TEATRO ELEMENTAL

Page 128

ACTO IV Umbral allá encuentra su fosa abierta en el camposanto y orilla del montón de tierra, pala en mano, el enterrador. Éste viste mono de faena y toda la hechura de haber cavado el agujero en persona. Enterrador: Vamos caballero, apure que se le espera hace rato. Martín: Yo sí llevo rato esperando. Me ha dicho Dorotea que estaría aquí el jefazo. ¿Sabe si va a tardar? Enterrador: ¿Quién? Martín: El mandamás. Enterrador: Ya está aquí, soy yo. Yo soy a fin de cuentas quien rellena el agujero y tiene la última palada. ¡¿Usted es Dios?! Martín: Enterrador: Cómo si lo fuese. ¿Y su Gloria? ¿Y su barba? Martín: Enterrador: (cogiendo un matojito de raices) Aquí. En plena Majestad. ¿Tengo acaso que justificar mi aspecto? Martín: El suyo no, pero el mío sí. Enterrador: Ande, ande, yo no atiendo queja que no desoigan las Leyes Naturales. No plaña blasfemias en mi presencia, se lo ruego. A alguien me tendré que quejar. Martín: ¿O acaso también tiene usted superior? Enterrador: Por tener tengo, pero es tan complicado el organigrama de la empresa, que tangible, para usted y último eslabón, sólo le quedo yo. De mí para allá no siguen las reclamaciones en lo que a usted concierna. Dígame a mí lo que tenga que decir. Martín: Simplemente que es un error. Una gravísima confusión a subsanar. Enterrador: Eso ya quedó claro que no. Usted tiene cita con nosotros desde que nació. Martín: Eso no es justo. Enterrador: El qué ¿El que haya tenido este fin o el que tenga que tenerlo? Martín: El que tenga que tenerlo. Enterrador: Es lección que se os da. Martín: ¡Vaya clase magistral! Enterrador: Un ras final. Martín: Una absurdez contra Natura. 128


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.