo de Júpiter Feretrio, y —►verbena, que debían recoger en el Capitolio. El Padre Patra­ do no usaba nunca ropa de lino y llevaba un cetro como distin­ tivo. Por su carácter y atribuciones, los Feciales participaban, a la vez, del sacerdocio y de las magistraturas; sus funciones eran al mismo tiempo religio­ sas, políticas y judiciales. F u e n t e s : Cic.ífar.43; Leg.2.9; Off.\. 34-40; 3.109;Rep.2.3l; Ktt.5.49; D.H. 2.72.6-8; Gell.10.27; 16.4.1; Liu.1.24

65


Fecundidad 4-9; 28.9; 32.5-14; 4.30.13s.; 7.6.7; 9. 2; 9.5.1-6; 8.6; 10.6-11; 11.8; 10.12. 2s.; 31.8; 36.3; 30.43.9; Plin.War.22. 2.3; Plu.Com.18; Num.\2\ Semblen. 695; 9.33 y 53; 10.14; 12.120 y 206; Varro Lat.5.86. Croyances et rites dans la Rome antique, P arís 1971,

B i b l i o g r a f í a : J. B a y e t ,

pp.9-43; « L e rite d u fe c ia l et le cc r-

MEFR 5 2 (1 9 3 5 ) Manuel des institutions romaines, P a rís 1 8 84, p p .5 4 1 s.; M .A . C a r n a z z a , La Isfttuzione dei Feziah in rapporto al diritto publico romano, C a ta n ia 1886; F.C. C o n r a d i , De fecialibus et iure feciali populi Romani, H e lm s ta d ii n o u iller m a g iq u e » ,

2 9 -7 6 ; A. B o u c h É - L e c l e r c q ,

Fecundidad (Fecunditas). Dio­ sa que personifica la fecundidad de las emperatrices romanas, cu­ yo culto fue instituido en el año 63 d.C. por un decreto del Se­ nado con motivo del parto de Popea, esposa de Nerón. Se le dedicó un templo y unos jue­ gos, que recordaban la conme­ moración de la victoria de Au­ gusto en Accio. Se la repre­ senta como una matrona con un cetro en una mano y un niño en el otro brazo. F u e n t e s : T a c ^ lw j.15.23.2.

1734; M . C h a u v e a u , « L e d ro it d e s g e n s d a n s le s r a p p o rts d e R o m e av e c

Nouvelle Revue Historique (1 8 9 1 )3 9 3 s s.; G. D u m é z il, « R e m a rq u e s s u r le Ius Fetiale», REL 3 5 (1 9 5 6 )9 3 -1 0 8 ; G. F us i n a t o , Dei Feziali e del Diritto Feziale (e x tra c to d e la s M e m . d e lla r.

le s p e u p le s d e l ’a n tiq u ité » ,

A cad . d e i L in c e i, C ías, d i se . m o ra li, stor. e filo l.), R o m a 1884; J. M a r q u a r d t y T h . M o m m s e n , Manuel des Arüiquités romaines, Le cuite chez les Romains (trad . fr. p o r M . B rissa n d ), P a rís 1 8 9 0 , t.2 , p p ,1 4 3 ss.; E. M O l l e r , « P a te r p a tra tu s q u id sig n ific et»

Mn. 5 5 (1 9 2 7 )3 8 6 s .; G. N e n -

c i, « F e z ia li e d a ru s p ic i in C ic e ro n e ,

II 2 1 » , PP 1 3 (1 9 5 8 ) 134R.T. R i d l e y , « R o m á n d e c la ra -

D e L eg . 143;

Hist. 2 5 (1 9 7 3 )6 0 -6 5 ; Le Droit ferial et les Fétiaux á Rome, P a rís 1 883; A. Z o c c o R o s a , De ferialium collegi compositione quaestiones, C a ta n ia 1887.

tio n s o f w a r» , A . W e is s ,

66

Fecundo (Fecundus). Epíteto de —«Júpiter.

Felicidad (Felicitas). Diosa de la fertilidad y de los aconteci­ mientos felices. Empezó a reci­ bir culto entre los romanos re­ lativamente tarde. Su primer templo fue erigido en el 141 a.C. por Lúculo; César le dedi­ có otro en el 44 a.C., que fue terminado por Lépido; en el año 12 o 13 d.C., Tiberio le consagró un altar. Se le ofrecía el sacrificio de una vaca los días 1 de julio y 9 de octubre. Al igual que otras divinidades abstractas, se la consideró una


Ferias

diosa especialmente relaciona­ da con la familia de Augusto.

ga. Su santuario era el centro de culto de los latinos.

F u e n t e s : Aug.Ciw.4.18; 23; Cic .Verr. 4.2; CIL 1.328; 8.964; D.C.40.50; 44.5; Inscr.Orelli 732; 1894; Liu.5. 24.2; Macr.5af.3.20.2; Ou.Mef.6.193; Plm.£p.3.19.6; PlinJVoí.7.43.141; 44. 146; 16.26.108; 34. 8.9; Seru^en.6. 683; Val.Max.7.1; Varro apud Seru. 4.167.

F u e n t e s : D.H.3.34.3; 51.3; 4.45.3; 5.61,1; Liu. 1.50.1; 52.5.

Félix («La que hace feliz»). Epíteto de -«Fortuna. Ferales (Feralia). Fiesta públi­ ca en honor de los -«Manes, con la que se cerraban las -«Parentales, de carácter parti­ cular. Se celebraba el 21 de fe­ brero. Se ignora en qué consis­ tía el ritual de esta fiesta; sólo se sabe que una vieja hechicera ofrecía a -«Tácita un sacrificio con connotaciones mágicas. Al día siguiente tenían lugar las -«Caristes, en las que todos los miembros de las distintas familias se reunían para cele­ brar que seguían con vida. Liu.35.7; Macr.Sar.1.4.14; 13.3; 14.7; 66.25; Ou .Fasti 2.533582;617-634. F uentes:

Ferentina Ninfa a la que esta­ ban consagrados una fuente y un lucus cercanos a Alba Lon-

Feretrio (Feretrius). Epíteto de —«Júpiter.

Ferias (Feriae). Días reserva­ dos a los dioses, se celebraran o no ceremonias religiosas. En ellos se debía observar la abs­ tención de toda actividad pro­ fana, a excepción de aquellos trabajos que fueran urgentes o de cuya omisión se derivara al­ gún peligro. Podían ser regulares o extraor­ dinarias, y privadas (individua­ les o familiares) o públicas. És­ tas últimas, a su vez, se dividen en fijas (statiuae) y móviles (conceptiuae) [-«Ferias con­ ceptivas]. Las ferias públicas que se celebraban en día fijo son 61 a lo largo del año: las doce idus (por estar consagra­ das a Júpiter), tres calendas (las de marzo, junio y octubre), las nonas de julio (Nonas Caprotinas) y 45 fiestas con nom­ bre particular. F uentes:

Macr.Saf.l.l6.9s.; Seru.Ge.

1.268.

67


Ferias conceptivas

Ferias conceptivas (feriae conceptiuae). Fiestas móviles. Se anunciaba previamente, por par­ te de los magistrados o sacerdo­ tes, el día en que se iban a cele­ brar. Solían estar relacionadas con la vida agraria. Se dividían en anuales y no anuales, según se presentasen cada año o en periodos indeterminados. A la primera clase pertenecían las Ferias Latinas, las sementivas y las Paganales (a finales de enero), las Compítales (a prin­ cipios de enero) y las Fomacales (en la primera mitad de fe­ brero); a la segunda, la cere­ monia novendial. F u e n t e s : F e st.s.w .

conceptiuae; G e ll.

10.24; Liu. 1.31; Macr.Saf.1.4; Ou. Fasti 2.525; Varro Zxzr.6.25s. B i b l i o g r a f í a : J. D e l a t t e , Recherches sur quelques fétes mobiles du calendrier romain, Lieja 1937.

Ferias denicales (feriae denicales). Eran los nueve días si­ guientes al sepelio del padre de familia, durante los cuales los miembros de su casa se abste­ nían de todo trabajo. Los pa­ rientes acudían al sepulcro y honraban al muerto quemando incienso, ungiendo la urna o el sarcófago con bálsamos y óleos y haciendo libaciones de vino. 68

La gente rica hacía donativos al pueblo para que se uniera a los sentimientos de la familia. Al noveno día se realizaba un sacrificio con libaciones de le­ che y sangre, a partir del cual se consideraba que el difunto se convertía en una divinidad protectora de la familia y se ce­ lebraba un banquete fúnebre, en el que tenían lugar juegos de histriones, saltimbanquis o gladiadores. A partir de este momento ya se podía proceder a la venta de los bienes del difunto o al reparto de la herencia. Hor.Sof .2.3.84-89; LexTab. 10.6; Paul.Fest.180 L.; Seru^len.78; 6.168. F u e n te s :

Ferias Latinas (Feriae Lati­ rme). Fiesta anual de todos los pueblos del Lacio. La fecha de celebración la fijaban los ma­ gistrados en ejercicio. Duraban tres días. Los dos primeros es­ taban dedicados a la fiesta po­ pular. Consistía casi únicamen­ te en alegres reuniones, durante las cuales se colgaban en los árboles columpios con los que se divertían los asistentes. Al tercero, se realizaba en la cum­ bre de los montes Albanos, el Mons Latiaris, un sacrificio a


Feronia

Júpiter Laciar, en el que se in­ molaba un toro blanco cuya carne se repartía entre los re­ presentantes de las ciudades la­ tinas, que a su vez presentaban a Júpiter sus ofrendas: leche, quesos, pescados, etc. Era tal la importancia de estas fiestas, que ningún asunto polí­ tico, por grave que fuera, podía impedir su celebración. Cíc.Dík.1.11; Planc.9.23; Quim.2A.2-, D.C.47.40; Fest.210 L.; Liu.32,1; 37.3; 44.19; 46.17; Luc.Ciu. 5.403; Macr-Sar. 1.16.16; V arro Lat.6. 25.

ofrecían pastelillos y el sacrifi­ cio de una cerda preñada. Se celebraban juntamente con las -♦Paganales. F u e n t e s : Hor.Saec.29; Lyá.Mens.3. 6; Macr.Saf. 1.16.6; Ou.Fasti 1.657696; [Prob.]Ge.2.389; Seru.Ge.1.21; Tib.2.1.5; Varro Lat.6.26. B i b l i o g r a f í a : J. B a y e t , «Les Feriae Sementinae et les Indigitations dans le cuite de Cérés et de Tellus», RHR 137 (1950)172-206.

Fuentes:

Ferias sementivas (feriae sementiuae o sementinae). Fies­ tas de las poblaciones rurales para pedir la bendición de los dioses y su protección sobre las semillas que se habían sembra­ do. Los campesinos se entrega­ ban al descanso, así como los animales de labor, a los que se coronaba con guirnaldas; de las ramas de los árboles colgaban los -*oscilla. No tenían fecha fija de celebración [-«Ferias conceptivas], aunque solían caer a finales de enero. Estaban dedicadas a —«Ceres, que da vi­ talidad a las semillas, y a —«Te­ lus, que proporciona el lugar en el que fructificar. Se les

Feronia. Divinidad itálica, de origen sabino, adorada en di­ versas localidades de Italia central: Amitemo, Pisauro, Trébula, Terracina, Anxur, Preneste, Furfo, además de Roma. Su lugar de culto más importante era Capena, al pie del monte Soracte, punto de contacto de los sabinos, los latinos y los etruscos. Terna a su cargo diversas fun­ ciones: era diosa de la salud, de las cosechas, de las flores, de los bosques, de las fuentes, de los libertos. A veces se la iden­ tifica con Juno y con Prosérpina. Sus lugares de culto tenían que estar fuera de las ciudades, muy alejados de las poblacio­ nes, en luci, en los que siempre había una fuente. 69


Fesona

En Capena estaba asociada al culto de -* Sorano. Tenía un templo circular, al que acudían los habitantes de la región para ofrecerle las primicias de las cosechas. Los sacerdotes del templo, los -+Hirpini Sorani, celebraban anualmente una fies­ ta en el bosque, en la que cami­ naban descalzos sobre brasas encendidas sin sufrir daño al­ guno. En Terracina era la protectora de los libertos: en su templo había un asiento en el que se sentaban los esclavos que iban a ser manumitidos por su bue­ na conducta y cuando se levan­ taban de él ya eran libres. Tam­ bién recibían allí el pileus, go­ rro de lana, símbolo de su nue­ va condición de libertos. En Roma era venerada en un templo, situado en un lucus del Campo de Marte. Según Virgilio, era la madre de Erulo, héroe de Preneste, al que había concedido tres vidas. F u e n t e s : Aug.Cw.4.147; D.H.2.49. 5; 3.32.1; Liu.1.30.5; 21.11.8s.; 22.1.18; 26.11.8-11; 32.26; Plin.Mzr. 2.146; 7.2; Seru.Aw.7.564; 789; 8. 564; 11. 785-788; Str.5.2.9; V o t o Lat.5AQ.lA; Verg^len.7.80; 8.563ss.; 11.785-788. B i b l io g r a f ía : P. A e b i s c h e r , «Le cui­ te de Feronia et le gentilice Feronius».

70

RBPhH 13(1934)5-23; R. B l o c h y G. F on, «Nouvelles dédicaces archalques á la déesse Feronia», RPh 27(1953) 65-77; J. H e u r g o n , «Trois études sur le Ver Sacrum (I. Un ver sacrum étrusque? Les origines du lucus Feioniae)», Lat 26, Bruselas 1957, pp.11-19.

Fesona (Fessona). Diosa que asiste a los que están cansados (fessi) [—«Quies], F u e n t e s : Aug.C¡H.4.21.7.

Fictores. Pasteleros adscritos al colegio de las Vestales y al de los Pontífices, encargados de la confección de los pasteles que se destinaban a los sacrifi­ cios. Cic.Domo 54.139; CIL 5. 3352; Inscr.Orelli 934; 2234; Varro L atlA A .

F uentes:

Fides. Personificación divini­ zada de la buena fe y de la pa­ labra dada, garante de los con­ tratos, cuyo culto, bajo la advo­ cación de Fides Pública, re­ monta a Numa. En Roma tenía un templo en el Capitolio, que databa de mediados del siglo III a.C., en cuyo interior se guardaban copias de los docu­ mentos públicos grabados en ta­ blillas de bronce. Su fiesta se ce­ lebraba el 1 de octubre [-«Fies­ ta de Fides].


Fiesta de Ana Perena

Durante el Imperio su culto quedó relegado, sobre todo, a la fidelidad que el ejército de­ bía al emperador. Se la representa, generalmente, de pie, con la cabeza cubierta por un velo; en la mano suele llevar diversos símbolos: espi­ gas, una cesta de frutas, una adormidera, una Victoria, un globo sobre el que se ha posa­ do un fénix, una pátera, un ti­ món, una cornucopia [—«Dio Fidio, Semón Sanco]. F u e n t e s : Cic.F¿n.2.65; Leg.2.19; 23; 28; Nat.2.61; 79; 3.47; Off.3.21; D.H.2.75.2-4; Enn.4nn.342; Hor.Od. 1.35.21s.; Inscr.Orelli 5088; 5428; 5433; Liu.1.21.1 y 4; PlinJVaf.2.5.1; 35.36; Sei-iMen.1.292; 8.636; 11.134; Sil.2.484; Val.Max.3.2.17; 6. 6.1; Vanó Lat.5.74; WtvgAen. 1.292. B ib l io g r a f ía : V. B e l l i n i , «Deditio in fidem», Rev. hist. d. droit fr. et étrang. 42(1964)448-457; P. B o y a n c é , «Fides et le serment», Lat 58 (1962)329-341; «Fides Romana et la vie intemational», Institut de France, séance publ. des cinq Académies, 25 oct. 1962 pp.1-16; «Les romains, peuple de Fides», LH 23(1964)419435; L. L o m b a r d i , Dalla «fides» alia bona fides, Milán 1961.

Fiebre (Febris). Personifica­ ción de dicha enfermedad, muy frecuente entre los romanos. Según la mitología griega, la

Fiebre había sido enviada a los hombres en castigo a la auda­ cia de Prometeo. En Roma te­ nía tres templos, en los que los enfermos curados dejaban co­ mo exvotos los remedios que habían empleado para su cura­ ción. En las invocaciones a esta diosa se llegó, incluso, a espe­ cificar de qué clase de fiebre se trataba, dándole distintos epíte­ tos: Terciana, Cuartana. Cicerón y Plinio critican la ten­ dencia a divinizar las enferme­ dades como medio de proteger­ se de ellas, hecho que también fue objeto de burla por parte de los apologistas cristianos. F u e n t e s : Aug.C¡«.2.14.3;

3.25.3 y 5; 4.15.4; 23.5; Cic.Ieg.2.11.28; Nat.3. 25.63; CIL 7.999; 12.3129; [Cypr.] Idola 4; Hor.CW. 1.3.10; Min.Fel.25.8; Plin.Ato. 1.5.2; 2.7.16; Prud.tfa/n.157; Seru^4en.7.695; Val.Max.2.5.6.

Fiesta de Ana Perena. Tenía lugar el 15 de marzo para cele­ brar el comienzo del año (que el calendario antiguo situaba en este mes), en la pradera de un lucus, en el primer miliario de la Vía Flamínica, cerca del Tíber, en cuya hierba se acomo­ daba la muchedumbre. A conti­ nuación comenzaban a beber, suplicando a los dioses que les 71


Fiesta de Atis

concedieran tantos años de vi­ da como vasos de vino fueran capaces de apurar, y bailaban en corros, acompañándose de canciones procaces, entonadas por jóvenes muchachas, cuyo origen se remonta a la burla de que fue objeto Marte por parte de Ana Perena, ya anciana, cuando el dios quiso servirse de ella como celestina para lo­ grar el amor de Minerva: tras darle falsas esperanzas, concer­ tó la diosa el encuentro de los amantes; ante él es conducida una mujer con el rostro cubier­ to por un velo y al retirarlo, creyendo que, por fin, va a ver cumplidos sus deseos, descu­ bre que es la misma Ana la que se oculta tras él, quedando así convertido en el hazmerreír de todo el Olimpo. Al final de la fiesta regresaban a sus casas dando tumbos y la gente que no había podido asis­ tir a la celebración, al cruzarse con ellos, los llamaba «afortu­ nados». CIL 1 240; 311; Ou .Fasti 3. 146; 523-542; 675-696. B i b l io g r a f ía : O. I m m i s c h , «Der Hain der Anna Perenna», Ph 83(1928)182189.

F u entes:

72

Fiesta de Atis. Tenía lugar del 15 al 27 de marzo. El primer día se celebraba una procesión de «portadores de cañas», con la que se conmemoraba el naci­ miento del niño, expuesto en una cuna de cañas en las aguas de un río, o el encuentro de Atis en un cañaveral, en el que se había escondido tras su emasculación. Acto seguido se procedía al sacrificio de un to­ ro de fertilidad. Se guardaba, a continuación, una semana de continencia y abstinencia, tras la cual venía la «ceremonia del árbol»; un pino cortado, que representaba a Atis, era llevado al templo de Cibeles, cubierto de violetas como un muerto, en medio de lamentaciones. Al día siguiente, el 24, conocido co­ mo «día de la sangre», los Ga­ los se infligían sangrientas he­ ridas y los iniciados se castra­ ban con un cuchillo de peder­ nal. Tras unas horas de ayuno, por la noche tenía lugar una misteriosa velada fúnebre, al final de la cual, con las prime­ ras luces del día, el Archigalo anunciaba la resurrección del dios y la esperanza de salva­ ción para sus iniciados, con lo que daba paso al «día de la ale-


Fiesta de Dea Dia

gría», con violentas manifesta­ ciones de júbilo en que estalla­ ban los fieles. Después de un día de descanso, el día 27 una procesión acompañaba al ídolo de Cibeles, conducido en un carro de plata, hasta el río Al­ mo, en cuyas aguas se le baña­ ba, rito este destinado a atraer la lluvia y asegurar la fertilidad de los campos. Con él concluía la fiesta. F uentes:

Prud.f’en.sr.lO.1061-1075.

(seguramente había en ello una alusión al episodio de su em­ briaguez, -«Bona Dea). El sa­ crificio se remontaba a la épo­ ca de la monarquía y, según Ci­ cerón, era el más antiguo de los sacrificios instituidos. A conti­ nuación, la fiesta, bajo la in­ fluencia del vino, de la música y de las danzas, iba tomando un carácter cada vez más sen­ sual (bajo el Imperio llegó a convertirse en una verdadera orgía). Cicvlíí.1.12.3; 13.2; Har. 17.37; £¿#.2.9.21; D.C.37.39; Iuu.2. 83; 85; 6.314; O iM rs 3.244; 637; Plin.Ate.10.56.77; Plu.Caes.9; C/c.19; Sen.£p.97.2; Tib. 1.6.21.

Fu en tes:

Fiesta de Bona Dea. Tenía lu­ gar en los primeros días de di­ ciembre, por la noche, en casa del primer magistrado, con asistencia de las Vestales; con el paso del tiempo se celebraría en el lucus que la diosa tenía en el Aventino. Asistían exclu­ sivamente las mujeres. Cuenta una leyenda que Hércules, mo­ lesto por haber sido excluido de esta fiesta, instituyó otra en el Ara Máxima, en la que esta­ ba prohibida la asistencia de las mujeres. Por tratarse de ceremonias se­ cretas es poco lo que se sabe de esta fiesta. En primer lugar se ofrecía el sacrificio de una cer­ da y una libación de vino, que se disimulaba con leche y miel

Fiesta de Dea Dia. Se celebra­ ba de forma alterna unos años los días 17, 19 y 20, y otros el 27, 29 y 30 de mayo. El primer y tercer día las ceremonias se realizaban en la ciudad, el se­ gundo en el lucus de la diosa. Primer día: se reunían los -«Her­ manos Arvales a primeras ho­ ras de la mañana, vistiendo to­ gas pretextas, coronados con espigas anudadas con ínfulas blancas; ofrecían a la diosa in­ cienso y vino y ungían con un­ güento su imagen. Tras esto, «tocaban» espigas secas y ver­ 73


Fiesta de Fides

des y se sentaban en sendas cá­ tedras. Al cabo de un rato, se despojaban de las togas y se di­ rigían al baño, donde permane­ cían hasta el mediodía, en que regresaban, se lavaban las ma­ nos y se acomodaban en los triclinios. La comida se interrum­ pía antes de los postres, para gustar las primicias de la cose­ cha, tras lo cual proseguía el banquete y al finalizar éste re­ cibían un donativo, así como sus asistentes, y se retiraban a sus casas. Segundo día : al rayar el alba, el magister acudía al lucus de Dea Dia y sacrificaba dos lechoncillos, como víctimas ex­ piatorias para poder talar los árboles del bosque y trabajar en él, y también una vaca blan­ ca. Tras el examen de las entra­ ñas de los cerdos, arrojaba al fuego las de la vaca y firmaba en un libro, dispuesto al efecto, para hacer constar su asistencia y la realización del sacrificio. Después del mediodía, se reu­ nían todos, firmaban los restan­ tes Hermanos y comían la car­ ne de los lechoncillos y la san­ gre en forma de morcilla. Cu­ bierta la cabeza con un velo y coronada con espigas e ínfulas, 74

celebraban en el bosque el sa­ crificio de una cordera cebada, siendo éste el verdadero sacri­ ficio a Dea Dia. Regresaban en procesión hacia el templo y allí, sobre mesas, ofrecían en «ollas» una consagración vege­ tal. Dos de los Arvales se pasa­ ban espigas, de la mano dere­ cha de uno a la izquierda del otro, que, a su vez, las entrega­ ba a los ayudantes. A continua­ ción «dirigían una plegaria a las ollas» y, acto seguido, des­ de dentro del templo, las arro­ jaban «por la pendiente». Des­ pués comían unos panes colo­ cados entre ramas de laurel y, luego, quitándose las coronas de espigas y tras ungir la ima­ gen de la diosa, entonaban un cántico muy arcaico: «Salud, ayudadnos, Lares (tres veces). No permitas, Marte, que la pes­ te o la catástrofe caigan sobre el pueblo (tres Veces). Sáciate, fiero Marte, salta el umbral y quédate ahí en pie (tres veces). Llamad por tumo a todos los Semones (tres veces). Salud, ayúdanos, Marte (tres veces). Triunfo, triunfo... (cinco veces)».


Flámines

Seguía una danza en tres tiem­ pos (-«tripudio), tras la cual se elegía al magister para el pró­ ximo año. Terminaba la joma­ da con carreras de carros y ca­ ballos. Tercer día: consistía práctica­ mente en la repetición de las ceremonias del primer día con algunas prácticas propias de este último día. Tras el festín, encendían antorchas y se entre­ gaban regalos a los Hermanos, que se los llevaban a su casa en «vajilla toscana», es decir, ar­ caica y reservada para usos re­ ligiosos. Todas estas ceremonias, cuyo significado se fue oscureciendo con el tiempo, iban encamina­ das a lograr la fecundidad de los vegetales y a sacralizar las primicias de la futura cosecha. F u e n t e s : ActaAru.

passim.

Fiesta de Fides. Tenía lugar el 1 de octubre. En ese día, según el ritual establecido por Numa, los Flámines de Júpiter, Marte y Quirino acudían al templo de la diosa en un carro cubierto, tirado por dos caballos, y ofre­ cían un sacrificio, con la mano derecha (símbolo de compro­ miso y, por tanto, consagrada a

Fides) envuelta en una tela blanca (símbolo del carácter secreto de los contratos y com­ promisos). F u e n t e s : Hor.CW.1.18.16; 35.21; Liu.

1.21.4; Ou.Aíer.3.26; Plin.Ato.ll. 250; Sil .2.48.

Física (Physica, «De la natura­ leza»). Epíteto de —«Venus. Flámines. Sacerdotes de una divinidad particular. No consti­ tuían un colegio, sino que cada uno era autónomo, asignado exclusivamente al culto del dios del que recibía su nombre específico. Eran quince en to­ tal: tres mayores y doce meno­ res. Los mayores eran: el Fla­ men Dial (de Júpiter), el Mar­ cial (de Marte) y el Quirinal (de Quirino). Los menores, por orden de importancia: el Vulcanal (de Vulcano), el Carmental (de Carmenta), el Cereal (de Ceres), el Voltumal (de Voltur­ no), el Palatual (de Pales), el Furrinal (de Furrina), el Floral (de Flora), el Falácer (de Falácer), el Pomonal (de Pomona). De los tres restantes no se co­ noce el nombre. Algunas fuen­ tes hablan del Flamen Portunal (de Portuno), entre cuyas fun­ 75


Flamínica Dial

dones estaría la de engrasar las armas de Quirino. Posterior­ mente se añadirían otros nuevos, que se asignaban al culto de los emperadores divinizados. Su distintivo era un gorro blan­ co, hecho con la piel de una víctima consagrada, coronado por el apex. Los tres Flámines mayores de­ bían casarse mediante la cere­ monia de la confarreación y ser hijos de padres casados por el mismo rito. El Flamen Dial era el de rango superior. Tenía el privilegio de la silla curul y un puesto en el Senado; era el único sacerdote, junto con las Vestales, que te­ nía derecho a un lictor. A cam­ bio de estos honores estaba su­ jeto, al igual que su esposa, aunque ésta en menor medida [ -»■Flamínica Dial], a multitud de tabúes. Algunos de éstos te­ nían como objeto asegurar su presencia continua en Roma: le estaba prohibido alejarse de la ciudad, así como pasar más de tres noches seguidas sin acos­ tarse en su cama, cuyas patas debían estar cubiertas de lodo (lo que le hacía estar en contac­ to con el suelo romano). Sien­ do Júpiter el dios del cielo, no 76

podía su Flamen desvestirse al aire libre (pues sería como des­ nudarse ante los ojos de su dios), ni andar por la calle sin su gorro. Por ser Júpiter el dios del juramento y del derecho, y absolutamente libre, el Flamen Dial tenía prohibido jurar y su presencia obligaba a liberar a los criminales encadenados, cuyas cadenas eran arrojadas desde el tejado de su casa a la calle. Él mismo no podía estar sujeto por ningún lazo, por lo que llevaba la ropa sin ceñir; ni siquiera podía llevar un anillo, .a no ser que estuviera roto; también le estaba prohibido podar una parra o pasar bajo sus zarcillos, ya que éstos equi­ valen a nudos. Había de mante­ nerse completamente alejado de todo lo que se relacionara con la guerra: así, no debía ver armas, ni al ejército armado; no debía montar a caballo, ni tocarlo. Otras reglas atienden al hecho de que estaba consa­ grado por entero al servicio de Júpiter, por lo que siempre, no­ che y día, terna que llevar algu­ na de sus insignias y cerca de su cama debía tener un cofre con pasteles sagrados. Le esta­ ba prohibido el contacto con


Flamínica Dial

todo lo que tuviera relación con la muerte: no podía tocar a un muerto ni asistir a un fune­ ral; si moría su mujer, debía abandonar el sacerdocio. No se conoce la razón de otras res­ tricciones, que incluso a los an­ tiguos les resultaban incom­ prensibles: no podía tomar ali­ mentos o bebidas fermentados; sus cabellos, su barba y sus uñas debían ser cortados por un hombre libre y enterrados bajo un árbol «feliz» (es decir, fér­ til); le estaba prohibido pro­ nunciar el nombre de determi­ nados animales o plantas, así como tocarlas o verlas: la ca­ bra, el perro, el haba, la hiedra, la carne cruda. Oficiaba en las —«Vinales y asistía a los matrimonios por —►confarreación. Los textos se­ ñalan su presencia en la cele­ bración de las —► Lupercales, lo que resulta sorprendente, pues en esta fiesta se sacrificaba un perro, animal tabú para este sa­ cerdote. El Flamen Marcial gozaba de más libertad de movimientos que el Flamen Dial, aunque se conocen casos en que el Pontí­ fice Máximo prohibió a un Fla­ men de Marte ausentarse de

Roma. Se ignora cuáles eran sus funciones. Se supone que intervenía en la ceremonia del -►Caballo de Octubre. El Flamen Quirinal era el me­ nor de los tres Flámines mayo­ res, a pesar de lo cual era el que intervenía en más activida­ des públicas: las —►Quirinales, -►Robigales, —Consuales y —►Larentales. Los tres juntos participaban en la -►Fiesta de Fides, el 1 de oc­ tubre. F u e n t e s : Cic.Brur.56; Leg. 1.4; 34.9; 2.8; Rep.2.26; Fest.72 L.; 87 L.; 198 L.; 238 L.; 304-305 L.; 418 L.; 419 L.; Gai.1.112; GeU.7.7.7; 10.15; Inscr. Orelli 311; 2366; Isid.Orig.7. 12.1819; Liu. 1.7.8; 20.1s.; 21.2; 27.8.8; Macr.Soí. 1.12; 16.8; Ou.Fasti 2.513522; 4.907-942; SenMen.1.448; 4.262; 6. 859; Suet./«/.76; Tac.^nn.4.16; Varro Lat. 5.84; 6.16; 7.45; Vergel en. 8.663. B i b l io g r a f ía : G. D u m é z il , «La préhistoire des flámines majeurs», RHR 118(1938)187-200; Júpiter, Mars, Quirinus, Turín 1955, pp.52-62; «FlamenBrahman», Ann. du Musée Guimet 51, París 1935.

Flamínica Dial (Flamínica Dialis). Esposa del Flamen Dial, al que asistía en sus fun­ ciones. Se convertía en sacer­ dotisa en el momento en que su marido recibía la investidura 77


Flora

sacerdotal y dejaba de serlo au­ tomáticamente en caso de fa­ llecimiento de éste. Debían es­ tar casados mediante el rito de la -+ confarreación. Sus distin­ tivos son los propios de la no­ via: túnica de color azafrán, ce­ ñida con un cíngulo; cintas en la frente y el cabello trenzado hacia arriba en forma de cono; llevaba una pequeña rama de granado. Al igual que su espo­ so, estaba sometida a una serie de tabúes: debía estar siempre totalmente tapada, pues ningu­ na mirada humana podía ver la menor parte de su cuerpo; sus zapatos debían estar confeccio­ nados con la piel de un animal que hubiera sido sacrificado, pues todo animal muerto de muerte natural era considerado impuro; no podía peinarse en ciertas fiestas de marzo y ju­ nio, ni subir seguidas más de tres gradas de una escalera; si veía caer un rayo debía aplacar a los dioses. Todas las núndinas sacrificaba en la Regia un camero a Júpiter; en la proce­ sión de los —*Argeos asistía a los ritos siguiendo el cortejo con los cabellos sueltos en acti­ tud de plañidera. 78

F u e n t e s : Gell.10.15.3; Macr.Sar.l.16.8

y 30; Cra.Fasti 2.27s.; 3.397s.; 6.224ss.; Paul.Fest.65 M.; 89 M.; 273 L.; Plin. Ata. 18.10; Seruytí-n.4.29; 137; 518; 12.602; Tacj4n/J.4.16.3;Tert.Casf.l3. B i b l i o g r a f í a : N. B o e l s , «Le statut religieux de la Flamínica Dialis», REL 51(1973)77-100.

Hora. Diosa de las flores y de las plantas útiles al hombre, así como de los cereales, árboles frutales y de la vid. Se la aso­ cia, con frecuencia, a —► Ceres. Su culto fue instituido por el rey sabino Tito Tacio. Su anti­ güedad se ve confirmada por ser una de las divinidades que tienen asignado un flamen y por figurar en la lista de aque­ llas a las que sacrifican los Hermanos Arvales. Además de en Roma recibía culto entre los sabinos, los marsos y los samnitas. Su nombre pasaba por ser el nombre secreto de —► Roma, cuyo desconocimiento garanti­ zaba la seguridad de la nación [-►Angerona]. Una antigua tradición, que com­ parte con —*■Acá Larencia, ha­ ce de ella una cortesana benefactora del Pueblo Romano, pues legó a éste la enorme for­ tuna que había hecho, con la


Fons

condición de que todos los años se celebraran las -♦Flora­ les, lo que explicaría el carácter un tanto libertino de estas fies­ tas, que tenían lugar del 28 de abril al 3 de mayo. Aug.Ci«.4.8; CIL 1.603; 9.705; Ou.Fasti 5.183-378; PlinJVaf. 18.29.284s.; Varro iaí.5.75; 7.45; Rust. 1.1.6.

prolongara hasta altas horas de la noche. Cic.Verr.5.14.36; D.C.58. 19; Lact./nsr. 1.20.6; Macr.Sar.8.67.4; Ou.Fasti 4.943-948; 5.183-378; Plin. Nat. 18.29.286; Sen.Ep.98.6-8; Suet. Ga/te6;Val.Max.2.10.8.

F uen tes:

F u entes:

Florales (Fbraliá). Fiestas que en honor de -* Flora tenían lugar del 28 de abril al 3 de mayo. Instituidas en el año 238 a.C., no se celebran anualmen­ te más que a partir del 173 a.C. Eran unas fiestas de signo mar­ cadamente popular: su organi­ zación corría a cargo de los ediles de la plebe y estaban ca­ racterizadas por su licenciosi­ dad, siendo especialmente fes­ tejadas por las cortesanas. En el teatro tenían lugar repre­ sentaciones de mimos (espectá­ culos frívolos) y en el anfitea­ tro cacerías de cabras y liebres, animales perjudiciales para los jardines y los campos, de los que Flora es patrona. La gente vestía ropas multico­ lores, imitando así la policro­ mía de las flores del campo. Al anochecer se iluminaban las calles para que la diversión se

Floriferto (Florifertum). Fiesta en honor de -►Flora, en la que se le ofrecían las primeras espi­ gas, en una ceremonia que te­ nía lugar en el Quirinal. F u e n t e s : Paul.Fest.91

L.

Fluonia o Fluvionia o Fluviona. 1. Diosa que evita las he­ morragias a las mujeres emba­ razadas. 2. Epíteto de —«Juno. Capel.2.149; Paul. Fest.22 L.; p.22; Tert .Nat.2.11.

F u e n t e s : 1. A m .3 .3 0 ;

Fóculo (foculus). Altar portátil. Corrientes en los santuarios públicos o domésticos, podían tener formas muy variadas; la mayoría descansaban en el sue­ lo, otros se sostenían mediante un pie. F u e n t e s : Cic.Domo

123;Liu.2.12.13.

Fons o Fonto (Fontus). Dios de las fuentes en general. Hijo de Jano y Jutuma. Tenía un ara en el Janículo y un templo ex­ 79


Fontana

tramuros delante de la Puerta Fontinal, erigido en el 231 a.C. El culto a las fuentes tuvo mu­ cha importancia en Roma, ciu­ dad que gozaba de gran núme­ ro de ellas. En su honor se ce­ lebraban, el 13 de octubre, las —*-Fontinales. F u e n t e s : Am.3.29; Capel. 1.46; Cic. Leg.2.22.56; Nat.3.20.52; Rep.2.6.11; Hor.Ctí.3.13; Varro Lat.6.22.

Fontana y Fontano (Fonta­ nas). Dioses de las fuentes [—►Fons]. F u entes:

Am.3.29; CIL 2.150; 10.

6071.

Fontinales o Fontanales (Fontinalia o Fontanalia). Fiestas en honor de -»Fons, que se cele­ braban el 13 de octubre. En ellas se arrojaban flores a las fuentes, se coronaban con guir­ naldas los brocales de los po­ zos y los Arvales sacrificaban dos cameros. F u entes:

Pl.Sr.699; 703; Varro Lat.6.

22.

Fórculo (Forculus). Dios pro­ tector de la entrada de la casa, concretamente de los batientes de la puerta [-»Cárdea, Limentino]. F u e n t e s : Aug.C¡w.4.8.6;6.7.

80

Fordicides (Fordicidia). Tam­ bién llamadas Fordicales y Hordicides (Fordicalia, Hordicidia). Fiestas que, en honor de —►Telus, tenían lugar el 15 de abril. Cada una de las treinta curias sacrifi­ caba simultáneamente una vaca preñada, en la creencia de que la fecundidad de la víctima se transmitiría a la tierra. Los fe­ tos eran quemados en el altar de la Regia por la Vestal Máxi­ ma. La ceniza resultante era uno de los ingredientes del -►sufimen que se empleaba en las Paliles. Varrón, Amobio y Ovidio ex­ plican el nombre de la fiesta a partir de forda, «preñada», que relacionan con el verbo ferre, «llevar». Según Ovidio, el origen de la fiesta se remonta a una época de esterilidad en las cosechas y en los ganados, que sucedió en tiempos de Numa. Éste, en sue­ ños, había recibido de Fauno el medio de acabar con ella: tenía que apaciguar a Telus con la muerte de dos vacas, pero sa­ crificando sólo una víctima. Perplejo, consultó con Egeria, que le explicó el enigma: había que sacrificar una vaca preña­ da. Así lo hizo y volvió la ferti­


Fors

lidad a las tierras y a los ani­ males. Se ha observado cierta relación entre estos ritos y otros seme­ jantes practicados por distintos pueblos: en la India se sacrifi­ caba una «vaca de ocho patas», y en China, en primavera, se celebraba una fiesta en la que se paseaba por las calles una vaca hecha de arcilla y, tras romperla, se extraía de su vien­ tre un gran número de vacas pequeñas, que se repartían en­ tre la multitud, como símbolo de fertilidad. Am.7.22; Ou .Fasti 4.629672; Paul.Fest.74 L.; Prop.4.1.20; Varro Lat. 6.15. B i b l io g r a f ía : G . D u m é z i l , Riméis indo-européens á Rome, París 1954, pp.11-25; W. M a n n h a r d t , Mithologische Forschungen, Estrasburgo 1884, pp.l89ss.; J. W h a t m o u g h , «Fordus and Fordicidia», CR 15 (1921)108ss. FUENTES:

Fomacales (Fornacalia). Fies­ tas instituidas por Numa en ho­ nor de la diosa —►Fómax, con­ sistentes en un sacrificio que se realizaba ante el homo que te­ nían los molinos. El Curión Má­ ximo anunciaba públicamente el comienzo de estas fiestas, pero no había un día fijo para su cele­ bración, sino que cada una de

las treinta curias, anunciándolo mediante tablillas que colgaban en el Foro, las celebraba inde­ pendientemente. Los que por negligencia o ignorancia no las habían celebrado en la fecha que correspondía a su curia po­ dían hacerlo el 17 de febrero, último día de celebración de estas fiestas, que, entonces, re­ cibían el nombre de «fiesta de los tontos» (stultorum feriae). F u e n t e s : D.H.2.23; O u .Fasti 2.513532; Paul.Fest.83 L.; 93 L.; Plin.Naf. 18.2.8.

Fómax. Diosa de los hornos (en latín fornax), que se encar­ gaba de dar a los granos el punto exacto de torrefacción. En su honor se celebraban las —► Fomacales. F u e n t e s : Lact./n¿t.l .20.35; Ou.Fasti 2.525s.; Plin.Ata. 18.2.8.

Fors. Dios del azar. Pareja masculina de -» Fortuna. Su personalidad se pierde y acaba identificándose con esta diosa, que bajo la invocación de Fors Fortuna terna un templo a ori­ llas del Tíber, cuyo aniversario se celebraba el 24 de junio. F u e n t e s : Cic.Ieg.2.11.28;Liu.l0.46.

14;Ou.Fasri 6.773ss.

81


Fortuna

Fortuna. Diosa abstracta que personifica el destino, venera­ da en distintas ciudades del La­ cio. De carácter muy popular, sus templos cubrían Roma. Su culto se remonta al rey Servio Tulio, favorito, incluso amado, de esta diosa. El rey le consa­ gró un templo, bajo la advoca­ ción de Fortuna Virgen, en el Foro Boario, cuyo aniversario se celebraba el 11 de junio; días después, el 24 de junio, se festejaba la fundación de dos templos a Fors Fortuna, a ori­ llas del Tíber, también atribui­ dos a Servio, en cuya fiesta participaba todo el pueblo, in­ cluidos los esclavos. Con el pa­ so de los años se fue incremen­ tando el número de santuarios de la diosa: 194 a.C., a la For­ tuna Primigenia; 173 a.C., a la Fortuna Ecuestre; 168 y 101 a.C., sendos templos a la For­ tuna del Presente Día; 19 a.C., un altar a la Fortuna del Retor­ no, ante la preocupación por las prolongadas ausencias de Roma por parte de Augusto. Re­ cibía culto bajo múltiples advo­ caciones: Victrix, Redux, Félix, Regina, Domina, Obsequem, Conseruatrix, Bona, Gubemans, etc. En ocasiones, el epíteto indi­ 82

ca sobre quiénes ejerce la diosa su protección: Virilis (sobre los hombres), Muliebris (las muje­ res), Virgo (las muchachas), Barbota (los jóvenes), Equestris (los caballeros), etc. Se la identificó con la diosa griega Tiche. Posteriormente se la asimiló a Isis. Se la solía asociar a Marte y a Victoria. Se la representa como una mu­ jer ciega, con cornucopia, go­ bernando un timón o sujetando una esfera. En Preneste, donde su culto era muy antiguo y prestigioso, se alzaba una anti­ quísima estatua de la diosa, en la que aparecía dando el pecho a sus hijos Júpiter y Juno. Apul.Aíer.2.13.2; 4.31.3; 5.5.2; 9.2; 11.3; 6.28.3; 7.2.4s.; 3.5; 16.1; 17.1; 20.1; 25.3; 8.20.1; 24.1; 10.24.1; 11.12.1; 15.2s.; 25.2; Aug. Ci«.4.11; 18; 19; Cic.D¡«.2.41.85; fm.5.24.70; ¿>£.2.11.28; Marc.6; CIL 14.2862; 2869; Col.fttóf.10.311; D .H . 4.27;Liu.l0.46.14;29.36.8;34.53;42.3; 43.13.5; Ou.Fasti 4.145-150; 375s.; 5.729s.; 6.569; 573s.; 679ss.; 774ss.; 777; 783; Plu.Mar26; Prop.3.7.32; Ten.Natl. 11.11; Val.Max. 1.1.20; 8.11; Varro Lat.6.1.11 \ Rust. 1.1.6. B i b l i o g r a f ía : G. D u m é z il , Servius et la Fortuna, París 1943; A. P a s s e r i n i , «D concetto antico di Fortuna», Ph 44(1935)90-97. F u entes:


Funerales

Frugífero (Frugifer, «Portador de fruto»). Epíteto de -►Júpiter. Frutesea (Fructesea). Diosa de las frutas. F u e n t e s : A u g .C iu .4 .2 1 .4 .

Fúlgora. Diosa de los rayos. F uentes

Aug.Ci'«.6.10.3.

Fulgur. Epíteto de -+ Júpiter. Fulmen, fulgur [-►Rayo], Funerales. La serie de ritos fu­ nerarios que tenían lugar cuan­ do moría un miembro de una familia, sobre todo si se trataba de alguien ilustre o rico, co­ menzaba con un grito de llama­ da al difunto, que, al no ser res­ pondido, confirmaba que éste había muerto definitivamente. Se estallaba en lamentos y se­ ñales de duelo y se procedía a lavar y vestir al cadáver, para exponerlo, a continuación, du­ rante varios días, al término de los cuales se realizaba la pom­ pa fúnebre: una imagen del di­ funto, acostada en un lecho o en pie, precedida por las más­ caras de sus antepasados ya muertos ataviadas con las in­ signias de los cargos que hu­

biesen desempeñado en vida [—►Imágenes de los antepasa­ dos], y seguida por los familia­ res vivos, en medio de músicas y de las actuaciones de bailari­ nas, bufones y plañideras, era llevada en procesión por las ca­ lles de Roma hasta el Foro, donde terna lugar el elogio fú­ nebre, a cargo, generalmente, del heredero. A continuación se trasladaban fuera de la ciudad, donde se depositaba el féretro con el cuerpo en una hoguera. Apagada ésta, la multitud se dispersaba después de despe­ dirse del difunto. Los familia­ res recogían los restos calcina­ dos, que guardaban en una ur­ na cineraria y enterraban un dedo que previamente habían cortado, para cumplir con la antigua costumbre de la inhu­ mación. Se celebraba un ban­ quete funerario y la urna se de­ positaba en el panteón familiar. A los nueve días se realizaba un nuevo sacrificio y se daba por clausurado el periodo fune­ rario [-* Ferias denicales]. Estos ritos espectaculares con­ trastan grandemente con los que tenían lugar si el difunto era po­ bre, en cuyo caso los funerales 83


Furias

se realizaban con sencillez y de noche, a la luz de las antorchas. F u e n t e s :Plb.6.53.

F. C u m o n t , Recherches sur le symbolisme funéraire des Romains, París 1942.

B ib l io g r a f ía :

Furias (Furiae). Espíritus de ultratumba, relacionados con los —‘Manes, cuya naturaleza primitiva, tras identificárseles con las Erinias griegas, es difí­ cil de precisar. En origen de­ bían de ser diosas de la locura, a la que hace alusión su nom­ bre (furor, furia, «locura»). F u e n t e s : Am.3.26; 5.28; Capel. 2.164; Catul.64.193; Cic./lmf?r.24.67; Leg. 1.14.40; Ato.3.18.46; Pi5.20.46; D.H.2.75; Hor.CW.1.28.17; 2.13.35; Saf.1.8.45; Iuu.13.51; Liu.21.10.11; Luc.O'u.1.573; 4.187; 6.730; 9.634; 10.59; Mart. 12.32.6; Ou.Aíer.4.454; 483; 491; 504; Petr.124; 168.18; Sen .Dial. 3.5.2; He.rc.fA00; 987; 989; 1007; 1011; MedA3; 968; 77ry.251; [Sen.]Ctr.794; Tib.1.3.69; Val.Flac.4. 617; 7.112; 8.20; 396; Vevg.Aen.2. 573; 6.329; 374; 408; 571; 7.447; 457; 12.851.

Furrina. Diosa antigua poco conocida. Olvidada en el perio­ do clásico, los informes en tor­ no a ella son muy imprecisos. Su culto debió de ser muy im­

84

portante en el pasado, pues le estaba asignado un Flamen y en honor de la diosa se celebra­ ban las —‘Furrinales, el 25 de julio; a ella estaban consagra­ dos un lucus y una fuente en el Janículo, así como un santuario en las afueras de Roma, en la Vía Apia. Cicerón, llevado por la seme­ janza fonética, la relaciona con las Furias. [Aur.Vict.]Kr.65; Cic .Nat. 3.18.46; Q uint.'iAA; P lu .CG 17; Varro Iaf.5.84;6.3.19;7.45. F uentes:

Furr¡nales (Furrinalia). Fiestas que, en honor de - ‘Furrina, te­ nían lugar el 25 de julio. Se ig­ nora en qué consistía esta fiesta. F u e n t e s : VarroLar.5.15.84;

6.3.19.

Futile. Vasija que empleaban las Vestales para llevar agua al templo. De boca ancha, se iba estrechando hacia el fondo has­ ta terminar en una punta aguda, de manera que no pudiera te­ nerse en pie cuando contenía agua, lo que hubiera sido moti­ vo de expiación. F u en t es : Don.adTeiAnd.3.5. 3; Phor. 5.1.19; Sem A en.l 1.339.


Genetrix

G Galos (Galli, Gallaé). Sacer­ dotes de —‘Cibeles. Tenían que castrarse para servir en el culto de la diosa. Al referirse a ellos unas veces se utiliza el género masculino, otras el femenino, indicando así su naturaleza equívoca. Según los antiguos, el nombre les viene de un río de Frigia, el Galo, de cuyas aguas se decía que volvían loco a quien bebiera de ellas. A su frente estaba el Archigalo. Tenían prohibido comer pan y carne de cerdo. No podían salú­ de su templo más que los días de las fiestas de —‘Atis y de las —‘Megalenses, en los que reco­ rrían las calles, pidiendo limos­ na y recitando fórmulas de ex­ piación por los pecados cometi­ dos, y celebraban procesiones, en las que entonaban canciones compuestas en galiambos y se entregaban a sus danzas, que, según ellos, representaban los movimientos de las estrellas, consistentes en vueltas frenéti­ cas, acompañadas de gritos, música de flautas, platillos y tambores, girando la cabeza sin

cesar en todas direcciones, has­ ta caer en un estado de éxtasis, en el que, insensibles al dolor, se flagelaban, mordían sus car­ nes y se hacían cortes en las manos, brazos y hombros. Este era el momento en que se cas­ traba a los novicios con un cu­ chillo de pedernal. A los ciudadanos romanos les estaba prohibido formar parte de este sacerdocio, aunque hay noticias de que no siempre se cumplió esta norma, especial­ mente durante el Imperio. F u e n t e s : AP 6.173; 234; A.R. 1.1139; ApuLA/er.8.27.28 y 30; Amm.5.16; Aug. Cím.2.7.3; 7.24; Call.fr.568 Schneid; Catul.63; Cic.Dut.150, Leg.2.9 y 16; CIL 6.2265; Claud.Pros.2.269; D.S.3.7; D.H.2.19; Iuu.6.515; 522; Lact Vnsr. 1. 17; 21; Luc.Ciw. 1.567; Luc.4sin.38; Lucr.2.619; 622; 626; Macr. Sai. 1.21; Mait.2.8; 11.84.3; Ou.Fasti 4.183; 212; 342; 350; Ponto 1.46; Priap.55; Prop.3.17.35; 4.7.60-62; Prud.Perist. 10.1061-1075; Sen.Dial. 7.27; £p. 108; Seru.Ge .2.394; Str.10.3.12ss.; Suet/lMg. 68; TettApol. 25; Ieiun.2 y 15; Val.Flac. 1319; 2.584; 2.231; Val.Max.7.7.5; VanoM en.fr.79; 131; 132; 275.

Gemino (Geminas, «Doble»). Epíteto de -*Jano.

Genetrix («Madre»). Epíteto de -*Venus. 85


Genio

Genio (Genius). Espíritu pro­ tector de cada hombre (el de las mujeres era -*Juno). Tiene cierta semejanza con los démones griegos y los ángeles de las religiones asiáticas. Acerca de su oscura naturaleza hay mu­ chas contradicciones en las fuentes. Se creía que nacía y moría con el individuo, sin de­ jar de acompañarle en ningún momento de su vida. Parece ser que tenía, así lo sugiere su nombre, cierto papel en la ge­ neración. Presidía las bodas y bajo su protección estaba el le­ cho conyugal y la unión se­ xual. Se le tributaba un culto sencillo el día del cumpleaños de cada persona; generalmente, se le hacían ofrendas incruen­ tas: flores, incienso, vino, pas­ teles. La parte del cuerpo hu­ mano que le estaba consagrada de modo especial era la frente, de ahí la costumbre de tocarse la frente cuando iban a orar o a jurar por el Genio. Se le repre­ sentaba bajo la forma de una serpiente. Se le asocia a los La­ res, Manes y Penates. Algunos autores antiguos dicen que ca­ da hombre tenía dos Genios: uno bueno y otro malo. Cada cosa terna también su Ge­ 86

nio: las personas morales, es decir, las corporaciones, cole­ gios, familias, ciudades, pro­ vincias, el Estado, etc. También los lugares: las puertas, las ca­ sas, las termas, los establos, los mercados, las tabernas, los tea­ tros, hasta los más pequeños rincones; incluso los dioses tie­ nen su Genio. El Genio de Ro­ ma, sobre cuyo sexo no había seguridad (siue mas siue femina), tenía un escudo en el Ca­ pitolio; el Genio Público del Pueblo Romano disfrutaba de un templo en el Foro. Augusto asoció su Genio al culto de los Lares Compítales y, a partir de él, el Genio del Emperador será objeto de espe­ cial veneración por parte de los ciudadanos. Acta Aru.32; 43; Amm. 16.12.13; 21.14; 22.11.7; 23.1.6; 25.2; 30.5; Apul.Aíef.8.20.1; 9; 41; Socr. 15s.; 151; 156; 218; Am.1.28; 2.69; 3.40s.; Aug.Ciw.7.6; 13; 9.11; Calp. Sic.5.26; Capel.l.53s.; 2.152; 155s.; 6.60; 7.78; Catul.64.47; Cens.3; Cic. Cfo.5.14; Diu. 1.18.36; Fam. 12.25; Leg .2.17.42; 7im .ll; CIL 1.603; 2407; 2.172; 1890; 1980; 2091; 2186; 2407; 2413; 2522; 2694; 3021; 4072; 3.698; 751; 1910; 4168; 4401; 5.246; 710; 2041; 4211; 4909; 4911; 7595; 6. 209s.; 22a, 235-238; 243; 307; 422; 445; 449; 451; 7.22; 167; 235; 370; 644; 886; 1030; 8.48; 262; 1140; 1548; Fu entes:


Gubernans 2345; 2527; 2529; 2531; 2598; 2601; 2614; 2632; 3695; 6339; 6947; 7950; 7956; 8438; 8926; 9014; 9180; 9749; 9.3513; D.H.47.2.3; 50.8.2; 51.19; 57.80; Fest.94s.; Gell.6.1; 13; Hor. Ep. 1.1.87; 7.94; 2.1.15; 1.144; 2.187; CW.3.17.14; 4.5.34; 11.8; Poer.210; Inscr. Orelli 585; 1257; 135ls.; 1658s.; 1661; 1667; 1683-1686; 1690; 16981700; 1704-1712; 1723s.; 1731; 1881s.; 2488; 2922; 3458; 4087; 4577; Iuu.4. 66; 6.21s.; 562; Lact./Rsr.2.25; Liu. 21.62.9; 26.19; Mait.7.12.10; Min. Fel.29.5; 39; Non.117; 119; Obseq. 58; Ouvlm.3.15.19; Fasti 2.533s.; 637; 3.38; 58; 523; 5.145; Her. 19.9; Met.4.14; 10.95; 13.929; Tr.2.13.18; 5.5.15; Pers.1.113; 4.27; 6.18; Petr. 21; 25; 29; PMu/,4.9.15; Capt.2.2. 40; 4.2.99; Curc.23.22; Men. 1.2.29; Persa 108; 263; *.4.2.42; Truc.l. 2.80; Plin.Pon.52; Plin.Mzf.2.5.3; 3.66; 16.44. 85; 17.9.6; 28.18; 29.4. 22; Plu.y4rcr.33; Brut.36; 48; C¿c.31; Sull.n-, 29; TG 1; Prop.4.11.85; Prud.S)7n.2.369; 444s.; Sen.£p.l2.2; 90; 95.41; 110; 114; SenMí/i.2.351; 3.63; 607; 5.85; 95; 6.743; £¿7.6.3; Ge. 1.302; Sil.2.581; Stat.77¡e¿.12. 618; Suetvlug.óO; 94; Cal.27; Claud. 2; Tib.12; Syinm.A.£p.l0.6; Tac Ann. 1.73; Ter.P/íor.1.1.11; Tert. Apol.24; 32; Ata.2.8; Tib.1.7.49; 2.2.5; 3.6.47; 4.5.8s.; 6.1; Val.Flac.3.457; Val.Max. 1.2.3; 7.7; Verg,4í?n.5.85s.; 7.132; Ge. 1.302. B i b u o g r a f Ia : E. R in k , Die Bildlichen DarsteUungen des romischen Genius, Berlín 1933.

Génita (o Géneta) Mana («Madre Buena»). Diosa del nacimiento y de la muerte. En su primera faceta deseaba larga vida al recién nacido y en la se­ gunda presidía los funerales. Se le ofrecía el sacrificio de un perro. Suele identificársela con Mania. F u e n t e s : Macr.Sar.1.7.14; 29.58; Seru^4en.l2.139.

P lin . A ta .

Goto (guttus). Cántaro de cue­ llo estrecho y boca pequeña, con el que en las libaciones se vertía el vino gota a gota (de ahí su nombre) en la -►pátera. Fu entes:

P lin.A to. 16.38.73;

Varro

Lor.5.124.

Gradivo (Gradiuus). Epíteto de —»Marte.

Gravobio (Grauobius). Epíteto de —► Júpiter.

Gubernans («La que dirige»). Epíteto de —►Fortuna.

87


H Habas (fabae). Legumbre a la que se atribuía un carácter fú­ nebre. Se decía que procedían de la sangre humana y que en­ cerraban las almas de los muer­ tos, por lo que los pitagóricos consideraban impío el comer­ las. Asimismo se decía que en su flor podían leerse las letras de la palabra muerte. Entre los romanos existía la costumbre de echar habas sobre las tum­ bas, como ofrenda a los difun­ tos. Eran usadas en las fiestas —*Lemures, en las que el cabe­ za de familia arrojaba tras de sí varios puñados de ellas, que iban siendo recogidas a su es­ palda por las sombras de los muertos. En las —►Ferales, la vieja hechicera que realizaba el sacrificio a Tácita, se metía en la boca siete habas negras. En las —►Camares, se ofrecía a la diosa un puré de habas y toci­ no, por lo que popularmente se conocía esta fiesta como «las calendas de las habas». Tam­ bién era uno de los ingredien­ tes con que se hacía el —►suflmen, que se empleaba en las 88

Paliles. Las habas figuran entre los ta­ búes a que se ve sometido el Flamen Dial, que no puede to­ carlas, ni siquiera pronunciar su nombre. Parece ser que también los griegos usaron las habas en sus ritos funerarios. Calp.Sic.3.82; Cic.Diu.I. 30; Fest.77 L.; Hor.Saí.2.6.63; Iuu.15. 173ss.; Macr.Saí.l.12.33; 12.31; Ou. Fasti 571-582; 6.169-182; Paus.1.37. 3;Plin.Ata. 18.12.117-119.

F uentes:

Hado (Fatum). Originariamen­ te significaba la palabra que anuncia el porvenir que se ha de cumplir inexorablemente y de ahí pasó a expresar el desti­ no al que están sometidos los hombres y los dioses. Es el equivalente a la Moira de los griegos. F u e n t e s : Cic.Diu.1.44.100; 2.19;

Falo 35; Gell.3.16.9s.; Petr.42; 71; 77; Procop.Gof/i.l .25; Seru^4en.5.703; 7.50; 239s.; 10.628; 12.725; 808; Verg. y4en.5,703; 7.50; 239s.; 12.725.

Hamadríades (Hamadryades). -►Ninfas que personificaban el espíritu divino de los árboles. Según Servio, cada árbol terna una hamadríade, cuya vida esta­ ba vinculada a la suya, hecho este que, precisamente, es lo que las


Hércules

diferencia de las -* Dríades, con las que comúnmente se las iden­ tifica. F u e n t e s : Ou.Fasti 2 .1 5 5 ; 4 .2 3 1 ;

8.7 7 1 ss.;

Met. SemAen. 1.370; 5 0 0 ; 3 .3 4 ;

Ecl. 10.62.

Has toe Mariis \ -* Lanzas de Marte]. Helerno (Helemos). Dios in­ fernal, padre de la ninfa Crane, posteriormente —>Cama. El 1 de febrero se le inmolaba un toro de pelaje oscuro en el lu­ cus que tenía en la desemboca­ dura del Tíber. F u e n t e s : Ou.Fasti2 .6 7 s.;6.105-108.

Hércules. La introducción en Roma del culto a este héroe griego fue muy temprana. La primera vez que se lo mencio­ na es con motivo del lectisternio del año 399 a.C. Se le ve­ nera bajo múltiples aspectos: dios garante de la buena fe (era corriente que se le invocara en los juramentos), protector de la familia y del hogar doméstico, procurador de la fecundidad de los campos y los rebaños (en las inscripciones se le mencio­ na junto a Silvano), dios médi­ co (de ahí el epíteto de Salutí­

fero que se le aplica), del co­ mercio (se le asocia con Mer­ curio), de las armas (asociado a Marte y a la Victoria), patrono de los gladiadores, protector de los viajeros. Su culto más antiguo y más importante era el que se le tri­ butaba en el Ara Máxima, que la leyenda relacionaba con su victoria sobre -►Caco (ante­ rior, por lo tanto, a la funda­ ción de Roma). Hasta finales del siglo IV a.C. era un culto privado, reservado a dos fami­ lias, los —►Poticios y los Pinarios; a partir del año 312 a.C. pasó a hacerse cargo de él el Estado. En este altar se cele­ braba, el 12 de agosto, el sacri­ ficio de un toro. La ceremonia era oficiada por el pretor urba­ no, con la cabeza descubierta, ceñida por una corona de laurel recogido en un bosque del Aventino. Contrariamente a lo que era usual en la liturgia ro­ mana, no se invocaba a ningu­ na otra divinidad que no fuera Hércules. Los ritos se repartían entre la mañana y la tarde. El sacrificio se realizaba antes del mediodía y las entrañas se ofre­ cían al final de la jomada, des­ pués de una procesión a la luz 89


Herie luuonis

de las antorchas. Finalmente, tenía lugar un banquete en el que los participantes se comían la víctima entera, incluida la piel. De estas ceremonias esta­ ban excluidas las mujeres. También en el Ara Máxima los generales victoriosos consagra­ ban el diezmo del botín. En el desfile del triunfo, se pasaba delante del templo de Hércules Víctor, en cuyo umbral se colo­ caba la imagen del dios, cu­ bierta con magníficas vestidu­ ras y se le invocaba como Hér­ cules Triunfal. Otros santuarios eran: el men­ cionado templo de Hércules Víctor, que databa de época le­ gendaria y que, destruido por un incendio, fue reconstruido en el 213 a.C.; el templo de Hércules y las Musas, del 187 а.C.; y el de Hércules Pompeyano, junto al Circo Máximo, restaurado por Pompeyo. Cic Domo 134; CIL 6.224; 226s.; 288; 295-297; 309s.; 320-325; 2819; 9.2320; 4192; D.S.4.21.1-4; 22.2; D.H.1.39s.; 4.21.1; Gell.11.6; Hor.£f>.1.1.5; Lact./nsr.l.9; Liu.1.7; 5.13; 10.23.3; 22.1.10; Macr.Sar.2.2. 4; 3.1.3; 12.2; Ou.Fasti 1.543-586; б.209ss.; 798-812; Plin.,Var.34.33.23; 36.4.14; Prop.1.11.2; 5.9.69; Seru. Aen.3.407; 7.697; 8.193s.; 275; 288; Sil. 12.118; Str.5.3.3; 4.6; Tac.Ann.12. F u en tes:

90

24; 15.41; Val.Max.1.1.17; Varro Lat. 6.54; Verg./4e«.8.176; 178; 281305. B i b l i o g r a f ía : J. B a y e t , Les Origi­ nes de l ’Hercule romain, París 1926; Elude critique des principaia moimments relaxifs á l ’Hercule étrusque, París 1926; G.H. H a l l a m , «Notes on the cult of Hercules Victor in T ibur and its neighbourhood», JRS 21(1931)276-282; F r . S b o r d o n e , «II ciclo itálico di Eracle», Athen 19 (1941)72s.; J. T o u t a in , «Observations sur le cuite d’Hercule á Rome», REL 6(1928)200-212; J.G. W i n t e r , «The Myth of Hercules at Rome», Univ. o fM ick Stud. 4( 1910) 171 s.

Herie Iunonis. Diosa secunda­ ria dependiente de Juno, de cu­ ya «Voluntad» era una personi­ ficación. Fu en tes:

Gell.13.23.2.

Hermanos Arvales (Fratres Aruales). Colegio sacerdotal, compuesto de doce miembros, encargado del culto de —>Dea Dia. Su misión era la protec­ ción mística de los campos la­ brados (arua). La fundación de este colegio se atribuía a Rómulo. En efecto, los doce hijos de su nodriza ->Aca Larencia, realizaban una serie de cere­ monias tendentes a lograr la fertilidad de los campos; al morir uno de ellos, Rómulo to­


Hermanos Arvales

mó su lugar, quedando, así, constituido el colegio de los Arvales. Al frente de éste se hallaba un magister, que era elegido anualmente en el lucus de Dea Dia, el segundo día en que se celebraban las fiestas de la diosa, en mayo. Entraba en el cargo a partir del 17 de di­ ciembre siguiente, fiesta de las Saturnales. Podía ser reelegido hasta tres veces consecutivas. En caso de que por cualquier motivo no pudiera atender a sus funciones, éstas eran de­ sempeñadas por un promagister, cuyas condiciones de elec­ ción nos son desconocidas. El sacerdocio era vitalicio y perduraba en cualquier situa­ ción, incluso en caso de conde­ na judicial, cautividad o destie­ rro. Cuando se producía una vacante, se reunía el colegio en la Regia o en el templo de Concordia y, tras invocar a la diosa, procedían a la elección, nombrando al que obtuviera el mayor número de votos. En el Imperio solía ser el emperador quien los elegía personalmente. Sus insignias eran una corona de espigas e ínfulas blancas. Teman como ayudantes cuatro camilos, un calátor y varios es­

cribas o secretarios. En honor de su diosa celebra­ ban una fiesta en mayo [—►Fiesta de Dea Dia]. Asimis­ mo participaban en las fiestas de distintos dioses: Júpiter, Ju­ no, Minerva, Salud, Genio de Augusto y de los emperadores divinizados, Providencia, Con­ cordia, Fecundidad, Esperanza, Flora, etc. A los dioses les sa­ crificaban un buey, a las diosas una vaca. Nos han llegado numerosos fragmentos de las Actas de este colegio, del que tenemos noti­ cias hasta el 235 d.C., aunque es probable que todavía sobre­ viviera muchos años. F u e n t e s : CIL 1.2; 6.2104; G ell.7.7.8; PHn.M 3r . l 8 .2.2; 2 8 .4 7 ; Varro Lar.5. 85.

G. H e n z e n , Acta fratrum Arualium quae supersum, Ber­ lín 1874; G. M a r i n i , Atti e monumenti dei Fratelli Arvali, Roma B i b l io g r a f ía :

1975; O. M a r u c c h i , «Scoperta di una tavola arvalica negli scavi deU’antica basílica di S. Crisogono in Trastevere», Not. Scav. 1914, pp.464-478; M . N a c i o n v i c h , Car­ men Aruale, Roma 1933-1934; E. Aus rómischer Priesterbüchernund, Lund 1939, pp. 109-268; I. P a l a d i n o , Fratres Arvales. Storia di un collegio sacerdotale romano, Ro­ ma 1988; A e l iu s P a s o l i , Acta fratrum Arualium, Bolonia 1950; G. P e N ord en,

91


Higuera Ruminal Gli edifizi del collegio dei Fratelli Arvali riel luco della Dea Dia, Roma 1865; I.B. DE Rossi, «Vicende degli atti dei fratelli Arvalli», Ann. dell’Ist. Arch. (1858)54s.; J. ScH EID , Les Fréres Arvales. Recrutement et origine sociale sous les empereurs Julio-Claudiens, pref. de R. S c h i l l i n g , París 1975; Les Fréres Arvales, Roma 1990; N. T u r c h i , «II rituale degli Arvali», Saggi di Storia de lie religioni, Foligno 1924, pp. 153-180; G. W i s s o w a , «Zum Ritual der Arvalbrüder», Hermes 52(1917) 321-347. l l e g r in i,

Higuera Ruminal (Ruminalis ficus). Árbol situado en el lugar conocido como —>Lupercal, ba­ jo el cual, según la tradición, fueron amamantados Rómulo y Remo por la loba (—►Rúmina es la diosa que preside la acción de mamar). También recibía el nombre de Romular (Ronuilaris, «de Rómulo»). Liu.1.4.5; Ou .Fasti 2.412; Plin.Ata.15.77. F u en tes:

Hirpini (o H irpi) Sorani. Sa­ cerdotes de -*Sorano. Todos los años celebraban una fiesta, en la cual caminaban descalzos sobre brasas encendidas, sin que llegaran a sufrir daño alguno. F u e n t e s : Paul.Fest.93 L.; Plin.Ato.7. 2; Seruvlen.! 1.785-788; Str.5.2.9.

92

Honor y Virtud (H o n o s y VirDivinidades abstractas que, normalmente, forman una pareja. Desde muy temprano figuran en el cortejo de Marte. En el 233 a.C. se dedicó un templo a Honor. Años después, Claudio Marcelo hizo voto de transformarlo en un templo a Honor y Virtud, pero los Pontí­ fices se opusieron, alegando que dos dioses distintos no po­ dían compartir la misma mora­ da, por lo que hizo construir un templo a Virtud, que anexionó al de Honor. Un siglo más tar­ de (en 103 a.C.), Mario levantó un templo a ambas divinidades en el Capitolio, sin que, en esta ocasión, los Pontífices tuvieran nada que objetar. Augusto instituyó una fiesta en honor de ambos, que terna lu­ gar el 29 de mayo. A Honor se le representa como un joven, armado con una lan­ za, de cabellos abundantes y ri­ zados, coronado de laurel, y llevando una rama de olivo y la cornucopia; a Virtud, como una joven de abundante cabellera, con un casco ricamente adornado. tus).

F u e n t e s : Cic.Diu. 1.28; Leg.2.23.58; Mar.2.23.61; Plañe.18-, Sesr.116; 120; Verr.4.54.121; CIL 6.3692; D.C.54. 18; Liu.25.40.2s.; 27.27.25.6-9; 29.


Hostia 11.13; Plu.iWorc.28; Val.Max.1.1.8; Zos.5.41.

Honorio (Honorius). Dios de las magistraturas políticas y de los honores que conllevan. F u e n t e s : A u g .C i« .4 .2 1 .5 .

Hora Quirini («Juventud de Quirino»). Nombre que recibió Hersilia, esposa de Rómulo, tras ser alcanzada por un rayo y entrar a formar parte de las divinidades. Rómulo, a su vez, había sido asimilado a —►Quiri­ no. F u e n t e s : E n n ./4 ra x .ll7 ;G e ll. 13.22.2; O u .M ef.1 4 .8 5 1 .

Hostia. Animal que se sacrifica a los dioses [—►Sacrificio]. De­ signaba propiamente a un ani­ mal pequeño, pues si era de gran tamaño se denominaba víctima, aunque ambos térmi­ nos suelen emplearse como si­ nónimos. Ciertas correlaciones simbóli­ cas hacían que se reservara un animal determinado a cada cla­ se de dioses: así, a los dioses celestiales se les sacrificaban víctimas blancas, a los subte­ rráneos, negras; a los dioses masculinos, generalmente, ani­ males machos, a las diosas,

hembras. Además, algunos dio­ ses concretos tenían un animal específico: Ceres, la cerda; Jú­ piter, el buey; Juno, temerás, vacas o corderas; Cibeles, cer­ das preñadas; Hércules, una perra; Venus, la paloma; Diana, la cierva; el Sol y Marte, el ca­ ballo; Vulcano, animales de pe­ lo rojo. Por otra parte, Júpiter se complacía en machos castra­ dos, mientras que los de Marte tenían que ser completos. Se­ gún las ocasiones, las víctimas debían ser adultas o lactantes. Atendiendo al motivo del sacri­ ficio, recibían distintos nombres: hostias honorarias, cuando se sacrificaban en honor a los dio­ ses; piaculares, para expiar una falta del ritual [->Piáculo]; con­ sultorios, para conocer, a partir del examen de sus visceras, la voluntad de los dioses [—►Arús­ pices], aunque este último caso no constituía, propiamente, un sacrificio. Hostia sucedánea era la que sustituía a otra que, por alguna anomalía, había sido de­ clarada impropia. Caes.Gall.6A6; Cato Agr. 130; 139s.; Cic^4rr.l.l3.1; Font.31; Har.lQs.; 23; Leg.2.22; 57; D.C. 43.24; Gell.4.6.6s.; Liu.8.10.12; 22. 1.9; 57.4 y 6; 37.3; Ou.Fasti 1.336; Pl. Truc.223; Plin.Ata.7.9; 28.12; 30.3; F u en tes:

93


Hostilina 12; Plu.Cor.25; Marc.3.4; Seru. Aen.3.m -, 407; 5.77; 6.253; Suet. Aug.14; Verg .Aen. 6.568. B ib l io g r a f ía : E. B e n v e n is t e , «Profanus et profanare», Lat 45(1960) 4653; G. D u m é z il , «Quaestiunculae Indo-Italicae», REL 39(1961)241-250.

94

Hostilina. Diosa agrícola que cuidaba de que las espigas cre­ cieran todas a la misma altura (cf. hostire, «igualar»). F u e n t e s : A u g .C iu .4.8.4.


Indígete

men favorable de los augurios, los —►augures declaraban sa­ grada una cosa; la fundación de una ciudad, la construcción de un templo, el nombramiento de alguien como sacerdote, etc.

I lana [-*Jana],

Ieiunium Cereris [—►Ayuno de Ceres]. Imágenes de los antepasados (imágenes maiorum). Mascari­ llas de cera de los parientes di­ funtos, que, guardadas cada una en un armario de madera, eran colocadas en el lugar más patente de la casa. Cuando fa­ llecía un miembro ilustre de la familia, se las sacaba para que formaran parte del cortejo fú­ nebre. En un principio, el dere­ cho a tener imágenes de los an­ tepasados (ius imaginis) era exclusivo de la nobleza. F u e n t e s : P lin JV af.3 5 .6 .153; 5 3 ; Sall.7wg.85.

P lb.6.

Impórcitor («El que hace sur­ cos con el arado»). Dios agra­ rio, protector de los cereales. F u e n t e s : Fab.Pict.

Cic. BrutA; Fam.l.26; Leg. 8.21;PM2.40;D.H.2.22; F e s t,s .« . Sa­ turno; Gell.4.6.10; 15.27; Liu. 1.1 8; 36.43; 5.52; 27.8; 36; 29.38; 30.26; 33.44; 37.47; 40.42; 41.28; 45.15; Macr.Saí.3.13.11; Plin./v'ar. 10.45; Seru. /4en.3.117; Suet.Ca/.12; Ulp.yr.10.5; Varro Lat.5.41; Rust.3.6.6. F u en t es:

Ianus [—>Jano].

íncubos (incubi, incubones). Especie de genios sobre los que existía la creencia de que eran los causantes de las pesa­ dillas nocturnas al sentarse so­ bre el pecho de los durmientes [—►Fauno], A veces se unían a mujeres dormidas. Llevaban un gorro cónico, que daba la fa­ cultad de descubrir un tesoro a aquel que lograra hacerse con uno de ellos. F u e n t e s : Aug.C in . 15.23.1; Hor.Epod. 5.95s.; Isid.Ong.8.13; Macr.Som/i. 1.3. 7; Petr.38.8; Plin..Var.25.4.29; 30.10.84; [Prob.]Ge.l.l8; Seru./t<>>¡.6,775; Tert. Anima 44.

apiid Seru.G e.1.21.

Inauguración (inauguratió). Acto por el que, tras el dicta­

Indígete (Indiges). Epíteto de -►Júpiter. 95


Indígetes

Indígetes tes].

[-►Dioses Indíge-

Indigitamenta. Colección de preces, atribuida a Numa, en las que figuraban los nombres de diversas divinidades y la función en que cada una estaba especializada. Estos dioses pre­ sidían un instante concreto dentro de un proceso en desa­ rrollo: nacimientos, bodas, cre­ cimiento de los cereales, cose­ cha, etc. Nunca fueron objeto de culto, ni tuvieron asignados sacerdotes particulares [—►Dio­ ses ciertos, Dioses Indígetes]. Am.2.73; Lucr.6.379-386; Seru.Ge.1.21. F uentes:

ínfula. Adorno de lana teñida de rojo y blanco, con dos tiras que caían a los lados, que lleva­ ban en la cabeza las sacerdoti­ sas, especialmente las Vestales, o que adornaba a las víctimas antes del sacrificio, los templos, los altares, etc. [-* Vítta]. F u e n t e s : Cic.Verr.2.4.50-, F e s t.s .w .; Luc.Ciw.2.355; V e rg ^ le rc . 10.538; G e . 3.487.

Inmolación (immolatio). Rito del —► sacrificio, previo a la -►mactación, consistente en es­ parcir sobre la cabeza de la víc­ 96

tima la ->mola salsa, quedan­ do así consagrada a la divini­ dad. Con frecuencia «inmolar» se emplea como sinónimo de «sacrificar». F u e n t e s : Cic.Flac.95s.;

Nat.3.88; Hor. Gtí.4.11.7; Lact. ad Stat. Theb. 10.106; Plu.M/m.14; Seruj4en.5.77; 10.541; Suet.M81.4; Veigj4en.l. 135. B i b l i o g r a f ía : S.P.C. T r o m p , De Romanorum piaculis, Diss. Amsterdam 1921; R.K, Y e r k e s , Le sacrifice dans les religions grecque et romaine et dans le jiidaisme primitif, París 1955.

Insitor («El que ahonda la se­ milla»). Dios agrario, protector de los cereales. F u e n t e s : F a b .P ic t.

apud Seru.Ge.1.21.

Intercidona («La que corta por medio»). Diosa que, armada con un hacha y acompañada de —►Pilumno y -*Deverra, vigi­ laba de noche la entrada de la casa en que hubiera nacido un niño para evitar que Silvano atormentara a la madre durante el sueño. Fuen tes:

Aug.Ci'w.6.9.2.

Interpretación griega (inter­ pretado graeca). Expresión con la que se designa el proce­ so de asimilación entre los dio­ ses romanos y sus homólogos


Isis

griegos: Júpiter-Zeus, JunoHera, Venus-Afrodita, Minerva-Atenea, Marte-Ares, Neptuno-Posidón, Mercurio-Hermes, etc. Inuo (Inuus). 1. Dios de la fe­ cundidad de los rebaños, equi­ valente al dios griego Pan. 2. Epíteto de - ‘Fauno como dios que preside el aparea­ miento del ganado. F u e n t e s : 1. L iu .1.5. 2 . P a u l.F e st.1 5 y 110 L.; S e ru ^ le n .6 .7 7 5 .

Isis. Diosa egipcia cuyo culto llegó a Italia en el siglo II a.C. y a Roma en tiempos de Sila. Pronto contó con numerosos seguidores, aunque el Senado trató de frenar el fervor popu­ lar: entre los años 58 y 48 a.C., los cónsules procedieron en cuatro ocasiones a demoler sus altares, pero éstos eran inme­ diatamente reconstruidos por los fieles. En el 43 a.C., los triunviros autorizaron la cons­ trucción de un templo oficial a Isis y Osiris, que fue conocido como el Iseo. Tras la actuación de Marco Antonio en Egipto, Augusto prohibió, en 28 a.C., que se levantaran dentro del pomerio capillas a los dioses

egipcios. En 19 d.C., tras un escándalo sexual en que apare­ cieron implicados sacerdotes de Isis, Tiberio ordenó destruir el templo, arrojar al Tíber la estatua de la diosa, crucificar a los sacerdotes y expulsar a los adeptos. Todo cambió a partir de Calígula. Éste, en el año 38, levantó un templo a Isis, que fue suntuosamente embellecido por Domiciano. Caracalla en el 215 construiría otro templo aún más rico en el Quirinal. Duran­ te los siglos III y IV el culto de Isis conocerá un periodo de es­ plendor y sus procesiones reco­ rrerán las calles de Roma. Pro­ hibido, de nuevo, por Constan­ tino, restaurado, una vez más, por Juliano, acabaría desapare­ ciendo paulatinamente bajo el influjo del Cristianismo. A Isis se la consideraba una dio­ sa de la fecundidad de la tierra (como Ceres, Ops) y de las mu­ jeres ( como Juno Lucina). En su honor se celebraba el —►Navio de Isis, el 5 de marzo, y el Hallazgo de -» Osiris, del 26 de octubre al 3 de noviem­ bre, festividades para las que se preparaban con diez días de retiro en el interior del templo, dedicados al ayuno y a la ora­ 97


tterduca

ción. Aparte de estas fiestas anuales, diariamente tenían lu­ gar una serie de ceremonias que asociaban a los fieles con la apertura y la clausura del templo: se comenzaba reavi­ vando el fuego sagrado; luego venía la presentación del agua santa y, a continuación, se des­ pertaba a la estatua de la diosa, en medio de cánticos y música de flauta y sistro; por la tarde se repetían, a la inversa, las ce­ remonias, quedando las almas de los fieles a la espera del día siguiente, atentas a las revela­ ciones que pudieran recibir du­ rante el sueño. Sus sacerdotes llevaban el crá­ neo y el rostro afeitados y ves­ tían un hábito de lino blanco [—*Pastóforos]. Los fieles se purificaban con abluciones, gestos, fórmulas, periodos de continencia sexual o de absti­ nencia de carne. Juvenal habla de unas devotas que se baña­ ban en las aguas heladas del Tíber y de otras que daban la vuelta al templo caminando de rodillas. El acceso al templo estaba prohibido a los no ini­ ciados. La iniciación en los misterios de Isis estaba reservada a un 98

pequeño número de elegidos. Había tres grados, cuyas cere­ monias eran nocturnas. El pri­ mero de ellos, el grado «isíaco», es especialmente conocido gracias al relato de Apuleyo. Parece ser que, en lo esencial, consistía en la aceptación de una muerte anticipada con des­ censo a los Infiernos y ascenso cósmico a través de los ele­ mentos, tras lo cual el iniciado se presentaba ante los fieles, envuelto en vestiduras solem­ nes, con una antorcha en la ma­ no y una corona de palma en la cabeza. Del segundo grado, lla­ mado «osiríaco», sólo sabemos que difería totalmente del ante­ rior. Del tercer grado no se co­ noce nada. F u e n t e s : Apul.Afer.ll; passim; Cic. ¿eg.2.14s.; Ate.3.47; D.C.57.15.4; 53. 2.4; 54.6.6; IAI 18.65-80; Iuu.6.489; 522ss.; 536; 9.22; Liu.4.39.9; Min. Fel.22.2; Ou^4m.l.8.14; 8.4; 2.2.25; 13.7-18; 3.9.33; Ars 1.77; Tr.2.297; Prop.2.33.1s.; 4.5.34; Teñ.Apol.6.$; C or.l; Ieiun. 16; Tib. 1.3.23-27; 8.74; Val.Max.1.3.

B i b l i o g r a f í a : M . M a l a i s e , Les condirions de pénétration et de diffiision des cuites égyptiens en Italie, L e id e n 1972; V. T r a n T a m T in h , Le Cuite d ’Isis á Pompéi, París 1964.


luventas

Iterduca. Diosa de la infancia, que guiaba al niño cuando salía de su casa pot primera vez. Aug.C¡«.8.3; TenAmma 39; Ato.2.11. F u e n te s :

Iunones [-Junones], Iuppiter [-»Júpiter]. Iustitia [—••Justicia].

luga o Iugalis («La que une»). Epíteto de -*Juno.

Iuturna [-*Jutuma].

Iugatinus [—Jugatino],

Iuvenalia [-►Juvenales],

Iuno [->Juno],

luventas [—«Juventas],

99


J Ja n a (lana). Divinidad páredra de - ‘Jano, al que asistía en su función de protector de las puertas y de los pasos. F u e n t e s : Ten. Ido 1.15.3; Nat. 2 .15.5.

Jano (lanus). Es uno de los dioses romanos más antiguos, al que se atribuía el patrocinio de los pasos y de los comien­ zos. Encabezaba la lista de los dioses a los que se invoca en las fórmulas de la —‘lustración y de la ->deuotio, en los cantos de los Salios y en los ritos de los Hermanos Arvales. Es el dios de la mañana (se le llama Padre Matutino), del primer día del mes (que por estar consa­ grado a Juno explica el epíteto de Junonio que se da a Jano), del comienzo del año y del si­ glo. Bajo su protección ponían los romanos todos los proyec­ tos y negocios que emprendían. Se le invocaba como —‘Cero Mano, «Creador Bueno». Es el protector de la generación hu­ mana y de la germinación de las semillas vegetales. Es el dios de las puertas, y como tal 100

recibe distintos epítetos según la disposición de éstas: Patulcio, si estaban abiertas; Clusio, cerradas. Sus símbolos son los propios de los porteros: una llave y un báculo. Se le repre­ sentaba con dos caras (de ahí los epítetos de Bifronte y Gémino, que se le aplican), una mirando a Oriente, por donde sale el sol, y la otra hacia Occi­ dente, por donde se pone. Se le considera un dios civilizador y se le atribuye la invención del lenguaje, de la moneda, de la navegación, de la arquitectura, de la agricultura y de la organi­ zación estatal. Tenía un templo en el Foro, construido por Numa, cuyas puertas permanecían abiertas en tiempos de guerra y cerra­ das en tiempos de paz. En el 260 a.C. se le erigió otro tem­ plo en el Foro Holitorio. A pesar de su antigüedad, no tenía un Flamen asignado a su culto. Se considera que el —»Rey de lo sagrado era su sa­ cerdote propio, aunque no hay acuerdo entre los investigado­ res modernos al respecto. En su honor se celebraba el —►ago­ nio del 9 de enero. Se relaciona estrechamente con


Juegos Apolinares

Saturno: bajo el reinado con­ junto de ambos, transcurrió la Edad de Oro de la Humanidad. También se le asocia a ->Portuno. Se le atribuían relaciones con distintas ninfas, de las que tuvo varios hijos: con Camasena a - ‘Tiberiño, con —► Venilia a -»Canente y con ->Jutuma a -►Fons; de los amores con -♦Cama no tuvo descendencia. Entre los griegos no hubo un dios equivalente a Jano. Fuentes: Amm.16.10.1; Am.1.9.7; 3.25; 29; 6.25; Aug.Cw.4.11.2; 23.2; 6.9; 7.2; 3.1; 4; 9.1; 11; 13; Cato /lgr.134; 141; Cic.Ata.2.27.67; Off.2. 87; CIL 1.320; 325; 334; 382; 2.4712; 3.2881; 2969; 3030; 3558; 8.2608; 4576; 11797; Claud.Cívm.21-24.2. 287; D.H.3.22.7; Fest. 3.15 L.; 45.22 L.; Gell.16.13.9; Hdn.1.16.1; Hor.Ep. 2.1.255; Saf.2.6.20-23; Iuu.6.393s.; Liu.l.l9.2s.; 26.13; 2.49.8; 50.7; 8 9.5-7; 9.2.6; 41.27; Lyd.Mens.4.2; Macr.1.7.19; 9.2-9; 9.14-18; 15.19; Mart.8.2.1; 10.28.1; Myth.3.4.9; Ou. Fasti 1.63-144; 165-182; 205-288; 3.881; Aíef.14.775-799; Plin.Ato.34. 33; 36.28; PluJV«m.l9.8; 20.1; Procop.Gof/i.1.25; Seru^en. 1.294; 7.607; 8.319; Sol.2.5s.; Stat.S/^.4.1.17; Suet. Aug.22; Dom. 13; Tert./Var.2.11; Varro Iar.5.156; 7.26; R u st.\3 1 3 \ Verg. /le«.7.607;8.319s.; 358. B i b l i o g r a f í a : G. C afdeville, «Les épithétes cultuelles de Janus», MEFR 85(1973)395-436; G. D umézil, «De

Janus á Vesta», Tarpeia, París 1947, pp.31-113; P. G r i m a l , «Le dieu Ja­ nus et les origines de Rome», LH 4(1945)15-121; L.A. H o l l a n d , «Ja­ nus and the brigde», AAR 21, Roma 1961; M. M e s l i n , «La Féte des Kalendes de Janvier, étude d ’un rituel de nouvel An», Lat 115, Bruselas 1970; L.M. d e PADIÉRNIGA, «Natu­ raleza de Jano según los Fastos de Ovidio», Emérita 10(1942)66-97; R. P e tta z z o n i,

L ’onniscienza di Dio,

Turín 1955, pp.242-258.

Juegos (Ludí). Espéctaculos instituidos en honor de deter­ minados dioses. En un princi­ pio constaban de una proce­ sión y un sacrificio y, entre ambos actos, tenían lugar dis­ tintas competiciones: carre­ ras, pruebas atléticas, etc., e incluso, con el tiempo, repre­ sentaciones teatrales. Poste­ riormente fue aumentando el número de días que duraban estas celebraciones. Juegos Apolinares (Ludí Apollinares). Juegos sagrados, insti­ tuidos en honor de Apolo el 212 a.C. para conjurar los peli­ gros que iban surgiendo duran­ te la Segunda Guerra Púnica. Teman lugar en el Circo Máxi­ mo, del 5 al 12 de julio, y eran presididos por el pretor urbano. 101


Juegos Capitolinos

A partir del año 208 a.C. pasa­ ron a celebrarse anualmente. Se celebraban ceremonias de todo género: —►suplicación de las matronas, banquetes al aire libre, diversos sacrificios a Apolo y a su madre Latona, etc. Los espectadores llevaban coronas de laurel y contribuían con sus aportaciones a sufragar los gastos de las fiestas. Había representaciones escénicas, que con el tiempo fueron cobrando mayor importancia, a la vez que se reducían los espectáculos cir­ censes. Hacia finales de la Re­ pública se organizaba también una cacería. F u e n t e s : C \cA ttA 6A \ Diu.1.89.115; CIL 1.268; 300; Liu.23.5-7; 25.11s.;

26.12; 27.11.6. J. G a g é , «La crise oraculaire et l’mstitution des Jeux Apollinares (212-208)», Apollon Ro­ main, París 1955, pp.257-296.

B ib lio g ra fía :

Lo único que se sabe de estos juegos es que durante ellos se presentaba a la multitud un an­ ciano vestido con toga pretexta y con una bula de oro al cuello y se lo paseaba al grito de: «¡Sardos en venta!, ¡cada uno peor que el otro!». F u e n t e s : Fest. s.u. Sardiuenales; Liu. 5.50.3s.;52.11;Tert.S/?ecf.5.8.

Juegos Plebeyos (Ludí Plebei). Juegos sagrados en honor de Júpiter que, presididos por los ediles de la plebe, tenían lu­ gar del 4 al 17 de noviembre. El día 13 se celebraba un ban­ quete que era ofrecido al dios en nombre de la plebe romana [—►Banquete de Júpiter]. Fue­ ron instaurados hacia el 216 a.C., en que aparecen mencio­ nados por primera vez. Guar­ dan un estrecho paralelismo con los —►Juegos Romanos. Liu.23.30.17; 29.11.12; 38. 8; Val.Max.1.7.4. F u e n te s :

Juegos Capitolinos (Ludí Capitolini). También llamados Jue­ gos Tarpeyos. Juegos sagrados en honor de Júpiter Ferentino. Se celebraban el 15 de octubre. Su institución tuvo lugar en fecha desconocida. Según unos, se re­ montan a Rómulo; según otros, a Camilo tras la invasión de los galos (390 a.C.). 102

Juegos Romanos (Ludi Romani). También llamados Grandes (Magni). Juegos sagrados en honor de Júpiter Óptimo Máxi­ mo, que, presididos por los edi­ les curules (a partir del 366 a.C.), tenían lugar del 4 al 19 de sep­ tiembre. Instituidos por Tarquinio


Juegos Seculares

Prisco, pasan a ser anuales a partir del 390 a.C. (conquista de Roma por los galos). Se celebraba una procesión a lo largo del Foro, desde el Capito­ lio hasta el Circo Máximo, donde iban a desarrollarse los Juegos. Abría el cortejo el edil curul presidente, al que seguían los jóvenes, a pie o a caballo, los cocheros y los combatien­ tes que iban a participar en las distintas pruebas, y, llevadas a hombros, las imágenes de los dio­ ses, sin sus atributos, que eran conducidos aparte en un carro por un muchacho patrimo (es decir, no huérfano de padre). El día 13 se ofrecía al dios un banquete en nombre de todo el pueblo romano [-* Banquete de Júpiter]. Entre estos juegos y los Plebe­ yos existían notables semejan­ zas: eran presididos por sus co­ rrespondientes ediles; en am­ bos se ofrecía un banquete a Júpiter el día 13; y las repre­ sentaciones escénicas y los jue­ gos del circo estaban colocados antes y después, respectiva­ mente, de dicho banquete. F u e n t e s : Cic.Har. 12; Leg.'i.l-, Verr.l. 31; 5.36; D.H.7.72; Liu.2.35.9; 2.36. 1; Ou^4m.3.2.43-56; Varro Lat.6.20; Vergvlí7¡.5.545ss.; 8.636.

B i b l i o g r a f í a : A . P i g a n i o l , Recherches sur les Jeux Romairts, Estras­

burgo 1923.

Juegos Seculares (Ludí Saeculares). Juegos sagrados que te­ man como finalidad propiciar la renovación del siglo. Insti­ tuidos en el 249 a.C., bajo el nombre de -^Juegos Tarentinos, habían de celebrarse todos los siglos, aunque el cómputo de los años fue frecuentemente alterado. Su organización co­ rría a cargo del Colegio de los Quindecénviros, que seguían las prescripciones de los -►Li­ bros Sibilinos. Poseemos abundante informa­ ción de los que se celebraron en el año 17 a.C., durante el gobierno de Augusto: las fies­ tas, en las que se invitó a todos los ciudadanos a participar con su asistencia, comenzaron en la noche del 31 de mayo, con el anuncio, hecho por los heral­ dos, de unos «juegos que nadie había visto y que nadie volve­ ría a ver». Previamente, a partir del día 29, se habían distribui­ do al pueblo sustancias purificadoras, a la vez que éste hacía la ofrenda de las primicias de la reciente cosecha. Durante 103


Juegos Tarentinos

tres días se alternaron los es­ pectáculos escénicos y circen­ ses con las ceremonias religio­ sas. Éstas se dividían en dos clases, según se celebraran por la noche o por el día. Las pri­ meras estaban dedicadas a las divinidades infernales, a las que se sacrificaban víctimas de piel oscura; la primera noche, además, ciento diez matronas ofrecieron un selistemio en ho­ nor de Juno y Diana. Los sacri­ ficios diurnos, en los que se in­ molaban víctimas de piel blan­ ca, estaban dedicados, respecti­ vamente, a Júpiter, Juno y Apolo, dioses celestiales. Para esta ocasión escribió Horacio el Carmen Saeculare, cantado el último día de las fiestas, en el Palatino y en el Capitolio, por un doble coro de veintisiete jóvenes y otras tantas donce­ llas. Los espectáculos públicos todavía se prolongaron por es­ pacio de quince días. Volvieron a celebrarse en el 46 d.C., con Claudio, para conme­ morar el octavo siglo de la fun­ dación de la ciudad; en el 87, bajo Domiciano; en el 204, con Septimio Severo; y, finalmente, en 246 o 247, con Filipo el Árabe, conmemorando al mis­ 104

mo tiempo el milenario de la fundación de Roma. F u e n t e s : Aug.Ciu.3.18; Aur.Vict. 28; Capit.Gord.33; Cens.17.ls.; 11; 13; 15; CIL 5.488; 6.877; D.C.54.18; Eutiop.9.3; Fest.s.«. Saeculares ludi', Flor.£pi'f.49; Hdn.3.8.10; Hor.Saec.; Mon.AncA.2i6s:, Paul.Fest.248s. L.; Suet_4ttg.31; C laud.ll; 21; TícA nn. 11.11. 1; Val.Max.2.4.5; Varro Lat.6. ll;Zos.2.1-5; 16. B i b l i o g r a f í a : J. G a g é , Recherches sur les Jeux Séculaires, París 1934; L. H e r r m a n n , «Á propos du chant séculaire d’Horace», REL 15(1937) 308ss.; A. P i g a n i o l , «Jeux séculai­ res», REA 38(1936)219ss.; H. W a g e n v o o r t , De Horati carminis saecu-

laris composirione, Mn 4(1936)143-

150; «The origin of the ludi saecula­ res», Studies in Román literature, Culture and Religión, Leiden 1956, pp.193-232.

Juegos Tarentinos (Ludi Tarentini). Juegos sagrados insti­ tuidos en el 249 a.C. por la gens Valeria, así llamados por celebrarse en un lugar del Campo de Marte llamado Tarento. Se ofrecían en honor de Dis Pater y Prosérpina, a los que, en una ceremonia noctur­ na, se sacrificaba dos víctimas negras, un toro y una vaca, res­ pectivamente. Estos juegos te­ nían que renovarse cada cien años.


Juno F u e n te s :

Cens.17.10; Val.Max.2.4.5;

Zos.2.1s. B i b l i o g r a f í a : S. W e i n s t o c k , «Ludi Tarentini und ludi saeculares», Glotta 21(1932)40-52.

Juegos Tarpeyos (Ludi Tarpei) [-+ Juegos Capitolinos]. Juegos Taurios (Ludi Taurii, Tauriliá). Juegos sagrados en honor de los dioses infernales, instituidos por Tarquinio el So­ berbio, que se celebraban, cada cinco años, los días 25 y 26 de junio. Consistían en una cace­ ría de toros y una carrera de ca­ ballos en el Circo Flaminio. F u e n te s : F e st.4 7 8 s. L.; Liu.39.22.1; S era Aen.2. 140; Varro Lat.5 .1 5 4 .

Jugatino (Iugatinus). Dios de la fecundidad. Se presenta bajo dos facetas: agrario (protector de la fecundidad de las tierras que se hallan en las cumbres de los montes) y nupcial (intervie­ ne en el momento de la unión del hombre y la mujer): iugum «cumbre» y iugo «unir». F u e n t e s : A u g .C ¡w .4 .8 .3 ;1 1 .5 ;6 .9 .3 .

Juno (¡uno). Esposa de Júpiter. Junto con éste y Minerva for­ maba la Tríada Capitolina [-►Tríadas divinas]. Fue asimi­

lada a la griega Hera. Le esta­ ban consagradas todas las ca­ lendas, el primer día de cada mes, así como el mes de junio. Protectora de las mujeres, es diosa del matrimonio y del par­ to, a lo que hacen alusión algu­ nos de sus numerosos epítetos. Fluonia: regula la menstrua­ ción. luga o Iugalis y Prónuba: pre­ side los matrimonios. Lucina: asiste en el parto. Reci­ bía culto en un templo en el Es­ quilmo (que databa del 375 a.C.), en el que, según disposición de Servio Tulio, se depositaba una moneda por cada recién nacido. A este templo acudían las muje­ res casadas a pedir a la diosa un feliz alumbramiento. Debían ir con el cabello y el vestido suel­ tos. En su honor se celebraban las -* Matronales el 1 de marzo, fecha que coincidía con el ani­ versario de la dedicación del templo. Conservatrix: vela por los re­ cién nacidos. Como diosa guerrera o protec­ tora de la ciudad era invocada bajo otros epítetos. Regina: tras ser «evocada» de Veyes en el 396 a.C. [-►Evoca­ ción], se le erigió un templo en 105


Junones

el Aventino, cuyo aniversario se celebraba el 1 de septiembre y al que acudían las matronas en los momentos de peligro pa­ ra la ciudad. Moneta, «la que avisa», con un templo que data del 344 a.C., cuyo aniversario era el 1 de ju­ nio. El sobrenombre hace alu­ sión al ataque por sorpresa de los galos descubierto por los gansos que se criaban en el re­ cinto del templo. En 269 a.C. se instaló en las cercanías una ceca y las piezas que salían de ella recibieron el nombre de «monedas». Sóspita: diosa guerrera; llevaba una piel de cabra y un escudo bilobulado, como el de los Sa­ lios. Recibía culto desde anti­ guo en Lanuvio. En Roma te­ nía dos templos, uno en el Foro Holitorio, del año 194 a.C., y otro en el Palatino, cuyo ani­ versario se celebraba el 1 de fe­ brero. Quiritis, Curritis, Curitis, a la que invocaban los soldados an­ tes de entrar en combate. Su culto se remonta al 241 a.C. y su fiesta tenía lugar en el Cam­ po de Marte el 7 de octubre. Caprotina, en cuyo honor se celebraban, el 7 de 'julio, las 106

-♦Nonas Caprotinas. Tiene, además, otros epítetos: Sororia: protectora de las her­ manas. Horacio le ofrece un sacrificio expiatorio por haber matado a su propia hermana [->Tigillum sororium]. Populonia: porque hacía multi­ plicarse a los pueblos. Covella: oscuro epíteto con que se la invocaba en las calen­ das para que creciese la luna nueva. Marcial: sobrenombre que se le aplica en el Imperio como ma­ dre de Marte. Augusta: protectora en especial de la familia imperial. Sus sacerdotisas eran la —►Fla­ mínica Dial y la Reina de lo sa­ grado [-►Rey de lo sagrado]. Apul.Afer.6.4; Am.2.67; 3.30; 4.7; 21; Aug.Ciw.2.4; 6; 4.8; 11; 6.60; 8.2s.; Capel. 1.31; 39; 2.149; Catul.34.13; Cic.Diu. 1.2.4; 24.48; 44.99; 2.69; Mi7.10.27; 17.46; Mur.41.90; Nat. 1.29.83; 2.26. 66; 27.69; 3.23; Verr.4102); C/L 1.171; 173; 189; 8 13s.; 1110; 1200; 3.1075; 5.3233; 6992; 7814; 6.77; 357-361; 2099; 3694s.; 8.999; 1424; 9.1547; 4206; 4399; 10.4590; 4660; 6484; 11.2630; 3125; 14.2092; D.C.58.14; 59.12; D.H.1.21; 2.50; 80; 4.15; 13.3; 7; Fest.49 L.; 64 L.; 200 L.; 233 L.; 305 L.; 343 L.; 380 L.; Gell.4.3; 10.15; 18.6; Har.Ctí.2.1. 25;3.8.1;Iuu.9.50-53;schol. Iuu.2.142; 6.225; Lact.//ixf.l.2.16; Liu.1.13.1-5; F u e n te s :


Júpiter 5.21.3; 22.4; 47; 52.13; 7.28.7; 8.14.2; 10.2.14; 21.12; 62.4; 22.1.17; 24.10; 27.37; 32.30.10; 34.53; 39.3.8; 40.52; 45.15; Macr.Saf. 1.11.36-40; 12.7 y 30; 15.18; 3.2.14; 9.7; 15.14; 6.4.13; 7.16.27; M y th 3 3 \O n .A m 3 . 15;Fasfí 1.55; 2.55; 256; 425; 427; 433; 435; 450; 3.177s.; 229-234; 253; 255; 257; 559; 5.251S.; 6.26-61; 69; 183; Her.6. 43; Met.6.428; 9.761s.; Paul.Fest.57 L.; 62-65 L.;L 85 L.; 89 L.; 92 L.; 104 L.; 113 L.; 125 L.; PMmp/i.892; Cos.2.3.14; Mil.6S9; Truc.416; Plin. Ata.2.16; 7.43; 66; 10.44; 16.235; 21.46; 35.17; 115; Plu.Cam.27; 33; Num.19; Rom. 15; 20; 21; 29; Sen.Ep. 110; SeruAen.1.8; 17; 42; 422; 518; 2.612; 4.16; 137; 518; 8.84; 343; 430; 638; 652; 654; 9.217; 11.474; 581; 12.841; Ecl.4.62; 8.30; Ge.1.31; 43; Sil.l.73ss.; Suet.Kes-p.19; Tac. ¿wi.3.71; 15.23; TexAnd. 473; Tert. Anima 39; Apol.23', Idol.\4\ Nat.2. lis.; Tib.3.4.13; 6.47s.; Val.Max.l. 8.3; 2.6. 15; Varro ¿af.5.67; 69; 74; 158; 6.18; 27; jRwsf.2.11.5; Verg. Aen. 1.15; 416; 441; 446; 620; 4.166; 7.419; Ge.3.531. B i b l i o g r a f í a : V. B a s a n o f f , « Ju non falisque et ses cuites á Rome», RHR 124(1941)110-141; E. N ie c k e l, «Juno Curitis», RhM 76(1916)548.

Junones (lunones). Espíritus protectores de las mujeres. Ca­ da una tenía uno en particular, que la acompañaba desde el nacimiento hasta la muerte, co­ mo el -+Genio entre los hom­ bres. Incluso las diosas tenían

su Juno: en el ritual de los Ar­ vales se ofrecía un sacrificio a la Juno de Dea Dia y otro dis­ tinto a Dea Dia. [Aur.Vict.]Hr.3.4.9; CIL 1.56; 2.2194; 3.1405; 5.160; 5112; 6754; 6.2099; 9.5179; 10.7541; 12. 3063-3066; D.H.3.22; Fest.297 L.; Gell.ll.6.1s.; Liu. 1.26; Macr.Soí.l. 12.28; Paul.Fest.63 L.; Plin./Var.2.7.5; 16; 23.12; Sen.Ep.110; Seru.£c/.4.62; Tttí.Anima 39; Apol.6; Nat.2.1\ Tib.4. 6.1; Varroapud Non.528. F u e n te s :

Junonio (lunonius). Epíteto de -♦Jano. Júpiter (Iuppiter). Dios supre­ mo del panteón romano. Divi­ nidad común entre los pue­ blos itálicos, cuenta con para­ lelos en la religión de distintas culturas: india, celta, germana, griega, etc. Su nombre signifi­ ca «Padre de la luz» y es el dios del cielo y de los fenóme­ nos atmosféricos que ocurren durante el día (es, pues, la antí­ tesis de —»Sumano). A ello alu­ den algunos epítetos que se le aplican: Lucetio (invocado así por los —► Salios), Fulgur, Tonante (como dios del rayo y del trueno), Elicio (al que se tribu­ taba culto para atraer la lluvia; -* Acudicio, Nudipedales). 107


Júpiter

Su sacerdote específico era el Flamen Dial, el de mayor ran­ go de los —► Flámines. Le esta­ ban consagradas las idus, en las que se sacrificaba una oveja blanca en su honor (en este día suelen caer los aniversarios de la dedicación de varios de sus templos). Asimismo le estaban consagradas las núndinas. Formaba parte de la Tríada precapitolina (en la que, en un principio, era menos importan­ te que sus compañeros Marte y Quirino, aunque posteriormen­ te alcanzaría la hegemonía dentro de la «coalición») y de la Tríada Capitalina [-* Tríadas divinas]. Con la influencia griega fue asimilado a Zeus, lo que acen­ tuó más su carácter de dios so­ berano. Como tal preside el consejo de los dioses [-►Dio­ ses Consentes] e, invadiendo el campo de acción de —*Dío Fidio, se le considera el garante de los compromisos y tratados, que, a menudo, sanciona ha­ ciendo oír el trueno. Se le po­ nía por testigo de los actos so­ lemnes. Los —►Feciales le in­ vocaban como Júpiter Lapis, por la piedra o cuchillo de sílex que usaban en los ' rituales. 108

Asistía, representado por su Flamen, a la celebración de la ceremonia de la -►confarrea­ ción, en la que, bajo la advo­ cación de Júpiter Fárreo, los esposos le ofrecían un pastel de harina. Tiene también connotaciones agrarias, pues, como señor de la lluvia y las tormentas, de él depende, en buena parte, el éxito de las cosechas. Por ello, en la época de la siembra, los campesinos le ofrecían un -*daps, bajo la advocación de Jú­ piter Dapal. Cierto paralelismo guarda el culto de Júpiter Epulón que se le tributaba en la ciudad, donde se le ofrecía un banquete con motivo de los Juegos Roma­ nos [—►Banquete de Júpiter]. Se invocaba especialmente su pro­ tección sobre la viña, dedicán­ dole las fiestas -+ Vinales y las —►Meditrinales. A pesar de otros epítetos, como Rúmino, Almo, Pecunia, Fecundo, Fru­ gífero, Fagutal, etc., que hacen alusión a su relación con el campo y el ganado, no se ad­ mite que Júpiter sea propia­ mente un dios agrícola. Su primer templo, que pasaba por ser el más antiguo de Ro­ ma, fue el que, como Júpiter


Júpiter

Feretrio, le dedicó Rómulo en el Capitolio. En virtud de una disposición de Numa, en él se depositaban los despojos opi­ mos. También se guardaba allí el texto de los tratados públi­ cos, grabado en placas de bron­ ce, y la piedra que usaban los Feciales. Asimismo se debía a Rómulo el fanum a Júpiter Estátor, «El que hace detenerse», en agra­ decimiento por haber frenado en su huida a los romanos en lucha con los sabinos. Poste­ riormente, en 294 a.C., por un hecho similar en la guerra con­ tra los samnitas, se le dedicó un templo bajo la misma advo­ cación y en idéntico lugar, en la Sacra Via. Su aniversario se celebraba el 13 de enero. De un año antes databa el tem­ plo a Júpiter Víctor, en conme­ moración de la victoria obteni­ da sobre los samnitas en la ba­ talla del Sentino. Su aniversa­ rio se celebraba el 13 de abril. Su templo más importante, construido por los Tarquinios, era el del Capitolio, comparti­ do con Juno y Minerva, así co­ mo con —♦Juventas y —♦Térmi­ no. Se le invocaba como Júpi­ ter Óptimo Máximo y recibía

un culto con connotaciones po­ líticas: a él acudían los cónsu­ les el día en que empezaban a ejercer las funciones de su ma­ gistratura, el 13 de septiembre, en plena celebración de los Juegos Romanos. En él se con­ servaban los Libros Sibilinos y se depositaba el botín obtenido por los generales triunfadores. Allí se reunía el Senado para deliberar sobre la declaración de guerra. También en el Capitolio se al­ zaba el templo que a Júpiter Tonante erigió Augusto, agra­ decido por haber salido indem­ ne de la caída de un rayo que, sin embargo, fulminó al escla­ vo que le precedía. En el Aventino tenía un viejo altar en el que como Júpiter Elicio, se le ofrecían sacrificios humanos, hasta que fueron su­ primidos en el 97 a.C. En su honor se celebraban los -♦Juegos Romanos, los —♦Ple­ beyos y los —♦Capitolinos. Fuera de Roma, recibía culto en varios pueblos itálicos: en Lavinio (J. Indígete), en Tíbur (J. Praestes), en Túsculo (J. Mayo), en Preneste (J. Arca­ no), entre los sabelios (J. Li­ bre), entre los oscos (J. Luce109


Justicia

tío), entre los volscos (J. Anxurus), entre los umbros (J. Gravobio) y en los montes Albanos (J. Laciar, en cuyo honor se ce­ lebraban las —►Ferias Latinas). A partir del siglo II d.C. se di­ fundió por Occidente el culto de Júpiter Doliqueno, de origen asiático. Se le representaba con traje militar, de pie encima de un toro, con el rayo y un hacha de doble hoja en la mano; En Roma se le erigieron sendos templos en el Aventino y en el Esquilmo. F u e n t e s : App.BC 7.5; Apul.Mundo 37; Am.5.1; Aug.Ci'«.4.11; 7.lis.; Cato Agr. 132; 134; 141; Cens.18.11; Cic. C at.l. 13.33; D iíí.2.85; Phil.236. 92 CIL 1.203s.; 588s.; 603; 638; 813 1124; 3.3953; 5.2474; 6.255s.; 334 371; 385s.; 423; 434; 452; 2295 7.496; 8.1628; 2620; 6353; 9.4192 4876; 10.1571; 3786; 11.1331; 3078 4513; 12.336; 14.2862s.; 3555 D.C.39.21; 45.17.2; 54.4; 67.40.2 D.H.1.39; 2.34; 50; 4.62; D.S.12.80 Eum. 8.10; Fest.65 L.; 114 M.; 190 L. 212 L.; 265 M.; 322 L.; Gai.1.112 Gell.1.9.10; 4.6.2; 18.3; 5.12.4ss. 10.15.20; 16.12; 32; 12.3; 6.2; 8.2 14.1.34; 6.3; 15.21; Hor.Saf.2.6.20 Iuu.6.387; Lact.A/orf .52; Lampr. Alex 57; Liu.1.2.6; 10.4-6; 12.3; 20.7; 24.8 25.5; 31.8; 33.9; 41.4; 4.20; 8.9.6 9.5.3; 10.37.14; 21.63; 22.1.6; 24 44.8; 33.25.7; 38.33; 41.14.7; 16.l s . 42.49; Lyd.AÍÉTW.3.7; Macr.Saí.1.12 17; 15.4; 35; 3.2.14; 4.2; Mart.4.1.6

110

54.4; 9.23.5; Mon.Anc .4.5s.; 6.31; Nep.4ff.20; Ou^4rs 2.257; Fasti 1.75; 289ss.; 579; 587s.; 2.69s.; 285-348; 3.283ss.; 438; 440; 4.621; 898; 6. 350s.; 650; 793s.; 7h3.1.33;Petr.44; Pl. Bacch.895\ C«rc.413; 543; Plin.ftm. 5.23; PlinJVaf.3.56; 69; 16.37; 18.284; 287; 34.13; 36.15; 39.64; Plu.Caf. MinAO, Cic.16; NumA5-, Rom.29; SuU.10, Plb.3.25s.; Prisc.792 Heitz; Prop.5.10.7; Quint./rc.v.3.7.4; Scaur. Ter.7.28 Keil; Seru.Am. 1.259; 4.570; 620; 6.855-559; 7.799; 8.641; 9.448; 567; 12.135; 206; EclA.50; Ge. 3.332; Sol. 1.7; 26; Stat.Sifo.5.3.231; Suet. Aug.29 ; 91; Dom.4; Tacv4nn.6.12; Hist.3.14;

TertApolAO,

Ieiun .16;

Treb.Güt«.8; Val.Flac.5.204; Val.Max. 3.2.4; Varro Iaí.4.150; 5.49; 52; 66; 152; 158; 6.16; 94; to sí.2.11.5; Vell. 1.11.3; 36.35.43; Vergu4efi.3.679; 7. 799; 8.346s.; 12.300; Cir.374; E c l.l. 60;Vitr.l.2.5;3.2.5. B i b u o g r a f í a : G. D u m é z il, Juppiter, Mars, Quirinus, París 1941; «Quaestiunculae Indo-Italicae. Júpi­ ter et les Vmalia...», REL 39(1961) 261-274; C. K o c k , Der romische Juppiter, Francfort 1937; R. S ch il l i n g , «Iuppiter Fulgur. Á propos de deux lois archaiques», Me'lang. P. Boyancé, Roma 1974, pp.681-689; «Á propos de l’expression Iuppiter Optimus Maximus», Soc. Acad. Dacoromana. Acta Philol. 3(1964)345348.

Justicia (Iustitia). Diosa que personifica la justicia. Virgilio y Ovidio la identifican con la diosa griega Astrea, que vivió


Juventas

con los mortales durante la Edad de Oro, pero a la que los crímenes de los hombres la hi­ cieron huir al cielo, donde se transformó en la constelación de Virgo. Su culto cobró auge a comienzos del Imperio. HygAstr .2.25; FabA3&, Ou. Fasti 1.249s.; Mef. 1.150; Verg.Ge.2. F u e n te s:

474.

Ju tu rn a (Iuturna). También llamada Diutuma. Ninfa de las fuentes. Terna una en el Foro, de cuyas aguas bebieron los ca­ ballos de los dos jóvenes que comunicaron a los romanos la victoria del lago Regilo y que, posteriormente, serían identifi­ cados con los Dioscuros f -*Cátor y Pólux], Su templo se alza­ ba en el Campo de marte. El 11 de marzo se celebraba su fiesta, que compartía con Carmenta [—►Carmentales]. También te­ nía un papel secundario en la celebración de las —>Vulcanales el 23 de agosto. Se la supo­ nía hija de Voltumo, esposa de Jano y madre de Fons. En la Eneida aparece como hermana de Tumo. Sobre sus amores con Júpiter, -»Lara. Fuentes: Am.3.29; Cic.C/w.36.101; Flor.Epif.1.28; Ou.Fasti 1.463s.; 2. 583ss.; Seru.y4eit.12.139; Slat.SiluA.

5.; Varro Ljf.5.71; VeTgAen. 12.134s.; 222s.;446s.;843s.;876s.

Juvenales (luuenalia). Fiestas en honor de -»Juventas, diosa de la juventud. Instituidas por Nerón en el año 58 d.C., se ce­ lebraban el 18 de octubre, ani­ versario de su mayoría de edad, con representaciones es­ cénicas, que no eran más que un pretexto para su lucimiento artístico. Mantenidas tras la muerte de Nerón, frecuentemente, se las confundía con las antiguas -♦Liberales. Capit.Gon¿.4; CIL 404; 10. 8357; D.C.61.19; 67.14; 68.34; Inscr. Orelli 1740; 4098; 4109; Petr.29; Plin. Ato.37.2.19; Sidon.Carm.23.307; 428; SueMMg.43; C a lA l\ Ñero 11; Tac. /4/in.l4.15; 15.33; 16.21; WergAen.5. 600s. F u e n te s :

Juventas (luventas. También Iuventa o Iuventus). Diosa de la juventud. Según una antigua leyenda, cuando Tarquinio Pris­ co quiso elevar un templo a la Tríada Capitalina, hubo que desalojar a los dioses primiti­ vos del lugar, pero Juventas se negó a dejarse exaugurar, lo que fue interpretado como se­ ñal de la eterna juventud de 111


Juventas

Roma [-►Término], Acogía a los jóvenes a partir del momento en que éstos deja­ ban la pretexta y vestían la toga viril. En ese día, el nuevo ciu­ dadano ofrecía un sacrificio in­ dividual a Juventas y, según lo dispuesto por Servio Tulio, de­ positaba una moneda en el ce­ pillo de la diosa. Esta ceremo­ nia solía celebrarse el 17 de marzo, en el curso de la festivi­ dad de las -+Liberales. Fue asimilada a la diosa griega Hebe. En época imperial dejó de personificar a la juventud roma­ na en general, quedando reser­

vada exclusivamente al herede­ ro del Imperio. En su honor instituyó Nerón la fiesta de las -* Juvenales. F u e n t e s : Aug.Cí«.4.11.5; 23.8s.; 29; 5.11; 21; 6.1; Cic^lff.1.18.3; Nat. 1. 112; CIL 2.45; 1935; 5.4088; 4244; 9.5574; 10.8375; 11.3245; 12.1783; D.C.54.19; D.H.3.69.5s.; 4.15.5; Flor. Epit. 1.1; Gell. 12.6.2; ínscr. Orelli 634; 637s.; 640; 642; 742; Lact./nsf.l.20. 38; Liu. 1.55; 5.54; 21.62.9; 36.36.15; MonAnc.14.2', Ou.Fasti 2.669; 3.711778; 6.65s.; Ponto 1.10.12; Paul.Fest. 104 M.; Petr.88; Plm.Ato.29.57; 35. 108; Seru^e/¡.8.176; 9.448; £c/.4.50; Suet.Cal. 15; CIaitd.2; T acara. 1.3; 12. 41; Teit.Ato.2.11; Val.Max.5.4.4.


Lapis Manalis

L Labro (labrum). Fuente de piedra o de mármol, que se co­ locaba a la entrada de los tem­ plos y que contema agua lustral, con la que se mojaban las manos para purificarse antes del sacrificio. La composición del agua lustral es la misma que la del agua bendita en la religión católica: una mezcla de agua y sal. F u e n te s :

GeU.4.6.1s.; Liu.21.62.4; 22.1.11; 24. 10.10; 40.19; Plu.Mwi.13; Rom.29; Val.Max. 1.8.11.

Liu.37.3.7.

Laciar (Lañaris). Epíteto de -♦Júpiter. Lactans y Lactumo (Lacturnus). Dioses agrícolas, protec­ tores de las espigas cuando es­ tán en leche. F u e n te s :

de entrar en campaña, el gene­ ral en jefe acudía a la capilla de Marte en la Regia y agitaba las Lanzas, o bien una de ellas, que en tiempos muy remotos habría sido la representación del dios, al tiempo que decía: «¡Marte, vigila!». Lanzas parecidas se conserva­ ban en otras localidades, como Preneste. La de Lanuvio estaba consagrada a —♦Juno. F u e n t e s : Cic. Diu. 1.30; F lo r.E p ír.6 8 ;

Aug.Ciw.4.8.4; Seru.Ge.l.

315.

Lanzas de Marte (Hastae Mariis). Lanzas consagradas al dios, que se conservaban en la —♦Regia y que tenían la propie­ dad de agitarse por sí solas pa­ ra avisar que se avecinaban tiempos difíciles para Roma [—♦Anciles], Asimismo, antes

Lapis («Piedra»). Epíteto de —♦Júpiter. Lapis Manalis («Piedra que mana»). Gran piedra cilindrica que se encontraba a unos kiló­ metros de Roma saliendo por la Puerta Capena, junto al templo de Marte. En caso de pertinaz se­ quía los Pontífices la llevaban rodando en procesión a lo largo de la ciudad, hasta el templo de Júpiter Capitolino, donde se rea­ lizaba un sacrificio cruento. Se creía que esta ceremonia atraía infaliblemente la lluvia [—♦Acuelicio]. Parece ser que esta cos­ tumbre también era practicada 113


Lara

en otras partes de Italia. Una interpretación distinta la relaciona con los —‘Manes [-►Mundo]. F u e n te s : Fest.115 L.; 128 L.; 154 L.; Non .547; Semblen.3.175.

Lara. Ninfa, a la que llamaban Lala, «la Charlatana», que re­ veló los amores que Júpiter sentía por Jutuma y los planes para hacerla suya. Encoleriza­ do, Júpiter le arrancó la lengua y ordenó a Mercurio que la condujera a los Infiernos, «lu­ gar apropiado para los mudos». Por el camino el dios la violó y fruto de esta unión nacieron dos gemelos, los dioses Lares. Ovidio la identifica con —►Mu­ da. F u e n t e s : Lact./jwf.l

.20.35; Ou.Fasti

2.583-616.

Larario (lararium). Pequeña capilla, situada, por lo general, en el atrio de la casa, en la que se veneraba al Lar Familiar [-►Lares]. F u e n te s :

Hor.Saf.2.6.65; LamprAlex.

29 y 31.

Larentales o Larentinales (Larentalia, Lareritiruilia). Fies­ tas de carácter funerario, que te­ nían lugar el 23 de diciembre, 114

en las que el Flamen de Quiri­ no, junto con los Pontífices, ce­ lebraba en el Velabro un sacri­ ficio en la tumba de -►Acá Larencia. F u e n t e s : Cic.Ep.Brut.1.15.8; Gell.7. 7.7; Liu.l.4.7s.; Macr.Sar.1.10.13-16; Ou.7r.3.55; Plu.flom.4.7; Varro Lat.6. 23s.

Lares. Dioses de los lugares, aunque algunas fuentes los confunden con los -* Manes, las —‘Larvas, el —►Genio y los —►Penates. Se les menciona por primera vez en el canto de los Arvales con el nombre de La­ ses. La leyenda los hace hijos de —►Acá Larencia o de la nin­ fa -*Lara [-»Madre de los La­ res], Se distinguen varias clases de Lares. Compítales; son los Lares de las encrucijadas de los campos o de la ciudad. Eran dos, como los caminos o las calles que forman la encrucijada. En cada una se les levantaba una capilla y en su honor se celebraban las -»Compítales. Tras la reorgani­ zación de Augusto, llegaron a ser 265 las encrucijadas de Ro­ ma en las que se les rendía cul­ to, junto con el Genio del Em­ perador.


Lares

Familiar: en un principio era uno solo, pero posteriormente, por analogía con los Lares Compítales y con los Penates, pasó a considerarse que eran dos. Era un dios doméstico, asociado en el culto a Vesta y a los Penates. Su imagen estaba pintada en la pared o bien era representado en estatuillas guar­ dadas en hornacinas. Su altar era el hogar, sobre el que se le ofre­ cían las primicias de los alimen­ tos. Le estaban consagrados la mesa, el salero y la vajilla. Sus ofrendas usuales eran racimos de uvas, coronas de espigas, ta­ rros de miel, tortas de harina. Se le honraba de forma espe­ cial en las calendas, nonas e idus y en los grandes aconteci­ mientos familiares: bodas, na­ cimientos, defunciones, aniver­ sarios^ etc. Una vez al mes, co­ mo mínimo, se quemaba in­ cienso y se hacía una libación de vino en su honor. Según una leyenda, el rey Servio Tulio era hijo de una esclava y del Lar Familiar del palacio de Tarquinio Prisco [—►Fáscino], Praestites («Protectores»): tam­ bién eran dos. Vigilaban las mu­ rallas de la ciudad. Se les repre­ sentaba armados con una lanza,

vestidos con piel de cabra, acompañados de un perro, ani­ mal guardián por excelencia. Teman su sede en un viejo al­ tar, en lo alto de la Sacra Via. También había Lares protecto­ res de los viajes por tierra (Via­ les) y por mar (Permarinos, Permarini). F u e n t e s : Am.5.18; Aug.C¡«.4.27; 6.5; Cato A gr.2.\\ 5.4; 143; 243.2; Cens.3; Cic.Caf.4.18; Fí/t.2.22; Har. 16; Leg.2.19; 27; 55; Ata.2.67; 3.603; Phil.2.15; Rep.5.7; 7¡m.2; Verr.4.2.49; CIL 1.602; 3.1422; 3460; 3463; 5158; 6.449s.; 1.456; 11.3079; 12.4320; CoUtosf.11.1.19; D.C.55.8; D.H.3. 70.2; 4.14.35; 15.4;Enn^.311 Baehr; H or.£pod.l.l.l3; 2.2.51; 65; O d.\. 12. 43; 2.16.13; 3.23.4; 27.4; 29.14; Iád.Oig.15.2.15; Iuu.9.138; 12.86ss.; Liu. 1.29.4; 39; 8.9.6; 40.52.4; Mait.9. 18.2; Naeu./?\99; OuAm. 1.8.99; Ars 2.265; Fasti 1.136; 2.633; 4.317; 5.129-146; 791; 6.95; 305-309; 625636; 79 ls.; Ponto 1.1.10; Tr. 1.330; 4.8.22; Paul.Fest.273 L.; Pers.3.25.26; 5.30s. y schol. Pers.4.28; Petr.60; PL4«/.l-39; 385-387; Merc.834-837; 865; M//.1339; Rud. 1206-1208; Trin. 39-42; 59; Plin.A'oí.2.16; 3.66; 21.11; 28.267; 36.27; 204; Prop.2.24.11; 30.21; 3.3.11; 4.3.54; Sall.Caf.20.11; SenMe/i.1.441; 2.154; 166; 296; 3. 3 0 2 ; Sol. 1.23; Suet.y4Mg.30s.; Otho 6; Tac./4nn. 12.24; Tib.1.1.20; 3.33s.; 10. 15-18; 2.1.59; 5.20 y 22; 41s.; Val. Max.4.4.3; Varro Lat.6.2; 25; 61; Rust. 1.2; apud Non.531; Verg^len.5.743745; [Verg.]Cafa/.5.27.

115


Larunda

Larunda. Diosa de los muer­ tos, de origen sabino. Se la identifica con —►Acá Larencia. Por la similitud fonética de sus nombres se la relaciona con los Lares y con la ninfa Lara. F u e n te s :

Varro Lat.5.14.

Larvas (Laruae). Son las al­ mas de los malhechores y de los que en vida habían arrastra­ do una existencia miserable que, una vez muertos, perma­ necen entre los vivos para ator­ mentarlos con visiones noctur­ nas. Se las representa bajo la forma de esqueletos. Se dife­ rencian de los -►Lémures, en que su acción sobre las perso­ nas es menos nociva que la de éstos. Los que están poseídos por ellas, los laruati, sufren transtomos mentales: hipocon­ dría, epilepsia, locura, angustia, etc., y se los exorciza sometién­ dolos a diversos ritos. También se les atribuye el papel de verdu­ gos en los Infiernos. Posteriormente se las conside­ rará como las almas de cual­ quier tipo de difuntos, no sólo los criminales, y se las repre­ sentará como esqueletos que bailan una danza macabra, sim­ bolizando lo efímero de la vida 116

e invitando a disfrutarla mien­ tras se pueda. Esta imagen de las Larvas pasará a la Edad Media como personificación de la Muerte. Apul.Soc/:15; 237; Aug. C¡«.9.11; Hor.Saf.2.3.279; Isid.Orig. 4.7.8; 8.11.101; luu.2.157; Lucr.l. 133; Ou.Fasti 2.421s.; 583; 614s.; 5.483; Ib.1466; Petr.34; PlAmph. 776s.; Aul.642; Capt.598; Cos.592; Men.889-891; Most. passim ; Riid. 106;/r.38; Plin.Nat.praef.3l; Priap. 33; Sen.Apoc.9; Ep.24; Seruvlen.3. 63; 6.152; 229; Varro apud Non. 135.15; Verg./4ert.6.229; 10.641. B i b l i o g r a f í a : E. J o b b é - D u v a l , Les F u e n te s :

morts malfaisants: «Larvae, Lemures» d ’aprés le droit et les croyanees populaires des Romains, París 1924.

Laterano (Lateranus). Dios protector del hogar (cf. later, «ladrillo»). F u e n t e s : A m .4 .6 .

Lavema. Diosa del mundo subterráneo, protectora de los ladrones. Tenía un altar cerca de la Puerta Lavemal, en un rincón particularmente miste­ rioso, lugar de cita de los mal­ hechores. F u e n te s :

Am.4.24; Aus.£p.3.103;

CIL 1.47; F e s t. 104.28 L.; Hor.£p.l.

16.60; Lucil./r.l7.15; Non.134; 483. 20; PUw/,3.2.24; Prud.Sym.2.869; Varro Lat.5.163.


Lemures

Lectisternio (lectisternium). Ceremonia propiciatoria de ca­ rácter público, prescrita a me­ nudo por los Libros Sibilinos, consistente en un banquete en el que participaba todo el Pue­ blo Romano y al que se invita­ ba a uno o varios dioses ex­ tranjeros (generalmente de ori­ gen griego), que asistían repre­ sentados por sus estatuas, recostadas en lechos y distri­ buidas por parejas. Costumbre muy frecuente entre los griegos, se celebró en Roma por primera vez en el año 399 a.C. y por última en el 205 a.C. [—»Pulvinar, Selistemio]. D.H.2.23; Flor.Epif.il; Gell. 12.8; Liu.5.13.4-8; 7.2.1-3; 27; 8.25; 10.47; 21.62; 22.1; 10; 29.14.1; 40.59; Macr.Saf.l .6.13;Val.Max. 1.8.2; 2.4.5s. B i b l i o g r a f í a : J. G a g é , «Les lectistemes; théoxénies grecques et mo­ deles étrusques?», Apollan Romain, París 1955, pp.168-179; G . P a s c a l , «De lectistemis apud Romanos», RPh 22(1894)270-340. F u e n te s :

Lémures. Espíritus de los muertos. No se sabe nada con­ creto sobre si eran espíritus be­ néficos, como los —1-Manes, o maléficos, como las —1>Larvas, aunque a nivel popular se les confundía con éstas últimas. Salían de ultratumba en ciertos

días del año. Para conjurarlos, cada familia celebraba en honor de sus muertos una festividad, las —►Lemures, que terna lugar los días 9,11 y 13 de mayo. Apul.Soo: 15; Aug.O'«.9. 11; Hor.£p.2.2.208s.; Ou.Fasti 5.419492; Pers.5.185; Semblen. 1.276; 792; Varro apud Non. 135. F u e n te s :

B i b l i o g r a f í a : E . J o b b é - D u v a l , Les

morts malfaisants: «Larvae, Lemu­ res» d ’aprés le droit et les croyances populaires des Romains, París 1924.

Lemures (Lemuria). Fiestas que se celebraban los días 9, 11 y 13 de mayo, considerados nefastos, para conjurar a los -^Lémures. A medianoche se levantaba de la cama el padre de familia y, protegiéndose de las sombras de los muertos me­ diante el gesto apotropaico de introducir el pulgar entre los demás dedos juntos, se dirigía descalzo a una fuente, donde se lavaba las manos; después, da­ ba la vuelta e iba arrojando a su espalda unas —*■habas ne­ gras, que había cogido previa­ mente, a la vez que pronuncia­ ba la siguiente fórmula: «Tiro estas habas y por ellas me res­ cato a mí y a los míos». Lo re­ petía nueve veces sin mirar atrás, pues las sombras iban re­ 117


Levana

cogiendo las habas. Se lavaba nuevamente con agua y gol­ peaba un objeto de bronce, mientras repetía nueve veces: «¡Manes de mis antepasados, salid de aquí!». Según Ovidio, el origen de esta fiesta se remonta a Rómulo, que la instituyó para aplacar al fantasma de su hermano Remo, por lo que fue llamada Remuria y, con un simple cambio de letras, Lemuria (etimología que carece de fundamento). Hor.£p.2.2.208; Ou.Fasti 5.419-429; Peis.5.185; ?\Amph.2.2. 145.

F u en tes:

Levana. Diosa de la infancia que está presente en el momen­ to en que el recién nacido es le­ vantado del suelo (cf. leuo, «le­ vantar») y presentado al padre para que lo acepte como miem­ bro de la familia. F u en tes:

Aug.Ciu.4.11.3.

Libación (libatió). Forma de sacrificio incruento consistente en derramar parte del conteni­ do de una copa, después de ha­ berla probado. La libación so­ lía ser de vino si se ofrecía a los Lares, o de leche si se reali­ zaba en honor de los dioses 118

agrícolas [-*Goto, Pátera, Símpulo]. F u e n t e s : Cic.Leg.2.29; Rep.2.44; Verg. Aen.6.246.

Líber. Antigua divinidad itáli­ ca de la fecundidad. En algu­ nos lugares de Italia su culto revestía formas particularmen­ te impúdicas: se paseaba un fa­ lo en un carro por el campo y la ciudad y se instalaba en el Foro, adonde acudían las matro­ nas a ponerle coronas de flores [—►Fáscino]. En su templo de Roma había representaciones de los órganos masculino y femeni­ no, que simbolizaban, respectiva­ mente, a Líber y Libera. Poste­ riormente, al identificársele con el dios griego Dioniso, se le rela­ cionó en especial con el naci­ miento y desarrollo de las vides. Es uno de los dioses que forman la Tríada Aventina, Ceres, Líber y Libera, a quienes en el 493 a.C. se les erigió un templo por indicación de los Libros Sibili­ nos [—‘Tríadas divinas]. Los antiguos relacionaban su nombre con la idea de la libera­ ción de las preocupaciones, de la emisión del semen, de la li­ bertad para hablar que da el vi­ no, etc. En su honor se celebra­


Libertad

ban las fiestas -* Liberales, el 17 de marzo. Aug.Ci'«.4.11.2s.; 6.9; 7.2; 3.1; 19; 21; Cic^líf.6.1.12; Nat.2.62; Verr.5.187; CIL 1.281; 332; 3.1784; 3923; 6.294; 462; 467; 707; 8826; 9.3603; 12.3132; Col.flfwr.12.18.4; D.H.6.17; 94; Fest.103 L.; 108 L.; 423 L.; Hyg.Fab.224; Ou.Fasti 3.713790; Plin.Ate.28.39; Sen..Dia/.9.15. 15; Tac Ann.2 .49; Varro Lat.6.14. B i b l i o g r a f í a : E. B e n v e n i s t e , «Lí­ ber et liberi», REL 14(1936)52-58; F u e n te s :

A . B r u h l , Líber pater. Origine et ex­ pansión du cuite dionysiaque á Ro­ me et dans le monde romain, París

1953.

Libera. Pareja femenina de Lí­ ber. Formaba una tríada junto con éste y con Ceres. Se la asi­ milaba a Perséfone y a Ariadna. En ocasiones era invocada como Libera Triforme, por lo que también se la identificaba con Hécate. Por último, con el auge de la ideología astral, ya avanzado el Imperio, fue iden­ tificada con la Luna, mientras Líber lo era con el Sol. F u e n te s :

Aug.C/M.4.11.3; 7.19; Cic.

Nat.2.62; CIL 3.1095; 4927; 7916;

Col.flwsr.12.18.4; D.H.6.17.2; 94.3; Ou.Fasti 3.512; Plin.Naí.36.29; Tac. /Iw!.2.49.1.

Liberales (Liberalia). Fiestas en honor del dios —►Líber, que

se celebraban el 17 de marzo, para invocar su protección so­ bre las cosechas que, por ese tiempo, se recogían en el cam­ po. Ese día, unas ancianas co­ ronadas de hiedra, «las sacer­ dotisas de Líber», iban por las calles vendiendo a los tran­ seúntes unos pastelillos, los li­ ba [->Libum\. De cada uno que vendían quitaban un pedacito que, en nombre del com­ prador, ofrecían al dios en un hogar portátil que llevaban consigo. Las familias comían en la calle, delante de sus ca­ sas. Los jóvenes que habían llegado a la mayoría de edad tomaban, en ese día, la toga vi­ ril y realizaban un sacrificio colectivo [-►Juventas]. F u e n t e s : Cicvlff.5.20.9; 6.1.12; Sest. 69; Verr.5.36; [Cypr.]Specf.4; Macr. Soí.1.4.15; Ou .Fasti 713-790; Seru. Ge. 1.7; Suet. C laúd.2.2; TertApol. 42.5 ; Spect.5; Val.Max.5.4.4; Varro ¿af.6.14.

Libertad (Libertas). Personifi­ cación divinizada de la liber­ tad, a la que se le erigió un templo en el Aventino en el que compartía el culto con Júpiter. Aparece frecuentemente repre­ sentada en monedas. Su atribu­ 119


Libitina

to distintivo es el pileus, gorro que llevaban los libertos. F uen tes:

Cic.iVaí.2.61; Ou.Fasti 4.

623s.

Libitina. Divinidad de aspecto antiguo (tenía consagrado un lucus dentro del recinto sagra­ do de Roma). Era la diosa de los entierros. Según disposi­ ción de Servio Tulio, se depo­ sitaba una moneda en su tem­ plo cada vez que moría al­ guien. Algunos la identifican con Ve­ nus, tal vez por confusión con Lubentina, un epíteto de esta diosa, o porque en su bosque se había levantado un templo a Venus. También fue asimilada a Prosérpina. F u e n t e s : Am.4.7; Aug.Ciu.6.9; Cic. Leg.2.24.61; D.H.4.15.5; Hor.Ep.1.7. 5; PluJVum.12; Sen.Ben.5.38.4; Varro Lat.6 A l. B ib l io g r a f ía : G. T h a n ie l , «Libiti­ na», LEC 41(1973) 46-49.

Libre (Líber). Epíteto de -*Jú­ piter. Libros augurales (libri augu­ róles). Libros que contenían to­ do lo relativo a la ciencia augural: reglas, rituales, fórmulas sagradas, ceremonias reguladas 120

hasta en sus más pequeños de­ talles, comentarios sobre deci­ siones tomadas en situaciones precedentes, etc. Se guardaban en los archivos del Colegio de los -►Augures. F u e n t e s : C íc .D ík .1.72.

Libros fulgurales (libri fulgu­ róles). Libros atribuidos a la ninfa Vegoya, que contenían las normas para interpretar correcta­ mente los —► augurios expresa­ dos por la caída de los rayos. Fueron traducidos del etrusco al latín por un tal Tatquicio Prisco (contemporáneo de Cicerón), de cuya traducción se conservan al­ gunos fragmentos. F u e n t e s : C íc .D im.1 .1 6 ;7 2 .

Libros Sibilinos (Libri Sibyllini). También llamados Libros Fatales. Son los Libros en los que supuestamente se conte­ nían las profecías de las -►Si­ bilas. Se decía que la Sibila de Cumas se había presentado al rey Tarquinio (las fuentes dis­ crepan sobre si se trataba de Tarquinio Prisco o del Sober­ bio) y le había ofrecido nueve libros de vaticinios, por los que le pidió trescientos áureos. An­ te la negativa del rey, quemó


Liburno

tres de los libros y exigió la misma cantidad por los restan­ tes; ante la nueva negativa, vol­ vió a repetir la operación, man­ teniendo el mismo precio. Fi­ nalmente, el rey, intrigado (o bien por instigación de los Au­ gures), compró los tres que quedaban y los depositó en el templo de Júpiter, confiándolos al cuidado de dos hombres, los Duóviros encargados de las ce­ remonias sagradas. Escritos, supuestamente, en hexámetros, sobre tela, se los consultaba ca­ da vez que se producía un su­ ceso portentoso, para saber cuál era la —‘procuración nece­ saria y a qué dioses había que dirigirla. A partir del 367 a.C., se creó el colegio de los —‘Decénviros encargados de las ceremonias sagradas, responsables de su consulta. Posteriormente, en tiempos de Sila, se añadirían cinco miembros más, convir­ tiéndose así en los Quindecénviros encargados de las cere­ monias sagradas. En cuanto a los Libros Sibili­ nos fue precisamente en esta época cuando se perdieron en un incendio del templo de Júpi­ ter del año 83 a.C. Se procedió

entonces a una recopilación, para lo que se enviaron comi­ siones a diversos lugares del Mediterráneo Oriental. Augus­ to los expurgó y los confió al templo de Apolo, en el Palati­ no. En el siglo V d.C. íueron quemados por orden de Estilicón. Amm.33.3; Cic.D w . 2.54; D.C.44.17; 47.18; D.H.3.67.3; 4.62; 10.2s.;9.1; 12.9.1; 14; 11; Gell.1.19.1; Liu.3.10; 4.25; 5.13; 50; Plu.Cic.17; Suet^lttg.31; Tacvlnn.1.76.1; 6.12; 15.44.1; Tib.2.5.15s.; Val.Max. 1.1.1. B ibliografía: R. B l o c h , «La Divination et les livres sibyllins», REL 40(1962)118ss.; J.J. C a e ro ls Pérez, Los Libros Sibilinos en la Historiogra­ fía Latina (Tesis doctoral. Universidad Complutense), Madrid 1991. Fuentes:

Libum. Pastelillo sagrado, he­ cho de harina, queso y huevo, que, una vez cocido, se bañaba en miel [—‘Liberales], F u e n t e s : Cato A gr.l5\ Ou.Fasti 3. 733ss. y 761ss.; Seru^4en.7.159; Va­ rro ¿af.5.106;7.44.

Liburno (Liburnus). Dios del placer sexual (cf. libet, «pla­ ce») [ - ‘Cloacina, Lubentina, Volupia]. Fuentes:

Am.4.9; TertJVaí.2.11.

121


Lima

Lima. Diosa que, junto con -*Limentino, protegía el um­ bral de la casa. F u e n t e s : A m .4 .9 .

Limentino (Limentinus). Dios protector del umbral (limen) de las casas [ —► Fórculo, Cárdea, Lima]. F u e n t e s : Am.4.9.l i s . ; Aug.Cw.4.8.6; 6.7;TertJ0b/.15.3; Ate.2.15.5.

Linfas (Lymphae). Diosas de las fuentes, identificadas desde muy temprano con las Ninfas griegas. Tenían la particularidad de volver loco al que las veía (lymphatus, <doco»). Se las con­ sideraba protectoras contra los incendios. F u e n te s :

F u e n t e s : Cic.Dw.l .30; Gell.5.8;

Hor. CW.1.1.23; Liu.l. 18.5-10; 36.2-4; 44; Ou.Fasti 6.375; Plin.Nar.28.4.1; Plu. Cam.32; Rom.22; Seni^4en.7.187; £c/.9.15; Varro Lat.5.143; WtvgAen.l. 187. B ib lio g ra fía :

A. B o u c h é - L e c l e r c q ,

Histoire de la divination dans l ’Antiquité, t.4, París 1879-1882, p.104.

Aug.CiK.4.34.3; C ic.H a r. 57;

M il. 73; Vano Lar.5.71; 7.87; Rust. 1.1.6.

Litación (litatio). Acción de ofrecer un sacrificio agradable a los dioses. Muerta la víctima, se procedía a examinar sus en­ trañas para ver si el animal es­ taba sano. En caso afirmativo se conseguía la litación; de lo contrario, había que realizar de nuevo el sacrificio cuantas ve­ ces fuera necesario. Waf.3.88; Liu. 27.23.4; 41.14s.; Suet.M81.4. F u e n t e s : C ic.Flac.95s.;

122

Lituo (lituus). Bastón corto y curvo, sin nudos, distintivo de los —'‘Augures, con el que és­ tos trazaban líneas imaginarias en el cielo hasta dividirlo en cuatro regiones. Se decía que, tras el incendio de Roma por los galos en el 390 a.C., el lituo de Rómulo había aparecido en­ tre los escombros sin haber su­ frido daño alguno; se conserva­ ba, custodiado piadosamente, en la curia de los Salios.

Locucio (Locutius) (cf. loquor, «hablar»). Dios de la infancia que enseñaba al niño sus pri­ meras frases [—►Fabulino, Farino]. Fuentes:

Tertvl/iima39;Ato.2.11.

Lúa (Lúa, Lúa Mater; Lúa Saturni). Diosa que personifica la destrucción por medio de la di­ solución. Es una entidad peli­ grosa, pero útil cuando se em­ plea contra el enemigo. Junto con Marte, Minerva y Vulcano


Lucus

forma el grupo de los dioses a quienes hay que dedicar los des­ pojos capturados al enemigo. Se la nombra asociada con Sa­ turno, sin que se sepa el porqué de dicha asociación. Gell.13.23.2; Liu.45.33.1; Seru^4en.3.139. B ib l io g r a f ía : G. D u m é z il , Déesses latines et mythes ve'diques, Bruselas 1956.

F u en t es:

diosa griega Ilitía. 2. Epíteto de -►Juno. F u entes:

1. Aug.C¡«.4.11.3; Varro

Lat. 5.74.

Lucoris. Dios protector del lu­ gar que Rómulo consagró co­ mo Asilo, hasta que fue despla­ zado de allí por el dios —►Veyovis. F u e n t e s : Seru^4e«.2.761.

Lubentina o Lubia. Diosa del placer sexual [-►Cloacina, Libumo, Volupia]. F u e n t e s : Am.4.9; Aug.Ciw.4.8.2; Tert.

Nat.2.11.

Lucares (Lucaria). Fiesta de los bosques sagrados [-+Lu­ cus], que tenía lugar los días 19 y 21 de julio. Se celebraba en el lucus permagnus, situado entre la Vía Salaria y el Tíber, donde se habían refugiado los romanos tras la derrota sufrida a manos de los galos el 18 de julio del 390 a.C. F u en tes:

Pallad^4gr.8.1; Paul.Fest.

119.7 M. G. D u m é z il , Fétes romaines d ’été et d ’automne, París 1975.

B ib l io g r a f ía :

Lucina. 1. Diosa de origen sa­ bino que preside los alumbra­ mientos, identificada con la

Lucus. Bosque sagrado, dedi­ cado a una divinidad concreta. Cuando ésta no se especifica, se da por entendido que se trata del bosque de Dea Dia. Sus ár­ boles no podían cortarse, ni si­ quiera podarse, sin realizar pre­ viamente el sacrificio propicia­ torio de un cerdo y pronunciar las siguientes palabras rituales: «Si eres dios o si eres diosa, tú, a quien está consagrado este bosque, como tú tienes derecho a que se te haga un sacrificio de un cerdo, para mantener ese derecho sagrado y por estas causas, ya lo efectúe yo, o bien otro cualquiera en mi nombre, que esto sea realizado recta­ mente. Para ello te ruego insis­ tentemente con el sacrificio ex­ piatorio de este cerdo que me seas benévolo y propicio a mí, 123


Ludi a mi casa, a mi familia y a mis hijos, y para estos fines satisfá­ cete y queda complacido con el sacrificio expiatorio de este puerco inmolado». Tampoco se podía cavar en él sin cumplir antes los mismos requisitos. Equivalía a un tem­ plo y terna asignado un sacer­ dote. En algunos bosques se celebraban fiestas periódica­ mente. F u e n t e s : Cato Agr. 1391; Catul.19.1; D.H.3.32; Plin.Ata. 17.267; Seru^en. 9.4. L udi [-+ Juegos].

Luna. Diosa de origen sabino, relacionada con la magia; se la consideraba la madre de los ma­ gos. Varrón la cita entre los vein­ te dioses principales [—►Dioses selectos]. Terna un templo en el Aventino y otro en el Palatino. Pronto fue asimilada a —►Diana, y, ya muy entrado el Imperio, a -►Libera. F u e n t e s : Aug.C iu .4 . 23.1; C ic .N a t.2. 27; D.H.2.50.3; Luc.Cw.6.506; 669; Ou.Fiasfi 3.88 3s.;//er.12.168; A/ef.14. 44; 105; S cn.M ed.S4l; Phaed.420ss.; Tac.A rrn. 15.41; VarroL a t.5 .74. Luperca. Es la loba que ama­ mantó a Rómulo y Remo, con­ 124

vertida en diosa por Marte, en agradecimiento por haber ali­ mentado a sus hijos. F u e n t e s : Lact/ns. 1.20.1;

Vano apud

Am.4.3.

Lupercal. Gruta del monte Pa­ latino, en la que la loba (de ahí el nombre) amamantó a Rómu­ lo y Remo. Este lugar quedó impregnado de la fecundidad de la leche de la loba y en él te­ rna lugar la carrera de los -►Lupercos para conferir la fertilidad a las mujeres. F u e n t e s : Fest.75.27 L.; Liu.1.5.1-3; Ou.Fasti2.381-424; Varro Lat.5.86; 6. 13; Verg./4en.8.343.

Lupercales ( Lupercalia ). Fies­ ta en honor de —*Fauno, que se celebraba el 15 de febrero. En la gruta del —►Lupercal se reali­ zaba el sacrificio de una cabra o un perro o un macho cabrío, presidido por el Flamen Dial (la asistencia de éste al sacrifi­ cio es discutible, ya que entre las normas que debía observar dicho sacerdote se encontraba, precisamente, la prohibición de tocar e, incluso, nombrar a las cabras y a los perros) y con la presencia de las Vestales. Con un cuchillo manchado de la sangre de las víctimas el sacer-


Lupercales

dote tocaba en la frente a dos jóvenes, limpiándolos a conti­ nuación con un copo de lana empapado en leche, tras lo cual ambos jóvenes se echaban a reír ruidosamente. Luego, los —► Lupercos, vestidos única­ mente con un taparrabo de piel de cabra, con la cara manchada con la sangre del animal sacri­ ficado o cubierta con una más­ cara y con la corona de Fauno en la cabeza, echaban a correr por todo el recinto del Palatino, llevando en sus manos correas cortadas de la piel de la vícti­ ma, con las que azotaban a to­ do el que encontraban en su ca­ mino, especialmente a las mu­ jeres que, espontáneamente, les presentaban la espalda o las manos, en la creencia de que así obtendrían la fecundidad. Se cerraba la ceremonia con un banquete del sacrificio entre los miembros del colegio. Fue en una de estas fiestas, la del 44 a.C., cuando Marco An­ tonio ofreció su corona de Luperco a César. Esta acción su­ puso la supresión de esta fiesta, pero Augusto la restableció pronto, aunque tomando medi­ das para frenar los excesos que en ella se producían.

Con el Cristianismo, las Luper­ cales, perdido el carácter reli­ gioso, siguieron gozando de enorme popularidad, hasta que en el año 494 fueron prohibi­ das por el papa Gelasio y susti­ tuidas por la fiesta de la purifi­ cación de la Virgen y la proce­ sión de las candelas. Aug.CiM.18.12; Cic.Phil.2. 34.85-87; 3.12; 13.31 y 41; D.C.44. 6.2; 45.30.2; D.H.1.80; Iuu.2.142; Lact./rasf.l.21.45; Liu.1.5.1; 9.46,15; Mon.Anc.4.2; Ou.Fasti 2.267-452; Plu.Caes.61; 111; Rom.21.7-9; Seru. Aen.8.343; Suet Aug.3\ 31; luí. 76; TacAnn. 12.24; Val.Max.2.2.9; Varro ¿af.5.13s.;85;6.34. F u e n te s :

B i b l i o g r a f í a : L . D e u b n e r , « L u p erkalia», ARW 21(1910)481ss.; G. D um é z il, Le probleme des Centaures, P arís 1929, p.205; A .M . F r a n k l i n ,

The Lupercalia, N u e v a Y ork 1921; A . K ir s o p p M i c h e l s , « T h e T opog ra p h y a n d In te rp re ta tio n o f th e L u ­ p e rc a lia » , TAPhA 84(1953)35-59; P. L a m b r e c h t s , « L e s L u p e rc a le s, u n e féte p ré d é iste ? » , Hommages á J. Bidez et Fr. Cumont, Lat 2(1949)167176; W. M a n n h a r d t , Mythologische Forschungen, E stra sb u rg o 1884, pp.

72-155; C . P a s c a l , « L e d iv in itá in­ fere e i L upercali», Rend. delta Real Acad dei Uncei 4(1895)151; C . P ic c a l u g a , « L ’A s p e tto a g o n ís tic o d e i L u ­ p e rc a lia » , SMSR

33(1962)51-62; J.

T o u t a i n , « L e s L upercales rom aines et la féte ch rétien n e de la P urification de la V ierge o u d e la C handeleru», RHR

(1919)1-13; K .W . W e lw e i, « D a n s

125


Luperco Angebot des Diadems an Caesar und das Luperkalen problem», Historia 15(1967) 44-69.

Luperco (Lupercus). Oscura divinidad que acabó confun­ diéndose con -+ Fauno. Aten­ diendo a la etimología de su nombre, puede tratarse de un dios protector de los rebaños frente a los ataques de los lo­ bos, o, tal vez, una divinidad en la que se mezclaban dos na­ turalezas: una maligna y otra benéfica, el lobo y el macho cabrío.

porqué de esta división. Al frente de cada división estaba un magister. En el año 44 a.C. Julio César creó una tercera sección, que llevaba su nom­ bre, los Julios. Cic.Cael.ll.26-, D.C.54.6. 2; 55.30.2; D.H.1.22.4; 79.8; Fest. 75.27 L.; 78.2 L.; 308.6 L.; Liu.1.5.13; M onAnc.\9.\; Ou.Fasri2.381-421; ?\u.Rom.21; Seru^en.8.90; 343; Suet. Aug.31; M 7 6 ; Varro Lat.5.86; 6.13. B ib l io g r a f ía : J. C a r c o pin o , La buve du Capitole, París 1924; J. G a g é , «Les Quinctii. L’imperium Capitolin», REL 52(1974)110-148; M.P. N il s s o n , «Les luperques», Lat 15 (1956)133-136. Fu entes:

F u e n t e s : Codlust. 43; Seru^4en.8.344;

663. B ib l io g r a f ía : K . K e r é n y i , Wolf und Ziege am Lupercalienfest, Zurich 1949.

Lupercos (Luperci). Colegio sacerdotal, compuesto de doce miembros, que el 15 de febrero celebraban las -«Lupercales, en honor de Fauno Luperco. Su sede estaba en el —«Lupercal. Al principio eran pastores, pero posteriormente se elegía como Lupercos a las personas más destacadas de la ciudad. Eran nombrados anualmente. Esta­ ban divididos en dos secciones: los Fabianos y los Quintiales, sin que se sepa muy bien el 126

Lustración (lustrado). Purifi­ cación de las impurezas mora­ les de los hombres y de las que se les suponen a los animales y a las cosas. Debe realizarla una persona experta y autorizada, distinta a la persona objeto de la ceremonia, pues el ser impu­ ro, que mancha cuanto toca, no puede purificarse a sí mismo. Comportaba una serie de ritos y si la ceremonia se realizaba conforme a ellos, el efecto es­ perado se producía infalible­ mente. Los instrumentos de purificación son muy variados: el agua, el fuego, el aire, el laurel, el olivo,


Lustro

la sangre de las víctimas sacri­ ficadas, etc. B ib l io g r a f ía : R. B l o c h , «Parenté entre religión de Rome et religión d’Ombre», REL 41(1963)115-122.

Lustro (lustrum). Ceremonia de purificación, dedicada a Marte, que se realizaba cada cinco años, una vez confeccio­ nado el censo de los ciudada­ nos. Consistía en la conducción de una —►suovetaurilia, por tres

veces, en tomo al pueblo con­ gregado en el Campo de Marte. A continuación, se procedía al sacrificio de la triple víctima en el altar del dios, agradecién­ dole la protección dispensada durante los cinco años pasados, al tiempo que le suplicaban su asistencia para los cinco próxi­ mos años. Agr.\41\ Liu.l.44.1s.; 35.9; 10.12; 40.45.8; 42.10.

F u e n t e s : C a to

127


M Mactación (mactatio). Acto del -«sacrificio, posterior a la inmolación, que consitía en he­ rir a la víctima con el cuchillo. F u e n t e s : Cic.Flac.95s:, Afar.3.88; Hor. CW.4.2.7;Seru^4e«.5.77; 10.541.

Madre de los Lares (Mater Larum). Enigmática divinidad que ha sido identificada con distintas diosas: —«Acá Larencia, -«Lara, -«Muda, —«Mania. F u e n t e s : Ou.Fasti

2.583-616. U. P e s t a l o z z a , «Ma­ ter Larum e Acea Larentia», Rendic. del Ist. Lombardo di Scienze e Lettere 46(1933)905-960; L. Ross T ay l o r , «The mother of the Lares», AJA 29(1925)299-313; E. T a b e l in g , Ma­ ter Larum, zum Wesen der Larenreligion, Francfort 1932. B ib l io g r a f ía :

Magna Madre (Magna Ma­ ter). Epíteto de -«Cibeles. Mala Fortuna. Diosa que per­ sonifica dicho concepto, a la que se había erigido un altar en Roma, en el Esquilino. F u e n t e s : Cic.Leg.2.28; Nat. 3.63; Varro

¿ai.5.49.

128

Máleo (malleus). Mazo de ma­ dera con que, en el sacrificio, el -«popa abatía a la víctima antes de que el —«cultrario la degollara. F u e n t e s : Ou.Aíef.2.625; Suet.Ca/.32.

Mamurales (Mamuralia). Fies­ tas que tenían lugar el 14 de marzo y en las que se repre­ sentaba la expulsión de —«Mamurio Vetulio, personificado en un anciano vestido con pieles de animales, al que golpeaban con varitas blancas y arrojaban de la ciudad. Con el tiempo sustituyeron a las segundas -♦Equirres. F u e n t e s : CIL 1.280; 311; D.H.2.70; Fest.131 L.; Lyd.Aíms.3.29; 4.36; Ou. Fasti 3.373; SeruAenJ. 188.

M amurio Veturio (Mamurius Veturius). Divinidad enigmáti­ ca, que tal vez represente al «demonio de invierno» (su nombre se interpretaría, así, como «el viejo marzo» o «el viejo de marzo») al que se ex­ pulsa de Roma en la fiesta de las -«Mamurales, con ocasión del comienzo del año. Según la leyenda, era un hábil artesano (a él se atribuía la es­ tatua arcaica de —«Vertumno), que, por encargo de Numa, for-


Manes

jó once escudos totalmente iguales al que Júpiter había en­ viado desde el cielo, cuya con­ servación garantizaba la hege­ monía del Pueblo Romano [-►Anciles]. Como pago a su trabajo pidió que se le citase al final del canto que los —► Salios entonaban cuando sacaban en procesión dichos escudos. F u e n t e s : D.H.271.2; FesLl31.ll L.; Lyd.Merts.4.36; Ou .Fasti 3.260; 389ss.; Plu.Nttm.13; Prop.4.2.59-64; Seru^4en. 7.188; VaiToIar.6.45. B ib l io g r a f ía : G. D u m é z il , Tarpeia, París 1947, pp.241ss.; J. L o ic q , «Mamurius Veturius et 1’anciemie représentation italique de l’année», Hommages á Jean Bayet, Lat 40 (1964)401-425.

Manes. Son las almas de los muertos. Se decía que eran hi­ jos de la diosa —►Mania. El nombre que se les aplica es un eufemismo: «los Buenos». Su sentido es vago e impreciso, por lo que no es fácil determi­ nar su verdadera naturaleza. Se los relaciona y, a veces, se los confunde con los —►Genios, los -►Lares, los —►Penates, las -►Larvas, los -* Lémures. Con la influencia griega se les asi­ mila a los démones y se les considera como los espíritus de los antepasados, protectores de

los miembros de la familia. Eran objeto de culto y se les hacían sencillas ofrendas de vi­ no, miel, leche y flores [-►Ro­ sales y —►Violares], aunque se cree que en un principio se les ofrecían sacrificios humanos, hasta que fueron sustituidos por los combates de gladiado­ res. Cuando se descuidaban las obügaciones para con los di­ funtos, éstos manifestaban su enojo provocando pesadillas nocturnas, enfermedades mis­ teriosas, o peligrosas manías. Cuenta Ovidio que, en cierta ocasión, llegaron a salir de las tumbas y llenaron la noche con sus lamentos. En su honor se celebraban, del 13 al 21 de febrero, las fiestas —► Parentales. Las siglas D.M.S., que apare­ cen en las inscripciones funera­ rias, son las iniciales de Dis Manibus sacrum, «consagrado a los dioses Manes». F u e n t e s : Apul.Socr.15; Aug. Cik.8.26; 9.11; Cic.Leg.2.9.22-, 25. 62; Pi.v.16; Verr.2.2.51; 3.110; CIL 2.2713s.;5705; 5742; 6.15143; 15158; 15543; 20055; 13.3038; 3040; Fest.s.M.; Isid.Ong.8. 11.100; Liu.3.58.11; 7.5; Macr.Sar.l. 3.13; 7.34s.; Ou.Fasti 2533-547; Quint ¡nst. 6.proemAO-, SaxiAen. 1.139; 2268; 3.63; 67; TatSpect5-, Tib.2.6.77; Val. Max.2.4.7; Varro ¿oí.6.2.9.61; Verg.

129


Mania Aen.3.63; 303; 365; 4.34; 387; 427; 409; 5.99; 6.896; 8.246; 10.34; 39; 820; 11. 181; 12.646; 884; Ge. 1.243; 4.469; 489; 505. B ib l io g r a f ía : J.P. J a c o b s e n , Les Manes, P a rís 1924.

Mania. Oscura divinidad de origen sabino. Su nombre, que significa «la Buena», es un eu­ femismo para referirse al poder de los muertos [—►Manes]. Era considerada la madre o la abuela de los Manes o la madre de los Lares. Se la suele identi­ ficar con otras divinidades: La­ ra, Génita Mana o bien la Mu­ da o Tácita de las Ferales. En las —►Compítales el cabeza de familia ofrecía a esta diosa objetos de lana (—►mamas y -♦pilas) en sustitución de las vi­ das de los habitantes de la casa. En el plano coloquial era una especie de fantasma con que se atemorizaba a los niños. Hay noticias de que en un tiempo (bajo el reinado de Tar­ quinio) se le ofrecieron sacrifi­ cios humanos, concretamente niños. Am.3.41; 6.26; Fest.129 L.; Macr.Sa/.1.7.34;Seruj4en,12.139;Varro

Fuentes:

¿ar.9.61.

Manías (maniae). Muñecas de lana que, con motivo de las fiestas -►Compítales, el cabeza de familia ofrecía a —►Mania, la muerte, en sustitución de las personas libres de la casa [-►Pilas]. Cic.Pis.7; F e s t. 121 L.; Liu. 3.58.11; Macr.Saf.l.7.34s.; Non. 538; Ou.Fasti 2.547; Seruvlen.1.139; 2. 116; 3.63; 6.741; Varro Sat.fr.463; Verg^4e«.6.741. B ib l io g r a f ía : L. D e l a t t e , Recherches sur quelques fétes mobiles du calendrier romain, Lieja 1937, pp. 43-48; G. D u m é z il , «Quaestiunculae Indo-Italicae 10, offrendes et denombrement au carrefour», Lar 20(1961) 262-265. Fuentes:

Mantuma. Diosa nupcial. Obliga a la novia a permanecer en casa del marido (cf. maneo, «permanecer») [-*Domicio]. Fu e n t e s:

Aug.Ciu.6.9.3.

Marcial (Martialis). Epíteto de -►Juno. Marica. Ninfa amante de Fau­ no y madre de Latino. Recibía culto principalmente en Mintumo (Campania), donde le es­ taba consagrado un templo, ro­ deado de un bosque sagrado, que tenía la particularidad de que no se podía sacar nada que

130

liimiiiiiia


Marte

hubiera entrado en él. Otros lu­ gares en que recibía culto eran Pisauro (Umbría) y Laurento (Lacio Septentrional). Una tradición griega la identifi­ ca con la hechicera Circe. F u e n t e s : Lact./ntf.l.21;23;Luc.Ciu. 2.424; Mart. 10.30.8; 13.83; PluMar. 39; Porph. ad Hor.CW.3.17.7; Seru. A en.IA T, 12.164; Verg^en.7.47. B ib l io g r a f ía : W. B o r g e a u d , «Ma­ rica», REL 25(1947)85s.

M arte (Mars). Dios de la gue­ rra, venerado en todos los pue­ blos de la Italia central, donde era conocido bajo diversos nom­ bres: Mauors, Marmor, Mamers, etc. Varios de estos pue­ blos tomaron de él su nombre: marsos, marrucinos, mamertinos. Su culto en Roma era atendido por uno de los tres Flámines mayores, el Flamen Marcial. A él estaba dedicado el mes de marzo. Era uno de los integran­ tes de la Tríada precapitolina [-►Tríadas divinas]. En su ho­ nor se celebraban numerosas fiestas: las —*Equirres, y el -♦Tubilustrio en marzo; las —>Ambarvales en mayo; el -♦Caballo de Octubre y el -♦Armilustrio en octubre. Asi­ mismo, se le atribuía un desta­

cado papel en la práctica de la -♦primavera sagrada, al ser él quien guiaba, a través de sus animales consagrados, el lobo y el pico, a los jóvenes que par­ tían en busca de nuevas tierras. Éste habría sido el origen de varios pueblos itálicos: los hirpinos (hirpus, «lobo») y los picentes (picus, «pico»), así co­ mo el de los romanos (leyenda de la loba y los gemelos). Frecuentemente se le aplicaba el sobrenombre de Gradivo. Fue asimilado al dios griego Ares. Sus templos no estaban dentro del pomerio de la ciudad, don­ de debía reinar la paz, sino fue­ ra, de donde podían venir los enemigos armados. En el cam­ po que lleva su nombre, el Campo de Marte, se alzaba un altar antiguo y un templo, éste más reciente (del 138 a.C.); fuera de la Puerta Capena tenía otro templo que databa de co­ mienzos del siglo IV a.C. y que duró ocho siglos. Dentro ya de Roma, en el llamado sacrarium Martis de la Regia, se guarda­ ban las -♦Lanzas de Marte, que le estaban consagradas. Final­ mente, Augusto le construyó un magnífico templo, en el 131


Mater Matuta

centro de la ciudad, para con­ memorar su victoria sobre los asesinos de César, de ahí que se lo dedicase bajo la advoca­ ción de Marte Ultor («Venga­ dor»). Sus restos todavía se pueden contemplar en el Foro. Con motivo de su victoria so­ bre los partos le erigió un se­ gundo templo en el Capitolio el año 20 a.C. Aug.C¡«.4.23.3; Cato Agr. 141; Cic.Quint.3.7; CIL 1.49; 970; 991; D.C.44.8; 60.5; D.H.l. 14.2.5; 31.2; 77.1; 2.2.3; 48.2; 56.2; 4.22.1; 70.5; 5.13.2; 6,13.4; E rtn A n n fr.m Warni; Fest.379 L.; Gell.5.12.5; 13. 23; Liu. 1.20.4; 5.52.7; Macr.SaM. 19.3; M onA ncA .2l\ Ou.Fasti 2.859; 3.1-40; 87-96; 525s.; 5.25ls.; 550ss.; 6.191; Met.6.426; 7r.2.296; Prop.5. 3.71; SenMen. 1.292; 8.285; 9.516; Str.5.4.12; Suet_¿u,g.29; Varro Lat.5. 73; 8.49; 10.65; Vereylen.3.35; 9.516; 10.542. B i b l i o g r a f í a : J. C a r c o p i n o , La louve du Capitole, París 1924; G. H e r F u e n te s :

A partir del siglo II a.C. pasó a ser considerada una diosa pro­ tectora de los navegantes y se la hizo madre de -*Portuno, identificada, según la leyenda que recoge Ovidio en los Fas­ tos, con la Ino-Leucótea de la mitología griega. También se le atribuye un pa­ pel como diosa de la agricultu­ ra, ya que era la que hacía ma­ durar las espigas. Tema un templo en el Foro Boario, levantado por Servio Tulio. En su honor se celebra­ ban, el 11 de junio, las fiestas —‘Matrales. F u e n t e s : A u g .C u /.4 .8 .4 ; 18.14; C a to

Agr.75; C ic .A ta .3 .5 7 .8 9 ; Tusc.1.2%; CIL 1 1 .6 2 9 4 ; 6 3 0 1 ; F e st.1 0 9 L.; 112s. L.; 1 54s. L.; Hor.Saec.14; Hyg.Fab.2. 125; 2 2 4 ; Iu u .1 4 .3 0 1 ; L a c t./n s f.l.2 1 ; 2 3; L iu .5 .1 9 y 2 3 ; 3 4 .5 3 .3 ; 4 1 .2 8 ; L u c r.5 .6 5 0 -6 5 7 ; N o n .1 2 4 ; Ou.Fasti 6 .3 1 5 ; 4 7 3 -5 6 2 ; 5 8 1 ; M ef.2 .7 4 5 ; P ers. 2 .3 1 ; Plu.Cam.5; P risc .2 .5 3 ; S era.

m a n s e n , Studien über den Italischen und der Rómischen Mars, Copenha­

Aen.5.241; Ge. 1.437; S tr.5 .2 2 .6 ; V a­

gue 1940.

B ib lio g ra fía :

Mater Matuta. Era, en un principio, la diosa que personi­ ficaba la aurora, la luz de la mañana; de ahí pasó a ser una diosa protectora de los alumbra­ mientos, papel en el que se la asimiló a la diosa griega Ilitía.

Mater Matuta , F ra n c fo rt 1934.

rro

¿ar.5.106; [Verg.]A/or 4 5;

G. D u m é z il, De'esses latines et mythes védiques, B ru se la s 1956,

132

51.

p p .9 -4 3 ;

M.

H a lb e rs ta d t,

M atrales (Matralia). Fiestas en honor de —‘Mater Matuta, que se celebraban el 11 de ju­ nio. En ese día, las buenas ma-


Médica

tronas (las que sólo se habían casado una vez, uniuirae) acu­ dían al templo que la diosa te­ nía en el Foro Boario y le ofrendaban unos pastelillos (testuacia). Hacían entrar en el templo a una esclava a la que enseguida expulsaban a golpes de vara. A continuación eleva­ ban plegarias a la diosa en fa­ vor, no de sus hijos, sino de sus sobrinos, a los que llevaban en brazos y hacían caricias. F u e n t e s : Non.124; Ou.Fasti 6.473562; Meí.2.745; Pers.2.31; Plu.Cam. 5; Tert .Mon. 17; Varro Lat.5.106.

M atronales (Matronalia). Fes­ tividad en honor de —>J uno Lucina, que se celebraba el 1 de marzo. Se conmemoraba en ese día el nacimiento de Rómulo y Remo, o bien la actuación de las Sabinas poniendo paz entre sus padres y esposos. Las mu­ jeres casadas acudían al templo que la diosa tenía en su lucus del Esquilino, la cabeza coro­ nada con guirnaldas, y le ofrendaban ramos de flores, a la vez que suplicaban por la prosperidad de sus matrimo­ nios; las que estaban embara­ zadas rogaban, con el cabello suelto, por un feliz parto. La

fiesta acababa en el hogar fa­ miliar, donde la matrona reci­ bía muestras de afecto y respe­ to por parte de los miembros de la familia. Hor.Saec.3.8.1; Gell.4.3; Iuu.9.50-53; Liu.1.13.1-5; Lyd.Mens. 3.22; Macr.Sflf.1.12.7; 15; Ou.Fasti 3.167-258; Pl.Mi7.692-700; Suet.Jfep. 19.1. F u e n te s :

J. G a g é , Matronalia: Essai sur les devotions et les organisations cultuelles des femmes dans l ’ancienne Rome, Bruselas 1963. B ib lio g ra fía :

M aya (Maia). Antigua divini­ dad itálica, hija de -»Fauno, esposa de -» Vulcano y madre de -►Mercurio. Es la personifi­ cación del crecimiento de los vegetales. Se le ofrecía el sacri­ ficio de una cerda preñada (sím­ bolo de la fecundidad), realizado por el Flamen de Vulcano. Le estaba dedicado el mes de mayo. Gell.13.23.2; Macr.Saf.l. 12; 19; 21; 29; Varro¿ítf.6.33.

F u e n te s :

Mayo (Maius). 1. Dios, pareja masculina de —‘Maya. 2. «El Grande». Epíteto de —►Júpiter. F u e n t e s : l.Paul.Fest.121.4 L. 2.Macr. Sor. 1.12.17.

Médica. Epíteto de -►Minerva. 133

I


Médico

Médico (Medicus). Epíteto de -►Apolo. Medióximos [-►Dioses Medióximos]. Meditrina. Diosa agraria que preside el cultivo de las viñas. Como al vino se le atribuían propiedades curativas, pasó a ser considerada diosa de la me­ dicina. En su honor (y en el de Júpiter) se celebraban las fies­ tas -►Meditrinales, el 11 de oc­ tubre. F u e n t e s : F est. 110.21.

Meditrinales (Meditrinalia). Fies­ tas en honor de -Júpiter y -►Meditrina, que se celebraban el 11 de octubre. En ellas se vigori­ zaba el vino nuevo mezclándolo con vino añejo y luego se bebía, diciendo al mismo tiempo: «Be­ bo vino antiguo y nuevo; me curo las enfermedades antiguas y nuevas». F u e n t e s : CdXo Agr.25; Fest. 110.21 L.; 264s. L.; T a c ^ n n . 11.31; V arro Lat.6. 16-21;/?«sf.l.54. B i b l i o g r a f í a : G . D u m é z il, « M e d i­

romaines d ’été et d ’automne , P a rís 1975. trin a lia » , Fétes

Mefitis (Mephitis). Diosa de las exhalaciones sulfurosas. 134

También se la consideraba dio­ sa de la peste, pues se suponía que ésta era provocada por aquéllas. En Roma tenía dedi­ cados un templo en el Esquilino y un lucus. F u e n t e s : Fest.451 L.;

PlinJVaí.2.208; Sera A en .l. 84; Varro Laf.5.49. B ib l io g r a f ía : M. L e je u n e , « L e cui­ te de Mefitis á Rossano di Vaglio», REL 45(1967)202-221.

Megalenses (Megalensia o Megalesia-, Ludi Megalenses). Fiestas que en honor de -►Ci­ beles, tenían lugar el 4 de abril. El nombre deriva del epíteto de Grande que se daba a la diosa (Megale, Magna Mater). Insti­ tuidas en el 204 a.C., pasaron a celebrarse anualmente a partir del 191 a.C. Los -►Galos llevaban en pro­ cesión por las calles de Roma la imagen de la diosa, sentada en un carro, tirado por una yunta de leones, y hacían reso­ nar flautas, tambores y címba­ los, al tiempo que lanzaban es­ tridentes alaridos. Este estrépi­ to era en conmemoración de los ruidos y del estruendo con que los Curetes y Coribantes ocultaban el llanto de Júpiter, recién nacido, para evitar así que llegara a oídos de Saturno


Mercurio

(recuérdese el mito de CronoSatumo, devorador de sus hi­ jos; Cibeles, identificada con Rea, era la madre de Zeus-Júpiter). Se hacía una colecta de mone­ das de poco valor, recordando así las aportaciones del pueblo a la reconstrucción del templo de la diosa, destruido por un incendio el 111 a.C. Presididos por los ediles cum­ ies, se desarrollaban los juegos en el Palatino, en la explanada del templo de Cibeles. Se reali­ zaban representaciones teatra­ les, en las que, probablemente, se escenificaba la llegada de Cibeles a Roma. Cuatro de las seis comedias de Terencio se estrenaron en estos juegos. Se celebraban banquetes, a los que patricios y plebeyos se cur­ saban invitaciones recíprocas. A la diosa se le ofrecía un lectistemio, en el que, en recuerdo de la sencillez con que se ali­ mentaban los antiguos roma­ nos, se servía a la diosa un pla­ to de moretum. Cic.Cael.l; Har.22; 24s.; Leg.2.22; Fest.262.18 M.; Gell.2.24.2; 18.2.12; Liu.29.10.4; 14.5-14; 34.54; 36.16; 36; Lucr.2.600ss.; Ou.Fasti 4. 179-372; 5.181-188; Ponto 2.1.39ss.; Varro Lat.6.15. F u en tes:

P. B o y a n c é , «Cybéle aux Mégalésies», Lat 13(1954)337342.

B ib l io g r a f ía :

M elona o Melonia (Mellona, Meüotiia). Diosa de la miel (mel) y del cuidado de las abejas. F u entes:

Am.4.7.8 y 12; Aug.Crá.4.

34.4.

M ena. Diosa que preside la menstruación femenina. F u e n t e s : A ug.C íw .4.11.3; 7.2.

M ente (Mens). Diosa de la ra­ zón. Intervenía en los naci­ mientos dotando de buen juicio al recién nacido. Su culto fue instituido en el 217 a.C., por indicación de los Libros Sibili­ nos, tras la derrota de Trasimeno. Frecuentemente se le daba el epíteto de Buena (Bona). Aug.Ci'u.4.21.4; 7.3; Cic. Diu.2.23.61; Iuu.10.355; Liu.22.9.710; 10; 23.30.9; Ou^m.1.2.31; Fasti 6.241-248; Pers.2.8; Prop.3.24.19; Sea £/>.10.4;Vergy4en.2.54. F u en tes:

M ercurio (Mercurius). Dios del comercio (cf. merx, «mer­ cancía»). Era hijo de -*Maya. Desde sus orígenes es un dios de carácter plebeyo. Tenía un templo circular, cerca de la Puerta Capena, que databa del 135


Mesas curiales

495 a.C. Su fiesta se celebraba el 15 de mayo, aniversario de la dedicación del templo. En ese día, los mercaderes acudían a la fuente del dios, rociaban con su agua las mercancías que iban a vender y, «con voz acos­ tumbrada a engañar», rogaban al dios que les perdonara los perjurios que hubieran cometi­ do y no tomara en cuenta los que fueran a cometer en lo su­ cesivo; terminaban pidiéndole que les permitiera acumular más riquezas y experimentar la ale­ gría de engañar al comprador. Fue asimilado a Hermes y se le atribuyeron algunas de las fun­ ciones que éste desempeñaba en la religión griega: mensajero de los dioses y conductor de las al­ mas en el Más Allá. Precisamen­ te, mientras conducía a los In­ fiernos a la ninfa —► Lara, la vio­ ló y de esa unión nacieron los dioses Lares. Se le representa como un joven con sombrero ancho en la ca­ beza, sandalias con alas en los pies, el caduceo en la mano iz­ quierda y en la derecha una bolsa con monedas. F u e n t e s : Apul.Mer.6.8; CIL 3.5196, 5.462; 4025; 4249; D.H.7.2; 12.9; F e s t. 124 L.; 148 L.; 251 L.; Hor Od. 1.10; 3.11; Inscr.Orelli 141 l s .; Liu.2.

136

21.7; 24.3; 27.5s.; 5.13.6; 22.10.9; Macr.Sar. 1.19.8s.; Marc.7.74; Ou. Fasti 2.607s.; 5.663-692; PlAmph. passim; Seruvlen. 1.170; 337; 4.222; 5.607; 8.130; Val.Max.9.3.6. B i b l i o g r a f ía : B .

C o m b e t -F a r n o -

Mercure romain. Le cuite public de Mercure et la fonction mercaruile á Rome de la Re'public archaique á l ’époque augustéerme, Roma 1980. l ix ,

Mesas curíales (curiales men­ sae). Sacrificios y banquetes, instituidos por Tacio, que el 7 de octubre ofrecían todas las curias a Juno, como diosa gue­ rrera, bajo la advocación de Quiritis (o Quiris, Cur(r)itis, Curis). F u e n t e s : D.H.2.50.3;Fest.64L. B i b l i o g r a f í a : E. N ie c k e l , «Juno Cuntís», RhM 71(1916)548.

Mesia (Messia). Diosa agraria que vela por la siega del trigo (messis). F uentes:

Ten.Spect.S.

Mésor (Messor, «Segador»). Dios agrícola, patrón de los se­ gadores. F u en tes:

Fab.Pict. apud Seru.Ge.l.

21.

Minerva. Diosa de los oficios, protectora de los artesanos. Su nombre deriva de la raíz in­


Mitra

doeuropea *men-, que indica todas las actividades relaciona­ das con el espíritu. Su origen es muy discutido: etrusco, sabi­ no, latino, falisco. Fue asimila­ da a la diosa griega Atenea, ad­ quiriendo el carácter guerrero de ésta, por lo que se la relacio­ naba con Nerio y Belona. Formaba parte de la Tríada Ca­ pitalina [—►Tríadas divinas]. En el siglo III a.C. se le erigió un templo en el Aventino, cuyo aniversario se celebraba el 19 de marzo. En el monte Celio se alzaba otro dedicado a Minerva Capta («Cautiva»), que alber­ gaba la estatua de la diosa, cap­ turada tras la caída de Falerios en 241 a.C. Durante el Imperio se le construyeron varios tem­ plos: Augusto uno, Domiciano dos, Nerva uno. El colegio de médicos le dedicó otro en el Esquilmo, bajo la advocación de Minerva Médica. En su honor se celebraban las -►Quincuatros. F u e n t e s : Apul.Socr.2; 11; Am.3.31; 5.45; Aug.C¡'tt.6.10; 7.2; Aur.Vict.12. 2; Cíc.Dík.2.123; Domo 144; Fam.3. 523-596; 12.25.1; Leg.2.42; Nat.2.61; Phil.l 1.10.24; ScaurAl; CIL 3.3136; 6.523; 529; 953; 10133; 11.12921310; 3078-3081; D.C.38.17.5; 45. 17.3; 51.22; 67.1.2; 16.1; D.H.1.14; EnnAnn.fr.679; Fest.109 L.; Firm.

£rr. 17.3; Hor.£p.2.2.197; Iuu.10. 115s.; Lact./flsr.l. 18.23; Liu.22.10.9; 45.33.2; Lyd.Mms.4.42; 88; Macr. Saf.1.12.7; Mart.1.2.8.4.53.1; 6.10.9; 8.1.4; 9.3.10; Mon.Anc.4A; 19.1; Ou. Fasti 3.681ss.; 809-836; 843s.; 6.728; P1.MÍ/.691; Plin.Ata.7.97; Plu.Cic. 31; P orph.ad Hor.£p.2.2.209; Quint. 10.1.91; Sen.£p.77.2; S enM en.l. 42; 5. 284; 7.805; 11.259; Sol.2.9; Staí.Silu.2.2.2; 3.2.24; 5.3.165; Str.5. 247; 6.281; Suet.Dow.15; Symm.A. £¿i.5.85; Tac.Hist.4. 33; Tert.Mo/,10; Pall.3; Val.Max. 1.17.1; Varro Lat.5. 74; Men.506; Rust. 1.1.6; 3.2.18.

M ista (mysta, mystes). Nom­ bre que se da al iniciado en los cultos mistéricos. F u e n te s :

Ou.Fasti4.536.

M itra (Mithras). Antiguo dios indoiranio de la luz. En el zoroastrismo su figura pierde re­ levancia y pasa a ser simple­ mente un dios intermedio entre Ahuramazda (dios del Bien), del que es aliado, y Ahrimán (dios del Mal). Posteriormente se incorporarán a su culto ele­ mentos de la astrología babiló­ nica y en Occidente llegará a ser identificado con el Sol, por su estrecha relación con éste. El mitraísmo llegó a Italia en el 67 a.C., con los piratas que Pompeyo trajo de Cilicia. Pronto 137


Mola salsa

se propagó por toda la penínsu­ la y los soldados romanos lo difundirán a todos los rincones del imperio. Su influencia llegó a ser tan grande que entre sus devotos figuraron altos funciona­ rios e, incluso, emperadores: Có­ modo y Juliano. Su fiesta se celebraba el 25 de diciembre. Era éste el día en que había nacido de una roca; adorado por unos pastores que habían sido testigos de su naci­ miento, recibió también el ho­ menaje del Sol; a continuación, capturó un toro y lo sacrificó; de la sangre del toro brotaron los animales, la vegetación y la primera pareja humana. Esta fecha es la misma en la que se celebrará la fiesta del -+Sol In­ victo y que más tarde (en el si­ glo IV) adoptará el Cristianis­ mo para conmemorar el naci­ miento de Cristo. El culto de Mitra se presenta bajo la forma de una religión mistérica. Estaba reservado ex­ clusivamente a los hombres. Garantizaba la felicidad eterna a los iniciados que llevasen una vida virtuosa y honrada. Ha­ bían de pasar por siete grados, de menor a mayor: Cuervo, Oculto, Soldado, León, Persa, 138

Mensajero del Sol y Padre, que corresponden, respectivamente, a la Luna, Venus, Marte, Júpi­ ter, Mercurio, el Sol y Saturno. En las ceremonias sagradas vestían un disfraz conforme al título del grado en que estaban. Los iniciados en los tres prime­ ros, llamados Siervos, estaban excluidos de la celebración de los misterios; sólo los que ha­ bían alcanzado el grado de León llegaban a ser Participan­ tes. Dado su carácter mistérico, no se conoce con exactitud las pruebas que debían superar en la iniciación y al pasar de un grado a otro. Por los autores cristianos conocemos algunos detalles: parece que se purifica­ ban mediante una especie de bautismo; a los que accedían al grado de Soldado se les marca­ ba la frente con un hierro al ro­ jo; consagraban pan y agua y lo tomaban como alimento so­ brenatural; etc. Sus santuarios, llamados mitreos, eran excavados a modo de criptas y no tenían cabida más que para un centenar de fieles. A los lados había bancos de piedra y al fondo, encima del altar, una imagen escultóri­ ca del dios, con ropas asiáticas


Mola salsa

y gorro frigio, en el acto de dar muerte al toro cósmico (Mitra tauróctono), así como la de un hombre alado y leontocéfalo, con el cuerpo rodeado por una serpiente y en quien se ha que­ rido ver a Zurván, dios iranio del Tiempo. El triunfo del Cristianismo su­ pondría el fin del mitraísmo (hacia el siglo IV), aunque su influjo llegó hasta la Edad Me­ dia a través de las enseñanzas del profeta Mani, fundador del maniqueísmo, que pretendió conciliar ambas religiones. F u e n t e s : A u g J« /.7 .6 ; 7.732;

CIL 3.4413;

2 2 7 1 ; F irm .E rr.4 ; 2 0 ; Gr.

N a z .3 5 . 591 y 6 1 9 M ig n e ; Hier.£¡p. 107;

louin.l.l; L am pr.C om m .9; O rig.

CW s.19;

6.21;

Plin.A 'aí.30.1.6;

Plu.

Pomp. 24; P o rp h y lte r.2 5 6 ; 4. 16;Antr. 5;

6;

15; 18; 24; 40; Prud.S>>m .l.301s.;

Cor. 15; Marc .1.13; Praescr.40.3 -5. B ib l io g r a f ía : G . B e c a t t i , Scavi di Ostia, II: I Mitrei, R o m a 1954; L .A . C a m p b e l l , Mithraic iconography and ideology, L e id e n 1968; F. C u m o n t , Les mystéres de Mithra, B ru ­ Stat.77ie¿>.1.717s.; T e r t.S a p f .5 ;

se la s 1 913; « M ith ra e t l'O rp h is m e » ,

RHR 1 0 9 (1 9 3 4 )6 3 -7 2 ; Textes et monuments figures relalifs aux mystéres de Mithra: I Introduction; II Textes et monuments, B ru se la s 189 5 -1 8 9 6 ; Les religions orientales dans l ’Empire romain, P arís 1929, p p ,1 2 5 ss.; J. D u c h e s n e -G u il l e m in , « A h ú m a n et le d ie u s u p ré m e d a n s le s m y sté re s de

Mithra», Numen 2(1955)190-195; G. D u m é z i l , Mithra-Varuna, París 1948; R. M e r k e l - B a c h , Mithras, Meisenheim 1984; H.Ch . P u e c h , Le Manichéisme: son fondateur, sa doctrine, 1949; F. S a x l , Mithras, Typengesch. Untersuchungen, Berlín 1931; M.J. V e r m a s e r e n , De Mithrasdienst in Rome, Nimega 1951; Corpus Inscriptionum Monumentorum religionis Mithriacae, La Haya 1956; Mith­ ras: the secret God, trad. ingl., Lon­ P a r ís

dres 1963; M.J.

V e rm a se re n

- C.C.

The excavations in the Mithraeum o f de Church o f Santa Prisca in Rome, Leiden 1965; S. Wik a n d e r , Études sur les mystéres de Mithra, I: Introduction, Lund 1951. v an E ssen,

Mola salsa. Torta de harina sa­ lada que preparaban las Vesta­ les, en el hogar del templo de Vesta, sólo tres días al año: 15 de febrero, 9 de junio y 13 de septiembre. Tenían que observar una serie de requisitos: La harina provenía de las pri­ meras espigas de la cosecha del año anterior (habían sido reco­ gidas por las Vestales desde el 7 al 14 de mayo); se tostaba el grano y las propias sacerdoti­ sas lo molían a mano. La sal era picada en un mortero y cocida al homo en una olla de arcilla cuya tapa debía ser de yeso. La masa fundida se 139


Moles Martis

cortaba con un cuchillo de hie­ rro y se depositaba en una jarra que había en la parte exterior de la despensa del templo; en esta jarra echaban agua que no debía haber sido canalizada. Con esta salmuera salaban la harina y formaban la mola sal­ sa, que después se iba a em­ plear en los sacrificios: se des­ migajaba un trozo sobre el tes­ tuz de las víctimas y así se les confería la pureza legal para el sacrificio. Esto constituye, pro­ piamente, la ¡nmolatio. F u e n t e s : F e st.3 .2 0 L .; 9 7 L .; Plu.

Num. 14; S eru./4 en.5.77; Ecl.S .82.

Moles Martis. Abstracción di­ vinizada dependiente de Marte, del que era una personificación de las «Pesadas Cargas» del combate. F uentes

G ell.1 3 .2 3 .2 .

Moneta («La que avisa»). Epí­ teto de —►Juno. Montino (Montinus). Dios de los montes. Fuentes

A m .4 .9

Mors. Diosa que personifica la muerte. F u e n t e s : C ic.M zr.3 .17.44; Petr.124.

2 5 7 ; SeruAenA 1.197.

140

Morta. Es una de las tres —►Parcas, concretamente la que preside la muerte. F u e n t e s : G e ll.3 .16.11.

Muda (Muta). Diosa del silen­ cio. Ovidio la identifica con -►Tácita. Según él, se trata de la ninfa —>Lara («la Charlata­ na»), a la que Júpiter le arrancó la lengua en castigo por haber revelado a Juno que estaba enamorado de Jutuma. F u en tes:

Ou.Fasti2 .5 8 3 -6 1 6 .

Mujeres Querquetulanas (Querquetulanae uirae). Ninfas de las encinas (que/rus), protectoras de los querquetulanas, tribu latina que se estableció en el monte Celio. F u e n t e s : F e s t.2 6 1 L .

Mundo (mundus). Lugar sa­ grado de Roma, consagrado a Dis Pater y Prosérpina, consi­ derado como la boca del mun­ do subterráneo. Su noción y su localización eran, ya entre los autores antiguos, muy contro­ vertidas. Parece ser que se tra­ taba de la fosa semiesférica que Rómulo había abierto en el Palatino, y en la que se arroja­ ban, como ofrendas a los -►Manes, las primicias de to­


Mutuno Tutuno

dos los frutos. Permanecía siempre cerrada, según algu­ nos, mediante el —► Lapis Ma­ nalis, excepto tres días al año: 24 de agosto, 5 de octubre y 8 de noviembre (mundus patet). Fest.144.14s. L.; 126.3 L.; 261L.; 273 L.; 124 y 125 L.; Macr.Saf. I.16.17s.; Ou.Fasti 4.821-824; Paul. Fest. 128 L.; Plin.Afaf.31.1; Plu./tom. II.1-4; SenMen.3.134. Varro Lat.5. 143. B i b l io g r a f ía : F. C a s t a g n o l i , «Ro­ ma Quadrata», Studies ... D.M. Robinson l, San Luis 1951, pp.389-399; W .W . F o w l e r , «Mundus patet», JRS 2(1912)25s.; M.St. W e in s t o c k , «Mun­ dus patet», RM 45(1930)111-123. Fu en tes:

Muliebris («Mujeril»). Epíteto de - ‘Fortuna.

Murcia. Diosa de la pereza (cf. murcidus, «perezoso»). Fuentes

Aug.Ct«.4.16.1.

Mutuno Tutuno (Mutunus Tututius o Mutinus Tutinus). Dios de la virilidad, representado bajo la imagen de un falo, so­ bre el que tenía que sentarse la novia en la noche de bodas. Identificado con Príapo. Se le invocaba como protector con­ tra los celos y la envidia. Am.4.11; Aug.C¡«.4.11.5; 7.24; F e s t. 154 M.; Hor.&¡M.2.68; Iuu.11.96; Lact./ns. 1.20.36; Mart.3. 73;Priop.52.2.10;Tert.Mj/.2.11.12. Fu en tes:

Múlciber. Epíteto de -+ Vulca­ no.

141


N

pies de la estatua de plata de la diosa. F u e n te s :

Nació (Natío). Diosa protecto­ ra de las mujeres fecundas. F u e n te s :

Nemestrino (Nemestrinus). Dios de los bosques (cf. nemus). F uentes

Am.4.7.

C ic.N at3. 18.47.

Navio de Isis (Nauigium Isidis). Fiesta en honor de ->Isis, que te­ nía lugar el 5 de marzo. Se cele­ braba una procesión en dirección al puerto, ataviados los participan­ tes con exóticas vestiduras, algu­ nos de ellos disfrazados, portan­ do antorchas; los —>Pastóforos, tonsurados, inmaculadamente vestidos de blanco, llevaban las extrañas imágenes de los dioses-animales egipcios y una ur­ na que contema agua del Nilo, considerada sagrada. Avanza­ ban en medio de cánticos y música de sistro y flauta y se detenían a orillas del mar, don­ de aguardaba una barca; tras rociarla con leche la abandona­ ban a merced de las olas. Cuando la veían desaparecer en alta mar, el cortejo regresa­ ba al templo, donde los sacer­ dotes oraban por el emperador y por el pueblo, y la muche­ dumbre, llevando flores y guir­ naldas, se acercaba .a besar los

142

Apul.Aíef.11.16.

Nemorense (Nemorensis, «Del bosque»). Epíteto de —► Diana. Nenia. Diosa de las ceremo­ nias funerarias, concretamente, de los cantos y lamentos fúne­ bres [-►Libitina]. F uentes

Aug.6.9.5.

Neptunales (Neptunalia). Fies­ tas que, en honor de —♦Neptuno, tenían lugar el 23 de julio. Pare­ ce ser que se celebraban con el fin de conjurar la sequía, ya que, originariamente, Neptuno no era el dios del mar, sino del agua en general. Lo único que se conoce de ellas es que en ese día se construían chozas de hojas para protegerse del sol. CIL 1.322s.; Paul.Fest.377 L.; Teñ.Spect.&, Varro Lat.6 .19.

F uentes:

Neptuno (Neptunus). Antigua divinidad, de origen etrusco, cuya primitiva naturaleza nos es desconocida, por haber sido


Ninfas

tempranamente asimilado al dios griego Posidón. Al igual que éste, es el dios del mar, protector de los pescadores y navegantes, aunque parece ser que, en un principio, era el pa­ trón del agua dulce, de las fuentes, arroyos, ríos y lagos, y no del mar, poco interesante para los romanos de los prime­ ros tiempos. La época clásica, sin embargo, sólo le conoce ba­ jo su personalidad de dios ma­ rino. Como tal figura en el pri­ mer lectistemio del año 399 a.C. Se le relaciona frecuentemente con las —‘Ninfas, especialmen­ te con dos, a las que se las aso­ cia a su culto: —1>Salada y —► Venilia. Sus atributos son el tridente y el cuerno de la abundancia; su animal sagrado el delfín. Tenía un templo en las proxi­ midades del Circo Máximo y otro en el Campo de Marte. En su honor se celebraban las —‘Neptunales, el 23 de julio. F u e n t e s : C ic.A to .2 . 66;

3.51; CIL 3. 3662; 5866; 5.7850; 6.536; 12.4186; D.H.12.9; Gell.5.12.5; 13.23.2; 54.5. 13.6; 22.10.9; 28.11.4; 29.27.2; Sera. /4en.8.285; 10.76; Varro Lat.5.72; 6. 19.

Nerio. Diosa bélica, de origen sabino, personificación de la valentía, considerada esposa de -►Marte o identificada con Mi­ nerva, según las distintas ver­ siones. En su honor se celebra­ ba un sacrificio el 23 de marzo. F u e n t e s : Capel. 1.4; Gell.13.23.2; Lyd. Mms.4.42.60; Ou.Fasti 3.49s.; P1.Truc. 515;Porph. ad Hor.£p.2.2.209.

Neuna Fata [—*Núndina], Ninfas (Nymphae). Divinida­ des de origen griego, sin equi­ valente en el panteón romano, por lo que conservan sus carac­ terísticas griegas originales: son jóvenes y hermosas, aman­ tes de la danza y de la música; están desprovistas de inmorta­ lidad, aunque su vida es nueve mil veces más larga que la del hombre. Se las ha clasificado en las si­ guientes categorías: — Náyades, ninfas de las fuen­ tes (Crénides) y de los ríos (Epipotámides); — - ‘Dríades y —‘Hamadríades, ninfas de los árboles en general, en tanto que las Mella­ dles lo son, en particular, de los fresnos; — Antríades, de las cuevas; 143


Nixos

— Alseides, de los bosques; — Oréades, de los montes; — Perimélides o Epimélides, del ganado menor; — Limónides, de los prados; — otras indeterminadas. Recibían culto en pequeños templos llamados ninfeos. Schol. AP 4.1412; CIL 2. 1164; 3.3662; 4556; 4786; 5.4694; 4918; 6.547; 8.4322; 10.6786ss.; 12. 4186; 14.2; schol.Il.19.fr, Myth.2.50; 3.5.3; Philarg. ad Verg.Ge.4.380; Seru. Ecl. 10.62. B ib l io g r a f ía : A. Ruiz d e E l v ir a , Mi­ tología clásica, Madrid 1975, pp.94s. F u entes:

Nixos (N ixi). Dioses de las parturientas. Eran tres y tenían sus estatuas, que los repre­ sentaban arrodillados, delante del altar de Minerva, en el Ca­ pitolio. Simbolizaban los es­ fuerzos del parto (nixus). Ovi­ dio parece dar a entender que era un solo dios. Otros autores los consideran divinidades fe­ meninas. F u e n t e s : Fest.174 L.; 177 L.; 182.3 L.; Non.57; Ou.Met.9.294.

Nodoterense (Noduterensis). También llamada, simplemen­ te, Terense (Te retisis). Diosa agrícola que presidía la acción de trillar las mieses. F uen tes: A m .4 .7 y l l .

144

Nodoto (Nodutus). Dios agrí­ cola encargado de formar los nudos (nodus) de la caña de los cereales. Am.4.7 y 11; Aug.Ci«.4. 8.4y 6; 11.5.

Fu entes:

Nona. Diosa que cuida de la madre y del hijo durante el oc­ tavo mes del embarazo (que en el cómputo inclusivo es el no­ veno, de ahí el nombre de la diosa) [—‘Décima y Parcas], Fuentes

Gell.3.16.1 l;Tert^4wn£i37.

Nonas Caprotinas (Nonae Caprotinae). Fiestas que celebra­ ban las mujeres el 7 de julio en honor de —►Juno Caprotina. Se ofrecía un sacrificio bajo un cabrahigo, del que se empleaba el jugo lechoso que destilaba una de sus ramas. Eran unas fiestas de signo popular, espe­ cialmente para las esclavas, que se divertían con carreras y se enredaban en disputas que acababan en golpes y pedradas. Con esta fiesta se conmemora­ ba un hecho histórico que ha­ bía tenido lugar en ese mismo día: cuando las esclavas, ata­ viadas con las ropas de sus se­ ñoras y haciéndose pasar por éstas, sedujeron a los fidenates


Nundina

y los embriagaron, dando oca­ sión a los romanos de pasarlos a cuchillo y salvar así la ciudad. F u e n t e s : Macr.Saí.1.11.36-40; Plu. Cam.33; Rom.29; Varro¿a/.6.18. B i b l io g r a f ía : V. B a s a n o f f , « N o nae Caprotinae», Lat 8(1949)209216; P. D r o s s a r t , «Nonae Caproti­ nae: la fausse capture des Aurores», RHR 185(1974)129-239; G . D u m é z il , Fétes romaines d ’été et d ’automne, París 1975; M. L e j e u n e , «Note linguislique italique», REL 45(1967) 191-202; U. P e s t a l o z z a , «Juno Caprotina», SMSR 9(1933)38-71; D. P o r t e , «Le devin, son bouc et Junon», REL 51(1973)183-189.

Nouendiale sacrum [-►Cere­ monia novendial].

Numen. Manifestación del po­ der que emana de los dioses. Hasta finales de la República, esta palabra aparece siempre acompañada de un genitivo (el nombre de un dios, o de una colectividad). A partir de los es­ critores augústeos pasa a consi­ derarse sinónimo de divinidad. Fest.178.9 L.; Liu.7.30.20; Lucr. 3.144; Varro ¿ a i.7.8 5. F u en tes:

Numeria. 1. Diosa a la que in­ vocaban las parturientas para tener un alumbramiento rápido y feliz. 2. Diosa de los números. Ense­ ñaba a los niños a contar y cal­ cular. F u e n t e s : 1. Varro apud Non.352.59. 2. Aug.4.11.4.

Novensides. También llamados Novensiles [—‘Dioses Noven­ sides].

Nudipedales (Nudipedalia). Nom­ bre que se daba a la ceremonia del -♦ Acudicio, por el hecho de ir todos descalzos. F u en tes:

Petr.44.18.

Núndina. También llamada Neuna Fata. Diosa del noveno día. Divinidad protectora de la infancia, que presidía la cere­ monia del —►día lustral, en la que al niño se le imponía el nombre y la —►bula, nueve días después de su nacimiento. F uentes:

Macr.Saf. 1.16.36.

145


o Obarátor («El que ara por en­ cima»), Dios agrario, protector de los cereales. F u e n t e s : F ab .P ict. apud

Seru.G e.l.

21.

Obsecración (obsecrado) [-►Su­ plicación]. Obsecuente (Obsequens , «Pro­ picia»). Epíteto de -►Fortuna y de —►Venus. Ocátor (O ccator , «El que des­ hace los terrones con el rastri­ llo»). Dios agrario, protector de los cereales. F u e n te s :

Fab.Pict. apud Seru.Ge.l.

21.

October Equus [—►Caballo de Octubre]. Ornen. Presagio que se anuncia por medio de palabras pronun­ ciadas fortuitamente. Los ro­ manos creían que las palabras encerraban un poder en sí mis­ mas, sobre todo la primera y última de la frase. De los nu­ merosos ejemplos de omina 146

que conoce la historia romana el más famoso es el que fue en­ viado a Craso, en vísperas de su expedición contra los partos, a través de un vendedor que voceaba su mercancía: Cauneas! («¡Higos de Caunas!»), que en realidad era una adver­ tencia: Cave, ne eas! («¡Cuida­ do, no vayas!»): el ejército ro­ mano fue aniquilado y su gene­ ral perdió la vida. Quien recibe un ornen puede aceptarlo si conviene a sus pro­ yectos o, en caso contrario, re­ chazarlo religiosamente, trans­ ferirlo a otro e, incluso, trans­ formarlo mediante palabras que modifiquen su sentido fu­ nesto originario. F u e n t e s : C íc .£)im .1.29 s .; 130; 2.4 0 .

Opales (Opalia). Fiestas que, en honor a -»Ops, se celebra­ ban el 19 de diciembre. Fueron instituidas a raíz de la dedica­ ción de un templo a la diosa en el Foro. F u e n t e s : F e s t.l8 5 L .;

Varrolar.22.

Opiconsiva. Epíteto de —‘Ops. Opiconsives (Opiconsiuia). Fies­ tas que, en honor de —*Ops Consi­ va, se celebraban el 25 de agosto.


Orbona Cicvl/f.14.14.5; Fest.186 L.; Liu.39.22.4; Macr.Saf.3.9.4; Varro Lat. 6.2 ls. B i b l i o g r a f í a : G . D u m é z il, Fétes ro­ maines d ’été etd'automne, París 1975. F u e n te s :

Ops. También llamada Opis. De origen sabino, personifica­ ba la abundancia, en especial la riqueza agrícola. A ella se en­ comendaba también a los re­ cién nacidos, a los que se depo­ sitaba en el suelo durante unos instantes. Tardíamente se la asimiló a la diosa griega Rea y pasó a ser considerada esposa de - ‘Saturno. Asimismo, se la asocia a —‘Vulcano, para pre­ venir los estragos que el fuego puede ocasionar en las cose­ chas. Pero con quien más estre­ chamente estaba relacionada era con el dios —►Conso, como demuestra el hecho de que sus respectivas fiestas vayan, por dos veces, separadas por el mismo intervalo de días y los epítetos, Consiva y Opiconsiva, con que se la invocaba. Tenía una capilla (sacrarium) en la -►Regia, donde era objeto de unas ceremonias secretas y a la que sólo tenían acceso las Vestales y el Pontífice Máximo [ - ‘Preferículo]. Posteriormente se le dedicó un templo en el Fo­

ro, que dio lugar a la institu­ ción de unas fiestas en su ho­ nor, las —‘Opales, el 19 de di­ ciembre. Tenía otro templo en el Capitolio, relacionado con la segunda de sus fiestas, las —‘Opiconsives, del 25 de agos­ to. Su imagen sólo nos ha llegado a través de monedas, en las que aparece sentada en un trono, con un cetro, o un globo, o un haz de espigas en la mano. Fuentes: Aug.CiH.4.11.3; 21.4; 23.2; Cicvtó.14.14.5; CIL 1.2.327; 6.2095. 11; 2295; Fest.l86s. L.; 249 L.; Liu. 39.22.4; Macr.Saf.l. 10.18-20; 3.9.4; Ou.Fasti 6.285s.; Paul.Fest. 110.21 L.; 203.19 L.; Pers.252; Pl.Bacc/i.893; Cist. 515; PlinJVaí.11.174; Prisc.7.41; Varro íof.5.64; 74; 6.21; Vell.2.60.4. B i b l i o g r a f í a : P. Pouthier , Ops et la conception divine de l ’abondance dans la religión romaine ju q u ’á la mort d ’Auguste, Roma 1981.

Óptimo Máximo (Optimus Maximus). Epíteto por excelen­ cia de —*Júpiter.

Orbona. Según Amobio, diosa que consolaba a los padres que habían perdido a sus hijos (cf. orbus, «privado de...»). Según Tertuliano, era la que cerraba los ojos a los muertos. 147


Orco F u e n te s :

Am.4.7; Cic.Ato.63; Tert.

Nat.25.

Orco (Orcus). Divinidad de la muerte, cuyo nombre pasa a ser sinónimo de la mansión de los muertos, los Infiernos. En las pinturas funerarias etruscas es representado como un gi­ gante barbudo de feroz gesto. Acabó siendo identificado con —>Dis Pater y asimilado al dios griego Plutón. Aug.Ciu.7.2; 16; 23; Fest. 222 L.; Lucr.1.115; 6.763s.; Paul. Fest. 128 L.; 363 L.; Petr.34; 45; 62; Prop.3.19.27; Seru.Ge. 1.277. B i b u o g r a f í a : J. H e u r g o n , «Le lemme de Festus sur Orcus (p.222 L)», Hommages a M. Niedermann, Lat 23(1956)168-173; H. W a g e n v o o r x , «Orcus», SMSR 14(1938)32-64; Studies in Román literature, Culture and Religión, Leiden 1956,pp.l02-131. F u e n te s :

Oscilla. Mascarillas de Baco que, en el día de las —► Ferias sementivas, se colgaban de las ramas de los árboles, para que, mecidas por el aire en todas di­ recciones, llevaran la fertilidad a los viñedos hacia los que se dirigiera su mirada. Fest.194 L.; Macr.Sar.1.7. 11; [Prob.]Ge.385; Seru^4en.6.741; 12.603; Ge.389; Tac.Germ.7; HistA. 22; Verg.Ge. 2.388-392. F u e n te s :

148

Osipágina y Osipago (Ossipagina et Ossipagó). Pareja de dioses de la infancia, que se ocupaban del endurecimiento de los huesos (ossa) del niño. F u e n te s :

Am.3.30; 4.7s.; Capel.2.

149.

Osiris. Dios egipcio, esposo de —►Isis, a cuyo culto estaba aso­ ciado. Según el mito, fue muer­ to por Seth, dios del mal, y descuartizado en catorce peda­ zos, que fueron escondidos en distintos lugares del mundo. Isis los fue reuniendo trozo a trozo hasta que, al completar los catorce, resucitó a Osiris, que se convirtió en dios protec­ tor de los muertos. La conme­ moración de este hecho, deno­ minada «Hallazgo de Osiris», se celebraba en Roma anual­ mente del 26 de octubre al 3 de noviembre, con ceremonias que iban desde la representación del dolor de Isis hasta la alegría por el hallazgo y resurrección del dios. Fue asimilado a —Serapis. Apul.Ato. 11.27-30; Aug .Ciu. 6.10.2; 10.8.26; 10.11; CIL 6.348; Hat.Ep.i. 17.60; Iuu.6.534; 541; 8.29; Lact.1.21.20; Luc.C¡tt.8.833; Ou.Ato.9. 693; SenMen.4.609; Stat.Sí'Zw.5.3.241; Tac.ffisr.4.83;Tib.l.7.43-56. F u e n te s :


Paliles

P Padre Matutino (Pater Matutituis). Epíteto de —►Jano. Padre Patrado (Pater Patratus). Presidente del Colegio de los —►Feciales. Era llamado pa­ dre en señal de respeto por ser su jefe y patrado, «con padre», porque no podía ocupar este cargo quien fuera huérfano de padre. F u e n t e s : Cic.O.2.137; Liu.1.24.6; Seruvlen.9.53; 10.14; 12.206.

Paganales (Paganalia). Tam­ bién llamadas Ferias Pagánicas. Fiesta de la purificación de las aldeas, que se celebraba conjuntamente con las —►Ferias sementivas. Su institución se atribuye a Servio Tulio. D.H.4.15.3s.; Macr.Saf. 1. 16.6; Ou.Fasti 1.657-696; Tib.2.1.5; Varro Lat.6.26. F u e n te s :

Palatua. Oscura divinidad, pro­ tectora, al parecer, del monte Pa­ latino. Fue confundida con la diosa —► Pales. F u e n t e s : V arro L af.7.45.

Pales. Antigua divinidad de los pastores y los rebaños. Origi­ nariamente era la diosa del Pa­ latino (que le debe el nombre). Asimismo era la destinataria del sacrificio llamado Palatuar que se realizaba en la festivi­ dad del —►Septimontio. A su culto estaba asignado el Fla­ men Palatual [-►Flámines], En las fuentes hay cierta inse­ guridad acerca de su sexo (aun­ que se tiende a creer que era femenino) y en ocasiones se habla de dos Pales. Su culto va unido a los oríge­ nes de Roma, pues la fiesta que se celebraba en su honor, las —►Paliles, terna lugar el 21 de abril, fecha que coincidía con el aniversario de la fundación de la ciudad. Am.3.40; Cic.£>¡«.2.47.98; CIL 8.10500; D.H.1.88; Fest.285 L.; 472 L.; Ou.Fasti 4.776; 801ss.; Plin. Ata. 18.247; Plu.Kom.12; [Prob.]Ge. 3.1; Prop.4.1.19; 4.72; Seru.Ge.3.1; Tib.2.5.25; Varro Lat.7.45; Rust.2.1.9; Verg.Ge.3.1. F u e n te s :

Paliles o Pariles (Palilia o Pa­ rí Lia). Fiestas que en honor de -►Pales se celebraban el 21 de abril, aniversario de la funda­ ción de Roma. Los pastores fumigaban los es149


Palor

tablos con -* su limen, regaban el suelo con agua lustral y lo barrían con ramas de laurel; colocaban ramas sobre los re­ diles y guirnaldas sobre las puertas; se hacían sahumerios con azufre hasta que el fuerte olor hacía balar a las ovejas. En el hogar se quemaban ra­ mas de pino, olivo macho, hierbas sabinas y laurel, rocia­ ban con leche la imagen de la diosa y le ofrecían canastillos de mijo, llenos de pastelillos hechos de este cereal. Se eleva­ ban súpücas por la fecundidad y la seguridad de los rebaños y pedían perdón por si, inadverti­ damente, habían cometido al­ guna infracción contra las divi­ nidades rústicas; estas súplicas debían repetirse cuatro veces, mirando hacia el Este. Se lava­ ban las manos en agua corrien­ te y bebían una mezcla de le­ che y mosto. A continuación, se encendían tres hogueras co­ locadas en fila y los pastores saltaban por encima de ellas. El fuego para esta ceremonia ha­ bía que sacarlo por percusión de dos piedras de pedernal. Esta festividad se celebró des­ de el mismo día de la funda­ ción de Roma hasta el ocaso del 150

paganismo, siendo sustituida por las fiestas de San Jorge. D.C.43.42; 45.6; D.H.1.88. 3; Fest.253 L.; Ou.Fasti 4.721-806; Paul.Fest.2 L.; Plin.Ate.35.175; Plu. ¿tom.12.1-3; Prop.4.1.19s.; 4.73-78; Seru^en.1.174; Tib.Ll.35s.; 5.11; 2. 5.81ss.;Verg^4en. 1.174; Ge. 1.87. B i b u o g r a f í a : E. G j e r s t a d , «Pales, Palilia, Parilia», Studia Romana in honorem Petri Krarup Septuagenarii, Oden Univ. Press, 1976, pp.1-5. F u e n te s :

Palor y Pavor {Pallar). Perso­ nificaciones de la palidez y del terror, respectivamente, a los que el rey Tulo Hostilio, vien­ do el mal cariz que para los ro­ manos iba tomando una bata­ lla, hizo el voto de dedicarles un templo a cada uno, elevándolos así a la categoría de dioses (he­ cho este reprobable, a juicio de Cicerón y San Agustín). Aug.Ciu.4.15.4; 23.3 y 5; Lact.1.20; Liu.1.27.7-9; SeruAen.S. 285. F u e n te s :

Panda. Diosa agraria, protec­ tora de las espigas abiertas y desarrolladas (cf. parido, «des­ plegar»). Recibe también los nombres de Empanda, Pandina y Pántica. F u e n t e s : Am.4.3; Seru.Ge.1.7; Varro apud Non.44.


Pastóforos

Pantheus («Dios total»). Epí­ teto de —► Serapis. Parcas (Parcae). Es probable que en un principio hubiese una sola Parca, que interviniese en el momento del parto. Al re­ lacionársela con —►Nona y -►Décima (las diosas del octa­ vo y noveno mes del embara­ zo) se pasó a considerarlas her­ manas y se las llamó las tres Parcas (la tercera sería —»Morta). Posteriormente fueron iden­ tificadas con las Moiras griegas, diosas del destino, que eran tres hermanas como ellas. En el Foro se alzaban tres estatuas suyas, que eran conocidas como los Tres Destinos. F u e n t e s : G e ll.3 .1 6 .1 0 .

tares apagados. El último día de esta festividad coincidía con las —►Ferales, festividad con la que acabó confundiéndose. Su institución se atribuía a Eneas. Narra Ovidio que hubo un pe­ riodo de negligencia en cuanto a las obligaciones con los di­ funtos. Éstos, entonces, salieron de sus tumbas y llenaron la no­ che con sus lamentos. Sólo cesa­ ron cuando se les tributaron las honras fúnebres debidas. Aus.Parent. praef.; Cic.Flac. 38; Leg.2.21; Phil.1.6; D.H.2.40; Macr. Sat.1.16; Ou.Fasti 2.533-570; PlinJVaf. 18.30.2; Plu./íom.21; Vergylf’rt.5.45; 60; 544. F u e n te s :

Pártula. Diosa que asiste a los primeros dolores del parto. F u e n te s :

Parentales (Par entalla). Fies­ tas en honor de los muertos, que se celebraban del 13 al 21 de febrero. En las casas se ha­ cían sencillas ofrendas a las al­ mas de los antepasados. Se ig­ nora en qué consistía el ritual que acompañaba a la celebra­ ción pública de esta festividad. Lo que sí se sabe es que duran­ te esta novena se suspendían los matrimonios, los templos permanecían cerrados y los al­

Gell.3.16.9-11; Ten Anima

37.

Pastóforos (Pastophori) . Co­ legio sacerdotal que atendía al culto de —►Isis, a cuyo frente se encontraba el Sacerdote Máxi­ mo. La ordenación para entrar a formar parte de este Colegio comprendía una serie de ritos, unos públicos y otros que transcurrían dentro del templo y que eran secretos. De aqué­ llos tenemos noticias gracias a 151


Patela

Apuleyo. Según éste, se purifi­ caba al iniciado con aspersio­ nes de agua lustral, tras lo cual era conducido a presencia de la diosa, donde recibía instruccio­ nes secretas; a continuación debía abstenerse de comer car­ ne y beber vino durante diez días, al cabo de los cuales era agasajado con regalos por parte de los fieles. Se le conducía al interior del templo y allí tenía lugar una serie de ritos, que nos son desconocidos. Con­ cluidos éstos, salía vestido con doce túnicas de lino y una clá­ mide, coronada la cabeza con hojas de palmera; se colocaba ante el altar de Isis y los fieles desfilaban en procesión ante él, antes de celebrar un banquete. Esto último, la procesión y el banquete, se repetía durante tres días, tras los cuales se daba por concluida la ordenación. El nombre de Pastóforos se de­ be al hecho de que iban por las calles, paseando en un pequeño altar, pastos, las imágenes de sus dioses. De cuando en cuan­ do se detenían y se arrodillaban, exponiendo dichas imágenes a la mirada de los transeúntes, a fin de obtener sus limosnas.

152

Apul.Aier.ll.16s.; 23-25; 27.30; CIL 5.2806; 7468; 12.714.10. ll;Plin.Ata.8.71.

F u e n te s :

Patela (patella). Plato peque­ ño, frecuentemente confundido con la —►pátera, de la que sería el diminutivo. Se utilizaba para presentar en él la comida que se ofrecía a los dioses, espe­ cialmente a los Lares, a los que a veces se les llama dioses Patelarios. Cic.Fin.2.7; Kerr.2.4.21; Fest-s.tt.; Iuu.5.85; 6.344; Liu.26.36; Mart.5.78; 14.114; O u.Fasti 2.634; 6.310; Pers.3.26; Pl.C/sf.2.1.46; Vanoap u d Non.15.6. F u e n te s :

Patela y Patelana (Patella). Diosas agrícolas. Protegían las mieses cuando se abrían (pa­ teó) los capullos y daban paso a las espigas. Variantes de sus nombres son Patana y Patalana (Patallaná), respectivamente. F u e n t e s : A m .4 .7 s .; A u g .C iH .4 .8 .4 .

Pátera. Plato de forma circular y poco fondo, que servía para contener líquidos y, por consi­ guiente, para beber, no para co­ mer, aunque se empleaba más particularmente para hacer li­ baciones. Se vertía vino en la pátera y de ahí se derramaba


Paz de los dioses

sobre la cabeza de la víctima o sobre el altar. Las había de ar­ cilla, bronce, plata y, a veces, de oro, ricamente cinceladas. Normalmente carecían de man­ go o asas. Cic.fir«í.ll;Hor.Saí.l.6.118; Macr.Saf.5.21; Ou.Afer.9.160; PlinJVar. 33.12.54; Varro Lat.5.122; Vergv4e».l. 729 y 739. F u e n te s :

Patulcio (Patulcius). Epíteto de —►Jano, que hace alusión a la costumbre de mantener abiertas {pateo) en tiempos de guerra las puertas de su templo [—►Clusio], Pavencia o Paventina (Pauentía). Diosa del temor. Como diosa de la infancia, protegía al niño del miedo (pauor) instin­ tivo, propio de los primeros años. F u e n t e s : A ug.C ¿w .4.11.4;

Tert.Mtf.2.

un templo en el Foro, que, por ello, fue llamado Foro de la Paz. A pesar de todo, la Paz no fue objeto de un culto popular. Sus fiestas se celebraban el 30 de enero (aniversario de la inauguración de su altar) y el 4 de julio, en que asistían los ma­ gistrados en ejercicio, los sacer­ dotes y las Vestales. Se le ofrecía el sacrificio de una vaca. Sus atributos son la rama de olivo, el caduceo y la cornuco­ pia. En ocasiones se la repre­ senta con rasgos que la aseme­ jan a la Victoria (la paz es con­ secuencia de la victoria): una corona de laurel, una lanza en la mano, alas en la espalda. CIL 1.320; 6.2028 B; Claud. Carm.17.171 K.; D.C.54.35.1; 66.15.1; 72.1; Hdn. 1.14.2; Hor.5aí>c.57ss.; Iuu. 9.23; MonAnc. 12.2; Ou.Fasti 1.704; 709-722; 3.881; Petr.124; 249ss.; Plin. Nat. 19.42(94); 34.8.19(84); Suet. Vesp.9; Tib,1.10.7.45s.; 67. F u e n te s :

11.

Pavor [—►Palor y PavorJ. Paz (Pax). Divinidad abstracta, a la que el 9 a.C. Augusto eri­ gió un altar (el Ara Pacis Augustae), que aún se conserva en la actualidad en muy buen estado. Posteriormente, en el año 75, Vespasiano le erigiría

Paz de los dioses (pax deorum). Expresión con la que los romanos querían significar que había relaciones de buen enten­ dimiento entre ellos y los dio­ ses. Era constante la preocupa­ ción de no ofenderlos, ni si­ quiera involuntariamente. Para ello recurrían a los —>auspi­ 153


Pecunia

cios, que les hacían saber cuál era la voluntad de los dioses respecto a proyectos futuros, así como a la —►evocación y —►procuración. F u e n te s :

Liu.4.30.9-11; 6.41; 25.1.

6 - 12 .

Pecunia. 1. Diosa del dinero (pecunia). 2. Epíteto de —►Júpiter como protector del ganado (pecus). F u e n te s :

1. Aug.Ci'«.4.21.5; 24.2.

Pelonía (Pellonia). Diosa cuya ayuda se invocaba para repeler (pellere) a los enemigos. F u e n te s :

Aug.Ci'n.4.21.7.

Pena (Poena). Diosa infernal, personificación del castigo y la venganza. Tardíamente se la consideró la madre de las Fu­ rias. Cic.Pis.37; 91; Hor.CW.3.2. 3 ls .; V al.F lac. 1.796.

F u e n te s :

Penates. Dioses domésticos. Su nombre procede de penas, «despensa», pero como su fun­ ción no consistía en velar por el buen estado o abundancia de las provisiones, sino por el bie­ nestar general de los miembros de la familia, hay que entender que eran los dioses de la inti­ 154

midad de la casa (cf. penetrale, «el lugar más retirado de la ca­ sa»). Su verdadero carácter no aparece claro. Sus funciones están próximas a las de los -►Lares, y a menudo se los confunde con éstos y con los -►Manes. También están ínti­ mamente relacionados con —►Vesta. Antes de cada comida, reuni­ dos todos en tomo a la mesa, el padre de familia arrojaba al fuego las primicias de los ali­ mentos, en ofrenda a los Pena­ tes; se guardaba silencio hasta que se anunciase que los dioses eran propicios. Les estaban consagrados la mesa, el salero, la cazuela de barro. Su altar era el hogar; ofrendas comunes eran la sal y la harina. Al principio no tenían forma, eran indeterminados, pero con el avance del antropomorfismo se les representó con imágenes que se colocaban en una capilla del atrio. Cada ciudad tenía sus propios Penates. Los de Roma eran ve­ nerados en un templo al pie de la Velia, en donde se les repre­ sentaba como dos jóvenes sen­ tados, armados con lanzas. Por otra parte, los cónsules, a su


Peragénor

entrada en el cargo, acudían a celebrar un sacrificio a Lavinio, la ciudad fundada por Eneas, en donde estaban los Pe­ nates que éste había traído de Troya, cuyos símbolos se guar­ daban en la pe ñus de Vesta. Posteriormente, se identificó a los Penates públicos con Ró­ mulo y Remo o con Fauno y Pico y más tarde con los Dioseuros y con los Cabiros de Samotracia. Augusto desvió el culto de los Penates públicos hacia su pro­ pio hogar, consagrándoles una capilla con altar dentro del pa­ lacio del Palatino. El culto a los Penates estaba tan arraigado entre las gentes que incluso lo practicaban al­ gunos cristianos. Finalmente fue prohibido por un edicto de Teodosio en el año 392. Am.2.67; 3.40; Aug.Cí«.3. 18; 10.16.2; Cato A gr.75; 143; Catul.64.289; Cic.De¡.5.15; Domo 62; Font.14.31; Har. 12; Ata.2.27.68; Phil. 2.30.31.75; 11.10.24; Quinct.26; Rep. 5.5.7; Sest.20; Verr.4.4 y 16; CIL 1.317; 6.2266; 10.8375; CocLTheod. 16. 10.12; D.C.2.8; 66; D.H.1.67; 68.1s.; 69; 2.52.3; 66; Fest.16 L.; Film. Err.14.1; Flor.Epíf. 19; Gell.4.1; 6; Hor.Od.2.4.15; 3.27.49; Sar.2.3.176; 5.4; Isid.Ong.8.11.19; 99; 15.3; Iuu.4. 61; Lact.fart.23.3; Liu.1.14.2; 20.3; F u e n te s :

29. 4s.; 47.45; 2.40.7; 3.17.11; 5.40.7; 52; 20.1.6; 25.18.10; 26.27.14; 36.6; 2 7 .18;45.16.5;24.12;Luc.C¡«.2.331; 7.347; 396; 9.229; Macr.Saí. 1.24.22; 3.4.7; 8; 11; 12; 13;Mart.2.90.7; 7.27. 5; 73; 8.75; 10.28.3; 33.3; OuAm.2. 11.7; Fasti 1.528; 3.417; 4.78.531; 949; 6.306; 315; 421; 529; 603; Afó.7.574; 8.91; 637; 15.864; Tr.1.3. 95; 4.8.10; Pers.3.25; Petr.29.8; 115; Pl.Capt.973; Aíe/t.834-836; PlinJVaf. 28.20.81; 33.54.153; Plu.Cam.20; Cor.29; Rom. 23; [Prob.]£d.6.31; Prop.3.7.3; 4.3.33; 4.33; SemAen. I.274; 730; 2.296; 325; 469; 514; 3.2; 12; 120; 168; 177; 7, 59; 8.13; 664; 10.212; 11.211; Ge.1.497; Sil.2.566; 604; 6.432; 10.133; 15.312; 17.216; Sol. 1.22; Stat.Sifo.3.4.104; SueMug. 92.1; Ñero 32; Vit.2.5; TacAnn.2.$4; II.16; 15.41; Germ.24; Hist.1.15; TerAnd. 1.5.54; Tett.Naí.1.10; Val. M ax.l.l.lO y 15; <5.7; 8.7s.; 115;4.4.3; 9.19.3; Varro Lat.5.54; 144; 161; Rust.2.4.18; Verg^len.1.231; 703; 2. 512; 3.12; 15; 5.2; 7.59; 109; 8.123; 543; 11.264. B i b l i o g r a f í a : P. B o y a n c é , «Les Pénates et l’ancienne religión romaine», REA 44(1952)109s.; N. M a sq u e l i e r , «Pénates et Dioscures», Lat 25(1966)88-98; C. P e y r e , «Castor et Pollux et les Pénates pendant la periode republicaine», MEFR 74(1962) 433-462.

Peragénor. Dios de la activi­ dad [-* Agonio, Agenoria]. F u e n t e s : F est.

10 L.;Ten.Nat.2.11.

155


Pérfica

Pérfica. Diosa que intervenía en la consumación (perficere) del matrimonio [—'-Peí-tunda, Prema, Súbigo]. F u en tes: A m .4 .7 ;ll.

Pertunda. Diosa nupcial que favorecía la unión sexual de los recién casados (cf. pertundo, «agujerear») [—►Pérfica, Pre­ ma, Súbigo]. F u e n t e s : A m .4 .7 ; A u g .C i« .6 .9 .3 .

Peta. Diosa que presidía las primeras manifestaciones ex­ ternas de la voluntad. F u e n t e s : A m .4 .7 s.

Piáculo (piaculum). Esta pala­ bra tiene dos significados: 1) falta contra el ritual, cometida inadvertidamente durante la ce­ lebración de una ceremonia re­ ligiosa; y 2) acto de —►expia­ ción de dicha falta, que consis­ tía en la repetición de la cere­ monia o en el sacrificio de un cerdo o una cerda. Plutarco ha­ bla de un sacrificio que debió repetirse treinta veces, hasta que se consideró que había si­ do realizado con absoluta es­ crupulosidad. Cato Agr. 130; 139s.; Cic. Leg.2.22; 57; D.C.37.46; Fest.s.w. propudianus porcus; Gell.4.6.7; 10. F u e n te s :

156

15; Liu.8.10.12; 32.1.9; 37.3; Pl. Truc.223; Plu.Cor.25; Seru.3.279; 407; 4.646; Vergvlen.6.568.

Pico (Picus). Divinidad agreste del Lacio. Según los mitógrafos, había sido el rey de esta región. Estaba casado con la ninfa -►Canente. Circe se ena­ moró de él, pero éste la recha­ zó, por lo que fue metamorfoseado por la maga en el pájaro que lleva su nombre, el pico. Esta ave fue consagrada a Mar­ te y se le atribuyeron faculta­ des proféticas, siendo famoso el oráculo de Pico Marcio en Tiora Maciene. Una variante de la leyenda lo presenta al lado de la loba, contribuyendo a sal­ var a los gemelos. Según Ca­ tón, era uno de los Lares. En la religión agrícola se le confun­ dió con Picumno y se le rela­ cionó con el estiércol y con Esterquilino, dios de los abonos. Am.2.71; 5.1; Aug.C¿«.4. 23; 5.10; 18.15; D.H.1.14.5; 31; Fest. 197 L.; 209 L.; Frontin.Srrar.4.5.14; Isid.Ong.12.7.47; Lact./m?. 1.20; 5.6; Macr. 1.7.25; 10.16; Ou.Fasti 2.37; 3.291; 4.649s.; Met. 12.321; 343; 14. 312s.; 320; 363; 367; 390; Paul. Fest.212 L.; PMs.262-264; Plm.Ata. 10.18.20; Seru^e/i.7.190; 10.76; Sil. 8.439; Str.5.4.2; Tert.Ato.2.9; Verg. A en.l A%; 170; 187; 189. F u e n te s :


Pilumno B i b u o g r a f í a : G . P a n s a , « P icu s M artius»,

Folk.ltal. 6(1931 )181-199.

Picumno (Picumnus). Herma­ no gemelo de —‘Pilumno. Jun­ to con éste vela, en unos lechos preparados expresamente para ellos en la habitación conyugal, por la seguridad del recién na­ cido. Se les consideraba los dioses garantes de las uniones fecundas y de los nacimientos felices. Asimismo desempeña­ ban un papel como dioses agrí­ colas: a Picumno se atribuía el descubrimiento del uso de abo­ nos para mejorar la fertilidad del suelo. Fuentes: Plin.Ata.18.3; SeruMe/i.9. 4; 10.72;76; Varro apud Non.528.11.

Piedad (Pietas). Diosa que personifica el sentimiento que se debe a los dioses, a los pa­ rientes y al resto de los hom­ bres. Tenía dos templos, uno en el Foro Holitorio (databa del 181 a.C.) y otro en las proximi­ dades del Circo Flaminio. Su fiesta se celebraba el 1 de di­ ciembre. A partir del siglo I a.C. se la representa frecuente­ mente en las monedas. F u e n t e s : C ic.L eg.2.11.28; A te. 1.41; F est.316 L.; Liu.40.34.4s.; Plin.Mjf.7.

35s.;Val.Max.4.57.

B i b u o g r a f í a : P. B o y a n c é ,

La reli­

gión de Virgile, París 1963.

Pilas ( pilae). Pelotas de lana que, en sustitución de los es­ clavos de la casa, ofrecía el ca­ beza de familia a -+ Mania, la muerte, con motivo de las fies­ tas - ‘Compítales [ - ‘Manías]. F u e n te s : Cic.Pis.7; Liu.3.58.11; Macr. 5a/.1.7.34s.; Ou.Fasti 2.547; Piop.4.1. 23; Seru./l£n. 1.139; 3.63; VeigAen.2. 116; 6.741. B i b u o g r a f í a : L. D e l a t t e , Recherches sur quelques fétes mobiles du calendrier romain, Lieja 1937, pp. 43-48; G. D u m é z il, «Quaestiunculae Indo-Italicae 10, offrendes et denombrement au carrefour», Lat 20(1961) 262-265.

Pilumno (Pilumnus). Dios que, armado con un mortero y acompañado de - ‘Deverra e -*Intercidona, vigilaba de no­ che la entrada de la casa en la que hubiera nacido un niño, para evitar que Silvano ator­ mentara a la madre durante el sueño. Era hermano gemelo de —►Picumno. A ambos se les preparaban sendos lechos en la habitación de los padres para que velaran más directamente por la seguridad del niño. En su papel de dios agrícola pasa­ ba por haber enseñado a los 157


Poda

hombres a utilizar el mortero para moler el grano. F u e n t e s : Aug.Cim.6.9.2; Fest.224.4 L.; Non.528.11; Seru^en. 10.75s.;619.

Poda (Puta). Diosa que presi­ día el acto de la poda de los ár­ boles frutales. F u e n te s :

Liu.39.7.8.

Pólux [-*Cástor y Pólux]. Pollos sagrados (pulli). Pollos que utilizaban los Augures para sus predicciones, sobre todo en campañas militares. Los teman en una jaula [—►Cáveaj al cui­ dado del —‘pulario. Cuando querían conocer la voluntad de los dioses les daban de comer: si se les caía del pico algo de comida al suelo (a esto se lla­ maba -» tripudio) era buen au­ gurio y malo si no se les caía nada o se negaban a comer; és­ 158

Cic.Diu.l.27s.; 2.72-74; Liu. 10.40.3-5;PlinJVaí.28.17.

F u e n te s :

Am.4.7.

Polencia (Pollentia). Diosa que interviene cuando el niño ya tiene uso de razón. Su cometido, que comparte con —‘Valencia, consiste en dar fuerzas al niño para continuar las obras que ha comenzado (cf. polleo, «tener fuerza»). F u e n te s :

te último era el peor de los au­ gurios. Cicerón denuncia el he­ cho de que, en ocasiones, se les sometía a un largo ayuno antes de la observación, lo que fal­ seaba el augurio.

Pomerio (pomerium, pomoerium). Esrecha franja de terre­ no que constituía el límite sa­ grado que bordeaba la ciudad. Desde el punto de vista etimo­ lógico hace referencia al «lugar detrás del muro», pero los au­ tores modernos no se ponen de acuerdo en si esta definición hay que entenderla desde den­ tro o desde fuera de la ciudad (si bien la mayoría se inclina por esta última acepción). En las fuentes se describe con todo detalle el trazado del pri­ mer pomerio de Roma, el de Rómulo, que siguió para ello el ceremonial etrusco (etrusco ritu): tras uncir a un arado a una vaca y a un toro blancos, trazó un surco, cuidando de echar la tierra extraída hacia el interior. Este pomerio inicial, alrededor del Palatino, no se mantuvo in­ mutable, sino que sufrió fre­ cuentes modificaciones a lo


Pontífices

largo de los años. El pomerio marcaba la frontera religiosa hasta donde alcanza­ ban los auspicios urbanos que podían tomar los augures. El territorio intrapomerial tenía también carácter sagrado. De esta peculiaridad se derivan las tres normas siguientes: 1) Prohibición de levantar tem­ plos a las divinidades extranje­ ras dentro de su recinto, que se consideraba reservado a los dioses nacionales. Sólo se ha­ cían ciertas excepciones con las divinidades procedentes de pueblos itálicos, no así con las de procedencia griega u orien­ tal. 2) Prohibición de enterrar a los muertos dentro de la ciudad, pues la presencia de cadáveres supondría mancillar el suelo sagrado. Sólo se hicieron ex­ cepciones con personajes muy ilustres, como César o Trajano. 3) Prohibición de entrar en él llevando armas, pues tiene ca­ rácter inviolable: en su interior sólo se celebran las asambleas civiles, los comida curiata, mientras que los comida centuriata debían convocarse en el Campo de Marte. Recuérdese a este respecto la muerte de Re­

mo, que según la leyenda fun­ dacional se debió al hecho de haber franqueado por la fuerza el pomerio de la futura ciudad. F u e n t e s : Cato apud SemAen.5.155; Cic.Diu.235.15', D.C/r.12; D.H.l. 88; Eutrop.8.5.; Fest.s.«. Quadrata Roma; Liu.1.14; Lex Tab.IO.l.; Ou. Fasti 4.821; Plu.itom.ll; TacArm.12. 24;Varro¿aí.5.143, Rust.2.1.10. B i b l i o g r a f í a : T h . M o m m s e n , «Das Bregiff des Pomerium», Hermes 10 (1876)40-50; M .J. V a l e t o n , «De templis rotnanis, 6: De pomerio», Mn. 24(1897)92-144, 361-385 y 26(1898)193.

Pomona. Antigua diosa de los árboles frutales (cf. pomum, «fruto»). Su culto era atendido por el Flamen Pomonal [ - ‘Flá­ mines]. Algunas leyendas la re­ lacionan con dioses agrícolas como Vertumno y Pico. F u e n t e s : F e s t. 154 L.; 250 L.; Mart.l. 49. 8; Ou.Mef.14.623-773; SemAen. 7.190; Varro ¿oí.5.74; 6.3; 7.45; Verg. Aen.1.110.

Pontífices. Colegio sacerdotal instituido por Numa. Com­ puesto, en un principio, por cinco miembros, posteriormen­ te pasaron a ser nueve y en tiempos de Sila quince. Esta­ ban presididos por el Pontífice Máximo. Contaban con escri­ 159


Popa

bas o secretarios que les ayuda­ ban en sus funciones y, en oca­ siones, les sustituían. A éstos se les conocía con el nombre de «Pontífices Menores». Tenían a su cargo la confección del calendario, con la distribu­ ción de los días festivos y labo­ rables. Atendían al culto de las divinidades protectoras de la ciudad: Vesta, los Penates pú­ blicos y la Tríada Capitolina, así como al de las divinidades que no contaban con un sacer­ dote específico asignado a ellas (ofrecían sacrificios a Acá Larencia, Angerona, Carmenta, Cama, y a las divinidades que personificaban la tierra y la fe­ cundidad). Supervisaban todo lo concerniente a los asuntos religiosos, vigilando que las ceremonias se cumplieran es­ crupulosamente conforme al ri­ tual. Tenían la suprema autori­ dad religiosa: presidían a los restantes sacerdotes, a los que nombraban y controlaban, en es­ pecial a las Vestales. Asesoraban en materia de religión a los ma­ gistrados y senadores. Participa­ ban en la procesión de los Ar­ geos y en la del Acuelicio. El Pontífice Máximo era elegi­ do por el pueblo. El único re­ 160

quisito era el de ser varón. Vi­ vía en la Regia, al lado de las Vestales, de las que era padre espiritual, siendo el encargado de castigar sus faltas. Junto con éstas, era el único que podía entrar en el santuario de Vesta. Administraba los bienes de los dioses. Redactaba los Anales Máximos, anotando los prodi­ gios y los sucesos de carácter religioso. Dichos Anales se guardaban en la Regia, donde también estaban los archivos de los documentos religiosos y jurídicos. Convocaba y presi­ día los comicios para la elec­ ción del Rey de lo sagrado y de los Flámines. Presidía los ma­ trimonios por confarreación. El cargo era vitalicio y compa­ tible con las magistraturas civi­ les. Las únicas restricciones a las que se veía sometido (no podía ver un cadáver, ni mon­ tar a caballo) desaparecieron en el siglo II a.C. Con el tiem­ po, llegó a convertirse en la au­ toridad más influyente del Es­ tado, siendo su puesto muy apetecido por los políticos am­ biciosos. A partir de Augusto, los emperadores se reservaron para sí el título de Pontífice Má­ ximo.


Portuno Fuentes: [Aur.Vict.]Wr.3; Aug.Ciu. 3.18; 7.23; 10.16; CicAgr.2.16.18; Att.5.9.2; 13.3; Brut.127; 156; Domo 69; E p.Brut.l.lS.i; Fam.8.6.5; Fiar. 6s.;ll-14;18;¿íg.2.20;29;58;A ta.3. 18,47; Or.2.52; 3.19.73; 136; PAi7.ll. 10; Rep.2.14.26; CIL 5.3117; 4057; 6.1739s.; 1742; 1778s.; 2158; 14. 1153; D.C.2.73; 42.51; 54.28; 56.31; 60.13; 68.43; D.H.1.70; 2.66; 8.89; 9.40; Fest. 113 L.; 152 L.; F\or.Epit. 19; 89; Gai./«sf.4.13; Gell.1.12; 4.6.2; 7.7.7; Hor.£,p.2.1.26; Inst.lust. 1.1.1; Lact./wsf.l.22; L iu.l.19.5-7; 20.5; 4. 3.9; 4; 10.6.8s.; 22.57.3; 25.5; 40.42.7; 51.1; Liu.Per.18; Macr.5aM.10.15 y 17; 15.9 y 19; 3.13.11; Marcian. Dig.l.8.6.3; Non.547; Ou.Fasti 1. 461ss.; 3.699; 4.78; 5.573; 6.105; 7K3.1.29; Plin.£p.4.11; Plu.Caes. 7; Num.9\ Pompon.Sex.Dig.l.2.2.6; Sen.Dií¡/.6.15; Seru^4e«. 1.373; 3.64; 80; 175; 6.176; 8.552; 654; Ge.1.268; S u et^ ttg Jl; /w/.40; 8; Tacu4«/!.3.64; TettApol.40; Val.Max. 1.1.1.2.6.8.12; 4.5; Varro Lat.6.23; 26s.; Zos.4.36. Bibuografía: A. Bouché-Leclercq, Les Pontifes de l ’ancienne Rome, 1871; G. R o h d e , «Die Kultsatzungen der romischen Pontífices», R W 25 (1936)180.

Popa. -►Victimario encargado de conducir la víctima al altar y de abatirla de un golpe para que pudiera ser sacrificada. Vestía una especie de falda de la cintura a las rodillas y lleva­ ba la parte superior del cuerpo desnuda [ —Cultrario],

F u en tes:

Prop.4.3.62;Suet.Ca/.32.

Popanum. Torta que se servía en los sacrificios. F u e n te s : Iuu.6.541.

Poplifuges (Poplifugia). Fiesta que en honor de Júpiter se ce­ lebraba el 5 de julio. No se sa­ be nada acerca de ella. Fuen tes:

Macr.Sar.3.2.14; Vano Lat.

6.18.

Porca praecidanea | —>Cerda propiciatoria], Porca praesentanea [ -* Cerda presentánea], Populonia. Epíteto de ->Juno. Pórrima. También llamada Pro­ sa y Prorsa. [—► Antevorta]. Portunales (Portunalia). Fies­ tas que en honor de -+ Portuno se celebraban el 17 de agosto, en la desembocadura del Tíber. También fueron llamadas Tiberinales. F u e n te s :

Varro Lat.6.19.

Portuno. Dios, originariamen­ te, de los pasajes y de las puer­ tas (se le representaba como un 161


Posvorta

joven imberbe con llaves en la mano), fue, desde muy pronto, identificado con —‘Tiberino, pasando a ser el dios de los puertos. Finalmente se le consi­ deró hijo de - ‘Mater Matuta y, al ser ésta identificada con la griega Ino-Leucótea, pasó a con­ fundirse con el dios Palemón. Tenía un templo en el Foro Boario y un Flamen particular asignado a su culto [ - ‘Flámi­ nes]. En su honor se celebra­ ban las -►Portunales el 17 de agosto. F u e n t e s : A pul.A íer.4.3 1 .6 ; Cic.Nal 2. 26; 66; 3.48; 7ksc.l.28; Fest.48 L.; 279 L.; Hyg.Fab.2; Lact.1.21.23; Macr.Síff.1.9.7; Ou.Fasti 1.99; 4.329; 6.473-568; Afc.4.416-602; S e r u ^ i. 5.241; Ge.1.437; Varro Lat. 146; 6.19; Verg^4e«.5.241; Ce. 1.437. B i b l i o g r a f í a : J. G u i l l é n , «El latín de las XII Tablas, 2, 4», Helmantica 68(1968)99s.

Posvorta (Postuorta). Es una de las tres - ‘Carmentes, diosas de los nacimientos y de la pro­ fecía. En su primer aspecto, in­ tervenía en el parto, cuando el niño se presentaba por los pies. En el segundo, profetizaba el futuro [ - ‘Antevorta]. Su fiesta, las segundas - ‘Carmentales, se celebraba el 15 de enero.

162

F u e n t e s : Gell.16.16.4; Macr.Sar.1.7. 20; Ou .Fasti 1.365; Seruvlen.8.336; Tert.Ato.2.11.6.

Poticios y Pinarios (Potitii et Pinarii). Miembros de las gen­ tes Poticia y Pinaria, de las que salían los ministros que debían atender al culto que se tributa­ ba a - ‘Hércules en el Ara Má­ xima. De estas dos familias eran los Poticios los que ocu­ paban el primer rango, estando los Pinarios excluidos de co­ mer las primicias de las vícti­ mas inmoladas, por haber lle­ gado tarde al banquete inaugu­ ral. Posteriormente fueron sólo los Poticios quienes atendieron a dicho culto, hasta que, a ins­ tancias de Apio Claudio, fue el Estado quien se hizo cargo de estas ceremonias. Según la tra­ dición, esta innovación no fue del agrado de los dioses, que castigaron a Apio Claudio con la ceguera y a los Poticios con la extinción de su familia. D.H.1.40.3-5; Liu.1.7.10.16; 9.29.9-11; Seruylen.8.571; Val.Max.l. 1.17; Vetgvlen.8.269ss.;281ss. B i b u o g r a f I a : J. B a y e t , Les origi­ nes de l ’Hercule romam, París 1926, pp.248-274. F u e n te s :


Príapo

Potina. Diosa de la infancia que enseña al niño a beber (po­ to). También recibe los nom­ bres de Potica y Potua. Am.3.25; Aug.C¡w.4.11.4; 34.2; 6.9; Don. ad Ter. Phor A .1.25; Tert.A'aí.2.11; Varro apud Non.108; 480. F u e n te s :

Precatio. Acción de rogar a los dioses. Los antiguos romanos, al orar, se ponían normalmente en pie, con las dos manos ele­ vadas hacia el cielo, cerca la una de la otra y completamente abiertas. En época imperial la actitud seguía siendo la misma, excepto por los brazos, que en vez de estar cercanos, queda­ ban separados a ambos lados del cuerpo. F u e n t e s : Hor.Ctó.3.23.1; Liu.31.5; 38. 43; Lucr.5.1199; Verg^4e«.3.176. B i b l i o g r a f í a : G. A p p e l, De Romanorum precationibus, Giessen 1909.

Preferículo (praefericulum). Va­ so sagrado, de metal, sin asas, muy ancho, que se empleaba en los ritos secretos que se realiza­ ban en la capilla (sacrarium) que la diosa —►Ops tenía en la -►Regia. F u e n te s :

Fest. 354 L.

Prema. Diosa que interviene en la noche de bodas, impi­ diendo que la esposa se resista al marido (cf. premo, «opri­ mir») [-♦ Pérfica, Pertunda, Sú­ bigo]. F u e n te s :

Aug.Ciw.6.9.3.

Prestana o Prestida (Praestana, Praestitia). Diosa de la in­ fancia que ayudaba al niño a cumplir lo que se hubiera pro­ puesto. F u e n te s :

Am.4.3; Tert.Ató.2.11; Varro

Lat.5.74.

Príapo (Priapus). Dios de ca­ rácter obsceno, procedente de Asia Menor, símbolo de la fe­ cundidad. Adorado, principal­ mente, por los pastores y los campesinos. Es el guardián de los jardines y de los huertos, de los que espanta a los pájaros y ahuyenta a los ladrones y mero­ deadores, amenazándolos con un castigo vergonzoso. Se conside­ ra que trae buena suerte y que protege contra los celos, la en­ vidia y el mal de ojo. Garantiza la felicidad conyugal. Se le representa como un tronco de árbol, groseramente tallado a hachazos, en el que se clavaba una gran estaca enrojecida; 163


Primavera sagrada

también como un hombre de­ forme con un enorme falo en erección; en la mano lleva una podadera. Sus imágenes suelen colocarse en los campos, para que contagie a éstos su fertili­ dad. Aparece al lado de —►Mu­ tuno Tutuno en la noche de bo­ das. Colocado en las sepulturas es el símbolo de la resurrección y la garantía de la inmortalidad. Tenía un templo en la Velia. AP 16.236; schol. A.R. 1.932; Am.3.10.20; 6.25. 21; Aug. C/w.4.11; 7.24; Catul./.2; CIL 5.2803; 3634; 6.30992; 14.3565; 16.3092; Col.flM.rt. 10.30; 108; D.S.4.6.4; Hor. Sa/.1.8; Iuu.11.96; Lact./rcs. 1.20.36; Ou .Fasti 1.391s.;411ss.;6.319s.;338ss.; Met.9341s.; Paul.Fest.155 L.; Paus.9. 31.2;Petr.17.8; l33;Priap.6; 10;14;61; 63; 85.6; 86.8; Seru.Ge.2.84; 4.111; Teit. Ato.2.11; schoL Theoc.1.81; Tib.1.1.7; 4.1 y 5; T z. ad Lyc. 831; Varro Men .fr. 59; Verg.Ge.4.110. B i b l i o g r a f í a : H. H e r t e r , De Priapo, Giessen 1932. F u e n te s :

Primavera sagrada (uer sa­ crum). Costumbre común a va­ rios pueblos indoeuropeos, que los romanos adoptaron de los sabinos, según la cual, en pe­ riodos de grandes calamidades públicas se ofrecía a Júpiter o a Marte todo ser animado que naciera durante la primavera 164

siguiente, incluidas las vidas humanas. Con el paso del tiem­ po pareció demasiado inhuma­ no sacrificar a los niños, por lo que se les conservaba la vida, pero, al cumplir los veinte años, les velaban la cabeza y los expulsaban del territorio. El texto original de la fórmula del uer sacrum, sin hacer mención a vidas humanas, nos ha sido transmitido por Tito Livio: «¿Queréis y ordenáis que se haga lo siguiente: “Si de aquí a cinco años la República del Pueblo Romano de los Quirites se ve, como yo deseo, libre de las guerras presentes, la que sostiene el Pueblo Romano con el cartaginés y las que sostiene con los galos que habitan a este lado de los Alpes, entonces ha­ ga el pueblo romano de los Quirites la ofrenda de que todo cuanto en primavera naciere de ganado porcino, lanar, cabruno y bovino, que no estuviere con­ sagrado, sea sacrificado a Júpi­ ter desde el día en que ordenen el Senado y el pueblo. Quien inmole, inmole cuando quiera y con el rito que quiera: del modo que inmolare, esté bien inmolado. Si muere lo que de­ bía inmolarse, sea profano y no


Prodigios

se considere sacrilegio. Si al­ guien, sin saber lo que se hace, lo hiere o lo mata, no se consi­ dere fraude. Si alguien lo roba, no se impute este sacrilegio ni al pueblo ni a aquel a quien le fuere robado. Si se inmolare inadvertidamente en un día ne­ gro [—► Días negros], esté bien inmolado. Si se inmolare de noche o de día, ya lo haga un esclavo, ya un hombre libre, esté bien inmolado. Si se inmo­ lare antes de que el Senado y el pueblo ordenen hacerlo, quede el pueblo libre de toda respon­ sabilidad”?». D .H .l.ló; Liu.22.10.2-6; Paul.Fest. 379.11 M.;Str.5.250. B i b u o g r a f í a : J. H e u r g o n , «Trois études sur le Ver sacrum», Lat 2, Bruselas 1957; P.M. M a r t i n , «Contribution de Denys d’Halicamase á la connaissance du uer sacrum», Lat 32 (1973)23-28. F u e n te s :

Primigenia. Epíteto de —►For­ tuna. Procuración (procurado). Con­ junto de medidas que era nece­ sario tomar cuando sucedían acontecimientos de tipo prodi­ gioso que, se creía, hacían presa­ giar la cólera de los dioses con­ tra los hombres y la inminencia

de un castigo. En primer lugar, había que investigar la natura­ leza del prodigio y, conocida ésta, se procedía a realizar la -►expiación correspondiente, para que impidiera el cumpli­ miento de la catástrofe anuncia­ da y permitiera recuperar, al mis­ mo tiempo, la —►paz de los dio­ ses. F u e n t e s : Liu. 1.20.7; 31.1-4; 26.23; 27.4; 37; 30.2; 33.26.

Prodigios (prodigia, ostenta, portenta, moristra). Fenómenos extraordinarios que hacían pre­ sagiar acontecimientos funes­ tos: becerros que nacían con dos cabezas o cinco patas, ni­ ños andróginos, lluvias de pie­ dras o de sangre, etc. Se con­ sideraba que cualquier desor­ den de las leyes de la Naturale­ za era una manifestación de la cólera de los dioses. Ante el anuncio anual de este tipo de prodigios el Senado tomaba la decisión pertinente para su ex­ piación: a menudo se procedía a consultar los —►Libros Sibili­ nos, de cuyos oráculos se ex­ traían los remedios encamina­ dos a impedir la catástrofe anunciada por los prodigios [—►Augurio, Procuración], 165


Prómitor Am.4.31;Cic.£>i«.1.92; 103; 121; Har.9-11; 19-23; 34^3; 55-60; Liu.120.7; 27.37.7-10; Obseq.pas.sim; Varro Laí.5.148. B i b l i o g r a f í a : R. B l o c h , Les prodiges dans l ’Antiquité classique, París 1963; A. B o u c h é - L e c l e r c q , Histoire de la divination dans l ’antiquité, t.4, París 1963, pp.77s. F u e n te s :

Prómitor («El que saca»). Dios agrícola, protector de los cerea­ les cuando se sacaban del granero para proceder a su venta. F u e n te s :

Fab.Pict. apud Seru.Ge.l.

Providencia (Prouideritia). Dio­ sa abstracta, especialmente rela­ cionada con la familia imperial, de donde el epíteto de Augusta con que aparece en las inscrip­ ciones y monedas. Se la repre­ senta como una mujer con un globo a los pies o en la mano y los símbolos de la abundancia, aludiendo a la previsión del emperador, que asegura el apro­ visionamiento de Roma. F u e n t e s : Cic.Afaf.1.8; CIL 6.2028 d; 2099.3.18; Macr.Saí.l.17.

21 .

Pública. Epíteto de -> Fides. Prónuba. Epíteto de ->Juno. Prosa. También llamada Prorsa y Pórrima. ( -* Antevorta]. Prosérpina. Diosa de la germi­ nación de los cereales, que a partir de su temprana identifi­ cación con la griega Perséfone adquirió la personalidad de és­ ta y pasó a ser diosa de los In­ fiernos. En su honor y en el de -*Dis Pater se instituyeron en el 249 a.C. los -*■Juegos Tarentinos. Am.3.33; Aug.Cii/.4.8; 7.20; Cens.17.8; CicJVoí.2.26; CIL 6.508; OuJWer.14.114; Val.Max.2.4.5; Varro Lat.5.68; Verg^4en.6.138; Zos.2.3.3. F u e n te s :

166

Pudicicia (Pudicitia). Diosa protectora de la castidad de las mujeres casadas, aunque su culto, en principio, estaba re­ servado a las que hubieran te­ nido un solo marido. A partir de 296 a.C. se desdobló su cul­ to, para ser adorada por separa­ do por las matronas patricias y plebeyas. Con el tiempo se ad­ mitió en su culto a todas las mujeres sin distinción. El fervor a esta diosa se fue en­ friando con la relajación de las costumbres: Juvenal nos mues­ tra la irreverencia con que al­ gunas importantes damas ro­ manas se comportaban respec­


Pulvinar

to a ella. Augusto, en su empe­ ño por restaurar la religión pri­ mitiva, trató de hacer revivir la devoción al pudor y la castidad poniéndola en estrecha relación con la familia imperial: el nombre de la diosa pasó a usar­ se como epíteto de Livia. F u e n t e s : Fest.237.32 L.; Iuu.6.306313; 380; Liu.10.23.3-10; Plin.Afcr.2. 7.14; 17.245; Prop.2.6.25s.; Val.Max.6.

1 praef. B i b l i o g r a f í a : R.E.A. P a l m e r , «Ro­ mán shrines of female chastity from the caste struggle to the papacy Innocent I», RSA 4(1974)113-159.

Puente Sublicio (Pons Sublicius). Puente sobre el Tíber, apoyado en pilotes (a ello hace alusión su nombre), durante si­ glos el único puente de Roma y el más antiguo, ya que se re­ monta al reinado de Anco Marcio (antes del 616 a.C.). Era to­ do él de madera, sin que en su construcción se hubiera em­ pleado nada de metal, ni si­ quiera clavos de hierro o bron­ ce; esto podía estar motivado por razones religiosas o, senci­ llamente, estratégicas, para que fuera fácil de quitar o reponer, según lo exigieran las circuns­ tancias bélicas. Lo consideraban sagrado. Son

varios los autores antiguos que afirman que los Pontífices de­ ben su nombre al hecho de ha­ ber sido los constructores de este puente o porque eran ellos los encargados de repararlo. Desde este puente las Vestales arrojaban al río unos muñecos hechos con juncos, durante la celebración de los —‘Argeos. F u e n t e s : D.H.2.73.1; 3.45.2; Liu.l. 33.6; Ou.Fasti 5.622; Plin.Ata.36.23; Seru Aen.8.646; Varro Lat.5.83.

Pulario (pullarius). Asistentes asalariados de los Augures, en­ cargados del cuidado de los -►pollos sagrados. Los lleva­ ban en una jaula y observaban cómo comían, para comunicár­ selo después a los Augures, a los magistrados, o a los genera­ les en campaña. Los pularios se convirtieron en suplentes or­ dinarios de los Augures. Eran hombres libres, que formaban una corporación, la decuria, presidida por el primer pulario. Cíc.£>íh.2.72-74; CIL 6.1008; 1097; 2198-2200; Liu.10.40.4-14. B i b u o g r a f í a : A. B o u c h é - L e c l e r c q , Histoire de la divination dans l ’an­ tiquité, t.4, París 1963, p.274. F u e n te s :

Pulvinar. Lecho, lujosamente adornado, en el que se coloca­ 167


Puteal

ban las estatuas de los dioses, para hacerles participar de la ceremonia del ->lectistemio, o para que contemplaran los jue­ gos que se ofrecían en su ho­ nor. En muchos templos se es­ tablecieron pulvinares de modo permanente, por lo que esta pa­ labra pasó a emplearse como sinónimo de templo. F u e n te s : Cic.Domo 53; Phil.2.43; Liu. 24.10.13; 30.21; Suet.4Kg.45; CalA.

168

Puteal. Cerca, semejante al brocal de un pozo, con que se rodeaba el lugar en que hubiera caído un ->rayo, para evitar que fuera pisado y, por ello, profanado, ya que se le consi­ deraba sagrado [—►Bidental]. CicAtt. 1.10.3; Diu. 1.17.33; 5esr.8.18; D.H.3.71; Fest.333 L.; Hor. £p. 1.19.8; Sat.2.6.35; Liu.1.36; Ou. Rem.561; Pers.4.49; Plin.iVar.16. 18; 34.21;Plu./tom.20.

F u e n te s :


Quincuatros menores

Q Qiierquetulanae uirae [-►Mu­ jeres Querquetulanasj. Quies. Diosa, del descanso, al igual que —«Fesona. Tenía dos templos en las afueras de Ro­ ma, uno al este y otro al norte de la ciudad. Tal vez tuviera cierta relación con los muertos, ya que la muerte es considera­ da como el descanso eterno; así, en Festo, Quietalis signifi­ ca «infernal» y aparece como sobrenombre de -►Orco. F u e n te s : Aug.Ciu.4.16.1; 21; Fest. 257 L.; Hor.Z¡¡E>.1.17.6; Liu.4.41; Ou.Met. 11.623; Tib.2.1.5; Verg.Ge.2.467.

Quincuatros (Quinquatrus). Fies­ tas que en honor de —►Minerva celebraban los escolares y los arte­ sanos del 19 al 23 de marzo. Eran fiestas que gustaba feste­ jarlas en familia. Había inter­ cambios de regalos y las matronas se invitaban a cenar. En el anfi­ teatro tenían lugar combates de gladiadores, excepto el primer día, en que, por conmemorarse el nacimiento de la diosa y el aniversario de la dedicación

del santuario que tenía en el Celio, estaba prohibido el de­ rramamiento de sangre y se ha­ cían ofrendas de flores, paste­ les y sal. El día 23 se celebraba el -►Tubilustrio, la purifica­ ción de las trompetas. Durante el Imperio, en un acto presidido por el emperador in­ vestido con los símbolos de Minerva, se distribuía dinero y trigo entre los ciudadanos, con lo que estas fiestas alcanzaron aún mayor popularidad. CIL 1.1406; 3.3136; 5.799; D.C.44.28; 67.1; D.H.2.71; Fest.254 L.; 304 L.; 352 L.; Gell.2.21.7; Hor.£p.2.2.197; Iuu.10.115; Liu.46.20. 1; Macr.Saí.1.12.7; 3.4.8; Mait.6.10.9; OuAm. 1.111; Fasti 3.809-850; Met.6. 23; Tr.4.10.13; Pl.M¡7.691s.; Plin.Ata. 16.16; 25.143; Quint./íW.10.1.91; Seru^en.2.296; 11.259; Ge.1.227; Suetylííg. 71; Dom.4; 5.15; Ñero 34; T&cAnn. 14.4; 12; Tib.2.1.63; Varro ¿a/.5.14;47; 117; 6.14; Rust.3.2.18. F u e n te s :

Quincuatros menores (Quin­ quatrus minores o mitiusculae). Fiestas en honor de -►Minerva, celebradas del 13 al 15 de ju­ nio, en las que los flautistas, vestidos con largas togas y el rostro cubierto con máscaras, recorrían las calles de la ciudad en medio de orgías y borracheras. 169


Quindecénviros . F u e n t e s : Fest.l34s. L.; 149 L.; 333 L.; 446 L.; Liu.9.30; Ou.Fasti 6.651710; 728; Pl.Motf.3.2.41; Val.Max.2. 5.4; 3.7.11; Varro Lat6Xl; Verg.Ge.2. 193.

Quindecénviros encargados de las ceremonias sagradas (iQuindecimuiri sacris faciundis). [-►Decénviros encargados de las ceremonias sagradas]. Quirinales (Quiritialia). Fies­ tas en honor de -►Quirino, que se celebraban el 17 de febrero. No se tiene conocimiento de las ceremonias ni del ritual que acompañaba a estas fiestas. En el mismo día se celebraba la «fiesta de los tontos» [—►Fornacales]. F u e n t e s : F e s t. 412 L.; Ou.Fasti 2. 475-512; Plin.Nar.2.122; 16.93; Va­ rro Lat .6.13.

Quirino (Quirinus). Dios, al que se atribuye origen sabino, protector, en un principio, de los campesinos y pastores. Era uno de los integrantes de la Tría­ da precapitolina [—►Tríadas divi­ nas]. A su culto estaba asignado uno de los tres -►Flámines ma­ yores, el Flamen Quirinal. Tam­ bién es antigua la versión que lo considera de origert romano, 170

interpretándolo como el dios en que fue divinizado Rómulo tras su muerte (al mismo tiem­ po, a su esposa Hersilia se la llamó -►Hora Quirini). Poste­ riormente, pasó a ser conside­ rado un dios guerrero (se rela­ ciona su nombre con la palabra curis, que en lengua sabina sig­ nifica «lanza»), aunque de ca­ rácter más pacífico que Marte, al que se le asocia a menudo y con el que comparte la pose­ sión de los —►Anciles [—►tam­ bién Salios], En este sentido, se observa que Quirites (palabra que deriva de su nombre) es el epíteto que se aplica a los ro­ manos en cuanto civiles, por oposición a los milites. Le estaba consagrada la colina del Quirinal, donde se alzaba su templo. En su honor se cele­ braban, el 17 de febrero, las fiestas —►Quirinales. F u e n te s : Cic.Leg.1.3; Phil.2A3.l\Q; tep.1.41.64; 2.20; CIL 1.259; D.H.2. 37; 48; 56; 63; 84; Fest. 189 L.; 250 L.; Hor.CW.3.3.15; 4.15; Isid.Ong.9.284; Liu.1.11.2; 13.5; 16.5-8; 20.4; 4.12; 5.40.7; 52.7; Luc.Citt. 1.197; Lucil.5. 19-22 Marx; Macr.Saf.1.9.16; Ou.Fasti 2.475s.; 512; 3.96; 4.910, 6.795s.; Met. 14. 830s.; 15.861; Paul.Fest.14 L.; 43 L.; 49 L.; Plin.Mzf.2.122; 8.9.6; 15.120,16.1.95; Plu./4wi.l4; 28.1-5; 29; Seruyie/z. 1.202; 292; 6.860; SueMwg.22; Tert.


Quiritis Spect.5; Varro Lal.5.56; 74; Verg.Gí. 1.498. B i b l i o g r a f í a : G . D u m é z il, Júpiter, Mars, Quirinus, París 1955.

Quiritis. Epíteto de [~*Curitis\.

—►Juno


R Rayo (fulmen, fulgur). Signo sagrado por excelencia, cuyo manejo estaba reservado exclu­ sivamente a los -»dioses fuiminadores. La ceraunoscopia (técnica de la observación e in­ terpretación de los rayos) co­ rría a cargo de los arúspices, por tratarse de una ciencia de origen etrusco. Eran en total once las clases de rayos a con­ siderar, a lo que había que aña­ dir otra serie de factores, como eran la hora de su caída, los efectos materiales producidos, las intenciones que tuviera el observador, etc. Tras la caída de un rayo se pro­ cedía a purificar el lugar alcan­ zado, que pasaba a ser terreno sagrado: se lo rodeaba con un -♦puteal y en él se alzaba un - ‘bidental. Si una persona re­ sultaba alcanzada por un rayo, debía ser enterrada en el mis­ mo lugar del suceso, quedando prohibido celebrarle funerales. F u e n t e s : Cíc.Di'k.2.82; CIL 5.5660; Fest.190 L.; 247 L.; Liu. 1.20.7; Ou. Fasti 3.285-348; Plin.Ato.2.139;

172

PluJV«m.l5; Sen.iVar.2.32; Seru^len. 1.42.

Redículo (Rediculus). Dios protector del regreso [-♦Rediculo Tutano]. F u e n t e s : F e st.2 8 3

L.; Plin.Naf.10.

122.

Redículo T\itano (Rediculus Tutanus). Dios a cuya acción protectora atribuyeron los ro­ manos el hecho de que Aníbal, cuando llegó cerca de Roma, se retirara sin asaltar la ciudad. Para señalar el lugar en que el general cartaginés dio la vuelta, y en acción de gracias al dios erigieron un templo extramuros, cerca de la Puerta Capena. F u e n t e s : F e s t.3 4 5 s .L .; 3 8 4 s. L.

Redux («La que hace volver»). Epíteto de —►Fortuna. Regia. Edificio religioso, situa­ do en la Sacra Via, en el Foro, al lado del templo de Vesta. Originariamente era allí donde el rey celebraba las ceremonias del culto; con el tiempo pasó a ser el lugar donde se reunían a deliberar los Pontífices y don­ de se guardaba el archivo de éstos.


Regifugio

Estaba dividida en tres estan­ cias consecutivas: una contenía un hogar y era mayor que las otras dos, identificadas con los sacraria o capillas de Marte y de Ops. Es aquí donde la Flamínica Dial sacrificaba, todas las núndinas, un camero a Jú­ piter; la Reina de lo sagrado, todas las calendas, una cerda o una cordera a Juno; y el Rey de lo sagrado, el 9 de enero, cele­ braba el Agonio en honor de Jano. Asimismo era en este al­ tar donde se quemaban los fe­ tos de las vacas preñadas sacri­ ficadas en las —► Fordicides y la cola recién cortada del caballo inmolado en la ceremonia del —►Caballo de Octubre. Igual­ mente, era en sus muros donde se colgaba la cabeza de dicho caballo, en el caso de que los vecinos de la Sacra Via vencie­ ran en la disputa a los de la Subura. El sacrarium de Marte era de­ pósito de los objetos sagrados relativos a la guerra: los escu­ dos y las -►Lanzas de Marte. En vísperas de partir a una campaña, el general entraba en este sagrario y hacía mover di­ chos objetos, al tiempo que de­ cía: «¡Marte, vigila!».

La capilla de Ops era el esce­ nario donde tenían lugar las ce­ remonias secretas en honor a la diosa [—►Preferículo]. Tenía un carácter tan sagrado que su ac­ ceso estaba exclusivamente re­ servado a las Vestales y al Pon­ tífice Máximo. Fest.345 L.; Macr.Soí.l. 16.30; Ou.Fasti 1.318; Plu.flom.29.2; Seru./4e7i.8.3; Sol.1.21; Varro Lat.6. Fu en tes:

12 ; 2 1 .

«The Re­ gia», MAAR 12(1935)67-88; «New soundings in the Regia; the evidence of the early Republic», Les origines de la République romaine, Entretiens sur l’Antiquité classique de la fondation Hardt, 13, Vandoeuvres-Ginebra 1967, pp.47-64. B ib l io g r a f ía : F. B r o w n ,

Regifugio (Regifugium, «Hui­ da del rey»). Fiesta con la que se conmemoraba la caída de Tarquinio el Soberbio y la de­ saparición de la monarquía. Se celebraba el 24 de febrero. En ella, el —Rey de lo sagrado, después de realizar un sacrifi­ cio en el Comido, emprendía una veloz huida ritual. F u en t es :

CIL 1.304; Ou.Fasri 2.125ss.;

685ss. B ib l io g r a f ía : V. B a s a n o f f , Regifu­ gium, la fuite du roi: histoire et mythe, París 1943; J.G. F r a z e r , La rama dorada, México 1979, p.195; A. M a g d e l a in , «Cinq jours épago-

173


Regina ménes á Rome», REL 40(1962)220227.

Regina («Reina»). Epíteto de —►Fortuna y de —►Juno. Religiones mistéricas o de salvación. Frente a la religión oficial del Estado surgieron una serie de cultos de carácter priva­ do y de procedencia oriental. Se suele distinguir entre las que se basan en la resurrección del mundo vegetal y se sitúan, por tanto, en un plano biológi­ co, y las que se fundan en los ciclos de renovación de los as­ tros, que se sitúan en un plano cósmico. Ambos grupos, sin embargo, presentan frecuentes interferencias, ya que respon­ den a una afectividad común. Los misterios no eran descono­ cidos en el mundo clásico: los de Eleusis, el orfismo, los pita­ góricos, el dionisismo, etc. Pe­ ro no se trata, propiamente, de cultos mistéricos. Los principales cultos mistéri­ cos son el de Cibeles y Atis (frigios); Mitra (persa); Isis y Serapis (egipcios); Adonis y Atárgatis (sirios). Presentan una serie de caracte­ rísticas comunes: 174

1) Los fieles han de pasar por una iniciación, cuyas ceremo­ nias, por ser secretas, son poco conocidas; 2) búsqueda de la salvación in­ dividual, no de la colectividad; 3) no eran excluyentes (se po­ día pertenecer a varios de estos cultos a la vez); 4) teman carácter universalista: admitían a gente de todas las clases sociales; 5) en todos ellos, excepto en el de Mitra, hay un dios que mue­ re y, posteriormente, resucita; 6) rico ritual con el que se quiere representar la vida, los sufrimientos, la muerte y la re­ surrección del dios; 7) matrimonio sagrado, en el que los iniciados se unían mís­ ticamente con la divinidad; 8) banquetes sagrados en los que, al parecer, comían al dios; 9) celebración nocturna (paimychis), con procesiones de antor­ chas y en lugares subterráneos. B ib l io g r a f ía : A . Á l v a r e z d e M i ­ r a n d a , Las Religiones mistéricas,

Madrid 1960; F. C u m o n t , Les Religions orientales dans l ’Empire romain, París 1929.

R eparátor («Preparador de la tierra»). Dios agrícola, protec­ tor de los cereales.


Rey de lo sagrado Fuentes:

Fab.Pict. apud Seru.Ge.l.

21 .

Rey del Bosque (Rex nemorensis). Sacerdote del templo que —Diana tenía en el lucus de Nemi (o de Aricia, como es denominado a veces). Solía ser un malhechor o un esclavo fu­ gitivo. Para llegar a dicho car­ go tenía que haberse enfrenta­ do en combate singular a su predecesor y matarlo. Hay tes­ timonios de que esta costumbre subsistió, al menos, hasta la época de los Antoninos. F u e n t e s : Ou. Fasti 3.271; Seru./tfvi.ó.

136; Suet.Ca/.35. A.B. C o o k , «The Golden Bough and the rex Nemorensis», CR 16(1902)365-381; J.G. F r a z e r , La rama dorada, México 1979, passim\ C .B . P a s c a l , «Rex Nemoren­ sis», Numen 23(1976)23-39; S. Rein a c h , Cuites, Mythes et Religions, París 1905-1913, 3,pp.61ss. B ib l io g r a fía :

Rey de lo sagrado (Rex sacrorum). Sacerdote que, al instau­ rarse la República, pasó a de­ sempeñar las funciones religio­ sas que, durante el periodo mo­ nárquico, había ejercido el rey. Era el cargo sacerdotal que go­ zaba de mayor prestigio, aun­ que no era el primero en la je­ rarquía sacerdotal (le precedía

el Pontífice Máximo) y era po­ co apetecible, pues le estaba vedado el desempeño de ma­ gistraturas públicas. Su puesto, así como el de su esposa, la re­ gina sacrorum, era de carácter vitalicio. Sólo podían acceder a él los patricios. Según el testi­ monio de Tertuliano, no podía casarse más que una sola vez. Era, ante todo, el sacerdote de —Jano, al que hacía ofrendas todos los primeros días de cada mes. Presidía los comitia cala­ ta, asamblea en la que, en las nonas de cada mes, anunciaba los días de fiesta. Intervenía, principalmente, en la celebra­ ción de las —Agonales, las —Consuales y el —Regifugio. Había un día, sobre todo en tiempos de guerra, en que tenía que permanecer despierto, con el fin de que no llegara, por magia simpática, a infundir sueño a los soldados que ha­ bían salido al campo de batalla. Para evitar esto, las Vestales acudían a su casa y le dirigían esta fórmula ritual: «¿Vigilas, rey? Vigila». Los años finales de la Repúbli­ ca marcan la decadencia de es­ te cargo sacerdotal. 175


Robigales D.C.44.27; 44.12; D.H.4. 74.4; 5.1.4; Gell.10.15.21; Liu.2.2.1-2; SeniJ4í,n.8.363; 10.228s.; Teit.t/xl.7; Varro Lat. 6.12; Verg Aen.l0.228s.

F u en tes:

Robigales (Robigalia). Fiestas que en honor de —Robigo se celebraban el 25 de abril para pedir la protección contra la royuela de los cereales. Una procesión recoma la Vía Claudia hasta llegar al bosque sagrado del dios, donde el Fla­ men de Quirino, que presidía la procesión, pronunciaba una ple­ garia, pidiendo a Robigo que el añublo que amenazaba los ce­ reales pasase a las armas, llenán­ dolas de herrumbre, y así reina­ ría la paz. A continuación que­ maba incienso en el altar y co­ mo sacrificio ofrecía las entrañas de una oveja y un perro. Con la llegada del Cristianismo, esta fiesta fue sustituida por las leta­ nías mayores de San Marcos, que tienen lugar el mismo día, y en las que también se celebra una procesión y se pide la bendi­ ción divina sobre los campos. F u e n t e s : CIL 1.316s .; O u .Fasti 4. 907-942; Ten.Spect.5.8; Varro apud Plin.Naf.18.248. B ib l io g r a f ía : M .A . M a r c o s C a s ­

«El perro y la Religión Ro­ mana», Durius 5(1977)25-53. quero,

176

Robigo (Robigo y Robigus). Divinidad agraria que produce la royuela y el tizón de los ce­ reales y la herrumbre de los metales. Hay ciertas discrepan­ cias sobre su sexo, pero lo que sí parece cierto es que se trata de una sola divinidad, no de una pareja de dioses. Tenía un lucus a cinco millas de Roma y en su honor se celebraban las —Robigales, el 25 de abril, y el —Augurio del perro. F u e n t e s : CIL 1.316; Fest.45 L.; 267 L.;

385 L.; Gell.5.12.14; Seru.Ge.1.151; Varro Lat.6.16; Rust. 1.1.6.

Roma. Diosa que personifica dicha ciudad. Desde su funda­ ción recibió culto bajo un nom­ bre secreto, en tanto que su nu­ men era representado en —Ops o en —Angerona. Posteriormen­ te, pasarían a rendirle culto las ciudades conquistadas: fue Es­ mima la primera que le levantó un templo en 195 a.C., propa­ gándose el ejemplo amplia­ mente por Asia Menor. Tras la apoteosis de Augusto (14 d.C.), su culto se hizo oficial en todas las provincias del Imperio, aso­ ciada a la persona del empera­ dor. No tuvo un templo en su ciudad hasta el siglo II d.C., en


Rúsor

que Adriano le dedicó uno con­ juntamente con Venus. Se la representa bajo dos as­ pectos: como diosa guerrera, con túnica corta, casco, lanza y escudo; o como matrona, con túnica talar, corona mural en la cabeza, y en las manos la cornu­ copia, o un globo, o una victoria. Su fiesta se celebraba el 21 de abril, aniversario de su funda­ ción, coincidiendo con las —Paliles. D.H.1.72s ; Fest.266s. L.; Liu.43.6; Macr.Saf.3.9.4; Ou.Fasti 4. 807-862; Plu.Zíom.l; Seru./4en. 1.273; 2.227; Sol.l.ls.; Tac^4«;i.4.37; 55s. B i b l i o g r a f í a : C . F a y e r , II culto della dea Roma. Origine e diffusione nell’Impero, Pescara 1976. F u e n te s :

Rosales (Rosalía o Rosaría). Fiesta celebrada el 23 de mayo, en la que, en honor de los muertos, se depositaban rosas en las tumbas [-►Violares]. Acta /4r«.580ss.; Marini; CIL 3.704; 707; 4016; 4871; 10.444; Inscr.Orelli 4084,4418,4456,4514s.; Iuu.7.208; Ou.Fasti 5.194; Pers.1,39; Plin.Ato.21.11; Seru^en.5.760. F u e n te s :

Rúmina. Diosa de la infancia, que enseña a mamar a los ni­ ños (cf. ruma, «mama»). F u e n t e s : Aug.Ciu.4.11.4; 34.2; 7.11;

Varro Rust.2.11.1 5; apud Non. 167.

Ruminalis Jicus Ruminal].

[—Higuera

Rúmino (Ruminus, «Sustenta­ dor»). Epíteto de —Júpiter. Rúncina. Diosa agrícola que presidía la operación de arran­ car las malas hierbas (cf. ruticino, «escardar»). F u e n t e s : Aug.C/«.4.8.4.

Rurina o Rusina. Diosa agra­ ria que tenía a su cargo el cui­ dado de los campos de labor (rura). F u e n t e s : Aug.C¡«.4.8.3.

Rúsor. Dios que preside el ci­ clo periódico de la naturaleza (cf. rusum, «nuevamente»). F u e n t e s : Aug.C¡«.7.23.

177


s Sácelo (sacellum). Pequeño re­ cinto, consagrado a una divini­ dad, de forma cuadrada o cir­ cular, sin techo y con un altar. Gozaba de un rango inferior al del —templo y solía reservarse a divinidades secundarias o caídas en el olvido. Cic^4gr.2.14;/tír.l2.19; Diu. 1.46; Fest.s.K.; Gell.7.12.5; Ou.Fasri 1.275.

F u e n te s :

Sacena (sacena, scená). Hoja de dos filos, empleada en los sacrificios, que tenía en un la­ do la hoja ancha de la —segur y en el otro la lámina afilada de la —dolabra. F u e n t e s : F e st. 318

M.

Sacerdotes. Ministros del cul­ to de los dioses. A diferencia de otras religiones, donde los sacerdotes son aptos para ofi­ ciar cualquier clase de ceremo­ nias, en la romana cada sacer­ dote tenía una especialización concreta. No son muy numero­ sos (alrededor de ciento cin­ cuenta), pues el culto privado era atendido por el cabeza de 178

familia y en el culto público son los magistrados quienes presi­ den y realizan la parte principal de las ceremonias. No se precisa preparación religiosa, ni conoci­ mientos ni cualidades especiales. Por lo general, son compatibles las funciones religiosas y los cargos políticos. Había sacerdo­ tes asignados a una divinidad determinada y otros que servían a todos los dioses. Las distintas clases de sacerdo­ cio son: los —Pontífices, los —Augures, el —Rey de lo sa­ grado, las —Vestales, los —Flámines, los —Feciales, los —Decénviros encargados de las cere­ monias sagradas, los —Herma­ nos Arvales, los —Lupercos, los —Salios, los —Septénviros Epu­ lones, los —Cofrades de Ticio y, en época imperial, los —Cofra­ des y los Séviros Augustales. Los —Arúspices no formaban propiamente un colegio sacer­ dotal. Cic.Líg.2.8.20; Ktt.2.5.45; FeSL.s.u. ordo sacerdotiim; Gell.10.15. 21; Isid.Ong.7.12.17; Ou.Fasri 5.573; SemAen.2.2; Varro Lar.5.83. B i b l i o g r a f í a : C. B a r d t , Die Priester der vier grossen Collegien aus rómische-republikanischer Zeit, Diss. Berlín 1871; J. B le ic k e n , «Oberpcmtifex und Pontifikalkollegium», Kermes 85(1957) 345-366; «Kollisionen zwischen saF u e n te s :


Sacrificios humanos crum und publicum», ¡bid., pp.446480; A. B o u c h É - L e c l e r c q , Manuel des Institutions romaines, París 1884, pp. 500s.; A. K l o s e , Rómische priesterfasten, Diss. Breslau, 1910; Th. M o m m s e n - J. M a r q u a r d t , Manuel des antiquités romaines, trad. franc., París 1890, t.3, pp.l9s.; t.12, pp.264-266 y 268.

Sacra nonalia [—Ceremonias nonales].

salsa, y a la —mactación; los —victimarios mataban al ani­ mal y se le sacaban las entra­ ñas para ser examinadas; en ca­ so de que fueran normales se había alcanzado la —litación y la ceremonia podía seguir su curso; las visceras y algunos trozos de carne se quemaban en el altar y el resto era consu­ mido por los asistentes al sacri­ ficio [—Hostia, Suovetaurilia]. 8.8246s.; Liu.22.10.7; Ou.Aíef.l5.111ss.; 127ss.; Plu.iV¡<m.l5; Sem^4en.3.118. F u en tes: C 7¿

Sacrificio (sacrificium). Acto por el que se hace sagrado un objeto o un ser, ofrendándolo a la divinidad. Podían ser públi­ cos (los ofrecía el Estado en nombre de la ciudad) o priva­ dos (los particulares); expiato­ rios o de acción de gracias; cruentos (se inmolaba un ser vivo) o incruentos (se ofrecían frutos, flores, libaciones de le­ che o vino, etc.). El más frecuente era el sacrifi­ cio de un animal. Éste, ceñida la frente por las cintas sagra­ das, era conducido hasta el —altar por los ministros del templo; se pedía silencio y se tocaba una trompeta para aho­ gar todo posible ruido; se pro­ cedía entonces a la —inmola­ ción, es decir, a esparcir sobre la cabeza de la víctima la mola

B ib lio g r a f ía : G. D u m é z il, «Q uaestiu n cu lae

In d o -Ita lic a e » ,

REL 39

(1961)241-250.

Sacrificios humanos. Aunque los romanos aborrecían esta práctica, hay testimonios histó­ ricos de que, por indicación de los Libros Sibilinos, se recurrió a ella en momentos de grave peligro para la ciudad. Así su­ cedió en el año 226 a.C., en que, para conjurar la amenaza de los galos, enterraron vivas a dos parejas, una de griegos y otra de galos; tras el desastre de Cannas, el 216 a.C., recu­ rrieron por segunda vez a este cuádruple sacrificio, e igual­ mente a finales del siglo II a.C., para purificar la ciudad de 179


Sagmina

la condena de tres vestales. Aparte de estos casos históri­ cos, hay fundadas sospechas de que algunas ceremonias reli­ giosas encerraban vestigios de sacrificios humanos, como la celebración de los —Argeos, en la que arrojaban al Tíber muñecos confeccionados con juncos. También la historia le­ gendaria de los primeros tiem­ pos de Roma parece evocar el recuerdo de víctimas humanas, como el episodio del lago Cur­ do. Como sustitución de estos pri­ mitivos sacrificios humanos se adoptó la fórmula etrusca de los combates de gladiadores. Finalmente, fueron abolidos ofi­ cialmente por un senado consul­ to en el 97 a.C. Liu.22.57.6; Ou.Fasti 5. 625-636; Plin.Naí.28.2.3; Plu.Marc. 3.4. B ib l io g r a f ía : G. D u m é z il , «Le sacrifice humain de 46 avant J.C.», REL 41(1963)87-89. F u en tes:

Sagmina. Hierbas sagradas em­ pleadas por los —Feciales, es­ pecialmente —verbena. F u e n t e s : Fest.321 L.; Vergj4en.12.120 y Seru¿id be.

180

Sagrario (sacrarium). Parte de un templo en la que se guarda­ ban los objetos sagrados nece­ sarios para el culto de la divini­ dad. No era necesario que estu­ viera consagrado ritualmente. F u e n t e s : Liu.7.20; Ou.Met. 10.691; Petr.29; Seru.,4en.l2.199; Ulp.D/g. 1.8.9.2.

Salacia. 1. Diosa del agua sala­ da (cf. salum, «mar») y del fondo marino, asociada al culto de —Neptuno. Según otra eti­ mología, sería la diosa de las cortesanas (cf. salax, «salaz»). 2. Epíteto de —Venus. F u e n t e s : 1. A.R.31; Apul.A/ef.4.31. 6; Aug.C¡tt.4.10.2; 11.2; 7.22; Gell. 13.23.2; Pacuu./r.418 Ribbeck; Paul. Fest.327 L.; Semblen. 1.144; 720; 10.76; Ge.1.31; VairoLat.5.72.

Salios (Salii). Colegio sacerdo­ tal instituido por Numa para la custodia de los —Anciles. En un principio fueron doce, lla­ mados Palatinos, a los que Tulo Hostilio añadió doce más, que recibieron el nombre de Colinos o Agonenses; los pri­ meros estaban consagrados a Marte y los segundos a Quirino. El colegio lo presidía un magister. Había también un praesul, primer danzante, y un


Salud

uates, jefe del coro. El nombre lo toman de lo que es más ca­ racterístico de su ritual: la dan­ za. En efecto, el 1 de marzo, vestidos conforme lo exigía el ritual, sacaban los Anciles y, de estación en estación (mansio­ nes), recorrían la ciudad, dete­ niéndose en los lugares consa­ grados para ejecutar su danza, en la que reproducían los mo­ vimientos del praesul, con un ritmo en tres tiempos (tripu­ dio), y saltaban y golpeaban con un bastón corto los escu­ dos sagrados, a la vez que, si­ guiendo al uates, entonaban su himno. Éste, atribuido a Numa, comprendía invocaciones co­ lectivas e individuales a los dioses y terminaba con una mención a —► Mamurio Veturio. Su lenguaje arcaico y oscuro hace que el texto fuera ininteli­ gible, incluso, para los mismos Salios. Se ha conservado lo que parece ser el comienzo del mismo: «Cantad al padre de los dioses, suplicad al dios de los dioses; cuando tú, Lucetio, truenes, ante tu presencia retumban...» Al caer la tarde, guardaban los Anciles y celebraban un festín, cuya opulencia se hizo prover­

bial. En sus ritos llevaban el si­ guiente vestuario: túnicas bor­ dadas de púrpura, ajustadas por un cinturón militar de bronce, coraza del mismo material, go­ rros redondos terminados en una borla (apex); ceñían espa­ da y en la mano derecha empu­ ñaban una lanza o daga corta, o el bastón con que golpeaban los escudos. Esta ceremonia volvían a repe­ tirla en octubre, con lo que sus ritos tenían el significado de abrir y cerrar la estación gue­ rrera (de marzo a octubre). Catul.17.5; D.H.2.70; 3.32; Liu.1.19.4; 20.4; 27.8-11; Luc.Cim.3. 259-397; Ou.Fasti 3.259ss.; Quint.l. 6.49; 11.18; Sen.£/>.15.4; Seru. A en.S.199', 285; 663s.; Stat.5i/«.5. 2.130; Varro ¿af.6.14; Veigylen.8. 664. B i b l i o g r a f í a : L. B a y a r d , «Le chant des Saliens, essai de restitution», Mél de Science Relig. des Facultes Catholiques de Ulle 2(1945)45-58; R. B l o c h , «Sur les danses armées des Saliens», Armales (ESC) 13(1958)706-715; R. Clr i l l i , Les Prétres-Danseurs de Rome, Paré 1913; G. Hemfl, «The Salían hymn to Janus», TAPhA 31(1900)182 188. F u e n te s :

Salud (Salus). Diosa abstracta de origen sabino. En la epide­ mia que asoló Roma en 180 a.C. aparece como una de las 181


Salutífero

divinidades médicas (junto con Apolo y Esculapio), a quienes había que apaciguar con cere­ monias religiosas. Terna un templo en el Quirinal. Identifi­ cada con la diosa griega Higía, se la representaba como una mujer joven, acompañada de una serpiente. Cic.For¡t.6; Leg.2.28; D.C. 37.24s.; 54.35; Fest.123 L.; 161 L.; Liu. 9.31; 43; 10.1;Ou.Fasfi'3.880ss.; PMs.713ss.; Capt.526; 866ss.; Poen. prol. 128; Ps.709; SueM«g.31; Ter.Ad. 761; Varro¿aí.5.8;51. F u en tes:

Salutífero (Salutifer). Epíteto de -«Hércules. Sarcítor («Cavador»), Dios agrí­ cola protector de los cereales. F u e n te s :

Fab.Pict. apud Seru.Ge.l.

21.

Sarrítor («Escardador»), Dios agrícola que se ocupaba de li­ brar a los sembrados de las ma­ las hierbas y presidía la acción de escardar. F uen tes:

Fab.Pict. apud Seru.Ge.l.

21.

Sátor («Sembrador»). Dios agrí­ cola que presidía la acción de sembrar. F uen tes:

21.

182

Fab.Pict. apud Seru.Ge.l.

Saturnales (Saturnalia). Fies­ tas en honor de —Saturno, ins­ tituidas en el 497 a.C. Hasta Julio César, que añadió dos días a las fiestas, éstas sólo du­ raban un día, el 17 de diciem­ bre; posteriormente, Augusto y Calígula aumentaron un día ca­ da uno y Domiciano dos, pro­ longándose así hasta el 23 de diciembre. Se celebraba un sacrificio en el templo de Saturno y liberaba a la estatua del dios de la cinta de lana que durante el resto del año rodeaba su pedestal para impedirle que abandonara Ro­ ma. En la ciudad reinaba una alegría desenfrenada: se sus­ pendían las sesiones del Sena­ do, se cerraban los tribunales, se daba vacaciones a los esco­ lares, se aplazaba la ejecución de las sentencias de muerte, se concedía la libertad a los pri­ sioneros que, en señal de grati­ tud, depositaban sus cadenas en el templo de Saturno; se in­ vertían las clases sociales y los esclavos, ataviados con las ro­ pas de sus señores, se sentaban a la mesa, donde eran servidos por sus amos, a los que critica­ ban, sin temor al castigo; se rea­ lizaban sorteos de lotería y se le­


Selisternio

vantaba, durante estos días, la prohibición que pesaba sobre los juegos de azar; se celebra­ ban banquetes públicos y se enviaban obsequios y regalos unos a otros; en el anfiteatro tenían lugar combates de gla­ diadores. Catul.14.15; CicAtt.\3.52. ls.; Iust.43.1; Liu.2.21.1s.; 22.1.19s.; Lyd.M ens.3.22; M acr.Saf.1.7.24; 10s.; 12.7; 23.24; Mart.4.19; 46; 56; 5.18; 19; 30; 84; 7.53; 91; 8.41; 10.17; 87; 13; 14; SenA poc.\2\ Stat.5(7».4.9; Suet./ÍKg.75; C al.17. 2; Vesp.19.1. F u en tes:

tuvo cierta importancia en el Norte de África, donde se le identificó con el Baal púnico. Aug.CiK.7.13; D.H.1.34; Ou.Fasti 1.235s.;Seru.Ge.8.357; Verg. Ge.2.538; 6.792; 8.319s.; 357s. B i b l i o g r a f í a : M . L e g l a y , Saturne africain: histoire, París 1966; E. M a n n i, «A proposito del culto di Sa­ turno», Arhen 16(1938)223-238. F u e n te s :

Secéspíta. Cuchillo de hoja muy puntiaguda, empleado en los sacrificios. Su mango era redondo, estaba hecho de mar­ fil y tenía adornos de oro y plata. Fest.348 M .; Seru./4en.4. 262; Suet.7¡¿.25. F u e n te s :

Saturno. Antiguo dios itálico. Tenía un templo en el Foro, que databa del 497 a.C., donde se depositaba el erario, tesoro público, guardado por los cues­ tores. En él se alzaba una ima­ gen del dios, cuyo pedestal es­ taba rodeado por una cinta de lana, para impedirle que aban­ donara la ciudad. Se le consi­ deraba una divinidad protecto­ ra del campo, relacionando su nombre con sata, «cosas sem­ bradas, simientes». Se le iden­ tifica con el griego Crono. Se le asocia la diosa —*Lúa, sin que se sepa la causa de esta asociación. Fuera de Roma, su culto sólo

Segecia o Segesta (Segetia). Diosa agrícola, protectora de los cereales (seges) a partir del momento en que brotan de la tierra. F u e n t e s : Aug.Ci«.4.8.3 y

6; Macr.Saf.

1.16.8; Plin.A'ar.18.8.

Segur (securis). Hacha de una hoja, empleada en los sacrifi­ cios. F u e n t e s : Hor.Ctá.3.23.12;

Ou.7r.4.2.

5.

Selisternio (sellisternium). Ce­ remonia variante de la del —>lectistemio, en la que las imágenes de los dioses a los 183


Semón Sanco

que se les ofrece el banquete se las sienta en sillas (sellaé), en lugar de recostarlas en lechos. F u en tes:

Seru.^en.8.176; Tac^4n«.15.

Sencia (Senda). Diosa del sen­ tido común. Como tal, sugería a las personas opiniones juicio­ sas e ideas sensatas.

44.

F u e n t e s : Aug.Ciu.4.11.4; Tert.Mtf.2.

L.R. T a y l o r , «The sellistemium and the theatrical pom­ pa», CPh 30(1935)122-130.

11.

B ib l io g r a f ía :

Semón Sanco (Semo Sancus). Dios del juramento, equivalen­ te a —Dio Fidio, por lo demás muy mal conocido. Se le atribu­ ye origen sabino. Con el tiempo fue vinculado religiosamente a Júpiter y asimilado a Hércules. F u e n t e s : Aug.C¡'«.18.19; D.H.2.49; Fest.254 L.; 276 L.; Lact./nsr.l.l5.8; Liu.8.20.8; 32.1.10; Lyd.MensA.58; 90; Ou.Fasti 6.213ss.; Prop.4.9.73; Sil.8.420; VarroLat.5.66.

Semones. Dioses agrícolas que se ocupan de la germinación de las semillas. Forman un oscuro grupo de dioses, del que el úni­ co individuo más preciso es Semón Sanco. Eran invocados en el canto de los Arvales. Fu en tes:

Ou.Her.4A9; V al.F lac.5 .

222 .

Semonia. Diosa agrícola pro­ tectora de las semillas {semen). F u e n te s :

184

Macr.Saf. 1.16.8.

Sentino (Sentinus). Dios de la infancia que otorgaba el senti­ do a la criatura recién nacida. F u e n te s : Aug.Cí«.7.2; 3.1;Fest.305L.

Septénviros Epulones (Septemuiri Epulones). Colegio sa­ cerdotal creado en el 196 a.C. para aliviar a los Pontífices de la tarea de organizar los ban­ quetes (epulum) que se ofre­ cían a los dioses, principalmen­ te el que se ofrecía a Júpiter el 13 de noviembre [—Banquete de Júpiter]. Se encargaban de anunciar el día de la celebra­ ción, de preparar las comidas que se iban a ofrecer y de aten­ der a que todo se desarrollara conforme a los ritos. En un principio eran tres miembros, posteriormente siete y con César diez. En sus co­ mienzos eran designados por nombramiento, pero a partir del 104 a.C. lo fueron por elec­ ción popular. Durante la Repú­ blica, sus miembros tenían que


Serta

pertenecer a la plebe, pero du­ rante el Imperio también po­ dían serlo los patricios. La últi­ ma referencia que tenemos so­ bre este Colegio sacerdotal se remonta al siglo IV d.C. Sus distintivos eran la toga pre­ texta y una pátera, con la que hacían libaciones. Cic.i/ar.10; 21; Mur36; Or.3.19; 73; D.C.43.51; Fest.78 M.; GeU.1.12; Inscr.Orelli 2246; 2365; Liu.C¡c.25.2; 27.36; 29.38; 33.42.1; 39.46; Luc. 1.602; Mon.Anc.2AS; Plin. Ep.2.11; SueMug. 100.2; Val.Max.2. 1.2 . F u e n te s :

Septimontio (Septimontium). Fiesta que se celebraba el 11 de diciembre para conmemorar, probablemente, la unión, a principios del siglo VII a.C., de varios poblados latinos. Cada uno de los siete Montes Lati­ nos ofrecía un sacrificio: Pala­ tino, Velia, Fagutal, Cermalo, Celio, Opio y Cispio, a los que también se añade la Subura; quedaban excluidos el Aventino, Capitolio, Quirinal y Viminal. L.; 4 5 8 L.; 4 7 6 L.; Lyd. A íera.4 .1 5 5 ; S eru ./le rc.6 .7 8 3 ; Va­ rro Lea.6.24. B i b l i o g r a f í a : L.A. H o l l a n d , «Septi­ montium or Saeptimontium?», TAPhA 84(1953)16-34; J. P ü u c e t , «Le Septi­ montium et la Succusa chez Festus et

chez Varron, un probléme d’histoire et de topographie romaines», Bulletin de l'lnstitut Belge de Rome 32(1960) 25-73.

Serapis. Dios egipcio, páredro de Isis. Se le atribuía un carác­ ter bondadoso y benevolente y el poder de curar las enferme­ dades. Su culto entró en Italia en el siglo II a.C., y en Roma en tiempos de Sila, pero, al igual que sucedió con otras di­ vinidades de procedencia egip­ cia, pronto fue prohibido por el Senado, medida que tendría que ser constantemente ratifi­ cada por distintos cónsules hasta quedar confinado en el seno de círculos privados. Fue identificado con otros dio­ ses: Osiris, Júpiter, el Sol, y se le dio el epíteto de Pantheus, «Dios total». F u e n t e s : D.C.47.15.4; 53.2.4; 44. 6.6; Macr.Saf.l .20.17. B i b l i o g r a f í a : G. L a f a y e , Histoire du cuite des divinités d ’Alexandrie hors de VEgypte, París 1883; V. T r a n T a m T in h , Se'rapis debout, L e id e n 1983.

F u e n t e s : F est.4 3 9

Serta. Guirnalda de flores con la que se adornaban los tem­ plos, los altares, la entrada de una casa, etc., en oposición a 185


Séviros Augustales

las coronas, con que solían adornarse las personas. F u e n t e s : C íc T

k sc .3 .1 8 ;

PU

s .4 .1 .

5 8 ; V e rg M e n . 1 .4 2 1 .

Séviros Augustales (Seuiri Au­ gustales). Colegio sacerdotal compuesto por seis miembros, escogidos entre la clase de los libertos, que tenían que pagar un fuerte donativo para obtener esta dignidad. Instituido por Augusto, tenía a su cargo las ceremonias religiosas en honor de los —Lares Compítales. F u e n t e s : Inscr.Orelli 3959; Petr.30. 2; 57.6; 65.5. B i b l i o g r a f í a : L.R. T a y l o r , «Au­ gustales, Seviri Augustales and Seviú»,TAPhA 4 5 (1 9 1 7 )2 3 1 -2 5 3 .

Seya (Seia). Diosa agrícola, protectora de las semillas cuan­ do están bajo tierra. F u e n te s :

Aug.Cí«.4.8.3; Macr.Saí.l.

16.8.

Sibilas (Sibyllae). Adivinas en­ cargadas de pronunciar los orá­ culos de Apolo. Varrón nos ha transmitido una lista de diez de ellas: la de Persia, la de Lidia, la de Delfos, la de Cimeria, la de Eritras, la de Samos, la de Cumas, la del Helesponto, la de Frigia y la de Tíbur. La ma186

■■■■I ¡ i i i i i ¡ i Tía

yoría son helénicas. Las que tienen relación con la religión romana son la de Cumas y la de Tíbur. La primera era cono­ cida bajo diversos nombres: Amaltea, Demófíla, Herófila... Acompañó a Eneas en su des­ censo a los Infiernos y es la que vendió los —Libros Sibili­ nos al rey Tarquinio. La de Tí­ bur era venerada como diosa bajo el nombre de —Albúnea. D.H.4.62; G ell.l.19.1-11; Lact./rcsf. 1.6.8 y 10ss.; Ou.Mef.14. 104ss.; 130s.; Paus.10.12.ls.; Petr.48; Plin.Ata. 13.13.27; Seru^en.3.44 ls.; 6.321; Verg./4en.6.10s. B i b l i o g r a f í a : W. H o f f m a n n , Wandel und Herkunft der Sibyllinische Biicher in Rom, Diss. Leipzig 1933. F u e n te s :

Silicernio (silicernium). Ban­ quete fúnebre que se celebraba tras el sacrificio de la —cerda presentánea. La lista de los pla­ tos era la siguiente: huevos, apio, legumbres, habas, lente­ jas, sal y aves de corral. Capel.8.805; Paul.Fest.295 L.; Varro apud Non.s.w. F u e n te s :

Silvano (Siluanus). Dios de los bosques. Se le atribuye tam­ bién la custodia de los mojones que limitan los campos. Es una divinidad benéfica y maligna a la vez: atormentaba a las muje-


Sol Indígete

res que habían dado a luz y de­ bía ser mantenido alejado por —Pilumno, —Intercidona y —Deverra. Con frecuencia se le confunde con —Fauno. Se le identifica con el dios griego Pan. Su culto está asociado al de los Lares domésticos y a Marte. Con éste último com­ parte un sacrificio, ofrecido pa­ ra que los bueyes estén sanos, al que estaba prohibido asistir a las mujeres. ActaAru.543 Marini;Aug. Ciu.6.9.2; C a to ^ r . 83; Cic.Har.37; CIL 6.615; 619; 623; 666; 11.576; 597; 607; 629; 656; Hor.Ep.2.1.143; Epod.2.22; CW.3.29.21; Iuu.6.447; Liu.2.7; Lucil. apud Non.2.32.4; Mart.10.92; Ou.A/ef.l4.639s.; Plu. Publ.9; Prop.4.4.5; Val.Max.1.8.5; Verg^4en.8.597s.; Ecl.2.24s.; Ge. 1. 20; 10.551. F u e n te s :

Símpulo (simpulum ). Cucha­ rón de mango largo que servía, en los sacrificios, para sacar en pequeña cantidad el vino de la crátera destinado a hacer liba­ ciones. ApuMpo/. 18.22; F est.5.«.; Varro Laf.5.124. F u en tes:

Simpuvio (simpuuium ). Vaso que se empleaba en los sacrifi­ cios. Se supone que era una va­ riante del —símpulo.

F u e n te s : F est.s.« .; Iu u .6 .3 4 3 ; P lin .

Nat. 3 5 .4 6 .

Siue deus siue dea; siue mas siue fe mina («seas dios o dio­ sa», «seas macho o hembra»). Fórmulas litúrgicas empleadas al invocar a las divinidades so­ bre cuyo sexo no hay certidum­ bre o para abarcar a todas las posibles divinidades descono­ cidas; esta última intención se puede apreciar al comienzo de la —evocación. La finalidad de dichas fórmulas era expresarse de manera tal que el ser al que se dirigía la súplica no encon­ trara pretexto para no atender­ la, alegando que no se le había dirigido a él. F u e n t e s : S e n ij4 e n .2 .3 5 1 .

Sodales Augustales [—Cofra­ des Augustales], Sodales Titii [—Cofrades de Ticio], Sol Indígete (Sol Indiges). Dios de origen sabino, adorado de modo particular por la gens Aurelia. Tenía un templo en el Quirinal y en su honor se cele­ braba un —agonio el 11 de di­ ciembre. 187


Sol Invicto

Para los antiguos romanos ocu­ paba un puesto secundario en­ tre los dioses, pero su culto fue adquiriendo mayor auge en el Imperio por influencia de las —religiones mistéricas de ca­ rácter cósmico, hasta que llegó a confundirse con el —Sol In­ victo, de origen sirio, que aca­ bó imponiéndose a los demás dioses, asimilados a él por sin­ cretismo.

namente con él por sincretismo («panteísmo solar», según ex­ presión acuñada por la investi­ gación moderna), desembocan­ do en un monoteísmo que pre­ paró la aceptación del Cristia­ nismo.

F u e n t e s : Aug.C¡'«.4.23; CIL 1.324; D.H.2.50; Fest.120 L.; byá.MensA. 155; Paul.Fest.23 L.; Quint./;¡sf.l.7. 12; Varro Lat.52; 68; 74.

sa n tu a íre s y rie n du L u cu s F urrinae á R o ñ e » , MEFR 2 9(1909)238s.; G .

Sol Invicto (Sol Imictus). Cul­ to de origen sirio, introducido en Roma el 274 por el empera­ dor Aureliano, preocupado por implantar el sincretismo reli­ gioso. Tenía un templo en el Campo de Marte, servido por un Cole­ gio de Pontífices propio, al que pertenecían los principales per­ sonajes del Estado. Cada cua­ tro años se celebraban juegos en su honor. Su fiesta se cele­ braba el 25 de diciembre. Esta divinidad fue muy bien aceptada en todos los rincones del Imperio y acabó imponién­ dose a los distintos dioses, que fueron identificándose paulati­ 188

F u e n t e s : V o p v lttr.1 .3 ; 3 9 .2 . B i b l i o g r a f í a : R. D u s s a u d , « T e m ­ p le s e t c u ite s d e la tría d e h é lio p o lita ine de Baalbeck», Synia 23(1942-1943) 33s.;

P. G a u c k l e r , « L e c o u p le h é lio -

p o lita in e t la tría d e so la ire d a n s le

H a ls b e rg h e ,

The citti ofSol ¡nvictus,

L eiden 1972; G . N ic o l e - G . D a r i e r , « L e sa n tu a íre sy rie n du Ja n ic u le » ,

MEFR 2 9 (1 9 0 9 )ls .

Sorano (Soranus). Dios solar adorado en el Monte Soracte. En Capena estaba asociado al culto de —Feronia. Sus sacer­ dotes eran los —Hirpini Sorani. Fue identificado con Apolo y Dis Pater. F u e n t e s : PlinJVaf.7.2.2; 19; Seru. Aen.l 1.785; Sil.5.175s.; Str.5.4.12; Vergj4en.l 1.785.

Sororia («De la hermana», só­ ror). Epíteto de —Juno. Sóspita («Protectora»). Epíteto de —Juno.


Sumano Aug.C¡«.9.3.

Spes [ —Esperanza],

F u en tes:

Spiniensis [—Espiniense],

Sublicius [—Puente Sublicio],

Spondaules. Músico que con la flauta acompañaba los himnos que se cantaban en los sacrifi­ cios mientras tenían lugar las libaciones. F u e n t e s : D io m . 3.472;

Subruncinátor («Escardador»), Dios agrícola, protector de los cereales. F u e n t e s : F a b .P ic t.

apud Seru.Ge.l.

21 .

M a r .V ic t.l.

2478.

Stata Mater [—Estata Madre], Statilinus, Statinus, Statina | —Estatilino, Estatino y Estatina], Sterquilinus [—Esterquilino], Stimula [—Estimula], Stips [-Estipe], Strenia [-Estreñía], Striges, Strigae [-E striges], Súbigo (Subigus). Dios nupcial que actúa para que la novia se someta al marido en la noche de bodas (cf. subigo, «some­ ter»), [—Pétfica, Pertunda, Prema],

Sufimen (suffimen). Producto purificador que se obtenía mez­ clando las cenizas de los fetos de vaca quemados en las —Fordicides, la sangre y las cenizas de la cola del —Caballo de Octu­ bre y, finalmente, las cenizas de tallos de habas vacíos. El producto resultante se guarda­ ba en el templo de Vesta en es­ pera de ser utilizado como fumi­ gación en las fiestas —Paliles. F u e n te s :

Ou Fasti 4.725-731.

Sumano (Summanus, «Noctur­ no»). Dios de los relámpagos nocturnos, de origen sabino. Es prácticamente desconocido («quienquiera que sea este dios», dice Ovidio al hablar de él). Tenía un templo en el Circo Máximo, cuyo aniver­ sario se celebraba el 20 de ju­ nio. Se le identificó con Dis 189


Suovetaurilia

Pater y con Júpiter, del que pa­ só a ser simple epíteto. F u e n te s : Aug.C¡«.4.23.13s.; Cic.Diu.

1.16; CIL 6.574.206; Ou.Fasti 6.729731; Paul.Fest.188 L.; Pl.Bocc/i.895; Cwrc.413; 543; PlinJVar.2.138; Pom ­ p o n een . 1.42; Varro ¿oí.5.74.

Suovetaurilia. Sacrificio de purificación, ofrecido a Marte, en el que se inmolaban tres víctimas: un cerdo, un camero y un toro. Se conducía en pro­ cesión estos tres animales en tomo al objeto de la purifica­ ción y luego se los degollaba. Cuando quien realizaba el sa­ crificio no era el Estado, sino un particular, las víctimas eran lactantes: un lechón, un corde­ ro y un ternero f —Lustración]. F u e n t e s : Cato Agr.141; Liu.1.44; 8. 10; Tacvlnn.6.37; Hist.4.53; Varro

Rust.2.1.10.

Superstición (superstitio). Es bien conocido el carácter su­ persticioso del Pueblo Roma­ no. Escribe, al respecto, Cice­ rón: «La superstición nos ame­ naza, nos estrecha y nos persi­ gue por todos lados: las palabras de un adivino, un presagio, una víctima inmolada, un ave que vuela, el encuentro de un caldeo, un arúspice, un reláfnpago, un 190

trueno, un objeto herido por el rayo, un fenómeno que tenga al­ go de prodigioso, cosas todas que deben ocurrir con frecuen­ cia, nos inquietan y perturban nuestro reposo. Hasta el sueño, en el que deberíamos encontrar olvido de las fatigas y cuidados de la vida, se convierte para nosotros en manantial de nue­ vos terrores». El mismo autor explica su eti­ mología: «A los que estaban todos los días rogando y ofre­ ciendo sacrificios para conse­ guir que sus hijos les sobrevi­ viesen (superstites essent) les llamaron superstitio si». Es frecuente en distintos auto­ res la condena de la supersti­ ción como práctica viciada, da­ do que supone un temor ilógico hacia los dioses. Cíc.Dik.2.149; Nat.2.12; Or.2.184; VerrA.l; Fest.289 M.; Gell. 4.9.ls.

F u e n te s :

Suplicación (supplicatio). Tam­ bién llamada obsecración, obsecratio. Ceremonia colectiva, de­ cretada, en momentos de grave peligro, por los cónsules o el Se­ nado, siguiendo, las más de las veces, una indicación de los Li­ bros Sibilinos. Consistía en una


Suplicación

especie de peregrinación del conjunto de la población a los diferentes santuarios de la ciu­ dad, como llamada masiva a todos los dioses para que apar­ taran las catástrofes que los prodigios siniestros hacían pre­ sagiar. Los hombres, a partir de los doce años, coronados y con una palmera en la mano, acu­ dían a los templos, donde ofre­ cían vino e incienso; las muje­ res, con el pelo suelto, se arro­ dillaban, tendían las manos al cielo, «barrían los altares con sus cabellos».

También era frecuente, sobre todo en las últimas décadas de la República, que las suplica­ ciones fueran decretadas en ac­ ción de gracias a los dioses, principalmente por las victorias obtenidas por el ejército roma­ no. F u e n te s : C ic.Fam .l 1.18; P/ii7.14.5;

8; 11; 14; Liu.3.5.14; 7.7s.; 63.5; 10.23.1; 47.7; 22.1.15; 24.10.3; 25.7. 9; 26.9.7; 23.6; 30.17.3; 21.10; 40.4; 31.8.2; 32.1.14; 36.2; 37.3.6; 47; 40.19.5; 37.3; 45.2; 49.19.5; Macr. Sat. 1.6.14; Suet./«/.24; Tac.Ann. 13.41.

191


T Tácita («La Silenciosa»). Dio­ sa del silencio, cuyo culto fue instituido por Numa. En las —Ferales, una vieja ofrecía a esta diosa un sacrifi­ cio de connotaciones mágicas: sentada en el suelo, en medio de un corro de muchachas, to­ maba con tres dedos tres gra­ nos de incienso y los colocaba en el umbral en el camino que había hecho un ratoncillo; des­ pués ataba un objeto de plomo con hilos encantados y removía en su boca siete habas negras; a continuación asaba al fuego la cabeza de un pescado (ani­ mal mudo por excelencia) al que previamente había pegado la boca con pez y atravesado con un alfiler de bronce; final­ mente vertía sobre él unas go­ tas de vino. Con esta ceremo­ nia se pretendía acallar las murmuraciones. Ovidio la identifica con —Muda. F u e n te s : O u .F a s rí

2.571-582; Plu.

Num. 8.11.

Tauriles (Taurilia) [—Juegos Taurios].

192

Taurobolio (taurobolium). Sa­ crificio de un toro, con cuya sangre se realizaba una cere­ monia de bautismo en los cul­ tos de —Cibeles y —Atis. El tauróbolo (sacerdote que iba a recibir el bautismo) conducía al toro, al que se había adorna­ do con flores y espolvoreado oro sobre su testuz; acompaña­ ban a la víctima dos personajes cuyos nombres debían ser de buen presagio; al son de la mú­ sica de varios instrumentos, marchaba la muchedumbre de adoradores de Cibeles, precedi­ dos por las autoridades del lu­ gar, los funcionarios imperiales y los sacerdotes de las distintas divinidades. Llegados al lugar del sacrificio, el tauróbolo des­ cendía a una especie de pozo cubierto por un enrejado, enci­ ma del cual se sacrificaba al to­ ro, cuya sangre caía sobre el sacerdote, que la recibía procu­ rando empapar con ella todas las partes del cuerpo. Entretan­ to, varios oficiantes dirigían las oraciones de los asistentes y los flautistas tocaban devotas melodías. Retirado el toro, sa­ lía el sacerdote cubierto de san­ gre y era aclamado por todos co­ mo «renacido para la eternidad»,


Tempestad

aunque se consideraba que su efecto duraba veinte años. A continuación se quemaban las entrañas del animal y la carne era consumida en los banque­ tes que celebraban en los días sucesivos. Terminaba la cere­ monia cuando se enterraban los cuernos y los testículos del toro bajo el altar. El taurobolio fue introducido en Roma en el siglo I o II de nuestra era. Una variante del taurobolio era el criobolio, en que se sacrifica­ ba un camero en vez de un toro. 13.1754; Plin.Mjr.28. 10.22; Prud./Vnsr. 10.1011-1050.

F u e n t e s : CIL

Telumón (Tellumo). Dios de la tierra fecunda, pareja masculi­ na de —Telus. Fu en tes:

Aug.Ci«.4.10.5; 7 .2 3 s.

Telus (Tellus). Diosa de la tie­ rra fecunda, por lo que en va­ rias fiestas y ceremonias se la asociaba a —Ceres, diosa de las semillas: —►Ferias sementivas y sacrificios de la —cerda presentánea y de la —cerda propiciatoria. Por su relación con la fecundidad, se la consi­ deraba también diosa nupcial, por lo que la novia, al dejar la

casa paterna o al entrar en la del esposo, le ofrecía un sacrificio. En época remota tuvo una pa­ reja masculina, Telumón. Con la influencia griega sería asimi­ lada a Gea. Era venerada, en especial, por los agricultores, que la invocaban como Terra Mater. Tenía un templo circular en el Esquilino, que databa del 268 a.C. Se la representaba como una matrona sentada en un trono, con un cetro en la mano iz­ quierda y un plato en la dere­ cha, la cabeza cubierta con un velo sujeto mediante una coro­ na de espigas. En su honor se celebraban, el 15 de abril, las fiestas —Fordicides. F u e n te s : Aug.C;«.7.23s.; Cato Agr.

134; Cic.Maf.3.52; Gell.4.6.7; Hor.Saec. 29; Lucr.2.589; 991; 5.259; 795; 821; Ou .Fasti 1.657-704; 4.634; 665; Seru. A e n .\M \\ 4.166; Varro apud Aug. C¡w.4.10; 7.2; 23s.; V erg^len.7.136. B i b l i o g r a f í a : J. B a y e t , «Les Feriae Sementinae et les indigitations dans le cuite de Cérés et Tellus», RHR 137(1950)172-206.

Tempestad (Tempestas). Tam­ bién se la nombra en plural. Diosa que personifica la tem­ pestad. En el 259 a.C. se le eri­ gió un templo, en las cercanías de la Puerta Capena, en agra­ 193


Templo

decimiento por haber salido la flota romana indemne de una violenta tempestad. En él se le sacrificaban ovejas negras. Su aniversario se celebraba el 21 de junio. F u e n t e s : Ou.Fasti 6.193s.; V a g u e n .

5.772.

Templo (tem p lu m ). Edificio re­ ligioso, morada de un dios. Normalmente, no tenía grandes dimensiones. Se alzaba sobre un zócalo en el centro de un patio descubierto. Ante la fa­ chada se encontraba el altar donde se realizaban los sacrifi­ cios cruentos. Un pórtico (p r o ­ n a o s) rodeaba el templo. Era en este pórtico donde permane­ cían los fieles, pues al interior sólo tenían acceso los sacerdo­ tes. Las puertas, pesadas, se encontraban adornadas con re­ lieves alusivos a leyendas mi­ tológicas. Las paredes estaban decoradas con distintos moti­ vos ornamentales. En el inte­ rior había una sola nave, al fondo de la cual, sobre un pe­ destal, se alzaba la imagen del dios, a la que se llegaba me­ diante una pequeña escalera. En el pedestal se guardaban los objetos del culto. Tradicional­ 194

mente, la fachada de los tem­ plos estaba orientada hacia el Este, a fin de que el primer ra­ yo de la mañana iluminase la estatua del dios. También se llamaba templo a la parte imaginaria del cielo que los Augures delimitaban con el —*lituo para observar el vuelo de las aves (de aquí vie­ ne la etimología de c o n te m ­ p la r : «mirar atentamente»). F u e n te s : C ic.Domo 51;

Leg.2.8; Verr.2.4.43; Liu. 1.6.30; Varro Lat.7. 7s. B i b l i o g r a f í a : H. B a r d o n , «La naissance d ’un temple», REL 33(1955) 166-182.

Tensa. Carroza tirada por ani­ males en que se transportaban las imágenes de los dioses cuando se las sacaba en proce­ sión o se las llevaba a los jue­ gos del circo. F u e n t e s : Cic.K?rr.2.7.72; F e st.3 6 4

M.; Liu.5.41; S eru^4en.l.l7; 6.68; Suet.Kes/j.5.

Terciana (Tertiana). Epíteto de —►Fiebre.

Terense (Teretisis) [—Nodoterense].


Término

Terminales (Terminalia). Fies­ ta de los límites, instituida por Numa, que se celebraba en ho­ nor de —►Término el 23 de fe­ brero. La Fiesta se presentaba bajo dos aspectos: celebración pú­ blica y privada. La primera te­ nía lugar en el sexto miliario de la Vía Laurenüna, considerado tradicionalmente como límite primitivo del territorio romano, y consistía en el sacrificio de una oveja o un cordero. En la celebración privada, los pro­ pietarios de los campos colin­ dantes se reunían junto al mo­ jón que marcaba el límite de sus respectivas posesiones y cada uno, por el lado que le co­ rrespondía, lo adornaba con una guirnalda y le ofrecía un pastel sagrado. Se levantaba un altar sobre el que se encendía un fuego y se le hacían diver­ sas ofrendas: un joven arrojaba por tres veces granos de cerea­ les sobre las llamas y una mu­ chacha ofrecía panales de miel cortados por la mitad; otros ha­ cían libaciones de vino. Los asistentes, vestidos de blanco, contemplaban la escena y guar­ daban el silencio ritual. Se sa­ crificaba un cordero o un co­

chinillo y con su sangre se ro­ ciaba el mojón, símbolo de Término. Los vecinos celebra­ ban un festín y entonaban can­ tos de alabanza al dios, pidién­ dole que siguiera conservando inalterables los límites de los campos. F u e n t e s : D.H.2.74.2s.; G ell.10.2.2;

Hor.Epocf.2.59; Ou.Fasti 2.639-684; Plu. Num. 16; Varro Lat .6. 14. B i b l i o g r a f í a : A. M a g d e l a i n , «Cinq jours épagoménes á Rome», REL 40 (1962)224-227.

Término (Terminas). Dios agra­ rio de origen sabino, protector de las lindes de los campos. Se le representaba por medio de una cabeza colocada sobre una piedra piramidal o una estaca clavada en el suelo, símbolos todos éstos de los mojones que dividen las fincas. Según la leyenda, cuando Tarquinio Prisco quiso elevar un templo a la Tríada Capitolina, fue necesario derribar los san­ tuarios de las primitivas divini­ dades del lugar, pero Término se negó a ceder su sitio, lo que fue interpretado como indicio de la estabilidad de Roma [-•Juventas]. Se incluyó, pues, su santuario en el templo de Jú­ piter, con una abertura en el te­ 195


Terra Mater

cho, ya que no era religiosa­ mente lícito que Término estu­ viera bajo techado [—Dio Fidio]. En su honor se celebraban, el 23 de febrero, las fiestas —Ter­ minales. F u e n t e s : CIL 1.310; D.H.2.74; 3.69; F est.l62L .;L iu.l.35.3s.;55.2;5.54.7; O u .Fasti 2.578; 639-684; Paul.Fest. 305 L.; Plin.Ata.3.53; Plu.jVí<m.l6; SenM efl.9.446; 488; Vano ¿af.5.21; 74.

Terminus. I segni di confine nella religione romana, Roma 1974. B ib lio g ra fía : G. P ic c a lu g a ,

Terra Mater («Madre tierra»). Epíteto de —Telus. Tiberinales (Tiberinalia). Fies­ tas que, en honor de —Tiberino, teman lugar el 17 de agosto. Con posterioridad se confundió esta celebración con las —Portunales. F u e n te s :

CIL 1.399; Varro Lat.6.

19.

Tiberino (Tiberinus). Dios del Tíber. Suele representársele con largas barbas, con la cornucopia en una mano y la loba y los ge­ melos a su lado. Tenía un san­ tuario en la isla Tiberina y en su honor se celebraban las fies­ tas —Tiberinales. 196

F u e n te s : CIL 1.336; 6.1872; Fest.210 L.; 238; Hor.Saí.2.3.36; Inscr.Orelli 1054; 4946; Liu.4.12; Ou.Fasti 6.325; Verg./4ert.8.31s. B i b l i o g r a f í a : J. l e G a l l , Recherches sur le cuite du Tibre, París

1953.

Ticiales, Ticios (Titiales, Titii) [ —Cofrades de Ticio]. Tifatina («De Tifata», locali­ dad del norte de Capua). Epíte­ to de —Diana. Tigillum Sororium («el made­ ro de la hermana»). Ceremonia celebrada junto al monumento del mismo nombre con la que se recordaba la purificación de Ho­ racio, que había matado a su hermana. La purificación consis­ tió en hacerle pasar, con la cabe­ za cubierta, bajo una viga colo­ cada de través en la calle, lo que constituía una muerte simulada con la que expiaba su crimen. Esta ceremonia, encomendada a la g en s Horada, se repetía anualmente el 1 de octubre. CIL 1.330; D.H.3.22.7-9; Fest.297 L.; 380 L.; Liu. 1.26.

F u e n te s :

Tonante (Tonans). Epíteto de —Júpiter.


Triforme

Tranquilidad (Tranquilinas). Diosa que personifica la bo­ nanza del mar, relacionada con — Neptuno y con los vientos. Posteriormente, esta idea de la calma del mar se extendió a la vi­ da publica, pasando a ser consi­ derada una de las divinidades que garantizaban la paz en el Imperio Romano. Se la representa bajo la forma de una mujer, con un delfín y un cetro a i la mano, o bien una espiga y un timón. F u e n te s : App.flC 5.98; Aug.C¡«.4.24; Caes.CiH.3.15.3; Cicj4c.2.100; Att.6.S. 4; Liu.26.11.3.

Tríadas divinas. Coalición de tres dioses, que se forma para se­ llar la unión de los distintos pue­ blos que van constituyendo Ro­ ma y que, de paso, dan fuerza a unos dioses antes aislados. Tres son las tríadas a considerar en la religión romana: la precapitolina, la Capitalina y la Aventina. 1. Tríada precapitolina. Cons­ tituida por Júpiter, Marte y Quirino, es decir, el dios del cielo, el de la guerra y el de la agricultura, lo que coincide con el sistema de organización político-social de los pueblos in­ doeuropeos: el rey sacerdote, los soldados y los campesinos

y ganaderos. Esta tríada latinosabina se corresponde con la escandinava formada por Odín, Porr y Freyr y la védica de Mi­ tra-Varuna, Indra y Nasatya. 2. Tríada Capitolina. Formada por Júpiter Óptimo Máximo, Ju­ no y Minerva. Es latino-etrusca. Instituida en tiempos de los Tarquinios (finales del siglo VI a.C.), que levantaron un templo en el Capitolio dedicado a estos tres dioses. 3. Tríada Aventina. Formada por Ceres, Líber y Libera, divi­ nidades de la fecundidad, que se corresponde con la tríada eleusina de Deméter, Dioniso y Core-Perséfone. Fue instituida en los primeros tiempos de la República, por indicación de los Libros Sibilinos, para conjurar un periodo de hambre y escasez; en el 493 a.C. se levantó en el Aventino un templo a estos dio­ ses, que, destruido por un incen­ dio en el 31 a.C., fue reconstrui­ do por Augusto y Tiberio. F u e n te s : 2. Cic.Domo 144s.; D.H.4. 59.1; 61.3s.; L iu.l.55s.; 2.8.68; Varro Lat.5.158. 3. D.H.6.17.2-4;94.3;Tac. Aim. 2.49.1.

Triforme (Triformis). Epíteto de —Libera. 197


Tripudio

Tripudio (tripudium). Esta pa­ labra tiene dos acepciones: 1) se llamaba así la danza que ejecutaban los —Salios cuando salían en procesión y los —►Hermanos Arvales en sus ce­ remonias; 2) señal de buen au­ gurio, consistente en que, al dar de comer a los —pollos sa­ grados, éstos dejasen caer del pico algo de comida al suelo. F u e n t e s : C íc .D ih .2.34.

Triunfal (Triunphalis). Epíteto de —Hércules. Tbbilustrio (Tubilustrium). Fies­ ta de la purificación de las trom­ petas sagradas de guerra, que te­ nía lugar los días 23 de marzo (último día de las —Quincuatros), en que se celebraba un sa­ crificio a Nerio, diosa de la gue­ rra, y el 23 de mayo, en honor de Vulcano, dios de los artesa­ nos que las fabricaban. F u e n t e s : C íc .D íh . 1.30; CIL

9.3609, 10.5693S.; 6101; Fest.482 L.; Lyd. Aíero.4.60; O u . Fasti 3.849s.; 5.725s.; Pl. Truc. 5 15; Varro Lat.5.117.

Turíbulo (turibulum, thuribulurri). Incensario en donde se quemaba el incienso. A menu­ do se le suspendía de una cade­ na para balancearlo y esparcir 198

así el olor en los templos, co­ mo todavía se hace en las igle­ sias católicas. F u e n te s :

Liu.29.14;

V e ra n e n .11.

481.

Tutano (Tutanus). Dios protec­ tor (tutor) de los hombres en las necesidades [—Tutilina y Redículo Tutano], F u e n te s : Vano apud Non. 47.

Tütela. Diosa de la protección en general. Es la personifica­ ción de la tutela que los distin­ tos dioses ejercían sobre los barcos, las casas, las personas, las ciudades, etc. En las monedas aparece repre­ sentada llevando la cornucopia. F u e n te s : H ier./s. 16.57.7; O u .T r.l.

10.1; Petr.105; 108; S en .£ p .7 6 ; Sil. 14.410.

Tutilina. Diosa que protegía a los hombres en las necesidades y los peligros [—Tutano]. En su aspecto agrícola se ocupaba de la conservación de los gra­ nos, una vez recogidos y alma­ cenados en los silos [—Conso]. F u e n t e s : App.BC 5.98; Aug.C¡«. 4.8.3; Macr.Sar.1.16.8; Tert.Specf.8; Varro Lar.5.163; apud N on.47.


u Ultor («Vengador»), Epíteto de -♦Marte. Unxia. Diosa nupcial que pre­ sidía la unción de aceite que se hacía a la novia y la de perfu­ me que se hacía al umbral de la casa en señal de buen agüero (cf. utixi, de ungo, «ungir»). F u e n te s :

Capel.2.149;

SenM en.4.

457s.

199


V

Valonia (Vallonia). Diosa de los valles, protectora de los cultivos que hay en ellos. F u entes:

Vacuna. Diosa del descanso (cf. uaco, «estar desocupado») de carácter rural, adorada entre los sabinos, cuya naturaleza era desconocida incluso para los mismos romanos, por tratarse de una divinidad muy antigua. Se la identifica, en ocasiones, con Minerva, Diana y Victoria. Ovidio parece sugerir que ha­ bía cierta relación entre Vacuna y Vesta, pero nada se sabe al respecto. F u e n t e s : Hot.Epod.1.10.49 y Porph/jd

toe.; Ou.Fasti 4.307; Plin.Mir.2.95.209; 3.12.109. B i b l i o g r a f í a : G. D u m é z il, «Vacu­ na», Mélanges Geo Widengren, Leiden 1972, pp. 307-311.

Aug.Cí«.4.8.3.

Vaticano o Vagitano (Vaticanus, Vagitanus). Dios de la in­ fancia, que abría la boca del re­ cién nacido para que emitiera sus primeros vagidos. F u e n t e s : Aug.Cí«.4.8.2; 11.3; 21.4; G ell.16.17.

Venilia. 1. Diosa poco conoci­ da. En Ovidio aparece como una ninfa, esposa de Jano y madre de —Canente, y en Vir­ gilio como esposa de Dauno y madre de Tumo. En Roma la encontramos relacionada con Neptuno. 2. Diosa de la esperanza. F u e n t e » : 1. Ou.Met. 14.334; Seru. Aen.6.90; 10.76; 12.29; Varro Lat.5. 72. 2 . Aug.C¡w.4.11.4; Tert.Mjf.2. 11.

Valencia (Valentía). Diosa que interviene cuando el niño ya tiene uso de razón. Su cometi­ do, que comparte con —1-Polend a , consistía en dar fuerzas al niño para que continuara las obras que hubiera comenzado (cf. ualentia, «robustez»). F u e n t e s : L iu .3 9 .7 .8 .

200

Venus. Divinidad latina que, en un principio, parece haber sido protectora de los huertos. En el siglo II a.C. fue asimila­ da a la diosa griega Afrodita, que ya había entrado en Italia conservando su nombre: Apru, en Etruria (de ahí aprilis, «abril», mes que se le consa­


Venus

gró), Frutis, en Ardea. A partir de esta asimilación Venus fue considerada diosa del amor y la belleza. Según Vitrubio, era norma entre los etruscos cons­ truir templos de esta diosa en las afueras de la ciudad para mantener alejadas de las jóve­ nes y de las madres de familia las pasiones que ella inspira. No obstante, esta regla no siempre fue observada en Ro­ ma. En el último siglo de la República pasó a desarrollar una nueva personalidad: la de la diosa de la suerte (Venus Victrix, venerada en especial por Pompeyo). César y sus in­ mediatos sucesores explotaron en su provecho la leyenda troyana y, en tanto que descendientes de Eneas, la veneraron como diosa familiar, con el epíteto de Genetrvc, Madre. Antes del siglo III a.C., sólo se conoce en Roma el culto a Ve­ nus Calva, a la que en el reina­ do de Anco se le erigió una es­ tatua a fin de que, por su me­ diación, la reina y otras damas recuperasen el pelo que habían perdido en una epidemia. Otros veían en este culto una alusión al gesto de las mujeres roma­ nas, que, durante el asedio de

los galos, habían sacrificado sus cabellos para hacer con ellos cuerdas y cables para las máquinas de guerra. En el 295 a.C. se le construyó un templo, bajo la advocación de Venus Obsecuente, con el dinero procedente de las mul­ tas impuestas a varias mujeres condenadas por sus licenciosas costumbres. El aniversario de este templo se celebraba el 19 de agosto, coincidiendo con la fies­ ta de las —Vinales de verano. En el 217 a.C., por indicación de los Libros Sibilinos, se construyó en el Capitolio un templo a Venus Ericina, pero despojándola del carácter eróti­ co con que se la veneraba en el monte Erice, en Sicilia. Su ani­ versario se celebraba el 23 de abril, fecha de las Vinales de primavera. Años después, en el 181 a.C., se le erigió un segun­ do templo, cuyo aniversario también era el 23 de abril, fuera éste de los límites de la ciudad, tras la Puerta Colina, ya que el culto de esta Venus estaba más cercano al de la siciliana. Era, por tanto, especialmente venera­ da por las prostitutas. En el 55 a.C. Pompeyo le dedi­ có un templo bajo la advoca201


Ver sacrum

ción de Venus Victrix, Vence­ dora. César le construyó otro como Venus Genetrix en el Fo­ ro, de mármol y oro. Finalmen­ te, Adriano erigió en la Velia un templo a Venus y Roma. Era invocada con diversos epí­ tetos, además de los ya men­ cionados: Libitina (relacionada con los funerales), Vertícordia («la que cambia los corazo­ nes»), Cloacina, Física, Ecues­ tre o Salacia, entre otros. F u e n t e s : App.BC 2.102; Fest.265 L.; Flor.£pir.63; Liu.10.31.9; 22.1.19; 9.7; 10.10; 30.38.10; 40.34.4; Lucr.l. 1 s.; hyá.MensA .45; Macr.5of.1.12.12s.; O u. Fasti 4.61ss.; 133ss.; PlitijVaf. 19. 50; Plu.Nwm.19; Seruyl en. 1.720; Sol. 2.14; Str.5.3.5; Varro ¿aí.6.20; 33; Vitr. 1.7.1. B i b l i o g r a f í a : M. L e je u n e , «Vénus romaine et Vénus csque», Hommages áJ. Bayet, Bruxelas 1964, pp.393-400; R. S c m l l i n g , La religión romaine de

Vénus depuis les origines jusqu’au temps d ’Auguste, París 1954; « L a Vénus romaine», REL 20(1942)4446.

de hierba sagrada recogidas dentro del recinto de Roma que llevaban los —‘Feciales; tenían que ser arrancadas con sus raíces y la tierra pegada a ellas, sím­ bolo del suelo patrio, que no abandonaban los Feciales ni aunque entrasen en territorio ex­ tranjero. Am.5.3; Cic. Verr.2.4.50; Fest.321 L.; Hor.Od.l. 19.14; 4.2.78; Isid.O ng. 17.9.55; Liu.l.24.5s.; 30.43. 9; Ou.Fasti 1.381; Met.7.242-4; Plin. W3i.15.119; 25.9.59; Seru^e«.8.128; 12.120; Ecl. 8.65; Suet.Ca/.27.2; Verg. F u e n te s :

Aen.12.120.

Verbenario (uerbenarius). Era el que estaba encargado de la —►verbena entre los —►Feciales. F u e n t e s : £>(g.l.8.8.1; Liu.1.24; Plin.

Nat.22.5; Varro apud Non.528.18.

Vérmino (Vermituis). Dios que protege al ganado contra los gusanos intestinales (uermis). Tenía un altar en el Viminal. Liu.41.21.5; Plin.Ato.28. 180; 30.144.

F u e n te s :

Ver sacrum [—*Primavera sa­ grada]. Verbena. Ramos de hojas de laurel, olivo y mirto, con los que se coronaban los sacerdo­ tes en los sacrificios. También recibían este nombre las matas 202

Verticordia («La que cambia los corazones»). Epíteto de —*Venus. Vertumnales (Vertumnalia). Fies­ tas que, en honor de —► Vertumno,


Vesta

tenían lugar el 13 de agosto. Se ignota todo lo concerniente a esta fiesta, excepto que se cele­ braba un sacrificio en el Aventino. F u e n t e s : Paul.Fest.379 L.; Varro Lat. 6.21;7.45.

cuando Rómulo y Remo fueron arrojados al Tíber, Vertumno desvió el curso del río para de­ positarlos en lugar seguro. En su honor se celebraban las —►Vertumnales, el 13 de agos­ to. F u e n t e s : Hoi.Epod. 1.20.1; Sat.2.1.

Vertumno ( Vertumnus, Vortumnus). Dios que presidía el cambio de las cosas y el tránsi­ to de las estaciones de la natu­ raleza. Por esto mismo fue considerado dios del comercio, como símbolo del trueque o cambio. Es también protector de los huertos, de los que se le ofrecían las primicias de los frutos. Se le imaginaba bajo apariencias diversas, sin tener fisonomía propia. Ovidio nos narra las diversas metamorfosis a que debió recurrir para obte­ ner el amor de Pomona. Sobre su origen hay discrepan­ cias. Para unos, era sabino; pa­ ra otros, romano; según la ma­ yoría de las fuentes, era un dios etrusco que había sido «evix-a do» de Bolsena en el 264 a.C. [—►Evocación]: su imagen más antigua, una estatua que se alri buía a —►Mamurio, se alzaba en el barrio de los Etruscos. Según una antigua tradición.

14; Ou .Fasti 6.403; 409s.; M etlA . 623-771; Prop.4.2.10s.; Seru./4en.8. 90; Tib.4.2.13; VarroLat.5.46.

Verváctor («Arador de prima­ vera»). Dios agrario, protector de los cereales. F u e n t e s : F a b .P ic t. apud Seru.G e.l. 21.

Vesta. Diosa del fuego del ho­ gar, que se corresponde con la Hestia griega. Su culto era atendido por el Pontífice Máxi­ mo [—►Pontífices] y las —►Ves­ tales. Tenía un templo circular en el Foro. En él ardía el fuego sa­ grado, símbolo de la grandeza y eternidad de Roma. Las sa­ cerdotisas cuidaban de que no se apagara. Si esto sucedía, se volvía a encender frotando tro­ zos de madera procedentes de un árbol «feliz» (fértil). Sólo una vez al año se extinguía vo­ luntariamente, el último día de febrero, para ser renovado so­ 203


Vestales

lemnemente el l de marzo (úl­ timo y primer día del año, res­ pectivamente, en el calendario antiguo). En este templo no po­ día haber agua, ya que ésta es enemiga del fuego. La que ne­ cesitaban para las labores ruti­ narias debían ir a buscarla dia­ riamente a la fuente de las Ca­ menas, utilizando una vasija especial [—>Futile\. Sólo tenían acceso al templo las Vestales y el Pontífice Má­ ximo, y éste no podía pasar de la penus, donde se guardaban los misteriosos objetos que ga­ rantizaban la seguridad de Ro­ ma. Éstos, según Servio, eran siete, de los que se conocen tres: el Paladio, el velo de Iliona, hija de Príamo, y el cetro de éste. También se hallaba la imagen de un falo, éste en el atrio [—►Fáscino]. Del 7 al 14 de junio (el día 9 se celebraba su fiesta, las —►Vestales, Vestalia) se abría el templo y podían entrar en él las mujeres, descal­ zas. El día 15 se procedía a ba­ rrerlo solemnemente y la basu­ ra se depositaba fuera de la ciudad, en un lugar en la mitad de la cuesta del Capitolio o, se­ gún Ovidio, se arrojaba al Tíber [-»Días negros, Días fastos 204

y nefastos]. El templo, destrui­ do y reconstruido en diversas ocasiones, subsistió en buen estado hasta el siglo XVI. En la actualidad se conservan algu­ nos restos. Aug.C¡'«.7.16; Cato Agr. 143 .2; Cic.Caf.4.9.18; Ata.2.27.67; D.H.2. 65; Fest.106 M.; 158 L.; Hor.CW.l. 2.27; Lact/nsr.1.21; 25s.; Liu.5.52.6s.; Macr. Sor. 1.12; On.Fasti 6.249-468; Plin. Nat.28.39; ?hi.Num.9; Rom.22.1; Seru. A e n l . m \ 8.190; 9.257; T ac^« n .l5 . 41; Vergj4en.2.169s. B i b l i o g r a f í a : G. D u m é z il, «Vesta Extrema», REL 39(1961)250-257; V. S m i a l e k , «De prisci Vestae cultus reliquiis», Eos 8(1926)39-50. F u en tes:

Vestales. Sacerdotisas de —►Ves­ ta. Eran seis, presididas por la Vestal Máxima. Cuando queda­ ba una vacante, el Pontífice Má­ ximo [-♦ Pontífices] elegía vein­ te candidatas, entre seis y diez años, procedentes de familias distinguidas y cuyos padres es­ tuvieran vivos, y de ellas se nombraba una por sorteo. El Pontífice Máximo la recibía con estas palabras: «A ti, ama­ da, te tomo y, de acuerdo con las sabias prescripciones lega­ les, te constituyo sacerdotisa de Vesta, para que, en provecho del Pueblo Romano, ejerzas las sagradas funciones que compe­


Vestales

ten al sacerdocio de Vesta». No todas las familias recibían con agrado la elección de una de sus hijas, pero no se reque­ ría su aceptación. Sólo podían negarse aquellos que ya tuvie­ ran una hija vestal o cuyo ca­ beza de familia fuera sacerdote de alguno de los colegios si­ guientes: Pontífices, Flámines, Augures, Decénviros, Septénviros Epulones y Salios, así como los que tocaban la flauta en los sacrificios. También se excep­ tuaba a los que no viviesen en Italia o tuvieran tres hijos. Se las consagraba sacerdotisas para un periodo de treinta años, durante los cuales debían man­ tenerse vírgenes; transcurridos éstos, podían abandonar el sa­ cerdocio y casarse. Si alguna fal­ taba al voto de castidad era ente­ rrada viva en un sótano, bajo el Campus Sceleratus («campo del crimen»), con unos pocos ali­ mentos; su cómplice moría ajus­ ticiado. Su principal función era man­ tener vivo el fuego del templo de Vesta. En caso de que se apagara, la culpable era dura­ mente castigada por el Pontífi­ ce Máximo. También se ocupa­ ban de la preparación de la

—mola salsa y del —sufimen. El agua necesaria para los me­ nesteres del templo tenían que ir a buscarla a la fuente de las Ca­ menas. Participaban, asimismo, en los cultos de Ops Consiva, Bona Dea y Caca, así como en la ceremonia de los Argeos. Vestían de blanco e iban ador­ nadas con cintas sagradas. Eran muy respetadas y gozaban de varios privilegios: no estaban sometidas a la tutela de la fa­ milia; podían hacer testamento y administrar libremente su ha­ cienda, así como prestar testi­ monio en los juicios; cuando salían a la calle, las precedía un lictor y eran conducidas en ca­ rruaje a las ceremonias públi­ cas, cediéndoles el paso inclu­ so los magistrados; en los es­ pectáculos públicos tenían re­ servada una tribuna cerca del palco de honor y su veredicto sobre la vida o la muerte del gladiador vencido era decisivo. Cíe.Leg.2.8.20-, 0^1.150, Rep.2.21-, D.H.1.76.3-79.3; 2.65-69;

Fu entes:

3.67.2s.; 8.89.3-5; 9.40; Gell.1.12.9; 14; 7.7.2; Hdn.1.11.4; 14.4s.; 4.6.4; 5.6.2; Liu. 1.3.11; 20; 2.42; 4.44; 8. 15.8; 22.57.2s.; Ou .Fasti 4.639; Plin. EpAA 1.4-9; Plin.Atof.7.19.2; Plu.Com 20; Num.9s:, Publ.8', Rom3\ Prop.4.11 51ss.; Prud.5ym.2.1065-1075; 1086 1112; Sal.Gtf.15.1; [Sen.]Otí22; Scsu

205


Vestales /I t'n.8.190, Suet.Dom.8; luí. 83; Ñero 28; Tac^nn.1.8; 2.34.4; 86; 4.16.4; 11. 32.2; Val.Max.l. 1.6s.; 10; 8.1.5. B i b l i o g r a f í a : E. d e l B a s s o , «Virgines Vestales», Atti Acad. Napoli 85(1974)161-249; G . G i a n n e l u , II sacerdozio delle Vestali romane, Flo­ rencia 1933; H.I. R o s e , «De uirginibus Vestalibus», Mn 54(1926)440448; Th. W o r s f o l d , The History o f the Vestal Virgins o f Rome, Londres 1932.

Vestales ( Vestalia). Fiestas en honor de -»Vesta, que tenían lugar los días 28 de abril y 9 de junio. Eran especialmente cele­ bradas por los molineros y pa­ naderos, ya que éstos, a través del homo en que se cocía el pan, tenían una estrecha rela­ ción con el fuego, símbolo de la diosa. Se hacía participar de estas fiestas a los asnos, animal consagrado a Vesta y empleado para hacer girar la rueda del molino, a los que se adornaba con guirnaldas y collares de panecillos, así como a las mis­ mas piedras del molino, a las que se dejaba descansar ese día y se las coronaba de flores. Las matronas asistían a la fies­ ta con los pies descalzos, para estar directamente en contacto con la Tierra, con la que, a ve­ ces, se identifica a Vesta. 206

F u e n t e s : Ou.Fasti 2 .3 9 5 ; 4 .9 4 9 -9 5 4 ; 6.249ss.; 311-318; 346-348; 470; Seru.

Ecl.8.82-,V arro Laí.6.17.

Veyovis ( Veiouis, Vediouis, Ve­ di us). Dios infernal, de origen sabino. Tenía un templo en el Capitolio y otro en la isla Tiberina. Su culto era atendido por la getis Julia. El 21 de mayo se celebraba en su honor un —>agonio, para conjurar las epide­ mias. Se le identifica con Júpi­ ter y con Apolo y, a partir del 291 a.C., aparece asociado a Esculapio. Sus atributos son un haz de fle­ chas o de rayos y una cabra. CIL 1.807; Ou.Fasti 3. 2 9 0 -2 9 4 ; 4 2 9 -4 4 8 ; P a u l.F e st.5 1 9 L.; F u e n t e s : C ic.A to .3 .6 2 ; 1 4 .2387; G e ll.5 .1 2 .8 s .;

P lin.A to. 1 6 .4 0 .7 9 ; V a rro L a f .5.74. B ib l io g r a f ía : E . G je r s t a d , «V eiovis. A p re in d o e u ro p e a n G o d in R o ­ m e?»,

Opuse.Romana 9 (1 9 7 3 )3 5 -4 2 .

Vica Pota. Diosa de la Victoria y de la Conquista, identificada posteriormente con la diosa —►Victoria. Tenía un templo al pie de la Velia. Algunos la in­ terpretan como si fuera Vita Potua, diosa de la Comida y de la Bebida. Am.3.25; C\c.Leg.7.W28\ Liu.2.7.12; Plu.P«W. 10.6; S&aApoc. 9.

F u entes:


Vinales

Victa. Diosa de la alimentación (cf. uictus, «alimento») [—Educa]. F u en tes:

Am.3.25.

Víctima [—Hostia]. Victimarios (uictimarii). Mi­ nistros que se ocupaban de pre­ parar todo lo necesario para los sacrificios, como encender el fuego, disponer los instrumen­ tos necesarios, etc., así como de sujetar a la víctima para que el —popa pudiera descargar el golpe. F u entes:

Liu.40.29; Val.Max.1.1.

13.

le erigió un altar, ante el que ofrecían incienso y vino los se­ nadores cuando tomaban pose­ sión de su cargo. Su aniversa­ rio se celebraba el 28 de agos­ to. La retirada de este altar, ya avanzado el Cristianismo (año 382), daría lugar a una famosa polémica entre Símaco y San Ambrosio. Recibía especial veneración por parte de los emperadores y de los soldados veteranos. Se la representaba dotada de alas, como bajando del cielo, coronada de laurel, con una palma y una rama de olivo en las manos. CIL 13.6760; D.C.51.22; D.H. 1.32.5; Liu.25.9.6; Plu./tom.24; Suetvl«g.35; 100.2; Varro la r .5.62.

F uentes:

Víctor. Epíteto de —Hércules y de —Júpiter. Victoria. Diosa abstracta. Se le atribuía el papel de coronar al general en la ceremonia del triunfo. Se la asociaba a Júpiter y a Marte. En el 294 a.C. se le construyó un templo en el Pa­ latino y posteriormente, en 195, Catón el Censor le dedicó otro cerca del anterior. Llegó a ser muy popular en el Imperio y su imagen se alzaba en nu­ merosos sitios públicos. En la sala de sesiones del Senado se

Victrix («Vencedora»). Epíteto de —Fortuna y de —Venus. Viduo ( Viduus). Dios que en el momento de la muerte separa el alma del cuerpo. F uentes:

Tert.A/ar.2.15.

Vinales (Vinalia). Fiestas dedi­ cadas a Júpiter para atraer su bendición sobre las viñas. Se celebraban en dos días distin­ tos, el 23 de abril (primeras Vi­ 207


Violares

nales, Vinalia priora) y el 19 de agosto (Vinales rústicas, Vinalia rustica). Las primeras se remontan a la guerra entre Eneas y Tumo: és­ te se había ganado la alianza del etrusco Mecencio ofrecién­ dole la mitad del mosto de la próxima cosecha. Eneas hizo el mismo ofrecimiento a Júpiter y obtuvo la victoria sobre sus enemigos. Ese día se hacían li­ baciones a Júpiter con el vino de la cosecha anterior, con lo que querían indicar que ya se había acabado el vino y confia­ ban en él para que la próxima vendimia fuera abundante. Las Vinales de agosto tenían como finalidad pedir a Júpiter, señor de las tempestades, que protegiera las vides de las tor­ mentas. F u e n te s : CIL 1.316; D.H.1.65; Fest.65 M.; 265 M.; Macr.Sar.1.4.6; 3.5.10; Origo Rom. 15; Ou.Fasti 4. 863-900; Paul.Fest.264 M.; Plin. Nat. 18.287; Varro Lea.6.16 y 20; Rust. 1.1.6; Verg.Ge.2.419. B i b l i o g r a f í a : G. D u m É z il, «Quaestiunculae Indo-Italicae. Júpiter et les Vinalia», REL 39(1961)261-274.

Violares (Violaría). Fiesta ce­ lebrada el 22 de marzo en la que, en homenaje a los difun­ 208

tos, se depositaban violetas en las tumbas [—<‘Rosales].

Virbio (Virbius). Antigua divi­ nidad itálica, que los poetas identifican con el héroe griego Hipólito. Éste, después de ha­ ber sido muerto por sus caba­ llos, había sido resucitado por Esculapio y ocultado por Diana en su bosque de Aricia, metamorfoseado en un anciano y cambiado el nombre, para que no lo reconocieran. Esta leyen­ da explicaría el porqué no se permitía a los caballos entrar en este bosque. Se da además, casualmente, un juego de pala­ bras, que viene a reforzar esta versión, según el cual el nom­ bre de Virbio derivaría de uirbis, que significaría «hombre por dos veces», lo que se quie­ re ver como una alusión a su resurrección. F u e n t e s : CIL 5.5648; Ou. Fasti 3. 266s.; 269; 6.747; Mef.15.497-546; Seruvlen.5.95; Stat.SiTtt.3.1.55; Verg. AenJ.760; 765s.; 778s.

Virgúlense (Virginensis). Dio­ sa nupcial que, en la noche de bodas, presenciaba la unión se­ xual de los recién casados. F u e n te s :

Aug.Ciu.4.11.5; 6.9.3.


Volumna

Virgo («Virgen»). Epíteto de -►Fortuna. Mrilis («Varonil»). Epíteto de —►Fortuna.

F u e n te s :

Voleta. Diosa de la voluntad (cf. uolo, «querer»). F u e n te s :

Viriplaca. Diosa que reconci­ lia a los esposos desavenidos. F u e n te s :

Val.Max.2.1.6.

Virtud (Virtus) [—Honor y Virtud].

Iuu.4.9; Isid.Oig.19.30.4; Ou.Fasti 3.30; Ponto 3.2.75; Prop.4. 9.27; Seru./4en.2.133; Tac.ffisf.4.53; Verg^en.2.221; 3.64; 7.418; 10.538; Ecl.8.64; Ge.3.487. F u e n te s :

Vítula. Diosa que preside las muestras de alegría y regocijo que siguen a una victoria en la guerra. F u e n te s :

Macr.Saf.3.2.11-16.

Vitumno ( Vitumnus). Dios de la infancia que da la vida (uita) al recién nacido.

Am.4.7s.

Voltumales (Volturmlia). Fies­ ta que, en honor de —Voltumo, tenía lugar el 27 de agosto. De ella sólo se sabe que se celebra­ ba un sacrificio oficiado por el Flamen Voltumal. F u e n te s :

Mtta. Cinta con que se ceñían las sienes los sacerdotes y las Vestales. También se adornaba con ellas las víctimas que iban a ser sacrificadas, los altares, los templos, las casas, etc. [—ínfula].

Aug.Ciw.7.2; 3.1; Fest.305

L.

Paul.Fest.379L.

Volturno ( Volturnus). Antiguo dios, al que las leyendas hacían padre de —Jutuma. Se le con­ sideraba una divinidad fluvial y se le relacionaba con el Tíber (su nombre sería una alusión a los remolinos de este río). A su culto estaba asignado el Fla­ men Voltumal [—Flámines]. Su fiesta, las —Voltumales, se celebraba el 27 de agosto. F u e n t e s : Am.3.29; CIL 1.215; 217; 225-240; Paul.Fest.379 L.; Varro Lat. 6.21; 7.45; Verg^en.7.31.

Volumna y Volumno ( Volumñus). Pareja de dioses de la in­ fancia que inspiraban al niño buenos deseos (cf. uolo, «de­ sear»). 209


Volupia F u e n te s :

Aug.Cí«.4.21.4; Teñ.Nat.

2.11.

Volupia. Diosa de la voluptuo­ sidad (uoluptas). En su altar se encontraba la estatua de —Angerona [—Cloacina, Libumo, Lubentina]. F u e n te s :

Aug.Ci«.4.8.2; 11.4;

M ac r.

Saf.1.10.8.

Volutina. Diosa agrícola que se encargaba de formar la cás­ cara que recubre el grano de los cereales (cf. uolutus, de uoluo, «dar vueltas»). F u e n te s :

Aug.CiK.4.8.4; Macr.Sa/.l.

16.8.

Voto (uotum). Promesa solem­ ne que se hace a los dioses para obtener de éstos un beneficio. Solía hacerse en momentos de peligro o necesidad y consistía normalmente en una ofrenda, en la celebración de un sacrifi­ cio, en la construcción de un altar, en la fundación de un templo, etc. En periodos de grandes calamidades se llegaba incluso a ofrecer la realización de una —primavera sagrada. Una vez que se obtenía de los dioses aquello que se les había pedido, el votante quedaba obligado a cumplir su promesa, 210

obligación que se transmitía a su heredero, si a él le hubiera sido imposible cumplirla. Variaciones del voto son la —>deuotio y la —evocación. El uso de esta práctica fue in­ crementándose con el paso del tiempo. CIL 1.1175; 6.402; Fest.s.w nuncupata pecunia-, Liu.21.21.9; 29. 36.8; 30.30; Macr.Saf.3.2.6; Semblen. 4.699; Val.Max.2.5.1. F u e n te s :

Vulcanales (Volcanalia). Fies­ tas que, en honor de —Vulcano, tenían lugar el 23 de agos­ to. Su finalidad era la de propi­ ciar al dios para que, en los días calurosos de verano, libra­ ra las cosechas del peligro de incendios. En su altar del Vulcanal, su Flamen sacrificaba pececillos vivos del Tíber, bien para aplacar las almas de los muertos, bien en sustitución de víctimas humanas (pues de am­ bas maneras pueden interpre­ tarse las palabras de Festo y de Varrón: pro animis humanis). También se ofrecían en distin­ tos lugares de Roma sacrificios a otras divinidades: a Quirino, a Ops, a las Ninfas y, quizá, a Jutuma, con el objeto, pro­ bablemente, de atraer su pro­ tección contra los estragos que


Vulcano

el fuego puede ocasionar en las cosechas y graneros. A conti­ nuación, se celebraban unos juegos públicos en el Circo Flaminio. En este día se colga­ ban los vestidos al sol, rito cu­ yo sentido se nos escapa. CIL 1.240; 6.2295; 32482; Fest.345 L.; Ou.Fasti 2.577ss.; Plu. Num. 15; Varro Lat.6.20. B i b l i o g r a f í a : G. D u m é z i l , «Pro animis humanis», REL 36(1948)121130, J. T u r p i n , «Fétes», REL 53 (1975)51-57. F u e n te s :

Vulcano (Vulcanus). Dios del fuego. Su culto, al que estaba asignado un Flamen, remonta a Rómulo o a Tito Tacio. Su tem­ plo estaba fuera de las murallas de Roma, según la regla etrusca de que no se debe alojar en­ tre las casas de la ciudad al dios que puede incendiarlas. Hay una segunda intención, que se confirma por el hecho de que los templos de Marte se encuentran también extramu­ ros: volver el fuego contra los enemigos y agresores. Entre el Comido y el Foro tenía reser­ vado un pequeño espacio: el Vulcanal.

Se presenta bajo diversos as­ pectos: protector de los efectos incendiarios de los rayos o del calor del sol; dios del calor fe­ cundante que permite germinar a las semillas; dios del fuego del hogar, asociado, por tanto, a —►Vesta, con la que aparece emparejado en el lectistemio del año 217 a.C.; es una de las divinidades a las que se consa­ gra, para su destrucción, las ar­ mas tomadas al enemigo. A partir de la influencia griega se le identifica con Hefesto y se le considera patrón de los herre­ ros: los poetas le aplican el epí­ teto de Múlciber, «El que ablanda el hierro». El 23 de agosto se celebraban en su honor las fiestas —► Vulcanales. F u e n t e s : Fest.370.29 L.; Gell.4.5.14; Liu.1.37.5; 22.10.9; 30.6.9; 41. 12.6; Macr.Saí.1.12.18; Ou.Fasti 6. 637; Paul.Fest.38 L.; Plin.Mjr. 16.236; 36. 204; Plu./?om.24.5; Sen.Phaed. 189; Seru^en.1.42; 8.561s.; Varro Lat.5.74; 83s.; 6.20; Vergyferc.7.679; 8.190s.; Vitr.1.7.1. B i b l i o g r a f í a : M. G u a r d u c c i , «Volcanus-Vulcanus», Scritti in onore di B. Nogara, Ciudad del Vaticano 1937, pp. 183-203; J. R o s e , «The cult of Vulcanusat Rome», JRS 23(1933)46-63.



CALENDARIO DE FIESTAS RELIGIOSAS

Calendas: consagradas a Juno. Idus: consagradas a JĂşpiter.

MARZO 1. Matronales. 5. Navio de Isis. 14. Equirres y Mamurales. 15. Fiesta de Ana Perena. 15-27. Fiesta de Atis. 16-17. Argeos (1). 17. Agonio de Marte y Liberales. 19. Armilustrio. 19-23. Quincuatros. 22. Violares. 23. Tubilustrio.

ENERO

9. Agonio de Jano. 11 y 15. Carmentales.

FEBRERO

2. Amburbio. 13. Faunales. 13-21. Parentales. 15. Lupercales. 17. Quirinales. 21. Ferales. 22. Caristes. 23. Terminales. 24. Regifugio. 27. Equirres.

ABRIL 4. Megalenses. 12-19. Ceriales. 15. Fordicides. 21. Paliles. 23. Vinales. 25. Robigales. 28. Vestales. 28 (al 3 mayo). Florales.

MAYO (del 28 abril al) 3. Florales. 9,11 y 13. Lemures. 14. Argeos (2). 213


17,19 y 20 o 27,29 y 30. Fiesta de Dea Dia. 21. Agonio de Veyovis. 23. Tubilustrio y Rosales. 29. Ambarvales.

21. 23. 25. 27.

Consuales. Vulcanales. Opiconsives. Voltumales.

SEPTIEMBRE JUNIO 4-19. Juegos Romanos. I. Camares. 9. Vestales. II. Matrales. 13-15. Quincuatros menores. 25-26. Juegos Taurios (cada cinco años).

JULIO 5. Poplifuges. 5-12. Juegos Apolinares. 7. Nonas Caprotinas. 19 y 21. Lucares. 23. Neptunales. 25. Furrinales.

OCTUBRE I. Fiesta de Fides. 4. Ayuno de Ceres (cada cinco años). II. Meditrinales. 13. Fontinales. 15. Juegos Capitalinos y Caba­ llo de Octubre. 18. Juvenales (a partir de Nerón). 19. Armilustrio. 26 (al 3 de noviembre). Hallaz­ go de Osiris.

NOVIEMBRE AGOSTO 13. Vertumnales. 17. Portunales; Tiberinales. 19. Vinales. 214

(del 26 de octubre al) 3. Ha­ llazgo de Osiris. 4-17. Juegos Plebeyos. 13. Banquete de Júpiter.


DICIEMBRE 5. Faunales. 11. Agonio de Sol Indígete y Septimontio. 15. Consuales. 17-23. Saturnales. 19. Opales. 21. Angeronales. 23. Larentales.

FIESTAS MÓVILES Aniversario de Ceres (después del 2 de agosto). Fiesta de Bona Dea (primeros días de diciembre). Compítales (poco después de las Saturnales). Ferias Latinas. Ferias sementivas (últimos días de enero). Fomacales (primera mitad de febrero). Paganales (a finales de enero).

DIOSES ABSTRACTOS Clemencia Concordia Esperanza Eternidad Fecundidad Felicidad Fides Fiebre Fortuna Honor y Virtud Justicia Ju ven tas Libertad Mala Fortuna Mente Mors Paz Piedad Providencia Pudicicia Salud Tempestad Tranquilidad Victoria

DIOSES AGRARIOS Adolenda Altor 215


Buen Suceso Cama Ceres Coinquenda Comolenda Cónditor Conso Convéctor Dea Dia Deferunda Espiniense Esterquilino Fauna Fauno Flora Frutesea Hostilina Impórcitor ínsitor Jugatino Lactans Lactumo Maya Meditrina Mesia Mésor Nemestrino Nodoterense Nodoto Obarátor Ocátor Ops Osipágina y Osipago Panda Patela y Patelana

216

Picumno y Pilumno Poda Pomona Prómitor Prosérpina Reparátor Robigo Rúncina Rurina Sarcítor Sarrítor Sátor Saturno Segecia Semones Semonia Seya Subruncinátor Telumón Telus Término Tutilina Verváctor Volutina

DIOSES DE LA INFANCIA Abeona Adeona Alemona Antevorta


Camena Candelífera Carmenta Cama Consivio Cuba Cunina Décima Deverra Diéspiter Domiduca Educa Estatilino, Estatino y Estatina Fabulino Farino Fata Scribunda Génita Mana Intercidona Iterduca Levana Locucio Lucina Nona Numeria Núndina Osipágina y Osipago Pavencia Peta Picumno y Pilumno Polencia Posvorta Potina Prestana Rúmina Sentino

Valencia Vaticano Vitumno Volumna y Volumno

DIOSES NUPCIALES Aferenda Ceres Cinxia Domicio Domiduca Domiduco Juno Jugaüno Mantuma Pérfica Pertunda Prema Súbigo Unxia Virginiense

MANIFESTACIONES LITÚRGICAS Adoración 217


Aspersión Consagración Dedicación Deuotio Evocación Exauguración Expiación Inauguración Lustración Piáculo Precatio Procuración Sacrificio Suplicación Voto

OBJETOS DEL CULTO Acerra Anciles Anclabris Apex Bula Capis

218

Catino Cávea Clunáculo Commentaculum Culullus Dolabra Februa Fóculo Futile ínfula Labro Lanzas de Marte Lituo Máleo Oscilla Patela Pátera Pilas Preferículo Sacena Secéspita Segur Serta Símpulo Simpuvio Tensa Turíbulo Vitta


INDEX FONTIUM Acta Aru. Amm. AP App.

Acta collegii fratrum Arualium Ammianus Marcelinus (Amiano Marcelino)

Anthologia Palatina Appianus (Apiano) BC

A.R. Apul.

Bella Ciuilia

Apollonius Rhodius (Apolonio de Rodas) L. Apuleius (Lucio Apuleyo) A pol. Flor. Met. Mundo Plat. Socr.

ApologĂ­a siue de magia Florida Metamorphoseon De Mundo De Platone De deo Socratis

Am.

Arnobius (Amobio)

Aug.

Aurelius Augustinus (S. AgustĂ­n) Ciu.

De ciuitate Dei


Hept. lu í

Quaestiones in Heptateuchum Contra lulianum

[Aur.Vict.] Aur.Vict.

Aus.

Sex. Aurelius Víctor Afer (Aurelio Víctor) Vir.

Decimus Magnus Ausonius (Ausonio) Ep. Par.

Caes.

Epistulae Parentalia

C. lulius Caesar (Julio César) Ciu. Gall.

Cali.

De uiris illustribus urbis Romae

De bello ciuili De bello Gallico

Callimachus (Calimaco)

Calp.Sic.

Calpurnius Siculus (Calpumio Sículo)

Capel.

Minneius Félix Martianus Capelia (Marciano Capela)

Capit.

lulius Capitolinus (Julio Capitolino) Gord.

Cato

M. Porcius Cato (Catón el Censor) Agr.

Catul. 220

Gordiani tres

De agricultura

C. Valerius Catullus (Catulo)


Cens.

Ccnsorinus (Censorino)

Char.

Flauius Sosipater Charisius (Carisio)

M. Tullius Cicero (CicerĂłn) Ac. Agr. Amer. Arch. Att. Balbo Brut. Cael. Cat. Clu. Dei. Diu. Domo Ep.Brut. Fam. Fato Fin. Flac. Font. Har. Leg. Marc. Mil. Mur. Nat. Off. Or. Par. Phil, Pis. Platic. Quinct. Quint.

Academicorum libri De lege agraria Pro Sex. Roscio Amerino oratio Pro A. Licinio Archia poeta oratio Epistulae ad Atticum Pro L. Balbo oratio Brutus, de Claris oratoribus Pro M. Caelio oratio In L. Catilinam orationes Pro A. Cluentio Habito oratio Pro rege Deiotaro oratio De diuinatione libri II De domo sua ad pontĂ­fices oratio Epistulae ad Brutum Epistulae ad familiares De fato De finibus bonorum et malorum Pro L. Valerio Flacco oratio Pro M. Fonteio oratio De haruspicum responsis oratio De legibus libri III Pro M. Marcello oratio Pro T. Annio Milone oratio Pro L. Murena oratio De natura deorum libri III De officiis libri III Orator ad M. Brutum Paradoxa Stoicorum In M. Antonium orationes Philippicae, libri XIV In L. Pisonem oratio Pro Cn. Piando oratio Pro P. Quinctio oratio Epistulae ad Quintum fratrem

221


Oratio post reditum ad Quirites (cum populo gratiasegit) Pro C. Rabirio Postumo oratio De república, libri VI Pro M. Aemilio Sccuiro oratio Cato Maior, de senectute Pro P. Sestio oratio Timaeus Pro M. Tullio oratio Tusculatiae disputationes libri V In P. Vatinium testem itüerrogatio In Verrem actiones

Quir. Rab.Post. Rep. Scaur. Senect. Sest. Tim. Tull. Tuse. Vat. Verr. Cic.Q.

Q. Tullius Cicero (Quinto Cicerón) Pet.

CIL

De petitione consulatus

Corpus Inscriptionum Latinarum

Claud.

Claudius Claudianus (Claudiano) Carm. 16-17. 21-24. Pros.

Cod.Iust. Cod.Theod Col.

Codex Iustinianus Codex Theodosianus

L. Iunius Moderatus Columella (Columela) Rust.

222

Carmina Patieg. Manlii Theodori De consulatu Stilichonis De raptu Proserpinae, 32-36

De re rustica


¿Comif.?

Q. Cornificius (Quinto Comificio)

Rhetorica cid Herennium Curt. [Cypr.]

Q. Curtius Rufus (Curdo Rufo) Cyprianus (Cipriano) Spect.

De spectaculis

Dig.

Digesta lustiniani

D.S.

Diodorus Siculus (Diodoro Sículo)

Diom.

Diomedes (Diomedes)

D.C.

Dio Cassius (Dión Casio)

D.H.

Dionysius Halicarnassensis (Dionisio de Halicamaso)

Don.

Aelius Donatus (Donato)

Enn.

Q. Ennius (Ennio) A nti

Eum.

Eumenius (Eumenio) Idolo.

Eus.

Annalium libri

Quod idola dei non sint

Eusebius Caesariensis (Eusebio) VC

De uita Constantini 223


Eutrop.

Eutropius (Eutropio)

Fab.Pict.

Seruius Fabius Pictor (Fabio Píctor)

Fest.

Sex. Pompeius Festus (Festo)

Firm.

lulius Firmicus Matemus (Fírmico Materno) Err.

Flor.

Florus (Floro) Epit.

Frontín.

Gr.Naz.

Strategemata

Gaius (Gayo) Inst.

Gell.

Epitome de Tito Liuio bellorum omnium annorum

Sex. lulius Frontinus (Frontino) Strat.

Gai.

De errore profanarum religionum

lristitutiones

A. Gellius (Aulo Gelio) Gregorius Nazianzenus (Gregorio Nacianceno)

Hm.

Herodianus (Herodiano)

Hier.

Sophronius Eusebius Hieronymus (S. Jerónimo) Ep. louin. ls.

224

Epistulae Aduersus louinianum Commentarius in Isaiam prophetam


Hor.

Q. Horatius Flaccus (Horacio)

Ep. Epod. Od. Poet. Saec. Sat.

Hyg.

Hyginus (Higmo) Asir. Fab. Itiscr.

Isid.

AstronĂłmica Fabulae Iriscriptiories (ed. Orelli)

Isidoras (S. Isidoro) Orig.

I.

Epistulae Epodon liber Odarum seu carminum libri De arte poĂŠtica Carmen Saeculare Saturae

Originum libri seu Etymologiae

Iosephus (Josefo) AI

hist.Iust.

Antiquitates ludaicae Institutiones Iustiniani

Iust.

M. Iunianus Iustinus (Justino)

Iuu.

D. Iunius luuenalis (Juvenal)

Lact.

Caecilius Firmianus Lactantius (Lactancio) Epit. Inst. Mort.

Epitome diuinarum institutionum Diuinarum institutionum libri septem De mortibus persecutorum 225


Lampr.

Aelius Lampridius (Elio Lampridio)

Alex. Comm. Lex Tab. Liu.

Lex duodecim tabularum

T. Liuius Patauinus (Tito Livio)

Liu.Per. Luc.

Ab urbe condita librorum periochae

M. Annaeus Lucanus (Lucano) Ciu.

Luc.

Alexander Seuerus Commodus Antotiinus

De bello ciuili uel Pharsalia

Lucianus (Luciano) Asin. D.Deor. Syr.D.

Asinus Dialogi deorum De Syria Dea

Lucil.

C. Lucilius (Lucilio)

Lucr.

T. Lucretius Carus (Lucrecio)

Lyd.

Lydus, lohannes Larentius (Lido) Mens.

Macr.

Aurelius Ambrosius Macrobius Theodosius (Macrobio) Sat. Somn

226

De mensibus

Saturnaliorum libri Commentarii in Ciceronis somnium Scipionis


Mar.Vict.

C. Marius Victorinus (Mario Victorino)

Marcian.

Aelius Marcianus (Elio Marciano); fragmentos en Dig.

Mart.

M. Valerius Martialis (Marcial)

Min.Fel.

M. Minucius Félix (Minucio Félix)

MortAric.

Res gestae Divi Augusti uel Monumentum Ancyranum

Myth.

Mythographi

Naeu.

Cn. Naeuius (Nevio)

Nep.

Cornelius Nepos (Comelio Nepote) Att. Con.

Non. Obseq. Orig.

Atticus Conon

Nonius Marcellus (Nonio Marcelo) lulius Obsequens (Julio Obsecuente) Orígenes (Orígenes) Cels.

Origo Rom.

Contra Celsum Origo gentis Romanorum

227


Ou.

P. Ouidius Naso (Ovidio) Am. Ars Fasti Her. Ib. Met. Ponto Rem. Tr.

Amores Ars amatoria Fasti Heroides Ibis Metamorphoseon Ex Ponto epistulae Remedia amoris Tristia

Pacuu.

M. Pacuuius (Pacuvio)

Pallad.

Rutilius Taurus Aemilianus Palladius (Paladio) Agr.

Paul.Fest.

De agricultura

Paulus ex Festo o Paulus Grammaticus o Paulus Diaconus (Paulo Diรกcono)

Paus.

Pausanias

Pers.

A. Persius Flaccus (Persio)

Petr.

T. Petronius Arbiter (Petronio)

Philarg. Pl.

Iunius Philargyrius (Junio Filargirio)

T. Maccius Plautus (Plauto) Amph. /4s. Aul. Bacch.

228

A mphitruรณ Asinaria Aulularia Bacchides


Capt. Cas. Cist. Cure. Men. Mere. M il Most. Persa Poen. Ps. Rud. St. Trin. Truc. Plin.

C. Plinius Secundus Iunior (Plinio el Joven) Ep. Pan.

Plin.

Epistulae Panegyricus Traiano imperalori dictus

C. Plinius Secundus Maior (Plinio el Viejo) Nat.

Plu.

Captiui Casina Cistellaria Curculio Menaechmi Mercator Miles gloriosus Mostellaria Persa Poenulus Pseudolus Rudens Sticfuis Trinummus Truculentus

Naturalis Historia

Plutarchus (Plutarco) Vitae Parallelae: Ant. Brut. CG Caes. Cam. Cat.Min. CĂ­e. Cor. Crass. TG Mar.

Antonius Brutus Caius Graccluis Caesar Camillus Cato Mitior Cicero Coriolanus Crassus Tiberius Gracchus Marius 229


Marc. Num. Pomp. Publ. Rom. Sull. Plb.

Marcellus Numa Pompeius Publicรณla Romulus Sulla

Polybius (Polibio)

Pompon.

Pomponius (Pomponio)

Pompon.Sex.

Porph.

Sextus Pomponius (Sexto Pomponio)

Pomponius Porphyrio (Porfiriรณn) Epod.

Porph.

Horatii FUicci Epodon libri

Porphyrius Tyrius (Porfirio) Abst. Atitr.

De abstinentia De antro nympharum

Priap.

Priapea

Prisc.

Priscianus (Prisciano)

[Prob.]

Probus (Probo) Verg.

Procop.

Procopius Caesariensis (Procopio) Gotk

230

In Vergilium commentarius

De bello Gothico


Prop.

Sextus Propertius (Propercio)

Prud.

M. Aurelius Clemens Prudentius (Prudencio) Apotk Ham. Perist. Sym.

Quint.

M. Fabius Quintiiianus (Quintiliano) Decl. Inst.

Rutil.Nam. Salí.

Declamationes De institutione oratoria

Claudius Rutiiius Namatianus (Rutilio Namaciano)

C. Sallustius Crispus (Salustio) Cat. Iug.

Scaur.Ter. Sen.

Apotheosis líber Hamartigenia Perístephanon líber Contra Symmachum

De coniuratione Catilinae De bello Iugurthino Q. Terentius Scaurus (Terencio Escauro)

L. Annaeus Seneca (Séneca) Apoc. Ben. Dial. 2. 3-5. 6. 7. 9. Ep. Nat. Ag-

Apocolocyntosis De beneficiis Dialogi: De constantia sapientis De ira Consolatio ad Marciam De uita beata ad Gallionem De tranquillitate animi ad Serenum Epistulae ad Lucilium Naturales quaestiones Tragoediae: Agamemnon 231


Herc. f Med. Phaed. Thy. [Sen.] Sen.

Oct.

Octauia

M. Annaeus Seneca (Séneca el Viejo) Cont.

Seru.

Hercules furens Medea Phaedra Thyestes

Controuersiae

Seruius Honoratus (Servio) Commentarius in Vergilium: Aen Ecl. Ge.

Sidon.

AdAeneidem Ad Eclogas Ad Geórgica

C. Sollius Sidonius Apollinaris (Sidonio Apolinar) Carm.

Carmina XXIV

Sil.

C. Silius Italicus (Silio Itálico)

Sol.

C. lulius Solinus (Solino)

Stat.

P. Papinius Statius (Estacio) Silu. Theb.

Str.

232

Siluae Thebais

Strabo (Estrabón)


Suet.

C. Suetonius Tranquillus (Suetonio) Gramm.

De grammaticis et rhetoricis Vitae Caesarum:

Aug. Cal. Claud. Dom. Galba lu í Ñero Otho Tib. Vesp. Vit. Symm.A.

Q. Aurelius Symmachus (Aurelio Símaco) Ep.

Tac.

Armales Germania Historiae

P. Terentius Afer (Terencio) Ad. And. Phor.

Tert.

Epistulae

C. Cornelius Tacitus (Tácito) Ann. Germ. Hist.

Ter.

Augustas Caligula Claudius Domitianus Galba lulius Caesar Ñero Otho Tiberius Vespasianus Vitelius

Adelphoe Andria Phormio

Q. Septimius Florens Tertullianus (Tertuliano) Anima ApoL Bapt.

De anima Apologeticum De baptismo


De exhortatione castitatis De corona De idolatría De ieiunio Aduersus Marcionem De monogamia Ad nationes De pallio De praesciptione haereticorum De spectaculis Ad uxorem

Cast. Cor. Idol. Ieiun. Mure. Mon. Nat. Pall. Praescr. Spect. Ux. Theoc. Tib.

Theocritus (Teócrito) Albius Tibullus (Tibulo)

Treb.

Trebcllius Pollio (Trebelio Polión) Gall.

Tz.

Iohannes Tzetzes Ad Lyc. H.

Ulp.

Gallieni dúo

Ad Lycophronem Historiarum uariarum Chiliades

Domitius Ulpianus (Ulpiano) Dig.

uid.Dig.

Val.Flac.

C. Valerius Klaccus (Valerio Flaco)

Val.Max.

M. Valerius Maximus (Valerio Máximo)

234


Varro

M. Terentius Varro Reatinus (Varrón) Laí. Metí. Rust.

De lingua latina Menippearum fragmenta Res rusticae

Vell.

C. Velleius Paterculus (Veleyo Patérculo)

Verg.

P. Vergilius Maro (Virgilio) Aen Cir. Ecl. Ge.

[Verg.J

Catal, Mor.

Aeneis Ciris Eclogae o Bucólica Geórgica Catalepton Moretum

Vitr.

M. Vitruuius Pollio (Vitrubio)

Vop.

Flauius Vopiscus (Flavio Vopisco) Aur.

Zos.

Aurelianus

Zosimus (Zósimo)

235



REVISTAS AJA

A merican Journal o f A rchaeology

AA R

Papers and Monographs o f the American Academy in Rome

ARW

Archiv fü r Religionswissenschaft

Athen

Athenaeum. Studi periodici di Letteratura e Storia dell’Antiquitá

CetM

Classica et Mediaevalia. Revue Danoise de Philologie d ’Histoire

CPh

Classical Philology

CQ

Classical Quarterly

CR

Classical Review

Emérita HThR IF

Harvard Theological Review Indogermanische Forschungen


JHS

Journal ofHellenic Studies

JRS

Journal o f Román Studies

Kl

Klio. Beitráge zu alten Geschichte

Lat

Latomus. Revue des études latines

LEC

Les Études Classiques

LH Lettres d ’Humanité, Bulletin de l ’A ssociation Guillaume Budé MAAR

Memoirs oftlie American Academy in Rome

MEFR

Mélanges d ’archéologie et d ’histoire de l ’École Frangaise de Rome

Mn

Mnemosyne. Tijdshrift voor classische Litteratuur

Ph

Philologus. Zeitschriftfür Klassische Philologie

PP

La Parola del Passato

RA

Revue arcfie'ologique

RBPhH REA

238

Revue belge de Philologie et d ’Histoire Revue des études anciennes


REL

Revue des études latines

RHR

Revue d ’histoire des re ligions

RhM

Rlieinisches Museum fü r Philologie

RM

Mitteilungen des (kaiserlichen) deutschen archaeologischen Instituís, Rómische Abteilung

RPh

Revue de philologie, de littérature et d ’histoire anciennes

RSA

Rivista storica dell’Antichitá

RVV

Religions-geschiehtliche Versuche utul Vorarbeiten

SMSR

TAPhA

Studi e materiali di Storia delle Religioni

Transactions and Proceedings o f the A merican Philological Association 239



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