Debemos felicitarnos porque nos tocó vivir en una época en donde una misma generación puede vivir dos revoluciones tecnológicas, en donde las fronteras de las relaciones humanas se amplían hacia escalas de grandeza y donde los conocimientos de la humanidad se duplican cada cinco años; una época donde cada vez más los espacios se hacen virtuales, reducidos y las tareas con la tecnología de la información se hacen rápidas, flexibles y participan menso personas, mientras que las organizaciones se hacen horizontales y se deja el lado el enfoque funcional por el de los procesos.
Querramos o no, estamos en un nuevo siglo en donde nos toca enfrentarnos a estos nuevos retos.
En esta era de la informática e Internet, un delincuente puede encontrarse en un país y manipular el sistema de computadoras de otro país, situado a miles de kilómetros de distancia.
Internet y otras redes que extiende sus conexiones por todo el mundo, han creado en los últimos años, debido a su fácil acceso, uno de los mayores mercados potencia