Edición de la Revista Viernes del Diario de Centro América del 16 de abril 2021

Page 5

Guatemala, viernes 16 de abril de 2021

el 10 de junio, la socióloga reflexionó sobre los confinamientos y sobre cómo “el hogar es soportable para muchas parejas solo si tienen la posibilidad de tener caminos diferentes en el día”. Dijo que en muchos casos, la violencia doméstica había aumentado “tremendamente” y que hombres y mujeres habían vuelto a sus “papeles tradicionales”, lo cual mostró que las mujeres son “abrumadoramente” las responsables de las tareas del hogar.

Entre fuerzas

Illouz dice que no cree que en algún momento nos hayamos eximido de las fuerzas públicas, pese a que “hemos desarrollado una mitología muy poderosa del hogar y de la intimidad como si estuvieran protegidos de las fuerzas externas”. Lo cierto es que “esas fuerzas nos hacen lo que somos”: tanto dentro como fuera de nuestras casas, somos quienes somos porque participamos de una cultura pública. En términos inmediatos —ejemplifica—, las personas que se han quedado sin trabajo o las que han sido desalojadas de sus casas porque no pueden pagar el alquiler, “¿son objeto, dentro de sus hogares, de la actuación de fuerzas externas que no controlan? Claro que lo son”. “Esta crisis sanitaria nos ha demostrado cuán profundamente dependientes somos de la sociedad en la que vivimos”. Y también cuán sociables somos.

Las apariencias

“Ser sociable significa vivir en un mundo de apariencias”, señala la experta. Las apariencias entendidas como “el trabajo que hago en mi cuerpo para aparecer de cierta manera frente a otras personas”. Reconoce que tienen “mala prensa” porque las asociamos con la superficialidad cuando, de hecho, son de muchas maneras “la esencia de la sociabilidad”. “Lo que se nos ha robado durante esta pandemia, por tener que quedarnos en casa, es precisamente la posibilidad de tener estas relaciones superficiales, que se basan en la forma en la que nos presentamos”. Para la experta, maquillarse o vestirse de forma elegante es

una muestra de que lo hacemos por algo más. “Hace un año, en Australia, se viralizaron unas fotos de gente que se vestía con ropa de gala, usaba maquillaje y joyas hermosas para sacar la basura, porque eso era lo único que se les permitía hacer”. “Las imágenes se volvieron virales porque expresaban esa necesidad fundamental que tenemos de aparecer frente a los otros”. “Estar frente a tu computadora, en tu casa, trabajando en pijama puede darte comodidad, pero creo que no es una sensación que dura porque se transforma rápidamente en algo sin estructura, carente de un mundo de apariencias”.

El elemento arquitectónico

Los apartamentos modernos, dice Illouz, no están concebidos para que la gente se quede “todo el tiempo” adentro. “Y dado que los precios de los inmuebles en casi todas las ciudades del mundo han aumentado considerablemente, la mayoría de la gente vive en lo que llamaríamos casas pequeñas o medianas”. “La arquitectura urbana en los suburbios es tal que no muchos apartamentos tienen terrazas, balcones o contacto con la calle”. Muchos viven en espacios mucho más reducidos que los que habitaron sus antepasados. La académica aclara que no quiere decir que esos lugares sean peores, pues, teniendo en cuenta otros criterios, probablemente las casas de nuestros antepasados eran de menor calidad. Pero lo que parece ser una constante en las ciudades es que las viviendas tienden a ser más pequeñas. “Estas casas fueron concebidas más o menos como lugares a los que se vuelve a dormir” tras hacer la jornada laboral afuera. “Creo que gran parte de lo que llamamos el hogar moderno se basa en realidad en la existencia de una vasta esfera pública conformada por el trabajo y la escuela, que hace posible la interacción en el mismo”. La experta reflexiona, por ejemplo, sobre testimonios de madres a quienes les costó manejar los periodos en los que sus hijos se tuvieron que quedar en casa tras el cierre de las escuelas.Algunas hasta llegaron a sentir que no

Eva Illouz es profesora universitaria, autora de varios libros y ha sido premiada por sus aportes a la investigación de la sociología cultural, de las emociones y del capitalismo. También ha estudiado el efecto del consumismo y de los medios de comunicación en los patrones emocionales.

eran buenas madres. “Estas son las razones por las que creo que la casa puede experimentarse como algo extremadamente opresivo, porque de hecho no se concibe en absoluto como un lugar en el que realmente vivimos. Se concibe como un lugar al que volvemos”.

Expresar el afecto

En marzo de 2020, Illouz escribió, en la revista Nueva Sociedad, el artículo titulado El coronavirus y la insoportable levedad del capitalismo. Entre varios temas, reflexionaba sobre cómo ante la pandemia se requiere de “una forma novedosa de solidaridad mediada por el distanciamiento social”, lo cual aumenta la sensación de crisis. Una solidaridad, señalaba, entre las generaciones más jóvenes y las mayores, “entre alguien que ignora si puede tener la enfermedad y alguien que puede morir a causa de lo que el primero desconoce, entre alguien que puede haber perdido su empleo y alguien que puede perder la vida”. Y asomó su propia experiencia: “Llevo ya muchas semanas en confinamiento y el amor del que mis hijos me han colmado ha consistido en dejarme sola”. “Esta solidaridad demanda aislamiento, y de ese modo fragmenta el cuerpo social en unidades lo más pequeñas posibles, lo que vuelve difícil organizarse, encontrarse y comunicarse, más allá de las interminables bromas y videos que se intercambian en las redes sociales”. Y es que la sociabilidad — decía — se volvió indirecta.

El cuidado en otra clave

De la noche a la mañana, escribió la autora, el mundo “se vació de su familiaridad”, se transformó en algo que nos es ajeno. “Sus gestos más reconfortantes — el apretón de manos, los besos, los abrazos, la comida compartida— se transformaron en fuentes de peligro y angustia”. Nos hemos tenido que familiarizar “con las extrañas reglas y rituales” del distanciamiento social. En una entrevista con la organización Jewish Culture in Sweden (Cultura Judía en

Varias familias en diferentes partes del mundo han experimentado violencia doméstica en medio de los confinamientos.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.