


Mi nombre es Sebastián y el es Alfonso, mi abuelo. Desde que era pequeño, a mi abuelo le gusta jugar conmigo. Jugamos que somos astronautas, vaqueros y hasta piratas. Él me lee muchos cuentos, me cuenta historias de cómo era su vida cuando él era un niño de mi edad y también cuando conoció a mi abuela Sara.





Mi abuelo suele hablar mucho de la abuela Sara. Yo casi no la recuerdo
porque yo aún era un bebé cuando mi abuela Sara se fue al cielo, pero según me cuenta mi abuelo, mi abuela Sara era una persona muy amable y me quería mucho. Puedo ver que mi abuelo la extraña mucho.




Mi abuelo Alfonso vive con nosotros desde que mi abuela
Sara ya no está, así que pasamos mucho tiempo juntos cuando salgo del colegio.

Jugamos, hablamos, a veces vamos por helados. Mi abuelo Alfonso es mi mejor amigo.

Pero estos últimos días con mi abuelo han sido un poco diferentes, casi no juega conmigo, a veces no me reconoce o se le olvida mi nombre.

Y tengo
Al día siguiente, mamá y el abuelo fueron a visitar al doctor y el doctor les dijo que mi abuelo estaba empezando a olvidar. Es algo que puede pasarle a los abuelos, cuando son muy mayores.


Dice mamá que mi abuelo seguirá olvidando más cosas cuando sigan pasando los días. Trato de seguir jugando con él, aún recuerda muchas cosas, muchas historias y sigue recordando a la abuela Sara.




Hoy es mi cumpleaños, y pedí de deseo que mi abuelo me recordará una vez más. Mi deseo se cumplió. Mi abuelo se acercó a mí, me abrazó y me dijo “Feliz cumpleaños, pequeño Sebas”. Seguro mañana siga olvidando cosas, pero yo no lo olvidaré nunca y siempre será mi abuelo y mi mejor amigo




